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I.-Las tres P
Todos conocemos el triángulo propuesto por Lederach 2que resume con clara
precisión los tres elementos básicos de los conflictos: Personas-Proceso-
Problema.
Sabemos también que las excesivas simplificaciones pueden hacernos perder
matices que detienen y enriquecen la mirada, a la vez que la pueblan de
nuevas preguntas, abriendo apasionantes senderos de análisis.
Aún así, el valor práctico de esta síntesis está fuera de toda discusión,
sobretodo al ponerla al alcance de quien opera en los conflictos de manera
directa, a menudo bajo el apremio de una realidad que lo obliga a construir
rápidos diagramas acerca de las situaciones que tiene entre manos.
De los tres vértices me concentraré en estas páginas en el primero, el referido
a las Personas. Ello no significa un juicio de valor respecto de la importancia
de un elemento sobre otro, ni tampoco soslayar la estrecha conexión entre
1
Este trabajo tiene sólo pretende colaborar con sentido didáctico en la formación de los operadores de
conflicto. Con ello, me disculpo por los desarrollos que dejo por ahora de lado. Todos los casos que se
mencionan son de mi experiencia directa , preservando sus nombres. Mi formación como mediadora me
lleva frecuentemente a ejemplificar con casos de mediación y trasladar los conceptos relativos a
conflictos en general a casos de mediación. Podrían también transferirse algunas consideraciones a otros
métodos de abordaje
2
Lederach, Paul y Chupp Marcos. Conflicto y Violencia- Guía para Facilitadores. Ediciones Clara
Semilla- Bogota 1997 p. 92.Tomando la sugerencia de Paul Wehr “Conflict Regulation” sugiere la
construcción de un mapa del conflicto. Sabemos que”el mapa no es el territorio”, pero sí que su reflejo
organizado puede sernos muy útil, si no olvidamos sus limitaciones.
1
ellos. Lo primero, porque cada uno tiene una relevancia decisiva en la
caracterización del conflicto; lo segundo, por la fuerte gravitación de uno sobre
otro.
Está claro que difícilmente se podría afirmar que el Problema de un conflicto
son las percepciones- sobre hechos o cosas- o las relaciones en juego en el
mismo, si no se piensa en las Personas constructoras o sostenedoras de
esas relaciones o percepciones. Y mal se podría suponer que la secuencia de
comunicación y las acciones interdependientes que constituyen el Proceso
dinámico del conflicto no son llevadas a cabo por esos mismos sujetos .que
encontramos, en este diagrama, en otro vértice del famoso triángulo. Y, por
cierto, cómo no visualizar las modificaciones del problema a lo largo del
proceso.
Precisamente, si rozamos el tema del dinamismo del conflicto, es decir, si lo
comprendemos como un proceso, podemos observar los cambios de los
elementos ubicados en los distintos vértices, ya sea internamente, como
operando entre si.
Sólo a manera de ejemplo, cuando al comunicarse dos personas en un
conflicto mencionan, afectan o comprometen a otras y las incluyen en el
mismo, no solo están modificando las personas participantes, sino que también
están ampliando el problema (hay más cosas en juego), y produciendo una
escalada en la evolución de la situación (proceso).A su vez, es posible incluir
una nueva persona, aún en un rol de tercero neutral, por ejemplo, un mediador,
y ello implicará seguramente una modificación del curso de proceso, nuevos
plazos, modalidades y conversaciones, a más de una probable redefinición
del problema, etc. Y muchas variantes más.
De modo que el aporte analítico del tan mencionado triángulo es más útil y
realista aún si, además de la interconexión de sus elementos, prevemos la
riqueza de su permanente o posible mutación, tanto dentro de cada elemento
en sí mismo, como en su gravitación sobre los otros del sistema.
Ello no es más que una aplicación de la idea más general por la que
visualizamos los conflictos como sistemas, donde cada vértice guarda una
conexión con los otros y donde nada de lo que sucede en uno de ellos es
indiferente respecto de los demás.
Me parece que este sentido integrador ensancha la mirada del operador de
conflictos, donde frecuentemente se describe a éstos - con exagerada
simplificación- como una “pelea entre X e Y por tal cosa z”.
2
Podemos llamar actores a las personas que advertimos comprometidas en una
situación de conflicto.
Frente a estos actores, se nos impone una aclaración para delimitar el universo
de este pequeño trabajo. Dejaremos de lado aquellos conflictos internos de
estos actores- es decir “los que pueden darse entre las instancias del aparato
psíquico” (intrapsíquico)5 o “conflictos consigo mismo”6- para centrarnos en los
llamados interpersonales- entre dos o más individuos o plasmados en la
interacción de dos o más sujetos” o “conflictos con otros”- ,o los intragrupales-
dentro de un grupo , organización, institución o nación- ; o intergrupales-entre
grupos de personas o individuos , organizaciones , instituciones, naciones . 7
Al igual que soslayar los otros vértices, esta decisión nos produce la sensación
de abandonar rumbos interesantísimos. Dejar de lado los conflictos psíquicos ,
suena a una arbitraria mutilación del campo de observación que no refleja la
realidad. Sin embargo, excede nuestro ámbito de trabajo, y dejamos ese
análisis a otras disciplinas, sin olvidar la decisiva influencia de éstos en las
otras categorizaciones,
3
II.b.-Actores principales y secundarios
III.-Explorar el vértice
más jurídica.
12
No solo porque los límites clasificatorios no lo son, sino porque las fronteras que van desde el
significado de “rol protagónico” a “ rol secundario” representan un continuo, ejemplo típico de vaguedad
del lenguaje. Hospers John Introducción al Análisis Filosófico, Macchi, Buenos Aires, 1962,p.48
13
La expresión “entre” sugiere la interdependencia entre los actores y sus conductas. Entelman lleva a la
idea de interdependencia partiendo del género “relación social” ( tomado de Max Weber), distinguiendo
para cada sujeto de esta relación entre sus conductas “recíprocas” y sus conductas “independientes”.Las
primeras, recíprocas, son aquellas por las que dos o mas individuos orientan, comprenden y resuelven sus
conductas tendiendo en cuenta la de los otros, con lo que dan sentido a sus actos, mientras que en las
segundas, independientes, no toman en cuenta las conductas de los otros. Dentro de la especie de las
llamadas recíprocas, atenderemos a aquellas en que los sujetos albergan objetivos incompatibles.(p. 46 y
siguientes de la obra citada)
14
Rubin Jeffrey Op.Cit p. 6
4
agrupándose en dos “bandos” bajo una suerte de atracción magnética o
bipolar15
Las cosas no son tan sencillas cuando hablamos de que Martita tiene su
entrevista con el gerente de personal de la empresa en que trabaja, o que el
Estado prescindió de los servicios de María, o que José no cejará en su
reclamo frente a la empresa de electricidad, o que Ramón demandará al club
de fútbol a la salida de cuyo estadio le dispararon después del partido, o que
esta dos compañias de seguros buscan repetir el pago de una de ellas a un
tercero, o que esta empresa contratista reclama la cancelación de facturas
impagas a la empresa comitente, o que el Gobierno de la Ciudad reclama a la
empresa propietaria del local de la esquina por los impuestos inmobiliarios
impagos o que el Estado argentino se enfrenta con una empresa papelera y
penosamente con el gobierno hermano del Uruguay, etc. etc
Hemos introducido a los actores colectivos o plurales como actores
protagónicos del conflicto.
Qué diferencia este eje del de los actores individuales?
Por un lado la presencia de más de una persona, es decir de cierto número
variable de individuos, es decir,
a) una pluralidad (no importa cuántos, muchos o pocos, pero más de uno, y tal
vez algo anónimos, pero no necesariamente).
Y seguramente, no sólo una pluralidad, sino también,
b) algún grado de organización entre los mismos. Porque bien podría ser que
un peatón damnificado por un accidente de transito en el que sufrió diversas
heridas convoque al conductor, al dueño del vehículo y aun a otros más , todos
ligados por un episodio de un choque múltiple; o un socio se enfrente con otros
dos socios para decidir el destino de su sociedad, y esta multiplicidad no los
transforma automáticamente en un grupo; son sencillamente varios individuos
implicados en la situación de conflicto.
15
Entelman Remo Op. Cit. p. 86 y p. 136
16
Fischer Roger y Ury William Si de acuerdo. Norma, Buenos Aires, 1991, p.4 y siguientes y toda la
bibliografía que adoptó esta conocida distinción.
17
Rubin Jeffrey Op. Cit. p.5
5
El pasaje de esa mera yuxtaposición o “simple” pluralidad a un actor colectivo
está dado por algún nivel de organización entre ellos, y en este sentido
debemos dejar abierto cuál es ese grado y la forma que adopte , para poder
incluir todas las modalidades de asociación, sociedades o entidades, desde sus
estructuras más simples a las más elaboradas. Sin duda es probable que ese
grado de organización esté apoyado en normas jurídicas, generales (la ley) o
particulares (reglamentos o estatutos), escritas o no, que hagan que aquellas
cosas que diga o haga alguien que llamaremos representante o representantes
sean consideradas como algo que hizo o dijo la sociedad, y no ese individuo
en particular.
La presencia -a nuestros específicos efectos- de un actor plural o colectivo en
nuestro conflicto puede implicar :
1) Posibilidad de que este actor- por ejemplo el consorcio, la sociedad- no
sea monolitico18, es decir que haya más de una posición o interés en
juego.
2) Posibilidad de que en algún momento se requiera que su representación
tenga algún grado de legitimidad para actuar, conferida por el grupo: un
poder, un acta, un estatuto, etc.
3) Posibilidad, en función de la multiplicidad de individuos que conforman el
actor colectivo, de que se den
a) situaciones de fragmentación , es decir, la existencia de disensos dentro
del mismo grupo,
b) Y se agreguen situaciones de identidad entre los miembros de un grupo
con los del otro.
Las especiales relaciones que pueden ponerse en escena a partir de estas
tensiones internas de los grupos configuran trayectorias diversas de los
conflictos y no aparecen necesaria y únicamente ligadas a dos actores plurales,
sino también a un conflicto entre un actor individual y un actor plural.
Pensemos, a manera de ejemplo, este caso:
Un propietario reclama al Consorcio de copropietarios del edificio donde vive.
La pretensión del primero provoca una discusión interna en el Consejo de
Administración entre los que desean mantener el edifico con su aspecto
tradicional, teniendo en cuenta que ha sido premiado por particulares
características arquitectónicas. Son los llamados “tradicionales, clásicos,
conservadores, de la “primera hora” , retrógrados, según quien los califique- ,
mientras que otros desean renovar algunos aspectos del mismo -llamados
“reformistas, progresistas, innovadores, recién llegados, advenedizos,
improvisados”, nuevamente según quien los mencione 19
6
director de la clínica, la obra social o el sistema de medicina prepaga, las
aseguradoras de cada uno de ellos, etc. Supongamos una divergencia interna
por las razones que sean entre estos profesionales, que acercan a alguno de
ellos al paciente. Esta afinidad generaría una suerte de alianza, 20
Estos son meros ejemplos de movimientos internos cuando los actores son
múltiples, muy interesantes de percibir y analizar.
IV.-Actores y Partes
Cuando los actores de un conflicto recurren a una mediación, por ejemplo,o a
un arbitraje, o algún otro método, suele adjudicarse para ellos la expresión
“partes”.
20
El tema de las alianzas y sus elementos característicos es de sumo interés, aunque no será tratado en
este trabajo. Puede verse en Entelman Remo, Op. Cit. p.145.,
7
A pesar del uso común -que también se refiere a las partes de un conflicto-, la
palabra no es del todo afortunada, porque éste es, por excelencia, el lenguaje
del proceso judicial.
Frecuentemente a quien pide la mediación se lo suele llamar parte requirente,
solicitante, o convocante. Aquel otro actor que es llamado a participar en la
mediación se lo llama parte requerida o convocada.
Esta es la terminología que adopta la ley de mediación 21 y sus normas
reglamentarias, Los centros comunitarios y otros ámbito de m mediación
hablan de convocante y convocado 22y soslayan la expresión partes. A veces –
no muy a menudo-la iniciativa es de ambos, y son los dos los que requieren el
servicio de mediación.
Cuando estas mismas personas van a un proceso judicial, pasan a ser las
partes en sentido procesal, “actor, demandante o accionante” y” demandado o
accionado”.
Las denominaciones nunca son ingenuas o al menos irrelevantes. Por ejemplo,
es frecuente que los programas de mediación penal hablen de Mediación
victima-victimario o victima-ofensor. Nos hemos resistido siempre a esta
terminología, aun cuando uno de los protagonistas haya admitido su
culpabilidad. No deseamos que el mediador ingrese con rótulos definidos
anticipadamente para los participantes, porque a menudo cuando ha habido
relaciones previas, es difícil prever tan claramente qué conductas han
generado la penosa situación en la que están hoy. Muchas veces las
explicaciones acerca de los hechos que tienen lugar en el ámbito de la
mediación sugieren que las acciones interdependientes se entrelazan, y que
la categorización penal está centrada en el último eslabón de esta larga
secuencia de actitudes. Por ello hemos preferido las denominaciones
“convocante y convocado” si el caso no ha ingresado al sistema judicial, o en
este supuesto, “denunciante-denunciado”
Concurre Ana al Centro de Mediación y expone su caso. Quien la atiende,
recibe el caso como “Amenazas”. En la primera reunión con la mediadora, Ana
narra que sus vecinos del piso de arriba la han amenazado varias veces,
diciéndole que la harán echar del edificio. La última vez llamaron a la Policía,
que finalmente dejó las cosas como estaban pero dijo que la próxima vez
intervendrá. Lo cierto es que Ana está atemorizada por lo que pueda
sucederle. Al tener la primera reunión con la otra parte, Pedro y su esposa,
Luisa, la historia se completa con los puntos de vista de todos. Los vecinos
expresan que en un comienzo las relaciones eran excelentes hasta que ellos
le pidieron prestado un dinero y como no pudieron devolverlo, Ana ha puesto
en el ascensor un cartel calumniándolos y con expresiones de todo tipo hacia
ellos, no cesa de llamarlos por TE, les ha dejado basura enfrente de la puerta
del departamento y les grita por el patio de aire y luz .Los chicos pequeños
están asustados y dicen que sólo han ido a pedirle que no ponga más carteles,
y detenga los insultos, los gritos y el tema de la basura ,que ellos pronto le
21
Ley 24573 de Mediación Obligatoria
22
Soslayo aquí la discusión en materia de mediación penal relativa a si es necesario admitir o no la
culpabilidad como requisito previo a la mediación. Para nosotros desde este punto de vista, nuestra
mirada esta centrada en el episodio que las partes han compartido, más que en la atribución de
responsabilidades. Para ampliar estos aspectos puede verse: Caram Maria Elena Hacia la mediación
penal – Suplemento de La Ley Buenos Aires 20/3/2000, y El espacio de la mediación penal, Revista La
Trama, Galerna, 2005, p.171.- y toda la bibliografía específica de la Mediación Penal.
8
pagarán. También le han dicho que si seguía haciendo esto tendrían que llamar
a la Policía…
En una segunda oportunidad, como ella los echó violentamente, los vecinos
llamaron a la Policía…etc. etc…
23
Watzlawick Pual y otros Teoria de la Comunicación Humana..Herder, Barcelona ,1989p.56.
24
Soslayo aquí la discusión en materia de mediación penal relativa a si es necesario admitir o no la
culpabilidad como requisito previo a la mediación. Para nosotros desde este punto de vista, nuestra
mirada esta centrada en el episodio que las partes han compartido, más que en la atribución de
responsabilidades. Para ampliar estos aspectos puede verse: Caram Maria Elena Hacia la mediación
penal – Suplemento de La Ley Buenos Aires 20/3/2000, y El espacio de la mediación penal, Revista La
Trama, Galerna, 2005, p.171.- y toda la bibliografía específica de la Mediación Penal.
25 Un mediador con visión amplia del conflicto tendría otras respuestas, aunque no fueran
25
9
¿Qué pasa aquí? La noción de actor es más amplia cuando se trata del
conflicto y en su tránsito a la noción de parte se vuelve crecientemente más
restrictiva al avanzar hacia el proceso judicial, pasando por la mediación. Esta
aun conserva bastante elasticidad como para permitir el acercamiento a las
conversaciones de personas muy vinculadas a los actores, pero en modo
alguno estos tendrían acceso al expediente judicial, como no fuera en calidad
de testigos, por ejemplo.
Un año después de haberse separado Carolina de Javier, con una hija,
Jessica, de 6 años, mantenían frecuente contacto entre si y con la niña.
Carolina percibió ciertos cambios en los comentarios de la niña: “Mamá ,
tengo que practicar más las cuentas” o “, Tenés que pasarme el peine fino más
seguido”o “ Las zapatillas están sucias y debo además usarlas con medias”. A
su vez, Javier que nunca había hecho comentarios respecto de la escuela,
comenzó a opinar acerca de los valores que la escuela trasmitía, su enfoque
confesional, las clases de religión, y que la nena no aprendía matemáticas
como debía, ni leía lo suficiente.
La preguntas de la mediadora condujeron a evidenciar que, en la percepción de
Carolina, la presencia de la actual pareja de Javier estaba influyendo en este
cambio, lo que, por cierto, aumentaba la irritación de Carolina, por habituales e
imaginables razones, pero también porque la sentía como una mirada crítica
puesta sobre su actividad maternal.
Al conversar por separado con Javier, la mediadora advirtió la frase frecuente
“Nosotros pensamos….”Es más, en un momento, sacó un papel escrito donde
leyó algunas frases, siempre con”nosotros”
“Nosotros, quiénes?”
“Bueno con mi pareja actual, ella también tiene una niña de la misma edad que
la mía y nosotros estamos tratando de mejorar algunas cosas de la crianza de
Jessica. Practicamos todos los fines de semana matemáticas, precisamente mi
actual pareja es profesora de matemáticas y le enseña, pero, claro, se va y con
la madre no practica. Pasamos el peine fino para solucionar el famoso tema de
la pediculosis, incluso le hemos mandado el peine a la madre, y cuando le
preguntamos a Jessica si lo usó durante la semana, no lo usó¿ De qué valen
nuestros esfuerzos durante el fin de semana, si al volver a casa, eso no se
continúa…?
Bueno no necesitamos decir que esta segunda esposa jamás seria parte en
sentido procesal en ningún juicio, ni siquiera sería convocada a la mediación,
salvo que informalmente el mediador entendiera la conveniencia de abrir un
espacio para ella teniendo en cuenta su fuerte gravitación. Es decir, si
atendiera al conflicto más que al enfoque “procesal” de la mediación. Más allá
de convocarla o no y aunque no se requiera su presencia directa, es inocultable
esta presencia en el escenario actual de estas partes. ¿Cómo no incluir en las
conversaciones con Carolina la influencia de esta “segunda mamá”que se ha
incorporado, cuando es claro el cambio en la militancia actual del padre en
ciertas cuestiones que en las que antes no parecía interesarse?
10
No es difícil visualizar a los protagonistas de un conflicto, sobretodo si el
desacuerdo es privado.26Pero no siempre se percibe la importancia de este
conjunto más o menos extenso de personas ligadas a los protagonistas-
siempre más fácilmente individualizables -, y unidos a ellos por vínculos
diversos. Ellos conviven desde lugares muy distintos e integran este sistema
que es el conflicto. Estos actores secundarios no aparecen quizá en roles tan
definidos., y su número e intensidad de relación varían según cada caso, pero
pueden tener una importancia nada desdeñable en la disputa y determinan
mucho del recorrido que ésta adopta, influyendo definitivamente en los estilos
de abordar el mismo y en los ciclos de su evolución, como su escalada o
desescalada o estancamiento.
Una mirada amplia sobre el caso no puede olvidar estas presencias, que están
ahí, a la espera de ser percibidas. Sin embargo, puede observarse que la
institucionalización de un conflicto desde la realidad empírica en que se
desarrolla hacia su contexto judicializado, va limitando cada vez más la
consideración de esa red, más o menos extensa, y generalmente dinámica.
Podríamos pensar esta descripción con tres círculos concéntricos: a)el más
grande sería el que comprende a todos estos sujetos como parte del sistema
del conflicto, b) uno algo más limitado como es la mediación, c) y uno más
pequeño, el del proceso judicial.
¿Cuál es la extensión de esta red que enlaza a los individuos con los
protagonistas?
Tomemos, siguiendo a Carlos Sluski, las palabras de Gregory Bateson, cuando
dice “que las fronteras de individuo no están limitadas por su piel sino que
incluyen a todo aquello con lo que el sujeto interactúa”. 27 Y agrega, y más aun,
“todo el conjunto de vínculos interpersonales del sujeto: familia, amigos,
relaciones de trabajo, de estudio, inserción comunitaria y prácticas sociales.”
Es decir, lo que constituye el concepto de “red social”
Naturalmente, la pregunta se traslada ahora: ¿hasta dónde? ¿Dónde está el
límite de este entorno? La diversidad de los casos,y la particularidades
sugieren respuestas diferentes y específicas, por lo que es difícil una
delimitación genérica y a la vez precisa. Tomo la idea de Sluzki: el conjunto de
las relaciones se extiende hasta donde el individuo las percibe como
significativas o como diferenciadas de la masa anónima de la sociedad. 28
Diríamos que hasta aquí se extiende la red social personal, que constituye
parte del universo relacional de los individuos.
26
Carpenter Susan y otros Managing Public Disputes Jossey-Bass Publishers San Francisco 1988, p.5
Cuando los conflictos son públicos, los interesados pueden ser muchos más. Ello, sin perjuicio de la
fuerza magnética existente en todo conflicto que probablemente llevará a centralizar sus posiciones o sus
27
Sluzki Carlos E La Red social: frontera de la práctica sistémica, Gedisa, Barcelona, 1998, p. 37
28
Ibid p.42
11
También constituyen de manera más difusa este universo vincular, otras
relaciones sociales, más generales, más anónimas (los primeros responden a
un nombre propio conocido para el sujeto) pero cuya mayor o menor cercan[ia
con el individuo está dada por su percepción como tal.
Dentro del primer grupo, incluimos en primer lugar, la familia más nuclear,
luego la extensa, los amigos, los lazos laborales y otros vínculos comunitarios,
como el vecino próximos, el compañero del club, el asistente a un grupo en la
parroquia, etc.
Dentro del segundo, el barrio, el consorcio, el público, los usuarios, los
compatriotas, etc.
En el interior de cada uno de estos conjuntos, aparecen también nuevas
gradaciones, porque están las personas más intimas, otras intermedias y otras
más alejadas, algunas más perdurables o transitorias.
Para quien construye el mapa del conflicto, y ubica su mirada en el rubro
personas, podría preguntarse frente a cada protagonista:
¿Quién es importante para él/ella? ¿Con quién conversa este tema? Con quien
no de ellos? ¿Qué opinan estas personas de la situación? ¿Qué le dicen? 29
Las respuestas pueden ser múltiples y a veces imprevisibles.
Dos esposos están resolviendo aspectos relativos a su divorcio. La mediadora
trabaja en dos salas separadas con cada uno de ellos y sus abogados, porque
la conversación se ha vuelto muy dificultosa. En un momento dado, al volver de
la reunión privada con el esposo, encuentra a la ex esposa hablando por su
celular:
Sra.: Bueno… bueno…te dejo porque viene la mediadora, si, si le digo que
no..Chau, chau … ( cierra el teléfono un poco turbada.)
Mediadora: ¿Pasa algo?
Ana: Hablaba con la señora que trabaja en casa, ella lo conoce bien a él, y me
dice que no le afloje…
En la reunión siguiente el letrado del esposo me cuenta que su cliente está
atendido por una psicóloga muy prestigiosa, quien se ha presto en contacto con
el letrado para sugerir las pautas que en un posible convenio debiera adoptar.
Para sorpresa de la mediadora en la próxima reunión con la esposa,sus
letradas comentan la fuerte influencia de la terapeuta de la señora sobre sus
puntos de vista. En ambos casos, los abogados se sintieron incómodos con
estas presiones de modo que cada uno -paralelamente –optó por conversar
con el terapeuta respectivo para trasladarle su mirada sobre la realidad de este
eventual acuerdo.
Por supuesto que estas son situaciones donde la presencia de los otros se ha
hecho explícita. No siempre es así…y quien intenta conocer el conflicto debe
avanzar cuidadosa y prudentemente. No todas las personas están dispuestas a
abrir sus mundos privados, a veces por propia preservación, por amor propio
(“no me dejo influir por nadie”, o “todas las ideas son mías, mías y mías” y “ no
necesito que nadie me diga lo que debo hacer”), y otras, porque tampoco
advierten por sí el influjo de estas presencias.
Parece claro pensar que de todos modos más allá de la proximidad, fuerza o
gravitación de los vínculos con los otros, estos no son “realmente” otros si su
palabra o su punto de vista no ha tenido acceso al protagonista, quien de una u
otra manera lo incorpora. Los otros no son otros si no son percibidos como
29
Ibid. ,p. 42 y stes.
12
tales por los protagonistas, ya sea porque discuten internamente con ellos-
resistiéndose a una influencia que no es aceptada-;ya sea porque ingresaron
genuinamente en el pensamiento del actor. Frente a éste también están no solo
los “otros del protagonista”, sino los” otros del otro protagonista”, y, por si esto
fuera poco, para los que cada uno percibe como los otros del otro, lo sean o no.
Valeria y Gustavo están resolviendo como parte de la organización de su
divorcio la modalidad de atención de los gastos de los niños, quien se hará
cargo de los de educación, salud, vivienda, etc. A lo largo de las
conversaciones la mediadora advierte que Gustavo conoce muchas cosas
acerca de los gastos que Valeria ha hecho después de su separación(él
continuó viviendo un tiempo en el extranjero y ella volvió al país con los niños)
Por ejemplo, una erogación que causa mucha susceptibilidad es la de una
operación estética muy personal decidida por Valeria dentro de la cobertura de
la medicina prepaga provista por Gustavo, sin que éste último lo sepa ya que
ha sido durante el período donde ya no convivían. El tiene fuertes sospechas
de que ella ha iniciado una relación con un amigo de ambos, Hugo,
recientemente separado, quien trabaja en la misma empresa que él. Este
amigo le cuenta estas cosas inquietantes acerca de Valeria, ciertas
intimidades, y la natural sensibilidad que esta irritante situación produce lleva
a Gustavo a acercarse a la ex esposa de Hugo, donde ambos comparten sus
desventuras y el resentimiento respecto de sus anteriores parejas. Los cuatro
han sido amigos tiempo atrás, cuando ambos matrimonios atravesaban un
mejor momento.
Cada nueva reunión de mediación la mediadora escucha algún aporte que
viene de estas personas, Hugo o su ex esposa, en general rumores insidiosos.
Valeria está en contacto con Hugo, quien a su vez sigue por razones laborales
en contacto con Gustavo, quien conversa con la ex esposa de éste. Que Hugo
le comente que su esposa se ha operado durante su ausencia y que “´él lo
sabe” es un revelación fuerte y provocativa.
30
De Benedetti Mario “No todos los espías son malévolos” poema citado en Caram Maria Elena, Eilbaum
Diana y Risolia Matilde Mediacion Diseño de una Práctica- Librería Histórica, Buenos Aires, 2006
p.378.
13
Una primera mirada tiende a ubicar a estos personajes como individuos
negativos es decir que ayudan a la escalada del conflicto.
Es difícil explicar por qué tendemos a pensar que los otros operan de una
manera negativa sobre el conflicto. Probablemente los vemos atrapados en la
brumosa complejidad de las disputas. La experiencia indica que las presencias
de los otros, como dice el poema, pueden ser de una ayuda importantísima en
la superación de los conflictos, no solo por el apoyo que puedan proporcionar,
por ser escuchas receptivos, personas que ayudan a esclarecer que desean ,
sienten y buscan los protagonistas,. sino además con actividades de todo
orden, la abuela que se ocupa de buscar los niños, el padre que aconseja la
reconciliación, o sencillamente se abstiene de juzgar y los acompaña con la
incondicionalidad amiga que tanto pide el desasosiego del conflicto …. Alguien
que presta el dinero, la casa, su auto. sus contactos, en fin, los recursos de que
dispone, etc.
Con Diana Eilbaum y Matilde Risolia, hemos llamado a estos personajes que
no están pero están sentados en la mesa, los “fantasmas” de la mediación. 31
Por cierto no está pensado el nombre con una connotación misteriosa o
atemorizante, sencillamente que como la mediación es un espacio más
acotado que el de la realidad de la vida donde se desarrolla el conflicto –
aunque también integra su secuencia-, suelen no están presentes
efectivamente en la sala. Por supuesto que muchas veces la proximidad es
muy grande y va desde haber tomado un café con alguno de los protagonistas
antes de ingresar al centro de mediación o la oficina del mediador, esperarlos
en la sala de espera, o aguardarlos en un café cercano, expectantes de la
narración de lo acontecido. Los mediadores conocen acerca de esto. Puede
ser de buena práctica considerar la posibilidad de darles voz a estas personas
en la mediación, ya que muchas veces prestan una efectiva colaboración, y
puede ser particularmente beneficioso el efecto legitimador que esto implica.
Recordemos que hablar desde afuera es muy distinto que hablar adentro, y los
efectos pueden ser eficaces para el avance de la mediación.
No todos los fantasmas pueden dejar de serlo…El recuerdo de los seres
queridos que hoy no están, sus consejos, sus mandatos, a veces grabados
intensamente en el interior de las personas, puede operar en el pensamiento
de una manera vigorosa incluso más que si estuvieran hoy vivos, porque las
desavenencias cotidianas a veces alejan a las personas del lugar ilusorio e
idealizado en que se perciben los que ya no están.
Vale la pena ingresar en este mundo interior tan plagado de voces para
comprender el porqué del pensamiento actual de los protagonistas porque por
lo general corresponden a un pensamiento rigidizante, unido a los valores, con
la impronta inmodificable que ello conlleva para quien se siente guardián de
estos deberes o sencillamente legatario de los mismos. La conversación
puede aligerar esta sensación y movilizar el pensamiento. Siempre con cautela
y respeto.
Otros personajes secundarios de gran influencia en el pensamiento de las
partes son sus terapeutas, los grupos de autoayuda, etc. donde las personas
vuelcan las dificultades que atraviesan en función de sus disputas 32
31
Caram , Risolia, Eilbaum Op Cit p. 379. :He visto con alegría que la denominación se está
generalizando
32
Ibid, p.381.
14
V.c.-.Los niños, primero.
33
Participación de niños, niñas y adolescentes en el proceso de
Risolia María Matilde
mediación.Trabajo inédito
15
Este ejemplo sirve como muchos otros para marcar los dos niveles del conflicto
cómo suceden las cosas en el ámbito propio de las partes y cómo es tratado
cuando ingresa un tercero en su tratamiento.
La realidad es muy compleja, es un torbellino comparado con lo que sucede en
la sala donde el tratamiento en el proceso está organizado; la palabra, aunque
se privilegie la espontaneidad, está ordenada; los intercambios difíciles son
despejados por el mediador, se prevén reuniones privadas, cuartos
intermedios. Recordemos que se intenta reconstruir la comunicación tan
maltrecha, afectada en la sala y más aún fuera de ella.
El operador no puede dejar de percibir que fuera de su espacio la realidad
sigue fluyendo, para bien o para mal, en escalada o desescalada de la
magnitud del conflicto y será cuidadoso con el efecto residual de sus reuniones.
El conflicto no es únicamente lo que sucede en la sala, aunque lo que pasa allí
tan bien es parte de esa secuencia, el conflicto sigue, y lo sucedido en la sala
está marcando la impronta siguiente.
V.d.-Los abogados.
16
imprime o sugiere para la negociación, sino por la evaluación que hace de la
situación desde el punto de vista jurídico, tanto legal como jurisprudencial. Ello
no es otra cosa que ayudar a su cliente con la información respecto de la
alternativa35, tanto de éste como de la otra parte. Este análisis colaborará,
como sabemos, para definir el rumbo más conveniente a seguir, fortaleciendo
el énfasis puesto en al negociación o debilitando sus posibilidades. Puede
significar un alivio para una de las partes y una amenaza –y ser usado como
tal- para la otra, o a la inversa.36
Hemos distinguido estas clases de abogados y relaciones que pueden
aparecer en un conflicto o en un proceso de mediación 37
7. Una (o más) de las partes es una persona jurídica que cuenta con
abogados internos en relación de dependencia y que la
representan en la mediación.
35
Tomamos la expresión en el sentido dado por la Negociación Colaborativa, es decir, como aquellas
posibilidades que una parte tiene de satisfacer sus intereses sin la participación del otro. Caram, Eilbaum
Risolía,ob cit p.386. Sobre este aspecto es interesante también ver Mnookin Robert H. y otros Resolver
conflictos y alcanzar acuerdos, Gedisa, Bs. As.Barcelona, 2003,p 136.
36
Caram, Risolía Eilbaum, Op. Cit. p.389
37
Ibid, p.154.
17
Cada supuesto genera interacciones diferentes. De estas posibilidades, solo a
manera ejemplificativa, pensemos los diferentes perfiles de los letrados y sus
consecuentes combinaciones con los de su cliente. Luego ampliemos la grilla
combinatoria con el estilo negociador del otro protagonista y su abogado. Del
mismo modo recordemos que no siempre el estilo de negociar coincide con la
manera exterior de conducir el mismo. Bajo un ropaje a veces inflexible y
competitivo, nos encontramos finalmente con una modalidad negociadora, a la
vez que a veces nos engañamos con una presentación concesiva, o al menos
negociadora, y finalmente encontramos un estilo fuertemente competitivo.
Una joven madre de dos niños pequeños narra el impacto que vivió al saber
que era hija adoptiva:
“Toda la vida ( ahora-al momento de la mediación- tiene alrededor de 35 años)
supe que algo pasaba…Tenía siempre la impresión de una fuerte preferencia
de mis padres hacia mi hermana, no lo sabia bien, pero sospechaba que no
eran mis padres, pero jamás lo admitieron. Hasta hace unos dos años, en que
alguien me lo dijo. Profundamente impactada, se los pregunté a mis padres por
separado, y cada uno me dijo que si, que no era mi padre…Es decir, mi padre
decía que era hija de mi madre y no de él, y mi madre que era hija de mi padre,
pero no de ella38
A pesar de la crueldad siniestra de estas tardías revelaciones donde cada uno
dio estas versiones dispares e inconciliables, como si la dureza de la noticia de
que no era hija de mis padres no bastara, yo me sentí mas tranquila. Era como
si hubiera confirmado lo que siempre había sabido.
Hasta allí yo solía refugiarme en mis padres, aun con el desapego que siempre
sentí de ellos. Por ejemplo si yo contaba que mi marido me maltrataba, la
respuesta era que hacia yo para ganarme eso, etc, etc. Cuando supe esto sentí
que ganaba en autonomía, en libertad personal y con eso una fuerza especial
para atender a mis hijos. A su vez adopté la decisión de separarme y no
soportar más los vejámenes que sentía.
38
Vacilo en la narración de este caso bajo la idea compartida con los mediadores de que “los caprichos
de la realidad superan los de la ficción”, y, en consecuencia, no parecen creíbles, pero es rigurosamente
cierto lo que yo escuché, casi textual.
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No todas las transiciones son tan dramáticas como las que acontecen en el
marco de la familia, especialmente la que antecede, tan triste por cierto.
Sencillamente un vecino se muda, alguien cambia de trabajo, etc.,un
administrador intrigante se va del edificio, y el vértice cambia, por la
modificación de estas circunstancias.
José es taxista y tiene cuatro hijos pequeños con Patricia. Después de su
separación hicieron, con mi intervención como mediadora, algunos acuerdos
sobre tenencia, visitas y alimentos. Tres años después, José viene a buscarme
al Centro de Mediación del Ministerio de Justicia, visiblemente alterado. Ha
estado siguiendo a Patricia y descubrió que cuando salía de su casa por las
tardes, iba a trabajar a una casa de citas. Lo confirmó de una manera brutal:
estacionó su taxi, bajó, pidió un servicio de los que la casa provee y le
ofrecieron un álbum con fotos, y … allí estaba la de ella!. Está absolutamente
conmocionado con el hallazgo- un tanto por el resultado exitoso de su
espionaje, y un tanto por la perplejidad ante la audaz decisión de esta madre
de cuatro hijos, menuda, delgada, rubia, de aspecto aniñado- y quiere quitarle
los niños, etc. Convoco a Patricia, quien viene con su suegra, la madre de José
con quien vive y es quien cuida a los niños. La madre de José conoce la
situación y evita emitir juicio alguno, aunque parece defender a su nuera. En
reunión privada, Patricia me confirma su nueva actividad como una manera de
“salir” de tanta sórdida estrechez…”Todo se ha deslizado bien hasta ahora,
expresa, “y he sido muy afortunada con los clientes”, siempre cuidadosos y
civilizados en sus requerimientos.. Se hacen algunos acuerdos de que la
madre de José continuará con el cuidado de los niños, cosa que hace
actualmente y hasta ahora ha venido haciendo. Creo que José no parece
querer cambiar nada de lo relativo a los niños, sino que está fuertemente
interesado en Patricia, probablemente en base al provocativo desafío de esta
novedad…
Seis meses después, Patricia me pide una audiencia donde quiere conversar
con su suegra- la mamá de José, abuela de los niños- con mi ayuda…
Allí cuenta que ha dejado su actividad, porque su último cliente es un señor
ligado a una embajada extranjera, que le ha ofrecido una nueva vida, y ella ha
entablado con él una flamante relación. Lo que desea es poder conversar con
su suegra sobre alguna particularidad esta nueva situación.
Cito a la suegra, con quien siguen viviendo los chicos, además de la mamá, y
para mi sorpresa, el planteo de Patricia es que haya cierta cordura y sensatez
en las exigencias que la Sra plantea con relación a este caballero,por ejemplo
“no puede estar llamando para pedirle la plata para los impuestos y servicios
de la casa en cualquier momento porque las facturas se vencen, dando por
sentado que el señor las abonará, ya que la plata no alcanza. Patricia descarta
que el señor lo hará, porque la ama profundamente, solo pide que le dejen
manejar esta situación con más prudencia y que los llamados no provoquen un
efecto contraproducente. De hecho el señor ha invitado a cenar a la Sra y a los
niños, todos juntos con Patricia, donde los chicos se portaron espantosamente,
y dieron muestras de “lo maleducados que son, correteando por debajo de la
mesa del restaurante, desabrochando los zapatos del señor, etc” .Todo, a
criterio de Patricia, urdido por la Sra. en complicidad con los niños.
La Sra.está, en efecto, resentida porque el señor no paga siempre cuando
“debe”, y además, y creo que es lo más importante, Patricia, en esta nueva
situación, parece avergonzarse un poco de todos ellos.
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Tiempo después vuelve Patricia con un abogado particular. Como al parecer
las cosas han mejorado y la relación sigue viento en popa, -de hecho ya ha
viajado ella acompañándolo en sus tareas diplomáticas -, me piden si no
puedo intervenir privada mente como mediadora. Explico que el caso es del
Centro y que allí continuaré mi tarea.
Pide citar a José para que le de la autorización para que los niños viajen fuera
del país. José se niega a ello porque supone que los niños no volverán (este es
el proyecto oculto que se me confiesa en reunión privada, razón que me impide
continuar la mediación).
Pero lo más sorprendente de la situación, al menos para mis ojos nunca lo
suficientemente experimentados, es la naturalidad con que todos viven
el”noviazgo” y las ventajas económicas que al grupo familiar este romance le
ha aportado.
VII.-Terceros y terceros
Entelman nos ayuda a distinguir entre los terceros39. Adviértase que hasta aquí
he hablado de los “otros” y no de los “terceros”, porque entiendo a aquéllos
como personas que acompañan a los protagonistas en diferentes roles, pero
que en general forman parte de una pequeña legión que se mueve alrededor
de los mismos, sin quebrar la dualidad bipolar entre las partes. Los terceros,
en cambio, no aparecen confundidos con las partes. Igualmente, pienso que
todos, desde un lugar u otro participan del sistema del conflicto.
a) Están los terceros no implicados en la situación de conflicto, convocados a
intervenir en los mismos. Ubico en esta categoría a los mediadores u otro
operadores, los jueces, árbitros, los facilitadores, etc cualquiera sea la forma de
intervención que se busque, y según la definición de cada rol en cada método.
Los habrá así meros comunicadores, sin facultades para sugerir propuestas
(mediadores), o con éstas (conciliadores), o más aun con facultades para
resolver (jueces y árbitros), con intervención por imperativo legal o por decisión
de las partes, etc.
Por supuesto uno no diría que estas personas “están en conflicto” porque no
están en la misma situación que las partes o sus “otros”, pero si están en el
conflicto, porque sus presencias y sus intervenciones concretas, eventuales o
al menos el pensamiento acerca de ellas, de lo que podrían ser sus
intervenciones, ya están operando en el conflicto. Supongamos que una parte
ha pedido una mediación, ya piensa qué dirá la otra parte, o se lo anuncia, el
otro recibe esta información y las actitudes no pueden dejar de ser permeables
a todo esto. Ambos comienzan a pensar qué hará o dirá el mediador, cuál es la
mejor manera de contar las cosas, preven una narrativa para ese escenario,
etc.
b) Está también el llamado tercero participante, que si participa en la situación
de conflicto y cuyo rol está destinado a integrar en algún momento un campo
en la dualidad de la disputa.
Tanto internacionalmente, como en una organización, o en la estructura
familiar, aparece un estado, una sección o una persona que, ya sea por su rol
39
Entelman Remo, Op. Cit. p. 135.
20
o prestigio o por su sola visualización como protector de un área, define la
búsqueda de la solución del conflicto.
Están dentro de este grupo los llamados terceros disuasores,40 es decir,
aquéllos que por su mera amenaza de intervenir en la situación de conflicto,
provocan la definición del conflicto. Generalmente este tercero está percibido
por las partes con algún poder para ingresar en la disputa, razón por la que
deciden buscar una salida. El padre que ordena a sus hijos que cesen de
pelear bajo la amenaza de tomar cartas en el asunto. No necesariamente es
visualizado en un campo determinado de la disputa, sino con poder sobre
ambos.
También están los terceros persuasores, personas que influyen para que las
personas cesen en su situación de conflicto, pero sin la posibilidad de que
intervengan en el mismo, alineándose con alguna de las partes (recordemos el
ejemplo de Entelman, evocando la intervención del Papa ente la inminencia del
conflicto con Chile por el Canal de Beagle. Aunque al Cardenal Samoré suele
mencionárselo como un ejemplo de mediador, no me resulta claro si su
intervención está encuadrada en el rol de mediador exactamente con los
contornos profesionales con los que lo describimos nosotros.).
c) Incluyo también dentro de la clase de terceros-aunque en roles y con
intensidades variables- aquellos que proporcionan criterios objetivos en una
disputa, como el experto tasador, o el perito en alguna rama específica, cuyo
aporte es tomado por las partes, se incorpora a su información y pesa sobre el
conflicto. Este intervención que tiene regulación procesal cuando se trata del
proceso judicial ( pruebas periciales), es posible también en la mediación, si los
participantes la acuerdan, y debe ser manejada con cautela por el mediador
para evitar que sirva más que como un ensanchamiento de la información que
ayude a una negociación más realista, como un elemento fortificador de las
posiciones de los protagonistas, que atrincherándose en esos datos que las
favorecen las vuelvan más inflexibles. Como mediadora suelo ser muy cauta
con este tipo de intervenciones, e intento que las partes ubiquen sus
negociaciones en un campo donde puedan prescindir de estos datos, porque
implican frecuentemente la apertura de nuevos subtemas y limitan con el
campo de la prueba de una manera inconveniente para la mediación.
Naturalmente hay casos en que esta información es inexcusable para avanzar,
por ejemplo ( y es uno entre muchos)si una víctima que ha sufrido lesiones en
un accidente de tránsito debe ser revisada pro el médico de la compañía de
seguros. No podrá avanzarse con un eventual ofrecimiento sin este requisito
mínimo.
Una propietaria de un departamento ubicado en el último piso de un edificio
requiere en una mediación que el Consorcio retire el cartel publicitario que está
apoyado en la terraza del último piso, precisamente sobre su unidad, por las
fisuras que causa en los muros de éste debido su exagerado-según alega-
peso. El Consorcio se resiste porque el alquiler de ese espacio permite aliviar
el costo de las expensas. Las partes han recurrido cada una a un experto para
que se expida sobre la incidencia de este cartel en la unidad afectada, y los
resultados de cada una refuerzan los argumentos de cada parte, por lo que se
resuelve que un tercero experto neutral, independiente de las partes, se expida
sobre este punto. Para ello es imprescindible que las partes convengan
previamente los puntos que han de ser consultados, mecanismo de lección
40
Ibid, p.140 y stes. Sigo y agradezco su desarrollo en todo este punto.
21
como se afronta el costo del mismo y qué valor se dará a su opinión. Ambos se
resisten a considerar vinculante la opinión, temerosos de que no les favorezca,.
Y una vez que se expide el tercero a favor de la unidad, el Consorcio cuestiona
nuevamente su criterio. El tema se va volviendo finalmente de muy difícil
solución bajo este sesgo, finalmente se decide que el Consorcio hará las
reparaciones actuales, sin hacer compromisos hacia el futuro. Probablemente
una respuesta imperfecta o al menos solo transitoria para la situación.
Marginalmente es interesante comentar qué ha pesado en este conflicto. La
actual propietaria de la unidad ha recibido este departamento por via de u
legado de su anterior empleadora en función de haber sido quien la cuidó
durante muchos años particularmente los últimos de su enfermedad. El
desnivel socioeconómico de la nueva propietaria con relación al de los
restantes copropietarios de este edificio- o al menos el que pretenden tener-, la
ha colocado en una inequitativa situación de discriminación evidenciada, al
menos en su percepción-negada por la administración del consorcio-en un
rechazo a todos sus pedidos, a no poder ser escuchada en las asambleas, con
actitudes ofensivas, etc. Una vez más puede observarse cómo por detrás del
reclamo acerca del cartel, se mueven otras situaciones de naturaleza
emocional que determinan fuertemente el sesgo del conflicto. Resultó difícil
encontrar desde este ámbito una repuesta adecuada para ello.
22
significa saber quiénes influyen sobre los protagonistas, sino, a su vez, cada
conflicto influye en los restantes miembros de la red, creando nuevas
responsabilidades.
No somos aun concientes, dice Ury, del potencial del tercer lado.” Todavía se
asemeja a un gigante dormido, capaz de grandes cosas, perdido en el sueño” 42
Ahora que nombramos a todos o a casi todos,¿no se nos cae el triángulo hacia
un vértice agobiado por tanto peso? Tal vez…
Sin embargo, desde el lugar de quien intenta describir un conflicto, ya sea
como mero observador, o para intervenir más activamente desde algún lugar ,
una apreciación más sutil o completa de las personas y su ubicación en el
territorio de la disputa, nos permitirá comprender mejor el caso, y quizá ayudar
a su resolución. Tal vez no siempre nuestra búsqueda podrá ahondar tanto en
la trastienda del caso, donde como he tratado de mostrar suele aparecer
mucha riqueza de elementos y claves para su comprensión. Pero aun así, creo
que es inexorable el intento de exploración.
Porque establecer distinciones en el universo de un conflicto, es ensanchar
nuestra mirada, abrir una búsqueda siempre persistente y necesaria, bajo la
idea simple pero no por eso menos sabia, de que una apreciación más
detenida nos dirá mucho más que aquello que nos aparece a primera vista.
Sabemos que nuestra tarea como operadores no puede limitarse a lo obvio;
eso ya lo vieron los protagonistas, y no alcanzó para encontrar una salida.
La ampliación del enfoque desde lo aparente hacia lo menos explícito, nos dará
una comprensión más propicia para nuestro trabajo.43
23
negociación. Es frecuente entonces que no se preste suficiente atención al
Problema de las personas, y se confundan los cuestionamientos al problema
con los ataques dirigidos a los actores. Sugiere entonces distinguir lo que los
participantes se dicen entre sí, de la discusión sobre el Problema,
precisamente para cuidar a los primeros- ya sea en preservación de los
vínculos o cuanto menos buscando una cierta legitimación básica entre los
protagonistas- y concentrar el tratamiento en la segunda (“blando con las
personas, duro con el problema”).
Es decir que presupone a la vez:
a) la interconexión en la realidad de ambos elementos, al punto que
frecuentemente no son distinguidos por protagonistas y son usados
indiscriminadamente
b) Y, como consecuencia, la conveniencia de la distinción entre ambos
elementos: Personas y Problema, para poder cuidar los vínculos entre las
primeras, y concentrarnos en la discusión sobre el segundo. 46
Lo expuesto no hace más que ratificar la necesidad de analizar
separadamente los elementos Persona-Problema, frecuentemente
confundidos en la secuencia práctica y real de la disputa. Algo así como” que el
operador –negociador o tercero neutral- separe lo que la realidad ha unido”.
Haber desagregado a los integrantes del vértice de las personas no tiene por
sentido acomodarlos en una pequeña estantería a la vista del operador, como
si fuera una pequeña colección de muñequitos 48. La exploración que hemos
planteado no termina en una simple enumeración de sujetos en fila india,
separados entre sí . Buscamos su interacción, al menos la de los protagonistas.
46
Ibid , p. 21 y siguientes. Los autores sugieren una cantidad de pautas para cuidar la relación a lo largo
de una negociación -sin descuidar las necesidades en juego- y no efectuar un inútil y desgastante traslado
de la tensión que la divergencia produce desde problema hacia las personas.
47
Caram, Eilbaum, Risolia, Op. Cit. P.179.
48
La figura que viene a mi memoria, en libre asociación. es el delicado personaje de “El Zoo de Cristal”
de Tennesee Williams, la hermana del protagonista que colecciona pequeños animalitos de cristal que
coloca en una vitrina y cuida desde su silenciado mundo interior
24
Uno de los sentidos más poderosos de la mediación es poder dar una
respuesta inclusiva a las situaciones de conflicto. Incluir al sujeto, significa
“incluir su subjetividad, y también su intersubjetividad”. 49 “Uno de los daños
que ..se han infligido a la sociedad… es la desconfianza como principio…La
confianza se remite a una condición necesaria para pensarse como sujeto,
pensamiento que no es nunca sin otro respecto del cual nos constituimos, ya
por semejanza, ya por diferencia…”50
Nuestro abordaje de los conflictos implica un presupuesto ideológico: la
búsqueda es siempre fortalecer los lazos entre todos los actores principales,
darles la palabra por igual, integrarlos en un proceso común, ayudándolos a
recorrer un camino compartido para que encuentren una respuesta que los
contemple a ambos En ningún sentido, el vértice se abrirá con más intensidad
para uno que para otro, ni excluirá de antemano a uno de su actores, ni pondrá
a uno por encima del otro…”Los mediadores conforman una línea de trabajo en
la que permanentemente generan un movimiento que abraza a todas las
partes…y donde la búsqueda de la inclusión está presente como un objetivo
luminoso que alumbra cada decisión del procedimiento” 51.
No buscamos proveer un escenario para que cada uno se ubique por si en una
parcela inamovible del mismo, y se afirme en ella, dueño de sus razones y sus
decisiones, levantando un muro defensivo, sin escuchar ni albergar un punto de
vista que no sea el propio.
La admisión de uno en la vida del otro, o al menos algo de su narrativa, en
reflejo de una realidad que sí los incluye, justifica el espacio abierto para el
trabajo del conflicto, priorizando fortalecer los lazos desgastados por las
circunstancias de la disputa, por el entorno difícil, por las premuras de la lucha
cotidiana y las complejidades propias de la condición humana.
Con relación a los “otros”, es decir, los personajes secundarios, estará en
manos del mediador su acercamiento o no a la sala. De cualquier manera
siempre existe el recurso de traerlos a través de las preguntas circulares, e
incorporar su pensamiento, sus puntos de vista para conocer mejor acerca del
conflicto, y ayudar a las partes en sus reflexiones. Pero el operador sabe ahora
que ellos están, que integran esta red que rodea a los personajes protagónicos
y que su incorporación -real o ficticia- no debe ser desdeñada, cuando la
búsqueda es abrir, ensanchar, ampliar la percepción de la realidad que el
conflicto probablemente ha mutilado y cercado sobre un solo enfoque.
Consideremos estas páginas como una invitación a esta comprensión superior
de los conflictos.
25
compromiso de cumplimiento y satisfacción de los participantes. Para ello el
mediador trabajará fuertemente en la revalorización personal de los
participantes y en crear las condiciones propicias para su reconocimiento
mutuo.
Una vez más el acento esta intensamente colocado sobre las personas y sus
vínculos por encima del problema, 53 y el sentido del modelo apunta al
restablecimiento de los mismos, no solo como un medio de transformación
personal, sino en última instancia de la sociedad toda.
Vamos viendo cómo se ligan los conceptos que hemos venido desarrollando.
53
Alguien podría decir que el problema son aquí las personas, pero bueno, son maneras de girar alrededor
de la conexión entre los conceptos ubicables en cada vértice.
54
Correa Sutil Jorge y Barros Lezaeta Luis Justicia y Marginalidad-Percepción de los Pobres.
Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile, 1993,P.6
26
individuos hasta ahora marginados de otros procedimientos. 55 La intensa y
abnegada labor desarrollada por los centros comunitarios de mediación da
cuenta de los inmensos logros en esta dirección.56
Los hombres y mujeres que componen en Vértice Personas en los conflictos,
encontrarán así un camino más para abordar sus disputas, en un escenario
donde se privilegie su participación directa y sus necesidades genuinas, se
acepten y respeten sus códigos y los acompañe un mediador con la frente
despejada, sin preconceptos, dispuesto a comprender el universo de las partes,
sin imponer el propio. Se facilitará así el acceso a la justicia a quienes no
siempre los visualizan como disponible. Un desafío social insoslayable.
55
La obra “Exclusión” de Pablo Suárez, que puede verse en el Malba, dice con una imagen mucho más de
lo que mis palabras intentan explicar. Un individuo, son el torso desnudo, con jeans y zapatillas viaja
afuera de un vagón de tren, aferrado con desesperación a los extremos de la puerta cerrada. El cabello al
viento sugiere la vertiginosa velocidad y la mirada desesperada, la sensación de terror de quien quedó
afuera y no pudo entrar.
56
Olvidaré muchos, sin duda, pero viene a mi memoria la labor del Centro de Mediación del Ministerio
de Justicia, el Centro Comunitario de Morón, los Centros de Atención Jurídica a la Comunidad, entre
otros muchos, de importante repercusión comunitaria y a favor de la mediación.
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