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Nombres y apellidos: Yeferson J. Rojas H. CI: 27.041.

940 Sección: 01

Primer capítulo: De qué va la ética.

Al leer el titulo del primer capítulo “De qué va la ética” se me vino a la mente que
en estaría dedicado al echo de cononcer tal vez el concepto de la palabra, de qué se
trata, cuál es su objetivo o su fin, ya que es una palabra bastante pronunciada pero que
muchos desconocemos en realidad “de qué va”.. cuál es su significado, ¿Por qué es tan
importante?..

A medida que fui entrando en el contexto de la lectura me dí cuenta de que se


abordaría ciertamente en el concepto de la misma pero de un modo totalmente distinto al
que mi espectativa me habia predispuesto, quedando ésta, no decepcionada, sino todo lo
contrario, pues ciertamente se basó en el real significado de la ética, pero al ser éste
término algo “subjetivo” o “abstracto” se realizó antes, una necesaria una profundización
acerca de el conocimiento humano, la diversidad de ideales que existen y han existido en
nuestra humanidad, el cómo todos nos vemos inclinados a ciertos conocimientos a los
cuales consideramos de vital importancia en nuestra vida y supervivencia, en cambio
ignoramos otra infinidad de ellos, que concebimos de “poca imprtancia” o poco vitales
para nuestra existencia, y cómo solemos aceptar que absolutamente todos los seres
humanos podemos ser sabios e ignorantes en cierto modo, en qué seremos sabios e
ignorantes está simplemente en nuestros intereses personales, comunitarios, familiares,
etc. Reconociendo de modo respetable la inmensidad, diversidad y grandiosodad del
conocimiento de la humanidad.

Hablando al respecto de los saberes imprescindibles me parece muy interesante


cómo se considera que uno de ellos suele tener una gran preponderancia como lo es el
que los seres humanos tengamos la capacidad de ser reflexivos y nos cuestionemos,
¿Realmente tal o cual cosa me es conveniente?, y tambien el revisar nuestras
concepciones acerca de lo que es es “bueno” o lo que es “malo”, puesto que solemos ser
altamente susceptibles con lo que a esto respecta, puesto que ésta diferencia no se suele
ver a simple vista, ya que no todo lo que nos sienta bien, nos beneficia o nos satisface
suele ser bueno, y no todo lo que es bueno nos da gusto hacerlo o nos es cómodo, de allí
el problema de mezclar a veces nuestra percepción de lo que está bien o no, esto viene
dado muchas veces por nuestros acuerdos propios, acuerdos que debemos revisar
constantemente, ya que como seres humanos somos seres por naturaleza “reflexivos”,
que vamos en constante cambio y evolución, pues asi somos... Hoy nos puede gustar tal
o cual cosa, mañana, en cambio, no... Hoy podemos considerar que nuestra vida es
perfecta tal y como está, mañana, tal vez no... Cuando eramos niños podiamos considerar
de poca importancia quizá el pasar tiempo con tu familia, hoy tal vez que las familias se
ven tan quebrantadas puedieramos estar deseando pasar mas tiempo con ella... Asi es la
naturaleza de los seres humanos... De allí nuestra necesidad constante de reflexión y de
auntoconocimiento, ¿Lo que consideramos bueno o malo, realmente tiene algún
fundamento consistente?, porque a veces simplemente realizamos este tipo de
categorización por nuestro entorno familiar, cultural, social, religioso, por lo que una
persona cercana me advirtió, etc. Allí abordamos otro punto de suma importancia..
¿Estamos siendo realmente libres..?.

En el escrito se toma una concepción de la libertad como una de las


características mas importantes que nos diferencia de las demás creaturas vivientes, el
cómo ésta nos hace tomar las riendas de nuestra vida con convicción y responsabilidad,
pero el echo de que todos los seres humanos fuimos dotados de la libertad, no quiere
decir que todos hagamos un buen uso de ella y el cómo solemos dejar nuestra libertad en
manos de otros, de modo que, inconscientemente asumimos nuestra libertad como una
carga a la no tenemos la agallas de asumir.. Pues esta bien dicho el que “nuestra
libertad es nuestro regalo y a la vez nuestra condena”.

Si bien es cierto, nuestra libertad tiene sus límites, claro está, pero no por ello
podemos decir que no la poseemos, dado que si nuestra libertad fuese ilimitada seriamos
seres omnipotentes, y la naturaleza del ser humano es inmanente y limitada. Aún así
poseemos la total libertad de decidir como abordar nuestras situaciones, circunstancias y
relaciones con nuestro mundo exterior, el hacer lo que es “bueno” o “malo”, el pensar en
lo que es “bueno” o “malo”, y nuestros acuerdos y concepciones propias.

Me resultó gratamente innovador el descubrir que el mayor regalo proveniente de


nuestra libertad como seres humanos es que, tenemos la capacidad de “inventarnos y de
elegir nuestra forma de vida”, y cómo ésto nos hace ser de cierto modo “especiales” en
relacion a los demás seres, viviente y no vivientes. Y como a pesar de que somos las
únicas creaturas falibles de entre los demas seres vivientes, somos los únicos capaces de
inventar, crear, contradecirse, imaginar, y de aprender a lo largo de nuestra vida el arte
de vivir.. de ser éticos.

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