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La producción cerámica en la cultura Panche, propuesta de ATE para el reconocimiento del legado 

indígena en el municipio de Sasaima, Cundinamarca

Manuel Fernando Paez Lobo

Laura María Pérez Vega

Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Ciencias y Educación

Maestría en Educación en Tecnología

Bogotá

2022
La producción Técnica en la cultura Panche, propuesta de ATE para el reconocimiento del legado 

indígena en el municipio de Sasaima, Cundinamarca

Manuel Fernando Paez Lobo

Laura María Pérez Vega

Trabajo de Grado para optar por el título de Magíster en Educación en Tecnología

Modalidad: Profundización

Director

Doctor Carlos Augusto Osorio

Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Ciencias y Educación

Maestría en Educación en Tecnología

Bogotá

2022
Introducción 

1. Motivación

En el contexto de una comunidad campesina en Cundinamarca, es posible encontrar

huellas

un pasado prehispánico que se hace evidente en las rocas talladas, en posible utensilios líticos o en las

historias de las gentes del lugar. Esta situación se manifiesta en el municipio de Sasaima, donde los

estudiantes tienen vagas referencias hacia los indígenas que habitaron esta región. Como docentes de

este territorio vemos la necesidad de ofrecer elementos didácticos a los estudiantes de primaria para

la comprensión y el reconocimiento de la cultura Panche, de manera que se logre dejar en los

estudiantes una sensación de orgullo  e identidad hacia el pasado indígena de su municipio.

2. Contexto del problema

 En la escuela rural Santa Teresa del municipio de Sasaima, Cundinamarca los estudiantes de

grado quinto desconocen el legado de sus antepasados los indígenas Panches, los cuales

históricamente han estado cargados de estereotipos ligados a la barbarie, el salvajismo, la

antropofagia, y otros tantos que han tenido eco en la población (¿???). Esta situación genera que los

estudiantes no tengan un sentido de apropiación e identidad hacia la cultura que habitó esa región.

¿Cómo construir una estrategia formativa en torno a estos legados de producción técnica de

comunidades precolombinas?

Por otro lado, al ubicarse los estudiantes un entorno rural en el cual se dificulta la

conectividad se hace necesario plantear actividades tecnológicas escolares que no requieran el uso de

dispositivos ni de internet, por esta razón se propone una ATE de diseño la cual permitirá un abordaje

de la tecnología con los elementos disponibles del contexto. 


Al finalizar este proceso se espera contribuir al reconocimiento de aspectos culturales y

técnicos de los indígenas Panches, superando los estereotipos y generando nuevos conocimientos

acerca de esta cultura prehispánica. 

3. Objetivos

Objetivo general

Establecer la incidencia de una ATE de diseño acerca del proceso formativo vinculado al

reconocimiento de la producción técnica cerámica de los indígenas Panche por parte de los

estudiantes de grado quinto de la escuela rural Santa Teresa del municipio de Sasaima:

PROPÓSITO+FINALIDAD

Específicos: 

 Caracterizar la producción técnica cerámica en la cultura Panche, PROPÓSITO + ESTRATEGIA a

partir de la exploración del legado cerámico y de su análisis relacionado con la utilización del

mismo. (con el medio de supervivencia)

 Diseñar una actividad tecnológica escolar (ATE) de diseño acerca de la producción técnica

cerámica en los indígenas Panche, a partir de las categorías del pensamiento tecnológico y las

Orientaciones de ET.

 Implementar la ATE, en una población… curso?...

 Evaluar la incidencia de una ATE de diseño en el reconocimiento de la producción técnica

cerámica de los indígenas Panche por parte de los estudiantes 

4. Descripción de capítulo
Estado del Arte

Introducción

1. Metodología de revisión de antecedentes

2. La cultura Panche en la enseñanza

Para este ámbito se han escogido investigaciones de maestría que relacionan las culturas

prehispánicas con la enseñanza en nuestro país. De tal forma, se seleccionaron 2 antecedentes que

vinculan a la cultura panche en específico con experiencias de enseñanza en el aula.

El abordaje de las culturas prehispánicas se ha visto enfrentado a la falta de material

específico y al desinterés de los estudiantes, situación que Tejeiro (2016) ha encontrado vinculada a

los métodos de enseñanza. Por esta razón se centra en los procesos investigativos con estudiantes y

en la generación sentido de pertenencia hacia la cultura Panche. De esta manera  enseña a sus

estudiantes a reconocer las huellas arqueológicas, a explorar textos documentales, orales e históricos,

formulando una experiencia que es sistematizada siguiendo el enfoque hermeneútico-interpretativa.

La autora emplea una serie de estrategias pedagógicas para abordar el reconocimiento de la

cultura Panche tales como las salidas pedagógicas, la recolección de material arqueológico y la

conformación de un museo institucional y local en el cual se almacenan los diversos materiales y

experiencias relacionadas con la cultura que habitó este territorio.

Dentro de los hallazgos de Tejeiro (2016 ) se encuentra el  concepto de endorracismo, el cual

hace referencia  al hecho de que la comunidad, docentes y estudiantes manifiesten rechazo hacia el

pasado indígena de la región, llevando a prácticas como la exclusión de estas  temáticas en las clases. 

Por otro lado, se encuentra el trabajo realizado por Sabogal & Acevedo (2014), el cual ofrece

una unidad didáctica para que los estudiantes de cuarto y quinto se relacionen con las colecciones del

museo Antropológico de la Universidad del Tolima. En esta unidad didáctica se plantea una serie de
visitas al museo y  talleres en el aula en los cuales los estudiantes tienen relación con la cultura

material de los indígenas panches. En este trabajó se exploraron los saberes previos de los

estudiantes, se mostraron restos arqueológicos y se realizó taller de elaboración de cerámica,

arrojando resultados como la identificación del desarrollo tecnológico y cultural de los indígenas del

Tolima, el fomento del pensamiento crítico y reflexivo, y el desarrollo de diversas habilidades en los

estudiantes cognitivas y socio-afectivas en los estudiantes.

En conclusión ambas experiencias permiten encontrar que el tema de la enseñanza de la

cultura Panche ha sido explorado en investigaciones anteriores ofreciendo importantes resultados. Así

mismo, los autores invitan a abordar este tipo de temáticas con actividades que se alejen de la

enseñanza tradicional y memorística, de tal manera que logren dejar en los estudiantes un aprendizaje

que trascienda los espacios del aula y logre incidir en su identidad local alejándose de estereotipos

culturales.

3. Actividades tecnológicas escolares (ATE) en Primaria 

El término de ATE corresponde a una serie de experiencias pedagógicas vinculadas a la

tecnología que han sido trabajadas en Latinoamérica, pero es en Colombia donde se han realizado

esfuerzos teóricos para categorizarla. En este sentido Quintana et al (2018), plantean una interesante

reflexión acerca de lo que se define como ATE, sus características y estructura, tomando como

premisa la importancia de la educación para lograr cambios en la manera de pensar y actuar respecto

a la cultura ambiental y la moderación con la naturaleza. Los docentes utilizaron enfoque cualitativo-

descriptivo para la validación de las ATE, las herramientas de recolección de datos fueron encuestas

aplicadas a docentes y estudiantes.

Este antecedente es relevante pues define las ATE como estrategias didácticas que permiten

abordar el tema de las tecnologías aplicadas a un contexto específico, así como la posibilidad de que
niños y niñas puedan manipular materiales para crear o construir objetos que les permitan desarrollar

habilidades y destrezas vinculadas a los aprendizajes tecnológicos.

Así mismo, Castiblanco & Muñoz (2018)  plantean que actualmente en Colombia las clases

están enmarcadas en procesos memorísticos que en ocasiones coartan la posibilidad de que los

estudiantes opinen libremente acerca de lo que piensan y sienten, aunado a esto las clases no tienen

en cuenta el contexto en el cual se está desarrollando  los avances tecnológicos  y por ende no se logra

educar para aplicar los aprendizajes en un contexto real. Por tal razón se proponen  analizar la relación

entre las ATE  y la formación de sujetos críticos.

Frente a la revisión conceptual de las ATE, Castiblanco & Muñoz (2018) concluyen que las

experiencias encontradas apuntan en mayor medida a lo didáctico que a lo conceptual, lo cual

responde a que ATE es un concepto emergente. Así mismo, en su rastreo determinaron que este

concepto corresponde al ámbito local, ya que no encontraron experiencias a nivel nacional ni

internacional. De esta manera, encuentran que Otálora (2008) y  Quintana et al (2018) son quienes

ofrecen el sustento teórico y metodológico para el abordaje de la ATE en su investigación. 

La metodología utilizada por Castiblanco & Muñoz (2018) es tipo cualitativa con enfoque

histórico hermenéutico, las herramientas para la recolección de datos fueron el análisis documental, la

encuesta, la entrevista semiestructurada y la observación-participación. Castiblanco & Muñoz (2018)

concluyen que las ATE con orientación CTS favorecen la formación de sujetos críticos y participativos

con pensamiento crítico. 

A manera de conclusión podemos decir que ATE es un concepto para el abordaje didáctico de

áreas que son susceptibles de analizarse bajo la óptica de la tecnología, esto quiere decir que no se

restringen a las asignaturas de tecnología e informática. Al ser un concepto reciente presenta poca

exploración teórica, sin embargo, como estrategia didáctica ha sido ampliamente utilizada en trabajos

de grado de especialización y maestría de la universidad Distrital y pedagógica Nacional. 


Se evidencia también que los trabajos analizados coinciden en la metodología investigativa de

corte cualitativo y los métodos mixtos son la manera más adecuada de incursionar en este tipo de

trabajos que incluyen las actividades tecnológicas escolares.

4. Técnica y cultura en la cerámica

En este apartado se  determinó que lo cerámico representa tanto una técnica como un producto

cultural cargado de profundos significados, de esta manera, la bibliografía encontrada aborda tanto lo

cerámico en general como la cultura Panche en particular en relación con la alfarería.

Teniendo en cuenta lo anterior, Pérez (2020) manifiesta que el mundo cerámico es tan complejo y

heterogéneo que es difícil intentar categorizarlo en su conjunto, ya que responde al contexto, al uso y

la cultura de elaboración. Sin embargo, estas piezas han pasado por un proceso similar. Si bien se

encuentran algunos aspectos  distintivos en su fabricación o decoración, el proceso alfarero es fruto

del intercambio de técnicas y significados entre los grupos humanos. De acuerdo a Pérez (2020) la

mayoría de culturas prehispánicas desarrollaron o tuvieron contacto con la cerámica, de tal forma que

nos encontramos con campo de estudio relevante que ha sido investigado especialmente desde la

arqueología, la antropología y el arte. 

Pérez (2020) realiza una distinción entre la utilidad de la cerámica en el periodo prehispánico y la

época contemporánea, afirmando que en el primer caso la cerámica tuvo valor tanto utilitario como

místico y simbólico, mientras que en la actualidad tiene un valor práctico y artístico. Hace también una

crítica a la teoría del arte que pretende comparar la alfarería prehispánica con la contemporánea en

cuanto a su valor artístico y escultórico, dejando claro que la cultura material del pasado  no puede ser

comprendida bajo la moderna teoría artística, pues la teoría del arte suele juzgar la cerámica

prehispánica como  artesanal, burda, imperfecta y con poca dimensión estética.


Más adelante la autora analiza las posibles técnicas utilizadas por las culturas prehispánicas para

elaborar productos cerámicos, encontrando que el proceso utilizado hasta el día de hoy es el de la

extracción del barro, mezclado con agua, moldeado, secado y horneado con posterior a anterior

decorado, este proceso es conocido como alfarería. 

Otro antecedente relevante para nuestro estudio es el de Ramírez (2017), el cual se presenta como un

completo análisis de la cultura Panche, desde los archivos de los cronistas de indias y las

construcciones historiográficas recientes. Para este fin se vale también de las huellas arqueológicas

disponibles y hace una completa descripción de este pueblo en cuanto su organización social, los

procesos de resistencia frente a los españoles y el exterminio al cual se enfrentó.

Ramírez (2017) se propone a demostrar que los miembros de la cultura Panche no pueden catalogarse

de manera homogénea, sino que por el contrario, se encuentran marcadas diferencias tanto sociales

como culturales al interior de esta. Lo anterior responde a que la cultura Panche estaba dividida en

segmentos con liderazgo locales y una organización política y cultural independiente los unos de los

otros. 

Acerca del análisis de las fuentes documentales al momento del encuentro de los españoles con los

Panches, Ramírez (2017) encuentra que el discurso de los cronistas se encuentra atravesado por la

idea de moralidad,  mediante el cual se pretendió evangelizar y civilizar, tratando de acabar con una

supuesta idea de salvajismo de los indígenas. Así mismo la literatura tiende a considerar que todos los

segmentos  o agrupaciones Panches compartían las mismas características en lo físico, político y

cultural. Estos supuestos dominan la literatura de la época, y llevan a que en la actualidad tales

estereotipos acerca de lo Panche se sigan reproduciendo.

Ramírez (2017) encuentra que existieron marcadas diferencias entre los segmentos Panches en lo que

respecta a su organización política y cultura material. Para afirmarlo se basa en evidencia arqueológica
alfarera, particularmente en los motivos de las urnas fúnebres halladas en los lugares donde habitaron

segmentos o parcialidades  con liderazgos locales. El autor encuentra que un rasgo en común de esta

cultura  son los enterramientos secundarios en urnas fúnebres cerámicas, las cuales varían en forma y

decoración a lo largo del territorio del valle del río magdalena.

Para finalizar el autor concluye que a diferencia de lo que plantearon los cronistas, la cultura panche

estaba dividida en segmentos de varias comunidades independientes, que aunque compartían algunos

rasgos, “es claro que en otros aspectos como su cultura material, sus formas de resistencia a la

conquista, e incluso en sus procesos de inclusión al régimen colonial, se evidencia que se trataba de

unidades más independientes diferentes entre sí” (Ramírez, 2017. p. 267). En definitiva este texto

aporta conocimientos generales e históricos de la cultura panche, así como aspectos vinculados a la

cerámica, lo cual es un insumo fundamental para la propuesta del presente trabajo. Por otro lado el

resultado de esta investigación fue plasmada en una cartilla didáctica la cual permite entregar a los

estudiantes una información de primera mano con un diseño e ilustraciones muy atractivas (Ramírez

& Martínez, 2021)

Marco Teórico

Para la selección de fuentes de nuestros conceptos relevantes se tuvo en cuenta los siguientes

criterios: 1) las actividades tecnológicas escolares corresponde a un componente didáctico, 2) el

reconocimiento de la cultura indígena a través del Pensamiento tecnológico corresponde a lo

cognitivo  y 3) las técnicas alfareras indígenas corresponden a lo tecnológico.  Este marco de

referencia conceptual permite orientar, delimitar y establecer que todos los conceptos han sido

trabajados, se seleccionaron aquellos que tienen un acercamiento o afinidad a nuestro tema y

problema de investigación.
Actividades Tecnológicas Escolares

La educación en tecnología, así como las herramientas y estrategias para su enseñanza son un

campo relativamente reciente. Tal es el caso de las actividades tecnológicas escolares (ATE), las cuales

se presentan como herramientas didácticas para la enseñanza y el aprendizaje de la tecnología.

De esta manera, frente a los desarrollos conceptuales y metodológicos, es posible ubicar las

ATE en el contexto colombiano, específicamente en las universidades Distrital y Pedagógica Nacional.

Cronológicamente, el primer acercamiento a este concepto lo hace el Ministerio de Educación

Nacional (1996) enunciando la posibilidad que tiene el docente para desarrollar actividades orientadas

al conocimiento tecnológico. Más adelante, Otálora (2008) realiza una definición de la estructura

conceptual y metodológica del término. Así mismo, Quintana et al (2018) recogen experiencias,

fundamentos y estructura acerca de las ATE, realizando una definición general y ofreciendo

herramientas metodológicas y didácticas. 

De acuerdo a Otálora (2008) las actividades tecnológicas escolares surgen de las prácticas de

maestros de tecnología que intentaron trabajar aspectos como lo social, lo crítico. en este sentido las

ATE se sitúan en  el campo de lo didáctico siendo equivalentes a un ambiente de aprendizaje, las

cuales pueden orientarse a la resolución de problemas, fomentado también el componente creativo.

Para Otálora (2008), los componentes de las ATE son: 1) los objetos de conocimiento, 2) la

metodología, 3) las acciones de enseñanza y aprendizaje, 4) los retos y propósitos, 5) los medios y

recursos y 6) las fuentes de estudio. Por otro lado, las propiedades esperadas de una ATE son: 1) la

fundamentación, 2) la contextualización, 3) la composición, 4) la organización, 5) la expresión y la

materialización, 6) la adecuación y 7) el valor o la relevancia. En conclusión, Otálora (2008) nos ofrece

tanto la definición como los aspectos de tipo pedagógico y metodológico, así como los fines u

objetivos de las actividades tecnológicas escolares. 


Siguiendo esta línea Quintana (2018) afirma que las actividades tecnológicas escolares son

“unidades didácticas de trabajo didáctico”, (p.6.) las cuales son diseñadas y utilizadas por los docentes

para abordar aspectos relacionados con la tecnología. Las ATE pueden dividirse en estrategias de

acuerdo a su énfasis e intencionalidad encontrándose entre otras “la del diseño, la de análisis, la del

enfoque CTS y la de aprendizajes a través de la construcción” (Quintana 2018 p.6.), dejando explícita

la intención pedagógica y las posturas que el docente pretende asumir acerca de la tecnología.

Frente a los planteamientos de los autores se puede concluir que las actividades tecnológicas

escolares responden al ámbito de didáctica, es decir a los procesos metodológicos para la enseñanza

de la tecnología para la educación básica y media. Según Otálora (2008) las ATE son “elaboraciones

didácticas particulares que se constituyen en las mediaciones más directas e inmediatas para la

formación de sujetos alrededor de la tecnología” (p. 15.) siendo estas mediaciones elaboraciones

estructuradas e intencionales para lograr el aprendizaje de aspectos de la tecnología.

Pensamiento Tecnológico

Es este un concepto relativamente nuevo en el campo de la investigación tecnológica en

Colombia. Si bien es utilizado de manera general por el Ministerio de Educación Nacional, es Cárdenas

(2009) quien trabaja en la conceptualización y validación de esta categoría. De manera similar Muñoz

(2013) realiza un gran aporte a la consolidación de este concepto.

Así pues, Cárdenas (2009) considera que el pensamiento tecnológico “es un proceso mental

humano” (p. 68) haciendo referencia a aquellas ideas, procesos y acciones mentales que el ser

humano está en la capacidad de desarrollar en torno a la reflexión y aplicación de la tecnología. Para

fundamentar este concepto el autor recurre a la lógica, entendida como las ideas o representaciones

que se realizan para transformar la realidad. el autor considera que el pensamiento tecnológico es

utilizado en situaciones problemáticas que requieren una solución práctica. 


De esta manera, Cárdenas (2009) propone 7 atributos del pensamiento tecnológico, los cuales

son: 1) análisis y síntesis, haciendo referencia a la capacidad de imaginar un objeto, descomponerlo y

recomponerlo, 2) analogía y contraste, refiriendo al hecho de comparar y encontrar nuevas

cualidades, 3) causa-efecto, tratándose del hecho de poder imaginar el origen y los posibles resultados

de los objetos o procesos tecnológicos, 4) sistema mental, como la posibilidad de integrar las

diferentes dimensiones y relaciones, 5) ponderación, como capacidad de establecer importancia o

mayor viabilidad, 6) mentalidad proyectual, refiriéndose a la comunicación o planeación (maqueta,

prototipo, proyecto), 7) racionalidad tecnológica, en la cual se apuesta por el uso un lenguaje y el

discurso tecnológico entendible y sin pretensiones eruditas.

De acuerdo a Muñoz (2013) el pensamiento tecnológico tiene como objetivo lograr la

resolución de problemas con propuestas innovadoras desde diferentes disciplinas. En los procesos de

enseñanza- aprendizaje esto tiene gran importancia ya que implica que el estudiante logre crear sus

esquemas representativos de la realidad y en diálogo con la teoría construya una solución que dé una

respuesta real y concreta haciendo uso de lo tecnológico. “Esta solución puede lograr la creación o

modificación de un objeto tecnológico como: un artefacto, un sistema tecnológico un proceso

tecnológico” (Muñoz, 2013 p.44) es decir que la resolución no solo se puede dar desde lo artefactual

como se entiende en muchos casos, sino que propone que se puede dar también el cambio en

sistemas o procesos tecnológicos y esto implica que se desarrollen acciones como la anticipación.

Técnica y tecnología prehispánica

El término tecnología, es comúnmente asociado con los logros en materia técnica alcanzados

por la ciencia moderna. Sin embargo, lo tecnológico hace referencia también al conocimiento y a los

procesos vinculados con la técnica, al uso de artefactos, la transformación del entorno, entre otros. En

este sentido, Moreno (2015) plantea la existencia de una tecnología prehispánica expresada en la

lítica, la cerámica y la metalurgia, considerando que 


“Frente a los retos de su subsistencia, los grupos humanos del pasado generaron diferentes

respuestas involucrando tanto la racionalidad humana como el saber tecnológico, ya que las

comunidades prehistóricas, por un lado, seleccionaron y gestionaron materias primas, y por el

otro aplicaron su fuerza de trabajo sobre la tierra y las rocas para producir vasijas cerámicas y

herramientas líticas”(p. 135). 

De tal manera, que para el autor la tecnología y el saber técnico en la época prehispánica

están representados en la transformación de los materiales y  elementos del entorno, así como en el

uso de la racionalidad y el trabajo empleado por estas comunidades. 

Por su parte Leroi-Gourhan (1988), propone que los efectos técnicos que tiene la mano humana

fueron potenciados por algunos dispositivos que permitieron crear un conjunto de técnicas. Para el

caso de los trabajos de alfarería podemos algunas técnicas como las prensiones, las cuales son

definidas por el autor como aquellas operaciones efectuadas sobre la materia haciendo uso de las

manos y sus dedos. Así mismo, afirma que las técnicas que fueron utilizadas en el pasado para

elaborar productos cerámicos se mantienen en la actualidad a escalas industriales. SI bien los

procedimientos de extracción, modelación y secado pueden ser similares, Leroi-Gourhan (1988) pone

como agente diferenciador las impresiones y las decoraciones de los productos cerámicos, los cuales 

“consisten en todos los medios de hacer marcas en la pasta aún plástica con punzones, matrices,

moletas o tejidos húmedos. Las aplicaciones incluyen todos los procedimientos de pintura y barnices”

(Leroi-Gourhan, 1988. p. 109), y es precisamente en la decoración y las pinturas finales donde cada

grupo humano plasmó su sello distintivo. Posteriormente la cerámica es llevada a cocción, lo cual

implica para Leroi-Gourhan (1988) un grado de especialización tanto en el hecho de manejo de

temperaturas y fuego, como en la certeza de que estas cocciones no fueron obras de artesanos

aislados, sino de una agrupación de artesanos que transmitían sus técnicas y saberes.
Por último, Patiño (1992), dedica parte de su estudio al análisis de la tecnología cerámica en la

américa intertropical, estableciendo que para la elaboración de estos productos fue necesario

examinar el lugar de procedencia y la calidad de la arcilla, los rituales para su extracción, las sustancias

adicionadas, los procesos para el modelado, la cocción y el lacado. En todos estos procedimientos

Patiño (1992) encuentra que los indígenas realizaban diferentes grados  especialización vinculados al

mundo de las creencias y los recursos disponibles. Se reafirma una vez más que a pesar de ser una

industria que se desarrolló en toda américa, las diferencias o variaciones que puedan tener las

técnicas no van tanto en su forma de fabricación, sino en los acabado decorativos finales

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