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LA PSICOLOGIA DONDE

NO SE VE
Tarea 1. La conducta sí importa.

8 DE MARZO DE 2021
UNAM
Facultad de Psicología
CONTRERAS EVANGELISTA MARA PATRICIA
GRUPO: 2010
EL APOYO MUTUO

Muchas veces recurrimos a lo que los psicólogos llaman, red social de apoyo. El apoyo social
consiste en los recursos y las interacciones que otra gente le provee a una persona para ayudarlo a
lidiar con un problema. Los recursos no son necesariamente materiales, se pueden incluir cosas
intangibles, como un consejo u ofrecer compresión. En estudios se ha demostrado que una red
social de apoyo aparte de hacer sentir mejor en un mal día, puede afectar la presión arterial,
reducir su riesgo de morir de un ataque al corazón, ayudarle a recobrarse de una enfermedad, y
aumentar su habilidad para dejar de fumar o perder peso. Shelley Taylor, una psicóloga en UCLA,
ha descrito recientemente un fenómeno que ella denomina 'tiende una mano y sé un amigo' (en
inglés 'Tend and Befriend'). Según Taylor, en momentos de estrés, los primates 'se afilian' o
forman grupos sociales. Situación que es más recurrente en las hembras, y no solo primates, sino
también humanas.

Los psicólogos de la salud estudian cómo se relaciona el apoyo social con nuestra salud mental y
física. Sheldon Cohen, psicólogo de la universidad Carnegie Mellon, examinó mecanismos
fisiológicos potenciales y descubrió que el apoyo provoca una mejoría de la función del sistema
inmunológico. Por otro lado, Thomas Wills, psicólogo concentrado en mecanismos de la conducta,
estableció que las personas con niveles más altos de apoyo tienen menos conductas dañinas para
la salud, tales como el uso del alcohol, los cigarrillos y las drogas.

DETENER EL DOLOR

Heridas sin dolor o el dolor de una extremidad fantasma (dolor de que una persona siente en
brazos o piernas que se le han amputado). Antes se pensaba que el dolor se comunicaba
directamente con la parte herida del cuerpo al centro del cerebro mediante redes nerviosas. Pero
la existencia de extremidades fantasma dolorosas y heridas sin dolor instaron al psicólogo Ronald
Melzack y al fisiólogo Patrick Wall a buscar respuestas. En 1965, propusieron la teoría del control
de la puerta del dolor, según esta existe una puerta neural que utiliza elementos sensoriales,
memoria, la atención y emoción, que determinan si vale la pena enviar impulsos nerviosos a otra
área del cerebro en forma de señal. Con una herida sin dolor la puerta neural pudo haberse
cerrado al patrón de impulsos nerviosos, evitando el dolor. Explican que el cierre de la puerta
puede deberse a una emoción cuando ocurrió el golpe, lo que provoca una distracción y a su vez el
cierre de la puerta neural a esas señales. Al contrario, situaciones de mucho estrés pueden dejar la
puerta abierta, por lo que se siente más dolor de lo normal.

Esta teoría ayuda a diseñar maneras de mejorar la calidad de vida para aquellos que sufren
síndromes de dolor crónico. Los psicólogos que tratan el dolor como miembros de estos equipos
especializados, realizan pruebas que ayudan a dirigir el curso del tratamiento. Debido a que la
percepción del dolor influenciada por situaciones que dejan la 'puerta' abierta, como el estrés del
trabajo o de la familia, el apoyo social y la depresión, el tratamiento psicológico para el dolor
incluye varias técnicas que ayudan a cerrar la puerta y disminuir la sensibilidad al dolor. Cuando se
aplican estas terapias, la necesidad de tomar medicinas se reduce o se elimina y la calidad de vida
mejora. Gracias a la teoría del control de la puerta del dolor de Melzack y Wall, ahora sabemos
que el dolor no es un fenómeno estrictamente médico, incluye tanto la mente como el cuerpo.
EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS

El que se pueda o no recordar eventos depende de los varios procesos mentales que dictan cómo
percibimos, interpretamos, recordamos y usamos información acerca del mundo que nos rodea,
estos procesos son de gran interés para los investigadores de la memoria. Una de las aplicaciones
de la psicología y de las investigaciones de la memoria en la actualidad es el campo de la justicia
criminal. Los testigos de los crímenes tienen que describir lo que vieron e identificar a los
sospechosos, y se da mucha importancia a estos testimonios. Pero la fiabilidad de estos no suele
ser alta, ya que se esta baja altas condiciones de estrés. Falsos testimonios pueden resultar en la
encarcelación de alguien inocente. Con fin de reducir la tasa de identificaciones falsas, los
psicólogos han trabajado para determinar y mejorar la exactitud de las versiones de los testigos.
Demostraron mediante investigaciones que un número de factores puede afectar la adquisición y
la retención de nuevos recuerdos acerca de un evento.

En los crímenes, la duración y el grado de violencia y la presencia de un arma reducen la atención


a otros detalles, disminuyendo la probabilidad de identificación acertada del culpable. Esta
memoria también se ve reducida por técnicas de interrogatorio inadecuadas. La psicóloga
Elizabeth Loftus estudia la memoria relacionada con el testimonio de los testigos, estudia la
capacidad de sugestión de la memoria de los testigos y demuestra que los recuerdos pueden ser
alterados por eventos que ocurrieron más tarde. La habilidad para reconocer culpables también
está sujeta a influencias externas, la investigación psicológica nos permite saber que los recuerdos
no son perfectos y están sujetos a manipulaciones intencionales o no intencionales. Como
resultado de estos problemas, la ex fiscal de EE.UU., Janet Reno, ordeno que se formara un equipo
de expertos para mejorar el sistema judicial para la exactitud de testimonios de testigos. Este
equipo incluye a dos psicólogos, que trabajaron para crear un documento titulado Evidencia de los
testigos: Una guía para la aplicación de la ley, la primera norma nacional para la recopilación
exacta y sin prejuicios de evidencia de testigos. Gracias a la investigación psicológica se pueden
basar en información más exacta.

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