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RESTABLECIMIENTO DEL EQUILIBRIO CONTRACTUAL

La contratación estatal se enmarca en la necesidad de satisfacer el interés general


y conseguir la realización de los fines del Estado consagrados en la Constitución
Política; por su parte los contratistas del estatales son los colaboradores de la
administración para conseguir los fines del Estado.

En su actividad los contratistas del Estado obtener una utilidad o provecho


económico; es así como la Ley 80 de 1993 consagra a favor del contratista el
derecho de percibir una remuneración y mantener durante la vigencia del contrato
el valor intrínseco de la misma; siendo esta la razón que explica la inclusión del
principio de la ecuación financiera del contrato estatal.

El artículo 90 de la Constitución Política, la responsabilidad del Estado se


configura cuando se produce un daño antijurídico imputable a su acción u omisión 1

En el ámbito contractual, el elemento daño como factor determinante de


responsabilidad de Estado surge cuando se lesiona un derecho de crédito del
contratista; que se determina mediante el análisis de las prestaciones pactadas en
el contrato y bajo la premisa que solo es un daño indemnizable el que no se derive
de un riesgo asumido por éste.

El segundo elemento, imputación, consiste en la atribución jurídica del daño al


Estado, mediante un título de imputación haciéndose necesario demostrar que el
contratista padeció un daño a consecuencia de una obligación incumplida por la
administración (responsabilidad subjetiva) o por actuación legitima de la
administración determinante del rompimiento del principio de la igualdad frente a
las cargas públicas (responsabilidad objetiva)

El equilibrio financiero de la contratación estatal, se entiendo como la


proporcionalidad o correspondencia de las obligaciones y facultades de cada una
1
En la Sentencia C-333, proferida el 1 de agosto de 1996, la Corte Constitucional acogió la doctrina expuesta por el Consejo
de Estado y afirmó que el inciso primero del artículo 90 consagra la cláusula general de responsabilidad patrimonial del
Estado y comprende no solo la responsabilidad extracontractual "sino también el sistema de responsabilidad precontractual
(derivado de la ruptura de la relación jurídico-administrativa precontractual) así como también la responsabilidad patrimonial
del Estado de carácter contractual
de la partes del contrato conmutativo 2; que surge al momento de la su celebración
y debe permanecer durante la vigencia del contrato, para regular las relaciones de
las partes.

Tanto en la Ley como en la Jurisprudencia, se ha consagrado la obligación de


mantener la ecuación financiera del contrato, alterada por actos o hechos que no
le son imputables al contratista, que son imprevisibles y que ocurren con
posterioridad a su celebración.

La Jurisprudencia, con apoyo en la doctrina, ha identificado dos eventos de


desequilibrio financiero del contrato estatal: a). El hecho del Príncipe - b). El acto
o hecho sobreviniente y exógeno a las partes del contrato – teoría de la
imprevisión

Vale la pena destacar que en los eventos señalados, el hecho del príncipe
concurren los elementos determinantes de la responsabilidad contractual del
Estado y la obligación de indemnizar plenamente los perjuicios padecidos por el
contratista; en la teoría de la imprevisión se determina la obligación que tiene la
administración de restablecer la ecuación económica del contrato mediante el
pago de lo necesario para reequilibrarlo, sin que esta operación implique un una
indemnización plena a favor del contratista, la obligación se restringe a verificar
factores precisos de la economía del contrato.

En los artículos 4, 5 14 y 28 de la Ley 80 de 1993, establece las reglas que debe


regir la actividad contractual, tanto para la administración como para los
contratistas estatales.

El principio general de la ecuación contractual se establecido en el artículo 27 de


la Ley 80 de 1993, el cual dispone que en los contratos estatales debe mantenerse
la igualdad o equivalencia entre derechos y obligaciones surgidos al momento de
proponer o contratar, según el caso.

Si dicha igualdad o equivalencia se rompe por causas no imputables a quien


resulte afectado, las partes adoptaran el menor tiempo posible las medidas

2
Articulo 28 Ley 80 de 1993, consagra de manera expresa el equilibrio entre las prestaciones en los contratos conmutativos
necesarias para su restablecimiento, en el mencionado artículo la ley no aclara
que tan grave debe ser el desequilibrio.

El contrato es ante todo un acto de previsión de las partes y por eso al celebrarlo
las mismas deben considerar los riesgos que normalmente se puede producir en
su ejecución.

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