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Obligaciones y Negocios Jurídicos Civiles Contratos Parte Especial
Obligaciones y Negocios Jurídicos Civiles Contratos Parte Especial
Instituto de
Investigaciones
Jurídicas
Guatemala, 2008
346.02
C734 Contreras Ortiz, Rubén Alberto
Obligaciones y negocios jurídicos civiles (Parte
especial: Contratos) / Rubén Alberto Contreras Ortiz.
Guatemala: Universidad Rafael Landívar. Instituto
de Investigaciones Jurídicas (IIJ), 2008.
674 p.
ISBN: 978-99922-994-1-8
AUTORIDADES DEL
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Presentación 11
Introducción 13
Título I
Los contratos preparatorios 17
Capítulo I
El contrato de promesa 17
Capítulo II
El contrato de mandato 47
Capítulo III
El contrato de sociedad civil 127
Título II
Los contratos traslativos de propiedad 179
Capítulo I
El contrato de compraventa 179
Capítulo II
El contrato de permuta 269
Capítulo III
El contrato de donación (donación entre vivos) 279
Capítulo IV
El contrato de mutuo 327
Capítulo V
El contrato de renta vitalicia 347
Título III
Contratos que transmiten el uso 363
Capítulo I
El contrato de arrendamiento 363
Capítulo II
El contrato de comodato 425
Título IV
Contratos de custodia 439
Capítulo único
El contrato de depósito 439
Título V
Contratos de gestión 465
Capítulo I
El contrato de obra o de empresa 465
Capítulo II
El contrato de servicios profesionales 483
Título VI
Los contratos de garantía 505
Capítulo I
El contrato de fianza 505
Capítulo II
El contrato de hipoteca 537
Capítulo III
El contrato de prenda 581
Título VII
Contratos aleatorios 603
Capítulo I
El contrato de lotería o rifa 605
Capítulo II
El contrato de juego y de apuesta 611
Título VIII
Contratos que previenen o terminan controversias 617
Capítulo I
El contrato transacción 617
Capítulo II
Los contratos de compromiso y de acuerdo arbitral 633
A. El contrato de compromiso 633
B. Acuerdo arbitral 641
Título IX
Otros contratos 655
Capítulo único
Contratos parcialmente regulados, contratos únicamente
mencionados y contratos no mencionados en el Código Civil 655
Referencias 669
Presentación
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del país relacionada con la de otras áreas del derecho, las importantes acotaciones
referentes a la historia del derecho civil guatemalteco y la inclusión de interesantes
ejemplos para un mejor entendimiento de cada institución contractual.
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Introducción
Para que exista contrato es indispensable que dos o más personas acuerden, de
manera absolutamente libre, consciente y plena, dar, hacer o no hacer algo lícito
y posible que, por su naturaleza estrictamente patrimonial, es decir, valuable
económicamente, permite su enajenación o su transmisión definitiva o temporal.
La validez de lo acordado depende de que quienes consintieron tuvieren en ese
momento capacidad suficiente para hacerlo y, además, que lo hayan efectuado
con las formalidades pertinentes exigidas por la ley.
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Para atenerme al dictado legal transcrito explicaré, siguiendo dicho orden, los
contratos civiles típicos del derecho guatemalteco, no porque no valore justamente
otros valiosos esfuerzos de clasificación quizá mejor formulados y más novedosos,
sino para tratar de contribuir, desde luego muy modestamente, a comprender
más fácilmente el sistema contractual que instaura el Código Civil. Omitiré los
contratos de fideicomiso, edición, difusión por radio, televisión, cinematografía
o grabación, representación teatral o escénica, transporte y hospedaje, que por
su naturaleza esencialmente mercantil fueron sustraídos del Código Civil y
regulados en el Código de Comercio.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
en los capítulos que dedican al estudio de los derechos reales), los expongo, como
contratos accesorios de garantía que son, a continuación del contrato de fianza.
Esto, por su incontrovertible importancia, por su frecuente celebración y por
la variedad de asuntos propios de dichos contratos que es necesario tratar de
entender en su genuino sentido y legítimo alcance.
Por último, aludiré a diversos contratos que, si bien están mencionados unas
veces de manera directa y otras en forma indirecta, considero que falta en el
Código la especificación o puntualización de algunos elementos que podrían
hacer más fácil y certera su celebración.
Debo advertir, asimismo, que cuando me refiera a los códigos civiles anteriores
al actual, mencionaré únicamente el Código Civil de 1877. Ello, por supuesto,
no significa omitir indebidamente el Código Civil de 1933, sino sencillamente
que el contenido de ambos códigos, en lo que concierne a las obligaciones y los
contratos, es absolutamente el mismo.
Explica lo anterior el autor del Anteproyecto del Código Civil actual, en los
términos siguientes:
“El Código del 77 estaba dividido en tres libros titulados así: Libro 1º. De las personas;
Libro 2º. De las cosas, del modo de adquirirlas y de los derechos que las personas tienen
sobre ellas; y Libro 3º. De las obligaciones y contratos.
Por Decreto número 921, de 30 de junio de 1926, el Ejecutivo promulgó el nuevo Libro 1º.
relativo a las personas, con el que dio cuenta la comisión de legislación y dispuso que conforme
se fueran entregando los subsiguientes libros entraran en vigor después de su publicación
en el Diario Oficial: pero el año 1933, la Asamblea Legislativa emitió el nuevo Código Civil
por medio del Decreto No. 1932 que comprendió el tratado de las personas ya aprobado por
el Decreto 921, y la reforma del Libro 2º. del Código de 1877, el que dividió en dos partes:
la primera, referente a bienes, propiedad y demás derechos reales, que formó el libro 2º.,
y la segunda parte, que comprendió la invención, ocupación, sucesión y prescripción que
formó el Libro 3º., al que se agregó además el registro de la propiedad inmueble. El libro
de obligaciones y contratos se agregó como libro 4º. sin ninguna modificación, debido al
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criterio que privó en la Asamblea de que debía unificarse con el Código de Comercio para
formar un Código único de obligaciones civiles y mercantiles”.
A lo largo de este libro deberá entenderse que cuando cito artículos sin especificar
a qué ley pertenecen, son artículos del Código Civil vigente, cuerpo legal al que
también hago referencia sencillamente como: el Código. En el caso de otras leyes
las cito por su denominación completa.
En las citas o referencias al Código Civil de 1877 y al libro “Derecho civil patrio,”
del autor guatemalteco Fernando Cruz, obra publicada en el año 1888, guardo
fidelidad a la ortografía propia de la época.
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Título I
Los contratos preparatorios
Capítulo I
El contrato de promesa
1. Razones de su existencia
Como todo contrato, el de promesa tiene necesariamente una causa, y ésta puede
encontrarse en circunstancias de hecho (materiales) o de derecho (jurídicas).
Puede ser, en referencia a las primeras, que las partes que desean celebrar entre sí
determinado contrato no puedan hacerlo en ese preciso momento, por ejemplo,
porque quien desea comprar no tiene disponible el monto total del precio,
o porque quien desea tomar en arrendamiento debe primero poner fin a una
relación de arrendamiento anterior. O podría suceder, aludiendo a las segundas
circunstancias, siempre a título de ejemplo, que el bien que va a venderse no ha
sido liberado aún de una hipoteca sobre él constituida, o no ha concluido todavía
la sustanciación del proceso sucesorio que determinará la calidad de propietario
de quien desea venderlo. En fin, pueden las personas servirse del contrato
de promesa en cualquier situación en la que tengan imposibilidad para una
determinada contratación presente, pero sí deseen efectuarla obligatoriamente
en el futuro.
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De ahí que la promesa de contrato tenga funciones económicas, pero sobre todo
jurídicas, importantes para los contratantes y para la sociedad.
2. Antecedentes
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Sin embargo, ha sido tan difícil admitir la obligatoriedad del contrato de promesa
que aún en la actualidad hay países cuya legislación no la admite. Rojina Villegas1
ilustra lo anterior diciendo que: “En la promesa el promitente se obliga a celebrar en el
futuro un contrato, y el problema entonces se presenta desde este punto de vista: si todo
contrato supone libertad y autonomía, ¿es posible jurídicamente que una parte se obligue
de antemano a contratar en el futuro? ¿El contrato futuro será realmente un contrato?. Si
hay una obligación predeterminada ya no existirá libertad al celebrar el contrato. El que
promete vender en un plazo de seis meses determinada cosa, en cierto precio, ya no tendrá
libertad para vender o no vender; ya no tendrá libertad para celebrar el contrato definitivo de
compraventa. La obligación de hacer que nace de la promesa le resta y le priva de autonomía
para celebrar el contrato definitivo, y por eso los alemanes han sostenido que no puede
haber promesa de contrato, es decir, que es contrario al régimen jurídico de la contratación
que alguien se obligue a celebrar un contrato futuro y determinado en cierto plazo; y la
objeción no es simplemente teórica, ha recibido su consagración en muchos Códigos que
no han admitido la promesa de contrato. Se considera que faltaría al contrato definitivo un
elemento esencial: la libertad en el consentimiento. En contra de esta objeción, los Códigos
que aceptan, como el francés, el italiano y el nuestro, el contrato preliminar, estiman que
dentro de esa libertad absoluta de contratación tendría que irse restringiendo cada vez
más su campo de acción, porque se presentan infinidad de contratos en los que no hay
posibilidad de discutir si se celebran o no se celebran. El que tiene necesidad de viajar celebra
el contrato de transporte, el que tiene la necesidad de un servicio ajeno, celebra el contrato de
prestación de servicios; la vida nos impone la necesidad de comprar constantemente víveres:
no tendríamos entonces la libertad de comprar o no comprar. El comerciante tiene que
comprar y que vender fatalmente, de lo contrario su giro mercantil no tendría movimiento
y se extinguiría. Es decir, la razón es más bien económica. En infinidad de contratos no
tenemos la libertad de celebrarlos o no. En la promesa de contrato, lo que ocurre en la vida
real, se admite jurídicamente en una forma ya precisa para que en cierto plazo y bajo ciertas
condiciones se celebre un contrato futuro; por esto en contra de esa objeción de alcance
estrictamente lógico, los Códigos han aceptado la promesa de contrato”.
1 Rojina Villegas, Rafael. Derecho civil mexicano, tomo VI, volumen I, pág. 83.
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Rojina Villegas2 razona que: “Si por medio de un acuerdo de voluntades se estipula que
una de las partes realizará un negocio jurídico unilateral (por ejemplo, una estipulación
a favor de tercero o hará una promesa de recompensa), es evidente que no estaríamos en
presencia de un precontrato, pues éste tiene por objeto pactar la celebración de un contrato
futuro: pero si es válido asumir obligaciones que tengan ese contenido, cabe pensar que de
acuerdo con el principio de la autonomía de la voluntad y de la libertad en las formas de
contratación, también sería lícito estipular por medio de un contrato, el otorgamiento de
un acto jurídico unilateral”.
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3. Concepto
3 Ferrer Deheza, Miguel. “Contrato preliminar”, Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo IV, pág. 558.
4 Thol, Francisco. “Contrato preliminar”, Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo IV, pág. 559.
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4. Elementos
A) Subjetivo o personal
B) Objetivo o real
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Respecto de lo anterior, Ferrer Deheza5 opina que “La imposibilidad del contrato
definitivo debe juzgarse con relación al momento en que él haya de celebrarse y no antes.
Por lo tanto, puede celebrarse un contrato preliminar de un contrato definitivo, cuyo objeto
sea futuro, o sea una cosa ajena, o que esté fuera del comercio, siempre que al momento
de celebrarse el contrato preliminar no sea imposible que tales impedimentos hayan
de desaparecer cuando llegue el momento de celebrar el contrato definitivo. Si en su
oportunidad esos impedimentos no han desaparecido, el contrato no podrá cumplirse por
razón de imposibilidad y la obligación deberá resolverse, como diremos más adelante, en
indemnización de daños y perjuicios”. Queda claro que no comparto la opinión del autor
citado.
5 Ferrer Deheza, Miguel. “Contrato preliminar”, Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo IV, pág. 576.
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Petit6 explica que “Si el consentimiento del donatario no es una condición esencial a la
donación, no es menos cierto que de hecho, cuando una persona quiere hacer a otra una
liberalidad, hay casi siempre entre ellas un acuerdo preliminar, una convención por la que
el donante se compromete con el donatario”.
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“estipulación que hacía al donatario acreedor del donante y le daba la condictio para hacer
ejecutar la donación”; y tuvo el mismo efecto cuando fue calificado como contrato
litteris.
Degenkolb, citado por Ferrer Deheza7 opina que pueden ser objeto de promesa
todos los contratos. Lo dice de la manera siguiente: “El precontrato alcanza hasta
donde llega el concepto del contrato”.
C) Elemento Formal
7 Ferrer Deheza, Miguel. “Contrato preliminar”, Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo IV, pág 589.
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5. Caracteres
B) Principal. Subsiste por sí mismo, sin depender de ningún otro contrato que
le sea principal. Es decir, tiene entidad propia, independiente de cualquier
otro contrato. Aun cuando el contrato prometido no llegara a celebrarse,
el contrato de promesa habrá existido con plenitud jurídica, puesto que no
es accesorio del contrato definitivo (no podría ser accesorio de un contrato
que todavía no existe). Al contrario, crea el compromiso obligatorio de la
celebración del contrato definitivo.
C) Gratuito. La gratuidad es para las dos partes, y ello es así porque, siendo la
celebración del contrato definitivo el único objeto del contrato de promesa,
en el mismo no hay provecho ni detrimento económico para ninguno de los
contratantes. Las ganancias o pérdidas ocurrirán en el contrato definitivo, de
ninguna manera en el contrato de promesa.
D) Formal. Para su validez debe celebrarse con las formalidades que la ley
establece. El artículo 1680 establece que: “Cuando la promesa se refiera a
la enajenación de bienes inmuebles o derechos reales sobre los mismos, el
contrato debe inscribirse en el Registro de la Propiedad”. Deberá entenderse
que la inscripción registral, tanto en el caso de muebles como de inmuebles,
impide la enajenación del bien correspondiente mientras esté vigente el
plazo de la promesa, para evitar que mediante la enajenación a tercero pueda
el promitente evadir el cumplimiento de lo prometido.
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6. Naturaleza jurídica
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Cruz8 señala al respecto que: “La promesa es sin, embargo, muchas veces, un contrato
precursor de otro, que da derecho para reclamar que se efectúe el segundo; y es importante,
por lo mismo, distinguir el contrato mismo de la promesa del contrato. La ley hace
expresamente esta distinción tratando de la venta y establece respecto de la promesa de
vender algunas disposiciones que, en general, y con las modificaciones que reclama la
naturaleza de cada contrato, se pueden aplicar a todos. Así como es distinto vender de
prometer vender; es distinto el arrendamiento de la promesa de arrendamiento; es distinto
dar de hecho en préstamo y simplemente prometer que se dará en préstamo; una cosa
es constituir una hipoteca o ser fiador, y otra limitarse a prometer que se constituirá la
hipoteca o la fianza. La promesa puede referirse pues, a cualquier contrato; y aunque el
carácter de ella es esencialmente consensual, es decir, no necesita de la entrega de cosa
alguna para su perfección, no altera la naturaleza de real o consensual del contrato al cual
8 Cruz, Fernando. Instituciones de derecho civil patrio, tomo III, pág. 137.
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precede. Del contrato mismo nacen las acciones propias de él: de la promesa, la acción para
exigir su cumplimiento, es decir que se celebre y efectúe el contrato que se prometió hacer.
Vendida una cosa, las acciones son las que produce el contrato de venta: prometido que se
venderá una cosa, la acción es para que se otorgue y formalice la venta; y una vez otorgada
y formalizada, se ejercitarán ya las acciones de este contrato”.
A) Oferta de contrato
B) Contrato condicional
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8. Clases
Su unilateralidad, por supuesto, tiene que ver con sus efectos, no con su
constitución (respecto de esto último, desde luego que será siempre bilateral
ya que, como todo contrato, necesita de por lo menos dos partes contratantes).
Su unilateralidad radica en que una sola de las partes (la parte promitente)
queda obligada a la celebración del contrato definitivo, en tanto que la otra
(la parte optante) no tiene obligación alguna de celebrar tal contrato, sino el
derecho de escoger (optar) entre celebrarlo o no según su exclusiva y absoluta
voluntad.
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decidir sobre la celebración o no del contrato principal, sin obligación alguna de ésta; 2o.,
concesión de modo exclusivo; 3o., por plazo cierto; y 4o., sin otra condición que el propio
juicio del optante”.
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B) Opciones especiales
b. El párrafo segundo del artículo 1886 indica que: “El arrendatario tendrá
derecho de tanteo para la renovación del contrato por un nuevo plazo,
siempre que haya cumplido voluntariamente todas las obligaciones que
contrajo a favor del arrendador”.
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c. El artículo 1888 establece que: “En los arrendamientos cuya duración se cuenta
por años forzosos y voluntarios, estos últimos se convierten en obligatorios
si el optante no avisa al otro, con tres meses de anticipación, que terminará el
contrato cuando se acaben los años forzosos”.
Si, por ejemplo, se celebra un contrato por tres años (que serían los “forzosos”
según la terminología de la ley, la cual debe entenderse como años forzosos para
el arrendador, pues nunca podrían serlo para el arrendatario), y se indica que se
pactan dos años voluntarios, ello significaría que, finalizados los primeros tres años,
el arrendatario puede optar entre hacer uso de los dos años adicionales, en cuyo caso
sería obligatorio para el arrendador aceptarlo e implicaría la celebración de un nuevo
contrato de arrendamiento, o no hacer uso de su opción, en cuya circunstancia debe
dar aviso al arrendador por lo menos con tres meses de anticipación. En tal caso, el
arrendamiento se extingue al finalizar el plazo de tres años.
C) Promesa bilateral
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9. Efectos jurídicos
A) Cumplimiento
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menores que los legales, pero nunca mayores. Lo anterior lo regula el Código en
las normas siguientes:
i) “El plazo del contrato de promesa no podrá exceder de dos años si se tratare
de bienes inmuebles o derechos reales sobre los mismos, y de un año, si se
tratare de otros bienes o prestaciones”. Artículo 168l.
ii) “Si no se fijare plazo convencional, se entenderá que las partes se sujetan al
plazo señalado en el artículo anterior”. Artículo 1682.
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B) Incumplimiento
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d. Daños y perjuicios. A tenor del párrafo segundo del artículo 1683, la promesa
se resolverá en el pago de daños y perjuicios cuando la cosa haya pasado a
tercero de buena fe. Respecto de esto hay que entender que eso sólo es posible
cuando la promesa se refiera a cosas o derechos que no puedan registrarse, o
cuando no obstante que el objeto de la promesa lo constituyen bienes o derechos
registrables, el interesado no registra la promesa. Solamente en casos como esos
se estará ante terceros de buena fe protegidos por el párrafo primero del artículo
1148, que establece: “Únicamente perjudicará a tercero lo que aparezca inscrito
o anotado en el Registro. Por tercero se entiende el que no ha intervenido como
parte en el acto o contrato”.
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Una vez firme la sentencia que declare revocado el contrato celebrado por el
promitente y el tercero de mala fe, tiene que volver la cosa al patrimonio del
promitente, lo cual permitiría al promisario demandar el otorgamiento del
contrato prometido.
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Masnatta9 indica: “Desígnase con el nombre de arras, o señal, la cosa que una de las
partes contratantes entrega a la otra al tiempo de la celebración del contrato, ya sea para
confirmarlo o dar lugar al derecho de arrepentirse”.
9 Masnatta, Héctor. “Las arras”. Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo I, pág. 781.
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Los autores Mazeaud10 indican que: “Las arras son una suma que abona el comprador
en el momento de la formación del contrato y que perderá si no cumple el contrato; pero
que se le devolverá doblada por el vendedor si el incumplimiento es debido a éste. Pueden
ser estipuladas como accesorio de una facultad de retractación, en cuyo caso no son sino
una pena pecuniaria recíproca; o sin facultad de retractación, en cuyo caso son la pena
de un pacto comisorio o cláusula resolutoria. En todo caso se distinguen de las entregas
dadas a cuenta, o anticipos, que no son sino fracciones del precio”.
10 Mazeaud, Henri, Léon y Jean. Lecciones de derecho civil, parte tercera, volumen III, pág. 73.
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ii) El monto de las arras constituye el equivalente de los daños y perjuicios causados
por el incumplimiento culpable. Respecto de esto hay que tener presente que, de
conformidad con el artículo 1440, “la indemnización convenida anticipadamente
por las partes no puede exceder de la cuantía de la obligación principal”.
La norma anteriormente citada revela que el Código regula las arras como
una modalidad de la cláusula de indemnización, aplicable a cualquier clase
de contrato (es decir, como la fijación anticipada del monto de dinero que en
concepto de resarcimiento de daños y perjuicios debe pagar quien incumpla su
obligación contractual); y, tanto dicha norma como la específica contenida en el
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l) Diferencia. De lo expresado queda clara la diferencia que hay entre las arras y
la cláusula de indemnización:
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Es relativamente fácil admitir que pueda el juez, por ejemplo, vender, permutar,
donar, dar en arrendamiento o constituir renta vitalicia, a petición de parte
interesada, en rebeldía del obligado; pero no lo es aceptar que pueda el juez
comprar, aceptar donación, dar en mutuo, comodato o depósito, constituir fianza,
prenda o hipoteca u ordenar la ejecución de determinada obra o la prestación de
servicios profesionales. Por el contrario, es más acertado y correcto entender que,
en los casos últimamente enumerados, lo único posible es que el juez declare
resuelta (es decir, ineficaz la promesa) y condene al omiso al pago de los daños y
perjuicios que causó su incumplimiento.
n. Solución general. La solución general del asunto hay que buscarla en las
posibilidades de ejecución de obligaciones de dar y de obligaciones de hacer que
proporciona la ley, de acuerdo con las normas generales siguientes:
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por la cosa. Este término no podrá exceder en ningún caso de seis meses si se
tratare de inmuebles o de tres si se tratare de otros bienes, y se contará de la
fecha de la celebración del contrato”.
En el pacto referido, las partes celebran una promesa que consiste en que,
si dentro del plazo acordado hubiere un tercero que ofrezca comprar la
cosa por un mayor precio, se rescindirá la compraventa celebrada. Se trata,
pues, de una promesa cuyo contrato definitivo (prometido) consiste en un
contrato de rescisión. Dicha promesa depende de una condición suspensiva
pactada dentro del contrato de compraventa que la contiene: que dentro del
plazo acordado haya un mejor comprador (debiera, por consiguiente, ser
resolución, no rescisión).
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Capítulo II
El contrato de mandato
1. Antecedentes
En épocas remotas, en las que la vida era sencilla y rutinaria, no necesitaban las
personas que otra actuara por ellas, pues todo lo que les interesaba podían realizarlo
personalmente. Pero el avance de la civilización, siempre inexorable y múltiple y en
algunos aspectos complicado y vertiginoso, fue creando la necesidad insoslayable de
delegar en otros ciertos actos que las personas no pueden ya efectuar por sí mismas.
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Resulta paradójico que el mandato fue aceptado por el derecho romano, pero sin
conceder la posibilidad de que el mandatario pudiera representar al mandante.
De ahí que si el mandatario obtenía o adquiría algo para el mandante, era
necesario que celebraran ambos un contrato de transmisión de lo adquirido. Lo
que califico de paradójico es que en ese tiempo era normal y corriente el mandato
sin representación y lo que se discutía era la posibilidad de existencia del mandato
con representación, cuestión de la que actualmente nadie duda, pues lo que hoy
se debate, al contrario de la época histórica referida, es la posibilidad de existencia
del mandato sin representación.
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Reguló que por el encargo que se hace en términos generales, sólo queda
auto rizado el mandatario para actos de pura administración. Dijo, también,
que el mandato se entiende gratuito siempre que no haya convención en
contrario.
2. Concepto
El párrafo primero del artículo 1686 lo define diciendo que: “Por el mandato, una
persona encomienda a otra la realización de uno o más actos o negocios”.
Es importante destacar que, a diferencia de otros contratos en los que uno de los
contratantes presta servicios directamente al otro (por ejemplo, el médico que
aplica tratamientos clínicos al paciente o el depositario que cuida alguna cosa del
depositante), el mandatario cumple el mandato gestionando ante terceras perso-
nas asuntos del mandante.
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3. Elementos
A) Personal o subjetivo
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ii) “El marido no puede, sin el consentimiento expreso de la mujer, ni ésta sin
el de aquél, dar poder para asuntos relativos a los bienes comunes o para
contratos de los que resulten obligaciones para ambos”. Artículo 1695.
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iii) “Por las personas jurídicas confieren poder las personas individuales que las
representen, debiendo limitarse el mandato a los negocios que son objeto de
la sociedad.” Artículo 1696.
a. “No se puede ejercer al mismo tiempo poder de varias personas cuando entre
éstas hay colisión de derechos”. Artículo 1694, primera parte.
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c. “Para que las personas jurídicas puedan ejercer mandato, es necesario que
las operaciones a que el poder se refiera entren en el curso de los negocios
de aquéllas, o que, de conformidad con el instrumento de su constitución
o respectivos estatutos, estén facultados los gerentes o representantes para
aceptarlos”. Artículo 1697.
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Pueden ser objeto del mandato todos los asuntos de carácter jurídico para los
que la ley no exija comparecencia o intervención personal del interesado. De esa
cuenta, no puede otorgarse poder para testar o donar por causa de muerte, ni
para modificar o revocar dichas disposiciones. Artículo 1688.
a. Asuntos jurídicos. El objeto del mandato está constituido por uno o más
asuntos o negocios, de carácter jurídico, que el mandante encarga al mandatario
efectuar por él. Se trata de asuntos futuros, es decir, que se realizarán a partir de
la aceptación del mandatario, por lo cual el mandato no está sino posibilitando su
realización y habilitando al mandatario para efectuarlos. Eso explica el carácter
preparatorio del contrato de mandato.
Se enfatiza que el objeto del mandato son asuntos de naturaleza jurídica, porque
precisamente en eso consistirá la actividad del mandatario: celebrar negocios
jurídicos que interesan al mandante y que producirán efectos, es decir, derechos y
obligaciones respecto de la persona o el patrimonio de éste con relación a terceros.
Podrán, pues, constituir objeto del contrato de mandato todos los negocios lícitos
mediante los cuales se adquieran, modifiquen, transmitan o extingan obligaciones
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D) Elemento formal
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i) Aceptación expresa
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- Aunque el mandato haya sido otorgado con todos los requisitos legales
pertinentes y no obstante que ya esté inscrito en el Registro de Poderes, en
tanto el mandatario no haya gestionado o ejecutado alguno de los asuntos que
le encargó el mandante, no está todavía celebrado el contrato de mandato.
Únicamente habría una oferta de contrato de mandato que el mandatario es
libre de aceptar o no.
Por razones como las anteriormente señaladas, es que hay casos, como
adelante señalo, en los que la ley exige aceptación expresa del mandato.
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Brenes Córdoba11 explica que: “Es el mandato una forma de la contratación que
encuentra su razón de ser en la necesidad que a veces se experimenta de encargar
a una persona el desempeño de asuntos que, por razón de ausencia, impedimento o
falta de aptitud para el caso, no puede uno atender por sí mismo; y también, en el
sentimiento de confianza que suele inspirar la probidad ajena; sentimiento que lleva
al hombre a depositar en otro su representación para un acto o una serie de ellos
relativos a la vida civil, invistiéndole al efecto de algunos de los atributos de su propia
personalidad. Claro testimonio de ser la confianza la base de este vínculo contractual,
lo da el sentido etimológico de “mandato”, pues esta palabra tiene su origen en la
expresión latina manus datio, la acción de dar la mano a una persona –símbolo
de fidelidad entre los antiguos-, con que el encargado de la comisión significaba al
comitente su propósito de cumplir con toda lealtad el encargo”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
E) Solemne. Salvo los casos de excepción que la propia ley señala, el mandato
debe otorgarse en escritura pública y el testimonio de la misma ser inscrito en
el Registro de Poderes del Archivo General de Protocolos. La inobservancia
de tales formalidades determina que el mandato no exista. Artículos 1577,
1687, 1704.
5. Naturaleza jurídica
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
A) Gestión de negocios
Vélez Sarsfield, citado por Garrido y Zago,12 ejemplifica esto diciendo que
el gestor puede hacer las reparaciones urgentes que necesite la casa del
propietario, pero no puede construir una casa en el solar del propietario.
12 Garrido, Roque Fortunato; y Zago, Jorge Alberto. Contratos civiles y comerciales, tomo II, parte
especial, pág. 528.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Angel Francisco Brice13, citado por Garrido y Zago, opina que: “La gestión de
negocios no es un mandato, porque el gestor, sin estar obligado, asume conscientemente
la gestión de un negocio ajeno, y aunque contrae la obligación de continuar la gestión
y llevarla a término, no representa al mandante, pues éste podría desaprobar lo
hecho a su favor; y si es cierto que el dueño del negocio, cuando éste ha sido bien
administrado, debe cumplir las obligaciones contraídas por el gestor en su nombre, no
es por virtud de que existe la representación sino porque lo hecho mediante una buena
administración enriquece al dueño y nadie puede enriquecerse con perjuicio de otro.
El mandato nacería cuando el dueño ratifica la gestión, pues entonces produce los
efectos del mandato, incluso cuando la gestión haya sido cumplida por una persona
que creía gestionar su propio negocio”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
B) Albaceazgo
c. El mandatario cumple en vida del mandante los encargos que éste le dio
también en vida. El albacea, por el contrario, cumple después de la muerte
del testador los encargos que éste le dio en vida.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Contrato de corretaje
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
mediante retribución, a buscar la persona o cosa necesaria para que se concierte el contrato
proyectado por el comitente, distinguiéndose así del mandato, por concluir el mandatario
actos jurídicos por cuenta del principal; en cambio, el corredor, se limita a prepararlos o a
cooperar en su realización, sin participar en ellos en representación del comitente, ni en
general de ninguna de las partes, pues su gestión se limita a aproximarlos para que ellos,
personalmente, realicen el negocio jurídico-contrato de que se trate”.
D) Comisión
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
7. Clases
Es aquél que el mandante confiere al mandatario para que, en nombre del otor-
gante, celebre negocios o realice diligencias de carácter jurídico que conciernen
o interesan al mandante. En el ejercicio de esta clase de mandato, el mandatario
cubre con su presencia la incomparecencia del mandante, habla y negocia por él,
adquiere para él derechos y bienes, y le obliga dentro de los límites del encargo
recibido. La representación conferida causa que se produzcan sobre la persona y
sobre el patrimonio del mandante los efectos (derechos y obligaciones) de nego-
cios jurídicos que él no ha celebrado directamente, pero que otro celebró por él.
Josserand,16 citado por Rojina Villegas, ilustra lo anterior diciendo que: “El
mandatario habla, escribe y obra, en nombre del mandante, cuyo órgano y portavoz es;
si figura en la escena jurídica, es en nombre de él, de suerte que los actos a que procede
producen sus efectos en el patrimonio del comitente, no en el suyo propio”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El párrafo segundo del artículo 1686 establece que: “El mandato puede otorgarse
con representación o sin ella. En el mandato con representación, el mandatario
obra en nombre del mandante y los negocios que realice dentro de las facultades
que se le hayan conferido, obligan directamente al representado”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
mandante frente a terceros, dicho mandante puede exigir una subrogación judicial en los
derechos y obligaciones que nazcan de los actos”.
Josserand,18 citado por Rojina Villegas, indica que, a diferencia del mandato con
representación en el que las partes actúan de manera ostensible, en el mandato sin
representación obran secretamente. Por ello “el mandato celebrado no está confesado;
las partes lo disimulan a los ojos de todos; el mandatario se presenta en público como
obrando personalmente y por su propia cuenta; oculta sistemáticamente la personalidad
de su mandante; le sirve de pantalla; da el cambio a los terceros; desempeña el papel de
testaferro; es él quien se considera que vende, compra, presta, posee, litiga por su propio
nombre, mientras que en realidad es el órgano, ya que no el representante jurídico, de
un comitente que se disimula cuidadosamente tras de él; desempeña el papel de persona
interpuesta”.
Formalidades. Este tipo de mandato debe celebrarse con las mismas formalidades
exigidas por la ley para el mandato con representación, habida cuenta que el
Código no le señala ninguna formalidad específica. Es decir, debe otorgarse en
escritura pública y el testimonio de la misma ser inscrito en el Registro de Poderes.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Herrera19 puntualiza que “El rigorismo del derecho civil no admitía la representación,
de modo que el mandatario contrataba siempre en su propio nombre y así, él sólo se
obligaba con los terceros y éstos se obligaban con él, aunque en la órbita de mandante
y mandatario, aquél podía reclamar a éste la cesión de las acciones contra terceros o la
entrega de lo dado por éstos y el mandatario podía proceder contra el mandante para que
lo librase de las obligaciones contraídas por éste y, en su caso, lo indemnizase. Sólo un caso
admitía el derecho civil en que el mandatario actuaba en representación del mandante: era
en el mandato judicial, en que el mandatario se llamaba cognitor”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
sea sólo del conocimiento de quienes lo han celebrado. Por tal razón, es indudable
que en este tipo de contrato, la causa adquiere importancia fundamental, pues
podrán tolerarse las razones nobles, lícitas, inocuas para terceros; pero deberá
repudiarse lo inmoral, ilícito o fraudulento.
Puig Peña20 cita la sentencia del Tribunal Supremo Español del l de febrero de
1941, así: “Sobre esta cuestión, es sumamente interesante la sentencia del 1o. de febrero de
1941, con arreglo a la cual este artículo consagra la figura del mandato no representativo
o interposición de persona, que no puede confundirse con la del testaferro, que entraña
una forma de simulación; la primera supone la simple ocultación a los terceros del nombre
del mandante, que puede ser obra de una legítima conveniencia o de un interés digno de
protección; la segunda lleva consigo una ocultación, procedente de un acuerdo previo
entre el mandante, o el mandatario y la persona interpuesta, y es obra de una relación
que, con muy diversos fines, no siempre lícitos, se establece subrepticiamente entre estas
tres personas”.
20 Puig Peña, Federico. Compendio de derecho civil español, tomo III, volumen II , pág. 882.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
No creo que si los terceros con quiénes el mandatario sin representación contrató
se enteran de quién es el verdadero interesado, es decir, el mandante, puedan
exigirle a él el cumplimiento de las obligaciones celebradas, pues las mismas
fueron contraídas por el mandatario en su propio nombre, de tal manera que el
sujeto a quien debe demandarse es precisamente el mandatario. Para demandar
al mandante tendrían que obtener previamente la declaratoria judicial de nulidad
del contrato de mandato sin representación, cuestión que es dudosa por razón de
que la propia ley autoriza la celebración de mandatos no representativos.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
de mandatario, por conceptuarse que basta para la realización del mandato, que el
mandatario proceda a ejecutar el negocio por cuenta y encargo ajenos; y de igual modo
discurren algunos autores franceses; pero este modo de considerar el asunto, si bien
reconoce como antecedente el derecho romano, es errado en el moderno: para convencerse
de ello no hay más que considerar que al proceder el encargado en su propio nombre, no
crea lazo jurídico entre el dueño del negocio y el tercero, como indispensablemente debe
crearlo para la existencia del mandato. Cuando el que contrata lo hace por sí, pero con el
fin de cumplir una recomendación, lo que lleva a efecto no es un acto de mandatario, sino
de comisionado, que es cosa diferente”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
i.c) Tercería. Lo que podría ser procedente es que al ser demandado el mandatario
sin representación se cite al juicio al mandante, como tercero coadyuvante.
Esto, con base en el artículo 57 del Código Procesal Civil y Mercantil concerniente
a que: “Al demandar, o al contestar la demanda, cada una de las partes puede llamar
al proceso a un tercero, respecto del cual considere común la causa o de quien pretenda
una garantía”. Es evidente que en el caso que aquí se trata, es común la causa
entre el demandado y el tercero a quien cita al proceso.
Revelación del mandato. Creo que el mandato sin representación puede revelarse
también cuando el mandatario no cumpliere con entregar al mandante el dinero
o los bienes que para él o por su cuenta hubiere adquirido, o los que para el
cumplimiento del mandato le hubiere entregado. En tal caso, tiene el mandante
derecho a demandarlo y, en esa situación, está obligado inevitablemente a probar
la existencia del mandato sin representación. Igual cosa sucedería cuando el
mandatario tuviere necesidad de cobrar judicialmente al mandante honorarios
devengados o gastos que hubiere efectuado, así como el resarcimiento de daños
o perjuicios que hubiere sufrido en el cumplimiento del mandato.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a. Mandato general
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Sobre el mismo asunto, Ripert y Boulanger24 opinan que “Los poderes dados
a los mandatarios a menudo están mal redactados; con el temor de otorgarles poderes
insuficientes, se emplean a menudo términos muy generales; se les encarga, por ejemplo,
realizar “todo lo que sea útil al interés del mandante”. Antiguamente, surgían numerosas
dificultades respecto de la extensión de estos poderes. El Código les puso fin diciendo que los
mandatos otorgados en términos generales sólo comprenden los actos de administración, y
que es necesario un poder especial en términos expresos para enajenar, hipotecar o realizar
cualquier otro acto de disposición que interese a la propiedad”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
y para todos los demás actos en que la ley lo requiera. La facultad para celebrar
negocios o contratos implica la de otorgar los correspondientes documentos”.
También se requiere cláusula especial para que el mandatario pueda recibir pagos.
Así se deduce del párrafo primero del artículo 1384 concerniente a que: “El pago
debe hacerse al acreedor o a quien tenga su mandato o representación legal”.
Plazo. El plazo del mandato general será el que mandante y mandatario hubieren
acordado. Si no lo convinieren se entenderá otorgado por el plazo de diez años
contados a partir del día de su celebración. Artículo 1726.
b. Mandato especial
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Plazo. El plazo del mandato especial pueden fijarlo las partes sin ninguna
limitación. Si no lo fijaren se considerará otorgado por el tiempo que dure el
asunto o los asuntos que constituyen su objeto.
El Código exige mandato especial para donar entre vivos, contraer matrimonio,
otorgar capitulaciones matrimoniales, pactar las bases para la separación o el
divorcio, demandar la nulidad o la insubsistencia del matrimonio, constituir
patrimonio familiar, reconocer hijos o negar la paternidad. Artículos 85, 1692, y
1860. También se requiere mandato especial para sustituir total o parcialmente el
mandato. Artículo 1707.
Es el que se otorga para asuntos o negocios jurídicos que nada tienen que ver
con diligencias, procedimientos o procesos judiciales. Es el tipo de institución
contractual a que se refieren todas las normas que el Código destinó al
mandato.
b. Mandato judicial
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a. Mandato expreso
Es el único que admite el Código. Debe ser conferido clara y categóricamente con
la formalidades que establece la ley.
b. Mandato tácito
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tercero, en caso similar obra para otro, sin invocar su nombre, se está ante una gestión de
negocios, aunque el dueño sepa o conozca la gestión”.
E) Mandato Mercantil
c. “Para que una sociedad legalmente constituida con arreglo a leyes extranjeras,
pueda establecerse en el país o tener en él sucursales o agencias, deberá: (...)
Constituir en la República un mandatario con representación, con amplias
facultades para realizar todos los actos o negocios jurídicos de su giro y para
representar legalmente a la sociedad, en juicio y fuera de él, con todas las
facultades especiales pertinentes que estatuye la Ley del Organismo Judicial.
Si el mandatario no tuviere esas facultades, se le considerará investido de
ellas por ministerio de la ley”. Inciso 4 del artículo 215 del Código de Comercio.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
e. El factor de comercio debe tener la capacidad, entendida según las leyes civiles,
para representar al comerciante que le designa. Puede constituirse mediante
mandato con representación que otorga el comerciante. Pero, aunque hubiere
sido constituido en otra forma que no sea mandato con representación, el factor
tendrá por ministerio de la ley facultades indispensables para celebrar los
contratos corrientes relacionados con el objeto del negocio o establecimiento
que dirija. Necesita facultades especiales para enajenar o gravar bienes
inmuebles del negocio o establecimiento, contratar préstamos, representar
judicialmente al comerciante y, en general, para ejecutar actos o negocios que
no sean pertinentes a las actividades normales del establecimiento. Artículos
264, 265, 266 y 267 del Código de Comercio.
f. “El agente sólo podrá celebrar contratos a nombre del principal, hacer cobros,
conceder descuentos, quitas o plazos y variar las condiciones de los contratos
o formularios impresos del principal, si estuviera autorizado expresamente
para ello”. Artículo 284 del Código de Comercio.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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En el caso a que se refiere la norma transcrita hay una doble obligación a cargo
del asegurado: seguir las instruciones de asegurador para la defensa y, para la
prosecución del juicio, designar mandatario a la persona que el asegurador le
indique.
8. Efectos jurídicos
Nacen a partir de su aceptación del mandato, la cual puede ser expresa o tácita.
Es expresa cuando el mandatario la manifiesta de manera categórica, clara. Esto
ocurre generalmente cuando tanto el mandante como el mandatario comparecen
simultáneamente a la celebración del contrato y los dos suscriben el documento
que lo contiene. En algunos casos la ley exige que la aceptación del mandato
sea expresa, en cuya circunstancia queda totalmente excluida la posibilidad de
aceptación tácita. Ello sucede en las situaciones siguientes:
a. En caso se desee que el mandato sea gratuito. Para tal menester es necesario
que el mandatario haga constar, de manera expresa, que lo acepta de ese
modo. Artículo 1689.
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con diligencia el mandato”. Las principales obligaciones del mandatario son las
siguientes:
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Borga28 sostiene un interesante punto de vista, que resume así: “Quiere decir
que el contrato o el acto no puede considerarse en sí mismo desprovisto de eficacia
en las relaciones con la persona del representado, pues puede decirse que sus efectos
quedan en suspenso hasta su ratificación, lo cual es tanto más evidente, si el mismo
conocía la falta de poderes en el representante y apenas concluido el contrato o el acto
que se hace perfecto y obligatorio para la otra parte desde su inicio, también resulta
así para él en cuanto lo ratifica, creándose así una expectativa similar al contrato
condicional, que tendría eficacia retroactiva al cumplirse la condición, que en el caso
no es sino la ratificación ulterior del representado”.
f. Informar de sus actos y entregar los bienes del mandante que tenga en su
poder, en cualquier tiempo que éste lo pida. Artículo 1706, párrafo segundo.
28 Borga, Ernesto Eduardo. “El contrato de mandato”. Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo XIX,
pág. 21.
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g. Prohibiciones
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a. Para pedir el resarcimiento de los daños y los perjuicios que, sin dolo ni culpa
suya, hubiere sufrido en el cumplimiento del mandato.
b. Para solicitar el reintegro de los gastos que de su peculio hubiere hecho para
cumplir el mandato.
Caducidad. “Las acciones derivadas del mandato que no tengan término especial
de prescripción, duran un año contado desde la fecha en que terminó el mandato”.
Artículo 1727. (Ya comenté en otro estudio concerniente a las obligaciones civiles,
la imprecisión del Código Civil respecto de la caducidad y la prescripción).
10. Extinción
a. Vencimiento del plazo para el que fue otorgado. Éste es el efecto general que
en todas las obligaciones y negocios jurídicos produce el plazo de carácter
resolutorio.
b. Por concluirse el asunto para el que se dio. Esta causa de extinción es propia
del mandato especial. No lo puede ser del mandato general, pues no es
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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Cuando los dos mandatos son especiales o los dos son generales no hay
dificultad alguna para comprender la revocación tácita, pero cuando son de
diferente naturaleza sí pueden presentarse dificultades. Cruz30 opina que:
“Cuando el primer mandato es general para todos los negocios del mandante, y el
segundo especial para alguno o algunos determinados, debe entenderse que subsiste
el primero para los negocios no comprendidos en el segundo; y cuando el primero es
especial y general el segundo, no debe entenderse derogado aquél si no se expresó así,
ya que puede conciliarse la existencia de uno y de otro”.
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iii) “La revocación deberá notificarse tanto al mandatario como a las personas
interesadas en el asunto o negocio pendiente”. Artículo 1718. En lo que se refiere
al mandato otorgado para contraer matrimonio civil, la parte final del artículo
85 establece que: “La revocatoria del poder no surtirá efecto si fuere notificada
legalmente al mandatario cuando el matrimonio ya estuviere celebrado”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Devolución de las cosas recibidas del mandante. Una vez revocado el mandato,
debe el mandatario devolver todo lo que hubiere recibido del mandante y esté
aún en su poder. En dicha devolución debe considerarse incluido el testimonio
de la escritura pública en la que fue celebrado el mandato, pues no hay razón
alguna para que quede en poder del mandatario, en primer lugar porque le fue
entregado por el mandante; en segundo lugar, porque ya no lo necesita y, en
tercer lugar, porque si el mandatario fuere de mala fe podría seguir actuando en
representación del mandante, no obstante que legalmente ya no debe hacerlo.
La norma es lógica por cuanto que los poderes y las sustituciones que hubiere
otorgado el mandatario a terceros se derivan de la facultad que a él le confirió
el mandante. Por consiguiente, extinguida dicha facultad por la revocación
del mandato, pierden su asidero jurídico los poderes y las sustituciones que el
mandatario hubiere otorgado.
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A lo anterior se refiere sin duda alguna la literal n) del artículo 190 de la Ley del
Organismo Judicial cuando exige que el mandatario debe tener facultades
expresamente conferidas para: “Sustituir el mandato total o parcialmente, reservándose
o no su ejercicio ...” .
Brenes Córdoba32 adopta la posición arriba indicada argumentando que: “Lo que
puede tenerse como más seguro sobre este particular es que, en tesis general, no cabe
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privarse el poderdante, en un mandato corriente, del derecho de darlo por concluido cuando
a bien lo tenga, porque tal limitación está en pugna con la espontaneidad requerida en la
constitución y mantenimiento del encargo, pero que es procedente la irrevocabilidad del
mandato, sea que se pacte o no, cuando ha sido conferido accesoriamente como condición
de otro convenio celebrado con el mandatario o con un tercero, puesto que en este caso, el
conferimiento del poder constituye un requisito indispensable para alcanzar el fin que se
han propuesto los contratantes; de suerte que por la sola voluntad de uno solo de ellos no
es dable dejar sin efecto las estipulaciones del convenio principal”.
Planiol y Ripert,33 citados por Rojina Villegas, confirman lo anterior diciendo que:
“En la práctica, los mandatos que se declaran irrevocables por el mandante son casi siempre
mandatos ligados a otros contratos, de los que toman su irrevocabilidad. Por ejemplo, se
trata del mandato contenido en una póliza de seguros, que reserva al asegurador la misión
de llevar por sí solo, por el asegurado, los pleitos contra tercero, en relación con los riesgos
asegurados; o bien se trata de los mandatos conferidos a los acreedores del mandante para
efectuar en su nombre operaciones sobre el resultado de las cuales ha convenido pagarles;
o bien, en ciertos casos, el mandato conferido por una comunidad de condóminos para
gestionar los intereses generales de toda la indivisión; o también el mandato conferido a
un Notario en interés común de las partes que otorgan documentos ante él”.
101
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
La única norma que el Código dedica a la renuncia del mandato es el artículo 1708,
que a la letra establece: “Aceptado el mandato no puede el apoderado renunciarlo
sin justa causa cuando hubiere negocios pendientes de cuya interrupción pueden
resultar perjuicios al mandante; y si lo renuncia, deberá continuar la gestión de
los asuntos pendientes hasta que se le reemplace”.
34 Viteri Echeverría, Ernesto. Los contratos en el derecho civil guatemalteco. Parte especial, pág 50.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
A mi juicio, los derechos y obligaciones que nacen del mandato son de los que se
extinguen con la muerte. Por consiguiente, no podría tener validez un pacto de
la índole del arriba mencionado y, posiblemente, sea esa la razón por la que el
Código no contempla siquiera la posibilidad de su celebración.
Si las personas interesadas quisieren que la misma persona que fue mandatario
del causante continúe atendiendo y gestionando determinados asuntos que ahora
forman parte de la herencia, lo pertinente sería que soliciten al juez competente el
nombramiento de dicha persona como administrador de la mortual y le confiera
las facultades necesarias para aquello que les interesa.
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la muerte de éste. Sería el caso, por ejemplo, que le encargue que, después de su
muerte, reconozca un hijo suyo cuyo nacimiento no legitimó en vida. En tal caso
sería válido el reconocimiento que el mandatario hiciere en representación del
mandante.
- Aviso. “En caso de muerte del mandatario, sus herederos o cualquier persona
que tenga interés, deberán dar aviso al mandante y mientras éste resuelve
lo conveniente, harán lo que las circunstancias exijan para la conservación
de los bienes. En ausencia del mandante, el aviso se dará al juez”. Artículo
1724.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Los contratos que el mandatario celebre dentro de los límites del mandato y con
las facultades suficientes, repercutirán sobre el patrimonio del mandante. Es decir,
éste debe responder con su patrimonio enajenable de las obligaciones contraídas
en su nombre; pero si ha sido declarado en quiebra, carece de patrimonio para
cumplir dichas obligaciones, lo cual pone en grave riesgo a los terceros que
contraten con el mandatario. Esa es la razón por la que la declaratoria de quiebra
del mandante constituye causa de terminación del contrato de mandato.
Tal sería el caso, por ejemplo, del mandatario que, luego de estar ejercitando el
mandato, fuere declarado en quiebra.
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Se toma como tales todas aquellas situaciones en las que, no obstante que no
existe un convenio celebrado con las formalidades que la ley exige, la misma
ley asemeja ciertas situaciones al contrato de mandato. Entre ellas están las
siguientes:
a. “La ratificación de la gestión de negocios por parte del dueño, produce los
efectos del mandato expreso y opera retroactivamente”. Artículo 1611.
b. “El liquidador es un mandatario y como tal debe sujetarse a las reglas que
se hubieren señalado; si fuere nombrado por el juez y alguno de los socios
lo pide, deberá caucionar su responsabilidad a satisfacción del juez”. Párrafo
primero del artículo 1779.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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De conformidad con el artículo 188 de la Ley del Organismo Judicial, pueden otorgarlo
las personas individuales con capacidad para gestionar asuntos judiciales, que por
cualquier razón no quieran o no puedan hacerlo personalmente; y las personas
jurídicas que no quieran comparecer por medio de sus presidentes, gerentes o
directores, caso en el que pueden hacerlo por medio de mandatarios judiciales
siempre que éstos tengan conocimiento de los hechos del proceso. Igualmente las
sociedades constituidas en el extranjero.
a. Impedimentos
ii) Los que tengan auto de prisión o condena pendiente, por cualquier delito.
iii) Quienes no sean abogados, salvo que se otorgue el mandato para representar
al cónyuge, al conviviente de hecho cuya unión estuviera inscrita en el Re-
gistro Civil, o a parientes dentro de los grados de ley. Tampoco se requiere
ser abogado cuando el mandato se otorgue para ser ejercitado en juzgados
menores en asuntos cuya cuantía no exceda de quinientos quetzales, o ante
jueces o tribunales en cuya jurisdicción no ejerzan más de tres abogados.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Esta clase de mandato se otorga, como antes se dijo, para gestionar ante juzgados
y tribunales de la República de Guatemala, en todo asunto contencioso o no, en
que la ley ordene el conocimiento por juez competente y en el que el mandante
tuviere interés jurídico. Dependiendo del objeto, el mandato judicial puede ser
general o especial.
C) Elemento formal
a. Debe otorgarse en escritura pública para los asuntos que se ventilen en forma
escrita. El testimonio de la escritura pública debe inscribirse en el Registro de
Poderes y en los demás registros públicos que ordene la ley.
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D) Clases
Brice35 citado por Garrido-Zago explica que: “El mandato judicial, al modo del civil,
puede facultar al mandatario para todos los actos que desee ejecutar el mandante, o bien,
para alguno o algunos solamente, porque el mandato puede ser para todos los actos judi-
ciales que tenga o se le presenten al mandante, o bien, o para uno o varios de sus asuntos,
y así el mandato judicial será general o especial. Pero es universal el criterio de que el
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
mandato concebido en términos generales, esto es, que no determine específicamente los
actos judiciales que pueda ejecutar el apoderado, no comprende poder o facultad para tran-
sigir, desistir, convenir, ceder los derechos litigiosos, anunciar recursos extraordinarios,
comprometer ni darse por citado en los pleitos, etcétera, porque en estos casos, como exce-
den de la simple administración, debido a su importancia, se supone que para considerar
conferido el poder de ejecutarlos, se requiera que aparezca manifiesta, explícitamente por
el poderdante, la intención de transmitir esa facultad de obrar. Y esto tiene su razón de ser,
además, en el hecho de que el mandatario no podría con su gestión personal comprometer
los derechos que representa hasta el punto de enajenarlos o disminuirlos en cualquier for-
ma, si esta facultad de disponer no la ha manifestado expresamente el poderdante”.
E) Facultades
Los mandatarios judiciales por el solo hecho de serlo tienen las facultades
generales suficientes para realizar toda clase de actos procesales. Sin embargo,
necesitan facultades especialmente conferidas para cualquiera de los asuntos
enumerados en el artículo 190 de la Ley del Organismo Judicial, así como en
cualquier otra ley que así lo exija.
Actuación personal del mandante. Es importante destacar que, por muy amplias
que sean las facultades conferidas al mandatario, no sustituye al mandante en
el asunto judicial en el que le autorizó actuar. Por el contrario, éste puede, no
obstante las gestiones que esté efectuando el mandatario, “hacer uso, dentro de
los términos legales, de todos los derechos que le confieren las leyes”. Artículo 47
del Código Procesal Civil y Mercantil.
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El artículo 190 de la Ley del Organismo Judicial se refiere, además, a que los
mandatarios judiciales necesitan facultades especialmente conferidas para:
c. Reconocer firmas.
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a. De conformidad con el párrafo primero del artículo 47 del Código de Comercio: “Los
administradores o gerentes tienen, por el hecho de su nombramiento, todas
las facultades para representar judicialmente a la sociedad, de conformidad
con las disposiciones de la Ley del Organismo Judicial”.
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Obligaciones del mandatario judicial. Además de las que son comunes a todos
los mandatarios, tiene las siguientes.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
47 del Código Procesal Civil y Mercantil previene que: “Los que actúen en
representación de otros están obligados a interponer todos los recursos,
defensas y excepciones que legalmente puedan oponer las partes, so pena de
responsabilidad personal y de daños y perjuicios”.
d. Las que le impongan las leyes o reglamentos. Artículo 191 de la Ley del
Organismo Judicial.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Tiene las obligaciones comunes a todos los mandantes, antes reseñadas, y además
las obligaciones que a las partes del litigio imponen las leyes procesales.
117
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Extinción
118
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El Código Procesal Civil y Mercantil contiene algunas normas que, para lo que
vengo exponiendo, merecen ser consideradas:
119
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
ii) Los que confieren la representación no son incapaces (es decir, no son
menores de edad, personas declaradas en estado de interdicción, ni
ausentes); tampoco se trata de personas jurídicas (es decir, entidades
como las sociedades, asociaciones, etcétera). De ahí que no se está ante
casos de representación necesaria por imposibilidad insuperable para
actuar directa o personalmente, sino de personas que no obstante tener
plena capacidad personal y para gestionar procesalmente, la ley les
impide actuar todos juntos y les obliga a designar a uno solo para que
lo haga por sí mismo y, a la vez, en nombre de los demás. Es evidente,
entonces, que actúa como mandatario con representación de todos los
que en él unificaron su personería.
Lo anterior obedece a que toda persona que tenga derechos qué ejercitar u
obligaciones qué cumplir en la República de Guatemala, y se ausente de ella,
deberá dejar mandatario legalmente constituido, con facultades especiales
para responder de tales obligaciones. Si no lo dejare o el que hubiere dejado
careciere de las facultades pertinentes, se le declarará ausente, con el único
objeto de nombrarle defensor judicial para los casos en que deba responder a
120
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
una demanda o hacer valer algún derecho en juicio. En tal caso, si el ausente
hubiere dejado mandatario sin facultades suficientes, el cargo de defensor
judicial recaerá de preferencia en él. Artículos 411 inciso 2º; 412, párrafo primero
del Código Procesal Civil y Mercantil; 43, 44, 45 del Código Civil.
121
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 1700 indica que: “Es válido el poder otorgado en el extranjero con
sujeción a las formalidades externas prescritas por las leyes del lugar en que se
otorga; pero si para el acto o contrato, objeto del poder, la ley de Guatemala exige
facultad especial, debe sujetarse a lo dispuesto en ésta”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
d. Para que sean admisibles los documentos provenientes del extranjero que
deban surtir efectos en Guatemala, deben ser legalizados por el Ministerio
de Relaciones Exteriores. Si los documentos están redactados en idioma
extranjero deben ser vertidos al español, bajo juramento, por traductor
autorizado en la República. De no haberlo para determinado idioma, serán
traducidos bajo juramento, con legalización notarial de sus firmas, por dos
personas que hablen y escriban ambos idiomas. Artículo 37.
f. Sin perjuicio del envío del testimonio especial que debe contener trans-
cripción íntegra del documento protocolizado, y de la inscripción del
mandato en el Registro de Poderes, el notario debe dar aviso de la pro-
tocolización al Archivo General de Protocolos, dentro de los diez días
siguientes a su celebración. Dicho aviso contendrá: fecha y lugar en que
123
fue expedido el documento, funcionario que lo autorizó, objeto del acto,
nombres y apellidos de los otorgantes o personas a que se refiera, e im-
puestos que se hubieren pagado. Artículo 40.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
d. Los requisitos de publicidad del poder se someten a la ley del Estado en que
éste se ejerce. Artículo 4.
e. Los efectos y el ejercicio del poder se sujetan a la ley del Estado donde éste se
ejerce. Artículo 5.
f. Los poderes deberán ser legalizados cuando así lo exigiere la ley del lugar de
su ejercicio. Artículo 8.
125
Capítulo III
El contrato de sociedad civil
1. Antecedentes
No hay en lo antes relatado ningún tipo de sociedad, por cuanto que, desde luego,
no surge una persona jurídica diferente de los participantes; y éstos no buscan
ganancias para ser repartidas entre todos; pero sí constituye un antecedente
valioso fundamentado en arraigadas costumbres y ejemplar honradez. Se cumple
aquí aquello de que “son socios en el trabajo, pero no en las ganancias”.
127
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Herrera36 opina que: “Es incierta la historia del contrato de sociedad. Según el
profesor Cuc, el contrato se desarrolló en tres fases: primera, deben haber aparecido
las sociedades de contratistas de obras públicas y de banqueros; después, aparecieron
las sociedades de todos los bienes entre esposos o entre hermanos y hermanas; y ya
muy tarde, aparecieron las sociedades mixtas, en las cuales ciertos socios aportaban su
industria y otros su capital. Otro autor, afirma que la sociedad se manifiesta primero
en el consortium, o sea la antigua comunidad de todos los bienes formada entre los
herederos”.
La civilización, así como el auge de la industria y del comercio llevaron sin lugar
a dudas a otras formas más avanzadas de sociedad, entre las que se encuentra la
sociedad civil.
La sociedad civil fue reconocida y regulada a partir del Código Civil de 1877, con
principios y algunas normas similares a las que contiene el Código Civil actual.
Debe destacarse, por su importancia histórica, que regulaba el matrimonio como
sociedad civil legal, dando a los cónyuges en lo concerniente a los bienes comunes
del matrimonio, la calidad de socios.
Aquel viejo concepto ha sido, desde luego, superado y corregido por la legislación
actual, que no admite la existencia de tal sociedad conyugal. Por el contrario,
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
2. Concepto
El artículo 1728 indica que: “La sociedad es un contrato por el que dos o más
personas convienen en poner en común bienes o servicios para ejercer una
actividad económica y dividirse las ganancias”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Puig Peña37 define la sociedad como: “Un contrato por virtud del cual dos o más
personas convienen en dar vida a una Entidad distinta, para realizar operaciones de
naturaleza exclusivamente civil, con ánimo de repartirse las ganancias”. Y agrega que “El
derecho ante la idea, busca la forma; y cuando aquélla plasma en posibilidades distintas de
realización, traza los perfiles diversos de las diferentes instituciones. Junto a la asociación
–de finalidad ideal y desinteresada– pone la sociedad –de alcance lucrativo o ganancial–;
junto a la sociedad mercantil –objeto inmediato del comercio y para el comercio– sitúa
la sociedad civil –de rasgos más particulares–, y, en progreso ascendente, permite que se
verifique el magnífico tránsito entre un reunirse sin dejar de ser a un reunirse formando
otro ser. La idea de la agrupación con personalidad jurídica es el ideal realizado de los
modernos tiempos”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
3. Elementos
Está constituido por los socios, entendiéndose por tales tanto las personas que
fundan o constituyen la sociedad, como aquéllas que posteriormente se integren
a la misma, por ingreso con anuencia de los demás socios o en sustitución de
socios que hubieren fallecido.
Los socios pueden ser: socios capitalistas, cuando su aporte consiste en dinero o
en bienes muebles o inmuebles; y socios industriales, cuando lo que aportan es
su trabajo, sus conocimientos, sus servicios en determinadas actividades propias
del objeto o giro de la sociedad.
Socios industriales. Debe entenderse por socios industriales tanto a aquéllos que
realizan actividades propias de su profesión o industria para la sociedad, como
a quienes desarrollan su actividad fuera del ámbito de la sociedad pero están
obligados a entregar a ésta el producto o beneficio obtenido. Así se explica la
disposición del artículo 1747, relativa a que: “Los socios que ponen su industria
en común darán cuenta a la sociedad de las utilidades que hayan obtenido del
ejercicio de esa industria”. (La palabra industria está empleada en su acepción
gramatical de: destreza para hacer algo).
131
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Con dicha prohibición quiso el legislador, por una parte, evitar que los
conflictos que pudieran darse entre los socios por razones propias del
negocio social se conviertan, como inevitablemente sucedería, en conflictos
conyugales; y por otra, impedir la colusión de esposo y esposa en perjuicio
de terceros. Sin embargo, es dudoso que la sola presencia o participación de
consocios ajenos a ellos evite la discrepancia o la actitud dolosa.
132
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
No establece la ley nada acerca de qué sucede si los dos únicos socios, que son
un hombre y una mujer, contraen matrimonio entre sí después de constituida
la sociedad. A mi juicio, la sociedad debe subsistir, por una parte, porque
como no podría ser de otra manera, la ley no les impide contraer matrimonio
por ser socios; y por otra, porque tampoco la ley contempla el caso como
causa de disolución de la sociedad.
Viteri Echeverría39 estima que la norma antes transcrita, como otras que
menciona, están derogadas. Formula su opinión en los términos siguientes:
“Esta norma, al igual que el artículo 1695 CC que anteriormente comentamos
en relación al mandato, son resabios no rectificados del principio que
originalmente se plasmó en el artículo 131 CC que disponía: La enajenación o
gravamen de bienes inmuebles de la comunidad debe ser otorgada con el consentimiento
de ambos cónyuges para que el acto sea válido, cuya norma fue derogada por el
segundo párrafo del artículo 70 de la Constitución de 1965, que para evitar
las molestias que aquélla causaba a los maridos para enajenar o gravar bienes
que eran parte de la comunidad de bienes de matrimonios mal avenidos,
dispuso:
133
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Por ello sostenemos (al igual que ya lo hicimos al comentar los artículos 1695
y 1737 del Código Civil) que esta norma está derogada y ha cesado de tener
vigencia, en lo que se refiere a la aportación de bienes no registrados”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
o incapaces constituir sociedad civil por ellos, pues es al juez a quien la ley
le asigna el deber de comprobar si la participación como socio es útil para el
menor o el incapaz.
136
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ii) Es nula y se tiene por no puesta la cláusula que establezca que la parte de capital
de alguno de los socios estará libre de responsabilidad o riesgo. Artículo 1732.
vi) No obstante que el socio aportante no tiene la posesión ni el uso de los bienes,
él sufrirá el detrimento económico que cause la pérdida de los mismos por caso
fortuito o fuerza mayor. En tal sentido, el Código está aplicando plenamente el
principio de que las cosas se pierden para su dueño (res perit domino), lo cual no
hace en otros contratos como la compraventa, por ejemplo.
137
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
vii) Las obligaciones sociales se garantizan con los bienes de los socios; y sólo
en el caso de que no fueran suficientes, con los bienes propios de los socios.
Artículo 1742.
x) Los socios deben entregar su aporte a la sociedad dentro del plazo convenido.
En caso de incumplimiento, la sociedad puede proceder ejecutivamente para
que se efectúe la entrega o rescindir el contrato respecto del omiso. Artículo
1744. Cuando se opta por lo primero, el incumplido sigue siendo miembro
de la sociedad, es decir, conserva su calidad de socio.
xi) Cada socio debe entregar a la sociedad las cosas que constituyen su aporte,
y responder del saneamiento (por evicción o por vicios ocultos) de las
mismas. Quien retarde la entrega, deberá pagar a la sociedad el interés legal
del tiempo que duró su retardo. Artículos 1745 y 1746.
xii) Los socios industriales entregarán a la sociedad las utilidades que hubieren
obtenido del ejercicio de la actividad que constituye su aporte. Artículo 1747.
138
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Aquí, en palabras de Puig Peña40, “A diferencia de las anteriores, tienen como base, no
una comunidad de cosas, sino una comunidad de aptitudes, actividades o inteligencia”.
xiii) El riesgo de pérdida o destrucción por caso fortuito de las cosas ciertas y
determinadas no fungibles, entregadas a la sociedad en uso o usufructo,
corresponde al socio propietario. El de las cosas que se aportaron para ser
vendidas o que no pueden guardarse sin que se deterioren, corresponde a la
sociedad. También corresponderá a ésta el riesgo de las cosas justipreciadas
al aportarse, salvo pacto en contrario. Artículo 1748.
xiv) Ningún socio puede segregar de la sociedad, para sus gastos particulares,
mayor cantidad que la asignada en el contrato. La infracción a esta norma
obliga al infractor al pago de los daños y perjuicios que causó a la sociedad.
Artículo 1750, párrafo segundo.
xv) El pago hecho a uno de los socios administradores por un deudor particular
suyo, que también es deudor de la sociedad, se imputará proporcionalmente
a ambas acreedurías aunque el socio lo haya aplicado, en la carta de pago,
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
xvi) Se disuelve totalmente la sociedad por la pérdida de más del cincuenta por
ciento del capital, a menos que el contrato social señale un porcentaje menor.
Artículo 1768, inciso 2.
xvii) Si uno de los socios promete aportar la propiedad de una cosa cuya
importancia sea tal que equivalga al objeto principal del negocio, y ésta se
pierde antes de ser entregada, se disuelve la sociedad respecto de todos los
socios. Artículo 1771.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Elemento formal
41 El Decreto 90-2005 del Congreso de la República de Guatemala y sus reformas, Ley del Registro
Nacional de las Personas, establece en su Artículo Décimo Cuarto Transitorio: “Queda a cargo
del Ministerio de Gobernación, a través del Registro de Personas Jurídicas, la inscripción y regis-
tro de las personas jurídicas reguladas en los artículos 438 al 440 del Código Civil (...)”. Dentro
de dichas personas jurídicas se incluye la sociedad, regulada específicamente en el numeral 4
del Artículo 15 del Código. En tal virtud, las sociedades civiles ya no deben ser inscritas en el
Registro Civil, sino en el Registro de Personas Jurídicas del Ministerio de Gobernación.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Razón social. De acuerdo con el artículo 1741, la razón social se forma con
el nombre y apellido de uno de los socios, o los apellidos de dos o más
seguidos de las palabras: Sociedad Civil. El inciso 3 del artículo 46 del Código
de Notariado exige que se exprese también el nombre de la sociedad, si lo
tuviere.
143
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
e. Capital y la parte que aporta cada socio. El inciso 5 del artículo 46 del Código
de Notariado exige que se exprese el capital social y la parte que aporta cada
socio “sea en dinero, en cualquier otra clase de bienes o en industria personal;
el valor que se le asigne o la forma en que debe hacerse el justiprecio, en caso
que no se le hubiere asignado valor alguno”.
Sobre esto, debe tomarse en cuenta que el Código contiene reglas imperativas
en las que puntualiza las causas de disolución forzosa de la sociedad. De
manera, entonces, que la regla antes transcrita no se refiere a ello, sino a la
posibilidad que la ley concede a los socios para pactar otros motivos por los
cuales deba disolverse la sociedad antes del vencimiento de su plazo.
h. Cantidad que puede tomar periódicamente cada socio para sus gastos
personales.
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i. Modo de resolver las diferencias que surjan entre los socios. El inciso 14 del
artículo 46 del Código de Notariado lo formula así: “Si las diferencias que surjan
entre los socios deberán ser sometidas o no a la resolución de árbitros y, en su
caso, la forma en que se hará el nombramiento”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Sociedad de hecho. Toda sociedad que hubiere sido formada sin llenar los
requisitos de constitución en escritura pública e inscripción en el Registro
correspondiente será considerada como sociedad de hecho, inepta para actuar
como persona jurídica. Por consiguiente, cualquier interesado puede demandar
su nulidad absoluta por razón de que en la misma hay ausencia (no concurrencia)
de un elemento esencial: las solemnidades indispensables para su formación.
Artículo 1301.
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4. Características
147
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
i) “No pueden los socios hacer pacto alguno reservado, ni oponer contra
el contenido de la escritura de sociedad ningún documento privado
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ii) “El socio que contrate en nombre de la sociedad antes de que ésta pueda
actuar como persona jurídica, queda directamente responsable por los
efectos del contrato celebrado”. Artículo 1735.
Se trata con ello que las terceras personas que van a contratar con la
sociedad tengan conocimiento de la identidad de algunos de sus socios,
y de su buen nombre, prestigio o fama.
149
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
Es con esta clase de sociedad con la que la sociedad civil tiene las mayores
semejanzas y afinidades. Por esas y otras razones de tipo sustantivo y procesal,
es necesario diferenciarlas. Sin embargo, hacerlo no es tarea sencilla.
150
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Criterios de diferenciación. Los principales que han sido propuestos son los
siguientes:
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
banca, seguros y fianzas; y serán sociedades civiles las que fueren dedicadas
a la prestación de servicios profesionales y a cualesquiera otras actividades
que la ley no califique como de naturaleza comercial. Artículos 2 y 9 del Código
de Comercio.
B) Asociación
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Petit43 opina que: “La palabra sociedad, tomada en su más lata acepción, tiene el sentido
de asociación. Se aplica a toda reunión de personas que se proponen conseguir un fin
común. Se asocian unas veces con un interés pecuniario, religioso, político, ya para luchar
contra un peligro, o bien para crearse recursos que el individuo aislado es incapaz de
procurarse. En un sentido más restringido, la sociedad propiamente dicha se distingue de
la asociación en general en que tiene por causa el interés personal de los asociados”.
C) Negocio en participación
Lo regula el artículo 861 del Código de Comercio, así: “Por el contrato de participación,
un comerciante que se denomina gestor se obliga a compartir con una o varias
personas llamadas participantes, que le aportan bienes o servicios, las utilidades
o pérdidas que resulten de una o varias operaciones de su empresa o del giro
total de la misma”.
D) Copropiedad
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
7. Clases
a. Sociedad universal. Es aquélla en la que los socios aportan todos sus bienes
y todas las ganancias que obtengan por las diversas actividades lucrativas
que desarrollen.
154
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
8. Efectos jurídicos
Los efectos jurídicos de la sociedad civil son las obligaciones y derechos que de
ella nacen, los cuales pueden estudiarse de la manera siguiente:
155
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Cumplir con sanear, tanto por evicción como por vicios ocultos, las cosas que
aportan. Artículo 1745.
c. Indemnizar a la sociedad por los daños o perjuicios que le causen por dolo,
abuso de facultades o negligencia. Artículo 1749.
Las sumas que para gastos personales se autoriza tomar a los socios
constituyen una especie de réditos de su aporte a la sociedad. En consecuencia,
es obvio pensar que el socio que ha demorado u omitido entregar su aporte
no tiene derecho de tomar nada para gastos personales, porque nada ha
dado a la sociedad, y habría enriquecimiento sin causa si se le permitiese
beneficiarse sin haber contribuido al capital social.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
f. Responder con sus bienes propios por las deudas de la sociedad, siempre
que los bienes de ésta no alcanzaren para cubrir el adeudo. Artículo 1742.
Obviamente, no tendría validez el pacto en contrario, por cuanto la norma
legal citada es de orden público.
iii) Deben ser demandados todos los socios en el mismo proceso, para que
pueda el juez determinar, con base en el porcentaje de ganancias que
correspondía a cada uno, el porcentaje de las deudas por el que debe
cada quien responder.
iv) Aplicando por analogía los párrafos segundo y tercero del artículo 30 del
Código de Comercio, “El nuevo socio de una sociedad, responde según la
forma de ésta, de todas las obligaciones sociales contraídas antes de su
ingreso, aun cuando se modifique la razón social o la denominación de
la sociedad. El pacto en contrario no surtirá efectos contra terceros”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
g. En general, deben los socios abstenerse de hacer todo aquello que fuere
contrario o perjudicial al interés social. Deben, asimismo, subordinar su
interés particular a los intereses de la sociedad.
Los socios tienen respecto de la sociedad un status jurídico que, así como les
impone obligaciones, también les hace titulares de derechos frente al ente jurídico
del que proviene dicha calidad o investidura.
Para tal fin es indispensable que, como lo exige el inciso 12 del artículo 46 del
Código de Notariado, se acuerde: “cómo se formará la mayoría en los casos en
que los socios tengan derecho a votar”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Ruggiero, citado por Rojina Villegas44 sintetiza lo anterior diciendo que: “El
principio general que rige en toda comunidad es que todo socio puede administrar, y
todo socio que no administre puede fiscalizar lo hecho por otro”.
“Son nulas y se tienen por no puestas las cláusulas del contrato de sociedad
en que se estipule que alguno de los socios no participará de las ganancias o
que la parte del capital o bienes que aporte estarán libres de responsabilidad
o riesgo”. Artículo 1732.
a. Asumir el riesgo de pérdida o deterioro, por caso fortuito, de las cosas que le
fueron entregadas en propiedad.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Socio omiso en la entrega del aporte. Es lícito pactar en la escritura social que el
socio que, cuando se haga la distribución de utilidades aún no haya entregado
su aporte, no tendrá derecho a participar de las mismas. Las utilidades se habrán
obtenido, en dicha situación, con los aportes de los socios cumplidos. De manera
que sería inequitativo tratar igual a los cumplidos que al omiso, lo cual generaría,
además, un enriquecimiento sin causa a favor de éste. Dicho efecto se produciría
aun sin pacto previo.
b. “La parte que deba tener en la ganancia el socio que no aportó más que su
industria, será igual a la porción correspondiente al socio que contribuyó
con más capital; y si son iguales los capitales, o es solo uno el socio que lo ha
aportado, la ganancia del socio industrial será igual a la de los otros”. Artículo
160
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
1754. El socio industrial sufrirá también las pérdidas, cuando sean mayores
que todo el capital de la sociedad; y entonces participará de ellas sólo en la
parte que exceda del capital. Artículo 1755.
Cruz45 justifica lo anterior diciendo que “Así, pues, suponiendo que liquidada
la sociedad, no resulte ganancia alguna, sino solamente el capital introducido,
lo sacará el que lo introdujo, y habrá perdido su trabajo el industrial, como
pierde el otro los intereses o frutos de su dinero. Si no sólo no hay ganancia,
sino que no sale ni el capital íntegro del capitalista, lo que falte, poco o mucho,
lo pierde éste y nada más tiene que dar el industrial, porque ya ha perdido
su trabajo. Mas si la pérdida excede aun del capital social, hay ya un desfalco
extraordinario a que todos han de quedar sujetos. Mientras la pérdida no
pasa del capital, la soporta sólo el capitalista porque equiparando su capital
con la industria del otro, no hay injusticia en que pierda él su capital, así como
el otro perdió el suyo que era la industria puesta, pero en cuanto excede,
ya están en igual condición, y si él tiene que contribuir con algo más fuera
del capital perdido, con algo más tiene también que contribuir el industrial,
fuera de su industria empleada”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Pagar a los socios los gastos que hubieren efectuado cumpliendo encargos
de la sociedad, y resarcirles los daños y perjuicios que hubieren sufrido sin
su culpa y que tampoco hayan sido ocasionados por caso fortuito o fuerza
mayor. Artículo 1751.
162
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Es fácil observar que las normas supletorias arriba transcritas parecen más
apropiadas para administrar una copropiedad, es decir, una cosa que pertenece
proindiviso a varias personas. No son apropiadas para administrar la sociedad
puesto que ésta no es una copropiedad, sino una persona jurídica independiente de
los socios, y su patrimonio no pertenece proindiviso a los socios, sino es propiedad
de la sociedad. En todo caso, las normas referidas dejan muchos aspectos sin
regular y algunos los regulan en forma que puede originar desavenencias entre
los socios. Tal el caso, por ejemplo, de que cada socio sea administrador y pueda
163
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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9. Extinción
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
ii) Por muerte de uno de los socios. Al fallecer uno de los socios queda
inmediatamente excluido de la sociedad, salvo el caso de que hubiere
pacto expreso de que pueden continuar en su lugar sus herederos y
éstos manifiesten su deseo de hacerlo, en cuyo caso los demás socios
están obligados a admitirlos. Pero si no hubiere pacto, o aun habiéndolo
los herederos no desean pertenecer a la sociedad, se produce la rescisión
parcial, es decir, la exclusión del socio fallecido. (Lo anterior constituye
una excepción a la regla general relativa a que pasan a los herederos
y demás sucesores de las partes los derechos y las obligaciones del
contratante fallecido, a menos que lo contrario resulte de la convención
o pacto. Artículo 1529).
166
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
d. Por renuncia, es decir, rescisión unilateral. El inciso 7 del artículo 1768 establece
que la sociedad se disuelve “por voluntad de uno de ellos”. Es decir, por
voluntad de cualquiera de los socios. No establece la ley cómo se efectúa
la rescisión por renuncia. Por lo tanto, atendiendo a que toda modificación
de un contrato debe realizarse con los mismos requisitos exigidos por la ley
para la celebración (artículo 1578), debe el renunciante formalizar su renuncia
en escritura pública y notificar a la sociedad por medio de su representante
legal. Corresponderá a la sociedad resolver si acepta o no la renuncia. En caso
de no aceptación, puede el socio oponerse judicialmente, en cuyo caso tendrá
efectos la renuncia hasta que quede firme el fallo judicial que la apruebe.
Mientras tanto, debe el socio permanecer en la sociedad.
168
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Esta situación podría ser la del socio industrial, puesto que lo que él
aporta son sus conocimientos, su experiencia, su trabajo; o la de un
socio capitalista que hubiere aceptado el encargo de desempeñar
determinadas actividades en beneficio de la sociedad.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Se produce de conformidad con los artículos 1769 y 1779, en los casos siguientes:
d. Por pérdida de más del cincuenta por ciento del capital, a menos que el
contrato social señale un porcentaje menor.
170
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
g. Si uno de los socios promete aportar la propiedad de una cosa cuya importancia
sea tal que equivalga al objeto fundamental del negocio, y ésta se pierde antes
de ser entregada, se disuelve el contrato respecto de todos los socios.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
“Los demás pactos que convengan los socios”. Esa apertura es la que, a mi juicio,
permite que además de cualesquiera otros pactos que los socios convengan, se
puedan acordar pactos de disolución.
Responsabilidades pendientes
b. No cesa la responsabilidad de los representantes legales sino hasta que estén fe-
necidos los asuntos relacionados con la persona jurídica extinguida. Artículo 27.
Liquidación
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Puede presentarse problema por razón de que la norma citada no expresa mediante
qué procedimiento habrá de solicitarse al juez competente el nombramiento del
liquidador. No creo que deba aplicarse a esta omisión el artículo 96 del Código
Procesal Civil y Mercantil porque, aunque la situación referida no tiene señalada
vía procesal específica, no se trata de ninguna contienda sobre el fondo de un
asunto principal. Por el contrario, es únicamente una falta de acuerdo sobre algo
accesorio (lo principal es la extinción y liquidación de la sociedad).
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
e. Cobrar las acreedurías, recibir su importe, cancelar los gravámenes que los
garanticen y otorgar los correspondientes finiquitos.
f. Vender los bienes sociales, aun cuando haya socios menores de edad
o incapaces, siempre que no hayan sido destinados por éstos para ser
adjudicados en especie.
174
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el plazo previsto por la ley. También puede ser removido el liquidador nombrado
por los socios por el voto de la mayoría de éstos. El designado por el juez sólo
puede ser removido por dolo, culpa, inhabilidad o incumplimiento de sus
obligaciones. Artículo 1781, párrafo segundo.
Renuncia. El liquidador nombrado por los socios puede renunciar según las
reglas del mandato (artículo 1708). El designado por el juez sólo puede renunciar
por justa causa debidamente comprobada. Artículo 1787.
Entre las deudas de la sociedad deben incluirse los honorarios del liquidador,
puesto que, si como la ley establece, es un mandatario, tiene entonces derecho de
remuneración, salvo que al aceptar el cargo hubiere manifestado expresamente
que lo desempeñaría en forma gratuita. Artículo 1689.
175
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Soy consciente de que ello daría por resultado, en el caso específico, la aplicación
supletoria del Código de Comercio a lo no previsto en el Código Civil, lo cual
no es congruente con el artículo 1 del Código de Comercio, concerniente a que: “Los
comerciantes en su actividad profesional, los negocios jurídicos mercantiles y
cosas mercantiles, se regirán por las disposiciones de este Código y, en su defecto,
por las del Derecho Civil, que se aplicarán e interpretarán de conformidad con
los principios que inspira el Derecho Mercantil”.
Caducidad. “Las acciones de los acreedores contra los socios, las de los socios
y acreedores contra el liquidador y las de los socios entre sí prescriben en tres
años contados desde la fecha en que termine la liquidación, salvo que la ley
fije término menor según la naturaleza de la obligación o del título”. Artículo
1789.
176
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
177
Título II
Los contratos traslativos de propiedad
Capítulo I
El contrato de compraventa
1. Antecedentes
Es razonable pensar que el primer contrato que celebraron los seres humanos
haya sido el de trueque, pues su necesidad y su inteligencia les llevaba, sin duda
alguna, desde la etapa nómada y más al llegar al sedentarismo, a entender los
beneficios que les proporcionaba el intercambio de productos de cacería o de
pesca primero y de agricultura después. Aun en el derecho romano aparecen al
principio sin clara separación el contrato de permuta y el de compraventa. Pero
con la invención de la moneda se superaron las dificultades que para obtener
179
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Indicó que la venta de las cosas que se haga por peso, número o medida queda
perfecta desde que se conviene en la cosa y en el precio, pero no pasa el riesgo al
comprador hasta que se pesen, cuenten o midan. Sí pasa el riesgo al comprador
si no concurre el día señalado para pesarlas, contarlas o medirlas.
180
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
2. Concepto
181
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
3. Elementos
El principio general ha sido siempre que toda persona puede vender a quien
quiera o comprar de quien desee, lo que decida o se le antoje. Sin embargo, la
necesidad de que las relaciones personales discurran con equidad y justicia ha
llevado a limitar la potestad de enajenación y de adquisición. Así es como las
leyes imponen determinadas limitaciones para vender y para comprar.
182
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Ninguno puede vender cosa ajena. La venta de cosa ajena es nula. Artículo
1794.
Sólo puede vender cosa ajena el que tenga autorización expresa del propietario
o proveniente de la ley. Asimismo, quien haya sido autorizado por el juez. Tal
el caso, por ejemplo, de los administradores, representantes, mandatarios,
tutores, guardadores, liquidadores, etcétera. Por tal razón es que la ley indica
que los representantes de menores, incapaces o ausentes y los depositarios,
administradores, interventores o liquidadores no pueden vender los bienes
que tengan a su cargo, sin cumplir previamente las formalidades que para el
caso señala la ley. Artículo 1795.
183
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Creo en cuanto a esto que, aunque el artículo 333 expresa que la venta puede
hacerse extrajudicialmente (lo cual significa únicamente que no es obligatorio
hacerlo en subasta pública ante juez competente), debe preceder autorización
judicial para efectuarla.
Si se vendiere en precio menor, creo que la venta sería válida, por cuanto la
norma no prohíbe celebrar la venta en sí, sino efectuarla en un precio menor
que el de la plaza. La consecuencia tendría que ser que el representante
infractor respondería a su representado por la diferencia de precio, más
intereses legales como compensación de los perjuicios causados.
En principio, pueden comprar cualquier cosa de lícito comercio todas las personas
que tienen capacidad para obligarse. Sin embargo, para evitar aprovechamientos
injustificados o abuso de funciones o facultades, o por otras razones igualmente
importantes, la ley veda a determinadas personas la potestad de adquirir ciertos
bienes por compraventa.
184
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
185
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
f. Los corredores y martilleros jurados, los bienes cuya venta se hace con su
intervención; y los notarios, los bienes cuyas actas de remate autoricen.
186
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El objeto del contrato de compraventa debe ser estudiado en sus dos aspectos
principales: la cosa y el precio.
La cosa
187
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Las cosas, entendidas de la manera antes dicha, deben tener entidad física y
entidad jurídica.
188
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
c. La cosa que se compra habrá de ser ajena, pues nadie puede comprar lo
propio. La única excepción a ello no es propia del Derecho Civil sino del
Derecho Mercantil y se refiere a que: “La sociedad sólo puede adquirir sus
propias acciones en caso de exclusión o separación de un socio, siempre
que tenga utilidades acumuladas y reservas de capital y únicamente hasta
el monto de tales utilidades y reservas, excluyendo la reserva legal. Los
derechos que otorgan las acciones así adquiridas quedarán en suspenso,
mientras ellas permanezcan en propiedad de la sociedad”. Párrafos primero y
cuarto del artículo 111 del Código de Comercio.
189
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El precio
b. Justo. Lo ideal sería que hubiere la más perfecta equivalencia entre el valor de
la cosa y el precio fijado. Dicha perfección es inalcanzable, pero es razonable
aspirar a la mayor aproximación posible, dependiendo de lo que las partes
juzguen conveniente a sus intereses.
Debe tenerse presente, eso sí, que no hay enriquecimiento sin causa en los
contratos celebrados lícitamente, excepto en el caso en que la desproporción
entre las prestaciones de los contratantes sea tal que llegue a constituir usura.
Artículo 1617.
190
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a. Pueden convenir las partes que el precio lo fije un tercero, y si éste no quiere
o no puede hacerlo, el contrato quedará sin efecto. Artículo 1796, primera
parte. En este caso, la designación del tercero la hacen el vendedor y el
comprador de común acuerdo. El tercero es libre de aceptar o no y procederá
de conformidad con las instrucciones que recibiere de los interesados, o a su
libre albedrío si no se le diere ninguna instrucción.
191
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Si la cosa fuere entregada sin fijación de precio, se presumirá que las partes
han aceptado el precio corriente que tenga en el día y lugar en que se hubiere
celebrado el contrato, o el precio medio en caso de diversidad de precios.
Segunda parte del artículo 1796. Adviértase que en este caso la fijación del
precio resulta de una presunción de la ley.
192
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Falta de fijación. Ahora bien, si las partes no fijan el precio y tampoco convienen
forma de determinarlo, no hay compraventa. Primera parte del artículo 1796. Es
decir, el contrato es nulo en forma absoluta por falta de un elemento esencial,
193
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Renta vitalicia como precio de venta. El precio puede consistir también en una
renta o pensión vitalicia a favor del vendedor. Lo que las partes fijan, en tal caso,
es el monto de la pensión periódica que el vendedor se obliga a pagar durante
toda la vida del vendedor. El monto total del precio, es decir, la suma de pensiones
periódicas, es imposible de determinar, puesto que las partes no tienen manera
de saber cuánto tiempo vivirá el vendedor (acreedor rentista).
Los párrafos primero y segundo del artículo 2121 indican que: “Por el contrato
aleatorio de renta vitalicia, una persona transmite el dominio de determinados
bienes a otra que se obliga, en cambio, a pagar periódicamente una pensión
durante la vida del rentista. El rentista puede ser el que transmite la propiedad
de los bienes (...)”.
194
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Elemento formal
195
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Constancia registral del precio. Según el artículo 1135, es obligación del Registro
de la Propiedad, cuando haya de inscribirse algún acto o contrato traslativo de
propiedad en que haya mediado precio, expresar en la inscripción el que resulte
del título, así como especificar si ha sido pagado al contado o se pagará a plazos, y
en este último caso, la forma en que debe pagarse. De igual forma debe proceder
en el caso de permuta o adjudicación de bienes en pago, si uno de los contratantes
quedare obligado a satisfacer al otro alguna diferencia en dinero o especie.
196
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Formalidades para la rescisión por mutuo acuerdo. Las partes pueden rescindir
por mutuo acuerdo la compraventa que hubieren celebrado, siempre que lo hagan
con las mismas formalidades que la ley exigió para la celebración del contrato y
dentro del límite de tiempo que para tal efecto se establece. Artículo 1851.
4. Características
197
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Excepcionalmente hay compraventas que tienen carácter real, es decir, en las que
para su celebración o perfeccionamiento no basta el consentimiento de las partes
sino que se necesita, además, de la entrega de la cosa. Tal es el caso, por ejemplo,
de la venta (cesión a título de venta) de títulos de crédito o títulos valores. Por
ejemplo, la venta de acciones al portador. El vendedor debe entregar los cupones
constitutivos de las acciones al comprador. Mientras tanto, la compraventa no ha
sido celebrada todavía, aunque ya exista consentimiento acerca de cosa y precio.
198
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ii) Aleatoria. Tiene dicho carácter cuando el monto del beneficio o el del
detrimento económico no es conocido al momento de la celebración del
contrato, por razón de que queda sujeto a algo incierto, al azar. Ese es el
199
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
200
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Si se trata de cosa futura, las partes sabrán cuál cosa constituye el objeto de la
compraventa hasta que la misma haya alcanzado existencia, es decir, cuando
49 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Albero. Op. cit., pág. 55.
201
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
de futura pasó a ser cosa presente. Es hasta ese momento en que se transmite
la propiedad de la cosa vendida conforme contrato previamente celebrado.
202
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
203
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
La nulidad sería absoluta por ser la venta contraria a ley prohibitiva expresa
y, además, por falta de un elemento esencial: el consentimiento del verdadero
dueño. Incluso el inciso 11 del Código Penal indica que comete delito de estafa
“Quien enajena separadamente, una cosa a dos o más personas, con perjuicio de
cualquiera de ellas o de tercero”. Lo ilícito de la venta de cosa ajena consiste en
que el vendedor la venda como propia.
Evicción. Quien compró cosa ajena tiene el riesgo de sufrir evicción cuando el
propietario de la cosa le demande judicialmente la restitución, aunque la haya
adquirido con la mejor buena fe, pues como dice Rojina Villegas52, “El sentido
jurídico de la evicción consiste en recuperar en juicio alguna cosa propia quitándola al que
la adquirió en legítimo título”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
205
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. “Si la cosa vendida fuere inmueble o derecho real sobre inmuebles, prevalecerá
la venta que primero se haya inscrito en el Registro, y si ninguna lo ha sido,
será válida la venta anterior en fecha”. Artículo 1808.
i) Si una persona vende a otra una cosa, desde el momento mismo en que
acordaron acerca de la cosa y el precio se transfirió la propiedad al comprador,
de manera que desde ese preciso instante el vendedor dejó de ser propietario
y por consiguiente, no tiene ya facultades para volver a enajenar la cosa. Si lo
hace, está efectuando venta de cosa ajena.
ii) Si la misma cosa mueble hubiere sido vendida a diferentes personas, y quien está
en posesión de la misma, aunque sea de buena fe, no es el primer comprador, la
venta a su favor no puede prevalecer, porque cuando fue efectuada el vendedor
carecía de dominio sobre la cosa, de tal suerte que le vendió y dio posesión de
la cosa alguien que ya no era dueño de la misma. Es decir, se efectuó una venta
de cosa ajena, que de acuerdo con el Código es nula. La posesión de buena fe no
puede subsanar la nulidad de la venta, pues esta nulidad es de carácter absoluto,
habida cuenta que, por una parte, el vendedor no tenía libre disposición de la
cosa, es decir, carecía de capacidad para enajenarla; y por otra, la venta de cosa
ajena atentaría contra el orden público, porque origina inseguridad y falta de
certeza que afecta a toda la sociedad.
c. De igual manera es nula en forma absoluta la venta de quien sin ser el primero
en fecha la inscribió en el Registro. Esto es así por las razones anteriormente
mencionadas y porque, de conformidad con la primera parte del artículo 1146,
“La inscripción no convalida los actos o contratos nulos según las leyes”.
(Recuérdese que la convalidación es posible en el caso de la nulidad relativa
o anulabilidad, pero nunca en el caso de la nulidad absoluta, pues no se
puede revalidar lo que nunca existió jurídicamente).
206
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
A) Permuta
207
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Algunos autores afirman que cuando el contratista pone por su cuenta los
materiales para hacer la obra, lo que se celebra es un contrato de compraventa.
208
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
a. No se trata en el contrato de donación con carga (o, con cargo, como dicen
algunos autores) que el donante esté vendiendo al donatario una parte del
bien (la concerniente o equivalente al monto de la carga) y donándole el resto.
Ello se comprende de manera certera si se toma en cuenta que lo que transmite
la propiedad del bien donado no es el cumplimiento de la carga o prestación
por el donatario, sino la liberalidad del donante aceptada por el donatario.
E) Compraventa mercantil
El artículo 4 del Código de Comercio indica que: “Son cosas mercantiles: 1o. Los
títulos de crédito. 2º. La empresa mercantil y sus elementos. 3º. Las patentes
de invención y de modelo, las marcas, los nombres, los avisos y anuncios
comerciales”.
210
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
7. Efectos jurídicos
211
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Posición del Código Civil. El Código no sigue el principio antes expuesto. Por
el contrario, en el artículo 1813 dispone que: “El riesgo de la cosa recae sobre el
contratante que tenga la posesión material y el uso de la misma, salvo convenio
en contrario”. Ocasiona problema que haya establecido “posesión material y uso”
de la cosa, pues como antes se dijo, el enajenante no puede usar la cosa, salvo
convenio en contrario. Hubiere sido mejor, por lo tanto, que hubiere establecido
únicamente “quien tenga la posesión material de la cosa”.
i) Pérdida o deterioro sin culpa del vendedor (caso fortuito o fuerza mayor): Si
la cosa se pierde sin culpa del vendedor, la obligación quedará sin efecto y se
devolverá lo que se hubiere recibido por cuenta del contrato.
ii) Si la cosa se deteriora sin culpa del vendedor, el comprador podrá res-
cindir el contrato o recibir la cosa en el estado en que se encuentre, con
indemnización de daños y perjuicios, o disminución proporcional del
precio.
212
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
iii) Si la cosa se pierde por culpa del vendedor, éste entregará otra cosa de la misma
especie, calidad y valor, y si hubiere imposibilidad de hacerlo, responderá al
comprador por el valor de la cosa (es decir, le devuelve el precio) y por los
daños y perjuicios ocasionados. Esto último, como sanción a su deficiencia en
el deber de conservación de la cosa.
iv) Si la cosa se deteriora por culpa del vendedor, el comprador podrá recibirla
en el estado en que se encuentre, con disminución proporcional del precio,
o rescindir el contrato y demandar el resarcimiento de daños y perjuicios.
Pero si el deterioro fuere de gravedad tal que inutilice la cosa para el fin para
el que se la quería, se procederá como en el caso de pérdida (Es decir, en la
forma descrita en la literal c, anterior). Artículo 1331.
Tanto el artículo 1790 como el 1809, indican que el vendedor queda obligado a
entregar al comprador la cosa vendida. Es esa, pues, su principal obligación, y
213
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Estado en que se entrega. De conformidad con los artículos 1815 y 1320, la cosa
debe entregarse en el estado en que se hallaba al momento de la celebración
del contrato, salvo, desde luego, que pactaren lo contrario. Por ejemplo, que se
convenga que el vendedor pintará la casa antes de entregarla al comprador.
214
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
con el consentimiento del comprador, éste deberá pagarlas siempre que la cosa le
sea efectivamente entregada. Artículo 1333.
iii) Entrega legal. Es la que, según la ley, hace suponer la entrega de la cosa aunque
materialmente no se haya realizado. Se consideran formas de entrega legal:
la transmisión del conocimiento, certificado de depósito o carta de porte; el
acto consentido por el vendedor, de que el comprador fije su marca en las
cosas compradas, así como cualquier otro medio autorizado por los usos del
lugar.
iii) Si no fijaren plazo, se hará la entrega dentro del que la ley tenga previsto.
iv) Si la ley no fija plazo, se efectuará la entrega dentro del que fije el juez
competente a solicitud del interesado. Artículo 1401.
215
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Las circunstancias especiales podrían ser como las que ejemplifica Brenes
Córdoba53 concernientes a que: “Atiende esto último a los casos en que, tratándose de
ciertos bienes muebles –como un navío, un vehículo terrestre para pasajeros o mercancías,
una bestia–, no se hubieren tenido presentes al contratar por encontrarse distantes a causa
del servicio a que están destinados; porque en ese supuesto se entiende que la tradición
debe hacerse cuando la cosa vuelva a su lugar ordinario de parada: puerto, estación,
caballeriza, o lo que fuere”.
- Incumplimiento
216
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Pago del precio. El pago del precio queda sujeto a las normas siguientes:
217
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Baja del precio. El comprador es responsable de la baja del precio y de las costas,
en la resolución por falta de pago del precio. Artículo 1831.
- Incumplimiento
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Para el caso en que el vendedor opte por demandar el pago, tiene derecho de pedir
embargo de bienes suficientes del comprador, o de sueldos, salarios, honorarios o
cualesquiera otros ingresos dinerarios que éste tuviere, lo cual concederá el juez
en el porcentaje que para cada caso permita la ley, o lo denegará si se trata de
bienes o ingresos inembargables.
Derecho excepcional de embargo. El artículo 306 del Código Procesal Civil y Mercantil
declara inembargables, entre otros, los bienes siguientes: “Los muebles y vestidos
del deudor y de su familia si no fueren, a juicio del juez, superfluos o de lujo, los
libros, útiles e instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión, arte u
oficio a que el deudor esté dedicado, y los sepulcros o mausoleos. No obstante,
pueden los referidos bienes ser objeto de embargo cuando la ejecución provenga
de la adquisición de ellos”. Es decir, cuando por ejemplo el demandante fuere el
vendedor.
ii) “El subastador está obligado a cumplir las condiciones a que se obligó en
el remate, y si no lo hiciere, perderá a favor del ejecutante y con abono a la
obligación por la que se ejecuta, el depósito que hubiere hecho para garantizar
su postura y quedará, además, responsable de los daños y perjuicios que
causare”. Artículo 317.
219
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
ii) Si la cosa le fuere entregada en fardo o bajo cubierta que impida su recono-
cimiento, puede el comprador hacer formal y expresa reserva del derecho
de examinarla. En tal caso puede, dentro de tercero día de efectuada la
entrega, presentar reclamo al vendedor comprobando faltas de cantidad
o defecto de calidad. Artículo 1819. Este derecho es distinto del reclamo
por vicios ocultos de la cosa. Aquí se trata sencillamente de aspectos que
el comprador puede comprobar con sólo abrir el fardo o la cubierta.
iii) Entregadas las cosas vendidas, el comprador no será oído sobre defecto de
calidad o falta de cantidad si, habiendo examinado las cosas en el momento
de la entrega, no hizo reserva alguna de protesta o reclamo. Artículo 1818.
220
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Para que responda de los riesgos de la cosa, es necesario que sea requerido judicial
o notarialmente para recibir la cosa, pues se trata aquí de un caso de mora del
acreedor (mora acipiendi). Si la cosa que debía recibir el comprador fuere inmueble,
puede el vendedor luego de requerir judicial o notarialmente al comprador para
que la reciba, pedir al juez competente el nombramiento de un interventor. Una
vez que éste toma posesión del inmueble, cesa toda responsabilidad del vendedor.
Artículos 1429,1430, 1431, 1415.
221
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
iii) La parte que teme que cumplirá en primer lugar su prestación y que la otra
no podrá posteriormente cumplir la suya, puede abstenerse de cumplir (si
es el vendedor se abstendrá de entregar la cosa; y si fuere el comprador,
rehusará pagar el precio o la parte del mismo que todavía adeude). Para ello
no se necesita autorización judicial previa.
Resolución del contrato. Para impedir las dificultades que podrían derivarse
de la suspensión de cumplimiento, y para no dejar vigente un contrato que
una parte no puede y la otra no quiere cumplir, quien ha rehusado efectuar
su prestación debe demandar la resolución del contrato, con base en el párrafo
segundo del artículo 1535. Corresponderá al demandante probar la disminución
patrimonial sufrida por el demandado, circunstancia con la que el demandante
justifica, por una parte, su abstención de efectuar la prestación a su cargo y, por
la otra, fundamenta la demanda de resolución del contrato.
8. Clases
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
223
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Se celebra cuando la cosa objeto de la venta ya existe, por haber nacido o haber
sido creada con anterioridad, en el momento de la celebración del contrato. Ello
permite su certera individualización y su descripción exacta en el documento
que se suscriba, con todos los datos y características que permitan identificarla
plenamente.
224
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El artículo 491 establece al respecto que: “Todo condueño tiene la plena propiedad
de la parte alícuota que le corresponde y la de sus frutos y utilidades pudiendo,
en consecuencia, enajenarla, cederla o gravarla y aun ceder únicamente su
aprovechamiento, salvo si se tratare de derecho personal. Pero el efecto de la
enajenación o gravamen con relación a los condueños, estará limitado a la porción
que se le adjudique en la división al cesar la comunidad. Los condueños gozan
del derecho de tanteo que podrán ejercitar dentro de los quince días siguientes de
haber sido notificados del contrato que se pretende celebrar”.
El párrafo primero del artículo 1805 indica que: “Pueden venderse las cosas futuras,
antes de que existan en especie”.
Cosa futura. Debe entenderse por cosa futura aquélla que, si bien no existe todavía
en el momento de la celebración del contrato, hay razonable posibilidad de que
llegará a existir. Es acertado pensar que el vendedor queda obligado a realizar
los trabajos o diligencias indispensables para que la cosa nazca o sea creada
225
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El autor Rojina Villegas explica que: “Desde el punto de vista estrictamente jurídico,
esta modalidad provoca un verdadero problema en el derecho, porque la venta de cosas
futuras, cuando éstas no llegan a existir, en teoría debería ser jurídicamente imposible.
Hemos dicho que el objeto en los contratos debe llenar requisitos de posibilidad física
y jurídica; que la cosa en las obligaciones de dar debe existir en la naturaleza, y que se
permite que el contrato recaiga sobre cosas futuras porque se admite la posibilidad de
que éstas existan. Pero en esta modalidad se parte de la hipótesis de que las cosas pueden
no existir, y que, aun cuando no existan, la venta es válida y el vendedor tiene derecho
al precio, es decir, estamos admitiendo un contrato de compraventa sin cosa, o en otras
palabras, se está reconociendo la validez de un negocio jurídico inexistente. La razón está
en que es un contrato aleatorio; pero la aleatoriedad desde un punto de vista estrictamente
jurídico no debe llegar al grado de afectar la existencia misma del contrato. Puede haber
aleatoriedad dentro de la existencia del acto, como existe en los otros contratos aleatorios.
La renta vitalicia es aleatoria porque no se sabe el monto de las prestaciones que se pagarán
durante la vida del acreedor; pero tiene un objeto posible y existente desde que el negocio
se celebra. En el contrato de seguros, el carácter aleatorio no destruye el objeto, ya que las
prestaciones de las partes existen. En cambio en la compra de esperanza o en la venta de
cosas futuras se da el caso de un contrato sin objeto”.
226
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El párrafo primero, parte final, del artículo 1805 indica que puede venderse una
esperanza incierta.
227
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El Código sólo permite el riesgo en los contratos de renta vitalicia, loterías, rifas,
apuestas y juegos (no calificados como ilícitos, desde luego), y como medio de
dividir cosas comunes (partición) o de terminar cuestiones (transacción). Artículo
2150.
228
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Se puede vender, establece el artículo 1805, párrafo primero, una cosa o derecho
litigioso. Se trata, en tal caso, de alguna cosa o derecho acerca del cual el vendedor
demandó a alguna persona, o sobre la que una tercera persona demandó al
vendedor, por cuyo motivo se abrió proceso judicial que aún no está concluido.
229
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Está, por consiguiente, en litigio. Por supuesto, la venta de cosa o derecho litigioso
podrá celebrarse siempre que no haya alguna medida judicial precautoria que lo
impida (por ejemplo, el embargo).
Advertencia del litigio. Para garantizar que el comprador esté enterado del litigio
pendiente al momento de comprar, el párrafo segundo del artículo 1805 condiciona
la validez del contrato a que el vendedor instruya previamente al comprador
acerca del litigio pendiente y así se haga constar en el contrato. De igual manera,
el artículo 30 del Código de Notariado impone la obligación de hacer constar en el
contrato los gravámenes o limitaciones que puedan afectar los derechos del otro
contratante y exige al notario advertir a las partes de las responsabilidades en
que incurrirán si no lo hacen.
230
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El artículo 553 del Código Procesal Civil y Mercantil establece, respecto de lo anterior,
que: “Cuando proceda la intervención de terceros, de conformidad con el artículo
57, se oirá por veinticuatro horas al emplazado. Si hubiere controversia acerca de
si éste debe o no salir del proceso, se tramitará y resolverá como incidente, sin
que se interrumpa el curso del proceso principal. Si el emplazado se apersonare
en el proceso, será tenido como coadyuvante de la parte con quien esté vinculado
el interés que él tenga. Si asume la responsabilidad del proceso, se le tendrá como
parte principal”.
El párrafo segundo del artículo 1805 permite la venta de cosas con limitaciones
(por ejemplo, un bien inmueble cuyo usufructo pertenece a persona distinta del
vendedor, o una casa cuyas paredes son medianeras), gravámenes (por ejemplo,
un bien mueble gravado con prenda, un inmueble gravado con hipoteca), o
cargas (por ejemplo, un inmueble que en calidad de predio sirviente soporta
servidumbres, un inmueble que soporta multas por construcciones ilegales).
231
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 1806 autoriza este tipo de venta estableciendo que: “Se puede vender
un derecho hereditario, sin especificar los bienes de que se compone; y en tal
caso, el vendedor sólo responderá de su calidad de heredero. El vendedor deberá
pagar al comprador las cosas de la herencia, de las que se hubiere aprovechado;
y a su vez, el comprador, satisfacer al vendedor las deudas y cargas que en razón
de la herencia hubiere pagado”.
232
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El párrafo primero del artículo 455 del Código Procesal Civil y Mercantil establece al
respecto que “Pueden promover el proceso sucesorio los que tengan interés en la
herencia, tales como el cónyuge supérstite, los herederos, el Ministerio Público,
los legatarios, los acreedores, el albacea o por otro concepto similar”.
233
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
234
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El artículo 1799 establece que en tal clase de compraventa, las cosas “no se
consideran vendidas hasta que el comprador quede satisfecho”.
Es importante destacar que ninguno tiene obligación de someter la cosa que desea
vender al gusto de ningún potencial comprador. Si lo hace es por su interés de
vender, y lo que celebra para tal efecto es una oferta de contrato mediante la cual
el oferente accede a someter la cosa a la aprobación del potencial comprador como
paso previo a celebrar la venta si la cosa fuere del agrado de éste. Esta oferta de
contrato no constituye promesa de contrato, pues el potencial comprador no está
obligado a celebrar la compraventa ni aun en el caso de que la cosa le haya agradado.
El vendedor sí tendría obligación de vendérsela una vez la otra parte le conteste
afirmativamente la oferta de contrato que le hizo, pues está obligado a sostener su
ofrecimiento durante el plazo que él mismo hubiere fijado o, en su defecto, dentro de
un plazo razonable para que el destinatario le notifique su decisión.
235
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Herrera55 expresa que “El punto debatido en este caso, es el siguiente: ¿La condición
depende del gusto personal del comprador que puede rechazar la cosa a su arbitrio o debe
sujetarse la condición a un gusto general que obligue al comprador, a pesar suyo, cuando
la cosa es de género corriente y debe recibirse boni viri arbitrio. La solución que se impone
por la mayoría de autores es que, en tales circunstancias, debe estimarse la intención de
las partes y las circunstancias especiales de cada caso”.
El párrafo primero del artículo 1799 la regula estableciendo que: Las cosas que
las partes convienen en sujetar a prueba antes de comprarlas, no se consideran
vendidas hasta que el comprador quede satisfecho.
ii) Que el posible comprador dará su consentimiento hasta que quede satisfecho
luego de someter a prueba la cosa que se le entregó, durante el período
convenido o en su defecto durante el plazo legal. (La norma indica que la
cosa no se considera vendida hasta que el comprador queda satisfecho).
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Respecto del plazo, el párrafo segundo del artículo 1799 indica que: “El plazo para la
prueba, salvo estipulación, es de tres días, contados desde que el comprador las
ponga (se refiere a las cosas cuya venta se ofrece) a disposición del comprador;
y si éste no aceptare dentro de dicho término, se le tendrá por desistido del
contrato”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 1800 lo regula así: “La compra sobre muestras, lleva implícita la
condición de resolver el contrato si las cosas no resultaren conformes con las
muestras”.
Rojina Villegas57 opina acerca de esta clase de compraventa que: “En sentido
restringido la compraventa sobre muestras es aquella que se realiza sobre una parte
desprendida de la cosa que se llama muestra, o en ocasiones sobre un objeto que es el
término de comparación igual de todos los demás que van a venderse. En una compraventa
sobre acero se puede dar un pedazo de acero como muestra, pero en una venta de tornillos,
se da el objeto mismo en su individualidad, es decir, un tornillo. No podemos decir que
éste sea una cosa desprendida del objeto, como sí lo es el pedazo de casimir que se nos da
como muestra, de tal suerte que no siempre esta compraventa recae sobre una parte de la
cosa”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
La regula el párrafo primero del artículo 1802, en la forma siguiente: “Vendida una
cosa expresando su especie y calidad, el comprador tiene derecho de que se
resuelva el contrato si la cosa no resulta de la especie y calidad convenidas”.
239
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Se trata de la venta de cosas presentes por razón de que ya existen, pero están en
camino hacia el lugar donde deben ser entregadas. Sería el caso, por ejemplo, de
la venta de automóviles que ya salieron del lugar donde fueron fabricados, pero
el barco que los trasporta todavía está navegando hacia Guatemala.
Este tipo de compraventa está sujeta en virtud de lo establecido por el artículo 1802
a dos condiciones: que las cosas lleguen en buen estado y en el tiempo convenido.
Por cualquiera de ambas tiene el comprador el derecho de resolver el contrato. Es
decir, el riesgo de pérdida o deterioro de la cosa es siempre a cargo del vendedor.
En las compraventas mercantiles no sucede siempre así. Ver artículos 696 a 704 del
Código de Comercio.
Rojina Villegas59 expresa que “En materia de inmuebles existen dos clases de
ventas: ad corpus y ad mennsuram. Las primeras son ventas a precio alzado; las
segundas, son ventas en las que el precio se fija en función de una unidad de
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El párrafo primero del artículo 1820 la regula de la manera siguiente: “Si la venta fuere
de bienes inmuebles y se hubiese hecho fijando su área, o a razón de un precio por
unidad de medida, el comprador está obligado a pagar lo que se halle de más y
el vendedor a devolver el precio correspondiente a lo que se encuentre de menos,
siempre que el exceso o falta, no pase de la décima parte del todo vendido”.
Caducidad. El plazo para ejercitar las acciones arriba referidas caduca (prescribe,
según establece la ley) en un año contado a partir de la fecha de celebración del
contrato o del día fijado por las partes para fijar la medida. Párrafo segundo del
artículo 1820.
Desde luego, la medición no se efectúa sólo que las partes así lo hayan convenido.
Cualquiera de ellas podría realizarla posteriormente a la celebración del contrato.
241
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Sólo que, en ese caso, el vendedor, por no tener ya la propiedad ni la posesión del
inmueble, tendría que contar con el consentimiento del comprador o con autorización
de juez competente.
Plazo para el pago. Según el artículo 1821, el comprador debe pagar inmediatamente
la diferencia de precio a su cargo, y si no puede hacerlo, el vendedor estará obligado
a concederle un plazo. Si se negare, el plazo lo acordará el juez y el mismo no podrá
exceder de tres meses contados a partir de la aprobación de la medida.
Por otra parte, la norma referida ordena contar el plazo que fije el juez a partir de la
aprobación de la medida. De esto resulta que, si una de las partes no la aprueba, el
plazo para el pago no puede comenzar a contarse, en cuyo caso habrá que acudir al
juez competente, en juicio, para obtener la declaratoria de aprobación de la medida.
En el caso que el comprador opte por la rescisión del contrato, podría invitar
al vendedor a rescindir por mutuo acuerdo el contrato. En caso de negativa de
aquél, tendría que demandar judicialmente la rescisión.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
o. Ventas forzosas
Hay circunstancias en las que las personas venden determinadas cosas que
les pertenecen, no porque espontáneamente quieran hacerlo, sino porque
judicialmente se les obliga. Entre los casos de esa índole están:
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
iii) Cuando dentro del juicio de partición de la cosa común, el juez decida que
procede su venta en pública subasta. Artículos 222 y 224.
Tampoco aquí puede decirse con seguridad que hay compraventa. Los
copropietarios realmente no venden sus partes alícuotas, sino que se ven
forzados a subastar. Además, lo que recibe cada condómino no es un precio,
sino el porcentaje que por su parte alícuota le corresponde del monto de la
liquidación del remate.
iv) Todo caso en que, en juicio ejecutivo, se ordene la venta en pública subasta de
los bienes del deudor.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
establece en los casos en que hay algún interés social en que la venta quede a cubierto de
todo manejo indebido; y en que es preciso promover lo mejor para las personas a quien
pertenece en todo o en parte; pues claro está que, publicándose la venta y admitiéndose
competencia entre los que propongan comprar, se obtendrá mejor precio, al mismo tiempo
que se quita toda sospecha de que el vendedor sea perjudicado”.
Messineo, citado por Rojina Villegas, explica que: “En la venta llamada en remate
o en pública subasta la determinación del precio tiene lugar de un modo peculiar. Aquí
el precio es el resultado de una competición entre oferentes, en la que la cosa queda
adjudicada (esto es, vendida) a aquel que ofrezca el precio más alto, es decir, que ofrezca un
aumento sobre la oferta anterior (...) En otras palabras se forma un mercado, aunque sea
restringido, en relación a la cosa que se vende; del mismo nace el precio en concreto, que
es obligatorio para el adjudicatario. Aunque tales principios se refieran a la venta forzosa,
se pueden extender también a las ventas hechas en subasta libre (o voluntaria)”.
Naturaleza. Es difícil poder admitir que las ventas en subasta pública forzosa
constituyan realmente compraventas, pues se trata no de una persona que
voluntariamente quiso vender, sino de un deudor o de otra persona sujeta a
proceso, que por determinación de la ley y por decisión legítima de autoridad
competente, es desposeído de su derecho de propiedad, el cual es transferido a la
persona a quien se le adjudicó la cosa en remate.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Rojina Villegas61 ilustra lo anterior diciendo que: “Hay una doble manifestación de
voluntades, tanto por parte del juez que ordena la enajenación de los bienes, como por
parte del adquirente. Tiene la forma del contrato y, en principio, se considera que si el
dueño de la cosa firma voluntariamente la escritura de enajenación existe dicho acto; pero
si no lo hace, en rebeldía la firma el juez. Aun en el caso de que el dueño de los bienes
o ejecutado, esté conforme en otorgar la escritura pública o privada, no existe sino una
apariencia de contrato en la redacción de ese documento. Propiamente este acto jurídico
es consecuencia de uno anterior, en que el juez ha decretado el remate o venta judicial
de la cosa. Posteriormente el dueño podrá dar su conformidad firmando el documento
respectivo como título para el adquirente; pero sustancialmente la enajenación se llevó a
cabo por la subasta pública sin la conformidad del ejecutado”.
Tres son las posiciones doctrinarias más conocidas respecto de la venta en pública
subasta por orden de juez:
Creo que es esta última la más acertada y la que sigue el Código. El juez cumple
una función pública en ejercicio de las atribuciones de su cargo. Por esa razón
es que no tiene derecho de saneamiento el adjudicatario del remate, pues sería
absurdo que el Estado tuviere que indemnizarle si pierde total o parcialmente la
cosa adquirida o si ésta tiene vicios ocultos anteriores al remate.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
9. Pactos especiales
Las partes son libres de someter a pactos o convenios especiales las compraventas
que celebren, siempre que con ello no contraríen la ley ni el orden público. Los
pactos previstos en el Código Civil son los siguientes:
A) Pacto comisorio
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Rojina Villegas62 indica que por dicho pacto “Se conviene que si hasta cierto tiempo
que se determina, hubiere quién dé más por la cosa, la devuelve el comprador. Cuando existe
dicho pacto, el comprador aunque disfruta de la cosa como dueño, no puede enajenarla ni
gravarla sino con las limitaciones de su derecho hasta que pase el tiempo convenido; pero
después de él, sin necesidad de nueva tradición, adquiere los derechos de un modo absoluto”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El precio mayor que ofrece el tercero no debe tener como causa mejoras
que el comprador haya hecho en la cosa. Tanto es así, que si se ve obligado
a devolver la cosa en virtud de la adición en día, le deben ser pagadas las
mejoras no separables.
Esta rescisión, que puede realizarse después de que ha sido entregada la cosa
y pagado el precio, contradice la norma general relativa a que únicamente
pueden rescindirse los contratos todavía no consumados, es decir, los que
estuvieren aún pendientes de cumplimiento (artículo 1579). El párrafo tercero
del número 42 (Libro V) de la Exposición de Motivos del Código Civil razona que:
“Los casos que regula este capítulo exigen que el contrato sea válido y que no
se haya consumado, pues si las obligaciones se encuentran extinguidas por el
cumplimiento y se pretende deshacer el contrato, lo que ocurre propiamente
es la celebración de un nuevo convenio, pero no la extinción de lo que ya
estaba extinguido”.
251
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Lo anterior quiere decir que el pacto de adición en día opera una sola vez,
puesto que, si ante el ofrecimiento de un precio mayor el comprador ejercitó
ya su derecho de preferencia, aunque el plazo del pacto aún no hubiere
vencido, se tiene por caducado y no se acepta que otra tercera persona ofrezca
un nuevo precio mayor por la cosa.
252
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Mejoras. De conformidad con el artículo 1850: “Las mejoras que hubiere hecho el
comprador en la cosa y el aumento de precio que éste tenga por el transcurso del
tiempo, deben serle pagados si por el ofrecimiento de precio mayor se rescinde
la venta”. Como la norma no especifica a qué clase de mejoras se refiere, debe
entenderse que a cualquiera, inclusive las de lujo o recreo.
253
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El pacto puede referirse, pues, al pago de la totalidad del precio o a alguna condición
que las partes pactan. Sin embargo, es casi siempre lo primero lo que constituye la
esencia del pacto. No se suele sujetar a algún tipo de condición diferente.
Sin perjuicio de admitir que constituye una manera ingeniosa por la que
el vendedor busca asegurarse que el comprador le pague la totalidad del
precio, y en caso contrario recobrar la cosa vendida, es evidente que el pacto
de reserva de dominio difiere la transmisión de la propiedad, no porque sea
imposible transmitirla inmediatamente como sucede, por ejemplo, cuando
se trata de cosa que todavía no está individualizada, sino porque siendo
posible transmitirla de inmediato, las partes deciden de común acuerdo
postergarla.
254
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
siquiera eso si pacta con el vendedor lo contrario. El artículo 1840 indica que:
“El vendedor puede reservarse la entrega material de la cosa para cuando
el precio se haya acabado de pagar, o cuando hubiere entregado un número
determinado de abonos. En estos casos, si el contrato se resuelve, el vendedor
devolverá las sumas que haya recibido y los intereses legales si no estuvieren
estipulados. El comprador que hubiere pagado la mitad del precio o más,
puede exigir que el vendedor le garantice la entrega de la cosa o la devolución
de los abonos si el vendedor se negare”.
255
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
De ahí que, una vez pagada la totalidad del precio, el comprador tiene la
propiedad plena, incondicionada de la cosa, en virtud de que, lo que era un
contrato condicional de compraventa, pasó a ser un contrato absoluto, es decir,
no sometido a ninguna condición.
La parte final del artículo 1834 ordena que el vendedor a quien se pagó la totalidad
del precio dé aviso, dentro de los ocho días siguientes, al Registro General de la
Propiedad, para que se anote que ha concluido la reserva de dominio; y que si
no lo hace, deberá pagar una multa de diez quetzales. Aparte de lo irrisorio de la
multa, la norma omite decir a quién y dónde se paga.
Pero lo más grave es, sin duda alguna, el caso de que el vendedor omita dar el
aviso y pague la multa. El quedó solvente de su obligación, pero el comprador no
ha obtenido la anotación registral que demuestre fehacientemente que concluyó
la reserva de dominio y ha pasado el comprador a ser propietario pleno. En tal
256
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
257
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Bienes muebles
i) “Serán por cuenta del comprador todos los gastos de uso, conservación y
reparaciones de la cosa mueble, así como el pago de impuestos y licencias”.
Párrafo primero del artículo 1838.
iii) “Si la venta fuere de bienes muebles, el vendedor tiene derecho en caso
de resolución del contrato, de hacer suyos los abonos pagados, como
indemnización por el uso y depreciación de la cosa”. Parte primera del artículo
1837. (Ver, asimismo, parte final del artículo 1841). Es decir, puede el vendedor
hacer suyos la totalidad de los abonos pagados.
258
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
que el vendedor ha tenido que hacer las gestiones legales indispensables para
resolver el contrato y recuperar la cosa, la vende de nuevo y obtiene ganancia,
dicho lucro debiera corresponderle íntegramente, pues él no causó al primer
comprador ningún detrimento económico. Por el contrario, si los hubiere
sufrido, ha sido porque el comprador se los habría causado a sí mismo con su
incumplimiento.
a. Mejoras y daños. “La cosa será recuperada por el vendedor abonando el valor
de las mejoras que no sean separables, pero tendrá derecho a ser indemnizado
por los daños que el comprador hubiere causado a la propiedad”. Párrafo
primero del artículo 1839.
b. Frutos, rentas e intereses. ”Si la cosa produjo frutos o rentas, el comprador los
devolverá al vendedor; pero si en los abonos se hubieren incluido intereses,
se hará compensación entre aquéllos y éstos, devolviéndose únicamente la
diferencia si la hubiere”. Párrafo segundo del artículo 1839.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
De manera tácita, la norma transcrita califica como de adhesión los contratos que
se celebren con compañías o empresas lotificadoras o constructoras. Este asunto
no es exclusivo de la reserva de dominio que en esa clase de contratos pudiere
pactarse, sino también de las normas y tarifas que se establecieren. Artículo
1520.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Los autores Mazeaud65, que no comparten la tesis expuesta, argumentan que: “Con
frecuencia se ha analizado la venta a plazos con reserva de dominio como una compraventa
condicional; ya sea como compraventa bajo la condición resolutoria de la falta de pago, en
cuyo caso la transmisión de la propiedad, que se efectúa desde la perfección del contrato, se
invalida retroactivamente por la falta de pago de un vencimiento del precio, mientras que
el riesgo sigue, no obstante, a cargo del comprador hasta la resolución; o ya sea como una
compraventa bajo la condición suspensiva del cobro del precio, en cuyo caso la transmisión
de la propiedad y la del riesgo no se efectúa si no han sido pagados todos los vencimientos.
Pero ni uno ni otro análisis puede ser tenido en cuenta: El hecho que aparece elegido
como condición es, en efecto, el cobro del precio; ahora bien, no resulta posible elegir como
condición el elemento esencial de un contrato; vender bajo la condición de que se pagará el
precio no es concluir una compraventa condicional, sino una compraventa pura y simple;
porque, en toda compraventa, el comprador está obligado a pagar el precio”.
261
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Es difícil saber a qué se debe esa falta de preferencia en bienes inmuebles (en los
que se prefiere la hipoteca) y en muebles registrables (en los que tiene mayor
aceptación la prenda con desplazamiento).
Como el vendedor con reserva del dominio cede únicamente la posesión y el uso
del vehículo vendido, pero conserva la propiedad, tiene la calidad de propietario
en tanto no la transmita luego del pago total del precio, y por lo tanto, le
corresponde la responsabilidad solidaria de que habla la norma antes transcrita.
D) Pacto de preferencia
262
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
F) Cláusula de arrepentimiento
Consiste en que las partes convienen que una de ellas, o ambas, tienen derecho
de dejar sin efecto el contrato, dentro de determinado plazo, si se arrepiente de su
celebración. No tendría para hacerlo que invocar causa alguna.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Los autores Mazeaud66 se refieren a lo anterior diciendo que: “Se admite que
no se trata de una posibilidad, conferida al vendedor, para volver a comprar la cosa
que ha vendido; lo cual implicaría una promesa unilateral de venta consentida por
el comprador al vendedor, y luego un segundo contrato de compraventa concluido
en sentido inverso al primero y que seguiría a éste. Se está en presencia de una
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
compraventa única; pero concluida bajo la condición resolutoria del ejercicio del
retracto”.
Cruz68, refiriéndose a su inclusión en el Código Civil de 1877, dice que “La ley lo
admite con el objeto de que el propietario que se ve en la necesidad de deshacerse de una cosa,
pero tiene esperanza de conseguir pronto recursos para rescatarla, no quede enteramente
privado del derecho de recobrarla; mas como al propio tiempo, no es conveniente que
esté inseguro el dominio; y como por otra parte, si se ejercitara el derecho después de
un plazo largo, los gastos y las mejoras hechas en la cosa darían lugar a más difíciles
complicaciones de intereses, está establecido que no se pueda estipular la retroventa por
tiempo que pase de un año”.
265
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El Código admite que, aunque no se haya convenido con anterioridad, las partes
pueden rescindir por mutuo acuerdo el contrato de compraventa que los vincula.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Regula dicha rescisión el artículo 1851, en los términos siguientes: “La rescisión
voluntaria de la venta sin pacto especial previo, solamente puede hacerse dentro del año
de la celebración del contrato, si se tratare de bienes inmuebles, o derechos reales sobre los
mismos y dentro de los seis meses, si se tratare de otros bienes”.
Desde luego, el contrato que se rescinde debe estar parcial o totalmente pendiente
de cumplimiento. Artículo 1579.
Creo, con fundamento en lo anterior, que la ley debió, como lo hace en los demás
contratos, dejar en libertad al vendedor y al comprador para rescindir el contrato
cualquiera que fuese el tiempo transcurrido desde su celebración, siempre que
aún esté pendiente de cumplimiento. Esto último porque como lo establece el
propio Código Civil en su exposición de motivos: no es posible la extinción de lo
que ya está extinguido.
267
Capítulo II
El contrato de permuta
1. Antecedentes
En el derecho romano, indica Brenes Córdoba69, “era uno de los contratos innominados
que se enunciaba con la frase “doy para que des” (do ut des): era real y, en consecuencia, se
perfeccionaba por la entrega recíproca de las cosas cambiadas. La escuela de los sabinianos
que se esforzaba por suprimir los contratos innominados haciendo entrar cada uno de ellos
en la clase de los nominados con que tuviera mayor semejanza, incluía la permuta en la
compraventa. Con todo, el parecer de la escuela opuesta, la de los proculeyanos, según el
cual el cambio de cosa por cosa constituye un contrato particular distinto de la compraventa,
fue el que prevaleció en los tiempos antiguos y ha prevalecido en los modernos”.
269
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
70 Garrido, Roque Fortunato y Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 55.
71 Rojina Villegas, Rafael. Op. cit., pág. 409.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
2. Concepto
La permuta es el acuerdo de voluntades por medio del cual una parte transmite a
la otra la propiedad de una cosa, a cambio de la propiedad de otra cosa que ésta
a su vez le transmite.
Garrido-Zago72 la definen como: “Aquel contrato celebrado entre las partes y que tiene
por finalidad específica la transferencia de cosas u objetos. Es decir que, acordadas las
partes sobre los valores de las cosas que quieren intercambiarse, resuelven transferirse
recíprocamente sus titularidades. Como, evidentemente, no todas las cosas tienen
exactamente el mismo valor, la permuta permite que las partes, cuando así lo entiendan,
reconozcan a favor de la que posee el objeto de mayor valor un saldo, que podrá ser abonado
con una suma de dinero compensatoria de la diferencia”.
El artículo 1852 la define así: “La permuta es un contrato por el cual cada uno de
los contratantes transmite la propiedad de una cosa a cambio de la propiedad
de otra. Cada permutante es vendedor de la cosa que da y comprador de la que
recibe en cambio; y cada una de las cosas es precio de la otra”.
3. Elementos
A) Subjetivo o personal
Los permutantes deben ser personas capaces en sentido general y, además, ser
capaces para enajenar las cosas que intercambiarán.
72 Garrido, Roque Fortunato, y Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 153.
271
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Prohibiciones. En virtud de que según el párrafo final del artículo 1852: “Este
contrato se rige por los mismos principios del contrato de compraventa, en lo
que fueren aplicables”, aquéllos a quienes la ley les prohíbe vender o comprar,
también tienen prohibido permutar. De esa cuenta, sería nula la permuta
celebrada entre marido y mujer, lo mismo que las permutas celebradas por sí
o por interpósita persona, por cualquiera de las personas mencionadas en el
artículo 1793.
B) Objetivo o real
El objeto de la permuta está integrado por las cosas que se intercambian. Si bien
lo más frecuente ha sido siempre el trueque de cosas corpóreas, es posible la
permuta de cosas incorpóreas como los derechos reales y los derechos personales.
Por ejemplo: la permuta de derechos de usufructo, la permuta de créditos, es
decir, acreedurías. Igualmente pueden permutarse títulos. Por ejemplo, acciones
de sociedades, cheques.
Las cosas corpóreas o incorpóreas deben tener posibilidad física, es decir, tratarse
de cosas presentes o futuras; y posibilidad jurídica, entendida como tratarse de
cosas de lícito comercio, y por lo tanto, susceptibles de enajenación.
C) Formal
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
c. Es un contrato absoluto, pero puede por acuerdo de las partes ser sometido a
condiciones suspensivas o resolutorias.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
La permuta es, sin lugar a dudas, un contrato que transmite la propiedad de las
cosas que las partes se intercambian, con la peculiaridad que dicha transmisión es
recíproca entre los permutantes. El momento en que dicha transmisión ocurre, así
como lo concerniente al riesgo de las cosas objeto del contrato, debe determinarse
atendiendo a lo que sobre el particular establece el Código respecto del contrato
de compraventa.
A) Compraventa
B) Dación en pago
274
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
7. Clases
Los autores Mazeaud73 dicen que: “El saldo es una suma de dinero que uno de los
permutantes le abona a otro para compensar la diferencia entre el valor de la cosa que
recibe y el valor más escaso de la cosa que entrega. La permuta sin saldo es enteramente
distinta de la compraventa; no contiene ninguna estipulación de pago de una suma de
dinero, de un precio, ni siquiera parcial. La permuta con saldo se parece tanto más a la
compraventa cuando más importante sea el saldo”.
El artículo 1853 indica que: “Si la cosa que se entrega se ha de pagar parte en
dinero y parte en otros bienes, el contrato será de permuta siempre que la porción
estipulada en dinero no llegue a la mitad del precio”. Obviamente, si la referida
porción llega a la mitad del precio o más, el contrato será de compraventa con
precio mixto (parte en dinero y parte en especie).
8. Efectos jurídicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
9. Incumplimiento
Si uno de los permutantes no cumple con entregar la cosa que cambió, por
razón del carácter bilateral de la permuta puede el otro optar entre demandar el
cumplimiento forzoso o la resolución del contrato, y el resarcimiento de daños y
perjuicios. Artículos 1534, 1535, 1536 y 1537.
Contiene, antes dije, dos normas interesantes que no serían discrepantes dentro
de la regulación actual y que, por su puntualización rigurosa, son dignas de
mención. Dichas normas son:
Actualmente tampoco lo es, pues se supone que nadie permutaría una cosa
propia cuyo estado y valor conoce, por otra que es desconocida para él, salvo
el caso de no tener confianza en la honorabilidad y buena fe de su contraparte.
En todo caso, pueden incluirse en el contrato cláusulas de indemnización o
garantías idóneas para prevenir fraudes y daños.
b. Artículo 1657. “Si se prueba que una de las cosas permutadas no es del que la
ha contratado como dueño, no estará obligado a recibirla el otro contratante,
ni a entregar la que él ofreció; y si después de haberse verificado el cambio de
las cosas, se comprobare ser ajena una de ellas, se las devolverán recíproca-
276
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Nótese que, por una parte, autoriza al permutante que sabe que la cosa que
se le dará en cambio es ajena, a retener la propia y negarse a recibir la ajena;
y por otra, que si ya se verificó la entrega, la circunstancia de que una de las
cosas sea ajena autoriza al permutante que la recibió a demandar la rescisión
judicial del contrato y a cobrar los daños y perjuicios que con tal motivo
hubiere sufrido.
En la forma anterior lo concibe Brenes Córdoba74 cuando dice que: “La permuta
encierra, pues, una doble venta, sólo que en vez de mediar precio en dinero como en las
ventas propiamente tales, cada una de las cosas permutadas constituye el precio de la
otra. Por lo mismo, los preceptos que rigen la compraventa en general, son aplicables
al contrato de permuta, con las modificaciones requeridas por la especialidad del caso.
Así, la acción reivindicatoria que diera por resultado que uno de los objetos saliera del
poder de su adquirente, es susceptible de producir la invalidación de la permuta por faltar
el valor representativo del precio que recibiera el contratante perdidoso, a causa de la
reivindicación. Y si una de las partes antes de hacer entrega de la cosa que convino en
permutar, conociere y probare que la otra que le fue entregada o que se pretende entregarle
no pertenece a quien ha tratado de enajenarla, no estará obligada a dar la que ofreció,
bastándole devolver la que hubiere recibido, puesto que en realidad es como si en una
venta común debiendo pagarse el precio de presente, el comprador no lo satisfaciera o
intentara entregar uno ficticio”.
277
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El único comentario que creo oportuno hacer a la opinión del ilustre jurista
costarricense es que, en el ámbito jurídico guatemalteco, la pérdida que sufriere
el permutante por reivindicación que de la cosa hiciere un tercero (con derecho
anterior, obviamente), se resolvería mediante la acción de saneamiento por
evicción.
Rescisión por mutuo acuerdo. Partiendo de que la permuta se rige por los
principios de la compraventa, en lo que fueren aplicables, debe entenderse que
los permutantes pueden rescindir por mutuo acuerdo el contrato que celebraron,
siempre que el mismo esté pendiente de cumplimiento, y que celebren la rescisión
dentro del plazo de seis meses si se trata de bienes muebles, y dentro del de un
año si lo permutado fueren bienes inmuebles.
278
Capítulo III
El contrato de donación (donación entre vivos)
1. Antecedentes
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Declaró nulas las donaciones de bienes futuros; las celebradas entre marido y
mujer durante el matrimonio; las hechas por quienes tuvieren ascendientes o
descendientes, si comprendían bienes que sobrepasaran el mínimo que en tales
casos permitía; las donaciones de inmuebles a favor de manos muertas; las que
hiciere la persona a su confesor o a parientes consanguíneos de éste dentro del
cuarto grado, o afines dentro del segundo; y las hechas en fraude de acreedores.
Puntualizó que no hace donación “el que repudia una herencia, legado o
donación, o deja de cumplir la condición a que está subordinado un derecho
eventual, aunque así lo haga con el objeto de beneficiar a un tercero”. Tampoco
“hace donación a un tercero el que a favor de éste se constituye fiador, o constituye
una prenda o hipoteca; ni el que exonera de sus obligaciones al fiador o remite
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
una prenda o hipoteca, mientras está solvente el deudor; pero hace donación el
que remite una deuda, o el que paga a sabiendas lo que en realidad no debe”.
2. Concepto
Messineo, citado por Rojina Villegas75, la define como: “Un contrato (con prestación
de un solo lado), en virtud del cual una de las partes, (donante), por espíritu de liberalidad,
y, por tanto, espontáneamente, procura a la otra (donatario), un enriquecimiento (ventaja
patrimonial); o transfiriéndole su propio derecho, o constituyéndole un derecho, o
renunciando un derecho a favor de ella, o asumiendo respecto a ella una obligación (de
dar, o de hacer, o de no hacer)”.
Bibiloni, citado por Garrido-Zago76 entiende que: “Hay donación cuando una
persona, a expensas de su patrimonio, enriquece a otra por un acto entre vivos, y las
partes están de acuerdo en que la disposición es a título gratuito”.
281
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Giscard, citado por Rojina Villegas77, define la donación entre vivos como “El acto
por el cual una persona, con ánimo de liberalidad, se empobrece en una fracción de su
patrimonio, en provecho de otra que se enriquece con ella”.
El artículo 1855 establece que: “La donación entre vivos es un contrato por el cual
una persona transfiere a otra la propiedad de una cosa, a título gratuito”.
3. Elementos
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Por el contrario, no podría ser donataria una sociedad o una asociación que
aún no tenga reconocimiento legal (habría nulidad absoluta por falta de un
elemento esencial, cual es la capacidad de la entidad donataria), ni la que
habiendo sido reconocida por el Estado tuviere por objeto actividades que
infrinjan la ley.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Quizá la razón por la que la ley permite la donación entre cónyuges durante
el matrimonio o entre marido y mujer durante la unión de hecho, sea que por
tratarse de un contrato gratuito no existe el riesgo de que genere desavenencias
que puedan alterar la armonía de la convivencia conyugal o marital. Subsiste,
eso sí, la posibilidad de simular la celebración de donaciones con el propósito
de defraudar a terceros. Sin embargo, ese riesgo se atenúa si se toma en cuenta
que si el tercero con derecho anterior ejercita acción para revocar la donación
entre vivos, la ley le releva de la obligación de probar mala fe del donante y de la
persona donataria. Artículos 1291 y 1292.
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Petit80 expresa que: “En el Derecho primitivo, una donación consistía esencialmente en
un traslado de propiedad hecho a título de dádiva, dono datio, de donde resultaba para el
donatario la adquisición de una cosa corporal. Más tarde esta noción se ha ampliado y la
donación ha podido consistir en una ventaja de otra naturaleza. En el Derecho clásico, la
donación entre vivos puede definirse: una liberalidad irrevocable por la que una persona,
el donante, se despoja voluntariamente de un cosa o de una ventaja apreciable en dinero,
en provecho de otra persona, el donatario”.
Con base en criterios como el antes transcrito, considero que además del caso en
el que el donante transmite gratuitamente al donatario la propiedad de uno o
varios bienes, también hay donación:
287
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
f. Cuando el profesional, sin estar obligado por la ley, renuncia los honorarios
que tenía derecho de cobrar a su cliente por un servicio prestado.
Algunos autores dicen que es nula la donación de bienes futuros. Así lo consideró
también el Código Civil de 1877. Los argumentos doctrinarios de esta posición
negativa pueden resumirse así: a. Que el donante no puede desprenderse de algo
que aún no está en su patrimonio. b. Que el propio donante podría impedir que
las cosas sean adquiridas.
81 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 431.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Creo que el asunto se reduce al concepto que se tenga de bien o cosa futura. Según
fuere éste, se estará o no de acuerdo con la posibilidad y validez de la donación
de dicha clase de cosas. Resumo la cuestión de la manera siguiente:
b. El Código califica como presentes las cosas que existen; y como futuras, las que se
espera que existan. Párrafo primero del artículo 1538. Desde dicho punto de vista,
es posible y válida la donación de cosas futuras. Tal el caso, por ejemplo, de
las crías del ganado del donante, los frutos o cosecha de la plantación que el
donante realizará o ya realizó, los apartamentos del edificio que el donante
se propone construir o ya está construyendo.
82 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 434.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Por último, los bienes que los autores citados califican como bienes futuros,
de acuerdo con el concepto de nuestra ley antes expuesto, serían simplemente
bienes inexistentes, pues el donante no tiene la matriz o antecedente de
donde razonablemente se espera que nazcan, se construyan o elaboren
determinados bienes dentro de un plazo cierto.
Creo, eso sí, que si la donación se refiere a todos los bienes que el donante pueda
adquirir en el futuro, la misma no sería admisible, puesto que en tal caso lo que
realmente se estaría donando sería la capacidad de adquirir del donante, lo cual
constituiría un agravio al orden público, un peligro para toda la sociedad, razón
por la que una donación de tal naturaleza tendría que ser absolutamente nula.
C) Elemento formal
El artículo 1862 se limita a establecer que: “La donación de bienes inmuebles debe
otorgarse y aceptarse por escritura pública”. Lógicamente estarán sujetas también
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a dicha exigencia formal las donaciones de derechos reales sobre inmuebles y las
de muebles registrables.
291
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El Código permite también, como caso único, pues no hay otro idéntico o
semejante, que si el donante fallece antes de que el donatario haya aceptado la
donación, éste la acepte no obstante, y notifique a los herederos del donante,
quienes quedan obligados a entregar la cosa donada. Desde luego, si quien
fallece es el donatario antes de aceptar la donación, no pueden sus herederos
aceptarla. En tal caso, pierde efectos ipso jure la oferta de donación. Artículos
1857 y 1858.
Valuación. El artículo 1863 expresa que: “Toda donación será estimada”. Esto
significa que, no obstante la gratuidad del contrato, debe asignársele un valor
o precio a la cosa o cosas donadas. Esto sirve, en principio, para fijar el monto
del impuesto al valor agregado a que el contrato está afecto, siempre que sea
superior a aquél que los bienes tengan fijado en el orden fiscal. Si fuere inferior,
el impuesto se fijará conforme el valor fiscal. También deberá tomarse en cuenta
para los efectos de reducción de la donación cuando proceda, o para determinar
la donación efectiva cuando se trate de donación onerosa o con carga.
D) Elemento causal
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No hay duda que, evidentemente en la mayoría de los casos el móvil, motivo o fin es lícito
y, en su consecuencia, la donación resulta también desde el punto de vista de la causa
perfectamente viable y exigible, pero en este contrato se visualiza con mayor facilidad la
separación existente entre la cosa-objeto donado de la causa o finalidad del donante que
ha permitido la concreción del contrato. También diremos que en este contrato en que nos
resulta más factible estudiar los posibles motivos o finalidades que ha tenido el donante,
y que una vez acreditado permitirá, en el supuesto de que el propósito o la finalidad sean
ilícitos, atacar aun en el plano posterior al de la celebración o sea en el plano genético de
la donación realizada, debiendo decretar la nulidad de la misma.”
83 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 434.
293
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
4. Características
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5. Naturaleza jurídica
Para que se configure la donación entre vivos es necesario que, como consecuencia
de la misma, haya un empobrecimiento del donante (en la cuantía de la cosa que
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Tanto en la donación por causa de muerte como en la donación entre vivos hay
ánimo de liberalidad del donante, y las dos transmiten la propiedad de la cosa
donada. Difieren en lo siguiente:
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El artículo 943 indica que: “Las donaciones por causa de muerte se rigen por las
mismas disposiciones de los testamentos sobre legados”. (Se refiere a los artículos
1002 a 1025). Esto significa que sus requisitos de fondo y también los de forma se
rigen por las disposiciones testamentarias referidas.
Valverde, citado por Rojina Villegas84 dice que: “Otra característica esencial de la
voluntad del donante es que el propósito del desprendimiento, o desapoderamiento de bienes
que decían las Partidas, sea actual y no interesado, por eso las donaciones mortis causa
no son verdaderas donaciones, pues el requisito de la liberalidad aparece oscurecido por el
egoísmo del donante, al conservar los bienes en su poder mientras viva y pueda gozar de sus
utilidades: en puridad no transmite bienes, es el temido hecho de la muerte el que le desapodera
de ellos, y sólo para cuando no pueda disfrutar de los beneficios designa al sucesor”.
Ihering, citado también por Rojina Villegas85, opina que: “La liberalidad que debe
tener efecto después de la muerte del donante, es psicológicamente muy diversa de la que
se realiza entre los vivos. Lo que uno da en vida, lo sacrifica, lo sustrae a su patrimonio; lo
que da por acto de última voluntad, lo da porque no lo puede guardar para sí; o por mejor
decir, no lo da, lo deja porque no puede llevarlo consigo”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
B) Testamento
C) Comodato
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El artículo 1382 indica que: “El que pague por cuenta de otro puede repetir
lo que pagó, a no ser que lo hubiere hecho contra la voluntad expresa del
deudor”.
No hay donación entre vivos en el caso que comento, porque el Código exige que
la aceptación del donatario sea expresa. En la situación referida, lejos de aceptar,
el deudor prohíbe expresamente al tercero que pague. Por consiguiente, si a
pesar de ello el tercero paga, no está donando al deudor el importe de lo pagado,
sino al contrario, está violentando la voluntad de quien le prohibió pagar. Por tal
circunstancia, el Código lo sanciona con la imposibilidad de poder reclamar el
reintegro de lo pagado.
6. Clases
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Es la que comprende todos los bienes del donante. Debe entenderse que, no
obstante su universalidad, no puede comprender los bienes de uso personal del
donante y que, asimismo, no se trata tampoco de que la persona con motivo de la
donación se quede en total indigencia. Si así fuere, se estaría ante una verdadera
prodigalidad que daría lugar a que el donante fuere declarado en estado de
interdicción y perdiera eficacia la donación efectuada.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. No está claro a qué se refiere el Código cuando establece que el donante puede
“hacer abandono de los bienes donados” para eximirse de responsabilidad.
Realmente lo único procedente sería que el donante pagara a los acreedores
con todos o parte de los bienes donados, con lo cual estaría celebrando una
dación en pago. Y, en lo concerniente a alimentos, podría hacer lo mismo, con
la diferencia de que el juez de familia tendría que aprobar que la totalidad de
pensiones de alimentos queden pagadas en esa forma.
“Los frutos y productos de las cosas donadas corresponden al donatario hasta el día en que se le
notifique la (...) reducción”. Artículo 1878.
“La acción para pedir la reducción (...) de la donación dura seis meses, contados desde el día en
que sobrevino el motivo de la reducción (...)”. Artículo 1879.
Con respecto a lo antes expuesto considero, en primer lugar, que no debería haber
lugar a la reducción de la donación cuando la causa de la desmejora de fortuna del
donatario hubiere sido una administración dolosa o negligente de su patrimonio;
y, en segundo lugar, que en el caso en que sí fuera justificada la reducción de
la donación, pero el donante tuviere parientes que de conformidad con la ley
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Cruz86 opina que: “Lo gratuito de la donación no impide que puedan imponerse
al donatario ciertas cargas o servicios pero que no sean un riguroso equivalente o
compensación de lo que se da; y en ese caso, puede participar de la condición de bilateral”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 1857 establece que: “La donación entre vivos también puede ser (...)
onerosa, pero en este último caso, sólo constituye donación el exceso que hubiere
en el precio de la cosa, deducidos los gravámenes o cargas”.
E) Donación remuneratoria
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a. Que una persona (donataria) haya prestado servicios lícitos a otra (donante),
o tenga méritos relevantes que el donante desea reconocer y recompensar.
Roca Sastre, citado por Puig Peña87, señala como notas características de la
donación remuneratoria, las siguientes: “1ª. Ser una donación y no un contrato
oneroso; 2ª. Tratarse, no de una donación pura y simple, sino de una donación con motivo
causalizado, consistente en remunerar servicios prestados; 3ª. Referirse a servicios cuya
remuneración no es jurídicamente obligada para el donante; 4ª. No ser dichos servicios
remunerables por el uso”.
Me parece que tiene razón el autor citado al aludir a que los servicios que motivan
la donación remuneratoria no deben ser remunerables de conformidad con la ley
ni tampoco por el uso (en la comunidad donde la donación haya de cumplirse, se
entiende). Es, pues, pertinente y lógica la inclusión del uso o la costumbre en el
tratamiento de esta materia.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
a. Obligación natural
b. Dación en pago
En la dación en pago, una persona que debe a otra una cantidad de dinero
conviene con ésta que, en vez de pagarle la prestación debida, le pagará con una
equivalente, cual es un bien mueble o inmueble cuya propiedad le transmite a
título de pago. En la donación remuneratoria, como ya se dijo, no hay ninguna
deuda qué pagar.
El Código se circunscribe a establecer que la donación entre vivos puede ser remu-
neratoria; y que dicha clase de donación no es revocable. Artículos 1856 y 1872.
El artículo 1824 del Código Civil de la República Argentina establece que: “Las
donaciones hechas por un deber moral de gratitud, por servicios que no dan
acción a cobrar su valor en dinero, aunque lleven el nombre de remuneratorias,
deben considerarse como donaciones gratuitas”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Petit88 reseña que la “donación propter nuptias es una donación hecha a la mujer por el
marido o por un tercero, con ocasión del matrimonio. Era desconocida en la época clásica. Pero
era ya costumbre que el novio hiciera a su novia regalos, que eran revocables si no se realizaba el
enlace. Más tarde, en el siglo V de nuestra era, estas liberalidades se convirtieron en verdaderas
donaciones hechas antes del matrimonio, ante nuptias, y sujetas a reglas propias. Justino
decidió que a ejemplo de la dote, la donación ante nuptias podría ser aumentada durante el
matrimonio, y Justiniano, completando la asimilación, permitió hacer la donación, bien antes,
o bien después del matrimonio, desde entonces se la llama donación propter nuptias.
La donación propter nuptias, ligada a la dote para formar un mismo régimen matrimonial,
estuvo sujeta a reglas análogas. Así: a) Mientras dure el matrimonio tiene el mismo
sentido que la dote; sus rentas deben servir a procurar recursos a la familia. El marido
tiene la administración y el disfrute de los bienes donados; pero la prohibición de enajenar
o hipotecar el fundo dotal se extiende a los inmuebles comprendidos en la donación propter
nuptias; b) A la disolución del matrimonio por muerte anterior del marido, la donación
vuelve a la mujer como ganancia de supervivencia. Esta restitución está garantizada, como
la de la dote, por una hipoteca general, pero no privilegiada, sobre los bienes del marido”.
Quizá habría sido más apropiado regular la situación como nulidad absoluta por
falta de un elemento esencial: la causa del contrato, cuando el donante es un
tercero. Pero, como el Código no le reconoce categoría de elemento esencial a
la causa, optó por calificar la no celebración del matrimonio como motivo de
revocación de la donación antenupcial, lo cual a mi juicio es incorrecto, pues no
se está ante ningún motivo de ingratitud.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Podría pensarse, asimismo, que siendo la donación con motivo de matrimonio una
donación sujeta al acontecimiento futuro e incierto de que efectivamente se celebre
el matrimonio, la misma tiene carácter condicional. En tal sentido, quien donó y
se encontró posteriormente con que la persona donataria se niega a celebrar el
matrimonio, puede invocar la configuración de la condición resolutoria implícita
en todo contrato bilateral y con base en ello pedir la resolución del contrato de
donación, así como la devolución de las cosas donadas y el resarcimiento de los
daños y perjuicios causados.
No obstante que el Código no admite con carácter general la causa como motivo
esencial del negocio jurídico, está latente su presencia en toda negociación.
Además, hay casos específicos en los que de manera tácita le confiere categoría
de elemento esencial. Por lo tanto, no obstante las dificultades procesales que
podría originar, creo que la donación por motivo de matrimonio es nula en
forma absoluta si el matrimonio no se celebra y, por consiguiente, es ese (nulidad
absoluta) el motivo que debe invocarse para invalidarla.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
G) Donación condicional
La donación entre vivos puede, como cualquier otro contrato, ser sometida
por las partes a una o varias condiciones, siempre que las mismas sean lícitas y
posibles.
H) Donación manual
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Opino que una cláusula de tal naturaleza es nula en forma absoluta por las
razones siguientes:
a. Las partes pueden pactar condiciones que no sean contrarias a la ley, la moral
y las buenas costumbres. Pero en casos como el comentado, prevalecería el
egoísmo del donante sobre el derecho de los herederos del donatario, lo cual
obviamente lesiona la moral social y las buenas costumbres.
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K) Donación indirecta
7. Efectos jurídicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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a. En la donación pura o simple no tiene ninguna. Por eso es que dicha donación
constituye un contrato unilateral (con prestaciones de un solo lado). Tiene
únicamente el donatario un deber de gratitud hacia el donante. Esto, si bien
no tipifica una obligación propiamente dicha, sí origina su compromiso de
auxiliar al donante cuando lo necesite y abstenerse de adoptar hacia él una
conducta de ingratitud. Determinados casos de ingratitud pueden facultar al
donante para revocar la donación.
C) Efectos procesales
a. La literal f) del artículo 122 de la Ley del Organismo Judicial califica como
impedimento para conocer de un asunto determinado: “Haber aceptado el
Juez herencia, legado o donación de alguna de las partes”.
b. La literal f) del artículo 123 de la Ley del Organismo Judicial expresa que los
jueces deben excusarse. “Cuando la esposa o los parientes consanguíneos
del juez hayan aceptado herencia, legado o donación de alguna de las
partes”.
c. El artículo 162 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que: “Las
partes podrán alegar y probar acerca de la idoneidad de los testigos,
dentro del mismo término de prueba. El juez apreciará según las reglas
313
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
d. El párrafo segundo del artículo 166 del Código Procesal Civil y Mercantil establece
que: “Los expertos podrán ser recusados por las partes dentro de las cuarenta
y ocho horas de notificado el nombramiento, por los mismos motivos de
recusación de los jueces”.
8. Extinción
La donación entre vivos, como sucede con todo contrato, puede concluir por
cualquiera de los medios de extinción que de manera general admite el Código y,
asimismo, por cualquiera de los que le son propios o exclusivos.
A) Medios generales
Podría ser nula la donación entre vivos si su objeto fuere contrario al orden
público o a ley que expresamente lo prohíba. Asimismo, cuando le falte alguno
de los elementos esenciales para su existencia (capacidad de una o ambas
partes, consentimiento, objeto), o le falten todos a la vez, como sería el caso de la
simulación absoluta. También cuando su causa fuera ilícita. Artículo 1301.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Respecto de lo anterior, establece el artículo 1259 que: “El error sobre la persona
sólo invalidará el negocio jurídico cuando la consideración a ella hubiere sido el
motivo principal del mismo”.
89 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 441.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Rescisión
Con respecto a lo anterior, el artículo 1879 establece: “La acción para pedir la
reducción o la rescisión de la donación dura seis meses, contados desde el día en
que sobrevino el motivo de la reducción o rescisión”.
d. Resolución
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Cualquier acreedor del donante, con derecho anterior a aquél a quien perjudique
la donación entre vivos por razón de que la misma reduce a insolvencia al deudor
(el donante), puede demandar su revocación. En tal caso, como ya se dijo antes,
el demandante no está obligado a probar mala fe del enajenante y del adquirente
(donante y donatario, respectivamente).
B) Medios específicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El párrafo primero del artículo 1866 indica que: “La donación gratuita, y la onerosa
en la parte que constituya la donación efectiva, pueden ser revocadas por causa de
ingratitud del donatario. Esta facultad es personal del donante e irrenunciable”.
El artículo 1867 puntualiza que: “La revocación de la donación por ingratitud sólo
puede hacerse contra el donatario; sin embargo, si hubiere sido iniciada en vida
de éste, podrá continuarse contra los herederos”.
El artículo 1872 establece que: “No son revocables las donaciones remuneratorias,
las que se hacen con motivo de matrimonio que se ha efectuado y los obsequios
que se acostumbra por razones sociales y de piedad”.
Donaciones remuneratorias. Esta clase de donaciones son las que, como an-
teriormente se dijo, se hacen para reconocer una acción o ejecutoria anterior del
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Causas de ingratitud
a. Si el donatario comete algún delito contra la persona, la honra o los bienes del
donante, su cónyuge, conviviente de hecho, sus ascendientes o descendientes.
Cuando el donatario cause voluntariamente la muerte del donante, se
invalida por el mismo hecho la donación. Artículos 1866, inciso 1, y 1868.
320
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
i) El párrafo primero del artículo 297 Código Procesal Penal ordena que:
“Cualquier persona deberá comunicar, por escrito u oralmente, a la
policía, al Ministerio Público o a un tribunal el conocimiento que tuviere
acerca de la comisión de un delito de acción pública. El denunciante
deberá ser identificado”.
ii) El artículo 457 del Código Penal establece que: “El funcionario o
empleado público que, por razón de su cargo, tuviere conocimiento
de la comisión de un hecho calificado como delito de acción pública y
a sabiendas, omitiere o retardare hacer la correspondiente denuncia a
la autoridad judicial competente, será sancionado con multa de cien a
un mil quetzales. En igual sanción incurrirá el particular que, estando
legalmente obligado, dejare de denunciar”.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Ha existido duda acerca de si las causas de ingratitud deben ser únicamente las
que expresamente establezca la ley; o si, por el contrario, pueden el donante y
el donatario pactar otras. A mi juicio, así como se admite que las partes pacten
condiciones resolutorias mediante las que, dentro de lo lícito y posible, puedan
prever sucesos futuros relevantes para el negocio jurídico que están celebrando,
las partes del contrato de donación pueden también convenir causas de ingratitud
diferentes de las legales, siempre que las mismas se refieran a asuntos serios,
contrarios al agradecimiento legítimo y que no se opongan a la ley, al orden
público y a la moral socialmente aceptada.
Considero, finalmente, que es preferible tener que decidir en algunos casos que lo
pactado como causa de ingratitud no lo es en realidad, que tener que presenciar
impotentes la subsistencia de donaciones en las que, con posterioridad a su
otorgamiento, el donatario tuvo hacia el donante una conducta ofensiva o infame,
324
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
pero que por no estar legalmente tipificada como causa de ingratitud, no puede
utilizarse para dejar sin efecto el contrato.
Lo que no podrían las partes, a mi juicio, sería pactar causas de revocación que no
se fundamenten en ingratitud del donatario hacia el donante. La razón es que el
Código admite la revocación únicamente en los casos de ingratitud.
325
Capítulo IV
El contrato de mutuo
1. Antecedentes
90 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 682.
327
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Dicho Código de 1877 estableció, respecto de la naturaleza jurídica del mutuo, que
el que recibe algo en mutuo es dueño de la cosa prestada, desde que se le entrega; y
que le corresponden la mejora, deterioro o destrucción que sobrevenga después.
Reguló que no había acción civil para demandar el pago de lo que se dio en
mutuo a persona incapaz de hacer este contrato.
Dispuso que no podían capitalizarse los intereses sino después de dos años de
atraso; y entonces, por medio de un convenio que debía constar por escrito.
2. Concepto
El contrato de mutuo es el acuerdo de voluntades por medio del cual una de las
partes, llamada mutuante o prestamista, entrega a la otra, denominada mutuario
o prestatario, una determinada cantidad de dinero (en moneda nacional o
328
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Planiol, citado por Espín91 indica que: “Hay préstamo de consumo cuando la propiedad
de la cosa prestada es transferida al prestatario, el cual, después de haberla enajenado o
consumido, ha de restituir, para liberarse, otra de la misma naturaleza”.
El artículo 1942 establece que: “Por el contrato de mutuo una persona entrega
a otra dinero u otras cosas fungibles, con el cargo de que se le devuelva igual
cantidad de la misma especie y calidad”.
3. Elementos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
de la misma especie y calidad de las que recibió, es obvio que debe ser
propietario y poder disponer libremente de dichas cosas con las que pagará
su obligación.
i) “Los padres no pueden enajenar ni gravar los bienes de sus hijos, ni contraer
en nombre de ellos, obligaciones que excedan los límites de su ordinaria
administración, sino por causa de absoluta necesidad y evidente utilidad
y previa la autorización del juez competente e intervención del Ministerio
Público”. Artículo 264.
ii) “Siempre que el juez conceda licencia para enajenar o gravar bienes inmuebles,
tomará las medidas necesarias para hacer que el producto de la venta o el
monto del crédito sea empleado en el objeto que motivó la autorización y que
el saldo, si lo hubiere, se invierta debidamente, depositándose mientras tanto
en un establecimiento bancario”. Artículo 266.
330
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Petit92 dice que las cosas que pueden ser objeto del mutuo “Son las que por su
naturaleza no tienen valor individual, sino que son susceptibles de ser sustituidas por
otras de la misma especie. Tomadas en el mismo peso, número o medida, procuran siempre,
en calidad igual, la misma utilidad. Los textos citan como ejemplos la moneda, el vino,
el aceite, los cereales, los comestibles. En general todas las cosas por las cuales no se
tiene en cuenta la individualidad, sino la cantidad. Se comprende que la voluntad de las
partes podría dar el mismo carácter a cosas que se consideran habitualmente como cuerpos
ciertos, y hacer de ellas cosas fungibles. Por ejemplo, nada parece oponerse en teoría a
331
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
que el mutuum tenga por objeto diez caballos, de manera que el prestatario esté obligado
a devolver otros diez caballos del mismo precio. Pero no es tal la práctica romana y los
jurisconsultos no citan como objeto del mutuum más que las cosas que es costumbre, a
causa de su naturaleza misma, apreciar por el peso, el número o la medida”.
C) Elemento formal
Para la celebración del contrato de mutuo no exige la ley ninguna forma especial.
Por consiguiente, las partes pueden emplear la forma que estimen conveniente.
Artículo 1256.
4. Características
332
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Es decir que, cuando las partes han convenido en el mutuo, aun en el caso
de que lo hayan formalizado en escritura pública u otro tipo de documento
fehaciente, habrán realizado únicamente una etapa del mutuo (a la que
podría denominarse la etapa del consentimiento), pero ésta, por razón de
que el mutuo no es un contrato consensual, no constituye todavía el contrato
de mutuo. El contrato estará plenamente celebrado cuando las partes hayan
cumplido una segunda etapa: la entrega y recepción del dinero o de las
cosas. Es a partir de este momento que nacen los derechos del mutuante y las
obligaciones del mutuario.
Conozco y comparto las dificultades que la realidad plantea para admitir los
contratos reales. Por ejemplo: si celebrado el mutuo en escritura pública y
constituidas las garantías prendarias e hipotecarias convenidas, el mutuante
no entrega el dinero como estaba convenido, el mutuario tiene derecho de
exigir judicialmente su entrega, más el resarcimiento de los daños y perjuicios
que le ocasionó la demora. Esto demuestra, sin duda alguna, que a pesar de
que aún no se había producido la entrega, ya existía contrato que obligaba al
mutuante a cumplir su prestación: efectuar la entrega.
Sería más lógico, entonces, admitir que el mutuo, como todos los contratos,
es de carácter consensual, y que, por consiguiente, la entrega del dinero o
de las cosas no forma parte de la etapa de celebración sino de la fase de
cumplimiento del contrato. Sin embargo, según el Código, el mutuo es un
contrato de carácter real.
333
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
Lo anterior demuestra que habría sido más acertado que el Código regulara el
mutuo entre los contratos que transmiten la propiedad, es decir, después de los
contratos de compraventa, permuta y donación entre vivos.
334
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Petit93 dice que: “El mutuum, o préstamo de consumo, es un contrato por el cual una
parte transfiere a otra la propiedad de cierta cantidad de cosas que se aprecian al peso,
al número o a la medida, con obligación de restituir al cabo de cierto tiempo la misma
cantidad de cosas de la misma especie y calidad. Esta traslación de propiedad no puede
realizarse más que si el prestamista es propietario de las cosas prestadas y si es capaz de
enajenar”.
A) Compraventa
Brenes Córdoba94 explica lo anterior diciendo que: “El mutuo tiene con la venta un
punto de semejanza: la traslación del dominio; pero las dos operaciones son esencialmente
distintas, puesto que la prestación que el comprador debe satisfacer, la constituye el pago
del precio de lo que adquiere; y lo que incumbe al mutuario es el retorno de la cosa que
335
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
B) Permuta
C) Comodato
b. El mutuo recae sobre cosas que se consumen por el uso, razón por la que
el mutuario reintegra igual cantidad de la recibida, de la misma especie y
calidad. El comodato tiene por objeto cosas que resisten el uso sin que su
sustancia se altere, lo que permite que el comodatario devuelva la misma
cosa que recibió.
D) Depósito
336
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
7. Efectos jurídicos
a. Responder del saneamiento por vicios ocultos de las cosas dadas a mutuo si
los conoció con anterioridad al contrato. Dicha obligación debe cumplirla de
conformidad con las normas siguientes:
ii) “Si el mutuante ignoraba los vicios ocultos de la cosa, sólo está obligado
a sufrir la reducción proporcional de su valor”. Artículo 1945. Se
diferencia con los otros contratos traslativos de dominio en que en éstos
el enajenante debe responder del saneamiento haya o no conocido los
vicios ocultos.
337
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
338
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ii) “El interés legal es igual al promedio ponderado de las tasas de interés
activas publicadas de los bancos del sistema al día anterior a la fecha
de su fijación, reducido en dos puntos porcentuales. En defecto de su
publicación o en caso de duda o discrepancia, se solicitará informe a la
Superintendencia de Bancos, el cual tendrá carácter definitivo”. Artículo
1947.
iii) “Las partes pueden acordar el interés que les parezca. Cuando la tasa de
interés pactada sea manifiestamente desproporcionada con relación al
interés corriente en el mercado, el juez podrá reducirlo equitativamente,
tomando en cuenta la tasa indicada en el artículo 1947 y las circunstancias
del caso”. Artículo 1948.
Si hubiere norma legal que fijara la tasa máxima de interés, sobrepasarla por
convenio constituiría causa de nulidad absoluta de la misma por contravención
a ley prohibitiva expresa. Como no la hay, la tasa desproporcionada únicamente
da lugar a su nulidad relativa bajo la denominación de reducción, obtenida por
el procedimiento de la revisión del contrato.
339
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
340
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
341
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Vicios ocultos o evicción. En caso que las cosas con las que cumple su deber de
restitución tuvieren vicios ocultos o se perdieren por evicción, el mutuario queda
obligado ante el mutuante al saneamiento correspondiente.
Restitución anticipada del capital. De conformidad con el artículo 1956 “El deudor
de una suma de dinero puede anticipar el pago, pero cubriendo los intereses
respectivos por todo el tiempo que falte para el vencimiento del plazo”.
342
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Respecto de los intereses moratorios, en general, el artículo 1435 indica que: “Si
la obligación consiste en una suma de dinero y el deudor incurre en mora, la
indemnización de daños y perjuicios, no habiendo pacto en contrario, consistirá
en el pago de los intereses convenidos y, a falta de convenio, en el interés legal
hasta el efectivo pago”.
343
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
8. Extinción
9. Usura
A) Concepto
B) Clases
a. Usura crediticia
b. Usura real
Es aquélla que resulta del exceso en la ganancia en bienes (por ejemplo, precio
desmesurado en la compraventa, renta desproporcionada en el arrendamiento),
344
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
c. Usura individual
d. Usura social
El Diccionario de derecho privado de Casso y Cervera indica que: “Son clases de usura
la simple, la agravada y la disfrazada, distinción que puede llevarnos a señalar
la línea divisoria entre la civil (simple) y la penal (agravada, por habitualidad e
interés excesivo, encubierta o disfrazada, es decir, desfigurada bajo apariencia de
contrato lícito).
345
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
95 Orgeira, José María. “El contrato de mutuo”. Enciclopedia jurídica OMEBA, tomo XIX, pág. 567.
346
Capítulo V
El contrato de renta vitalicia
1. Antecedentes
Hubo tiempos en que la persona optaba por vender sus bienes, constituir con
el precio obtenido un depósito bancario y vivir de los réditos que el mismo
le rendía. Era una solución válida mientras no hubo una inflación perniciosa,
devaluaciones monetarias severas y riesgo de fraudes y quiebras bancarias. Ante
tal inestabilidad, las personas han optado por donar sus bienes y reservarse
vitaliciamente el usufructo de los mismos. Esta medida, que goza de gran simpatía
y aceptación, tiene el grave inconveniente que el donante, no obstante su edad
avanzada o su enfermedad, tiene que trabajar arduamente y esforzarse, pues de
lo contrario no tendrá frutos con qué vivir. Además, decrece la productividad
de los bienes y a veces se producen pérdidas debidas a la poca atención, trabajo
insuficiente o inadecuada inversión y administración.
347
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
La renta vitalicia permite, asimismo, que el propietario de los bienes los transmita
para beneficiar a una tercera persona vinculada con él por parentesco o afecto, tal
los casos por ejemplo, de que el transmitente instituya la renta vitalicia a favor de
una hija inválida, para garantizarle que cuente por toda la vida con una cantidad
de dinero que le permita subsistir decorosamente; o a su padre anciano para que
pueda vivir sin penuria económica.
348
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
bienes transmitidos, por ejemplo) y si, fuere el caso, demandando la nulidad del
contrato cuando se haya incurrido en alguna forma de usura.
2. Concepto
Los autores Mazeaud96 dicen que “Por el contrato de constitución de renta vitalicia,
una persona –el deudor de la renta– se obliga a pagarle periódicamente a otra –el acreedor de
la renta– unas sumas llamadas pensiones durante toda la vida de ésta (o de un tercero)”.
349
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
A) Modalidades
3. Elementos
A) Subjetivo o personal
350
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351
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
352
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Rentista persona jurídica. El acreedor rentista puede ser una persona jurídica.
En tal caso, la renta terminará al fallecer el instituyente o la persona designada
por él en el contrato. Artículo 2123. Esto es así porque las personas jurídicas
(Estado, municipalidades, sociedades, asociaciones, etcétera) están llamados por
su naturaleza a la perdurabilidad, razón por la que podría darse el caso de rentas
perpetuas o al menos de duración excesivamente larga. Por eso se conviene que
la duración de la renta instituida a favor de una persona jurídica sea la de la vida
de una persona física (instituyente o tercero).
Nulidad del contrato. El contrato es nulo si la persona sobre cuya vida se constituye
la renta ha muerto antes de la celebración del contrato o dentro del plazo que
en el contrato se señale, que no podrá ser inferior a tres meses. Artículo 2124.
353
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
ii) Si la renta fue instituida para ser pagada a partir de la muerte del
instituyente, y el tercero rentista (beneficiario) no la aceptare, ésta
pasará a los herederos del que la instituyó, excluyéndose al beneficiario
renunciante si también fuere heredero. Artículo 2134.
Prescripción. Para el cobro de las rentas debe tenerse presente que, de conformidad
con el artículo 1514, inciso 4, prescriben en dos años las pensiones y prestaciones
periódicas no cobradas a su vencimiento, ya se haga el cobro en virtud de acción
real o de acción personal.
354
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355
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Elemento formal
f. Las condiciones que crean convenientes las partes. Podrían ser condiciones
suspensivas o resolutorias, siempre que sean lícitas y posibles.
356
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
a. Consensual. El contrato está celebrado desde que hay acuerdo entre las
partes, aunque los bienes cuya propiedad se transmitió aún no hayan sido
entregados.
b. Bilateral. Ambas partes se obligan. Una, a entregar los bienes cuya propiedad
transmitió; y la otra, a pagar periódicamente la renta. Puede ser unilateral en
el caso de la renta gratuita.
Brenes Córdoba97 indica que: “El carácter aleatorio proviene de que la ganancia en
el contrato depende para las partes, de la mayor o menor duración de la vida calculada
357
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
6. Clases
358
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A) Pensión de alimentos
B) Usufructo vitalicio
359
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
8. Efectos jurídicos
b. Responder del saneamiento por evicción o por vicios ocultos de los bienes
transmitidos.
a. Recibir la renta
Nótese que es el único caso en que la ley permite al acreedor rentista cambiar
el destino o propósito de la renta.
360
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
9. Extinción
a. La renta se extingue con la muerte de la persona sobre cuya vida fue instituida.
Si muere el deudor, la obligación no se extingue sino pasa a sus herederos,
en forma solidaria, salvo lo que se hubiere establecido en el contrato. Artículo
2130, párrafo primero.
361
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Por confusión.
e. Por resolución.
f. Por nulidad.
362
Título III
Contratos que transmiten el uso
Capítulo I
El contrato de arrendamiento
1. Antecedentes
363
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Dispuso que el año rural se contaba en cada lugar y para toda clase de heredades,
desde el tiempo en que, según la naturaleza del cultivo, se acostumbraba recibirlas
en arrendamiento.
Dado por el inquilino el aviso de que pondría fin al arrendamiento antes del
vencimiento del plazo, debía concedérsele un plazo desde uno hasta cuatro
meses, a juicio del juez, para la desocupación.
También admitió que la renta fuera fijada por unidad de medida o ad corpus.
364
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Definió las reparaciones locativas como las que según las costumbres del
lugar son de cargo de los arrendatarios y, en general, las de aquellas especies
de deterioro que ordinariamente se producen por culpa del arrendatario o de
sus dependientes o huéspedes, como descalabro de paredes o cercas, rotura de
cristales, tejas, etcétera.
2. Concepto
365
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Debe tenerse presente, asimismo, que los derechos del arrendador, cuando es
propietario de la cosa que da en arrendamiento, no provienen de su derecho real
de propiedad, sino del contrato que celebró con el arrendatario.
366
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
3. Elementos
367
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Debe distinguirse, desde luego, qué frutos son los que las cosas producen
regular y periódicamente, como las cosechas de una plantación de naranja, por
ejemplo (los cuales pueden efectivamente formar parte del arrendamiento); y
qué productos se separan o sacan artificialmente de las cosas disminuyendo
su sustancia, como los minerales, por ejemplo (los cuales pueden formar parte
de un contrato de compraventa, pero no de uno de arrendamiento).
368
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
369
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
La situación que plantea la norma transcrita es, desde luego, anómala, sea
por error o por dolo del arrendador y, en cualquiera de ambos casos, se da la
circunstancia de que, teniendo que darse por eficaz sólo uno de los contratos,
los otros también son válidos y únicamente afrontan la limitación que, ante
el incumplimiento del arrendador, no puede reclamarse su ejecución forzosa
(porque la cosa está en posesión de aquél cuyo contrato tuvo la preferencia).
Sin embargo, de conformidad con el artículo 1535, los arrendatarios podrán
demandar la resolución de sus correspondientes contratos, la devolución
de las rentas que hubieren pagado por adelantado y la indemnización de
los daños y perjuicios que se les hubiere causado. Además, podría haber
responsabilidad penal del arrendador.
370
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El párrafo segundo del artículo 1880 establece: “Todos los bienes no fungibles
pueden ser objeto de este contrato, excepto aquéllos que la ley prohíbe
arrendar y los derechos estrictamente personales”.
Cosas futuras. Las cosas futuras pueden ser objeto de contrato de arrenda-
miento, en cuyo caso el arrendador asume la obligación de que existan en
el plazo fijado para el inicio de la vigencia del arrendamiento. Si por su
culpa no llegaren a existir, quedará sin efecto el contrato, pues devino nulo
absolutamente por falta de objeto.
371
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. La renta. El párrafo tercero del artículo 1880 del Código Civil indica que: “La
renta o precio del arrendamiento puede consistir en dinero o en cualquier
otra cosa equivalente, con tal que sea cierta y determinada”.
Brenes Córdoba99, refiriéndose a las clases de renta indica que: “En los Estados
escandinavos (Suecia, Noruega y Dinamarca) el precio del arriendo puede estipularse
en dinero, en género o en prestaciones personales (...) El expositor italiano Pacifici-
Mazoni, reduce a la siguiente fórmula la doctrina que le parece más acertada acerca
de este punto, y que efectivamente satisface las exigencias de la ciencia jurídica. En
tesis general –dice-, siempre que de una parte haya concesión del derecho personal de
goce de una cosa, y de otra traslación de propiedad de otra cosa equivalente a tal goce,
existe arrendamiento”.
372
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Elemento formal
373
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Fijación del plazo. De conformidad con el párrafo primero del artículo 1886,
el plazo lo fijan de común acuerdo las partes. Ahora bien, si las partes no lo
fijaren y tampoco hubieren convenido forma de fijarlo, ello no significa que
el contrato carezca de validez, sino sencillamente que el interesado tendrá
que solicitar su fijación al juez competente. El párrafo primero del artículo
1283 establece al respecto que: “Si el negocio no señala plazo, pero de su
naturaleza y circunstancias se dedujere que ha querido concederse al deudor,
el juez fijará su duración”.
Derecho de preferencia o tanteo. Según el párrafo segundo del artículo 1886, “El
arrendatario tendrá derecho de tanteo para la renovación del contrato por un
nuevo plazo, siempre que haya cumplido voluntariamente todas las obligaciones
que contrajo a favor del arrendador”.
374
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
renta que ofreció el tercero, lo cual obliga que el arrendador lo prefiera a él para
la celebración del nuevo contrato de arrendamiento.
Para la efectividad del derecho referido, hace falta que la ley regule la obligación
del arrendador de notificar al arrendatario el ofrecimiento de la renta mayor, la
manera de comprobar la verdad del ofrecimiento y el plazo dentro del cual, si lo
desea, habrá de ejercitar el arrendatario su derecho de preferencia.
375
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
segundo del artículo 1283, relativo a que: “También fijará el juez la duración del
plazo cuando éste haya quedado a voluntad del deudor”.
Eso explica que, al configurarse, se extingan las garantías que hubieren prestado
terceras personas, pues sería contrario a elementales principios de seguridad
jurídica que los terceros garantes sigan siéndolo por plazo indeterminado,
como consecuencia de una situación en la que no han intervenido directa ni
indirectamente.
376
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
c. Plazo indeterminado. Ocurre en todo caso en el que, si bien hay plazo, no hay
forma alguna de poder determinar la fecha de su vencimiento. Es el caso, por
ejemplo, que se convenga que la duración de un contrato la determine la vida
de alguna persona que para tal efecto se designe (como sucede siempre en el
contrato de renta vitalicia y, frecuentemente, en la constitución de usufructos
de carácter vitalicio).
377
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
378
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
En casos como el anterior sí se está ante una prórroga del arrendamiento pactada
con anticipación al vencimiento del contrato, no ante un nuevo arrendamiento. La
intención de dicha clase de prórroga es precisamente evitar que por negligencia o
descuido del arrendador, se produzca tácita reconducción.
Duración por años forzosos y voluntarios. Según el artículo 1888: “En los
arrendamientos cuya duración se cuenta por años forzosos y voluntarios, estos
últimos se convierten en obligatorios si el optante no avisa al otro, con tres meses
de anticipación, que terminará el contrato cuando se acaben los años forzosos”.
a. Los dos primeros años son forzosos para el arrendador, en el sentido de que
una vez el arrendatario cumpla sus obligaciones, no puede vedarle hacer
uso de la cosa objeto del arrendamiento. No pueden ser obligatorios para
el arrendatario, pues él puede poner fin unilateralmente al contrato, toda
vez dé aviso al arrendador con la anticipación que la ley señala y cumpla
sus obligaciones hasta el día de la efectiva desocupación o devolución de la
cosa.
379
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
4. Características
b. De libre forma porque, salvo los casos en que por razón de que es obligatorio
inscribirlo en el Registro de la Propiedad debe ser celebrado en escritura
pública, las partes pueden celebrarlo en la forma que juzguen conveniente.
Por supuesto, si se trata de arrendamiento de casas o locales urbanos, debe
celebrarse por escrito, tal como lo establece la Ley de Inquilinato.
380
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
5. Naturaleza jurídica
381
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
382
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
A) Mutuo
B) Comodato
383
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Depósito
Por la misma razón es que lo más común sea el pago de la renta diferida, y
excepcionales los casos en los que el arrendatario pague anticipadamente las
rentas de todo el plazo al momento de celebrar el contrato.
D) Usufructo
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
385
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
E) Uso y habitación
386
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7. Clases
Cruz100 explica que: “La renta debe pagarse en la suma estipulada; y para saber si ha
de aumentarse o disminuirse, por la mayor o menor extensión que resulte a la heredad
arrendada, hay que atender a si el arrendamiento se hizo ad corpus, es decir señalando
una renta para el todo y por la extensión comprendida entre tales linderos, sin determinar
cual; o si se hizo ad mensuram, es decir, determinando la extensión de la heredad y fijando
renta determinada para cada medida de las que la componen, v. g. a tanto por caballería,
por fanegada, por manzana o por cuerda. Si es ad corpus, no se aumentará ni disminuirá
durante el contrato la renta convenida porque se descubra ser mayor o menor la extensión
de la heredad (...); pero si es ad mensuram, se aumentará la renta por la extensión que se
halle de más, o se rebajará por la que se halle de menos durante el contrato (...)”.
387
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
relación a la explotación agrícola, más que una importancia secundaria; mientras que
una casa de campo, una villa, sigue siendo materia de alquiler o arrendamiento urbano,
aun en el caso de que comporte un jardín de cierta extensión y de que produzca frutas o
legumbres”.
388
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Respecto de lo anterior, el artículo 1934 indica que “Si se alquila una casa o local
amueblado, deberán especificarse los muebles en el contrato y se entenderá que
el arrendamiento de éstos es por el mismo tiempo que el del edificio, a no ser que
se haya convenido en contrario”.
8. Efectos jurídicos
389
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
390
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
“Si el arrendador no hiciere las reparaciones que sean necesarias para impedir
la destrucción o deterioro de la cosa, después de ser avisado de la urgencia de
su realización, quedará a elección del arrendatario rescindir el arrendamiento o
solicitar autorización judicial para hacerlas por su cuenta. El juez, con conocimiento
391
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
392
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Enajenación de la cosa arrendada. El artículo 1894, al que con otro motivo hice
referencia anteriormente, ordena que: “Si durante el arrendamiento el arrendador
enajena la cosa, el nuevo dueño no podrá negarse a mantener en el uso de ella al
arrendatario mientras no expire el término del contrato”.
Rojina Villegas102 opina que: “Si no hubiere subrogación legal, no nos explicaríamos
cómo un contrato surte efectos respecto del tercero, ya que el adquirente no ha sido parte
en el mismo y, sin embargo tiene todos los derechos y reporta todas las obligaciones del
393
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
arrendador, por una disposición expresa del Código Civil, que en doctrina se clasifica como
subrogación, porque implica la transferencia de derechos y obligaciones en un contrato
bilateral, sin que exista una cesión de créditos y de deudas”.
394
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Hacer las obras que ordene la autoridad para que el inmueble objeto del
arrendamiento sea higiénico y habitable. En caso contrario, el arrendador
deberá indemnizar al inquilino por los daños y perjuicios que por tal motivo
sufra. Artículo 1932.
a. Pagar la renta desde el día que reciba la cosa, en los plazos, lugar y forma
convenidos. A falta de convenio la renta se pagará vencida, a la presentación
de recibo firmado por el arrendador o su representante legal. Artículo 1903.
395
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
general, por el artículo 1390 relativo a que: “El deudor que paga tiene derecho
de exigir el documento que acredite el pago; y de retener éste mientras dicho
documento no le sea entregado”. Si dicha situación se prolongare, puede el
arrendatario, con base en el inciso 1, del artículo 1409, efectuar por consignación
el pago de la renta.
Hay que agregar que si el impedimento es por culpa del arrendador, deberá
condenársele al resarcimiento de los daños y perjuicios que hubiere sufrido
el arrendatario.
396
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Hay que agregar que si el impedimento es por culpa del arrendador, deberá
condenársele al resarcimiento de los daños y perjuicios que hubiere sufrido
el arrendatario.
c. Responder de todo daño o deterioro que el bien arrendado sufra por culpa
del arrendatario o la de sus parientes, dependientes y subarrendatarios, así
como por los que causen animales o cosas que pertenezcan al arrendatario.
397
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Inciso 2, del artículo 1907 del Código Civil. Dicha obligación se fundamenta
en lo que, con carácter general, establecen los artículos 1645, 1660, 1669,
1671.
Una forma lícita de recibir por parte del arrendador las mencionadas
cantidades de dinero para los fines anteriormente señalados, sería quizá la
de convenir en el contrato de arrendamiento una promesa de reparación de
daños con estipulación de arras. De esa forma, si el inquilino no efectúa las
reparaciones, perdería las arras entregadas al arrendador al momento de
la celebración del contrato; y en caso contrario, es decir, si a pesar de que
el inquilino hizo las reparaciones a satisfacción del arrendador, éste no le
restituye inmediatamente las arras, podría ser obligado judicialmente a
devolverlas duplicadas. De esa forma, creo, quedarían garantizados ambos
contratantes.
398
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Es obvio que el monto del seguro, los riesgos asegurados y todo lo que en la
materia fuere pertinente, debe convenirse por el arrendador y el arrendatario.
Aunque no está obligado a hacerlo es aconsejable que el arrendador se cerciore
de que el arrendatario ha obtenido las licencias que correspondan, según la
naturaleza de la industria y la posibilidad y magnitud del peligro que origina.
399
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
400
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Mejoras
401
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
ii) Mejoras útiles, que están constituidas por las que sin pertenecer a la
categoría de necesarias, aumentan el valor y la renta de la cosa en la que
se hacen.
Adviértase que cualquiera que sea su cuantía, el convenio sobre mejoras debe
celebrarse por escrito y que, según el artículo 1918, “Es nulo el contrato sobre
abono de mejoras en que no se especifica, al menos aproximadamente, cuáles
deben ser éstas y cuánta será la mayor cantidad que con tal objeto pueda gastar
el arrendatario”. La nulidad sería absoluta por falta de un elemento esencial: el
objeto.
402
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
403
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Tasación de mejoras
404
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
son los causados en la cosa por culpa del arrendatario, sus familiares,
dependientes, subarrendatarios o los que causen animales o provengan de
cosas). Lo que el Código está realmente ordenando es que se compensen el
monto de las mejoras abonables al arrendatario con el monto de los daños
que él debe pagar al arrendador.
La segunda parte del párrafo primero del artículo 1890 indica que el arrendatario “no
puede ceder el contrato sin expreso consentimiento del arrendador”.
405
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
10. Subarrendamiento
Las calidades que necesita el subarrendador son, por una parte, las mismas
que la ley le exige a todo arrendador; y por otra, ser titular de derechos como
arrendatario, en un contrato de arrendamiento vigente en el cual no se le ha
prohibido expresamente subarrendar.
La primera parte del párrafo primero del artículo 1890 establece: “El arrendatario
podrá subarrendar en todo o en parte la cosa arrendada si no le ha sido prohibido
expresamente”.
103 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 273.
104 Rojina Villegas, Rafael. Op. cit., pág. 627.
406
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Respecto de lo anterior, el párrafo segundo del artículo 1890 puntualiza que: “El
subarriendo total o parcial no menoscaba los derechos ni las obligaciones que
respectivamente corresponden al arrendador y al arrendatario, ni altera las
garantías constituidas para seguridad del contrato de arrendamiento”. Desde
luego, el tercero garante o el fiador del arrendatario seguirá siéndolo de él,
pero de ninguna manera pasará automáticamente a ser garante o fiador del
subarrendatario.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
408
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
11. Extinción
a. Por vencimiento de plazo convenido por los contratantes o por la ley; y por
estar satisfecha la finalidad para la que la cosa fue dada en arrendamiento.
409
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
establece que: “En los contratos vigentes que se relacionan con el artículo
primero, y cuyo plazo vence o haya vencido dentro del ámbito temporal de
vigencia del Decreto 57-87 del Congreso de la República, no podrá invocarse
como causal de terminación del contrato el vencimiento del plazo”. (Los
contratos que se relacionan con el referido artículo primero son los de “casas
cuyo objeto sea para vivienda del arrendatario”).
410
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
411
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
cada caso concreto, pues es muy difícil señalar reglas generales que describan
un abandono aplicable a cualquier caso.
ii) Si, tratándose de una finca rústica, el arrendatario abandona las plantaciones
existentes al tiempo de celebrar el contrato o no las cultiva con la debida
diligencia.
412
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Es decir que, aunque el plazo aún esté vigente, puede el arrendador demandar
la rescisión del arrendamiento, siempre que hubiere entregado la cosa.
iv) Por mayoría de edad del menor, rehabilitación del incapaz o vuelta del
ausente, en los arrendamientos que hubieren celebrado sus respectivos
representantes con plazo mayor de tres años.
iv.1) El arrendamiento de bienes del menor de edad con plazo mayor de tres
años debe autorizarlo el juez competente antes de su celebración. Lo
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
vi) Por usar el arrendatario la cosa arrendada con fines contrarios a la moral o al
orden público o a la salubridad pública.
vii) Por muerte del arrendatario, si sus herederos no desean continuar con el
arrendamiento.
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415
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
persona que sabe que dentro de cierto tiempo necesitará la casa para habitarla
él y su familia, la dé en arrendamiento por un plazo que se extienda más allá
del período en el que habrá de necesitarla. Por eso es que el Código actual
exige la comprobación de la necesidad que tiene el arrendador de habitar la
casa arrendada.
Esta causa de rescisión protege los derechos del arrendador, quien además
de exigir la desocupación del inmueble, puede demandar el resarcimiento de
los daños y perjuicios causados.
416
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Procedimiento de desocupación
Indica el párrafo final del artículo 1940 que: “Ocurrido cualquiera de los casos
anteriores, se procederá de acuerdo con lo que establecen las leyes respectivas”.
Esto se refiere, sin duda alguna, al juicio sumario de desocupación que regula el
Código Procesal Civil y Mercantil en los artículos 236 a 243.
Si se tratare de finca rústica, debe tomarse en cuenta que “Si en la finca hubiere
labores, plantíos o algunas otras cosas que reclamare el arrendatario como de
su propiedad, debe hacerse constar la clase, extensión y estado de las cosas
reclamadas, sin que esta reclamación impida el lanzamiento”. Párrafo segundo del
artículo 241 del Código Procesal Civil y Mercantil.
417
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Desconcierta el artículo 1940 cuando establece que el arrendador podrá dar por
terminado el arrendamiento en los casos que enumera, o en los que prevé el
artículo 1930. Lo verdadero y correcto es que varios de los motivos de rescisión a
que se refieren dichas normas y otras del Código pueden también ser invocadas
por el arrendatario contra el arrendador como motivos de rescisión. Tal el caso del
incumplimiento del arrendador de cualquiera de las obligaciones que le imponen
los artículos 1901 y 1902, o de cualesquiera otras que se hubieren establecido en
el contrato.
Rescisión unilateral
Ocurre por la sola voluntad del inquilino que no desea continuar con el
arrendamiento. En tal caso, debe avisar al arrendador con la antelación que
corresponda según fuere el tipo de inmueble arrendado (lo cual tipifica lo que
algunos autores denominan carta de despedida). El arrendador no puede exigir
la acreditación de justa causa (basta la voluntad del inquilino) y tampoco
puede oponerse a la rescisión. Su derecho se circunscribe a exigir al inquilino el
cumplimiento de todas sus obligaciones hasta el día de la efectiva desocupación.
418
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Si quien comete alguna de las infracciones a que se refieren las normas anteriores
es un inquilino, su infracción constituye causa de desocupación del inmueble. La
acción puede ejercitarla el administrador del edificio en calidad de representante
legal de los propietarios. Artículo 538.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. “Quien enajena una empresa debe abstenerse, durante los cinco años
siguientes a la transmisión, de iniciar una nueva que por su objeto,
ubicación y demás circunstancias, pueda desviar la clientela de la empresa
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El artículo 1941 indica que: “Las disposiciones consignadas en este capítulo (se
refiere al Capítulo I del Libro VI) regirán sin perjuicio de lo establecido en la ley
especial de inquilinato u otra ley de emergencia que regule este contrato, en cuanto
a fijación de renta y demás condiciones no determinadas en los artículos anteriores”.
Ley de Inquilinato
Son importantes, a mi juicio, por la materia que regulan, las normas siguientes:
421
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
422
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Para que esta norma fuere efectiva, sería necesario legislar en el sentido
de que, celebrado un contrato de arrendamiento, el arrendador tuviere la
obligación de notificar dicha celebración a las entidades o empresas que
prestan los servicios de agua potable, luz eléctrica y teléfono; y asimismo,
dejar al inquilino que así lo deseare la potestad de hacer él la notificación.
423
Capítulo II
El contrato de comodato
1. Antecedentes
El Código de 1877 estableció que sólo podían darse en comodato las cosas que no
se consumen con el primer uso.
425
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Indicó, asimismo, que el comodatario no podía retener las cosas o los semovientes
en seguridad ni en compensación de lo que le debiere el comodante, a no ser que
la deuda proviniere de gastos extraordinarios y precisos hechos en beneficio de
la cosa después de prestada.
2. Concepto
El artículo 1957 expresa que: “Por el contrato de comodato una persona entrega
a otra, gratuitamente, algún bien mueble no fungible o semoviente, para que se
sirva de él por cierto tiempo y para cierto fin y después lo devuelva”.
3. Elementos
A) Personal o subjetivo
a. El comodante es quien entrega la cosa para su uso gratuito. Debe ser persona
capaz y sin limitación alguna para la administración de su patrimonio. Es
imposible, o al menos muy difícil, que puedan darse en comodato bienes
pertenecientes a incapaces, menores de edad o ausentes, pues es complicado
imaginar casos en los que haya utilidad o al menos necesidad de que
el representante legal respectivo, con autorización del juez competente,
entregue bienes de su representado para que el comodatario los use y no
asuma a cambio ninguna contraprestación.
El artículo 1958 indica que: “Sólo pueden dar en comodato el que tiene la
libre disposición de la cosa y el arrendatario y usufructuario que no tengan
prohibición”.
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427
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Elemento formal
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4. Características
429
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
A) Arrendamiento
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B) Mutuo
a. El uso y la habitación son derechos reales, que si bien es cierto pueden nacer
del contrato (que en tal caso son contratos atípicos puesto que no están
regulados como tales en la ley), producen una potestad de dominio sobre la
cosa, oponible por el usuario o el habitacionista ante cualquier persona. El
comodato da origen al nacimiento de derechos personales oponibles por el
comodatario únicamente ante el comodante o ante terceros que se relacionen
o interfieran respecto de dichos derechos, nunca ante cualquier persona (es
decir, de ninguna manera erga omnes).
D) Usufructo
E) Donación
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
6. Naturaleza jurídica
El comodato es, sin lugar a dudas, un contrato que transmite el uso de cosas o
de semovientes. El comodante conserva la propiedad y el disfrute de los bienes,
pues sólo transmite temporalmente su posesión y uso.
Creo, como antes indiqué, aun a sabiendas de que muchos autores no comparten
esa tesis, que la causa del comodato es el ánimo de liberalidad del comodante,
entendido como su deseo desinteresado de favorecer al comodatario.
7. Efectos jurídicos
Derechos:
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Obligaciones
a. Entregar las cosas o los semovientes. Por el carácter real que el Código le
atribuye, esta obligación forma parte de la celebración misma del contrato.
Es a partir de ella que el contrato está celebrado.
b. Advertir al comodatario de los vicios ocultos que tengan las cosas o los semo-
vientes. Si conociéndolos no dio aviso al comodatario, será responsable de los
daños o perjuicios que con tal motivo sufra. No obstante que el comodatario no
retribuye ni paga nada por el uso, lo que la norma respectiva sanciona es la culpa
(omisión negligente) o el dolo (mala fe) del comodante. Artículo 1962, inciso 1.
c. No pedir antes del vencimiento del plazo las cosas o los semovientes que
prestó; y, a falta de convenio, antes de que el comodatario los haya usado
en el destino que fue motivo del comodato. Artículo 1962, inciso 2. Esta
obligación cesa en el caso previsto en el artículo 1963 concerniente a que: “Si
el comodante necesita con urgencia imprevista la cosa prestada, o si ésta
corre peligro de perecer si continúa en poder del comodatario, podrá exigir
que se le devuelva antes de cumplido el plazo o antes de que se haya usado
de ella, y el juez, según las circunstancias, resolverá lo que proceda”.
Es claro que las partes pueden rescindir por mutuo acuerdo el contrato en
cualquier momento que lo deseen. Pero si no alcanzan acuerdo, no obstante
la gratuidad del uso, la ley protege al comodatario en el sentido de que el
comodante debe demandarlo y probar en juicio la urgencia imprevista que
aduce o la inminencia de que las cosas perezcan si continúan en poder del
comodatario.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Derechos
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Obligaciones
b. Emplearlos para el uso convenido o en defecto de pacto, para el que sea más
conforme con su naturaleza. En caso de abuso, el comodatario es responsable
de su deterioro o pérdida, aun por caso fortuito. Artículo 1964, inciso 2.
c. Hacer los gastos ordinarios que necesiten las cosas o los semovientes durante
el comodato. Artículo 1964, inciso 3.
435
Pienso que sí, pues el comodato, como todos los contratos, no puede ser rescindido
por voluntad de una sola de las partes, excepto en aquellos casos en los que la ley
expresamente lo permite.
436
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El efecto, según la norma del Código Civil antes transcrita es, como antes se dijo,
que la tasación fija de antemano el valor que habrá de pagar el comodatario por
pérdida de la cosa, sea ésta culpable o fortuita. Su propósito es, por consiguiente,
garantizar que el comodante no sufrirá la pérdida de la cosa aunque la misma no
fuere imputable al comodatario. De manera que cuando éste acepta la tasación,
437
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Si las cosas o los semovientes fueren hallados por el comodante podrá, a su elección,
retenerlos restituyendo el precio que se le dio (con lo cual estaría rescindiendo
unilateralmente el convenio de pago que celebró con el comodatario con motivo
de la pérdida de las cosas o de los semovientes prestados), o quedarse con éste y
entregar las cosas o los semovientes al comodatario (quien, por haberlos pagado,
es su propietario). Artículo 1970, párrafo primero.
8. Extinción
a. El comodato se extingue por las mismas causas que le ponen fin al contrato
de mutuo, excepto en lo concerniente a la nulidad por usura.
438
Título IV
Contratos de custodia
Capítulo único
El contrato de depósito
1. Antecedentes
Aún hoy, ciertas clases de depósitos conservan el noble matiz de confianza con
el que este contrato nació en la vida social primaria, sencilla, de épocas cada
vez más remotas. Sin embargo, la complejidad creciente de la vida lo ha ido
transformando profundamente hasta convertirlo en un contrato oneroso, y sólo
excepcionalmente gratuito, donde ya no prevalece la confianza del depositario
sino su profesionalidad, su crédito comercial y las garantías que puedan pactarse
o que establezca la ley para asegurar su cumplimiento.
439
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Clasificó el depósito en voluntario (el que hacía una persona sin estar compelida
por algún accidente imprevisto), necesario (cuando tenía por objeto librar la cosa
de un peligro inminente, como en el caso de un incendio, por ejemplo), y judicial
(cuando lo ordena el juez).
Dispuso que no se daría acción civil por el depósito hecho en una persona incapaz,
sino únicamente para recobrar lo que existía o lo que se había consumido en
provecho del depositario.
Estipuló que los depositarios que negaren el depósito y les fuera probado en
juicio, sufrirían las penas que indicaba el Código Penal.
440
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2. Concepto
Puig Peña108 lo define como “Aquel contrato por cuya virtud una persona entrega a
otra de su confianza una cosa, con la sola finalidad de custodiarla hasta que aquélla se
la reclame”.
El artículo 1974 establece que: “Por el contrato de depósito una persona recibe de
otra alguna cosa para su guarda y conservación, con la obligación de devolverla
cuando se la pida el depositante, o la persona a cuyo favor se hizo, o cuando lo
ordene el juez”.
3. Elementos
441
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Depositario menor de edad. El artículo 1876 establece que: “El menor de edad que
acepte el depósito está obligado a restituir la cosa depositada si se conserva aún
en su poder, o el provecho que hubiere recibido de su enajenación; y si hubiere
procedido de mala fe, podrá ser condenado al pago de daños y perjuicios”.
442
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Depósito de cosa ajena. Alguien que de manera lícita tenga en su poder una
cosa ajena puede, salvo pacto en contrario, si fuere lo más conveniente y útil
para el dueño, depositar la cosa en un tercero idóneo o en una institución
que profesionalmente se dedique a la custodia de bienes o valores ajenos. El
depositante tendría, en tal caso, acción contra el propietario para obtener el
reintegro de lo pagado por el depósito.
443
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Las cosas depositadas habrán de ser corpóreas, tangibles, pues para que el
contrato se considere celebrado deben haber sido entregadas al depositario,
quien las guardará en el lugar convenido o en el que fuere más idóneo para su
conservación. La entrega puede ser material, simbólica o legal.
b. Hay casos en los que se admite sin discusión que el juez competente pueda
ordenar el depósito de bienes inmuebles. Tal el caso, por ejemplo, del pago
por consignación en el que, cuando lo que se consigna es un bien inmueble,
el juez acepta el depósito mediante el nombramiento de un interventor bajo
cuya custodia y responsabilidad queda el bien. Artículo 1415.
444
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Otros autores dicen que lo que se tipifica es un contrato de trabajo. Creo que eso
ocurría únicamente en el caso de que el encargado de la custodia de la cosa esté
bajo la dirección inmediata y directa del depositante. Tal el caso, por ejemplo, de
lo que en Guatemala se conoce como “Guardián”.
Pero si, por ejemplo, una persona que va a ausentarse de su casa por un mes,
encarga a su vecino que le cuide el inmueble y, para tal efecto, le entrega las llaves
del mismo, lo que se estaría celebrando no puede ser más que un contrato de
depósito, que podría ser oneroso si el vecino recibirá remuneración, o gratuito si
manifiesta que actuará sin percibir ninguna paga o estipendio.
C) Elemento formal
4. Características
445
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Quizá este contrato permite explicar su carácter real con más facilidad
que el de mutuo y el de comodato, pues dado que la finalidad esencial,
indispensable del mismo, es la custodia de la cosa depositada, se considera
celebrado hasta que el depositario haya efectivamente recibido la cosa de
cuya conservación y guarda se va a encargar. Es fácil entender, pues, que
mientras la cosa no haya sido entregada al depositario, no hay todavía
obligación alguna a cargo de éste, pues nadie puede custodiar lo que aún
no ha recibido.
446
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
5. Naturaleza jurídica
En todos los contratos en que uno de los contratantes debe entregar o devolver
alguna cosa, hay necesariamente a su cargo deber de conservación y custodia
desde que se celebra el contrato hasta el día de la efectiva entrega, pero no es esa
su finalidad principal. En el contrato de depósito, por el contrario, la conservación
y custodia de la cosa constituye la finalidad esencial, su razón de ser, la causa
misma de su celebración.
447
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Puede decirse, por consiguiente, con absoluta certeza, que toda persona que
tiene en su poder una cosa ajena (mandatario, socio administrador, vendedor,
permutante, donante, comodatario, acreedor pignoraticio, por ejemplo), tiene a
su cargo un deber de conservación y custodia de dicha cosa como presupuesto
indispensable para poder cumplir con su obligación de entregarla o devolverla.
En cambio, el depositario tiene obligación de guarda y custodia de la cosa no
como obligación derivada de otra que haya de cumplir, sino como la obligación
principal en sí misma, es decir, como la obligación única y esencial que constituye
la razón de ser del depósito.
No existe otro contrato civil cuya única causa sea la conservación, guarda y
custodia de cosas ajenas. Por eso es que en la clasificación que el Código hace
de los contratos por razón de su finalidad, el único que está catalogado como
contrato de custodia es precisamente el contrato de depósito.
A) Comodato
La finalidad del comodato es el uso gratuito de la cosa por parte del comodatario.
La del depósito es la guarda y conservación de la cosa, sin derecho del depositario
a usarla (salvo en el depósito irregular).
B) Mutuo
448
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C) Mandato
D) Arrendamiento
7. Clases
A) Depósito regular
449
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
B) Depósito irregular
En esta clase de depósito, el depositario tiene facultad para usar las cosas
depositadas. Es decir, se transmite al depositario la posesión de la cosa, no la
simple tenencia.
450
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C) Depósito legal
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
D) Depósito judicial
No podría el juez devolver a una sola de las partes la cosa depositada por
ambas, pues ello equivaldría a prejuzgar que la cosa pertenece a dicha parte
procesal, asunto que sólo podrá decidir cuando dicte la sentencia respectiva.
452
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La norma antes transcrita se refiere al artículo 420 del Código Penal, que
sanciona con prisión de uno a tres años y con multa de doscientos o dos mil
quetzales al funcionario o empleado público que se negare a dar el debido
cumplimiento a sentencias, resoluciones u órdenes de autoridad superior
dictadas dentro de los límites de su respectiva competencia y revestidas de
las formalidades legales que correspondan.
a. Pago por consignación. Constituye depósito judicial el que se hace con motivo
del pago por consignación, circunstancia en la que, excepcionalmente, lo
453
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
454
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El artículo 1998 establece que: “El depósito judicial termina por orden de juez
competente”. Lo anterior significa que podría terminar por haber concluido el
proceso, por haberse perdido la cosa depositada o por cualquiera otra causa que
a juicio del juez haga inútil o innecesario el depósito.
455
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. El depósito contractual no termina por orden del juez (salvo, desde luego, los
casos de nulidad, rescisión, resolución o revocación que pudieran darse, las
cuales, en todo caso, serían causas excepcionales de terminación). El depósito
judicial termina por orden del juez. Esa es su forma normal de extinción.
E) Depósito necesario
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F) Depósito de dinero
El artículo 1999 indica que: “El depósito de dinero en moneda corriente en las
instituciones de crédito está sujeto a lo dispuesto en leyes especiales. Se presume
nulo el depósito de dinero constituido en persona no autorizada por la ley para
recibirlo, salvo prueba en contrario”.
Las leyes especiales a que se refiere la primera parte de la norma transcrita son las
leyes de naturaleza bancaria, monetaria y financiera. La presunción a que alude
la segunda parte de la norma referida permite prueba en contrario. Sin embargo,
si no se prueba que la persona particular está autorizada por la ley para recibir el
depósito en dinero, el mismo será nulo por imperativo de la ley.
457
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Por otra parte, si en verdad fuere arrendamiento, tendrían que fijar un plazo
y respetarlo ambas partes, salvo el derecho del arrendatario de ponerle fin
unilateralmente dando aviso previo al arrendador, o el del arrendador de demandar
la desocupación por alguna de las causas de rescisión que establece la ley.
Es más lógico pensar que la causa determinante en el ánimo del conductor sea
resguardar el vehículo, protegerlo por un período que a él interesa, transcurrido
458
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
el cual pagará el precio del depósito y lo retirará. Aquí se daría el caso previsto
en la ley relativo a que el depositario está obligado a devolver el depósito cuando
lo pida el depositante.
8. Efectos jurídicos
Obligaciones
459
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Derechos
Obligaciones
El artículo 1980 establece que: “Si por culpa del depositario se hubiere roto la
cerradura o el sello de un depósito que se hizo en caja, fardo o paquete cerrado
o sellado, sin hacerse constar su contenido y así lo admitió el depositario, se
tendrá como cierta la declaración jurada del depositante acerca del contenido,
mientras no se pruebe lo contrario”.
460
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d. Abstenerse de trasladar las cosas fuera del lugar en que según el contrato
deben permanecer, salvo causa de necesidad y con previo aviso al depositante.
Artículo 1993.
El artículo 1994 establece que: “Aun cuando se haya fijado plazo para la
restitución del depósito, debe entregarse luego de que el depositante lo reclame,
a no ser que se haya trasladado a otra parte la cosa depositada, de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo anterior”. Dicho artículo anterior es el 1993,
concerniente a que “Las cosas depositadas no podrán ser trasladadas fuera del
lugar señalado en el contrato, sino por causa de necesidad y previo aviso al
depositante”.
Derechos
461
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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d. Por muerte del depositante la restitución del depósito se hará a sus herederos.
Artículo 1990
b. El artículo 272 del Código Penal indica que: “Quien en perjuicio de otro, se
apropiare o distrajere dinero, efectos o cualquier otro bien mueble que
hubiere recibido en depósito, comisión o administración, o por cualquier
otra causa que produzca obligación de entregarlos o devolverlos, será
sancionado con prisión de seis meses a cuatro años y multa de cien a tres
mil quetzales”.
463
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
9. Extinción
464
Título V
Contratos de gestión
Capítulo I
El contrato de obra o de empresa
1. Antecedentes
Este es un contrato que, si bien no puede afirmarse que no haya existido desde
la remota antigüedad, se desarrolla de manera evidente y cierta en momentos
en que la civilización de la humanidad alcanzó grados superiores en los ámbitos
económico, cultural e incluso estético. Es decir, en la era en que las personas
mandaron ya a erigir viviendas, palacios, templos, monumentos; construyeron
muebles para uso y comodidad del hogar, de los edificios de gobierno, foros,
teatros y templos de culto. Cuando, además, se hizo rutinaria la confección de
vestidos de uso diario y de ceremonia, joyas y adornos; y asimismo, mandaron a
construir barcos, carros de guerra y armas. En fin, instrumentos que usaban para
vivir, disfrutar, comerciar, defenderse y pelear.
Son, pues, múltiples y variadas las obras que unas personas han encargado a
otras a lo largo de siglos de civilización.
2. Concepto
465
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Puig Peña110 dice que el contrato de obra o de empresa “Es aquel contrato por cuya
virtud una de las partes (locator, contratista, empresario, etc.) se obliga respecto
de otra (conductor, capitalista, propietario y, más modernamente comitente) a la
producción eficaz de un determinado resultado de trabajo (obra) a cambio de un
precio cierto, que se calcula por la importancia del mismo”.
Enneccerus, citado por Garrido-Zago111 expresa que: “El contrato de obra aparece
cuando una de las partes, el empresario, se obliga a producir un resultado de
trabajo, obra, y la otra parte, el comitente, a pagar una remuneración. Se entiende
por obra, en el sentido de este contrato, todo resultado a producir por la actividad
o por el trabajo, por ello ejemplifica que la producción o modificación de cosas,
el transporte de personas o de cosas, la realización de una labor científica, la
creación de una obra artística material o inmaterial, constituye locación de obra.
En cambio, considera que en la prestación de tareas cuyo resultado ulterior
o esperado es completamente inseguro, como es el caso de las operaciones
peligrosas, debe suponerse, en la duda, que sólo se promete el primer resultado, o
sea, la buena ejecución técnica de la operación misma, no su resultado favorable,
es decir, la curación o mejoría”.
466
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
3. Elementos
El objeto del contrato es una obra que puede ser mueble (por ejemplo, la
construcción de mobiliario para equipar una casa, la confección de un traje, la
elaboración de una escultura o de una pintura, o hacer a una persona un corte
de pelo de determinado estilo); o inmueble (por ejemplo, la construcción de
un edificio, de una piscina), o la obtención de un determinado resultado como
consecuencia de un servicio que un contratante presta al otro (por ejemplo, que
determinada mercadería que uno entrega al otro para que la transporte por tierra,
mar o aire, llegue incólume y puntualmente a su destino).
El objeto puede ser algo material (como en el caso de los ejemplos anteriores), y
también algo de naturaleza intelectual. Por ejemplo, encargar a un dramaturgo
escribir una obra de teatro, a un historiador el relato de un determinado suceso,
a un especialista una conferencia sobre determinado tema.
467
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
También forma parte del objeto, el precio a cambio del cual se ejecutará la obra.
Aunque para su fijación es inevitable y útil tomar en cuenta los medios empleados
y el tiempo destinado a la ejecución, es la importancia, complejidad o especialidad
que demanda la obra lo que verdaderamente determina el monto del precio.
También puede acudirse voluntariamente a la realización de un concurso y
efectuar la fijación del precio de conformidad con las ofertas de los participantes.
(Diferente es, por supuesto, la obligatoriedad de los procedimientos de licitación
propios de las obras públicas).
C) Elemento formal
4. Características
468
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ii) “Cuando se ha encargado cierta obra a una persona por razón de sus
cualidades personales, el contrato se rescinde por la muerte de ella”.
Artículo 2019, párrafo primero.
5. Naturaleza jurídica
469
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
470
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
A) Contrato de trabajo
Algunos autores fundan las diferencias en que el trabajador recibe un salario por
su actividad, en tanto que el contratista cobra un precio por la obra concluida.
Además, en que el patrono debe responder por los accidentes que durante su
actividad laboral sufran los trabajadores, y que el propietario o comitente no tiene
responsabilidad alguna por los daños que sufra el contratista o sus dependientes
durante la ejecución de la obra.
471
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
B) Servicios profesionales
C) Compraventa
472
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. El contrato de obra puede ser intuitu personae. Es decir, son esenciales los
atributos o cualidades del contratista, empresario o artífice. En el contrato de
compraventa son irrelevantes las cualidades o los atributos del vendedor.
7. Efectos jurídicos
Obligaciones
473
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Tendrían, eso sí, derecho de recobrar sus planos o diseños, pues éstos
siguen siendo de su propiedad, salvo estipulación en contrario.
iii) El autor del plano, diseño o presupuesto podrá cobrar su precio cuando
la obra se ejecutare conforme al mismo por otra persona, aun en el caso de
que se le hubieren hecho modificaciones en los detalles. Artículo 2004.
474
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
f. Responder del trabajo ejecutado por las personas que empleare en la obra, y
del desempeño de las personas que ocupare con su material. Dichas personas
no tienen acción contra el propietario sino hasta la cantidad que éste adeude
al contratista cuando se hace la reclamación. Artículo 2009.
475
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
476
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
477
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Derechos
Obligaciones
478
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Pagar el precio de la obra. El artículo 2013 establece que: “El dueño está
obligado a pagar el precio en la forma y plazo convenidos y, a falta de
estipulación, al serle entregada la obra a su satisfacción”.
Derechos
479
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
8. Extinción
a. Cuando se ha encargado una obra a una persona por razón de sus cualidades
personales, el contrato se rescinde por la muerte de ella. En este caso, el
propietario debe abonar a los herederos del contratista en proporción del
precio convenido, el valor de la parte de obra ejecutada y de los materiales
480
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
481
Capítulo II
El contrato de servicios profesionales
1. Antecedentes
483
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
2. Concepto
484
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
3. Elementos
El profesional, además de ser persona capaz, debe tener título o autorización legal
que acredite su calidad y estar activo conforme a las reglas del correspondiente
colegio profesional. Asimismo, ajustará su conducta a las normas éticas propias
de su profesión. El profesional será siempre una persona individual, nunca una
persona jurídica. Así se deduce del carácter intuitu personae que es consubstancial
al contrato de servicios profesionales y del tipo de responsabilidad civil y penal
en que puede incurrir en la prestación del servicio.
485
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 2036 establece que: “Las personas que, sin tener título facultativo o
autorización legal, prestaren servicios profesionales para los cuales la ley exige
ese requisito, además de incurrir en las penas respectivas, no tendrán derecho
a retribución y serán responsables de los daños y perjuicios que hubieren
ocasionado”.
486
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
487
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
a. Los profesionales y sus clientes son libres para contratar sobre honorarios y
condiciones de pago. Artículo 2027.
488
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
489
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
490
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
No hay norma legal que prohíba el pacto de cuota litis y, por el contrario, el Código
Civil lo permite tácitamente al expresar que los profesionales (en general) y
quienes solicitan sus servicios, son libres para convenir honorarios y condiciones
(modalidades) de pago. Artículo 2027.
Para impedir la celebración del contrato de cuota litis es necesario incluir una
norma prohibitiva en el Código Civil.
Brenes Córdoba113 opina que: “Este pacto se halla regulado de modo muy diverso en
las distintas legislaciones. Igual disparidad de criterios se encuentra en la doctrina y la
jurisprudencia. La opinión mayoritaria, sin embargo, adversa el pacto, por considerarlo
lesivo a la dignidad del abogado, en cuanto lo hace perder objetividad e independencia en
su trabajo, cuando no inmoral, porque, como efecto del mismo, el abogado atiende más a
su interés económico que al derecho y a la justicia. Con base en esas consideraciones ya los
romanos pohibían el pacto de cuota litis, por ser contrario a las buenas costumbres, como
lo hacen modernamente España, Estados Unidos, Japón, entre otros.
491
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Otras legislaciones, en cambio, admiten este contrato fundando su posición sobre todo
en razones de orden práctico, atendiendo al beneficio que representa para el litigante
pobre, que de otro modo podría tener dificultad en encontrar patrocinio legal (Uruguay,
Perú).
Una tercera posición sigue un criterio ecléctico, permitiendo el pacto como un medio para
facilitar el acceso a la justicia a las personas de pocos recursos, pero sujetando a varios
requisitos el convenio para su validez, con lo cual se trata de evitar los excesos en que
pudiera incurrir el profesional en cuanto a su participación e interés directo en el litigio.
Tal es la posición que sigue nuestro derecho, que tiene como lícito el convenio siempre que
se den los supuestos que fija la ley.
Sea cual fuere la opinión que se siga, es importante tener en cuenta que las desventajas del
pacto, que señalan quienes lo adversan, no siempre serán determinantes para influir en la
conducta del abogado cuando éste tenga una buena formación profesional”.
C) Elemento formal
492
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
493
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
El artículo 2033 indica que: “El profesional está obligado a prestar sus servicios
con toda dedicación y diligencia y con arreglo a las prescripciones de la ciencia o
arte de que se trate, siendo responsable de los daños y perjuicios que cause por
dolo, culpa o ignorancia inexcusable, o por la divulgación de los secretos de su
cliente”.
494
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El Código indica que: “Salvo pacto en contrario, los que prestaren servicios
profesionales tendrán derecho a ser retribuidos, cualquiera que sea el éxito
o resultado del negocio o asunto en el cual hubieren intervenido”. Artículo
2032.
A) Mandato
b. Salvo el caso del mandato oculto, el mandatario tiene, por el solo hecho de
serlo, la representación del mandante. El profesional no tiene la representación
de su cliente.
495
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Contrato de trabajo
496
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
497
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
7. Efectos jurídicos
Obligaciones
b. Responder de los daños que causare por su culpa o dolo, por impericia o
negligencia inexcusable, y por la divulgación de los secretos que con motivo
del asunto le hubieren sido confiados, aunque no se le haya pedido reserva o
confidencialidad. Artículo 2033.
Especial importancia tiene la responsabilidad civil del profesional por los daños
o perjuicios que cause por su impericia o ignorancia inexcusable (lo que en otros
países se denomina responsabilidad civil por mala práctica). La manera pertinente
de probarla es mediante el dictamen de expertos de notoria competencia e
imparcialidad.
498
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Ahora bien, en lo que concierne a conocer y sancionar a sus miembros por “haber
incurrido en notoria ineficiencia, incompetencia, negligencia, impericia o mala
práctica” debe considerarse:
a. Que de conformidad con los párrafos tercero y cuarto del artículo 203 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, “La función jurisdiccional
se ejerce, con exclusividad absoluta, por la Corte Suprema de Justicia y por
los demás tribunales que la ley establezca. Ninguna otra autoridad podrá
intervenir en la administración de justicia”.
Por otra parte, los tribunales de honor carecen de competencia para dictar
medidas precautorias, así como de coercibilidad para ejecutar lo juzgado.
b. Es, por consiguiente, más adecuado que cuando el caso denunciado se refiera
a lo antes referido, el tribunal de honor se abstenga de conocerlo, indique a la
parte denunciante que acuda a la vía jurisdiccional común y, luego de estar
firme la sentencia condenatoria que se dictare, conocer de la repercusión ética
que pueda tener la conducta judicialmente sancionada.
Revelación del secreto profesional. El artículo 223 del Código Penal tipifica el
delito de revelación de secreto profesional, así: “Quien, sin justa causa, revelare o
empleare en provecho propio o ajeno un secreto del que se ha enterado por razón
de su estado, oficio, empleo, profesión o arte, si con ello ocasionare o pudiere
ocasionar perjuicio, será sancionado con prisión de seis meses a dos años o multa
de cien a un mil quetzales”.
499
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Esta norma, que lamentablemente no figura en las leyes penales (aunque felizmente
sí figura en la literal c) del artículo 201 de la Ley del Organismo Judicial en el sentido
de que es prohibido a los abogados revelar el secreto de su cliente), trata de
impedir que el abogado pueda ser obligado a declarar en juicio o procedimiento
de cualquier naturaleza acerca de confidencias que recibió de su cliente.
Derechos
Herrera114 reseña que: “Los autores distinguen los honorarios del alquiler en que,
aquéllos se refieren a servicios en cuyo desempeño entran de modo preferente la
inteligencia y la buena voluntad, las cuales, propiamente no se alquilan porque no son
estimables en dinero; por lo cual los profesionales pueden recibir una remuneración
de las personas a cuyo favor han ejercido su ministerio aplicando los principios
científicos, sin que sus actos pierdan su índole generosa”.
b. Recibir el reembolso de los gastos que con motivo del servicio hubiere
satisfecho. El artículo 2029 establece que: “El profesional tiene derecho, además
de la retribución, a que se le paguen los gastos que haya hecho con motivo
de los servicios prestados, justificándolos y probándolos debidamente”. En
similar sentido se pronuncian los artículos 2030 y 2031.
500
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Obligaciones
Derechos
8. Extinción
b. Rescisión unilateral por parte del profesional. El artículo 2034 indica que:
“Cuando un profesional no pueda continuar prestando sus servicios, deberá
avisar con la debida anticipación, según la naturaleza del trabajo, a la persona
que lo contrató, quedando responsable de los daños y perjuicios si se separare
sin dar aviso y sin dejar persona competente que lo sustituya”.
501
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
d. Por haberse vuelto imposible la prestación del servicio sin culpa del
profesional, en cuyo caso habrá de pagársele lo que ya había ejecutado o,
502
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
c. El profesional que coopera, en la forma antes dicha, para que otra persona
cometa la usurpación de calidad, tendrá que ser juzgado como autor del
delito, a tenor del inciso 3, del artículo 36 del Código Penal concerniente a
que son autores “Quienes cooperan a la realización del delito, ya sea en su
preparación o en su ejecución, con un acto sin el cual no se hubiere podido
cometer”.
503
Título VI
Los contratos de garantía
Capítulo I
El contrato de fianza
1. Antecedentes
Entre las primeras garantías que la historia registra tuvo especial importancia
la palabra de personas honorables. La garantía de cumplimiento descansaba
entonces en el honor y la buena fama de quien prometía cumplir si no lo hacía
el obligado. La persistencia del contrato de fianza civil tiene aún atisbos de esa
forma de considerar las cosas, aunque los acreedores, y por consiguiente, las
leyes que protegen el cumplimiento de los contratos, ponen ahora mayor énfasis
en la solvencia patrimonial o económica del fiador.
El Código de 1877 estableció que podían ser fiadores los que podían obligarse y
no tenían prohibición legal.
Dijo que el que estaba obligado a dar un fiador, debía presentar una persona con
capacidad de obligarse, que fuere dueña de bienes suficientes para responder del
objeto de la obligación y tuviera su domicilio en el mismo departamento.
505
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
No obstante que hay contratos en los que se suele casi rutinariamente constituir
fianzas, por ejemplo, en el arrendamiento, no es unánime la opinión de los autores
respecto de la idoneidad y conveniencia de dichas garantías personales.
Borda responde: “Por más que la crítica de Puig Peña es en general justificadísima, no puede
negarse que la fianza desempeña un papel económico fundamental como instrumento de
crédito. Muchas veces la escasa cuantía de la deuda no justifica apelar al recurso costoso,
molesto y lento de las garantías reales; otras, el deudor no tiene bienes para ofrecer en
garantía. La fianza es un recurso expeditivo, simple y eficaz, que por lo común garantiza
satisfactoriamente al acreedor (puesto que éste se asegurará la solvencia del fiador); por
más que desgraciadamente muchas personas inescrupulosas se sirven de ella para lograr
115 Garrido, Roque Fortunato; Zago, Jorge Alberto. Op. cit., pág. 551.
506
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
del amigo la garantía de una deuda que luego no piensan pagar. Es servicio que se puede
exigir del amigo y muchos se sienten autorizados para descalificar en el plano amistoso a
quien prudentemente se niega a prestar su fianza conociendo la poca solvencia económica
(y a veces moral) del que la pide”.
2. Concepto
El párrafo primero del artículo 2100 establece que: “Por el contrato de fianza una
persona se compromete a responder por las obligaciones de otra”.
507
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
3. Elementos
A) Subjetivo o personal
a. “La solvencia del fiador se estima atendiendo a sus bienes y al estado de sus
negocios. No se tomarán en cuenta para este objeto, los bienes litigiosos ni los
que estén garantizando alguna obligación”. Artículo 2113.
508
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Mandatario. Para que el mandatario pueda celebrar contrato del que resulte
fianza a cargo del mandante, debe tener el mandato cláusula especial que así lo
autorice.
El objeto del contrato de fianza es que una tercera persona (el fiador), asuma ante
el acreedor la obligación de cumplir la prestación a cargo del deudor o principal
obligado, si éste no la satisface en el plazo establecido. El fiador no es parte del
contrato principal y no es necesario que tenga interés en el mismo.
Pueden afianzarse las obligaciones de dar (tanto en dinero como en especie), las
obligaciones de hacer y las obligaciones de no hacer. En el caso de las obligaciones
de dar, el fiador cumplirá exactamente la prestación a cargo del deudor, en tanto
que en las de hacer y en las de no hacer, la obligación del fiador consiste en el
resarcimiento de los daños y perjuicios que sufrió el acreedor con motivo del
incumplimiento del deudor.
509
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
No pueden ser objeto de fianza las obligaciones aleatorias, puesto que en ellas el
riesgo de pérdida es parte esencial de su naturaleza. Por ejemplo, las concernientes
a loterías, rifas, apuestas y juegos lícitos.
510
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
acreedor demande al fiador, que podrá pedir la venta en pública subasta del
bien pignorado o hipotecado.
La prenda y la hipoteca quedan en este caso sujetas al régimen legal que les
es propio según las reglas generales conforme las cuales las regula el Código.
Por lo tanto, no habrá saldo insoluto en la hipoteca y en la prenda únicamente
existirá si fue pactado expresamente.
C) Elemento formal
a. Que la fianza se constituya por petición o ruego del deudor. En tal caso,
cuando el fiador paga, se subroga en el lugar del acreedor por ministerio de
la ley. Artículo 1455, inciso 3. En este caso, la subrogación se fundamenta en la
anuencia (petición) del deudor.
b. Que la fianza se constituye sin petición o ruego del deudor (podría inclusive
ser sin su conocimiento o información). En tal situación, cuando el fiador
paga, se subroga también en el lugar del acreedor, por ministerio de la ley.
Artículo 1455, inciso 2. En dicha situación, la subrogación se fundamenta en la
circunstancia de que el fiador tiene interés jurídico en el cumplimiento de la
obligación.
La fianza debe celebrarse por escrito para su validez. Artículo 2101. Es decir,
puede constituirse mediante cualquiera de las formas escritas que acepta la
ley (Artículo 1574). Ahora bien, tomando en cuenta el carácter accesorio de
511
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
la fianza, debe considerarse que debe constituirse con los mismos requisitos
que la ley exige para la celebración del contrato principal cuyo cumplimiento
garantiza.
512
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
El artículo 2104 indica que: “Es nula la fianza que recae sobre una obligación
que no es válida. Se exceptúa el caso en que la nulidad proceda de incapacidad
personal del deudor, si el fiador tuvo conocimiento de la incapacidad al
tiempo de obligarse”.
ii) En el caso de que la incapacidad personal del deudor sea absoluta (por
interdicción debidamente declarada, o por ser el deudor menor de
catorce años), la fianza no puede tener efecto alguno, porque no lo tiene
la obligación principal.
513
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
514
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
5. Naturaleza jurídica
Rojina Villegas117 indica que “La finalidad de este contrato de garantía consiste
en que el fiador pague lo que deba el deudor, si éste no cumple; que nunca pague
más y que si se obliga a tal cosa, se reducirá de pleno derecho su obligación; que, en
consecuencia, si el deudor no debe pagar, tampoco estará obligado el fiador y por esto
las causas que extinguen la obligación principal, extinguen la fianza”.
515
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
consiguiente, no pueden prometer otra cosa que lo que el deudor principal, ni obligarse
bajo condiciones más onerosas; pero pueden prometer menos, no suministrando así
al acreedor más que una garantía parcial. 3. Son mandatarios del deudor principal.
Obligados en su interés y no por su propia cuenta, tienen, pues, el derecho de recurrir
contra él cuando han pagado”.
6. Clases
Fianza simple
516
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
517
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Fianza solidaria
Subfianza
518
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Fianza limitada
Fianza ilimitada o abierta. Según el párrafo segundo del artículo 2103, “Si la fianza
no fuere limitada, el fiador queda obligado no sólo por la obligación principal
sino por el pago de intereses, indemnización de daños y perjuicios en caso de
mora, y gastos judiciales. El fiador no responderá de otros daños y perjuicios
y gastos judiciales, sino de los que se hubieren causado después de haber sido
requerido para el pago”.
Debe entenderse que la fianza legal y la fianza judicial, para obtener el resultado
que su imposición persigue, habrán de ser ilimitadas.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Fianza legal
520
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
m. “En la herencia desde día cierto o desde que se hayan cumplido los encargos
del testador, los herederos tienen derecho a exigir que el albacea asegure la
devolución de los bienes, para cuando llegue el día o se hayan cumplido los
encargos, sin más menoscabo en cuanto de él dependa, que el que resulta
naturalmente de las disposiciones del testador”. Artículo 1064.
522
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Fianza judicial
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A) Contrato de seguro
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
B) Aval
c. El fiador que paga subroga al acreedor en los derechos que éste tenía contra
el deudor (fiado). El avalista que paga adquiere también los derechos del
acreedor contra la persona garantizada y, además, “contra los que sean
responsables respecto de esta última por virtud del título”. Artículo 405 del
Código de Comercio.
526
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Fianza mercantil
527
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
lo que se estipule en el contrato”. Párrafo segundo del artículo 674 del Código de
Comercio.
D) Recomendación
8. Efectos jurídicos
528
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Como ninguno de los motivos rescisorios que la norma transcrita señala son
imputables al acreedor, éste tendría derecho de exigir al deudor, luego de
quedar rescidido el contrato de fianza, la constitución de una nueva garantía
y, si transcurrido el plazo que el juez señale no lo hace, dar por vencido el
plazo y demandarle el cumplimiento de la obligación.
529
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
530
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a. “El fiador que paga o cumple la obligación del deudor en todo o en parte,
tiene derecho a que éste le reembolse la totalidad de lo pagado. El fiador se
subroga por el pago en los derechos que el acreedor tenía contra el deudor,
pero cualquier reducción o beneficio que hubiere obtenido del acreedor
aprovechará al deudor y, en consecuencia, no podrá exigirle más de lo que
efectivamente haya pagado”. Artículo 2114.
Pago anticipado
a. Si el fiador paga la deuda antes del vencimiento del plazo, tendrá que
esperar a que éste se venza para poder ejercitar su acción de subrogación. De
531
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Deuda de varios deudores solidarios. “El fiador de una obligación que pagare la
deuda de varios deudores solidarios entre sí, tiene derecho a repetir por el total
contra todos o cada uno de ellos”. Artículo 2116.
Lo anterior se fundamenta en que la acción del fiador que pagó es una acción
de subrogación, es decir, es la misma acción que tenía el acreedor contra sus
deudores solidarios. Dicho en otras palabras, merced a la subrogación que en
este caso se produce por ministerio de la ley, los deudores pasan a ser deudores
solidarios del fiador que pagó.
Por otra parte, “Los derechos y obligaciones del fiador pasan a sus herederos en
proporción a la parte que les corresponde”. Artículo 2120. Lo mismo sucede con
los derechos del acreedor y con los derechos y obligaciones del deudor, en caso
de fallecimiento. Artículo 1529.
Es difícil entender cuáles de las obligaciones del fiador pasan a sus herederos.
No tengo duda de que si cuando falleció el fiador ya había incurrido en
incumplimiento el deudor, los herederos del fiador tienen obligación de pagar
lo que aquél habría tenido que satisfacer en vida. Pero si cuando ocurrió el
fallecimiento del fiador no había el deudor incurrido en incumplimiento, no se
transmite ninguna obligación a los herederos, puesto que su causante aún no
tenía obligación alguna de pago a favor del acreedor (no se puede transmitir por
herencia lo que no existe) y, por supuesto, es obvio que en tal caso el fallecimiento
del fiador le pone fin al contrato de fianza.
532
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
9. Extinción
La fianza se extingue:
c. Por insolvencia del fiador. El artículo 2112 indica que “Si el fiador viniere a
estado de insolvencia, puede el acreedor exigir al deudor otro fiador abonado,
y si no lo presentare dentro del término que le señale el juez, el acreedor
podrá dar por vencido el plazo de la obligación principal”.
533
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
534
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
535
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
536
Capítulo II
El contrato de hipoteca
1. Antecedentes
537
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Derecho romano. Fue el derecho romano el que dotó a la hipoteca del carácter
de derecho real que desde entonces tiene, lo cual permitió a partir de esa época
que el deudor pudiere conservar la propiedad y la posesión del bien gravado
y explotarlo en su propio beneficio. La consecuencia del incumplimiento de la
obligación era que el acreedor podía despojar de la posesión al deudor y retener
el bien en su poder hasta que el crédito era efectivamente pagado.
Estableció que la ley no reconocía más que la hipoteca voluntaria y la legal, ambas
expresas y de carácter especial.
2. Concepto
538
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Planiol, citado por Rojina Villegas119, dice que “La hipoteca es una seguridad real
que sin desposeer actualmente al propietario del bien hipotecado, permite al acreedor
apoderarse de él al vencimiento, para hacerlo vender, en cualesquiera manos que se
encuentre y hacerse pagar con el precio de preferencia a otros acreedores”. Indica además
el referido autor, que “La hipoteca es un derecho real que se constituye sobre bienes
determinados, generalmente inmuebles, enajenables, para garantizar el cumplimiento de
una obligación principal, sin desposeer al dueño del bien gravado, y que otorga a su
titular los derechos de persecución, de venta y de preferencia en el pago, para el caso de
incumplimiento de la obligación”.
Cruz120 indica que: “La palabra hipoteca, lo mismo que la prenda, tiene acepciones
diferentes, pues designa unas veces el contrato por el cual se constituye, otras el derecho
real que de su constitución nace, y aún la misma cosa hipotecada (...) Considerada como
derecho real es en el acreedor, un derecho real que se constituye sobre bienes inmuebles
o derechos reales para garantir el cumplimiento de una obligación y su preferencia en
el lugar (...) Considerada como contrato puede decirse que es un contrato consensual
accesorio por el cual el deudor asegura a su acreedor, directa e inmediatamente, el
cumplimiento de una obligación y la preferencia de su pago, con bienes inmuebles o
derechos reales”.
El artículo 822 indica que: “La hipoteca es un derecho real que grava un bien
inmueble para garantizar el cumplimiento de una obligación”.
539
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
3. Elementos
A) Personal o subjetivo
540
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
541
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Bienes inmuebles. La hipoteca se impone sobre bienes inmuebles. Para tal efecto,
la ley considera como inmuebles, además de lo tradicionalmente considerado
como tales, los ferrocarriles y sus vías; las líneas telegráficas y telefónicas y las
estaciones fijas. De igual manera, los muelles, y los diques y construcciones
que, aun cuando sean flotantes, estén destinados por su objeto y condiciones
a permanecer en un punto fijo de un río, lago o costa. También los viveros
de animales, palomares, colmenares, estanques de peces o criaderos análogos,
cuando el propietario los haya colocado o los conserve con el propósito de
mantenerlos unidos de modo permanente a la finca. Artículo 445.
542
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Exclusión
a. No todos los inmuebles o derechos reales sobre inmuebles pueden ser objeto
de hipoteca. Ello depende de que sean apropiables en forma particular, así
como de su grado de determinación y perdurabilidad. No tendría sentido
gravar hipotecariamente inmuebles o derechos reales inalienables, pues no
se obtendría garantía alguna por la circunstancia de que sería imposible su
realización en subasta o remate.
543
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Los bienes de una finca sobre los cuales pueda constituirse prenda agraria no
quedarán incluidos en la hipoteca, salvo que estuvieren libres de gravamen al
ejecutarse el cumplimiento de la obligación. Dichos bienes son los siguientes:
los frutos pendientes, futuros o cosechados; los productos de las plantas y
las plantas que sólo pueden utilizarse mediante corte; las máquinas, aperos e
instrumentos usados en la agricultura; los animales y sus crías. Artículos 834
y 904.
544
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
545
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
inmueble hipotecado, la hipoteca se conserva sobre la parte que queda. Si el deudor muere
y deja varios herederos, de los cuales alguno o algunos pagan la parte que les corresponde
de la deuda de su causante, el acreedor no está obligado a cancelar la hipoteca mientras no
se le pague íntegra, ni a reducirla a una parte de la cosa; y si muere el acreedor hipotecario,
y el deudor paga a alguno o algunos de los herederos de él la parte que les corresponde, los
que no han sido pagados, conservan por su parte, sin alteración ni reducción, la hipoteca
que en la totalidad de la cosa tenía el causante. Se sobreentiende pues, al constituirse
la hipoteca, que la finca no se libertará de ella sino por el cumplimiento íntegro de la
obligación”.
546
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Hipoteca del edificio construido en suelo ajeno. La hipoteca del edificio o parte
del mismo construido en suelo ajeno, no afecta los derechos del propietario del
suelo. Artículo 839.
547
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Hipoteca de usufructo. Tomando en cuenta que el inciso 2, del artículo 445 califica
como inmuebles los frutos no cosechados, no cabe duda alguna acerca de que
el usufructuario puede hipotecar los frutos que le correspondan derivados del
derecho real de usufructo sobre inmueble del que fuere titular.
548
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El inciso 7 del artículo 306 del Código Procesal Civil y Mercantil indica al respecto
que no pueden ser objeto de embargo los derechos cuyo ejercicio es meramente
personal, como los de uso, habitación y usufructo, pero no lo frutos de éste.
Algunos autores sostienen que ello será posible únicamente cuando la nuda
propiedad del bien pertenezca a una persona y el usufructo a otra y, desde luego,
que no será admisible cuando no haya esa separación. Es decir, no podrá el
propietario hipotecar únicamente su derecho de goce o disfrute sin incluir en
el gravamen la nuda propiedad, pues no se estaría ante la situación de que una
persona tiene un derecho real de usufructo en determinado bien inmueble, sino
ante el caso de que la persona es propietaria de un bien inmueble, o lo que es lo
mismo, tiene el derecho real de propiedad que comprende tanto el derecho de
disposición (ius abutendi), como el de goce o disfrute (ius fruendi). En conclusión,
según esta tesis puede hipotecar el usufructuario, pero no el propietario que para
tal efecto pretenda separar su derecho de disfrute de su derecho de propiedad
sobre el mismo inmueble.
549
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
550
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Las causas que le ponen fin a la hipoteca en los casos arriba referidos, y en
cualesquiera otros, no extinguen el crédito del acreedor (pues es lo accesorio
lo que sigue la suerte de lo principal, no a la inversa). Por lo tanto, el acreedor
tendrá derecho de obtener el pago, de perseguir otros bienes del deudor y, si la
pérdida de los que habían sido hipotecados no fue fortuita sino debida a culpa
del deudor, al resarcimiento de los daños y perjuicios causados.
Inclusive se tipifica el caso de caducidad del plazo prevista en el inciso 3 del artículo
1281, concerniente a que “Perderá el deudor el derecho de utilizar el plazo (...)
3. Cuando por acto propio hubiese disminuido las garantías y cuando por caso
fortuito desaparecieren, a menos que sean inmediatamente sustituidas por otras,
a satisfacción del acreedor”.
551
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
una cosa. Por tal razón, la posesión no puede ser hipotecada, pues a su naturaleza
eminentemente fáctica hay que agregar que siendo imposible inscribirla en el
Registro de la Propiedad tampoco la hipoteca podría inscribirse en dicho registro.
Debe tenerse en cuenta, por supuesto, que la hipoteca quedaría sujeta a la misma
condición de derecho a que está sometida la posesión, consistente en que: “La
posesión registrada de un inmueble, una vez consumado el término de diez
años desde la fecha de la inscripción del título en el Registro de la Propiedad,
se convierte en inscripción de dominio y puede oponerse a cualquiera otra
inscripción de propiedad relativa al mismo bien”. Artículo 637. (Inscripción de
propiedad posterior a la fecha de la inscripción de la titulación supletoria, se
entiende).
552
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
553
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Hipoteca sobre todos los bienes futuros del deudor. En esta clase de hipotecas,
que fue aceptada en alguna etapa remota de la evolución de la institución, lo que
se está gravando realmente es el derecho de adquirir. La legislación de Guatemala
no la admite. Su celebración originaría nulidad absoluta, pues se estaría ante
un convenio cuyo objeto es contrario al orden público, es decir, que no afecta
únicamente al contratante sino agravia a toda la sociedad.
Habría que decir, por una parte, que un convenio de la naturaleza referida
sería absolutamente inútil, por cuanto que las hipotecas posteriores no afectan
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Elemento formal
555
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
556
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
5. Naturaleza jurídica
a. Del crédito privilegiado. Los autores que la sustentan dicen que se trata de
un derecho personal favorecido especialmente con un derecho de persecución
sobre determinados bienes del deudor o del tercero constituyente.
Esta tesis, aparte de que incurre en la omisión señalada a la tesis del crédito
privilegiado, no toma en cuenta que no es exclusivo de la hipoteca el derecho
de reclamo judicial, sino una posibilidad que la ley pone al servicio de todo
559
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
c. Del derecho real. Esta es la tesis tradicional, pero no por ello carente de
acierto, de que la hipoteca constituye un verdadero y efectivo derecho real,
que permite al titular un eficaz señorío o poder exacto, directo e inmediato
sobre el bien gravado, cuya realización o venta puede solicitar en caso de
incumplimiento del deudor, con el propósito de obtener con el dinero de
la subasta judicial la satisfacción del crédito garantizado, sin que pueda su
acción ser obstaculizada por la circunstancia de que el inmueble hubiere
cambiado de propietario.
560
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Del contrato de hipoteca nace un derecho real que grava uno o varios inmuebles
propiedad de quien constituye el gravamen, cuyo propósito es garantizar el
cumplimiento de una obligación propia o ajena, de naturaleza lícita, posible y de
cuantía determinada.
561
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
es claro que sólo esos bienes y no los muebles, que pueden hacerse desaparecer fácilmente
y confundirse unos con otros, son los que dan garantía al acreedor. Y aquí es de hacer
notar la gran ventaja de la hipoteca sobre la prenda para el desenvolvimiento del crédito y
el impulso de la agricultura y de la industria; pues no sólo sirven los raíces por su mayor
valor respecto de los muebles para obtener y garantir más considerables cantidades, sino
que no impiden que el propietario continúe trabajando, mejorando y haciendo producir
sus fincas, como se impediría si se entregaran a acreedor”.
562
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. En la prenda puede haber saldo insoluto si así lo hubieren pactado las partes.
En la hipoteca no puede haberlo ni aun por pacto expreso, salvo en los casos
siguientes:
563
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
6. Clases
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D) Hipoteca de cédulas
565
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
unilateral, consideramos que desde todos los puntos de vista es jurídico y conveniente
admitir la facultad autónoma del propietario para engendrar por un acto de su libre
voluntad, un derecho real de hipoteca, que se incorpora a un documento civil a la
orden o al portador, o a un título de crédito, a efecto que desde que se emita, tenga vida
independiente. En rigor, se trata de una consecuencia del principio fundamental, de que
la persona capaz es libre para gobernar su patrimonio, y, por consiguiente, para imponerle
los gravámenes que juzgue conveniente”.
Cédulas hipotecarias
566
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Las cédulas deberán contener los requisitos que enumera el artículo 868.
567
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
f. Ejecución. Las cédulas y los cupones son títulos que aparejan ejecución.
Primera parte del artículo 872. Dicha ejecución se sustanciará en la vía de
apremio, según lo establece el inciso 4 del artículo 294 del Código Procesal Civil
y Mercantil.
El monto del remate se repartirá entre los tenedores de las cédulas no redimidas.
Cuando no alcanzare a cubrir la totalidad de la primera hipoteca, se repartirá
a prorrata entre las cédulas correspondientes a tal hipoteca. Artículo 875.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
7. Efectos jurídicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
bancarios) sería nulo en forma absoluta, lo cual significa que se tiene por
no celebrado o, lo que es lo mismo, por inexistente.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
f. Seguros
iii) En caso de siniestro, en el seguro contra daños “Si las cosas ase-
guradas estuvieren gravadas con hipoteca, prenda u otro privilegio,
574
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Si fueren varias las ejecuciones, los pagos a que se refiere el inciso 4 del
artículo 850 quedarán sujetos al orden de preferencia que corresponda a
cada hipoteca. Artículo 851.
578
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Anotaciones registrales
En virtud del fuero del atracción del proceso sucesorio, tendría el legatario
que hacer la petición al juez ante quien se está sustanciando el proceso
sucesorio. La transformación referida tipificaría una hipoteca constituida por
orden judicial. Artículo 451 del Código Procesal Civil y Mercantil.
579
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Por lo anterior, el deudor o tercero garante que pague la deuda garantizada con
hipoteca no debe conformarse con cualquier tipo de comprobante escrito, sino
exigir se le extienda el documento idóneo para acreditar el pago, y la consiguiente
liberación del gravamen, ante el Registro de la Propiedad. Artículo 1390.
8. Extinción
c. Por novación celebrada por el acreedor hipotecario con el deudor, sin expresar
que la hipoteca constituida con motivo de la obligación que se extingue pasa
a garantizar la nueva obligación. Artículos 1478 y 1479.
Desde luego, por razón del principio de accesoriedad, cualquier acto que
interrumpa o suspenda la prescripción del crédito garantizado, interrumpe o
suspende por igual la prescripción de la hipoteca.
580
Capítulo III
El contrato de prenda
1. Antecedentes
A. Herrera128 explica el primero así: “En los primeros tiempos, la prenda se constituía
por mancipatio o cesio in iure, por medio de cuyas formas el acreedor se hacía dueño
de la cosa, pero garantizándose al deudor la devolución de dicha cosa después del pago
por un pacto de fiducia. De este modo, el acreedor estaba garantizado plenamente,
pero el deudor había dejado de ser propietario de la cosa y su garantía era débil porque
apenas tenía una acción personal contra la mala fe o insolvencia del acreedor”.
581
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
al acreedor vender la prenda para cobrar su crédito, llegándose inclusive a admitir tal
enajenación aun cuando no existiese el indicado pacto. Sin embargo, esa norma fue
luego modificada a efectos de que el acreedor no pudiera vender la prenda, teniendo
derecho el deudor a exigir responsabilidad personal al enajenante. Justiniano estableció
que, aun mediando el pactum de distrahendo pignore, la venta fuese nula si el acreedor
no hubiese requerido por tres veces al deudor para efectuar el pago”.
El Código de 1877 definió la prenda como un contrato real en virtud del cual el
deudor entregaba una cosa mueble al acreedor para seguridad de la deuda; y dijo
que también se llama prenda la cosa que se daba en garantía.
2. Concepto
582
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El artículo 880 expresa que: “La prenda es un derecho real que grava bienes
muebles para garantizar el cumplimiento de una obligación”.
Cruz130 manifiesta que: “La palabra prenda tiene en derecho tres diferentes acepciones.
Unas veces se toma por la cosa misma que el deudor entrega a su acreedor para asegurarle
el cumplimiento de su obligación; otras veces significa el derecho real que tiene el acreedor
sobre la cosa que se le ha empeñado en seguridad de una obligación y sobre cuyo valor
puede hacer efectivo el pago; y otras en fin, por el contrato en virtud del cual se constituye a
favor del acreedor la prenda y del cual resulta el consiguiente derecho real. Puede definirse
diciendo que es un contrato real accesorio en virtud del cual el deudor entrega al acreedor
una cosa mueble para seguridad de su deuda u obligación”.
3. Elementos
A) Subjetivo o personal
583
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. El tercero garante. La prenda puede ser constituida por un tercero. En tal caso, el
contrato se celebra entre el tercero garante y el acreedor, sin que deba requerirse
el consentimiento del deudor. Se tipificaría en tal situación un contrato a favor
de tercero. El tercero o beneficiario en el contrato así constituido sería el deudor,
quien si no impugna el gravamen prendario constituido para garantizar el
cumplimiento de una obligación suya, habría dado su anuencia en forma tácita.
El artículo 889 indica que: “Si el bien pignorado no pertenece al deudor sino
a un tercero que no ha consentido en el gravamen, la prenda no subsiste y el
acreedor podrá exigir que se le preste otra garantía a su satisfacción, o que se
le pague inmediatamente su crédito; pero si el acreedor hubiere procedido de
mala fe, no tendrá los derechos a que se refiere este artículo. El tercero podrá
exigir del acreedor la restitución de la prenda sin reembolsar a éste el valor
del crédito y sus intereses, cuando el que prestó la garantía negocie en cosas
análogas o las hubiere adquirido en feria o venta pública”.
584
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
El cambio puede ocurrir por cesión de créditos que el acreedor celebre con un
tercero, en cuyo caso no se necesita el consentimiento del deudor; o por sucesión
hereditaria. También puede ocurrir por subrogación que se produzca por
ministerio de la ley.
585
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Desde luego, tal como pasa en la hipoteca, no todos los bienes antes enumerados
pueden empeñarse o pignorarse. Depende de que sean apropiables en
forma particular, así como de su grado de determinación, identificación y
perdurabilidad.
Puede afirmarse, en síntesis, que pueden prendarse los bienes muebles corporales
o incorporales, lícitos, enajenables, propiedad del deudor o del tercero garante.
Entre ellos se puede incluir:
586
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
587
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
No cabe duda que la norma protege al acreedor de buena fe, en cuyo favor incide
cualquiera de las dos circunstancias mencionadas. Así que no queda al tercero
sino pagar el crédito y sus intereses, subrogar (en su calidad de tercero interesado
en el cumplimiento de la obligación) al acreedor pagado y, en ejercicio de la
subrogación que por ministerio de la ley se produce a su favor, accionar contra
el deudor para la recuperación de lo que pagó por él, más los daños y perjuicios
sufridos.
588
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Elemento formal
4. Características
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Naturaleza jurídica
La prenda es un derecho real que grava uno o varios bienes muebles propiedad
del deudor o del tercero garante. En caso de incumplimiento de la obligación
principal, puede ser ejecutada aunque los bienes hubieren dejado de ser
propiedad de quienes los pignoraron, pues persigue al bien con independencia
de quién sea su titular. Su finalidad es estrictamente de garantía de cumplimiento
de obligaciones o deudas.
Anticresis. Ver lo que se expresa respecto del contrato de anticresis en este mismo
capítulo.
590
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
7. Clases
En la prenda común se grava uno o varios bienes muebles y los mismos quedan
en poder de la persona que constituyó el gravamen, quien los tendrá mientras
dure la obligación y, no obstante ser su dueño, tendrá las obligaciones de los
depositarios. Se le denomina también prenda sin desplazamiento, y se necesita
del consentimiento del acreedor para que los bienes no se desplacen, es decir,
queden en poder del deudor o del tercero garante, en su caso.
Se configura, pues, cuando las partes del contrato convienen en que las cosas
pignoradas queden en poder del deudor o del tercero garante, en su caso. En
tal circunstancia, el deudor o el tercero garante tienen las obligaciones y las
responsabilidades de los depositarios.
En ella, las cosas pignoradas se entregan al acreedor, quien las tendrá en calidad
de depósito, mientras dure la obligación. Es decir, debe cuidar y conservar la cosa,
abstenerse de usarla, entregar los frutos al propietario y finalmente, entregarla a
quien indiquen las partes o a quien ordene el juez.
591
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Respecto de las dos clases de prenda antes mencionadas (prenda sin despla-
zamiento y prenda con desplazamiento), el artículo 885 establece que: “Los bienes
pignorados, al constituirse la garantía, deberán ser depositados en el acreedor o
en un tercero designado por las partes, o bien en el propio deudor si el acreedor
consiente en ello. La persona que reciba la prenda tiene las obligaciones y los
derechos de los depositarios”.
592
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
E) Prenda de créditos
b. Las cantidades que reciba derivadas de los créditos pignorados las aplicará a
la amortización de intereses y de capital, salvo lo que hubiere convenido con
el deudor. Artículo 887.
F) Prenda de facturas
G) Prenda abierta
593
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Prenda agraria
2º. Los productos de las plantas y las plantas que sólo pueden utilizarse
mediante el corte.
594
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Bienes fungibles. En la prenda sobre bienes fungibles podrá convenirse que los
bienes pignorados puedan sustituirse, siempre y cuando el depositario tenga en
existencia en el momento de la sustitución, bienes de las mismas características
especificadas en el contrato respectivo. Artículo 909.
Venta de los bienes pignorados. Los bienes pignorados podrán ser vendidos
por el deudor, con previo aviso al acreedor, siempre que la venta sea al contado
y que el precio cubra el total de lo adeudado. Efectuada la venta, el deudor
deberá depositar el monto de lo adeudado en el Juzgado de Primera Instancia
del lugar donde deba hacerse el pago (sería un pago por consignación) o en
595
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Hipoteca. Por razón de que la prenda sobre los bienes antes enumerados
se constituye con independencia de los inmuebles a que pertenecen, dichos
inmuebles pueden ser hipotecados.
Inversión de fondos. Los fondos que se obtengan con prenda agraria, si hubiere
hipoteca, se invertirán exclusivamente en gastos de administración, sostenimiento,
cultivo, recolección y beneficio, y en reparación de maquinaria, en la finca de que
se trata. Párrafo primero del artículo 910.
Prenda industrial
596
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
2º. Las materias primas de toda clase y los productos en cualquier estado de las
fábricas o industrias.
Régimen legal
597
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
8. Efectos jurídicos
a. La prenda afecta únicamente a los bienes sobre los que se impone. El deudor no
queda obligado personalmente, salvo pacto expreso en contrario. Artículo 881.
c. Las cosas dadas en prenda no se pueden usar sin el consentimiento del dueño
y del acreedor. Tampoco pueden ser trasladadas del lugar convenido en el
contrato o de aquél en el que por su naturaleza o destino deban permanecer.
Artículo 892, párrafo primero.
598
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
La norma es contradictoria, pues indica dos momentos hasta los cuales habrá
obligación de pagar intereses (el vencimiento del plazo o la fecha de pago).
Obviamente los intereses deben calcularse hasta la fecha del efectivo pago,
sea ésta anterior o posterior al vencimiento del plazo.
599
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
k. Cuando fueren varias las cosas pignoradas y su valor exceda el monto del
crédito, el juez podrá, a solicitud del deudor y previa calificación, limitar la
venta a las cosas cuyo valor fuere suficiente para cubrir la deuda, sin perjuicio
de subastar posteriormente las cosas restantes si el precio de la venta no
cubriere la totalidad de la obligación. Artículo 901.
Es nulo el pacto que autorice al acreedor para apropiarse de la prenda (es decir,
sin promover su venta en remate judicial) o para disponer de ella por sí mismo
(venderla, permutarla, donarla, etcétera) en caso de falta de pago. Artículo 882.
9. Extinción
600
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Montes de piedad
El contrato de anticresis
Algunos autores aceptan que la anticresis pueda constituirse no sólo sobre bienes
inmuebles sino también sobre bienes muebles. Comparto dicha tesis.
601
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
602
Título VII
Contratos aleatorios
Contratos aleatorios. Son aquéllos en los que las ganancias o las pérdidas de
ambas partes, o de una sola de ellas, dependen de un acontecimiento incierto,
previsto y aceptado por los contratantes desde el momento de la celebración del
contrato.
1. Antecedentes
603
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Como modo de dividir cosas comunes. En tal caso, producirá los efectos de
una partición legítima.
c. Como manera de dirimir controversias, en cuyo caso surte los efectos de una
transacción legítima. Artículo 2150.
e. Aparte de lo anterior, también es posible que las partes se sirvan del medio de
la suerte para individualizar la prestación que habrá de cumplir el deudor de
obligación genérica limitada (o de género limitado), o el deudor de obligación
alternativa.
b. En las obligaciones sociales debentures dispone que: “Si los títulos fueren
redimibles por sorteo, éste se celebrará ante notario, con asistencia de los
administradores de la sociedad deudora y del representante común”. Artículo
568.
604
Capítulo I
El contrato de lotería o rifa
1. Concepto
El contrato de lotería o rifa es el acuerdo de voluntades por medio del cual una
de las partes, llamada empresario, se obliga ante la otra, denominada tenedor
o participante, a efectuar con los requisitos que la ley establece, el sorteo para
el que éste adquirió su billete o documento de participación, y a entregarle el
premio que merced a la suerte hubiere obtenido.
2. Elementos
A) Subjetivo o personal
605
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
C) Elemento formal
3. Características
b. Principal. Existe por sí mismo. Sin embargo, hay casos en que su subsistencia
se deriva y depende de otro contrato que hace las veces de contrato principal,
606
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Naturaleza jurídica
607
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
5. Efectos jurídicos
a. Participar en el sorteo.
a. Efectuar el sorteo
608
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
b. Pagar el premio
6. Extinción
b. Por resolución. El artículo 2141 dispone que: “Si por cualquier motivo no
se corriere el sorteo en la fecha indicada en los billetes o en la prórroga
debidamente autorizada, los tenedores de billetes podrán exigir la devolución
del valor que representen”.
Régimen legal. Las loterías y rifas legalmente autorizadas se regirán por las
regulaciones del Código Civil y por las de las leyes y reglamentos especiales que
regulen la materia. Artículo 2144.
609
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
610
Capítulo II
El contrato de juego y de apuesta
1. Antecedentes
El Código de 1877 establecía que la ley permitía las apuestas, y que la apuesta
era nula y no producía obligación cuando la parte que gana sabía con certeza el
hecho presentado como eventual y lo ocultó.
2. Concepto
Cruz131 indica que: “La apuesta es la convención entre dos o más que, disputando sobre
algo dudoso, convienen en que el que resulte que no tiene razón pagará al otro cierta cosa o
cantidad”. Agrega que requiere para su validez que sea de buena fe, pues faltando
ésta no habría más que estafa.
Ossorio132 define el contrato de juego como “Contrato aleatorio por el cual cada
uno de los contratantes se obliga a entregar una suma de dinero o una cosa a quien
resulte ganancioso”. Agrega, asimismo, que “Los juegos de destreza no suelen suscitar
restricciones jurídicas, a menos de cruzarse cantidades que puedan representar la ruina
por prodigalidad. En cuanto a los de azar, el Estado los organiza y explota, son lícitos por
supuesto. Pero, por cuenta de particulares, suelen reprimirse penalmente”.
611
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Incumplimiento
612
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Para algunos autores, lo que fundamenta dicha falta de acción es que el pago
tiene una causa torpe. Discrepo de tal opinión por razón de que no se tipifica
un pago indebido, puesto que no se paga por error. Tampoco puede decirse
que hubo enriquecimiento sin causa, puesto que sí hubo una causa (aunque
fuere torpe).
613
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
614
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
D. “El que hubiere firmado una obligación que se derive de una deuda de
juego o de apuesta, puede anularla probando la causa real de la obligación”.
Artículo 2148.
a. Escriche, citado por Brenes Córdoba133 argumenta que: “Si todos los juegos son
lícitos y válidos por derecho natural considerados en sí mismos, no siempre podemos
darles las mismas calificaciones cuando los consideramos con respecto al fin que se
proponen los jugadores. Si éstos no buscan en ellos el recreo y descanso de su espíritu
fatigado, ni el desarrollo de sus fuerzas, ni la soltura y agilidad de su cuerpo, ni el
615
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
recobro de la salud perdida por la pereza o las enfermedades, sino que sólo tratan de
despojarse mutuamente de sus bienes, como dos duelistas procuran recíprocamente
quitarse la vida, los juegos entonces, cualesquiera que sean, se oponen directamente
al derecho natural, a las buenas costumbres y a los principios de la sociedad civil, la
cual ha establecido y sancionado los contratos para que los hombres se hagan mutuos
servicios y no por cierto para que se arruinen”.
b. “Las personas que concurrieren a las casas de juegos de suerte, envite o azar,
serán sancionados con multa de doscientos a dos mil quetzales”. Artículo 478
del Código Penal.
616
Título VIII
Contratos que previenen o terminan
controversias
Capítulo I
El contrato transacción
1. Antecedentes
2. Concepto
617
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
acerca del que, por carecer de certidumbre, tenían discrepancia o sobre el que ya
se había planteado una controversia extrajudicial o judicial.
3. Elementos
Lo integran las partes transigentes, que deben ser personas capaces y con libertad
para disponer de sus bienes. Pueden ser personas individuales o personas
jurídicas.
a. El inciso 1 del artículo 2152 indica que: “Para que la transacción sea válida se
requiere que las partes tengan capacidad para disponer de lo que sea objeto
de la transacción”.
618
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
619
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
El artículo 2152, inciso 4, puntualiza que para que la transacción sea válida
se necesita “Que, cuando se celebre por medio de mandatario, éste tenga
facultad especial, no sólo para transigir, sino para los actos y contratos
derivados de la transacción que necesiten facultad especial”.
620
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El párrafo segundo del artículo 227 indica al respecto que: “Sobre la calidad
de hijo no puede celebrarse transacción ni compromiso alguno; pero sí
sobre los derechos pecuniarios que puedan deducirse de la filiación”.
ii) Sobre la validez o nulidad del matrimonio o del divorcio. Sobre ello sólo
puede decidir en sentencia el juez competente.
621
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
622
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
e. “Si una cosa que fue materia de transacción resulta ajena, se pierde para todos
los que transigieron, en proporción del interés que hubiere correspondido a
cada uno. La parte en cuyo poder quedó y se perdió la cosa, tiene derecho a
que los demás con quienes celebró la transacción, le devuelvan lo que dio por
ella”. Artículo 2156.
C) Elemento formal
c. Mediante acta judicial levantada por el juez y secretario del juzgado o tribunal
ante el que se ventila el litigio.
623
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
d. Mediante petición escrita dirigida al juez (que conoce del asunto) cuyas
firmas estén autenticadas por notario. Obviamente deben firmar todas las
partes.
Cruz134 se refirió a lo anterior diciendo que: “De cualquier modo que se celebre
la transacción, ha de contener el instrumento en que conste: 1º. Los nombres de los
contratantes, la relación puntual y lacónica de sus pretensiones; y si hay pleito pendiente,
su estado, y el juez ante quien pende. 2º. Las circunstancias de convenio mediante el cual
se hace la transacción. 3º. La renuncia que los contratantes hagan de cualquier acción
que tenga el uno contra el otro sobre la cosa que es materia de la transacción; pues de otra
suerte no se conseguiría el objeto principal que es terminar la disputa entre ellos. 4º. La
pena convencional, si quieren imponérsela”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
4. Características
5. Naturaleza jurídica
El contrato de transacción tiene por finalidad que las personas que tengan entre
ellas alguna incertidumbre sobre alguna cosa o derecho, la despejen y le pongan
fin a su discrepancia, evitando así un litigio; y, si ya la controversia estuviere
planteada ante juez competente, que concluya el juicio mediante el arreglo
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
A) Reconocimiento de derechos
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
B) Renuncia de derechos
C) Allanamiento
Una de las partes del proceso declina su derecho de oponerse, total o parcialmente,
a la pretensión de la otra. Es necesariamente procesal y no se basa en concesiones
recíprocas. La transacción puede ser extrajudicial o judicial y, en ambos casos,
debe contener concesiones mutuas de las partes.
D) Conciliación
E) Arbitraje
627
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
7. Clases
A) Parcial o total
El artículo 2157 menciona esta última clase de transacción al establecer que: “Ha
lugar al saneamiento en las transacciones, cuando alguna de las partes da a la
otra alguna cosa que no era objeto de la disputa”.
Es decir que hay lugar al saneamiento cuando se sufre evicción o tiene defectos
ocultos la cosa entregada que no era objeto de la disputa; pero queda válida la
transacción. No hay lugar al saneamiento si la evicción o los vicios ocultos se dan
en las cosas que sí formaban parte de la controversia.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Extrajudicial o judicial
El artículo 97 del Código Procesal Civil y Mercantil dispone que: “Los tribunales podrán,
de oficio o a instancia de parte, citar a conciliación a las partes. Si las partes llegan a
un avenimiento se levantará acta firmada por el juez o presidente del Tribunal, en
su caso, por las partes o sus representantes debidamente facultados para transigir
y por el secretario. A continuación se dictará resolución declarando terminado el
juicio y se mandará anotar de oficio el acta, en los registros respectivos”.
Aunque la norma se refiere de manera confusa a conciliación por las partes o sus
representantes facultados para transigir, nada impide que si el avenimiento se
alcanza mediante concesiones recíprocas, es decir, mediante transacción, el juicio
termine por esa vía.
8. Efectos jurídicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
al que ya está principiado. Artículo 2151. Salvo el caso de nulidad previsto por la
ley, el arreglo es definitivo.
Cumplimiento
a. Ambos contratantes deben ejecutar las prestaciones que a cada uno de ellos
corresponden según el acuerdo de transacción.
Incumplimiento
9. Extinción
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
iv) Si la cosa sobre la que se transigió resulta ajena. La nulidad sería absoluta,
por falta de un elemento esencial: el objeto. Artículos 1301 y 2156.
632
Capítulo II
Los contratos de compromiso y
de acuerdo arbitral
A. El contrato de compromiso
1. Antecedentes
633
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
135 Bernal Gutiérrez, Rafael. El arbitraje en Guatemala. Apoyo a la justicia, pág. 21.
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2. Concepto
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
3. Elementos
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Bernal Gutiérrez136 puntualiza que: “La materia arbitrable son las controversias. Esas
controversias pueden ser actuales o futuras. Pueden estar relacionadas con cuestiones
jurídicas tanto contractuales como extracontractuales. No hay limitación alguna ni en
este precepto ni en la ley, respecto de si las controversias surgen sólo entre particulares
o si de por medio se encuentra el Estado o las entidades públicas; por el contrario, el
artículo 51 establece, previos unos requisitos, una presunción positiva al respecto. La
materia arbitrable puede ser restringida o bien por la ley o por el acuerdo arbitral o, por el
contrario, admitir todas y cada una de las controversias como objeto del arbitraje”.
Carencia de libre disposición. Los asuntos en que las partes no tienen libre
disposición son, sin perjuicio de lo que se establezca en otras leyes, los mismos
sobre los que las personas no pueden transigir. Artículo 2158 del Código Civil.
C) Elemento formal
1. “El acuerdo de arbitraje deberá constar por escrito y podrá adoptar la fórmula
de un “compromiso” o de una “cláusula compromisoria”, sin que dicha
distinción tenga consecuencia alguna con respecto a los efectos jurídicos del
acuerdo de arbitraje. Se entenderá que el acuerdo consta por escrito cuando
esté consignado en un acuerdo firmado por las partes o en un intercambio
de cartas, télex, telegramas, telefax, u otros medios de telecomunicación que
dejen constancia del acuerdo, o en un intercambio de escritos de demanda
637
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
638
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Sin embargo, nada impide que el arbitraje pueda originarse de una disposición
testamentaria. Debo aclarar que lo que puede estar contenido en un testamento
y tener efectos jurídicos es el compromiso arbitral, es decir, la obligación de cele-
brar acuerdo arbitral para resolver un asunto determinado. Ello podría ocurrir de
la manera siguiente: Si el testador ordenare en el testamento que toda controver-
sia que se suscitare respecto de los bienes, derechos y obligaciones de la herencia
debe dirimirse por medio de arbitraje, al aceptar la herencia los herederos estarían
aceptando también el compromiso arbitral. De manera entonces que al ocurrir el
conflicto o la desavenencia, no pueden los herederos pretender que la misma sea
resuelta por un juez del orden común. Por el contrario, tendrían que proceder a cele-
brar el acuerdo arbitral en la misma forma en que debe formalizarse dicho acuerdo
cuando la obligatoriedad del arbitraje proviene de una cláusula o contrato arbitral.
4. Características
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
A este respecto, el inciso 1 del artículo 11 de la Ley de Arbitraje indica que: “El
acuerdo arbitral obliga a las partes a respetar y cumplir lo estipulado. El acuerdo
arbitral impedirá a los jueces y tribunales conocer de las acciones originadas
por controversias sometidas al proceso arbitral, siempre que la parte lo invoque
mediante la excepción de incompetencia. Se entenderá que las partes renuncian
al arbitraje y se tendrá por prorrogada la competencia de los tribunales cuando
el demandado omita interponer la referida excepción de incompetencia.
5. Naturaleza jurídica
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
6. Efectos jurídicos
Advertencia. La mutilación que del Código Civil y del Código Procesal Civil
y Mercantil hizo la Ley de Arbitraje, impide la cita de normas pertinentes,
directas y puntuales, en muchos de los temas anteriormente expuestos. Lo
mismo ocurrirá con los temas que se tratan a continuación.
B. El acuerdo arbitral
El acuerdo arbitral es el acuerdo de voluntades por medio del cual las partes
previamente comprometidas mediante un contrato de compromiso arbitral,
formalizan el sometimiento de un asunto concreto a la decisión de terceros
designados por ellos mismos en calidad de árbitros, es decir, dirimentes de la
controversia particular.
641
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
1. Elementos
Las partes del acuerdo arbitral son las mismas que suscribieron el contrato
de compromiso, o sus sucesores. Deben ser capaces para contratar e idóneas
para disponer de los bienes, derechos o asuntos que comprometerán en
árbitros. Todo lo concerniente a la materia expuesto anteriormente en el
desarrollo que este libro contiene del compromiso arbitral, es aplicable al
presente asunto.
Calidades de los árbitros. “1) Pueden ser árbitros las personas individuales
que se encuentren, al momento de su aceptación, en el pleno ejercicio de sus
derechos civiles. 2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de
una persona no será obstáculo para que actúe como árbitro. 3. No podrán ser
nombrados árbitros los miembros del Organismo Judicial. Tampoco podrán serlo
los que tengan con las partes o con la controversia que se les somete, alguna de
las relaciones que establecen la posibilidad de abstención, excusa o recusación de
un juez. No obstante, si las partes, conociendo dicha circunstancia , la dispensan
expresamente, el laudo no podrá ser impugnado por tal motivo”. Artículo 14 de
la Ley de Arbitraje.
De la norma anteriormente transcrita queda claro que pueden ser árbitros las
personas individuales capaces, guatemaltecas o extranjeras. No pueden serlo los
miembros del Organismo Judicial. Tampoco las personas jurídicas.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
a. Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme, salvo
aspectos derivados de su ejecución.
b. Las materias inseparablemente unidas a otras sobre las que las partes no
tengan libre disposición.
C) Elemento formal
2. Características
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Por supuesto, no hay impedimento alguno para que las partes que no están
vinculadas previamente por un contrato de compromiso arbitral, sometan a
arbitraje la controversia que tienen entre sí. En tal caso, el acuerdo arbitral
tendría el carácter de contrato principal.
3. Naturaleza jurídica
644
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Para explicar su naturaleza, se han estudiado diferentes tesis, entre las que
sobresalen las siguientes:
4. Fases
Tanto el laudo arbitral como la sentencia del juez necesitan del poder público
para su ejecución. De ahí que tal circunstancia no entraña ninguna diferencia
entre ambas jurisdicciones.
A) Transacción
645
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Como dice Ruggiero, citado por Espin137 “Mientras con la transacción se trunca el
litigio, o se impide que surja, con el compromiso el litigio no es eliminado, sino tan sólo
sustituida la jurisdicción ordinaria por una jurisdicción especial y excepcional”.
B) Conciliación
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
6. Clases
A) Arbitraje de derecho
B) Arbitraje de equidad
C) Arbitraje impropio
Algunos autores opinan que hay arbitraje en situaciones como las siguientes:
a. Cuando las partes designan de común acuerdo a un tercero para que escoja
la prestación que habrá de cumplir el deudor de una obligación alternativa.
647
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Cuando las partes designan de común acuerdo a un tercero para que fije el
precio en un contrato de compraventa.
D) Arbitraje mercantil
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
E) Arbitraje internacional
b. Uno de los lugares siguientes está situado fuera del Estado en el que las
partes tienen sus domicilios:
c. Cuando las partes han convenido expresamente que la cuestión objeto del
acuerdo de arbitraje está relacionada con más de un Estado. Artículo 2 de la
Ley de Arbitraje.
7. Efectos jurídicos
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
8. Extinción
650
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
d. Cuando las partes decidan de común acuerdo dar por terminadas las
actuaciones. Artículo 41, numeral 2, literal b) de la Ley de Arbitraje.
f. Cuando haya quedado firme el laudo arbitral. Artículo 41, numeral 3 de la Ley
de Arbitraje.
651
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
b. Interpretación. “Si así lo acuerdan las partes, pedir al tribunal arbitral que dé
una interpretación sobre un punto o una parte concreta del laudo”.
c. Laudo adicional. “Salvo acuerdo en contrario de las partes, dentro del mes
siguiente a la recepción del laudo, cualquiera de las partes, con notificación
de la otra parte, podrá pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional
respecto de reclamaciones formuladas en las actuaciones arbitrales, pero
omitidas en el laudo. Si el tribunal estima justificado el requerimiento, dictará
el laudo adicional dentro de un plazo máximo de dos meses”. Artículo 42 de la
Ley de Arbitraje.
652
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
derogado (tácitamente), el artículo 623 del Código Procesal Civil y Mercantil que
permitía el recurso de casación contra laudos arbitrales.
“El laudo arbitral sólo podrá ser revisado por la Sala de la Corte de Apelaciones
respectiva, cuando:
653
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Plazo de interposición
654
Título IX
Otros contratos
Capítulo único
Contratos parcialmente regulados,
contratos únicamente mencionados y
contratos no mencionados en
el Código Civil
El Código Civil, además de los contratos estudiados en este libro, contiene otros
de distinta naturaleza. Unos los menciona y señala los elementos o directrices
fundamentales para su celebración, en tanto que otros únicamente los menciona
sin hacer ninguna referencia adicional.
Aparte de ello, existen contratos que aunque el Código ni siquiera los mencione,
en algunas comunidades o sectores de la actividad humana resultan idóneos
para lo que las personas necesitan o quieren. En estos casos, si tienen causa justa
y objeto lícito y posible, es viable su celebración puesto que, por un lado, hay
que recordar que las personas son libres para hacer lo que la ley no les prohíbe;
y por otro, debe tenerse en cuenta que no puede el legislador, por capaz y bien
intencionado que fuere, prever todo lo que en determinado momento puede ser
necesario o útil a la sociedad.
655
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
a. Las capitulaciones matrimoniales son los pactos que otorgan los contrayentes
para establecer y regular el régimen económico del matrimonio. Artículo
117.
656
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
g. Son nulas y se tendrán por no puestas, las cláusulas del convenio que
contravengan las disposiciones de la ley, o restrinjan derechos y obligaciones
de los cónyuges entre sí o con respecto a los hijos. Artículo 120.
Se entiende de la norma antes transcrita, por una parte, que la nulidad que
afectaría al convenio en los casos previstos sería nulidad absoluta; y por otra, que
el resto del convenio que no contravenga la ley ni el orden público sería válido.
B) Contrato de hipoteca
C) Contrato de prenda
Lo regula el Código desde el punto de vista de los derechos reales sobre bienes
muebles o inmuebles. Artículos 703 a 744.
657
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Si quien tiene el uso de un fundo tomare todos sus frutos (lo cual obviamente
sería una extralimitación o abuso de derecho), estará obligado a hacer los
gastos de cultivo. Artículo 751. Si hubiere causado daños o perjuicios, debe
condenársele al resarcimiento.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
2º. Situación, medidas y colindancias del terreno, así como una descripción
total del edificio y mención de sus servicios de agua, electricidad y
cualesquiera otros de que goce.
3º. Descripción de cada piso con los datos que sean necesarios para su
identificación.
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
6º. Cualquier otro dato que consideren conveniente los otorgantes. Artículo
531.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
L) Contrato de subarrendamiento
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OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
“Las personas capaces para obligarse pueden, por convenio expreso celebrado
en escritura pública, sujetarse al proceso sumario para resolver sus controversias.
Celebrado el convenio, no podrá variarse la decisión; pero si el proceso intentado,
por su naturaleza, debiera haberse ventilado en juicio ordinario, habrá lugar al
recurso de casación”. Artículo 231 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Habría que observar, en todo caso, los requisitos legales del contrato de donde se
derivan los derechos o beneficios a favor del tercero.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
También en este caso deben observarse los requisitos legales del contrato de
donde proviene la obligación a cargo del tercero.
Hay contratos que aunque el Código haya dejado de regularlos o no los hubiere
regulado nunca, se celebran por las personas cuando éstas consideran que
constituyen la forma más idónea o más asequible para la satisfacción de sus
necesidades o la consecución de sus propósitos. Entre los contratos de esa clase
pueden incluirse los siguientes:
663
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
C) Contrato de aparcería
Algunos autores dicen que la aparcería constituye una clase peculiar de contrato
de sociedad, en tanto que otros la consideran un contrato de arrendamiento,
caracterizado por la circunstancia de que la renta no se paga en dinero sino en
especie.
D) Contrato de anticresis
665
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
E) Contrato de corretaje
Puig Peña138 dice que autores como Castán y Pérez González y Alguer definen
el contrato de corretaje como “Aquél en cuya virtud una de las partes (corredor) se
compromete a indicar a la otra (comitente) la oportunidad de concluir un negocio jurídico
o a servirle de intermediario en esta conclusión, a cambio de una retribución, llamada
comisión o premio”.
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RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
Corretaje mercantil. El párrafo primero del artículo 301 del Código de Comercio
define el corretaje de la manera siguiente: “En virtud del contrato de corretaje,
una o más partes interesadas en la conclusión de un negocio se obligan
a pagar al corredor el corretaje si el negocio se concluye por efecto de su
intervención”.
Corredor, según el artículo 292 del Código de Comercio, es quien “en forma
independiente y habitual se dedica a poner en contacto a los interesados en
la conclusión de un negocio, sin estar ligado a ninguna de las partes por
relaciones de colaboración, dependencia o representación”.
El corredor debe ser autorizado legalmente. Es decir, debe tener una licencia
de corredor. Artículo 293 del Código de Comercio.
667
Referencias
1. Bibliográficas
BRENES CÓRDOBA, Alberto (1984). Tratado de las obligaciones. (5ª. ed.). San José,
Costa Rica: Editorial Juricentro.
_____________. (1985). Tratado de los contratos. (5ª. ed.). San José, Costa Rica:
Editorial Juricentro.
CRUZ, Fernando (1888). Derecho civil patrio. (1a. ed.). Guatemala: Tipografía La
Unión.
DE PINA, Rafael (1961). Elementos de derecho civil mexicano. (3ª. ed.). México:
Editorial Porrúa.
DE BUEN LOZANO, Néstor (1986). La decadencia del contrato (2ª. ed.). México:
Editorial Porrúa.
669
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ESPÍN, Diego (1961). Manual de derecho civil español. (2ª. ed.). Madrid, España:
Editorial Revista de Derecho Privado.
HERRERA, Flavio (1949). Curso de derecho romano. Tomo II. Guatemala: Editorial
Universitaria.
MAZEAUD, Henri, León y Jean (1962). Lecciones de derecho civil (Trad. L. Alcalá
Zamora y Castillo). Buenos Aires, Argentina: Ediciones Jurídicas Europa-
América.
PETIT, Eugene (1986). Tratado elemental de derecho romano (9ª. ed.). México: Editorial
Época.
PUIG PEÑA, Federico (1966). Compendio de derecho civil español. Barcelona, España:
Ediciones Nauta.
ROCA SASTRE, Ramón M. (1968). Derecho hipotecario (6ª. ed.). Barcelona, España:
Bosch, Casa Editorial.
670
RUBÉN ALBERTO CONTRERAS ORTIZ
ROJINA VILLEGAS, Rafael (1981). Derecho civil mexicano (2ª. ed.). México:
Editorial Porrúa.
2. Normativas
Código Procesal Penal (Decreto 51-92 del Congreso de la República y sus reformas).
671
OBLIGACIONES Y NEGOCIOS JURÍDICOS CIVILES. PARTE ESPECIAL: CONTRATOS
Ley del Organismo Judicial (Decreto 2-89 del Congreso de la República y sus
Reformas).
Ley del Registro Nacional de las Personas (Decreto 90-2005 del Congreso de la
República y sus reformas).
672
Este libro fue impreso en los talleres gráficos
de Serviprensa, S.A. en el mes de junio de 2008.
La edición consta de 1,000 ejemplares en papel
bond 80 gramos.
Asesoría:
E l contenido del presente trabajo se ha estructurado de una forma lógica
y coherente, teniendo en cuenta aspectos didácticos esenciales para la
enseñanza del derecho. De esa cuenta, en la obra se destacan los requisitos
INSTITUTO DE
INVESTIGACIONES
básicos para la existencia de cada contrato, como lo son el consentimiento JURÍDICAS
Coadyuvar con los catedráticos y
perfecto, es decir, cuando dos o más personas acuerdan de forma libre y
estudiantes en el proceso de consciente dar, hacer o no hacer algo, determinado por su capacidad general
o especial para obligarse; asimismo, el objeto de tráfico material y jurídicamente Misión
enseñanza-aprendizaje. Particular-
mente, apoyar la elaboración de tesis, posible, es decir, lícito, que por su naturaleza netamente patrimonial
(económicamente valuable), hace posible su enajenación o transmisión (definitiva Es una unidad académica de la
orientando el desarrollo de la Universidad Rafael Landívar, cuya
investigación para que la misma o temporal), con la observancia de las formalidades preestablecidas por la ley.
misión es el estudio, desarrollo y
constituya un aporte a la ciencia y divulgación de las Ciencias
cultura jurídico-social del país. En su exposición, el autor tiene en cuenta las diversas clasificaciones que se
han efectuado respecto a los contratos civiles, tanto de parte de la doctrina, Jurídicas y Sociales, mediante la
como de la historia y de la legislación guatemalteca, atendiendo en general a investigación, capacitación,
Consultoría: asesoría, consultoría y difusión de
su naturaleza jurídica, a sus fines y a sus características distintivas, sin descartar
otro tipo de argumentos igualmente importantes. Conforme a lo anterior, se temas nacionales, regionales y
Proporcionar apoyo técnico a personas mundiales de interés y actualidad,
y entidades que lo requieran o lo describen y explican los contratos civiles típicos del derecho guatemalteco y,
posteriormente, se hace alusión a otros contratos, comprendidos -unos de forma que impliquen la participación de
necesiten, sobre asuntos jurídicos y todos los sectores de Guatemala,
sociales, aplicando las experiencias directa y otros de manera indirecta- en el Código Civil, cuya referencia es conscientes de las características
obtenidas en las investigaciones. necesaria para un mejor entendimiento de cada uno y para completar el panorama pluriculturales, multiétnicas y
contractual que es objeto de estudio. multilingües de América Central
Difusión: y congruentes con el ideario
En todo momento se aprecia la experiencia pedagógica del autor en la exposición landivariano.
Compartir con todos los sectores de de los contratos, dada la forma en la que cada uno es presentado, es decir, a
la sociedad las investigaciones través del análisis de su definición conceptual, seguido de las concepciones
realizadas, con el objeto de participar que al respecto han elaborado los autores más connotados en el área civil, para OBJETIVOS
activamente en la creación de una concluir con el tratamiento legal que la respectiva institución contractual recibe ESTRATÉGICOS
bibliografía que analice y aporte en el Código Civil guatemalteco y en otras disposiciones conexas del derecho
soluciones a los actuales problemas patrio, matizado por las apreciaciones que el autor considera más pertinentes. Investigación:
jurídicos y sociales.
Rubén Alberto Contreras Ortiz es guatemalteco; ostenta el grado académico Participar activamente en el
Instituto de Investigaciones de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales y los títulos profesionales de análisis, discusión y propuesta de
Jurídicas –IIJ– Abogado y Notario, obtenidos en la Universidad de San Carlos de Guatemala. soluciones a los problemas
Universidad Rafael Landívar Su amplia experiencia profesional abarca, entre otros cargos, haber sido profesor jurídicos y sociales de Guatemala
Campus Central, de Derecho Civil en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad y Centroamérica, en el contexto
Vista Hermosa III, zona 16 de San Carlos; Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la mundial, para formar criterios y
Edificio “O”, 2do. Nivel, Of. O-214 Universidad de San Carlos; Presidente del Tribunal de Honor del Colegio de alcanzar consensos que conduzcan
Apartado Postal 39-C, Ciudad Abogados y Notarios de Guatemala –CANG–; Presidente del Colegio de al desarrollo integral de la persona
de Guatemala, Guatemala Abogados y Notarios de Guatemala –CANG–. Actualmente, además del humana y de la sociedad.
01016. ejercicio liberal de las profesiones de Abogado y Notario, se desempeña como
Tel.: (502) 2426-2626; Profesor Honorario en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Capacitación:
Ext.: 2551. Universidad Rafael Landívar de Guatemala.
Fax: (502) 2426-2595 Formar en las distintas áreas
Correo electrónico: ijj@url.edu.gt jurídicas y sociales a todos los
Página electrónica: www.url.edu.gt sectores académicos, políticos,
económicos y sociales interesados,
analizando y divulgando los
resultados de las investigaciones,
para transformar la sociedad.