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UNIVERSIDAD‌‌DISTRITAL‌‌FRANCISCO‌‌JOSÉ‌‌DE‌‌CALDAS‌‌‌

LICENCIATURA‌‌EN‌‌CIENCIAS‌‌SOCIALES‌‌‌
TEORÍAS‌‌SOCIALES‌‌CONTEMPORÁNEAS‌‌‌
DOCENTE:‌J‌ OSÉ‌‌JAVIER‌‌BETANCOURT‌‌GODOY‌‌
Nombre:‌‌Néstor‌‌Lara‌‌Bernal‌ ‌Código:‌‌20202255050‌

Fecha:‌‌5 de‌‌abril del‌‌2022

En búsqueda de una vida digna.

Cabe resaltar la importancia de las historias de vida para reunir información de las diferentes
experiencias que ha tenido una persona a lo largo de su vida, este método biográfico permite
describir, analizar e interpretar los hechos de la vida de una persona para comprenderla en su
singularidad o como parte de un grupo; se puede identificar un tiempo, espacio y
acontecimiento determinado y cómo estos aspectos influyeron al sujeto en la noción de sí
mismo. Cuando se identifica el tiempo en una historia de vida debemos tener en cuenta que
este es relativo y que no corresponde exactamente al ritmo astrológico; entonces en un
contexto local como Bogotá, el tiempo puede ser más acelerado como en el caso de las
ciudades o más tranquilo como en el caso del campo rural. La siguiente historia de vida es de
una habitante de la zona rural de la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá que aún mantiene
su conexión con la tierra aunque no pueda vivir de ella; este último punto en relación con los
modos para sobrevivir y acceder a los diferentes servicios ofrecidos por un mundo
consumista.

Luz Amanda Barbosa Garcia, habitante del


corregimiento Mochuelo Alto, empieza por
señalar que el contexto rural ha estado
marcado por la religión católica, por el
cultivo de varios alimentos, por música
popular y que todos sus habitantes quieren
vivir en paz. Recuerda que en su
adolescencia aún no existían los caminos
pavimentados, las personas se movilizaban
en caballos, en burro o a pie; la única forma
de subsistir eran los cultivos y la cosecha de
diferentes productos como la papa, yuca,
fresa, lulo, entre otros. Desde muy pequeños a ella y sus hermanos y hermanas se les inculcó
la importancia de trabajar la tierra y la importancia de la familia “yo y mis hermanas
teníamos que ir por agua a una quebrada para el consumo y lavado de ropa” también tenían
que ir por leña para cocinar los alimentos, todo esto se cargaba en la espalda al igual que los
productos cultivados “a pesar de todo éramos felices, los tiempos anteriores son mejores”.
En aquel tiempo no existía el tractor o aún no había llegado al corregimiento, entonces para
perforar la tierra se utilizaba el yugo (un artefacto de madera” que es impulsada por dos
bueyes.
Su papá fue quien construyó la casa donde en la actualidad vive, Tomas Barbosa Diaz, un
hombre trabajador que pensaba siempre en la familia, lo llamaban “el trueno” por su mal
humor “los cultivos no eran rentables para la alimentación de la familia entonces mi papá
perforaba plantas o árboles ubicados en un pequeña finca llamada (los huecos)” La casa que
construyó con su manos tiene aproximadamente 75 años, tiene 5 habitaciones “creemos que
la casa quedó en obra negra ya que falta un muro en la parte izquierda, nos gusta pensar
que es para darle la bienvenida a todas las personas” Uno de los viajes que recuerda doña
Luz fue la visita a Monserrate por lo complicado que fue el viaje pero también lo tiene
presente por “la adrenalina que sintió al subir al teleférico” mencionó este viaje porque en
la actualidad de la vereda el transporte ha mejorado en relación con la época en que ella
creció.

En la familia Barbosa la religión ha estado


presente en varias generaciones que impactó
diferentes aspectos de la vida de las personas,
como la forma de vestir y los colores de las
prendas (negro, blanco, amarillo, azul oscuro), la
importancia de los diferentes actos de fe como la
primera comunión, la confirmación o el
matrimonio “mi bautizo fue a los 6 años y mis
padrinos fueron Flor Cruz y Enrique Sanchez”
para los diferentes actos religiosos, estos se
realizaban en la iglesia del Lucero Bajo que para
1980 ya tenia 30 años de haberse construido; para el año 2003 se inaguro la iglesia de
Mochuelo alto que significaria la reafirmación de la religión catolica en la vereda. La religión
también ha sido transmitida a sus hijos Oscar Pinilla Barbosa y Edison Pinilla Barbosa con
sus respectivas primeras comuniones y confirmaciones. Se hace la pregunta ¿por qué no se
puede vivir de los cultivos en esta zona rural de Bogotá? Cabe resaltar que en la actualidad
doña Luz trabaja como empleada doméstica con una familia de Bogotá; ya que hace cinco
años dejó el cultivo de la fresa porque el trabajo se estaba volviendo difícil de mantener “el
cultivo de la fresa es un trabajo agotador que no estaba dejando lo suficiente para vivir, no
podía cubrir los gastos para la educación de mis hijos”.

En este punto, se menciona que los cultivos


son cada vez más difíciles de mantener
porque son pocos los apoyos que se le da al
campesino y muy costosos los insumos para
su sostenimiento; además la calidad de la
tierra se empieza afectar por su cercanía con
el relleno Sanitario de Doña Juana ya que se
producen lixiviados y gases, entonces se
hace necesario la búsqueda de otras fuentes
de ingreso, la particularidad de esta zona es
que se ha visto afectada por la modernización de Bogotá en relación con la creación de
residuos sólidos (basuras). Lo curioso de esta situación es que ellos no se percataron de su
cercanía con el relleno hasta 1997 que fue cuando ocurrió el derrumbe de las basuras,
aproximadamente entre “600 mil y un millón de toneladas de basura cayeron a tunjuelito”
fuente el Tiempo. Tal vez este es uno de los hechos que ha cambiado la vida de los habitantes
de la zona, una diferencia entre un antes y un después “anteriormente habían momentos de
mucha abundancia, aunque no se puede negar que también hubieron tiempos difíciles, pero
la comida nunca faltó”.

Otra de las preguntas que se le hizo a Doña Luz fue ¿qué prácticas, heredadas por sus padres,
aún se mantienen vigentes? resalta el espíritu trabajador del campesino que a pesar de las
dificultades aún se mantiene en pie para mantener y sacar adelante a su familia, en su caso,
sus dos hijos; a pesar de que no puede vivir del campo, aun siembra diferentes plantas que le
dan vida a su casa, sus hijos han intentado mantener las tradiciones de sus antepasados y las
enseñanzas que les han dejado las escuelas rurales de la zona, es por ello que tienen unos
pequeños cultivos, cuidan gallinas criollas para vender sus huevos; las gallinas también son
vendidas a los habitantes de la zona, una oportunidad de una economía autosustentable. Aún
mantiene la calidez y la solidaridad de los campesinos colombianos y algunas tradiciones
gastronómicas como la chibcha “para ello se necesita una jarra de barro especial para que
conserve su sabor”.

Teniendo en cuenta la vida de Luz Amanda Barbosa se ha identificado un hecho como la


creación del relleno Doña Juana y la posible importancia de la creación de huertas para un
“desarrollo” más amable con la naturaleza, para darle sentido al análisis se van a tomar
algunas categorías de las ciencias sociales entre ellas modernidad, posmodernidad, “yo
generalizado” desde un enfoque de la dramaturgia, entre otras. Lo primero a resaltar es el
pensamiento histórico que “son funciones cognitivas propias del conocimiento social que
permite poner en práctica la capacidad de analizar, comprender, interpretar, relacionar,
explicar y dar cuenta de todos los elementos que componen la realidad y, específicamente,
los problemas históricos que ha enfrentado la humanidad en contextos espaciales y
temporales específicos (Castaño p. 32) es importante tener en cuenta este tipo de
pensamiento ya que va permitir ligar la teoría existente que ha marcado la creación de saberes
en un contexto específico y sobre todo las experiencias que han tenido las personas.

Durante el siglo XX se produjeron cambios en


Colombia como el crecimiento de la población, la
formación de ciudades modernas, la
industrialización y el crecimiento del estado; se
transformaron las creencias, hábitos y conductas
de convivencia política y social; se genera una
separación entre la vida urbana y rural. De
acuerdo con Touraine la ideología modernista se
define como un triunfo de la razón, como
liberación y cómo revolución se trataba de
establecer un orden como la organización del comercio, reglas para el intercambio mercantil,
la creación de una administración pública y estado de derecho; un aspecto que no se puede
olvidar es que se hace una crítica a la tradición; esto ocasionó la colonización de diferentes
pueblos donde desaparecieron diferentes cosmovisiones del mundo, se impuso el saber de la
luces o los saberes de occidente; también ocasionó que se invisibilizaran grupos sociales con
sus prácticas y sus saberes. “no se trata tan sólo de los modernos que se oponen a los
antiguos, se trata asimismo de la naturaleza y hasta de la palabra de Dios que se liberan de
formas de dominación fundadas en la tradición más que en la historia, formas que difunden
las tinieblas que deberán disipar las luces de la razón” (pág 30).

Este orden que está integrado por nociones como el industrialismo, el capitalismo,
industrialización de la guerra; han controlado diferentes aspectos de la vida de las personas y
las han transformado de manera indirecta muchas de estas transformaciones no se han
percibido inmediatamente, lo podemos apreciar dentro de la historia de vida de Doña luz, que
a pesar de que el relleno fue inaugurado en el año 1988, pasaron nueve años para notar su
presencia, este relleno es una consecuencia del orden establecido porque le ha otorgado más
importancia a la empresa y con ella al consumo. Cuando Colombia se empieza industrializar
se hace necesario dominar a la naturaleza, pero más que dominarla no es consciente de que el
país tiene un gran potencial en relación con sus recursos naturales, si en vez de seguir unos
ideales ciegamente tal vez se hubiera podido construir una nación que tenga un proyecto de
estado más sólido que realmente respondiera a las diferentes necesidades de las personas; las
personas solo quieren vivir en paz y para ello se deben dignificar las condiciones para
sobrevivir.

En este sentido como el consumo es parte fundamental para sostener este orden cabe aclarar
que hay diferentes tipos como los catalogados como bienes indispensables como los de la
alimentación o los bienes de libre elección, aunque este último no es libre del todo porque se
necesitan crear imaginarios o niveles sociales para fomentar el consumo de estos bienes, este
consumo se adapta a la sociedad de producción. Siendo concientes o no, este consumo ya sea
alimenticio, para la creación de nuevos productos, para la movilidad, es una declaración de
guerra hacia la naturaleza, es un saqueo; porque esta manera de vivir que se ha construido
por la fe ciega a la razón, no es autosustentable. Aun así, hay personas que dicen que los
recursos son renovables o que faltan décadas para sentir los impactos ambientales que se han
generado por la idea de progreso. No se debe confundir la idea de modernidad con la
modernización porque el relleno Sanitario hace parte de los objetivos de urbanización de la
capital ya que se ve enfrentada con la alta generación de residuos sólidos (basuras) entonces
se debería disponer de un sitio para su gestión; en el año de 1988 se inaugura el sitio, en la
actualidad se genera 6.800 toneladas de basura diarias que van a parar cerca de la vivienda de
Doña luz y 500 familias de la zona. El punto es que pasamos de ideas generales que sirvieron
para establecer un orden a un hecho en particular que afecta el medio ambiente y las
personas.

Hay muchas consecuencias que tuvo idea de modernidad y una de ellas, que se puede
evidenciar en la historia de doña Luz, es la colonización de la naturaleza, donde se hace una
división entre sociedad y naturaleza “una división que descarta por completo la relación
milenaria entre seres, plantas y animales como también entre ellos, los mundos espirituales y
los ancestros (como seres también vivos)” (pág 106). La relación de la naturaleza con las
personas se da cuando se puede vivir de la tierra y cuando se es consciente de su importancia
para mantener su equilibrio; la familia Barbosa y los habitantes de la zona sienten que tiene
una responsabilidad con su territorio y no solo porque les brinda los frutos para poder vivir,
sino que es una responsabilidad con las nuevas generaciones, es por ello que se le inculca
desde la escuela la importancia del reciclaje y el cultivo. Es interesante ver cómo las personas
que no han generado toda esa cantidad de basura quieren aportar soluciones frente a esta
problemática. Por el contrario, los habitantes de Bogotá ven a la naturaleza como su
“botadero” o por lo menos es la imagen que se ha venido construyendo desde que se fundó el
relleno.

Otra imagen que se ha ido construyendo es la del campesino un “yo generalizado” que se
espera que tenga ciertas actitudes en contexto específico. En Colombia el campesino se puede
relacionar con desigualdad social porque el estado ha respondido a los intereses de los
grandes terratenientes capitalistas del país; si se revisa la historia del conflicto armado, la
violencia corresponde a factores políticos, sociales, económicos y culturales que no se han
resolvido y que permanecen en la actualidad colombiana; se ha intentado reformas agrarias
que respondan a las luchas campesinas y al “uso de la tierra que se ha enfocado en ciertos
sectores de la agroindustria como el café y el banano y en el proceso de extracción de
petróleo y carbón que favorecen a las elites empresariales e industriales nacionales e
internacionales; esta situación aumenta la desigualdad y atrasa el desarrollo de ciertas
regiones del país”. Esta construcción del campesino se caracteriza por el abandono del
estado, que no puede vivir de su tierra porque es muy costoso mantener los cultivos o cuando
pueden cultivar necesitan de terceros para poder vender sus productos.

Para romper con estos imaginarios se pueden


tomar las propuestas de Boaventura de Sousa de
Santos (2005) que da credibilidad a las nuevas
experiencias sociales contrahegemónicas y su
supuestos epistemológicos alternativos que tiene
dos procesos: “sociología de las ausencias“ que
busca el reconocimiento de diferentes
racionalidades, conocimientos, prácticas y
actores sociales y la “sociología de las
emergencias” que indica el nacimiento de
posibles experiencias futuras que se han
ignorado por el pensamiento hegemónico “conjuntamente, estas dos sociologías por su
inconformismo y sus dimensiones sociales, políticas, éticas, subjetivas y de porvenir,
permiten comprender, actuar e imaginar el mundo de otra manera, lo que no hacen las
ciencias sociales tradicionales. Además, sugieren otras formas de involucramiento, de
análisis e investigación como también de elaboración y producción de teoría” (pág 107).
¿Podemos pensar en una Colombia distinta? primero debemos reconocer lo que somos,
reconciliarnos con la tradición y rescatar los saberes que nos puedan ofrecer las diferentes
comunidades, en este caso es valioso los conocimientos de doña Luz porque podemos
pensarnos desde la tierra y encaminar la economía,
por lo menos local, a que sea autosustentable, ya
hay propuestas como las huertas caseras donde se
puede cultivar hortalizas; también hay huertas
comunitarias, como propuestas pedagógicas, para
enseñar a las personas la importancia de la
naturaleza. Los diferentes beneficios pueden verse
desde la salud: ya que garantiza los alimentos
saludables; económicos: ya que estimula el
desarrollo de la economía local y alivia el
presupuesto familiar; sociales: ya que favorece la
integración de diferentes grupos y; ecológico: ya que gestiona el agua lluvia y aumenta la
masa verde en la zona urbana.

Estas acciones pueden mitigar el impacto que está generando la pandemia en relación con la
economía y puede ser la posibilidad para encaminar la economía del país, la historia nos ha
mostrado que hay crisis del capitalismo y cada vez que se “superan” hay cambios en la vida
social, el estado se debe preparar para mitigar el impacto que se va a generar, por lo menos
garantizar la alimentación. Aunque no podemos depender del estado ya que ha olvidado su
papel, las acciones las deben tomar las personas y para ello deben ser conscientes de su
situación, como en el caso del relleno sanitario, no se pueden esperar soluciones cuando las
personas no cambian su hábitos. La modernidad buscaba la felicidad por medio de la razón
pero esa felicidad intenta responder a la cultura hedonista “En las sociedades del capitalismo
tardío, el culto de la libertad individual y el despliegue de la personalidad se refuerzan y se
ubican en el centro mismo de las preocupaciones. Este culto imbricado con el hedonismo, el
consumismo y el rechazo a la autoridad apoya la idea de que esta sociedad es el producto de
la lógica del modernismo llevada hasta las últimas consecuencias” pág.23.

Bibliografía:

Gibson- Graham, J.K. (2002). Intervenciones posestructurales. Bogotá: Revista Colombiana


de Antropología. Vol 38 – Enero-Dic.

Diaz. E (2005) ¿Qué es la posmodernidad? Editorial biblos. Páginas: 13-34

Walsh, Catherine (2007) ¿Son posibles unas ciencias sociales otras? En: Nómadas, Bogotá:
Universidad Central. No 26, pp.102-113.

Chakrabarty, D. (2008). Al margen de Europa. Barcelona: TusQuets Editores. Intr.: La idea


de provincializar a Europa – 1. La poscolonialidad y el artificio de la historia, pp.29-79.

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