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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
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CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Para el desarrollo de este estudio se señalan algunas investigaciones

cuyas características son semejantes y aportan información de apoyo,

estableciéndose como antecedentes al problema planteado. En primer lugar

se expone el estudio de Mellado y Constanza (2011), titulado, “Regulación

Normativa de las Actuaciones de los Síndicos en los Procesos Concursales”,

en la universidad pública “Universidad de Chile”, la cual tuvo como objetivo

analizar la regulación normativa de las actuaciones de los síndicos en los

procesos concursales.

La metodología utilizada fue documental constituida por la revisión del

libro IV del Código de Comercio que se refiere al sistema de la administración

concursal que rige en Chile. Los resultados arrojaron una vez analizada la

normativa administrativa de la Superintendencia de Quiebra, que se logra

una armonía entre los intereses privados de los acreedores que deben existir

en todo proceso de falencia.

Este antecedente es un aporte para la investigación ya que sirve como

sustento teórico, para comprender la normativa administrativa de la

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Superintendencia de Quiebra de chile junto con eso las atribuciones,

funciones, normativas, soluciones, y sanciones que esta otorga a los síndicos

de Chile.

Asimismo, Alvarado, García, Paredes y Sierraalta (2010), desarrollaron

un trabajo titulado, “Análisis del proceso de quiebra en las compañías

anónimas dentro de la Legislación Mercantil venezolana”, desarrollado en la

Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín.

Dicha investigación tuvo como objeto Analizar el proceso de quiebra en

las compañías anónimas dentro de la Legislación Mercantil venezolana, la

metodología aplicada fue de carácter documental constituida por libros,

leyes, jurisprudencias referentes a la materia. Se concluyó que es un proceso

colectivo, donde los acreedores se congregan en masa y alcanzan a todos

los bienes del deudor porque es una ejecución general.

Dicho antecedente es un aporte teórico a la investigación objeto de

estudio, ya que se desarrollan en el Aspectos importantes sobre el

Procedimiento de Quiebra en Venezuela, determinando que se logra una

armonía entre los intereses privados que deben existir en el proceso de

falencia.

Por otra parte, Gómez y Eyzaquirre (2009), elaboraron un trabajo

titulado “El derecho de Quiebras”, en la “Universidad Gabriela Mistral”, en el

cual los autores presentan su estudio en dos partes. La primera analiza las

características generales del juicio de quiebras, su evolución histórica, los


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sujetos pasivos y los sujetos activos de la quiebra, luego profundiza en las

causales de la declaración de quiebra y en los diversos aspectos que

comprende la apertura del juicio de quiebra.

La segunda parte examina los efectos de la declaración de quiebra,

particularmente con respecto a la personal y bienes del fallido, a sus

acreedores y a terceros involucrados. La metodología aplicada fue de

carácter documental.

En tal sentido, el aporte que brindo el antecedente mencionado a la

investigación objeto de estudio, llevando a cabo un análisis del contenido, su

interpretación y teorización en la utilización del marco legal que regula el

Derecho de Quiebra Chileno.

En este mismo orden, Isea (2008), desarrollo una investigación titulada

“Reivindicación impropia en el procedimiento concursal de quiebra

venezolano”, desarrollado en la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín, para

optar al título de Magister en Derecho Mercantil; la mencionada investigación

tuvo como propósito principal analizar la existencia de reivindicaciones

impropias que puedan ser opuestas en el procedimiento de quiebra

venezolano, tanto por un tercero como por el síndico en representación de la

masa de acreedores, tomando en cuenta la legislación mercantil venezolana.

La investigación fue de tipo jurídico documental, autónomo descriptivo,

ampliado con un diseño no experimental y transaccional, la información se

obtuvo mediante la aplicación de la observación documental y el análisis del

contenido como técnica de redacción de datos, además, se analizó la


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información aplicando el método analítico y el hermenéutico, al igual que el

análisis de contenido, interpretación, contratación y teorización como

técnicas para desarrollar las unidades de análisis expuestas en la matriz.

En este sentido, la autora concluyó, que las reivindicaciones impropias

aun cuando no están tipificadas en el Código de Comercio (1955) como

reivindicaciones, tienen el mismo efecto que las reivindicaciones propiamente

dichas y las personas que las opongan se les debe mantener la seguridad

jurídica, ya que ante todo, el derecho de propiedad está protegido

constitucionalmente y no debe ser violado.

De igual forma, señalo la investigadora, que por medio de este trabajo

se ofrece un medio idóneo para la defensa efectiva y apegada a la ley, y que

dicha procedibilidad traiga como consecuencia las restitución de un bien que

se encuentre en posesión de un tercero y que verdaderamente pertenezca a

la masa de acreedores, o que dicho bien este dentro de dicha masa y

pertenezca a un tercero.

Según lo preceptuado, la investigación es considerada un sustento

teórico fundamental para el presente trabajo, en vista de desarrollar aspectos

generales sobre el Procedimiento de quiebra, elemento identificado como

una de las unidades de análisis a desarrollar.

Por otra parte, Torres (2005), realizó un estudio que lleva por título “La

quiebra Empresarial”, en la Universidad Católica Andrés Bello. El cual tuvo

como objetivo general determinar la importancia del correcto manejo de la

quiebra en Venezuela. Con una población enmarcada en autores como Milán


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(2002), Méndez (2001), Sánchez (1999), Galdós (2000), Galarza (2001),

entre otros.

La metodología utilizada fue monográfica a nivel descriptivo, acorde a

los parámetros establecidos en el Manual para trabajos de grado de la

Universidad Católica Andrés Bello. Con un método explicativo descriptivo,

basados en fuentes primarias y secundarias.

Se concluyó que es importante el estudio del procedimiento de quiebra

y sus aspectos legales, puesto que el conocimiento del marco legal

conceptual que rige a materia permitiendo un mejor desarrollo del proceso.

La quiebra es un juicio universal que tiene por objeto liquidar el

patrimonio del deudor común para distribuirlo entre los acreedores legítimos,

en la proporción que les corresponda, y al mismo tiempo, realizar la

rehabilitación del quebrado en el caso que proceda.

Esta investigación es considerada un sustento fundamental para

elpresente trabajo, ya que toca puntos generales sobre el Procedimiento de

quiebra, siendo esta una de las unidades de análisis en la presente

investigación.

2. FUNDAMENTACIÓN LEGAL – DOCTRINAL

En este capítulo se presentarán los antecedentes relacionados a la

investigación y se sustentará teóricamente el estudio, a través del análisis y

desarrollo de diferentes doctrinas y fundamentos legales que guardan

relación con la presente investigación. A través de los cuales se precisa y


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organizan los elementos contenidos en la descripción del problema, se

analizan las distintas corrientes, tendencias o enfoques que se relacionan

con las categorías objeto de estudio, de tal forma que puedan ser manejados

y convertidos en acciones concretas que permitan sustentar el desarrollo de

la investigación.

2.1. PARTICIPACIÓN DEL SÍNDICO

La noción del síndico, según lo refleja Pisani (2009, p. 87), proviene del

latín SYNDICUS y este del griego SYNDIKOS (de syn= con, y dike= justicia),

haciendo referencia al sujeto encargado en un concurso de acreedores de

liquidar la quiebra; de igual forma, la autora hace mención del Procurador

sindico, refiriéndose a la persona elegida en una comunidad o corporación

para cuidar de sus intereses.

En este sentido, Herman (2003, p. 2003) indica que el síndico es un

sujeto a quien se le confía una función de tutela, preponderantemente

económica, en beneficio de intereses ajenos, en el derecho societario es

además un funcionario con atribuciones y deberes de "fiscalizador".

Al respecto, dispone el art. 972 del Código de Comercio (1955), los

síndicos son los que representan a la masa de acreedores, activa y

pasivamente, en juicio y fuera de él, administran los bienes concursados,

practicando todas las diligencias conducentes a garantizar la seguridad de

los derechos y recaudación de los haberes de la quiebra, para finalmente

proceder a su liquidación. Así pues, el síndico no es un funcionario público, ni


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un representante exclusivo de los acreedores de la quiebra, por lo que no es

el único quien pueda anunciar el recurso de casación en el proceso de

quiebra.

De acuerdo con Arestegui (1997, p. 45), el síndico en general “está

facultado para salvaguardar la legalidad, honradez y eficiencia del servicio

público que brinden los empleados del municipio, y es el responsable de

vigilar y defender los intereses municipales y de representar jurídicamente al

ayuntamiento en los litigios en los que fuere parte.

Ahora bien, después de analizar lo expuesto por los autores

anteriormente citados, los investigadores consideran de vital importancia, al

determinar la concepción del síndico como funcionario auxiliar en el proceso

de quiebra en el cual representa los intereses generales de los acreedores, y

representa también los derechos del fallido, en cuanto puedan interesar a la

masa, sin perjuicio de las facultades de aquéllos y de éste determinadas por

la ley. El síndico tendrá un papel preponderante a la hora de determinar el

futuro económico fallido ya que la mora de las situaciones o procesos es que

se encarga de la liquidación para el cumplimiento de los acreedores.

2.1.1. PARTICIPACIÓN DEL SÍNDICO EN VENEZUELA

Los síndicos en Venezuela son mandatarios nombrados por el Tribunal

para representar principalmente a la masa de acreedores, y accesoriamente

y en cierta medida al fallido, sus atribuciones y funciones se encuentran


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detalladas en el Código de Comercio vigente, acompañado de las distintas

doctrinas que interpretan lo dispuesto en la norma.

En este sentido, Pierre (1983, p. 78) señala que los síndicos son

mandatarios nombrados por el tribunal de la quiebra para representar al

fallido y a la masa de acreedores, administrar el patrimonio de los fallidos

durante las operaciones de la quiebra y proceder, llegado el caso, a su

realización. Sin embargo, este autor explica que en el Código de Comercio

(1955) no determina en forma absoluta el número de los síndicos a nombrar

en cada quiebra, pero ese número no puede exceder de tres.

De este modo, en la práctica, para evitar gastos excesivos a la quiebra,

se nombra generalmente un solo síndico, lo que es preferible en la mayoría

de los casos atendiendo a la unidad de la quiebra, dado que cuando son

varios, solo pueden obrar colectivamente, y en cualquier hipótesis se pueden

hacer ayuda por auxiliares que estarán bajo sus órdenes. De hecho, solo se

nombran varios síndicos en las quiebras muy importantes, y sobre todo

cuando la sede principal y los centros de explotación estén separados y

distantes.

Asimismo, Pierre (1983, p. 83) expone que si en la sentencia que

declara la quiebra el tribunal nombra un solo sindico, no está obligado a

atenderse a este número, porque en toda época puede agregarse uno o dos

síndicos al nombrado primitivamente, sin previa consulta a los acreedores,

pero cuando se trata del síndico definitivo, el que es nombrado en la primera

junta de acreedores, necesitara consultar a los acreedores para aumentarlos

o subrogarlos.
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2.1.1.1. EL SÍNDICO

Observándose entonces, que el síndico ha sido conceptualizado por

algunos doctrinarios como aquel funcionario auxiliar que participa en el

proceso de quiebra, representando al fallido y a la masa de acreedores, El

Código de Comercio (1955) señala en su artículo 986 lo siguiente:

En cualquier estado de la quiebra, el Juez podrá reducir el número


de los síndicos, si así lo exigieron las necesidades de la
administración, pudiendo apelarse de su decisión ante el Tribunal
Superior. También podrá aumentarse su número hasta tres; pero
cuando haya de aumentarse o subrogarse uno o más síndicos
definitivos, se consultará a los acreedores reunidos en junta,
procediéndose según lo prescrito en el artículo 967.

Si en la primera reunión de acreedores de que trata el artículo 937 del

Código de Comercio (1955) no quedare acordada legalmente la liquidación

por los acreedores, el juez consultara a esto sobre la continuación o no del

nombramiento del síndico, o indicación del que lo va a sustituir, o bien el

nombramiento del otro sindico más debe indicarse quien deba ser. Los

designados deben ser abogados o comerciantes.

Por otra parte, la exposición de los acreedores se asentara en el

expediente y en seguida el juez elegirá nuevos sinódicos o conversara el

existente. En este sentido, si se autorizare a los síndicos continuar el giro

fallido se determinaran en el mismo acuerdo los objetivos a que se extienda

la autorización, su duración y las sumas de que ellos puedan disponer para

atender a las operaciones del giro.


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Desde esta perspectiva, el Tribunal es quien nombra los síndicos, el

primer síndico es provisional, encargado de conducir la quiebra hasta la

primera junta general de acreedores, posteriormente es nombrado en la

sentencia que declara la quiebra, sin tomar en cuenta la opinión de los

acreedores. El síndico definitivo, es nombrado por el tribunal en la primera

junta general de acreedores, consultando previamente a los acreedores.

Cuando la quiebra tiene un solo sindico que se opone al convenido, el

tribunal debe nombrar otro provisional para la secuela de la oposición al

convenio.

En este orden de ideas, los investigadores fijan posición con el autor

Pierre (1983), quien da un mejor análisis de la participación del síndico en

Venezuela. De modo que, las facultades del síndico no pueden equiparase a

las de un mandatario general con facultades de administración, tal como lo

contempla las normas de derecho común, pues diversos de estos actos de

administración no pueden ser realizados válidamente sin aprobación o

autorización judicial, según los casos.

Es evidente que debe ser así, desde el punto de vista técnica

legislativa, habida cuenta el carácter complejo que asume el síndico de

representan los interés del fallido al mismo tiempo que aquellos de los

acreedores del concurso.

En este sentido, Pisani (2009, p. 155) señala cuales son las facultades

de los síndicos, las cuales se exponen a continuación:


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1-. Podrán emplear al fallido en la gestión de la quiebra y proponer al

juez su salario (art. 978 Código de Comercio); así pues si el fallido estuviere

en libertad, podrán los síndicos emplearlos para facilitar y aclarar los

negocios de la quiebra, proponiendo al juez el salario moderado que pueda

asignársele por sus servicios.

2-. Podrán solicitar al juez se examine al fallido (sus dependientes

empleados o cualquier otra persona) sobre causas y circunstancias de la

quiebra, o demás que interese al juicio, a los efectos de la formación de

balance (art. 980 Código de Comercio); en este sentido, el síndico recibirá

las cartas dirigidas al fallido, y estos entregaran al fallido las cartas y

telegramas que no interesen a la quiebra, guardando sobre su contenido el

más riguroso secreto.

3-. Podrán reclamar a los accionistas que no hubiesen cubierto todo su

aporte entregas ulteriores cuya necesidad reconozca el tribunal (art. 982

Código de Comercio); lo antes mencionado, se refiere a los casos cuando el

comerciante sea declarado en quiebra después de su muerte, o muera

después de la declaración de quiebra, su conyugue sus hijos o sus

herederos pueden presentarse a hacer representar para suplir al difunto en la

formación del balance, en el examen de libros y en toda las otras

operaciones de la quiebra.

4-. Podrán autorizados por el juez comprometer en árbitros y transigir

las cuestiones que interesen al concurso.


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5-. Los fondos del concurso depositados en bancos, etc. Solos los

síndicos podrán extraerlos con orden del juez (art. 984 Código de Comercio).

En este sentido, el último día de cada semana, los síndicos depositaran en el

instituto bancario o casa de comercio de reconocida responsabilidad, que el

Juez designara previamente para depositar los fondos del concursos, todas

las cantidades provenientes de las cobranzas y ventas que hagan, previa

deducción de las sumas que el juez considere necesarias para los gastos de

administración, respondiendo en todo caso del interés corriente sobre las

sumas indebidamente retenidas.

6-. Podrán exigir la entrega de mercancías: retenidas por el vendedor

por falta de pago (art.148 Código de Comercio) o expedidas sin haber sido

entregadas al fallido (art.991, 3° Código de Comercio); con autorización del

juez y pago de lo adeudado, así pues, las mercancías expedidas al fallido,

mientras no hayan sido entregadas en sus almacenes o depósitos o en los

del comisionista encargado de venderlas por cuenta de fallido o en depósitos

públicos o privados a disposición de este.

De igual forma, no tendrá lugar la reivindicación de dichas mercancías

cuando el fallido las hubiere vendido ante de que llegara, sobre facturas o

conocimientos o sobre facturas y cartas de porte firmadas por el remitente

siempre que esta venta haya sido hecha sin fraude entre el fallido y el

comprador. El reivindicante debe devolver las cantidades que haya recibido a

cuenta de las mercancías los avances hechos por fletes, comisión, seguros y

demás gastos, y lo que estuviere debiendo por las más causas.


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7-. Afrontar la retribución de las cosas sujetas a reivindicación (art. 993

Código de Comercio). Sobre este aspecto es posible con la misma

autorización restituir las cosas sujetas a reivindicación. Cualquier acreedor

puede contradecir las reivindicaciones. Los casos contenciosos serán

juzgados en la forma ordinaria del procedimiento mercantil.

8-. Recibir remuneración fijada por el juez (sean provisionales o

definitivos), con audiencia de ellos y de los acreedores (art. 990 Código de

Comercio). En tal sentido, los síndicos, provisionales o definitivos que reciban

la indemnización que fije el juez de comercio, oyendo a los síndicos y a los

acreedores en el término que el mismo juez determinara. La

fijación de honorarios será definitiva si no fuere apelada, en el término legal,

por los síndicos o por los acreedores que representen la mayoría de los

créditos.

9-. Podrán ser autorizados por el juez, después de terminados el

inventario, para vender otras mercancías o efectos muebles, cumplidos

determinados requisitos.

Por su parte, Pierre (1983, p. 95), indica que los síndicos siendo

mandatarios, no son comerciantes por este hecho, ni expertos, ni

mandatarios en el sentido del artículo 1.684 del Código Civil (1982) porque

solo representan al fallido siendo como mandatarios de la justicia. Como el

fallido sigue propietario de los bienes comprendidos en la quiebra es

necesario, para la validez de los actos que conciernen a esos bienes, que él

sea parte.
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Asimismo, el mencionado autor, explica que los síndicos tienen por

misión especial asegurar la conservación y la administración del patrimonio

del fallido, y proceder llegado el caso, a la realización de este patrimonio, y

más, generalmente, llevar a buen fin las operaciones de la quiebra. Ellos

representan a la vez a los acreedores en masa, que en principio han perdido

su derecho de acción individual, y al fallido, que por el desasimiento no

puede administrar su patrimonio.

De igual modo, Rodríguez (2007, p. 175) infiere que el síndico sustituye,

según las ocasiones, tanto al fallido como a los acreedores. Actúa unas

veces a favor y otras veces en contra de los intereses de cada uno de ellos;

su deber consiste en ajustarse a la ley, a fin de que se alcancen las

finalidades de interés general que persigue el régimen concursal.

Por su parte, Pierre (1983, p. 101), dice que además de las diversas

medidas urgentes que el Código de Comercio (1955) le impone desde que

entra en sus funciones, el síndico debe administrar el patrimonio fallido y

proceder a todas las operaciones útiles para la conservación de los

derechos de los acreedores, especialmente el cobro de las acreencias del

fallido.

Así como el demandar la nulidad de los actos ejecutados durante el

periodo sospechoso y hacer volver al patrimonio del fallido todos los valores

que en una u otra cosa forma hubieran sido distraídos, de igual forma a

proceder, si hay lugar, a la venta de las mercancías y otros efectos muebles

a proceder, en la calificación de créditos, a extender un informe escrito sobre

todos y cada uno de los créditos reclamados.


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En general, los síndicos tienen cualidad para ejercer y hacer valor como

demandantes o demandados los derechos del fallido y los derechos de los

acreedores que hagan parte de la masa. Pero, el síndico no puede

representar uno solo de los acreedores particulares, ni aun grupo de

acreedores que tengan intereses comunes, por importante que sea, el

representa toda la masa.

Desde esta perspectiva, los investigadores fijan posición con Pierre (2003),

ya que el infiere que los síndicos solo puede actuar jurídicamente en nombre de

la masa de acreedores cuando están en juego los intereses de esa masa. Los

acreedores perjudicados individualmente o que tienen derechos individuales y

quieren hacer valerlos, deben ejercer personalmente las acciones que les

interesan y cuyo beneficio les pertenece a ellos y no a la masa.

En síntesis, el síndico no es representante del fallido, aunque en ciertas

funciones actúa como tal y los efectos de sus actos recaen sobre el

patrimonio del fallido, por ejemplo, cuando administra bienes o cuando los

vende, aunque, advertimos, que esos actos los celebra por cuenta del fallido

pero en interés de los acreedores.

2.1.1.2. ATRIBUCIONES

Las operaciones de los sindicatos pueden dar lugar a reclamaciones de

cualquier interesado. Todo síndico puede comprometer su responsabilidad

civil y hasta penal por las faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones.

Pierre (1983, p. 115) señala que como mandatarios judiciales, los síndicos
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son responsables, en los términos del derecho común, de las

faltas que cometan en su gestión. Sus atribuciones se rigen por las reglas del

mandato, y en particular por el artículo 1.693 del Código Civil (1982) el cual

reza:

El mandatario responde no sólo del dolo, sino también de la culpa


en la ejecución del mandato. La responsabilidad en caso de culpa
es menor cuando el mandato es gratuito que en caso contrario.

Así pues, el síndico que se atiene a las instrucciones precisas de la ley

y comete faltas que causen daños, responde personalmente, tal como

ocurre, verbi gratia, cuando intenta a la ligera una acción judicial en nombre

del fallido y de la masa, o disimula defender bajo la cubierta del fallido o de la

masa, intereses que le son personales, lo cual se abstiene de tomar la

opinión o no requiere la intervención de la comisión de acreedores, entre

otros.

Pero tal responsabilidad solo procede si el daño causado por la falta es

cierto y actual, es decir, un daño eventual no bastaría, y el hecho cometido

constituye una culpa en la ejecución de mandatos que le ha dado la ley,

culpa que debe ser persona, en principio, el síndico no responde por las

comisiones y omisiones de otros.

Por su parte, Fushimi (2005, p. 88) señala algunas atribuciones de los

síndicos:

- El síndico ejerce un mandato o representación necesario del deudor y

de la masa de acreedores, sin perjuicio de reconocer que es un delegado del

juez dentro de la esfera que la ley le señala, con lo cual queda establecida su

condición de colaborador de la justicia.


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- Carecen de personería para transigir lo síndicos en las quiebras, a

menos que hubiesen sido anticipadamente facultados para ello por la junta

de acreedores.

- El síndico, “en su carácter de representante de la masa de

acreedores” no es “parte” contraria al síndico en su presunto carácter de

“representante de la fallida”, o análogo, fallida que actuó en el negocio

tachado de nulidad por los actores originarios y por su ulterior litisconsorte.

En tanto como “órgano del concursal”, sólo puede pretender la declaración

de ineficacia del acto que celebra la fallida, que se refiere tanto a los

supuestos de la acción revocatoria concursal como a los de la acción

revocatoria común, y en esa pretensión actúa como órgano concursal yno

comparte “contraria” a la fallida.

De acuerdo con Pisani (2009, p. 155) y basado en el Código de

Comercio (1995):

1-. Entregar al fallido la correspondencia que no interese a la quiebra y

guardaran secretos sobre su contenido (art. 979).

Es por ello, que los síndicos recibirán y abrirán las cartas dirigidas al

fallido, el cual si estuviere presente, será avisado previamente por los síndicos.

Estos entregaran al fallido las cartas y quiebra, guardando sobre su contenido el

más riguroso secreto.

2-. Pondrán recibo de los bienes al pie de cada uno de los ejemplares del

inventario, conservan uno y el otro lo agregan al expediente (art. 957, ult.ap).


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El inventario se hará por el síndico acompañado del fallido o de un

delegado suyo y por otro delegado que designen los tres acreedores de mayor

suma residentes en la localidad. A falta de los delegados, el síndico se

acompañara de dos empleados de casas de comercio bien reputadas.

Asimismo, les serán gradualmente levantados a medida que se forme el

inventario, y cada día que la operación se interrumpa, se hará constar en el

expediente la suspensión del acto y se podrán los sellos en lo no inventario. Por

otra parte el inventario se escribirá por duplicarlo y contendrá la descripción de

cambio, billetes, mercancías con distinción de marcas, numero, peso y medida

de los demás bienes muebles e inmuebles y demás papeles de interés y el

justiprecio de los bienes hecho por el síndico.

También se hará atención de los objetos no sellados, de conformidad con

el artículo 952 del Código de Comercio (1995), para luego de concluido el

inventario y firmado por todos los intervinientes el juez entregara al síndico todos

los bienes inventariados y este pondrá su recibo al pie de cada uno de los

ejemplares conservando al expediente de quiebra.

3-. Depositaran semanalmente los fondos del concurso (provenientes de la

cobranzas y ventas) en instituto de crédito designado por el juez,

previa deducción de sumas necesarias a los gastos. La infracción es castigada:

a) con el interés sobre la suma indebidamente retenida. b) Con destitución (art.

984).

4-. Las declaraciones contra sus operaciones las decidirá el juez, oído

el informe de los síndicos (art. 988). En tal sentido, las declaraciones que se
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intentaran contra los síndicos por sus operaciones serán determinadas por el

juez dentro de ocho días, oído previamente su informe. La decisión del juez

se ejecutará, salvo apelación ante el tribunal superior.

5-. Los síndicos salientes rendirán cuentas de su administración, en

todo caso (art. 977), a la mayor brevedad. Es decir, los síndicos

definitivamente nombrados, si fuere otros que los provisionales exigirán que

estos rindan cuenta de su administración a la mayor brevedad.

6-. Requerirán a los administradores (casos de quiebras de sociedades

de capital) su comparecencia cuando sea preciso (art. 925).

7-. La administración de los bienes adquiridos por el fallido a título

oneroso, podrá someterse a la intervención de los síndicos (pero los

acreedores solo tendrán derechos a los beneficios líquidos dejando al

quebrado lo preciso para sus alimentos) (art. 939).

Por el hecho de ser declarado un comerciante en estado de quiebra,

queda inhabilitado para la administración de todos sus bienes para disponer

de ello, y para contraer sobre ellos nuevas obligaciones. El desasimiento de

los bienes futuros adquiridos a título gratuito, no perjudica la responsabilidad

que los afecta por las cargas y condiciones con que hayan sido sometidos al

fallido, ni tampoco a los acreedores hereditarios.

Por otra parte la administración de los bienes que el fallido adquiera a

título oneroso podrá ser sometida la intervención de los síndicos, pero los

acreedores solo tendrán derecho los beneficios líquidos, dejando al fallido lo

preciso para sus alimentos.


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8-. Responde por los documentos entregados por los acreedores (art.

999).

El secretario y los sindicatos no son responsables de los documentos

entregados por los acorredores sino por cinco años, a contar desde el día

señalado para la calificación de los créditos.

Por otra parte, si son varios los síndicos, todo quedan obligados

solidariamente, en principio, por la culpa cometida por uno de ellos. Sin

embargo, la responsabilidad del síndico cesa, en principio, cuando ha

cumplido el acto con la autorización del juez, pues el acto deja de ser

personal del síndico para devenir un acto del juez.

Ahora bien, los investigadores fijan posición con el autor Pierre (1983),

quien explica de mejor manera las atribuciones del síndico, dejando claro,

que el mismo, es quien representa ante las autoridades fiscales, a un sector

de contribuyentes de su localidad, que puede solicitar opiniones o

recomendaciones a las mismas respecto de asuntos relacionados con la

aplicación de las normas fiscales que le sean planteados por los

contribuyentes que representa.

2.1.1.3. FUNCIONES

El primer acto de los síndicos cuando entran en sus funciones es de

hacer colocar los sellos y llaves adicionales sobre los bienes y efectos

mobiliarios del fallido. Para Pierre (1983, p. 120) señala que no obstante que

la ley dice “procuraran”, los síndicos deben requerir inmediatamente al juez

para que proceda a la medida, si la fijación de los sellos no se hubiere


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efectuado, a menos que el juez haya dispensado de la selladura y de las

llaves adicionales por presumir que todo mobiliario del fallido puede ser

inventariado en un solo día.

El Código de Comercio (1955), en su artículo 974, estable que:

Si la fijación de los sellos no se hubiere hecho antes de su


aceptación, los síndicos procurarán que se efectúe y cuidarán de
su conservación.

Por ello, aunque no se haya apelado del auto que convoca a los

acreedores para considerar una oferta de compra, puede apelarse del autor

autorizando la venta. Asimismo, el artículo 1.060, del Código de Comercio

(1955), señala que:

De las determinaciones que el Juez de Comercio dictare en la


administración de la quiebra no se concede apelación sino en los
casos expresamente determinados por la ley. La apelación sólo se
oirá en el efecto devolutivo.

Así pues, este artículo, no concede el recurso de apelación sino en

aquellos casos expresamente determinados en la ley, como son los

especificados en el artículo 1.061 del Código de Comercio (1955), donde

establece:

Son apelables ante el Tribunal Superior en el efecto, devolutivo


solamente el auto que acuerde el arresto del fallido, el que niegue
su libertad y el que la acuerde bajo fianza.

Por otra parte, Pierre (1983), señala que los síndicos permanecen, en

principio, en sus funciones durante toda la fase del proceso para lo cual han

sido nombrados, es decir, para el síndico provisional, nombrado en la

sentencia que declara la quiebra, hasta la primera junta general de


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acreedores, y para el síndico definitivo, nombrado en esa junta, hasta la

terminación de la quiebra.

En este sentido, a pesar de este principio, puede ser necesario nombrar

otros síndicos durante el proceso y antes de la terminación normal de la

función del síndico actualmente en funciones, sea porque el síndico en

ejercicio ha muerto o renunciado a sus funciones, sea porque ha sido

revocado, sea porque el tribunal, previa consulta a los acreedores reunidos

en junta general, agrega o subroga uno o más síndicos definitivos.

Ahora bien, tal como lo señala el artículo 972 del Código de Comercio

(1955), los síndicos representan a la masa de acreedores, activa y

pasivamente, judicial y extrajudicialmente, y administran los bienes

concursados, realizando todas las diligencias necesarias para asegurar los

derechos y recaudar los haberes de la quiebra, para así proceder finalmente

a la liquidación de los mismos. Por ello, los síndicos tienen dentro de la

quiebra, el más amplio poder de administración de los bienes del fallido, por

lo que todos los actos que entren en dicho concepto les están permitidos, sin

embargo.

El Código de Comercio Venezolano establece en su artículo 978 que

los síndicos en el ejercicio de sus funciones deben obrar personalmente,

pero, si el fallido está en libertad, pueden emplearlo para facilitar y aclarar los

negocios de la quiebra, proponiéndole al Juez asignarle un salario moderado

por sus servicios.Las facultades administrativas otorgadas a los síndicos

apuntan siempre a la conservación de la masa repartible y la defensa contra


32

toda disminución indebida de la misma, bien sea por disminución de los

activos o por aumento de los pasivos.

En este sentido, los investigadores consideran que los síndicos son los

encargados de asegurar la conservación y administración del patrimonio del

comerciante declarado en quiebra, representan tanto a la masa de

acreedores, que ha perdido su derecho de acción individual con la

declaración de quiebra, como al fallido, el cual como consecuencia del

desasimiento no puede administrar su patrimonio.

2.1.1.4. REQUISITOS

En el Código de Comercio, en su artículo 937, ordinal 1, establece que

el tribunal es quien nombra a los síndicos. El primer síndico es provisional,

encargado de conducir la quiebra hasta la primera junta general de

acreedores, es nombrado en la sentencia que declara la quiebra, sin tomar

en cuenta la opinión de los acreedores. El síndico definitivo es nombrado por

el tribunal en la primera junta general de acreedores, consultando

previamente a los acreedores. En tal sentido, el ordinal 1 del art. 937 del

Código de Comercio (1955) establece que:

La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá el nombramiento


de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante. Esta designación es provisional.

Así se tiene que el artículo 967 señala que si en la Primera junta de

Acreedores no quedare acordada legalmente la liquidación por los

acreedores, el Juez consultará a éstos sobre la continuación o no del síndico


33

nombrado o la indicación del que haya de sustituirlo, o la designación de otro

síndico más y la indicación de quien deba ser, exigiéndose que los

designados sean abogados o comerciantes.

Por otra parte, el artículo 970 del Código de Comercio (1955), señala

que no pueden ser síndicos:

Los comerciantes menores de veintiún años.


Las mujeres, aun cuando sean comerciantes.
Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.
El cónyuge y los parientes del fallido hasta el cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad, aunque sean
comerciantes.

Al respecto se observa que la designación del síndico provisional es

libre para el Juez, dado el hecho que éste no debe consultar a los

acreedores, siendo el caso que, por lo tanto se toma en cuenta, como

condición necesaria para ser síndico, que la persona designada sea abogado

o comerciante, observándose que para la designación del síndico provisional

basta que éste haya ejercido la profesión de comerciante (art. 937 Código de

Comercio diferencia de lo exigido en el art. 967 del Código de Comercio, a

los efectos de designar al síndico definitivo, ya que, se señala como

condición de su designación que éste sea comerciante, es decir, que ejerza

al momento de la designación dicha profesión.

2.1.2. PARTICIPACIÓN DEL SÍNDICO EN CHILE

Como se indicó anteriormente, el síndico es un sujeto a quien se le

confía una función de tutela, preponderantemente económica, en beneficio


34

de intereses ajenos. En el derecho societario es, además, un funcionario con

atribuciones y deberes de fiscalizador.

De acuerdo con el Diccionario Jurídico Chileno (2001, p. 301), señala

que el síndico de la quiebra representa los intereses generales de los

acreedores, en lo concerniente a la quiebra, y representa también los

derechos del fallido, en cuanto puedan interesar a la masa, sin perjuicio de

las facultades de aquéllos y de éste determinadas por la ley.

Por su parte, Parra (2011, p. 22), sostiene que el síndico en Chile

representa los intereses generales de los acreedores, en lo concerniente a la

quiebra, y representa también los derechos del fallido. Sus atribuciones se

encuentran en el art. 27 del Libro IV del Código de Comercio Chileno (1865),

entre los que destacan:

-Exigir del fallido que le suministre la información que juzgue necesaria

para el mejor desempeño de su cargo.

-Cerrar los libros de comercio del fallido

-Recibirse Bajo inventario de los bienes de la quiebra y administrarlos

en conformidad a la ley.

-Continuar provisionalmente el giro de los establecimientos del fallido,

con conocimiento de éste, y continuarlo efectivamente con conocimiento del

tribunal o de la junta de acreedores, según corresponda.

Este autor, también explica que podrán inscribirse para aspirar a actuar

como síndicos concursales los contadores públicos, los licenciados en

administración de empresas, los licenciados en economía y los abogados


35

con una antigüedad mínima en la matrícula de cinco (5) años; y los estudios

de contadores, de licenciados en administración de empresas, de licenciados

en economía y de abogados que cuenten entre sus miembros con mayoría

de profesionales con un mínimo de cinco (5) años de antigüedad en la

matrícula.

Asimismo, los integrantes de los estudios al tiempo de la inscripción no

pueden a su vez inscribirse como profesionales independientes. Se tomarán

en cuenta los antecedentes profesionales y académicos, experiencia en el

ejercicio de la sindicatura, y se otorgará preferencia a quienes posean títulos

universitarios de especialización en sindicatura concursal, agrupando a los

candidatos de acuerdo a todo estos antecedentes.

De igual forma, cada 4 años la Cámara de Apelación correspondiente

forma DOS (2) listas, la primera de ellas correspondientes a la categoría A,

integrada por estudios, y la segunda, categoría B, integrada exclusivamente por

profesionales; en conjunto deben contener una cantidad no inferior a QUINCE

(15) síndicos por Juzgado, con DIEZ (10) suplentes, los que pueden ser

reinscritos indefinidamente. Para integrar las categorías se tendrán en cuenta

los antecedentes y experiencia, otorgando prioridad a quienes acrediten haber

cursado carreras universitarias de especialización de postgrado.

Parra (2011), infiere que para integrar las categorías se tomarán en

cuenta las pautas indicadas en el último párrafo del inciso anterior. De esta

forma, la Cámara puede prescindir de las categorías a que se refiere el inciso


36

anterior en los juzgados con competencia sobre territorio cuya población

fuere inferior a DOSCIENTOS MIL (200.000) habitantes de acuerdo al último

censo nacional de población y vivienda. También puede ampliar o reducir el

número de síndicos titulares por juzgado.

Ahora bien, las designaciones a realizar dentro los CUATRO (4) años

referidos se efectúan por el juez, por sorteo, computándose separadamente

los concursos preventivos y las quiebras. El sorteo será público y se hará

entre los integrantes de una de las listas, de acuerdo a la complejidad y

magnitud del concurso de que se trate, clasificando los procesos en A y B. La

decisión la adopta el juez en el auto de apertura del concurso o de

declaración de quiebra. La decisión es inapelable.

Es por ello, que el designado sale de la lista hasta tanto hayan actuado

todos los candidatos. El síndico designado en un concurso preventivo actúa

en la quiebra que se decrete como consecuencia de la frustración del

concurso, pero no en la que se decrete como consecuencia del

incumplimiento del acuerdo preventivo. Los suplentes se incorporan a la lista

de titulares cuando uno de éstos cesa en sus funciones. Asimismo, los

suplentes actúan también durante las licencias. En este supuesto cesan

cuando éstas concluyen.

Desde esta perspectiva, tomando en cuenta las consideraciones

realizadas por los autores anteriormente citados, los investigadores fijan

posición con el autor Albornoz (2009), ya que explica de mejor manera que el

síndico es quien representa los intereses de los acreedores y representa sus


37

derechos en materia de quiebra sin perjuicio de las facultades determinadas

por la ley. En síntesis, el síndico en la constitución chilena, son un órgano

judicial que tiene una naturaleza compleja, según las varias funciones que le

corresponde desempeñar: de administración de la masa activa y pasiva,

periciales, de representación y de sustitución procesal.

2.1.2.1. EL SÍNDICO

De acuerdo con, Bustos (2009, p.77) los síndicos son los que

representa los intereses generales de los acreedores y los derechos de la

empresa quebrada en cuanto puedan interesar a la masa o conjunto de

acreedores. Éste administra los bienes para cumplir con los fines que estime

la ley, y cumpliendo el rol de órgano coadyuvante en juicio.

Ahora bien, el Código de Comercio Chileno (1865), establece en su

artículo 15 Titulo III, que:

Artículo 15. El nombramiento de los síndicos que conformarán la

nómina se hará por decreto expedido a través del Ministerio de Justicia.

Por su parte, Albornoz (2009, p. 66) expone que un síndico de quiebra

es quien representa los intereses de los acreedores y representa sus

derechos en materia de quiebra sin perjuicio de las facultades determinadas

por la ley. Debe actuar para respaldar los intereses mencionados, publicar la

quiera, informar al fallido de su condición, entre otras cosas.

De acuerdo con el Código de Comercio Chileno (1865), en su artículo

38, establece que:


38

El síndico que se concertare con el deudor, con algún acreedor o


tercero para proporcionarle alguna ventaja indebida o para
obtenerla para sí, será penado con presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo, salvo que
cualquiera de los actos delictuosos que hubiere cometido en el
desempeño de su cargo tuviere asignada mayor pena, pues
entonces se aplicará ésta. Será, además, castigado con
inhabilidad especial perpetua para ejercer el cargo de síndico.
La responsabilidad civil del síndico, que alcanzará hasta la culpa
levísima, se perseguirá en juicio sumario y sólo una vez
presentada la cuenta definitiva.

Desde esta perspectiva, y tomando en cuenta las Leyes anteriormente

citadas, se puede considerar que los síndicos de Chile se caracterizan por:

- Solo pueden ser nombrados síndicos de quiebras a las personas que

tengan título de Ingeniero, con menos de diez semestres de estudios o

contador auditor o de contador público, otorgado por universidades del

estado de Chile o abogados que hayan ejercido la profesión al menos cinco

años.

- Por ser el representante de los intereses de los acreedores, o a un

conjunto de acreedores en materia de quiebra.

- Son los responsables de publicar la quiebra o informar al fallido de

esta.

2.1.2.2. ATRIBUCIONES

El Código de Comercio de Chile (1865) en su libro IV “De las Quiebras”,

articulo 27, establece que:


39

El síndico representa los intereses generales de los acreedores, en lo

concerniente a la quiebra, y representa también los derechos del fallido, en

cuanto puedan interesar a la masa, sin perjuicio de las facultades de aquéllos

y de éste determinadas por la ley.

Le incumbe especialmente:
1.- Actuar en resguardo de dichos intereses y derechos, en juicio y
fuera de él, con plena representación del fallido y de los
acreedores;
2.- Hacer las publicaciones e inscripciones de la declaración de
quiebra, y remitir, a los acreedores que residan en el extranjero,
las cartas a que se refiere el N° 7 del artículo 52°;
3.- Exigir del fallido que le suministre la información que juzgue
necesaria para el mejor desempeño de su cargo, y le entregue sus
libros, papeles y documentos;
4.- Cerrar los libros de comercio del fallido;
5.- Abrir la correspondencia del fallido con intervención del
tribunal, y retener las cartas y documentos que tengan relación
con los negocios de la quiebra;
6.- Proponer la fecha de la cesación de pagos;
7.- Recibirse bajo inventario de los bienes de la quiebra y
administrarlos en conformidad a la ley;
8.- Continuar provisionalmente el giro de los establecimientos del
fallido, con conocimiento de éste;
9.- Continuar efectivamente el giro del fallido con autorización del
tribunal o con acuerdo de la junta de acreedores, según
corresponda;
10.- Cobrar los créditos del activo de la quiebra;
11.- Celebrar compromisos o transacciones previo acuerdo de la
junta de acreedores;
12.- Contratar préstamos para subvenir a los gastos de la quiebra,
debiendo informar de ello en la próxima reunión de la junta de
acreedores;
13.- Ceder a título oneroso los derechos que el fallido tenga en
sociedades, comunidades o asociaciones o pedir su disolución,
liquidación o partición, a falta de interesados. Al efecto,
representará al fallido en los actos y contratos que deban
realizarse u otorgarse, en el nombramiento de árbitros o
liquidadores y en los respectivos juicios de liquidación y partición;
14.- Exigir rendición de cuentas de cualquiera que haya
administrado bienes del fallido;
40

15.- Impugnar los créditos en conformidad a lo dispuesto en el


párrafo primero del Título X;
16.- Realizar los bienes de la quiebra;
17.- Depositar a interés en un banco o institución financiera, los
fondos que perciba, en cuenta separada para cada quiebra y a
nombre de ésta, y abrir una cuenta corriente con los fondos
indispensables para solventar los gastos que aquélla demande;
18.- Hacer repartos de fondos, en la forma dispuesta en el párrafo
segundo del Título X;
19.- Desempeñar las funciones de interventor o depositario en los
casos que esta ley determina;
20.- Servir de síndico en los concursos de hipotecarios que se
abran dentro de la quiebra y llevar cuenta separada de todo lo
concerniente a cada uno de ellos;
21.- Comunicar, dentro de los diez días siguientes al de su
asunción al cargo, la declaratoria de quiebra al Servicio de
Tesorerías del domicilio del fallido;
22.- Ejecutar los acuerdos legalmente adoptados por la junta de
acreedores dentro del ámbito de su competencia, y
23.- Ejercer las demás facultades y cumplir las demás
obligaciones que la ley le asigna.

Asimismo, la presente Ley establece en su artículo 28 que:

El síndico podrá delegar parte de sus funciones, bajo su propia


responsabilidad y a su costa, en mandatarios que designe de la
nómina nacional de síndicos y que no estén afectos a las
inhabilidades del artículo 24. La delegación y aceptación deberán
constar en instrumento público, copia del cual se agregará a los
autos y de ella se dará cuenta en la próxima reunión de la junta de
acreedores. De igual forma se procederá para poner término a la
delegación.
En este orden de ideas, y como ya se expresó en líneas anteriores, el

síndico es la persona encargada de velas por los intereses de los

acreedores, cuando exista una quiebra. En Chile los síndicos tienes que

actuar en garantía de esos mismos intereses, proponiendo a los acreedores

una fecha justa para la cancelación de la deuda.

El síndico, además, debe depositar los intereses en el banco, o

cualquier ente financiero, los fondos que se perciba de cada quiebra por
41

separado. El síndico en Chile, también puede delegar sus funciones, pero

bajo su responsabilidad, a mandatarios que estén en nómina nacional de

síndicos.

2.1.2.3. FUNCIONES

Santos (2003, p. 56), explica que la naturaleza de la actuación de la

sindicatura durante el proceso concursal es compleja, considerando que la

misma puede ser dividida en dos clases: a) de naturaleza administrativa

(conservación, administración y liquidación de bienes del deudor); y b) de

naturaleza técnica, como colaborador del órgano jurisdiccional, que requieren

especial competencia profesional.

El Código de Comercio de Chile (1865) en su libro IV “De las Quiebras”

Libro III De Los Síndicos podemos analizar:

1. Nomina Nacional de Síndicos


Artículo 21. Las personas que figuren en la nómina nacional
podrán desempeñar sus funciones en cualquier lugar o región del
país, a menos que expresaren su voluntad de ejercer sólo en una
o más regiones. Será obligatorio el desempeño en la región en
que el síndico estuviere domiciliado y en aquellas que se hubieren
indicado en la solicitud a que se refiere el artículo 18.
Los gastos de traslado y otros necesarios para el desempeño de
las funciones del síndico, cuando su domicilio fuere distinto del
domicilio del fallido, se considerarán como gastos de
administración de la quiebra y, en caso de no ser aprobados por la
junta de acreedores en su primera reunión, serán regulados por el
tribunal que conozca de la quiebra.
2. De las atribuciones y deberes de los síndicos
Artículo 28. El síndico podrá delegar parte de sus funciones, bajo
su propia responsabilidad y a su costa, en mandatarios que
designe de la nómina nacional de síndicos y que no estén afectos
a las inhabilidades del artículo 24. La delegación y aceptación
42

deberán constar en instrumento público, copia del cual se


agregará a los autos y de ella se dará cuenta en la próxima
reunión de la junta de acreedores. De igual forma se procederá
para poner término a la delegación.

Entonces, las personas que sean seleccionadas para el cargo de

síndicos, podrán desempeñar dicho cargo, en cualquier lugar del país, en

este caso, Chile. Asimismo, los gastos que se generan por el traslado del

lugar de su residencia, al lugar donde ejercerá su desempeño como sindico,

será regulados por el tribunal.

Asimismo, Argeri (1991, p. 233) le atribuye a la actuación de la

sindicatura otras clases diversas de funciones, al ser necesaria su actuación

por imperio legislativo para integrar determinados actos, los cuales se

asimilan a los actos denominados complejos.

Por su parte, Bonfanti y Garrone (1997, p. 33) explican que los órganos

del proceso (personas físicas nombradas al efecto) constituyen los

instrumentos mediante los cuales el proceso opera y se contrapone al

concepto de parte (estrictamente, en el proceso concursal el deudor y los

acreedores). Tratándose el síndico de un órgano de

dirección y administración, el conjunto de sus funciones define el rol que

cumple este órgano en el andamiento del proceso concursal y su importancia

para el éxito de la actuación de la ley en pos del objetivo buscado por el

legislador.

En este sentido, Argeri (1991, p. 235) infiere que para la clasificación

de las funciones del síndico propone las siguientes: 1) de vigilancia y

control en la administración del patrimonio del deudor concursado; 2) de


43

colaboración en el desarrollo y fines del proceso; 3) en el mantenimiento e

integración del patrimonio del deudor; 4) de administración de los bienes

del fallido; 5) en la continuación de la explotación de la empresa, por la

sindicatura; 6) informativa en el concurso; 7) liquidatoria de los bienes; 8)

distribución de lo recaudado; 9) en la conclusión de la quiebra; 10) en la

clausura del procedimiento; 11) en la rehabilitación del fallido; 12) en la

retribución al síndico y demás profesionales intervinientes en el concurso.

En este orden de ideas, los investigadores consideran en cuanto a las

funciones del síndico en Chile, que son múltiples, entre las cuales, se puede

considerar algunas de la más importante:

Las funciones de los síndicos de los acreedores son:

1. Actos de Administración:

- Administra los bienes de la quiebra.

- Cobra créditos.

- Paga obligaciones.

- Emplea al fallido (en el caso de que la quiebra haya sido fortuita)

2. Actos de Gestión y Disposición:

- Conservar los bienes y defenderlos.

- Vender bienes que puedan deteriorarse.

- Vender cualquier otro bien (siempre, con la autorización del Juez).

3. Actos de Representación:

- Representa a la masa de acreedores, quienes lo designan con la

intervención del Juez


44

2.1.2.4. REQUISITOS

El Código de Comercio de Chile (1865) en su libro IV, destaca los

requisitos referidos a los requisitos para ser nombrado síndico:

Artículo 16. Sólo podrán optar a ser nombrados síndicos las


personas que tengan el título de ingeniero con a lo menos diez
semestres de estudios o contador auditor o de contador público,
otorgados por universidades del Estado o reconocidas por éste o
de abogado, que hayan ejercido la profesión a lo menos por cinco
años, y que aprueben el examen a que se refiere el inciso
siguiente.
Los postulantes a integrar la nómina de síndicos deberán aprobar
un examen de conocimientos ante la Superintendencia de
Quiebras, la que deberá señalar fecha para rendirlo, a lo menos
dos veces al año.
Los síndicos que integran la nómina deberán rendir un examen de
conocimientos ante la misma Superintendencia, con una
frecuencia no superior a tres años.
El síndico que repruebe el examen quedará suspendido para
asumir en nuevas quiebras, convenios o cesiones de bienes, y
deberá rendirlo otra vez, dentro del año calendario siguiente, en la
fecha que fije la Superintendencia para todos los que se
encuentren en la misma situación. Si en esa oportunidad reprueba
nuevamente, dejará de formar parte de la nómina nacional de
síndicos.
Los exámenes contemplarán exigencias comunes para todos los
postulantes o síndicos que lo rindan conjuntamente en cada
oportunidad. El Superintendente deberá señalar con la debida
anticipación las materias que incluirán los exámenes.
Artículo 17. No podrán ser síndicos, las personas que a
continuación se expresan:
1. Las que hubieren sido declaradas en quiebra, o se encontraren
en estado de notoria insolvencia, y las que, dentro de los dos años
anteriores a la declaración de quiebra de una persona jurídica,
hubieren actuado como directores o administradores de ella;
2.- Las que hayan sido condenadas por crimen o simple delito;
3.- Las que desempeñen un cargo o función públicos, sea en
instituciones del Estado, en la Administración Central o en
instituciones o empresas semifiscales, municipales, autónomas u
organismos creados por aquél o dependientes de él, aunque no
sean del nombramiento del Presidente de la República ni reciban
remuneración del Estado. No obstante, no regirá esta
45

incompatibilidad respecto de las personas que desempeñen un


cargo o función en instituciones de educación superior;
4. Las que tuvieren incapacidad física o mental para ejercer el
cargo, y
5. Las que hubieren dejado de integrar la nómina nacional en
virtud de las causales señaladas en los números 3, 4, 5, 6, 7, 8,
10, 11 y 12 del artículo 22.
Artículo18° Toda persona interesada en desempeñar la actividad
de síndico podrá, en cualquier tiempo, presentar su solicitud ante
el Ministerio de Justicia a través de la Superintendencia de
Quiebras.

Desde esta perspectiva, en dicha solicitud deberá expresar si desea

ejercer en todo el territorio nacional o en una o más regiones. Los

interesados deberán acompañar a su solicitud los antecedentes que

acrediten el cumplimiento de los requisitos a que se refiere el artículo 16 y

una declaración jurada en la que se exprese no estar afecta a ninguna de las

inhabilidades contempladas en el artículo 17.

En este sentido, este artículo tipifica que solo podrán ser nombrados

síndicos, personas que sean profesionales, aprobando un examen para

postular al cargo de síndico. En caso de reprobar el examen, deberá repetirlo

otra vez.

Por su parte, Bonfanti y Garrone (1997, p. 68) señalan que en chile los

requisitos para postular a ser nombrado síndico e integrar la nómina nacional

son los siguientes:

a) Currículum vitae del postulante.

b) Certificado de título profesional, en original, de ingeniero con a lo

menos 10 semestres de estudio, o contador auditor o contador público,


46

otorgado por universidades del Estado o reconocidos por éste, o de

abogado, que hayan ejercido la profesión a lo menos por cinco años.

c) Certificado de antecedentes.

d) Fotocopia Cédula Nacional de Identidad por ambos lados.

e) Declaración jurada notarial en la que exprese no estar afecto a

ninguna de las inhabilidades contempladas en el artículo 17 del Libro IV del

Código de Comercio.

f) Declaración jurada notarial en la que exprese no tener protestos de

letras, cheques o pagarés.

g) Antecedentes documentarios que acrediten poseer infraestructura

necesaria para desempeñar el cargo de síndico y designación de domicilio

principal y en aquellas regiones en que se desea desempeñar el cargo y que

no correspondan a su domicilio principal.

h) Aprobar el examen de conocimientos ante esta Superintendencia, el

cual se tomará dos veces al año.

Finalmente, el postulante debe presentar dos cartas de idéntico tenor,

solicitando su inclusión en la nómina nacional de síndicos, en la que deberá

señalar la o las regiones del país donde desea ejercer, acompañando los

antecedentes que acrediten el cumplimiento de los requisitos contemplados

en el artículo 16 del Libro IV del Código de Comercio y una declaración

jurada en la que exprese no estar afecto a ninguna de las inhabilidades

contempladas en el artículo 17 del Libro IV del Código de Comercio, dirigidas

al Ministro de Justicia y al Superintendente de Quiebras.


47

A criterio de los investigadores, al analizar la legislación en otros

países y la propia legislación nacional, observamos un criterio generalizado

de mayor amplitud para la designación de los síndicos, donde no sólo los

contadores públicos, sino también abogados y licenciados en economía y en

administración de empresas se les permiten actuar como tal.

2.1.2.5. NOMINA

El código de comercio de chile (1865) en su libro IV “De las Quiebras”

Libro III De Los Síndicos podemos analizar:

1.- De la nómina nacional de síndicos.


Artículo 14. Existirá una nómina nacional de síndicos integrada por
aquellas personas legalmente investidas como tales por la
autoridad competente.
Artículo 15. El nombramiento de los síndicos que conformarán la
nómina se hará por decreto expedido a través del Ministerio de
Justicia.
Artículo 16. Sólo podrán optar a ser nombrados síndicos las
personas que tengan el título de ingeniero con a lo menos diez
semestres de estudios o contador auditor o de contador público,
otorgados por universidades del Estado o reconocidas por éste o
de abogado, que hayan ejercido la profesión a lo menos por cinco
años, y que aprueben el examen a que se refiere el inciso
siguiente.
Los postulantes a integrar la nómina de síndicos deberán aprobar
un examen de conocimientos ante la Superintendencia de
Quiebras, la que deberá señalar fecha para rendirlo, a lo menos
dos veces al año.
Los síndicos que integran la nómina deberán rendir un examen de
conocimientos ante la misma Superintendencia, con una
frecuencia no superior a tres años.
El síndico que repruebe el examen quedará suspendido para
asumir en nuevas quiebras, convenios o cesiones de bienes, y
deberá rendirlo otra vez, dentro del año calendario siguiente, en la
fecha que fije la Superintendencia para todos los que se
48

encuentren en la misma situación. Si en esa oportunidad reprueba


nuevamente, dejará de formar parte de la nómina nacional de
síndicos.
Los exámenes contemplarán exigencias comunes para todos los
postulantes o síndicos que lo rindan conjuntamente en cada
oportunidad. El Superintendente deberá señalar con la debida
anticipación las materias que incluirán los exámenes.
Artículo 17. No podrán ser síndicos, las personas que a
continuación se expresan:
1. Las que hubieren sido declaradas en quiebra, o se encontraren
en estado de notoria insolvencia, y las que, dentro de los dos años
anteriores a la declaración de quiebra de una persona jurídica,
hubieren actuado como directores o administradores de ella;
2.- Las que hayan sido condenadas por crimen o simple delito;
3.- Las que desempeñen un cargo o función públicos, sea en
instituciones del Estado, en la Administración Central o en
instituciones o empresas semifiscales, municipales, autónomas u
organismos creados por aquél o dependientes de él, aunque no
sean del nombramiento del Presidente de la República ni reciban
remuneración del Estado. No obstante, no regirá esta
incompatibilidad respecto de las personas que desempeñen un
cargo o función en instituciones de educación superior;
4. Las que tuvieren incapacidad física o mental para ejercer el
cargo, y
5. Las que hubieren dejado de integrar la nómina nacional en
virtud de las causales señaladas en los números 3, 4, 5, 6, 7, 8,
10, 11 y 12 del artículo 22.
Artículo 18. Toda persona interesada en desempeñar la actividad
de síndico podrá, en cualquier tiempo, presentar su solicitud ante
el Ministerio de Justicia a través de la Superintendencia de
Quiebras.
En dicha solicitud deberá expresar si desea ejercer en todo el
territorio nacional o en una o más regiones. Los interesados
deberán acompañar a su solicitud los antecedentes que acrediten
el cumplimiento de los requisitos a que se refiere el artículo 16 y
una declaración jurada en la que se exprese no estar afecta a
ninguna de las inhabilidades contempladas en el artículo 17.
Artículo 19. La inclusión o exclusión de una persona de la nómina
nacional de síndicos se publicará en el Diario Oficial.

Asimismo, el citado Código de Comercio Chileno (1865), establece en

su artículo 22, libro IV, Lo siguiente:

Artículo22. Los síndicos serán excluidos de nómina nacional en


los casos siguientes:
49

1.- Por haber sido nombrados en contravención a los artículos 16,


17, 18 inciso tercero y 19;
2.- Por inhabilidad sobreviniente de acuerdo con las causales
mencionadas en el artículo 17;
3. Por intervenir a cualquier título en quiebras que no estuvieren o
hayan estado a su cargo, salvo actuaciones que le correspondan
en su calidad de síndico, de acreedor con anterioridad a la
quiebra, de representante legal en conformidad al artículo 43 del
Código Civil, y de lo previsto en el artículo 28. La delegación
parcial de funciones establecida en este último artículo deberá ser
conocida y aprobada en la siguiente junta de acreedores;
4. Por adquirir para sí o para terceros cualquier clase de bienes en
las quiebras, convenios o cesiones de bienes en que intervengan
como síndico;
5. Por enajenar cualquier clase de bienes de las quiebras o
cesiones de bienes en que intervenga como síndico a su cónyuge;
a alguna persona jurídica en que tenga interés económico directo
o indirecto; a los socios o accionistas de sociedades en las cuales
tenga participación, salvo aquellas que se encuentren inscritas en
el Registro de Valores; a las personas con las que posea bienes
en comunidad, con excepción de los copropietarios a que se
refiere la ley Nº 19.537, sobre Propiedad Inmobiliaria; a sus
dependientes; a los profesionales o técnicos que le presten
servicios; y a sus ascendientes y descendientes y colaterales por
consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive;
6. Por proporcionar u obtener cualquier ventaja en las quiebras o
cesiones de bienes en que intervenga como síndico;

De igual forma, en su artículo 23, el Código de Comercio Chileno

(1865), establece que:

Sólo podrán ser designados síndicos de una quiebra aquellas


personas que, a la época de solicitarse la respectiva declaración
de quiebra, formaban parte de la nómina a que se refiere el
artículo 14, y que permanezcan en ella al momento de su
nombramiento por el juez o por la junta de acreedores.

En este sentido, analizando los artículos anteriormente citados, se

puede considerar que en la nómina solo existirá si es integrada por las

autoridades competentes, y tal nombramiento de síndicos, se regirá por el


50

Ministerio de Justicia de Chile. Asimismo, para ese nombramiento, los

postulantes deberán presentar un examen de conocimientos ante la

superintendencia de Quiebras.

Asimismo, los síndicos solo serán descartados de dicha nomina

nacional, ya sea por ser nombrados en contravención de los artículos 16, 17,

18, y 19 del Código de Comercio Chileno, o por adquirir para ellos o para

terceros cualquier clase de bienes en las quiebras.

2.1.2.6. INSTITUCIONALIDAD

La Superintendencia de Quiebras es el organismo público relacionado

al Ejecutivo a través del Ministerio de Justicia, que debe controlar la

administración de quiebras declaradas y actualmente encabezado por el

abogado Rodrigo Albornoz. Sus inicios están en la Sindicatura General de

Quiebras creada por Ley N° 4.558 de (1929), organismo auxiliar de los

Tribunales de Justicia, encargado de administrar los bienes y pagar las

deudas de las personas caídas en falencia comercial por cese de pago a sus

acreedores.

Por medio del Decreto Ley N° 2.963 de (1979), fue reorganizada como

Sindicatura Nacional de Quiebras, dependiente del Ministerio de Justicia y

constituida por una Dirección Nacional y direcciones zonales de

quiebras.Esta institucionalidad permaneció tal cualhasta (1982), cuando la

Ley N° 18.175estableció la Fiscalía Nacional de Quiebras, persona jurídica


51

de carácter autónomo, duración indefinida y relacionada con el Ejecutivo a

través del Ministerio de Justicia. Posteriormente en (2002), la Ley N° 19.806

otorgó a la institución la categoría de Superintendencia.

En 2005, se publicó la Ley N° 20.004, que da fortalecimiento a la

transparencia de la administración privada y a las facultades de fiscalización

de la Superintendencia de Quiebras. Esta facultad disciplinaria le permite

sancionar administrativamente, amonestar, multar, remover, entre otros.

Con la promulgación de la Ley N° 20.073 sobre Convenios Preventivos

de Quiebras se permite negociar una alternativa para evitar el cierre de las

empresas viables, y manteniendo la unidad productiva con los antiguos

dueños o cambiando su administración. Aquí adquiere relevancia la figura del

Experto Facilitador, que es un mediador que entrega asesoría técnica para la

generación de un convenio.

El Artículo N° 8 de la Ley de Quiebras señala las atribuciones y deberes

de la Superintendencia entre ellas:

Fiscalizar las actuaciones de los síndicos, convenios o cesiones de

bienes, y de los administradores de la continuación del giro. Dentro de esta

facultad está la de interpretar administrativamente las leyes, reglamentos y

normas que rigen a las personas fiscalizadas.

Examinar libros, cuentas, archivos, documentos, contabilidad y bienes

relativos a la quiebra, convenio o cesión de bienes. En casos calificados

podrá exigir auditorías externas de auditores independientes para determinar

la quiebra.
52

Impartir a los síndicos y a los administradores de la

continuación del giro instrucciones obligatorias sobre las materias sometidas

a su control.

Informar al Ministerio de Justicia de cualquier circunstancia que

inhabilite a una persona para formar parte de la nómina nacional de síndicos

y/o solicitar su eliminación

Aplicar a los síndicos y a los administradores de la continuación del

giro, como sanción por infracciones a las leyes, reglamentos y demás normas

que los rijan.

Llevar los registros de quiebras, continuaciones de giro, convenios

judiciales y cesiones de bienes, los serán públicos.

Asesorar al Ministerio de Justicia en materias de su competencia y

proponer las reformas legales y reglamentarias que sea aconsejable

introducir.

Recibir las denuncias que los acreedores, el fallido o terceros

interesados formulen en contra del desempeño del síndico o del

administrador de la continuación del giro.

Finalmente, la Superintendencia de Quiebras debe poner a disposición

del público información actualizada, al menos una vez al año acerca de:

Número de síndicos que integran la nómina nacional

Número de quiebras que cada uno de ellos tenga a su cargo

Número de quiebras declaradas en el año

Número de convenios vigentes


53

2.2. PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA

Para iniciar este punto es importante exponer en qué consiste la

quiebra, según Garrigues (citado por Torres 2005, p. 5), es la “situación en

que se encuentra un patrimonio que es incapaz de satisfacer las deudas que

pesan sobre él”, es decir, consiste en la imposibilidad de pagar íntegramente

a todos los que tienen derecho a recibir el pago, porque existe un

desequilibrio entre los valores realizables y los créditos a pagar.

Por su parte, para Navarrine (1943, p. 10) señala que la quiebra es la

organización legal, colectiva y general de los acreedores que tienden

mediante una serie de providencias a la liquidación y a la satisfacción de sus

respectivos créditos sobre aquél patrimonio, así pues, Pissani (2009, 23)

indica que se trata de un procedimiento judicial, especial y complejo, sui

generis, en el cual el tribunal despliega una actividad administrativa y judicial,

voluntaria y contenciosa.

Otros juristas como Calendario (2000, p. 18) han expresado que la

quiebra es una institución jurídica, que desempeña una función distributiva

del patrimonio del deudor para con sus acreedores, en los supuestos de

incumplimiento de las obligaciones pactadas provocadas por su insolvencia,

que no es otra cosa, como afirma Giménez (1963, 100), que la superioridad

del pasivo sobre el activo, en este caso pasaran a manos de un síndico que

intentara mantener la empresa en funcionamiento mientras negocia con los

acreedores.
54

En este sentido, la intención principal es evitar que con las ejecuciones

individuales cobren únicamente los acreedores más diligentes, audaces o

cercanos al deudor, convirtiéndose por ello en un procedimiento de ejecución

colectiva-universal del patrimonio, donde los intereses particulares y las

ejecuciones individuales se ven sustituidas por la ejecución colectiva en la

que domina una organización legal y procesal de defensa colectiva de los

acreedores frente a las insolvencias del comerciante.

En todo caso, los activos de quien es declarado en quiebra pasan a

manos de un síndico encargado de la liquidación de éstos para hacer frente

a los pasivos. Cabe destacar que según el Código de Comercio Venezolano

(1955), el procedimiento de quiebra se encuentra tipificado a partir del

artículo 925 y siguientes, cuando establece: “que todo comerciante que se

encuentre en estado de quiebra debe dirigirse al juez competente. Para ello

será necesario acompañar una serie de requisitos que se estudiarán más

adelante”.

En primer lugar debe tenerse presente que como consecuencia de la

aplicación de la garantía constitucional prevista en el artículo 49 de nuestra

Carta Magna, la comparecencia y exposición del demandado en quiebra

cristalizan el ejercicio de ese derecho, establecido en el dispositivo del

artículo 933 del Código de Comercio (1955).

Así en la contestación de la demanda, el accionado en quiebra deberá

necesariamente ajustarse a las defensas previstas en el citado dispositivo,

sin olvidar que en su decisión, el Juez está obligado a indagar motu propio si
55

las condiciones de fondo y de forma de la quiebra se hallan cumplidas, tanto

más si tenemos en consideración que en este procedimiento la inasistencia

del demandado no produce la confesión ficta, habida cuenta que si de todos

los hechos y circunstancias aducidos por el actor en su libelo de demanda

con arreglo a la exigencia del artículo 932 citado no se evidencia la cesación

de pagos.

Asimismo, si el juez encuentra que no están cumplidas las condiciones

de fondo y forma de la quiebra, debe declarar sin lugar la acción, la

improcedencia de la demanda de quiebra, aunque el demandado no hubiere

comparecido por sí o por medio de apoderado al acto de contestación de la

demanda.

Es así, como el Tribunal debe abordar, con estricta sujeción a la más

autorizada doctrina en la materia, el examen en cuanto a la satisfacción de

los extremos que hacen admisible la solicitud de quiebra intentada por el

acreedor contra su deudor, los cuales, a juicio de quien decide, la harían

procedente, si el accionante durante el curso del juicio, llegara a probar los

alegatos esgrimidos en su demanda con respecto a los hechos y

circunstancias constitutivas de la cesación de los pagos.

La palabra quiebra, según el diccionario de la lengua castellana (1970),

significa rotura o abertura de una cosa por alguna parte, pérdida o

menoscabo de una cosa, acción y efecto de cesar en el comercio por

sobreseer en el pago corriente de las obligaciones contraídas y no alcanzar a


56

cubrir el pasivo. Ahora bien etimológicamente Banrschi citando a Pasani

(2006, p. 36), establece:

La doctrina mayoritaria coincide en afirmar que el vocablo


“quiebra” como acción y efecto de quebrar, proviene del latín
FALLERE, que significa engañar; porque como señala Vidari, “no
es raro que en la quiebra anide el fraude; pues quien quiebra
menoscaba la fe que los acreedores habían puesto en él”. Sin
embargo algunas versiones del diccionario español dan como
origen de dicha expresión la voz de CEPARE, igualmente latina,
cuyo significado es estallar, romper con estrépito.
Para Pierre (1983, p. 95) establece:

La quiebra es una vía de ejecución colectiva que permite al


conjunto de los acreedores del comerciante que ha cesado en sus
pagos realizar el activo del deudor para obtener un pago en
debida concurrencia, o tomar las medidas más apropiadas para
salvaguardar sus intereses sin llegar a la realización inmediata de
los bienes del deudor.

Ahora, apreciada la palabra quiebra desde el punto de vista

estrictamente económico, Burgos (1980) expresa que tiene el efecto de la

función anormal del crédito. Ella designa la situación, según la cual, habiendo

recibido una prestación, el deudor no dispone de valores realizables

suficientes para satisfacer, en el momento oportuno, la contraprestación a

que se obligó; falta a lo prometido, no cumple con su obligación.

Por lo tanto, para la economía, quiebra significa la situación en que se

encuentra un patrimonio que es incapaz de satisfacer las deudas que pesan

sobre él, por lo que, la expresión “estar en quiebra” quiere decir no poder

pagar íntegramente a todos los que tienen derecho a ser pagados: es un


57

estado de desequilibrio entre los valores realizables y los créditos para

pagar.

Ahora bien, la actividad normal del comerciante según Burgos (1980) le

permite atender puntualmente sus obligaciones y la tutela de los acreedores

se cubre en las normas de derecho común que les ofrece la garantía general

del artículo 1864 del Código Civil Venezolano (1955) y que permite la

ejecución individual de los créditos y el embargo de bienes en cantidad

suficiente para cubrir su importe. Pero el comerciante puede sufrir crisis

económicas que no le permiten satisfacer sus obligaciones a su vencimiento,

por no disponer de patrimonio suficiente, por un déficit o desbalance entre el

activo y el pasivo.

Jurídicamente hablando la quiebra tiene dos sentidos o significados,

como un “estado” o como un “procedimiento”. La quiebra como

“procedimiento” puede definirse según Burgos (1980, p. 9) “como un conjunto

de normas y actos procesales dirigido a la liquidación del patrimonio del

fallido y su reparto entre los acreedores unitariamente organizados bajo el

principio de la comunidad de pérdidas (“par conditiocreditorum”)”

La quiebra como un “estado” podría ser definida según Burgos (1980, p.

9) como:

El instituto jurídico que regula las relaciones de derecho derivantes


de la cesación de pagos de un comerciante por obligaciones
mercantiles y traza las normas para la liquidación de su patrimonio
en beneficio de sus acreedores, en proporción y hasta
concurrencia de los créditos de cada uno, según los derechos
legítimamente adquiridos y conservados.
58

En este sentido, para los investigadores, La quiebra puede considerarse

como una organización legal, colectiva y general de los acreedores, que

tienden mediante una serie de providencias administrativas y judiciales, a la

liquidación y a la satisfacción de sus respectivos créditos sobre el patrimonio

del deudor. Así pues, la quiebra es una organización colectiva, de defensa o

protección de los acreedores, que funciona en todo caso en que el

patrimonio del deudor no basta para satisfacer íntegramente las deudas que

lo gravan.

2.2.1. PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA EN VENEZUELA

El estado de quiebra, establecido como una institución en la legislación

venezolana, pretende comprometer el patrimonio de una sociedad mercantil,

que se encuentre bajo esta figura, en resguardo y garantía, por la impotencia

patrimonial que posee la sociedad, ante la cancelación de sus obligaciones

presentes y futuras. Se busca con el proceso de quiebra, dar la mayor

protección a los acreedores en contra de las acciones que quiera intentar la

sociedad ante el incumplimiento de sus deudas.

El código de comercio, establece en su artículo 914, que: “El

comerciante que no estando en estado de atraso, según el Título anterior,

cese en el pago de sus obligaciones mercantiles, se halla en estado de

quiebra. El comerciante no puede intentar el beneficio de la cesión de

bienes”. Es así como, el estado de quiebra queda evidenciado por


59

encontrarse la sociedad en cesación de sus pagos, producido esta por el

estado de insolvencia económica que aquella atraviesa.

Ahora bien, el procedimiento de quiebra se inicia con la solicitud de la

misma, sea esta por parte del deudor, de los acreedores o del juez

competente. Respecto a lo dicho anteriormente, el artículo 928 del Código de

Comercio (1955) establece lo siguiente:

La declaración formal dé estado de quiebra, cuando el pasivo


excediere de diez mil bolívares, se hará por el Juez de Comercio,
si ha lugar, en virtud de la manifestación del fallido, a solicitud de
alguno de sus acreedores o de oficio. Si no excediera de diez mil
bolívares, la hará el Juez del Distrito competente.

Cuando el comerciante cesa en el pago de sus obligaciones

mercantiles, puede solicitar que se declare en quiebra, por eso el artículo 925

del Código de Comercio (1955) establece que: “Todo comerciante que se

halle en estado de quiebra debe hacer por escrito la manifestación de ella

ante el Juez de Comercio de su domicilio mercantil, dentro de los tres días

siguientes a la cesación de sus pagos”.

La manifestación que debe efectuar el fallido en el caso de una

sociedad anónima o de responsabilidad limitada, se hará por medio de sus

administradores, quienes serán los que deberán comparecer ante el tribunal

y el síndico. Asimismo, el comerciante al solicitar que se le declare en

quiebra, indicara por escrito las razones por las cuales cesa en el pago de

sus obligaciones, presentando además los siguientes recaudos.

- El balance general o una exposición de las causas que impiden al

fallido presentarlo.
60

- Una memoria razonada de las causas de la quiebra. El escrito, el

balance, y la memoria serán fechados y afirmados por el fallido bajo

juramento de ser verdaderos. (art. 926. Código de comercio 1955)

Según el artículo 927 del Código de Comercio (1955)

El balance contendrá la relación y valores de todos los bienes,


muebles e inmuebles, y estados demostrativos, con la debida
separación de todos los débitos y créditos, de los gastos y de las
ganancias y pérdidas. Los estados de gastos y de ganancias y
pérdidas contendrán los de los diez años anteriores a la quiebra.

El deudor se declara en estado de quiebra, con el objeto de protegerse

de las acciones legales que los acreedores puedan ejercer sobre él. Por otra

parte, cuando son los acreedores quienes solicitan la declaratoria de quiebra

de una comerciante, lo harán mediante demanda en que se expliquen todos

los hechos y circunstancias de la cesación de pagos.

De igual forma, Albuja y Otros (1998, p.167) señala que todo acreedor

está en el derecho de demandar a su deudor cuando este no ha hecho la

solicitud de quiebra por su propia voluntad ante del tribunal, ya que este es

un procedimiento legalmente valido para lograr recuperar los derechos de

carácter económico que dicho deudor obligado a cancelar.

También la solicitud de declaración de quiebra puede ser hecha por

oficio, es decir, por el tribunal competente, conforme a lo dispuesto en los

artículos 907, 911, y 928 del Código de Comercio (1955):

Si durante la liquidación se descubriera la existencia de deudas no


declaradas por el deudor, o la no existencia de acreencias
declaradas por él, o si él no cumple las obligaciones o condiciones
61

que le fueron impuestas relativamente a la administración y


liquidación de su patrimonio, o bien si aparece culpable de dolo o
de mala fe, o que su activo en realidad no ofrece esperanza de
pagar la integridad de sus deudas, o siquiera los dos tercios de
ellas, el Tribunal, oída la Comisión de acreedores, podrá revocar
la liquidación amigable y declarar la quiebra y dictar las medidas
oportunas para seguir el procedimiento de ésta. (Art. 207)

Se deduce, por consiguiente que el tribunal competente podrá, cuando

así lo requiera el caso, intervenir en la declaración formal de la quiebra de

cualquier tipo de sociedad mercantil. La quiebra de oficio no existe en forma

general, sino de acuerdo a algunos artículos del código de comercio.

2.2.1.1. CONDICIONES DE PROCEDENCIA

De acuerdo con González (2006, p. 99) para que efectivamente

proceda una declaración de quiebra se hace necesario el concurso de

determinados presupuestos que la ley ha establecido como fundamentales a

la hora de hacer dicha declaración; estos presupuestos deben presentarse

de manera concurrente, ya que si falta sólo uno de ellos la quiebra se hace

improcedente. Como presupuestos necesarios para que sea procedente una

declaración de quiebra tenemos:

- LA CUALIDAD DE COMERCIANTE DEL DEUDOR

Según, González (2006, p. 125), la quiebra por establecerlo así la ley es

una institución exclusiva de los comerciantes, entendiendo como tales a

aquellos que teniendo capacidad para contratar hacen del comercio su


62

profesión habitual, e igualmente son consideradas como comerciantes las

sociedades mercantiles; por lo tanto, sólo puede ser declarado en quiebra

quien tenga dicha cualidad.

Es así como el Art. 914 del Código de Comercio (1955) dispone que el

comerciante que no estando en estado de atraso cese en el pago de sus

obligaciones mercantiles se haya en estado de quiebra; dejándose con esto

claramente sentada la necesidad para que sea declarada la quiebra de que

el deudor ostente la cualidad de comerciante.

- NO DEBE ENCONTRARSE EL COMERCIANTE EN ESTADO DE

ATRASO.

De acuerdo con González (2006, p. 126), el atraso es un beneficio que

brinda la ley a los comerciantes cuyo activo excede positivamente de su pasivo

y que por falta de numerario, debido a sucesos imprevistos, o causa de

cualquier otra manera excusable, se ve en la necesidad de retardar o aplazar

sus pagos, pudiendo solicitar al Tribunal de Comercio competente, que le

autorice para proceder a la liquidación amigable de sus negocios dentro

de un plazo suficiente, que no exceda de doce meses, obligándose

a no hacer, mientras se resuelve su solicitud, ninguna operación que no sea de

simple detal.

Asimismo, el atraso es la otra forma del derecho concursal, ya que

deriva del concurso de acreedores que están en torno a una situación de

crisis patrimonial, pero a diferencia de la quiebra, ésta crisis es temporal y no

ocasiona la inhabilitación del comerciante. En la quiebra el pasivo del


63

comerciante tiene que superar a su activo, la situación crítica no debe ser

ocasionada por iliquidez, y tiene que tratarse de cese y no de retardo o

aplazamiento de pagos.

-SÓLO SON EXIGIBLES LAS OBLIGACIONES DE NATURALEZA

MERCANTIL

Para González (2006, p. 127) este presupuesto o requisito para que

proceda la declaración de quiebra surge del hecho de que la quiebra es una

institución exclusiva del derecho mercantil, la cual busca tutelar la confianza

que los terceros depositan en los comerciantes con los cuales contratan,

brindándoles así las seguridades que se hacen tan necesarias en las

relaciones comerciales.

-EL COMERCIANTE DEBE ENCONTRARSE EN ESTADO DE CESACIÓN

DE PAGOS

González (2006, p. 128), señala que la cesación de pagos es una

situación de hecho, es un estado patrimonial de impotencia del deudor para

cumplir las obligaciones contraídas. Para que el incumplimiento pueda

considerarse como manifestación indirecta de ese estado general y

permanente de impotencia patrimonial debe tratarse de la falta de pago de

una obligación vencida, líquida y exigible, y a la cual no ha opuesto el deudor

excepción fundada a juicio del juez.


64

De igual forma, este autor explica que el incumplimiento y cesación de

pagos no son sinónimos. La cesación de pagos es un fenómeno económico,

el incumplimiento por el contrario, es un fenómeno jurídico, uno de los

medios de manifestarse la cesación, pero no el único, el incumplimiento es

posterior a la cesación de pagos.

De lo antes trascrito se observa la importancia de la fijación de la fecha

en que se inició la cesación pagos, ello a los efectos de establecer que actos

celebrados por el deudor deben considerarse nulos, toda vez que después

de la fecha de inicio de la cesación de pagos o dentro de los diez días que

preceden a dicha época, tal como lo establece el art. 945 del Código de

Comercio (1955), el deudor no puede celebrar válidamente determinados

actos de disposición de sus bienes.

2.2.1.2. ETAPAS

Rodríguez (2007, p. 44) indica que se pueden señalar diversas etapas

en el proceso de quiebra, algunas de producción sucesiva y otras que se dan

en forma simultánea. La quiebra puede no llenar todas las etapas señaladas,

por ejemplo, si se clausura la quiebra por un concordato o por insuficiencia

del activo. Asimismo, existen etapas de producción eventual, como en el

caso de que el deudor plantee una solución concordataria para poner fin a la

quiebra.

De acuerdo con González (2006, p. 127), señala que en el proyecto del

Nuevo Código de Comercio, se regula y abrevia el procedimiento de la

quiebra, estableciendo dos etapas claramente definidas, siguiendo con ello


65

los modelos adoptados en otras legislaciones europeas, la del

reordenamiento; y, una segunda etapa, que es la de la liquidación judicial de

las empresas y negocios.

Asimismo se contempla en dicho Proyecto, un procedimiento abreviado

y simplificado para las empresas o negocios que empleen a menos de 50

trabajadores y con un capital inferior "al monto fijado por la autoridad

reguladora".

En este sentido, Reyes (2007, p. 23) expone que el proceso de quiebra

está ordenado por etapas.

- Etapa de conocimiento: se da a conocer la quiebra, el deudor es

declarado en quiebra, se publica y los acreedores verifican sus créditos. Se

divide en dos fases:

- Fase de apertura

- Fase de verificación

- Etapa de apremio o ejecución: se embarga y se liquida el activo.

Se hacen remates públicos y el dinero se reparte entre los acreedores.

Se divide en tres fases:

- Fase de embargos

- Fase de realización del activo

- Fase de pagos

- Etapa de suspensión o clausura: en esta etapa puede haber:

- Sobreseimientos

- Convenios
66

En razona ello, la extensión de la posibilidad de celebración de

convenio hasta en las últimas etapas del procedimiento de quiebra,

posibilidad que, tratándose del convenio por unanimidad de acreedores,

permanece vigente incluso cuando se haya determinado que la quiebra

aparece como fraudulenta y se haya remitido el asunto a la jurisdicción

criminal, sin que a ello obste el que no puede detenerse el enjuiciamiento

penal que se hubiere adelantado.

2.2.2. PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA EN CHILE

Al hablar del procedimiento de quiebra, se debe iniciar desarrollando

algunas ideas en relación al proceso, en este sentido, Puppio (2008, p. 125)

indica que el Proceso “es una serie de actos que se desenvuelven

progresivamente, con el objeto de resolver, mediante juicio de la autoridad el

conflicto sometido a su decisión”, de igual manera, expone que el

Procedimiento “es la parte exterior del fenómeno procesal; es el conjunto de

reglas que regula el proceso”. Es menester indicar, la necesidad de

establecer la definición de ambos conceptos es que uno deriva del otro, la

realidad es que en todo proceso existen procedimientos, pero no todo

procedimiento es un proceso.

Partiendo de este punto se establece entonces que La Quiebra es el

Proceso, es decir; se compone de todos aquellos actos realizados para

obtener una sentencia declaratoria de quiebra, y por otro lado su

procedimiento está tipificado en el Código de Comercio Chileno.


67

Según Rivera (2003, p. 9) la Quiebra “es un proceso universal cuya

finalidad es liquidar los bienes que integran el patrimonio del deudor común y

distribuir el producido de esa liquidación entre los acreedores”.

Aunque el Código de Comercio Chileno nada menciona sobre lo que es

una Quiebra, el Articulo 1, establece que: “el juicio de quiebra tiene por

objeto realizar en un solo procedimiento los bienes de una persona natural o

jurídica, a fin de proveer al pago de sus deudas, en los casos y en la forma

determinados por la ley". La quiebra se establece como un proceso para la

liquidación de los bienes de una persona natural o jurídica, que se encuentra

en insolvencia económica.

Así mismo, el Articulo 3 del mencionado Código, establece: “El juicio de

quiebra se tramitará en dos ramos principales: el de Quiebra y el de

Administración. En el primero se tramitará también la verificación de

créditos”. Observándose entonces la disposición de los bienes y su

respectivo tratamiento para con los acreedores se llevar a cabo de manera

paralela el cumplimiento de los formalismos establecidos en la norma para la

declaratoria de quiebra.

Así pues, el Articulo 4, del mencionado Código de Comercio Chileno,

establece una cuestión determinante de la competencia del tribunal por la

existencia de un fuero especial, y reza de la siguiente manera: “Aun

cuando entre los acreedores haya personas que gocen de fuero especial,

conocerá del juicio de quiebra el tribunal que sería competente sin esa

circunstancia”.
68

Seguidamente su Artículo 5 establece que, “Toda cuestión que se

suscite en el juicio de quiebra o en materia de convenios se tramitará como

incidente a menos que la ley señale un procedimiento diverso”.

Se destaca que en este Juicio se aplicaran supletoriamente las normas

de Código de Procedimiento civil. En relación a lo antes indicado, cabe

resaltar que el proceso para que pueda desarrollarse deben seguirse una

serie de pautas perfectamente expuestas por las normas antes citadas,

evidenciándose un amplio esquema sobre lo que deben hacer las partes.

2.2.2.1. CONDICIONES DE PROCEDENCIA

Según el Diccionario de la Real Academia Española, Condición es

“Aquella sin la cual no se hará algo o se tendrá por no hecho”. Refiriéndose

en este caso a una CONDICIÓN SINE QUA NON, respecto de las cuales no

puede proceder la Quiebra sin la existencia de ellas. En la quiebra, al exponer

las condiciones, se hacer referencia al conjunto de elementos necesarios para

que proceda la declaratoria de quiebra, la norma, es clara a la hora de señalar

cuales son estos requisitos; a continuación aquellas condiciones necesarias

para la procedencia de la Quiebra.

- LA EXISTENCIA DE UN SUJETO PASIVO

En este sentido, el Articulo 1 del Código de Comercio Chileno

establece, “el juicio de quiebra tiene por objeto realizar en un solo


69

procedimiento los bienes de una persona natural o jurídica, a fin de proveer

al pago de sus deudas, en los casos y en la forma determinados por la ley".

Según González (2006, p. 129) fallido es, “el quebrado, persona natural

o jurídica que se le sentencia el estado de quiebra”.

El legislador establece taxativamente en la norma antes indicada,

quienes son los sujetos pasivos, (personas naturales o jurídicas) ahora bien;

en el mencionado código igualmente existen una serie de situaciones en las

cuales se hace referencia a los bienes que serán comprometidos para el

pago de las deudas en los distintos casos de sujetos pasivos que la ley

establece.

En el contexto normativo, la quiebra de la mujer casada y la que esta

separada total o parcialmente de bienes, según el Articulo 48 en su

Primera Parte, establece, “La quiebra de la mujer casada y separada total

o parcialmente de bienes sólo comprenderá sus bienes propios, sin

perjuicio de las responsabilidades del marido y de la sociedad conyugal,

en su caso”.

Por su parte, el Articulo 150 del Código Civil Chileno establece, “La

mujer casada de cualquier edad podrá dedicarse libremente al ejercicio de

un empleo, oficio, profesión o industria. La mujer casada, que desempeñe

algún empleo o que ejerza una profesión, oficio o industria, separados de

los de su marido, se considerará separada de bienes respecto

del ejercicio de ese empleo, oficio, profesión o industria y de lo que en

ellos obtenga”.
70

Las situaciones en este caso no son iguales, ya que por una parte se

establece una separación total que no genera mayor problema para

determinar con que bienes se pagaran las deudas, ya que esto se hará con

el patrimonio propio, por otra parte se menciona una separación parcial en la

que solo se comprenderán para el pago de las deudas aquellos bienes que

son administrados por dicha persona, quedando excluidos los bienes del

marido, los bienes de la sociedad conyugal y aquellos que no son objeto de

separación.

Otra situación es la establecida en el mismo Articulo 48 en su Segunda

Parte, y determina lo siguiente, “La quiebra del menor adulto que administre

su peculio profesional o industrial comprenderá únicamente los bienes de

este peculio". En este caso se hace referencia al también llamado

Emancipado, el cual no podrá comprender para el pago de sus deudas

aquellos bienes que son administrados por su padre, madre, guardador o

curador.

Se encuentra igualmente tipificada la situación referida a los Incapaces,

en el Articulo 49, que establece lo siguiente, “En los demás casos, los

incapaces sólo podrán ser declarados en quiebra a causa de obligaciones

válidamente contraídas por intermedio o con intervención de sus

representantes legales o con autorización de la justicia”.

En este caso se hace referencia a lo que establece el Código Civil

Chileno, en el Articulo 1445, “Para que una persona se obligue a otra por un

acto o declaración de voluntad es necesario: 1. Que sea legalmente capa, la


71

capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y

sin el ministerio o la autorización de otra”.

Seguidamente el Articulo 1446, establece “Toda persona es legalmente

capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces”.

Finalmente con respecto a la capacidad, el Artículo 1447 establece:

“Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los

sordomudos que no pueden darse a entender por escrito. Sus actos no

producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución. Son también

incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallen bajo

interdicción de administrar lo suyo.

Pero la incapacidad de las personas a que se refiere este inciso no es

absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo

ciertos respectos, determinados por las leyes. Además de estas

incapacidades hay otras particulares que consisten en la prohibición que la

ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos”.

En estos caso entonces corresponderá nombrar a un tutor a curador

dependiendo del caso para la representación del Incapaz, así como se

establece en el Articulo 390, “Toca al tutor o curador representar o autorizar

al pupilo en todos los actos judiciales o extrajudiciales que le conciernan, y

puedan menoscabar sus derechos o imponerle obligaciones”.

Así mismo se establece en el Articulo Art. 391, “El tutor o curador

administra los bienes del pupilo y es obligado a la conservación de estos


72

bienes y a su reparación y cultivo. Su responsabilidad se extiende hasta la

culpa leve inclusive”.

Por otra parte para este caso el mismo Articulo 49 establece que, “En todo

caso, los incapaces conservarán las acciones que les correspondan contra sus

representantes legales. Las indemnizaciones que obtenga el incapaz en

conformidad al inciso precedente y los bienes que adquiera en virtud de títulos

posteriores a la declaración de quiebra, no ingresarán a ésta ni podrán ser

perseguidos por los acreedores de fecha anterior a esa declaración”.

Otra de las situaciones tipificadas en el Código de Comercio, es la que

se establece en el Articulo 50, “La sucesión del deudor podrá ser declarada

en quiebra a petición de los herederos o de cualquier acreedor, siempre que

la causa que la determine se hubiere producido antes de la muerte del

deudor y que la solicitud se presente dentro del año siguiente al fallecimiento.

La declaración de quiebra producirá de derecho el beneficio de separación a

favor de los acreedores del difunto. Las disposiciones de la quiebra se

aplicarán sólo al patrimonio del causante”.

Es este caso, la quiebra produce un efecto fundamental, el cual es la

separación del patrimonio de los herederos, tipificado en el Art 1378 del

Código Civil Chileno, el cual establece, “Los acreedores hereditarios y los

acreedores testamentarios podrán pedir que no se confundan los bienes del

difunto con los bienes del heredero; y en virtud de este beneficio de

separación tendrán derecho a que de los bienes del difunto se les cumplan
73

las obligaciones hereditarias o testamentarias con preferencia a las deudas

propias del heredero”.

El beneficio de separación, en principio es aplicado para los acreedores

del causante, pero en materia de quiebras se aplica con preferencia a los

herederos. En el caso de las personas Jurídicas también se establece una

situación en cuanto al pago de deudas, cuando estas personas son

declaradas en quiebra.

Así pues, se refiera a las Sociedades colectivas y en comandita, en el

Articulo 51 del Código de Comercio Chileno, al establecer, “La quiebra de

una sociedad colectiva o en comandita importa la quiebra individual de los

socios solidarios que la componen; pero la quiebra de uno de éstos no

constituye en quiebra a la sociedad. No obstante, se tramitarán

separadamente ante el mismo tribunal la quiebra de la sociedad y la de los

socios solidarios, y concurrirán en las quiebras de los socios los acreedores

personales de éstos con los acreedores sociales.

En este sentido, en la quiebra de la sociedad en comandita no importa

la quiebra de los socios comanditarios, aun cuando éstos sean

solidariamente responsables por haberse mezclado enla administración, pero

podrán ser declarados en quiebra cuando hayan tolerado la inserción de su

nombre en la razón social”.

Es este caso, evidentemente se hace referencia al tema de las

Obligaciones Solidarias, establecido en el Articulo 1514 del Código Civil

Chileno, “El acreedor podrá dirigirse contra todos los deudores solidarios
74

conjuntamente, o contra cualquiera de ellos a su arbitrio, sin que por éste

pueda oponérsele el beneficio de división”.

- LA EXISTENCIA DE UNO O UNOS SUJETOS ACTIVOS

El Código de Comercio Chileno, establece en su Articulo 39, “La

quiebra podrá ser declarada a solicitud del deudor o de uno o varios de sus

acreedores”. En este caso se establece que el deudor puede ser sujeto

pasivo y activo, pero por otro lado indica que el o los acreedores podrán

pedir la declaración de quiebra, siendo ellos los sujetos activos legítimos y

que intervienen con el fin de exigir al deudor el pago de los créditos.

- CESACION DE PAGO

Según lo establecido en el Articulo 41 del Código de Comercio Chileno,

“El deudor que ejerza una actividad comercial, industrial, minera o agrícola,

deberá solicitar la declaración de su quiebra antes de que transcurran quince

días contados desde la fecha en que haya cesado en el pago de una

obligación mercantil”.

Según Rouillon, (2004, p. 42) para abrir el concurso preventivo o para

declarar la quiebra, el juez deberá comprobar que el patrimonio del sujeto

está en una condición crítica económico-financiera, lo cual constituye la

premisa de la apertura concursal, siendo esta la condición que técnica y

legalmente se denomina estado de cesación de pagos.


75

En consecuencia se determina la cesación de pagos como una

situación permanente del deudor, ya que se hace imposible cumplir con las

obligaciones contraídas, estableciéndose dicha cesación como el elemento

de fondo sobre el cual se establece la quiebra.

- LA SENTENCIA QUE DECLARE LA QUIEBRA

Según lo establecido en el Articulo 52 del Código de Comercio Chileno,

“Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 169 del Código de Procedimiento

Civil, la sentencia definitiva que declare la quiebra contendrá”.

En este sentido, llama poderosamente la atención que se trate de una

sentencia definitiva cuando recae sobre una resolución judicial que da inicio

a procedimiento de quiebra. Tal incógnita se resolverá mediante la aplicación

supletoria del Código de Procedimiento Civil Chileno, el cual establece en su

Artículo 158, “Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia,

resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio”.

Según Figueroa (2007, p. 2) se establece que:

De esta definición, se desprenden dos elementos que son necesarios

en una resolución judicial, para poder clasificarla como sentencia definitiva;

a. Que resuelva la cuestión o asunto de que ha sido objeto el juicio.

b. Que ponga fin a la instancia.

Que resuelva la cuestión o asunto de que ha sido objeto del juicio: El

artículo 45 del libro IV del Código de Comercio señala que: “El juzgado se

pronunciará sobre la solicitud de quiebra a la brevedad posible…” De lo


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anterior, se infiere que el objeto de la declaratoria de quiebra es respecto a

una solicitud, hecha por uno o más acreedores.

No señalan derechos para las partes, sino que al pronunciarse sobre la

solicitud, el tribunal debe examinar que se cumplan los requisitos

establecidos previamente por la ley para declarar a una persona en quiebra.

Como se ve, el “objeto del juicio” es declarar en quiebra al deudor, en virtud

de una de las causales del artículo 43. Cuando el tribunal falla al respecto, se

puede decir que resuelve la cuestión de que ha sido objeto el juicio.

Que ponga fin a la instancia: La sentencia que declara la quiebra, da

inicio al procedimiento concursal. De ésta, se siguen con posterioridad una

serie de actuaciones procesales destinadas a la realización de los bienes del

fallido y al pago de los acreedores. Por lo anterior, se discute si es que la

sentencia que declara la quiebra pone fin a la instancia, siendo que su

declaración da inicio al proceso de quiebra.

2.2.2.2. ETAPAS

Desde el punto de vista del deudor, el procedimiento de quiebra puede

ser denominado involuntario cuando se origina por la solicitud de uno o más

acreedores, o voluntario cuando se origina por la solicitud de quiebra o

proposición de un convenio por parte del propio deudor.

Un sistema sano de insolvencia, que promueva la transparencia y la

eficiencia, debiera incentivar que el procedimiento sea iniciativa del deudor,

toda vez que será naturalmente éste quien estará primeramente al tanto del
77

mal estado de los negocios. De esta forma elideal sería evitar los procesos

contenciosos en esta materia.

Para ello, Rouillon (2004, p. 72) indica que es necesario buscar

incentivos al deudor para que transparente oportunamente el mal estado de

sus negocios y de este modo se obtenga un proceso más ágil y eficiente, ya

sea de reestructuración o bien de liquidación.

Al mismo tiempo, será importante que esto no derive en sistemas de

abuso del deudor. Finalmente, el sistema debe incentivar el uso de la

solicitud de quiebra como medida de presión de los acreedores para obtener

un pronto pago de las deudas. La solicitud de quiebra no debe tener por

objeto el cobro de una deuda en particular, sino el interés general de los

acreedores. La legislación Chilena establece que la quiebra se puede

solicitar por el propio deudor, por uno o más acreedores, o puede producirse

de oficio en ciertos casos, según se verá.

-SOLICITUD DE QUIEBRA

POR EL PROPIO DEUDOR

Según, Bonilla y Otros (2003, p. 26) el deudor al solicitar su quiebra


deberá acompañar un listado con todas sus obligaciones, con
individualización de los acreedores correspondientes. Además, junto a la
solicitud de quiebra el deudor debe adjuntar en duplicado los siguientes
documentos:
1) Un inventario o relación detallada de todos sus bienes, con indicación

del lugaren que se encuentren, de su valor estimativo y de los gravámenes

que los afecten.


78

2) Una relación de los bienes que estén excluidos de la quiebra en

conformidad a la ley.

3) Una relación de los juicios que tuviere pendientes.

4) Un estado de las deudas, con expresión del nombre y domicilio de

los acreedores y de la naturaleza de los respectivos créditos.

5) Una memoria de las causas inmediatas o directas del mal estado de

los negocios, debiendo en ella dar cuenta de la inversión del producto de las

deudas contraídas y de los demás bienes adquiridos en el último año. El

deudor que llevare contabilidad completa presentará, además, su último

balance y su cuenta de ganancias y pérdidas.

POR UN ACREEDOR

De acuerdo con, Bonilla y Otros (2003, p.33) esta solicitud, al igual que

toda demanda debe exponer claramente los hechos y fundamentos de

derecho en que se apoya. El artículo 44 de la ley de quiebras señala que

debe señalar la causal o hecho revelador especial en que se funda, los que

están taxativamente contemplados en la ley. En efecto el artículo 43 de la

Ley establece determinadas causales que habilitan a los acreedores a

solicitar la quiebra:

1) Cuando el deudor que ejerce una actividad comercial, industrial,

agrícola y minera, cese en el pago de una obligación mercantil con el

solicitante.

2) Cuando el deudor contra el cual existieren tres o más títulos

ejecutivos y vencidos, provenientes de obligaciones diversas, respecto de las


79

cuales se hubieren iniciado a lo menos dos ejecuciones, no hubiere

presentado bienes suficientes para cubrir las deudas.

3) Cuando el deudor se fugue del territorio de la República, o se oculte

dejando cerradas sus oficinas, sin haber nombrado persona que administre

sus bienes.

4) Cuando el deudor haya celebrado un convenio extrajudicial con sus

acreedores y éste sea declarado nulo o resuelto.

Además la ley exige que el solicitante acompañe un vale vista o boleta

bancaria a la orden del tribunal, para subvenir los gastos iniciales de la

quiebra. Dicha suma será considerada como un crédito de solicitante en

contra del fallido, que gozará de la preferencia establecida en el N° 4 del

artículo 2472 del Código Civil Chileno.

En opinión de Puga, (1999,p. 74) “esta exigencia es un atentado contra

los fines de la quiebra, una impudicia jurídica. En efecto, es doblemente

arbitraria porque, por un lado significa en la práctica la imposibilidad a un

deudor de poca monta, pues nadie arriesgaría por él una suma como la

indicada, y por el otro, porque favorece sólo a los acreedores potentes, ya

que sólo ellos pueden prescindir y distraer una suma de dicho

monto para ejercer la acción de quiebra, constituyendo una verdadera

prohibición para los acreedores menores. Es una infracción legal a la par

condictio creditorum.”
80

QUIEBRAS DE OFICIO

Para, Bonilla y Otros (2003, p. 41) las denominadas quiebras de oficio,

o “de solicitud refleja o indirecta” resultan de:

1) Impugnación de las proposiciones de convenio judicial preventivo ya

acordado, pero aún no aprobado por resolución judicial. Si se acoge la

impugnación, el juez debe, en la misma sentencia, declarar la quiebra del

deudor (Art. 207 Código de Comercio Chileno).

2) Oposición a la cesión de bienes. Al igual que en el caso de la

oposición al convenio, la oposición a la cesión de bienes llevará aparejada la

declaración de quiebra.

3) Nulidad del convenio. La declaración de nulidad del convenio

arrastrará la quiebra del deudor.

4) Resolución del convenio. Declarado resuelto el convenio, por

incumplimiento sea total o parcial, procederá la declaración de quiebra del

deudor.

Ahora bien, en el caso de Chile, de acuerdo con Bonilla y Otros (2003)

el primer efecto que produce la quiebra es el llamado desasimiento mediante

el cual el fallido queda inhabilitado de administrar y disponerde los bienes

afectos al concurso, facultades que pasan de pleno al síndico, que los

sustituye y representa.

Esto con el objeto señalado inicialmente que gobierna la legislación

Chilena, de realizar en un solo procedimiento los bienes de una persona a


81

efecto de proceder al pago ordenado de sus créditos, con estricta sujeción a

los órdenes de prelación establecidos en la ley.

El concepto del desasimiento se desprende del artículo 64 de la Ley de

Quiebras y de él se pueden desprender las siguientes conclusiones:

1° El fallido no pierde el dominio de los bienes;

2° Los efectos del desasimiento se producen de pleno derecho al

declararse la quiebra; y

3° En virtud del desasimiento el síndico queda como administrador de

los bienes del fallido afectos al concurso.

El desasimiento comprenderá los bienes presentes del fallido, a

excepción de los inembargables. Respecto de los bienes futuros del fallido, el

artículo 65 de la Ley de Quiebras solo comprende los bienes futuros

adquiridos a título gratuito. Con respecto a los bienes futuros adquiridos a

título oneroso no están comprendidos en el desasimiento, pero pueden ser

sometidos a intervención, y los acreedores sólo tienen derecho a los

beneficios líquidos que se obtengan, dejándose al fallido lo necesario para

sus alimentos. Esta exclusión se justifica, pues fomenta el trabajo del fallido y

favorece a los acreedores.

En cuanto a los contratos celebrados por el fallido, la norma general es

que la quiebra no es causal de resolución o terminación de los contratos

pendientes en su ejecución al momento de su declaración. En aquellos casos

en que el fallido es acreedor, el síndico lo representará y deberá proceder a

cobrar judicial y extrajudicialmente lo que se le debe al fallido.


82

En efecto, e interpretando lo antes expuestos, en aquellos contratos

bilaterales en que el fallido es a la vez deudor y acreedor y existen

obligaciones y derechos pendientes, se deberá distinguir si el contrato resulto

no beneficioso para la masa.

Es tal sentido los investigadores consideran que en el primer caso el

síndico podrá exigir el cumplimiento de las obligaciones, siempre y cuando a

su vez cumpla con las obligaciones que le correspondían al fallido. En el

segundo caso, al contratante del fallido solo le cabrá demandar el

cumplimiento forzado o la resolución con la indemnización de

perjuicios. Si lo que se debe al demandante es dinero, el acreedor deberá

verificar un crédito.

- DECLARACIÓN DE QUIEBRA

Estipulado en la Ley de Quiebra en su artículo 39, el cual establece que

la quiebra podrá ser declarada a solicitud del deudor o de uno o varios de

sus acreedores. De igual forma, el artículo 40 de la misma ley mencionada

establece que el deudor podrá ser declarado en quiebra aunque tenga un

solo acreedor, siempre que concurran los demás requisitos legales.

-FIJACIÓN DE LA FECHA DE CESACIÓN DEL PAGO

En el artículo 61 de la Ley de Quiebra, que el síndico dentro del plazo

de sesenta días corridos desde que hubiere asumido el cargo propondrá al


83

tribunal la fecha de cesación de pagos del fallido. El juzgado ordenara

notificar por avisos esta proposición.

Por otra parte, el fallido, los acreedores o los terceros interesados

tendrán, para objetar dicha proposición, el plazo de diez días contando desde

la notificación a que se refiere el inciso anterior y para finalizar indica el

plazo de diez días sin que hubieren formulado objeciones o tramitadas las

que se hubieren presentado, el tribunal fijara la fecha de la cesación de

pagos, y su resolución siendo notificada por el estado diario. Asimismo, es

resolución solo será susceptible del recurso de apelación.

Igualmente, en el artículo 63 de la referida Ley estipula que la

cesación de pagos no podrá ser fijada en un día anterior en más de dos

años a la fecha de la resolución que declare en su contra.

-INCAUTACIÓN E INVENTARIO

En el artículo 94 se hace mención que asumido oficialmente el cargo,

el síndico deberá:

a) adoptar de inmediato, en presencia del secretario del tribunal o de un

notario o de otro ministerio de fe designado por el juez, las providencias

necesarias para recoger los libros, documentos y bienes de fallido y para

colocarlos en lugar seguro si se estima que peligran o corren riesgos se

encuentran.

b) formar a más tardar al día siguiente hábil y en presencia del

secretario del tribunal de un notario o de otro ministerio de fe designado por


84

el tribunal, inventario de todos los libros, correspondencias documentos y

bienes del deudor, debiendo dejar constancia del estado de las maquinarias,

útiles y equipos, para lo cual podrá hacerse acompañar de una persona

especialmente técnica atendiendo el giro del fallido.

Igualmente deberá dejar constancia de todo derecho o prestación

formulado por terceros en relación con los bines inventarios.

c) Agregar el inventario a los autos a más tardar el día siguiente hábil al

de su facción, la resolución que tenga por agregado el inventario a los autos

se notificara por aviso.

De igual manera, en la referida ley en el artículo 100 estipula que las

obligaciones contraídas por el sindico en la continuación del giro a que se

refiere el artículo anterior solo podrán hacerse efectivas sobre los

bienes comprendidos en la quiebra, sin perjuicio del derecho preferente de

los acreedores privilegiados e hipotecarlos y de lo dispuesto en el articulo

114.

- REALIZACIÓN DEL ACTIVO

Se encuentra estipulado en el artículo 120 de la Ley de Quiebra en el

cual expone que salvo el caso d realización sumaria dela activo de la

quiebra, a que se refiere el artículo 109. El síndico procederá a su realización

atendiéndose a los acuerdos de la junta de acreedores, si los hay.

De igual manera, en el artículo 130 expone que en cualquiera sea la

forma de realización del activo, esta deberá efectuarse en el menor tiempo


85

posible, y en todo caso, dentro el plazo de seis meses, contando desde la

primera junta de acreedores, deberá encontrarse realizado el total de los

bienes de la masa. Ambos plazos podrán sr prorrogados por el tribunal por

una sola vez por un máximo de seis meses. Siempre que el sindico lo solicite

con a lo menos quince días de anticipación a su vencimiento.

- LIQUIDACIÓN DEL PASIVO

Se encuentra el artículo 131 de la ley mencionada, estipulando que

todos los acreedores residentes en el territorio de la República, sin excepción

alguna tendrá el plazo de treinta días, a contar de la notificación e la

declaración de quiebra para verificar sus créditos y alegar su preferencias

ante el tribunal que conozca de ella.

Asimismo, se debe hacer mención del artículo 147 en el cual manifiesta

que los acreedores serán pagados en la forma y orden de preferencia

establecidos en las leyes y , en el caso de los acreedores valistas, con pleno

respeto a la subordinación de créditos a que se refiere el artículo 2489 del

Código Civil. Para su eficacia, la subordinación deberá ser alegada al

momento de la verificación del crédito por parte dela creedor beneficiario o

bien notificarse al síndico, si establece en una fecha posterior.

Esto conlleva a lo establecido en el artículo 156 de la ley mencionada

en el cual si algún acreedor comprendido en la nómina de distribución no

compareciere a recibir lo que le corresponda tres meses después de la


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notificación del reparto, el síndico depositara su importe en arcas fiscales la

orden de dicho acorredor.

- SOBRESEIMIENTO

Se encuentra estipulado en el artículo 157 en el cual establece que la

quiebra puede ser temporal o definitivo,

es decir el sobreseimiento temporal suspende provisoriamente los

procedimientos de la quiebra y el sobreseimiento definitivo pone fin al

estado de quiebra.

3. SISTEMA DE CATEGORÍAS

3.1. DEFINICIÓN NOMINAL

Participación del Síndico

3.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL

Los síndicos son mandatarios nombrados por el tribunal de la quiebra

para representar al fallido y a la masa de acreedores, administrar el

patrimonio de los fallidos durante las operaciones de la quiebra y proceder,

llegado el caso, a su realización. Sin embargo, este autor explica que en el

Código de Comercio no determina en forma absoluta el número de los

síndicos a nombrar en cada quiebra, pero ese número no puede exceder de

tres. (Pierre 1983, p. 83)


87

3.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL

En referencia a la definición operacional, la participación del síndico, el

cual se medirá operacionalmente a través de las siguientes subcategorías:

participación del síndico en Venezuela y participación del síndico en Chile así

como las unidades de análisis correspondientes a cada subcategoría, que se

mostrarán en el cuadro de la operacionalizacion de la categoría.

3.4. DEFINICION NOMINAL

Procedimiento de Quiebra

3.5. DEFINICION CONCEPTUAL

La quiebra es una vía de ejecución colectiva que permite al conjunto de

los acreedores del comerciante que ha cesado en sus pagos realizar el

activo del deudor para obtener un pago en debida concurrencia, o tomar las

medidas más apropiadas para salvaguardar sus intereses sin llegar a la

realización inmediata de los bienes del deudor.(Pierre 1983, p.95)

3.6. DEFINCION OPERACIONAL

En referencia a la definición operacional, Procedimiento de quiebra, el

cual se medirá operacionalmente a través de las siguientes subcategorías:

Procedimiento de quiebra en Venezuela y Procedimiento de quiebra de Chile


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así como las unidades de análisis correspondientes a cada subcategoría,

que se mostrarán en el cuadro de la operacionalizacion de la categoría.


89

CUADRO 1
OPERACIONALIZACION DE LA CATEGORÍA
OBJETIVO GENERAL: Analizar comparativamente la participación del
síndico en el procedimiento de quiebra a la luz del derecho Venezolano y
Chileno.

OBJETIVOS SUB-
CATEGORÍA UNIDAD DE ANÁLISIS
ESPECÍFICOS CATEGORÍA

Analizar la
participación
Sindico
de síndico en Participación
Atribuciones
el del síndico en
Funciones
procedimiento Venezuela
Requisitos
de quiebra Participación
Venezolano. del
Analizar la Sindico
Sindico
participación
Atribuciones
de síndico en Participación
Funciones
el del síndico en
Requisitos
procedimiento Chile
Nomina
de quiebra
Institucionalidad
Chileno.
Analizar el
procedimiento
Procedimiento
de quiebra a Condiciones de procedencia
de quiebra en
la luz del Etapas
Venezuela
derecho
Procedimiento
Venezolano
de
Analizar el Quiebra
procedimiento
de quiebra Procedimiento
Condiciones de procedencia
según la de quiebra de
Etapas
legislación Chile
Chilena

Fuente: Cárdenas, Delgado, Matos, Tessari (2013)

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