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La línea, el color, la figura, la forma, el valor, el espacio y la textura son los siete
elementos básicos del arte y a menudo se superponen e influyen entre ellos.
Tanto si se trata de dibujar, pintar, esculpir o diseñar, todos estos componentes
del arte deben tomarse en consideración. Una vez que conozcas estos siete
elementos visuales, te resultará aún más fácil crear tus propias obras de arte.
Dicho esto, los elementos del arte no solo son útiles para los artistas. Cualquier
amante del arte podrá apreciar y encontrar un mayor significado en una obra al
conocer más sobre estos componentes visuales básicos.
1. LÍNEA
Estas marcas abarcan una distancia entre dos puntos y pueden ser rectas o
curvas. En las artes visuales, las líneas van más allá de marcas y contornos:
también pueden ser implícitas o abstractas. Ya sean bidimensionales o
tridimensionales, no se puede negar que las líneas tienen un gran impacto en el
resto de los elementos del arte. Pueden utilizarse para crear formas y figuras, así
como para dar una sensación de profundidad y estructura. Las líneas son la base
del dibujo y constituyen una poderosa herramienta por sí solas. El uso de
diferentes tipos de líneas continuas, discontinuas, verticales, dentadas,
horizontales cambia drásticamente la psicología de una obra de arte y tiene un
gran impacto en el espectador.
2. COLOR
Al trabajar con el matiz, el valor y la saturación res componentes básicos del color
los artistas pueden expresar una amplia gama de emociones. No hay nada que
cambie más el impacto emocional de una obra de arte que el color. Maestros
como Van Gogh, Monet y Toulouse Lautrec manipularon el color en sus pinturas
para provocar diferentes sentimientos. El color puede utilizarse de forma simbólica
o para crear un patrón. Puede seleccionarse para crear contrastes o para
transmitir un estado de ánimo específico. Un buen conocimiento de la teoría del
color ayuda a cualquier artista a utilizar mejor los colores que tiene a su
disposición.
3. FIGURA
Producto de líneas cerradas, las figuras son bidimensionales, planas y solo tienen
alto y ancho. Las figuras geométricas, como los círculos y los cuadrados, son
matemáticas y precisas, mientras que las figuras orgánicas se inspiran en la
naturaleza y tienden a ser curvas y abstractas. Los collages de Henri Matisse
hacen un gran uso de las figuras orgánicas, mientras que Piet Mondrian es
conocido por su uso magistral de figuras geométricas en sus pinturas. Las figuras
pueden utilizarse para controlar cómo percibimos una composición. Por ejemplo,
los triángulos pueden ayudar a atraer la mirada hacia un punto concreto, mientras
que los círculos representan la continuidad.
4. FORMA
6. ESPACIO
Este elemento del arte puede manipularse en función de cómo el artista
coloque las líneas, las figuras, las formas y el color. La ubicación de estos
otros elementos crea el espacio. El espacio puede ser positivo o negativo.
El espacio positivo es un área ocupada por un objeto o una forma, mientras
que el espacio negativo es un área que se extiende entre, a través,
alrededor o dentro de los objetos. Los artistas suelen pensar en el primer
plano, el segundo plano y el fondo de sus obras de arte, colocando a
propósito formas y líneas en todo el espacio para conseguir la composición
perfecta. La sensación de profundidad en las obras bidimensionales a
menudo se consigue mediante la perspectiva, que a su vez puede basarse
en líneas o colores.
7. TEXTURA
La textura es un elemento del arte que también juega con nuestro sentido del
tacto. Se define como una descripción de la forma en la que algo se siente o
podría sentirse. A veces se trata de una textura real que se puede sentir, como en
el caso de la artista islandesa Hrafnhildur Arnardóttir, quien crea instalaciones
artísticas con cabello sintético. Otras veces, la textura es una textura visual
implícita que es bidimensional. Suave, áspera, dura, blanda, peluda, esponjosa y
rugosa son algunas de las diferentes texturas que evocan diferentes respuestas.
Por ejemplo, un artista que busca un resultado hiperrealista querrá que sus nubes
se vean esponjosas, mientras que otro que desea subvertir las convenciones
podría jugar con la textura para crear una experiencia surrealista para el
espectador. El escultor del siglo XIX Antonio Canova era un maestro en este
sentido, tal como lo demuestra su retrato de la hermana de Napoleón: la mujer
descansa sobre un cojín que parece tan suave que es difícil creer que sea de
mármol.