Está en la página 1de 9

Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

ENTREVISTA INICIAL PARA CONOCERNOS MEJOR

Nombre y apellidos: Alba María Alonso Andreu


Edad: 26 años
Fecha de nacimiento: 27/04/1995
Lugar de residencia: Melilla
Profesión/estudios: Grado de Educación Primaria

SOBRE TI:

1. ¿Cómo te definirías?
Parece una pregunta “tonta” pero no me cuesta pensar en cómo definirme.
 Diría que soy una persona un tanto histriónica. Siempre he sido como muy
alegre, que he entrenido a los demás y en cierto punto hasta “ser el centro de
atención” aunque no me gusta nada serlo. Al menos en esta última etapa de mi
vida en la que no quiero preocupar a nadie o que nadie me conozca, pasar
desapercibida.
 Considero que siempre he sido una persona ansiosa, todo me preocupa, todo
me pone nerviosa y en los últimos meses me he dado cuenta reflejándolo en la
comida pues en 3 minutos- 4 ya he comido aparte que también ha disminuido
mi apetito (es cierto que he notado que me sacio con poco) o al menos la gente
de mi alrededor me dice que me he quedado más delgada.
 Siempre he sido muy disciplinada con mis estudios y creo que esta es una de
las cosas que me ocurre. Ahora no soy capaz de ser la que era. Sé que puedo si
quiero pero no estoy bien algo me pasa y eso me frustra.
 Soy desorganizada y no me planifico. Esto es a raíz de ahora incluso de hace
algunos años pues ahora me siento igual que entonces (cuando oposité por
primera vez en 2018-2019). Siempre, durante todas mis etapas he sido muy
disciplinada, me ha gustado lo que he estudiado y disfrutaba sabiendo que me
sabía las cosas. Sin embargo al hilo del calificativo anterior, he sido siempre de
las típicas personas que decían que no se sabían nada y estaba en la puerta
antes de entrar a un examen dando vueltas, atacada, con los apuntes en las
manos y después resultaba ser que me salía mucho mejor de lo que yo creía o
incluso de las pocas que aprobaba en clase. Esto puede venir incluso por falta
de confianza en mí porque siempre pienso que todo el mundo piensa igual que
yo, hace lo mismo que yo y/o que lo que yo hago en insuficiente, no es bueno
ni extraordinario aunque luego lo vea reflejado en una nota. El gran problema
creo que es que aunque ese esfuerzo se vea recompensado, si yo misma no soy
capaz de pararme, creérmelo y recompensármelo por mucho que me digan los
demás, no vale de nada. Necesito sentirme bien conmigo misma y que soy
capaz. Cosa que no me ocurre.

2. ¿Qué aspectos tengo que saber de ti para conocerte mejor?

 Soy sensible sobre todo con los animales, los niños y los ancianos. Aunque he
de admitir que hay a veces que ocurren cosas o veo en películas que
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

permanezco totalmente apática (me puede transmitir pena pero sin más) y hay
otros detalles que sin embargo son mínimos y me hacen empatizar mucho,
sentirme mal o con mucha pena.
 Soy muy habladora. Me encanta hablar y de hecho creo que puede quedar
reflejado en este formulario. Es otro de los problemas que tengo que no se
“relativizar” todo lo que digo ni tampoco resumir por lo que a veces soy un
caos. La gente suele decir que le doy muchas vueltas a las cosas, que cuando
quiero contar algo me voy de un tema me enrollo tanto que termino hablado
de otra cosa y al final no les digo lo que verdaderamente pretendían o la
respuesta que ellos quieren e incluso a veces me cortan y me dicen “pero
bueno me lo vas a contar” o “bueno venga pero dime”.

 Soy indecisa. Me cuesta tomar decisiones y eso hace que pierda mucho el
tiempo y maree a la gente, me causa estrés y demasiada preocupación.
Indecisa por ejemplo hasta para comprar un regalo para alguien de mi familia.
Es como que le doy muchas vueltas aunque no siempre pasa esto, otras voy
como a tiro hecho y complicarme poco.

 A veces, perfeccionista. Sobre todo a la hora de entregar trabajos que también


uno con el anterior punto. Le doy mil vueltas, reviso y reviso antes de enviar.
De hecho por ejemplo decido pegar la revisión antes de enviar y cuando la
realizo y acudo a la plataforma para subir el archivo hecho para atrás para
revisar otra vez lo que ya he revisado. Lo incluyo ,otra vez, y vuelvo para atrás
para revisar que el archivo que estoy cogiendo del escritorio sea el adecuado.
Así es un caos. Tardo mucho y llego a odiar mi manera de ser y preguntarme
porqué soy así y no confío en lo que ya he guardado, revisado o porqué reviso
otra vez todo un trabajo cuando ya invertí x día en hacerlo bien.

3. ¿A qué sueles dedicar tus días?


Pues pretendía dedicarme a estudiar las oposiciones de Educación Primaria. En
principios este año era para darle fuerte e ir a por todas porque como dije antes
siempre me ha salido todo bien (en cuanto al estudio) y he podido incluso teniendo
pocos días para estudiar alguna asignatura o cuando creía que “no me lo sabía” y luego
resultaba que sí. Pero con los días mis ánimos han ido deshinchándose, estoy apática,
han dejado de gustarme las cosas que me gustaban (que por otra parte siempre he
sido muy básica nunca he tenido unos gustos específicos ni hobbies) me gusta
escuchar música tipo cuando cocino, cuando limpio o me ducho, las manualidades me
gustan mucho aunque no puedo estar haciendo todo el día porque me hacen perder el
tiempo y poco más. Siento en este momento de mi vida que nada me gusta, nada me
hace sentir bien, ni me entretiene o me resulta interesante. Estoy apática con todo y
nada me hace sentirme feliz por lo que estar así día a día es muy frustrante.
Ahora, he salido en la lista de planes de empleo de mi ciudad como maestra de
primaria. Aunque me quitará mucho tiempo he decidido cogerlos. No tanto por el
dinero, sino porque necesito salir de mi casa, ese elemento de motivación todos los
días, vestirme e irme al cole.

4. ¿Cuál sería “la historia de tu vida”?


Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

Acontecimientos importantes: éxitos, fracasos y etapas o sucesos relevantes para ti:


personales, familiares, parejas, etc.

Pues tengo a mis padres y dos hermanos más con 31 y 36 años. Mi hermano mayor se
fue de casa cuando apenas tenía yo 10 años debido a la diferencia de edad (vamos de
cinco en cinco años) y mi hermano el mediano también se fue bastante jovencito a
vivir con su ahora exnovia. Por lo que yo he estado con mis padres siendo “única
bastantes años”.

Destacar que a los 6 años sufrí un derrame cerebral y tuvieron que llevarme en
helicóptero al Materno de Málaga. De ese tiempo (el cual fueron creo 2 meses) yo lo
recuerdo como un eternidad. No tengo malos recuerdos de ese tiempo y de hecho
cumplí allí los 7 años. Mis recuerdos son todos buenos y aunque desde ese entonces
yo no destaco ese episodio de mi vida ni hago por recordarlo sí me duele el
sufrimiento que le pudo causar a mis padres y mis hermanos cuando se lo cuento a
alguien. Mis hermanos se quedaron con mi tía aquí y mis padres estuvieron todo ese
tiempo en Málaga conmigo.

Siempre hemos tenido animales en casa del primero no tengo recuerdo porque era
muy chiquitita y por lo visto un día desapareció y creemos que se lo llevaron unos
feriantes (aquel entonces vivíamos frente a la feria de Melilla). Con los años tuvimos
otro y de ese guardo muy buen recuerdo aunque es cierto que era bastante
“gamberro” y no podíamos con él pero claro a ojos de una niña era el perro perfecto.
Una vez nos fuimos de viaje y recuerdo como mis padres lo dejaron con unas personas
que yo no conocía pero ellos sí. Al volver nunca fuimos a recoger al perro y yo una y
otra vez durante años preguntaba por él y cuándo lo recogeríamos (no me acuerdo la
respuesta que me daban) la cosa es que lo cuento porque aunque ni me acordaba de
ese episodio con los años hice un esfuerzo por comprender de donde venía mi
insistencia con los animales y la gran empatía y cariño que les tengo y caí en que aquí
podría estar la raíz.

Estuve desde que salí del hospital hasta los 10 años que me dieron de alta, volando
creo que una vez, todos los meses, a Málaga para revisiones (por lo del derrame
cerebral). Este mismo año, creo que en Febrero, murió mi yaya. Mi madre decidió no
decirme nada y escondérmelo por evitarme el sufrimiento pero sinceramente fue
mucho peor porque indudablemente me enteré porque vecinos bajaban a darle el
pésame esos días y porque en reuniones familiares a mis tíos se les escapaba hablar de
ella en pasado o directamente el contar algo y decir “pues cuando murió mamá... Aún
así mi madre siempre intentaba cortarlo pero yo ya lo sabía aunque nunca nos dijimos
nada de eso hasta hace relativamente poco tiempo (dos años o así). La muerte de mi
yaya me afectó básicamente porque me enteré yo sola, lloré yo sola con 10 años y sin
poder decirle nada a nadie porque me tenía que hacer “la tonta” que no lo sabía. Ese
año también hice la comunión y pedí un perro como regalo y aunque no me lo
regalaron a finales de ese mismo año llegó. Es mi perro actualmente, Golfo, tiene 16
años, tiene ya muchos achaques de la edad. Vive con mis padres.
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

Este mismo año, repetí 4º de primaria. Recuerdo que tenía una maestra horrible, no
quiero hablar mal de ella pero todo el mundo tiene algún maestro que le ha marcado
tanto para bien como para mal. Obvio “la culpa” no se la voy a echar a ella, algo de
vaga tendría yo. El caso es que recuerdo el día que me lo dijo mi padre y es que nos
recogió a mi amiga y a mí y cuando la dejó en su casa. En el mismo coche me lo dijo a
“gritos” y no de muy buenas maneras .Recuerdo llorar durante todo el día encerrada
en mi cuarto y escuchar a mi madre discutir con mi padre en la cocina por habérmelo
dicho así y cómo estaba yo.

A partir de ahí cambié radicalmente en mis estudios. Me volví muy exigente y


responsable. Sacaba buenas notas y me esforzaba mucho. En ese sentido mi vida
siempre ya ha sido muy líneal y desde bien jovencita me los he tomado muy enserio.
De hecho recuerdo meterme bastante caña e iba a una academia (durante la ESO)
tradicional en la que entrabas a las 16:00 y salías como poco a las 19:30 (pero rara vez)
y si no tenías nada que hacer más porque habías terminado los deberes recuerdo que
se lo decías al profesor y en vez dejarte salir te decía que estudiases por ejemplo
Ciencias Naturales aunque ese mismo día hubieses hecho el examen de la unidad
anterior pues te respondía que así adelantábamos el siguiente. Yo creo que gracias a
esa academia (y bueno los años posteriores yo ya había cambiado con los estudios) me
fue tan bien aunque ahora, que soy maestra, con la visión actual lo veo desmesurado y
bastante desfasado. Los niños tienen que ser niños y es verdad que esa academia fue
cuando era adolescente pero el mismo modus operandi se llevaba a cabo con la clase
de niños de primaria.

A los 16 años tuve mi primer novio. 1 año duró. De hecho mi 17 cumpleaños me lo


amargó por completo porque “me dejó” recién llegada de viaje de estudios con mi
instituto. Fue una relación muy muy tóxica y fue muy malo conmigo. Por supuesto
podría haber sido una relación mucho peor porque las hay, pero como fue ya era
suficiente y a esa edad marca bastante. Durante ese tiempo recuerdo que me alejé
también de todos y a mis padres les hablaba bastante mal. Me recuperé bastante bien
y “rápido”. Hoy en día lo tengo más que olvidado pero no quiero que aparezca por mi
vida ni de broma. Ni cruzármelo en la calle. De hecho, aunque pocas veces lo veo, pero
si alguna vez lo he hecho lo único que quiero es irme de allí.

Estuve poquito tiempo “soltera” porque a un mes de cumplir 18 años conocí a mi


actual pareja, Alejandro. Es muy muy buena persona y no tengo más que calificativos
positivos para él. No podría haber encontrado mejor persona. Actualmente y desde
septiembre vivimos juntos y tenemos una gata que hemos adoptado recientemente
(aunque somos de mascotas y lo habíamos valorado el yo sentirme así lo ha
adelantado).

Volviendo atrás, empecé la Universidad, saqué en carné de conducir y en general todo


bien. Aunque como dije anteriormente con los estudios he sido muy exigente, hasta
sentarme en los exámenes estaba con los apuntes en la mano, moviéndome de un
lado a otro con altos niveles de estrés. De hecho siempre recuerdo mi primer examen
de universidad que rompí a llorar en mitad del examen de la ansiedad acumulada. Me
levantaba temprano a repasar a deshoras, etc. Me continúa ocurriendo que ante lo
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

que no sé cómo es me creo como monstruos que me aterrorizan. No sé, no pienso de


manera lógica y hasta que me senté y vi que era un examen normal, de los de toda la
vida y que sabía responder las preguntas no me calmé y por eso rompí a llorar como
una niña chica. Esto me continúa pasando aunque lo trato de regular porque sé que en
mi cabeza pinto las cosas mucho peor de lo que son.

Por este motivo siempre he tenido que aguantar de mis compañeros frases tipo “si
eres una falsa luego eres de las que mejor nota sacas”, “tú, no sabes, no sabes y eres
de las pocas que apruebas” y aunque suene a tontería es jodido porque tú de verdad
crees que no te lo sabes y esos niveles de estrés que vivo son reales. Otro de los
defectos que hace poco caí en él es que no me recompenso mis “éxitos” si se pueden
llamar así. Pero ni de estudio ni de nada. Es como “muy bien, ya lo has aprobado
(aunque me haya costado lágrimas mientras estudiaba y lo mal que lo haya pasado), es
lo que tenía que hacer pues yasta, ahora a lo siguiente”.

Durante 3º de carrera, me fui 6 meses de Erasmus a Italia. Ahora echo la mirada atrás y
no sé cómo lo hice. De hecho me digo que a veces hago cosas que no sé cómo he sido
capaz con la personalidad que tengo. Irme 6 meses sola. Es como que no sé de donde
saqué ese impulso porque no me caracteriza ese tipo de “locuras”. Allí tuve una
compañera de piso española que continua siendo muy amiga mía. De hecho es de las
pocas personas que hoy puedo considerar mi amiga, aunque estemos lejos nos lo
contamos todo y si estamos mal acudimos la una a la otra. Igual con mi amiga de Cádiz
que estudió aquí. Es otra de ellas con la que puedo contar para todo.

En los últimos meses del último año del grado a mi pareja le salió trabajo en Málaga.
Así que se fue para allá y vivió en la casa que mis padres tienen allí. Se vino por fin en
el segundo mes de pandemia y ya está aquí. De este periodo quiero destacar, que
aunque lo tengo superado y perdonado pero me duele recordarlo un poco, cometió un
pequeño fallo. Que para otra persona puede no ser para tanto pero como he contado
antes tengo tanta confianza en él, tanta seguridad que la verdad lo pasé muy muy mal
y lo sentí como una traición. La más grande y de la única persona que no podía
esperarme en la vida. Es como que en tu vida tienes unos cimientos y todos lo demás
puede tambalearse menos esos cimientos. Pues se me tambaleó y lo viví vamos, como
una tragedia.

Otra cosa a destacar y yo creo que la raíz de todo es que cuando terminé la carrera
decidí opositar. Pero yo no sabía lo que era, ni la importancia que tenía así que fue
terminar la carrera y me relajé ese verano. Claro ya todo el mundo tenía preparadores
cogidos y yo ni siquiera conocía (nadie de mi alrededor es o era profesor en ese
momento y tampoco tuve esa visión). Melilla es muy chica y los preparadores se
cuentan con los dedos de las manos, academia apenas existen y no se las conoce. Yo
preguntaba a compañeros míos y me decían que sí que tenían preparador pero no me
pasaban sus contactos o me decían como poder contactarlos (ahí empecé a darme
cuenta de la competitividad que hay aunque no era muy consciente). Junto con dos
amigas buscamos una academia en Málaga. Era semipresencial y teníamos que ir solo
una vez al mes allí de manera presencial. La verdad, para una persona con experiencia
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

serviría pero para nosotras era nefasto además que nos explicaba las cosas mal porque
en Andalucía y Melilla ahí leyes y cosas que van diferentes y nos liaba mucho más. Pero
bueno, nos teníamos las 3.

Mes tras mes una dejó de opositar y la otra al mes siguiente se quitó porque decidió
pasarse a la especialidad de música. Ahí mi desconfianza aumentó totalmente porque
estaba sola, ante una academia que no quería, no me ayudaba sino que me liaba más
aún, así que mis niveles de ansiedad aumentaron. Empecé como loca a buscar otra
cosa y a finales de año me apunté a una academia, también de Málaga, totalmente
online. Me hacía un poco de más caso pero es cierto que a no ser de allí e ir diferente,
atención me prestaba poca así que me sentía totalmente sola, ante unas oposiciones
que no sabía de qué iban.

Caí totalmente es una tristeza, sin mi pareja aquí, sin apoyo, “sola”, no quería salir, no
tenía ilusión por nada, no se lo contaba a nadie. De hecho ante mis padres (en ese
entonces vivía en mi casa) conseguía ocultarlo. Pero en mi habitación todo era un caos.
No tenía fuerzas para estudiar, no sabía cómo hacerlo, por dónde empezar, etc. No
tengo palabras para esos meses. Pasaron las oposiciones que fueron en junio de 2019
y yo creo que realmente nunca me recuperé del todo sino que camuflé ese mal estar
porque no lo traté. Fracasé y alguien como yo no podía fracasar y sacar un 0 no podía
pensar en que los demás vieran ese fracaso por parte mía y así fue.

Verano, siguiente año sin oposiciones, vuelta a empezar y a “ilusionarme”. Me apunté


a una preparadora de oposiciones aunque no podía darlo todo de mí porque estaba
aprovechando el año para hacer también un máster. Pero estaba “tranquila” hasta
marzo de 2020 que llegó la pandemia y la preparadora tuvo que cortar por no saber
cómo acabaría todo y no poder ir a clases. Durante la cuarentena pues creo que bien,
seguí con el máster online y como soy una niña que tampoco le gusta excesivamente la
calle pues bien. Mis padres en casa, mi perro y mi máster.
Después de ese año se atrasaron las oposiciones (tocaban en 2021 pero como en 2020
no se pudieron celebrar las de secundaria pues se aplazaron a este). Otro año sin
oposiciones así que decidí estudiar inglés y sacarme el b2 de cara a las oposiciones.
Estuve en clases de inglés desde verano de 2020 hasta octubre de 2021 cuando por fin
me examiné y no lo he alcanzado, me he quedado en el b1 de Cambridge. Tuve que ir a
examinarme a Málaga ya que aquí hacen pocos exámenes y no habían para esas fechas
y no podía esperar. Durante los dos días que estuve en Málaga tuve demasiado estrés
con el examen y me salieron ronchas en la mano y en el tobillo.

Sumar que en septiembre empezamos a mudarnos mi novio y yo y básicamente la


pequeña transformación que hicimos y montar la casa y tal lo hice yo porque él
empezó a trabajar y durante los meses de verano “desapareció” prácticamente. Es
RRHH de Carrefour y durante la transformación y apertura tuvo un gran volumen de
trabajo y básicamente no participó. A la vez empecé la academia de oposiciones y
entre la mudanza y el último mes de inglés, no le dediqué nada de tiempo. Así que
llevo un retraso muy grande y los meses que estoy pasando pues más aún.
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

Desde como mitad de Noviembre. Estoy otra vez apática, caída, las cosas que me
gustaban no me gustan ni me hacen disfrutar. De hecho siento que no disfruto con
nada ni nada me apetece nunca. Ni siquiera ver la tele, empezar una serie, nada. Pero
sobre todo destaco que desde septiembre no duermo. Algo tendré que dormir pero lo
justo y necesario para sobrevivir. Siempre ando muy cansada, irritable, lloro sin saber
por qué. En fin una historia muy larga que no sé ni contar ni expresarme.

Por otra parte tengo una sobrina con autismo y ha sido duro todo el proceso hasta
darnos cuenta, luego asimilarlo y ahora el punto de lidiar con ello día tras día. Por mi
parte lo llevo un poco mejor porque al ser maestra, conozco esto ya y que no pasa
nada. Lo he llevado mejor. Para mis madres y mi hermano y cuñada ha sido y es muy
duro.

5. ¿Cuáles son tus objetivos, sueños o ambiciones?

Sentirme mejor conmigo misma primero para conseguir mi meta que no es más que
ser profesora. Soy consciente que puede que no lo consiga ya, pero para poder estar
más cerca necesito aprobar las oposiciones, aunque no sea fácil por la parte de
baremación que influye y mucho. Pero tengo un solo objetivo que sé que me hará feliz,
tener mi aula y mis niños. Quiero hacer miles de cosas nuevas, aportar ideas e ilusión
por aprender de manera diferente a como hoy conocemos. Tengo ganas, pero no
visualizo el final porque no me veo sacándome las oposiciones por todo esto que me
pasa a nivel sentimental que no me deja avanzar.

SOBRE LO QUE NECESITAS:

6. ¿Qué te trae hasta aquí? ¿Qué necesitas y en qué te puedo ayudar?


Me siento decaída, sin ganas, sin ánimos. Lo califico como “un bichito” que me impide
hacer las cosas. La gente de mi alrededor siempre ha resaltado de mi la fuerza de
voluntad pero ahora siendo que no tengo ninguna, para hacer nada.
He perdido los horarios, no tengo ilusión, lloro porque sí, extremadamente sensible a
todo, es como que no tomo buenas decisiones, no sé por dónde empezar, ni
planificarme ni organizarme, no cumplo objetivos, eso me frustra y no me siendo bien
ni realizada lo que me hace frustrarme más y castigarme continuamente mentalmente.
Aunque puede resultar una tontería porque a todos nos pasa el otro día me olvidé de
palabras, concretamente escoba y mantequilla. Sabían lo que era, lo veía pero no era
capaz de decir la palabra y me asusté un poco.
Aunque para nada tengo pensamientos malos pero ha llegado un momento en que
este sentimiento de malestar y tristeza profunda, a todas horas la he normalizado. Y
me he dado cuenta que una vida así no merece la pena y lo tengo que cambiar.
Aunque no consiga lo que quiero en la vida, pero tengo que sentirme bien y ser feliz. Es
como que en todo momento suelto suspiros de pena y literalmente siento como una
nube en mi cabeza que no sé qué hago y no tomo buenas decisiones. Además, me he
Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

dado cuenta que tienen que tomarla los demás por mí, hasta para ir a un bar a tomar
algo.
Pero sobre todo y que considero primordial es el sueño. No duermo desde septiembre,
no tengo energía, no puedo memorizar, no puedo concentrarme y me cuesta
levantarme de la cama. Siento que no puedo más, tengo que dormir porque el no
descansar hace que todo lo demás vaya de la mano.
Ando como pollo sin cabeza por la vida.

7. ¿Cuál es tu objetivo principal con estas sesiones? ¿Qué esperas conseguir?


Sentirme mejor, aumentar mi autoestima si es eso lo que falla, e independientemente
de lo que consiga sentirme feliz con lo que tengo y he hecho. Sé que en el momento e
que yo remonte, podré, mejor o peor pero me conozco y siempre lo he hecho. Pero
necesito, por así decirlo, volver a ser como era.

8. ¿Por qué conmigo y no con otro/a profesional?


Porque mi amigo Arturo y mi amiga Marina que actualmente está acudiendo a ti, me
han recomendado. Sinceramente he ocultado durante mucho tiempo esto, lo hice en
2019 y nadie se enteró cómo estaba pero este año al darme cuenta que me está
sucediendo lo mismo lo he “medio contado” y mi pareja y mis amigos me han insistido.
Es verdad que me he negado. Y en cierto modo me sigo negando. No sé cómo alguien
“me puede ayudar” si es algo interno de mi mente y que yo sola tengo que solucionar,
como siempre. Pero decido confiar y como he dicho, los demás tienen que tomar la
decisión por mí ya que hasta ellos me escribieron el texto para enviarte y ahora me
siendo bien de empezar con esto.

9. ¿Cómo me has conocido?


Por mis amigos.

_____________________________________________________________

Bienvenida, personita especial… Ya formas parte de esta humilde familia :)

Estoy muy feliz y orgullosa de que hayas dado este gran paso y muy agradecida por ser
yo quien te acompañe en el camino. ¡Vamos a por todas!

Gracias de corazón. Me siento muy especial y tú también lo eres para mí.


Nos vemos prontito.

❤️ Rocío Estébanez

FIRMA DE LA PERSONA ESPECIAL (firma o nombre y DNI)


Rocío Estébanez – Psicóloga y Coach

También podría gustarte