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¿QUÉ LE HACE FALTA A LOS PROYECTOS DE EDUCACIÓN EN EL PAÍS?

Los desafíos y circunstancias que impone la actualidad del país, económica y socialmente,
demanda personas que sean agentes de cambio, el gobierno y las universidades se han
dado cuenta de una realidad y es que sus egresados no deben prepararse para ser
empleados, se necesitan personas no que se adapten y se mimeticen al medio donde están
circunscritos, sino más bien que sean capaces de transformarlo con iniciativas nuevas, que
sean capaces de generar riqueza, capaces de proponer y moldear o de transformar las
condiciones de su entorno a sus necesidades, capaces de ver oportunidades. Es aquí donde
juega un rol importante aprender a estructurar y diseñar proyectos, así como también
desarrollarlos y llevarlos a feliz término.
La investigación y los proyectos educativos por lo general se hacen en las universidades,
muchas veces como trabajos de grado, el verdadero desafío es que la investigación se
vuelva rutina de la práctica pedagógica de los docentes. Hacer cambiar la visión que de sus
prácticas tienen estos, y que comprendan que la investigación dinamiza su quehacer
pedagógico, le da un nuevo sentido y un grado de incertidumbre en el buen sentido de la
palabra, ya que desarrollar estas habilidades (investigación y desarrollo de proyectos)
permite encontrarse con desafíos nuevos que permiten que el día a día del docente sea
diferente.
Un proyecto educativo según Fernanades y Guimaraes es una iniciativa o conjunto de
actividades con objetivos claramente definidos en función de un problema, dicha definición
no dista mucho de la definición general de proyecto, en lo que si se distancia de los demás
tipos de proyectos es que su finalidad está orientada a la formación humana, a la
construcción de conocimiento y a la mejora de procesos educativos (Fernandes y
Guimaraes 2016). Es el tipo de producto lo que distingue a un proyecto educativo, y
también que están circunscritos al área académica.
Hay que decir que dependiendo del carácter del proyecto y de lo ambicioso de este
implicará más o menos personal para su desarrollo, habrá proyectos educativos de aula así
como también proyectos más grandes de carácter regional y hasta nacional.
Cuando un proyecto es personal, es decir, de aula son muchas las actividades a realizar por
una sola persona pero sin importar el tamaño de este debe realizarse a cabalidad todos los
procesos y secuencias para que éste llegue a feliz término.
El primer aspecto a analizar es la identificación de la situación problema o necesidad que
da origen al proyecto. Como todo tipo de proyecto debe cumplir con las fases necesarias
como son: iniciación, planificación, ejecución, seguimiento y control y el cierre (Palacios,
2000).
Para hacerse viable, y lograr sus fines y objetivos, la planeación tiene siempre necesidad de
tomar en cuenta las condiciones y limitaciones del contexto político-económico y socio-
cultural en que opera (Álvarez Isaías 2004)
Todos los proyectos, deben ser gerenciados. La gerencia de proyectos es la disciplina que a
partir de una serie de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas permite alcanzar
los objetivos de un proyecto.
La gestión de la integración de un proyecto educativo contempla todas las actividades y
procesos para llevar a cabo el proyecto dentro de los límites de costos tiempo y recursos
establecidos, previendo todas las acciones que de este se desprendan, todas las etapas y/o
procesos necesarios y la forma como estos se integran además de establecer
responsabilidades y funciones a los actores del proyecto, es decir, a cargo de quien está el
desarrollo de cada actividad.
La gestión del alcance de un proyecto educativo tiene que ver con planificar, enunciar,
validar y controlar el alcance de éste, teniendo en cuenta sus límites y las necesidades y
expectativas de todos los interesados así como establecer la estructura de desglose de
trabajo (EDT), por ejemplo si desde el principio se define que un proyecto de integración
de las TIC con el área de matemáticas en el grado décimo, se debe respetar los límites
impuestos, ya que cambiarlos supone que cambiarían los tiempos, costos y recursos, así
como también sufriría cambios la gestión de la integración del proyecto. Lo mejor será
observar cómo se llevó a cabo el proyecto, que enseñanzas dejó, luego, plantear un nuevo
proyecto que sea más inclusivo.
Es indispensable que el proyecto se realice en el marco de un cronograma de tiempo
diseñado y pensado para que éste se desarrolle con normalidad, a esto es a lo que se refiere
la gestión del alcance del tiempo en un proyecto educativo. Es importante que se estime
cuanto tiempo necesita cada actividad ya que la sumatoria de todos estos tiempos
individuales de las actividades, es el tiempo que demorará el proyecto en realizarse. Es
importante revisar proyectos similares, experiencias anteriores para poder hacer estos
cálculos. En un proyecto educativo relacionado con TIC es necesario poder prever
situaciones que podrían extender el cronograma de actividades tales como licencias de
funcionamiento, mantenimiento de equipos, vigencia de los planes de conexión a internet o
la calidad de la señal de éste, entre otros. Si alguna de estas variables llegaran a afectar la
realización del proyecto sería necesario hacer ajustes al cronograma, lo que indica que hay
que hacer monitoreo al cronograma del proyecto y en caso de algún imprevisto publicar los
ajustes hechos a éste, proponiendo nuevas fechas de finalización de las actividades. Algo
que no se debe dejar pasar es establecer la secuencia de las actividades revisando la
dependencia entre éstas, otra cosa importante es contar con los insumos necesarios para no
tener retrasos.
Por último los costes del proyecto juegan un papel importante, es necesario hacer una
estimación del presupuesto general del proyecto, revisando cual es el coste de cada una de
las actividades y cada una de las etapas, además vigilar de cerca esos factores que puedan
influir y crear variaciones para poder tener control del presupuesto de este.
Finalmente podemos inferir que es importante identificar las oportunidades de progreso,
que manejar las herramientas de diseño y gerencia de proyectos permiten tener un plus y
estar a la vanguardia profesionalmente, que la formación en proyectos es transversal, no
solo en campo laboral sino también aplicable a lo personal, a las finanzas al
aprovechamiento del tiempo, a las oportunidades de negocio y muchas cosas más.

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