Está en la página 1de 17

DEMANDA ORDINARIA – RECLAMA INCAPACIDAD LABORAL –

PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD LEY 24.557.-

Sr. Juez de Conciliación:

PARRELLO, SERGIO MARCEL, Documento de


Identidad Nro. 35721491, de nacionalidad argentino, mayor de edad, nacido el día
15/08/1993, de estado civil soltero, de profesión empleado de la construcción
(actualmente sin empleo), domiciliado realmente en calle Cabo Osvaldo Castillo N° 484
de la localidad de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba y constituyéndolo a los
efectos legales en calle Rondeau Nro. 26, 2º piso, barrio Nueva Córdoba de esta ciudad
de Córdoba, ante V.S. comparezco y respetuosamente digo:

OBJETO
Que por los fundamentos jurídicos que se expondrán más
adelante vengo por la presente a entablar demanda ordinaria en contra de ASOCIART
S.A. A.R.T., con domicilio real en calle Bv. Chacabuco Nº 451, Barrio Nueva
Córdoba de esta Ciudad de Córdoba, persiguiendo el pago de las reparaciones y
prestaciones que más adelante indicaré, la que asciende a la suma de PESOS
SEISCIENTOS CATORCE MIL SETECIENTOS OCHENTA Y NUEVE CON
32/100 ($614.789,32) o el importe que en definitiva resulte de la prueba a rendirse en
autos, a cuyo valor deja reajustada su pretensión, con más intereses legales, costas
causídicas y previsión del art. 99 inc. 5 de la Ley 8.226, todo ello en mérito a los
antecedentes y fundamentos que expongo:

EL CONTRATO
Que desde el día 29/01/2018 trabajo bajo relación jurídica
laboral, (técnica, jurídica y económica) bajo las órdenes de la firma “FABREZE
CONSTRUCCIONES S.R.L.”, C.U.I.T. Nº 30-71471469-0, con domicilio en calle
Pasaje Lituania Nº 2136, Barrio Alto General Paz de esta Ciudad de Córdoba. Que
actualmente me encuentro desvinculado de dicha empresa, atento a la renuncia realizada
por esta parte por los constantes dolores que me aquejaban y me siguen aquejando en la
actualidad.
Que realicé tareas de “oficial albañil” del convenio colectivo
de la industria de la construcción aplicable a la actividad.
Que prestaba dichas labores en el edificio de 9 (nueve) pisos que la firma
está construyendo en calle Chile hasta mediados de octubre del año 2018, pasando luego
a trabajar en una obra que la patronal estaba realizando en Barrio General Paz (más
precisamente en calle General Deheza) estando allí un breve periodo de tiempo para
luego volver a prestar labores en la construcción de calle Chile mencionada
precedentemente. Que mi actividad principal en la empresa consistía en la carga y
descarga de materiales (bolsas de cemento, cal hidratada, ladrillos, hercal, hierros) como
así también revocar paredes y techos en altura, entre otras actividades de no menor peso
y esfuerzo. Vale la pena aclarar que mi ex empleador se dedica principalmente a la
construcción, reforma y reparación de edificios residenciales (incluye la construcción,
reforma y reparación de viviendas unifamiliares y multifamiliares; bungaloes, cabañas,
casas de campo, departamentos, albergues para ancianos, niños, estudiantes, etc.). Que
dichas actividades las llevaba a cabo sin ningún elemento de protección.
Que mi jornada de trabajo se extendía de lunes a viernes, ingresando a las
08:00 horas y finiquitando la misma a las 13:00 horas y de 14:00 horas hasta las 18:00
horas, aclarando desde ya que según la necesidad de la empresa y a requerimiento
siempre de la patronal la jornada y cantidad de horas de trabajo podía variar.
Que ingresé en la fecha señalada ut-supra en excelente estado de salud y
apto para realizar cualquier tipo de tareas.

EL ACCIDENTE DE TRABAJO
El día mates 04/12/2018, siendo aproximadamente las 15:00 horas sufrí
un accidente de trabajo en circunstancias en que me encontraba desempeñando mis
funciones habituales, más específicamente mientras revocaba en altura (3-4 metros de
altura) del tanque de agua del edificio ubicado en calle Chile, sin andamio ni elemento
de seguridad alguno, parado en “una percha” improvisada agarrada de la parte superior
del tanque, se quiebra el tablón donde estaba parado. Que, como consecuencia, caigo
desde aproximadamente 4 metros de altura apoyando ambos pies, sintiendo
inmediatamente un fuerte dolor en pies, tobillos, piernas, articulaciones inferiores y
región lumbar. Que se realiza inmediatamente la correspondiente denuncia a la ART
aquí demandada por parte de mi empleador. Consecuentemente soy trasladado hasta el
centro prestador de la A.R.T., donde se me realizan estudios médicos y las primeras
atenciones.
Como resultado de este infortunio laboral que sufrí, “ASOCIART S.A.
A.R.T.”, realiza la apertura de Siniestro bajo el Nro. 3-265071, aceptando dar cobertura
al accidente de trabajo de referencia y brindándome prestaciones médicas las cuales
cumplí acabadamente (fisioterapia).
Que con fecha 28/12/2018, la aseguradora me otorga constancia de alta
médica/fin de tratamiento por intermedio del Dr. Ezequiel L. Martino, M.P. 37229,
diagnosticándome “contusión del tobillo”, pero maliciosa y arbitrariamente lo hace sin
establecer secuelas incapacitantes y sin prestaciones de mantenimiento, debiendo
retornar al trabajo a pesar del persistente dolor que me aquejaba y aun me aqueja.
Ante la persistencia del dolor y la negativa de la A.R.T. de fijar
porcentaje de incapacidad por el accidente de trabajo descripto ut-supra, concurrí a la
COMISIÓN MEDICA N° 005 con fecha 17/07/2019, ref. expte. SRT N° 225735/19,
obteniendo con fecha 24/09/2019 dictamen médico por divergencia en la determinación
de incapacidad, dictaminando dicha comisión que la contingencia revestía el carácter de
accidente laboral, diagnosticándome contusión de rodilla, pero arbitrariamente dispone
que no han quedado secuelas incapacitantes devinientes de la contingencia que motivan
estas actuaciones, no fijando, en consecuencia, porcentaje de incapacidad alguno. Todo
ello según el funcionario público Dr. Carlos Mauricio Quinteros, M.P. 132467 y Dr.
Fabián Daghero, M.P. 159716.
Que dicha conclusión arribada por la Comisión Médica 005 lo es en
forma absolutamente injustificada y carente de sustento fáctico y legal sin dar un solo
fundamento válido para no establecer porcentaje de incapacidad, motivo por el cual
impugno en la presente demanda dicho dictamen, carente de sustento legal, arbitraria,
antojadiza y violatoria de mis derechos.
Como se verá a lo largo de esta demanda, esa decisión carece de todo
fundamento fáctico, científico y médico, por lo que debe ser rechazada.

IMPUGNACIÓN – APELACIÓN DEL DICTAMEN DE LA


COMISIÓN MÉDICA 005
Por la presente acción formulo solicito la declaración de
inconstitucionalidad de los artículos 46 inciso 1º, 8 inciso 3º, 21 y 22 LRT pues la
competencia federal no surge del sistema de reparto de competencias constitucionales,
por lo tanto resulta competente el Sr. Juez de Conciliación de la justicia ordinaria,
conforme lo ha resuelto la CSJN en Castillo. Además, no puede exigirse cumplimiento
de trámites ante las comisiones médicas pues se trata de organismos federales y, por
ende, tal exigencia previa resulta inconstitucional. Solicito la aplicación directa e
inmediata del precedente “Obregón, Francisco Víctor c/ Liberty ART” (17/04/2012)”
donde la CSJN declaró que “la habilitación de los estrados provinciales a que su
aplicación de lugar no puede quedar condicionada o supeditada al previo
cumplimiento de una vía administrativa ante “organismos de orden federal”, como
lo son las comisiones médicas previstas en los arts. 21 y 22 de la LRT”, fallo en el cual
la propia Corte se remite al precedente Castillo, donde declaró inconstitucional el art. 46
LRT disponiendo que los tribunales ordinarios (y no los federales) resultan competentes
para entender en reclamos de trabajadores derivados de la LRT. Las normas atacadas
lesionan el reparto de competencias constitucionales.
Invoco, por cierto, los precedentes “AQUINO” Y “LLOSCO”, de la
CSJN.
Por lo expuesto, pido se declare la inconstitucionalidad de las normas
impugnadas, declarando la competencia del Tribunal y la no obligatoriedad de la
totalidad de los trámites ante las comisiones médicas.

IMPUGNA
Concretamente el dictamen de la Comisión Médica 005, resulta a
todas luces infundado y arbitrario. No cuenta con fundamentos médicos, científicos
y, menos aún, tiene conexión lógica y técnica con los hechos que se relatan en el
dictamen, los estudios médicos allí reseñados, el examen clínico efectuado y demás
antecedentes relevantes del caso.
En efecto, dicho dictamen menciona la presencia del accidente de
trabajo, los estudios realizados y demás menesteres, pero sin justificación alguna no
otorga porcentaje de incapacidad alguno de la T.O.
Así lo expresa el certificado médico que acompaño a esta demanda,
expedido por el Dr. RAUL HILARIO MAMANI, que reza lo siguiente:
“CERTIFICO por la presente que he revisado al paciente PARRELLO, Sergio
Marcel, de 26 años de edad, D.N.I. Nº 35.721.491.
Refiere que ingresó a trabajar como oficial albañil para la empresa FABREZE
CONSTRUCCIONES S.R.L., en excelente estado de salud. Momentos que realizaba
sus tareas habituales realizando revoque, se le quiebra el tablón y cae 3 metros de
altura sufriendo politraumatismos. Hecho ocurrido el día 04/12/2018
aproximadamente a las 15:00 horas, sufriendo las siguientes lesiones:
- Lumbalgia postraumático con limitación funcional……..…….…………….
……...07,00%
- Síndrome meniscal de rodillas bilateral postraumático con limitación
funcional.18,00%
Subtotal……………………………………………………….…….……….……25,00%
FACTORES DE PONDERACION:
Dificultad para tareas habituales intermedia 0 a 15 % (12 de 25%)………............…
3,00%
Amerita recalificación.…….no amerita……..
…........................................................0,00%
Edad……………………(de 21 a 30 y más años) …..………….…….……….…………1,00%
TOTAL……..……...…………………………….………….………….…………29,00%

FUNDAMENTOS: Formulo divergencia con el dictamen médico de fecha 24/09/2019


correspondiente al Expte. S.R.T. Nº 225735/19 por medio del cual se dispuso no
asignarle porcentaje de incapacidad al Sr. Sergio Marcel Parrello, por considerar que
el accidente de trabajo no le generó esta incapacidad secuelar. Los motivos de la
divergencia radican en que conforme surge del examen clínico posterior al alta médica
y dictamen de Comisión, así como de los estudios médicos complementarios aportados
por el paciente (RMN de columna lumbosacro y RMN de ambas rodillas) surge que a
raíz del politraumatismo secundario a un accidente que sufrió en su lugar de trabajo.
Al examen de columna lumbar a la inspección se palpa contractura paravertebral en
región lumbar, dolor a la movilidad de la cintura que se irradia hacia ambos glúteos,
muslos y piernas, tono, trofismo y fuerza de ambos miembros inferiores alterados.
Marcha en puntas de pie y talones con dificultad. Lasegue (+) bilateral Waserman (+)
bilateral. Limitación funcional de columna dorsolumbar a la flexión, a la extensión, a
la rotación derecha, a la rotación izquierda, a la inclinación derecha y a la inclinación
izquierda. Al examen físico de rodilla derecha a la inspección edema rotuliano, choque
rotuliano (+), bostezo interno (+), sigmo meniscal (+), perimetria a 7 cm del reborde
superior de la rótula lado derecho 37 cm. Limitación funcional de rodilla izquierda a
la flexión y a la extensión. De conformidad con el Decreto 659/96 que contiene la tabla
de evaluación de incapacidades contempla, dentro de las LESIONES
OSTEOARTICULAR – LA COLUMNA LUMBAR, tenemos las lumbalgias
postraumáticas con severas alteraciones clínicas, radiográficas y electromiográficas,
una incapacidad de entre el 5 y 10% - lesiones de miembros inferiores-, y tenemos las
lesiones meniscos–ligamentarias y la limitación funcional de la rodilla, entendiendo
este galeno que en el caso particular y de conformidad con la lumbalgia postraumático
con limitación funcional y el síndrome meniscal de rodillas bilateral postraumático con
limitación funcional, la incapacidad secuelar es de un 25,00%, sumados los factores de
ponderación explicitados arriba al 29,00% indicado.
CONCLUSION: De acuerdo a la anamnesis, examen físico, estudios médicos
complementarios y utilizando el Baremo Ley 24.557 se llega a la conclusión de que el
paciente padece de una incapacidad actual, parcial y permanente del 29,00% de la
T.O. Calificándola como ACCIDENTE DE TRABAJO.
Córdoba, 13 de diciembre de 2019.
FDO. DR. MAMANI RAUL HILARIO - Médico Cirujano M.P. 26470/5. -
Especialista en Geriatría M.E. 10805. - Especialista en Medicina del Trabajo M.E.
13038.”

EL DAÑO PROVOCADO POR EL ACCIDENTE DE TRABAJO –


MARCO LEGAL
Como expliqué, debí solicitar la intervención del Dr. RAUL HILARIO
MAMANI, médico especializado en Medicina del Trabajo, quién diagnosticó:
“lumbalgia postraumático con limitación funcional y el síndrome meniscal de
rodillas bilateral postraumático con limitación funcional”. Medico-legalmente debe
ser calificada como accidente de trabajo, el que me genera una incapacidad actual, parcial
y permanente, sumados los factores de ponderación, del 29,00% de la T.O.
Dichas lesiones incapacitantes quedan atrapados dentro de la ley 24.557,
pues se trata de riesgos cubiertos (art. 6°) y su artículo 1° dispone que “La prevención de
los riesgos y la reparación de los daños derivados del trabajo se regirán por esta LRT y
sus normas complementarias”, y en su inciso b) establece que entre los objetivos de la ley
está “reparar los daños derivados de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales
incluyendo la rehabilitación del trabajador damnificado”.
Por cierto que la ley debe aplicarse conforme la doctrina fijada por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, a partir de los fallos “Castillo Ángel c/ Cerámica
Alberdi SA” (inconstitucionalidad del art. 46 inc. 1° LRT); “Aquino, Isacio c/ Cargo
Servicios Industriales SA” (inconst. del art. 39 inc. 1° LRT); “Milone Juan c/ Asociart
ART” (inconstitucionalidad del pago en renta periódica) y la jurisprudencia dicho
Tribunal en la materia.

LA RESPONSABILIDAD DE ASOCIART S.A. A.R.T.


La A.R.T. demandada es traída a juicio como responsable de las
prestaciones en especie y dinerarias que establece la L.R.T., en este caso por las lesiones
diagnosticadas que provocan incapacidad laboral permanente, calificada médico
legalmente como accidente de trabajo.

MONTO DE LA INDEMNIZACIÓN - LEY 24.557 - LEY 26.773 –


DECRETO 1694/2009
El siguiente cálculo será realizado de acuerdo a lo establecido por la Ley
24.557 y la Ley 26.773 y el art. 2 del Decreto 1694/2009.-
-Valor mensual de ingreso base: $12.041,22 (valor correspondiente a la
remuneración del mes de diciembre de 2018, solicitando la inconstitucionalidad de la
forma de calcular el IBM establecido en la LRT.).-
- Edad: 65: 25 (edad al momento del accidente laboral) = 2,6.-
- Porcentaje de incapacidad: 29,00%.
- Cálculo indemnización incapacidad permanente parcial:
53 x $12.041,22 x 2,6 x 29,00% = $481.191,23.-
b) Conforme a lo normado por el art. 17 inciso 6 de la Ley 26.773, en
cuanto establece que “Las prestaciones en dinero por incapacidad permanente, previstas
en la ley 24.557 y sus modificatorias, y su actualización mediante el decreto 1694/09, se
ajustarán a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley conforme al índice RIPTE
(Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la
Secretaría de Seguridad Social, desde el 1° de enero del año 2010”. Asimismo, solicito
en este acto que el valor resultante de la incapacidad que padezco se actualice al
momento de la sentencia de acuerdo al índice RIPTE. Según la Nota G.C.P. Nº
18437/18 (Notas emitidas como circulares internas a las A.R.T. por la Subgerencia de
Control de Entidades - Superintendencia de Riesgos del Trabajo) con vigencia desde el
01/09/2018 al 28/02/2019, el monto mínimo para los siniestros acaecidos en dicho
período es de $1.766.636.-
Entonces: $1.766.636 x 29,00% = $512.324,44.-

A los montos parciales detallados anteriormente se le debe adicionar la


compensación del 20% dispuesta por el artículo 3 de la Ley 26.773 por los daños
efectivamente sufridos por el trabajador y que palmariamente no son cubiertos
por los métodos de cálculo establecidos por la Ley 24.557.-

En virtud de lo manifestado previamente solicito se adicione dicho 20%,


de acuerdo al siguiente calculo: $512.324,44 x 20% = $102.464,88.-

Que la Ley 26.773, en su artículo 3, establece una indemnización


adicional de pago único en compensación por cualquier otro daño no reparado por la
fórmula establecida por la L.RT. En esta línea argumental la Corte Suprema de la
Nación ha receptado en sucesivos pronunciamientos el concepto de reparación integral,
estableciendo que cuando la víctima resulta disminuida en sus aptitudes físicas o
psíquicas en forma permanente debe ser objeto de reparación al margen de lo que pueda
corresponder por el menoscabo laborativo y por el daño moral pues la integridad física
tiene por sí misma un valor indemnizable.-

En definitiva la suma que me corresponde en virtud de la incapacidad


que me aqueja al día de la fecha, resulta de los siguientes rubros:

a) $512.324,44.-

b) $512.324,44 x 20% (Artículo 3 Ley 26.773) = $102.464,88.-

c) $512.324,44 + $102.464,88 = $614.789,32.-

El monto total que me corresponde en concepto de prestación dineraria


por la incapacidad que padezco, a causa del accidente de trabajo que sufrí como
consecuencia de las tareas prestadas para con mi empleadora, asciende a la suma de
PESOS SEISCIENTOS CATORCE MIL SETECIENTOS OCHENTA Y NUEVE
CON 32/100 ($614.789,32).-

El monto reclamado es estimativo y al solo efecto de cubrir recaudos


procesales, quedando el monto definitivo a lo que en más o en menos resulte de la
prueba a rendirse en autos, todo ello con más actualizaciones, intereses, costas y a la
aplicación del índice RIPTE que el Tribunal de mérito estime correcta.-
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 12 LEY 24.557
(INGRESO BASE)

Esta norma establece que para determinar el “ingreso base” se


computarán las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones, devengadas en los 12
meses anteriores a la primera manifestación invalidante o fecha del accidente, o por el
tiempo de prestación de servicios si fuera menor a un año.

La norma cuya invalidez constitucional dejo planteada en esta demanda,


vulnera en forma arbitraria, irrazonable e injustificada el derecho de propiedad y a una
adecuada cobertura de los riesgos de trabajo, pues en el marco de un proceso
inflacionario (que no fue tenido en cuenta por el legislador al momento de sancionar la
norma, pues en 1995/96 existía estabilidad relativa de precios y salarios), al tomarse
salarios depreciados se reduce injustificadamente la cobertura y reparación del daño.

Obsérvese que la base económica que corresponde utilizar para liquidar


la prestación dineraria por incapacidad parcial y permanente, debe necesariamente tener
relación con la remuneración normal y habitual que el trabajador víctima de la
enfermedad devengó por todo concepto al momento de ocurrir el daño o bien al
momento de calcularse la reparación, es decir, con la ganancia o contraprestación total
devengada por su trabajo, y para ello debe tomarse el salario vigente al momento en que
nace la obligación de otorgar las prestaciones. La norma impugnada, art. 12 LRT,
dispone el pago de prestaciones dinerarias computando una base económica inferior, y
que además perdió toda significación económica respecto al poder adquisitivo, a la
evolución del salario y demás precios de la economía. Pero además toma un salario
previsional, o sea sujeto a cotizaciones previsionales, que es inferior al salario
devengado.

En este caso se utilizarían salarios que se encuentran desactualizados, y


la prestación calculada sobre esa base perdería todo valor reparatorio y vinculación con
el salario de la víctima al momento a partir del cual nace la obligación resarcitoria o de
otorgar la prestación dineraria.

En efecto hubo un aumento nominal, producto del proceso inflacionario y


de indexación de los precios de la economía, de más del 35% en la mayoría de los
sueldos básicos. Y la magnitud de esas diferencias impacta directamente sobre el monto
de la reparación o prestación dineraria. Si se toma un salario desactualizado se provoca
un menoscabo al derecho a una justa reparación (arts. 17 y 19 CN) y en consecuente
enriquecimiento a favor de la deudora. Por ello, solicito que se tome como ingreso base
mensual el importe correspondiente a la remuneración del mes de diciembre del año
2018 (mes en el cual se produjo el accidente de trabajo según lo descripto
precedentemente), la cual asciende a la cifra de Pesos Doce Mil cuarenta y uno con
22/100 ($12.041,22).-

Pido, entonces, que el Tribunal de sentencia declare inconstitucional


dicha norma por el motivo indicado, al vulnerar garantías constitucionales como las de
los arts. 14 bis (principio protectorio); 17 (propiedad), 19 (alterum non laedere), de la
Constitución Nacional. Y disponga que a los fines del cálculo debe computar el último
ingreso mensual que por todo concepto percibí y no sólo aquello que esté sujeto a
retención.

Al respecto ha dicho la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo:

“Corresponde declarar la inconstitucionalidad del art. 12 de la ley 24.557


(Adla, LV-E, 5865) y de la consecuente sustitución del ingreso base por la
remuneración mensual devengada por el accionante a los efectos de cuantificar las
prestaciones económicas a cargo de la aseguradora demandada, toda vez que la norma
resulta reprochable en tanto dispone para el trabajador accidentado un importe inferior
al que normalmente le correspondería como contraprestación de su labor.”

PLANTEO DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 24.432


Dejo planteada la inconstitucionalidad de la ley 24.432, en cuanto limita
la responsabilidad por el pago de las costas procesales, estableciendo que no excederán
del 25% del monto de la sentencia, laudo, transacción o instrumento que pongan fin al
diferendo.
Esta disposición legal resulta violatoria del art. 16 de la C.N. pues tanto
el deudor como el acreedor de un crédito por honorarios judiciales son tratados de un
modo diferente del resto de los deudores y acreedores, lo cual significa un menoscabo al
derecho de propiedad del trabajo profesional que se presume oneroso.
Los honorarios que en definitiva prosperan son ficticios y no representan
la verdadera decisión del Juzgador.
La reducción de honorarios implica una confiscación al patrimonio de los
beneficiados (art. 17 C.N.), pues la valoración de las tareas cumplidas que realiza el
magistrado al dictar sentencia, constituye un derecho adquirido, una vez que ésta queda
firme.
Por otra parte, la circunstancia de que el monto definitivo a percibir por
los letrados dependa de la cantidad de auxiliares de la justicia actuantes en la causa,
constituye una evidente violación del principio de igualdad (art. 16 C.N.).
La reducción, además de ser injusta, se constituiría en un
enriquecimiento sin causa para el deudor.
Por otra parte, la regulación de honorarios de abogados y demás
profesionales, como peritos, y demás auxiliares de la Justicia, y en general las costas de
los procesos judiciales son de naturaleza procesal y es materia reservada a las provincias
y el legislador nacional, quien carece del poder constituyente para privar a las
provincias de sus facultades reservadas, no puede violar tal disposición.
Si bien es atribución del Congreso Nacional el dictado del Código Civil y
sus sucesivas reformas (art. 75 inc. 12 C.N.), lo que no puede hacer el Congreso es- por
la vía de presuntas modificaciones al Código Civil- afectar o invadir las facultades
reservadas por la Constitución a las Provincias como privativas e inalienables de ellas.
La limitación al tope de honorarios no es una materia del derecho común
sino que hace al ejercicio profesional, y a las costas del proceso, cuya reglamentación
es atribución exclusiva local y no federal.
Así también lo ha entendido la Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo en la causa “Díaz, Claudio Miguel vs. Exa Argentina S.A. y otro” fechado el
24-04-2012.
En dicho precedente la CNAT entendió que “resulta procedente el
recurso de apelación interpuesto por el actor contra la resolución del juez de grado que
decidió prorratear los honorarios regulados con fundamento en lo establecido en el art.
8, Ley 24432 en cuanto limita la responsabilidad por el pago de las costas de primera
instancia al 25 % del monto de la sentencia”. A su turno, la Cámara declaró la
inconstitucionalidad de la limitación de responsabilidad regulada en el último párrafo
del art. 277, LCT, en tanto configura una excepción injustificada a la normativa general
en materia de costas y honorarios, contrariando así principios de orden superior
referidos a la igualdad ante la ley (art. 16, Constitución Nacional). En tal orden, no se
advierte el motivo por el cual a los profesionales que actúan en el ámbito del derecho
del trabajo se les impone una limitación a la hora de percibir sus honorarios en beneficio
de la parte obligada al pago.
Por lo tanto la aplicación de la ley 24.432 implica la violación del
Artículo 5° CN: “El Gobierno federal garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus
instituciones”; Artículo 75, inc. 12 CN: “Corresponde al Congreso... dictar los Códigos
Civil... en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las
jurisdicciones locales”; Artículo 121 CN: “Las provincias conservan todo el poder no
delegado por esta Constitución al Gobierno federal y el que expresamente se hayan
reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación”; Artículo 122 CN: “(Las
provincias) Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas”; Artículo 125
CN: “Las provincias... pueden conservar organismos de seguridad social para... los
profesionales”.
Así pido que se resuelva declarando la inconstitucionalidad de la norma
impugnada y los honorarios sean regulados conforme las normas procesales locales, sin
limitaciones impuestas en ese régimen, que sólo podría aplicarse en jurisdicciones
nacionales.

INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTS. 21 Y 22 DE LA LEY


24.557
Los pronunciamientos emitidos por las Comisiones Médicas no ofrecen
garantía de justicia alguna, ya que el trámite administrativo previsto por la Ley 24.557
no respeta entre otras tantas cosas el principio de bilateralidad, pilar fundamental
del derecho del trabajo y del ordenamiento jurídico argentino.-
En el tramite previsto ante dichas Comisiones, el trabajador no cuenta
con la posibilidad de controlar las actuaciones, ni de contar con asesoramiento
médico, por lo tanto no tiene la oportunidad de oponerse al acto, ni de verificar su
regularidad.-
El principio de bilateralidad, al cual venimos haciendo referencia, se
relaciona directamente con la garantía de audiencia que establece el párrafo segundo del
art. 14 de la Constitución Nacional. El principio de contradicción es una de las
formalidades esenciales de todo procedimiento, principio que como lo mencionáramos
anteriormente no es respetado en el tramite previsto por la Ley 24.557 ante las
Comisiones Médicas.-
Los pronunciamientos de la Comisión Médica son nulos por las
siguientes razones:
a) La Comisión Médica resulta ser un Órgano Federal. La Corte Suprema
de Justicia de la Nación ya ha determinado claramente a partir de la causa “CASTILLO
C/ CERÁMICA ALBERDI” que la L.R.T. es materia de Derecho Común y que no
existe razón que justifique su federalización, máxime cuando a través de la misma se
viola la Constitución Nacional, pues la causa versa sobre una facultad no delegada por
las Provincias a la Nación.-
Siendo tal como se expresó supra un Órgano Federal, el trámite ante la
misma resulta ser inconstitucional, y por ello, su pronunciamiento resulta viciado de
nulidad.-
b) El pronunciamiento de Comisión Médica resulta ser un acto
administrativo y como tal debe reunir una serie de requisitos para no resultar nulo.-
Específicamente, debe estar debidamente fundado. Esa fundamentación
implica necesariamente indicar las características físicas del trabajador (peso, altura,
talla, contextura, etc.), indicar concretamente en qué consistió la revisación física y que
métodos fueron utilizados, correlacionar el examen médico con los estudios que se
practicaron y dar las razones por las cuales se determinó que no existe incapacidad de
origen laboral.-
El procedimiento ante la Comisión Médica, resulta violatorio del
requisito de la debida contradicción de la prueba y de la regla de la bilateralidad
de la audiencia. Los pronunciamientos carecen asimismo de la entidad procesal
necesaria para configurar un "dictamen".-
En esa línea argumental se ha expedido recientemente la Corte Suprema
de Justicia de la Nación a través de la Sentencia Nº O. 223. XLIV de fecha 17 de Abril
de 2012, en los autos: “Obregón, Francisco Víctor c/ Liberty A.R.T.”, declarando la
inconstitucionalidad de los arts. 21, 22 y dec. 717/96, y resolviendo sobre el fondo de la
cuestión planteada, desestimando las defensas interpuestas por la demandada.
En este fallo nuestra C.S.J.N. sostiene con absoluta claridad y siendo
coherente con sus anteriores pronunciamientos sobre Riesgos del Trabajo: “Que la
solución del litigio en los términos indicados importó, asimismo, una inequívoca
desatención de la doctrina constitucional afirmada por esta Corte en “Castillo, Ángel
Santos c/ Cerámica Alberdi S.A.” (Fallos: 327:3610 - 2004). En efecto, si bien ese
precedente no se pronunció sobre la validez intrínseca del varias veces mentado trámite,
fue del todo explícito en cuanto a que la habilitación de los estrados provinciales a que
su aplicación dé lugar no puede quedar condicionada o supeditada al previo
cumplimiento de una vía administrativa ante “organismos de orden federal”, como lo
son las comisiones médicas previstas en los arts. 21 y 22 de la L.R.T.”.
La doctrina sentada en los casos “Venialgo”, “Marchetti” y “Obregon”,
es coherente con el criterio ya expuesto por la Corte Suprema en “Castillo”, en el
sentido que siendo la materia de accidentes de trabajo de derecho común e interviniendo
en las mismas sujetos de derecho privado, como son los trabajadores y las A.R.T., no se
justifica la federalización del procedimiento, ni por lo tanto la intervención de la Justicia
Federal de la Seguridad Social, sino que corresponde intervenir a la Justicia del
Trabajo.-
De acuerdo a la doctrina de la Corte esta intervención de la Justicia del
Trabajo puede producirse haya, o no habido pronunciamiento de la Comisión Medica.-
Siendo así el damnificado puede dirigirse directamente ante la Justicia
del Trabajo sin pasar por la Comisión Médica, en cuyo caso y en virtud de la doctrina
del caso Castillo, la Justicia del Trabajo decide directamente el diferendo entre el
trabajador y la A.R.T., como cualquier otro dañado de nuestro sistema jurídico, y
aplicando las normas procesales locales.-
Y aun para el supuesto que haya intervenido previamente la Comisión
Médica, dados los argumentos vertidos por la Corte en los tres casos referidos, no existe
justificación para que la revisión de tales decisiones queden en manos de la Justicia
Federal.-
Las Sentencias dictadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
los casos “Castillo”, “Venialgo”, “Marchetti” y “Obregon” determinan como doctrina
de aplicación para todos los tribunales del país, de que las Comisiones Médicas creadas
por la L.R.T. al constituir organismos de carácter federal, son inconstitucionales, y los
trabajadores o los derecho habientes pueden ocurrir directamente ante los Tribunales de
Trabajo para reclamar las prestaciones dinerarias o en especie de la L.R.T., sin tener que
atravesar el laberíntico procedimiento ante las Comisiones Médicas. Estos fallos
determinan una instancia superadora de la notable desigualdad que sufren los
trabajadores que debían presentarse solos, sin defensa letrada, enfrentando las
estructuras de las compañías aseguradoras y sometiéndose a la decisión de las
cuestionadas Comisiones Medicas y en caso de disconformidad recorrer el largo camino
ante órganos distantes, federales e inespecíficos como son, la Comisión Medica Central
o la Cámara Federal de la Seguridad Social.-
En síntesis: La actual formación de las Comisiones Médicas no
permite que estas se constituyan en verdaderos Tribunales Administrativos,
simplemente y en el mejor de los escenarios posibles, estaremos en presencia de
funcionarios administrativos que emiten pronunciamientos sin la debida
fundamentación técnica, lógica y legal. Estos dictámenes, la mayoría de las veces,
parecieran tener por finalidad la eximición de los errores cometidos por la propia
Comisión Médica, en lugar de indagar el real estado de salud de los trabajadores.-
Es por ello que el damnificado debe, en forma imperativa, prescindir de
un procedimiento administrativo virtual y acudir a sede judicial para restaurar la
legalidad. Tengamos presente que con el ejercicio del derecho a la jurisdicción, la
persona ve realizado y garantizado efectivamente el derecho, y la sociedad, el
cumplimiento de altos fines, como las garantías de libertad, justicia, orden, paz y
seguridad.-
El actual procedimiento previsto ante las Comisiones Médicas, atenta
contra la seguridad jurídica, ya que se ve lesionado el principio de legalidad, cuando
el Poder Ejecutivo de manera arbitraria cercena derechos, sin haber sido debidamente
autorizado para ello por ley.-
La doctrina de los precedentes "Castillo", "Venialgo" y “Obregon”
constituye un todo armónico que conlleva la descalificación constitucional de los arts.
21, 22, 46, inc. 1, y de las normas pertinentes del Decreto 717/96 y demás normas
reglamentarias y complementarias. Las normas que regulan el procedimiento por ante
las comisiones médicas son incompatibles con el principio judicialista, el cual deriva de
la interpretación más pura y ortodoxa de la división de poderes. No está razonablemente
justificada la decisión del legislador de atribuir competencia a las Comisiones Médicas.
El sistema cuestionado no prevé el control judicial amplio y suficiente exigido por la
Corte Suprema en el caso "Ángel Estrada".-
En el marco de la garantía constitucional del debido proceso adjetivo está
incluida, indudablemente, la exigencia de idoneidad técnico-jurídica de los jueces o
tribunales, condición que no reúnen los integrantes de las comisiones médicas previstas
en el sistema de riesgos del trabajo. Los gastos que demande el funcionamiento de las
comisiones médicas son financiados en un porcentaje por las aseguradoras de riesgos
del trabajo; es decir, los médicos que deben resolver cuestiones jurídicas derivadas de
los accidentes y enfermedades del trabajo en procesos administrativos en los cuales son
parte aquellas entidades privadas son retribuidos con los fondos que parcialmente
aportan estas últimas.-
El procedimiento tramitado ante las Comisiones Médicas no garantiza la
igualdad de los trabajadores y sus derechohabientes ante los tribunales, ni el derecho
al debido proceso adjetivo en condiciones de plena igualdad, toda vez que, un
proceso en el cual el sujeto más desprotegido debe litigar frente a omnipotentes
organizaciones que cuentan con equipos médicos especializados y grupos de asesores
letrados altamente capacitados, ante "jueces administrativos" médicos, no es un
auténtico proceso de los que garantiza el art. 18 de la Constitución Nacional.-
El derecho de acceso a la justicia no se reduce al acceso formal, stricto
sensu, a la instancia judicial, sino comprende, además, el derecho a la prestación
jurisdiccional. El derecho de acceso a la justicia, dotado de contenido jurídico propio,
significa, lato sensu, el derecho a obtener justicia.
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 9 DE LA LEY 24.557

Resulta evidente que si el perito determina que la incapacidad que


padezco es permanente, no tiene ningún sentido que se diferencie si es provisoria o
definitiva, pues está claro que si es permanente es definitiva, pues si no sería provisoria.
Lo que se intenta con este juego de palabras es dilatar el pago de la indemnización que
me corresponde percibir, lo que evidentemente me acarrearía un grave perjuicio, pues se
atrasaría el pago de la suma de dinero que me corresponde percibir sin fundamento
jurídico ni médico alguno.-
Es por todo ello, que este artículo debe ser declarado inconstitucional, al
violar los artículos 14 y 17 de la Constitución Nacional y los Pactos Internacionales con
jerarquía constitucional referidos supra.-

RESERVA DEL CASO FEDERAL

Dejo introducidas las reservas del caso federal, para el supuesto que la
sentencia que recaiga en autos vulnere algunos de los derechos y garantías de rango
constitucional enumerados y citados a lo largo de esta demanda a fin de ocurrir ante la
CSJN por la vía del recurso de apelación extraordinario, artículo 14, ley 48.
DERECHO

Fundo mi pretensión en la ley 7.987, en las Leyes 24.557 y 19.587, en el


Decreto Reglamentario 351/79, en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, y toda
disposición legal aplicable al caso en cuestión.

PRINCIPIO “IURA NOVIT CURIA”

En el caso de que existiera un error en el encuadramiento de los hechos


en la ley, pido en virtud del mencionado principio, que el Juzgador corrija cualquier cita
equivocada, subsumiendo la norma legal al marco fáctico citado.

También podría gustarte