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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACION

CIENCIA Y TECNOLOGIA “UMECIT”

MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

PEDAGOGÍA EVOLUTIVA

ENSAYO

Una aproximación hacia la Conceptualización del “Entorno” o “Ambiente


Escolar” desde una perspectiva más holística, y su relación con la Educación
Actual.

Estudiante: Kety Milena Barreto Pico

Cédula de Identidad: 1067852506

Estudiante: Eugenio Jesús Gómez Hernández

Cédula de Identidad 11004163

Estudiante: Diego León Rivera Arango

Cédula de Identidad: 11000308

Estudiante: Carlos Geovannny Sánchez Pastrana

Cédula de Identidad: 1067941066

Profesor: Dr. Dra. Amelia Sarco

Cuatrimestre: II
Montería, mayo 03 de 2022

INTRODUCCIÓN

Los cambios rápidos e impredecibles acaecidos dentro del contexto tecnológico y

globalizado de la vida actual, han influido directa o indirectamente en muchas esferas de

la sociedad. Tal como modificar ámbitos en la familia, el trabajo y la educación. Esta

última, como uno de los entes principales para la formación complementaria del ser

humano, desde la primera infancia hasta la profesional, preparando a el individuo para

hacer frente a los desafíos que implican la construcción de su proyecto de vida y su

inmersión dentro de un contexto laboral cada vez más exigente. Sumado a lo anterior, el

momento que vivimos, denominado “sociedad del conocimiento”, que arrastra hacia un

mundo más competitivo en el que, desafortunadamente se quiera o no, quien esté menos

capacitado tendrá menores posibilidades frente a aquellos que lo estén.

Ahora bien, dada la influencia de los cambios socioculturales antes mencionados en el

ámbito educativo, se hace necesario, tener una idea más clara, por lo menos, acerca de

un concepto que está muy relacionado con el mismo, una noción aplicable y válida dentro

de cualquier etapa de la preparación académica, independientemente del grado o nivel:

básico, secundario e incluso universitario. Este concepto tiene que ver con lo que muchos

autores denominan “entorno escolar”, o “ambiente escolar” (en este trabajo cuando se

hable de ambiente escolar, se estará refiriendo indistintamente a cualquiera de los dos,

por ser sinónimos que comunican la misma idea). Así, el objetivo principal de este escrito
es tratar de acercarse al problema de los entornos de aprendizaje a partir de una revisión

bibliográfica, pero no con el propósito de establecer su delimitación conceptual, para

convertirse en una revisión exhaustiva, sino más bien, para intentar conocer la relación

de este con la educación actual. En otras palabras: ¿Qué relación hay entre la

concepción del entorno o ambiente escolar y su influencia en el escenario educativo

actual?

En este orden de ideas, el presente ensayo se estructurará de la siguiente manera:

primero se realizará una aproximación histórica general al concepto, a partir de diferentes

perspectivas teóricas, que no solo se circunscriban a la infraestructura física, o a la

relación del docente-estudiante en el aula tradicional, sino también desde lo pedagógico

y lo estético, teniendo en cuenta la incorporación de las nuevas mediaciones

tecnológicas, de la era de la información y el conocimiento, para mostrar, los puntos

sobre los cuales debe dinamizarse una reflexión más holística y completa sobre el

entorno escolar y la educación, en el mundo globalizado actual. Por último, se

establecerán las conclusiones más relevantes a este respecto.

Una aproximación hacia la Conceptualización del “Entorno” o “Ambiente

Escolar” desde una perspectiva más holística, y su relación con la Educación

Actual.

En términos generales, existen varias disciplinas que se relacionan directa o

indirectamente con la concepción del término “entorno escolar”, también llamados en

ocasiones “ambiente escolar” o “entornos educativos”, términos utilizadas

indistintamente para referirse a un mismo objeto de estudio, así por ejemplo, desde una
posición ambientalista de la educación, la ecología, la psicología, y la propia pedagogía

mediante la definición curricular a través de la sistémica, juntamente con algunos

enfoque pertenecientes a la proxémica y la etología entre otros han hecho su aporte para

la delimitación del concepto. El cual, en la época presente, exige ser revisado dado el

gran auge, surgimiento e influencia de nuevos entornos educativos, en la sociedad, que

no son se circunscriben específicamente a lo escolar, esto ayuda a que conceptualizar

los entornos escolares a partir de una perspectiva más holística e interdisciplinaria,

enriquezca, más las interpretaciones que puedan elaborarse sobre dicho tema, abriendo

nuevas posibilidades para su estudio.

Ahora bien, es necesario aclarar que, la necesidad de redefinir los nuevos escenarios

educativos, más allá de los límites tradicionales de la pedagogía, no es algo nuevo,

puesto que, ya en los años sesenta en Latinoamérica, surgieron nuevas experiencias

educativas lideradas por algunas comunidades e instituciones que, sobre la base de

ideas liberales como consecuencia de problemáticas sociales de marginación,

dominación política y explotación económica, entre otros (Giroux, 1997).

Dicha situación, sentó las bases para que hubiese una reconfiguración cultural de la

educación en la actualidad, dado que se ha venido reconociendo desde hace algún

tiempo la generalización de lo educativo a través de procesos o cambios culturales en

escenarios diversos. A este respecto, autores como Debray (1997), señalan la

importancia de este fenómeno, dado que es una prueba del declive de la hegemonía de

la institución escolar, dejando de lado sus significados complejos y variados,

relacionados con su sentido social, así como a las prácticas históricas diversas, que la

caracterizaban. Lo cual, añade este mismo autor, sirve para recordar que mucho antes
de que si quiera existieran las escuelas como instituciones, las personas aprendían y

socializaban a través de otras instituciones culturales como la propia familia, y los

comerciantes, por ejemplo, en los cuales el saber de los nuevos oficios era transmitido a

las nuevas generaciones con sus propias tradiciones y creencias.

Así entonces, el entorno escolar o el escenario educativo, se hallaba descentralizado de

los antiguos escenarios propios actualmente de la escuela y sus prácticas, mostrando

con esto que actualmente, el entorno escolar ha cambiado, yendo más allá de sus límites

para ampliar su función formativa y socializadora hacia otros ambientes como la propia

ciudad, e incluso las Tecnologías de las Telecomunicaciones TICs, como sucede

actualmente, e involucrando a individuos que no son solamente niños, sino también

adultos, a través del uso de otros medios, que van más allá del tradicionalismo

pedagógico heredado de la Ilustración del siglo XIX, centrado en la retórica racionalista

del maestro y el libro.

Luego de esta explicación sobre el carácter histórico relacionado con los intentos de

definir el concepto que ocupa la razón principal de este ensayo, es necesario ahora

examinar algunas concepciones diversas y complejas, originadas desde ciertas

perspectivas disciplinarias, como se verá a continuación:

En armonía con lo establecido por Raichvarg (1994), el término “ambiente” data de 1921,

y se comenzó a utilizar por los geógrafos, quienes consideraban, que la palabra “medio”

no era suficiente para aludir a la dinámica del ser humano sobre su medio. Así, el

ambiente proviene de la interacción del individuo con el entorno natural que lo rodea, es

decir, un concepto dinámico que toma en cuenta al ser humano, e involucra al mismo
tiempo las acciones pedagógicas donde los que participan del proceso enseñanza-

aprendizaje, se hallan en la capacidad de reflexionar sobre su propia acción, y las de

otros, en relación con su propio contexto inmediato.

En otras palabras, el ambiente o entorno, se ha percibido como una serie de factores

tanto internos (biofísicoquímicos), como externos (psicosociales), que favorecen o

dificultan la interacción social, razón por la cual debe trascender la concepción simplista

del espacio físico, como el entorno natural o la infraestructura, e incluir las diferentes

relaciones humanas que le dan sentido a su existencia. Desde este punto de vista, el

entorno es un espacio de la construcción cultural significativo.

Así entonces, puede decirse que, la evolución de la concepción misma de entorno

proviene de diferentes ámbitos como la educación y la cultura, con el fin de dilucidar

aquellas dinámicas o procesos específicos que otras concepciones no permiten, lo cual

ha sido corroborado por autores como Sauvé (1994), cuando refiere que, el estudio de

los diferentes discursos, junto con la observación de las diversas acciones en la

educación, en relación con el ambiente, es lo que ha permitido reconocer seis

definiciones acerca de este mismo, entre las cuales se hallan las siguientes:

1. El ambiente como problema: partir de este enfoque se pretende conducir al estudiante

al reconocimiento de problemas ambientales, luego de la apropiación de ciertos saberes

relacionados con la investigación, la evaluación las dinámicas de los aspectos

ambientales.
2. El ambiente como recurso administrativo: Busca hacer énfasis en el patrimonio

biológico colectivo, relacionado con la calidad de vida, de tal forma que, por ser un

recurso, el ambiente se agota y se degrada, razón por la cual debe aprenderse a

administrarlo desde una óptica de desarrollo sostenible y de participación equitativa.

3. El ambiente como naturaleza para apreciar, respetar y preservar: Esta óptica supone

desarrollar un elevado grado de sensibilidad y toma de consciencia con relación a la

naturaleza y el conocimiento que se tenga de la relación del ser humano con ella misma.

4. El ambiente como biosfera para vivir juntos por mucho tiempo: Constituye una reflexión

sobre la educación en términos globales, que abarca la comprensión de los diferentes

sistemas interrelacionados, tanto internos (biofísico-químicos), como externos

(económicos, políticos y psicosociales). A partir de esta concepción se le confiere un

énfasis especial a las diversas culturas y civilizaciones, sobre la base del desarrollo de

una comunidad internacional o, en otras palabras, ciudadanos de la aldea global.

5. El ambiente como medio de vida para conocer y para administrar: Se refiera al

ambiente de la cotidianidad de cada uno de los diferentes espacios del ser humano:

familiar, laboral, escolar y de ocio, corresponde a ese ambiente propio para desarrollar

un sentido de pertenencia, en el cual los sujetos son creadores y actores de su propio

estilo de vida.

6. El ambiente como espacio de participación comunitaria: Desde este enfoque,

constituye un medio de interacción vivida donde se comparten y consolidan acciones

democráticas, en el cual se espera que los estudiantes se inmiscuyan en las dinámicas


propias de la comunidad, a fin de poder desarrollar una acción conjunta y de reflexión

crítica.

En términos generales puede decirse que cada una de estas definiciones confiere o

establece unas prácticas que se complementan a partir de su especificidad, de tal

manera, que pensar en el ambiente es pensar en un realidad compleja y contextualizada,

que solo se puede contemplar, a partir de la diversidad de enfoques que ayuden a

analizar y reflexionar sobre el entorno escolar o el ambiente educativo partiendo de la

complejidad de las interacciones dinámicas y los avances tecnológicos del mundo

globalizado moderno.

A este respecto, un estudio realizado por Romero (1997), presenta un análisis del

entorno escolar como parte natural de las dinámicas propias de las actividades

académicas, administrativas e incluso de proyección social. Para ello explica los

aspectos de desarrollo, y la forma cómo se construye en ellos, el espacio escolar, así

como la relación entre este y la calidad de la educación, para luego finalmente, analizar

las interacciones de poder que generan dichos entornos educativos. De acuerdo con este

mismo autor, cada modelo educativo exige un entorno o ambiente diferente, en función

de lograr la excelencia académica, por lo cual, el entorno constituye una parte intrínseca

de la calidad educativa, dado que los espacios consagran relaciones de autoridad, no

solo en el aspecto pedagógico, sino también en lo organizacional y en lo gobernativo.

Ahora bien, este último aspecto, se relaciona también con la hipótesis principal que

constituye la razón de ser del presente trabajo, y es precisamente la forma cómo ese

“entorno o ambiente escolar”, se relaciona con el contexto educativo actual, en función


del proceso enseñanza-aprendizaje, teniendo presente las dinámicas surgidas dentro del

mundo globalizado y los avances tecnológicos. Teniendo esto presente, es así como, a

nivel de Latinoamérica, en una experiencia educativa, surgida en Uruguay, en la década

de los noventa Corte (1995), analiza los diversos aportes que ha hecho las ciencias de

la mente al mejoramiento de la práctica educativa, dicho estudio se basó en tres

cuestiones fundamentales; primero, qué clase de saberes, elementos afectivos y

estrategias cognitivas, deben utilizarse para que los estudiantes posean una mayor

disposición hacia el proceso enseñanza-aprendizaje, a fin de ser capaces de pensar y

resolver problemas hábilmente?. Segundo, ¿qué tipo de mecanismos de aprendizaje

deben ponerse en práctica por los alumnos para lograr la pretendida disposición,

incluyendo la mejora de categorías de conocimientos y habilidades? Y, tercero, ¿cómo

pueden crearse ambientes de aprendizaje lo suficientemente dinámicos y poderosos

para lograr en los alumnos una disposición para aprender a pensar activamente?

El resultado de dicho estudio, detectó cuatro aspectos del proceso de aprendizaje,

relacionados con el pensamiento y la capacidad para resolver problemas hábilmente: el

primero implica la necesidad de un constructo teórico organizado y versátil; seguido de

métodos heurísticos; habilidades metacognitivas; y otros elementos como las actitudes,

motivacionales y emocionales. También señaló la Metacognición, dado que su desarrollo

favorece la transmisión de habilidades adquiridas en un campo del conocimiento hacia

otros, dichos pilares para el aprendizaje autónomo remiten al análisis de la naturaleza

del aprendizaje, hasta enunciar algunas de sus características como son el proceso

constructivo, acumulativo, intencional y autorregulado, que se produce en un ambiente

determinado, siendo al mismo tiempo interactivo y cooperativo. De tal modo que,


partiendo de estas dos categorías analizadas se desarrolla un análisis sobre los entornos

o ambientes de escolares dinámicos y agradables, sobre la base de nuevos aspectos

que posibilitan la creación de ambientes de aprendizaje eficientes y estimulantes, en los

cuales el autor del estudio, hace especial énfasis en algunas experiencias exitosas, así

como en los modelos teóricos que los fundamentan, a partir de las teorías de Brown y

Campione, proponiendo un modelo sobre el desarrollo de comunidades de aprendizaje.

De dicho estudio anterior se puede inferir, que una persona aprende por medio de una

interacción dinámica, que incluye aspectos como la cooperación progresiva y auto

dirigida, dirigida a encontrar significados que permitan construir saberes, que se originan

paulatinamente a través de las vivencias de los estudiantes en contextos reales y

auténticos.

Es por esa razón que la óptica del estudiante cambia, dado que paulatinamente asumirá

la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje, al mismo tiempo que cambia la

posición del docente, dejando de ser la única fuente de información, para convertirse en

un ente participativo de la comunidad aprendiente, puesto que define un ambiente

estimulante en el aspecto intelectual, que funciona como paradigma para la definición y

solución de problemas; realizando preguntas retadoras, que generen la

retroalimentación, como ayuda necesaria para sus estudiantes, favoreciendo en ellos el

autoaprendizaje, mucho más que un cambio de técnicas, esta nueva solución requiere

un cambio de mentalidad de todos los actores involucrados en el proceso enseñanza-

aprendizaje.
Ahora bien, entonces, ¿qué se entiende por “entorno escolar” o “ambiente escolar” sobre

la base de las dinámicas del contexto moderno del mundo globalizado actual, permeado

por los avances tecnológicos y de las telecomunicaciones?

Pues bien, de acuerdo con autores como Ospina (1999), se refiere a la “construcción

diaria, singular y permanente, que asegure la diversidad, y con ella la riqueza de la vida,

en relación”. Lo cual induce a pensar en este mismo como elemento que actúa con el ser

humano para transformarlo. Es decir, que la ciudad también educa (Naranjo y Torres,

1996), la calle, la escuela, la familia, el barrio, y los grupos de pares, entre otros; de modo

que. Reflexionar sobre ambientes educativos para el sano desarrollo de los sujetos,

incluye plantearse un gran entramado construido con el objetivo específico de aprender

y educarse.

Todo esto, ayuda a entender, que el entorno escolar, no se circunscribe a las condiciones

materiales para la implementación del currículo, independientemente de cual sea su

concepción, o a las relaciones interpersonales básicas entre estudiantes y docentes,

antes bien, se construye a través de las dinámicas que forman parte de los procesos

educativos, conllevando acciones, experiencias y vivencias de cada uno de los

participantes del proceso, así mismo implica también las relaciones con el contexto, y la

infraestructura necesaria para la materialización de los objetivos culturales que se hacen

explícitos en toda propuesta educativa (Chaparro, 1995).

Otras de las definiciones de entorno escolar, remite al escenario donde existen y se

desarrollan condiciones favorables de aprendizaje, un espacio y un tiempo en constante

dinamismo, donde los involucrados desarrollan capacidades, competencias, habilidades


y valores. Así, para los realizadores de experiencias comunitarias, enfocadas a la

generación de entornos escolares, se plantean dos elementos esenciales como son: los

retos y las identidades. Los primeros son desafíos, y las provocaciones surgidas desde

las propias iniciativas, o incorporaciones por gestores, docentes y facilitadores, entre

otros. Son desafíos en la medida en que son significativos para el grupo o la persona

que los enfrenta, y con la menor intervención de agentes externos. De tal suerte que, los

desafíos educativos fortalecen un proceso de autonomía en el grupo, propiciando el

desarrollo de los valores.

Ahora bien, sobre la base de estos aspectos mencionados, la pregunta por los entornos

escolares, ya no resulta tan obvia, ni de respuesta sencilla, dado que, actualmente por

entorno escolar, se entiende una u otra denominación, que no solo implica el medio físico,

sino también las interacciones producidas en dicho medio. Por lo tanto, se tienen en

cuenta aspectos como la organización, la disposición espacial, las relaciones

establecidas entre los elementos de su estructura, pero también, las pautas de

comportamiento que se desarrollan en él, así como la forma de relaciones que mantienen

las personas con los objetos, las interacciones producidas entre individuos, los roles que

se establecen, los criterios prevalecientes y las actividades realizadas.

A continuación, se mencionan algunas necesidades, identificadas como la columna

vertebral de la educación, y que aportan algunas pistas para pensar en los ambientes

educativos, como la piedra angular de la educación, las cuales proporcionan pistas para

concebir los entornos escolares, estas son: el planteamiento de problemas, diseño y

ejecución de soluciones, la capacidad analítica e investigativa, el trabajo en equipo, la


toma de decisiones, y la planificación del trabajo, las habilidades y destrezas de

comprensión lectora, junto con la expresión oral y escrita, la capacidad de razonamiento

lógico-matemático, la capacidad de análisis contextual a nivel sociopolítico nacional e

internacional, el manejo de la tecnología informática y del lenguaje digital, el

conocimiento de idiomas extranjeros, y también la capacidad para resolver situaciones

problemáticas.

De este modo, al momento de hablar de entornos o ambientes escolares y reconociendo,

sin embargo, las transformaciones estructurales en la cultura contemporánea que le han

quitado a la escuela el poder que ejercía en lo educativo, es claro que la escuela todavía

posee una gran importancia sociocultural, razón por la cual amerita caracterizarse y

fundamentarse el problema de los ambientes desde ella.

Ahora bien, por otra parte, es necesario reconocer, que la transición del siglo XX al XXI

será conocido como aquella que marcó la transformación de una sociedad basada en las

relaciones materiales, a otra fundamentada en las relaciones virtuales comunicativas en

su sentido más amplio. De tal forma que actualmente la existencia humana se desarrolla

en la esfera de lo virtual y lo semiológico, constituyendo la comunicación mediática, lo

cual ha hecho que actualmente las relaciones físicas a nivel interpersonal vayan

perdiendo peso, claro está, sin desaparecer totalmente, comenzando a tomar fuerza el

universo mediático-relacional, el espacio de los lenguajes, y el tiempo de las nuevas

comunicaciones. Apareciendo el concepto de Cibercultura, como un escenario

tecnológico para la producción cultural, de la inmanencia social (Martín-Barbero 2002).

Con este fenómeno, las instituciones, los roles personales, los individuos, las identidades
y los grupos se transforman, lo que de alguna manera introduce incertidumbre,

desconcierto y a veces desorientación, pero también nuevas posibilidades de

organización social e institucional.

En este orden de ideas, una nueva sociedad de la información exige una nueva

alfabetización, sobre la base de los nuevos medios tecnológicos y los nuevos lenguajes

que ellos traen. Son muchas las novedades y poca la toma de conciencia, sobre los

cambios que se presentan a este nivel, de tal forma que, los sistemas de educación, no

son ajenos a este escaso discernimiento, hasta el punto que los procesos de enseñanza

ven obligados a indagar la forma en la que se produce en una relación de aprendizaje,

no solamente influenciada por el lenguaje oral y escritural, sino también por el

iconográfico, la imagen digital y los variados sistemas de representación que traen

consigo nuevas maneras de pensamiento visual.

Es evidente que, las nuevas mediaciones tecnológicas no sólo traen consigo una

transformación estructural del conocimiento, sino también en los vínculos intersubjetivos

que se ocurren en la escuela y en las familias. En esta aspecto, debe destacarse el papel

que cumple y ha cumplido la televisión y la internet con respecto a la familia y a la

escuela, pues trae por consecuencia un "desorden cultural" que fragmenta las formas de

autoridad vertical entre los jóvenes, sus padres y maestros, como lo han señalado

textualmente algunos autores, cuando afirman que: la televisión "deslegitima" y "des

localiza" las formas continuas del saber promovido en la escuela desde el texto escrito,

que constituye el centro de un modelo lineal mecánico, basado en aprendizajes

graduales de acuerdo con las edades evolutivas del niño. Por medio de la televisión el
joven accede rápida y cómodamente a un "saber visual" que subvierte el modelo escolar

por etapas, legitimado por la autoridad del maestro. Trasladadando al hogar, la televisión

circunscribe las relaciones de autoridad entre padres e hijos, al permitir que estos últimos

accedan por su propia cuenta al mundo de los adultos que antes les estaba prohibido

(Martín-Barbero 1996).

En síntesis, han sido los medios los que han venido a recordar que antes de que los

aprendizajes adquirieran la forma de escuela, los niños se encontraban entremezclados

con el mundo de los adultos, sin los escrúpulos y cuidados con que hoy se los trata y

aprendiendo los códigos culturales por medio de prácticas sociales bastante versátiles y

efectivas.

CONCLUSIÓN

1. El contexto actual moderno, influenciado por los medios tecnológicos y los cambios

rápidos a nivel socio deberán conducirnos a re conceptualizar los entornos escolares

y la escuela misma, como sistemas complejos y abiertos, en función de la incidencia

de dichos cambios sobre estos dos elementos, de tal forma que las interacciones

continuas y trascendentes conllevan que el exterior no sea algo desconectado o ajeno

de ella, y de los procesos que le son propios. Desde esta perspectiva hablar de

entorno escolar será concebirlo no como una suma de sectores, o elementos, sino

construir acciones concretas que ayuden a un mejor funcionamiento a nivel integral y

abierto.

2. Para que haya un verdadero cambio no solo en la concepción del entorno escolar,

sino también en su praxis misma, no es suficiente con solo modificar los aspectos
materiales o de infraestructura (computadores, tableros, digitales, etc.), sino se

genera un verdadero cambio sobre las atávicas prácticas educativas cerradas,

verticales y meramente instrucciones. Razón por la cual, el verdadero papel

transformador del aula está en manos del docente, al tomar decisiones, así como

también de la apertura y coherencia entre su discurso y su práctica cotidiana, junto

con la reflexión crítica de su propia práctica educativa, su posición con relación a los

demás, como modelo principal de la norma y la cultura.

3. Será necesario generar ambientes que posibiliten la comunicación y el encuentro con

las personas, dando lugar a materiales y actividades que estimulen la curiosidad, la

capacidad creadora y el diálogo, y donde se permita la expresión libre de las ideas,

intereses, necesidades y estados de ánimo de todos y sin excepción, en una relación

ecológica con la cultura y la sociedad en general.

4. Dado que la escuela es después de la familia, otro de los espacios de formación de

actitudes y valores, se hace necesario repensarla una a partir de un sujeto cuyos

ambientes educativos apunten a la formación humana y contemporánea de todos los

que la constituyen, yendo más allá de lo académico, tomando en cuenta los

sentimientos y deseos en relación con el saber; yendo más allá de las respuestas

correctas , y tomando en cuenta los errores, que en vez de incentivar la farsa y la

obediencia, induzca convertirse en un entorno más humano.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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educativa innovadora. Especialización en Gerencia de Proyectos Educativos y Sociales.

CINDE-UPTC. Tunja.

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GIROUX, HENRY (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía

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MARTIN-BARBERO, JESUS (1996). Heredando el futuro. Pensar la educación desde la

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SAUVE, LUCIE (1994). Exploración de la diversidad de conceptos y de prácticas en la

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OSPINA, HECTOR FABIO (1999). Educar, el desafío de hoy: construyendo posibilidades

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