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RESUMEN DE FILOSOFIA

MODULO N°1 – FILOSOFIA COMO INDAGACIÓN Y BUSQUEDA


1.1 - ¿Qué significa filosofar?
La palabra filosofía significa “amor al saber”. Se deriva de los términos griegos
“filos” (amor) y “Sofía” (sabiduría). Esta ciencia es cierta actitud ante todo
conocimiento.
Comienza con el pensamiento griego, el cual tenía procedencia oriental (egipcia
y caldea). La filosofía es aquella que nos lleva a analizar, reflexionar y
comprender el mundo que nos rodea; es la ciencia de todas las cosas,
materiales como inmateriales.
El origen de todo filosofar es el asombro. Este lleva a plantear ciertos
interrogantes. Una vez satisfecho el asombro, aparece la duda acerca de si los
interrogantes planteados son ciertos o no, adquiriendo una postura crítica.
Filosofando, nos apoderamos de la duda y nos preguntamos donde está su
verdad.
Entonces, filosofar es una situación límite, con circunstancias y situaciones que
no se pueden evitar. Filosofar es someterse a la realidad.
El mito es un relato de contenido fantástico que se cree que ha sucedido en
algún pasado arcaico e indemostrable. Contiene hechos heroicos de relevancia y
se considera una explicación para fundamentar y originar el comienzo de la
historia. Es variable. Tiene dos aspectos interrelacionados: El aspecto ficticio,
que describe un hecho que nunca ocurrió; y el aspecto real, aquello que se
refleja de la realidad, lo que se intenta explicar.
La filosofía, es el paso del mito al logos (razón). Así, los primeros filósofos
aceptaron dos principios fundamentales:
I. El mundo es racional, ya que hay un logos.
II. Las personas disponen de ese logos, que debe emplearse para el
conocimiento de la realidad y dirección de la conducta humana.
El intermediario entre lo que el hombre tiene y lo que no, es el eros filosófico
(amor)
Las causas del filosofar pueden ser: Desesperación, asombro, alegría,
aburrimiento y la duda.
La importancia de las preguntas
La importancia de la pregunta “¿Por qué existimos nosotros?” tiene una
prioridad sobre cualquier otra pregunta, porque es licito conjeturar que el
fundamento ósea el ser.
Según Heidegger, argumenta a la relación de la multiplicidad de las cosas, de los
entes y de cada ente en particular dentro de esta multiplicidad frente a la
unidad del fundamento de esos entes.
La pregunta básica dentro de la filosofía solo puede ser hecha por el hombre,
siendo ilimitada en extensión, ya que se extiende a cada una de las cosas; y en
intensión, ya que se trata de indagar por una causa o primer fundamento.

La capacidad de reflexión sobre sí mismos y sobre los hechos del mundo:


Actitud critica
El primero en llamarse filosofo fue Pitágoras, este afirmaba que solo los dioses
son sabios y que el busca la verdad, pero no la sabe. Según Platón, veía a la
maravilla como la causa de filosofar. Por otro lado, Aristóteles decía que la
causa de la filosofía era el asombro de los hombres.
Hay ciertos momentos, ciertas situaciones que son situaciones límites, en las
cuales la pregunta se impone necesariamente. Ante estas, el hombre rompe con
la indiferencia ante las cosas, ante el asombro que las cosas sean,
preguntándose, cuestionándose, lo que exige posibles respuestas.
El primer tema a tratarse en la filosofía fue el génesis (origen del universo). La
filosofía, es una forma de esperar lo inesperado, y el que comprende esto,
comprende que también hay un límite en todo saber humano.
Se hace filosofía para superar la pobreza esencial del ser humano y para llegar a
su horizonte, que es la totalidad.

El alcance de la filosofía: ¿Por qué es una disciplina humanística?


La filosofía es una disciplina humanística porque se interesa por toda la realidad,
todo el ser, buscando conocimiento universal.
El objeto está constituido por las causas últimas. No puede ser observada por
los sentidos de manera inmediata. Como toda ciencia, posee un objeto formal,
que será sus últimas causas desde la razón; y un objeto material que serán todas
las cosas.
Áreas del ejercicio filosófico
Dependiendo de lo que la filosofía pretenda contestar, esta se divide en
diferentes áreas:
 Metafísica – Busca los fundamentos de la realidad.
 Epistemología – Busca el fundamento, naturaleza y límites del conocimiento
humano.
 Lógica – Se pregunta por las leyes del pensamiento y por el razonamiento
correcto.
 Ética – Estudia que es el bien y el valor de nuestros valores.

1.2 – Los primeros filósofos: La centralidad de la naturaleza


La primera persona considerada filósofo fue Pitágoras.
A los primeros filósofos se los califica como cosmológicos. Intentaban descubrir
el origen del cosmos, del universo. No buscaban respuestas mitológicas, sino
racionales. El fundamento de todas las cosas era la physis.

Los presocráticos
Esta agrupación de hombres se remonta a los siglos VII y VI a.C. Se les atribuye
ese nombre debido a su ubicación temporal, previa al filósofo Sócrates. Fueron
los primeros filósofos griegos y recurrieron al lenguaje racional para explicar el
inicio y fundamento de todo lo existente. Su meta consistía en encontrar el
principio del origen, siendo este identificado con alguno de los elementos
materiales.
Aristóteles llamo “Arjé” a la causa material de todo.
 Tales de Mileto (640 – 545 a.C.): El Arjé era el agua. Donde hay agua, hay
vida.
 Anaximandro de Mileto (610 – 547 a.C.): El origen era el ápeiron, que era
algo inmortal, indestructible y sin capacidad de envejecer.
 Anaxímenes de Mileto (585 -528 a.C.): El principio común de lo múltiple
era el aire, ya que representaba el fuego cuando estaba caliente y el agua
cuando estaba frio.
 Heráclito de Éfeso (540 – 480 a.C.): El ser está en constante movimiento,
lo que hace que su origen sea el fuego. El movimiento es cambio.
Venimos y vamos al fuego.
 Parménides de Elea (530 o 515 – 470 a.C.): Tenía un pensamiento
abstracto. Se consideraba un filósofo del ser, que sostenía que el ser es,
el no ser no es. El ser es estático, no generado, incorruptible, eterno,
presente, inmutable, perfecto, completo, sin necesidad de nada. Todo
eso, porque el ser es.
 Pitágoras de Samos (569 – 475 a.C.): El Arjé de las cosas es la matemática
y sus patrones. El número perfecto es el 10, debido a sus componentes
(1: universo + 2: cuerpo y alma + 3: cielo, tierra e infierno + 4: los cuatro
elementos, tierra, fuego, aire y agua).
 Empédocles de Agrigento (495 – 444 a.C.): El origen se da con la
combinación de los 4 elementos, fuego, aire, tierra y agua. Las fuerzas
que congregan o separan algo son las del amor y el odio.
 Anaxágoras de Clazomene (500 – 428 a.C.): El universo comenzó a partir
de pequeñas semillas particulares, llamadas homeomerias. Nous =
inteligencia.
 Leucipo y Demócrito (Siglo V a.C.): El Arjé son los átomos. Estas son
infinitas partículas indivisibles que conforman todo lo que existe.

1.3 – La Sofistica y Sócrates


Tanto los sofistas (sinónimo de sabio) y principalmente Sócrates eran
considerados “humanistas”, debido al interés por el hombre y por todo lo que
se refiere a él. El problema antropológico pasa a ser el problema de
especulación.
La sofistica aparece en Grecia en el siglo V a.C. bajo la figura de enseñantes
ambulantes que brindaban sus conocimientos a los jóvenes para que pudieran
actuar en política y dirigir negocios del Estado, a cambio de dinero. Utilizaban el
arte de la persuasión y de “decir el bien”, sin importar el contenido. Se les critica
el hecho de crear falsa filosofía debido a que actuaban con total relativismo,
enseñando que el hombre individual con su razón individual era la medida de
todas las cosas.
Con la sofistica, el hombre pasa a ocupar el primer plano de la preocupación
filosófica. Se tratan cuestiones de tipo ético, religioso, político, educativo, etc.
Sócrates, superó la sofistica con amplitud, buscando definir lo que las cosas
realmente son. Él dio clases y no cobraba por hacerlo. Su enseñanza estaba
dirigida a formar el alma de los hombres en la ciencia y la virtud, orientándose
en la perfección. Su propuesta ética era el concepto de virtud, nous, que es la
ciencia, donde no hace falta suponer. El hombre malo lo es por ignorancia, por
esto al hombre se le puede enseñar la virtud.
Este filósofo fue criticado por crear ética intelectualista, donde para llegar a la
moral socrática, se requiere el uso de la razón, el conocimiento y la ciencia.
La mayéutica: Rumbo a la verdad
El método desarrollado por Sócrates pretendía llegar al alma de sus discípulos a
través de preguntas y respuestas en una búsqueda común de la verdad. Partía
del “no saber”, donde se dejaba en evidencia la ignorancia. Para esto era
esencial el uso de “ironía”, donde el punto de llegada era el “solo sé que no se
nada”; esto lleva a desenmascarar la aparente sabiduría, que era la parte
destructiva de su método. Con esto, se llega al paso final que es la mayéutica,
que era el arte que ayuda a sacar a la luz las verdades del alma.
El imperativo socrático: conócete a ti mismo
Para Sócrates, lo más importante era el conocimiento de uno mismo y la
observación. Para esto, desarrollo el método socrático, mediante el cual el
interlocutor estaba obligado a reformular respuestas y esforzarse por dar
respuestas exactas, ayudando a los demás a descubrir cosas por ellos mismos.

1.4 – La época clásica


Platón
Platón, quien fue discípulo de Sócrates, fundó la Academia, institución dedicada
a la enseñanza.
Este filósofo distinguía dos mundos: el mundo sensible y el mundo
suprasensible o de las ideas. El verdadero conocimiento se da a nivel
suprasensible, ya que lo que habitualmente nombramos como “realidad”
consiste en lo falso, una copia de la Idea. Este verdadero conocimiento se da al
nivel de la existencia del alma; señalando la anamnesis (deja vu) que sería el
recordar lo que ya se conoce de la vida del alma en el mundo de las ideas.
El hombre posee dos facultades: inteligencia y voluntad, sumadas a los apetitos
de tipo irascible y concupiscible. Al darse la unión, se presenta el desequilibrio y
la desarmonía entre los cuatro, que deberían estar guiados por la razón. En el
mundo terreno se busca volver a esa armonía a través de las virtudes, conocidas
como cardinales.
El alma es preexistente a la vida en la tierra. El hombre seria como un piloto con
su nave, que sería el cuerpo. El alma posee las ideas y las olvida al reencarnarse.
En el mundo sensible solo alcanza la opinión, mientras que la verdadera ciencia
es obtenida en el mundo suprasensible. Su teoría de “Reminiscencia” significa
recordar, despertar, actualizar el conocimiento que el alma ya tenía.
En el “Mito de la Caverna”, Platón da su explicación metafísica de la realidad en
un lenguaje utilizado en la época.
Los que se encuentran en esa situación seriamos nosotros, aquellos que
pertenecemos unidos a la materia, considerando este mundo como verdadero
El personaje que huye de la caverna sería el filósofo, capaz de conocer la
realidad que consiste en el mundo de las Ideas. En la cima, se encuentra la “idea
del Bien” representada por la alegoría con la figura del sol. Al volver el visitante
a la caverna, para alertar a los demás sobre su situación, se encuentra con la
respuesta de la locura.
Platón distingue dos formas de conocimiento: doxa u opinión y episteme o
ciencia. Las opiniones son inestables y susceptibles de error mientras que la
ciencia es segura y estable por fundamentarse en razones. El objeto de la
opinión es el mundo sensible y el de la ciencia el mundo de las Ideas. Este
último es aprehendido por la inteligencia y proporciona verdadero
conocimiento. Su división del conocimiento es referido al ámbito sensible,
compuesto por las conjeturas y la fe; y el ámbito intelectual, compuesto por la
razón discursiva o intuición e inteligencia pura.
Este filosofo distinguía la existencia de 3 clases sociales: Los filósofos o
gobernantes (alma racional); los guardianes o vigilantes del Estado (alma
irascible); y los productores que deben proveer bienes materiales al Estado
(alma deseosa o impulsiva). Para que exista la justicia en el Estado, debía haber
un equilibrio entre estas tres clases, con gobernantes prudentes, guardianes
valerosos y productores moderados.
Aristóteles
Años más tarde que ingresara a la Academia, estableció su propia escuela. Sus
escritos se separan en lo que son los textos “exotéricos” destinados al público
en general, y los “esotéricos” destinados solo a sus discípulos.
Aristóteles plantea la idea de que el hombre es una sustancia compuesta de
materia y de forma. La materia es el cuerpo y la forma es el alma. “Dualidad”
implica que ambas realidades son complementarias, son dos co-principios.
Este filósofo distinguía 3 tipos de alma: la vegetativa, propia de los vegetales
pero también se encuentra en los animales y hombres; la sensitiva, propia de
animales y hombres; y la racional, propia del hombre. El alma es aquello por lo
que vivimos, sentimos y entendemos.
Teoría del conocimiento y metafísica
Aristóteles distingue varios grados del saber: el “conocimiento sensible”, deriva
directamente de la sensación, es inmediato y fugaz, propio de los seres
inferiores y desaparece con la sensación de lo que ha generado. En los animales
superiores, al mezclarse con la imaginación y la memoria puede crearse un tipo
de “conocimiento más persistente”. El nivel más alto de conocimiento vendría
representado por el “conocimiento intelectual”, que nos permite conocer el por
qué. Este último, es propio de los hombres.
A la vez, divide nuevamente al saber en: “productivo” que tiene por objeto la
fabricación; el “practico” que ordena la conducta tanto pública como privada; y
el saber “contemplativo” que no responde a ningún interés y que representa el
saber más alto y perfecto que conduce a la sabiduría.
Denomina “Filosofía Primera” a la Metafísica, que tiene por objeto de estudio al
ente en cuanto al ente, es decir, lo que es. Estudia los principios y las causas
primeras de la realidad. Describe el fundamento de las cosas que se da de
manera inmanente.

Ética y política
La ética o moral de Aristóteles señala que el hombre tiende naturalmente a la
eudaimonia, ósea felicidad. Así, distingue dos virtudes: la virtud ética, que
regula la vida activa; y la virtud dianoética, que rigen la vida contemplativa
superior.
La justicia es la virtud total que consiste en el cumplimiento de las leyes. La
justicia legal muestra que la ética depende de la política y la justicia equitativa,
exponiendo la relación entre ética y política.
La finalidad del Estado no es otra que facilitar a los ciudadanos el logro de una
vida feliz, buena y satisfactoria mediante tres posibles regímenes políticos:
monarquía, corresponde al gobierno de uno y se ve afectada por la tiranía;
aristocracia, que corresponde al gobierno de los mejores y es afectada por la
oligarquía; y la democracia, que es el gobierno del pueblo y tiene como
contraria a la demagogia.
MODULO N°2 – EL EJERCICIO FILOSOFICO EN LA EDAD MEDIA Y LA
IRRUPCIÓN DEL SUJETO EN LA EDAD MODERNA
II.1 – Fe y Razón
San Agustín de Hipona
Durante el medioevo, San Agustín, estudio Retórica. Incursionó el Maniqueísmo
(doctrina religiosa y platónica que afirmaba la existencia de dos principios
supremos: uno de la luz o bien que es Dios y otro de mal o tiniebla), el
Escepticismo (desesperanza de alcanzar la verdad), la Filosofía Neoplatónica y el
Cristianismo, al que se convirtió a los 33 años.
Dedicó su vida a la búsqueda de la verdad, identificándola con Dios, que es la
verdad de su esencia. Proclamaba la supremacía del espíritu sobre la naturaleza
material y de Dios sobre el espíritu del hombre.
Su ideal de vida implicaba una visión de fe religiosa. La razón era la vía para que
el hombre alcance su Fe. Así, Dios es la suma verdad y el fin de toda nuestra
existencia; este conocimiento es adquirido por la Fe. La razón y la Fe se
complementan, siendo una el camino a la otra.
El hombre es un alma que se sirve de su cuerpo. El alma es una substancia
racional completa con todas las potencialidades necesarias para gobernar el
cuerpo y tiene como finalidad última la unión con Dios. El mal no es algo creado
sino que existe por la mala acción humana y declara al “mal moral” como el
peor de los males.
Si los hombres y las sociedades quieren ser felices deberán regirse por una
voluntad ordenada y sujeta a la norma. La paz de la sociedad cristiana es una
sociedad perfectamente ordenada por los hombres que gozan de Dios y se
aman mutuamente. Se distingue así, la ciudad terrena, ordenada por lo
material; y la ciudad de Dios, ordenada por lo espiritual.

Comienzo del periodo Medieval


La religión pasa a tener un papel protagonista en el desarrollo cultural. El
hombre no solo es un animal racional, sino también es una persona y posee un
fin sobrenatural, concepción que vino arraigada con la Santísima Trinidad: tres
personas, un Dios. El pensamiento filosófico paso a ser esclavo de la religión.
La sistematización escolástica: Santo Tomás de Aquino

Su filosofía fue del “ser”, que buscaba la verdad y analizar el esfuerzo del
hombre por alcanzar el bien. Dio un gran paso con el desarrollo de la
metafísica, la gnoseología y la moral, siendo así el más importante
representante de la edad de oro de la Escolástica. Fue seguidor de
Aristóteles.
Respecto al conocimiento señala distintos órdenes según la capacidad
cognoscitiva de los seres: El animal conoce solo los singulares ya que solo
dispone de los sentidos captando las cosas concretas; el hombre, en
cambio, posee conocimiento abstracto, conceptos universales, ya que
además de los sentidos tiene el entendimiento agente o facultad
intelectiva. Señala un conocimiento superior desconocido para los
animales y el hombre llamado luz de gloria por la que se conoce a Dios.
El hombre es substancia en la que se unen materia y forma, es uno, un ser
en sí que es tanto cuerpo como espíritu. El alma es forma y el cuerpo la
materia. Su capacidad intelectual lo diferencia de los demás seres y por
eso tiene libre albedrio. Este conoce el bien y puede elegirlo o no, siendo
así responsable de sus actos.
Interpretaba la ley natural como la participación en el hombre con la Ley
Divina y la identificaba con la razón humana que ordena hacer el bien y
evitar el mal. Esta ley es racional porque es enunciada y dictada por la
razón y natural porque la propia razón es un rasgo de la naturaleza
humana. Esta ley es la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios.
Es inmutable y es la misma para todos.
La justicia es la virtud moral que tiene como base el bien entendida como
la armonía en el mundo: “habito por el cual el hombre le da a cada uno lo
que es propio mediante una voluntad constante y perpetua. Esta es una
virtud cardinal junto a la templanza, la fortaleza y la prudencia. Distingue
dos tipos: la justicia distributiva (obligación de distribuir los bienes de
acuerdo a la contribución de cada persona) y la justicia conmutativa
(gobierna las relaciones entre las personas y depende de la igualdad
básica de las partes de un acuerdo). El derecho debe ser expresión de la
ley natural, que a su vez, es expresión de la ley eterna.
La felicidad a la que se dirige la actividad del hombre es la contemplación
de la verdad en otra vida. La ética será el regreso de la criatura racional a
Dios. Aquí radica la esencia de la moral tomista. El fin último del hombre
será trascendente. Es la moral del regreso que culmina con la “beatitud”,
fin último del hombre.
La política es una rama de la ética. Existen tres ramas: moral individual;
moral doméstica (hombre en comunidad); y moral política (hombre en
comunidad política). Es la última parte de la ciencia moral, señalándola
como un arte. Se apoya en la naturaleza del hombre, que debe ser
gobernado y donde la manera de hacerlo está en el hombre en el hombre
mismo. La clave de la política reside en el gobierno del hombre en el
marco de la ciudad, la polis “sociedad de sociedades”. Es un cuerpo, un
órgano constituido por el plexo de comunidades.
El fin de la política es que el hombre pueda vivir virtuosamente, el bien
común.

La crisis de la Escolástica: Guillermo de Ockham


En el siglo XIV surgió la corriente “escéptica empirista”, que sostenía que
no es posible alcanzar verdades universales y por lo tanto el conocimiento
científico, con Guillermo de Ockham y su nominalismo, llevando a la
decadencia a la Escolástica, finalizando el pensamiento medieval.
Existieron dos negaciones respecto a la filosofía medieval: su carácter
teocentrista y la aridez del estilo y el gusto que se vislumbra en escritos
filosóficos y teológicos.
Hacia finales del siglo XIV y primera mitad del siglo XV, se abandonaron los
sistemas filosóficos de la edad media y las ciencias avanzaron por el
camino de la experimentación, buscando una justificación de la realidad
mediante investigación empírica. Se desarrolló una visión
antropocentrista, donde el hombre era el centro de atención. El
humanismo será el centro en esta época. Así nace el origen de la ciencia
experimental independiente.
II.2 – De la mirada de Dios al Yo fundante
Con Rene Descartes se da el inicio del Racionalismo moderno de forma
constructiva. No tenía un sistema propio de conocimientos y por ello
desconfiaba de todo, instalando la “duda universal”. Esta duda consiste en
un método, en un medio para alcanzar certezas. Descartes sostenía que al
dudar estaba pensando, y pensar es la única forma de darse cuenta de
que realmente existía, ya que solo podía dudar porque existe quien duda.
Aquí comienza el encierro de la filosofía en el sujeto. Propuso admitir
como verdadero solo aquello que se presente de modo claro y distinto.
Para ello, busco dividir cada dificultad en todas las partes posibles para
alcanzar la solución a partir del conocimiento de lo simple y así alcanzar lo
más complejo. Ve el método matemático como paradigma.
Comenzó a analizar las ideas que el sujeto pensante alberga. Una es la
idea de Dios, donde se señaló 3 tipos de prueba:
1) Partir de las exigencias de la misma idea de Dios que poseemos,
ya que no es posible pensarlo como carente de existencia.
2) La idea que tenemos de Dios no puede ser resultado de la
experiencia sino que el mismo Dios nos la tiene que haber dado,
es la causa de la idea que tenemos de Él y por ello existe.
3) Dios como causa del “yo” que posee la idea de Dios.
Dios esa la substancia infinita que puede ser concebida pero no
comprendida.
A partir de la afirmación de la existencia de Dios y de un yo pensante,
decanto la afirmación del mundo como existente, ya que “yo” lo percibe
como evidente en la existencia. Señaló que Dios es la causa del mundo.
Concluye con que en el mundo hay dos sustancias a lo que todo se reduce:
espíritu y materia, que son radicalmente diferentes pero heterogéneas. Lo
interior donde todo está claro y hay certeza y lo exterior contaminado por
cosas oscuras y confusas.
Esta filosofía es considerada como una luz que posibilitó el desarrollo
posterior de la filosofía moderna.
El sistema de Descartes dio inicio a un pensamiento filosófico posterior,
que se llamó Empirismo. Fue desarrollado por Hume, Locke y Berkeley.
Buscaron encontrar de qué modo la razón elabora las ideas y de que
principios parte. Se concibió a la razón como una máquina de estudiar
para así conocer el origen de lo real.
Únicamente son verdaderas aquellas ideas adquiridas a posteriori (por la
experiencia a través de nuestros sentidos), no dando lugar a las ideas
innatas. Con este razonamiento se aplica el método inductivo:
1) Observación y registro de los hechos.
2) Clasificación y análisis de la información.
3) Se realiza una generalización.
4) Finalmente, se constatan los hechos.
La validez de las teorías necesita de verificación empírica.

La síntesis Kantiana
Immanuel Kant es considerado el fundador del Idealismo Trascendental.
Después del racionalismo/empirismo, la filosofía necesitaba respuestas
para saber que podemos conocer y que puede ser considerado como
verdadero.
No se puede conocer la realidad en sí misma, sino en fenómenos de la
misma, cayendo en un subjetivismo, ya que se opone al idealismo
absoluto.
Las ideas fundamentales como la de Dios, libertad y alma, no pueden ser
consideradas verdaderas, ya que no tenemos la experiencia sensible de
ellas. Kant recurre a la razón práctica y señala la necesidad de existencia
de estas tres ideas, ya que sin ellas no se puede fundamentar una ética.
La ética Kantiana, es una ética del deber. Es actuar porque se debe. Así,
señala la idea de un “imperativo categórico”, mandato en la conciencia
moral del hombre que lo lleva a obrar con bien.
El idealismo, llego luego a su máxima expresión con G.W.F. Hegel.
II.3 – La Ilustración
Con la Ilustración encontramos una nueva época de conocimiento donde
se busca la independencia de la razón a cualquier autoridad o
dogmatismo. Los ideales que tuvieron con el desarrollo del racionalismo y
el empirismo se hacen realidad.
Uno de sus más grandes representantes fue Immanuel Kant, que explicaba
en “Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?”: La ilustración es la
salida del hombre de su auto culpable minoría de edad. La minoría de
edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento, sin la
guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la
causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de
decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro.
El periodo comprendido entre la Revolución Inglesa y la Revolución
Francesa es conocido como “El siglo de las luces”. En este lapso de tiempo,
se produjeron varias modificaciones que transformaron el panorama
filosófico.
Encontramos un pensamiento muy rico en erudición y critica, pero falto de
originalidad, ya que busco poner en práctica lo que se hacía anunciado en
el racionalismo y el empirismo. El hombre pasa a ser el valor supremo del
pensamiento filosófico. Esto trajo la necesidad de plasmar sus derechos.
La idea de “progreso” es otra de las más marcadas en este periodo. Se
buscaba una mayor perfección en la política, artes, etc. pero sin ninguna
visión sobrenatural.

Hegel y el Idealismo Absoluto


Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en Stuttgart en el 1770.
Hegel está conforme con esta manera de entender la filosofía, pero indica
un cambio esencial: “Razón” significa la integridad del sujeto. No son los
seres racionales quienes sustentan a la razón, sino esta quien sustenta a
aquellos. De la razón habrá de proceder no solo la forma del objeto
pensado sino también la materia.
El punto de partida de Hegel es Kant. Sostenía que se había quedado a
medio camino: el “yo pienso” como expresión de la espontaneidad del
conocimiento. El pensamiento de Hegel se inicia entonces desde el
principio de independencia absoluta de la razón.
Ese principio de independencia absoluta argumenta que las categorías
(cantidad, cualidad, etc.) no pueden ser solamente una expresión de
nuestro modo de conocer, sino que su aplicación debe llegar hasta las
cosas en sí mismas. El pensar de Hegel quiere ser un pensar de lo real en
cuanto tal.
Postula que el sujeto se dirige a la verdad y al ser; supone que el
pensamiento pone las cosas al pensarlas. Pensar es pensar el ser, pero se
trata de un ser, de una realidad, que se ha tornado en racional. Invierte de
este modo el principio aristotélico, sosteniendo que “nada está en el
sentido que no haya estado antes en el intelecto”, siendo así la causa del
ser.
Tiene entonces como punto de partida que el pensamiento siempre es
pensamiento del ser. Este ha quedado completamente subsumido en el
pensamiento. El pensamiento es la cosa en sí: el pensar es el ser.
A partir de ahora, el punto de partida es una autoconciencia absoluta a
partir de la cual se deduce toda la realidad. La filosofía será la expresión
del autoconocimiento del Absoluto, que es la idea que se despliega
exteriorizándose en la naturaleza y volviendo sobre si en el espíritu
humano, encontrando así la idea de “panteísmo evolucionista”.
Este panteísmo evolucionista sitúa la primera realidad en la idea o espíritu
absoluto que va desarrollándose, manifestándose en el curso de la historia
total del Universo y de los hombres, según un proceso dialectico de tesis,
antítesis y síntesis. Aparece como un proceso racional universal en orden a
una mayor liberta, autoconciencia y racionalización.
Su filosofía se presenta como una universal historiografía, es la historia del
absoluto que se desarrolla según la dialéctica, ley inmanente de toda
realidad, de la naturaleza y del espíritu. Es ley de la razón que avanza en
su conocimiento mediante oposición y síntesis de contrarios pero al
mismo tiempo ley del ser.
Este modo de ser supone introducir la negatividad en el interior de la
misma realidad. Así la tesis implica la antítesis y ambas son asumidas o
conciliadas en la síntesis, que no niega los momentos anteriores sino que
los conserva y los supera en una unidad mayor y armónica que asume la
diversidad. Cada síntesis es tesis para una nueva antítesis y ambas se
concilian en una tesis ulterior, y así sucesivamente hasta la síntesis final y
definitiva superadora e integradora de todas las diferencias.
Se pierde, de esta manera, el valor del individuo, de su libertad y su
contingencia. Se sostiene la idea racionalista de progreso que permitiría
desvelar todos los secretos de la historia. Supone el fundamento para la
aparición del socialismo totalitario y la negación del individuo en el
Estado.

MODULO N°3 – EL EJERCICIO FILOSOFICO CONTEMPORANEO


3.1 – Filósofos previos; de Nietzsche y otros críticos: Heidegger y Foucault

Karl Marx: La antropología y el trabajo


Karl Marx nació en mayo de 1818 en Tréveris.
Este filosofo desarrollo la teoría de las alienaciones. Esta, señala que el
hombre se encuentra enajenado por la religión, la filosofía y el derecho.
Esta alienación es situación en la que se encuentra el hombre que no
descubre que la religión no tiene un sentido en si misma sin advertir que
es una consolidación ilusoria de la miseria económica. También señala la
alienación en el confiar ingenuamente en la justicia de las leyes ignorando
que en realidad son instrumentos para el dominio de una clase social
sobre otra. Respecto a esta, destaca lo abstracto de este pensamiento sin
llamar a la acción.
Marx propone la destrucción de la religión, la filosofía y el derecho. Pone
en contraposición a las clases sociales, principalmente entre la clase
obrera y la burguesía, donde esta última utiliza los elementos
anteriormente mencionados para dominar al proletariado. La verdadera
revolución implica la acción que será llevada a cabo por el proletariado
que está llamado a destruir la sociedad burguesa y alcanzar la sociedad sin
clases.
Para Marx, el trabajo va más allá de su dimensión económica. Pasa a ser
una categoría antropológica, debido a que ve al hombre como un ser
dotado de un principio al que llamo “principio de movimiento” que
determina el impulso del hombre para la producción y la transformación
de la realidad. El hombre es un ser activo y el trabajo y la actividad
personal son la expresión de sus capacidades físicas y mentales. El hombre
posee la capacidad de modificar la realidad adaptándola a sus
necesidades. El trabajo es una objetivación, es realizar en el mundo
objetivo la propia idea y de esa forma verse reflejado en ella.
El modo de producción determina las condiciones de trabajo y las
relaciones entre todos los componentes de la sociedad. Las fuerzas
productivas, los hombres, las materias primas y las herramientas son los
elementos necesarios para que se pueda llevar a cabo la producción.
Las relaciones productivas son los nexos que se establecen entre los
individuos que intervienen en la producción. Si el valor más importante de
la producción es su carácter social, los hombres establecen relaciones y el
trabajo individual se convierte en una parte del trabajo social. Los medios
de producción son “comunidad primitiva” en la que la mayor parte de los
medios son de propiedad común: “esclavitud”, en la que los hombres son
propiedad de otros hombres; apareciendo así la idea de feudalismo
(sistema contractual de relaciones políticas y militares entre miembros de
la nobleza), capitalismo (régimen económico cuyo fundamento es el
capital) y el socialismo (que defiende la propiedad y la administración de
los medios de producción por parte de la clase trabajadora).
Todo el pensamiento marxista se reduce en un comunismo cuyo principal
objetivo es el establecimiento de una sociedad sin clases sociales basada
en la propiedad social de los medios de producción y en la abolición de la
propiedad privada. Busca llevar a la clase trabajadora al poder logrando
asumir las funciones del estrado entre ella.

Reacción anti racionalista: Soren Kierkegaard


Soren Aabye Kierkegaard nació en Copenhague en mayo de 1813.
Este filósofo marca una fuerte distinción entre razón y fe, poniendo a esta
última como suprema. La posibilidad de la fe estará en el abandono de lo
puramente racional. El fundamento en cierta medida del acto de fe estará en el
absurdo y en la aceptación de ello.
El ser pensado abstracto no se identifica con el ser real y en contra de la
dialéctica hegeliana distingue lo finito de lo infinito, ya que solo al distinguir a
Dios del hombre se puede salvaguardar el carácter de ambos. La humanidad
consistirá en ser cada vez más individuos, y esto se dará plenamente en la
relación del hombre ante Dios.
Una de las cuestiones más conocidas en su filosofía es la división en estadios de
la existencia humana en orden de alcanzar la existencia verdadera. Estos
estadios son antagónicos no pueden darse a la vez y cada uno de ellos puede ser
definitivo. También puede darse la situación que el individuo se detenga en uno
de ellos a vivir el resto de su vida. El cambio de un estadio a otro, se produce
por la opción o más bien denominado “salto” que consiste en un acto
voluntario:
 1° Estadio: Estadio Estético – El hombre se encuentra hacia afuera. El
goce y placer son sus metas a alcanzar y no hay normas, ni cuestiones
estructuradas. La imaginación es rectora de la existencia. Esta vida no
satisface y el hombre no encuentra sentido para sí y deviene la angustia y
la desesperación.
 2° Estadio: Estadio Ético – Asunción de principios morales generales. El
punto central está en el cumplimiento del deber. El individuo no puede
renunciar a lo que ha llegado pero si puede arrepentirse, lo que le trae
sentido de culpa y conciencia de pecado.
 3° Estadio: Estadio Religioso – Es aquel en que el hombre se arroja a la fe
evitando la desesperación del pecado. El anhelo de infinitud es satisfecho
por la relación infinita con Dios.
El concepto de “angustia” está presente en los estadios y constituye la
condición interior del sujeto. Esta precede al salto, consiste en un salto al vacío
donde se renuncia a la libertad y se aloja en la libertad divina. Es un puro
sentimiento de posibilidad. El individuo no es pero puede llegar a ser. La
angustia está relacionada con lo futuro, con la posibilidad de que algo sea;
incluso con los hechos del pasado, que angustian en tanto puedan volver a
repetirse.

Nietzsche: El hombre y el superhombre


Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX se profundiza una visión del
hombre decadente de las distintas frustraciones en varios ámbitos. En este
contexto también aparece una filosofía existencialista que tuvo dos vertientes
fundamentales: una que veía al hombre como pura existencia pero salvando un
sentido para su existir; y por otro lado, un existencialismo nihilista, que ve al
hombre como mera existencia arrojada en el mundo sin un sentido
trascendente en esta realidad.
Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en 1844.
De manera no sistemática, trata cuatro cuestiones fundamentales: el eterno
retorno de lo mismo, la voluntad de poder, la muerte de Dios y el superhombre.
Señala que el hombre es un ser incompleto, puesto que es una etapa o puente
entre el simio y el superhombre, y que por esto debe ser superado. Este ideal de
superhombre tiene la más alta inteligencia y nobleza del alma, y una gran
voluntad de poder.
Se caracteriza por aceptar la voluntad de poder y someter las cosas a su
voluntad, siendo así un hombre vital que ama la vida y este mundo y que ve
como bueno todo lo que procede de su voluntad. Acepta el “eterno retorno”
pues cuando toma una decisión realmente la quiere tomar y no se arrepiente de
sus actos, generando su propio sistema de valores.
Establece tres metamorfosis del Espíritu, transformándose de camello, luego a
león y finalmente en niño. El camello representa el espíritu de carga que se
arrodilla y quiere que lo carguen de bien; el león es el espíritu que aspira a la
libertad, siendo señor de sí mismo; finalmente el niño logra lo que ni el león
alcanza, que es su propia voluntad y la conquista de su mundo.
El superhombre será el que asuma la vida teniendo en cuenta que el autor
distinguía entre lo apolíneo (del Dios Apolo) y lo dionisiaco (del Dios Dionisio);
donde lo primero expresa el mundo como representación de orden y el Estado,
mientras que lo segundo seria la voluntad, la música, lo intuitivo, lo libre y la
encarnación de la voluntad de vivir.
Se marca claramente la reacción antirracionalista, marcando que la falsa cultura
racionalista en la que nos hallamos inmersos habría tenido su origen con el
pensamiento de Sócrates. Esta cultura intentó anular y sujetar la vida.
Una famosa frase de Nietzsche, es afirmar que Dios ha muerto. El hombre y el
mundo no tienen ningún significado, lo que es la gran e inevitable consecuencia
de la muerte de Dios en la sociedad occidental. Los valores vigentes en la
sociedad de raigambre judeocristiana se vienen abajo. Los hombres destruimos
estos valores con la intención de poner en su lugar nuestros valores. El
superhombre pasa a ser el que ocupa el lugar de Dios.
La verdad es solamente un medio para alcanzar el poder. La verdad no existe ya
que es una designación de las cosas así como uniformemente válida y
obligatoria. La ciencia, el concepto y el lenguaje son impedimentos para el
contacto directo del hombre con la realidad. El hombre tiene que amar la vida y
huir de todo lo que la destruya. El conocimiento es fruto de la mentira del
hombre porque llena de vanidad a quien lo pone en ejercicio. También afirma
que el intelecto no sirve para conocer la verdadera realidad de las cosas sino
que previene la desgracia sin otorgar felicidad. El hombre debe guiarse
únicamente por la intuición.

La Fenomenología
Esta corriente filosófica tiene su origen en Alemania en el siglo XX a manos de
Edmund Husserl. El nombre proviene del griego fenómenos, que es “lo que
aparece”, lo que se revela o manifiesta.
Hay una especie de sinceridad entre lo que aparece del ser y el ser mismo, y por
otro lado no se duda de la veracidad de esa manifestación. A partir de Platón,
esta relación “sincera” comienza a ponerse en duda y así se le atribuye al
término “fenómeno” el de “apariencia engañosa”.
Con Aristóteles se vuelve a la significación originaria de apariencia sensible
verdadera.
Con la modernidad, la noción de fenómeno aparece como separado de la cosa
en sí y como único objeto de nuestro conocer.
La fenomenología es una nueva manera de pensar la realidad. Una nueva
posibilidad frente a las dos filosofías en auge en aquella época: el Idealismo y
Positivismo. Se separa del idealismo ya que propone una vuelta a la objetividad
de las cosas alejándose de las construcciones apriorísticas y puramente
mentales; por otro lado, se distancia del positivismo ya que busca el
conocimiento de las esencias de las cosas y no se detiene en las cuestiones de
las ciencias de la naturaleza.
En la modernidad, se produjo un alejamiento de la objetividad hacia un
pensamiento de carácter subjetivo en el que la realidad pasó a un segundo
plano frente al yo que piensa esa realidad.
Se busca una vuelta al conocimiento de la realidad en sí. Con este movimiento
se llega a través de los fenómenos que remiten a esa realidad. Son
manifestaciones de la realidad que en sí pierde el sentido subjetivista que
tenían en Kant y consisten en “lo inmediatamente dado en sí mismo, tal como
se presenta a la conciencia.
El método de investigación, consiste en que la vivencia de la conciencia desvela,
a través del análisis significativo del propio contenido, todas las diversas
modalidades y sentidos que encierra. Es primordial el concepto de “conciencia”
ya que la intencionalidad marca su método. La filosofía debe eliminar todo
supuesto.
En un primer momento se busca la ausencia de prejuicios, eliminar toda clase
de dogmatismos y sugestiones ya sean del lenguaje o de esquemas científicos
que podrían falsear la inmediatez del dato. Esto es llamado époche, la
suspensión del juicio, prescindiendo de sus caracteres individuales e incluso de
su misma existencia real, ya que lo que interesa es la esencia, un contenido de
carácter ideal. Este manifestarse es “en” y “para” la conciencia.
Pretende alcanzar el objeto, la realidad objetiva, aunque permanezcamos en la
conciencia. La conciencia es conciencia de objetos, y por estudiarla nos
acercamos a la realidad objetiva. Es legítimo limitarnos al estudio del fenómeno
ya que la intencionalidad nos lleva a acercarnos a la realidad metafísica pero sin
necesidad de su estudio directo, cuestión que se hace imposible.
En el segundo momento se recurre a la intuición inmediata como capaz de
captar la realidad en toda su pureza. Se realiza una lectura descriptiva del
“fenómeno” antes de realizar una valoración interpretativa para así alcanzar el
ser en cuanto lo que se manifiesta. Se logra la descripción de esencias.

Max Scheler
Este filósofo nació en Múnich en 1874.
Señala en los seres vivos un primer principio que es el impulso afectivo, primer
movimiento hacia el medio que realiza un ser vivo. Tal impulso lo tienen
principalmente los organismos vegetales, aunque podemos encontrarlo
también en los seres superiores. Es un encuentro con la realidad.
El instinto es el segundo grado del ser vivo que no guarda relación con la forma
tradicional de entender el instinto, sino que se interpreta desde una nueva
perspectiva. Lo comprendemos por la observación de los animales.
Al tercer principio, se lo denomina memoria asociativa y consiste en la
capacidad que tiene el ser vivo de repetir aquellas respuestas frente a un
estímulo determinado o problema que haya experimentado.
Finalmente, el cuarto nivel es la inteligencia, compartida por los humanos y
algunas especies animales. Es la forma en que un individuo resuelve una
situación particular no experimentaba antes, con lo que su facultad de elegir y
de preferir debe optar por la mejor solución al problema.
Sigmund Freud
El pensamiento de Sigmund Salomón Freud, nacido en Príbor en el 1856,
pertenecía propiamente al campo de la psiquiatría.
Freud distinguió en la psique del hombre lo consciente y lo inconsciente. Esto
determinaría la conducta ya que el proceso consiste en el paso de lo
inconsciente a lo consciente. Cuando este paso se da de manera fluida, la vida
psiquiátrica transcurre normalmente pero al encontrar resistencias aparecen las
alteraciones patológicas en la persona. La parte consciente al ser está
condicionada por lo externo y no surge de manera espontánea del yo, por lo
que sería en cierta manera artificial. Acá vemos un cierto reclamo de vuelta a un
estado natural superando los consensos o convencionalismos.
En este contexto el inconsciente sería lo verdadero en el hombre y aquello que
determina la conducta, donde los conceptos de libertad y responsabilidad serían
simples quimeras. La desconfianza en lo racional sería el punto fundamental.
Esa dimensión inconsciente se reduce a manifestaciones diversas del verdadero
apetito sexual y toda aspiración humana consiste en una sublimación del
apetito sexual.
En su segunda teoría sobre el aparato psíquico, distingue tres instancias
fundamentales:
El Ello, cuyo contenido es inconsciente y que consiste fundamentalmente en la
expresión psíquica de las pulsiones y deseos del hombre. Está en conflicto con el
Yo y el Superyó.
El Yo es una instancia psíquica actuante y que aparece como mediadora entre
las otras dos intentando conciliar las exigencias normativas y punitivas del
Superyó, junto a las demandas de la realidad, con los intereses del Ello por
satisfacer deseos inconscientes.
El Superyó es la instancia moral enjuiciadora de la actividad yoica. Para Freud
surge como resultado de la resolución del complejo de Edipo y constituye la
internalización de las reglas, normas y prohibiciones parentales.
Todo su pensamiento está impregnado de un “pansexualismo”. Así señala que
el Superego o Superyó ejerce la función de censura sobre lo erótico en el
hombre. Como consecuencia afirma que las leyes, la cultura y la religión son el
resultado de la sublimación del apetito sexual humano. Dios mismo sería la
sublimación de la figura del padre, un Dios-juez que representa al padre en
cuanto censor del apetito sentido por la madre. Así toda conducta que se guía
por sublimaciones será una constante frustración y la felicidad sólo se alcanza
por la libre satisfacción de los instintos.
El existencialismo
Con este pensamiento se busca cambiar la visión y el objeto del pensamiento a
algo que afecta al ser humano en su existir.
El existencialismo recibe la actitud negativa frente al racionalismo abstracto y
conceptual, reductor de lo individual en la universalidad de la idea, y la
proclamación, en contra, de la existencia humana, siempre singular y concreta,
como ámbito de la auténtica verdad filosófica.
Se señala que la existencia trata de captar el sentido del ser en el existir
concreto. Las cosas son y solo el hombre existe. Se busca abandonar el
racionalismo abstracto.
El planteamiento de base puede ser semejante pero las conclusiones a las que
se arriban son muy diferentes.

Martin Heidegger
Nacido en Messkirch en 1889.
Su pensamiento filosófico afirma que la Metafísica Clásica estudia al “ente” pero
se olvida del ser. Su primera cuestión tratada será el ser como distinto del ente.
El ser no es algo como el ente sino aquello que justamente determina al ente
como tal. La cercanía del objeto de estudio, ya que todos somos, trae la
dificultad de la posible falta de objetividad, por lo que el pensador propone
comenzar su pensamiento por la existencia humana.
El hombre, todo hombre, cualquier hombre, se encuentra siempre y
necesariamente insertado en el mundo de las cosas y de otras personas.
El resto de lo existente tendrá un carácter instrumental en cuanto hace
referencia a aquel que le da sentido, “un para que”. “Ser en el mundo” del
hombre implica una existencia compartida. Para comprender su existencia el
hombre puede tomar como punto de partida a sí mismo o a los demás hombres
y objetos. La primera forma se alcanza una comprensión auténtica mientras que
la segunda lleva a una comprensión inauténtica en la que se fundamenta la
existencia anónima, cayendo en una manera de vida impersonal y poniendo al
hombre al mismo nivel que las cosas del mundo.
La muerte presenta el final acabado de la existencia, que la muerte es una
posibilidad de ser, la más genuina posibilidad, por lo que el hombre es un ser
para la muerte. Esto es lo que aterroriza la existencia y lleva al hombre a
refugiarse en el mundo en la existencia inauténtica. Es esta manera de existir, el
“se”; no permite pensar en la propia muerte sino en el “se muere”.
Al asumir mi existencia hacia la muerte, me encuentro con lo real, con la
posibilidad más real que es la muerte y su nihilidad, es decir, su condición de
nada.
Donde alcanzaríamos realmente la verdad, seria a partir de la angustia, que
libera al hombre del “se”. No es sinónimo de miedo, sino que lo que angustia al
hombre es el reconocimiento de estar en el mundo. La posibilidad de la pura y
simple imposibilidad de la existencia.
Se rescata la contingencia del ser, es decir, que puede ser o no ser, apareciendo
la muerte como lo único necesario. La existencia será un viaje entre “nadas”,
surgimos de nada y estamos abocados a la nada misma. Se dan dos
posibilidades: una existencia inauténtica que consiste en entretenerse con
trivialidades o una existencia auténtica que lleva a abrazar la angustia, la nada y
autoafirmarse ante esto por la acción y la lucha. Al asumir la posibilidad de la
muerte, existo de manera auténtica. La muerte será reveladora de lo auténtico
sin ser paralizante sino que nos arroja al futuro para realizar las posibilidades
que se adelantan a la posibilidad de la muerte.

Jean-Paul Sartre
Nació en Paris en el 1905.
Encontramos un existencialismo activista, realizando una distinción entre el “ser
en si” y el “ser para sí”.
El primero consiste en el que se nos presenta, el ser de lo externo, es decir,
objeto; solo puede ser de esa manera, existe una determinación. El ser en sí es
puro hecho, puro estar ahí, simplemente es, es puro hecho sin razón, absurdo y
contingente. En este, se incluyen las cosas externas como también el pasado del
hombre que no puede ser modificado. La característica de esta existencia en su
contingencia, es decir, la no necesidad de la misma.
En el caso del “ser para sí” es la conciencia, el sujeto, lo que puede llegar a ser
porque carece de determinación a diferencia del “ser en sí”. Este se define
como lo que no es el “en sí”. Se produce una división entre objeto (en sí) y el
sujeto (para sí) que es obrada por la nada.
El hombre es “para sí” o conciencia, sujeto y por lo tanto, libertad absoluta, ya
que carecerá de determinación en el modo de ser a diferencia del “en sí”. Este
es mientras que el “para sí” existe. El hombre no es sino que se hace, es
libertad, existencia en virtud de la nada. En el hombre habita la nada, es hueco y
vacío.
Una idea central de su pensamiento está en que en el caso del hombre, a
diferencia de los objetos (en sí), la existencia precede a su esencia.
La libertad, al no tener ningún fundamento metafísico, no está condicionada. El
hombre es radical contingencia, ausencia de todo ser fundante. Existir será
superar toda situación dada, será proyecto hacia el futuro y posibilidad, y en su
ser “posibilidad” se revela su carencia de ser, de ser en sí. Instalarse en el en sí,
en el pasado, implica no asumir la realidad de la existencia.
En la vida, el hombre debe construirse a sí mismo y al actuar creará su propia
moral. Al ser un proyecto implica la elección de un cuerpo de valores que no se
me imponen sino que yo (sujeto-para sí) los elijo como valores para mí. Estos
valores son tales en cuanto yo los elijo y carecen de justificación externa. Todo
depende de mi libertad que parte de la nada y se dirige a la nada. No existe una
idealidad a la que dirigir mi acción más que mi elección sobre la nada. Al ser
libertad pura puede elegir lo contrario, modificar su proyecto y contradecirme
por lo que surge el sentimiento de nihilidad y abandono al que llamamos
“angustia”. Quien huye de la angustia se escapa de su propia libertad,
engañándose a sí mismo, dejando su responsabilidad en lo ajeno, en normas y
valores externos. En este sentido el hombre está condenado a ser libre y la
existencia humana es un fracaso y absurdo. En palabras del autor: «el hombre
es una pasión inútil».
Con la muerte el “para sí” se reduce al “en sí”, por lo que la existencia humana
será un fracaso. El hombre está condenado a ser libre sin sentido. Algo
comienza para terminar: la aventura no admite añadidos, solo cobra sentido
con su muerte. Hacia esta muerte, que acaso también la mía, me veo arrastrado
irremisiblemente.
El hombre no es responsable sólo de su individualidad sino que es responsable
de todos los hombres. El pensador señalaba que el Existencialismo no buscaba
llevar al hombre a la inactividad sino a asumir la responsabilidad ante su vida y
la construcción de la misma. La vida es una, sin repetición posible ni sanción
ulterior, profiter de la vie.

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