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Terceras Naturalezas

Diez Años de Asambleas Mundanas y Carnales

Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda

Los proyectos desarrollados en los últimos años y a los que este texto sirve de introducción, se
sitúan en una condición global que no tiene precedentes; cualquier clase de material cultural dis-
para una multiplicidad salvaje de conexiones con otros materiales, cosas y situaciones, desde
personas a máquinas o a entidades abstractas y no significantes. La total coherencia de estas
conexiones, su origen, connotaciones o significados no son ya relevantes para la forma en la que
estos materiales están conectados, sino que lo que cuenta es el acceso universal e instantáneo a
Cables de red conectados. Nueva York, 2010
Network cables plugged. New York, 2010
éste océano infinito de información, que comprime el tiempo —desde que comenzó— de una
forma brutal y directa.

PROCESOS MAQUÍNICOS

Este nuevo escenario epistemológico está soportado por los procesos maquínicos y abstractos de
naturaleza puramente tecnológica que gobiernan silenciosamente nuestras sociedades. La inva-
sión invisible de la tecnología afecta a todos los rincones de nuestras vidas cotidianas, a nuestro
trabajo y ocio, convirtiendo en productivo hasta el último minuto o nuestra más mínima acción. Si
bien inventados, llevados a cabo y sostenidos por nosotros, la inmersión digital y los procesos pro-
ductivos asociados no tienen por objetivo la mejora de nuestras condiciones de vida, sino la explo-
tación productiva de cualquier aspecto de ella. Los humanos somos ahora parte de entidades
mayores formadas por amalgamas de múltiples cosas, incluyendo otros humanos, máquinas y enti-
dades biológicas, de las que no somos ya necesariamente ni el centro ni la prioridad.

Por primera vez, la construcción de subjetividad y los procesos de valorización y asociación sim-
AKB48, grupo pop japonés compuesto por 87 cantantes bólica se han convertido en el gran objetivo de los procesos productivos, expandiendo la produc-
Japanese Pop group composed by 87 young female singers
ción de bienes y servicios al campo de los materiales culturales. El trabajo inmaterial, la produc-
ción de contenidos y la progresiva estetización de nuestros entornos y comportamientos son
ahora el principal motor de las industrias digitales. El valor de los activos culturales, previamente
dictado por las leyes del mercado, tiene ahora una naturaleza más frágil y volátil si cabe, y está
sometido a cambios y fluctuaciones sin precedentes que exigen una renovación constante y sin
fin de imágenes, textos y otros materiales para alimentar el insaciable consumo de bienes inma-
teriales, en un bucle maquínico sin fin.

La progresiva capacidad de transmisión, almacenamiento y monitorización de las redes digitales


ha cambiado por completo la forma en la que producimos y percibimos cualquier clase de mate-
rial cultural, incluida la arquitectura. El acceso universal a toda clase de información interconec-
tada y las nuevas formas de su producción han transformado radicalmente la naturaleza de los
Operarios trabajando en empresa de comercio materiales a los que cualquier trabajo u obra de orden cultural se refiere o está conectado.
electrónico en China
alibaba-amazon-jd-com-jingdong-parcel-fedex-ups-dhl-deli- Cualquier material cultural está intrínsecamente vinculado con una vasta e inabarcable red de
very-infrastructure-china-e-commerce
conexiones con otras piezas de información, en una polifonía multimodal que ha transformado
no sólo la forma de entender el mundo o de comunicarse, sino lo que es más importante para
nosotros, condiciona la forma en la que los materiales culturales y artefactos técnicos se conci-
ben, producen, transmiten y perciben. Por consiguiente, cualquier obra o idea no puede ya per-
cibirse como una entidad autónoma que pueda leerse de forma aislada y con un significado
único, claro y permanente. Esa multiplicidad de connotaciones se despliega a niveles diferentes,
desde las relacionadas con la materialidad física o la forma de producción, hasta las que tienen
que ver con las similitudes y diferencias con otras obras, las asociaciones simbólicas que cada
grupo social proyecta en él, la historia del tipo al que pertenece el objeto o, simplemente, las
conexiones azarosas establecidas en los documentos que contienen su nombre o denominación.
Estas conexiones, que en estado incipiente y menor grado de desarrollo eran comunes a cual-
quier proceso cultural, se han multiplicado exponencialmente. Las interrelaciones entre las pala-
bras, imágenes, textos, personas o cosas ya no se generan por la interrelación física individual
dentro de grupos o comunidades —ni están sancionadas u ordenadas por autoridades de cual-
quier tipo—, su naturaleza es ahora de una lógica difusa, una combinación de azar, causalidad y
lógica que terminan por generar muchas veces situaciones completamente inesperadas, confu-
Almacén Logístico Amazon, Swansea, Reino Unido, 2010
Amazon Logistic Warehouse, Swansea, U.K., 2010 sas y generalmente asignificantes.

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Third Natures
Ten Years of Mundane, Carnal Assemblies

Cristina Díaz Moreno & Efrén García Grinda

This text serves as an introduction to our recent projects, designed in an unprecedented global con-
text, with every type of cultural material triggering a wild multiplicity of connections with other materi-
als, things and situations, from people to machines to insignificant, abstract entities. The overall con-
gruence, origins, connotations and meanings of these connections are no longer relevant to the way
these materials are connected. What counts now is universal, instant access to this infinite ocean of
information which compresses time —since it began— brutally, directly.
The Rising Sun, Plaza de Tiananmen, Pekín, China, 2014
The Rising Sun, Tiananmen Square, Beijing, China, 2014

MECHANISTIC PROCESSES

This new epistemological scenario is supported by the purely technological, abstract mechanistic
processes that silently govern our societies. The invisible invasion of technology affects every aspect
of our daily lives, work and leisure. It makes every minute, every slight action, productive. Although
this digital immersion and its associated products have been invented, implemented and maintained
by humans, they are only intended to maximise the productive exploitation of every possible aspect
of our lives, not improve our living conditions. Humans are now part of larger entities formed by amal-
gams of many things including other humans, machines and biological entities in which we are not
necessarily the centre nor the priority.
Portada de Animals sobre 16 St. View en la
Central Eléctrica de Battersea
The construction of subjectivity and the processes of value attribution and symbolic association have
Animals cover on Google Street View in Battersea power station
now become the major focus of production processes, and the production of goods and services has
now been extended to the realm of cultural materials as well. Immaterial work, the production of con-
tents and the growing aestheticization of our surroundings and behaviour are now the main driving
force for the digital industries. The value of cultural assets, previously dictated by the market, is now
more vulnerable and volatile than ever, subject to unprecedented changes and fluctuations, requiring
a constant, endless renewal of images, texts and other materials to feed the insatiable consumption
of intangible assets in an endless machinistic loop.

The growing transmission, storage and monitoring capacity of our digital networks has totally
changed the way we produce and perceive every type of cultural material, including architecture.
Universal access to every kind of interconnected information and its new forms of production have
radically transformed the nature of the material that all culture-related work refers or is connected to.
All cultural material is intrinsically linked to a vast, unfathomable network of connections with other bits
of information, a multimodal polyphony that has transformed not only the way we understand the
Escenario y espectadores en el Key Arena para The
International, 2014. Jakob Wells
world and communicate but —most important for us— also determines the way cultural material and
The stage and crowd at Key Arena for The International 2014.
Jakob Wells
technical devices are devised, produced, transmitted and received. Consequently, our work and ideas
can no longer be perceived as autonomous entities, interpreted in isolation with a single, clear, per-
manent meaning. This multiplicity of connotations works at different levels, from its physical materiality
and forms of production to levels concerned with similarities and differences with other work, the sym-
bolic associations that each social group perceives in it, the history of its genre or simply the random
connections made in documents of any kind that contain its name. These connections, initially com-
mon to every cultural process, have multiplied exponentially. The interconnections between words,
images, texts, people and things are no longer generated by the physical interaction between individ-
ual in groups or communities, nor are they sanctioned or ordered by authorities of any kind. They now
have a fuzzy logic, a combination of chance, causality and logic that often ends up creating completely
unexpected, confusing and generally non-significant situations.

Concert World is Mine, 9 de Marzo 2010, Tokyo, Japan.


Hatsune Miku
Concert World is Mine, March 9, 2010, Tokyo, Japan.
Hatsune Miku

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HABLAR DE FORMA DIFERENTE

Este paisaje sin fin de información, sin jerarquía, constituye una situación paralela a la de la pro-
ducción y consumo de bienes y productos en la postguerra de la Segunda Guerra Mundial. En los
años siguientes al conflicto, los lenguajes del mundo del arte encontraron en las naciones más
avanzadas un nuevo contexto productivo, social y económico al que referirse: el de una abundan-
cia de objetos y bienes antes desconocida, acompañada de nuevas formas y medios de transmitir
información. Aquella nueva era de la abundancia tenía su origen en un desarrollo productivo sin
precedentes proveniente del desarrollo de la industria militar, la aparición de nuevos modelos y
prácticas sociales —el consumo, como forma de apropiarse, utilizar y desechar todos esos bien-
es—, y de la universalización de los nuevos medios de comunicación, que serviría rápidamente
como fuente de inspiración para multitud de prácticas culturales. El lenguaje de la publicidad y de
Zona de Tuan Jie Hue. Dibujo de Architecture Studio
Tuan Jie Hue area. Drawing by Architecture Studio
los nuevos media —la cultura popular en definitiva— se convirtió en una fuente de actualización de
los lenguajes, al que incorporarán la tendencia a la abstracción y experimentación radical prove-
niente de las vanguardias europeas, y temas de la vida cotidiana cargados de connotaciones iden-
tificables para cualquier espectador y que modularán la dificultad de lectura de la obra de arte y de
los artefactos culturales. En aquel momento de transformación y abundancia surgió un nuevo len-
guaje narrativo y perteneciente a una época que transformó por completo el paisaje y la cultura
material: el pop, nacido de los media pero destinado a transformar los lenguajes de la alta cultura.

Aquella abundancia de objetos de consumo y de proliferación de los media parece tener hoy en
día una resonancia amplificada en la abundancia de información a la que tenemos acceso. Si los
objetos duraderos y cargados de valores tradicionales dieron paso a bienes de consumo cuyo
valor residía en su papel performativo —limitado por su propia obsolescencia y modulado por un
precio de producción reducido que universalizaba su acceso—, hoy en día, la información de
momentos pasados, escasa y difícil de adquirir, organizada y seleccionada de forma ortodoxa, ha
Salon de Baile, El Alto, Bolivia, 2014. F. Mamani Silvestri
Dance Hall, El Alto, Bolivia, 2014. F. Mamani Silvestri dejado paso a una época de hiperabundancia de información y de producción de bienes inmaterial
a precio reducido o incluso nulo. Es posible un acceso universal a un caudal de información sin
precedentes, sin jerarquizar, sin ordenar, en el que piezas de alto valor coexisten con basura sin
valor que, sin embargo, puede alcanzar cotas de difusión inimaginables de forma instantánea.

Las lógicas y actores que clasificaban los materiales culturales —de acuerdo con su proveniencia
o materialidad, de su origen en la alta o baja cultura, del público al que estaban destinados, o
según los medios por los que se distribuían—, han dejado de tener validez. Los que antes eran
considerados canales de difusión universal centrales a la hora de difundir la cultura, han sido sus-
tituidos por una espectro plano de multitud de voces, con una desconcertante carencia de crite-
rios claros y referencias universales. Este ámbito de naturaleza crecientemente compleja requie-
re, por una parte, estar familiarizado con los territorios y disciplinas anteriormente autónomas y,
por otra, adquirir una habilidad y predisposición para adaptarse y participar en la construcción de
los escenarios cambiantes, fruto de una revisión constante de los criterios de referencia. Pero,
sobre todo, requiere una nueva sensibilidad que nos permita convertirnos en actores dentro de
este nuevo territorio de complejas conexiones, en lugar de ser consumidores pasivos o seguido-
res de corrientes de opinión o conocimiento.
Gummo. Película dirigida por Harmory Korine, 1997
Gummo. Film directed by Harmory Korine, 1997

DISCURSOS MACARRAS

Esta nueva era de producción, transmisión y recepción de cualquier clase de contenido inmaterial
hace necesario ensamblar y elaborar discursos no puramente lingüísticos —pero que también
involucren al lenguaje en arquitectura—, que sean, por una lado, compatibles con este nuevo
entorno y consistentes con estas nuevas prácticas y sensibilidades y, por otro, profundamente
críticas hacia todo ello. Parafraseando a Fernández Porta, todo es pop, y por consiguiente, nada
puede ser realmente pop nunca más. Los límites entre las categorías antagonistas de alta cultura
y pop se han disuelto, no es posible distinguir la procedencia de los materiales. Estos nuevos dis-
cursos no deben solamente enfrentarse en arquitectura a la necesidad de elaborar nuevos lengua-
jes, sino también involucrar aspectos organizativos, espaciales, materiales, tipológicos y de pro-
gramación, entendiendo que todos ellos deben formar parte de la construcción de esta nueva sen-
sibilidad. En ella, los diferentes niveles de abstracción no son incompatibles con las connotacio-
nes simbólicas o las relaciones con materiales y ejemplos históricos, y forman conjuntos necesa-
riamente asociativos que solemos vincular a las actitudes afterpop de Fernández Porta, referidas
a un conjunto de actores culturales que hacen uso de toda clase de materiales de orígenes apa-
Electric Skin 1, 1968. Haus-Rucker-Co.
Electric Skin 1, 1968. Haus-Rucker-Co. rentemente inconsistentes, y a las enunciaciones macaronic de Bakhtin.

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A DIFFERENT (DE)FORM OF SPEAKING

Parallels can be found between this endless non-hierarchical information landscape and the produc-
tion and consumption of goods and products in the post-WWII period. In the years following the war,
the languages of art found a new point of reference in the emerging productive, social and economic
environment: an abundance of hitherto unknown objects and goods, accompanied by new ways and
means of transmitting information. This new era of wealth resulted from an unprecedented growth of
production stemming from the development of the defence industry, the emergence of new social
models and practices —consumption as a way of getting, using and discarding all these goods— and
the ubiquity of the new mass media, which rapidly became a source of inspiration for a plethora of
cultural practices. The language of advertising and new media —popular culture— became a source
for refreshed languages, enriched by the European avant-garde’s penchant for abstraction, radical
experimentation and themes from everyday life, dripping with identifiable connotations for any spec-
tator, which modulated the difficulty of interpreting works of art and cultural artefacts. A new native
language for an era that completely transformed the material and culture landscape emerged in this
Homo sapiens sapiens, Bienal de Venecia 2005. P. Rist
Homo sapiens sapiens. Venice Biennale 2005. Pipilotti Rist
context of transformation and abundance: pop, born from the media yet destined to transform the lan-
guages of high culture.

This abundance of consumer goods and the proliferation of the media seems to have an amplified
echo in today’s abundance of information. In the post-war period, durable objects laden with tradition-
al values were replaced by consumer goods whose value resided in their use, limited by their obso-
lescence and modulated by low production costs that made them accessible to all. Today, information
from the past, scarce and hard to access, with its orthodox selection and organization, has given way
to an era of overabundance of information and production of intangible goods at low or even zero
cost. Total access to an unprecedented non-hierarchical, unorganised flow of information is now pos-
sible. Data of immense value now coexist with worthless junk which can nevertheless receive hitherto
unimaginable scales of instant reproduction.

The logic and the agents that previously classified cultural material according to their source or type,
Hey QT por QT. Sophie anuncia Harido, 2014. PC music
their origins in high or low culture, the public they were intended for or the media that distributed them,
Hey QT by QT. Sophie advertising Harido, 2014. PC Music
are now no longer valid. Dissemination channels once regarded as indispensable have been replaced
by a flat spectrum of multiple voices with a disturbing lack of criteria or universal references. This
increasingly complex environment requires familiarity with previously independent realms and disci-
plines, and also an ability and willingness to adapt and participate in the construction of the changing
scenarios that result from a constant revision of the benchmarks. It also requires a new sensitivity that
facilitates our participation in this new realm of complex connections, instead of being passive con-
sumers or followers of trendy ideas or knowledge.

Perils of Abundance, 2010. Thomas Hirschhorn


Perils of Abundance, 2010. Thomas Hirschhorn

MACARONIC DISCOURSES

In this new era of production, transmission and reception of every kind of intangible content, we
need to assemble and develop discourses that are not entirely linguistic —they should include archi-
tectural language— which are compatible with this new context and consistent with these new
practices and sensibilities but at the same time deeply critical of all of them. To paraphrase
Fernández Porta, everything is pop, so nothing can be really pop anymore. The boundaries between
the antagonistic categories of high culture and pop have dissolved, and we can no longer identify
the source of the materials. In architecture, these new discourses must not only address the need for
new languages, but also issues related to organization, space, materials, typology and programming,
all of which should contribute to the construction of this new sensibility, in which the different levels of
abstraction are not inconsistent with symbolic connotations or relationships with historic material and
examples. They form necessarily associative groups that we usually relate to Fernández Porta’s post-
pop postulations, which refer to a group of cultural agents who use all sorts of apparently inconsistent
material and Bakhtin’s macaronic language.

Blow Chunks, 2011. Tom Sewell


Blow Chunks, 2011. Tom Sewell

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Por este extraño nombre nos referimos a los discursos no puramente lingüísticos derivados de la
aplicación de la imaginación socio-tecnológica y de los procesos de amalgama de técnicas y dis-
cursos culturalmente asimilados y transmitidos. Más que el significado despectivo usual asociado
a lo macaronic en diferentes lenguas —el inglés macaroni, afectado o dandi, o el castellano maca-
rra, vulgar, agresivo o achulado—, nosotros utilizamos el término siguiendo su sentido original. El
macaronic se desarrolló en los círculos intelectuales del Véneto en el siglo XV e introducía en el
latín culto, vocablos y expresiones populares de los dialectos del norte de Italia de forma creativa,
absurda y lúdica para componer poesía oral que trataba asuntos filosóficos a través de aspectos
Ars Amatoria, 2014. Roosje Klap & Mathias Schweizer cotidianos. Fue presentado en forma escrita por primera vez por Michele di Bartolomeo degli Odasi
Ars Amatoria, 2014. Roosje Klap & Mathias Schweizer
en su Maccharonea (1490). Se trata de una distorsión creativa de los lenguajes establecidos que
mezcla de forma crítica, mordaz o satírica subestructuras sintácticas y términos de distintas len-
guas y dialectos sin distinguirlos según su origen, utilizando la estructura sintáctica del lenguaje
sancionado como matriz. Este tipo de discursos producen heteroglosia —riqueza basada en la
coexistencia y el conflicto entre diferentes clases de discursos dentro de un artefacto cultural—, y
distintos niveles de lectura según su contexto. Se oponen por naturaleza a los discursos fijados,
sancionados y transmitidos mediante la educación —en arquitectura, la práctica convencional asi-
milada a través del oficio y de las las escuelas orientadas a la preparación de profesionales—.

Este tipo de lenguajes, como los discursos autoritarios, no pueden englobarse en lo que Mikhail
Bakhtin denomina hybrid utterance —multiplicidad enunciativa— puesto que se perciben como
obsoletos, acabados y jerárquicamente superiores, y demandan una asimilación incondicional
más que aceptar interpretaciones subjetivas abiertas. Por el contrario, el macaronic se presta por
Páginas extraídas del libro Third Natures, A Micropedia.
Architectural Association, 2014. amid.cero9
naturaleza a ser reinventado y reinterpretado constantemente, acepta y abraza la imaginación
Pages extracted from Third Natures, A Micropedia, AA, 2014
dialogística y la cualidad interconectiva de la conversación, y como en las versiones más sencillas
de ésta presenta constantes referencias y conexiones con multitud de fuentes de diversos tipos,
para enunciar y asimilar de forma inmediata discursos complejos —no confundir con eclecticis-
mo, estilo basado en la mezcla arbitraria de otros previos, que se apropia de sus concepciones,
puntos de vista e ideas para construir un discurso exótico, nuevo y sorprendente, sin lógica inter-
na ni afán de coherencia crítica—.

La búsqueda y elaboración de estos discursos no tiene como objetivo únicamente la producción


de novedad, sino que proviene fundamentalmente de la proyección, en los objetos construidos, de
valores que pertenezcan al imaginario colectivo, tanto a la escala del grupo social al que el proyec-
to se refiera, como a una escala global, la de ese nuevo contexto económico, productivo, social y
tecnológico. El objetivo sería producir nuevos modelos de belleza específicos, contingentes y ade-
cuados a estas condiciones —que pueden resultar feos o inapropiados porque no encuentran refe-
rencias o patrones estilísticos conocidos a los que referirse—. La máxima coherencia con los
entornos y contextos concretos y específicos a los que el proyecto se refiere permite eludir res-
puestas automáticas o conocidas, es decir, condicionadas por la búsqueda de un lenguaje perso-
nal o por la adscripción a corrientes ya asimiladas y, por tanto, inútiles para el afán de, primero,
relacionarse con estos nuevos contextos generales, y segundo, ser críticos con ellos.
Paper Rad ~ Facemaker_still. 2009
Paper Rad ~ Facemaker_still. 2009

ESPACIO COMO FENÓMENO DE INTERACCIÓN

Comencemos por un campo de trabajo que los arquitectos frecuentemente reclamamos como
propio, el espacio. Tenemos que admitir que es un término complicado debido fundamentalmente
a las numerosas dificultades semánticas producidas por su amplia variedad de significados, a
menudo opuestos. Habitualmente, no podemos hablar de ello sin confusión, porque tiene una
larga tradición de diferentes vertientes en la disciplina y como los objetos, que se estropean y
envejecen con el uso, el término ha sido vaciado de significado por su intensa utilización.
Entonces, ¿a qué clase de espacio nos estamos refiriendo? ¿A qué nos referimos cuando lo recla-
mamos como territorio de trabajo para la arquitectura? ¿Hablamos de la concepción kantiana del
espacio como efecto estético percibido por el sujeto; del concepto asociado a la geografía social
postmoderna; o más bien de los procesos de espacialización de Lefebvre, cargados políticamen-
Algorithmic Wanderers, 2014. John Gerrard
Algorithmic Wanderers, 2014. John Gerrard te? Y aún más, ¿cuál es esa tradición del término en nuestro campo?

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We use this strange name in reference to not purely linguistic discourses that derive from socio-tech-
nological imagination and the amalgamation of culturally accepted and transmitted techniques and
types of speech. This is not the usual derogatory sense normally associated with the term in different
languages – in English, macaroni, stilted or dandy, and in Castilian Spanish macarra, vulgar, aggres-
sive or tough— but rather its original meaning. Macaronic Latin began to spread amongst Venetian
intellectual circles in the 15th century, employing words and expressions from popular northern Italian
dialects in a creative, absurd, playful way to compose oral poetry about philosophical issues using
commonplace aspects. Its first written use was by Michele di Bartolomeo degli Odasi in Maccharonea
(1490), a creative distortion of established languages, mixing syntactic substructures and terms from
different languages and dialects, regardless of their origin, in a critical, biting, satirical way, on top of
the basic syntactic structure of the sanctioned language. This type of discourse produces heteroglos-
sia – richness based on the coexistence and conflict between different kinds of speeches in a cultural
Traje de Aladino para la gira Sane de David Bowie, 1973,
diseñado por Kansai Yamamoto artifice, and different levels of interpretation for each context. By nature they are opposed to the fixed,
(Foto de Masayoshi Sukita)
David Bowie's Aladdin Sane tour outfit, 1973, designed by sanctioned discourses transmitted through education —in architecture, accepted conventional prac-
Kansai Yamamoto (Photo by Masayoshi Sukita)
tice established by the trade and architecture schools to produce well-trained professionals.

These types of languages, like authoritarian discourses, should not be included in what Mikhail
Bakhtin calls hybrid utterances —enunciative multiplicity—, given their perception as obsolete,
exhausted and hierarchically superior, and require unconditional acceptance instead of accepting
open subjective interpretations. By contrast, macaronic language lends itself to constant reinvention
and reinterpretation, it accepts and embraces dialogic imagination and the interconnective quality of
conversation. Even in its simplest versions, it contains constant references and links to a plethora of
sources that help to enunciate and immediately assimilate complex discourses —not to be confused
with eclecticism, based on an arbitrary mixture of previous styles which absorbs their concepts, points
of view and ideas in order to construct a new, surprising, exotic discourse new style that lacks internal
logic and any attempt at critical consistency—.

These discourses are not just sought and designed for the sake of novelty’. They primarily derive from
Mould map 3, 2013. Ben Mendelwicz the projection —in the case of built objects— of values borrowed from the collective imagination on
Mould map 3, 2013. Ben Mendelwicz
the scale of the project’s social group, and also on a global scale, the new economic, manufacturing,
social and technological context. The aim is to produce new specific models of beauty that are con-
tingent and appropriate to these conditions —which paradoxically may be ugly or inappropriate
because they lack familiar references or stylistic patterns—. Maximum congruence with the specific
environs and contexts of the project allows us to avoid automatic or familiar responses, i.e., the influ-
ence of a search for a personal language or the secondment of established trends —useless for relat-
ing to these new general contexts or adopting a critical attitude towards them.

Portada de Zap #4, 1967. Victor Moscoso


Zap #4 cover, 1967. Victor Moscoso

SPACE AS A PHENOMENON FOR INTERACTION

Let us start with a field that we architects often claim is ours: space. We have to admit that space is
a complicated term, mainly due to the semantic difficulties caused by its wide range of often contra-
dictory meanings. It can rarely be discussed without confusion due to the long tradition of varied
aspects in this discipline. Like objects that age and wear out, the term has been emptied of meaning
by its intense use. So, what kind of space are we talking about? What do we mean when we call it an
architectural field of work? Are we talking about the Kantian concept of space as an aesthetic effect
perceived by the subject, the concept associated with post-modern social geography, or Lefebvre’s
politically imbued spatialization processes? We may even ask ourselves about the tradition of the term
in our field.

San Vinyeta Hotel, Ciutadella, España, 2002. amid.cero9


San Vinyeta Hotel, Ciutadella, Spain, 2002. amid.cero9

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Hace ya algunos años preparamos la publicación denominada Breathable, que trataba de presen-
tar la preocupación de toda una generación por un concepto, atmósfera, que en aquel entonces
pretendía remediar la polisemia del término espacio. El título describía una arquitectura no pura-
mente visual, que pudiera ser percibida a través del resto de sentidos, incluso que pudiera ser
inhalada. Tratando de resumir el interés de toda una generación por lo atmosférico, preparamos
una lista de 15 puntos de esta nueva arquitectura que contenía una condición tomada de la obra
de Gernot Böhme y basada en un sentido de percepción no pasivo. Según esta noción, espacio
sería, por lo tanto, algo que desafía las categorías de objeto y sujeto, un típico fenómeno de inter-
mediación que puede situarse a medio camino entre las estéticas de recepción y las de produc-
ción, cuya experiencia involucra al perceptor tanto en su recepción como en su construcción. Es
Cubierta del libro Breathable, 2005. amid.cero9
decir, algo que emerge de una combinación interrelacionada de percepción y definición de una
Breathable cover, 2005. amid.cero9
situación concreta, que es al mismo tiempo activa y pasiva, y que presenta un carácter eminente-
mente temporal.

Este entendimiento nos permite discutir y plantear una alternativa a las raíces usualmente asocia-
das con el término en arquitectura, establecidas durante el pasado siglo. Por un lado, el entendi-
miento ligado a las vanguardias de principios del siglo —establecido a través de textos como
Space, Time and Architecture de Sigfried Giedion—, de naturaleza puramente abstracta y ligada
a la matemática y a la física, y profundamente enraizado en la tradición higienista moderna. Según
este acercamiento, el espacio implica la reducción a lo físico y la materialidad. El aire es funda-
mentalmente un fluido que atraviesa la arquitectura, que penetra sus límites invisibles y casi
inexistentes, limpiándola de toda traza de actividad biológica y reduciéndola a un sistema abs-
tracto de referencias; un medio vacío e impoluto, de alta abstracción, y definido a través de len-
guajes autónomos. Por otro, el acercamiento experiencial, desarrollado a través de la fuerte
influencia de Heidegger como respuesta al anterior y que, en arquitectura, vincula materialidad,
procesos constructivos y percepción al espacio vivido, y que carga cada lugar con recuerdos y
vivencias subjetivas. Según Otto Friedrich Bollnow, en el espacio de la experiencia cada lugar
posee un centro propio y está cargado con significados para el ser humano basados fundamen-
talmente en la experiencia subjetiva y en las tradiciones colectivas, en contraste al entendimiento
matemático del espacio en el que ningún punto es distinguible del resto.

Para nosotros, el término espacio no es ya la especie de vacío vasto e infinito, ese lienzo blanco
y abstracto de la modernidad, sino que más bien podría ser definido como una red de interrela-
El Jardín de las Delicias, Hieronymus Bosch (el Bosco) ciones, un lugar complejo en el que tienen lugar y se superponen una inmensa cantidad de inter-
The Garden of Earthly Delights, 1503-1515. Hieronymus Bosch
conexiones entre diferentes agentes. Espacio, por consiguiente, puede ser definido como un
fenómeno que tiene lugar entre entidades de diferente origen que coexisten físicamente en un
lugar concreto en un momento determinado. Recogiendo la tradición de la noción relacional de
Liebnitz, espacio no es por consiguiente una cosa —algo existente ahí fuera que se define como
lo contrario a la materia y, por tanto, está desprovisto de ella—, sino un sistema de relaciones
entre distintos agentes en permanente redefinición, al tiempo que estas entidades interactúan y
se transforman unas a otras. En el espacio, todo es sujeto y objeto del conjunto de interacciones,
y todo participa en su definición. Superpuesto a la percepción subjetiva y al conjunto de signifi-
cados asociados por la colectividad, el espacio puede ser definido como la experiencia de nos-
otros mismos formando parte de una situación en permanente construcción, como un conjunto
de interrelaciones e interacciones con otras entidades bióticas y no bióticas. Si nuestra era es la
de la realización y asimilación pasiva de experiencias fabricadas, en las que ningún esfuerzo es
requerido ni ninguna interacción ocurre, nos gustaría proponer una salida de escape a esta asfixia
de los sentidos y de nula actividad cerebral. En esta noción de espacio prevalece la continua
construcción y percepción activa de nuestros entornos a través de su exploración, descubrimien-
to, lectura, codificación y modificación, transformándonos así de meros espectadores a actores
Chiringuito Sa Trinxa. Playa de las Salinas, Ibiza, España
Sa Trinxa Chiringuito. Ses Salines Beach, Ibiza, España. que construyen la escena a través de una relación activa con el mundo.

ACTORES

Entonces, si para nosotros espacio es fundamentalmente un fenómeno de interacción —en el que


la arquitectura es a la vez el entorno, y uno de los participantes en su definición—, sería necesario
identificar y redefinir el resto de los actores en este conjunto de interrelaciones e interacciones
mutuas, comenzando por los humanos. ¿Quiénes son entonces los actores, a la vez los invitados
Francisco Giner de los Ríos (en el centro de la imagen)
en la Institución Libre de Enseñanza, Madrid, España y los actuantes en estas terceras naturalezas?, ¿cómo podemos caracterizar entonces los agen-
Francisco Giner de los Ríos (center) at the Free Educational
Institution, Madrid, Spain tes animados e inanimados que a través de su interacción construyen espacio?

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A few years ago we wrote Breathable, which set out an entire generation’s concerns about a concept
—atmosphere— intended at the time to clarify the polysemic problem of space. The title referred to
an architecture that was not purely visual, that could be perceived by the other senses, that could
even be inhaled. We drafted a 15 point list of this new architecture as a summary of an entire gener-
ation’s interest in atmosphere, including a condition borrowed from the work of Gernot Bohme, based
on a non-passive sense of perception. According to this notion, space defies the categories of subject
and object, typical of intermediation, midway between the aesthetics of reception and production,
whose experience involves the perceiver in both its reception and its construction, i.e., something that
The Second Community, California City. emerges from an interrelated combination of perception and definition of a specific situation, which is
Fredrik Hellberg. Architectural Association Dip 5, 2011
The Second Community, California City. Fredrik Hellberg, both active and passive, and is essentially temporal.
Architectural Association Dip 5, 2011

This approach facilitates the discussion and proposal of an alternative to the roots usually associated
with the term in architecture during the last century. On the one hand, we have the concept linked to
the avant-garde at the start of the last century —established in texts like Sigfried Giedion’s Space,
Time and Architecture— purely abstract, linked to mathematics and physics, and deeply rooted in the
modern hygienist tradition, according to which space involves the reduction of physicality and mate-
riality. Air is essentially a fluid that passes through architecture, penetrating its invisible limits, stripping
off any trace of biological activity and reducing it to an abstract system of references, an empty, pris-
tine, highly abstract environment, defined by autonomous languages. On the other hand, we have the
experiential approach, developed under the powerful influence of Heidegger in response to the previ-
ous concept. In architecture, it links materiality, building processes and perception to the experienced
space, and fills each place with subjective memories and experiences. According to Otto Friedrich
Bollnow, in the experiential space, each place has its own centre, filled with meanings for the human
Vuelo de Jallandharnath y la Princesa Padmini sobre el
being which are essentially based on subjective experience and collective traditions, as opposed to
Palacio del Rey Padam, folio 19 del Suraj Prakash,
Amardas Bhatti, 1830. Mehrangarh Museum Trust
the mathematical consideration of space in which no point is distinguishable from any other.
Jallandharnath and Princess Padmini fly over King Padam's
palace, folio 19 from the Suraj Prakash, Amardas Bhatti,
1830. Mehrangarh Museum Trust
For us, the term space no longer refers to a vast, infinite void —that white, abstract canvas of moder-
nity— but rather a network of relationships, a complex place where a huge number of interconnec-
tions between different agents emerge and overlap. Space can thus be defined as a phenomenon that
occurs between entities of different origins, which coexist physically in a particular place at a particular
time. Taking up Liebnitz’s tradition of relational notion, space is therefore not a thing —something that
exists out there, defined as the opposite of matter and therefore devoid of it— but a system of rela-
tions between different agents, in permanent redefinition, while these entities interact and transform
each other. In this space, everything is the subject and object of all interactions and everything is
involved in its definition. Superimposed on subjective perception and the set of meanings associated
with collectivity, space can be defined as our own experience as part of a situation in permanent con-
struction, a set of relationships and interactions with other biotic and non-biotic entities. This is an era
of production and passive assimilation of manufactured experiences, in which no effort is required and
no interaction takes place. We want to propose an escape route from this strangulation of the senses
La matanza del cerdo
Pig slaughter and a lack of any cerebral activity. The prevalent aspect in this notion of space is an ongoing construc-
tion and active perception of our surroundings through its exploration, discovery, reading, codification
and modification, transforming us from mere spectators into actors who build the scenario through an
active relationship with the world.

Celebración La Tomatina, 2007, Buñol, Valencia, España


La Tomatina, 2007 Buñol, Valencia, Spain

ACTORS

Given that for us, space is essentially an interactional phenomenon in which architecture is both con-
text and participant in its definition, we need to identify and redefine the other actors in this set of inter-
relationships and interactions, beginning with humans. Who exactly are the actors, guests and at the
same time performers in these third natures? How can we define the animate and inanimate agents
A Fun Building. Tokio 2009-2010.
Pei-Yao Wu. Architectural Association Dip 5 that construct space through their interaction?
A Fun Building, Tokyo 2009-10. Pei-Yao Wu, Architectural
Association Dip 5

29
Volvamos la vista por un momento a nosotros mismos. Como el resto de los agentes, la disciplina
de la arquitectura ha encontrado serias dificultades para integrarnos, más allá de las caracteriza-
ciones usuales y genéricas, como cliente, usuario o perceptor, basadas o en un acercamiento
puramente funcional, o en el rol pasivo de los actores. En prácticamente todos de estos acerca-
mientos que tratan de caracterizarnos como agentes en arquitectura, la figura humana es abs-
tracta, universal y desprovista de toda traza o símbolo que denote un origen o una adscripción y
están basados en una asimilación puramente individual del mismo. Si es que aparece —baste
recordar la ausencia de figuras humanas en las imágenes o documentos de arquitectura- es casi
siempre masculina, y se muestra desnuda, silueteada o movida, borrando de la escena cualquier
clase de connotación ajena a los lenguajes autónomos propios de la arquitectura, sirviendo sola-
mente como mera referencia escalar o dimensional.

Nuestro trabajo es fuertemente contextual, y extiende la noción de contexto más allá, superando
el mero acercamiento a él como entorno físico, en un entendimiento más amplio pero, sin embar-
go, más específico. Para nosotros, el contexto está más asociado a un grupo —o grupos concre-
tos de personas, a un grupo social o, si se prefiere, a una subcultura— cuyos miembros compar-
ten una identidad común; con su mundo material, sus objetos, las relaciones que establecen con
la tecnología o la naturaleza, o con su cultura visual e iconografía. Es decir, a todos aquellos
aspectos con los que ese concepto tan resbaladizo y difícil de explicar, la identidad común, queda
definida, a través de sus prácticas cotidianas y las connotaciones simbólicas. Si el conjunto de
ciudad y contexto físico era, décadas atrás, suficiente para caracterizar una cultura y una manera
concreta de estar en el mundo, hoy en día los procesos de homogeneización han dado como
resultado un mundo material crecientemente familiar, genérico y monocultural. Aún así, todavía
podemos encontrar procesos de heterogénesis —definidos por Félix Guattari como desarrollos de
subjetivación sostenidos que, por oposición a una realidad cultural y social definida, promueven
Diploma 5 y Jose Quintanar (Ja Ja Ja). el desarrollo de culturas o subculturas particulares, que abrazan la singularidad, lo raro y lo
Exposición de verano, Architectural Association, 2012
Diploma 5 and Jose Quintanar (Ja Ja Ja). excepcional, liberándose del control del poder y del tutelaje, al menos parcialmente, de los pode-
AA Summer Show, 2012, London, United Kingdom
res sociales, gubernamentales y económicos—, que generan, consumen y reelaboran potencial-
mente materiales culturales fascinantes para ser reintroducidos en arquitectura y para subvertir
el desarrollo convencional de lenguajes en nuestra disciplina.

Aún así, es difícil encontrar este tipo de grupos sociales, esa clase de personalidad colectiva
que actúe y pueda ser vista y claramente identificable. Para nosotros, la caracterización, clasi-
ficación y simplificación que conllevan, aunque imperfecta, es un intento de representar simbó-
licamente el conjunto amorfo y cambiante de relaciones sociales y culturales que forma nues-
tras sociedades. Nosotros estamos extremadamente interesados en las formas de vida contem-
poráneas como uno de los productos más genuinos e intensos de nuestras culturas —porque
estos grupos sociales o subculturas constituyen al mismo tiempo un registro y una crítica de
nuestra sociedad y son intentos reales de construir una alternativa a los códigos, a las conduc-
tas y a los mundos materiales dominantes—. Son frágiles, ya que son sensibles a los cambios
en el entorno y, al mismo tiempo, difíciles de identificar y registrar, pero presentan una enorme
riqueza en sus prácticas estéticas y sociales, porque están basados en la interpretación subje-
tiva individual de una identidad común. Su propia definición como un grupo con identidad
común —y, por tanto, la construcción de los universos simbólicos que la define—, tiene lugar en
el espacio y, al mismo tiempo, lo construye. Lo que en la lectura de las subculturas se ha venido
llamando la construcción de la escena —semejante a la noción de situación establecida en el
The Second Community, California City.
Fredrik Hellberg. Architectural Association Dip 5, 2011 entorno de las revoluciones culturales de finales de los sesenta—, constituye un ejemplo valioso
The Second Community, California City. Fredrik Hellberg,
Architectural Association Dip 5, 2011 del entendimiento de espacio propuesto anteriormente.

RITUAL DE RESISTENCIA

La actividad fundamental de estas prácticas es la definición y ensamblaje de estéticas arraigadas,


basadas en la experiencia diaria individual y articuladas a través de las apropiaciones activas de
todo tipo de materiales culturales. Estos grupos despliegan las prácticas del bricoleur, tomando
y combinando materiales de múltiples fuentes en una mezcla de estilos de diferente procedencia
para generar sus propios lenguajes, desplazándolos, incorporándolos y dotándolos de nuevas
asociaciones a través de procesos de creatividad simbólica. Siguiendo la interpretación clásica
en sociología, establecidas en los años sesenta del siglo pasado, estos grupos eran pequeños
espacios de resistencia de la clase obrera. La ropa y otros signos de consumo eran formas sim-
bólicas de expresión y de negociación de su propia identidad. La creatividad simbólica atenuaba,
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9 según este entendimiento, problemas económicos y sociales no resueltos materialmente.

30
Let’s look at ourselves for a moment. Like the other agents, the architecture discipline has found it
extremely difficult to insert us beyond the usual generic pigeonholes of clients, users and recipients
based on a purely functional approach or the passive role of the actors. In almost all approaches that
characterise us as agents in architecture —bearing in mind the striking lack of human figures in archi-
tectural images and documents— the human figure is abstract, universal and devoid of traces or sym-
bols that denote its origin or affiliation, and instead, they are based on a purely individualised assimi-
lation. Indeed, when the figure does appear, it is almost always male and shown naked, silhouetted or
moved, blurring from the scene any connotation that is alien to the autonomous languages of archi-
tecture, and thus only serves as a mere scalar or dimensional reference.

Our work is profoundly contextual, but we extend the notion of context beyond the constrained idea
of a physical environment to a broader but more specific concept. For us, context has more to do with
a particular group or groups of people —a social group or a subcultural if you wish— whose members
A Fun Building. Tokio 2009-2010.
Pei-Yao Wu. Architectural Association Dip 5 share a common identity with its corresponding material world, objects, relationships with technology
A Fun Building, Tokyo 2009-10. Pei-Yao Wu, Architectural
Association Dip 5 and nature, and a visual and iconographic culture. In other words, all the aspects that define this slip-
pery, difficult to explain concept —a common identity— through their normal practices and symbolic
connotations. Decades ago, the city and its physical context sufficed to characterize a culture and a
particular way of being in the world. Today, the homogenization process has resulted in an increasingly
familiar, generic, monocultural material world. Nevertheless, we can still find heterogenesis —defined
by Felix Guattari as subjectivisation which, unlike a defined cultural and social reality, facilitates the
development of particular cultures and subcultures, the unique, rare and exceptional, at least partially
shaking off the control of social, governmental and financial powers— which generates, consumes
and redefines potentially fascinating cultural material that can be reinserted in architecture to subvert
the conventional development of languages in our discipline.

Nevertheless, it is still hard to find this kind of active, clearly visible and identifiable social group or col-
lective personality. Their description, classification and simplification, albeit imperfect, is for us an
attempt to symbolically represent the amorphous, changing set of social and cultural relations that
form our societies. We are extremely interested in contemporary life forms, one of the most genuine,
intense products of our cultures. These types of social groups and subcultures are a record and also
a critique of our society. They are real attempts to build an alternative to the predominant codes,
behaviours and material worlds. They are fragile —sensitive to contextual changes and at the same
Vaticano Gay, 2011. amid.cero9 (dibujo de Jajaja)
time difficult to identify and record— but they have an enormous wealth of aesthetic and social prac-
Gay Vatican, 2011. amid.cero9 (drawing by Jajaja)
tices because they are based on the subjective, individual interpretation of a common identity. Their
definition as a group with a common identity —and hence the construction of the symbolic realms that
define them— takes place within the space, which they construct at the same time. What has come
to be called the construction of the scenario in the interpretation of subcultures —similar to the situ-
ationist notion established during the cultural revolutions of the late 1960’s— is useful for understand-
ing space in the sense proposed above.

Discoteca, Brick Lane, Londres, Reino Unido, 2009-2010.


NIklavs Paegle. Architectural Association Dip Unit 5
Discotheque, Brick Lane, London, UK, 2009-10.
Niklavs Paegle, Architectural Association Dip 5

RESISTANCE RITUALS

The main purpose of these practices is to define and compile consolidated aesthetics on the basis of
individual daily experience, articulated through the active adoption of all kinds of cultural material.
These groups employ bricoleur practices, borrowing and combining materials from multiple sources
in a mixture of styles to generate languages of their own, shifting them, inserting them and giving them
new associations through symbolic creativity. In the classic 1960s’ sociological interpretation, these
groups were small pockets of working class resistance. Clothing and other types of conspicuous con-
sumption were symbolic forms of expressing and negotiating their identity. From this perspective,
symbolic creativity attenuated materially unresolved economic and social problems.

Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9


Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9

31
Los capitales culturales de estas subculturas se desarrollan por consiguiente a través de las
prácticas cotidianas de cada una de las vidas de sus miembros, incluyendo el consumo. Los
bienes materiales e inmateriales se transforman, por consiguiente, en recursos culturales a
los que se adscriben significados y connotaciones produciendo formas temporales de afilia-
ción cultural. Para ellos el consumo de bienes, considerado el acto más banal por antonoma-
sia, se convertía en un ritual y una estrategia de resistencia, un acto consciente y electivo de
práctica política contra las prácticas culturales dominantes que redefine la identidad del
grupo representándola pública y colectivamente. Por consiguiente, estos grupos son un espe-
jo deformante colocado frente a nuestras culturas, que nos devuelve su imagen, magnificando
su monstruosidad y, al mismo tiempo, proponiendo una salida de emergencia de los modelos
sociales dominantes.

El interés por cómo trasladar estas prácticas a nuestra disciplina resurgió con fuerza, después de
algunos intentos anteriores, con el concurso para la Institución Libre de Enseñanza. Cómo era
posible reflejar y fijar la radicalidad de sus planteamientos, que abarcaba no sólo una forma de
enseñar, sino lo que era más importante para nosotros, una nueva manera de estar en el mundo,
radicalmente avanzada en la España de su momento. La dificultad estribaba en que su legado
material prácticamente había desaparecido después de su incautación al finalizar la Guerra Civil
española. En aquel momento la pregunta de cuál era la arquitectura que pudiese reflejar esa iden-
Madrugada del 21 de mayo de 2011, en la acampada en tidad común de un grupo de personas comprometidas en la modernización profunda de la socie-
la Puerta del Sol de Madrid (Foto de Angel Navarrete)
21 May 2011. Dawn at the Occupy campsite, Puerta del dad nos pareció extraordinariamente relevante, e hizo tambalearse muchas de las asunciones y
Sol, Madrid (Photo by Angel Navarrete)
simplificaciones usuales en nuestra disciplina.

Algo cercano en el tiempo, el proyecto para el Vaticano Gay está también intensamente relacio-
nado con este interés por las subculturas. Específicamente cómo cada una de las decisiones de
proyecto puede estar íntimamente ligada a las peculiaridades y la cultura de un grupo social —en
este caso pionero de la defensa de los derechos civiles en Norteamérica—, tratando de vincular
programas, procesos materiales, formas y lenguaje con sus especificidades. Una serie de estruc-
turas comparten sus formas excesivas, producto de inflar interiormente membranas de silicona
limitadas en su movimiento en puntos y líneas, que se estabilizan posteriormente con hormigón y
alojan una extraña mezcla de programas. Se trata de un enclave público situado en el desierto de
Forty Mile, cerca de la ruta 95, que une Salt Lake City con la costa del Pacífico, concebido como
el centro de una comunidad intencional en la línea de las que surgieron en los años sesenta basa-
das en las contraculturas más radicales.

Nuestra propuesta de lectura de estas comunidades intencionales y electivas es a la vez instru-


Institución Libre de Enseñanza, 2014. amid.cero9 mental y de orden conceptual. Al ser completas mini-sociedades propuestas en directa confron-
Free Educational Institution, 2014. amid.cero9
tación con la sociedad dominante, que a la vez que cultivan el disenso y reinventan la forma de
estar en grupo, son posibles modelos para una arquitectura que pretende al mismo tiempo refle-
jar, criticar y proponer una puerta de salida a los modelos espaciales dominantes. Más aún, nos
ofrecen materiales, actitudes y criterios para plantear una aproximación a nuestra disciplina que
no sea la de las corrientes cambiantes, de una esterilidad banalizante o la de la diferenciación
arbitraria, tan presente en la construcción de lenguajes propios, individuales e intransferibles. A
la vez, constituyen un territorio fértil para salvar el abismo que separa la práctica de la arquitec-
tura con el mundo alrededor, vinculando las prácticas culturales contemporáneas con el conjunto
de saberes técnicos y la historia, y ayudándonos a despejar el dilema entre pragmatismo y postu-
ra crítica: de ello emerge un suave y dulce activismo, pero también radical y salvaje.
Parafraseando a Felix Guattari, lejos de buscar un consenso al mismo tiempo brutal e infantilizan-
te, el futuro debería basarse en cultivar el disenso y la producción singular de existencia, modifi-
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9
cando e inventando formas alternativas de estar en el mundo.

En el trabajo denominado The Big Mech and Co., propusimos un escenario para discutir los méto-
dos materiales y culturales de producción de la ciudad, y sus consecuencias económicas y políti-
cas. Para ello, se retomaban las técnicas puestas a punto por Georges-Eugène Haussman en el
París del Segundo Imperio —y de las que la Gran Vía es sólo una de las numerosas réplicas en
toda Europa—, dándole la vuelta y liberándolas de toda actitud represiva. La destrucción física de
la fábrica urbana, como proceso inverso de construcción, se convertía así en una oportunidad y
una incubadora de espacios de libertad.

Una alternativa a la toxicidad y la baja cualidad material de los millones de metros cuadrados
construidos en España antes de la crisis de la burbuja inmobiliaria. Cuatro series de máquinas
gigantes que hacen uso de la maquinaria de construcción ya sin uso, perforan, separan y degluten
edificios y defecan ecosistemas, volviendo a traer a la mente la forma en la que el economista
Schumpeter definía el capitalismo: un proceso continuo de reorganización creativa regulada por
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9
Gran Via Toxic. The big Mech and Co 2009. amid.cero9 periodos cíclicos de destrucción.

32
The cultural capitals of these subcultures were thus developed by the everyday activities —including
consumption— in the lives of their members. Tangible and intangible materials thus became cultural
resources that were given meanings and connotations, producing temporary forms of cultural affilia-
tion. For them the consumption of goods, regarded as the most quintessentially banal act, became a
ritual and a resistance strategy, a conscious choice of political practice over the dominant cultural
practices to redefine the group’s identity and represent it publicly as a collective. These groups were
thus seen as a distorting mirror placed in front of our cultures, reflecting its image, magnifying its mon-
strosity and at the same time, proposing an emergency exit from the dominant social models.

After several early attempts, we renewed our interest in importing these practices to our own practice
in the competition for the Free Educational Institution. We looked for ways to reflect and define the
radicalness of the original proposals, which included not only a teaching method but, more important
for us, a new way of finding one’s place in the world, which was radically ahead of its time in Spain.
The problem was that its material legacy all but disappeared after its seizure at the end of the Spanish
Civil War. In this case, it was extremely important to ask ourselves what sort of architecture could
reflect the common identity of a group of people committed to a profound modernization of society,
and in fact it destabilised many of our discipline’s common assumptions and simplifications.

The Gay Vatican project, chronologically close to the Free Educational Institution, is also related to this
interest in subcultures, in particular the way each project decision can be intimately linked to the idio-
syncrasies and culture of a social group, in this case a pioneer in the defence of civil rights in the USA,
striving to connect programmes, materials, processes, forms and language with its specificities. The
common denominator of a series of structures is their excessive forms, the result of inflating silicone
membranes with restricted movements along points and lines, and then stabilising them with concrete
and filling them with a strange mixture of programmes. This public enclave is in the Forty Mile Desert,
near Route 95 from Salt Lake City to the Pacific coast, designed to be the centre of an intentional
community along the lines of the 1960’s communes, based on the radical counterculture.

Our proposed interpretation of these intentional, elective communities is both instrumental and con-
ceptual. These complete mini-societies, in direct confrontation with the prevailing society, foster dis-
sent and reinvent the way of being in a group. They are potential models for an architecture that simul-
taneously reflects, criticizes and proposes an exit from the prevailing spatial models. They can provide
material, attitudes and criteria for an attitude to our discipline that does not involve shifting trends, triv-
ialising sterility or arbitrary differentiation, so powerfully present in the construction of non-transferable
individual languages. At the same time, they are fertile ground to bridge the gap between architectural
practice and the surrounding world, connecting contemporary cultural practice to technical knowl-
edge and history. This helps us to clarify the dilemma between pragmatism and criticism, and what
emerges is a soft, sweet but at the same time wild, radical activism. To paraphrase Félix Guattari,
instead of seeking brutal, infantilizing consensus, the future should be based on cultivating dissent
and the production of existence, modifying and inventing alternative ways of being in the world.

In The Big Mech & Co., we proposed a scenario to discuss the material and cultural means of pro-
ducing the city, and its economic and political consequences. We returned to the techniques devel-
oped by Georges-Eugène Haussmann in Paris during the Second Empire —Madrid’s Gran Vía is just
Vaticano Gay, Desierto de Forty Mile, EEUU, 2011. one of its many replicas in Europe— inverting it and emptying it of any repressive nuances. The phys-
amid.cero9
Gay Vatican, Forty Mile Desert, USA, 2011. amid.cero9 ical destruction of the urban fabric as a reversal of the construction process thus became an oppor-
tunity and an incubator for spaces of liberty, an alternative to the toxicity and poor quality of the mil-
lions of square metres constructed in Spain before the property bubble burst. Four series of giant
machines use abandoned construction equipment to drill, separate and gut buildings and defecate
ecosystems, bringing to mind the economist Schumpeter’s definition of capitalism: an ongoing
process of creative reorganization, regulated by cyclical periods of destruction.

Fat is our virtue, 2010. Ji In Kim, AA Dip 5


Fat is our Virtue, 2010. Ji In Kim, Architectural Association Dip 5

33
LOS OTROS MARGINALES

La noción de espacio y, por extensión, la del espacio de lo común, dejaría de estar asociado al
vacío, o al acceso libre y universal, y se convertiría en el lugar de fricción ente culturas dominan-
tes y las nuevas prácticas, construyendo y definiendo así físicamente la esfera de lo público, es
decir, el ámbito y las preocupaciones relacionadas con los objetivos comunes de una comunidad,
y, de paso, reconstruyendo constantemente su propia identidad. Todo ello nos permite recuperar
algo usualmente olvidado en arquitectura, la gente, reenfocando nuestra práctica en las personas,
Templo Karni Mata. Deshnoke, India
Karni Mata Temple. Deshnoke, India en la vida y rutinas diarias, en sus manifestaciones sociales y en sus prácticas, incluso aquellas
que ocurren principalmente en la contra-rutina, esta parte compensatoria de las miserias y rutinas
cotidianas. De forma que no sólo las categorías usuales fuertemente enraizadas en la cultura de
la disciplina heredadas del movimiento moderno, que vinculan espacio y función de forma biuní-
voca, quedan en suspenso, sino también la vinculación entre categorías de edificios, usos y orga-
nizaciones espaciales que dominan el pensamiento tipológico convencional.

Pero, aparte de nosotros y de los entornos físicos, ¿quiénes son los otros actores invitados en
este conjunto de interrelaciones que constituyen estas Terceras Naturalezas? En algunos de
nuestros proyectos hemos tratado de elaborar entornos de naturaleza sintética en los que parti-
cipan otras especies vivas y que pueden facilitar una relación directa y horizontal con ellas. Y esto
de alguna forma nos ha permitido discutir el acercamiento usual a la naturaleza meramente antro-
pocéntrico que domina el conjunto de relaciones que establecemos con el mundo alrededor.

Las relaciones ente humanos y animales han estado usualmente cargadas de poder, un poder
opresivo y dominante generalmente ejercido por los humanos sobre los animales. Los animales
han sido los otros socios, desposeídos de poder y marginalizados en este tipo de relaciones. La
invisibilidad ética y la carencia de voz de los no-humanos, nos ha permitido manipularlos, explo-
tarlos, consumirlos y torturarlos con absoluta impunidad. Los animales son generalmente espe-
cies territoriales —definen los propios entornos donde desarrollan su vida y a los que se adaptan
con prácticas de espacialización—, y se podría decir que tienen sus propios espacios, percibidos
La Montaña Mágica, Ames, Iowa, EEUU, 2002. amid.cero9
La Montaña Mágica, Ames, Iowa, USA, 2002. amid.cero9 de forma completamente diferente a la de los humanos, como Jakob von Uexküll discutía a través
de su noción de umwelt.

Pero, ¿qué ocurre cuando los animales se ven forzados a seguir los órdenes espaciales humanos?
Algunos entornos han sido definidos para este tipo de interacción, pero generalmente están basa-
dos en el confinamiento en un área predeterminada y rígida, que nada tiene que ver con sus terri-
torios. Sólo en pequeña medida los animales han sido capaces de evadirse de esa dominación —
como las plagas— y compartir su entorno con los humanos y generalmente han sido perseguidos
por ello. Proyectos como Black Cloud, o la recuperación de la Central Térmica en Ames en La
Montaña Mágica, tratan de crear un territorio de espacialización compartido, un espacio común
que permita explorar nuevas formas de interacción entre humanos y no-humanos discutiendo la
ubicación material y conceptual de estas especies en nuestros entornos artificiales, especialmen-
te de aquéllos considerados especies post-naturales, es decir las modificadas genéticamente a
Booths Bird Museum, Brighton, Reino Unido
causa de la interacción directa o indirecta con los humanos, como los cultivos, el ganado, las pla-
Booths Bird Museum, Brighton, United Kingdom
gas o los animales domésticos.

Black Cloud es la parte más visible de un proyecto de mayor escala, que involucra varias institu-
ciones, y que pretende preservar la biodiversidad, recolectando el material genético de las espe-
cies naturales modificada por el contacto con los humanos. Se trata de una jaula abierta gigante
que conecta como un puente el antiguo matadero de Roma con la pila de ánforas romanas del
Testaccio, considerada la octava colina de Roma. Es suficientemente grande para que en su inte-
rior vuelen y aniden los estorninos que cada primavera tiñen de negro el cielo de la ciudad con
sus nubes cambiantes. El híbrido entre puente y aviario conecta los espacios de investigación en
el matadero con el archivo de material genético, construido en el subsuelo del monte Testaccio.
De esta forma, el que era lugar de sufrimiento de animales queda habitado por una plaga y se
transforma en un palacio de especies post-naturales.

Diez años antes, en La Montaña Mágica, en Ames, propusimos cubrir con una máscara de eco-
sistemas la Central Térmica que todavía funciona a pleno rendimiento en el centro de la ciu-
dad. Al estar situada en las principales rutas migratorias de mariposas y pájaros, la central
térmica se transformaría en una montaña viva donde las especies de pájaros pudiesen anidar,
atraídas por los tanques de agua y por las ecologías de insectos y mariposas, utilizando el
inmenso material genético desarrollado en la universidad de Ames sobre variedades adapta-
das al clima continental de Iowa. El resultado es un biotopo de especies vivas sujeto a la inter-
acción humana que utiliza las técnicas de selección genética de jardinería; un monumento
Black Cloud, Roma, Italia, 2011. amid.cero9
Black Cloud, Roma, Italy, 2011. amid.cero9 natural generado artificialmente.

34
MARGINAL OTHERS

The notion of space —and by extension the space of the ordinary— could thus cease to be associ-
ated with the void or open, free access, and instead, become the point of friction between dominant
cultures and new practices, and physically defining and constructing the public sphere, i.e., the realms
and concerns related to the common goals of a community, and in the process, constantly rebuilding
its own identity. All of this allows us to recover an aspect that is normally forgotten in architecture: peo-
ple. We refocus our practice on people, their lives, their daily routines, their social manifestations and
practices, including those that mainly take place in anti-routines, which compensate for their everyday
misery and routines. Thus, in spite of their deep roots in the disciplines inherited from the modern
movement which unequivocally link space and function, not only the usual categories are suspended,
but also the connection between categories of buildings, uses and organized space that prevail in
conventional typological thinking.

But apart from us and our physical environments, who are the other actors invited to enter the set of
relationships that constitute these Third Natures? In some of our projects, we have created synthetic
contexts in which other living species can participate and facilitate a direct, horizontal relationship with
them. To some extent this allows us to discuss the usual approach to the purely anthropocentric
nature that dominates our relationship with the world around us. Relations between humans and ani-
mals have usually been saturated with power —an oppressive, dominant power that is usually exer-
cised by humans over animals. Animals have been our other partners, disempowered and marginal-
ized in these relationships. The ethical invisibility and voicelessness of non-humans has allowed us to
manipulate, exploit, consume and torture them with impunity. Animals are eminently territorial species.
La Montaña Mágica, Ames, Iowa, EEUU, 2002. amid.cero9 They define the environments where they can live their lives and adapt thanks to their spatialization,
La Montaña Mágica, Ames, Iowa, USA, 2002. amid.cero9
and indeed they could be said to have spaces of their own, which they perceive in a completely dif-
ferent way from humans, as Jakob von Uexküll argued with his notion of umwelt.

So, what happens when animals are forced to follow human spatial orders? Some contexts have been
defined for this type of interaction, but they are generally based on confinement into a predetermined,
rigid area, which has nothing to do with territories. Animals have only been able to escape from this
domination to a minor extent —plagues for example— and share their environment with humans,
although they have generally been punished for doing so. Projects like Black Cloud and the recycled
power plant in Ames strive to create an area of shared spatialization, a common space that permits
the exploration of new forms of interaction between humans and non-humans, debating the material
and conceptual place of these species in our artificial environments, especially those considered to be
post-natural species, i.e., those that are genetically modified through direct or indirect interaction with
The Palm House at Kew Gardens, Londres, Reino Unido,
humans, such as crops, livestock, pests and pets.
1844-48. Decimus Burton y Richard Turner
The Palm House at Kew Gardens, London, United Kingdom,
1844-48. Decimus Burton and Richard Turner
Black Cloud is the most visible part of a much larger project for several institutions. It aims to safe-
guard biodiversity by collecting genetic material from natural species that have been modified through
contact with humans. It is a huge open cage that connects the old abattoir in Rome to the pile of
Roman amphorae on Testaccio, considered to be the eighth hill of Rome. It is so large that the star-
lings that paint the city’s sky black with their changing clouds can nest and even fly around inside it.
This hybrid bridge/aviary connects the research areas in the abattoir to the genetic repository, built in
the ground beneath Testaccio. A place that was formerly a place of suffering for animals is now inhab-
ited by a plague, transformed into a palace for post-natural species.

Ten years before, our proposal for Ames consisted of an ecosystem mask to cover the operating
power station in the city centre. Its location on major bird and butterfly migration routes meant that
the power plant became a living mountain where birds could nest, attracted by the water tanks and
the insect and butterfly ecologies, making use of the immense amount of genetic material generated
at the University of Ames on plant strains adapted to Iowa’s continental climate. The result is a biotope
of living species subject to human interaction, which employs the same genetic selection techniques
as gardening: an artificially generated natural monument.

Black Cloud, Roma, Italia, 2011. amid.cero9


Black Cloud, Roma, Italy, 2011. amid.cero9

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TERCERAS NATURALEZAS

A pesar de que venimos utilizando el término Terceras Naturalezas desde 2004, no hemos sido
nosotros los inventores del mismo. Fue Jacobo Bonfadio, un sacerdote humanista e historiador
quien a principios del siglo XVI acuñó el término para referirse a una nueva entidad, un nuevo
entorno físico que veía la luz en aquel entonces, situado a medio camino entre categorías existen-
tes. El término adquirió cierta notoriedad y fue incorporado por otros escritores de la época, como
Bartolomeo Taegio o Miguel de Cervantes, que lo difundieron rápidamente en los círculos huma-
nistas. Terceras Naturalezas planteaba una comparación con la primera naturaleza, la que ocurre
por sí misma, espontáneamente y sin intervención humana, y la segunda naturaleza concepto uti-
El Jardín de las Delicias, Hieronymus Bosch (el Bosco) lizado por Cicerón para referirse a las manipulaciones humanas del mundo natural con fines prác-
The Garden of Earthly Delights, 1503-1515. Hieronymus Bosch
ticos, como la agricultura. En una carta a su colega Plinio Tomacello que describía el entorno del
lago de Garda, Bonfadio acuñó el término para referirse a los nuevos jardines renacentistas, que
no solamente presentaban una radical y nueva materialidad a medio camino entre lo natural y lo
modificado por la mano del hombre, sino que contenían numerosas referencias al pasado. Estos
primeros jardines renacentistas eran entornos construidos y percibidos culturalmente, en los que
el placer físico e intelectual de su experiencia provenía no solo de la inmersión en un entorno pro-
ducido por la artificialización de distintas especies naturales, sino también del entendimiento de
las múltiples capas de conexiones con la mitología y el pasado. Estos espacios de conocimiento
y placer sólo podían ser percibidos y transmitidos, a la vez física y culturalmente.

Un maravilloso ejemplo de esta clase de entornos, descrita de una forma fascinante, lo constituye
el incunable Hypnerotomachia Poliphili, traducido al castellano como el Sueño de Polifilo, una
obra supuestamente escrita por Francesco Colonna y publicada en Venecia en 1499 que algunos
estudiosos atribuyen a León Batista Alberti. Escrito en una mezcla de italiano latinizado mezclado
con palabras de otros idiomas describe las aventuras soñadas de su principal protagonista
Poliphilo —literalmente, aquél que tiene muchas filias o pasiones— en búsqueda de su amada

Jacopo Bonfadio (Garda, Italia, 1508-1550)


Polia (en latín, múltiples cosas). A través de una fantasía erótica que ocurre en varios sueños den-
Jacopo Bonfadio (Garda, Italy, 1508-1550)
tro del mismo sueño, Poliphilo recorre una serie de fascinantes jardines, ruinas, fuentes, templos
y paisajes, todos ellos cargados de conexiones con otros lugares y personas. Como señala
Diedrich Diederichsen, Poliphilo es un soñador activo, alguien con una curiosidad insaciable que
entra en posesión de los jardines, de las personas, de las arquitecturas y del paisaje a través de
sus acciones, a través de la participación activa en un viaje que aúna placer físico e intelectual a
través de un descubrimiento continuo del mundo alrededor, y de paso, discute el modelo binario
y reductivo usual de confrontación entre placer y conocimiento.

Para nosotros, el concepto de Tercera Naturaleza es sinónimo de espacio —o, al menos, la noción
del mismo que hemos tratado de explicar anteriormente—, el fenómeno de mediación e interac-
ción entre diferentes agentes y materiales de diferentes orígenes que involucra toda clase de
conexiones con personas, materiales, especies, y tecnologías, y que se percibe a la vez física e
Paradijs, 1626. Roeland Maertensz Saverij
intelectualmente. Para nosotros, el campo de trabajo más excitante ahora mismo para la arqui-
Paradijs, 1626. Roeland Maertensz Saverij
tectura es el del restablecimiento y redefinición de las complejas relaciones que unen humanos y
no-humanos, tecnologías, objetos y entornos, más allá de las categorías usuales utilizadas en
nuestra disciplina. La noción de entorno o edificio como Tercera Naturaleza explora la posibilidad
de modificar artificialmente nuestros entornos para formar complejas asambleas (o ecologías) de
materiales, en las que materiales vivos e inertes, diferentes grupos sociales, y objetos tecnológica
y culturalmente cargados se reúnan en un estado de fricción e interacción constante.

AMID

Todos estos extraños términos que venimos utilizando —algunos en desuso, otros desplazados
de su significado usual— tienen por objetivo refundar muchas nociones en arquitectura que pare-
cen abandonadas a su suerte por el efecto de sucesivas olas devastadoras de eclecticismo, movi-
miento moderno, postmodernidad, lenguajes solipsistas de star architetcs o parametricismo, solo
por mencionar de forma simplificada algunos de los procesos de transmisión cultural recientes
que han ocurrido en la última docena de décadas en nuestra disciplina. Si observamos lo arraiga-
dos que están términos como función —y la relación unívoca entre espacio y actividad—, o la
caracterización del usuario como un ser individual, universal y con atributos solamente dimensio-
nales, o la importancia de la construcción de lenguajes en contestación subjetiva a otros prece-
dentes como sistemas universales con los que enfrentarse a cualquier situación, o el papel de la
tecnología, nos daremos cuenta lo ciegos y lo desconectados que estamos los arquitectos del
Museo Nacional de la Energía, Ponferrada, León, España, mundo, flotando y orbitando ahí fuera en el espacio (en la noción moderna del espacio, claro),
2009. amid.cero9
The National Museum of Energy, 2009. amid.cero9 mientras que los demás viven afanados con sus prácticas cotidianas.

36
THIRD NATURES

Although we have been using the concept of Third Natures since 2004, we did not invent it. Jacobo
Bonfadio, a humanist priest and historian coined the term in the early 16th century in reference to a
new entity, a new physical environment that emerged at the time, midway between existing cate-
gories. It became popular and was employed by contemporary authors like Bartolomeo Taegio and
Miguel de Cervantes, leading to its rapid spread amongst humanist circles. Third Natures involved a
comparison with the first nature —the nature that occurs spontaneously, without human intervention—
and the second nature, a concept used by Cicero in reference to human manipulation of the natural
world for practical purposes, such as agriculture. Bonfadio coined the term in a letter to his colleague
Plinio Tomacello, in which he described the new Renaissance gardens around Lake Garda, which not
only had a new, radical materiality, halfway between nature and the environment modified by human
hands, but also contained numerous references to the past. These early Renaissance gardens were
culturally shaped and perceived environments whose physical and intellectual pleasure came not only
from immersion in an environment produced by the artificialisation of natural species, but also from an
Ilustración del Philia Temple, Sueño de Polifilo, 1499.
Francesco Colonna understanding of the multiple layers of connection to mythology and the past. These areas of knowl-
Philia Temple illustration, Hypnerotomachia Poliphili, 1499.
Francesco Colonna edge and pleasure could only be perceived and transmitted physically and culturally at the same time.

Hypnerotomachia Poliphili is a fascinating description of this kind of environment. This manuscript,


translated into English as The Dream of Poliphilus, was supposedly written by Francesco Colonna
and published in Venice in 1499, although some scholars attribute it to Leon Batista Alberti. Written
in Latinized Italian mixed with words from other languages, it describes the oneiric adventures of the
protagonist Poliphilus —literally one who has many philias or passions— in search of his beloved
Polia —in Latin, many things. In an erotic fantasy that takes place in several dreams within a dream,
Poliphilus wanders through a series of fascinating gardens, ruins, fountains, temples and land-
scapes, all filled with connections to other places and people. As Diederichsen Diedrich points out,
Poliphilus is an active dreamer, someone with an insatiable curiosity who comes to possess gar-
dens, people, architectures and landscapes through his action, through active participation on a
journey that blends physical and intellectual pleasure through the continuous discovery of the sur-
rounding world, and in passing, questions the standard binary, reductive model of confrontation
between pleasure and knowledge.
El Jardín de las Delicias, Hieronymus Bosch (el Bosco)
The Garden of Earthly Delights, 1503-1515. Hieronymus Bosch
For us, this concept of Third Natures is synonymous with space, or at least the notion we discussed
earlier in this text: the phenomenon of mediation and interaction between different agents and mate-
rials of different origins that involves all kinds of connections with people, materials, species and tech-
nologies, perceived physically and intellectually at the same time. For us, the most exciting field of
work in architecture right now is the restoration and redefinition of the complex relationships that con-
nect humans to non-humans, technologies, objects and environments, extending beyond the cate-
gories that we normally use. The idea of a surrounding or building as a Third Nature explores the pos-
sibility of artificially modifying our environments to form complex assemblies —ecologies— in which
living and inert materials, different social groups and technologically and culturally imbued objects
come together in a state of constant interaction and friction.

Exposición Terceras Naturalezas en la Architectural


Association, Londres, 2014. amid.cero9
Third Natures Exhibition, Architectural Association, London,
2014. amid.cero9

AMID

All these strange terms that we use, some obsolete, others shifted away from their usual meaning, aim
to re-establish many architectural notions that seem to have been left to their fate under the devas-
tating effect of successive waves of eclecticism, the modern movement, postmodernism, the solipsis-
tic languages of starchitects and parametricism, to mention just a few of the recent cultural transmis-
sion processes in our discipline over the last dozen decades. Looking at deeply embedded terms like
function —and the unequivocal relationship between space and activity—, the characterization of the
user as a single, universal being with exclusively dimensional attributes, the importance of language
construction in subjective responses to preceding systems as universal systems with which to tackle
any situation, and the role of technology, we realize how blind and disconnected we architects are
from the world, floating and orbiting out there in space —in the modern notion of space, of course—
while others go on struggling with their daily practice.
Museo Nacional de la Energía, Ponferrada, León, España,
2009. amid.cero9
The National Museum of Energy, 2009. amid.cero9

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Todas estos intereses y técnicas de diseño tienen que ver, como señalaba Rorty, con reescribir
una y otra vez montones y montones de cosas de forma diferente, hasta que se crea un patrón lin-
güístico nuevo, y se incita a buscar y adoptar formas de comportamiento diferentes no basadas
en el lenguaje. Más que en nuevas manifestaciones de arquitectura nuestro deseo sería cultivar el
disenso para producir y reinventar nuevas formas de estar en el mundo. En cualquier caso, y a
riesgo de caer en las posiciones que presentamos como antagonistas a este planteamiento, hasta
hace algunos años era más fácil y más comprensible mentalmente dividir nuestro mundo en obje-
tos tecnológicos, naturaleza y humanos, categorizándoles en arquitectura a través de términos
como durabilidad, o utilidad, o usando cualquiera de ellos como territorios idealizados que guia-
El Jardín de las Delicias, Hieronymus Bosch (el Bosco)
The Garden of Earthly Delights, 1503-1515. Hieronymus Bosch
ban nuestro trabajo. Pero hoy en día para nosotros el campo de trabajo más interesante es el de
la interacción entre cosas, entre esas categorías diferentes, lo que solemos llamar lo tecno-natu-
ra-social. Y nuestro ánimo, durante estos últimos años, ha sido definir estas Terceras Naturalezas
como ecologías que trabajan como mecanismos de interacción entre seres vivos, grupos sociales
y objetos tecnológicos, entendiéndolas como amalgamas complejas y extravagantes de materia-
les de fuentes diversas, en los que el origen de los diferentes elementos es completamente irre-
levante. Terceras Naturalezas que ocurren entre humanos, no humanos, fabjects y grupos socia-
les. Trabajando en el espacio entre las cosas —amid es una palabra inglesa en desuso, similar a
amidst, que denomina el espacio entre las cosas— como ingenieros de paraísos artificiales que
ensamblan creativamente toda clase de materiales vivos, tecnológicos y culturales para construir
un nuevo ámbito de lo público en el que la arquitectura pueda tener, de nuevo, una ambición cul-
tural y un compromiso a la vez crítico y festivo.

El Jardín de las Delicias, Hieronymus Bosch (el Bosco) Amid definici¢n de la preposici¢n inglesa
The Garden of Earthly Delights, 1503-1515. Hieronymus Bosch Amid definici¢n de la preposici¢n inglesa

Nature morte aux oiseaux exotiques, hacia 1810. Palacio del Cerezo en Flor, Valle del Jerte, Cáceres,
Alexandre-Isidore Leroy de Barde España, 2009-2011. amid.cero9 (Foto de Nacho Bisbal)
Nature morte aux oiseaux exotiques, ca 1810. Palacio del Cerezo en Flor, Valle del Jerte, Cáceres, Spain,
Alexandre-Isidore Leroy de Barde. 2009-2011. amid.cero9 (Photo Nacho Bisbal)

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As Rorty once said, all these interests and design techniques have to do with rewriting lots and lots
of things in new ways, over and over again until a new linguistic pattern emerges, encouraging us to
seek and adopt different non-language based types of behaviour. We want to cultivate dissent, not
new manifestations of architecture, to produce and reinvent new ways of being in the world. It is true
that until just a few years ago, it was easier and more mentally comprehensible to divide our world into
technological objects, nature and humans, and in architecture, categorizing them with terms like dura-
bility and utility, or by using any of them as idealized territories to guide our work, at the risk of being
trapped in the positions we regard as antagonistic to this approach. Nowadays, the most interesting
field for us is concerned with interactions between things, between these different categories; what
we call techno-nature-social. Over the last five years, we have defined these Third Natures as ecolo-
gies that act as mechanisms for interaction between living beings, social groups and technological
objects —bizarre, complex amalgams of materials from different, entirely irrelevant sources. These
Third Natures emerge amongst humans, non-humans, fabjects and social groups. We now work on
You Are what You Eat. Mark Menjivar
You Are what You Eat. Mark Menjivar the space between things —amid an outdated preposition similar to amidst, applied to the space
between things— like engineers in an artificial paradise who creatively put together all kinds of living,
technological and cultural materials to build a new public realm in which architecture can once again
have a cultural aspiration and a critical, festive commitment.

Revista del grupo naturista Die Neue Zeit


Nudist Review Die neue Zeit

Mascarada Yaie, Bansie Village, Burkina Faso, 2006.


Phyllis Galembo
Yaie Masquerade, Bansie Village, Burkina Faso, 2006.
Phyllis Galembo

Plustech Oy. Forest Walker, 2002 Palacio del Cerezo en Flor, Valle del Jerte, Cáceres, España, 2009-
Plustech Oy. Forest Walker, 2002 2011. amid.cero9 (Foto amid.cero9)
Palacio del Cerezo en Flor, Valle del Jerte, Cáceres, Spain, 2009-2011.
amid.cero9 (Photo amid.cero9)

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