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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental Politécnica de las Fuerzas Armadas

Maracay- Edo Aragua

Sección: 05S-1805-D1

Unidad 3

Colombia

Alumno: Luis Zambrano

C.I 28624371

Materia: Catedra Bolivariana

Ing. Aeronáutica

Maracay Edo. Aragua 2022


Paso de los andes

Durante el el 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, desde Mantecal, la marcha

para liberar Nueva Granada. Esta campaña, que impuso el famoso paso de los Andes, duró

setenta y cinco días «con asombro universal». La culminación de esta hazaña fue la batalla

de Boyacá que dio la libertad a la Nueva Granada.

En sorprendente y osado movimiento estratégico, el ejército patriota, disciplinado por

oficiales extranjeros y reforzado con numerosos reclutas, cruzó los Andes e inicio la campaña

de Nueva Granada.

Los meses transcurridos en la Guayana permitieron al ejército patriota reorganizarse,

disciplinarse, incorporar numerosos oficiales ingleses, irlandeses, franceses y de otras

nacionalidades europeas y adiestrar a los reclusos que acudieron de todas las provincias.

Morillo, que había sufrido algunas derrotas menores, seguía aún dominando casi todo

el territorio. Mientras la caballería republicana permanecía en los Llanos, la infantería partió

el 27 de mayo de 1819 de Mantecal hacia los Andes. A costa de increíbles sacrificios y

esfuerzos, atravesó el páramo de Pisba, donde muchos soldados murieron de frío, sostuvo

con éxito los combates de Gámeza y Pantano de Vargas y, el 7 de agosto dio la batalla

definitiva de Boyacá, donde cayeron prisioneros el jefe y más de 1.500 soldados realistas.

Ante el avance patriota, el Virrey Juan Sámano abandonó Bogotá, que fue ocupada por

Bolívar.

Francisco de Paula Santander fue designado vicepresidente de Nueva Granada y El

Libertador volvió a Venezuela al siguiente mes.


La campaña de Boyacá

Durante el 23 de mayo de 1819, Simón Bolívar organiza una reunión en una

desvencijada choza de la aldea de Setenta, a orillas del Apure. A su alrededor, sentados en

calaveras de toros a falta de sillas, están alguno de sus más próximos subordinados, como

Soublette y Anzoátegui. Allí se decide un cambio drástico de estrategia que, en buena

medida, alterará el curso de la guerra en América del Sur. Lo que propone el Libertador es

abandonar, por el momento, la lucha por el control de Venezuela para centrarse en Nueva

Granada, un territorio poco afectado por la guerra que podía constituir una interesante fuente

de hombres y de medios para relanzar después la lucha por Caracas.

La batalla de Boyacá

Ocurrida el 7 de agosto de 1819, esta batalla marcó no sólo el punto final en las

disputas guerreristas por el poder en territorio colombiano, sino que fijó el triunfo

independentista que había trazado el país el 20 de julio de 1810. Ésta confrontación posee

una gran importancia histórica en la independencia de Colombia, pues garantizó el éxito de

la liberación del imperio español con la caída definitiva del Virreinato.

Todo comenzó con una serie de luchas libradas por la Campaña Libertadora que

liderada por Simón Bolívar hacía resistencia a la reconquista española en 1819. Después de

superar diversos obstáculos, el ejército patriota salió victorioso en los combates de Gámeza

(11 de julio) y el Pantano de Vargas (25 de julio), que fueron claves en el resultado de la

Batalla del Puente de Boyacá.


Tras de 77 días de conformación de la Campaña Libertadora, ese 7 de agosto fue

decisivo. La estrategia de Bolívar era clara: tomar por sorpresa al ejército realista que, sin

remedio alguno, tenía que pasar por el río Teatinos para dirigirse a Santafé, donde estaría a

salvo de los ataques patriotas.

Bajo el mando de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y José Antonio

Anzoátegui, la tropa patriota conformada por 2.850 combatientes (criollos, mulatos,

mestizos, zambos, indígenas y negros) asaltó al ejército realista que contaba con 2.670

hombres liderados por el coronel José María Barreiro.

En un combate que duró cerca de seis horas, la tropa libertadora se llevó la victoria y

logró la rendición de los españoles, que fueron tomados como prisioneros.

Tras ser tomado como prisionero, Barreiro intentó sobornar al soldado de quince años

Pedro Pascacio Martínez, que se negó y lo entregó a Bolívar.

En cuanto se supo de la derrota realista, el virrey Juan Sámano huyó de Santafé,

ciudad que quedó bajo el mando de los criollos.

Esta batalla no sólo marcó un paso definitivo en nuestra independencia, sino que

influyó en las victorias de Carabobo en Venezuela, Pichincha en Ecuador y Junín y Ayacucho

en Perú. El puente, que sufrió graves daños, fue reconstruido el 7 de agosto de 1919 por el

presidente Marco Fidel Suárez.


La creación de Colombia

La victoria de Boyacá tuvo efectos de trascendencia política, dentro del agitado

proceso de ruptura con el imperio español. En particular, porque facilitó al surgimiento de la

Gran Colombia, vanguardista república creada el 17 de diciembre de 1819, en el marco del

Congreso constituyente de Angostura (instalado desde el mes de febrero de dicho año). En

razón de la conexión revolucionaria entre la Nueva Granada y Venezuela, por la conjunción

de sus libertadores, de sus luchas anticoloniales, de sus ejércitos y actores revolucionarios, la

naciente República de Colombia estaba constituida, inicialmente, por el virreinato y la

capitanía. La antigua provincia de Panamá se declaró libre de España el 28 de noviembre de

1821, fecha en la que también procedió a integrarse a la recién creada república, en tanto que

departamento del Istmo. Y la Audiencia de Quito hizo lo propio, cinco días después de

concluida su independencia, tras la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822.

La de Angostura fue la primera constitución revolucionaria en proclamar un “pueblo

nuevo”, como recurso para borrar el pasado de confrontación y proponer un destino común;

allí, se fijaba un gobierno de primacía militar que buscaba estabilizar el fin de la guerra y

hacer frente a los graves problemas financieros que derivaban de la revolución. Este nuevo

estado emergía bajo condiciones geopolíticas complejas, en razón de su gran extensión y por

situarse en cercanías tanto de México como de Perú, que eran los dos centros del poder

colonial hispánico en América. Realidad que condujo a que Colombia surgiera con vocación

de liderazgo republicano para Suramérica y que fuera reconocida por su originalidad política

tanto en América como en Europa. De hecho, su autonomía fue objeto de debate en ámbitos

internacionales durante sus primeros años de existencia.


Los mandatarios gran colombianos debieron asumir el desafío de consolidar las

independencias y crear las primeras instituciones republicanas, por lo que el presidente

Bolívar continuó las campañas militares y su vicepresidente, Francisco de Paula Santander,

estuvo a la cabeza del gobierno. La combinación de estas dos personalidades tuvo un exitoso

comienzo y la prueba de ello fue la reelección de ambos estadistas, para continuar en sus

cargos en el periodo que iniciaba en 1827. Sin embargo, paulatinamente, se presentaron

choques entre autoridades civiles y militares, en la medida en que gran cantidad de posiciones

en el ejército habían sido ocupadas por venezolanos, mientras que los cargos judiciales y

administrativos estuvieron en manos de una mayoría de abogados neogranadinos. Esto dio

lugar a que aumentaran las tensiones regionales registradas a lo largo de su existencia y

exacerbadas desde el momento en que se designó a Bogotá como capital de la Gran

Colombia.

La coherencia entre los principios revolucionarios y su puesta en práctica resultó una

tarea llena de contradicciones, luchas políticas y negociaciones entre actores sociales, que se

imponían dentro del nuevo orden republicano. Finalmente, se llegó a una disputa que enfrentó

dos bandos: los bolivarianos y los constitucionalistas, por lo que, para finales del año de 1827

los tres departamentos colombianos, Quito, Cundinamarca y Venezuela, comenzaron a

ejercer de facto una gran autonomía política, que anunciaba la ruptura. Después de una

controvertida dictadura de Bolívar, en 1828, el antiguo virreinato granadino se constituyó

como un Estado independiente, en 1832.


La “Gran Colombia” fue el nombre que le atribuyeron los historiadores del siglo XX

a la vasta república que existió entre 1819 y 1831, para distinguirla de la actual Colombia; la

cual recibió este nombre tan solo a partir de 1863, cuando se denominó al país como Estados

Unidos de Colombia. La grandeza y originalidad de esta efímera república suramericana debe

conmemorarse tanto, como las batallas libradas por sus líderes y militares; así como darle un

lugar preponderante en la historia política de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá, las

cuales hicieron parte de este primer proyecto republicano, mediante el cual se consolidaron

sus independencias y se crearon las primeras instituciones políticas sobre las que reposan

estas repúblicas hasta el día de hoy.

Y su distribución geográfica fue la siguiente:

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