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Estudiante
Mariangel Otero
Docente
Shirly Silva
Ejemplo: el homicidio: María dispara el revólver (acción del autor) hacia Juan y esto
produce la muerte de Juan (resultado) o también otro ejemplo seria la estafa, donde
María engaña (acción del autor) a Juan para ocasionarle un perjuicio patrimonial, es
decir una estafa (resultado).
Son delitos de mera actividad: aquellos en los que la realización coincide con el
último acto de la acción propia del autor y por ende, no se produce un resultado
apartado de la acción, ya que de igual manera afecta al bien jurídico tutelado un
ejemplo seria: María con el fin de defender a su amiga realiza un juramento o
testimonio en falso.
Por delitos permanentes: Son aquellos que perduran en el tiempo que se está
realizando el delito, es decir no se concluyen con la sola realización del delito sino que
se mantiene por cierta duración según la voluntad delictiva del autor.
Ejemplo: Una detención ilegal, ya que el autor sigue incurriendo en el delito hasta que
su víctima es liberada o la conducción en estado de embriaguez ya que se ha realizado
el delito en el comienzo del viaje pero este no concluye mientras dura la conducción
bajo influencia de bebidas alcohólicas.
Se denominan delitos de estado: son aquellos en los que se crea un estado
antijurídico duradero y por tanto no son susceptibles de mantenimiento por el autor y su
consumación es al instante, un ejemplo seria que Juan realice un homicidio u ocasione
lesiones o daños a María
Los delitos cualificados por el resultado generalmente son dolosos que traen consigo
un ulterior resultado más grave, un ejemplo seria: Juan lesiona fuertemente a María y
con esa acción se hubiere causado la muerte de María, de modo que son lesiones
dolosas y un homicidio imprudente. Se debe destacar que el legislador solo ha prescrito
una cualificación en determinados delitos por ocasionar consecuencias graves.
Delitos de peligro: En este tipo de delito el hecho solo supone una amenaza intensa
como una puesta en peligro para el objeto de la acción, este delito se divide en delitos
de peligro concreto, abstracto e hipotético.
Los delitos comunes son aquellos que los puede realizar cualquier persona ya que
están tipificados con el término de “quien o el que” un ejemplo seria: el homicidio “el
que matare a otro”, o el acceso carnal violento.
Los delitos especiales son los que el autor reúne una serie de cualidades como por
ejemplo el delito de prevaricación judicial que esta debe hacerlo un juez o magistrado o
el delito de malversación de caudales públicos, requiere que lo haga un funcionario
público o autoridad.
Los delitos base son los que contienen elementos básicos y constituye una forma más
simple. Por ejemplo el tipo básico de hurto o el tipo básico de homicidio, mientras que
si un delito básico concurre a una derivación típica añadiendo elementos adicionales
agravándolo, cualificándolo o privilegiándolo, estas derivaciones no afectan al tipo del
delito sino a la medición de la pena.
Los delitos autónomos contienen ciertos elementos de otro delito, no son agravados o
atenuados, son propios tipos del injusto por lo que a veces trae confusiones por tener
presente cierta relación de similitud con otro tipo delictivo. Por ejemplo: un delito
autónomo sería un robo violento en relación con el hurto y la coacción, puesto que este
contiene elementos de ambos sin embargo esa combinación los convierte en un nuevo
tipo de injusto autónomo.
8. Delito de omisión:
Son aquellos que se realizan en virtud de un comportamiento pasivo del autor, es decir,
abstenerse de hacer algo, estos se caracterizan por ser omisión propia e impropia:
Omisión impropia: esta es la comisión por omisión, donde una persona no evita el
resultado de una acción como por ejemplo: un aborto o un acceso carnal, una madre
que olvida alimentar a su bebe.
Referencia bibliográfica: