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A finales del siglo 18, había una familia compuesta por 2 hermanas, un padre y una madre, eran una

familia humilde que vivían de las tierras del padre, suficientemente buenas como para pasar los inviernos
con reservas y ahorros.
Las hermanas sólo se llevaban un año de diferencia por lo que eran muy similares en cuanto a apariencias
trata, pero la personalidad de cada una, era muy distinta, Brenda la pequeña era muy delicada y  risueña
y quería casarse lo más antes posible. En cambio la hermana mayor (me aburro, ok?) Gabi , al haber
desarrollado el rol de hermana mayor, era algo más cuidadosa, protectora y si había que serlo, agresiva
hasta cierto punto.

Conforme fue pasando el tiempo, por costumbres de la época, las hermanas debían casarse e irse de casa
con sus respectivos maridos, el tiempo pasó y sólo una lo consiguió primera.
Brenda, a tan corta edad de 16, se casó y se marchó a Tejas a vivir junto con su marido, pero por otra
parte, la hermana mayor, Gabi, seguía soltera y sin ninguna aspiración por querer vivir de otra persona.

Gabi, con su infancia en el campo, había aprendido a cosechar y trabajar duró para si misma, también por
experiencia, odiaba a todo aquello que se semejara a la actitud de los cuervos.
Esos parásitos de alas negras que se llevan su duró trabajo en cuestión de días le resultaba odioso, pero
también le resultaba odioso llegar a ser como un cuervo y vivir de otra persona.

Gabi, pasando el tiempo cerca de su decimoctavo cumpleaños, se dió cuenta de que le salían pelos en la
barbilla, "¡Puff, que barbaridad! Parezco un Chacal!" 

Gabi, rápidamente se los cortó y se tranquilizó pensando que sería cosa de un sólo día.

Más tiempo pasó y cuenta se dió, que el pelo volvió, no se lo pensó y el pelo cortó.

Pero día tras día, seguía apareciendo, la desesperación la sucumbía, pensar que pelo de su barbilla salía,
total, que un día, lo miró con alegría y se dejó la barbilla.

No fue mucho más el tiempo que tardaron los demás en darse cuenta de su drástico cambio, sus padres
los primero.
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Una noche de otoño, la familia se reunió, la madre, el padre y la hermana mayor,
Gabi.
Era una cena normal, como la de cada día, pero esta vez había una ambiente más tenso, más silencioso,
menos cómodo.

Al cenar, se sentaron, cada uno en su respectivo sitio y de forma algo incómoda, su padre, le propuso a
Gabi, que se quitara la barba o se fuera a vivir ella a otro lugar. Resultaba que el hecho de tener una hija
con barba, había hecho que la reputación de la familia y los negocios fueran afectados negativamente,
por lo que sólo vieron esa solución.

Gabi dió sus mejores argumentos para quedarse y seguir como había estado hasta ahora, pero por
desgracia, sus padres no rebajaban su oferta, era algo que afectaba a toda la familia.

Gabi, ya que no vió sentido en entristecer sus emociones, intentó ver su barba como sinónimo de fuerza
y perseverancia para así hacer su viaje más llevadero.
Viajó y viajó, hasta que a su nuevo hogar llegó, una casa algo abandonada por el paso del tiempo, en un
pueblo algo desértico, vió una oportunidad, de cómo mujer fuerte, hacer algo que otras no habían hecho,
cambiar las cosas por si misma.

Limpió la casa a fondo, la pintó y reparó por su cuenta, preparó las tierras para la cosecha y ya con el
trabajo duró hecho, por fin pudo descansar.

Al siguiente día, al despertar y ver todo lo que había hecho para su propósito, se enorgulleció de si misma
y tuvo una agradable sensación de tenerlo todo bajo control.

Lo primero que comenzó en el día, fue a plantar las semillas sobre sus tierras para así poder prosperar, las
plantó y siguió restaurando el lugar con entusiasmo.

Meses pasaron, pero nada conseguía que emergiera del suelo, su frustración se vio afectada por tal
obstáculo, por lo que intentó solucionarlo de todas las formas posibles.

Pidió préstamos, fertilizó la tierra, probó a plantar otras plantas del pueblo e incluso pidió a un cura que
bendijera las tierras cómo costumbre de la época, pero nada funcionó.

Fue entrando en deuda con los bancos, su forma de ser, segura y confiada parecía estar tornándose
insegura y sin confianza en si misma por tales desgracias.

Un día, el Banco ya habiendo hecho todas las excepciones que pudo, le embargó sus pertenencias
incluyendo la casa por la que con tanto esfuerzo trabajo.

Sin lugar a donde ir y sin intenciones de hacerlo, Gabi vagabundeo en la ciudad durante días, pero un día,
un hombre de negocios, algo ruin y astuto, se dió cuenta de su singularidad "¡Tenia barba!"
[1/9 0:50] Cristian Ríos: El hombre con total simpatía, le cogió de la mano y le prometió que la ayudaría,
ella sin tan si quiera hacerle algún gesto, se dejó llevar sin importancia alguna.

El hombre, aprovechando la total falta de atención de Gabi por el mundo que la rodeaba, consiguió
hacerle firmar un contrato en el cual ponía que ella, sería propiedad del Señor Darwin.

El Señor Darwin tenía un espectáculo ambulante que iba por toda Norte América demostrando hazañas
de malabaristas profesionales, domadores de leones y personas con rasgos algo "especiales".
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Por lo que Gabi, comprendió de inmediato cuál sería su lugar en ese espectáculo
errante, sería expuesta como una "singularidad" para aquel que visitara el lugar.

Pasaron los meses, días y días de lugar en lugar, hasta que un día, en Tejas fue a parar.

Para Gabi era otro lugar cualquiera, la rutina de cada día, gente pasando de lado a lado mirándole con
caras compasivas, de repugnancia y en el mejor de los casos, pena.
A ella la importancia de lo que pensaba la gente le comenzaba a dejar de importar, total sólo eran las
mismas caras puestas en otras personas.
Lejos de ahí, cambiando de ambiente, se encontraba Brenda con su marido y su hijo, dando un paseo por
la ciudad.
Como acababan de vender una de sus mejores cosechas, decidieron ir a divertirse un poco en la ciudad.
Brenda compró nuevas telas de primera calidad para sus ropas y a su hijo llamado Brendan un pequeño
coche de madera.

La familia estaba satisfecha, pero vieron a un curioso personaje anunciando "¡Pasen y vean! ¡El único
circo con seres de otros mundos, malabaristas  y bestias junto con sus domadores! No pierdan esta
oportunidad única por que mañana estaremos en Míchigan!"

La familia, se quedó perpleja por tal evento, cada uno fue convencido y fueron a ver el extraño
espectáculo.

Al entrar, cada rincón observaron, pero no tardaron mucho, en ver un rostro que antaño fue familiar,
habían visto a Gabi!
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Gabi, vió a su hermana Brenda asomarse cerca de su lugar de exposición, Brenda
al verla así, no pudo contener sus emociones de tristeza y desolación.

La sacó de allí y la llevó a su casa, Gabi había sido drogada con opio para mantenerla tranquila en su
puesto de trabajo.

Gabi, caminaba tambaleándose por casa de su hermana mientras la familia discutía sobre qué hacer con
ella.

A la familia, le gustaba su ritmo de vida, marido, mujer e hijo vivir cómodamente con lo que tenían, con lo
justo, pero cuidar de otra persona en ese estado e indefinidamente, les haría la vida mucho más dura.

La familia de Brenda, para ser de clase media , era una familia que había podido comprarse una bañera
de hierro, poca gente podía permitírselo. Por lo que decidieron darle un baño a Gabi.

Gabi, comenzaba a sentirse más tranquila y consciente de saber que había podido salir de ese círculo
vicioso de gente mirándola como un monstruo mientras no podía hacer nada por cambiar las cosas,
estando todo momento, bajo el control de las drogas.
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Mientras su hermana le lavaba la espalda con una suave esponja, ella seguía
pensando y recordando por lo que había pasado, de estar feliz y segura de si misma, a estar cansada,
frustrada y posteriormente utilizada por maleantes.

Gabi pensó, que desde el momento que empezó a decaer, no podría haber hecho más que empeorar,
pero el hecho de que la sacaran de ese fin, era una completa segunda oportunidad, para rehacer y
cambiar su vida.

Ya que se encontraba mejor para hablar, decidió preguntarle a Brenda, que qué debería hacer ahora que
la habían sacado de ahí.
Brenda, seguía lavándole la espalda a su hermana mayor, sin saber muy bien qué contestar a su pregunta.
Brenda siempre la había visto fuerte e independiente, pero el hecho de haberla visto así al tomar su
propia decisión, le hizo dudar sobre ella y replantearse si debería cojer el camino con "alguien más", tal y
como había hecho ella para tener una familia feliz.
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Brenda se reservó sus palabras y le dejó a su libre albedrío decidir qué hacer con
su vida.
Pasó unos días rehabilitándose en casa de su hermana
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Brenda se reservó sus palabras y le dejó a su libre albedrío decidir qué hacer con
su vida.
Pasó unos días rehabilitándose en casa de su hermana y empezó a notar que su estancia era una
molestia, ya fuera económicamente o familiar, por lo que tomó la decisión de irse cuando tuviera lo
necesario para marchar.

El tiempo pasó y así se preparó, para volver a ver a sus padres y hablar con ellos sobre qué debería hacer
con su vida.

El viaje que debería hacer, era de punta a punta del país, duró y sin dinero, pero aún así quiso intentarlo.

Cuando consiguió reunir todo lo que creía necesitar, una noche sin avisar, dejó una nota diciendo que
marchaba, sin decir el paradero al que se dirigía, con tal de no preocuparles.

Gabi marchó y a su suerte dejó, el futuro de su decisión, en sus cosas, llevaba un arma, saco de dormir y
unas telas para cubrirse como tienda.

Gabi viajó haciendo autoestop, caminando y  cogiendo trenes de incógnito, llegó a tener altercados por
sus métodos, pero tuvo suerte en salir de ellos.
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Durante el viaje, comenzó a crecer un odio completo  hacia si misma, el hecho de
verse mal y haber sido rechazada, le provocaba rabia y frustración por todo lo que le había hecho pasar.

Día tras día, comenzó a perder el rumbo que tan entusiasmada perseguía, recordar toda clase de burlas,
criticas y rechazos hacia ella, por un simple pelo fuera de lo común.

Gabi decidió parar de viajar y descansar unos días, se la veía destrozada, no por su camino recorrido, sino
por su mente, totalmente depre por cosas que creía entender y ignorar, la herían.

Gabi siguió  viajado, pero esta vez muy lentamente, cada paso que daba parecía como si se desmoronase,
un día, que se sentó en un campo al lado de un río, quedó dormida y al despertar, se encontró a un niño
que la estaba mirando fijamente a los hijos.

Ella se sorprendió, el infante no parecía estar mirándole con mala cara como hacia todo el mundo, sino
más bien, con alegría por verla despertar.
[1/9 0:50] Cristian Ríos: Gabi habló y jugó a juegos estúpidos con el infante, recordó, que en su infancia, al
no tener el gran problema de la barba, ella vivía feliz, inocente y sin ninguna preocupación a la vista.

Pensar en ello, hablar con una persona que no anteponga los defectos físicos por delante de todo y jugar
como no había hecho en años, le hizo saber, que en algún lugar del mundo todavía quedaba gente que no
la viera como un monstruo.

Gabi decidió hablar seriamente con el niño de una vez, por que comenzaba a oscurecer y debía irse a
casa, el niño no contestaba y ella se ponía de los nervios por su seguridad.

Al cabo de un rato, el niño le confesó, que se encontraba entre el campo y el río para sobrevivir sólo, era
huérfano y no tenía a donde ir, por lo que debía robar, plantar y cazar para seguir viviendo.

Gabi decidió pasar la noche con él y así día tras día, hasta que vió que se transformó en su
reponsabilidad, comenzaron a sembrar en un campo y lo fueron extendiendo hasta poder ganar algo
mínimo.

Gabi, con perseverancia y apoyo, logró recuperar su casa y vivir junto a su nuevo compañero en paz.

Fín

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