Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En su obra El siglo, el filósofo Alain Badiou nos presenta una reflexión sobre los rasgos más
importantes del siglo XX. Badiou va elaborando una interpretación directa y desvestida de
adornos de las líneas de fuerza del siglo, una interpretación centra- da en la violenta
turbulencia de esta época histórica. Componente crucial de este período sería, según
Badiou, la “pasión por lo real”. Esta pasión se encaminaría a desvelar la identidad real y lo
auténtico (como propondrían, en la interpretación de Badiou, Heidegger y Sartre), y a
destruir los falsos semblantes que nos rodean. Esta tarea de desvelamiento y de
destrucción estaría más allá de la moralidad y tendría un carácter violento. Y estaría guiada
y regulada por la lucha real por el cumplimiento de promesas alumbradas en el siglo
diecinueve. De esas promesas y de esa lucha serían precursores Marx y Nietzsche. La idea
que plantea Badiou es mantenerse lo más cerca posible de las subjetividades del siglo. La
cuestión no pasa por juzgar el siglo como un dato objetivo, sino por preguntarse cómo ha
sido subjetivado.
En las disciplinas que se llaman historia de las ideas, de las ciencias, de la filosofía, del
pensamiento, la atención se ha desplazado de las vastas unidades que se describían como
“épocas” o “siglos” hacia fenómenos de ruptura. Se trata ahora de detectar la incidencia
de las interrupciones. Y el problema que va a plantearse en tales análisis históricos no es
ya el de saber por qué vías han podido establecerse las continuidades. Vemos desplegarse
todo un campo de preguntas por las que esta nueva forma de historia trata de elaborar su
propia teoría ¿Cómo especificar los diferentes conceptos que permiten pensar la
discontinuidad En suma, la historia del pensamiento, de los conocimientos, de la filosofía,
de la literatura parecen multiplicar las rupturas y buscar todos los erizamientos de la
discontinuidad; mientras que la historia propiamente dicha, a historia a secas, parece
borrar la irrupción de los acontecimientos. La historia, en su forma tradicional, se
dedicaba a “memorizar” los monumentos para transformarlos en documentos. En
nuestros días, la historia es lo que transforma los documentos en monumentos. La historia
tiende a la arqueología, a la descripción intrínseca del monumento. Uno de los rasgos más
esenciales de la historia nueva es sin duda ese desplazamiento de lo discontinuo: su paso
del obstáculo a la práctica; su integración en el discurso de la historia. Las ideas básicas
que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad
cambia a lo largo de la historia. El saber según Foucault no evoluciona si no que va
cambiando a lo largo de la historia. Para ver como este ha cambiado propone un método
de abordaje epistemológico y la aplicación del método arqueológico.
Cada época tiene un modo de producir el saber de manera diferente, una particular forma
de relacionar la palabra y las cosas, esto es lo que Foucault llama espíteme: modo de
ordenar el saber en una época y lugar determinado. Este modo de ordenar estará ligado o
determinado a las condiciones de posibilidad, condiciones políticas, económicas, sociales
de cada momento histórico.
Para comprender los conceptos aportados por Michel Foucault, es necesario comenzar
por definir qué es la Arqueología: se podría decir que se trata de un análisis del discurso
desde el entramado del discurso mismo, lo que significa que no busca interpretar el
discurso desde un supuesto origen, sino desde su propia instancia. Este análisis parte de
una concepción de la historia como discontinua, producida por diferentes rupturas que
implican el pasaje de un orden (de las cosas) a otro. Según esto dividirá los distintitos
enfoques de la historia en:
Historia Tradicional:
Se intenta contar lo hechos ocurridos sin quiebres si no de manera lineal y continua.
Parecen borrar toda discontinuidad. Centrados en largos periodos de historia.
Periodos estables y difíciles de alterar. Historia de continuidades se buscan nexos de
continuidad.
Convierte los documentos en monumentos.
Está basada en la obra de los autores
Se busca lo antecedentes de los hechos
Historia Global:
Es la historia del saber
No debe haber una mirada evolutiva si no buscar los quiebres, las rupturas (en un
momento aparece algo, un acontecimiento importante que produce un cambio de
pensamiento, en la forma de ver, de pensar, de sentir, de vivir, produce un quiebre en
la historia una trasformación en la ciencia, ej: la peste en Francia, la revolución
francesa, etc.). De aquí la mirada de la historia como discontinua producida por
grandes rupturas. Es un desgajamiento de la historia en el que se multiplican los niveles
de análisis. Se trata de desglosar los acontecimientos para hacerles preguntas. Se
centran en el estudios de las rupturas, todo lo que en ella acontece a nivel psicológico,
geográfico, social, et. Hay múltiples miradas del acontecimiento.
El análisis que propone Foucault no trata de aislar para describir su estructura interna,
lo que estudia son las formas de repartición, sistemas de dispersión. Se llamara reglas
de formación las condiciones a la que están sometidos los elementos de esa
repartición. Las reglas de formación son las condiciones de existencia de una
repartición discursiva determinada.
Busca las condiciones de posibilidad para que emerja el saber en determinado tiempo,
espacio y frente a determinada ideología, poder.
Ya no busca los antecedentes históricos si no los acontecimientos arqueológicos, es
decir aquello que determino el cambio, el paso de un tipo de saber a otro, el cambio de
visión y el diferente modo de relacionarse las palabras y las cosas.
Propone el análisis de las practicas discursivas (practicas: hechos repetitivos,
discursivas: hechos que hablan.
Convierten en documentos los monumentos (acontecimiento que modifica el campo
de saber).
la familia
el grupo social próximo
el medio de trabajo
la comunidad religiosa
el arte
la sexualidad
la penalidad
Ahí, en esos campos de diferenciación primera, en las distancias, las discontinuidades y los
umbrales que se manifiestan, el discurso psiquiátrico encuentra la posibilidad de delimitar
su dominio, de definir aquello de que se habla, de darle el estatuto de objeto y, por tanto,
de hacerlo aparecer, de volverlo nominable y descriptible.
El prefacio comienza haciendo referencia a un texto de Borges el cual cita una clasificación
de animales en base a una enciclopedia. A raíz de esto intenta analizar cuál es el orden de
las cosas, en base a qué lugar común se establecen las distintas categorías de Orden.
Afirma que no se puede hacer ninguna taxonomía desde un criterio universal de verdad.
En la historia de las ciencias, en una cultura y época dada, hay siempre un orden regulador
del saber, es decir existe todo un sistema que subyace y regula el saber (un orden mudo).
Este orden mudo es el que posibilita la constitución del saber, la producción del
conocimiento científico en cada época.
Lo que tratará de analizar, es de qué manera a partir del siglo XVI se ha manifestado en
nuestra cultura, que hay un orden y que tiene leyes. Que modalidades del orden han sido
reconocidos, puestos, anudados con el espacio y el tiempo para formar “los
conocimientos”. Lo que se intenta sacar a luz es el campo epistemológico, la episteme que
condiciona y regula las producciones científicas. Episteme: Son todas las relaciones que
han existido en determinada época entre los diversos campos de las ciencias. Todos los
fenómenos de relaciones entre las ciencias o entre los diversos “discursos” en los distintos
sectores científicos.
Más que una historia, lo que trata de realizar Foucault es una Arqueología del saber
(aquello que da cuenta de las formas más profundas de la cultura). La arqueología tratara
de investigar esa episteme que condiciona y configura las diversas formas de cocimiento
empírico Esta investigación arqueológica muestra dos grandes discontinuidades en la
episteme de la cultura occidental:
1- Aquella con la que se inaugura la época clásica (S.XVII) enfocado en el análisis
entre la teoría de la representación y las del lenguaje.
2- 2- Aquella que a principios del S.XIX señala el umbral de nuestra modernidad,
tomando al hombre como objeto de estudio.
Foucault realiza todo un recorrido arqueológico para explicar las causas de nuestro saber
actual. Con este fin, el autor distingue 3 epistemes a lo largo de la cultura occidental,
desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Estos órdenes son:
Antecedente: Edad Media: es el período histórico de la civilización
occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se
sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y su
fin en 1492 con el descubrimiento de América,1 o en 1453 con la caída del Imperio
bizantino, fecha que tiene la ventaja de coincidir con la invención de la imprenta (Biblia de
Gutenberg) y con el fin de la Guerra de los Cien Años. El saber de esta época estaba
relacionado con la fe en Dios, solo algunos tenían acceso al saber y eran los religiosos de la
época, en este sentido la edad media era una edad oscura, no se produjo otro saber q no
sea teológico, no se utilizaba el razonamientos alejado a las ideas de fe. Acontecimiento
arqueológico: Revolución Copernicana Se denomina revolución copernicana (o revolución
de Copérnico) al cambio científico y conceptual que supuso la hipótesis propuesta por
Nicolás Copérnico, en 1543, según la cual el Sol, y no la Tierra, ocupa el centro del
universo.
Espisteme renacentista:
Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo
en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el
campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto
naturales como humanas. Renace la posibilidad de utilizar la razón como vía de
conocimiento
El saber de esta época se constituye por las semejanzas. Ésta es la que liga las cosas entre
si, al igual que las palabras se ligan a las cosas. Hablar es conocer la cosa, la palabra es la
cosa De este modo, los objetos se relacionan entre si en la medida en que tiene algo
similar, diferente, conveniente o análogo que los una. . De este modo, no existe diferencia
entre el mundo y el lenguaje, entre lo que se ve y lo que se lee. Por este motivo, el
discurso tiene un privilegio absoluto: lo que se dice es la verdad. El saber es interpretar lo
ya escrito, reflejo de la verdad; no es demostrar. Como consecuencia de todo esto, el
conocimiento se vuelve abundante y a la vez pobre, en tanto se convierte en una
acumulación de saberes aislados por superposición. Conocer algo es acudir a todo lo que
se dijo sobre eso, lo que lleva a la acumulación infinita de confirmaciones.
Representante: René Descartes: Se plantea cual es el origen del conocimiento y planeta
que existen dos vías:
Sentido: los sentidos pueden engañarnos (alucinación, ilusiones, malas percepciones)
por lo tanto es una via engañosa
Razón: Consiste en la hipótesis de que tal vez nos ha creado un dios que busca
engañarnos aún en aquellos conocimientos que nos parecen más evidentes; que nos
haya hecho de tal forma que cuando nos parezca vivir en la verdad más manifiesta no
estemos en la verdad sino en el error.
Ante esto Descartes dice: que hay algo de lo que no puede dudar y es de que duda, y si
duda piensa y si piensa es porque existe. Esto es el Cogito Cartesiano (Cogito Ergo Sum).
El saber sigue siendo especulativo, impregnado de esoterismo, pensamiento mágico no
ligado a la fe, en el que se puede conocer la naturaleza y el mundo solo a través del
pensamiento.
Acontecimiento arqueológico: aparición del signo lingüístico.
Espíteme Clásica:
Abarca los siglos XVII hasta mediados del XIX: El pensamiento de esta época deja de
ordenar el mundo de acuerdo a las semejanzas y se articula bajo el orden de la Mathesis
(ciencia universal del orden que busca ordenar clasificar los conocimientos). La espíteme
ya no está dada por la semejanza si no por la representación, a causa del a aparición del
signo lingüístico, la palabra ya no es la cosa si no que la representa. La palabra debe tener
un sentido. Esta Espisteme considera la existencia de un orden de las cosas que debe ser
descubierto a través del pensamiento racional. Se cree que el mundo tiene un modo de
ser al cual se accede a través de la lógica y las matemáticas, que son saberes absolutos
que permiten conocer la verdad. La diferencia con la época anterior está en que (por
influencia de la razón) ahora todo se mide y se ordena, por lo que la Mathesis se convierte
en la ciencia universal de la medida y el orden. Como consecuencia, hay un esfuerzo por la
matematización de lo empírico, por representar la realidad matemáticamente, motivo por
el cual se realizan cálculos y predicciones. El lenguaje ya no revela, representa y ordena.
La palabra ya no forma parte de la cosa para el hombre, que se dedica a medir y ordenar
los objetos. Así, el signo es tomado como valor en si mismo. Se configuran 3 dominios que
representan el orden en la naturaleza:
1- La Gramática Gral. (Lingüística)
2- La Historia Natural (Biología)
3- El Análisis de la Riqueza (Economía)
Éstas serían las actividades del hombre: cuando habla, cuando clasifica y cuando permuta
mercancía.
Representantes:
Loke: plantea que el origen del conocimiento se da a partir de la experiencia
(empirismo Ingles)
Condillac: Plantea que el origen del conocimiento se da por la pasión o el deseo
(sensismo francés).
Hume: Hume fue uno de los máximos representantes del empirismo británico.
Sus críticas claras y profundas al racionalismo despertaron a Kant de su "sueño
dogmático". Hume afirma que todo conocimiento deriva en última instancia de la
experiencia sensible, siendo esta la única fuente de conocimiento y sin ella no se
lograría saber alguno.
Kant: inaugura el pensamiento crítico o trascendental. Pensamiento de las
condiciones de posibilidad para el surgimiento de un determinado pensamiento
según este autor el conocimiento no se origina solo de la razón o de la
experiencia si no que es una combinación de ambas. Partiría de la experiencia
(sentidos), estos datos aportados por los sentidos son tomados por la razón a
través del entendimiento el cual elabora juicios y a partir de ellos conocimientos.
Luego agrega que para que haya conocimiento debe haber ciertas condiciones de
posibilidad a las que denomino a priori trascendental (dado en un tiempo y un
espacio), va mas allá de cualquier hecho o conocimiento es anterior a la
experiencia misma.
_ Interdicción Kantiana: El interdicto son pruebas nuevas que aparecen en
trascurso de un juicio e interrumpen su desarrollo. Con respecto a esto Kant va a
decir que la psicología no es un ciencia por que su objeto de estudio (el alma) es
oscura, no es posible de formalizar, (esta opinión se basa en que para el ideal de
ciencia era la matemáticas) si no que la considera una rama de antropología
filosófica.
Acontecimiento arqueológico: aparece la pregunta por el hombre, ya se había
resuelto la duda sobre el origen del conocimiento ahorra la pregunta central es quien
conoce.
En un primer acercamiento, puede decirse que el dominio de las ciencias del hombre está
cubierto por tres "ciencias", o más bien por tres regiones epistemológicas: la biología, la
economía y la filología. Los modelos constitutivos se toman a los tres dominios de la
biología, la economía y el estudio del lenguaje. El hombre aparece sobre la superficie de
proyección de la biología como un ser que tiene funciones —que recibe estímulos
(fisiológicos, pero también sociales, culturales) y responde, se adapta, evoluciona, se
somete a las exigencias del medio, actúa según regularidades y tiene, en suma, las
condiciones de existencia y la posibilidad de encontrar normas medias de ajuste que le
permitan ejercer sus funciones. Sobre la superficie de proyección de la economía, el
hombre aparece como un ser que tiene necesidades y deseos, que trata de satisfacerlos
teniendo pues intereses, pensando en las ganancias. Por último, sobre la superficie de
proyección del lenguaje, las conductas del hombre aparecen como queriendo decir algo;
sus menores gestos, hasta sus mecanismos involuntarios y sus fracasos, tienen un sentido;
y todo aquello que coloca en torno a él hecho de objetos, ritos, hábitos, discursos, todo el
surco de huellas que deja tras de sí constituye un conjunto coherente y un sistema de
signos.