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Direcciones Contemporáneas de la Psicología.

El programa (dado en teórico).

EL programa de “Direcciones contemporáneas de la psicología” se propone articular el eje


temático de Historia de la psicología con el de filosofía. La psicología tiene una natural
tendencia a la fragmentación y especialización de conocimientos, a lo que se suma la
especificidad regional de las demandas, hay por lo tanto una difícil articulación entre las
psicologías teóricas y las aplicadas, lo cual exige una formación teórico practica
investigativa.
Antes esta materia se llamaba historia de la psicología, lo importante en ese entonces era
ver como a través de la historia la psicología fue construyéndose como ciencia, pero en las
últimas dos décadas del siglo XX, la Psicología, atravesada por el cambio en la racionalidad
económica-política, afectada por las nuevas problemáticas emergentes, ha puesto en duda
la eficacia de “los grandes relatos” histórico- generales y su idea de progreso de la verdad.
La Historia ya no se concebiría como la transmisión de un relato estabilizador, un relato
continuo, una unidad sino que las nuevas historias oponen, a las síntesis y las
continuidades, el corte de la mirada descriptiva. Foucalt pone a disposición parámetros con
los cuales se pueden pensar las crisis, los cortes, las rupturas a partir de esta propuesta a la
metería le interesa poder determinar de qué manera el saber fue cambiando, cuáles fueron
los acontecimientos que provocaron el cambio y que dirección le dieron al saber. En
definitiva, de qué manera se gestó y se trasformó el saber de la psicología a partir de las
diversas crisis por las que fue atravesando a lo largo de la historia. Ahora la propuesta es ir
a las rupturas y ver allí que aconteció.
Respecto al nombre de la asignatura, el término “dirección” significa “sentido” y también
“gerencia, administración, gobierno”. Deja para el presente la pregunta por las relaciones
entre estos términos y la Psicología: es decir, cómo la psicología administra, configura,
gobierna el presente y los malestares del hombre contemporáneo, entendiendo lo
contemporáneo no como lo presente (lo actual) si no como forma de relación entre el
hombre y su presente porque en el presente el tiempo se subjetiva de diferente manera.
“Direcciones contemporáneas de la Psicología” sostiene en su propuesta de trabajo la idea
de que el tiempo histórico se manifiesta a través de la lente de distintas categorías
historiográficas (La historiografía es el registro escrito de la historia, la memoria fijada por la
propia humanidad con la escritura de su propio pasado); una operación que es análoga a la
puesta en relación de “una muestra” de laboratorio, un microscopio y sus diferentes lentes.
El Programa no se decide a favor de la elección alternativa de unas categorías
historiográficas en detrimento de otras sino que las utiliza según distintos requerimientos.
Satisfacen distintas solicitaciones en la formación del psicólogo.
El Siglo. (Alan Badiou)

En su obra El siglo, el filósofo Alain Badiou nos presenta una reflexión sobre los rasgos más
importantes del siglo XX. Badiou va elaborando una interpretación directa y desvestida de
adornos de las líneas de fuerza del siglo, una interpretación centra- da en la violenta
turbulencia de esta época histórica. Componente crucial de este período sería, según
Badiou, la “pasión por lo real”. Esta pasión se encaminaría a desvelar la identidad real y lo
auténtico (como propondrían, en la interpretación de Badiou, Heidegger y Sartre), y a
destruir los falsos semblantes que nos rodean. Esta tarea de desvelamiento y de
destrucción estaría más allá de la moralidad y tendría un carácter violento. Y estaría guiada
y regulada por la lucha real por el cumplimiento de promesas alumbradas en el siglo
diecinueve. De esas promesas y de esa lucha serían precursores Marx y Nietzsche. La idea
que plantea Badiou es mantenerse lo más cerca posible de las subjetividades del siglo. La
cuestión no pasa por juzgar el siglo como un dato objetivo, sino por preguntarse cómo ha
sido subjetivado.

¿Qué es lo contemporáneo? (Giorgio Agamben).

Lo contemporáneo es lo intempestivo (Barthes). Según Nietzsche la contemporaneidad es


esa relación singular con el propio tiempo, que se adhiere a él pero a la vez toma distancia
de este. Contemporáneo es aquel que tiene la mirada fija en su tiempo no para percibir la
luz si no la oscuridad. ¿Qué significa percibir la oscuridad? Percibir esta oscuridad no es una
especie de inercia o pasividad si no que por el contrario implica una actividad y una
habilidad particular, que en nuestro caso corresponden a neutralizar las luces que
provienen de la época para descubrir sus tinieblas, su oscuridad especial q sin embargo no
se puede separar de esas luces. Por lo tanto contemporáneo es aquel que no se deja cegar
por las luces y que logra descubrir en ellas la parte de sombra, su íntima oscuridad. Esa
oscuridad es para el contemporáneo algo que le corresponde y no deja de interpretarlo.

La contemporaneidad se inscribe en el presente y lo marca como arcaico (entendido como


origen) y solo aquel quien percibe en lo moderno y más presente lo indicios del origen
puede ser contemporáneo. Por la tanto la vía de entrada al presente tiene necesariamente
la forma de una arqueología. El contemporáneo no es solo aquel que percibiendo la
oscuridad del presente comprende la luz incierta si no también aquel que dividiendo e
interpolando el tiempo es capaz de interpolarlo y ponerlo en relación con los demás
tiempos. Es como si esa invisible de luz que es la oscuridad del presente proyectara su
sombra sobre el pasado y este tocado por ese haz de sombra adquiriera la capacidad de
responder a las tinieblas del presente.

La Arqueología del Saber (Michel Foucault).

En las disciplinas que se llaman historia de las ideas, de las ciencias, de la filosofía, del
pensamiento, la atención se ha desplazado de las vastas unidades que se describían como
“épocas” o “siglos” hacia fenómenos de ruptura. Se trata ahora de detectar la incidencia
de las interrupciones. Y el problema que va a plantearse en tales análisis históricos no es
ya el de saber por qué vías han podido establecerse las continuidades. Vemos desplegarse
todo un campo de preguntas por las que esta nueva forma de historia trata de elaborar su
propia teoría ¿Cómo especificar los diferentes conceptos que permiten pensar la
discontinuidad En suma, la historia del pensamiento, de los conocimientos, de la filosofía,
de la literatura parecen multiplicar las rupturas y buscar todos los erizamientos de la
discontinuidad; mientras que la historia propiamente dicha, a historia a secas, parece
borrar la irrupción de los acontecimientos. La historia, en su forma tradicional, se
dedicaba a “memorizar” los monumentos para transformarlos en documentos. En
nuestros días, la historia es lo que transforma los documentos en monumentos. La historia
tiende a la arqueología, a la descripción intrínseca del monumento. Uno de los rasgos más
esenciales de la historia nueva es sin duda ese desplazamiento de lo discontinuo: su paso
del obstáculo a la práctica; su integración en el discurso de la historia. Las ideas básicas
que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad
cambia a lo largo de la historia. El saber según Foucault no evoluciona si no que va
cambiando a lo largo de la historia. Para ver como este ha cambiado propone un método
de abordaje epistemológico y la aplicación del método arqueológico.
Cada época tiene un modo de producir el saber de manera diferente, una particular forma
de relacionar la palabra y las cosas, esto es lo que Foucault llama espíteme: modo de
ordenar el saber en una época y lugar determinado. Este modo de ordenar estará ligado o
determinado a las condiciones de posibilidad, condiciones políticas, económicas, sociales
de cada momento histórico.
Para comprender los conceptos aportados por Michel Foucault, es necesario comenzar
por definir qué es la Arqueología: se podría decir que se trata de un análisis del discurso
desde el entramado del discurso mismo, lo que significa que no busca interpretar el
discurso desde un supuesto origen, sino desde su propia instancia. Este análisis parte de
una concepción de la historia como discontinua, producida por diferentes rupturas que
implican el pasaje de un orden (de las cosas) a otro. Según esto dividirá los distintitos
enfoques de la historia en:

Historia Tradicional:
 Se intenta contar lo hechos ocurridos sin quiebres si no de manera lineal y continua.
Parecen borrar toda discontinuidad. Centrados en largos periodos de historia.
Periodos estables y difíciles de alterar. Historia de continuidades se buscan nexos de
continuidad.
 Convierte los documentos en monumentos.
 Está basada en la obra de los autores
 Se busca lo antecedentes de los hechos

Historia Global:
 Es la historia del saber
 No debe haber una mirada evolutiva si no buscar los quiebres, las rupturas (en un
momento aparece algo, un acontecimiento importante que produce un cambio de
pensamiento, en la forma de ver, de pensar, de sentir, de vivir, produce un quiebre en
la historia una trasformación en la ciencia, ej: la peste en Francia, la revolución
francesa, etc.). De aquí la mirada de la historia como discontinua producida por
grandes rupturas. Es un desgajamiento de la historia en el que se multiplican los niveles
de análisis. Se trata de desglosar los acontecimientos para hacerles preguntas. Se
centran en el estudios de las rupturas, todo lo que en ella acontece a nivel psicológico,
geográfico, social, et. Hay múltiples miradas del acontecimiento.
El análisis que propone Foucault no trata de aislar para describir su estructura interna,
lo que estudia son las formas de repartición, sistemas de dispersión. Se llamara reglas
de formación las condiciones a la que están sometidos los elementos de esa
repartición. Las reglas de formación son las condiciones de existencia de una
repartición discursiva determinada.
 Busca las condiciones de posibilidad para que emerja el saber en determinado tiempo,
espacio y frente a determinada ideología, poder.
 Ya no busca los antecedentes históricos si no los acontecimientos arqueológicos, es
decir aquello que determino el cambio, el paso de un tipo de saber a otro, el cambio de
visión y el diferente modo de relacionarse las palabras y las cosas.
 Propone el análisis de las practicas discursivas (practicas: hechos repetitivos,
discursivas: hechos que hablan.
 Convierten en documentos los monumentos (acontecimiento que modifica el campo
de saber).

La formación de los objetos (Foucault).

No existen objetos independientes de los discursos, de las interpretaciones. Los objetos


dependen de un conjunto de relaciones que permiten hablar de tales o cuales temas,
tratar, nombrar, analizar, clasificar, etc. (Foucault, 1995:75). Las condiciones de
existencia de los objetos de los discursos se relacionan con las modalidades de
enunciación, los conceptos y las elecciones temáticas. Estas cuatro direcciones permiten
identificar diferentes formaciones discursivas y sus formas heterogéneas de conservación
y modificación de enunciados. Foucault plantea que, aunque se utilice un mismo término
para designar a determinado OBJETO del que hablan determinados discursos, ESTA
UNIDAD SE DISPERSA (o puede dispersarse). Cuando Foucault examina el objeto “locura”,
realiza un análisis de las condiciones de su aparición y de su régimen de existencia
distinguiendo entre:

a) Las superficies de emergencia (DÓNDE SE HABLA de ese objeto);

b) Las instancias de delimitación (DE QUÉ SE LO DIFERENCIA); y

c) Las rejillas de especificación

Las superficies de emergencia: estas superficies de emergencia del objeto locura no son


las mismas para las distintas sociedades, las distintas épocas, ni en las diferentes formas
de discurso. En el siglo XIX es posible que estuvieran constituidas por:

 la familia
 el grupo social próximo
 el medio de trabajo
 la comunidad religiosa
 el arte
 la sexualidad
 la penalidad
Ahí, en esos campos de diferenciación primera, en las distancias, las discontinuidades y los
umbrales que se manifiestan, el discurso psiquiátrico encuentra la posibilidad de delimitar
su dominio, de definir aquello de que se habla, de darle el estatuto de objeto y, por tanto,
de hacerlo aparecer, de volverlo nominable y descriptible.

Instancias de delimitación: La mayor “instancia de delimitación” del objeto "locura" ha


derivado de la medicina. Sin embargo, también la iglesia, la justicia, la crítica literaria y
artística han actuado como instancias de delimitación. De qué se lo diferencia:
-         la medicina
-         la justicia
-         la autoridad religiosa
-         la crítica literaria y artística

Las Rejillas de especificación: permiten separar, oponer, entroncar, reagrupar, clasificar y


derivar las diferentes "locuras" como objetos del discurso psiquiátrico. Con qué conceptos
se lo elabora:
-         el alma
-         el cuerpo
-         la vida y la historia de los individuos
-         los juegos de las correlaciones neuropsicológicas
Cuando se describe la formación de os objetos de un discurso, se intenta fijar el comienzo
de relaciones que caracterizan una práctica discursiva. Foucault plantea que lo que él
quiere demostrar es que analizando los propios discursos se ve cómo se afloja el lazo al
parecer tan fuerte de las palabras y las cosas, y se desprende un conjunto de reglas
adecuadas a la práctica discursiva. Las Palabras y las cosas refleja la tarea de dejar de
tratar los discursos como conjuntos de signos (de elementos significantes que envían a
contenidos o representaciones), sino como prácticas que forman sistemáticamente los
objetos que hablan. Es indudable que los discursos están formados por signos; pero lo que
hacen es más que utilizar esos signos para indicar cosas. Es ese más lo que los vuelve
irreductibles a la lengua y a la palabra. Ese más es lo que Foucault analiza y describe.

Prefacio de Las Palabras y las Cosas (Foucault).

El prefacio comienza haciendo referencia a un texto de Borges el cual cita una clasificación
de animales en base a una enciclopedia. A raíz de esto intenta analizar cuál es el orden de
las cosas, en base a qué lugar común se establecen las distintas categorías de Orden.
Afirma que no se puede hacer ninguna taxonomía desde un criterio universal de verdad. 
En la historia de las ciencias, en una cultura y época dada, hay siempre un orden regulador
del saber, es decir existe todo un sistema que subyace y regula el saber (un orden mudo).
Este orden mudo es el que posibilita la constitución del saber, la producción del
conocimiento científico en cada época. 
Lo que tratará de analizar, es de qué manera a partir del siglo XVI se ha manifestado en
nuestra cultura, que hay un orden y que tiene leyes. Que modalidades del orden han sido
reconocidos, puestos, anudados con el espacio y el tiempo para formar “los
conocimientos”. Lo que se intenta sacar a luz es el campo epistemológico, la episteme que
condiciona y regula las producciones científicas. Episteme: Son todas las relaciones que
han existido en determinada época entre los diversos campos de las ciencias. Todos los
fenómenos de relaciones entre las ciencias o entre los diversos “discursos” en los distintos
sectores científicos. 
Más que una historia, lo que trata de realizar Foucault es una Arqueología del saber
(aquello que da cuenta de las formas más profundas de la cultura). La arqueología tratara
de investigar esa episteme que condiciona y configura las diversas formas de cocimiento
empírico Esta investigación arqueológica muestra dos grandes discontinuidades en la
episteme de la cultura occidental:
1- Aquella con la que se inaugura la época clásica (S.XVII) enfocado en el análisis
entre la teoría de la representación y las del lenguaje.
2- 2- Aquella que a principios del S.XIX señala el umbral de nuestra modernidad,
tomando al hombre como objeto de estudio. 

 Concepto de Orden: es un concepto básico dentro de la arqueología de Foucault.


Alude a la relación que se da entre las cosas, como una ley interior. Existen 3
atravesamientos del saber que producen una particular manera de ordenarlo.
1. Costumbres y tradiciones
2. Las leyes y la razón (desarrollo científico)
3. Experiencia denuda de pertenecer a determinada cultura, en esta experiencia se
demarca la práctica discursiva, emergen los enunciados (aquellos hechos que se
destacan del resto por su radical importancia y marcan las condiciones de posibilidad
para producir el cambio (ej.: toma de la bastilla, revolución copernicana,
descubrimiento del inconsciente, etc.)
Foucault explica el orden a través del concepto de A-priori Histórico, que implica que cada
período de la historia tendría (según su a-priori histórico) su fondo intelectual
inconsciente común a todas las ciencias, artes e ideologías; el cual condicionará el
pensamiento y las actividades de los hombres de tal período.
La Arqueología recorre el eje de las prácticas discursivas que va desde el saber hasta la
constitución de las disciplinas científicas (eje saber-ciencia).
Foucault, situándose desde la espíteme actual, describe los ejes diferenciales que
jerarquizan ciencia y saber. Para ello recurre al concepto de umbral, que se definiría como
la condición de una práctica discursiva dentro de un sistema de jerarquización de saberes.
Así, el autor distingue 4 umbrales:
Umbral de Positividad: Se denomina así al momento en que la practica discursiva pueden
recortarse, autonomizarse o destacarse ciertas positividades. Si se produce un nuevo
recorte y surgen nuevos conceptos, se constituye un saber.
Umbral de Epistemologización: Se da cuando un enunciado hace valer sus normas de
verificación y coherencia con respecto de un saber. Este saber tiene una función
dominante por sobre otros saberes de un mismo objeto. Si este se recorta aun mas se
trasforma en una ciencia.
Umbral de Cientificidad: Es cuando los enunciados de una formación discursiva
responden a ciertas leyes de constitución de las proposiciones formales estrictas. Si se
autonomiza mas aun llega al siguiente umbral.
Umbral de Formalización: Se da cuando ese discurso científico puede a su vez definir los
axiomas, los elementos que utiliza y las estructuras. Ej: lógica y matemática.
Foucault intento en toda su obra darle un lugar epistemológico a la psicología y la colocó
en el segundo umbral ya que para el no puede considerarse ciencia pero si un saber. Dice
que es un saber multiparadigmatico, lo cual se relaciona con el titulo der la materia.
Multiparadigmático hace referencia a que en la psicología “conviven” diferentes
paradigmas al mismo tiempo; así tenemos al conductismo, la escuela gestáltica, cognitiva,
etc. A esto se refiere con Direcciones Contemporáneas.

Diferentes paradigmas al mismo tiempo

Foucault realiza todo un recorrido arqueológico para explicar las causas de nuestro saber
actual. Con este fin, el autor distingue 3 epistemes a lo largo de la cultura occidental,
desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Estos órdenes son:
Antecedente: Edad Media: es el período histórico de la civilización
occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se
sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente y su
fin en 1492 con el descubrimiento de América,1 o en 1453 con la caída del Imperio
bizantino, fecha que tiene la ventaja de coincidir con la invención de la imprenta (Biblia de
Gutenberg) y con el fin de la Guerra de los Cien Años. El saber de esta época estaba
relacionado con la fe en Dios, solo algunos tenían acceso al saber y eran los religiosos de la
época, en este sentido la edad media era una edad oscura, no se produjo otro saber q no
sea teológico, no se utilizaba el razonamientos alejado a las ideas de fe. Acontecimiento
arqueológico: Revolución Copernicana Se denomina revolución copernicana (o revolución
de Copérnico) al cambio científico y conceptual que supuso la hipótesis propuesta por
Nicolás Copérnico, en 1543, según la cual el Sol, y no la Tierra, ocupa el centro del
universo.

Espisteme renacentista:
Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo
en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el
campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto
naturales como humanas. Renace la posibilidad de utilizar la razón como vía de
conocimiento
El saber de esta época se constituye por las semejanzas. Ésta es la que liga las cosas entre
si, al igual que las palabras se ligan a las cosas. Hablar es conocer la cosa, la palabra es la
cosa De este modo, los objetos se relacionan entre si en la medida en que tiene algo
similar, diferente, conveniente o análogo que los una. . De este modo, no existe diferencia
entre el mundo y el lenguaje, entre lo que se ve y lo que se lee. Por este motivo, el
discurso tiene un privilegio absoluto: lo que se dice es la verdad. El saber es interpretar lo
ya escrito, reflejo de la verdad; no es demostrar. Como consecuencia de todo esto, el
conocimiento se vuelve abundante y a la vez pobre, en tanto se convierte en una
acumulación de saberes aislados por superposición. Conocer algo es acudir a todo lo que
se dijo sobre eso, lo que lleva a la acumulación infinita de confirmaciones.
Representante: René Descartes: Se plantea cual es el origen del conocimiento y planeta
que existen dos vías:
 Sentido: los sentidos pueden engañarnos (alucinación, ilusiones, malas percepciones)
por lo tanto es una via engañosa
 Razón: Consiste en la hipótesis de que tal vez nos ha creado un dios que busca
engañarnos aún en aquellos conocimientos que nos parecen más evidentes; que nos
haya hecho de tal forma que cuando nos parezca vivir en la verdad más manifiesta no
estemos en la verdad sino en el error.
Ante esto Descartes dice: que hay algo de lo que no puede dudar y es de que duda, y si
duda piensa y si piensa es porque existe. Esto es el Cogito Cartesiano (Cogito Ergo Sum).
El saber sigue siendo especulativo, impregnado de esoterismo, pensamiento mágico no
ligado a la fe, en el que se puede conocer la naturaleza y el mundo solo a través del
pensamiento.
Acontecimiento arqueológico: aparición del signo lingüístico.
Espíteme Clásica:
Abarca los siglos XVII hasta mediados del XIX: El pensamiento de esta época deja de
ordenar el mundo de acuerdo a las semejanzas y se articula bajo el orden de la Mathesis
(ciencia universal del orden que busca ordenar clasificar los conocimientos). La espíteme
ya no está dada por la semejanza si no por la representación, a causa del a aparición del
signo lingüístico, la palabra ya no es la cosa si no que la representa. La palabra debe tener
un sentido. Esta Espisteme considera la existencia de un orden de las cosas que debe ser
descubierto a través del pensamiento racional. Se cree que el mundo tiene un modo de
ser al cual se accede a través de la lógica y las matemáticas, que son saberes absolutos
que permiten conocer la verdad. La diferencia con la época anterior está en que (por
influencia de la razón) ahora todo se mide y se ordena, por lo que la Mathesis se convierte
en la ciencia universal de la medida y el orden. Como consecuencia, hay un esfuerzo por la
matematización de lo empírico, por representar la realidad matemáticamente, motivo por
el cual se realizan cálculos y predicciones. El lenguaje ya no revela, representa y ordena.
La palabra ya no forma parte de la cosa para el hombre, que se dedica a medir y ordenar
los objetos. Así, el signo es tomado como valor en si mismo. Se configuran 3 dominios que
representan el orden en la naturaleza:
1- La Gramática Gral. (Lingüística)
2- La Historia Natural (Biología)
3- El Análisis de la Riqueza (Economía)
Éstas serían las actividades del hombre: cuando habla, cuando clasifica y cuando permuta
mercancía.

Representantes:
 Loke: plantea que el origen del conocimiento se da a partir de la experiencia
(empirismo Ingles)
 Condillac: Plantea que el origen del conocimiento se da por la pasión o el deseo
(sensismo francés).
 Hume: Hume fue uno de los máximos representantes del empirismo británico.
Sus críticas claras y profundas al racionalismo despertaron a Kant de su "sueño
dogmático". Hume afirma que todo conocimiento deriva en última instancia de la
experiencia sensible, siendo esta la única fuente de conocimiento y sin ella no se
lograría saber alguno.
 Kant: inaugura el pensamiento crítico o trascendental. Pensamiento de las
condiciones de posibilidad para el surgimiento de un determinado pensamiento
según este autor el conocimiento no se origina solo de la razón o de la
experiencia si no que es una combinación de ambas. Partiría de la experiencia
(sentidos), estos datos aportados por los sentidos son tomados por la razón a
través del entendimiento el cual elabora juicios y a partir de ellos conocimientos.
Luego agrega que para que haya conocimiento debe haber ciertas condiciones de
posibilidad a las que denomino a priori trascendental (dado en un tiempo y un
espacio), va mas allá de cualquier hecho o conocimiento es anterior a la
experiencia misma.
_ Interdicción Kantiana: El interdicto son pruebas nuevas que aparecen en
trascurso de un juicio e interrumpen su desarrollo. Con respecto a esto Kant va a
decir que la psicología no es un ciencia por que su objeto de estudio (el alma) es
oscura, no es posible de formalizar, (esta opinión se basa en que para el ideal de
ciencia era la matemáticas) si no que la considera una rama de antropología
filosófica.
Acontecimiento arqueológico: aparece la pregunta por el hombre, ya se había
resuelto la duda sobre el origen del conocimiento ahorra la pregunta central es quien
conoce.

Espíteme Moderna: (Siglos XIX y XX)


En esta época se produce una ruptura con el orden anterior en tanto la palabra deja de
corresponder a una representación del mundo (palabra y modo se disocian). Con esto, la
representación de las cosas pierde su carácter de verdad. Ahora surge la necesidad de
conocer al hombre para saber cómo este representa, como conoce. Aparece la noción de
Hombre como Objeto de Estudio. Ahora el hombre se ve multiplicado es un sujeto que
conoce a la vez es objeto de conocimiento (el hombre esta duplicado). Con respecto a
esto Descartes postulaba un dualismo, que concibe al hombre dividido en Res-extensa
(físico, mundo) y Res-pensante (ser pensante, cógito). Antes de esta concepción del ser
humano, el hombre era sólo un contemplador del mundo, que intentaba descifrarlo por
medio de la razón. En la época moderna, y, el hombre se percibe como Objeto Externo
Contemplador y como Objeto Contemplado. Esto es así por influencia de Kant (Siglo XVIII),
en tanto duplica al hombre en un Yo Trascendental (contemplador desde el ext.) y un Yo
Empírico-Cognoscible (obj. de estudio).
El hombre es un ser que habla y es estudiado por la filología, un ser que vive y es
estudiado por la biología y un ser que trabaja y desde este punto de vista lo estudia la
economía. Todo lo que el hombre sabe es consecuencia de su experiencia en la vida, de
las palabras y de lo que fabrica. Esto es llamado por Foucault el triedro de saberes. Las
ciencias humanas se ubicarían en los intersticios de estas ciencias, en sus huecos. Se
plantea que la ciencia es finita, el saber es finito, se le escapa al hombre, ya que este actúa
de acuerdo a leyes externas y anteriores a él (de la vida, la lengua y la producción), se
trata de un sujeto pasivo y determinado por esas leyes. Teniendo en cuanta todo esto, se
pueden destacar 4 nociones fundamentales en la obra de Foucault:
1- La Finitud del Hombre en Relación a sus Positividades: La finitud del conocimiento
hace que el hombre tome conciencia de la finitud de su existencia. Así, se comienza a
considerar la Muerte, que limita la vida; el Deseo, que liga y separa a los hombres en un
proceso económico; y el Tiempo, que sostiene el lenguaje anterior al hombre.
El sujeto se delimita y determina por las leyes de la vida, el trabajo y el lenguaje. La finitud
del hombre no era concebible en la época clásica porque la finitud estaba basada en la
infinitud de Dios, la Creación y el enlace del Alma. En la época moderna, el hombre puede
pensarse a si mismo y no desde un fundamento externo.
2- Reflexión sobre lo Empírico y lo Trascendente:
Existen 2 teorías:
 Positivismo: estudia al hombre concreto, empírico.
 Escatología: parte de la teología que estudia el centro final del hombre y del
universo. Plantea que el hombre es un ser empírico, dialéctico y trascendental.
A partir de esta reflexión, se plantea que lo que condiciona y limita al conocimiento es el
A-priori Histórico. Esto significa que hay un condicionamiento social, político e histórico
propio de una época dada que influye sobre el saber y le inscribe su forma.
3- Interrogación del Cógito y lo Impensado: El hombre, en tanto duplicado empírico-
trascendental es también lugar de desconocimiento. Por eso, la reflexión trascendental
aparece a partir de lo no conocido, sobre lo cual el hombre se interroga y es llamado al
conocimiento de sí mismo. El cógito por su parte, es siempre una interrogación
replanteada sobre lo no pensado.

4- Retroceso y Retorno al Origen: En el pensamiento moderno no se concibe el origen


del hombre. La vida, el lenguaje y el trabajo adquieren su propia historia en función de un
tiempo y un espacio (cultura). Lo que importa es cómo estos factores condicionan la vida
actual, más allá de su origen histórico.

Las Ciencias humanas (Foucault).

El triedro de los saberes.

El campo epistemológico que recorren las ciencias humanas no ha sido prescrito de


antemano: ninguna filosofía, ninguna opción política o moral, ninguna ciencia empírica sea
la que fuere, ninguna observación del cuerpo humano, ningún análisis de la sensación, de
la imaginación o de las pasiones ha encontrado jamás, en los siglos XVII y XVIII, algo así
como el hombre, pues el hombre no existía (como tampoco la vida, el lenguaje y el
trabajo); y las ciencias humanas no aparecieron hasta que se decidió hacer pasar al
hombre al lado de los objetos científicos ; aparecieron el día en que el hombre se
constituyó en la cultura occidental a la vez como aquello que hay que pensar y aquello
que hay que saber. Era muy necesario que el conocimiento del hombre apareciera, en su
dirección científica, como contemporáneo y del mismo género que la biología, la
economía y la filología. Pero, a partir del siglo XIX, el campo epistemológico se fracciona, o
más bien estalla en direcciones diferentes. Sólo difícilmente se escapa al prestigio de las
clasificaciones y de las jerarquías lineales a la manera de Comte; pero el tratar de alinear
todos los saberes modernos a partir de las matemáticas es someter a un único punto de
vista la objetividad del conocimiento. Interrogado en este nivel arqueológico, el campo de
la episteme moderna no se ordena según el ideal de una matematización perfecta y no
desarrolla a partir de la pureza formal una larga serie de conocimientos descendientes
más y más cargados de empiricidad. Es necesario representarse más bien el dominio de la
episteme moderna como un espacio voluminoso y abierto de acuerdo con tres
dimensiones. Sobre una de ellas se colocarían las ciencias matemáticas y físicas, para las
cuales el orden es siempre un encadenamiento deductivo y lineal de proposiciones
evidentes o comprobadas; en otra dimensión, estarían las ciencias (como las del lenguaje,
de la vida, de la producción y de la distribución de las riquezas) que proceden a poner en
relación elementos discontinuos pero análogos, de tal modo que pueden establecer entre
ellos relaciones causales y constantes de estructura. Estas dos primeras dimensiones
definen entre sí un plan común: aquel que puede aparecer como campo de aplicación de
las matemáticas a esas ciencias empíricas o como dominio de lo matematizable en la
lingüística, la biología y la economía. En cuanto a la tercera dimensión, se trataría de la
reflexión filosófica que se desarrolla como pensamiento de lo Mismo; con la dimensión de
la lingüística, de la biología y de la economía dibuja un plan común: allí pueden aparecer
las diversas filosofías de la vida, del hombre enajenado, de las formas simbólicas; pero allí
aparecieron también, si se interroga desde un punto de vista radicalmente filosófico el
fundamento de estas empiricidades, las ontologías regionales que trataron de definir lo
que son, en su ser propio, la vida, el trabajo y el lenguaje; por último, la dimensión
filosófica definió con la de las disciplinas matemáticas un plan común: el de la
formalización del pensamiento. Las ciencias humanas están excluidas de este triedro
epistemológico, cuando menos en el sentido de que no se las puede encontrar en ninguna
de las dimensiones ni en la superficie de ninguno de los planes así dibujados. Pero de igual
manera puede decirse que están incluidas en él, ya que es en el intersticio de esos
saberes, más exactamente en el volumen definido por sus tres dimensiones donde
encuentran su lugar. Esta situación las pone en relación con todas las otras formas de
saber: tienen el proyecto, más o menos diferido pero constante, de darse o en todo caso
de utilizar, en uno u otro nivel, una formalización matemática; proceden según los
modelos o los conceptos tomados de la biología, de la economía y de las ciencias del
lenguaje. Quizá es esta repartición nebulosa en un espacio de tres dimensiones lo que
hace que las ciencias humanas sean tan difíciles de situar, lo que da su irreductible
precariedad a su localización en el dominio epistemológico y lo que las hace aparecer a la
vez como peligrosas y en peligro.
Como puede observarse, las ciencias humanas no entran en la configuración general del
saber. No tienen un lugar preciso, sino que están en el Intersticio. Son precarias porque
ocupan un lugar epistemológico nebuloso y poco claro. Las ciencias sociales, como por ej.
la psicología y la sociología, no se ocupan de lo que el hombre hace, sino de lo que éste
“piensa y dice”. A diferencia de la Biología, no estudian al hombre natural, sino a sus
“representaciones mentales”. Las ciencias que conforman el segundo componente del
triedro (Economía, Lingüística y Biología) le transfieren a las ciencias del hombre sus
modelos y categorías de estudio. Como las ciencias del hombre no tienen un lugar claro
tratan de imitar y copiar a las 2º, lo que le posibilita su surgimiento. De este modo, la
Psicología surge en prolongación de la Biología, considerando al hombre como un ser que
tiene ciertas funciones que le posibilitan recibir estímulos y adaptarse a ellos. Éstas son
categorías biologistas. Los principios de la psicología son fisiológicos, y paulatinamente
van generando un conocimiento autónomo.
Para Foucault, las ciencias sociales no son ciencias porque no poseen sus criterios
formales, aunque pertenecen al dominio del saber. Se trata de un saber con múltiples
disciplinas que no es producto de una deficiencia, sino de su particular modo de
configuración. (Estatuto de la Psicología).

La forma de las ciencias humanas.

Por lo común, se trata de definirla en función de las matemáticas. Ciertamente, no hay


duda alguna de que esta forma de saber empírico que se aplica al hombre tiene relación
con las matemáticas: como cualquier otro dominio del saber, pueden servirse, en ciertas
condiciones, del instrumento matemático; algunos de sus adelantos, muchos de sus
resultados han podido ser formalizados. Sin embargo, a pesar de la especificidad de los
problemas planteados, es poco probable que la relación con las matemáticas sea
constitutivo de las ciencias humanas en su singular positividad. Y esto se debe a dos
razones: ya que, en cuanto a lo esencial, estos problemas le son comunes con muchas
otras disciplinas (como la biología, la genética); y sobre todo porque el análisis
arqueológico ha descubierto en el apriori histórico de las ciencias del hombre una forma
nueva de las matemáticas o una brusca irrupción de éstas en el dominio de lo humano,
sino más bien una especie de retiro de la mathesis. En este sentido, la aparición del
hombre y la constitución de las ciencias humanas serían correlativas de una especie de
"desmatematización". En las ciencias humanas es el retiro de la mathesis y no el avance
de las matemáticas lo que permitió al hombre constituirse como objeto del saber; es el
enrollamiento sobre sí mismos del trabajo, de la vida y del lenguaje lo que prescribió,
desde el exterior, la aparición de este nuevo dominio. Vemos que las ciencias humanas no
son un análisis de lo que el hombre es por naturaleza; sino más bien un análisis que se
extiende entre aquello que el hombre es en su positividad (ser vivo, trabajador, parlante)
y aquello que permite a este mismo ser saber (o tratar de saber) lo que es la vida, en qué
consisten la esencia del trabajo y sus leyes y de qué manera puede hablar.

Los tres modelos.

En un primer acercamiento, puede decirse que el dominio de las ciencias del hombre está
cubierto por tres "ciencias", o más bien por tres regiones epistemológicas: la biología, la
economía y la filología. Los modelos constitutivos se toman a los tres dominios de la
biología, la economía y el estudio del lenguaje. El hombre aparece sobre la superficie de
proyección de la biología como un ser que tiene funciones —que recibe estímulos
(fisiológicos, pero también sociales, culturales) y responde, se adapta, evoluciona, se
somete a las exigencias del medio, actúa según regularidades y tiene, en suma, las
condiciones de existencia y la posibilidad de encontrar normas medias de ajuste que le
permitan ejercer sus funciones. Sobre la superficie de proyección de la economía, el
hombre aparece como un ser que tiene necesidades y deseos, que trata de satisfacerlos
teniendo pues intereses, pensando en las ganancias. Por último, sobre la superficie de
proyección del lenguaje, las conductas del hombre aparecen como queriendo decir algo;
sus menores gestos, hasta sus mecanismos involuntarios y sus fracasos, tienen un sentido;
y todo aquello que coloca en torno a él hecho de objetos, ritos, hábitos, discursos, todo el
surco de huellas que deja tras de sí constituye un conjunto coherente y un sistema de
signos.

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