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LIBRE
En primer lugar propone un tipo particular de historia que relacione lo psicológico, social y
político o gubernamental con la idea principal de poder reflexionar sobre lo que apunta nuestra
disciplina. Por otro lado, contrapone esta historia –crítica- a una historia mencionada por
Canghuillem: la historia recurrente.
Rose plantea que la psicología se caracteriza por tener un pasado extenso pero una historia
corta. A partir del siglo XIX con la metafísica se produjo un despliegue donde se redujo la
disciplina al laboratorio (Wundt), por lo que si se lee la historia desde el enfoque recurrente,
se reduce la historia de la psicología al laboratorio. Esta historia recurrente se lee de manera
lineal y a través de regímenes de verdad que se posicionan como los únicos válidos.
Este tipo de historia recurrente comienza a perder sentido alrededor de la década del 60 en
Francia: se empieza a cuestionar el contexto político y se reclama el estatuto científico para
las ciencias sociales. Russeau va a reivindicar la idea de la historia: plantea poder pensarla
de una forma distinta, que no sea un mero reflejo del pasado.
Nikolas Rose toma dos puntos cruciales para su teoría de la historia de la psicología: a)
problematizar la disciplina, y b) cuestionar dicha historia. Para poder leer la historia de manera
adecuada, el autor propone 5 factores a tener en cuenta al momento de entenderla
FACTORES ECONOMICOS
Se debe prestar suma atención a los movimientos económicos que se produjeron a partir del
siglo XIX: el capitalismo y la caída del muro de Berlin. Los factores económicos a tener en
cuenta son aquellas condiciones que atan y condicionan al sujeto. Deberíamos prestar
atención a la manera en que esas condiciones problematizaron los diferentes aspectos de la
existencia (el descalabro provocado por la industria, la productividad, la salud del trabajador
ya sea libre o esclavo, la administración concreta de las plantaciones coloniales) desde la
perspectiva de “la economía”. Deberíamos analizar la forma en que esas problematizaciones
plantearon cuestiones a las cuales las psicociencias pudieron brindar respuesta. También
deberíamos investigar la forma en las que las psicociencias, a su vez, transformaron la
naturaleza y el significado mismo de la vida económica y las concepciones de las exigencias
económicas adoptadas en la actividad y en la política económica.
FACTORES PROFESIONALES
Hay que tener en cuenta los choques de intereses cognitivos y profesionales entre las
distintas disciplinas como, por ejemplo, la psicología y la psiquiatría. Ambas plantean distintos
modos de tratar un síntoma. Debemos abocarnos a las diversas maneras en que individuos
y grupos específicos se movilizaron en torno de objetivos particulares, debemos abocarnos a
las técnicas de construcción de identidades y aspiraciones colectivas. Desde esta
perspectiva, las reivindicaciones respecto de cuáles son los intereses y a quienes
corresponden, originan alianzas, y constituyen, de hecho, los grupos, las comunidades, las
fuerzas en cuestión, sean sus integrantes industriales, obreros de fábricas, mujeres
burguesas o profesionales de la psicología. Por lo tanto, debemos estudiar la manera en que
se forman las alianzas entre aquellos que terminan convenciéndose, de diversas maneras,
de que tienen ciertos intereses y de que esos intereses son los mismos que los de los otros
individuos (véase Callon, 1986; Latour, 1984, 1986a). A los intereses se llega, no se parte de
ellos como explicación, y son más frágiles, más negociados y negociables, y suscitan más
oposición que lo que muchos sociólogos y otros quieren creer.
FACTORES POLÍTICOS
Factores a tener en cuenta desde el desarrollo psicológico a partir de los Estados y las
instituciones que controla. Hay dos que son mas importantes para el estudio de la historia de
la psicología y son el manicomio y las cárceles: son instituciones que intentan diferenciar y
separar lo anormal de lo normal. La disciplinarización de la psicología está constitutivamente
vinculada a una transformación fundamental que viene sucediendo en la racionalidad y las
tecnologías del poder político desde las últimas décadas del siglo XIX, cuando la
responsabilidad de los gobernantes se plantea en términos de asegurar el bienestar y la
normalidad física y mental de los ciudadanos y en términos de moldear y regular las maneras
en que llevan adelante su existencia “privada”—como trabajadores, ciudadanos, padres y
madres— de modo que ejerzan su privacidad y libertad de acuerdo con esas pautas de
normalidad maximizada. El campo del poder codificado como estado solamente es inteligible
cuando se lo ubica dentro de esta matriz más amplia de proyectos, programas y estrategias
para la conducción de la conducta, elaborada y ejercida por una gran diversidad de
autoridades que dan forma a los propios límites de lo político y se oponen a ellos (Foucault,
1991).
FACTORES CULTURALES
Tienen que ver con las relaciones, las prácticas, los malestares y las técnicas que se utilizan
para subjetivar al ser humano dentro de un contexto social. Es fundamental hacer hincapié
en las condiciones específicas de emergencia, articulación y transformación de los valores
éticos y técnicas que hacen que ciertas prácticas culturales sean posibles. Desde esa
perspectiva, la pregunta que se debe plantear en una historia crítica de la psicología tiene
que ver con la manera en que, en diferentes momentos históricos y en relación con diferentes
problemas y personas, las prácticas éticas recurrieron a aspectos del conocimiento psi, a los
procedimientos técnicos y a las personas con autoridad cuando actuaron sobre los
mecanismos de autoconducción de los individuos. En este caso, la psicología no sería vista
en términos de creencias y significados culturales, sino que ocuparía un lugar dentro de una
genealogía de las “tecnologías de subjetivación”, o sea, las racionalidades prácticas que los
seres humanos se aplicaron a sí mismos y a otros en nombre de la autodisciplina, el
autodominio, la belleza, la gracia, la virtud o la felicidad
FACTORES PATRIARCALES
Factores que tienen que ver con los movimientos que se generan a partir del siglo XIX en
relación a las identidades y la marcada diferenciación entre los sexos hombre-mujer. Es
necesario encontrar la lógica explicativa de la patología que problematizó tanto la sexualidad
de los hombres como la de las mujeres, pero con relación a aspectos diferentes. Es necesario
analizar no solamente los sufrimientos que se generan como consecuencia de la identificación
de las mujeres con el entorno doméstico y con la maternidad, sino también la construcción
simultánea de los placeres y los poderes de la “mujer normal”. Las mujeres mismas fueron
partícipes activas de esta línea de pensamiento, a veces en alianza con los hombres, a veces
en pos de rescatar y reformar a sus hermanas perdidas, “heroínas de su propia vida” casi
siempre. (Gordon, 1989). Dentro del marco de una historia crítica, las prácticas divisorias
organizadas en torno al género no atribuyen tan automáticamente el rol de víctimas de la
historia a las mujeres y el rol de orquestadores y beneficiarios del dominio a los hombres.
SER
Para Castoriadis el “ser” no es un sistema ni una gran cadena, es caos o abismo, o lo “sin
fondo”. Implica organizaciones parciales específicas de los diversos estratos que
descubrimos o construimos, o creamos, en el ser.
El ser no está solo en el tiempo sino que ES por el tiempo. El ser es tiempo.
El tiempo es impensable sin la creación. Creación en este sentido significa creación auténtica,
ontológica, de nuevas formas o nuevos “eide”.
Desde un ultimo punto de vista la pregunta “Qué proviene en lo que conocemos de nosotros
y qué proviene de lo que es?, jamás tendrá respuesta.
¿Es necesario justificar esto? El hombre no puede ser más ser (y ciertamente no menos) de
lo que lo es una galaxia o la especie eseherichiacoli. Las “singularidades” posibles del hombre
deben, no disminuir, sino aumentar el interés relativo a sus maneras de ser aunque más no
sea porque ellas pueden quebrar o refutar concepciones generales sobre el “ser” forjadas en
otros dominios. El número dos no deja de ser un número primo por el hecho de poseer la
singularidad de ser el único número primo par. Y es un número primo singularmente precioso
aunque más no sea porque su existencia nos permite refutar una proposición que es
verdadera en una infinidad innumerable de casos, a saber: “Todo número primo es impar”.
Tal vez ocurre lo mismo con el hombre. El hombre nos interesa no sólo porque nosotros
somos hombres. El hombre debe interesarnos porque, según todo lo que sabemos, el
fantástico nudo de cuestiones relacionadas con la existencia del hombre y con el tipo
ontológico de ser representado por el hombre no puede reducirse a la física o a la biología.
La institución de la sociedad (en el sentido general que doy a esta expresión) está
evidentemente hecha de múltiples instituciones particulares. Estas forman un todo coherente
y funcionan como un todo coherente. Aun en situaciones de crisis, aun en medio de conflictos
interiores y de las guerras intestinas más violentas, una sociedad continúa siendo todavía esa
misma sociedad; si no lo fuera, no podría haber lucha alrededor de los mismos objetos,
objetos comunes. Hay pues una unidad en la institución total de la sociedad; considerándola
más atentamente, comprobamos que esta unidad es, en última instancia, la unidad y la
cohesión interna de la urdiembre inmensamente compleja de significaciones que empapan,
orientan y dirigen toda la vida de la sociedad considerada y a los individuos concretos que
concretos que corporalmente la constituyen. Esa urdimbre es lo que se llama el magma de
las significaciones imaginarias sociales que cobran cuerpo en la institución de la sociedad
considerada y que, por así decirlo, la animan. Semejantes significaciones sociales imaginarias
son, por ejemplo, espíritus, dioses, Dios, polis, ciudadano, nación, estado, partido mercancía
dinero, capital, tasas de interés, tabú, virtud, pecado, etc. pero también hombre/mujer/hijo
según están especificados en una determinada sociedad.
No hay sociedad sin aritmética. No hay sociedad sin mito. (En la sociedad contemporánea la
aritmética llegó a ser uno de los principales mitos. No existe ni podría existir fundamento
“racional” del predominio de la cuantificación en la sociedad contemporánea. La cuantificación
no es más que la expresión en la sociedad contemporánea. La cuantificación no es más que
la expresión de una de las significaciones imaginarias dominantes de esta sociedad: aquello
que no puede ser contado no cuenta, no importa).
No hay mito sin aritmética y no hay aritmética sin mito. Observemos, entre paréntesis, que lo
esencial en lo que se refiere al mito no es (como quiere el estructuralismo) que la sociedad
organiza el mundo lógicamente por medio del mito. El mito no se reduce a la lógica (aun
cuando por supuesto, el mito contenga lógica) y aun menos a la lógica binaria de los
estructuralistas. El mito es esencialmente un modo por el que la sociedad catectiza con
significaciones el mundo y su propia vida en el mundo, un mundo y una vida que estarían de
otra manera evidentemente privados de sentidos.
LÓGICAS
“Se puede ilustrar lo que quiero decir con el ejemplo del lenguaje. En el lenguaje, la dimensión
conjuntista -identitaria corresponde a lo que yo llamo código (que no hay que confundir con
el “código” de Saussure, que significa sencillamente “sistema”). La dimensión propiamente
imaginaria se manifiesta a través de lo que yo llamo lengua. De manera que en cierto
contexto, frases tales como “Pásame el martillo” o “En todo triángulo la suma de los ángulos
es igual a dos rectos” pertenecen al código. En cambio, frases como “En la noche de lo
absoluto, todas las vacas son negras” o “Senté ala belleza en mis rodillas, me pareció amarga
y la injurié” pertenecen a la lengua. La distinción entre código y lengua —más generalmente,
entre la dimensión conjuntista-identitaria y la dimensión propiamente imaginaria— no es
evidentemente una distinción de “sustancia” sino que es una distinción de uso y de
operación”.
Lógica del imaginario radical: creación de una significación imaginaria nueva que no existía.
Es radical porque rompe con todo. Un ejemplo claro es el descubrimiento del inconsciente.
Así, las significaciones imaginarias sociales propias de una sociedad dada nos presentan un
tipo de organización desconocido en otros dominios. Llamo magma a ese tipo de
organización. Un magma contiene conjuntos —y hasta un número definido de conjuntos—,
pero no es reductible a conjuntos o a sistemas de conjuntos, por ricos y complejos que éstos
sean.
Volviendo a la segunda cuestión: lo historicosocial no crea solamente de una vez por todas
un tipo ontológico nuevo de orden, característico del género “sociedad” sino que ese tipo es
cada vez “materializado” por medio de otras formas, cada una de las cuales representa una
creación, un nuevo eidos de sociedad. Aparte de la existencia de instituciones y de
significaciones imaginarias sociales, nada sustancial es común a la sociedad capitalista
moderna y a una sociedad “primitiva”. ¿Creación por quién? Pero la creación, como obra de
lo imaginario social, de la sociedad instituyente es el modo de ser del campo histórico social,
modo en virtud del cual ese campo es. La sociedad es autocreación que se despliega como
historia.
La creación histórica no se realiza dentro de una tabula rasa: siempre hay una masa fantástica
y fantásticamente compleja de cosas existentes y de condiciones parciales, y en el interior de
esa masa es donde se realiza la creación histórica. Una indagación útil y llena de sentido,
indagación inmensa y en realidad interminable, es aquella que se lleva a cabo alrededor de
la pregunta ¿qué había en lo “viejo” que, de una manera u otra, “preparaba lo nuevo” o se
relacionaba con lo nuevo? Pero también aquí el principio del “cerco” interviene con todo su
peso. Para decirlo brevemente, lo antiguo entra en lo nuevo con la significación que lo nuevo
le da y no podría entrar en lo nuevo de otra manera.
Heteronomia en el dominio humano e histórico social: el estado en que son dados de una
vez por todas los principios, los valores, las leyes, las normas y las significaciones y en que
la sociedad, o el individuo según los casos, no tiene ninguna posibilidad de obrar sobre ellos.
¿Y cuál es el origen de “nuestro punto de vista”? Una creación histórica, una ruptura histórica
que tuvo lugar por primera vez en la antigua Grecia, luego de nuevo en la Europa occidental
a fines de la Edad Media, ruptura en virtud de la cual se creó por primera vez la autonomía
en el sentido propio del término: la autonomía, no como cerco, sino como apertura. Esas
sociedades representan, una vez más, una forma nueva de ser histórico social y, en realidad,
de ser sin más ni más: por primera vez en la historia de la humanidad, de la vida y, que
sepamos, del universo, nos encontramos en presencia de un ser que pone abiertamente en
tela de juicio su propia ley de existencia, su propio orden dado.
Los universos de significaciones imaginarias que instituyen una sociedad forman parte de las
luchas por el poder, en tanto estas participan (simbólicamente) del poder de conservar o
transformar el mundo conservando o transformando sus significaciones.
Una sociedad es también un sistema de interpretación del mundo (de su propio mundo) y por
esto es que puede percibir como “peligro” cualquier alteracion a su sistema de interpretación
del mundo. Estas situaciones son entendidas como “ataques a SU identidad” y las diferencias
son pensadas como amenazantes. A partir de esto se puede decir que el principio de
conservación de esa sociedad es en sí principio de conservación de sus atributos arbitrarios
y especificos, osea de sus SIS. Por lo tanto las transformaciones de sentido (lo instituyente)
operan siempre con la resistencia de aquello consagrado (lo instituido).
Ubicar la naturaleza social del poder supone interrogar sobre las modalidades de sus
dispositivos, no solamente en la organizacion de una sociedad y sus instituciones, sino
tambien en la constitucion de las subjetividades de hombres y mujeres.
La autora cita a Spinoza, que afirma que trabajar el poder desde una perspectiva microfísica
permite visibilizar estrategias específicas de un campo micro, pero a la vez exige el análisis
de las conjunciones de las articulaciones, de las complicidades y las mediaciones entre macro
y micro poderes.
También cita a Enrique Marí (uno de los primeros pensadores argentinos que trabajó con las
ideas de Castoriadis) diciendo que los dispositivos de poder articulan 3 elementos básicos
que hacen que funcione: la fuerza o violencia, el discurso del orden y los imaginarios sociales.
Estos elementos concurren en instancias diferentes pero no son independientes, sino que
están articuladas entre sí. La fuerza o violencia es el elemento constitutivo del poder ya que
es lo que produce en acto pero, ella misma se frustraría si no existiesen las otras instancias
que garanticen la continuidad del poder conquistado o instituido. Es decir que la fuerza o
violencia es posible siempre y cuando los SIS y los discursos del orden reactualicen la fuerza
y la transformen verdaderamente en poder, haciendolo constantemente y socialmente
transmisible. Funcionan como condiciones de reproducción del poder producido.
Transformada la fuerza en poder, los discursos del orden y los imaginarios sociales que ese
sistema de poder instituye, aseguran la presencia del poder y los efectos de la fuerza aun
estando ausente.
Igualmente, ninguna sociedad puede funcionar por la sola aplicación de la fuerza y el derecho
coactivo. El dispositivo exige como condición de funcionamiento y reproducción el poder que
la fuerza y el discurso del orden legitimante estén insertos en “montajes”, prácticas extra
discursivas y soportes mitológicos que hablan a las pasiones y hacen que el poder marche,
que los miembros de la sociedad enlacen y adecuen sus deseos al poder. (Ejemplos:
ceremonias, banderas, canciones, rituales, rasgos, etiquetas.)
Tomás Abraham: “Porque no hay una verdad que se enuncie y muestre. La dominación de
los hombres requiere algo más que la exposición de la fuerza, el terror es insuficiente, se
necesita una narración, un relato, un mito, alguna ciencia, el enunciado de una verdad que
se atribuya al poder y al poderoso… Estos artificios exhiben a la justicia del poder: presencia
de la verdad que consiste en mostrar por qué las cosas son como son y por qué deben ser lo
que son. No hay poder sin decorado”.
En resumen, lo que buscan estos dispositivos de poder es imponer una forma d ver y crear
el mundo, crear SIS, para que todos estemos de acuerdo. Construyen subjetividad.
Suministran esquemas repetitivos, crean marcos de preceptos y ponen en conexión
regularidades de los comportamientos con los fines y las metas del poder. Esta función de los
imaginarios sociales es fundir y cincelar las llaves de los cuerpos para el acceso a la ley y la
continuidad y reproducción del poder.
Ejemplo en argentina: la ultima dictadura articuló eficazmente los dispositivos represivos del
poder con dispositivos productivos instalando para la legitimacion del uso de la violencia
genocida del terrorismo de estado, un particular imaginario social (en algo andarían, somos
derechos y humanos, el silencio es salud) que no solo legitimó su accionar en ese momento.
Su productividad y eficacia operaron estribaciones hasta muchos años después de la
dictadura y sus prácticas represivas.
Una de las funciones de los imaginarios sociales consiste en la organización y el dominio del
tiempo colectivo sobre el plano simbólica y por ende subjetivo. Interviene en las memorias
colectivas para las cuales los hechos suelen encontrar mucho menos que las construcciones
imaginarias que se producen al respecto y sin duda operan vigorosamente en la producción
de visiones del futuro, en especial en la proyección sobre éste de temores, riesgos,
esperanzas y sueños colectivos.
Ya George Orwell en 1984 afirmaba que controlar el pasado es gobernar el futuro. Es decir
que se establece un estrecha relación entre las posibilidades de elaboración de nuestro
pasado y la imaginación de un futuro más justo.
Psicoanálisis y política:
MANONI abre el camino para reflexionar sobre dos textos de FREUD. Un camino lo hace a
partir de los aportes freudianos y otro desde LACAN. Desde el primero no hay creencia ICC,
desde el segundo la creencia supone el soporte del otro. Según MANONI con los aportes de
ambos se puede dar cuenta tanto de un fetiche privado como de una ciencia colectiva. Afirma
que “la creencia de la existencia del falo materno es el modelo de todas las transformaciones
sucesivas de las creencias”. A partir de estas afirmaciones surgen dos problemas. En primer
lugar, es necesario considerar que descubrir que la diferencia de los sexos sea insoportable,
es ya imaginario. Que la diferencia tenga que ser pensada como igualdad deficitaria (pene
amputado) es una significación colectiva. De aquí surgen distintas construcciones como la
interiorización de la mujer. El segundo de los problemas se refiere a la cuestión del origen.
Buscar el origen es develar lo esencial. Al mismo tiempo, el origen esencial supone que en
sus comienzos las cosas estaban en su perfección. Esto coloca al origen en un lugar de
verdad. Entonces, se transforma en esencial aquello que no es otra cosa que producción
histórica de las significaciones imaginarias que instituyen lo propio de hombres y mujeres.
Sería más pertinente afirmar que el psicoanálisis permite entender las condiciones por las
cuales el sujeto de deseo puede construir creencias que desmientan la realidad.
“La creencia de la existencia del falo materno es el modelo de todas las trasformaciones
sucesivas de las creencias”
Se presentan 2 problemas:
1) El descubrimiento que la diferencia de los sexos sea insoportable es ya imaginario, algo
producido social e históricamente, no algo dado. Se produce una naturalización.
2) Cuestión del origen.
Para el psicoanálisis será el inconsciente aquella producción histórica de las significaciones
imaginarias que instituyen lo propio de hombres y mujeres, ya que considerar como ya dada
una construcción imaginaria sociohistórica impide al psicoanálisis preguntarse por ello. El
psicoanálisis permite entender las condiciones por las que el sujeto de deseo puede construir
creencias que desmientan la realidad insoportable produciendo creencias colectivas. Por
ejemplo: creación de utopías. Para pensar la producción de esperanzas colectivas se ha
resaltado el importante aporte del psicoanálisis que establece la capacidad o la potencia de
la dimensión deseante de desmentir realidades insoportables produciendo creencias
colectivas
Contenidos:
3-Aristóteles: la imaginación
4- Hipócrates y el nacimiento de la clínica: logos, tekné y physis
6- Cuerpo y pasiones
El autor plantea que cuestionar ciertas instituciones implica romper con un estilo de la
sociedad. Hubo 2 momentos específicos donde las instituciones fueron cuestionadas:
1) En Grecia siglo XI con la invención de la democracia
2) En Europa en la edad media con la invención del estado moderno
Hubo una ruptura/apertura total de la sociedad.
Creación de los sistemas democráticos: a partir de aquí es el pueblo quien toma las
decisiones en una sociedad y la soberanía pasa a manos del colectivo. Comienza a ser una
sociedad que se autoinstituye: elige las leyes e instituciones que la van a gobernar y así
crea subjetividad.
Para castoriadis no existe sociedad sin instituciones, y no hay instituciones sin leyes.
A través del análisis de las dos tragedias griegas, Prometeo encadenado de Esquilo y
Antígona de Sófocles, Castoriadis intentará responder a la pregunta ¿qué es el hombre?,
dando respuesta desde dos puntos de vista diferentes y opuestos.
Capítulo 5
La noción moderna del yo esta relacionada con un cierto sentido. En nuestro lenguaje de
autocomprensión el antónimo desempeña un papel importante. Creemos que nuestros
pensamientos, ideas y sentimientos están “dentro” de nosotros, mientras que los objetos en
el mundo a los que se refieren esos estados mentales están “afuera”. Para nosotros la
inconsciente esta “dentro” y pensamos acerca de las profundidades de lo no dicho, como algo
interior. La localización no es universal. Se trata mas bien de un modo de auto interpretación
históricamente limitado, un modo que ha venido a ser predominante en el occidente moderno
y que podría propagarse al resto del planeta; pero es un modo que tuvo un comienzo en el
tiempo y en el espacio, y podría tener un final. La razón de ello se debe a que la localización
va estrechamente vinculada a nuestro sentido del yo y, a nuestro sentido de las fuentes
morales. Esto no significa que estas no cambian también en la historia. Pero cuando una
determinada constelación del yo, de las fuentes morales y de la localización es nuestra, eso
significa que desde dentro de ella experimentamos y reflexionamos sobre nuestra situación
moral. Lo que perdemos constantemente de vista aquí es que el ser un yo es inseparable del
hecho de existir en un espacio de cuestiones morales que tienen que ver con la identidad y
con como uno ha de ser. Existe un sentido de “dentro” que designa el pensamiento, o los
deseos o las intenciones que guardamos para nosotros mismos, en contra de aquello que
expresamos en el habla y en la acción. Cuando me abstengo a decir lo que pienso acerca de
una persona, el pensamiento permanece adentro, y cuando se me escapa, entonces ya es
un dominio público.
Capítulo 6
Platón presenta una idea de las fuentes morales. Nos dice a donde hemos de ir para acceder
a un estado moral superior. Y podemos decir que el lugar que nos señala es el ámbito del
pensamiento. Lo que ganamos mediante el pensamiento o la razón es el autodominio. El
hombre bueno es “dueño de si mismo”. Ser dueño de uno mismo es conseguir que la parte
superior del alma rija sobre la inferior, lo que significa que la razón rija sobre los deseos. Y
así, nos convertimos en buenos cuando nos rige la razón y los deseos has dejado de
gobernar. Cuando en el alma rige la razón reina en ella un orden muy diferente, podría decirse
que por primera vez reina el orden en ella. Por el contrario, en reino del deseo es el caos. Las
almas buenas disfrutan del orden, la concordia y la armonía.
La persona regida por la razón disfruta también de la serenidad, mientras que la persona
anhelante se halla permanentemente agitada e inquieta, arrastrada constantemente de un
lado para otro por sus afanes. La persona buena esta tranquila, mientras que la mala esta
turbante. La primera disfruta de una suerte de autocontrol, la otra carece por completo de ello.
Platón subraya constantemente la ilimitada naturaleza del deseo. El elemento del deseo
es insaciable por naturaleza. El dominio del ser mediante la razón conlleva estos tres frutos:
1) la unidad consigo mismo, 2) la serenidad, y un 3) sosegado dominio de sí mismo. La razón
es simultáneamente una facultad para percibir las cosas correctamente y una condición para
el autodominio. Ser racional es ser dueño de sí mismo. El desafío en nombre de la libertad
es específicamente moderno. En cierto modo se diría que Platón es la figura clave en el
establecimiento del predominio de esta filosofía moral. La condición moral superior esta allí
donde la persona rebose de un ímpetu de energía, de un acceso de vigor y valor, por ejemplo,
en el campo de batalla.
El alma es, de jure, un lugar único. La unicidad del lugar es un concomitante esencial de la
moral de hegemonía racional. La pluralidad de lugares se adapta muy bien a un punto de
vista moral en que la fuente de lo superior es la infusión de una fuerza superior.
Centrar o unificar el yo moral fue precondición para la transformación que describiré como
interiorización. Sin el yo unificado que vemos articulado en la teoría de Platón, no hubiese
sido posible desarrollar la noción moderna de la interioridad.
En algunos diálogos, Platón alega vigorosamente que es mas rico quien es hombre justo, que
quien inflige injusticia. Y esa es la doctrina que quiere establecer la república: que la vida es
mas ventajosa, incluso en ausencia del éxito en el mundo de la acción y el poder.
Para Platón las oposiciones cruciales son la del alma contra el cuerpo, la de lo inmaterial
contra lo corporal, y la de lo eterno contra lo cambiante.
La analogía de la salud desempeña un importante papel en Platón. Alega que la salud
corporal es también una cuestión de que rijan o sean regidos los elementos idóneos.
El orden con que la razón esta conectada criterialmente no es precisamente un mundo que
estuviéramos tentados a llamar “interno”. Mas fundamentalmente es la conexión con el orden
de las cosas en el cosmo. Este orden se relaciona con el orden correcto del alma como el
todo se relaciona con la parte.
Para nosotros la vida buena es estar regidos por la razón, no solo como visión del orden
correcto en nuestras almas, sino también, como visión del buen orden del conjunto. Por que
el orden correcto en nosotros es ser regidos por la razón, lo que no puede ocurrir a no ser
que la razón alcance su plena realización, que se halla en la percepción del bien; y, al mismo
tiempo, la percepción del bien es lo que nos hace verdaderamente virtuosos.
Para Platón el tema clave es hacia dónde se dirige el alma, por eso prefiere formular su
posición en términos de las oposiciones entre lo corporal/inmaterial, lo variable/eterno, porque
estas definen las posibles direcciones de nuestra conciencia y deseo. La dicotomía
dentro/fuera no solo no es útil para este propósito, sino que en realidad tiende a oscurecer
el hecho de que la cuestión crucial es hacia qué objeto se dirige el alma y cuales se nutre. Al
mismo tiempo, la imagen del ojo del alma ayuda a Platón a esclarecer la noción de la razón,
la razón es nuestra capacidad de ver el ser, la realidad iluminada. Por eso la razón debe
comprenderse sustantivamente y por eso la visión del orden verdadero es criterial para la
racionalización.
Ser regidos por la razón significa tener la vida configurada por un orden racional preexistente,
que uno conoce y ama. La transformación que denomino “interiorización” consiste en la
sustitución de dicha comprensión del dominio de la razón por otra, en la que el orden
implicado en la supremacía de la razón es hecho, no encontrado.
La captación del orden cósmico es una especie de ciencia en el sentido estricto de ser el
conocimiento de lo inmutable y eterno.
Para Aristóteles dicha sabiduría practica es una forma de conciencia del orden, el orden
correcto de las metas de mi vida, donde se integran todos mis objetivos y deseos en un todo
unificado en el que cada uno de ellos posee un peso específico.
Para los estoicos, la racionalidad es también una visión del orden. No se trata solo de que la
sabiduría implica poder ver a través de las falsedades de los bienes relacionados con las
pasiones del hombre corriente. El estoico sensato veía la bondad del orden total de las cosas,
y la amaba.
Castoriadis puntualiza que en la obra de Aristóteles hay dos momentos muy diferenciados
con respecto al tratamiento de la cuestión de la imaginación. En el primero Aristóteles fija la
doctrina de la imaginación que mantiene sus líneas hasta la actualidad y que otorga a esta
palabra su acepción mas trivial o convencional por la cual se piensa a la imaginación como
remanente de la sensación. Junto a esa idea de “la imaginación como el subproducto de la
sensación”, Aristóteles descubre otra imaginación que guardaría con la anterior solo una
relación de homonimia.
PRIMERA: (surgió después de la segunda). Descubre otra imaginación que guarda con la
otra una relación de homonimia. Esta ha sido ignorada por los trabajos de interpretación y
comentarios posteriores de la obra aristotélica. Optará por traducir fantasma en el sentido de
fantasía, y se refiere a él como obra de imaginación.
SEGUNDA: Más convencional según Castoriadis, en la que se piensa a la imaginación como
remanente de la sensación, eco debilitado y reformado, retención de la imagen que solo
agrega una posibilidad de error. Imaginación como el subproducto de la sensación.
“El alma nunca piensa sin fantasmas”: es imposible pensar sin imaginación.
“Sofocar la imaginación”: el modo de pensar al ser como ser determinado constituyó la lógica
y la ontología de tal forma de hacer filosofía, así como también estableció una verdadera
decisión ontológica por lo cual aquellos dominios del ser que no toman la forma de ser
determinado no son, son invisibles o no enunciados, pero se consideran de segundo rango o
menor jerarquía.
A partir de esto el autor Zizek retoma a Castoriadis y coincide con los siguientes puntos:
● Trazar una línea dentro de la filosofía heredada de pensadores (Aristoteles, kant,
hegel, heidegger) que vislumbraron la cuestión radical de la imaginación y luego NO
optaron por transitarla a fondo. El despliegue de las múltiples cuestiones que ella
encierra hubiera permitido ahondar la radicalización de su propio pensamiento.
● Ubicar estratégicamente la importancia del pensamiento kantiano al respecto y la
lectura que realizar Heidegger sobre el. Así mismo, ambos señalan su retroceso frente
al abismo sin fondo abierto por el descubrimiento de la imaginación trascendental.
● Considerar que ha sido el propio Heidegger quien retrocede en un nuevo olvido/
encubrimiento/borradura de la cuestión de la imaginación participando de una
supresión de lo que esta cuestión perturba en toda ontología del ser. Ambos extraen
consecuencias políticas del retroceso heideggeriano ante el abismo de la imaginación.
● Ambos coinciden en la necesidad de que el pensamiento filosófico y político de la
problemática de la imaginación radical incorporen la dimensión inconsciente.
Castoriadis toma estos conceptos desde los aportes freudianos, y zizek desde un
punto de vista lacaniano.
Comparativa:
CASTORIADIS: Intenta crear las categorías que inauguren a un nuevo territorio de indagación
específico, lo histórico-social y dentro de él los imaginarios sociales y sus significaciones
imaginarias sociales Necesita pensar como fue pensada la cuestión de la imaginación en
filosofía. Es necesario pensar una imaginación NO psicológica.
3- La práctica terapéutica comienza a ser arte o tékhne, en lugar de purificación del enfermo
u operación mágica. El arte desplaza a la magia y el tekhnites de la medicina debe saber que
son el tratamiento y el diagnóstico, que es el hombre, la enfermedad y el remedio. Y se
pensará que sólo mediante la medicina será posible conocer algo acerca de la naturaleza
humana.
II. Los médicos hipocráticos conocen la epode, pero su actitud frente al ensalmo mágico es
de franca y aun violenta repulsa. Hay una psicoterapia verbal de carácter no específico, para
conquistar la confianza del enfermo y sostener su tono psicosomático como condición previa
para la eficacia del tratamiento.
El médico hipocrático: no desconoció la importancia de una psicoterapia general en el
tratamiento de los enfermos, conoció la eficacia de la vida psíquica y supo utilizarla
terapéuticamente, supo emplear la palabra sugestiva como agente psicoterapéutico. Las
explicaciones verbales del médico ante el enfermo cumplían una función más cognoscitiva
que terapéutica. El síntoma está en el alma. El hipocrático comenzó a ser un psicoterapeuta,
pero no suficientemente. Una razón es accidental y táctica: la respuesta de la epode mágica
en nombre de la medicina fisiológica. La otra razón es metódica y sustantiva: la tendencia
a ver y entender somáticamente, las dos caras de la naturaleza del hombre. La medicina
necesita una medida para verificar la exactitud de sus observaciones. Por Hipócrates la
medicina pudo ser ciencia e iniciar con rigor su historia
Unidad 3 - Razón, locura, representación
Contenidos:
- El sujeto en la modernidad
- Razón y sinrazón: el descubrimiento de la locura
- (Problemática de) La representación
- Surgimiento del psicoanálisis: el problema de la representación inconsciente y la pulsión
como “concepto límite”
.
Otra característica de esta nueva localización que encuentra dentro del sujeto lo que antes
existía por fuera e independientemente de él, es la demarcación entre lo físico y lo psíquico.
Los sentimientos melancolicos ahora se encuentran dentro de la mente, y no ligadas a un
asunto físico como podría haberse explicado anteriormente (ejemplo, humores. Bilis negra)
La revolución que produjo la idea moderna de la psique y su potente localización no solo tuvo
que descartar las tradicionales teorías del logos óntico (del ser, dentro del ser. Del ente para
heidegger), sino que también tuvo que socavar y reemplazar la manera popular
profundamente arraigada de comprender la vida humana y su lugar en la naturaleza, la
manera que posibilita la firme creencia en la magia.
Una vez que asumimos este cambio de mentalidad en todo su alcance, se observa que no se
trataba solo de que la magia se desvaneciera ante la llegada de la ciencia. La nueva
desvinculación fue conducida por profundos cambios en el ambito espiritual. EJEMPLO: La
reforma protestante de Martin Lutero.
Tanto la desvinculación como la comprensión que ésta posee de la naturaleza de las cosas
que anida en ellas, contribuyó a generar una nueva noción de independencia individual. El
sujeto desvinculado es un sujeto independiente. Fruto de ello es el nuevo atomismo
político que surge en el siglo XVII, como por ejemplo en las teorías de contrato social de
Locke, Grocio, entre o tros. Estas nuevas teorías añaden al anterior contrato social, un
segundo contrato social que lo precede: el contrato de asociación. Es el acuerdo universal
que fundamenta una comunidad política y le confiere el poder de determinar una forma de
gobierno. EL giro entre esas dos clases de contrato refleja un giro en la comprensión de la
situacion moral humana: hasta entonces se daba por sentado que las personas eran
miembros de una comunidad, luego la teoría parte desde el propio individuo, ahora es
menester explicar por el consentimiento previo del individuo lo que significa ser miembro de
una comunidad con poder general de decision. Esto plantea la imagen de un individuo
soberano que no está vincluado por naturaleza a ninguna autoridad. La condición de estar
supeditado a la autoridad es una condición que se debe crear.
¿Qué puede crear esa condición? El consentimiento en primer lugar, el compromiso personal.
Introducción
La Mirada (aunque otras dimensiones perceptivas son allí utilizadas) parece constituir la
metáfora que obsesiona a esta práctica y que transparenta la relación que la estructura; pues
aplicar a otro el modo de observación que habitualmente se reserva a las cosas, a los objetos
de lo real, no deja de plantear algunos problemas. Estos son, por otra parte, los problemas
que volvieron sospechosa a la clínica -durante un lapso de medio siglo, y probablemente a
justo título-de participar en la alienación de aquellos cuyas perturbaciones pretendía describir
exhaustivamente, analizar objetivamente y clasificar racionalmente.
Para que un nuevo marco conceptual se establezca, es necesario, evidentemente, la
acumulación de conocimientos nuevos, fundados en desarrollos diferentes; en este punto, el
desarrollo de la práctica y de la teoría psicoanalítica constituye, sin duda, el comienzo de una
nueva era. Pero, por una parte, el hecho es que en su desarrollo actual, el psicoanálisis,
aunque incuestionablemente ha asumido el relevo de la investigación psicopatológica, está
todavía lejos de poder abarcar el campo inmenso que dominaba, con sorprendente perfección
a su nivel, la clínica clásica.
En segundo lugar en el tiempo pues, como todo saber concreto, la clínica tiene una historia,
un desarrollo marcado por rupturas, por mutaciones, así como por escalones, en el que son
lentamente extendidos, ampliados, aplicados, los conceptos y los métodos nuevos. Otro
fenómeno notable reside en el hecho de que, como se verá, la clínica como método
consciente de sí mismo y sistemático apareció en una fecha precisa y con un autor particular,
Pinel. Poseemos, entonces, el punto de partida, la extensión en el espacio y, como veremos,
el momento de declinación y debilitamiento de ese vasto movimiento.
Capítulo 1: Pinel
El autor plantea que dentro de la vasta gama de alienados mentales, hay que clasificar a las
enfermedades mentales. Construye la primera nosografía acerca de este tema. Pinel fue de
aquellos que constituyeron la clínica médica como observación y análisis sistemático de los
fenómenos perceptibles de la enfermedad; resultado de ello es su Nosografía. “La ciencia no
es más que una lengua bien hecha”.
Pinel considera la alienación mental como una enfermedad en el sentido de las enfermedades
orgánicas, una perturbación de las funciones intelectuales, es decir, de las funciones
superiores del sistema nervioso. Por eso las ubica en la clase de las neurosis, es decir, de
las afecciones del sistema nervioso "sin inflamación ni lesión de estructura", y que por lo tanto
no entran ni en la clase de las flegmasias, ni en la de las hemorragias o las lesiones orgánicas:
son también afecciones sin fiebre. Debe indicarse sin embargo que, tanto para la alienación
mental como para las otras neurosis, cita numerosas causas lesionales junto a alteraciones
idénticas de la función sin lesión perceptible: lo importante es que la lesión no es constante y
que por lo tanto representa un elemento contingente.
La alienación mental forma parte de las neurosis cerebrales, siendo el cerebro el asiento de
la mente; estas neurosis cerebrales son de dos tipos: abolición de la función (afecciones
comatosas), perturbación de la función (vesanias). Las vesanias comprenden la alienación
mental, la locura propiamente dicha y algunas otras "enfermedades mentales" que no hacen
del sujeto un alienado en sentido estricto: la hipocondría, el sonambulismo, la hidrofobia.
Ubicado el lugar y el estatuto de la locura, veamos su estudio concreto. En primer lugar las
grandes clases en las que se reparten las manifestaciones mórbidas: la manía, la melancolía,
la demencia, la idiotez.
Foucault analiza la mirada del espectador, la del pintor, incluido en su propio cuadro, y la de
los personajes. La mayor parte de este capítulo contiene una exhaustiva descripción del
cuadro en lo que respecta a su composición y a los planos de observación que podría adoptar
un eventual observador. La mirada del pintor, así como la de los personajes y la del
espectador de cuadro son todas limitadas, pues el pintor, Velásquez solo ve el revés de los
personajes, cuyo lado frontal nosotros, como espectadores, observamos. Sin embargo, definir
como lado frontal o revés aquello que miramos depende de cierta ubicación, pues para el
pintor que está retratando aquella escena, está observando no el revés sino el lado frontal,
obviamente, desde su perspectiva. La conjunción de todas las miradas posibles en y desde
el cuadro confluyen en un punto ciego en el que hay algo que oculto para todos los
observadores o, lo que es lo mismo, hay algo que no todos pueden ver: “el espectáculo que
él contempla es dos veces invisible; porque no está representado en el espacio del cuadro y
porque se sitúa justo en este punto ciego, en este recuadro esencial en el que nuestra mirada
se sustrae a nosotros mismos en el momento en que la vemos.”
Se propone hacer una arqueología del saber : formas más profundas del
conocimiento/saber. Es un trabajo muy minuicioso sobre la cultura, ya que intenta buscar la
arqueología de las representaciones y del lenguaje. por qué cada cosa se llama así, por qué
el hombre como objeto de estudio, etc.
Busca la episteme de las cosas (épocas, culturas, cambios, etc.) y cómo esos saberes crean
estatutos científicos que están condicionados por la cultura (SIGNIFICACIONES
IMAGINARIAS SOCIALES)
Consideraciones Primeras.
La primera teoría pulsional es presentada en 3 ensayos (1905) en ella formula la frase “las
pulsiones sexuales nacen apuntaladas en las de auto conservación o yoicas para más tarde
desligarse de ellas“ ( apuntalamiento y ruptura ) donde encuentra un placer en el mamar con
fruición, que más tarde se divorcia de la nutrición y empieza a chupetear solo por el simple
placer de hacerlo; por lo tanto no está apuntalado en la auto conservación sino que hay una
ruptura.
En 3 ensayos Freud pensaba que la pulsión necesita cumplir su meta y para lograrlo necesita
de la energía de la libido, la energía psíquica sexual.
En 1904 que es cuando escribe introducción al narcicismo→ Freud descubre que el yo puede
ser su propio objeto de amor (se ama a sí mismo). Hay una aplicación de la primera teoría
pulsional, la cual se refiere a que la libido sólo puede pertenecer a las pulsiones sexuales por
ello tenemos dos pulsiones sexuales una objetal y otra yoica relacionada con el amor propio
(esto irá cambiando a lo largo de la teoría de Freud)
PULSIONES Y DESTINOS
Pulsión → es un concepto fronterizo entre lo psíquico y lo somático , como un representante
psíquico de los estímulos que vienen de dentro del cuerpo y que están en continuo fluir para
alcanzar el alma (esta definición quiere decir que mitad psíquica mitad anímica porque hay
algo psíquico que se visualiza en lo físico ya que si fuera solo anímico no podríamos verlo ,
representa al psiquismo ( hay una pulsión ) la cual no es racionalmente percibida ya que es
icc y en cuanto a los estímulos que vienen de dentro del cuerpo se refiere a que fueron
generados en el aparato psíquico)
Pulsión ≠estimulo → distingue a la pulsión del estímulo biológico , el cual opera de una vez
y de golpe y genera la cancelación el estímulo ; en cambio la pulsión es activa y parcial porque
no opera de una vez y de golpe y su respuesta no provoca la cancelación. Es activa porque
no descansa y nunca alcanza la meta ( la cancelación de la satisfacción )
1. Drang: (esfuerzo o empuje ) esto contesta a la pregunta cómo y cuánto actúa la pulsión?
La respuesta es continua y constantemente “es la media de exigencia de trabajo, factor motor,
suma de fuerzas , fragmentado de actividad o tensión
2. Meta: ¿qué quiere la pulsión? es lo menos variable siempre es lo mismo la satisfacción
sexual ( sentir placer ). En 3 ensayos Freud aun hablaba de una meta socialmente esperable
que sería el placer por la unión genital ( el placer por el coito ) pero en este texto plantea algo
distinto: es cualquier cosa que lleve a la búsqueda de placer
3. Objeto: ¿con qué llego a la meta? es lo más variable no hay ninguna pulsión enlazada a
objeto alguno , se puede satisfacer con cualquier cosa
4. Fuente: de dónde parte la pulsión? parte de zonas erógenas o partes del cuerpo
libidinizadas ( somático ) y lo icc ( lo anímico ) o el ellos en la segunda tópica ( solo se fabrican
pulsiones en lo icc o en el ello )
Destinos de la pulsión
Son mecanismos de defensa del yo para protegerse de la pulsiones sexuales que generan
displacer (muchas veces el placer inconsciente choca con exigencias de la conciencia)
El icc quiere satisfacerse y la conciencia solo puede atajar estos destinos , de allí que los
ataja, los envistes de la pulsión que está siempre activa.
• Desde las paginas 122 a 125 Freud habla de 2 pares de opuestos que son
SADISMOS /MASOQUISMO y VOYERISMO / EXHIBICIONISMO como ejemplos de los 2
mecanismos de defensa
SADISMO o VOYERISMO
A) META : ACTIVA ( BUSCA PEGAR MIRAR )
OBJETO: AQUEL AL QUE LE PEGO Y LO MIRO “EL OTRO “
B) Una manera de frenarlo es el sadismo propio o el voyerismo propio , la meta de la pulsión
es reflexiva , es hacia sí misma busca pegarse o mirar su cuerpo desnudo
Objeto: YO
El mecanismo que utiliza es la vuelta a la persona propia
MASOQUISMO O EXHIBICIONISMO
META : es pasiva. Busca que la realice otro, busca que le peguen que lo miren
Objeto : es aquel al que le pego pero identificándolo conmigo , el yo sádico que fui.
Aquí hay un trastorno hacia lo contrario de la actividad , debido a que el sadismo es originario
Como hay 3 formas de amar plantea que hay 3 posibilidades de la vida anímica.
Polaridades de la vida anímica en relación a los 3 momentos del yo
Hay posibilidades que nos van acompañando durante toda la vida pero si embargo van
variando a lo largo del transcurso de la vida según los momentos que pasa el yo. Estas son:
• Sujeto / objeto
• Placer / displacer
• Activo / pasivo
• Amor indiferente
Amor /odio
Amar para ser amado
Unidad 4: Corporalidades
Contenidos:
-Cuerpo y naturaleza
Baja edad media: la burguesía tomó poder para intentar que no haya conflictos entre los
campesinos. Las más revolucionarias eran las mujeres y fueron reprimidas y brutalmente
torturadas.
Proceso de separación entre producción y reproducción: el rol de la mujer quedó ligado al
“trabajo” de la reproducción. Los hombres sólo tenían valor productivo por la producción de
capitales.
En este contexto la mujer quedó enmarcada como ama de casa y surgió un modelo de
feminidad enmarcado en la lucha de clases y este sistema productivo. En esta lucha las
mujeres fueron las protagonistas, a pesar de ser invisibilizadas y calladas.
Durante el feudalismo comienza la gran “caza de brujas”: se buscó la forma de coaccionar de
forma reaccionaria ante ellas para que no se puedan defender ni ser escuchadas. No se
penalizaba la violación de la mujer, se permitía enjuiciar a cualquier mujer que no quiera tener
hijos, se legalizó la prostitución, entre otras “leyes” que perjudicaban a la mujer independiente.
Las curanderas eran consideradas “brujas” y eran perseguidas por la ley.
Esta primera caza de brujas resultó importante para la transformación que se le da al lugar
de la mujer, luego, en la modernidad.
En el siglo XVII da por finalizada la caza de brujas.
No hay que hablar de causas genitales en la histeria. Charcot es un pionero en decir que hay
que darle un corte a esta historia médica en relación a la histeria. Descubre que la histeria es
una enfermedad nerviosa que considera hereditaria, y considera que la histeria no es una
simulación, sino que la persona histérica de verdad está padeciendo esos síntomas. También
rechaza que es una enfermedad que viene de los problemas del útero, porque se han
observado mujeres histéricas incluso embarazadas o que gozan de su sexualidad. Así
inaugura también la idea de la existencia de la histeria masculina.
A partir de eso Freud se ve interesado en trabajar estas cuestiones. El comienza a pensar
que hay un saber desvinculado de la consciencia presente en la histerica. Se separa de la
clínica observadora de Hipócrates y funda una clínica basada en la palabra y en la escucha.
El sabio es el que calla y el enfermo es quien toma la palabra y se cura a sí mismo.
Revoluciona y cambia la forma de entender a la medicina: se da una división total. Pero sí
freud considera que aún hay algo en la sexualidad que forma la histeria.
Esta ruptura que provoca Freud insiste en que hay algo de lo femenino que queda inconcluso.
Eso que queda inconcluso tiene que ver con todos los años de torturas sobre la mujer.
Costa, F. y Rodriguez, E. - La vida como información, el cuerpo como
señal de ajuste: los deslizamientos del biopoder en la gubernamentalidad
neoliberal
Partimos de la hipótesis de que, así como a mediados del siglo XVIII el concepto de población
motoriza una reorganización de los mecanismos de poder (ante todo, permite desbloquear la
noción de gobierno, lo cual a su vez posibilita articular los mecanismos disciplinarios con los
dispositivos de seguridad para gobernar una población atravesada por infinitas
heterogeneidades), estos mecanismos vuelven a reorganizarse a mediados del siglo XX,
propiciando nuevas formas de subjetivación. Y esto ocurre a partir de varios procesos:
1) La expansión, y la mutación mediático-informacional, de un tipo específico de población:
el público, que tal como lo define Foucault, es "la población considerada desde el punto de
vista de sus opiniones, sus modos de hacer, sus comportamientos, sus hábitos, sus temores,
sus prejuicios, sus exigencias: el conjunto susceptible de sufrir la influencia de la educación,
las campañas, las convicciones"
2) Esta reorganización del poder sobre la vida se vincula también con las transformaciones
del capitalismo industrial en capitalismo financiero y espectacular, donde el cuerpo entra en
otra constelación de operaciones, menos ligada a una organización científica del trabajo para
la modificación de la materia y más vinculada con la creación del cuerpo como imagen y
vehículo de comunicaciones.
3) La emergencia de un nuevo principio de desciframiento de las relaciones sociales y los
comportamientos individuales como es la racionalidad neoliberal, sobre todo en su versión
estadounidense, que extiende el principio de inteligibilidad en comportamientos
tradicionalmente considerados no económicos y hace de la vida un proceso orientado al
incremento del "capital humano". En este sentido se despliegan nuevas estrategias sobre ese
gran terreno en disputa que es el cuerpo; no sólo el cuerpo-máquina y el cuerpo-especie, sino
también sobre el "cuerpo extendido”.
4) Como cuarto proceso, así como Foucault, sobre todo en Seguridad, territorio, población,
había vinculado la constitución de la población como objeto privilegiado de la biopolítica con
el entretejido de la episteme moderna (esto es, que las ciencias humanas son solidarias de
los mecanismos biopolíticos así como de las disciplinas), proponemos pensar la emergencia
de una nueva episteme centrada en la noción científica de información como punto de anclaje
de las relaciones de saber-poder que son necesarias para el despliegue de estas nuevas
formas de subjetivación.
La propuesta es identificar una serie constituida por tres dispositivos que en esta nueva
configuración tienen la tarea de articular antiguas y novedosas anatomo políticas de
normalización de los individuos, así como biopolíticas de regulación de las poblaciones e info-
políticas de ajuste, modelación y programación de los públicos.
Dispositivo de corporalidad
Este nuevo dispositivo se compone de tres líneas de ataque, dirigidas respectivamente a tres
blancos: la dotación informacional-genética, la salud y el fitness, cuyo objeto de conjunto ya
no es el sexo sino el cuerpo extendido que puede ser modelado, operado, corregido e incluso
programado o diseñado técnicamente.
En consonancia con el pasaje de los llamados Estados de Bienestar preponderantemente
biopolíticos a los Estados "mínimos" bio-tanato-políticos (allí donde el capital financiero y
especulador ya no necesita potenciar todos los cuerpos para valorizarse, y por lo tanto crea
las condiciones para que unos se valoricen mientras gestiona malamente o incluso se
abandona el resto), se pasa de un modelo disciplinario bajo la mirada vigilante, donde se
busca inscribir a los cuerpos al aparato productivo y se abandona o desestima a los cuerpos
improductivos, a otro modelo de control-estimulación tecnológicamente mediado y a
distancia (control-estimulación preferentemente desinhibitorio), donde lo que se busca es
que los cuerpos compitan para inscribirse en un doble aparato de producción y consumo
productivo.
Giro biotecnológico
El primer dispositivo informacional-genético tiene que ver con la nueva forma de saber y de
intervención en y sobre los cuerpos pos donde lo que busca ya no es mejorarlo desde afuera,
sino operarlo, moldearlo e incluso diseñarlo o programarlo introduciéndose en él; o bien
creando, fuera de él, zonas de vida incorpórea: embriones, óvulos, órganos, tejidos que ya
no requieren un cuerpo para mantenerse con vida. A partir del desarrollo de las cirugías
(implantes y trasplantes), las biotecnologías, las terapias genéticas y la farmacología psi-
quiátrica, el cuerpo-máquina de la ortopedia y la "toma de conciencia" dejan lugar al cuerpo-
operable o manipulable cuyas funciones pueden ser mejoradas: es un material informado e
intercambiable, que puede ser corregido y reprogramado las veces que sea necesario.
El dispositivo informacional-genético propone dejar atrás la evolución biológica por medio de
selección natural y el cuerpo entra en un nuevo régimen de intercambios semióticos que
implica una reestructuración radical de lo que hasta ahora llamábamos cuerpo.
Salud perfecta
El segundo dispositivo que presiona en la configuración de un nuevo modelo de cuerpo es el
imperativo sanitario, encabezado por un régimen mixto de medicina social concebida como
salud pública (propia del régimen disciplinario) y nueva administración privatizada y
mercantilizada de la propia existencia. En este marco, el cuerpo se convierte en el campo de
operaciones privilegiado de los poderes médico-estatal-empresariales de normalización y
gestión privada de la enfermedad, a la que se define como un mal potencial pero endémico,
y a la que se aborda como error "de programa" o de "transcripción".
Finalmente, hay también resonancias del paradigma biopolítico como justificación de la guerra
de razas: la semántica de la salud como sinónimo de pureza es funcional a una política de
criminalización. El pobre que contagia enfermedades, el sucio que no cuida su higiene (y, por
lo tanto, la salud de todos), el "impuro" que contamina mi vida, aunque sea visualmente, son
percibidos como egoístas sociales que
la sociedad sanitaria buscará combatir. Se trata de aquello que Lucien Sfez denomina "la
utopía de la salud perfecta", y que abarca rasgos que Foucault identificaba ya en el siglo
XVIII: el control de la salud no se limita a los cuerpos sino que afecta al medio ambiente, a
la "atmósfera social":
Contenidos:
Además, Argentina era vista como el granero del mundo; entonces se pensó que como estaba
bien vista iban a llegar a nuestro país grandes pensadores como ocurrió en EE.UU., pero por
el contrario llegaron inmigrantes trabajadores y pobres que venían a trabajar la tierra.
Esto fue tomado por Sarmiento como una alarma, en el sentido de la necesidad de educar a
todas estas personas.
Estos inmigrantes fueron tomados como un cuerpo social enfermo (Ramos Mejía).
Entonces lo social va a requerir de una psicología que normalice, que ayude a gobernar, que
busque el ideal de nacion, que homogenice la identidad nacional. Entonces la psicología va
a ser creada como una herramienta de Estado.
Para el ideal de nación se crean 3 leyes importantes: 1) La ley de laicización. Ley del registro
civil, unificar apellidos, saber quién habita el país. 2) Ley 1420: primera ley nacional de
educación. Promueve educación laica, gratuita y obligatoria 3) Servicio militar obligatorio solo
para los varones
Hay 4 autores importantes en el contexto de los 80”: Ramos mejia, Agustin alvarez, Octavio
Bunge y José ingenieros.
Ramos Mejía: 1849-1914. Era médico y creó la asistencia pública, la medicina pública.
Estaba a cargo del depto. de higiene en la Nación y era profesor universitario. También logra
crear el depto. de educación.
Para este autor los inmigrantes se presentaban como un “fenómeno morboso” porque la
mayoría de las personas de nuestro país, más del 50% de la población, era extranjera. Eran
individuos sin nombre, con su propia moral, con sus propias costumbres e identidad. No los
consideraba humanos: entonces, para poder normalizarlos, él pensaba que se debería crear
una psicología que sea una psicología social que trabaje y que aborde lo social desde la
medicalización. Entonces fenómenos como alimentación, higiene, fisiología, genética, raza,
etc. tenían que trabajar y revertir en los inmigrantes para que fueran “normales”.
Escribe varios textos (la muchedumbre argentina, la locura en argentina) hablando de este
fenómeno morboso y discute el fenómeno de masas con muchos autores extranjeros como
Le Bon. Le Bon se dedica a estudiar el fenómeno de masas: para él la masa era una
muchedumbre que actúa por sugestión. Para Le bon la muchedumbre está unida por esta
sugestión pero es vaga, se forma, se sugestiona y se termina. En cambio, para Ramos Mejía
no hay un fenómeno de sugestión y luego se vuelve a la normalidad, sino que este fenómeno
de la sugestión queda interiorizado en las personas y lo toman como algo propio y hace que
nunca pensemos con la cabeza, sino que pensemos con el estómago. Esto no quiere decir
que Ramos mejia esté en contra de los inmigrantes porque sabe que son importantes para el
país, solo que no llegan los que él querría (como los pensadores o profesionales) por eso
había que “normalizarlos”.
Lo que propone Ramos Mejía cuando asume como secretario de educación es normalizar a
la muchedumbre educandolos. Esto produciría un pasaje filogenético, que algo va a cambiar
en los genes a partir de la educación. La educación sería el arma para nacionalizar a los
inmigrantes.
Además, sostiene que los inmigrantes deberían “cruzarse” con los nativos para formar la
verdadera clase argentina.
Diferencias con ramos mejia: educacion ortodoxa ramos mejia - educacion en la moral de
alvarez. La educacion es importante para ambos pero la de alvarez tiene el proposito de
generar un proyecto nacional mas etico que el de ramos mejia.
Octavio Bunge: 1875-1918. Positivista, biologicista. Propone “sacar los males a la gente”
con una especie de psicología psico-biológica. Escribe varios libros (nuestra america, un
ensayo de psicologia social) y propone que la organización política de un pueblo es producto
de su psicología y su sociología. Por esto, debe haber una mirada positivista, biológica y
experimental en la psicología. Relaciona lo bio-psico-social. Hace un diagnóstico a la
sociedad argentina: la pereza. Hay una pereza económica y una pereza psicofisiológica. Para
él todos los mestizos son perezosos. Nos compara todo el tiempo con la sociedad
norteamericana, un modelo a seguir.
Dice que cualquier mestizo físico es también mestizo moral. Postula una especie de triángulo:
la pereza, la tristeza y la arrogancia son los culpables de los fracasos políticos de Argentina.
Habla de una decadencia colectiva y la psicología vendría a elaborar un campo específico
que se basa en la introspección pero que tiene que tener en cuenta la política, la historia, la
sociología, la economía, etc. Una psicología que plantee todo este abanico de posibilidades
vendría a “combatir” la ignorancia mestiza y quedarían solo los más aptos.
Habla de 3 grados de psicología: trascendental, racional y fisiopsicología.
José Ingenieros: 1877-1925. (El hombre mediocre, el hombre inferior) Tiene una mirada
marxista y va a proponer una teoría bio-economicista. En esta teoría va a reflejar una lectura
sociológica. Presenta una organización social biológica a partir de los distintos desarrollos
económicos y la psicología viene a ayudar a esos desarrollos. “Según qué pereza criolla
tengas, será cómo te ayudará la psicología”. Hay una bajada de línea de que la psicología
debe ayudar a crear la nación.
Estas cuestiones sociales que demandan una emergencia vienen a intentar unificar el ideal
de nación, unificarnos como país.
También habla de la masa, y dice que la masa sólo puede hacer florecer rasgos que ya
tenemos las personas; acá también presenta una diferencia con Alvarez y Mejia.
Habla del amor, la sexualidad, la familia, Freud.
En estos momentos hay grandes desarrollos: en los momentos donde Ingenieros comienza
a hablar de una psicología del amor, en 1910 se crea la asociación psicoanalítica en Viena y
en 1942 la APA: Asociación psicoanalítica argentina. Esto cambia el rumbo de la psicología:
la psicología va a ser creada en la APA por Pichón Riviere y su esposa, y dos psicólogos
más. Priman las ideologías de Pichon Riviere y Moscovici.
TOMO I CAP I
1.Golpe a golpe, verso a verso
El período que abordaremos se caracterizó por la permanencia de una crisis que se
manifestaba en todos los órdenes: político, económico, social y cultural. Todos los
protagonistas de esta historia vivieron con mayor omenor intensidad situaciones
problemáticas y explosivas ya que tuvieron lugar una serie de golpes de estado, alzamientos
civiles, huelgas, secuestros y asesinatos políticos.
El 19 de septiembre de 1955 el general Franklin Lucero leyó por radio la renuncia del entonces
presidente de la República, General Juan Domingo Perón.
Asumió la presidencia el general Pedro Eugenio Aramburu.
El régimen del general Aramburu y su ministro de Industria Alvaro Alsogaray se orientó a
insertar la economía nacional dentro de las nuevas condiciones generadas por el capitalismo
a nivel internacional: hubo sucesivas devaluaciones y la adhesión a los convenios de Bretton
Woods, que convirtieron al país en miembro del Fondo Monetario Internacional.
La clase obrera y las masas populares, aunque abandonadas por la conducción del
Justicialismo, iniciaron una experiencia de resistencia clandestina. El 9 de junio de 1956 se
produjo el levantamiento del general Valle. La represión se extendió a sectores civiles. En
Lanús, lugar donde transcurrirá parte de esta historia, fueron ejecutadas 18 personas por
haber intentado asaltar una comisaría. En los basurales de José León Suárez fueron fusilados
varios inocentes que nada tenían que ver. La opinión pública tuvo conocimiento de estos
hechos sólo mucho tiempo después
2. Las transformaciones en la vida cotidiana de la década del ‘50 y principios de los ‘60
A mediados de la década del ‘50 se aceleró un proceso de cambios significativos en la vida
cotidiana. La incorporación de la Argentina en el desarrollo de transformación capitalista a
nivel mundial hizo sucumbir los usos, modos y costumbres que aún quedaban de principios
de siglo. Estos se caracterizaban por el uso en los hombres de cuello duro, la corbata y el
sombrero, que todavía predominaba. Las mujeres apenas se atrevían a mostrar las rodillas.
Los niños eran los únicos que usaban pantalones cortos y el cambio por los “largos” constituía
una ceremonia de iniciación en la edad adulta. El medio de transporte más usado era el
tranvía y con él competían el subte, los colectivos, los ómnibus y los recientemente
estrenados trolebuses. Los escasos autos eran usados en gran cantidad como taxis. El barrio
era el espacio social privilegiado. Este, como plantea Juan José Sebreli en Buenos Aires, vida
cotidiana y alienación, delimita claramente las diferentes clases sociales.
El hogar -en especial en los sectores medios- constituía el refugio que aseguraba la intimidad
y el aislamiento. Los objetos de la casa, en especial la radio y la televisión, se transformaron
en el espejo de una supuesta felicidad.
“Por una parte, contra todos los disconformismos, sostiene una actitud optimista del mundo,
una imagen del hom bre generoso, hermoso, heroico por naturaleza, difundida por los
discursos edificantes, las oraciones funerales, las ceremonias conmemorativas, los artículos
de fondo de los periódicos parroquiales, los films con final feliz, las novelas rosas y blancas
con moralejas, las glosas de radio y televisión, los reglamentos de boys-scouts, los sanos
consejos de los maestros de escuela, los ideales de los apóstoles de las sociedades de
fomento y centros teosóficos y libertarios, todos los lugares comunes, en fin, de la sensiblería
pequeño burguesa.
“Pero, por otra parte, y al mismo tiempo, sostiene una concepción naturalista, desilusionada,
pesimista, escéptica-según la cual ‘la naturaleza’ humana no cambia-, una imagen del hom
bre pequeño, egoísta, mezquina, tal como se ve a través de la ‘sabiduría popular’, las charlas
de café de los hombres ‘experimentados’... La ‘tristeza’, la ‘indiferencia’, el ‘fatalismo’ -con
sus típicas expresiones porteñas: ‘no te metás’, ‘ir tirando’, ‘agachá el lomo’, ‘dejarse llevar’,
‘total para qué’, ‘qué se la va hacer’- instituidas por apresurados intérpretes, en esencia,
facultades o propiedades inherentes al ‘alma nacional’, no son al fin sino las reacciones
psicológicas de una determinada clase social en una determinada circunstancia histórica.”.
Esta característica se correspondía con un “moralismo” no exento de contradicciones, en el
cual los tabúes sexuales provocan frustraciones y prejuicios. Mientras se predicaba la
fidelidad conyugal se deseaba secretamente a la mujer del otro y se ridiculiza al “marido
cornudo”.
Esta situación de relativa tranquilidad se fue resquebrajando con las sucesivas crisis
económicas y políticas y la aparición de nuevos valores que empezaron a ser incorporados
por sectores de la juventud.
La mujer empezaba a tener mayor inserción en la vida laboral, profesional y política. Situación
ésta que había comenzado con el voto femenino obligatorio en 1947. Esto determinó una
explosión de la matrícula universitaria, en especial en las carreras humanísticas, tema que
veremos más adelante. La difusión adquirida por las píldoras anticonceptivas permitió que la
mujer controlara su propia fecundidad posibilitándole el control de su propio cuerpo.
Con la caída del peronismo, la clase obrera siguió viviendo la ilusión de su integración a la
sociedad fascinándose con el nylon, la motoneta, el rock y el twist. No rechazaban la
sociedad, por el contrario, querían integrarse a ella. La crisis de principios de los ‘60, con la
congelación de salarios, la desocupación masiva y el alza del costo de vida revelaron la
distancia entre sus ilusiones y la realidad. La pauperización de los sectores medios llevó a
que una parte se inclinara hacia el fascismo, mientras otro sector se volcó hacia la izquierda.
Se reunían pequeños grupos de intelectuales en los bares de la calle Viamonte, cerca de la
facultad de Filosofía y Letras, donde muchos estudiaban en las nuevas carreras de Sociología
y Psicología. Ellos fueron el público de las mesas redondas, los teatros independientes, los
ciclos de cine en el Lorraine y los admiradores de la música de Astor Piazzolla. Se
constituyeron en la primera generación universitaria que rompió con la tradición liberal. El
frondizismo -al cual adhirieron en sus primeros tiempos- permitió liberar una capacidad
creativa, social y política que estaba contenida en la época peronista. No faltó mucho tiempo
para que se dieran cuenta de que la “traición” de Frondizi era el resultado de que sus
expectativas se basaban en ilusiones que no se correspondían con la realidad.
3.La salud mental antes de la Salud Mental
Previo a la difusión de los abordajes terapéuticos que se produjeron en los ‘60, los argentinos
tenían una idea difusa acerca de la enferm edad mental. Los cambios políticos y las
transformaciones en la vida cotidiana modificaron cualitativamente las ideas y las prácticas.
Es necesario partir del imaginario social de esa época para poder dimensionar la magnitud
de las transformaciones que analizaremos a lo largo de este libro.
La imagen popular de lo que era “enfermedad mental” difería notoriamente de la concepción
vigente entre los profesionales del momento. Unicamente mencionaban a las psicosis más
violentas y bizarras. Sin embargo, definían como inmoralidad o delitos a toda una gama de
patologías que se consideran psiquiátricas. El nivel de prejuicio desembocó en que a 62 de
cada 100 personas les desagradaría tener como vecino a un ex enfermo mental. Y que una
de cada dos consideró que era una desgracia contar con un enfermo mental en la familia, y
que debía guardarse en secreto. Esto nos adelanta el largo camino que deberían recorrer los
profesionales para un abordaje comunitario de la salud mental. La población en su mayoría
desconocía a los psiquiatras. En ese momento, los psiquiatras eran los únicos profesionales
en la salud mental.
Los autores concluían su investigación con el cruce entre prejuicios acerca de la enfermedad
mental y actitudes conservadoras: “Todo lo cual parecería indicar que para las personas de
actitud básicamente conservadora la misión primordial del ser humano es adaptarse al orden
social imperante, y cualquier incapacidad para adaptarse constituye -a los ojos de los
autoritarios- una prueba, o en todo caso una presunción, de inmoralidad deliberada o
incapacidad constitucional más bien que de trastornos en la salud mental. Por lo cual la
psiquiatría resulta para esas personas básicamente conservadoras una especialidad más
bien punitiva que terapéutica, y en todo caso misteriosa.” Esta era la radiografía de la
población. A continuación veremos brevemente el camino de la psiquiatría en la Argentina
hasta 1957.
4. El Instituto Nacional de Salud Mental: una creación para los psiquiatras
1957 fue un año que transformó cualitativamente lo que llamamos el campo de la Salud
Mental en la Argentina. Un hecho fundamental fue la creación del Instituto Nacional de Salud
Mental (INSM), que no solamente dispuso una política activa por parte del Estado en los
problemas de la Salud Mental, sino que nominó oficialmente de otra forma lo que hasta ese
momento era dominio de la Psiquiatría. Este pasaje de la Psiquiatría a la Salud Mental marcó
un hito y estaba en consonancia con lo que sucedía en el mundo. Este cambio cualitativo
rompió el paradigma psiquiátrico reinante hasta entonces en la Argentina.
Dos características esenciales en la configuración actual en Salud Mental son: la caída de la
psiquiatría como disciplina totalizadora, con la multiplicación de respuestas preventivo-
asistenciales y una reformulación de las relaciones con la medicina, sus valores, su
organización y sus modelos de atención.
La Argentina tenía consolidado un defectuoso sistema manicomial para ese entonces. El
primer circuito psiquiátrico en nuestro país contaba con la psiquiatría, sus instituciones, la
medicina legal y el poder judicial. Entre 1880 y 1910 se había afirmado un dispositivo
psiquiátrico siguiendo al positivismo y a la psiquiatría francesa, el denominado “alienismo".
En las siguientes décadas se produjo una transición que fue desnudando los límites de las
políticas de alienistas e higienistas debido a la indigencia estructural, propia de la lógica
manicomial; y por la insuficiencia crónica de recursos, que llevó a la creación de otras
instituciones para atender las enfermedades mentales siguiendo dos lógicas diferentes. Por
un lado, instituciones basadas en la solidaridad, tales como las Sociedades de Socorros
Mutuos, Mutuales y Asociaciones de Colectividades. Un ejemplo fue el trabajo de José
Ingenieros, quien atendía gratuitamente enfermedades nerviosas en su consultorio particular
y en el local del Centro Socialista Femenino.
Estas nuevas instituciones de asistencia social de grupos vulnerables fueron paralelas a las
ofertas de los primeros servicios de internación psiquiátrica privada: los Institutos
Frenopáticos.
En la década del ‘40 se afianzó el Estado de Bienestar en la Argentina, de característica
populista, mediante el surgimiento y consolidación del peronismo. Su propuesta implicaba la
activa realización por parte del Estado de políticas sociales, mediante la centralización
administrativa y una política corporativa de alianza entre el capital y el trabajo. Este fue
sostenido por la incorporación de nuevas fuerzas, como las sindicales, que llevaban adelante
políticas sociales en beneficio de sus afiliados. Estas transformaciones fueron acompañadas
por la creación del Ministerio de Salud y Trabajo.
En Salud Mental, Carrillo intentó dar soluciones materiales a problemas tales como la falta de
capacidad hospitalaria y de coordinación entre distintas jurisdicciones responsables del
tratamiento de la locura. Así se reformaron e inauguraron nuevos lugares de atención, tales
como los nuevos Hospicios construidos por pabellones. La tarea en la organización de los
Hospitales Psiquiátricos se basaba en su particular clasificación de las enfermedades
mentales. Carrillo promovió lo que denominaba una psiquiatría preventiva antes que la
psiquiatría de los “estados terminales”. Para ello propuso una nomenclatura uniforme de las
enfermedades mentales y un sistema funcional de los Hospitales Psiquiátricos.
León Rozitchner fue uno de los introductores, dentro del grupo, de una nueva lectura de Marx.
Volvía de completar sus estudios superiores de filosofía en Paris. Allí vivió en un mundo
cultural determinado por los debates entre marxismo, existencialismo y estructuralismo.
Oscar Massota, Carlos Correa y Juan José Sebreli, siguieron las perspectivas políticas e
intelectuales de la revista de Sartre Les Temps Modernes, aunque luego tomarían caminos
diferentes.
Después de “Contorno” podemos señalar dos revistas: “El grillo de papel” y “Escarabajo de
oro”, ambas dirigidas por Abelardo Castillo; en ellas encontramos tanto al marxismo sartreano
como la fascinación que había producido en Latinoamérica la Revolución Cubana. Las
revistas acompañaban el movimiento intelectual de la llamada “nueva izquierda” de diferentes
campos teóricos y culturales.
A lo largo de este periodo la necesidad de reinterpretar el peronismo encontró a muchos
intelectuales como Rodolfo Puigross y Abelardo Ramos criticando el pasado de la izquierda
que no supo entender “en qué lugar estaba el pueblo”. Para ellos la izquierda debía estar
junto al pueblo, y al ser este, en su mayoría peronista, debía acercarse a ese amplio
movimiento. Por otro lado, otro sector creía en la necesidad de fundar una nueva izquierda
sobre la base de un “nacionalismo revolucionario y socialista”. Sus críticas se centraban en
el academicismo universitario que era considerado cientificista; en el “reformismo”
representado por el Partido Comunista; y en el “populismo” expresado en aquellos que
interpretaban a peronismo desde la izquierda.
En el interior del Partido Comunista se produjeron polémicas que terminaron en rupturas: este
es un periodo de viraje del peronismo hacia la izquierda; en toda la sociedad y el mundo había
un viraje hacia ella.
En un proceso de dos años se fragmentaron y perdieron los lugares donde tenía verdadera
influencia política. La fractura fue en 1967, coincidente con la muerte del Che Guevara. Había
un grupo que toma una posición izquierdista revolucionaria. La idea fundamental era que el
capitalismo se iba a pudrir, que la gente estaba engañada porque el capitalismo se sostenía
aun, pero que en tanto se armara un grupo fuerte ideológica y políticamente, planteara
banderas muy claras en cuanto a lo que se definía como revolución de liberación social y
nacional las masas iban a terminar viniendo a ese faro y entonces iba a ir para adelante.
Alrededor de eso se organizó todo un grupo bastante fuerte durante un tiempo pero que,
como los comunistas estaban habituados a funcionar siempre con una referencia
internacional, luego se definieron adhiriendo al maoísmo.
Por otro lado, un grupo de jóvenes se agruparon alrededor de la revista “Pasado y Presente”,
desde donde convocaron a otros intelectuales. Esta revista iba a convertirse en un paradigma
de la nueva izquierda, en especial por la difusión de importantes textos, no solo de autores
nacionales sino internacionales. La referencia a Antonio Gramsci, ese político intelectual
italiano que intento renovar las viejas estructura del Partido Comunista Italiano con nuevos
aportes teóricos, se constituía en una relación de principios. En estos optimistas años 60 la
idea de la revolución era inevitable, constituía el imaginario de la época. No se discutía si era
o no posible, sino la forma en que se iba a realizar. Luego de la decepción que trajo “la traición
de Frondizi” y con los sucesivos golpes militares que llevaban una política represiva a todos
los ámbitos de la sociedad, la democracia era inexistente como forma de gobierno, y se instaló
la violencia como un elemento normal de la lucha política. Los sectores conservadores y
liberales no solo comenzaron a tolerar la violencia de los diferentes gobiernos, sino que la
incitaban para que el estado ejerciera represión contra cualquier movilización y protesta
popular; la tortura fue usada sistemáticamente desde el año 30 por parte del Estado contra
los presos comunes y políticos. Sin embargo, nunca hubo ninguna crítica de la derecha
conservadora asociada a los gobiernos de turno. La revolución era imaginada por la nueva
izquierda fundamentalmente como un proceso de incontenible ascenso de masas y con un
desemboque violento ante la resistencia de las clases dominantes donde el recurso de la
crítica de las armas se diluía en el ancho espectáculo de la violencia popular.
Esto no significaba que la lucha armada no se abriera camino en las polémicas de la nueva
izquierda, pero es también indudable que estos discursos circulaban básicamente dentro del
campo del “arma de la crítica”: fueron el golpe de estado de 1966 y su ataque a los sectores
y aspectos progresistas de la cultura argentina los que construyeron un nuevo campo de
problematicidad acerca de las relaciones entre intelectuales, política y violencia, sobre el cual
la tematización de la vía armada recién entonces alcanzaría un nivel de pertinencia hasta
entonces insospechado.
Esta situación nos lleva a la problemática que se va a desarrollar en la década del 70.
2. En Rosario de inicia la formación de una nueva profesión: el psicólogo.
Comienza desde principios de los años ´50 un movimiento en la psiquiatría para sacarla del
ámbito exclusivamente médico. Las cátedras de Gonzalo Bosch y Lanfranco Ciampi difundían
un conjunto de conceptos médicos, sociológicos y psicológicos que tomaban como eje la
prevención de la Salud Mental.
Esta ideología de trabajo estaba basada en la Higiene Mental, lo que permitía el
reconocimiento de especialistas no médicos: maestros especializados, psicopedagogos y
visitadores sociales. Debemos destacar la importancia del movimiento psicoterapéutico y el
enfoque psicosomático que integran el saber del psicoanálisis con el médico. Este movimiento
ecléctico difundía el psicoanálisis permitiendo una divulgación diferente al saber hegemónico.
En este marco la Psicología encontró su lugar de desarrollo en la Facultad de Filosofía, Letras
y Ciencias de la educación de la Universidad Nacional del Litoral, creada en 1947 con el
impulso de la prof Erminda Benítez de Lambruschini. De esta manera salió del espacio
médico y de la psicología experimental para entrar en el campo de las “Ciencias Humanas”.
En 1953 esta prof creo una carrera menor, de Auxiliar de Psicotecnia, que fue definida como
una psicología para evaluar el nivel y las aptitudes de los estudiantes, la selección de
personal, etc. La Psicotecnia fue la nueva forma en que apareció la Psicología Experimental.
Un año después creo en la misma Facultad el Instituto de Psicología. En 1954 se realizó en
Tucumán un Congreso Internacional de Psicología en el cual se llegó a la conclusión de la
necesidad de crear la carrera universitaria. El 6 de abril de 1955 el Consejo Superior de la
Universidad del Litoral creo la carrera de psicólogo en dicha Facultad con sede en la ciudad
de Rosario, que fue desarrollándose sobre la base de la carrera de Auxiliar de Psicotecnia y
el Instituto de Psicología.
El Plan de estudio de 1955 fue reemplazado con algunas variantes políticas e ideológicas en
1956 pero en lo fundamental tuvieron características comunes. A partir de la consolidación
de la carrera comienza a tener supremacía la especialización clínica. Esta dejó de ser dictada
por médicos rosarinos que fueron reemplazados por psicoanalistas de la APA. Entre ellos,
José Bleger.
Esta difusión de una cultura psicológica, que había empezado en Rosario, estuvo
determinada por dos hechos fundamentales para su afianzamiento:
1. la creación de una editorial específica: Paidós.
2. la llamada “Experiencia Rosario”, promovida por Pichón Riviere, de la cual surgieron los
grupos operativos y la Psicología Social.
3. Psicología en Buenos Aires: entre Letras y Filosofía.
En 1957, en la Facultad de Filosofía y Letras, se crearon cuatro carreras: Psicología,
Sociología, Antropología y Ciencias de la Educación.
Esto dio un gran vuelco a la Facultad ya que participaban otro tipo de alumnos. Las nuevas
ciencias sociales irrumpieron en un ámbito tradicional y escolástico, lo cual imprimió otra
modalidad a la facultad, por su contenido, por las características de los alumnos y docentes
y por las posiciones políticas e ideológicas.
En el inicio Marcos Victoria dirigió la carrera. Todas las decisiones se hacían en asambleas
lo que implicaba una característica participativa en la Facultad Cuando lo eligieron director
genero muchas resistencias entre los alumnos. El centro de estudiantes y el claustro de
graduados se opusieron. ¿Por qué lo eligieron? Él estaba en la “Revolución Libertadora”, y
además era director del Servicio de psiquiatría del Hospital Naval. Por algún motivo hubo una
relación histórica de la carrera de Psicología con la Marina. En los momentos de máxima
represión los interventores siempre estaban relacionados con la Marina, desde el comienzo
hasta la última dictadura.
El psicoanálisis empezaba a tener una presencia importante en ciertos sectores universitarios
y de la cultura en general. “Es importante tener en cuenta que nosotros éramos quienes
buscábamos los profesores que necesitábamos. Hubo un momento en que los alumnos
sacábamos y traíamos profesores a través de asambleas” Las polémicas en esa época eran
entre el psicoanálisis y otras corrientes que planteaban diferentes concepciones acerca del
“quehacer del psicólogo”. Se realizaban mesas redondas, conferencias, debates donde no
solo participaba la totalidad de los alumnos de la facultad sino también que venía gente de
otros lugares, interesadas en el debate. Este era el sello de la Facultad de Filosofía y Letras.
La polémica con los médicos era muy clara ya que nosotros no íbamos a aceptar ser auxiliares
de nadie y el campo de la psicoterapia lo considerábamos nuestro. En esa época para ser un
profesional de excelencia había que tener práctica hospitalaria, donde había que devolverle
al pueblo lo que había estudiado en una universidad estatal.
Lo extrauniversitario se convirtió en tan importante que la carrera empezó a ser un rito de
pasaje para obtener el título. A pesar de las limitaciones esa formación extrauniversitaria fue
la que ha mantenido viva a la Psicología en los periodos de oscurantismo oficial y la que ha
impulsado especialmente el increíble desarrollo y extensión del psicoanálisis en este país. En
1961 se recibió la primera camada de cuarenta psicólogos. La carrera hubo que hacerla,
como después hubo que crear el espacio profesional.
El inicio de la carrera de Psicología y el protagonismo de los psicólogos llevo a modificar las
características de las polémicas, en el campo de la Salud Mental.
4. El inicio de la difusión de la cultura psi: la educación para padres.
Casi sin proponérselo, Eva Giberti inició la divulgación del psicoanálisis a partir de una
necesidad de la comunidad que demandaba nuevas pautas para educar a sus hijos. El
discurso estaba centrado en cuestionar el autoritarismo imperante en la familia y en la escuela
cuestionando viejos tabúes. La propuesta estaba basada en un determinismo causalista en
el que se planteaba “si en la lactancia el bebe atraviesa tales alternativas, en la adolescencia
le puede ocurrir tal o cual cosa”. Es decir, construía otro discurso dogmático reproduciendo al
modelo que se oponía.
El psicoanálisis se había convertido en un saber popular que se transformó en una ilusión de
la esperanza de una familia sin conflictos.
“Representación” es una de las nociones centrales de este texto. El texto parte de una
representación de lo que es el psicólogo en nuestro país, de lo que nos representamos en
torno a su figura. Lo que le da el pie a esta representación es, por un lado, lo que el psicólogo
hace, su práctica; por otro lado, lo que sucede en el campo psi”.
Otro concepto central es el de recepción: refiere a la postura de un lector respecto a un texto,
a cómo tal texto ha sido recepcionado en un público que ocupa un contexto definido. Esta
concepción deja de lado una anterior, que se planteaba desde la posición no del lector, sino
del texto mismo o de sus autores. En la recepción del lector es donde se da la posibilidad de
invención.
El texto tiene dos ejes principales, por un lado 1) la recepción del pensamiento francés en
la cultura y sociedad argentina, y por otro lado 2) el entrecruzamiento y la constitución de la
psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría.
Por lo general el psicólogo argentino promedio, al menos en esa época, tendía a pensar que
sus propias creencias eran algo así como una norma universal. ¿Por qué la psicología se
expandió en buena parte del mundo como una disciplina científica con pretensiones de
objetividad, mientras que en Argentina se convertía en una disciplina de la subjetividad?
Hipótesis: “la excepción cultural francesa” sería susceptible de contribuir a la comprensión
de la “excepción psicológica argentina”.
En la historia de la cultura argentina, la presencia del pensamiento francés ha sido un dato
inaugural.
- Principios del siglo XIX los promotores de la independencia se inspiraron generosamente
en la “filosofía de las luces y el enciclopedismo”.
- Generación del 37 se saciaría tanto en el romanticismo francés como en autores ligados
a la restauración. En los años cincuenta y sesenta, esa generación sentaría las bases de la
organización nacional, poniendo fin a décadas de sangrientas luchas.
- La generación del 80, que instituyó en forma definitiva el Estado-Nación, se inspiró
particularmente en el positivismo francés, construyendo un Estado moderno sobre bases que
pretendían ser científicas. Esto fue evidente sobre todo en su proyecto educativo, que
desembocó en la creación de la escuela laica y obligatoria y en la organización de las
universidades nacionales.
Periodización
1942-1966. Pueden distinguirse 2 subperíodos:
1942-1955: ► Corresponde aproximadamente al ascenso y la declinación del primer
peronismo. ► Se sitúa su inicio en 1942 para incluir también la fundación de la APA, hecho
que marca el comienzo de la institucionalización del psicoanálisis en el Río de la Plata,
aunque no su presencia. ► Se produce una organización relativamente autónoma de las
“disciplinas psi”. Mientras el psicoanálisis se consolida como una práctica clínica individual
situada en un consultorio, la psicología se expande sobre todo en su faz aplicada a los
dominios de la educación y del trabajo, muy ligados al proyecto socioeconómico del
peronismo. ► La psiquiatría se vincula a las políticas de salud pública, y comienza a ser
atravesada por los discursos de la salud mental surgidos luego de la Segunda Guerra
Mundial. ► Concluye en 1955, con el golpe de Estado que derroca a Perón, poco después
de la creación de la primera carrera de Psicología en la ciudad de Rosario.
1955-1966: ✔ Se producirá el estallido de los estudios universitarios de psicología ✔ Su inicio
se corresponde con el advenimiento de la “Revolución Libertadora”; su fin coincide con el
derrocamiento de Arturo Illia, la “Noche de los bastones largos” y la intervención de las
universidades públicas. ✔ En esta franja temporal situada entre dos golpes de Estado, tiene
lugar una asombrosa renovación social y cultural, en el seno de la cual las universidades se
democratizan, incorporan nuevos profesores y modernizan sus planes de estudios. ✔ En este
marco, en solo dos años (1957 - 1959) se crean carreras de Psicología en cinco universidades
nacionales. Comienza en nuestro país la historia de los psicólogos. ✔ El psicoanálisis deja de
ser patrimonio exclusivo de algunos médicos vinculados a las elites porteñas, para insertarse
en ámbitos diversos, desde los hospitales públicos hasta las carreras de Psicología. A su vez,
la psicología se nutre de ciertas formas del psicoanálisis, proyectándolo a la escena pública,
más allá de los consultorios privados y de la asociación oficial. ✔ Figuras como Pichón Riviere
y su discípulo José Bleger alcanzan su máxima popularidad, simbolizando a este espíritu de
convergencia teórica y disciplinar. Se trata de psicoanalistas que se dedican también a la
psicología sin por ellos dejar de ser psiquiatras. ✔ La psiquiatría se ve tensionada entre: 🗷
una Vertiente organicista y asilar que encuentra un nuevo sostén paras sus viejas
pretensiones científicas y 🗷 una Corriente progresista, cercana al movimiento de la salud
mental, que se inspira en el psicoanálisis y las ciencias sociales.
Rápidamente ingresa en las carreras de Psicología, incidiendo de manera decisiva en la
orientación de la formación. A fines de los años cincuenta, cuando se producen las primeras
disputas con la corporación médica por el derecho al ejercicio de las psicoterapias, muchos
psiquiatras progresistas apoyan la posición de los futuros psicólogos. En un corto lapso (1959
a 1962), psicoanalistas y psiquiatras ligados a la salud mental se convirtieron en referentes
para los estudiantes de psicología.
En este proceso, se ha subestimado la participación de Enrique Butelman, Jaime Bernstein
y Gino Germani a partir de sus múltiples actividades como intelectuales, docentes y editores,
cumplieron un papel decisivo en la construcción de un público ampliado para la nueva
psicología:
- Dirigen las carreras de psicología donde elaboran planes de estudios y promueven la
contratación de profesores afines.
- A través de la editorial Paidós, traducen a autores extranjeros y publican a autores locales
que sitúan la psicología y el psicoanálisis en el seno de las ciencias humanas y sociales.
- Enseñan numerosas materias de la formación básica de los psicólogos, dándoles los
elementos teóricos fundamentales para entender la psicología con una disciplina del sentido,
y no como una ciencia natural.
Las múltiples actividades de esos tres actores fueron determinantes en la conformación de
muchos de los rasgos que han caracterizado al psicólogo argentino a lo largo de sus cinco
décadas de vida.
La expansión del psicoanálisis en la Argentina no se dio de manera natural y armoniosa,
implicó conflictos con otros proyectos en pugna.
1966 marca el fin de una época: La renovación social y cultural vertiginosa iniciada en 1955
llega a un punto de declinación.
● El golpe de Onganía muestra los límites de la aventura reformista. Para la universidad,
implica el ocaso de algo como una edad de oro y el inicio de una larga decadencia. La
juventud comprometida se despierta, de manera violenta, de un sueño humanista y militante
en el que todo parecía posible. La radicalización de las posiciones políticas deja cada vez
menos espacio para los debates intelectuales y culturales. Oscar Massota sintetiza las
oposiciones y articulaciones entre “conciencia y estructura”, marxismo y psicoanálisis; sin
renunciar del todo aún, al estructuralismo de Sastre y Merlau-Ponty. Psicoanalista, se interesa
e introduce a Lacán en Argentina
Debates actuales
Si bien, desde fines de los setenta, la hegemonía del psicoanálisis kleiniano había sido
reemplazada por el auge del lacanismo, el psicólogo argentino seguía teniendo cierta relación
con debates filosóficos y políticos que resultaban indiferentes a buena parte de sus colegas
en el resto del mundo, con un perfil más científico y menos intelectual. No obstante, muchas
cosas han cambiado en la última década:
-La formación del psicólogo se ha diversificado. El psicoanálisis sigue siendo la principal
teoría de referencia y la clínica, la orientación privilegiada, pero muchas otras áreas han
empezado a desarrollarse.
-Las carreras de psicología privadas han tendido a diferenciarse de las públicas, buscando
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado laboral. Muchas han privilegiado en la
formación, el paradigma cognitivo y la enseñanza de terapias breves, en consonancia con las
demandas de los nuevos actores institucionales del mercado de la salud (como la medicina
prepaga, que exige tratamientos cada vez más cortos, con objetivos precisos y
estandarizables).
En ese contexto, en el que la psicología local busca ponerse a tono con el panorama
internacional de la disciplina, el psicólogo argentino parece haber tomado conciencia de su
propia excepcionalidad, en el mismo momento en el que corre el riesgo de empezar a
perderla. Su relación privilegiada con el psicoanálisis ya no parece ser del orden de lo
“natural”, y comienza a ser interrogada desde diversos ángulos. Ante esta situación cambiante
del campo psi, la reflexión histórica ha cobrado un nuevo valor.