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Historia de la psicología (2° año) 2022

LIBRE

Fundamentación del programa

Existen, indudablemente, distintos modos de concebir y aproximarse a la Historia de la


Psicología. Por lo tanto, y como en cualquier ejercicio de historización, ya desde el comienzo
resulta inevitable tomar posición. No existen neutralidades a la hora de abordar la
problemática histórica. El riesgo implicado en tal empresa es enmascarar dicha toma de
posición bajo la apariencia de una objetividad que pretendería dar cuenta, acrítica y
asépticamente, de un recorrido que, habiéndose desarrollado en otro tiempo y lugar, fue
encadenando una serie de acontecimientos pasados hasta desembocar en un presente que,
aun aceptando que puede perfeccionarse, resulta el mejor posible dadas las circunstancias.
Dicha perspectiva, que George Canguilhem denominó oportunamente como “historia
recurrente”, acerca la historia, peligrosamente, al campo de la tradición, y la tradición, como
es sabido, no se preocupa por la verdad, pues la única verdad que admite en sus horizontes
es la que garantiza su funcionamiento y su vigencia. Tampoco, en definitiva, se ocupa del
pasado, al menos no más que para crearlo como verdad de los ritos actuales. Encontramos
una alternativa a ese modo de concebir la Historia de la Psicología en la propuesta de Nikolas
Rose de una historia crítica que parte del presente de la disciplina, tomándolo como una
reivindicación y como un problema a la vez. Reivindicación, puesto que resulta necesario
analizar ese presente como algo más que un reflejo del pasado: hay que observar cómo opera
y cuáles son los resortes que lo determinan. Y como un problema, puesto que nada nos
garantiza que este presente haya sido el único posible. Así, hay que cuestionar las razones
que lo determinaron. Se trata de poner en relación lo psicológico, lo gubernamental y lo
subjetivo. El saber científico consiste en algo más que una forma de discurso o, al menos,
requiere que esa noción de discurso sea pensada en el sentido más amplio posible. En efecto,
junto a los textos y teorías que, canónicamente, dan forma y difusión a los contenidos de un
saber, existen los modos y los medios en que ese mismo saber circula, se transforma, se
transmite, y se consume. Esto es: las prácticas, las instituciones, los debates e, incluso (sin
pretensión de cerrar un conjunto que necesita permanecer abierto), el esquivo y difuso campo
de “las modas”. Pero, además, la historia no puede concebirse como historia acabada, ya
transcurrida y establecida. La historia es lo que se está produciendo, lo que sigue
transcurriendo y lo que todavía está por llevarse a cabo. La historia, en definitiva, y como se
encargó de subrayarCornelius Castoriadis, es creación: es el dominio donde la subjetividad
humana crea formas ontológicas, siendo la historia y la sociedad mismas las primeras de
esas formas. De esta manera, el campo del “concepto” comparte territorio con el de las
significaciones imaginarias sociales: tradición letrada y tradición popular dan forma y espesor
a aquello que Castoriadis denomina pensamiento heredado, y que cumple un papel
fundamental en la determinación de lo que se considera verdad y realidad. Instalando, al
mismo tiempo, una serie de líneas divisorias, tanto respecto de las distintas formas de
discursividad, como de aquello que debe ser desechado, ignorado, arrojado al olvido. No
perdemos de vista en ningún momento que el ejercicio de la función crítica implica, ante todo,
responsabilidad. Pero es esa misma responsabilidad la que nos recuerda que la historia de
la psicología no es una entidad ajena y lejana, a la que no perteneceríamos más que como
testigos. Por el contrario, todxslxspsicólogxs, como así también lxs docentes y estudiantes, y
la comunidad de la facultad como conjunto, estamos implicadxs en ella, y la construimos con
cada decisión y cada acción. No de otro modo se puede concebir todo aquello que Castoriadis
puso en la órbita de lo que denominó autonomía. A partir de estos lineamientos, el recorrido
propuesto por el presente programa busca dar cuenta de los contenidos desde una
perspectiva que, sin descuidar la dimensión cronológica, se decide por el agrupamiento
temático. Mas que atender a la progresión de determinados textos y teorizaciones canónicos,
procura situar en la historicidad ciertos ejes que entiende que han oficiado como articuladores
de distintas líneas de pensamiento y acción sobre el campo de lo psico-lógico. A grandes
rasgos, esos ejes son: 1.- cuerpo y alma; 2.- razón y pasión; 3.- yo y mundo exterior; 4.-
imaginación y representación; a los que hay que agregar, como un articulador principal que
atraviesa todos los anteriores, la política en sus múltiples determinaciones. Han sido,
precisamente, determinaciones políticas e históricas las que han establecido las “líneas
duras” entre las distintas disciplinas, cuando en verdad los límites entre ellas resultan ser más
fluidos. Entendemos por lo tanto que no hay modo de aproximarse a la Historia de la
Psicología sin remitir a otras discursividades como la filosofía, la medicina, o la clínica
psiquiátrica. Esta modalidad permite dejar en evidencia, para cada eje y para cada unidad
temática, aquellos puntos que han quedado marginados y desechados (la imaginación, la
locura) o directamente arrojados a las sombras (la opresión a las mujeres). A su vez, el
psicoanálisis, al que difícilmente se pueda enumerar como una de las “psicologías”, se erige
como una referencia fundamental en la articulación de las distintas problemáticas abordadas
en el programa. El descubrimiento freudiano, al tiempo que subvierte irreversiblemente toda
la discursividad “psi”, ofrece una suerte de espejo en el que esas distintas discursividades
tratan de pesquisar su reflejo. En lo concreto, la idea de una representación inconsciente,
verdadero escándalo filosófico, viene a advertir sobre una original modalidad de comprender
el funcionamiento psíquico. Y la pulsión, por su parte, inaugura no solamente una nueva
relación entre lo psíquico y lo corporal sino, más fundamentalmente, una revolucionaria
manera de comprender el cuerpo. Tales conceptos dividen aguas de manera definitiva con la
psicología, proponiendo una subjetividad que ya no puede ser concebida como neutral,
desapasionada o dueña absoluta de su destino. Ese conjunto decanta en los tiempos
actuales, en los que la diversidad de psicologías se mide con el discurso analítico, que se
resiste (con argumentos más que válidos) a la extinción anunciada y deseada por aquellas.
En el presente programa, las distintas escuelas psicológicas actuales son abordadas desde
la compleja noción de neurociencias, ya que entiende que hacia allí tienden todas, más o
menos decidida o voluntariamente. Desde la posición asumida, lamirada sobre ese campo
inevitablemente será crítica, pero sin desconocer los méritos y la respetabilidad que en
muchos de sus campos ha sabido conseguir. El programa reserva una parte importante del
recorrido para abordar distintos aspectos de la historia de la psicología y el psicoanálisis en
Argentina. A pesar del innegable salto temático que esta deriva pone en juego, los puntos a
abordar aquí se entienden como una prolongación necesaria de lo planteado en el resto de
las unidades, y como una efectivización material de muchas de las implicancias estudiadas,
ya que apuntan a los modos en que se ha construido y delineado tanto el/la/le profesional
psicólogx en sí mismx, como las distintas prácticas que le conciernen.
Unidad 1 – El campo social histórico
Contenidos:

1. Problemas de la historización de la psicología

2. Lo histórico-social como despliegue de la creación

3. Los imaginarios sociales

Nikolas Rose – una historia crítica de la psicología

Lo que el autor intenta plantear en este texto es a enseñarnos a leer la historia de la


psicología, nos brinda diferentes formas de entender la historia.

En primer lugar propone un tipo particular de historia que relacione lo psicológico, social y
político o gubernamental con la idea principal de poder reflexionar sobre lo que apunta nuestra
disciplina. Por otro lado, contrapone esta historia –crítica- a una historia mencionada por
Canghuillem: la historia recurrente.

Rose plantea que la psicología se caracteriza por tener un pasado extenso pero una historia
corta. A partir del siglo XIX con la metafísica se produjo un despliegue donde se redujo la
disciplina al laboratorio (Wundt), por lo que si se lee la historia desde el enfoque recurrente,
se reduce la historia de la psicología al laboratorio. Esta historia recurrente se lee de manera
lineal y a través de regímenes de verdad que se posicionan como los únicos válidos.

Este tipo de historia recurrente comienza a perder sentido alrededor de la década del 60 en
Francia: se empieza a cuestionar el contexto político y se reclama el estatuto científico para
las ciencias sociales. Russeau va a reivindicar la idea de la historia: plantea poder pensarla
de una forma distinta, que no sea un mero reflejo del pasado.

Nikolas Rose toma dos puntos cruciales para su teoría de la historia de la psicología: a)
problematizar la disciplina, y b) cuestionar dicha historia. Para poder leer la historia de manera
adecuada, el autor propone 5 factores a tener en cuenta al momento de entenderla

FACTORES ECONOMICOS

Se debe prestar suma atención a los movimientos económicos que se produjeron a partir del
siglo XIX: el capitalismo y la caída del muro de Berlin. Los factores económicos a tener en
cuenta son aquellas condiciones que atan y condicionan al sujeto. Deberíamos prestar
atención a la manera en que esas condiciones problematizaron los diferentes aspectos de la
existencia (el descalabro provocado por la industria, la productividad, la salud del trabajador
ya sea libre o esclavo, la administración concreta de las plantaciones coloniales) desde la
perspectiva de “la economía”. Deberíamos analizar la forma en que esas problematizaciones
plantearon cuestiones a las cuales las psicociencias pudieron brindar respuesta. También
deberíamos investigar la forma en las que las psicociencias, a su vez, transformaron la
naturaleza y el significado mismo de la vida económica y las concepciones de las exigencias
económicas adoptadas en la actividad y en la política económica.

FACTORES PROFESIONALES

Hay que tener en cuenta los choques de intereses cognitivos y profesionales entre las
distintas disciplinas como, por ejemplo, la psicología y la psiquiatría. Ambas plantean distintos
modos de tratar un síntoma. Debemos abocarnos a las diversas maneras en que individuos
y grupos específicos se movilizaron en torno de objetivos particulares, debemos abocarnos a
las técnicas de construcción de identidades y aspiraciones colectivas. Desde esta
perspectiva, las reivindicaciones respecto de cuáles son los intereses y a quienes
corresponden, originan alianzas, y constituyen, de hecho, los grupos, las comunidades, las
fuerzas en cuestión, sean sus integrantes industriales, obreros de fábricas, mujeres
burguesas o profesionales de la psicología. Por lo tanto, debemos estudiar la manera en que
se forman las alianzas entre aquellos que terminan convenciéndose, de diversas maneras,
de que tienen ciertos intereses y de que esos intereses son los mismos que los de los otros
individuos (véase Callon, 1986; Latour, 1984, 1986a). A los intereses se llega, no se parte de
ellos como explicación, y son más frágiles, más negociados y negociables, y suscitan más
oposición que lo que muchos sociólogos y otros quieren creer.

FACTORES POLÍTICOS

Factores a tener en cuenta desde el desarrollo psicológico a partir de los Estados y las
instituciones que controla. Hay dos que son mas importantes para el estudio de la historia de
la psicología y son el manicomio y las cárceles: son instituciones que intentan diferenciar y
separar lo anormal de lo normal. La disciplinarización de la psicología está constitutivamente
vinculada a una transformación fundamental que viene sucediendo en la racionalidad y las
tecnologías del poder político desde las últimas décadas del siglo XIX, cuando la
responsabilidad de los gobernantes se plantea en términos de asegurar el bienestar y la
normalidad física y mental de los ciudadanos y en términos de moldear y regular las maneras
en que llevan adelante su existencia “privada”—como trabajadores, ciudadanos, padres y
madres— de modo que ejerzan su privacidad y libertad de acuerdo con esas pautas de
normalidad maximizada. El campo del poder codificado como estado solamente es inteligible
cuando se lo ubica dentro de esta matriz más amplia de proyectos, programas y estrategias
para la conducción de la conducta, elaborada y ejercida por una gran diversidad de
autoridades que dan forma a los propios límites de lo político y se oponen a ellos (Foucault,
1991).

FACTORES CULTURALES

Tienen que ver con las relaciones, las prácticas, los malestares y las técnicas que se utilizan
para subjetivar al ser humano dentro de un contexto social. Es fundamental hacer hincapié
en las condiciones específicas de emergencia, articulación y transformación de los valores
éticos y técnicas que hacen que ciertas prácticas culturales sean posibles. Desde esa
perspectiva, la pregunta que se debe plantear en una historia crítica de la psicología tiene
que ver con la manera en que, en diferentes momentos históricos y en relación con diferentes
problemas y personas, las prácticas éticas recurrieron a aspectos del conocimiento psi, a los
procedimientos técnicos y a las personas con autoridad cuando actuaron sobre los
mecanismos de autoconducción de los individuos. En este caso, la psicología no sería vista
en términos de creencias y significados culturales, sino que ocuparía un lugar dentro de una
genealogía de las “tecnologías de subjetivación”, o sea, las racionalidades prácticas que los
seres humanos se aplicaron a sí mismos y a otros en nombre de la autodisciplina, el
autodominio, la belleza, la gracia, la virtud o la felicidad

FACTORES PATRIARCALES

Factores que tienen que ver con los movimientos que se generan a partir del siglo XIX en
relación a las identidades y la marcada diferenciación entre los sexos hombre-mujer. Es
necesario encontrar la lógica explicativa de la patología que problematizó tanto la sexualidad
de los hombres como la de las mujeres, pero con relación a aspectos diferentes. Es necesario
analizar no solamente los sufrimientos que se generan como consecuencia de la identificación
de las mujeres con el entorno doméstico y con la maternidad, sino también la construcción
simultánea de los placeres y los poderes de la “mujer normal”. Las mujeres mismas fueron
partícipes activas de esta línea de pensamiento, a veces en alianza con los hombres, a veces
en pos de rescatar y reformar a sus hermanas perdidas, “heroínas de su propia vida” casi
siempre. (Gordon, 1989). Dentro del marco de una historia crítica, las prácticas divisorias
organizadas en torno al género no atribuyen tan automáticamente el rol de víctimas de la
historia a las mujeres y el rol de orquestadores y beneficiarios del dominio a los hombres.

Sería aconsejable, pues, emprender una historia crítica de la psicología y la psiquiatría y de


sus tecnologías afines tratando la existencia misma de esos campos del conocimiento y de
la práctica como un problema que debe ser explicado, y estableciendo su funcionamiento
respecto de un campo más amplio de sistemas de regulación social, dominio político y juicio
ético. Porque, como las otras ciencias “humanas”, la psicología desempeñó un papel
fundamental en la creación del presente en el que nosotros, “los occidentales”, hemos
terminado viviendo. Abordar las relaciones entre subjetividad, psicología y sociedad desde
esa perspectiva significa analizar los campos en los que la conducción del yo y de sus poderes
estuvieron relacionados con la ética y la moral, con la política y la administración, y con la
verdad y el conocimiento.

FALTA COMPLETAR CON EL RESTO DE LOS SUBTITULOS

C. Castoriadis – Lo imaginario: la creación del dominio histórico social


(En “Los dominios del hombre. Las encrucijadas del laberinto”)
“Nuestro pensamiento no puede existir sin el lenguaje, y este lenguaje es histórico. Producto
de un contexto que le da un origen”

SER

Para Castoriadis el “ser” no es un sistema ni una gran cadena, es caos o abismo, o lo “sin
fondo”. Implica organizaciones parciales específicas de los diversos estratos que
descubrimos o construimos, o creamos, en el ser.

El ser no está solo en el tiempo sino que ES por el tiempo. El ser es tiempo.

El tiempo es impensable sin la creación. Creación en este sentido significa creación auténtica,
ontológica, de nuevas formas o nuevos “eide”.

Estos hechos fundamentales relativos al ser, al tiempo y a la creación quedaron encubiertos


por la ontología tradicional, ya que la determinación de la que se vale lleva a negar el tiempo
y a la atemporalidad. Algo que está determinado lo está desde y para siempre. Si cambia, los
modos de su cambio y las formas que ese cambio puede producir ya están determinadas.
Los hechos son la realización de las leyes y la historia no es mas que el despliegue de una
sucesión de hechos. (PARA LA DETERMINACION).

Desde un ultimo punto de vista la pregunta “Qué proviene en lo que conocemos de nosotros
y qué proviene de lo que es?, jamás tendrá respuesta.

Castoriadis trata de responder esa pregunta:

¿Es necesario justificar esto? El hombre no puede ser más ser (y ciertamente no menos) de
lo que lo es una galaxia o la especie eseherichiacoli. Las “singularidades” posibles del hombre
deben, no disminuir, sino aumentar el interés relativo a sus maneras de ser aunque más no
sea porque ellas pueden quebrar o refutar concepciones generales sobre el “ser” forjadas en
otros dominios. El número dos no deja de ser un número primo por el hecho de poseer la
singularidad de ser el único número primo par. Y es un número primo singularmente precioso
aunque más no sea porque su existencia nos permite refutar una proposición que es
verdadera en una infinidad innumerable de casos, a saber: “Todo número primo es impar”.
Tal vez ocurre lo mismo con el hombre. El hombre nos interesa no sólo porque nosotros
somos hombres. El hombre debe interesarnos porque, según todo lo que sabemos, el
fantástico nudo de cuestiones relacionadas con la existencia del hombre y con el tipo
ontológico de ser representado por el hombre no puede reducirse a la física o a la biología.

El hombre sólo existe en la sociedad y por la sociedad... y la sociedad es siempre histórica.


La sociedad como tal es una forma, y cada sociedad dada es una forma particular y singular.
La forma implica la organización, en otras palabras, el orden (o, si se prefiere, el
orden/desorden).

En el dominio histórico social se presentan dos cuestiones fundamentales. Primero, ¿qué


mantiene unida a una sociedad? En otros términos, ¿cuál es la base de la unidad, de la
cohesión y de la diferenciación organizada de esa urdimbre fantásticamente compleja de
fenómenos que observamos en toda sociedad? Pero también nos vemos frente ala
multiplicidad y a la diversidad de las sociedades y también frente a la dimensión histórica
interna de cada sociedad que se expresa como alteración del orden social dado y que puede
eventualmente conducir a un fin (súbito o no) del “antiguo orden” y a la instauración de un
nuevo orden. De manera que debemos preguntarnos: Segundo, ¿qué es lo que hace nacer
formas de sociedad diferentes y nuevas?Lo que mantiene a una sociedad unida es
evidentemente su institución, el complejo total de sus instituciones particulares, lo que yo
llamo la “institución de la sociedad como un todo”; aquí la palabra institución está empleada
en su sentido más amplio y radical pues significa normas, valores, lenguaje, herramientas,
procedimientos y métodos de hacer frente a las cosas y de hacer cosas y, desde luego, el
individuo mismo, tanto en general como en el tipo y la forma particulares que le da la sociedad
considerada (y en sus diferenciaciones: hombre/mujer, por ejemplo). ¿Cómo se imponen las
instituciones? ¿Cómo aseguran las instituciones su validez efectiva? Superficialmente y sólo
en algunos casos, lo hacen mediante la coerción y las sensaciones. Menos superficialmente
y de manera más amplia, mediante la adhesión, el apoyo, el consenso, la legitimidad, la
creencia.

La institución de la sociedad (en el sentido general que doy a esta expresión) está
evidentemente hecha de múltiples instituciones particulares. Estas forman un todo coherente
y funcionan como un todo coherente. Aun en situaciones de crisis, aun en medio de conflictos
interiores y de las guerras intestinas más violentas, una sociedad continúa siendo todavía esa
misma sociedad; si no lo fuera, no podría haber lucha alrededor de los mismos objetos,
objetos comunes. Hay pues una unidad en la institución total de la sociedad; considerándola
más atentamente, comprobamos que esta unidad es, en última instancia, la unidad y la
cohesión interna de la urdiembre inmensamente compleja de significaciones que empapan,
orientan y dirigen toda la vida de la sociedad considerada y a los individuos concretos que
concretos que corporalmente la constituyen. Esa urdimbre es lo que se llama el magma de
las significaciones imaginarias sociales que cobran cuerpo en la institución de la sociedad
considerada y que, por así decirlo, la animan. Semejantes significaciones sociales imaginarias
son, por ejemplo, espíritus, dioses, Dios, polis, ciudadano, nación, estado, partido mercancía
dinero, capital, tasas de interés, tabú, virtud, pecado, etc. pero también hombre/mujer/hijo
según están especificados en una determinada sociedad.

SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS SOCIALES

Se llama imaginarias a estas significaciones porque no corresponden a elementos


“racionales” o “reales” y no quedan agotadas por referencia a dichos elementos, sino que
están dadas por creación, y se llaman sociales porque sólo existen estando instituidas y
siendo objeto de participación de un ente colectivo impersonal y anónimo.

CARACTERIZACIÓN INTRÍNSECA DE LA ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD

No hay sociedad sin aritmética. No hay sociedad sin mito. (En la sociedad contemporánea la
aritmética llegó a ser uno de los principales mitos. No existe ni podría existir fundamento
“racional” del predominio de la cuantificación en la sociedad contemporánea. La cuantificación
no es más que la expresión en la sociedad contemporánea. La cuantificación no es más que
la expresión de una de las significaciones imaginarias dominantes de esta sociedad: aquello
que no puede ser contado no cuenta, no importa).

No hay mito sin aritmética y no hay aritmética sin mito. Observemos, entre paréntesis, que lo
esencial en lo que se refiere al mito no es (como quiere el estructuralismo) que la sociedad
organiza el mundo lógicamente por medio del mito. El mito no se reduce a la lógica (aun
cuando por supuesto, el mito contenga lógica) y aun menos a la lógica binaria de los
estructuralistas. El mito es esencialmente un modo por el que la sociedad catectiza con
significaciones el mundo y su propia vida en el mundo, un mundo y una vida que estarían de
otra manera evidentemente privados de sentidos.

LÓGICAS

Lógica conjuntista identitaria: autónoma. Lo aritmético, las matemáticas. Aquell dimensión


de la sociedad que opera con elementos, números, clasificaciones. Tiene dos dimensiones:
a) LEGIN: lo que hace posible ese representar social. Y b) TEUKEIN: lo que hacemos con lo
social. El esquema supremo es aquí el de la determinación (determinidad o determinabilidad,
peras, Bestimmtheit). La exigencia consiste en que todo lo concebible esté sometido a la
determinación y las implicaciones o consecuencias que de ello se siguen. Desde el punto de
vista de esta dimensión, la existencia es la determinación.

Lógica puramente imaginaria: heterónoma. La que da rienda suelta a nuestras


significaciones. Todo lo que nos permite crear. Se relacionan indefinidamente las unas con
las otras según el modo fundamental de un remitirse. Toda significación remite a un número
indefinido de otras significaciones. Las significaciones no son ni “distintas” ni “definidas” (para
emplear los términos que usa Cantor en su definición de los elementos de un conjunto). Las
significaciones no están tampoco ligadas por condiciones y razones necesarias y suficientes.

“Se puede ilustrar lo que quiero decir con el ejemplo del lenguaje. En el lenguaje, la dimensión
conjuntista -identitaria corresponde a lo que yo llamo código (que no hay que confundir con
el “código” de Saussure, que significa sencillamente “sistema”). La dimensión propiamente
imaginaria se manifiesta a través de lo que yo llamo lengua. De manera que en cierto
contexto, frases tales como “Pásame el martillo” o “En todo triángulo la suma de los ángulos
es igual a dos rectos” pertenecen al código. En cambio, frases como “En la noche de lo
absoluto, todas las vacas son negras” o “Senté ala belleza en mis rodillas, me pareció amarga
y la injurié” pertenecen a la lengua. La distinción entre código y lengua —más generalmente,
entre la dimensión conjuntista-identitaria y la dimensión propiamente imaginaria— no es
evidentemente una distinción de “sustancia” sino que es una distinción de uso y de
operación”.

Lógica del imaginario radical: creación de una significación imaginaria nueva que no existía.
Es radical porque rompe con todo. Un ejemplo claro es el descubrimiento del inconsciente.

Así, las significaciones imaginarias sociales propias de una sociedad dada nos presentan un
tipo de organización desconocido en otros dominios. Llamo magma a ese tipo de
organización. Un magma contiene conjuntos —y hasta un número definido de conjuntos—,
pero no es reductible a conjuntos o a sistemas de conjuntos, por ricos y complejos que éstos
sean.

Volviendo a la segunda cuestión: lo historicosocial no crea solamente de una vez por todas
un tipo ontológico nuevo de orden, característico del género “sociedad” sino que ese tipo es
cada vez “materializado” por medio de otras formas, cada una de las cuales representa una
creación, un nuevo eidos de sociedad. Aparte de la existencia de instituciones y de
significaciones imaginarias sociales, nada sustancial es común a la sociedad capitalista
moderna y a una sociedad “primitiva”. ¿Creación por quién? Pero la creación, como obra de
lo imaginario social, de la sociedad instituyente es el modo de ser del campo histórico social,
modo en virtud del cual ese campo es. La sociedad es autocreación que se despliega como
historia.

La creación histórica no se realiza dentro de una tabula rasa: siempre hay una masa fantástica
y fantásticamente compleja de cosas existentes y de condiciones parciales, y en el interior de
esa masa es donde se realiza la creación histórica. Una indagación útil y llena de sentido,
indagación inmensa y en realidad interminable, es aquella que se lleva a cabo alrededor de
la pregunta ¿qué había en lo “viejo” que, de una manera u otra, “preparaba lo nuevo” o se
relacionaba con lo nuevo? Pero también aquí el principio del “cerco” interviene con todo su
peso. Para decirlo brevemente, lo antiguo entra en lo nuevo con la significación que lo nuevo
le da y no podría entrar en lo nuevo de otra manera.

¿Cómo emergen formas histórico sociales nuevas? La respuesta es sencillamente: por


creación. Por ejemplo, hemos sido testigos de la creación de la polis democrática en la antigua
Grecia, o del capitalismo occidental o aun más cerca de nosotros —de visu— de la burocracia
totalitaria en Rusia después de 1917. Podemos dilucidar tales procesos, pero no podemos
“explicarlos”. Una “explicación” implicaría o bien derivar significaciones partiendo de no
significaciones, lo cual no tiene sentido, o bien reducir todos los magmas de significaciones
que aparecen en la historia a las combinaciones de un pequeño número de “elementos de
significación” ya presentes desde el comienzo de la historia humana, lo cual es
manifiestamente imposible (y nos llevaría de nuevo a formular la pregunta: ¿cómo surgieron,
pues, esos “primeros elementos”?).

Heteronomia en el dominio humano e histórico social: el estado en que son dados de una
vez por todas los principios, los valores, las leyes, las normas y las significaciones y en que
la sociedad, o el individuo según los casos, no tiene ninguna posibilidad de obrar sobre ellos.

Autonomía: autoinstitución de la sociedad, autoinstitución en adelante más o menos


explícita: nosotros hacemos las leyes, lo sabemos, y somos pues responsables de nuestras
leyes, de modo que debemos preguntarnos cada vez: ¿por qué esta ley y no otra? Esto
implica evidentemente también la aparición de un nuevo tipo de ser histórico en el plano
individual, es decir, la aparición de un individuo autónomo que puede preguntarse y también
preguntar en voz alta: “¿Es justa esta ley?”

¿Y cuál es el origen de “nuestro punto de vista”? Una creación histórica, una ruptura histórica
que tuvo lugar por primera vez en la antigua Grecia, luego de nuevo en la Europa occidental
a fines de la Edad Media, ruptura en virtud de la cual se creó por primera vez la autonomía
en el sentido propio del término: la autonomía, no como cerco, sino como apertura. Esas
sociedades representan, una vez más, una forma nueva de ser histórico social y, en realidad,
de ser sin más ni más: por primera vez en la historia de la humanidad, de la vida y, que
sepamos, del universo, nos encontramos en presencia de un ser que pone abiertamente en
tela de juicio su propia ley de existencia, su propio orden dado.

Fernandez, A - Los imaginarios sociales: poderes, temporalidades y


deseos
La autora se pregunta cuál es la relación entre lo psicológico y lo social. Para responder a
sus dudas acude a diferentes autores como Castoriadis, Mari, Pichon riviere, Foucault, entre
otros.

Los universos de significaciones imaginarias que instituyen una sociedad forman parte de las
luchas por el poder, en tanto estas participan (simbólicamente) del poder de conservar o
transformar el mundo conservando o transformando sus significaciones.

Una sociedad es también un sistema de interpretación del mundo (de su propio mundo) y por
esto es que puede percibir como “peligro” cualquier alteracion a su sistema de interpretación
del mundo. Estas situaciones son entendidas como “ataques a SU identidad” y las diferencias
son pensadas como amenazantes. A partir de esto se puede decir que el principio de
conservación de esa sociedad es en sí principio de conservación de sus atributos arbitrarios
y especificos, osea de sus SIS. Por lo tanto las transformaciones de sentido (lo instituyente)
operan siempre con la resistencia de aquello consagrado (lo instituido).

Ubicar la naturaleza social del poder supone interrogar sobre las modalidades de sus
dispositivos, no solamente en la organizacion de una sociedad y sus instituciones, sino
tambien en la constitucion de las subjetividades de hombres y mujeres.

La autora cita a Spinoza, que afirma que trabajar el poder desde una perspectiva microfísica
permite visibilizar estrategias específicas de un campo micro, pero a la vez exige el análisis
de las conjunciones de las articulaciones, de las complicidades y las mediaciones entre macro
y micro poderes.

También cita a Enrique Marí (uno de los primeros pensadores argentinos que trabajó con las
ideas de Castoriadis) diciendo que los dispositivos de poder articulan 3 elementos básicos
que hacen que funcione: la fuerza o violencia, el discurso del orden y los imaginarios sociales.
Estos elementos concurren en instancias diferentes pero no son independientes, sino que
están articuladas entre sí. La fuerza o violencia es el elemento constitutivo del poder ya que
es lo que produce en acto pero, ella misma se frustraría si no existiesen las otras instancias
que garanticen la continuidad del poder conquistado o instituido. Es decir que la fuerza o
violencia es posible siempre y cuando los SIS y los discursos del orden reactualicen la fuerza
y la transformen verdaderamente en poder, haciendolo constantemente y socialmente
transmisible. Funcionan como condiciones de reproducción del poder producido.
Transformada la fuerza en poder, los discursos del orden y los imaginarios sociales que ese
sistema de poder instituye, aseguran la presencia del poder y los efectos de la fuerza aun
estando ausente.

Se considera al discurso del orden dentro de un espacio de racionalidad. Es el topos de


legitimación de este sistema de poder, lugar de emisión de los enunciados normativos y de
las reglas de justificación.

Igualmente, ninguna sociedad puede funcionar por la sola aplicación de la fuerza y el derecho
coactivo. El dispositivo exige como condición de funcionamiento y reproducción el poder que
la fuerza y el discurso del orden legitimante estén insertos en “montajes”, prácticas extra
discursivas y soportes mitológicos que hablan a las pasiones y hacen que el poder marche,
que los miembros de la sociedad enlacen y adecuen sus deseos al poder. (Ejemplos:
ceremonias, banderas, canciones, rituales, rasgos, etiquetas.)
Tomás Abraham: “Porque no hay una verdad que se enuncie y muestre. La dominación de
los hombres requiere algo más que la exposición de la fuerza, el terror es insuficiente, se
necesita una narración, un relato, un mito, alguna ciencia, el enunciado de una verdad que
se atribuya al poder y al poderoso… Estos artificios exhiben a la justicia del poder: presencia
de la verdad que consiste en mostrar por qué las cosas son como son y por qué deben ser lo
que son. No hay poder sin decorado”.

En resumen, lo que buscan estos dispositivos de poder es imponer una forma d ver y crear
el mundo, crear SIS, para que todos estemos de acuerdo. Construyen subjetividad.
Suministran esquemas repetitivos, crean marcos de preceptos y ponen en conexión
regularidades de los comportamientos con los fines y las metas del poder. Esta función de los
imaginarios sociales es fundir y cincelar las llaves de los cuerpos para el acceso a la ley y la
continuidad y reproducción del poder.

Ejemplo en argentina: la ultima dictadura articuló eficazmente los dispositivos represivos del
poder con dispositivos productivos instalando para la legitimacion del uso de la violencia
genocida del terrorismo de estado, un particular imaginario social (en algo andarían, somos
derechos y humanos, el silencio es salud) que no solo legitimó su accionar en ese momento.
Su productividad y eficacia operaron estribaciones hasta muchos años después de la
dictadura y sus prácticas represivas.

Una de las funciones de los imaginarios sociales consiste en la organización y el dominio del
tiempo colectivo sobre el plano simbólica y por ende subjetivo. Interviene en las memorias
colectivas para las cuales los hechos suelen encontrar mucho menos que las construcciones
imaginarias que se producen al respecto y sin duda operan vigorosamente en la producción
de visiones del futuro, en especial en la proyección sobre éste de temores, riesgos,
esperanzas y sueños colectivos.
Ya George Orwell en 1984 afirmaba que controlar el pasado es gobernar el futuro. Es decir
que se establece un estrecha relación entre las posibilidades de elaboración de nuestro
pasado y la imaginación de un futuro más justo.

Los imaginarios sociales tienen la propiedad no sólo de conservarse sino también de


transformarse, inventando nuevos universos de significación. Vale recordar la diferencia de
CASTORIADIS entre imaginario efectivo e imaginario radical. En este caso tomaremos la
imaginación radical (la instituyente). El desorden social se despliega cuando aparecen nuevos
organizadores de sentido. Una revuelta social violenta significaciones preexistentes y da lugar
a nuevos imaginarios. Los nuevos organizadores de sentido refieren a lo imaginario radical
instituyente, que da cuenta de los deseos que no se anudan al poder, que desordenan las
prácticas, des disciplinan los cuerpos. Estos momentos dan cuenta de las “líneas de fuga” de
deseos que resisten la captura de los dispositivos de disciplinamiento social. Lo nuevo
colectivo instituyente coexistirá en permanente y conflictiva tensión con lo instituido a
transformar. Al instituir nuevas racionalidades políticas, económicas, etc., se crearán nuevos
emblemas, símbolos. Esta potencia tenderá a instituir una nueva institución. Los nuevos
organizadores son antecedidos por un campo de desorganización, donde el antiguo orden va
perdiendo su capacidad integradora, se va desarmando en tanto sistema. No necesariamente
las invenciones de sentido tienen que ir de la mano de una revolución. Hubo algunos
movimientos pacíficos que han puesto en tela de juicio significaciones imaginarias centrales:
como el movimiento de las mujeres.

Psicoanálisis y política:
MANONI abre el camino para reflexionar sobre dos textos de FREUD. Un camino lo hace a
partir de los aportes freudianos y otro desde LACAN. Desde el primero no hay creencia ICC,
desde el segundo la creencia supone el soporte del otro. Según MANONI con los aportes de
ambos se puede dar cuenta tanto de un fetiche privado como de una ciencia colectiva. Afirma
que “la creencia de la existencia del falo materno es el modelo de todas las transformaciones
sucesivas de las creencias”. A partir de estas afirmaciones surgen dos problemas. En primer
lugar, es necesario considerar que descubrir que la diferencia de los sexos sea insoportable,
es ya imaginario. Que la diferencia tenga que ser pensada como igualdad deficitaria (pene
amputado) es una significación colectiva. De aquí surgen distintas construcciones como la
interiorización de la mujer. El segundo de los problemas se refiere a la cuestión del origen.
Buscar el origen es develar lo esencial. Al mismo tiempo, el origen esencial supone que en
sus comienzos las cosas estaban en su perfección. Esto coloca al origen en un lugar de
verdad. Entonces, se transforma en esencial aquello que no es otra cosa que producción
histórica de las significaciones imaginarias que instituyen lo propio de hombres y mujeres.
Sería más pertinente afirmar que el psicoanálisis permite entender las condiciones por las
cuales el sujeto de deseo puede construir creencias que desmientan la realidad.
“La creencia de la existencia del falo materno es el modelo de todas las trasformaciones
sucesivas de las creencias”
Se presentan 2 problemas:
1) El descubrimiento que la diferencia de los sexos sea insoportable es ya imaginario, algo
producido social e históricamente, no algo dado. Se produce una naturalización.
2) Cuestión del origen.
Para el psicoanálisis será el inconsciente aquella producción histórica de las significaciones
imaginarias que instituyen lo propio de hombres y mujeres, ya que considerar como ya dada
una construcción imaginaria sociohistórica impide al psicoanálisis preguntarse por ello. El
psicoanálisis permite entender las condiciones por las que el sujeto de deseo puede construir
creencias que desmientan la realidad insoportable produciendo creencias colectivas. Por
ejemplo: creación de utopías. Para pensar la producción de esperanzas colectivas se ha
resaltado el importante aporte del psicoanálisis que establece la capacidad o la potencia de
la dimensión deseante de desmentir realidades insoportables produciendo creencias
colectivas

Unidad 2 - Pasión, razón, imaginación.

Contenidos:

1-Democracia y filosofía: polis, logos, hybris.

2-Platón: razón y autodominio

3-Aristóteles: la imaginación
4- Hipócrates y el nacimiento de la clínica: logos, tekné y physis

6- Cuerpo y pasiones

Castoriadis, C. - La polis griega y el nacimiento de la democracia

El autor plantea que cuestionar ciertas instituciones implica romper con un estilo de la
sociedad. Hubo 2 momentos específicos donde las instituciones fueron cuestionadas:
1) En Grecia siglo XI con la invención de la democracia
2) En Europa en la edad media con la invención del estado moderno
Hubo una ruptura/apertura total de la sociedad.

Creación de los sistemas democráticos: a partir de aquí es el pueblo quien toma las
decisiones en una sociedad y la soberanía pasa a manos del colectivo. Comienza a ser una
sociedad que se autoinstituye: elige las leyes e instituciones que la van a gobernar y así
crea subjetividad.

Objetivo de la democracia: busca la autonomía. La busqueda de Castoriadis en la mayoría


de sus escritos es que podamos encontrar la propia autonomía. Para llevar a cabo este
proceso, según Castoriadis, es necesario contar con 3 ejes principales: 1) asambleas 2)
concejos 3) tribunales. Esto significa que la sociedad tendrá representación a través de esas
instituciones. Existen dos tipos de representación:
Representación directa: democracia directa. Grecia. Derecho universal a votar, participar
de asuntos republicanos, escribir proyectos de ley, etc. En este tipo de representación se
necesita de la autolimitación: la tragedia cumple el papel principal de la autolimitación. Las
tragedias explican ciertos caos y ponen un freno a ellos. Ponen un freno a la HYBRIS
(desmesura). A partir de esto uno empieza a ser portador de cierto lazo y consenso social.
Representación indirecta: Actualidad. El pueblo vota a los representantes para que ellos
elijan y decidan.

Para castoriadis no existe sociedad sin instituciones, y no hay instituciones sin leyes.

Castoriadis, C - Antropogenia en Esquilo y autocreación en Sófocles

A través del análisis de las dos tragedias griegas, Prometeo encadenado de Esquilo y
Antígona de Sófocles, Castoriadis intentará responder a la pregunta ¿qué es el hombre?,
dando respuesta desde dos puntos de vista diferentes y opuestos.

En Sófocles la esencia del hombre es su propia autocreación y en Esquilo la antropogénica


se presenta como la obra de Prometeo, resultante de su decisión y acción. Decisión que
proviene de un conflicto entre Zeus y Prometeo (fuerzas sobrehumanas). Zeus anhelaba
destruir a los hombres, Prometeo decide salvarlos y lo hace transmitiéndole esta posibilidad
de actuar/crear, hasta entonces prerrogativa de las fuerzas divinas.
ESQUILO: Contesta a la pregunta qué es el hombre a través de una antropogenia. Si los
hombres son “humanos” es gracias a la acción de un Dios, en este caso Prometeo. Es mítica
ya que responde a la pregunta sobre el hombre retrayéndola a su origen y presentando un
relato: El hombre es lo que es porque en tiempos remotos ocurrió algo que sobre pasa nuestra
experiencia habitual. Los hombres deben a un ser sobrehumano. Zeus anhelaba destruir a
los hombres, y Prometeo decidió salvarlos, sacándolos del estado prehumano que los
caracterizaba. El estado prehumano de la humanidad no era para Esquilo un estado animal
corriente, es, en verdad, menos que eso ya que estos seres, a diferencia de los animales, son
monstruosos y radicalmente inadaptados para la vida. Esos hombres eran como sombras
vacías, zombies, hacían todo sin reflexionar y no preveían ni conocían la muerte. Veían sin
ver, escuchaban sin escuchar, y parecidos a las figuras de los sueños, sus largas vidas
transcurrían sin ningún orden. Lo que se describe en el estado prehumano, dice Castoriadis,
es la condición del hombre antes de la institución social, poseían alma y cuerpo, pero no
pensamiento. Prometeo saca a los hombres de ese estado prehumano. Les brinda signos,
puntos de referencia, la aprehensión y la medida del tiempo. Les regala la memoria y los
números, la técnica y las artes, el logos, la tekné. Entonces ocurre un pasaje abrupto de una
condición prehumana a una humana, enseñándole a los hombres que son mortales, y que
esa es una característica fundamental de la existencia humana, así les inculcó esperanzas
ciegas, que tiene que ver con todo lo que el hombre hace o puede hacer en su vida. Estos
dos elementos constituyen al hombre el conocimiento de la muerte (hace la vida imposible) y
la posibilidad de un hacer, crear, pensar. En Esquilo hay una antropogenia ya que es un Dios,
Prometeo, el que convierte a los hombres en seres humanos. Hay heteronomía,
pensamiento heredado, la ley viene desde afuera.

Antropogenia: La antropogenia muestra el pasaje abrupto entre un antes y un después, que


resulta de la decisión y del acto de una fuerza (capacidades, potencialidades) sobrehumana.

SOFOCLES: Conecta a la pregunta sobre qué es un hombre a través de la autocreación. La


antropogenia de Sófocles no presupone nada. Los hombres crean ellos mismos sus
capacidades y potencialidades. Pone de manifiesto la humanidad como autocreacion. Los
hombres no han tomado nada de los dioses y ningún dios les dio nada. El hombre crea la
lengua, la reflexión, las leyes de las ciudades, las pasiones, la voluntad. En Sófocles,
entonces, hay una autocreación. Hay autonomía, el hombre crea su propia ley. La realidad
de los seres humanos es doble, a veces los dirige el bien y otras veces el mal, en sentido
político. El hombre camina hacia el bien cuando llega a tejer conjuntamente las leyes de su
ciudad, es un hupsípolis. El apolis, en cambio, por culpa de la audacia exagerada, de la
insolencia, la arrogancia, la hybris, camina hacia el mal transformándose en un individuo sin
fe ni ley.
Para Castoriadis, el tema de Antígona refleja esta doble dimensión del hombre. Antígona y
Creonte representan dos autoridades en conflicto. Ambos, a través de su hybris, son apolis.
Tanto Antígona como Creonte son incapaces de tejer conjuntamente. Cada uno de ellos, por
haberse dedicado a la defensa ciega y absoluta de sus principios, pasa a ser apolis. El poeta
dice a los ciudadanos de Atenas: “aún cuando tenemos razón puede ser que estemos
equivocados. No quiero ni puedo decir que estés equivocado, pero estás equivocado por otras
razones, porque te empecinas en tener razón solitariamente o bien ser el único que tenga
razón”. Antígona y Creonte están equivocados, incluso cuando tienen razón porque en el
intentar defender lo que piensan alcanzan la hybris, no pudiendo tejer conjuntamente,
convirtiéndose en apolis. El apolis representa la autoeliminación del individuo y de la
comunidad política. Eso vuelve terrible al hombre, porque tiene el poder de destruir lo que ha
creado. El hombre es un animal loco, inapto para la vida, y marcado por un abismo, dirá
Castoriadis. Es más irracional que racional. Los únicos racionales son los animales que no
comen, se alimentan. Sin embargo, los humanos tienen imaginación y es exclusiva de ellos.
Son los únicos que pueden crear porque son indeterminados. Crean la ley, la política, la
institución de la sociedad por la sociedad misma, y no por Dios.

EN COMÚN: El punto en común de estos dos relatos es la significación determinante del


pensamiento y del arte. Algunas de las diferencias son que Esquilo no menciona la institución
de la sociedad mientras que Sófocles centra su estasimo sobre lo hupsipolis y lo apolis.
Esquilo parte de una condición prehumana y para Sófocles desde el momento en que existe
el hombre se define por una acción autocreadora, por una actividad de autoenseñanza.

Taylor, C. - Fuentes del Yo. La construcción de la identidad moderna.


Capítulos 5 y 6

Capítulo 5
La noción moderna del yo esta relacionada con un cierto sentido. En nuestro lenguaje de
autocomprensión el antónimo desempeña un papel importante. Creemos que nuestros
pensamientos, ideas y sentimientos están “dentro” de nosotros, mientras que los objetos en
el mundo a los que se refieren esos estados mentales están “afuera”. Para nosotros la
inconsciente esta “dentro” y pensamos acerca de las profundidades de lo no dicho, como algo
interior. La localización no es universal. Se trata mas bien de un modo de auto interpretación
históricamente limitado, un modo que ha venido a ser predominante en el occidente moderno
y que podría propagarse al resto del planeta; pero es un modo que tuvo un comienzo en el
tiempo y en el espacio, y podría tener un final. La razón de ello se debe a que la localización
va estrechamente vinculada a nuestro sentido del yo y, a nuestro sentido de las fuentes
morales. Esto no significa que estas no cambian también en la historia. Pero cuando una
determinada constelación del yo, de las fuentes morales y de la localización es nuestra, eso
significa que desde dentro de ella experimentamos y reflexionamos sobre nuestra situación
moral. Lo que perdemos constantemente de vista aquí es que el ser un yo es inseparable del
hecho de existir en un espacio de cuestiones morales que tienen que ver con la identidad y
con como uno ha de ser. Existe un sentido de “dentro” que designa el pensamiento, o los
deseos o las intenciones que guardamos para nosotros mismos, en contra de aquello que
expresamos en el habla y en la acción. Cuando me abstengo a decir lo que pienso acerca de
una persona, el pensamiento permanece adentro, y cuando se me escapa, entonces ya es
un dominio público.

Capítulo 6
Platón presenta una idea de las fuentes morales. Nos dice a donde hemos de ir para acceder
a un estado moral superior. Y podemos decir que el lugar que nos señala es el ámbito del
pensamiento. Lo que ganamos mediante el pensamiento o la razón es el autodominio. El
hombre bueno es “dueño de si mismo”. Ser dueño de uno mismo es conseguir que la parte
superior del alma rija sobre la inferior, lo que significa que la razón rija sobre los deseos. Y
así, nos convertimos en buenos cuando nos rige la razón y los deseos has dejado de
gobernar. Cuando en el alma rige la razón reina en ella un orden muy diferente, podría decirse
que por primera vez reina el orden en ella. Por el contrario, en reino del deseo es el caos. Las
almas buenas disfrutan del orden, la concordia y la armonía.

La persona regida por la razón disfruta también de la serenidad, mientras que la persona
anhelante se halla permanentemente agitada e inquieta, arrastrada constantemente de un
lado para otro por sus afanes. La persona buena esta tranquila, mientras que la mala esta
turbante. La primera disfruta de una suerte de autocontrol, la otra carece por completo de ello.
Platón subraya constantemente la ilimitada naturaleza del deseo. El elemento del deseo
es insaciable por naturaleza. El dominio del ser mediante la razón conlleva estos tres frutos:
1) la unidad consigo mismo, 2) la serenidad, y un 3) sosegado dominio de sí mismo. La razón
es simultáneamente una facultad para percibir las cosas correctamente y una condición para
el autodominio. Ser racional es ser dueño de sí mismo. El desafío en nombre de la libertad
es específicamente moderno. En cierto modo se diría que Platón es la figura clave en el
establecimiento del predominio de esta filosofía moral. La condición moral superior esta allí
donde la persona rebose de un ímpetu de energía, de un acceso de vigor y valor, por ejemplo,
en el campo de batalla.

En La República, esta operación va acompañada por la identificación de un tercer elemento


en el alma que se halla entre el deseo de servir de auxiliar a la razón, análogamente a la
función del guerrero en la sociedad. La obra de Platón debería verse como una importante
contribución a un proceso a largo plazo, mediante el cual, la ética de la razón y la reflexión
logra el predominio sobre la ética de la acción y la gloria. Esta última no desaparece nunca
por completo. Pese a los esfuerzos del Platón por desacreditar la gloria como meta de la vida,
la relación de subordinación que presenta la imagen de la ordenada alma tripartita es un
modelo mejor para lo que ha surgido en la sociedad occidental, es decir, una suerte de
contención de la ética de la acción y la gloria, sostenida incómodamente sobre la hegemonía
de un moral mas elevado de la pureza o la razón. Snell observa en Homero la ausencia de
palabras que pudieron traducirse fácilmente por “mente”, o incluso por “alma” en el
generalizado significado posplatonico. Parece que la psyche homérica designa más bien algo
así como la fuerza vital que anida en nosotros, lo que se escapa del cuerpo al llegar la muerte,
y no el lugar del pensar y sentir.

El alma es, de jure, un lugar único. La unicidad del lugar es un concomitante esencial de la
moral de hegemonía racional. La pluralidad de lugares se adapta muy bien a un punto de
vista moral en que la fuente de lo superior es la infusión de una fuerza superior.
Centrar o unificar el yo moral fue precondición para la transformación que describiré como
interiorización. Sin el yo unificado que vemos articulado en la teoría de Platón, no hubiese
sido posible desarrollar la noción moderna de la interioridad.
En algunos diálogos, Platón alega vigorosamente que es mas rico quien es hombre justo, que
quien inflige injusticia. Y esa es la doctrina que quiere establecer la república: que la vida es
mas ventajosa, incluso en ausencia del éxito en el mundo de la acción y el poder.
Para Platón las oposiciones cruciales son la del alma contra el cuerpo, la de lo inmaterial
contra lo corporal, y la de lo eterno contra lo cambiante.
La analogía de la salud desempeña un importante papel en Platón. Alega que la salud
corporal es también una cuestión de que rijan o sean regidos los elementos idóneos.
El orden con que la razón esta conectada criterialmente no es precisamente un mundo que
estuviéramos tentados a llamar “interno”. Mas fundamentalmente es la conexión con el orden
de las cosas en el cosmo. Este orden se relaciona con el orden correcto del alma como el
todo se relaciona con la parte.
Para nosotros la vida buena es estar regidos por la razón, no solo como visión del orden
correcto en nuestras almas, sino también, como visión del buen orden del conjunto. Por que
el orden correcto en nosotros es ser regidos por la razón, lo que no puede ocurrir a no ser
que la razón alcance su plena realización, que se halla en la percepción del bien; y, al mismo
tiempo, la percepción del bien es lo que nos hace verdaderamente virtuosos.
Para Platón el tema clave es hacia dónde se dirige el alma, por eso prefiere formular su
posición en términos de las oposiciones entre lo corporal/inmaterial, lo variable/eterno, porque
estas definen las posibles direcciones de nuestra conciencia y deseo. La dicotomía
dentro/fuera no solo no es útil para este propósito, sino que en realidad tiende a oscurecer
el hecho de que la cuestión crucial es hacia qué objeto se dirige el alma y cuales se nutre. Al
mismo tiempo, la imagen del ojo del alma ayuda a Platón a esclarecer la noción de la razón,
la razón es nuestra capacidad de ver el ser, la realidad iluminada. Por eso la razón debe
comprenderse sustantivamente y por eso la visión del orden verdadero es criterial para la
racionalización.
Ser regidos por la razón significa tener la vida configurada por un orden racional preexistente,
que uno conoce y ama. La transformación que denomino “interiorización” consiste en la
sustitución de dicha comprensión del dominio de la razón por otra, en la que el orden
implicado en la supremacía de la razón es hecho, no encontrado.
La captación del orden cósmico es una especie de ciencia en el sentido estricto de ser el
conocimiento de lo inmutable y eterno.
Para Aristóteles dicha sabiduría practica es una forma de conciencia del orden, el orden
correcto de las metas de mi vida, donde se integran todos mis objetivos y deseos en un todo
unificado en el que cada uno de ellos posee un peso específico.
Para los estoicos, la racionalidad es también una visión del orden. No se trata solo de que la
sabiduría implica poder ver a través de las falsedades de los bienes relacionados con las
pasiones del hombre corriente. El estoico sensato veía la bondad del orden total de las cosas,
y la amaba.

Fernández, A. - El escándalo de la imaginación en filosofía

1. Una imaginación no psico-lógica

Pensar lo histórico-social como un dominio especifico implica inaugurar un campo de


problemas propio; ni tributario de lo económico ni de lo político, pero permanentemente
atravesado por estas dimensiones. Considerar lo imaginario social como el modo propio del
ser en lo histórico-social abre varios problemas simultáneamente, ofreciendo algunas
cuestiones de la tradición filosófica a su elución critica.
• Resituar el lugar de la imaginación como campo de la indagación filosófica.
• Elucidar las lógicas inherentes y especificas con que operan los universos de significaciones
imaginarias sociales.
Desde su perspectiva, las partículas elementales y el campo cósmico, la autoorganización
del ser vivo, el inconsciente y los histórico-social no solo han cuestionada la lógica y la
ontología tradicional reclamando para su tratamiento la cuestión de nuevas matrices de
significación específicas para cada uno. Para poder desplegar sus indagaciones cada uno de
estos campos ha encontrado diversos tipos de dificultades. Cada un campo de saberes y
practicas se inaugura, crea nuevas áreas de visibilidad y enunciabilidad que hacen posible
pensar de otro modo. La apertura para pensar lo imaginario social como modo de ser de lo
histórico-social que inicia Castoriadis se enfrentó al desafío de pensar la imaginación. Implica
una doble advertencia: pensar la imaginación en tanto potencia de invención más allá de
considerarla función psicológica y abrir un campo de problemas que no se regiría por los
ordenamientos lógicos de la razón, del ser determinado. Aquello que no procede de la razón
y del ser determinado históricamente fue asignado a lo infra pensable o bien a lo supra
pensable. Lo indeterminado se entendió como un déficit de la determinación, es decir, un
déficit de ser.
La imaginación radical resiste el orden de las determinaciones. Así, impensable para un ser
de la determinación, queda siempre como alteridad a la razón. Según Castoriadis, la
imaginación es rebelde a la determinación”. En el caso de la dimensión psíquica de la
imaginación radical, aquello que escapaba a la razón fue pensado en posición de defecto con
relación a las funciones mentales de la conciencia que la psicología clásica había tratado. La
imaginación radical fue reducida hasta ese momento a un papel secundario. Esto llevo
posteriormente a Jacques Lacan a decir que el psicoanálisis es tanto campo de saberes y
practicas trabaja con los desechos o descartes de conciencia. Si bien la imaginación radical
opera la psique, no puede reducirse la potencia de invención de la imaginación al
“fantasma”. Tampoco puede pensarse la imaginación como compensación del deseo
insatisfecho. No es una instancia segunda o derivada, sino que será condición del deseo.

2. ¿El pensamiento heredado ha sofocado la imaginación? La decisión ontológica.

Castoriadis puntualiza que en la obra de Aristóteles hay dos momentos muy diferenciados
con respecto al tratamiento de la cuestión de la imaginación. En el primero Aristóteles fija la
doctrina de la imaginación que mantiene sus líneas hasta la actualidad y que otorga a esta
palabra su acepción mas trivial o convencional por la cual se piensa a la imaginación como
remanente de la sensación. Junto a esa idea de “la imaginación como el subproducto de la
sensación”, Aristóteles descubre otra imaginación que guardaría con la anterior solo una
relación de homonimia.
PRIMERA: (surgió después de la segunda). Descubre otra imaginación que guarda con la
otra una relación de homonimia. Esta ha sido ignorada por los trabajos de interpretación y
comentarios posteriores de la obra aristotélica. Optará por traducir fantasma en el sentido de
fantasía, y se refiere a él como obra de imaginación.
SEGUNDA: Más convencional según Castoriadis, en la que se piensa a la imaginación como
remanente de la sensación, eco debilitado y reformado, retención de la imagen que solo
agrega una posibilidad de error. Imaginación como el subproducto de la sensación.

Afirmara que la historia es “imposible e inconcebible” fuera de la imaginación creadora


que él ha denominado imaginación radical. Las significaciones que lo habitan no son ni
mero reflejo de lo percibido, ni simple extensión y sublimación de las tendencias pulsionales.

“El alma nunca piensa sin fantasmas”: es imposible pensar sin imaginación.
“Sofocar la imaginación”: el modo de pensar al ser como ser determinado constituyó la lógica
y la ontología de tal forma de hacer filosofía, así como también estableció una verdadera
decisión ontológica por lo cual aquellos dominios del ser que no toman la forma de ser
determinado no son, son invisibles o no enunciados, pero se consideran de segundo rango o
menor jerarquía.

3. Vigencia del problema: las dimensiones óntica y política de la libertad

Cómo pensar la imaginación es un tema complejo en el cual confluyen cuestiones teóricas,


epistémicas, políticas que han atravesado la historia misma de la filosofía.
Por otra parte, luego de un siglo de la invención o descubrimiento del inconsciente freudiano,
la academia filosófica parece mantener un impedimento en transitar el campo de problemas
que abrió la indagación de la dimensión inconsciente al sujeto moderno, o sea, sujeto
pensante transparente para sí mismo.

A partir de esto el autor Zizek retoma a Castoriadis y coincide con los siguientes puntos:
● Trazar una línea dentro de la filosofía heredada de pensadores (Aristoteles, kant,
hegel, heidegger) que vislumbraron la cuestión radical de la imaginación y luego NO
optaron por transitarla a fondo. El despliegue de las múltiples cuestiones que ella
encierra hubiera permitido ahondar la radicalización de su propio pensamiento.
● Ubicar estratégicamente la importancia del pensamiento kantiano al respecto y la
lectura que realizar Heidegger sobre el. Así mismo, ambos señalan su retroceso frente
al abismo sin fondo abierto por el descubrimiento de la imaginación trascendental.
● Considerar que ha sido el propio Heidegger quien retrocede en un nuevo olvido/
encubrimiento/borradura de la cuestión de la imaginación participando de una
supresión de lo que esta cuestión perturba en toda ontología del ser. Ambos extraen
consecuencias políticas del retroceso heideggeriano ante el abismo de la imaginación.
● Ambos coinciden en la necesidad de que el pensamiento filosófico y político de la
problemática de la imaginación radical incorporen la dimensión inconsciente.
Castoriadis toma estos conceptos desde los aportes freudianos, y zizek desde un
punto de vista lacaniano.

Pensar la imaginación significa también pensar acerca de cuestiones teóricas, epistémicas,


políticas que atravesaron a la filosofía. Según Castoriadis transitar y no retroceder frente al
abismo de la imaginación proporciona el fundamento filosófico de una concepción de la
sociedad basada en actos colectivos de la imaginación histórica. El hombre es un animal
inconscientemente filosófico, que se plantea las cuestiones de la filosofía mucho tiempo antes
de que ella existiese como reflexión explícita, y es un animal poético que proporcionó en lo
imaginario una respuesta a estas cuestiones. Ese sujeto universal idéntico a sí mismo ha
construido al otro siempre como alteridad, extranjería, diferencia. Esto abre la
dimensión filosófica como política de la cuestión de la diferencia. El sujeto trascendental,
escindido metafísicamente del mundo, sólo puede conocer a través de las representaciones
que construye de la realidad. Instituido como sujeto, necesariamente lo que no es sujeto
(objeto) solo puede ser abordado gnoseológicamente mediado por las representaciones. Pero
a partir de los aportes de los autores mencionados (zizek, castoriadis, heidegger) puede
pensarse esta división u ordenamiento de la realidad entre sujeto y objeto, esta escisión
sujeto-mundo, es decir, la “soledad ontológica” del sujeto, no como un ya dado sino producto
de la construcción de la episteme moderna de las sociedades occidentales. Poner en
consideración la radicalidad de la imaginación como colectiva y anónima, implica refundar la
cuestión de la libertad. No se trata de la libertad metafísica ni de la libertad interior, sino de la
libertad política de instruir una nueva sociedad. Desde Castoriadis, la idea de libertad no se
puede separar de las nociones de autonomía, autogestión, democracia directa, etc. Poner en
juego la imaginación socio-histórica, la invención política es pensar una sociedad que puede
auto transformarse en pos de su libertad.

4. Giles Deleuze en la caja de herramientas

Castoriadis plante la relación intrínseca entre el pensamiento identitario, la decisión ontológica


del ser como determinado y la construcción de saberes absolutos. Ha tomado el desafío de
pensar una lógica especifica para ese nuevo dominio de lo histórico-social: la lógica de los
magmas, para pensar en el modo de ser de las significaciones imaginarias. Tanto Castoriadis
como Deleuze reconocen la necesidad de pensar las categorías especificas de aquello que
escapa a la determinación causal: la lógica de los magmas en el primero, la búsqueda de una
razón para lo diverso en el segundo. Ambos localizan la necesidad de crear instrumentos
conceptuales que desmarquen el pensamiento de la identidad y la contradicción. Los filósofos
anteriores a Sócrates concibieron la physis como una determinación del todo, de lo uno, del
ser.

Comparativa:

DELEUZE: Trabaja en un plano filosófico y toma de él el desafío de pensar una diferencia


que no refiera a lo idéntico, una diferencia sin identidad, como multiplicidad, diversidad. Lee
a Lucrecio, donde según él, la filosofía anterior a Epicuro fracasa en pensar la diversidad que
presenta la naturaleza, es decir, no cuenta con categorías para pensar lo diverso como
diverso. Clinamen, es la razón del encuentro entre dos átomos y está ligado a la teoría
epicúrea del tiempo. Determinación original de la dirección del movimiento del átomo. Es
incierto y se produce en un tiempo más pequeño que el mínimo de tiempo continuo pensable.

CASTORIADIS: Intenta crear las categorías que inauguren a un nuevo territorio de indagación
específico, lo histórico-social y dentro de él los imaginarios sociales y sus significaciones
imaginarias sociales Necesita pensar como fue pensada la cuestión de la imaginación en
filosofía. Es necesario pensar una imaginación NO psicológica.

Laín Entralgo - La palabra en la medicina hipocrática

En la segunda mitad del s. VI y la primera del s. IV se constituye en Grecia una doctrina


acerca del empleo terapéutico de la palabra humana. Nace una medicina técnica, fisiológica
y científica. Los hipocráticos. Antecedentes en Georgias, Antifonte y Platón. En el corpus
hipocraticum, el logos significo razón y palabra. El logos es el instrumento supremo del
conocimiento intelectual. Si la mente del hombre es capaz de conocer la realidad, es porque
tiene logos, porque el hombre es por naturaleza un animal dotado de logos.
¿Qué fue y qué significó el logos en el pensamiento y en la práctica de la medicina
hipocrática?
El término logos significa razón y palabra, y, además, que la palabra humana puede ser
expresiva y comunicativa.
1- Aquello por lo que el hombre puede dar razón de la realidad y explicar in mente o exore lo
que las cosas tienen de racionales o al menos de razonables, recibió por los griegos el nombre
de LOGOS. Por lo tanto, podemos decir, que el logos es el instrumento supremo de
conocimiento intelectual. (el hombre es por la naturaleza un animal dotado de logos, y si la
mente o nous del hombre puede conocer es porque lo posee) Aristóteles planteaba que: Si
la realidad puede ser conocida por el hombre es porque el cosmos tiene en su seno una razón
y ordenación, cierto logos.

La génesis de esa medicina científica o fisiológica concurrió en 3 etapas:


1) Empírica: Se acumuló experiencia debido a los prácticos nómadas y sedentarios que
eran capaces de ello.
2) Religiosa: El culto médico a Asclepio estuvo relacionado con la medicina hipocrática
3) Filosófica: El pensamiento presocrático acerca de la phýsis. (instancia configuradora)
Los médicos griegos (disciplinados por el pensamiento de los precursores filosóficos)
fueron los primeros capaces de crear un sistema teórico que pudiera servir de base a
un movimiento científico. Por el contrario, la medicina egipcia no lo logró ya que no
supieron adoptar el punto de vista filosófico.

Doctrina fundamental y general


1- Tomando en cuenta su consistencia, la enfermedad será concebida como un desorden
interno de la realidad y ya no como algo perturbante añadido a la realidad individual del
paciente. Según Alcmeón de Crotona esta idea de desorden se expresa en la medicina
hipocrática bajo la forma de ametría (d de potencias), dyskrasía (d en el flujo de pneuma) y
dysrroia (d en el flujo del pneuma).
2- Desde el punto de vista de su causa, la enfermedad es vista como efecto de una acción
natural anómala y violenta para perturbar el doble equilibrio dinámico (cuerpo-cosmos) en el
cual consiste la salud. La enfermedad será considerada castigo cuando la transgresión del
buen orden de la naturaleza haya sido culpa del paciente.

3- La práctica terapéutica comienza a ser arte o tékhne, en lugar de purificación del enfermo
u operación mágica. El arte desplaza a la magia y el tekhnites de la medicina debe saber que
son el tratamiento y el diagnóstico, que es el hombre, la enfermedad y el remedio. Y se
pensará que sólo mediante la medicina será posible conocer algo acerca de la naturaleza
humana.

4- La physiología presocrática fue el arkhé o principio de la medicina hipocrática en el sentido


del comienzo y el de fundamento. Physis para la medicina hipocrática significa: la naturaleza
del conjunto de todas las cosas y la naturaleza de cada cosa en particular. Lo que para el
griego era unitario, generador, armonioso y divino. En el Corpus Hippocraticum, la realidad
de la Phýsis es unitaria, todo tiene Phýsis y nada se origina sin ella, es también armonía,
causa de armonía, activo y eficaz principio de ordenación. Ni la religiosidad del médico
hipocrático ni muchos pasajes del Corpus podían entenders sin esta condición de la phýsis
5- Constitución de un logos IATRIKÓS o razón médica. La medicina hipocrática resultó de
un ejercicio de logos. El logos cognoscitivo del médico hipocrático tuvo en la phýsis del
hombre sujeto (es la razón natural del hombre la que desvela y declara esa interna
razonabilidad de la phýsis) y objeto (phýsis en sí misma razonable) Es decir, la naturaleza del
cuerpo humano es la realidad a la que se ha de aplicar el logos del médico. Por eso, el médico
sabio que conoce la divina naturaleza y cuando está enferma la ayuda a reconquistar el orden
perdido, es semejante a un Dios. ¿Qué es el logos iatrikós? Es el logos que permite conocer
lo que verdaderamente son la salud y la enfermedad. Así también, habrá un razonamiento
médico que puede ser diagnóstico o terapéutico. Nunca el médico razonará sin tener
presentes los resultados de su observación sensorial. Con favor a este proceso mental, el
médico llega a conocer el orden interno de los síntomas y entiende su diversidad desde un
punto de referencia, lo cuál sería imposible si tal razonamiento no se apoyase sobre una
doctrina científica acerca de la phýsis humana.

II. Los médicos hipocráticos conocen la epode, pero su actitud frente al ensalmo mágico es
de franca y aun violenta repulsa. Hay una psicoterapia verbal de carácter no específico, para
conquistar la confianza del enfermo y sostener su tono psicosomático como condición previa
para la eficacia del tratamiento.
El médico hipocrático: no desconoció la importancia de una psicoterapia general en el
tratamiento de los enfermos, conoció la eficacia de la vida psíquica y supo utilizarla
terapéuticamente, supo emplear la palabra sugestiva como agente psicoterapéutico. Las
explicaciones verbales del médico ante el enfermo cumplían una función más cognoscitiva
que terapéutica. El síntoma está en el alma. El hipocrático comenzó a ser un psicoterapeuta,
pero no suficientemente. Una razón es accidental y táctica: la respuesta de la epode mágica
en nombre de la medicina fisiológica. La otra razón es metódica y sustantiva: la tendencia
a ver y entender somáticamente, las dos caras de la naturaleza del hombre. La medicina
necesita una medida para verificar la exactitud de sus observaciones. Por Hipócrates la
medicina pudo ser ciencia e iniciar con rigor su historia
Unidad 3 - Razón, locura, representación

Contenidos:

- El sujeto en la modernidad
- Razón y sinrazón: el descubrimiento de la locura
- (Problemática de) La representación
- Surgimiento del psicoanálisis: el problema de la representación inconsciente y la pulsión
como “concepto límite”
.

Taylor - fuentes del Yo. CAP 11: La naturaleza interior

Hasta finales del siglo XVIII al sujeto lo caracterizó un individualismo extremo.


Para el sujeto moderno desvinculado, los pensamientos y las valoraciones se ubican en la
mente en un sentido nuevo y mas intenso, porque las mentes ahora son el lugar exclusivo de
dichas realidades, por lo que se pueden llamar “psiquicas”. Esto define una nueva
comprensión donde el sujeto está frente al objeto. En el sentido moderno sujeto y objeto son
entidades separables, o sea, que uno podría existir sin el otro. Para Descartes era posible
que existieran mentes sin cuerpos. (Esta visión de localización es inconcebible en la época
de Aristoteles y su nous, o en la época de Platón y el orden cósmico).

Otra característica de esta nueva localización que encuentra dentro del sujeto lo que antes
existía por fuera e independientemente de él, es la demarcación entre lo físico y lo psíquico.
Los sentimientos melancolicos ahora se encuentran dentro de la mente, y no ligadas a un
asunto físico como podría haberse explicado anteriormente (ejemplo, humores. Bilis negra)

La revolución que produjo la idea moderna de la psique y su potente localización no solo tuvo
que descartar las tradicionales teorías del logos óntico (del ser, dentro del ser. Del ente para
heidegger), sino que también tuvo que socavar y reemplazar la manera popular
profundamente arraigada de comprender la vida humana y su lugar en la naturaleza, la
manera que posibilita la firme creencia en la magia.
Una vez que asumimos este cambio de mentalidad en todo su alcance, se observa que no se
trataba solo de que la magia se desvaneciera ante la llegada de la ciencia. La nueva
desvinculación fue conducida por profundos cambios en el ambito espiritual. EJEMPLO: La
reforma protestante de Martin Lutero.

El declive de la cosmovisión mágica era el reverso de la aparición de un nuevo sentido de


LIBERTAD Y AUTOCONTROL (relacionar con autonomía de Castoriadis). Desde la nueva
perspectiva del yo, el mundo de la magia parecía implicar esclavitud, aprisionamiento del yo
en misteriosas fuerzas externas.

Tanto la desvinculación como la comprensión que ésta posee de la naturaleza de las cosas
que anida en ellas, contribuyó a generar una nueva noción de independencia individual. El
sujeto desvinculado es un sujeto independiente. Fruto de ello es el nuevo atomismo
político que surge en el siglo XVII, como por ejemplo en las teorías de contrato social de
Locke, Grocio, entre o tros. Estas nuevas teorías añaden al anterior contrato social, un
segundo contrato social que lo precede: el contrato de asociación. Es el acuerdo universal
que fundamenta una comunidad política y le confiere el poder de determinar una forma de
gobierno. EL giro entre esas dos clases de contrato refleja un giro en la comprensión de la
situacion moral humana: hasta entonces se daba por sentado que las personas eran
miembros de una comunidad, luego la teoría parte desde el propio individuo, ahora es
menester explicar por el consentimiento previo del individuo lo que significa ser miembro de
una comunidad con poder general de decision. Esto plantea la imagen de un individuo
soberano que no está vincluado por naturaleza a ninguna autoridad. La condición de estar
supeditado a la autoridad es una condición que se debe crear.

¿Qué puede crear esa condición? El consentimiento en primer lugar, el compromiso personal.

Bercherie, P. - Los fundamentos de la clínica. Historia y estructura del


saber psiquiátrico. Introducción y capítulo 1 (Pinel).

Introducción
La Mirada (aunque otras dimensiones perceptivas son allí utilizadas) parece constituir la
metáfora que obsesiona a esta práctica y que transparenta la relación que la estructura; pues
aplicar a otro el modo de observación que habitualmente se reserva a las cosas, a los objetos
de lo real, no deja de plantear algunos problemas. Estos son, por otra parte, los problemas
que volvieron sospechosa a la clínica -durante un lapso de medio siglo, y probablemente a
justo título-de participar en la alienación de aquellos cuyas perturbaciones pretendía describir
exhaustivamente, analizar objetivamente y clasificar racionalmente.
Para que un nuevo marco conceptual se establezca, es necesario, evidentemente, la
acumulación de conocimientos nuevos, fundados en desarrollos diferentes; en este punto, el
desarrollo de la práctica y de la teoría psicoanalítica constituye, sin duda, el comienzo de una
nueva era. Pero, por una parte, el hecho es que en su desarrollo actual, el psicoanálisis,
aunque incuestionablemente ha asumido el relevo de la investigación psicopatológica, está
todavía lejos de poder abarcar el campo inmenso que dominaba, con sorprendente perfección
a su nivel, la clínica clásica.

En segundo lugar en el tiempo pues, como todo saber concreto, la clínica tiene una historia,
un desarrollo marcado por rupturas, por mutaciones, así como por escalones, en el que son
lentamente extendidos, ampliados, aplicados, los conceptos y los métodos nuevos. Otro
fenómeno notable reside en el hecho de que, como se verá, la clínica como método
consciente de sí mismo y sistemático apareció en una fecha precisa y con un autor particular,
Pinel. Poseemos, entonces, el punto de partida, la extensión en el espacio y, como veremos,
el momento de declinación y debilitamiento de ese vasto movimiento.

Capítulo 1: Pinel

El autor plantea que dentro de la vasta gama de alienados mentales, hay que clasificar a las
enfermedades mentales. Construye la primera nosografía acerca de este tema. Pinel fue de
aquellos que constituyeron la clínica médica como observación y análisis sistemático de los
fenómenos perceptibles de la enfermedad; resultado de ello es su Nosografía. “La ciencia no
es más que una lengua bien hecha”.

Recomienda formarse mediante el estudio de la historia natural y la práctica de las


matemáticas en el espíritu de análisis, pues una observación simplemente empírica sigue
siendo intuitiva, no adquiere ningún estatuto en la ciencia, no es acumulativa: debe pasar al
lenguaje, adquirir una estructura enunciable; la clínica debe devenir progresivamente una
lectura, un texto escrito en la "lengua bien hecha" de Condillac. Al mismo tiempo, la clínica
debe crearse un lenguaje, palabras nuevas, de sentido preciso que, a diferencia de las
palabras imprecisas y demasiado sometidas al deslizamiento de sentido de la lengua vulgar,
evocarán inmediatamente los fenómenos que engloban. Por el análisis progresivo, por la
frecuentación asidua del campo de la observación, se constituirá un saber, cada vez más
preciso aunque siempre limitado al campo de los fenómenos.

Pinel considera la alienación mental como una enfermedad en el sentido de las enfermedades
orgánicas, una perturbación de las funciones intelectuales, es decir, de las funciones
superiores del sistema nervioso. Por eso las ubica en la clase de las neurosis, es decir, de
las afecciones del sistema nervioso "sin inflamación ni lesión de estructura", y que por lo tanto
no entran ni en la clase de las flegmasias, ni en la de las hemorragias o las lesiones orgánicas:
son también afecciones sin fiebre. Debe indicarse sin embargo que, tanto para la alienación
mental como para las otras neurosis, cita numerosas causas lesionales junto a alteraciones
idénticas de la función sin lesión perceptible: lo importante es que la lesión no es constante y
que por lo tanto representa un elemento contingente.

La alienación mental forma parte de las neurosis cerebrales, siendo el cerebro el asiento de
la mente; estas neurosis cerebrales son de dos tipos: abolición de la función (afecciones
comatosas), perturbación de la función (vesanias). Las vesanias comprenden la alienación
mental, la locura propiamente dicha y algunas otras "enfermedades mentales" que no hacen
del sujeto un alienado en sentido estricto: la hipocondría, el sonambulismo, la hidrofobia.
Ubicado el lugar y el estatuto de la locura, veamos su estudio concreto. En primer lugar las
grandes clases en las que se reparten las manifestaciones mórbidas: la manía, la melancolía,
la demencia, la idiotez.

Para concluir, comentaremos la posición de Pinel en relación a la anatomía patológica de la


alienación mental. Esta posición está determinada por su desconfianza hacia los sistemas
explicativos. Como reacción contra la opinión más corriente de la época, Pinel rechaza las
teorías que dan cuenta de la locura por un daño material en el cerebro, o más bien
rechaza la extensión a todo caso de locura de algunas constataciones aisladas: las
autopsias que practicó no le mostraron nada constante ni específico; si existían lesiones, ellas
podían deberse a la enfermedad que causó la muerte y no tener ninguna relación con la
locura, le sucedió encontrar lesiones en personas que no habían presentado manifestaciones
delirantes; finalmente, la mayoría de las veces ninguna lesión era perceptible en la locura.
Concluye entonces que es probable que en la inmensa mayoría de los casos (exceptuados
los idiotismos congénitos en los que una malformación cráneo-encefálica le parece
frecuente), la locura está exenta de daño material del cerebro. Esta toma de posición tiene
una primera consecuencia, la de proporcionar a la idea de la curabilidad de la locura una
base teórica: el cerebro no está dañado, la mente solamente está alterada en su
funcionamiento, de donde surge la acción posible del tratamiento moral y la curabilidad
potencial de la locura en una proporción que estima muy elevada, al menos para la manía y
la melancolía no complicada. En la demencia y el idiotismo las curas son raras: el
entendimiento está tan disociado que el sujeto permanece inaccesible a las percepciones
exteriores y, por lo tanto, a las influencias exteriores, éstas son sin embargo, posibles,
especialmente en el idiotismo adquirido, mediante el uso del tratamiento físico estimulante.
Pinel se yergue así contra el dogma de la incurabilidad de la locura, bastante extendido en
esa época, y es esto lo que hace que le otorgue tanta importancia a la "manía" intermitente
que constituye el tema de su primera memoria psiquiátrica (1797); aquella que versa sobre el
tratamiento moral, y no es una coincidencia, es del año siguiente; la intermitencia es, en
efecto, el modelo y la prueba de la curabilidad.

Foucault, M. - Las palabras y las cosas. CAP I: Las meninas


Foucault inicia este libro mediante un erudito y minucioso análisis de la representación en el
célebre cuadro de Velásquez, Las meninas. Este análisis pretende ilustrar la idea de la
multiplicidad de sentidos que adquiere la representación tomando como ejemplo el caso
de Las meninas,pues en este cuadro se puede apreciar, o más bien Foucault nos permite
apreciar, la variedad de representaciones que es posible hallar en la pintura de acuerdo a la
mirada del sujeto observador.

Foucault analiza la mirada del espectador, la del pintor, incluido en su propio cuadro, y la de
los personajes. La mayor parte de este capítulo contiene una exhaustiva descripción del
cuadro en lo que respecta a su composición y a los planos de observación que podría adoptar
un eventual observador. La mirada del pintor, así como la de los personajes y la del
espectador de cuadro son todas limitadas, pues el pintor, Velásquez solo ve el revés de los
personajes, cuyo lado frontal nosotros, como espectadores, observamos. Sin embargo, definir
como lado frontal o revés aquello que miramos depende de cierta ubicación, pues para el
pintor que está retratando aquella escena, está observando no el revés sino el lado frontal,
obviamente, desde su perspectiva. La conjunción de todas las miradas posibles en y desde
el cuadro confluyen en un punto ciego en el que hay algo que oculto para todos los
observadores o, lo que es lo mismo, hay algo que no todos pueden ver: “el espectáculo que
él contempla es dos veces invisible; porque no está representado en el espacio del cuadro y
porque se sitúa justo en este punto ciego, en este recuadro esencial en el que nuestra mirada
se sustrae a nosotros mismos en el momento en que la vemos.”

Este análisis de la representación en la pintura de Velásquez sirve a Foucault para ilustrar la


idea de los límites de la representación que en los capítulos posteriores analizará mediante
otros discursos más ligados al signo lingüístico. El punto ciego en el que confluyen las miradas
del cuadro sirve para explicar una idea que en el siguiente capítulo desarrollará con mayor
profundidad: la representación es una forma de hacer visible lo invisible, pero se trata de un
intento incompleto, pues la realidad no es representable en su totalidad, sino parcialmente:
“la desaparición necesaria de lo que la fundamenta —de aquel a quien se asemeja y de aquel
a cuyos ojos no es sino semejanza. Este sujeto mismo —que es el mismo— ha sido
suprimido. Y libre al fin de esta relación que la encadenaba, la re-presentación puede darse
como pura representación.”

Se propone hacer una arqueología del saber : formas más profundas del
conocimiento/saber. Es un trabajo muy minuicioso sobre la cultura, ya que intenta buscar la
arqueología de las representaciones y del lenguaje. por qué cada cosa se llama así, por qué
el hombre como objeto de estudio, etc.
Busca la episteme de las cosas (épocas, culturas, cambios, etc.) y cómo esos saberes crean
estatutos científicos que están condicionados por la cultura (SIGNIFICACIONES
IMAGINARIAS SOCIALES)

Le Gaufey, G. - El lazo especular. Un estudio transversal de la unidad


imaginaria. Cap 3: La representación, entre imagen y cifrado.

Este autor plantea la diferencia fundamental entre la clínica y el psicoanálisis: el psicoanálisis


no comparte el mismo método con la clínica. El dispositivo psicoanalítico consiste en buscarle
un signo al síntoma (clínica del signo). Es decir, o que representa algo para alguien en
particular. Esto puede o no tener un lugar anatómico. Con la invención del psicoanálisis la
verdad es singular, particular y personal: solo significa eso para esa persona en particular, en
un momento específico, con la posibilidad de ser mutable.
La realidad es exterior al signo, es decir, lo que se manifiesta usa una representación, que es
la forma de expresarse del signo. Ejemplo: representante de un sueño. Mediante la palabra
o lenguaje este se configura siempre que se pueda inscribir con Otro en mi trama psíquica:
estatuto de la palabra.

La representación se apoya en dos metáforas heterogéneas y complementarias: la de la


representación teatral y la de la representación diplomática.
Se diferencian a su vez un sentido I de la palabra “acción de volver presente algo a alguien
mostrando, haciendo saber” (representación teatral generosa en lo atinente a la mirada
ya que se le ofrece sin condiciones) de un sentido II: “acción de volver presente algo o
alguien bajo la forma de un sustituto o recurriendo a un artificio; ese sustituto”
(representación diplomática, sobre lo que no está ahí, lo que no se presenta, lo que se
sustrae a la mirada delegando su lugar a esa “representación” que no tiene otro valor
entonces que el de sustituto, simulacro, artificio, reemplazo).

(COMPLETAR CON SUBTÍTULOS).

LEER CAP 3 PARTE DE FREUD !!!

Freud, S. - Pulsiones y destinos de pulsión

Consideraciones Primeras.
La primera teoría pulsional es presentada en 3 ensayos (1905) en ella formula la frase “las
pulsiones sexuales nacen apuntaladas en las de auto conservación o yoicas para más tarde
desligarse de ellas“ ( apuntalamiento y ruptura ) donde encuentra un placer en el mamar con
fruición, que más tarde se divorcia de la nutrición y empieza a chupetear solo por el simple
placer de hacerlo; por lo tanto no está apuntalado en la auto conservación sino que hay una
ruptura.
En 3 ensayos Freud pensaba que la pulsión necesita cumplir su meta y para lograrlo necesita
de la energía de la libido, la energía psíquica sexual.
En 1904 que es cuando escribe introducción al narcicismo→ Freud descubre que el yo puede
ser su propio objeto de amor (se ama a sí mismo). Hay una aplicación de la primera teoría
pulsional, la cual se refiere a que la libido sólo puede pertenecer a las pulsiones sexuales por
ello tenemos dos pulsiones sexuales una objetal y otra yoica relacionada con el amor propio
(esto irá cambiando a lo largo de la teoría de Freud)

El fin de tener pulsiones sexuales para Freud es la reproducción de la especie y la pulsión de


auto-conservación tiene como fin la conservación de la especie con meta inhibida (ya que
tiene como fin la función de conservar al yo conservación del organismo)

● La pulsión es llamada a veces agencia representante psíquica estas son mociones


pulsionales o mociones psíquicas (agencias de mociones pulsionales) como las
pasiones , deseos, fantasías, emociones etc, cada uno de estos representa al
psiquismo por eso:
● LA PULSIÓN NO PUEDE SER REPRESENTADA SINO ES POR SU
REPRESENTANTE
● Las pulsiones al igual que la libido son generadas en el inconsciente
● Para que la pulsión cumpla su cometido debe estar investida de libido, por eso a la
libido que pertenece a una pulsión se la llama investidura

PULSIONES Y DESTINOS
Pulsión → es un concepto fronterizo entre lo psíquico y lo somático , como un representante
psíquico de los estímulos que vienen de dentro del cuerpo y que están en continuo fluir para
alcanzar el alma (esta definición quiere decir que mitad psíquica mitad anímica porque hay
algo psíquico que se visualiza en lo físico ya que si fuera solo anímico no podríamos verlo ,
representa al psiquismo ( hay una pulsión ) la cual no es racionalmente percibida ya que es
icc y en cuanto a los estímulos que vienen de dentro del cuerpo se refiere a que fueron
generados en el aparato psíquico)
Pulsión ≠estimulo → distingue a la pulsión del estímulo biológico , el cual opera de una vez
y de golpe y genera la cancelación el estímulo ; en cambio la pulsión es activa y parcial porque
no opera de una vez y de golpe y su respuesta no provoca la cancelación. Es activa porque
no descansa y nunca alcanza la meta ( la cancelación de la satisfacción )

Aclarado estos conceptos, y teniendo en cuenta que el aparato psíquico es un esquema


reflejo de carga/descarga el cual es regulado de manera cuantitativa por sensaciones de
placer/displacer, Freud va a ir definiendo 4 elementos que él puede distinguir de la pulsión
(agrega 5to en 1920)

1. Drang: (esfuerzo o empuje ) esto contesta a la pregunta cómo y cuánto actúa la pulsión?
La respuesta es continua y constantemente “es la media de exigencia de trabajo, factor motor,
suma de fuerzas , fragmentado de actividad o tensión
2. Meta: ¿qué quiere la pulsión? es lo menos variable siempre es lo mismo la satisfacción
sexual ( sentir placer ). En 3 ensayos Freud aun hablaba de una meta socialmente esperable
que sería el placer por la unión genital ( el placer por el coito ) pero en este texto plantea algo
distinto: es cualquier cosa que lleve a la búsqueda de placer
3. Objeto: ¿con qué llego a la meta? es lo más variable no hay ninguna pulsión enlazada a
objeto alguno , se puede satisfacer con cualquier cosa
4. Fuente: de dónde parte la pulsión? parte de zonas erógenas o partes del cuerpo
libidinizadas ( somático ) y lo icc ( lo anímico ) o el ellos en la segunda tópica ( solo se fabrican
pulsiones en lo icc o en el ello )

Destinos de la pulsión
Son mecanismos de defensa del yo para protegerse de la pulsiones sexuales que generan
displacer (muchas veces el placer inconsciente choca con exigencias de la conciencia)
El icc quiere satisfacerse y la conciencia solo puede atajar estos destinos , de allí que los
ataja, los envistes de la pulsión que está siempre activa.

Aborda entonces los 4 destinos de pulsión ( que son 4 mecanismos de defensa )


1) Trastorno hacia lo contrario ( se ÷ en 2 )
Es un cambio de meta activa a pasiva. Activa es cuando el sujeto mismo lleva a cabo la acción
para satisfacerse y pasiva significa que de alguna manera la acción es llevada por otro. De
contenido es la mudanza de amor en odio sobre un mismo objeto (amor/odio )
2) Vuelta hacia la persona propia: cambia el objeto ajeno al yo “ una persona que le gusta
pegar en un momento se culpa a si misma “
3) Represión
4) La sublimación: es el cambio de una meta sexual a una no sexual en relación a un fin
socialmente valorado , es la capacidad de ser creativo (lo aborda Lacan)

• Desde las paginas 122 a 125 Freud habla de 2 pares de opuestos que son
SADISMOS /MASOQUISMO y VOYERISMO / EXHIBICIONISMO como ejemplos de los 2
mecanismos de defensa

1) El sadismos / masoquismo es el trastorno hacia lo contrario de la actividad a la pasividad


2) Y el voyerismo exhibicionismo es la vuelta hacia la persona propia

SADISMO o VOYERISMO
A) META : ACTIVA ( BUSCA PEGAR MIRAR )
OBJETO: AQUEL AL QUE LE PEGO Y LO MIRO “EL OTRO “
B) Una manera de frenarlo es el sadismo propio o el voyerismo propio , la meta de la pulsión
es reflexiva , es hacia sí misma busca pegarse o mirar su cuerpo desnudo
Objeto: YO
El mecanismo que utiliza es la vuelta a la persona propia

MASOQUISMO O EXHIBICIONISMO
META : es pasiva. Busca que la realice otro, busca que le peguen que lo miren
Objeto : es aquel al que le pego pero identificándolo conmigo , el yo sádico que fui.
Aquí hay un trastorno hacia lo contrario de la actividad , debido a que el sadismo es originario

Polaridades del amor


El amor es susceptible de 3 posiciones o maneras de amar
1. AMAR/ODIAR. (Es una posición activa) la línea de amar odiar es fina
2. SER AMADO (Es una posición más pasiva)
La forma pasiva de amar, buscar ser amado, es consecuencia del trastorno a lo contrario de
actividad (amar) a pasividad (ser amado).
En esta además hubo VUELTA HACIA LA PERSONA PROPIA, porque la libido que se fue
vuelve. Acá pasa como en el sadismo/masoquismo.
3. LA INDIFERENECIA (Cuando no se ama ni se odia)

Como hay 3 formas de amar plantea que hay 3 posibilidades de la vida anímica.
Polaridades de la vida anímica en relación a los 3 momentos del yo
Hay posibilidades que nos van acompañando durante toda la vida pero si embargo van
variando a lo largo del transcurso de la vida según los momentos que pasa el yo. Estas son:
• Sujeto / objeto
• Placer / displacer
• Activo / pasivo
• Amor indiferente
Amor /odio
Amar para ser amado

Unidad 4: Corporalidades

Contenidos:

-Cuerpo y naturaleza

-La histeria como desafío a y en lo corporal

-El sexo, la mujer, la histeria

-Cuerpo biológico y cuerpo representacional: psicología y psicoanálisis

-Derivas del cuerpo en la posmodernidad

Pommier, G. - Cómo las neurociencias demuestran el psicoanálisis. Cap


24: el retorno de lo físico-matemático al cuerpo en la modernidad.

El autor realiza un recorrido histórico filosófico de la corporalidad.


Desde el principio el cuerpo fue tomado como un lugar sagrado, leído y medido por las
religiones como algo sagrado y el “templo de Dios” para contener las almas. Las religiones
en general consideran al cuerpo como un misterio, si llamamos así al horror sagrado o el
sentimiento de obscenidad que resulta de la angustia de castración. Sacer, el cuerpo presenta
el espejo “ invertido” de lo divino: escapa por principio a lo cognoscible.
Luego comenzó a tener lugar desde la medicina al ser observado, y pasó a ser algo pasivo.
(Cuerpo pasivo, razón activa). Esto continúa así hasta Descartes: separación de cuerpo y
alma, res extensa. El cuerpo como instrumento de trabajo y la física para estudiar al cuerpo
(Koyré, Galileo).
Luego, en la modernidad, el cuerpo se torna como un instrumento de poder.

Federici, S. - Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria.


Capítulo 4, apartado 9: La bruja, la curandera y el nacimiento de la ciencia
moderna.

En este texto se retoma el concepto de acumulación originaria de Marx.

Baja edad media: la burguesía tomó poder para intentar que no haya conflictos entre los
campesinos. Las más revolucionarias eran las mujeres y fueron reprimidas y brutalmente
torturadas.
Proceso de separación entre producción y reproducción: el rol de la mujer quedó ligado al
“trabajo” de la reproducción. Los hombres sólo tenían valor productivo por la producción de
capitales.
En este contexto la mujer quedó enmarcada como ama de casa y surgió un modelo de
feminidad enmarcado en la lucha de clases y este sistema productivo. En esta lucha las
mujeres fueron las protagonistas, a pesar de ser invisibilizadas y calladas.
Durante el feudalismo comienza la gran “caza de brujas”: se buscó la forma de coaccionar de
forma reaccionaria ante ellas para que no se puedan defender ni ser escuchadas. No se
penalizaba la violación de la mujer, se permitía enjuiciar a cualquier mujer que no quiera tener
hijos, se legalizó la prostitución, entre otras “leyes” que perjudicaban a la mujer independiente.
Las curanderas eran consideradas “brujas” y eran perseguidas por la ley.
Esta primera caza de brujas resultó importante para la transformación que se le da al lugar
de la mujer, luego, en la modernidad.
En el siglo XVII da por finalizada la caza de brujas.

No es azarosa la elección de este texto en el programa,ya que lo que da comienzo al


psicoanálisis es el estudio de la mujer, aquello a lo que la medicina no podía acceder. La
histeria, estudiada por Freud, era designada para personas que no cumplían el mandato
social.
Freud decía que la histeria tiene que ver más con un conjunto de representaciones que
derivan en síntomas, que derivan en un cuerpo sintomático; pero que ese cuerpo no es “mi
cuerpo” sino que es un cuerpo que se construye con el otro, que libidiniza a ese cuerpo. Lo
biológico es importante, pero hay también un cuerpo erógeno.

Roudinesco, E. - La batalla de los 100 años. Capítulo 1: De esas causas


genitales.

No hay que hablar de causas genitales en la histeria. Charcot es un pionero en decir que hay
que darle un corte a esta historia médica en relación a la histeria. Descubre que la histeria es
una enfermedad nerviosa que considera hereditaria, y considera que la histeria no es una
simulación, sino que la persona histérica de verdad está padeciendo esos síntomas. También
rechaza que es una enfermedad que viene de los problemas del útero, porque se han
observado mujeres histéricas incluso embarazadas o que gozan de su sexualidad. Así
inaugura también la idea de la existencia de la histeria masculina.
A partir de eso Freud se ve interesado en trabajar estas cuestiones. El comienza a pensar
que hay un saber desvinculado de la consciencia presente en la histerica. Se separa de la
clínica observadora de Hipócrates y funda una clínica basada en la palabra y en la escucha.
El sabio es el que calla y el enfermo es quien toma la palabra y se cura a sí mismo.
Revoluciona y cambia la forma de entender a la medicina: se da una división total. Pero sí
freud considera que aún hay algo en la sexualidad que forma la histeria.

Freud, S. - Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo


de las parálisis motrices orgánicas e histéricas. (1893)
Habla en este texto de “subconsciente”. El encuentra en las histéricas que hay una actividad
subconsciente, y que esa actividad podría llegar a tener una cierta representación (relacionar
con texto de pulsion y sus destinos). Puede diferenciar 2 tipos de parálisis en las histéricas:
la primera es la parálisis motriz (parálisis de proyección). Son afecciones donde cada
músculos podría ser paralizado de forma aislada. Otras son las parálisis cerebrales (parálisis
de representación). Se da una parálisis en la zona periferica de una extremidad y afecta a
esa parte puntual (mano, pie, etc.). Freud se queda con esta última representación, y dice
que las histéricas padecen este tipo de parálisis. No están sufriendo algo orgánico, sino que
de verdad padecen una parálisis. Una histérica NUNCA simula una parálisis de proyección,
solo que no es consciente que le está indicando a su mano que no funcione. Si hay histeria
no tiene que ver con algo orgánico sino con algo representativo. De verdad no mueve su
brazo, pero inconscientemente, ya que la histeria se lo provoca. La parálisis histérica es solo
de algunos miembros, principalmente las extremidades.
Aclarado esto, en verdad no simula esa lesión, sino que existe realmente esa lesión. No tiene
que ver con el sistema nervioso. La histérica, como cualquier mujer, NO conoce el sistema
nervioso (por cuestiones de educación), por lo tanto no podría simular una parálisis. Hay una
representación en su inconsciente que lleva a que ese brazo o esa pierna no se mueva. El
tema está en la representación, qué representa ese brazo o esa pierna para la histérica. Freud
descubre que hay algo afectivo que llevó a esta persona a no poder mover esa extremidad.
Eso afectivo lo llama monto de afecto: es o hace referencia a una cantidad de energia que se
estancó en ese miembro y produjo un trauma. (Lo que en pulsión se llama ESTASIS
LIBIDINAL).

Esta ruptura que provoca Freud insiste en que hay algo de lo femenino que queda inconcluso.
Eso que queda inconcluso tiene que ver con todos los años de torturas sobre la mujer.
Costa, F. y Rodriguez, E. - La vida como información, el cuerpo como
señal de ajuste: los deslizamientos del biopoder en la gubernamentalidad
neoliberal

El texto habla de Foucault y los pensamientos del siglo XX.


Va a tomar palabras de M. Foucault: menciona que en la modernidad el dispositivo que se
genera es el dispositivo de gubernamentalidad. Es un conjunto de prácticas, reflexiones,
técnicas e instrumentos que tienen como blanco la población, que tienen como saber la
economía, y que tienen como forma de aplicación las tecnologías de seguridad. Es la forma
en la que la actualidad ejerce poder sobre todos nosotros. Se vive en un sistema neoliberal
que tiene como característica el mercado, que propone verdades, estilos de vida, redistribuye
recursos, y genera un estilo de vida empresarial.
Foucault analiza esto. Ahora no se habla de sociedad sino de “pequeñas empresas”: el
problema está en la subjetivación, es los tipos de gobiernos que tenemos y en los tipos de
propuestas que producen el malestar y las enfermedades que tenemos en la actualidad
(inseguridad, salud, adicciones, tecnologías). Esto generado por el propio sistema, por una
política neoliberal que nos exige cosas y se nos impone.

Foucault menciona cómo esta gubernamentalidad produce una subjetividad neoliberal: el


primer eje es que si su objetivo es la población, hay un cambio en la información. Todos
actualmente tenemos mucho acceso a información que nos lleva o nos demanda un estilo de
vida individualista (técnicas sobre el yo) (ej, algoritmos de instagram, publicidades).
Otra de las formas de subjetivar es sobre el cuerpo: la imagen corporal, el estilo de cuerpo
que hay que tener. Hay toda una producción sobre la feminidad más que sobre los hombres.
A diferencia de los textos de la caza de brujas donde la mujer debía callar, obedecer y entablar
un rol específico de cuidados, hoy en día la mujer debe ser empoderada, trabajadora, entre
otras características opuestas a las de aquella época.
Hay que producirse para competir en el sistema. Hay que tener buena imagen, buen cuerpo,
etc. Los autores hacen hincapié en la cultura fitness: hay una exigencia sobre el cuerpo,
precisamente más sobre el cuerpo femenino. Se aplica sobre un territorio de poder.

Partimos de la hipótesis de que, así como a mediados del siglo XVIII el concepto de población
motoriza una reorganización de los mecanismos de poder (ante todo, permite desbloquear la
noción de gobierno, lo cual a su vez posibilita articular los mecanismos disciplinarios con los
dispositivos de seguridad para gobernar una población atravesada por infinitas
heterogeneidades), estos mecanismos vuelven a reorganizarse a mediados del siglo XX,
propiciando nuevas formas de subjetivación. Y esto ocurre a partir de varios procesos:
1) La expansión, y la mutación mediático-informacional, de un tipo específico de población:
el público, que tal como lo define Foucault, es "la población considerada desde el punto de
vista de sus opiniones, sus modos de hacer, sus comportamientos, sus hábitos, sus temores,
sus prejuicios, sus exigencias: el conjunto susceptible de sufrir la influencia de la educación,
las campañas, las convicciones"
2) Esta reorganización del poder sobre la vida se vincula también con las transformaciones
del capitalismo industrial en capitalismo financiero y espectacular, donde el cuerpo entra en
otra constelación de operaciones, menos ligada a una organización científica del trabajo para
la modificación de la materia y más vinculada con la creación del cuerpo como imagen y
vehículo de comunicaciones.
3) La emergencia de un nuevo principio de desciframiento de las relaciones sociales y los
comportamientos individuales como es la racionalidad neoliberal, sobre todo en su versión
estadounidense, que extiende el principio de inteligibilidad en comportamientos
tradicionalmente considerados no económicos y hace de la vida un proceso orientado al
incremento del "capital humano". En este sentido se despliegan nuevas estrategias sobre ese
gran terreno en disputa que es el cuerpo; no sólo el cuerpo-máquina y el cuerpo-especie, sino
también sobre el "cuerpo extendido”.
4) Como cuarto proceso, así como Foucault, sobre todo en Seguridad, territorio, población,
había vinculado la constitución de la población como objeto privilegiado de la biopolítica con
el entretejido de la episteme moderna (esto es, que las ciencias humanas son solidarias de
los mecanismos biopolíticos así como de las disciplinas), proponemos pensar la emergencia
de una nueva episteme centrada en la noción científica de información como punto de anclaje
de las relaciones de saber-poder que son necesarias para el despliegue de estas nuevas
formas de subjetivación.

La propuesta es identificar una serie constituida por tres dispositivos que en esta nueva
configuración tienen la tarea de articular antiguas y novedosas anatomo políticas de
normalización de los individuos, así como biopolíticas de regulación de las poblaciones e info-
políticas de ajuste, modelación y programación de los públicos.
Dispositivo de corporalidad
Este nuevo dispositivo se compone de tres líneas de ataque, dirigidas respectivamente a tres
blancos: la dotación informacional-genética, la salud y el fitness, cuyo objeto de conjunto ya
no es el sexo sino el cuerpo extendido que puede ser modelado, operado, corregido e incluso
programado o diseñado técnicamente.
En consonancia con el pasaje de los llamados Estados de Bienestar preponderantemente
biopolíticos a los Estados "mínimos" bio-tanato-políticos (allí donde el capital financiero y
especulador ya no necesita potenciar todos los cuerpos para valorizarse, y por lo tanto crea
las condiciones para que unos se valoricen mientras gestiona malamente o incluso se
abandona el resto), se pasa de un modelo disciplinario bajo la mirada vigilante, donde se
busca inscribir a los cuerpos al aparato productivo y se abandona o desestima a los cuerpos
improductivos, a otro modelo de control-estimulación tecnológicamente mediado y a
distancia (control-estimulación preferentemente desinhibitorio), donde lo que se busca es
que los cuerpos compitan para inscribirse en un doble aparato de producción y consumo
productivo.

Giro biotecnológico
El primer dispositivo informacional-genético tiene que ver con la nueva forma de saber y de
intervención en y sobre los cuerpos pos donde lo que busca ya no es mejorarlo desde afuera,
sino operarlo, moldearlo e incluso diseñarlo o programarlo introduciéndose en él; o bien
creando, fuera de él, zonas de vida incorpórea: embriones, óvulos, órganos, tejidos que ya
no requieren un cuerpo para mantenerse con vida. A partir del desarrollo de las cirugías
(implantes y trasplantes), las biotecnologías, las terapias genéticas y la farmacología psi-
quiátrica, el cuerpo-máquina de la ortopedia y la "toma de conciencia" dejan lugar al cuerpo-
operable o manipulable cuyas funciones pueden ser mejoradas: es un material informado e
intercambiable, que puede ser corregido y reprogramado las veces que sea necesario.
El dispositivo informacional-genético propone dejar atrás la evolución biológica por medio de
selección natural y el cuerpo entra en un nuevo régimen de intercambios semióticos que
implica una reestructuración radical de lo que hasta ahora llamábamos cuerpo.

Salud perfecta
El segundo dispositivo que presiona en la configuración de un nuevo modelo de cuerpo es el
imperativo sanitario, encabezado por un régimen mixto de medicina social concebida como
salud pública (propia del régimen disciplinario) y nueva administración privatizada y
mercantilizada de la propia existencia. En este marco, el cuerpo se convierte en el campo de
operaciones privilegiado de los poderes médico-estatal-empresariales de normalización y
gestión privada de la enfermedad, a la que se define como un mal potencial pero endémico,
y a la que se aborda como error "de programa" o de "transcripción".
Finalmente, hay también resonancias del paradigma biopolítico como justificación de la guerra
de razas: la semántica de la salud como sinónimo de pureza es funcional a una política de
criminalización. El pobre que contagia enfermedades, el sucio que no cuida su higiene (y, por
lo tanto, la salud de todos), el "impuro" que contamina mi vida, aunque sea visualmente, son
percibidos como egoístas sociales que
la sociedad sanitaria buscará combatir. Se trata de aquello que Lucien Sfez denomina "la
utopía de la salud perfecta", y que abarca rasgos que Foucault identificaba ya en el siglo
XVIII: el control de la salud no se limita a los cuerpos sino que afecta al medio ambiente, a
la "atmósfera social":

Fitness o la señal de ajuste


El tercer dispositivo, el de fitness, produce un cuerpo que, al mismo tiempo que es lugar y
condición de intensificación de la experiencia, es también superficie de aparición, o alter ego.
To fit significa en inglés "quedar bien", "encajar", "calzar", "ajustar". Y el fitness responde a
las exigencias del cuerpo para que "encaje” en el nuevo régimen de exhibición
El fantasma de la libertad
Nuestra hipótesis es que el dispositivo fitness permite una gestión diferenciada de las
desigualdades sobre la base de una premisa: los problemas, deseos y necesidades son
universales, pero las respuestas, soluciones y alternativas pueden ser personalizadas o
"customizadas": se es libre de elegir mediante qué práctica se dará cumplimiento a los
"propios" deseos y necesidades. Sale así a la luz la segunda contribución de la noción de
gubernamentalidad que menciona Castro Orellana: el hecho de que permite superar la
dicotomía poder-libertad, transformándola en una relación de mutua dependencia, incluso
mutua exacerbación.

Bleichmar, S. - El psicoanálisis en debate. Diálogos con la historia, el


lenguaje y la biología. Cap. 13: Lugar de lo biológico. Los sistemas
representacionales no pueden reducirse a una materialidad única, pero sí
específica

¿La biología torna obsoleta la práctica psicoanalítica?


Sería absolutamente posible que la biología tornara, desde el punto de vista histórico,
obsoleta la práctica del psicoanálisis en relación con las dominancias del modelo que se
pretende aplicar en la producción de subjetividad. Esto nos interesa poco, porque seguir
conservando el psicoanálisis como forma de práctica sería un nuevo acto de resistencia al
modelo. En realidad, el psicoanálisis se convertiría en eso, si ustedes quieren, junto con otras
formas que siguen planteando la cuestión del 224 sentido como problemática central, ya que
no somos los únicos, aunque, en mi opinión, sea la teoría más acabada desde el punto de
vista epistemológico y desde el punto de vista de su prospectiva. Pero de todos modos lo que
se plantearía es si todo aquello que es del orden del sentido va a ser deconstruido, va a ser
erradicado. En ese caso, entonces, sí se podría decir que la biología torna obsoleta la práctica
del psicoanálisis. Pero sería un problema falso. En realidad, lo que tornaría obsoleta la
práctica del psicoanálisis sería la producción de un nuevo modo de subjetividad, donde no
habría lugar para la singularidad ni para la constitución del sujeto deseante en tanto articulado
por fuera de los marcos de la tecnología. Con lo cual, no sería la biología la que lo desplazaría.
La relación entre psicoanálisis y genética debe ser deconstruida
Acá la pregunta es si esta es una relación a construir o es una relación a deconstruir, tanto la
relación de la psicología con la biología como la relación del psicoanálisis con la genética. Es
indudable que la relación de la psicología con la biología moderna es necesaria.

Comienza hablando sobre psicoanálisis y biología: desde la biología es de donde parte el


psicoanalisis, pero a pesar de todos los descubrimientos de freud, aun queda mucho por
descubrir.
La autora plantea que el psicoanálisis hoy queda “lento”. El psicoanálisis responde a una
demanda de otra época, entonces no es que la práctica psicoanalítica esté obsoleta sino que
hay un debate abierto en relación a los malestares, al rol de la mujer, a la feminidad. El
psicoanálisis no ingresó al mundo del mercado moderno, no se puede comercializar. La
fortaleza del psicoanálisis radica en esto: no se puede medir ni cuantificar, no pudo ser
mercantilizada. El psa también produce subjetividad pero tiene que ver con la idea del sujeto
deseante: un sujeto de deseo más allá de la tecnología y las prácticas del mercado. Desde el
principio Freud abandona esas exigencias que la sociedad le imponía. Desde que Freud
abandona la teoría del trauma se inaugura el lugar de lo simbólico y la representación: aquí
se encuentra un primer punto para plantear. El psicoanálisis va en otro campo que no es lo
biológico ni la determinación social, tiene que ver con el campo de lo singular. La relacion de
lo simbólico crea constantemente. La pulsión nunca está localizada en una sola cosa. El
psicoanálisis le da lugar a saber lo que quiere a la pulsión, no le impone lo que él quiere. No
responde a la SIS de una sociedad sino que busca el imaginario radical: todo el tiempo
nuestra pulsión busca algo más allá, algo más propio que no tiene nada que ver con las
exigencias sociales. Obviamente van a entrar en conflicto con estas exigencias, pero no
responden a ellas.
(No confundir pulsion con deseo. El deseo puede ser impuesto, la pulsion es propiamente de
uno). Lo importante es encontrar el cauce de la pulsion a traves del psicoanalisis.

Unidad 5 - Psicología y psicoanálisis en Argentina

Contenidos:

-Positivismo y antipositivismo en los orígenes de la psicología Argentina

-Conformación del Campo de Salud Mental (1950-1960)

-Pregnancia del psicoanálisis en la constitución del/la profesional psicólogx

-Conflictividad política y práctica profesional


Vezzeti, H. - El nacimiento de la psicología en Argentina

La constitución del campo de ideas y de pensamiento de la disciplina psicológica en Argentina


aparece como un área casi no investigada. Las circunstancias “traumáticas” vividas por las
universidades de psicología en los últimos treinta años no resultan ajenas a estas ausencias.
Aunque esto no es lo único que hay que tener en cuenta, sino que hay que observar también
las relaciones problemáticas que el moderno “dispositivo psi” ha mantenido con sus diversos
pasados.
Otro problema a tener en cuenta, además de la poca investigación que se le ha dado a la
disciplina psicológica, son los límites que deciden qué debe y que no debe investigar la
psicología.
El trabajo de Vezzetti eligió comenzar por la seleccion e introduccion de un “corpus”
delimitado por la intersección entre psicología y positivismo.
El ideario positivista en Argentina se integra a una cruzada de secularización renovadora de
las ideas y valores tradicionales. Entonces, una primera condición de la constitución de un
pensamiento psicológico es la afirmación de un sujeto natural y social, objetivado según los
fundamentos de la ciencia determinista.

EL positivismo es también una cosmovisión y un programa de acción que se asume como


fundacional también en el terreno de las instituciones de la vida social. Alejada de un modelo
de ciencia descriptiva y contemplativa, la disciplina psicológica nace antes como práctica y
constituye su discurso y sus objetos en el cruce entre pensamiento e institución.
En Argentina se va a hablar de psicología en un contexto y momento específico, no tan ligado
a lo político sino las cs naturales. El contexto es la llegada de los inmigrantes, que provoca
una invención de la psicología en argentina creando una disciplina independiente a partir de
ir separando la psicología de las cátedras de filosofía. A raíz de esto surgen algunas
dificultades como por ejemplo la del campo de la psicología, la variedad de psicologías que
existen. Esa variedad intenta responder a una problemática en particular, de distintas
maneras. Esa problemática radica en cómo crear unidad nacional, una problemática del
Estado.
Periodo moderno con la llegada de los inmigrantes la emergencia del Estado era crear unidad
nacional entre todos los ciudadanos con sus respectivas culturas y diferencias.

Además, Argentina era vista como el granero del mundo; entonces se pensó que como estaba
bien vista iban a llegar a nuestro país grandes pensadores como ocurrió en EE.UU., pero por
el contrario llegaron inmigrantes trabajadores y pobres que venían a trabajar la tierra.
Esto fue tomado por Sarmiento como una alarma, en el sentido de la necesidad de educar a
todas estas personas.
Estos inmigrantes fueron tomados como un cuerpo social enfermo (Ramos Mejía).
Entonces lo social va a requerir de una psicología que normalice, que ayude a gobernar, que
busque el ideal de nacion, que homogenice la identidad nacional. Entonces la psicología va
a ser creada como una herramienta de Estado.
Para el ideal de nación se crean 3 leyes importantes: 1) La ley de laicización. Ley del registro
civil, unificar apellidos, saber quién habita el país. 2) Ley 1420: primera ley nacional de
educación. Promueve educación laica, gratuita y obligatoria 3) Servicio militar obligatorio solo
para los varones

Terán, O. - Historia de las ideas en Argentina. Lección 5 (El positivismo:


José ramos mejías y José ingenieros) y Lección 6 (El movimiento
modernista).

Hay 4 autores importantes en el contexto de los 80”: Ramos mejia, Agustin alvarez, Octavio
Bunge y José ingenieros.
Ramos Mejía: 1849-1914. Era médico y creó la asistencia pública, la medicina pública.
Estaba a cargo del depto. de higiene en la Nación y era profesor universitario. También logra
crear el depto. de educación.
Para este autor los inmigrantes se presentaban como un “fenómeno morboso” porque la
mayoría de las personas de nuestro país, más del 50% de la población, era extranjera. Eran
individuos sin nombre, con su propia moral, con sus propias costumbres e identidad. No los
consideraba humanos: entonces, para poder normalizarlos, él pensaba que se debería crear
una psicología que sea una psicología social que trabaje y que aborde lo social desde la
medicalización. Entonces fenómenos como alimentación, higiene, fisiología, genética, raza,
etc. tenían que trabajar y revertir en los inmigrantes para que fueran “normales”.
Escribe varios textos (la muchedumbre argentina, la locura en argentina) hablando de este
fenómeno morboso y discute el fenómeno de masas con muchos autores extranjeros como
Le Bon. Le Bon se dedica a estudiar el fenómeno de masas: para él la masa era una
muchedumbre que actúa por sugestión. Para Le bon la muchedumbre está unida por esta
sugestión pero es vaga, se forma, se sugestiona y se termina. En cambio, para Ramos Mejía
no hay un fenómeno de sugestión y luego se vuelve a la normalidad, sino que este fenómeno
de la sugestión queda interiorizado en las personas y lo toman como algo propio y hace que
nunca pensemos con la cabeza, sino que pensemos con el estómago. Esto no quiere decir
que Ramos mejia esté en contra de los inmigrantes porque sabe que son importantes para el
país, solo que no llegan los que él querría (como los pensadores o profesionales) por eso
había que “normalizarlos”.
Lo que propone Ramos Mejía cuando asume como secretario de educación es normalizar a
la muchedumbre educandolos. Esto produciría un pasaje filogenético, que algo va a cambiar
en los genes a partir de la educación. La educación sería el arma para nacionalizar a los
inmigrantes.
Además, sostiene que los inmigrantes deberían “cruzarse” con los nativos para formar la
verdadera clase argentina.

Agustín Alvarez: 1857-1914. Era director de la UNLP. Cree también en el valor de la


educación laica y gratuita, en condiciones liberales (producto de la época liberal) pero tiene
otro enfoque educacional: para él la educación no se logra metiendo información dentro de la
gente, sino que la educación tiene que formar parte de un proceso natural. Entonces propone
educarnos en las buenas costumbres, en la moral, en los valores, en el ideal de nación.
También está a favor de la inmigración y de una educación para ellos.
Mediante esa educación en la moral se lograría un proyecto nacional: un conjunto de leyes
y valores que nos incluya a todos.

Diferencias con ramos mejia: educacion ortodoxa ramos mejia - educacion en la moral de
alvarez. La educacion es importante para ambos pero la de alvarez tiene el proposito de
generar un proyecto nacional mas etico que el de ramos mejia.

El texto menciona algunas fechas importantes:


-1821: se crea la escuela de medicina con Alcorta.ie de desmanicomialización que lo
proyecta y lo pone a funcionar Pichon Riviere. Alcorta Alcorta toma ideas de Pinel: propone
abrir los manicomios (asilos). Propone una espec considera que estas facultades de medicina
tienen que tener ciertos valores en relación al enfermo; el enfermo puede recibir salud mental.
No toda persona que tiene una enfermedad mental es un “loco”.
-1822: las cátedras de filosofía comienzan a dar cursos de psicología. En 1901 se da el
primer curso de psicología experimental.
-1908: se crea la sociedad de psicología en Buenos Aires.
-1929: se crea un proyecto llamado “la liga de la salud mental”: se empieza a hablar de salud
mental en nuestro país.
-1873: se crea el hospicio de las mercedes. “El borda”. El primer manicomio que existió en
Argentina. Pichon Riviere lo va a revolucionar con las ideas de Lacan y Melanie Klein.

Octavio Bunge: 1875-1918. Positivista, biologicista. Propone “sacar los males a la gente”
con una especie de psicología psico-biológica. Escribe varios libros (nuestra america, un
ensayo de psicologia social) y propone que la organización política de un pueblo es producto
de su psicología y su sociología. Por esto, debe haber una mirada positivista, biológica y
experimental en la psicología. Relaciona lo bio-psico-social. Hace un diagnóstico a la
sociedad argentina: la pereza. Hay una pereza económica y una pereza psicofisiológica. Para
él todos los mestizos son perezosos. Nos compara todo el tiempo con la sociedad
norteamericana, un modelo a seguir.
Dice que cualquier mestizo físico es también mestizo moral. Postula una especie de triángulo:
la pereza, la tristeza y la arrogancia son los culpables de los fracasos políticos de Argentina.
Habla de una decadencia colectiva y la psicología vendría a elaborar un campo específico
que se basa en la introspección pero que tiene que tener en cuenta la política, la historia, la
sociología, la economía, etc. Una psicología que plantee todo este abanico de posibilidades
vendría a “combatir” la ignorancia mestiza y quedarían solo los más aptos.
Habla de 3 grados de psicología: trascendental, racional y fisiopsicología.

José Ingenieros: 1877-1925. (El hombre mediocre, el hombre inferior) Tiene una mirada
marxista y va a proponer una teoría bio-economicista. En esta teoría va a reflejar una lectura
sociológica. Presenta una organización social biológica a partir de los distintos desarrollos
económicos y la psicología viene a ayudar a esos desarrollos. “Según qué pereza criolla
tengas, será cómo te ayudará la psicología”. Hay una bajada de línea de que la psicología
debe ayudar a crear la nación.
Estas cuestiones sociales que demandan una emergencia vienen a intentar unificar el ideal
de nación, unificarnos como país.
También habla de la masa, y dice que la masa sólo puede hacer florecer rasgos que ya
tenemos las personas; acá también presenta una diferencia con Alvarez y Mejia.
Habla del amor, la sexualidad, la familia, Freud.
En estos momentos hay grandes desarrollos: en los momentos donde Ingenieros comienza
a hablar de una psicología del amor, en 1910 se crea la asociación psicoanalítica en Viena y
en 1942 la APA: Asociación psicoanalítica argentina. Esto cambia el rumbo de la psicología:
la psicología va a ser creada en la APA por Pichón Riviere y su esposa, y dos psicólogos
más. Priman las ideologías de Pichon Riviere y Moscovici.

Carpintero, E. y Vainer, A. - Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud


Mental en la Argentina de los ´60 y los ´70.
Tomo I, cap I: El progreso comienza a llamarse el campo de la Salud Mental y
Cap. III: Psicología: Una carrera que organizaron los alumnos
Tomo II, Cap I: Los Trabajadores de la Salud Mental

TOMO I CAP I
1.Golpe a golpe, verso a verso
El período que abordaremos se caracterizó por la permanencia de una crisis que se
manifestaba en todos los órdenes: político, económico, social y cultural. Todos los
protagonistas de esta historia vivieron con mayor omenor intensidad situaciones
problemáticas y explosivas ya que tuvieron lugar una serie de golpes de estado, alzamientos
civiles, huelgas, secuestros y asesinatos políticos.
El 19 de septiembre de 1955 el general Franklin Lucero leyó por radio la renuncia del entonces
presidente de la República, General Juan Domingo Perón.
Asumió la presidencia el general Pedro Eugenio Aramburu.
El régimen del general Aramburu y su ministro de Industria Alvaro Alsogaray se orientó a
insertar la economía nacional dentro de las nuevas condiciones generadas por el capitalismo
a nivel internacional: hubo sucesivas devaluaciones y la adhesión a los convenios de Bretton
Woods, que convirtieron al país en miembro del Fondo Monetario Internacional.
La clase obrera y las masas populares, aunque abandonadas por la conducción del
Justicialismo, iniciaron una experiencia de resistencia clandestina. El 9 de junio de 1956 se
produjo el levantamiento del general Valle. La represión se extendió a sectores civiles. En
Lanús, lugar donde transcurrirá parte de esta historia, fueron ejecutadas 18 personas por
haber intentado asaltar una comisaría. En los basurales de José León Suárez fueron fusilados
varios inocentes que nada tenían que ver. La opinión pública tuvo conocimiento de estos
hechos sólo mucho tiempo después
2. Las transformaciones en la vida cotidiana de la década del ‘50 y principios de los ‘60
A mediados de la década del ‘50 se aceleró un proceso de cambios significativos en la vida
cotidiana. La incorporación de la Argentina en el desarrollo de transformación capitalista a
nivel mundial hizo sucumbir los usos, modos y costumbres que aún quedaban de principios
de siglo. Estos se caracterizaban por el uso en los hombres de cuello duro, la corbata y el
sombrero, que todavía predominaba. Las mujeres apenas se atrevían a mostrar las rodillas.
Los niños eran los únicos que usaban pantalones cortos y el cambio por los “largos” constituía
una ceremonia de iniciación en la edad adulta. El medio de transporte más usado era el
tranvía y con él competían el subte, los colectivos, los ómnibus y los recientemente
estrenados trolebuses. Los escasos autos eran usados en gran cantidad como taxis. El barrio
era el espacio social privilegiado. Este, como plantea Juan José Sebreli en Buenos Aires, vida
cotidiana y alienación, delimita claramente las diferentes clases sociales.
El hogar -en especial en los sectores medios- constituía el refugio que aseguraba la intimidad
y el aislamiento. Los objetos de la casa, en especial la radio y la televisión, se transformaron
en el espejo de una supuesta felicidad.
“Por una parte, contra todos los disconformismos, sostiene una actitud optimista del mundo,
una imagen del hom bre generoso, hermoso, heroico por naturaleza, difundida por los
discursos edificantes, las oraciones funerales, las ceremonias conmemorativas, los artículos
de fondo de los periódicos parroquiales, los films con final feliz, las novelas rosas y blancas
con moralejas, las glosas de radio y televisión, los reglamentos de boys-scouts, los sanos
consejos de los maestros de escuela, los ideales de los apóstoles de las sociedades de
fomento y centros teosóficos y libertarios, todos los lugares comunes, en fin, de la sensiblería
pequeño burguesa.
“Pero, por otra parte, y al mismo tiempo, sostiene una concepción naturalista, desilusionada,
pesimista, escéptica-según la cual ‘la naturaleza’ humana no cambia-, una imagen del hom
bre pequeño, egoísta, mezquina, tal como se ve a través de la ‘sabiduría popular’, las charlas
de café de los hombres ‘experimentados’... La ‘tristeza’, la ‘indiferencia’, el ‘fatalismo’ -con
sus típicas expresiones porteñas: ‘no te metás’, ‘ir tirando’, ‘agachá el lomo’, ‘dejarse llevar’,
‘total para qué’, ‘qué se la va hacer’- instituidas por apresurados intérpretes, en esencia,
facultades o propiedades inherentes al ‘alma nacional’, no son al fin sino las reacciones
psicológicas de una determinada clase social en una determinada circunstancia histórica.”.
Esta característica se correspondía con un “moralismo” no exento de contradicciones, en el
cual los tabúes sexuales provocan frustraciones y prejuicios. Mientras se predicaba la
fidelidad conyugal se deseaba secretamente a la mujer del otro y se ridiculiza al “marido
cornudo”.
Esta situación de relativa tranquilidad se fue resquebrajando con las sucesivas crisis
económicas y políticas y la aparición de nuevos valores que empezaron a ser incorporados
por sectores de la juventud.
La mujer empezaba a tener mayor inserción en la vida laboral, profesional y política. Situación
ésta que había comenzado con el voto femenino obligatorio en 1947. Esto determinó una
explosión de la matrícula universitaria, en especial en las carreras humanísticas, tema que
veremos más adelante. La difusión adquirida por las píldoras anticonceptivas permitió que la
mujer controlara su propia fecundidad posibilitándole el control de su propio cuerpo.
Con la caída del peronismo, la clase obrera siguió viviendo la ilusión de su integración a la
sociedad fascinándose con el nylon, la motoneta, el rock y el twist. No rechazaban la
sociedad, por el contrario, querían integrarse a ella. La crisis de principios de los ‘60, con la
congelación de salarios, la desocupación masiva y el alza del costo de vida revelaron la
distancia entre sus ilusiones y la realidad. La pauperización de los sectores medios llevó a
que una parte se inclinara hacia el fascismo, mientras otro sector se volcó hacia la izquierda.
Se reunían pequeños grupos de intelectuales en los bares de la calle Viamonte, cerca de la
facultad de Filosofía y Letras, donde muchos estudiaban en las nuevas carreras de Sociología
y Psicología. Ellos fueron el público de las mesas redondas, los teatros independientes, los
ciclos de cine en el Lorraine y los admiradores de la música de Astor Piazzolla. Se
constituyeron en la primera generación universitaria que rompió con la tradición liberal. El
frondizismo -al cual adhirieron en sus primeros tiempos- permitió liberar una capacidad
creativa, social y política que estaba contenida en la época peronista. No faltó mucho tiempo
para que se dieran cuenta de que la “traición” de Frondizi era el resultado de que sus
expectativas se basaban en ilusiones que no se correspondían con la realidad.
3.La salud mental antes de la Salud Mental
Previo a la difusión de los abordajes terapéuticos que se produjeron en los ‘60, los argentinos
tenían una idea difusa acerca de la enferm edad mental. Los cambios políticos y las
transformaciones en la vida cotidiana modificaron cualitativamente las ideas y las prácticas.
Es necesario partir del imaginario social de esa época para poder dimensionar la magnitud
de las transformaciones que analizaremos a lo largo de este libro.
La imagen popular de lo que era “enfermedad mental” difería notoriamente de la concepción
vigente entre los profesionales del momento. Unicamente mencionaban a las psicosis más
violentas y bizarras. Sin embargo, definían como inmoralidad o delitos a toda una gama de
patologías que se consideran psiquiátricas. El nivel de prejuicio desembocó en que a 62 de
cada 100 personas les desagradaría tener como vecino a un ex enfermo mental. Y que una
de cada dos consideró que era una desgracia contar con un enfermo mental en la familia, y
que debía guardarse en secreto. Esto nos adelanta el largo camino que deberían recorrer los
profesionales para un abordaje comunitario de la salud mental. La población en su mayoría
desconocía a los psiquiatras. En ese momento, los psiquiatras eran los únicos profesionales
en la salud mental.
Los autores concluían su investigación con el cruce entre prejuicios acerca de la enfermedad
mental y actitudes conservadoras: “Todo lo cual parecería indicar que para las personas de
actitud básicamente conservadora la misión primordial del ser humano es adaptarse al orden
social imperante, y cualquier incapacidad para adaptarse constituye -a los ojos de los
autoritarios- una prueba, o en todo caso una presunción, de inmoralidad deliberada o
incapacidad constitucional más bien que de trastornos en la salud mental. Por lo cual la
psiquiatría resulta para esas personas básicamente conservadoras una especialidad más
bien punitiva que terapéutica, y en todo caso misteriosa.” Esta era la radiografía de la
población. A continuación veremos brevemente el camino de la psiquiatría en la Argentina
hasta 1957.
4. El Instituto Nacional de Salud Mental: una creación para los psiquiatras
1957 fue un año que transformó cualitativamente lo que llamamos el campo de la Salud
Mental en la Argentina. Un hecho fundamental fue la creación del Instituto Nacional de Salud
Mental (INSM), que no solamente dispuso una política activa por parte del Estado en los
problemas de la Salud Mental, sino que nominó oficialmente de otra forma lo que hasta ese
momento era dominio de la Psiquiatría. Este pasaje de la Psiquiatría a la Salud Mental marcó
un hito y estaba en consonancia con lo que sucedía en el mundo. Este cambio cualitativo
rompió el paradigma psiquiátrico reinante hasta entonces en la Argentina.
Dos características esenciales en la configuración actual en Salud Mental son: la caída de la
psiquiatría como disciplina totalizadora, con la multiplicación de respuestas preventivo-
asistenciales y una reformulación de las relaciones con la medicina, sus valores, su
organización y sus modelos de atención.
La Argentina tenía consolidado un defectuoso sistema manicomial para ese entonces. El
primer circuito psiquiátrico en nuestro país contaba con la psiquiatría, sus instituciones, la
medicina legal y el poder judicial. Entre 1880 y 1910 se había afirmado un dispositivo
psiquiátrico siguiendo al positivismo y a la psiquiatría francesa, el denominado “alienismo".
En las siguientes décadas se produjo una transición que fue desnudando los límites de las
políticas de alienistas e higienistas debido a la indigencia estructural, propia de la lógica
manicomial; y por la insuficiencia crónica de recursos, que llevó a la creación de otras
instituciones para atender las enfermedades mentales siguiendo dos lógicas diferentes. Por
un lado, instituciones basadas en la solidaridad, tales como las Sociedades de Socorros
Mutuos, Mutuales y Asociaciones de Colectividades. Un ejemplo fue el trabajo de José
Ingenieros, quien atendía gratuitamente enfermedades nerviosas en su consultorio particular
y en el local del Centro Socialista Femenino.
Estas nuevas instituciones de asistencia social de grupos vulnerables fueron paralelas a las
ofertas de los primeros servicios de internación psiquiátrica privada: los Institutos
Frenopáticos.
En la década del ‘40 se afianzó el Estado de Bienestar en la Argentina, de característica
populista, mediante el surgimiento y consolidación del peronismo. Su propuesta implicaba la
activa realización por parte del Estado de políticas sociales, mediante la centralización
administrativa y una política corporativa de alianza entre el capital y el trabajo. Este fue
sostenido por la incorporación de nuevas fuerzas, como las sindicales, que llevaban adelante
políticas sociales en beneficio de sus afiliados. Estas transformaciones fueron acompañadas
por la creación del Ministerio de Salud y Trabajo.
En Salud Mental, Carrillo intentó dar soluciones materiales a problemas tales como la falta de
capacidad hospitalaria y de coordinación entre distintas jurisdicciones responsables del
tratamiento de la locura. Así se reformaron e inauguraron nuevos lugares de atención, tales
como los nuevos Hospicios construidos por pabellones. La tarea en la organización de los
Hospitales Psiquiátricos se basaba en su particular clasificación de las enfermedades
mentales. Carrillo promovió lo que denominaba una psiquiatría preventiva antes que la
psiquiatría de los “estados terminales”. Para ello propuso una nomenclatura uniforme de las
enfermedades mentales y un sistema funcional de los Hospitales Psiquiátricos.

TOMO I CAP III


1. Los intelectuales y la importancia de la izquierda durante la década del ´60.
Cuatro particularidades que definieron la intelectualidad de esta época:
1- La necesidad de reinterpretar el peronismo
2- La influencia del existencialismo sartreano que permitió pensar las relaciones entre teoría
y política.
3- El auge que comenzó a tener la cultura marxista.
4- La influencia que ejerció la Revolución Cubana.
Durante el gobierno de Perón la Universidad estuvo en manos de sectores católicos
conservadores que llevaron adelante una actitud represiva contra los estudiantes opositores,
redujeron la participación estudiantil del gobierno de la Universidad y expulsaron a numerosos
profesores. Esta situación condujo a que la antinomia peronismo-antiperonismo uniera a
intelectuales liberales y de izquierda representados en esa época, fundamentalmente, por el
partido comunista. Los locales del partido comunista no se usaban en esa época, porque si
bien el PC era legal, la política de Perón era enviar, de vez en cuando, matones que
ametrallaban sus locales. El 23 de septiembre triunfó el golpe y Perón se exilió. El golpe de
1955 produjo una recomposición de la unión contra Perón. Mientras que los intelectuales
liberales, agrupados particularmente alrededor de la revista Sur, (dirigida por Victoria
Ocampo) potenciaron su rechazo por el peronismo; desde la izquierda se comenzó a tratar
de entender el fenómeno peronista a partir del rechazo que producía en los sectores de poder.
Esta necesidad surgía en tanto la democracia que se instaló a partir de la llamada Revolución
Libertadora fue una ilusión sostenida en la proscripción y la amenaza constante del poder
militar. El grupo intelectual que llevó adelante esta tarea se nucleó alrededor de la revista
Contorno, que inauguró una nueva manera de leer la realidad social a través de la crítica
cultural. En sus dos últimos números desarrollaron una consideración crítica al antiperonismo
y una reconsideración de las ilusiones depositadas en el gobierno de Arturo Frondizi. En sus
textos no se planteaba una adhesión al peronismo, sino cómo interpretarlo para establecer
un punto de encuentro que permitiera transformar las condiciones sociales. Significaba
apropiárselo en un sentido revolucionario, opuesto al sentido reaccionario que había tenido
anteriormente. Las diferentes perspectivas teóricas y políticas de este grupo tenían en común
una crítica al pensamiento académico y a una izquierda representada por el Partido
Comunista.

León Rozitchner fue uno de los introductores, dentro del grupo, de una nueva lectura de Marx.
Volvía de completar sus estudios superiores de filosofía en Paris. Allí vivió en un mundo
cultural determinado por los debates entre marxismo, existencialismo y estructuralismo.
Oscar Massota, Carlos Correa y Juan José Sebreli, siguieron las perspectivas políticas e
intelectuales de la revista de Sartre Les Temps Modernes, aunque luego tomarían caminos
diferentes.
Después de “Contorno” podemos señalar dos revistas: “El grillo de papel” y “Escarabajo de
oro”, ambas dirigidas por Abelardo Castillo; en ellas encontramos tanto al marxismo sartreano
como la fascinación que había producido en Latinoamérica la Revolución Cubana. Las
revistas acompañaban el movimiento intelectual de la llamada “nueva izquierda” de diferentes
campos teóricos y culturales.
A lo largo de este periodo la necesidad de reinterpretar el peronismo encontró a muchos
intelectuales como Rodolfo Puigross y Abelardo Ramos criticando el pasado de la izquierda
que no supo entender “en qué lugar estaba el pueblo”. Para ellos la izquierda debía estar
junto al pueblo, y al ser este, en su mayoría peronista, debía acercarse a ese amplio
movimiento. Por otro lado, otro sector creía en la necesidad de fundar una nueva izquierda
sobre la base de un “nacionalismo revolucionario y socialista”. Sus críticas se centraban en
el academicismo universitario que era considerado cientificista; en el “reformismo”
representado por el Partido Comunista; y en el “populismo” expresado en aquellos que
interpretaban a peronismo desde la izquierda.
En el interior del Partido Comunista se produjeron polémicas que terminaron en rupturas: este
es un periodo de viraje del peronismo hacia la izquierda; en toda la sociedad y el mundo había
un viraje hacia ella.
En un proceso de dos años se fragmentaron y perdieron los lugares donde tenía verdadera
influencia política. La fractura fue en 1967, coincidente con la muerte del Che Guevara. Había
un grupo que toma una posición izquierdista revolucionaria. La idea fundamental era que el
capitalismo se iba a pudrir, que la gente estaba engañada porque el capitalismo se sostenía
aun, pero que en tanto se armara un grupo fuerte ideológica y políticamente, planteara
banderas muy claras en cuanto a lo que se definía como revolución de liberación social y
nacional las masas iban a terminar viniendo a ese faro y entonces iba a ir para adelante.
Alrededor de eso se organizó todo un grupo bastante fuerte durante un tiempo pero que,
como los comunistas estaban habituados a funcionar siempre con una referencia
internacional, luego se definieron adhiriendo al maoísmo.
Por otro lado, un grupo de jóvenes se agruparon alrededor de la revista “Pasado y Presente”,
desde donde convocaron a otros intelectuales. Esta revista iba a convertirse en un paradigma
de la nueva izquierda, en especial por la difusión de importantes textos, no solo de autores
nacionales sino internacionales. La referencia a Antonio Gramsci, ese político intelectual
italiano que intento renovar las viejas estructura del Partido Comunista Italiano con nuevos
aportes teóricos, se constituía en una relación de principios. En estos optimistas años 60 la
idea de la revolución era inevitable, constituía el imaginario de la época. No se discutía si era
o no posible, sino la forma en que se iba a realizar. Luego de la decepción que trajo “la traición
de Frondizi” y con los sucesivos golpes militares que llevaban una política represiva a todos
los ámbitos de la sociedad, la democracia era inexistente como forma de gobierno, y se instaló
la violencia como un elemento normal de la lucha política. Los sectores conservadores y
liberales no solo comenzaron a tolerar la violencia de los diferentes gobiernos, sino que la
incitaban para que el estado ejerciera represión contra cualquier movilización y protesta
popular; la tortura fue usada sistemáticamente desde el año 30 por parte del Estado contra
los presos comunes y políticos. Sin embargo, nunca hubo ninguna crítica de la derecha
conservadora asociada a los gobiernos de turno. La revolución era imaginada por la nueva
izquierda fundamentalmente como un proceso de incontenible ascenso de masas y con un
desemboque violento ante la resistencia de las clases dominantes donde el recurso de la
crítica de las armas se diluía en el ancho espectáculo de la violencia popular.
Esto no significaba que la lucha armada no se abriera camino en las polémicas de la nueva
izquierda, pero es también indudable que estos discursos circulaban básicamente dentro del
campo del “arma de la crítica”: fueron el golpe de estado de 1966 y su ataque a los sectores
y aspectos progresistas de la cultura argentina los que construyeron un nuevo campo de
problematicidad acerca de las relaciones entre intelectuales, política y violencia, sobre el cual
la tematización de la vía armada recién entonces alcanzaría un nivel de pertinencia hasta
entonces insospechado.

Esta situación nos lleva a la problemática que se va a desarrollar en la década del 70.
2. En Rosario de inicia la formación de una nueva profesión: el psicólogo.
Comienza desde principios de los años ´50 un movimiento en la psiquiatría para sacarla del
ámbito exclusivamente médico. Las cátedras de Gonzalo Bosch y Lanfranco Ciampi difundían
un conjunto de conceptos médicos, sociológicos y psicológicos que tomaban como eje la
prevención de la Salud Mental.
Esta ideología de trabajo estaba basada en la Higiene Mental, lo que permitía el
reconocimiento de especialistas no médicos: maestros especializados, psicopedagogos y
visitadores sociales. Debemos destacar la importancia del movimiento psicoterapéutico y el
enfoque psicosomático que integran el saber del psicoanálisis con el médico. Este movimiento
ecléctico difundía el psicoanálisis permitiendo una divulgación diferente al saber hegemónico.
En este marco la Psicología encontró su lugar de desarrollo en la Facultad de Filosofía, Letras
y Ciencias de la educación de la Universidad Nacional del Litoral, creada en 1947 con el
impulso de la prof Erminda Benítez de Lambruschini. De esta manera salió del espacio
médico y de la psicología experimental para entrar en el campo de las “Ciencias Humanas”.
En 1953 esta prof creo una carrera menor, de Auxiliar de Psicotecnia, que fue definida como
una psicología para evaluar el nivel y las aptitudes de los estudiantes, la selección de
personal, etc. La Psicotecnia fue la nueva forma en que apareció la Psicología Experimental.
Un año después creo en la misma Facultad el Instituto de Psicología. En 1954 se realizó en
Tucumán un Congreso Internacional de Psicología en el cual se llegó a la conclusión de la
necesidad de crear la carrera universitaria. El 6 de abril de 1955 el Consejo Superior de la
Universidad del Litoral creo la carrera de psicólogo en dicha Facultad con sede en la ciudad
de Rosario, que fue desarrollándose sobre la base de la carrera de Auxiliar de Psicotecnia y
el Instituto de Psicología.
El Plan de estudio de 1955 fue reemplazado con algunas variantes políticas e ideológicas en
1956 pero en lo fundamental tuvieron características comunes. A partir de la consolidación
de la carrera comienza a tener supremacía la especialización clínica. Esta dejó de ser dictada
por médicos rosarinos que fueron reemplazados por psicoanalistas de la APA. Entre ellos,
José Bleger.
Esta difusión de una cultura psicológica, que había empezado en Rosario, estuvo
determinada por dos hechos fundamentales para su afianzamiento:
1. la creación de una editorial específica: Paidós.
2. la llamada “Experiencia Rosario”, promovida por Pichón Riviere, de la cual surgieron los
grupos operativos y la Psicología Social.
3. Psicología en Buenos Aires: entre Letras y Filosofía.
En 1957, en la Facultad de Filosofía y Letras, se crearon cuatro carreras: Psicología,
Sociología, Antropología y Ciencias de la Educación.
Esto dio un gran vuelco a la Facultad ya que participaban otro tipo de alumnos. Las nuevas
ciencias sociales irrumpieron en un ámbito tradicional y escolástico, lo cual imprimió otra
modalidad a la facultad, por su contenido, por las características de los alumnos y docentes
y por las posiciones políticas e ideológicas.
En el inicio Marcos Victoria dirigió la carrera. Todas las decisiones se hacían en asambleas
lo que implicaba una característica participativa en la Facultad Cuando lo eligieron director
genero muchas resistencias entre los alumnos. El centro de estudiantes y el claustro de
graduados se opusieron. ¿Por qué lo eligieron? Él estaba en la “Revolución Libertadora”, y
además era director del Servicio de psiquiatría del Hospital Naval. Por algún motivo hubo una
relación histórica de la carrera de Psicología con la Marina. En los momentos de máxima
represión los interventores siempre estaban relacionados con la Marina, desde el comienzo
hasta la última dictadura.
El psicoanálisis empezaba a tener una presencia importante en ciertos sectores universitarios
y de la cultura en general. “Es importante tener en cuenta que nosotros éramos quienes
buscábamos los profesores que necesitábamos. Hubo un momento en que los alumnos
sacábamos y traíamos profesores a través de asambleas” Las polémicas en esa época eran
entre el psicoanálisis y otras corrientes que planteaban diferentes concepciones acerca del
“quehacer del psicólogo”. Se realizaban mesas redondas, conferencias, debates donde no
solo participaba la totalidad de los alumnos de la facultad sino también que venía gente de
otros lugares, interesadas en el debate. Este era el sello de la Facultad de Filosofía y Letras.
La polémica con los médicos era muy clara ya que nosotros no íbamos a aceptar ser auxiliares
de nadie y el campo de la psicoterapia lo considerábamos nuestro. En esa época para ser un
profesional de excelencia había que tener práctica hospitalaria, donde había que devolverle
al pueblo lo que había estudiado en una universidad estatal.
Lo extrauniversitario se convirtió en tan importante que la carrera empezó a ser un rito de
pasaje para obtener el título. A pesar de las limitaciones esa formación extrauniversitaria fue
la que ha mantenido viva a la Psicología en los periodos de oscurantismo oficial y la que ha
impulsado especialmente el increíble desarrollo y extensión del psicoanálisis en este país. En
1961 se recibió la primera camada de cuarenta psicólogos. La carrera hubo que hacerla,
como después hubo que crear el espacio profesional.
El inicio de la carrera de Psicología y el protagonismo de los psicólogos llevo a modificar las
características de las polémicas, en el campo de la Salud Mental.
4. El inicio de la difusión de la cultura psi: la educación para padres.
Casi sin proponérselo, Eva Giberti inició la divulgación del psicoanálisis a partir de una
necesidad de la comunidad que demandaba nuevas pautas para educar a sus hijos. El
discurso estaba centrado en cuestionar el autoritarismo imperante en la familia y en la escuela
cuestionando viejos tabúes. La propuesta estaba basada en un determinismo causalista en
el que se planteaba “si en la lactancia el bebe atraviesa tales alternativas, en la adolescencia
le puede ocurrir tal o cual cosa”. Es decir, construía otro discurso dogmático reproduciendo al
modelo que se oponía.
El psicoanálisis se había convertido en un saber popular que se transformó en una ilusión de
la esperanza de una familia sin conflictos.

Dafgal, A. - Entre París y Buenos Aires. La invención del psicólogo.


Introducción

“Representación” es una de las nociones centrales de este texto. El texto parte de una
representación de lo que es el psicólogo en nuestro país, de lo que nos representamos en
torno a su figura. Lo que le da el pie a esta representación es, por un lado, lo que el psicólogo
hace, su práctica; por otro lado, lo que sucede en el campo psi”.
Otro concepto central es el de recepción: refiere a la postura de un lector respecto a un texto,
a cómo tal texto ha sido recepcionado en un público que ocupa un contexto definido. Esta
concepción deja de lado una anterior, que se planteaba desde la posición no del lector, sino
del texto mismo o de sus autores. En la recepción del lector es donde se da la posibilidad de
invención.

El texto tiene dos ejes principales, por un lado 1) la recepción del pensamiento francés en
la cultura y sociedad argentina, y por otro lado 2) el entrecruzamiento y la constitución de la
psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría.

Primer eje: “El “caso” del psicólogo argentino”


En la Argentina el psicólogo y la psicología se han integrado por completo al paisaje de lo
cotidiano, dejando huellas de su presencia en el lenguaje y en las costumbres de una buena
parte de la población urbana. Al mismo tiempo, en el imaginario social, el personaje del
psicólogo está íntimamente ligado al del psicoanalista, lo cual pone de manifiesto el impacto
que han tenido la teoría y la práctica freudianas. En nuestras costas, el psicoanálisis comenzó
siendo una disciplina eminentemente médica, cuya asociación oficial no admitió a los
“profanos” durante más de tres décadas. Por otra parte, el psicólogo no estuvo legalmente
habilitado para practicar “la cura por medios verbales” hasta los años ochenta. Los primeros
psicólogos empezaron a recibirse a principios de los años sesenta. El periodo de estudio
1942-1966 signado por la segunda posguerra, permite identificar algunos factores comunes
y otros idiosincráticos del “caso argentino”.
Luego de la posguerra, en la Argentina la psicología se consolidaba como una disciplina de
la subjetividad, más vinculada al psicoanálisis, la filosofía y los debates políticos e
intelectuales que a los circuitos internacionales de las ciencias psicológicas; mientras, en el
resto del mundo comenzaban a reinar concepciones experimentales basados en el
neopositivismo.
El caso argentino
● Lo inusitado del “caso argentino” es la posición hegemónica del psicoanálisis, el cual,
una vez instaurado, nunca fue amenazado por otros modelos teóricos (al menos hasta
los años noventa) Luego de la reacción antipositivista de los años treinta, las
corrientes experimentales o naturalistas de cualquier signo apenas si lograron
implantarse con fuerza en algunas universidades y en ciertas instituciones no
universitarias. Esas corrientes no tuvieron mayor incidencia en el perfil profesional del
psicólogo en Argentina, los que permanecieron relativamente apartados de los
circuitos de investigación durante varios lustros, al tiempo que, a partir de posiciones
“de inspiración psicoanalítica” más o menos kleniana, se volcaban en forma masiva a
la práctica clínica privada y al trabajo en otras áreas (educación, orientación,
prevencion, etc), en instituciones diversas.
● Otro rasgo paradójico de todo este proceso es que el psicólogo fue adoptando este
perfil tan particular sin tener ninguna conciencia de su propia excepcionalidad, tanto
en sus aspectos positivos como negativos.

Por lo general el psicólogo argentino promedio, al menos en esa época, tendía a pensar que
sus propias creencias eran algo así como una norma universal. ¿Por qué la psicología se
expandió en buena parte del mundo como una disciplina científica con pretensiones de
objetividad, mientras que en Argentina se convertía en una disciplina de la subjetividad?
Hipótesis: “la excepción cultural francesa” sería susceptible de contribuir a la comprensión
de la “excepción psicológica argentina”.
En la historia de la cultura argentina, la presencia del pensamiento francés ha sido un dato
inaugural.
- Principios del siglo XIX ฀ los promotores de la independencia se inspiraron generosamente
en la “filosofía de las luces y el enciclopedismo”.
- Generación del 37 ฀ se saciaría tanto en el romanticismo francés como en autores ligados
a la restauración. En los años cincuenta y sesenta, esa generación sentaría las bases de la
organización nacional, poniendo fin a décadas de sangrientas luchas.
- La generación del 80, que instituyó en forma definitiva el Estado-Nación, se inspiró
particularmente en el positivismo francés, construyendo un Estado moderno sobre bases que
pretendían ser científicas. Esto fue evidente sobre todo en su proyecto educativo, que
desembocó en la creación de la escuela laica y obligatoria y en la organización de las
universidades nacionales.

La recepción del pensamiento francés en el seno de los “discursos psi”


El pensamiento francés ya había sido crucial en la construcción de los discursos psicológicos
locales durante las primeras décadas del siglo XX (antes del periodo estudiado):
❖ 1903 - Horacio Piñero (1869-1919), uno de los primeros profesores de psicología de la
UBA, miembro de la Sociedad de Psicología de Paris. Consideraba a la “Francia científica”
como el cerebro del mundo, nuestro ejemplo a seguir. Intelectualmente, Argentina es
francesa. Al definir la psicología como una ciencia natural, y siguiendo la tradición
psicopatológica francesa, se apoyaba tanto en la experimentación como en la clínica. Se
vanagloriaba de haber creado el primer laboratorio experimental de Buenos Aires, en 1898.
Situaba su empresa en un campo más amplio, donde la influencia francesa se hacía sentir en
el conjunto del campo médico. En efecto, a partir de 1880, particularmente, la medicina
francesa se había transformado en un modelo privilegiado.
❖ 1906 - José Ingenieros (1877-1925), psiquiatra, criminólogo y sociólogo ítalo-argentino,
figura emblemática de este periodo positivista, viaja a Francia. En cuanto a su psicología, ya
en 1904, siguiendo los pasos de Charcot y Bernheim, Ingenieros se ocupaba de la histeria y
la sugestión, aunque desde un punto de vista fisiopatológico, cercano a las ideas de J.
Grasset. Contribuyo a plantear nuevos problemas que, a pesar suyo, fertilizaron el terreno en
el que las teorías freudianas sobre la neurosis iban a implantarse tiempo después. La
psicología científica que por entonces se desarrollaba en la Argentina lo hacía en estrecha
relación con su homóloga francesa.
❖ Víctor Mercante (1870-1934), otro de los grandes referentes de la psicología experimental
de principios del siglo XX. Fundó en 1890 el primer laboratorio psicofisiológico de América
Latina, (en San Juan). Poco tiempo después en Buenos Aires, comenzó sus investigaciones
sobre las características de la inteligencia infantil y, en particular, sobre la aptitud de los niños
para las matemáticas. El eclipse de este periodo positivista, hacia el fin de los años veinte, no
implicó el ocaso de la influencia del pensamiento francés en Argentina. Aunque las
referencias teóricas estaban destinadas a cambiar, la actitud francófila permaneció constante.
❖ Coriolando Alberini (titular entre 1923 y 1943 del curso de psicología de la UBA). En 1926
pronuncio una conferencia en Paris afirmando que el rol que ha jugado el pensamiento
francés en la formación de la cultura argentina ha sido muy grande, ha sido la única escuela
a la cual podría remitirse la intelectualidad argentina. Este filósofo argentino fue uno de los
portaestandartes de lo que luego se dio a llamar la reacción antipositivista. Dos años después
de la muerte de Ingenieros, aunque el positivismo estuviera en franca declinación; la
recepción del psicoanálisis continuaba realizándose más por la vía de sus detractores
franceses que de sus cultores locales. En Argentina el psicoanálisis no podía ser separado
del pensamiento francés.
❖ A fines de la década del 30, Ángel Garma y Celes Cárcamo, un psiquiatra español y otro
argentino, iban a conocerse en Paris. A fines de 1942 serían los únicos analistas reconocidos
por la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) que participaron en la fundación de la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). En esta fundación se destacaba Enrique Pichón-
Riviere, un psiquiatra de padres franceses nacido en Suiza.
Uno de los dos grandes ejes que organizan este texto se sitúa en torno de los problemas de
la recepción. En efecto, el hecho de privilegiar la relación entre Paris y Buenos Aires para
pensar la “invención” del psicólogo en la Argentina implica que hubo ideas que se
transmitieron, que circularon entre esas dos capitales. Hubo textos que se leyeron, por no
decir que se recepcionaron, y tuvieron sus efectos. Sin embargo, la lectura de un texto,
realizada o no en un país periférico, nunca es una copia fiel de original. La operación de
lectura no implica una reproducción pasiva, sino una apropiación activa, que interpreta el
modelo a partir de la situación particular en la que halla el lector. En este sentido, si bien se
ha dicho que la Argentina es un espejo de Europa, para no caer en un lugar común, habría
que agregar que se trata de un espejo singular y caprichoso, que deforma todo aquello que
se refleja según su propia perspectiva.

Primer eje: “Historia de la constitución de las “disciplinas psi”


Apunta a las relaciones transversales entre psicología, psicoanálisis y psiquiatría (a menudo,
resulta muy difícil establecer entre ellas límites precisos; más aún, en el periodo estudiado,
en el que el psicólogo y el psicoanalista recién comenzaban a existir como tales, y el psiquiatra
adquiría su credencial de especialista con cierto reconocimiento dentro de la medicina). En
ese marco, en el que las teorías, las prácticas y las instituciones psi se iban articulando de
manera confusa, me ha resultado de gran utilidad la noción de campo del sociólogo Pierre
Bourdie.
Busca dar cuenta de la autonomía relativa de una comunidad (científica o intelectual, por ej),
respecto de otros grupos y de influencias sociales más generales. El campo se define como
un espacio complejo, con propiedades y reglas específicas que constituyen un “sistema de
relaciones objetivas entre posiciones adquiridas”, donde las ideas, los textos y las prácticas
tienen un valor relativo a la ubicación de los actores, ya sean individuos, grupos o escuelas”
Aunque no se la utilice en su sentido más estricto, en el dominio de la historia psi, la categoría
de campo permite pensar el carácter específico de las ideas y las prácticas de las diversas
disciplinas, sin por ello perder de vista ciertas determinaciones comunes más generales, cuya
eficacia, sin embargo, resulta mediatizada por la lógica de las relaciones de cada campo
particular.

Periodización
1942-1966. Pueden distinguirse 2 subperíodos:
1942-1955: ► Corresponde aproximadamente al ascenso y la declinación del primer
peronismo. ► Se sitúa su inicio en 1942 para incluir también la fundación de la APA, hecho
que marca el comienzo de la institucionalización del psicoanálisis en el Río de la Plata,
aunque no su presencia. ► Se produce una organización relativamente autónoma de las
“disciplinas psi”. Mientras el psicoanálisis se consolida como una práctica clínica individual
situada en un consultorio, la psicología se expande sobre todo en su faz aplicada a los
dominios de la educación y del trabajo, muy ligados al proyecto socioeconómico del
peronismo. ► La psiquiatría se vincula a las políticas de salud pública, y comienza a ser
atravesada por los discursos de la salud mental surgidos luego de la Segunda Guerra
Mundial. ► Concluye en 1955, con el golpe de Estado que derroca a Perón, poco después
de la creación de la primera carrera de Psicología en la ciudad de Rosario.
1955-1966: ✔ Se producirá el estallido de los estudios universitarios de psicología ✔ Su inicio
se corresponde con el advenimiento de la “Revolución Libertadora”; su fin coincide con el
derrocamiento de Arturo Illia, la “Noche de los bastones largos” y la intervención de las
universidades públicas. ✔ En esta franja temporal situada entre dos golpes de Estado, tiene
lugar una asombrosa renovación social y cultural, en el seno de la cual las universidades se
democratizan, incorporan nuevos profesores y modernizan sus planes de estudios. ✔ En este
marco, en solo dos años (1957 - 1959) se crean carreras de Psicología en cinco universidades
nacionales. Comienza en nuestro país la historia de los psicólogos. ✔ El psicoanálisis deja de
ser patrimonio exclusivo de algunos médicos vinculados a las elites porteñas, para insertarse
en ámbitos diversos, desde los hospitales públicos hasta las carreras de Psicología. A su vez,
la psicología se nutre de ciertas formas del psicoanálisis, proyectándolo a la escena pública,
más allá de los consultorios privados y de la asociación oficial. ✔ Figuras como Pichón Riviere
y su discípulo José Bleger alcanzan su máxima popularidad, simbolizando a este espíritu de
convergencia teórica y disciplinar. Se trata de psicoanalistas que se dedican también a la
psicología sin por ellos dejar de ser psiquiatras. ✔ La psiquiatría se ve tensionada entre: 🗷
una Vertiente organicista y asilar que encuentra un nuevo sostén paras sus viejas
pretensiones científicas y 🗷 una Corriente progresista, cercana al movimiento de la salud
mental, que se inspira en el psicoanálisis y las ciencias sociales.
Rápidamente ingresa en las carreras de Psicología, incidiendo de manera decisiva en la
orientación de la formación. A fines de los años cincuenta, cuando se producen las primeras
disputas con la corporación médica por el derecho al ejercicio de las psicoterapias, muchos
psiquiatras progresistas apoyan la posición de los futuros psicólogos. En un corto lapso (1959
a 1962), psicoanalistas y psiquiatras ligados a la salud mental se convirtieron en referentes
para los estudiantes de psicología.
En este proceso, se ha subestimado la participación de Enrique Butelman, Jaime Bernstein
y Gino Germani a partir de sus múltiples actividades como intelectuales, docentes y editores,
cumplieron un papel decisivo en la construcción de un público ampliado para la nueva
psicología:
- Dirigen las carreras de psicología donde elaboran planes de estudios y promueven la
contratación de profesores afines.
- A través de la editorial Paidós, traducen a autores extranjeros y publican a autores locales
que sitúan la psicología y el psicoanálisis en el seno de las ciencias humanas y sociales.
- Enseñan numerosas materias de la formación básica de los psicólogos, dándoles los
elementos teóricos fundamentales para entender la psicología con una disciplina del sentido,
y no como una ciencia natural.
Las múltiples actividades de esos tres actores fueron determinantes en la conformación de
muchos de los rasgos que han caracterizado al psicólogo argentino a lo largo de sus cinco
décadas de vida.
La expansión del psicoanálisis en la Argentina no se dio de manera natural y armoniosa,
implicó conflictos con otros proyectos en pugna.
1966 marca el fin de una época: La renovación social y cultural vertiginosa iniciada en 1955
llega a un punto de declinación.
● El golpe de Onganía muestra los límites de la aventura reformista. Para la universidad,
implica el ocaso de algo como una edad de oro y el inicio de una larga decadencia. La
juventud comprometida se despierta, de manera violenta, de un sueño humanista y militante
en el que todo parecía posible. La radicalización de las posiciones políticas deja cada vez
menos espacio para los debates intelectuales y culturales. Oscar Massota sintetiza las
oposiciones y articulaciones entre “conciencia y estructura”, marxismo y psicoanálisis; sin
renunciar del todo aún, al estructuralismo de Sastre y Merlau-Ponty. Psicoanalista, se interesa
e introduce a Lacán en Argentina

Debates actuales
Si bien, desde fines de los setenta, la hegemonía del psicoanálisis kleiniano había sido
reemplazada por el auge del lacanismo, el psicólogo argentino seguía teniendo cierta relación
con debates filosóficos y políticos que resultaban indiferentes a buena parte de sus colegas
en el resto del mundo, con un perfil más científico y menos intelectual. No obstante, muchas
cosas han cambiado en la última década:
-La formación del psicólogo se ha diversificado. El psicoanálisis sigue siendo la principal
teoría de referencia y la clínica, la orientación privilegiada, pero muchas otras áreas han
empezado a desarrollarse.
-Las carreras de psicología privadas han tendido a diferenciarse de las públicas, buscando
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado laboral. Muchas han privilegiado en la
formación, el paradigma cognitivo y la enseñanza de terapias breves, en consonancia con las
demandas de los nuevos actores institucionales del mercado de la salud (como la medicina
prepaga, que exige tratamientos cada vez más cortos, con objetivos precisos y
estandarizables).
En ese contexto, en el que la psicología local busca ponerse a tono con el panorama
internacional de la disciplina, el psicólogo argentino parece haber tomado conciencia de su
propia excepcionalidad, en el mismo momento en el que corre el riesgo de empezar a
perderla. Su relación privilegiada con el psicoanálisis ya no parece ser del orden de lo
“natural”, y comienza a ser interrogada desde diversos ángulos. Ante esta situación cambiante
del campo psi, la reflexión histórica ha cobrado un nuevo valor.

Ben Plotkin, M. - Freud en las pampas. Orígenes y desarrollo de una


cultura psicoanalítica en la Argentina. Cap. 6: Los psicólogos aparecen
en escena y Conclusiones.

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