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Cinthya Paulina Valdez Núñez

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Teoría y técnica de familia

Resumen problemáticas familiares y de pareja

Los problemas de la familia pueden definirse como el desajuste de una estructura


cuando uno o varios de los miembros dejan de desempeñar adecuadamente sus
responsabilidades y obligaciones. La problemática familiar se parece al desarrollo
de la naturaleza, ésta presenta constantemente cambios que construyen aquí y
destruyen allá.
Vivimos una época en que los movimientos y cambios de fondo son innumerables.
Todo cambia de alguna manera, tanto es así, que ciertos equilibrios lentamente
establecidos a través de los siglos y asentados en una experiencia acumulada por
varias generaciones se han visto súbitamente modificados.
Hoy en día, se observa que los padres han perdido cierto control en la educación de
los hijos y, en medio de su total confusión, han preferido acordar con ellos una
tregua que les permita relacionarse con más tranquilidad cediendo parte de su
autoridad para tener paz en el hogar.
Tanto padres como hijos desean encontrar el equilibrio y buscan con ansiedad
definir parámetros sobre qué es libertad y qué permisividad, pero la comunicación
se rompe y se presenta el conflicto sin hallar solución a esta definición tan
necesaria. Algunos adolescentes tienen como un sensor interno que capta cuanto
irrita a sus padres. Si a éstos les gusta el orden, él va a ser desorganizado. Si se le
insiste en que se comporte de manera correcta, él hará todo lo contrario. Los padres
reaccionan con una serie de medidas.
Los problemas que presenta el adolescente son parte de una etapa que hay que
dejar pasar sin que se ejerza demasiada violencia; criticar la personalidad de una
persona es como realizar una operación quirúrgica, siempre va a doler y a veces
pude ser de fatales consecuencias.
El proceso natural de desarrollo de los niños y niñas, su maduración y crecimiento
configura el camino hacia su autonomía.Algunas veces, este proceso de avance en
la autonomía se atasca. Padres, madres o cuidadores nos sentimos incapaces de
facilitar que nuestros pequeños avancen en la dirección que nos gustaría. Esto
puede ser por comodidad, porque no saben exactamente qué esperamos de ellos o
porque no saben cómo hacerlo.
Cuando nuestros hijos crecen, esperamos que ellos aumenten su responsabilidad.
Esperamos que colaboren en más cosas, que lo hagan por iniciativa propia o que
asuman las consecuencias de sus decisiones. Simultáneamente, vamos a tener
mayor facilidad para confiar en ellos, en sus recursos y capacidades para
organizarse y para cuidarse, incluso para cuidar a personas de su entorno, como
por ejemplo, hermanos pequeños.
La convivencia entre personas adultas puede tornarse conflictiva por el derecho a la
decisión, a organizarse y decidir según el criterio propio que nos confiere la mayoría
de edad. Los conflictos pueden surgir cuando estas iniciativas entre adultos
convivientes son contradictorias o incompatibles, o cuando las expectativas no se
cumplen.
Si bien la comunicación entre adultos puede esperarse como una comunicación
entre iguales, cuando se trata de padres e hijos es inevitable tener en cuenta la
relación familiar existente.

Referencias
Batllori, A. (1993). El adolescente y la problemática familiar. Perfiles Educativos, (60).
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13206013
El Instituto Complutense de Mediación y Gestión de conflictos. (s.f). Cómo resolver
conflictos familiares.
https://eprints.ucm.es/id/eprint/10994/1/Guia_CM_Como_resolver_lso_conflictos_FF.pdf
Linares-Sevilla, V, & Salazar - Bahena, L. (2016). CONFLICTOS EN LOS ENTORNOS
FAMILIAR Y ESCOLAR EN EL NIVEL MEDIO SUPERIOR. Ra Ximhai, 12(3),181-194.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46146811011

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