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ASIGNATURA: SOCIOLOGÍA
TEMA: LA CULTURA
SECCIÓN: 9
Institución de la familia
La familia es de vital importancia para el desarrollo social, económico,
político y cultural de cada nación, ya que posee una función social
determinada e insustituible que garantiza la perpetuación y estabilización
de la sociedad. Es decir, la familia posee gran influencia en el desarrollo
sostenible de las naciones.
Problemas de la adolescencia
El periodo de la
adolescencia de los hijos es un reto para ambas partes, tanto
para los hijos como para los padres. Los hijos experimentan
por primera vez la necesidad de independizarse de sus padres,
de querer explorar el mundo. Sin embargo, no se percatan de
que no cuentan todavía con los recursos suficientes para
enfrentar el mundo de forma conveniente (quieren salir y
correr sin tener en cuenta que han pasado los últimos 10 años
o más sentados, y tienen las piernas adormecidas).
Evidentemente, los padres se percatan de esto y se alarman,
lo cual dificulta las cosas. Pues al ver que los hijos
adolescentes no tienen "los pies en la tierra" y quieren
conquistar el mundo, redoblan sus esfuerzos de dominar la
voluntad rebelde de sus hijos. El riesgo es que los padres se
enojen constantemente y estas dificultades se agraven y
ocasionen complicaciones innecesarias, que dañan la relación
padres-hijos y se interrumpe la oportunidad de los padres de
ayudarles a los hijos en su construcción de una seguridad y
autoestima estables. La adolescencia es un reto tanto para
los hijos como para los padres, pues los hijos tienen que
experimentar los límites de que todavía viven con sus padres y
que realmente son dependientes, y los padres tienen que tener
hacerles ver a sus hijos con claridad estos límites, pero
cuidando de no aplastar este ímpetu que surge en la voluntad
de sus hijos. Si lo ponemos en palabras, este ímpetu tiene que
ver con el inicio una lucha por conquistar la convicción de que
ellos pueden saber en primer lugar lo que es conveniente para
ellos. Hasta ahora, eran sus padres quienes ocupaban este
lugar (lo cual es natural): antes de la adolescencia son los
padres (idealmente) los que saben qué es mejor para sus hijos.
Los hijos dependen completamente de ellos, hasta que
cuenten con un criterio suficiente para tomar las decisiones
importantes en su vida.
Problemas financieros
En ocasiones no está
en manos de los padres el poder evitar problemas financieros
(un despido, falta de trabajo, crisis económica), y a veces es la
falta de planeación y buena administración que ocasionan
constantes problemas económicos en la familia. En ambos
casos, es importante que este problema se mantenga lo más
posible no visible para los hijos. Evidentemente, los hijos
tienen que saber que no existen recursos en tal momento para
adquirir ciertas cosas, y tienen que aprender a asimilarlo. Sin
embargo es importante que los padres no les transmitan que
es un "grave problema" el que están atravesando como familia,
porque esto ocasiona inevitablemente que ellos se preocupen
e intenten resolver un problema al que no pueden realmente
ayudar. Es importante simplemente que los padres tengan
claro que este tipo de problemas es un problema de los
padres, y que los hijos tienen que conservar cierta tranquilidad
de sentir que los padres saben lo que hacen. En todo momento
(incluso cuando se pueden equivocar), los padres deben
transmitirle a sus hijos que ellos son pilares y que pueden
apoyarse en ellos. Comunicarles a sus hijos que tienen
problemas y no saben qué hacer, es hacer que ellos se
involucren en problemas que no son de ellos y que no sabrán
cómo ayudar (generando así frustración innecesaria en los
hijos). Mantener estos problemas relativamente invisibles a los
hijos es algo que ayuda a que los hijos crezcan con mejor
seguridad y autoestima.
Divorcio e hijos
La separación o el
divorcio de los padres puede ser una experiencia muy dolorosa
inclusive traumática para la familia. Tanto los esposos como
los hijos experimentan mucho sufrimiento por los cambios que
supone la ruptura de una relación. Es importante tener
presentes varios puntos para que pueda haber un manejo
adecuado de un divorcio o una separación, y evitar que las
consecuencias repercutan durante años en los miembros de la
familia. En primer lugar es muy importante nunca perder de
vista que tras un divorcio la familia permanece completa,
desintegrada pero completa. Es decir, seguirá existiendo un
padre, una madre y los hijos (dependerá del buen manejo de la
situación para que se logre una convivencia armoniosa entre
todos). Evidentemente ya no será lo mismo, es decir, la
experiencia de una familia desintegrada no es la misma, y los
padres tienen que trabajar para que los hijos logren vivirlo
como la mejor opción para todos. ¿Por qué? Porque de lo
contrario, si los padres no se esfuerzan en que los hijos
acepten la nueva forma de vida (familia desintegrada), para
ellos será más difícil dejar atrás los daños que recibieron en
este momento, y aumentarán los riesgos de que los arrastren a
la edad adulta. Es importante que los hijos confíen y asimilen
que esta decisión que toman los padres es por el bien de
todos. Y para que esto se consiga, los padres también tienen
que ser capaces por su parte de decirse a sí mismos que si se
toma la decisión del divorcio, es por el bien de todos en la
familia. Tal vez el esposo pueda decir, pero la decisión no la
tomo yo, ella ha sido quien ha querido el divorcio. Incluso en
ese caso, hay que estar de acuerdo en que solo falta una
persona para romper con la relación. Es decir, si la decisión de
la persona es no continuar más, por desamor por ejemplo, con
la relación, basta para que no tenga sentido continuar juntos.
Pues, de lo contrario, le estaríamos dando el ejemplo a los
hijos de que a pesar de que no existe el amor se va a continuar
juntos, tal vez por ellos, se va a sacrificar la felicidad, tal vez
por los hijos. Y esto directa o indirectamente los hijos lo van a
percibir. Van a sentir que es por culpa de ellos que los padres
decidieron estar juntos, a pesar de que no se amaban. Y esta
culpa los puede hacer sentir muy mal en adelante.
Padres abusivos
Todos los padres son humanos, es decir que tienen defectos,
pero algunos tienen problemas psicológicos profundos que los
llevan a dañar a sus hijos en la forma en que los tratan.
Existen muchos tipos de acciones o actitudes abusivas de
parte de los padres. El rechazo hacia un hijo, de parte un
padre o un tutor, es una forma en la que se le comunica, de
muchas formas, que no es deseado. Puede tratarse de críticas
crueles, llamar por apodos, gritos, humillaciones o bromas
humillantes, burlarse de capacidades mentales o apariencia
física, rehusar amor, atención o tacto y abandono físico o
emocional. El ignorar a los hijos. Los adultos que han
sufrido, cuando niños, de carencias emocionales usualmente
son incapaces de atender las necesidades de sus hijos.
Muchas veces el padre está físicamente ahí, pero no está
disponible emocionalmente. Aterrorizar mediante amenazas,
gritos o insultos causan serios daños psicológicos a los
niños. Aislar a los niños, dejarlos desatendidos por periodos
de tiempo, no permitirles relacionarse con otros niños,
encerrarlos, todo esto es un abuso que les impide que
desarrolle habilidades para relacionarse con los demás, lo que
ocasiona miedos e inseguridades. El abuso emocional tiene
como consecuencia un daño en la autoestima y el bienestar
psicológico del niño. Estas familias pueden beneficiarse
principalmente de terapia familiar, terapia de grupo. La terapia
individual puede ayudar a los niños que han devenido adultos.
Padres sobreprotectores
Cuando los padres sobreprotegen a sus hijos, en ese momento
se entorpece la educación que se les quiere dar. La razón es
que mediante la sobreprotección los padres le comunican
constantemente a sus hijos de que no confían en sus
capacidades. Al asumir las responsabilidades de sus hijos, al
supervisarlos constantemente, al resolverle sus problemas, al
cobijarlos excesivamente del frío, etc., los padres les
transmiten a sus hijos constantemente que no confían en que
puedan relacionarse adecuadamente con el mundo. Por tanto,
los niños que crecen con padres sobrerprotectores tienen
dificultades para tomar decisiones, enfrentar frustraciones y
carecen de la seguridad para tener una vida de éxito.