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Aspectos sociales y culturales de la época romántica

El Romanticismo como movimiento cultural y artístico se extiende desde finales del


siglo XVIII hasta fines del XIX. Surgió como reacción contra el formalismo neoclásico
y en defensa de la libertad, el individualismo y el sentimiento.

Aspectos sociopolíticos

Durante la primera mitad del siglo XIX, los países que habían
vencido a Napoleón se propusieron restaurar el absolutismo.
Entonces, las fuerzas liberales herederas de la Revolución
Francesa, oprimidas por el absolutismo que se había reforzado en el
Congreso de Viena (1814-15), provocaron diversos levantamientos.

Los principales movimientos revolucionarios se produjeron en


España en 1820 (pronunciamiento de Riego) y en Francia, en 1830
(destronamiento de Carlos X) y en 1848 (destronamiento de Luis
Felipe). Este último dio paso a la proclamación de la Segunda
República. En los dos primeros, la burguesía desempeñó un papel
fundamental, mientras que en la Revolución de 1848 fueron las
masas populares las que adquirieron mayor protagonismo.

Paralelamente al triunfo del liberalismo político en Europa, el


nacionalismo logró en la segunda mitad del siglo XIX importantes
éxitos con la unificación de Italia y de Alemania, países cuyos
territorios pertenecían a diversos Estados.

De este modo, con casi un siglo de retraso, triunfaron en la práctica los postulados burgueses que habían
desencadenado la Revolución Francesa.

En el pensamiento filosófico, las dos grandes corrientes fueron el idealismo de Hegel y el positivismo de
Comte, que rechazaba toda manifestación idealista.

En la ciencia y en la técnica se produjeron importantes avances, especialmente en los campos de la física,


la biología y la medicina. Las ciencias sociales, como la geografía, la historia y la arqueología, también
experimentaron un gran desarrollo gracias a la amplia labor investigadora que se realizó.

Características del Romanticismo

El Romanticismo, como movimiento cultural, surgió en Europa a finales del siglo XVIII. Tuvo sus orígenes
en Alemania y prescindía de las normas y reglas artísticas del Neoclasicismo.
Las características principales del Romanticismo fueron las siguientes:
• Individualismo y subjetivismo, que llevaban al artista a la expresión de sus propios sentimientos.
• Deseo de libertad, que se manifestó en todos los campos de la actividad humana: las ideas, la
política, la creación artística...
• Evasión de la realidad: los artistas se inspiraban en países lejanos, en temas sobrenaturales e
irreales, como la muerte y el mundo de los sueños.
• Idealismo y, a la vez, pesimismo: el artista sufría porque tendía hacia lo inalcanzable, lo infinito;
en algunos casos hasta el suicidio.
• Interés por su propio país: la historia, las leyendas antiguas y los temas relacionados con la Edad
Media eran fuente de inspiración.

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• Valoración de los personajes marginales y exóticos, que rompían las convenciones sociales, como
bandoleros, piratas, vagabundos...
• Culto a la naturaleza, atracción por los paisajes salvajes y agrestes, las tormentas, los escenarios
nocturnos, la Luna, etc.

Las artes en el siglo XIX

Durante el siglo XIX los artistas ya no estaban al servicio de una institución o un mecenas, ya no
escribían, componían e interpretaban según el gusto de su señor.

• La música fue el arte más representativo de los ideales románticos.


• En literatura surgió el interés por el pasado medieval, las tradiciones, los cantares de gesta y el
folclore. Destacaron los escritores ingleses lord Byron y Walter Scott, los franceses Victor
Hugo y Alejandro Dumas, y los alemanes Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich von Schiller, a
quienes ya hemos mencionado entre los prerrománticos. En España, la literatura romántica se
impuso en la segunda mitad del siglo XIX con Gustavo Adolfo Bécquer, el duque de Rivas, José de
Espronceda, Mariano José de Larra y José Zorrilla.
• En pintura predominaron el dibujo, el interés por la naturaleza, los paisajes salvajes y
tormentosos, los desastres naturales y los grandes acontecimientos políticos. Sus máximos
exponentes fueron: Eugène Delacroix, Joseph Turner y Caspar D. Friedrich.
• En arquitectura y escultura apenas hubo nada nuevo. Los arquitectos imitaron los estilos de la
Edad Media, aunque a finales del siglo XIX el uso de materiales como el hierro, el cemento y el
vidrio abrió nuevas perspectivas para el desarrollo de la arquitectura. La escultura estuvo muy
influida por la pintura y se centró en la realización de monumentos cívicos.

La música en el Romanticismo
El Romanticismo musical se extiende, aproximadamente, entre los años 1815 y 1880,
continuando en algunos lugares hasta avanzado el siglo XX.

El músico romántico
La sociedad burguesa, que tras la Revolución Francesa
se convirtió en la clase privilegiada, influida por la
filosofía idealista que dominaba la época, cambió el
papel social de la música. La iniciativa privada, como
algo propio de esta sociedad, convirtió al músico en un
profesional de su arte, con libertad absoluta para
poner precio a su trabajo, dentro de la ley de la
oferta y la demanda.
Su primer campo de acción fue el concierto público,
donde las personas que pagaban pasaron a formar el
nuevo auditorio y las orquestas se convirtieron en
sociedades anónimas. Su otro campo de acción fue la
música de salón, donde el piano llegó a ser el
instrumento rey.
La emoción musical, reprimida por las normas y cánones del Clasicismo, se desbordó. Para el hombre
romántico la música fue el medio más importante con que expresar sus sentimientos. El teatro lírico
alcanzó un gran desarrollo y la ópera italiana se difundió mundialmente.

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Características de la música romántica
Las principales características de la música romántica son estas:
• Composiciones íntimas y humanas.
• Menor preocupación por la forma externa y mayor por la inspiración y fuerza expresiva.
• Estilo melódico de mayor riqueza, con una melodía apasionada e intensa y una calurosa expresión
de los sentimientos.
• Frases melódicas menos regulares y simétricas que en el Clasicismo. Desaparición de la frase
cuadrada.
• Ritmos complejos y libres, llegando a la polirritmia. El tempo es sumamente flexible (tempo
rubato).
• Enriquecimiento armónico, basado en el uso de nuevos acordes y en nuevos recursos para la
modulación, con el fin de crear un mayor efecto expresivo.
• Búsqueda de contrastes musicales capaces de sugerir sentimientos a través de matices dinámicos
(fuerte, piano, crescendo...).
• Atención especial al folclore y las melodías populares como fuente de inspiración, que llevará a los
nacionalismos musicales.
• Predominio de la música instrumental sobre la vocal.
• Nuevos efectos de orquestación en la música sinfónica gracias a las innovaciones y mejoras
técnicas de los instrumentos de la orquesta. Mayor empleo de instrumentos de madera, metal y
percusión.
• Preferencia por las formas menores: preludio, estudio, lied, impromptu...
• Creación del poema sinfónico, forma musical que ofrece mayor libertad que la sinfonía clásica.
• Aparición del ídolo virtuoso, bien como instrumentista (piano o violín) o como intérprete vocal.

Formas musicales del Romanticismo


Las principales formas musicales del Romanticismo son las siguientes:

§ Preludio. Pieza en un solo tiempo, de corta duración y con características de virtuosismo, escrita
principalmente para piano.
§ Bagatela. Composición corta para piano y sin ninguna pretensión.
§ Estudio. Obra breve de restringido material temático, en donde un motivo va adquiriendo cada
vez mayor dificultad.
§ Impromptu. Obra no sujeta a ninguna norma y en la que el ejecutante tiene libertad de
improvisación.
§ Nocturno. Composición de carácter apacible y sentimental con una delicada y expresiva línea
melódica.
§ Lied. Canción culta, refinada, íntima y de sugerencias líricas.
§ Sinfonía y concierto. La sinfonía y el concierto se desarrollaron y se adaptaron a los ideales
románticos.
El primer sinfonista romántico fue Beethoven. Los compositores románticos posteriores
estuvieron influidos por el esquema formal que dio Beethoven a la sinfonía.
§ Música programática. Tuvo gran importancia este tipo de música sinfónica que pretende
expresar una idea, historia, etc., y comunicarla al oyente por medio de un programa que sirve de
argumento. La música programática dio origen al poema sinfónico.
§ Poema sinfónico. Obra orquestal de un solo movimiento en el que se desarrolla musicalmente un
argumento. Es la gran forma romántica, que establece una unión entre la poesía y la música.

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El Romanticismo pianístico
El siglo XIX es conocido como el siglo del piano, instrumento para el que se compusieron
numerosas formas musicales típicas del Romanticismo. El piano no faltaba en las salas
de concierto, en los salones y en los hogares de la burguesía europea.

El piano romántico
Durante gran parte del Barroco y del Clasicismo, el violín fue el
instrumento musical más importante. Después, durante el siglo XIX, los
músicos románticos prefirieron el piano por su capacidad para la
matización dinámica y por sus posibilidades sonoras.

Surgió la figura del «virtuoso instrumental», capaz de interpretar piezas


de extremada dificultad técnica.
Asimismo se escribieron muchas obras para piano que, en la mayor parte
de los casos, eran piezas cortas, libres, de carácter improvisado,
denominadas con títulos evocadores: romanza, fantasía o preludio. En
muchas ocasiones, esas piezas se reúnen en series bajo un título común,
por ejemplo Carnaval, de Schumann, o como colecciones de danzas, como
los Valses, Mazurcas y Polonesas de Chopin.
Hasta el estudio, originalmente compuesto como pieza didáctica, pasa
ahora a ser considerado apto para el concierto.
Hacia finales del siglo XIX, el piano, gracias a sus importantes innovaciones técnicas, llegó a ser el
instrumento musical por excelencia.

Frédéric Chopin

Frédéric Chopin (1810-1849) nació en Polonia, pero desarrolló su vida


artística en París. Poseía una gran técnica pianística y un lenguaje lleno de
ternura y nostalgia, que le hizo inspirarse en temas polacos para
componer una obra llena de innovaciones melódicas, rítmicas y armónicas.
Su armonía es de gran colorido y brillantez, con progresiones de acordes
y modulaciones sorprendentes.

Chopin escribió casi exclusivamente para piano. Su producción musical la


realizó en «pequeñas formas», como sus Nocturnos, Polonesas, Valses y
Mazurcas. En todas ellas vibra la esencia del músico romántico:
sentimentalismo, intimidad, exaltación...
Además de estas piezas breves, Chopin escribió dos Conciertos para piano y orquesta.
Chopin ejerció gran influencia sobre pianistas posteriores y tuvo numerosos discípulos.

Franz Liszt
El compositor húngaro Franz Liszt (1811-1886) llegó a ser a la edad de veinticinco años el pianista más
famoso del momento, viajando continuamente y deslumbrando con su técnica al público europeo.
En el año 1847 se instaló en Weimar como director de la orquesta de la corte. Desde esa fecha su labor
se centra más en la composición y en la difusión de la música de otros compositores.
Mientras que el romanticismo de Chopin es íntimo y poético, el de Liszt es brillante y espectacular. Liszt
fue un pianista con unas facultades tan extraordinarias que sus contemporáneos lo consideraron más
virtuoso que compositor.

Escribió más de 1.300 obras, entre ellas las obras para piano Estudios de ejecución trascendente, Años
de peregrinación, la Sonata en Si menor y dos Conciertos para piano y orquesta.

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Franz Schubert
Al compositor austriaco Franz Schubert (1797-1828) lo estudiamos más detenidamente en el sinfonismo
romántico y como autor de lieder.

Entre la producción pianística de Schubert destacan los Impromptus y los Momentos musicales, en los
que la inspiración melódica se impone sobre la forma clásica.

Robert Schumann
Robert Schumann (1810-1856) nació en Sajonia. Fue el impulsor del
ideario romántico. Una lesión en la mano le impidió ser un virtuoso del
piano. Su obra pianística la realizó para su esposa Clara Wieck.

Según él mismo afirmó, su música es un reflejo de su mundo interior.


Sus obras más importantes son las pequeñas composiciones que se
agrupan en colecciones como Carnaval, Álbum para la juventud,
Kreisteriana, Escenas de niños y Fantasía, que le valieron la
denominación de «poeta del piano».

El pianismo de Schumann es denso, pensado. La dificultad en la


ejecución de sus obras arranca de la misma naturaleza de su música,
desde un punto de vista armónico, melódico y estructural.

Otras obras románticas para piano


La mayoría de los músicos románticos compusieron obras para este instrumento. Aunque los principales
de estos compositores son tratados en otros capítulos, es imprescindible mencionar la música pianística
de los alemanes Felix Mendelssohn (1809-1847), en la que destacan las Romanzas sin palabras, y
Johannes Brahms (1833-1897), en cuyas composiciones para piano figuran dos Conciertos, las 21 Danzas
húngaras, un Quinteto y dos Sonatas.
SABÍAS  QUE…  
El   compositor   clásico   y   el   compositor  
romántico  
 
Una   de   las   diferencias   esenciales   entre   un   compositor  
clásico   y   un   compositor   romántico   reside   en   la  
intención   de   usar   o   no   la   música   como   forma   de  
expresión   personal.   Para   una   mentalidad   clásica,   la  
música   es   «forma   musical»   (música   pura),   una   sonata  
es   una   sonata   con   independencia   de   los   sentimientos  
que  su  compositor  experimenta  cuando  la  está  creando.  
Pero   para   un   romántico,   la   música   es   «expresión»,   es  
decir,   algo   inseparable   de   los   sentimientos   que  
predominan   en   el   compositor   al   escribirla.   Schumann  
afirma   en   una   de   sus   cartas:   «Me   afecta   todo   lo   que  
sucede   en   el   mundo   -­‐la   política,   la   literatura,   la   gente-­‐   y  
medito   todo   eso   a   mi   propio   modo,   y   después   anhelo  
expresar   en   música   mis   sentimientos.   Por   eso   a   veces  
es   difícil   entender   mis   composiciones,   porque   están  
relacionadas   con   muchos   intereses   distantes   entre   sí,  
porque  todo  lo  que  sucede  me  impresiona  y  me  fuerza  
a  expresar  en  música  esas  impresiones».  
 

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EL SINFONISMO ROMÁNTICO

Se pueden distinguir dos corrientes en la evolución de la música


sinfónica del Romanticismo: una orientada hacia formas más
puras de tradición clásica y otra de tendencia programática.

La orquesta sinfónica en el siglo XIX

En el siglo XIX la orquesta sinfónica experimentó un importante desarrollo,


gracias a los hallazgos e ideas del compositor francés Hector Berlioz, y más
tarde a los del compositor alemán Richard Wagner.
El número de componentes de la orquesta no dejó de aumentar hasta llegar al siglo XX. El mismo Berlioz
llegó a escribir obras destinadas a ser ejecutadas por más de 500 músicos.

A comienzos del siglo XX, el compositor austriaco Gustav Mahler escribió una sinfonía llamada de los mil
por el gran número de ejecutantes que necesita: gran coro y doble orquesta.

Compositores de tradición clásica


Los compositores de tradición clásica manifiestan mayor inclinación hacia la música pura
en la herencia de Beethoven, aunque con colorido, técnica y expresión románticos.

Franz Schubert (1797-1828), también estudiado como compositor de obras para piano y
el creador del lied romántico, fue autor de nueve Sinfonías de influencia beethoveniana y
gran riqueza melódica, entre las que destacan la octava, conocida como La incompleta o
Inacabada, por contar solo con dos movimientos, y la número nueve, Sinfonía en Do
mayor, denominada La grande o también La romántica.

Felix Mendelssohn (1809-1847) cultivó todos los géneros, a excepción de la ópera:


escribió obras para piano, música de cámara, oberturas y algunos lieder. Pero su medio
preferido es el orquestal. Compuso cinco Sinfonías, entre las que sobresalen la Escocesa
y la Italiana, además del famoso Concierto para violín y la música escénica para El sueño de una noche de
verano de Shakespeare, cuya obertura compuso a los diecisiete años. Es considerado el más clásico de los
románticos.

A Robert Schumann (1810-1856) se le puede situar en un punto intermedio entre


ambas líneas, la clásica y la programática. Escribió cuatro Sinfonías de gran
riqueza rítmica, entre las que merecen especial mención las llamadas La primavera
y Renana.

Johannes Brahms (1833-1897) fue dado a conocer por Schumann. Compuso para
casi todos los géneros, excepto la ópera, destacando en la música de cámara y la
orquestal. La sonata es la base de su producción instrumental. Su solidez técnica
y constructiva y su uso habitual del contrapunto, unidos a su talento para el
desarrollo temático, hicieron de él el símbolo de la música en la tradición de
Beethoven. Brahms combinaba los esquemas formales del Clasicismo con la
riqueza armónica y el colorido románticos. En su producción son de señalar sus
cuatro Sinfonías y diversos Conciertos, entre ellos dos para piano. La música de cámara se cuenta entre
lo mejor de su obra, siendo la variación su forma predilecta.

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A Anton Bruckner (1824-1896) se deben nueve Sinfonías, que denotan una clara influencia de su
formación religiosa y de Beethoven, Schubert y Wagner, destacando la Séptima. Es un maestro en los
desarrollos temático-melódicos.

Gustav Mahler (1860-1911) fue autor de diez Sinfonías, la décima inacabada, con
importantes innovaciones en la instrumentación. La extensión de estas obras es
enorme, recurriendo con frecuencia el autor a gigantescas plantillas orquestales,
donde no faltan voces solistas o grandes masas corales. En sus composiciones
plasma Mahler el sentimiento poético y pesimista de la sociedad de finales de
siglo (post-romanticismo).

Del compositor franco-belga César Franck (1822-1890) debe citarse en este


apartado la Sinfonía en Re menor, de gran riqueza rítmica y muy lograda
instrumentación y armonía.

Compositores de tendencia programática.

En la tendencia programática, una línea innovadora que se abrió paso hasta el nuevo siglo, la gran fantasía
romántica dio lugar a la aparición del poema sinfónico, nueva forma musical menos estricta que la
sinfonía, la cual resultaba insuficiente para que el músico romántico expresara sus sentimientos.

Los grandes maestros del género fueron los siguientes:

Franz Liszt (1811-1886) estableció el poema sinfónico, obra en un solo movimiento, ligada a ideas
extramusicales y basada en uno o varios temas que reaparecen garantizando la unidad formal de la obra.
Entre los doce poemas sinfónicos que escribió destacan Orfeo y Los Preludios, y entre sus sinfonías,
Dante y Fausto. Su música denota una orquestación moderna e innovaciones atrevidas en el campo
armónico, que se manifestaron en obras como Mazeppa y Lo que se escucha en las montañas.

El músico francés Hector Berlioz (1803-1869) consagró la nueva estética con una obra maestra, la
Sinfonía fantástica (1830), de alto contenido descriptivo, basada en un «programa» o guión que puede
seguirse casi como un argumento literario. Fue un gran renovador de la orquesta. En ninguna de sus
sinfonías se sujetó a las normas clásicas.

Richard Strauss (1864-1949), aunque vivió ya en el siglo XX, la música de su primera época fue
romántica. Compuso obras como Don Juan, Muerte y transfiguración y Así hablaba Zaratustra, en las que
asocia la riqueza orquestal al sentimiento y al realismo.

SABÍAS  QUE…  
Los  nuevos  instrumentos  de  viento-­‐madera  y  viento-­‐metal  
La   principal   innovación   tuvo   lugar   en   1838,   cuando   el   alemán   Theobald   Böhm   adaptó   para   la   flauta   un  
nuevo   sistema   de   llaves   y   anillas   que   puso   al   instrumento   a   la   altura   del   violín   en   cuanto   a   precisión   y  
agilidad.   El   sistema   Böhm   fue   adoptado   por   la   industria   y   aplicado   a   los   restantes   instrumentos   de   la  
familia   de   madera:   clarinetes,   oboes   y   fagotes   permitieron   tocar   cualquier   cosa   y   pasaron   a   ser   fabricados  
de  manera  industrial  y  ya  no  exclusivamente  con  madera.  
 
Los  instrumentos  de  metal  sufrieron  una  transformación.  Hasta  entonces  solo  podía  tocarse  con  ellos  un  
pequeño  número  de  sonidos  con  facilidad  y  fiabilidad,  limitándose  su  intervención  en  la  orquesta  a  breves  
frases  de  color  o  a  reforzar  la  sonoridad  general.  En  ocasiones  se  utilizaban  roscas  o  tubos  que  permitían  
cambiar   su   afinación   básica,   produciendo   nuevos   sonidos.   Eso   obligaba   al   ejecutante   a   tener   a   su   lado  
varios   instrumentos   de   diferentes   tamaños   en   los   que   debían   introducir   tubos   adicionales,   con   los  
consiguientes   problemas.   Con   la   introducción   de   pistones   y   cilindros   en   su   producción   industrial,   estos  
problemas  quedaron  solucionados.  

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El lied romántico
El mejor vehículo para expresar los sentimientos románticos fue el lied, que tuvo su
apogeo en el siglo XVI y que en el siglo XIX recibió un nuevo impulso gracias a los
poetas Goethe y Schiller, entre otros.

Características del lied romántico

Lied es una palabra alemana cuyo plural es lieder y


que significa «canción». Sin embargo, como forma
musical tiene una acepción más concreta: es una
canción para voz solista con acompañamiento de
piano, cuya música se compone basándose en una
poesía. De esta manera se consigue la íntima unión
entre el texto y la música.

Predominan dos tipos formales principales: el lied


estrófico, en el que cada estrofa del texto cuenta
con la misma música, y el libre, en el que la música
se adapta a la expresión y sentimientos presentes en cada estrofa del texto. Este fue el tipo habitual en
el siglo XIX. El compositor austriaco Schubert consagró este género. Otros compositores que también
cultivaron el lied fueron Schumann, Brahms y Hugo Wolf.

Franz Schubert
Franz Schubert (1797-1828) fue el verdadero creador del lied romántico. Su
obra estuvo marcada por los movimientos literarios románticos, el lirismo y la
exaltación del folclore alemán. Puso música a textos de los poetas Schiller y
Goethe, entre otros. Sus temas predilectos fueron el amor, la muerte y la
naturaleza. Compuso más de 600 lieder, que se cuentan entre lo mejor del
Romanticismo y en los que consigue una compenetración casi completa con el
texto. Están agrupados en colecciones, como La bella molinera, que consta de
veinte canciones, y El viaje de invierno, con veinticuatro canciones. Su obra
póstuma fue El canto del cisne, escrita en el año de su muerte y que contiene
catorce lieder.

Robert Schumann
Robert Schumann (1810-1856), que tuvo amplia formación literaria, se separó de la temática popular y se
introdujo en la poesía culta alemana y mundial. Sus poetas predilectos fueron: Goethe, Byron, Schiller y,
por encima de todos, Heine.

Sus acompañamientos pianísticos son verdaderos subrayados al texto de los lieder. El lied de Schumann
se diferencia del de Schubert en la manera de entender la melodía, en el acompañamiento y en su
preocupación por el sentimiento. La forma es libre, adaptándose a la poesía de cada estrofa, y su gran
novedad estriba en el acompañamiento pianístico, que en muchas ocasiones se erige en protagonista, o
comenta psicológicamente el texto.

Compuso 250 lieder. Sobre textos de Heine se construye su ciclo Amor de poeta, con una melodía tierna
y lírica a la que el acompañamiento del piano imprime un carácter irónico. Su otro gran ciclo Amor y vida
de una mujer.

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Johannes Brahms
Johannes Brahms (1833-1897) compuso más de 300 lieder influido por Schumann en su sentimentalismo y
por Schubert en su carácter popular. Sobre textos de Tieck compuso la obra Romanzas de Magelone, que
incluye quince lieder ligados por un argumento común. Escribió también Cuatro cantos serios, en donde el
lied tiene una fuerza mayor.

Hugo Wolf
Hugo Wolf (1860-1903) fue el más importante autor de lieder del final del Romanticismo. Bajo la
influencia de Wagner, utilizó el principio de la «declamación continua», por el que el texto es la parte más
importante de la obra. Su música fue una de las más avanzadas de la época en lo que se refiere a la
disgregación de las tonalidades, y la principal característica de sus lieder es el aspecto dramático.
Escribió más de 300 lieder, destacando los Lieder sobre Goethe, Lieder españoles y Lieder italianos.

Gustav Mahler
En el Romanticismo tardío, Gustav Mahler (1860-1911) sustituyó el acompañamiento de piano por el de la
orquesta sinfónica. Entre sus lieder merecen especial mención los Lieder aus des Knaben Wunderhorn
(1888-99), Lieder de los niños muertos (1901-04) y La canción de la Tierra (1907-09), considerada por
muchos su obra maestra.
SABÍAS  QUE…  
AMPLIACIÓN   Los  músicos  en  el  siglo  XIX  
Esquemas   musicales   más    
La   generalización   del   concierto   público   y   la  
frecuentes  en  los  lieder  
ópera   comercial   fueron   las   circunstancias   que  
§ A-­‐A-­‐A   o   A-­‐A'-­‐A":   es   el   permitieron   a   los   compositores   prescindir   del  
denominado   lied   estrófico,   viejo   sistema   de   mecenazgo   y   pasar   a  
porque   se   repite   la   misma   depender   directamente   del   éxito   en   la  
melodía,   o   con   una   pequeña   ejecución  pública  de  sus  obras  y  de  la  venta  de  
variación,   en   cada   una   de   las   música   impresa   en   un   mundo   nuevo   que,   tras  
estrofas.   la   Revolución   Francesa,   pasó   a   regirse  
§ A-­‐B-­‐A:   en   estos   lieder   la   económicamente   mediante   las   leyes   del  
primera   y   la   última   estrofa   mercado.   Esto,   unido   a   la   nueva   mentalidad,  
que  valoraba  la  música  como  la  más  romántica  
tienen   la   misma   música,   con  
de   las   artes,   produjo   un   cambio   muy  
una  sección  central  diferente.  
importante   en   la   consideración   social   de   los  
§ A-­‐B-­‐A-­‐C-­‐A:   en   este   caso,   el   lied   compositores,  que  acabaron  convirtiéndose  en  
tiene   una   forma   similar   al   ídolos   de   los   salones   de   la   burguesía   europea.  
rondó,   que   consta   de   una   Así   fue   también   como   nació   la   figura   del  
melodía   que   se   repite   después   intérprete   «virtuoso»   (pianista   o   violinista),  
de  cada  estrofa  contrastante.   centro   de   los   salones,   y   la   música   «ligera»   o  
  «de   salón»,   destinada   a   la   diversión   (valses,  
mazurcas...).  
 
La   música   del   siglo   XIX   tampoco   puede  
entenderse   al   margen   de   los   avances  
tecnológicos   iniciados   a   mediados   del   siglo  
XVIII   con   la   Revolución   Industrial   que,   entre  
otras   cosas,   permitieron   el   perfeccionamiento  
técnico   de   los   instrumentos   de   viento,   tanto   de  
madera  como  de  metal,  que  ya  no  fueron  obra  
de  artesanos,  sino  de  ingenieros,  y  se  lograron  
gracias  a  la  industria  y  a  la  fabricación  en  serie.  
 

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La ópera romántica alemana
La ópera romántica alemana, al igual que el lied, se abrió camino en el siglo XIX y, a
medida que avanzaba el siglo, el drama musical wagneriano se difundió por toda Europa.

Antecedentes
El primer paso hacia una auténtica ópera alemana lo constituyó el Singspiel, que era una forma musical
muy popular en Alemania y Austria, con el texto en alemán y con diálogos hablados en vez de un recitado
cantado. Con una música más sencilla que la de la ópera seria, prefería los temas de tipo mágico y
fabuloso, contrariamente a la ópera bufa italiana, de tema realista, o a la ópera seria italiana, de tema
histórico-mitológico.

El Singspiel alcanzó su máximo desarrollo con Mozart, concretamente en sus obras El rapto del serrallo y
La flauta mágica. En esta última consiguió Mozart un equilibrio pleno entre los elementos populares y los
cultos.
Más tarde, Beethoven compuso su ópera Fidelio, obra en la que la fuerza de la partitura se impone sobre
la trama dramática.

Sin embargo, fue un contemporáneo de Beethoven, Weber, quien reaccionó contra la influencia de la
ópera italiana hasta el punto de ser considerado como el creador de la ópera nacional alemana.

Carl Maria von Weber


Carl Maria von Weber (1786-1826) fue hijo de un músico ambulante y estudió en Viena con Haydn y
Vogler. Fue director de orquesta de los teatros de Praga y Dresde.

La fuerza romántica de Weber radica en su maestría para conjugar lo popular y lo fantástico, buscando
un lenguaje asequible, pero dramático. Su obra operística se caracteriza por sus melodías populares
llenas de sentimientos alegres y a la vez profundos.
Su primera ópera auténticamente alemana fue El cazador furtivo, escrita en 1821. En ella aparecen todos
los ingredientes del Romanticismo alemán. Otras óperas son: Euriante, Oberón.
En el campo de la orquestación consiguió efectos y timbres en los que mostró un gran conocimiento de la
orquesta dramática.

Richard Wagner

Richard Wagner (1813-1883) nació en Leipzig y, desde los catorce


años, estudió filosofía, armonía y contrapunto. Fue maestro de canto
en Wurzburg y director de orquesta en Magdeburgo, Leipzig,
Königsberg y Riga.

Vivió en Londres y París hasta que fue nombrado director de orquesta


del Teatro Real de Dresde. Su espíritu revolucionario le llevó a las
barricadas en esta ciudad en el año 1848 y tuvo que huir a Zúrich. Allí
plasmó sus ideales estético-filosóficos en la obra Arte y revolución.

En el año 1864 se instaló en Múnich, donde se dedicó a la composición


bajo la protección de Luis II de Baviera.

Con el estreno de su obra El anillo de los nibelungos (1876) se inauguró el teatro de Bayreuth, construido
según los ideales del drama wagneriano. Siete años después, en 1883, un paro cardiaco puso fin a su vida
en Venecia, donde se había instalado por razones de salud.

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Las características principales de su obra son las siguientes:
• Intento del «arte total», síntesis de la poesía, artes plásticas, música y danza.
• Uso y potenciación del alemán en todas sus óperas.
• Temas basados en los mitos y leyendas alemanes.
• Incremento del número de componentes y del protagonismo de la orquesta, con la incorporación
de nuevos instrumentos.
• Utilización del leitmotiv, motivo musical que caracteriza a los diferentes personajes de la ópera,
en cuyos contrastes se consigue el aspecto dramático.
• Uso de armonías cromáticas, en modulación constante, que llevaron la tonalidad a su punto de
máxima tensión y que significaron el principio de la ruptura del sistema tonal clásico.
• Evolución hacia el drama musical, donde las escenas se encadenan sin distinción entre aria y
recitativo.

La primera ópera importante de Wagner fue Rienzi. Otras óperas son: El buque fantasma (1841) es un
drama legendario en donde aparece la idea de la regeneración por el amor. Cuatro años después Wagner
compuso Tannhäuser, sobre leyendas medievales alemanas, con su famoso «Coro de peregrinos».

Su ópera romántica Lohengrin (1850) fue el paso definitivo hacia su tetralogía El anillo de los nibelungos:
El oro del Rhin, La Walkiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses, obra en la que han quedado plasmadas
todas las características de la música wagneriana.

Compuso otras obras importantes, como la apasionada historia de amor Tristán e Isolda y la ópera cómica
Los maestros cantores de Nuremberg. Su última obra, Parsifal, es un drama religioso escrito en 1882.

Después de Wagner, y hasta Richard Strauss, el único músico de la escuela alemana destacable fue
Engelbert Humperdinck (1854-1921), autor de Hänsel y Gretel, ópera infantil con motivos folclóricos.

La ópera romántica italiana


En la Italia del siglo XIX la ópera se impuso como género predilecto, al extremo de
eclipsar a las demás formas musicales. La ópera romántica sirvió para expresar las
ideas de unidad, libertad y patriotismo por las que luchó Italia durante este siglo.

Características generales

Desde sus inicios en el siglo XVII, la ópera, que constituyó


uno de los espectáculos de mayor agrado del pueblo
italiano, se amoldó a cualquier época musical, adoptando
las correspondientes ideas estéticas. En el siglo XIX, la
ópera italiana siguió ocupando un lugar preeminente.

Las características más importantes de la ópera italiana


son estas:
§ Lo vocal prima sobre cualquier otro motivo, quedando en segundo plano los aspectos orquestales y
armónicos.
§ El virtuosismo del cantante se acentúa menos que en otras épocas.
§ En ciertos momentos de la representación (arias y dúos) se busca la brillantez y el lucimiento de
los solistas más que la unidad escénica y conceptual de la obra.
§ Existe cierta superficialidad junto con agradables melodías, que son cauce de expresión para el
drama argumental.

  81  
Gioacchino Rossini

Gioacchino Rossini (1792-1868), continuador de la tradición mozartiana, fue el músico


que encarnó el tránsito entre la ópera del siglo XVIII y la ópera romántica. En sus
instrumentaciones aumentó el número de los instrumentos de viento, sobre todo en
las oberturas, y dio a sus melodías un carácter dinámico y fresco. Su riqueza y
fluidez melódica, y su espontaneidad para la escritura, fueron proverbiales.

Rossini transmitió a los románticos posteriores atrevidas innovaciones: predilección


por temas patrióticos o naturalistas, uso del coro en representación del pueblo,
acentuación dramática de la orquesta e impulso de la ópera cómica.

Rossini se hizo famoso en toda Europa tras el estreno de El barbero de Sevilla (1816), pero con solo
treinta y siete años de edad y habiendo alcanzado la fama dejó casi de componer tras la creación de su
obra Guillermo Tell (1829). Otras de sus obras más importantes son La italiana en Argel, La cenicienta y
La urraca ladrona.

Otros operistas
Otros compositores operísticos y más románticos que Rossini fueron Bellini y Donizetti. Ambos son
considerados los creadores del bel canto, tipo de canto caracterizado por una entonación plena de
belleza y dulzura y de grandes dificultades técnicas.

La carrera de Vincenzo Bellini (1801-1835) fue breve, pero gloriosa. Admiraba a Rossini, se hizo amigo
suyo en París y, siguiendo su ejemplo, escribía con todo detalle la ornamentación vocal para cada una de
las partes de sus obras. Cuando tenía que poner música a un libreto, recurría a los temas que iba
acumulando, ya que diariamente practicaba inventando motivos musicales. Entre sus obras destacan
Norma (1831), estrenada en el teatro de la Scala de Milán, La sonámbula y Los puritanos (1835), que fue
su último triunfo, ya que ese mismo año murió.

Gaetano Donizetti (1797-1848) fue director y maestro de ensayos del teatro San Carlos de Nápoles y
compuso hasta los treinta años más de veinte óperas. Entre ellas es de señalar el gran número de óperas
cómicas o farsas. Su primer éxito lo obtuvo con su ópera trágica Ana Bolena (1830) y su éxito mayor fue
Lucía de Lammermoor (1835). Después de componer obras como El elixir de amor y La hija del
regimiento, logró la obra maestra del género bufo italiano, Don Pasquale (1843), estrenada en París.

Giuseppe Verdi
Giuseppe Verdi (1813-1901) nació en Roncole. Estudió música en Milán y su primer
éxito lo logró con Nabucco (1842), ópera de gran trascendencia político-social y
cuyo coro de lamentación de los hebreos cautivos en Babilonia lo cantaba la gente
por las calles de París y Londres.

En la obra de Verdi se distinguen tres períodos:

§ El denominado «patriótico», por su compromiso con la libertad del pueblo


italiano dominado entonces por Austria. Bajo la influencia de Rossini,
Verdi compuso Rigoletto, La traviata y El trovador.
§ En el segundo período, Verdi se muestra más preocupado por la unidad
dramática y la distinción psicológica de los personajes. Sus temas fueron
más elaborados y buscó un público más entendido. Pertenecen a este período Simón Bocanegra, La
fuerza del destino y Don Carlos.
§ El período de conclusión, en el que escribió Aida y Otelo y, por último, cuando ya tenía 80 años,

  82  
Falstaff. En estas obras, la música fue más profunda y los coros y la orquesta adquirieron más
importancia. A semejanza de Wagner, Verdi diluye las diferencias entre recitativo y aria en
beneficio de una mayor continuidad musical y dramática.

La obra de Verdi se ha denominado «realista» por la sencillez de sus melodías, lo espontáneo de sus
argumentos -de carácter mitológico o histórico- y lo natural de sus instrumentaciones. Su música siempre
estuvo en continuo progreso técnico. Sus libretos los escogió entre obras de Victor Hugo, Schiller,
Shakespeare y lord Byron.

El verismo musical

A finales del siglo XIX surgió una nueva corriente dramático-musical


denominada verismo. Influida por la literatura realista de Zola, la música
trató de plasmar las emociones primarias de los protagonistas de las obras e
incorporó a la ópera argumentos reales de la vida en sustitución de las tramas
de enredo formal, mitológicas o absurdas. El comienzo del verismo musical se
hace coincidir con el estreno de Cavalleria rusticana (1890), de Pietro
Mascagni (1863-1945). Otra ópera en un acto, considerada también prototipo
del verismo, es Los payasos (1892) de Ruggiero Leoncavallo (1858-1919), obra
más pulida y refinada, pero sin la autenticidad de la ópera de Mascagni.

Pero fue Giacomo Puccini (1858-1924) el compositor más importante del


verismo, aunque alguna vez utilizó elementos fantásticos. Supo dar un
realismo psíquico a sus personajes y se distinguió por su extraordinaria
melodía y la originalidad armónica de su orquestación.
Puccini conocía perfectamente la complejidad de la obra teatral y la
profunda interdependencia que existe entre los elementos que la componen:
el gesto, la palabra, la música y la situación escénica tenían que estar
íntimamente relacionados. Por eso, Puccini vigiló el trabajo de sus libretistas
y los subordinó a su voluntad, consiguiendo la integración y el equilibrio entre
acción, palabra y música.

El primer triunfo de Puccini fue su ópera Manon Lescaut (1893), en la que tuvo que
emplear hasta siete libretistas para lograr el texto que él quería. En un período de
ocho años compuso La bohéme (1896), Tosca (1900) y Madame Butterfly (1904).
Puccini dejó sin acabar su última ópera, Turandot, que terminó su discípulo Alfano.

  83  
La música romántica en Francia
La música francesa en el siglo XIX contó con grandes compositores, que cultivaron las
más diversas formas musicales, pero estuvo sobre todo dominada por el género
operístico. París se convirtió en la capital europea de la ópera.

La primera mitad del siglo


Al comienzo del siglo XIX existían en Francia dos
tendencias musicales dentro de la ópera: la denominada
ópera heroica, impregnada del espíritu de la Revolución,
con compositores italianos como Spontini y Cherubini, y la
llamada ópera cómica, en la que alternaban las partes
recitadas y las musicales, con autores como Daniel Auber
(1782-1871).

La burguesía, nueva clase dominante, reclamó un mayor


espectáculo, un vestuario más lujoso y una mayor variedad.
Surgió así la grand opéra, cuyas características
fundamentales son argumentos heroicos e históricos,
trama con diversidad de situaciones y de estilos, lujo de escenas y de trajes, grandiosidad orquestal,
grandes masas corales, efectos de luces y colores y la inserción de caprichosas situaciones de baile.

El principal autor de la gran ópera fue Giacomo Meyerbeer (1791-1864), músico judío alemán, que
compuso Roberto el diablo (1831), modelo de la gran ópera durante bastantes años, Los hugonotes y La
africana.

Hector Berlioz (1803-1869), al que tratamos también en el sinfonismo, es uno de los representantes más
originales del Romanticismo francés y un gran innovador de la orquestación. Además de la Sinfonía
fantástica (1830), compuso un Réquiem (1837) y leyendas dramáticas como La condenación de Fausto
(1828-1846) y Romeo y Julieta (1839).

La segunda mitad del siglo


Hacia mediados del siglo XIX surgió la ópera lírica, una nueva tendencia operística derivada de la gran
ópera, que fue cultivada por compositores como Gounod, Bizet y Massenet.

Charles-François Gounod (1818-1893), compositor, director de orquesta y organista, su música es


melódica, cromática y delicada. Compuso música religiosa y oratorios, mostrando gran interés por la
polifonía del siglo XVI, especialmente por Palestrina. Alcanzó la fama con las óperas Fausto, Romeo y
Julieta y Mireille.

Georges Bizet (1838-1875), consumado pianista, obtuvo cierto éxito con su ópera Los pescadores de
perlas (1863). Pero su triunfo más importante lo alcanzó con Carmen (1874), considerada como la ópera
premonitoria del teatro musical verista. Se trata de una obra realista, de extraordinaria riqueza
melódica y colorido rítmico-dramático. Fue también un notable autor de piezas sinfónicas, caracterizadas
por la calidad de su instrumentación, como la suite La arlesiana (1872).

Camille Saint-Saëns (1835-1921), gran instrumentista de teclado, es autor de la ópera Sansón y Dalila,
pero conserva mayor vigencia su música sinfónica, de gran elegancia y rigor constructivo, como el
Concierto en sol menor, la Sinfonía número 3 y El carnaval de los animales. Goza también de merecida
aceptación su Oratorio de Navidad.

  84  
Jules Massenet (1842-1912), profesor del Conservatorio de París, fue conocido durante algún tiempo por
sus oratorios. Gran maestro de la orquestación, supo conquistar el gusto del público con un estilo
melodioso. Se le consideró como el compositor de ópera más famoso de Francia después del estreno de
Manon (1884). Otras óperas suyas, de entre las veintiuna que compuso, son El Cid, Werther y Don
Quijote.

La opereta surgió en Francia como una derivación de la ópera lírica. Es una obra escénica en donde se
intercalan fragmentos hablados con otros cantados sobre un argumento frívolo, satírico y humorístico.

Su creador fue el compositor francés de origen alemán Jacques Offenbach (1819-1880), que compuso
unas cien operetas y la ópera Los cuentos de Hoffmann (1881). Los títulos de sus operetas más conocidos
son Orfeo en los infiernos (1858) y La bella Elena (1864), basada en la guerra de Troya. Offenbach
influyó de manera notable en los músicos de Viena, adonde pasaban sus operetas poco después de ser
estrenadas en París.

SABÍAS  QUE…  
El  Conservatorio  de  París  
 
La  enseñanza  musical,  que  hasta  comienzos  del  siglo  XIX  había  
sido   una   cuestión   artesanal   de   maestros   y   aprendices,   o,   como  
en   Italia,   labor   de   escuelas   de   beneficencia   para   huérfanos,  
tomó   carácter   público   y   oficial   en   este   siglo   a   través   de   los  
conservatorios.  
 
El   primero   fue   el   de   París   y   su   función   en   el   siglo   XIX   fue  
importantísima,   proporcionando   enseñanza   de   calidad   y   a   la  
vez   dictando   unas   normas   de   estilo   que   debían   ser   seguidas   por  
los  compositores.  
 
No  era  fácil  estudiar  en  el  Conservatorio:  el  ingreso  se  producía  
a   los   diez   años,   mediante   examen   público   que   era   siempre  
objeto  de  fuertes  protestas,  y  la  enseñanza  incluía  un  sistema  de  
frecuentes   exámenes   y   premios   anuales   por   especialidades,  
siempre   ante   un   tribunal   de   autoridades,   que   creaban   un  
ambiente   altamente   competitivo.   A   cambio,   un   premio   en   el  
Conservatorio   aseguraba   una   prometedora   carrera   musical.   El  
triunfo   supremo   de   un   estudiante   de   composición   en   París   era  
ganar   el   Premio   de   Roma,   que   incluía   cuatro   años   de   estudios  
en  la  Academia  Francesa  en  la  Villa  Medici  de  Roma.  
 

La danza en el Romanticismo
Durante el período romántico se produjo un gran cambio en esta disciplina artística. A
principios del siglo XIX, el ballet comenzó a poner en escena historias de príncipes,
ninfas, magia y amores no correspondidos.

Cambios en la danza
Mientras que en épocas anteriores se desarrollaban argumentos de temas mitológicos y dioses de la
Antigüedad como Apolo, Venus o Marte, en el Romanticismo las historias tenían como protagonistas a
príncipes, ninfas, hechiceros, sílfides, magos y enamorados.

Fue una época caracterizada por su riqueza artística, que supuso la aparición de una nueva estética.
Se introdujo el uso del tutú, un vestido corto de gasa que permitía observar la destreza de los pasos, y el

  85  
baile sobre la punta de los pies (sur les pointes) con zapatillas de punta endurecida, lo que otorgaba a la
bailarina un aire de libertad y ligereza.
Se utilizaban los desplazamientos en vuelo, reduciendo así el contacto con el suelo, para dar sensación de
flotar en el aire.
Además, los bailarines se esforzaban por transmitir la expresividad necesaria para crear una imagen
emotiva.
En la mayoría de los ballets, la bailarina desempeñaba un papel principal, mientras que los bailarines
actuaban como apoyo.

El ballet operístico

En el siglo XIX, el ballet siguió siendo un elemento importante en la


ópera, sobre todo en la gran ópera. Contribuía a la espectacularidad
que el público pedía de las representaciones operísticas. En algunos
casos, el ballet se integraba en el argumento de la ópera, como ocurre
con la impresionante danza de las monjas espectrales en Roberto el
diablo de Meyerbeer.
De la estrecha conexión entre el ballet y la ópera da fe el hecho de
que hubo músicos que compusieron ambas formas musicales.

Uno de los principales exponentes de estos compositores fue el


francés Léo Delibes (1836-1891), inspirado autor de ballets como
Copelia (1870) y Silvia (1876), y de óperas bufas, como Jean de
Nivelle (1880) y Lakmé (1883), su mejor obra, cuyo famoso «Dúo de
las flores» no falta en las antologías de música romántica.

Otro músico francés, Édouard Lalo (1823-1892), compuso asimismo óperas y ballets. Entre sus
principales obras figuran el ballet Namouna (1882) y la ópera El rey de Ys (1888), además de la
espléndida Sinfonía española (1883) para violín y orquesta.

La danza teatral
El ballet como forma artística independiente de la ópera se consagra definitivamente en el siglo XIX,
siendo el Romanticismo francés el que revolucionó la técnica.

Algunas figuras importantes de este período fueron las


bailarinas italianas Marie Taglioni (1804-1884), quien
estrenó en 1832 La sílfide, ballet en dos actos de Jean
Schneitzhoeffer, con coreografía del padre de la propia
Marie, Filippo Taglioni; Fanny Cerrito y Carlotta Grisi, la
primera bailarina que encarnó a Giselle (1841), la
protagonista del ballet en dos actos del compositor
francés Adolphe Adam (1803-1856), y la danesa Lucile
Grahn. Todas ellas consiguieron que un público cada vez
más numeroso se interesara por la danza teatral.

Además de París, en las capitales de Rusia, Dinamarca,


Inglaterra y Austria se desarrolló también una intensa
actividad en el campo de la danza teatral.

El punto culminante se alcanzó en Rusia gracias al bailarín y coreógrafo francés Marius Petipa (1819-
1910), quien desde que fue a bailar a San Petersburgo en 1847 hasta que se retiró como maestro de
ballet en 1903 creó danzas para más de 100 obras. Entre las principales se recuerdan sus versiones de

  86  
los ballets de Léon Minkus (1826-1917) Don Quijote, estrenada en
Moscú en 1869, y La bayadera, cuyo estreno tuvo lugar en San
Petersburgo en 1877. Pero donde brilló muy en especial el arte de
Petipa fue en las coreografías creadas para los ballets de Piotr Ilich
Tchaikovsky (1840-1893) La bella durmiente (1890), Cascanueces
(1892) y El lago de los cisnes (1895). Petipa inauguró un modelo de
estrecha colaboración entre un coreógrafo de talento y un compositor
de talla, modelo que sería después seguido por los grandes
coreógrafos del siglo XX.

Valses, mazurcas, polcas...

A lo largo del siglo XIX, se extendieron por Europa, procedentes de Viena, una serie de danzas y
composiciones musicales encabezadas por el vals, en las que fueron maestros indiscutibles los miembros
de la familia Strauss.

Bailes de compás ternario y binario


El vals es un baile de salón de origen austriaco que se
realiza por parejas con un movimiento giratorio. Surgió en
el siglo XVIII y se popularizó en el XIX, gracias sobre
todo al vals vienés. Es la danza que ha gozado de mayor
aceptación a lo largo del tiempo en los bailes de salón. La
música de este baile tiene ritmo ternario que sigue el
compás de 3/4. Fue adaptada como composición musical de
carácter instrumental, no destinada para el baile, y fue
cultivada por compositores como Chopin, Brahms, Liszt y
Tchaikovsky.

La mazurca es un baile polaco que se popularizó por toda Europa en la época romántica. Es una danza
galante, de compás ternario, que se ejecuta por parejas, en las que la mujer elige a su acompañante.
Chopin compuso 55 mazurcas para piano.

La polca es una danza y música de origen bohemio, difundida en el siglo XIX por toda Europa y América,
que se baila por parejas. Está en compás de 2/4 moderadamente rápido y tiene un carácter alegre y
popular. Además de ambos Johann Strauss, compusieron polcas autores nacionalistas como Smetana en
La novia vendida y Dvorak.

Entre los principales compositores encontramos:

Joseph Lanner (1801-1843), inició la moda del vals vienés y rivalizó en popularidad con los Strauss. Entre
los valses que compuso sigue interpretándose con asiduidad El vals de los patinadores.
Johann Strauss (padre) (1804-1849) y Johann Strauss (1825-1899), hijo del anterior, fue director de
orquesta y se le ha llamado «el rey del vals». Compuso y ejecutó con su propia orquesta más de 150
valses, creando una música de gran riqueza melódica y elegancia formal. También escribió operetas en
tres actos, como El murciélago y El barón gitano. Entre sus valses descuellan El bello Danubio azul, Las
mil y una noches, El vals del emperador y Cuentos de los bosques de Viena.

  87  
La música lírica en la España del siglo XIX
En el siglo XIX español, la zarzuela, tanto en el género grande como en el género chico,
vivió momentos de gran esplendor, mientras que algunos autores intentaron sin
demasiado éxito crear una ópera nacional.

Intentos de crear una ópera nacional

Al comenzar el siglo XIX, no existía en España una ópera nacional. Se vivía de los compositores y las
obras italianas hasta el punto de que, al inaugurarse el Teatro Real de Madrid en 1850, los autores más
programados fueron Rossini, Verdi, Bellini y Donizetti.

Ante esto, algunos compositores españoles llegaron a escribir óperas sobre


libretos en italiano, pero sin éxito. Así lo hicieron Ramón Carnicer (1789-
1855) e Hilarión Eslava (1807-1878) entre otros.
Emilio Arrieta (1823-1894) trató de crear una ópera ampliando a tres actos
su zarzuela Marina y añadiéndole algunas arias. A Tomás Bretón (1850-
1923) se deben óperas como Los amantes de Teruel, Garín y, sobre todo, La
Dolores, que alcanzó un gran éxito.

Ruperto Chapí (1851-1909) también se aventuró en el terreno operístico


con sus obras La bruja y Margarita la tornera. Felipe Pedrell (1841-1922)
compuso asimismo varias óperas, entre las que descuella La Celestina, pero
consiguió mayor relevancia por sus trabajos teóricos. Enrique Granados
(1867-1916) se sirvió de su suite para piano Goyescas para componer una
ópera en dos actos que estrenó en Nueva York.

La zarzuela grande y el género chico


En este contexto musical renació el género español de la zarzuela, que estaba olvidado desde el último
tercio del siglo XVIII. A mediados del siglo XIX, la zarzuela contó con un grupo de jóvenes
compositores, entre los que se encontraban Arrieta y Barbieri.

En una primera etapa se compusieron obras largas, de dos, tres o cuatro actos, con partes habladas. Su
principal representante fue Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894), autor de dos obras maestras: El
barberillo de Lavapiés y Pan y toros, en las que introdujo el ambiente
costumbrista de mitad de siglo, lo castizo y picaresco de la España del tiempo de
Goya.
Este tipo de zarzuela, de gran empaque y extensión, constituye el género grande
o zarzuela grande.

El género chico nació como hermano menor de la zarzuela al hacerse esta más
popular. Es una obra realizada, por lo general, en un solo acto sobre temas
castizos o populares a manera de pequeños sainetes.
Los compositores más destacados de ambos géneros fueron Manuel Fernández
Caballero (1835-1906), del que merecen citarse Gigantes y cabezudos y El dúo de
la Africana; Tomás Bretón, autor de La verbena de la Paloma; Ruperto Chapí, que
compuso El rey que rabió y La revoltosa; Federico Chueca (1846-1908), al que se
deben La Gran Vía y Agua, azucarillos y aguardiente, y Jerónimo Jiménez (1854-
1923), entre cuyas obras cabe recordar La tempranica, La boda de Luis Alonso y
El baile de Luis Alonso.

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Con la llegada del siglo XX se produjo un cierto decaimiento de la zarzuela, aunque algunos autores
revitalizaron el género. Entre estos compositores sobresalen Amadeo Vives (1871-1932), con Bohemios y
Doña Francisquita; Pablo Sorozábal (1897-1988), con La tabernera del puerto y La del manojo de rosas;
Federico Moreno Torroba (1891-1982), con Luisa Fernanda y La marchenera; y Jacinto Guerrero (1895-
1951), con Los gavilanes.

AMPLIACIÓN  
Al  margen  de  la  zarzuela  
 
La   reacción   absolutista   posterior   a   la   guerra   de   la  
Independencia   (1808-­‐1812),   más   el   período   de  
turbulencias  posterior,  hicieron  de  España  un  país  atrasado  
en  el  contexto  europeo,  sin  una  vida  musical  propia  hasta  el  
último  tercio  de  siglo.  Si  surgía  algún  talento  musical,  como  
es  el  caso  del  compositor  bilbaíno  Juan  Crisóstomo  Arriaga  
(1806-­‐1826),   muerto   con   solo   veinte   años,   este   se   veía  
obligado   a   estudiar   en   el   extranjero.   Arriaga   compuso  
también  una  ópera,  titulada  Los  esclavos  felices.  
 
Igualmente   hay   que   mencionar   las   obras   para   guitarra   de  
Fernando   Sor   (1778-­‐1839),   a   quien   podemos   considerar  
creador   de   la   guitarra   de   concierto,   junto   con   Francisco  
Tárrega  (1854-­‐1909),  ya  en   la   segunda   mitad  del   siglo.  En  
la   música   para   piano   destaca   la   obra   del   pianista   coruñés  
Marcial  del  Adalid  (1826-­‐1881),  discípulo  de  Chopin.  
 
 

  89  
Sociedad y cultura del siglo XIX al XX
Junto con el liberalismo surgió en Europa en la segunda mitad del
siglo XIX otro movimiento ideológico y cultural, el nacionalismo.
Y a principios del siglo XX, las profundas transformaciones que
experimentó el mundo se vieron reflejadas en la cultura y en el
arte.

El cambio de siglo
Durante la segunda mitad del siglo XIX, las revoluciones burguesas
triunfaron en gran parte del mundo occidental y se impusieron
progresivamente sistemas de gobierno más democráticos.
El desarrollo industrial trasformó la economía, la industria y la vida cotidiana,
al tiempo que se produjo un intenso crecimiento demográfico. A su vez, los
medios de transporte y comunicación (ferrocarril, barco de vapor, telégrafo)
mejoraron de manera asombrosa. Todo esto contribuyó a que las relaciones
políticas, económicas y culturales entre los Estados se intensificaran.
Por su parte, el nacionalismo supuso una búsqueda de las raíces y tradiciones culturales propias de cada
pueblo.
Cambió de forma radical el concepto estético que había servido de guía durante los siglos precedentes y
se abrieron nuevas vías de investigación artística, que propiciaron formas de expresión muy diferentes a
las que se habían planteado hasta ese momento.

SABÍAS  QUE…   Las artes a finales del siglo XIX


Postromanticismo   A finales del siglo XIX, la historia se acelera y se precipita. Los
A   finales   del   siglo   XIX   y   principios   del   XX,   movimientos culturales ya no duran decenios, como el Barroco o el
siguieron   realizándose   en   los   distintos  
Romanticismo, ni incorporan a todos los artistas de una misma
ámbitos   del   arte,   junto   a   creaciones  
innovadoras,   obras   de   influencia   y   época, sino que conviven al mismo tiempo tendencias y
características   románticas,   que   suelen   movimientos artísticos muy diferentes, que responden a diversas
englobarse   en   el   movimiento   denominado   formas de interpretar la realidad.
Romanticismo  tardío  o  postromanticismo.  
  En esta época convivieron tendencias que procedían de épocas
En  el  campo  de  la  música  se  desarrolló  una  
anteriores, como el post-romanticismo y los nacionalismos, con
corriente   ligada   al   Romanticismo   y  
fuertemente   influida   por   Wagner.   Las   otras que abrirían el camino hacia nuevos lenguajes artísticos,
principales   características   de   esta   como el impresionismo y el expresionismo.
tendencia   fueron   el   aumento   del   tamaño  
de   la   orquesta,   la   mayor   duración   de   las  
obras,   la   frecuente   utilización   de  
elementos   extramusicales   y   la   presencia   Arquitectura
de   ideas   musicales   grandilocuentes.   La revolución industrial tuvo grandes consecuencias sobre la
Destacaron   los   compositores:   Gustav   arquitectura, ya que se empezaron a utilizar nuevos materiales,
Mahler  y  Richard  Strauss.   como el hierro, el cristal y el acero. El edificio más representativo
  de la arquitectura de la época fue la torre Eiffel, en París.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX apareció el modernismo o Art Noveau, que cuajó con
fuerza en Cataluña. Antonio Gaudí (1852-1926) fue su máximo exponente.

Pintura y escultura
La invención de la fotografía a mediados del siglo XIX cuestionó la función pictórica de representar
fielmente la realidad, propia del realismo.

  90  
Por esta razón, en los últimos años del siglo XIX, los pintores de
las nuevas tendencias artísticas, como el impresionismo, se
preocuparon por reproducir la naturaleza, atendiendo más a su
impresión personal que a la realidad objetiva. Los representantes
más significativos de este movimiento fueron los franceses Claude
Monet (1840-1926), Edgar Dégas (1834-1917), Édouard Manet
(1832-1883), Auguste Renoir (1841-1919) y Camille Pisarro (1830-
1903).

Para los post-impresionistas, como Vincent Van Gogh (1853-1890), Paul Gauguin (1848-1903) y Paul
Cézanne (1839-1906), las obras debían reflejar el sentimiento del artista hacia lo que estaba pintando.
En los primeros años del siglo XX nació el expresionismo, cuyo principal representante fue Edvard Munch
(1863-1944).
El francés Auguste Rodin (1840-1917) llevó a la escultura las ideas del impresionismo: dejaba
aparentemente inacabadas las superficies para que, al incidir la luz sobre ellas, la imagen se completara
en la retina del espectador.

Literatura
El realismo surgió como reacción a la literatura romántica. Se
centraba en el análisis de la sociedad y del ser humano
mediante la descripción objetiva de la realidad. Charles
Dickens (1812-1870) en Inglaterra, Honoré de Balzac (1799-
1850) en Francia, Tolstoi (1828-1910) y Dostoievski (1821-
1881) en Rusia y Benito Pérez Galdós (1843-1920) en España
son algunos de los escritores más relevantes que cultivaron
este estilo.
El realismo derivó después hacia el naturalismo, que reflejaba
la realidad sin evitar sus aspectos más desagradables.

El  simbolismo  
 
En   la   segunda   mitad   del   siglo   XIX   surgió   en   Francia   un   movimiento   que   reaccionó   contra   el  
positivismo  y  que  produjo  una  revolución  en  la  pintura  y  en  la  poesía:  el  simbolismo.  
 
El   simbolismo   pretende   evocar   o   sugerir   los   objetos   mediante   símbolos   o   imágenes.   El   antecedente  
directo   del   simbolismo   en   pintura   fue   el   prerrafaelismo   británico.   Frente   a   los   postulados   del  
impresionismo,   sus   representantes   trataron   de   ir   más   allá   de   lo   puramente   visual   y   expresar   ideas,  
sentimientos   y   emociones,   con   temas   de   carácter   espiritual   y   esotérico.   Los   principales   pintores  
simbolistas   fueron   Gustave   Moreau   (1826-­‐1898),   Puvis   de   Chabannes   (1824-­‐1898)   y   Odilon   Redon  
(1840-­‐1916).  
 
El   poeta   simbolista   fue   un   visionario   que,   mediante   la   palabra,   estableció   nuevas   correspondencias  
entre  el  mundo  sensible  y  el  mundo  espiritual.  Para  ello,  los  simbolistas  se  sirvieron  del  símbolo  y  de  
la   metáfora.   Con   ambos   recursos   persiguieron   sobre   todo   la   musicalidad,   el   ritmo   y   el   poder   de  
evocación   de   las   palabras.   Sus   principales   representantes   fueron   Charles   Baudelaire   (1821-­‐1867),  
Arthur  Rimbaud  (1854-­‐1891)  y,  sobre  todo,  Stéphane  Mallarmé  (1842-­‐1898).  
 

  91  
Los nacionalismos musicales
En la segunda mitad del siglo XIX se originaron en Europa movimientos nacionalistas
que tuvieron como guía las ideas de libertad e igualdad propagadas por la Revolución
Francesa y la afirmación y exaltación de la identidad nacional de cada pueblo o nación.

Orígenes y significado del nacionalismo


El nacionalismo como movimiento político es la tendencia que propugna la autonomía o la independencia de
un pueblo consciente de los lazos históricos, étnicos, lingüísticos, culturales y sociales que unen a sus
miembros.
Este movimiento alcanzó su pleno significado en Occidente en el siglo XIX y en muchos casos evolucionó
hacia un planteamiento revolucionario. El nacionalismo se concretó en un profundo deseo de los pueblos
de que sus fronteras coincidieran con los límites de su comunidad histórica nacional en un Estado propio.
El nacionalismo encontró apoyo ideológico en el liberalismo, que amplió la idea del derecho de la persona y
de la colectividad histórica nacional a la libertad.

También se basó en las ideas defendidas por el Romanticismo, que ayudaron a concretar el «sentimiento
nacional». En los pueblos europeos del siglo XIX hay un despertar del concepto nacional.
La lucha nacionalista se vio favorecida por dos circunstancias:

§ La existencia de pueblos, como Alemania e Italia, que buscaban la unificación nacional, ya que se
sentían nación.
§ La existencia de pueblos, como Hungría y Bulgaria, que deseaban su independencia nacional,
porque estaban dominados por imperios, como el turco o el austrohúngaro.

El nacionalismo musical

A mediados del siglo XIX, y dentro de la ideología que el Romanticismo había formulado, surgieron los
movimientos musicales nacionalistas en los países de la periferia de Europa, países que habían estado al
margen de la creación o de la evolución musical.

Una de las características esenciales del Romanticismo era la


veneración por la cultura popular como expresión espontánea del
alma nacional. Consecuencia de esta actitud fue, a partir de 1850,
la aparición de una corriente musical nacionalista que buscaba una
expresión musical propia basándose en el folclore nacional.

Se produjo una búsqueda de las raíces y tradiciones populares que


definen culturalmente a cada pueblo. La música, y en particular la
música dramática, fue el medio más efectivo para reflejar ese
sentimiento. La ópera facilitaba la puesta en escena de argumentos
de carácter nacional y la interpretación de temas musicales
populares. Además, la ópera iba ganando progresivamente
espectadores, por lo que era un buen cauce para una comunicación
rápida y masiva de ideas.

  92  
Características de la música nacionalista
Las principales características de la música nacionalista son estas:

• Interés por el propio folclore, que es considerado como la esencia expresiva del canto y de la
música de un pueblo.
• Expresión del sentimiento nacionalista, bien como manifestación política, bien como manifestación
de la cultura autóctona de un pueblo. Así, las obras nacionalistas incluían leyendas, historia,
ritmos y melodías populares, instrumentos autóctonos, etc.
• Reacción contra el dominio musical de los países del área germánica (Alemania y Austria), de
Italia y de Francia.
• Huida de las formas clásicas que, si se aplican, es para dar un estilo culto a la música folclórica.
• Nacimiento de nuevos modismos y escalas basados en la peculiar música de cada pueblo.
• Valoración de la riqueza tímbrica de las orquestas. Redescubrimiento de instrumentos nuevos
para la música sinfónica, sobre todo en el campo de la percusión.
• Gran variedad y riqueza melódica.
• Las formas musicales predominantes eran la canción, el poema sinfónico, el ballet y la ópera,
frente al menor uso de la sonata y la sinfonía.

Períodos del nacionalismo musical y principales países en los que se desarrolló


Se pueden distinguir dos períodos en la evolución del nacionalismo musical:

§ El primer período se inició a mediados del siglo XIX y duró hasta comienzos del siguiente siglo. La
música tuvo características de corte romántico y estuvo más directamente inspirada en el
folclore.
§ El segundo período se extendió durante la primera mitad del siglo XX. La música de este período
fue más independiente y creativa.

Los principales países en los que arraigó el nacionalismo musical fueron Rusia, los países escandinavos,
Bohemia, Hungría y España.

  93  
El nacionalismo y otras tendencias musicales en Rusia
Rusia fue la primera nación en la que surgió y cobró fuerza un nacionalismo musical.
Pero, junto a esta corriente, hubo compositores de gran talla que se declararon
contrarios a los principios nacionalistas.

Compositores nacionalistas

§ Mijail Glinka (1804-1857) fue el artífice del despertar


musical en la Rusia del siglo XIX. Es considerado el
fundador del nacionalismo ruso, preparando el terreno
al Grupo de los Cinco. Intentó crear una ópera nacional
basada en el folclore popular. Compuso las óperas La
vida por el zar y Ruslan y Ludmila, y la fantasía
Kamarinskaia.

§ El Grupo de los Cinco. Heredero de la tradición


iniciada por Glinka, desarrolló su actividad en San
Petersburgo. Formaban este grupo los siguientes
compositores:

• César Cui (1835-1918) fue el ideólogo del grupo y escribió óperas, música coral y de
cámara y obras orquestales. Su ópera más importante es El prisionero del Cáucaso.
• Alexeievich Balakirev (1837-1910) practicó la música de manera autodidacta. Su
exacerbado nacionalismo le acarreó enfrentamientos con círculos musicales
académicos rusos. Entre sus principales composiciones figuran la sinfonía para piano
Islamey y el poema sinfónico Tamara.
• Alexander Borodin (1833-1887) compuso obras como la ópera El príncipe Igor, que
incluye las famosas Danzas polovtsianas, y el poema sinfónico En las estepas del
Asia Central. Su música tiene gran fuerza y es rica en melodías y colorismo.
• Nikolai Rimski-Korsakov (1844-1908) fue el más técnico y el mejor preparado del
Grupo de los Cinco, maestro en la instrumentación. Sus obras más conocidas son las
sinfonías La gran Pascua rusa, Capricho español y Scherezade, junto a un buen
número de óperas, como Noche de mayo, Sadko y, la más popular de todas, El gallo
de oro.
• Modest Mussorgski (1839-1881) fue el más genial e innovador del grupo, y su obra
muestra una fuerte influencia de la música popular rusa, como puede apreciarse en
las óperas Boris Godunov y Kovantchina, el poema sinfónico Una noche en el monte
Pelado y la suite para piano Cuadros de una exposición.

Compositores no nacionalistas
Contemporáneos del «Grupo de los Cinco», pero al margen del nacionalismo musical ruso, sobresalen los
compositores siguientes:
Anton Rubinstein (1829-1894) fue el fundador del Conservatorio de San Petersburgo. Se enfrentó al
Grupo de los Cinco y fue profesor de Tchaikovsky. Compuso varios conciertos para piano y orquesta,
sinfonías y óperas. Su obra más conocida es Melodía en fa.

Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893), a quien ya hemos estudiado como compositor de ballets, fue el más
importante de los compositores rusos de la época, por la imaginación y el lirismo de sus melodías y el
preciso sentido de la orquestación. Se declaró contrario a los principios nacionalistas, entroncando

  94  
directamente con la tradición europea, particularmente germana, y rechazando el uso del folclore como
base musical. Compuso diez óperas, entre las que destaca Eugenio Oneguin; seis sinfonías, de las que la
más popular es la sexta, llamada Patética, y otras obras sinfónicas, como Romeo y Julieta, Capricho
italiano y la obertura 1812.

Sergei Rachmaninov (1873-1943) fue un gran virtuoso del piano y autor de tres sinfonías, cuatro óperas
y cuatro conciertos para piano, siendo el Concierto n.° 2 en do menor el más conocido. Su música, inscrita
en la tradición romántica rusa, pero con fuertes influencias occidentales, muestra un gran sentido
melódico y variada armonía.

Alexander Scriabin (1872-1915), puente entre los compositores rusos de los siglos XIX y XX, comenzó
escribiendo obras de inspiración romántica y nacionalista para abrirse posteriormente a las nuevas
corrientes europeas. Así desarrolló un arte muy personal, alejado de los principios armónicos clásicos.
Influido por la metafísica oriental, compuso sus célebres Poema divino y Poema del éxtasis. Es autor
además de tres sinfonías y de numerosas obras para piano.

SABÍAS  QUE…  
Obertura  1812  
 
Tchaikovsky   escribió   una   obertura   titulada   1812,  
en   la   que   se   describe   la   retirada   de   Rusia   de   las  
tropas   napoleónicas   invasoras.   Para   dar   un  
carácter   más   realista   a   la   obra,   destinada   a   ser  
interpretada   al   aire   libre,   se   pensó   en   instalar  
cañones   reales   que   debían   hacer   fuego   desde   los  
cuatro   ángulos   de   la   plaza,   ilustrando   la   batalla  
musical   entre   los   franceses,   representados   por   su  
himno   nacional   La   Marsellesa,   y   los   rusos,  
representados  por  una  de  sus  melodías  populares.  
El  proyecto  nunca  llegó  a  realizarse.  de  la  obertura  
dijo   el   propio   compositor:   «puede   ser   muy  
estrepitosa,   pero   la   he   compuesto   sin   afecto   ni  
entusiasmo  y,  por   tanto,   probablemente   no   tendrá  
ningún   mérito   artístico».   Sin   embargo,   la   obra  
sigue  siendo  muy  popular  en  nuestros  días.  
 

SABÍAS  QUE…    
Una  protectora  de  la  música  
 
Madame   Nadezhda   von   Meck,   una   mujer   de   la   aristocracia   rusa,   hizo   posible   una   vida   mucho  
más   fácil   al   compositor   Tchaikovsky.   Durante   14   años   este   no   tuvo   que   preocuparse   del  
dinero,   porque   ella   se   ocupó   de   pasarle   una   pensión   anual   desde   la   distancia.   Aunque   se  
escribieron   durante   muchos   años   con   regularidad,   nunca   se   encontraron   cara   a   cara.   En   las  
dos  únicas  ocasiones  en  que  coincidieron  en  el  mismo  lugar,  ambos  se  separaron  después  de  
saludarse  con  gran  embarazo.  
 
La   retirada   de   la   anualidad,   que   ella   atribuyó   a   dificultades   económicas,   fue   un   duro   golpe  
moral   para   Tchaikovsky.   Años   después,   Nadezhda   proporcionó   empleo   estable   como   pianista  
a  otro  joven  compositor,  Claude  Debussy,  que  acompañó  a  Madame  en  sus  viajes  por  Italia  y  
la  siguió  hasta  Moscú,  donde  Debussy  pudo  estudiar  a  los  grandes  compositores  rusos.  
 
 

  95  
El nacionalismo en otros países
El nacionalismo musical en Bohemia
En Bohemia, el nacionalismo musical fue reflejo del nacionalismo político frente al dominio del Imperio
austrohúngaro de los Habsburgo.
Los principales compositores nacionalistas checos fueron:

Bedrich Smetana (1824-84)


Smetana era el primer gran compositor nacionalista checo. Gran pianista, compuso la ópera La novia
vendida, que, con un abundante empleo de ritmos, canciones y danzas populares, constituye su obra
maestra nacionalista. Además, escribió seis poemas sinfónicos sobre Bohemia, reunidos en el ciclo Mi
patria, donde se hace especialmente perceptible el sello romántico de sus composiciones.

Antonín Dvorak (1841-1904)


Dvorak fue una de las grandes figuras de la música europea de la segunda
mitad del siglo XIX, autor de doce óperas, abundante música de cámara,
nueve sinfonías, entre ellas la famosa Sinfonía del Nuevo Mundo, escrita
durante su estancia en Nueva York, entre 1892 y 1895, adonde fue invitado
por el conservatorio de esta ciudad,, y del bellísimo Concierto para
violonchelo y orquesta. En ambas obras destaca la influencia de la música
estadounidense. El Dvorak eminentemente checo puede escucharse en sus
obras nacionalista Cantos de Moravia, Danzas eslavas y Rapsodias eslavas.

Leos Janacek (1854-1928)


Janacek fue un gran renovador de la música europea en el campo sinfónico y
dramático. Extrajo del canto popular los elementos para la renovación musical. Son de destacar sus
óperas Jenufa y Katia Kabanova y la obra sinfónica Tarass Bulba. Escribió cantatas, música de cámara y
sinfónica, y reunió una gran cantidad de cantos populares moravos.

El nacionalismo musical en Escandinavia


El máximo representante del nacionalismo noruego fue Edvard Grieg (1843-
1907), que fundó la Academia noruega de música, desde la que luchó por la
valoración del arte de su país. Como pianista, director de orquesta y compositor.
Escribió las dos suites orquestales Peer Gynt, Danzas Noruegas, el Concierto en
La menor para piano y orquesta, y alrededor de 150 canciones.

Las composiciones finlandesas se inspiraron en las obras populares y en los libros


de poesía. La figura más importante fue Jan Sibelius (1865-1957), que compuso
poemas sinfónicos como Finlandia, Karelia, Vals triste, siete sinfonías, hermosas
suites orquestales y varias óperas.

Otras escuelas nacionalistas


En otras naciones de Europa la música nacionalista contó también con importantes compositores.
Así, en Inglaterra, cabe destacar la obra de Edward Elgar (1857-1934), quien influido por Brahms renovó
la música británica. Sus composiciones comprenden las variaciones Enigma, marchas, como la famosa
Pompa y circunstancia.
En Dinamarca, Carl Nielsen (1865-1931) conjugó la expresión de la tradición popular local con el
impresionismo europeo, en una obra en la que sobresalen seis sinfonías.

  96  
El nacionalismo musical español
El desastre colonial de 1898 fue el tema de reflexión de toda una generación de
españoles que intentaron encaminar al país por la senda de la reconstrucción material y
de la regeneración espiritual.

Sociedad y cultura
Al contrario de lo que ocurrió en casi toda Europa, el nacionalismo político español del ochocientos sirvió
no solo para reafirmar la unidad nacional, sino también para que los nacionalismos regionales se alzaran
frente al poder central. Fue durante la Restauración (1875-1902) -reinado de Alfonso XII y regencia de
María Cristina- cuando se dio un estallido regionalista impregnado de supuestos federalistas.

El regionalismo, como una forma de nacionalismo, tuvo unas señas de


identidad: lengua, raza, derecho y existencia de un pasado histórico
propio. Los movimientos regionalistas hicieron suya la problemática
regional; pero no se trataba de un separatismo, sino de un autonomismo. El
regionalismo se presentó como una alternativa al centralismo.

Y ante la crisis de la Restauración surgió el regeneracionismo, que se


manifestó tras el desastre colonial de 1898 y la pérdida de Cuba. Se
planteó entonces la necesidad de una urgente y profunda reforma de la
vida nacional en todos sus aspectos. En el plano político, el movimiento
regeneracionista, con Joaquín Costa a la cabeza, fracasó muy pronto,
puesto que implicaba cambios que la oligarquía en el poder no estaba
dispuesta a tolerar.

A partir de 1898, Cataluña planteó con urgencia el problema de su


nacionalismo ante el poder central y también afloró el problema de la
peculiaridad nacional del País Vasco.

En el año 1898 se produjo un importante fenómeno cultural. En todas las artes se dejó sentir una
tendencia regenerativa de los valores característicos del pueblo español.

Así, en literatura, la llamada generación del 98 agrupó


a escritores como Unamuno, Baroja, Valle-Inclán,
Azorín, Maeztu y los Machado, en cuya obra se
traslucen una preocupación por la decadencia de
España, unos planteamientos renovadores de la
realidad presente, una búsqueda del carácter y la
esencia de lo español, la sencillez y precisión del
estilo, junto a la recuperación de localismos y
arcaísmos en el vocabulario. Esta actitud influyó en
otros muchos aspectos de la cultura nacional.

  97  
La música nacionalista en España

La búsqueda de una conciencia nacional española condicionó el resurgir de una música basada en nuestro
folclore. Al mismo tiempo que las ideas nacionalistas triunfaron fuera de España, muchos compositores
extranjeros prestaron especial atención al folclore español para escribir sus obras. Así lo hicieron, entre
otros, Liszt, Bizet y Debussy.

Se pueden distinguir dos etapas en el nacionalismo musical español:

§ La primera, con Albéniz y Granados como principales representantes, fue una etapa de
asimilación.
§ La segunda, con Falla y Turina, fue una etapa de madurez que se desarrolló ya en la primera mitad
del siglo XX. En ambas etapas, los compositores se enfrentaron con serias dificultades para
desarrollar su labor.

Las principales características que definen al nacionalismo musical español son:


§ Vinculación a los ideales de revalorización nacional expresados por los escritores de la generación
del 98.
§ Creación de un nuevo lenguaje musical extraído de las raíces folclóricas.
§ Influencia notoria de la música oriental, como consecuencia de la herencia de la cultura árabe.
§ Reivindicación de la importancia de la guitarra, a la que se eleva a la categoría de instrumento
sinfónico.
§ Escritura pianística en la primera etapa, que más tarde se convirtió en orquestal.
§ Incremento del nivel sinfónico gracias a la música nacional.

Primera generación de músicos nacionalistas españoles

Los músicos del nacionalismo español iniciaron su


andadura en las últimas décadas del siglo XIX. En una
primera etapa sobresalen los nombres de Albéniz y
Granados. Ya en pleno siglo XX, Falla y Turina
encabezarán otra importante nómina de compositores
nacionalistas.

Felipe Pedrell (1841-1922)


Pedrell señaló el camino del
nacionalismo que habría de
situar de nuevo a la música
española en la corriente europea. Pedrell escribió el manifiesto Por nuestra
música, en el que propone el paso del pintoresquismo, en la línea de la zarzuela, al
verdadero nacionalismo que, inspirándose en la música popular y en la gran
tradición española, se elevase a categoría artística.
Hombre de vastísima cultura, inició los estudios de musicología en España,
recopiló nuestro folclore y se esforzó en revalorizar a los maestros antiguos.
Pedrell está considerado como el teórico del nacionalismo musical español. Su trabajo fue muy importante
para la formación de grandes compositores españoles en el campo del nacionalismo.
Como contrapartida, las composiciones musicales de Pedrell no tienen especial importancia. Se pueden
citar sus óperas La Celestina y Los Pirineos.

  98  
Isaac Albéniz (1860-1909)
Nacido en Camprodón, Girona, discípulo de Pedrell y prodigioso pianista,
fue el primer compositor español del siglo con auténtica talla
internacional. Se instaló en París en 1893, donde estuvo muy relacionado
con el ambiente musical de la época.

Escribió un Concierto para piano y orquesta y algunas óperas, como El


ópalo mágico y Pepita Jiménez. Pero destaca con especial singularidad su
producción pianística, de la que hay que citar las ocho piezas de la Suite
española, Cantos de España, Recuerdos de viaje, La Vega y, por encima de
todas, su obra más conocida, la suite Iberia, que comprende doce
composiciones reunidas en cuatro cuadernos. En cada una de estas obras utiliza ritmos de danzas
españolas con un colorista estilo virtuosístico. Aunque no trató con profundidad las grandes formas y la
técnica instrumental, su música pianística está llena de armonía, ritmo, intensidad y fuerza expresiva.

Enrique Granados (1867-1916)


Nacido en Lleida, pianista y director de orquesta, Enrique Granados compuso, al
igual que Isaac Albéniz, básicamente para piano. En sus composiciones es evidente
la herencia de los músicos románticos, pero también se puede apreciar la influencia
impresionista de Claude Debussy.
Una de sus obras más características es la suite pianística Goyescas, que luego le
sirvió para componer una ópera en dos actos que estrenó en el Metropolitan de
Nueva York el mismo año de su muerte. Está inspirada en el Madrid ochocentista de
Goya y de Ramón de la Cruz.
Compuso también para piano sus Danzas españolas, que son impresiones evocadoras
de paisajes españoles en las que recoge algunas danzas regionales de España. Sus
Tonadillas para canto y piano son un logrado intento de dar nueva vida a la canción
española.
Su temperamento profundamente romántico y melancólico se manifiesta en sus
obras para piano Escenas románticas, Valses poéticos, Valses de amor y Escenas
poéticas. Para piano, coro y órgano compuso El canto de las estrellas y para canto y
piano Canciones amatorias.

Pablo Sarasate (1844-1908)


Violinista y compositor navarro, Pablo Sarasate fue el primero que consiguió destacar en el campo de la
música instrumental entre los compositores e intérpretes nacionalistas españoles. Fue un violinista de
fama internacional, cuya técnica era comparable a la de Paganini.
Compuso unas cincuenta obras para violín, entre las que sobresalen sus Danzas españolas, como
Zapateado, Romanza andaluza y Jota navarra. Otras obras suyas son Aires gitanos, Canción gitana y
Fantasía sobre Carmen.

Francisco Tárrega (1852-1909)


Guitarrista castellonense, Tárrega fue el creador de la moderna escuela guitarrística española,
revalorizó todos los matices de la guitarra y amplió sus posibilidades técnicas y expresivas. Eleva la
guitarra popular a la categoría de concierto.
Entre las numerosas obras que compuso para la guitarra sobresalen: Recuerdos de la Alhambra, Capricho
árabe.

  99  
El impresionismo musical
El impresionismo pictórico trató de ver de
otro modo la realidad y el paisaje, dejándose
seducir por la luz y por el color más que por
la forma. El impresionismo musical buscó un
nuevo lenguaje con predominio del timbre y la
belleza del sonido, insistiendo en los
aspectos sensoriales de la música.

El movimiento impresionista

El impresionismo es un movimiento pictórico-musical que surgió en Francia en el último tercio del siglo
XIX. En la pintura se dio importancia al color y a la luz, tratando de reflejar las impresiones más que la
realidad. El impresionismo pictórico se caracteriza por el uso de pinceladas sueltas, golpes de pincel,
ausencia de formas y la utilización de masas de color sin mezclar, colocadas unas junto a otras, que luego
la retina del espectador las une y fusiona. Los pintores impresionistas se interesaron por la
representación de la naturaleza, reflejando los cambios que la luz origina en el paisaje a lo largo del día.

En música, se pretendió gozar del sonido por sí mismo, lo que supuso una ruptura con las tendencias
artísticas existentes. El impresionismo musical nació hacia el año 1882 bajo la influencia de los poetas
simbolistas, como Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, y de los pintores impresionistas.

Características del impresionismo musical


Las principales características del impresionismo musical son:

§ Desaparición de la melodía lineal para dar paso a masas sonoras de acordes unas junto a otras sin
aparente coherencia, pero de gran efecto auditivo. Se pasa sin solución de continuidad de un
pasaje a otro. La obra musical no está construida a partir de temas delimitados, ni con una
estructura preestablecida; como en la pintura impresionista, donde no importan los
contornos, sino la mezcla.

§ Ruptura con la armonía tradicional y las reglas clásicas, y creación de nuevos acordes
relacionados por bloques. En ese mismo sentido aparece el especial interés por el cromatismo
como protagonista, no sólo como efecto.

§ Creación en las obras de una atmósfera sonora basada en «impresiones» auditivas. El músico
plasma musicalmente sus impresiones y es el oyente quien ha de realizar el trabajo de reelaborar
el material sonoro que escucha para hacer su propia interpretación. Predilección por los títulos
poéticos.

§ Formas en principio vagas e imprecisas, pero que presentan un fondo estructural muy trabajado.
Desdeñan las formas clásicas en favor de un tipo de “poema sinfónico” evocador, y, sobre todo,
de formas breves que traducen una impresión momentánea. El resultado sonoro de las obras
impresionistas es de vaguedad y difuminación, donde predomina la luminosidad, traducida en
música con acordes muy abiertos.

  100  
§ También en el caso del ritmo, sucederá algo similar, no es medido, para contribuir a esa impresión
de mezcolanza. El compositor utiliza un compás para escribir su música, pero luego se encarga de
trabajar con gran variedad de recursos para que el resultado sea de una continua fluidez.

§ Exquisitez tímbrica. Búsqueda del placer en el sonido como fin último de la obra musical.

§ Colorido orquestal brillante y sensible con aplicación de armonías y escalas nuevas no habituales
en nuestra música occidental, como son las de la música oriental o también, de la música antigua.
Escalas pentatónicas, hexátonas o de tonos enteros.

§ En el caso concreto del piano, se recurre habitualmente a la utilización del “pedal”, produciendo
un efecto sonoro que contribuye especialmente a la difuminación, ya que mezcla totalmente los
sonidos.

Los grandes músicos impresionistas

Claude Debussy (1862-1918). Alumno rebelde en París, cuya


incomodidad académica quedó respaldada por el codiciado Premio
Roma en 1884; pero no calmada su inquietud estética, que le lleva a
viajar por Rusia y a entusiasmarse con las peculiaridades
nacionalistas de Mussorsky, como por las de Falla y España en su
momento. Tras unos comienzos vacilantes, en los que no faltan
devaneos wagnerianos, se perfila el nuevo estilo a partir de 1893.
Fue el primero y, en cierta medida, el único representante puro del
impresionismo musical. Mostró un rechazo hacia la ortodoxia musical
del momento y hacia las reglas clásicas compositivas. Para él, los
acordes son sonoridades que valen por sí mismas. Debussy usó,
escapando de la tonalidad clásica, escalas orientales y modos
medievales, atmósferas indefinidas, ritmos imprecisos e irregulares
y un peculiar colorido orquestal. Su amistad con el poeta simbolista
Mallarmé le llevó a escribir Preludio a la siesta de un fauno sobre
textos del poeta. Su primera obra impresionista fue la ópera Pelléas
et Mélisande, compuesta en 1902, en la que la música y la palabra evocan imágenes vagas e imprecisas.

Con Debussy se puede hablar de un «pianismo» auténticamente nuevo, pues con Liszt habían terminado
los años esplendorosas del piano. Debussy dedicó a este instrumento gran parte de su producción, como
Preludios, Imágenes. También cabe destacar El mar y Nocturnos, entre sus obras orquestales.

  101  
Maurice Ravel (1875-1937), influido en un principio por Debussy y
Satie, supo imprimir un sello personal de gran elegancia a su obra. Su
estilo denota huellas del Clasicismo, del Barroco, de la música oriental y
del jazz. Ravel fue un gran instrumentista y conocedor de la orquesta.
Su primera etapa estuvo caracterizada por obras pianísticas de técnica
similar a la de Debussy, como: Ma mère l’oie (Mi madre la oca).
Por influencia de su madre, vasca, compuso obras como la ópera bufa La
hora española, la Rapsodia española y la Alborada del gracioso. En el
célebre Bolero se suceden dos temas vascos repetidos diecinueve veces,
sin variaciones, pero cada vez con una instrumentación diferente. Otras
obras suyas importantes son el ballet Dafnis y Cloe, Pavana para una
infanta difunta y la clasicista Le tombeau de Couperin.

Otros músicos
Otros músicos relacionados con el impresionismo musical fueron
Fauré, Dukas y Satie.

Gabriel Fauré (1845-1924) es considerado como precursor del


impresionismo, pero al mismo tiempo se mantuvo ligado a la
tradición romántica. En su obra destacan la música de cámara, las
canciones del ciclo de La bonne chanson, el Réquiem para voces
solistas, coro y orquesta, y la ópera Peleas y Melisanda.

Paul Dukas (1865-1935) es universalmente famoso por su poema


sinfónico El aprendiz de brujo. Entre sus restantes obras figuran
la ópera Ariana y Barba Azul y el ballet La Péri.

Erik Satie (1866-1925) creó un lenguaje musical propio y de gran


simplicidad, en estrecha relación con el dadaísmo y el surrealismo.
A él se deben el ballet Parade, numerosas composiciones para
piano, como Tres gimnopedias, y el drama sinfónico Sócrates.

  102  
Sociedad y cultura en la primera mitad del siglo XX
Las transformaciones que se produjeron durante la primera mitad del siglo XX
originaron una aceleración del tiempo histórico. La cultura se vio condicionada por los
avances científicos y tecnológicos, y por las trágicas experiencias de una época de
crisis.
Aspectos históricos, sociales y culturales

1900-1914 1914-1945
Hechos - Enfrentamiento económico entre - Primera Guerra Mundial (1914-18)
históricos grandes bloques de naciones, que - Revolución en Rusia (1917), que
condujo a la Primera Guerra impuso el régimen comunista
e innovaciones Mundial. - Crac de la bolsa, crisis económica
científicas - Ciencia: teoría de la relatividad; (1929)
y tecnológicas teoría cuántica - Fascismo en Italia (1922) y
- Electricidad y petróleo, nuevas Alemania (1933)
fuentes de energía; automóvil; - Guerra Civil en España (1936-39).
teléfonos; radio; gramófono Era de Franco (1939-1975)
- Segunda Guerra Mundial (1939-45)
- Bomba atómica

Aspectos - Europa: confianza en la idea de - Cambios en las formas colectivas de


sociales progreso basado en la ciencia y la pensar y sentir después de la
tecnología Primera Guerra Mundial: final del
y culturales - Estados Unidos: discriminación Romanticismo
racial de la población negra, tras el - La Primera Guerra Mundial quiebra la
final de la esclavitud preponderancia europea en el
mundo y fortalece la posición de
Estados Unidos

Las artes - Postimpresionismo - Expresionismo; surrealismo;


- Búsqueda de alternativas al abstracción
naturalismo - Cine sonoro
- Nacimiento del cine - Realismo socialista en la Unión
Soviética

Aspectos - Máximo desarrollo de la tonalidad - Búsqueda de alternativas a la


musicales - Estados Unidos: formación del jazz tonalidad clásica: tonalidad
como tradición musical afroamericana ampliada; atonalismo
- Expansión del jazz como música
comercial

Corrientes - Nacionalismo romántico - Nacionalismo del siglo XX


musicales - Postromanticismo - Neoclasicismo
- Impresionismo - Dodecafonismo
- Nacimiento del jazz: blues, ragtime - Jazz: dixieland y swing

  103  
Los grandes cambios sociales y culturales del siglo XX

Entre los cambios sociales y culturales más relevantes del


siglo XX hay que señalar la pérdida del optimismo que
desde la Ilustración, en el siglo XVIII, confiaba en los
valores de la razón y el progreso.

Al mismo tiempo, se extiende un relativismo cultural, por


el que el hombre occidental ya no se ve a sí mismo como
poseedor de una cultura superior.

Un tercer factor transformativo es la aparición de la


cultura de masas, producto de los medios de comunicación
social y de la progresiva disponibilidad de tiempo de ocio.
Este clima histórico provocó una nueva sensibilidad
artística. La cultura europea inició la exploración de caminos inéditos, buscando formas de expresión más
modernas y adecuadas a los tiempos.

A causa de las profundas crisis que tuvieron lugar en la época,


SABÍAS  QUE…   cambiaron las ideas y la sociedad y se desarrollaron infinidad
El  invento  de  Edison   de corrientes artísticas, en general, y musicales, en
  particular. Ya no se podía hablar de una época, un movimiento
El   fonógrafo   de   Edison   fue   vendido   al   principio   o una tendencia que orientara toda la producción artística,
como   una   máquina   de   dictado   para   oficinas.   sino de una multiplicidad de estilos que se incrementaba más y
Alrededor   de   1890   había   fonógrafos   en  
multitud  de  oficinas  en  Estados  Unidos.   más con el paso del tiempo.
 
El   pintor   Francis   Barraud   fue   el   autor   del  
famoso   Perro   y   trompeta,   registrado   en   1899  
como  marca  de  una  casa  de  grabación  llamada  
His   master's   voice   (La   voz   de   su   amo).  
Originalmente   el   aparato   que   escuchaba   el  
perro  era  el  fonógrafo  de  Edison,  pero  el  pintor  
lo  cambió  por  un  gramófono  de  disco.  
 
A   finales   del   siglo   XIX,   un   gran   crítico   musical  
recibió   con   entusiasmo   la   aparición   de   la  
«pianola»,   un   piano   mecánico   que   tocaba  
gracias   a   un   rodillo   de   papel,   que   llegó   a   ser  
muy   popular,   pero   ignoró   el   gramófono,  
considerándolo   un   «juguete   de   ricos»,   puesto  
que  en  la  época  los  discos  eran  carísimos.  
 
La   mayoría   de   los   grandes   directores   de  
orquesta   de   la   primera   mitad   del   siglo   XX  
odiaban  grabar.  Con  los  discos  antiguos  tenían  
que  parar  cada  cuatro  minutos.  A  comienzos  de  
los  años  20  solo  se  había  grabado  en  disco  una  
sinfonía,   la   Quinta   de   Beethoven,   interpretada  
por   la   Orquesta   Filarmónica   de   Berlín,   que   se  
había   lanzado   al   mercado   en   1913   en   ocho  
discos.  
 

  104  
La música en la primera mitad del siglo XX
En torno a la Primera Guerra Mundial, la música europea vivió una convulsión solo
comparable a la experimentada durante el siglo XIV o los inicios del Barroco en el siglo
XVII. La «nueva música» surgió, ante todo, como reacción frente al Romanticismo.

La nueva actitud estética

La música del siglo XX abrazó una actitud estética más


preocupada por el lenguaje musical en sí y sus posibilidades,
inclinándose por una posición que valora la música por lo que
tiene de arquitectura sonora, por sus posibilidades de
construcción técnica e intelectual.

Al mismo tiempo, con la aparición del disco y los medios de


comunicación de masas, la música se ha convertido en el arte
con más presencia en nuestras vidas.

En el proceso de búsqueda de la modernidad los


compositores de la tradición clásica tuvieron que
enfrentarse con un problema: las escuelas impresionista y
postromántica habían llevado al límite las posibilidades de la tonalidad como método de composición, al
menos, tal y como se venía practicando desde el siglo XVII.

Tonalidad ampliada y atonalidad

Los compositores de la primera mitad del siglo XX desarrollaron dos alternativas principales a la música
del Romanticismo: la ampliación de la tonalidad y la atonalidad.

§ La ampliación de la tonalidad. La ampliación de la tonalidad o tonalidad ampliada era un conjunto


de técnicas que aumentaban las posibilidades armónicas, rítmicas y melódicas de la música y
permitían producir una música radicalmente nueva y moderna, más cercana al contrapunto
barroco que a la melodía acompañada, ya fuera clásica o romántica. Utilizaba escalas que habían
estado fuera de uso durante siglos o usaba otras inventadas por el compositor.

§ La atonalidad. Algunos compositores consideraron que la evolución lógica de la música exigía el


final de la tonalidad en favor de un método de composición completamente nuevo: un sistema
atonal. Desaparecía la dominancia de una nota sobre las demás, lo que llevaba a una atonalidad que
prescindía de las escalas y los acordes convencionales, porque cualquier nota podía ser seguida o
sonar simultáneamente con cualquier otra, de acuerdo con los hallazgos técnicos o la intuición del
compositor.

  105  
Otras características musicales
Otras características de las nuevas corrientes musicales son estas:

§ Aparición del elemento tímbrico como parte principal en el planteamiento compositivo de los
músicos.
§ Creación musical de carácter objetivo y marcada influencia del entorno urbano, donde dicha
creación se realiza.
§ Disgregación del concepto tradicional de la melodía, que no se tendrá en cuenta en la música
instrumental.
§ Uso por igual de consonancias y disonancias, lo que desemboca en el dodecafonismo: doce sonidos
que tienen igual importancia.
§ Aparición del ritmo irregular como consecuencia de la polirritmia o superposición de varios ritmos
diferentes.
§ Nuevo concepto de la orquestación, creciendo en importancia los instrumentos de viento y, sobre
todo, los de percusión.
§ Incorporación de nuevos elementos: ruidos, sonidos de la naturaleza y nuevas sonoridades
obtenidas por medios técnicos.
§ Vuelta a las formas clásicas, en cuyos moldes los compositores encontrarán la solución al principio
de la unidad dentro de la variedad que persiguen para sus obras musicales.

Principales corrientes musicales


En la primera mitad del siglo XX se pueden distinguir tres corrientes musicales más importantes:
neoclasicismo, dodecafonismo y nacionalismo.

§ Neoclasicismo. Fue la corriente dominante durante este período. Sus principales características
fueron:
• El antirromanticismo. El neoclasicismo propuso una vuelta a los ideales estéticos del
Barroco y del siglo XVIII: una música más abstracta, desvinculada de ideas filosóficas y
complejidades excesivas, sin pretensiones de expresar o significar nada más allá de sí
misma.
• El uso intensivo de la tonalidad ampliada.

El compositor ruso Igor Stravinsky (1882-1971) fue el principal representante de esta tendencia.

§ Dodecafonismo. Fue el músico austriaco Arnold Schönberg (1874-1951) quien ideó el sistema
dodecafónico como alternativa para la composición. El método de composición dodecafónico era
una técnica tan compleja y precisa como la tonalidad clásica. Sus principales características eran:
• Cada obra dodecafónica partía de una ordenación de las doce notas de la escala cromática,
llamada «serie», que fijaba el compositor. De ahí el término dodecafónico (doce notas) o
serial, como también es conocido.
• Las melodías y los acordes se formaban con las notas que ofrecía esa serie, respetando el
orden de aparición fijado con un nuevo concepto de la disonancia y consonancia.

§ Nacionalismo. Esta corriente musical presentaba características diferentes a las del


nacionalismo romántico del siglo XIX. El nuevo nacionalismo estudiaba con detalle la música
popular de cada país para apropiarse de sus características más esenciales, como escalas, ritmos,
etc., y los usaba en combinación con las nuevas técnicas de composición, para conseguir una
música radicalmente moderna, alejada de toda estampa folclorista.

El húngaro Béla Bartók (1881-1945) es considerado como el compositor más representativo del
nuevo nacionalismo.

  106  
La Escuela de Viena
La influencia del sistema de composición dodecafónico en la música del siglo XX ha sido
de tal trascendencia que hace de la Escuela de Viena un punto de referencia obligado
para el estudio de la historia musical.

Un precedente: Richard Strauss


La primera época del compositor postromántico Richard Strauss (1864-1949), que ya ha sido estudiado,
se caracteriza por poemas sinfónicos de carácter descriptivo, bajo la influencia de Wagner. R. Strauss
fue también un maestro del lied, pero a partir de 1905 se inclinó hacia la ópera, incorporando los
conceptos wagnerianos de música continua, sin distinción entre recitativo y aria, y uso del leitmotiv, pero
rechazando el simbolismo filosófico. El caballero de la rosa es su ópera más conocida.
A comienzos del siglo XX, sus efectos armónicos disonantes y su orquestación, como pueden apreciarse
en las óperas Salomé y Electra, le convirtieron en un vanguardista, que influyó en el proceso de disolución
tonal y en el nacimiento del expresionismo.

El Expresionismo

El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a


principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de
campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza,
fotografía, etc.
Surgido como reacción al impresionismo, el expresionismo suele ser
entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma
más subjetiva la naturaleza y el ser humano.

Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el


expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos
e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-
1939).

El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la


expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas
prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Fiel reflejo de las circunstancias
históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia
existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así,
mediante la distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e
interior.

El expresionismo no fue un movimiento homogéneo, sino de


gran diversidad estilística: hay un expresionismo
modernista (Munch), fauvista (Rouault), surrealista (Klee),
abstracto (Kandinski), etc. Aunque su mayor centro de
difusión se dio en Alemania, también se percibe en otros
artistas europeos.

  107  
Música

Tres piezas para piano op. 11 No. 1, de Arnold Schönberg.

El expresionismo otorgó mucha importancia a la música. La música expresionista buscó la creación de un


nuevo lenguaje musical, liberando la música, sin tonalidad, dejando que las notas fluyan libremente, sin
intervención del compositor. Desde Wagner, la sonoridad cobró mayor relevancia respecto a la armonía,
ganando importancia las doce notas de la escala. Así, Arnold Schönberg creó el Dodecafonismo, sistema
basado en los doce tonos de la escala cromática, que se utilizan en cualquier orden, pero en series, sin
repetir una nota antes de haber sonado las otras. Así se evita la polarización, la atracción a centros
tonales. La serie dodecafónica es una estructura imaginaria, sin tema ni ritmo. Cada serie tiene 48
combinaciones, por inversión, retrogradación o inversión de la retrogradación, y comenzando por cada
nota, lo que produce una serie casi infinita de combinaciones. Se podría decir que la destrucción de la
jerarquía en la escala musical. Al dodecafonismo siguió el ultracromatismo, que amplió la escala musical a
grados inferiores al semitono –cuartos o sextos de tono–, como en la obra de Alois Hába y Ferruccio
Busoni.
Entre los músicos expresionistas destacaron especialmente Arnold
Schönberg, Alban Berg y Anton von Webern, trío que formó la llamada
Segunda Escuela de Viena:

Arnold Schönberg

Arnold Schönberg (1874-1951) nacido en Viena, suele admitirse como el


“inventor” del dodecafonismo, aunque fueran realmente sus discípulos
Berg y Webern quienes lo llevaran a sus últimas consecuencias.
§ En una primera etapa trabajó dentro de los límites de la
tonalidad, y bajo la influencia wagneriana compuso obras como
Noche transfigurada y la saga monumental de los Gurrelieder.
Más tarde, y siguiendo consejos de Mahler, escribió el poema
sinfónico Pelleas y Melisande, en el que alcanzó los límites de la
tonalidad.

§ Posteriormente y en la línea del expresionismo musical, en el que el lenguaje utilizado es el


atonalismo (sin leyes de tonalidad), compuso: Tres piezas para piano, Cinco piezas para orquesta
y, por encima de todas, Pierrot lunaire, una colección de veintiuna canciones donde la voz recita
en un estilo de sonsonete monótono, «como si cantara» (Sprechgesang). Esta forma de «melodía
hablada» será utilizada por su discípulo Berg y por muchos compositores actuales.

§ Entre 1912 y 1923 no compuso ninguna obra y se dedicó a dar forma al dodecafonismo o música
serial. Utilizando el sistema serial compuso Pieza para piano, Serenata y Suite para piano. La
técnica dodecafónica se muestra ya con madurez en el Quinteto de viento y en su primera
aplicación a la gran orquesta, Variaciones para orquesta. Como autor didáctico escribió un
Tratado de armonía, un Tratado de contrapunto y una Teoría de la composición.

  108  
Por ser judío, fue perseguido en la Alemania nazi y emigró a Estados Unidos, donde fue profesor en
Boston, Nueva York y Los Ángeles. De su última época son la ópera Moisés y Aarón, incompleta, y Un
superviviente de Varsovia, sobre el holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial, en las que reintrodujo
elementos tonales junto al dodecafonismo.

El método de Schönberg fue seguido por sus discípulos Alban Berg y Anton von Webern. Los tres
formaron el grupo conocido como Escuela de Viena.

Alban Berg

Alban Berg (1885-1935) nació asimismo en Viena y, al principio, fue


autodidacta. Más tarde estudió con Schönberg y, lo mismo que él,
abandonó el postromanticismo de sus primeras composiciones. Su
música es la expresión apasionada del dodecafonismo y su nota más
característica es el dramatismo. Es el romántico de la técnica
dodecafónica. En su ópera Wozzeck se entrelazan la música tonal y
atonal, logrando que sea considerada la ópera más importante del siglo
XX. Después, con técnica dodecafónica, compuso el cuarteto de
cuerda Suite lírica y una segunda ópera, Lulú, que dejó inacabada.

Anton Webern
Anton Webern (1883-1945) nació igualmente en Viena y fue el otro
gran discípulo de Schönberg. Fue el más radical del grupo y buscó en
su obra la sencillez y la reducción al mínimo de la expresión musical.
En una primera etapa postromántica compuso Passacaglia, obra
cercana a Brahms. Después practicó el expresionismo en Cinco piezas
para cuarteto y Seis piezas para orquesta. Las composiciones
plenamente webernianas son Seis bagatelas, Piezas para orquesta, Luz
de la mirada y Variaciones para orquesta. La obra de Webern fue
considerada como modelo musical por la vanguardia posterior a la
Segunda Guerra Mundial.

El  futurismo  
El  futurismo  fue  un  movimiento  artístico  de  vanguardia  creado  en  1909  por  el  poeta  Marinetti,  
que  rompía  con  la  cultura  del  pasado  y  defendía  la  nueva  sociedad  industrial  y  su  símbolo  más  
característico,  la  velocidad.  
En  el  ámbito  musical,  abogaba  por  incorporar  los  ruidos  a  la  música  tradicional.  
El  principal  representante  del  futurismo  musical  fue  Luigi   Rùssolo  (1885-­‐1947),  que  utilizaba  
ruidos  producidos  por  motores,  silbatos,  fuelles,  ruedas,  etc.  En  1914  dio  en  Milán  un  concierto  
con  música  de  ruido,  sustituyendo  los  instrumentos  tradicionales  por  quince  aparatos  llamados  
intona  rumori,  algunos  de  ellos  eléctricos.  
Rùssolo   fue   el   precedente   técnico   y   estético   de   lo   que   más   tarde   se   conocerá   como   «música  
concreta».  
 

  109  
El neoclasicismo del siglo XX
Nacido en torno a la Primera Guerra Mundial, el neoclasicismo fue una de las corrientes
dominantes de la música europea durante este período.

Características del neoclasicismo


La idea principal de esta corriente consistía en reaccionar contra el Romanticismo, volviendo a los ideales
estéticos del siglo XVIII y el Barroco, pero manteniendo las conquistas armónicas, rítmicas y melódicas
de la modernidad. El ideal será una música más abstracta, que no pretende significar nada más allá de sí
misma.
París fue la capital europea en la que trabajaron los principales
compositores del neoclasicismo, tendencia en la que estuvieron incluidos,
al menos en algún momento de sus carreras, la mayoría de los
compositores de la época, como el francés Maurice Ravel y el ruso Sergei
Prokofiev.

Igor Stravinsky

Igor Stravinsky (1882-1971) fue discípulo de Rimski-Korsakov y, al igual


que Bach, asimiló diversas tendencias musicales para crear una obra
propia en una línea de progreso y con gran proyección futura.
Aunque ruso de nacimiento y formación, revolucionó desde París la música
europea tras su encuentro en 1908 con el empresario Sergei Diaghilev y
sus ballets rusos.

Su música es totalmente objetiva, oponiéndose al subjetivismo romántico, y sus sonoridades, agrupadas


por bloques audaces e hirientes, contrastan con las refinadas y voluptuosas armonías impresionistas.

La carrera de Stravinsky pasa por tres grandes períodos estilísticos distintos: el primitivismo o período
ruso, el neoclasicismo y el serialismo, pero es conocido mundialmente sobre todo por tres obras de uno de
sus períodos iniciales —el llamado período ruso—: El pájaro de fuego (1910), Petrushka (1911) y La
consagración de la primavera (1913). Para muchos, estos ballets clásicos, atrevidos e innovadores
(contienen innovaciones métricas y armónicas que en su tiempo fueron consideradas como excesivas),
prácticamente reinventaron el género. Stravinsky también escribió para diversos tipos de conjuntos en
un amplio espectro de formas clásicas, desde óperas y sinfonías a pequeñas piezas para piano y obras
para grupos de jazz.
Influido por el jazz, escribió Ragtime para once instrumentos. Compuso también, con formas neoclásicas,
obras como Pulcinella, El beso del hada y Edipo rey. En su obra Sinfonía de los Salmos llegó al más puro
arcaísmo y logró una gran profundidad religiosa utilizando esquemas muy sencillos.

Erik Satie y el Grupo de los Seis

Erik Satie (1866-1925), tras una primera etapa impresionista, reaccionó


también contra la influencia de Debussy, componiendo una música cargada
de un ácido humor antirromántico, y propició la formación, alrededor de
1920, de un grupo de jóvenes compositores llamado el Grupo de los Seis,
que adoptaron el lema de «Arte despojado».

  110  
Los principales compositores del grupo, de tendencias antiimpresionistas y muy
influidos también por Stravinsky, fueron: Milhaud, Honegger y Poulenc.

Darius Milhaud (1892-1974) se caracterizó por el uso de la politonalidad y


compuso óperas, ballets como El buey en el tejado, 12 sinfonías y piezas para
piano.

Arthur Honegger (1892-1955) utilizó una escritura tonal y


cultivó diversos géneros musicales, sobresaliendo oratorios
como El rey David y el poema sinfónico Pacific 231.

Francis Poulenc (1899-1963) combinó la calidad melódica con


la originalidad de la armonía, en óperas como La voz humana,
Diálogo de Carmelitas, canciones y obras de música sinfónica
y de cámara.

Paul Hindemith
El compositor alemán Paul Hindemith (1895-1963) subrayó en sus trabajos teóricos el carácter utilitario
de la música y la necesidad de que el público adoptara una actitud participativa.
Creó composiciones de estilo neoclasicista enraizadas en la tradición del contrapunto libre y relacionadas
con las formas barrocas. Merecen destacarse sus obras Cardillac, la ópera Matías el pintor y Nobilissima
visione.

Carl Orff
Carl Orff (1895-1982), también alemán, desarrolló una música de gran fuerza rítmica bajo la influencia
de Stravinsky.
Autor de un método de educación musical infantil, su obra más conocida es la cantata profana Carmina
Burana, para coro, solistas y orquesta, con una nutrida percusión.

Sergei Prokofiev
Sergei Prokofiev (1891-1953) utilizó en sus composiciones un lenguaje atrevido, pero sin abandonar la
tonalidad, y fue un hábil instrumentista.
Durante los años que estuvo en Estados Unidos y en París, su música se caracterizó por fuertes
disonancias y ritmos violentos, con un gusto particular por lo irónico y grotesco.
Entre sus obras de mayor interés se cuentan varias sinfonías y la ópera El amor de las tres naranjas,
obra heroica, hilarante y surrealista.
A su regreso a la Unión Soviética en 1934, sus obras adoptaron un lenguaje menos severo y en línea
melódica. Títulos de esta época son el ballet Romeo y Julieta, el cuento sinfónico Pedro y el lobo, la ópera
Guerra y paz y la Quinta sinfonía.

Dimitri Shostakovich
Dimitri Shostakovich (1906-1975) estudió en Leningrado con Glazunov y
Steinberg. Compuso un buen número de sinfonías, destacando la Séptima,
inspirada en la invasión alemana y conocida como Leningrado.
Su ópera Lady Macbeth de Mzensk fue menospreciada, denigrada y prohibida
oficialmente por Stalin. En 1963 la rehizo y fue representada en Moscú con el
título de Katerina Ismailova.

  111  
El nuevo nacionalismo del siglo XX
El nacionalismo en el siglo XX adquiere características diferentes a las del nacionalismo
del último tercio del siglo precedente.

La música nacionalista y las nuevas técnicas

Consecuentemente con la diversidad del escenario musical durante la primera mitad del siglo XX,
siguieron subrayándose las diferencias nacionales. Las actividades musicales nacionalistas del siglo XX
difirieron en algunos aspectos de las del siglo XIX.
El nuevo nacionalismo estudia con detalle la música popular para apropiarse de sus características
básicas, como escalas, ritmos, etc., y las utiliza en combinación con las nuevas técnicas de composición
para conseguir una música radicalmente moderna, alejada de todo pintoresquismo folclorista.

A muchos de los compositores que podemos englobar en esta nueva corriente nacionalista cabe también
calificarlos de neoclásicos, como es el caso de los rusos Sergei Prokofiev y Dimitri Shostakovich, ya
estudiados.

A esta segunda escuela nacionalista pertenece asimismo el español Manuel de Falla.

El nacionalismo musical en Hungría


Al tratarse de un enclave geográfico muy heterogéneo, en el que concurren razas muy diversas:
húngaros, gitanos y turcos. Reúne, por tanto, unas condiciones ideales para estimular un nacionalismo muy
rico. Así lo debieron entender algunos autores como Liszt (Rapsodias húngaras) y Brahms (Danzas
húngaras), que convierten a Hungría en uno de los países inspiradores del Romanticismo europeo.
Sin embargo, no es hasta finales del siglo XIX, cuando se recopila con criterio científico el auténtico
folklore húngaro, que dará paso, a comienzos del siglo XX, a la aparición de los auténticos músicos
nacionalistas. Músicos, que precisamente por esta aparición tardía se sitúan en una línea estética
diferente a la de otros nacionalismos.

Béla Bartók (1881-1945) arranca del nacionalismo para llegar en sus últimas
creaciones a la abstracción musical. Recogió en sus obras ritmos exóticos y
desconocidos, así como escalas primitivas como la pentatónica (de cinco
tonos). Todo ello, junto con una excelente formación técnica, le hizo
componer con un lenguaje atrevido que constituye una de las grandes
revoluciones de la música en el siglo XX. Compuso el ballet El mandarín
maravilloso, Música para cuerda, percusión y celesta, Concierto para
orquesta, El príncipe de madera, muchos cuartetos y una colección
pedagógica de 156 piezas, Microcosmos, que es una introducción al lenguaje
de la música moderna.

Zoltán Kodály (1882-1967) se formó en el conservatorio de Budapest y en


París. Junto con Béla Bartók investigó el folclore de Hungría y de otros
países limítrofes, recogiendo miles de melodías que permitieron un conocimiento profundo de su
verdadera esencia musical. Se dedicó a la pedagogía, escribiendo un interesante sistema para la
enseñanza de la música. Entre sus obras más importantes cabe mencionar Variaciones del pavo real, la
ópera Háry János y la obra coral Psalmus hungaricus.

  112  
Otros países europeos
En Gran Bretaña, Ralph Vaughan Williams (1872-1958) fue el fundador de la escuela nacional británica.
Integró los elementos propios de la tradición musical de su país con las nuevas tendencias vanguardistas.
Es autor de seis óperas, de conciertos como Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, de sinfonías como
Sinfonía del mar y Sinfonía de Londres, y de numerosas piezas corales como Misa en Sol menor y
Magnificat.

En Rumanía, Georges Enesco (1881-1955), excelente violinista, fue el principal representante de la


escuela nacionalista de su país. Sobresalen entre sus composiciones un Poema rumano, dos Sonatas
rumanas, tres sonatas para violín y piano y la ópera Edipo.

Iberoamérica.
El movimiento nacionalista les llega de Europa. Nada tiene, por tanto, de extraño que sea más tardío que
el europeo y que en compensación se prolongue también mucho más tiempo, con el acierto de ir
depositando sus esencias nacionales en los moldes estéticos de las diversas corrientes que se han ido
sucediendo en el movido siglo XX.
Citamos sólo algunos de sus representantes más destacados:

El brasileño Héitor Villa-Lobos (1887-1959) fundó la Academia Brasileña de Música. Combina en sus
obras las melodías y ritmos indígenas con elementos propios de la música europea. En su abundante
producción se cuentan doce sinfonías, Bachianas brasileñas, 14 Choros, óperas, ballets, poemas sinfónicos
y composiciones para guitarra.

El mexicano Carlos Chávez (1899-1978) fue el principal creador del movimiento musical contemporáneo
en México, con obras como el ballet Los cuatro soles, el poema sinfónico Tierra mojada y Sinfonía india.

El argentino Astor Piazzola (1921-1992), intérprete de bandoneón y compositor, dotó al tango de un


carácter vanguardista e innovador, incorporando influencias de la música clásica y del jazz. Fue autor de
Tangos, el exilio de Gardel, Balada para un loco y Libertango.

Estados Unidos
A comienzos del siglo XX se creó en Estados Unidos una música genuinamente
americana, donde el jazz ocupó un lugar preponderante.
George Gershwin (1898-1937) incorporó a su obra sinfónica la música popular de
su país y, en especial, las estructuras melódicas del jazz, como puede apreciarse
en sus composiciones Rhapsody in blue, Un americano en París para piano y
orquesta y la ópera Porgy and Bess.

Charles Ives (1874-1954) fue un músico revolucionario del ritmo y de la técnica


que se anticipó en algunos aspectos a compositores como Bartók y Schönberg y a
técnicas de composición que se desarrollaron posteriormente en Europa. Entre
sus obras destacan Sinfonía inglesa y Tres lugares en Nueva Inglaterra.

Edgar Varèse (1885-1965), de origen francés, se formó con D'Indy y Roussel. En 1915 se instaló en
Estados Unidos. Experimentó con sonidos no temperados y cultivó preferentemente la música atonal.
Composiciones suyas de interés son Hiperprisma, Desiertos y Nocturnal.

Aaron Copland (1900-1990) compuso música de escritura politonal y con influencias del jazz y del
folclore estadounidense y sudamericano. Entre sus principales obras se cuentan Música para teatro,
Salón México y los ballets Billy el Niño, Rodeo y Primavera apalache.

  113  
Músicos españoles de la primera mitad del siglo XX

En la primera mitad del siglo XX se suceden en España los músicos del segundo
nacionalismo, vinculados a la generación literaria del 98, y los músicos de la generación
del 27 o de la República, que comprende a los compositores nacidos antes de la Primera
Guerra Mundial.

España: El segundo nacionalismo

Manuel de Falla (1876-1946) fue el más importante compositor


nacionalista español. Nació en Cádiz y allí comenzó su formación
musical. Más tarde se trasladó a Madrid para estudiar con Pedrell
y Tragó. Con él, la música sinfónica española alcanza una
personalidad propia. Interesado por los movimientos musicales en
boga en Europa, en especial el impresionismo y, más adelante, el
neoclasicismo, los aplicó a una música enraizada en lo folclórico,
pero que se eleva hacia lo universal, utilizando técnicas modernas.
Su primera obra importante es La vida breve (1905), que fue
premiada por la academia de Bellas Artes y que solo pudo ver representada primero en Niza y después en
París, tras su marcha a esta ciudad. Allí vivió entre 1907 y 1914, conoció a Debussy, Ravel y Dukas, y
escribió piezas breves para piano de marcado acento español. A
su vuelta a Madrid compuso obras de tema andaluz, como Noches
en los jardines de España, de influencia impresionista, El amor
brujo y El sombrero de tres picos, compuestos para los ballets
rusos de Diaghilev, y la obra Fantasía bética para piano. En 1921
Falla se trasladó a Granada y dio un giro estético hacia el
neoclasicismo, en la línea de Ravel y Stravinsky, de la que serán
representativas obras como la ópera de cámara El retablo de
maese Pedro, sobre un episodio del Quijote, y el Concierto para
clave y orquesta.
Su obra póstuma La Atlántida, sobre texto de Verdaguer, fue
concluida por su discípulo Ernesto Halffter y estrenada en el
teatro del Liceo de Barcelona en 1961. En 1939 Falla se trasladó a
Argentina, donde murió.

En la misma línea nacionalista de Falla, sin llegar a su


trascendencia universal y ampliando las fuentes de inspiración al
folklore de otras regiones encontramos:

Joaquín Turina (1882-1949) nació en Sevilla y estudió en Madrid y en París con D'Indy, en donde
coincidió con Manuel de Falla. Su música para orquesta denota fuertes acentos españoles.
Compuso temas andaluces como La procesión del Rocío, Sinfonía sevillana, Oración del torero y Danzas
fantásticas. Para piano escribió Danzas gitanas, Recuerdos de mi rincón y Mujeres españolas.

El madrileño Conrado del Campo (1876-1953) cultivó una música impregnada del sinfonismo europeo y del
folclore castellano. Entre sus obras principales cabe citar óperas, como La tragedia del beso, música de
cámara, conciertos para piano y orquesta, y música sinfónica, como Obertura madrileña y Divina Comedia.

  114  
Óscar Esplà (1886-1976), nacido en Alicante, estudió en Alemania, Francia y Bélgica. Su música tiene un
marcado acento regionalista. Es autor de Suite Levantina, la cantata Nochebuena del diablo, La Pájara
pinta y el poema sinfónico Don Quijote velando las armas.

Jesús Guridi (1886-1961) nació en Vitoria y estudió en Bilbao, París, Bruselas y Colonia. Sus obras
reflejan el colorido del folclore vasco. Escribió la zarzuela El caserío, las óperas Mirentxu y Amaya, Diez
melodías vascas y música orquestal y de cámara.

La generación del 27

La «generación del 27» es llamada así por su similitud con


la generación literaria del mismo nombre, de la que es
contemporánea y con la que colaboró en muchas de sus
obras vocales. Es conocida también como la «generación
de la República». Sus representantes se caracterizan por
debatirse estéticamente entre el modelo de Falla, el
neoclasicismo y la influencia de Ravel, entre el
nacionalismo y la vanguardia musical. La guerra civil (1936-
1939) los dispersó, diluyendo su influencia en la evolución
musical española.

Por razón de su origen o asentamiento profesional suele clasificarse esta generación en dos grupos,
“Grupo de Madrid” y “Grupo de Barcelona”.

§ Al Grupo de Madrid se adscribe entre otros:


• los hermanos Halffter: Rodolfo (1900-1987) y Ernesto (1905-1989), los dos discípulos de
Falla.
• Salvador Bacarisse (1898-1963), Gustavo Pittaluga (1906-1976) …
• Joaquín Rodrigo (1902-1999) es el compositor más famoso de esta generación. De origen
levantino y ciego desde su infancia, estudió en París con Paul Dukas. Su música,
marcadamente nacionalista, está influida por el folclore de Levante y de Castilla y la
tradición del siglo XVIII. Su obra más universal, Concierto de Aranjuez, llevó la guitarra
española a la máxima categoría como instrumento solista. Otras obras importantes suyas
son Fantasía para un gentilhombre, Sonata a Castilla y Música para un códice salmantino.

§ Al grupo de Barcelona pertenecen autores como:


• Frederic Mompou (1893-1987), creó una música muy personal, de carácter marcadamente
intimista. La mayor parte de su producción está compuesta para piano. Entre sus
principales obras se cuentan Canciones y danzas, Cantos mágicos y Combat del somni.
• Roberto Gerhard (1896-1970), fue discípulo de Schönberg. Emigrado en 1939 al Reino
Unido, no abandonó en su obra las referencias españolas. En su Quinteto de viento realizó
una síntesis entre elementos españoles y el dodecafonismo. Evolucionó más tarde hacia un
lenguaje de vanguardia, patente en Concierto para orquesta.
• Xavier Montsalvatge (1912-2002), su música ha evolucionado desde el antillanismo de
Cinco canciones negras y Cuarteto indiano hasta posiciones más avanzadas con Concierto
breve y Metamorfosis en forma de concierto.

  115  
Sociedad y cultura en la segunda mitad del siglo XX
En la segunda mitad del siglo XX, Europa se vio desplazada en el protagonismo mundial
por la bipolaridad centrada en los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Aspectos históricos, sociales y culturales


Tras la Segunda Guerra Mundial, la sociedad quedó dividida políticamente en dos grandes
bloques: el occidental y el comunista, que duraron más de cuarenta años. Se fue pasando de una
situación de guerra fría entre ambos bloques a una actitud de coexistencia pacífica y a una
postura de distensión y acercamiento. Se crearon organismos internacionales de cooperación,
de defensa y de economía, como la Organización de las Nacionales Unidas (ONU, 1945), la
OTAN (1949), el Pacto de Varsovia (1955) y la Comunidad Económica Europea (CEE, 1957).

Durante los años centrales del siglo XX, las colonias de Asia y de África, dependientes de
Europa, alcanzaron la independencia, lo que supuso el derrumbamiento de los grandes imperios
coloniales. Así nacieron nuevos Estados que agrupan a más de la mitad de la población mundial y
que, junto con otros ya emancipados anteriormente, constituyen el denominado «Tercer
Mundo». Casi todos estos países se ven desbordados por grandes problemas: subdesarrollo
económico, hambre, analfabetismo, tensiones sociales, inestabilidad política y búsqueda de
identidad cultural.

Los centros tradicionales de creatividad artística de Europa cedieron lugar a los de Estados
Unidos. Fue la época de las vanguardias y del jazz moderno. Los años siguientes a 1970
estuvieron marcados por la inestabilidad económica y el derrumbamiento de los regímenes
comunistas. En las últimas décadas se han puesto en marcha procesos de globalización de la
economía.

La música pop rock, la moda, la publicidad, el cómic, la fotografía y el cine, la novela negra, los
relatos de aventuras y la ciencia ficción son ejemplos de artes comerciales que han sido
favorecidas por un espectacular desarrollo
tecnológico y por la disponibilidad generalizada de
ocio. Sin embargo, esto no impide que la música
clásica y las artes tradicionales sigan ocupando un
puesto de prestigio.

En pintura, son numerosas las tendencias que


aparecen insertas en un fuerte abstraccionismo, en
el que predomina el color o la acción.
En arquitectura, se generalizan los nuevos
materiales, como el acero y el hormigón armado, y
adquiere gran importancia el urbanismo.
En escultura, se subraya el abandono de la figura, se
centra la atención en el espacio interior y la obra
escultórica semeja un simple armazón.
En música se rebasan los campos armónicos,
melódicos y contrapuntistas, y se incorporan nuevas
tecnologías.

  116  
Relación de hechos históricos, innovaciones científicas, aspectos sociales... de la
segunda mitad del siglo XX.

1945-1970 1970 hasta la actualidad


Hechos • Guerra fría entre Estados Unidos y • 1973: crisis del petróleo. Inestabilidad
históricos e Unión Soviética económica
innovaciones • 1965-1973: Estados Unidos entra en • 1975: democracia en España
científicas y guerra en Vietnam • Informática: ordenadores personales.
tecnológicas • La televisión, medio de masas Automatización de la producción
• 1969: el hombre llega a la luna • 1989-1991: caída del muro de Berlín.
• Uso pacífico de la energía nuclear Desaparición de los regímenes
comunistas del Este de Europa
• 2001: atentado contra las torres
gemelas de Nueva York
Aspectos • Prosperidad económica en occidente • Crisis del Estado del bienestar. Paro
sociales • Sociedad de consumo; cultura de masas • Globalización
y culturales • Europa pierde su preponderancia. • Migraciones en masa:
Estados Unidos se convierte en la multiculturalidad
primera potencia mundial
• París, mayo del 68. Movimientos
contraculturales
Las artes • Aformalismo; expresionismo • Crisis de las vanguardias; dispersión
abstracto. Pop art de tendencias; búsqueda de caminos
personales
Aspectos • Convivencia de la experimentación • Vanguardias: serialismo integral;
musicales sonora con la música comercial música electroacústica; aleatoriedad
• El Pop Rock, música de masas • Jazz moderno: Be-bop y derivados
• Rock and Roll y música Pop
Corrientes • Crisis de las vanguardias • Tradición clásica: minimalismo;
musicales • Búsqueda de lenguajes personales multiculturalidad
• Jazz: dispersión de tendencias • Jazz: fusión, jazz neoclásico,
retroswing
• Pop Rock: tendencias posteriores al Punk

SABÍAS  QUE…  
La  música  en  la  radio  y  la  televisión  
 
Entre  1920  y  1930  se  difundió  el  uso  de  la  radio,  donde  al  principio  la  música  se  utilizaba  para  cubrir  los  
silencios   que   dejaban   las   palabras.   Paulatinamente,   la   música   fue   protagonizando   las   emisiones  
radiofónicas,   hasta   tal   punto   que   se   contrataban   intérpretes   y   orquestas.   Después,   los   conciertos   se  
empezaron  a  grabar  en  directo  y,  en  la  actualidad,  la  música  ocupa  más  del  50  %  de  la  programación  y  
abarca  todas  las  épocas,  estilos  y  tendencias.  
 
La   televisión,   desde   su   aparición   en   1931   en   Estados   Unidos,   ha   servido   para   fabricar   ídolos   y  
promocionar   música   con   mejores   resultados   que   la   radio,   gracias   a   la   gran   capacidad   de   persuasión   que  
se   consigue   mediante   la   combinación   de   música   e   imágenes.   Además,   la   música   en   televisión   y   cine  
resulta  imprescindible  para  ambientar,  reforzar  el  poder  de  las  imágenes  y  modificar  la  percepción  del  
paso  del  tiempo  en  el  espectador.  
 

  117  
La música en la segunda mitad del siglo XX
Después de la Segunda Guerra Mundial, se inició la búsqueda frenética de un nuevo
lenguaje musical. Se entró en el mundo del sonido, produciéndose una ruptura violenta
con el pasado que hizo tambalearse incluso a la grafía de la música.

Principales características
Después de 1945, mientras compositores de gran talla vinculados con la tradición tonal continuaban
desarrollando su obra, surgió una nueva generación, a escala internacional, que desarrolló de un modo
radical algunas de las posiciones estéticas atonales nacidas en las décadas anteriores.

Estos jóvenes vanguardistas se inclinaron por la experimentación sonora y el desarrollo de nuevas ideas
musicales y compartieron una serie de características:

• Consideraban anacrónicos la tonalidad y sus conceptos asociados, tales como ritmo, melodía,
forma o armonía.
• Utilizaron mayoritariamente en sus composiciones nuevos timbres y sonidos, mediante la
utilización de instrumentos novedosos o de nuevas formas de hacer sonar los instrumentos
tradicionales.

A partir de los años 70, se produjo una reacción contra la excesiva complejidad de las vanguardias y un
deseo general de recuperar la comunicación con el público perdida durante los años anteriores. La
tendencia general fue la búsqueda, por parte de cada compositor, de un lenguaje propio y personal,
basado en los hallazgos de las décadas anteriores, sin excluir la recuperación de la tonalidad como un
recurso más a disposición del compositor.

La música Pop
Junto a la música llamada «clásica», cobra en esta época cada vez
mayor auge e influencia la música popular, de carácter eminentemente
urbano, en sus múltiples modalidades.
La música popular urbana de la segunda mitad del siglo XX asimiló las
formas y convenciones de la música afroamericana. Esta mezcla de
tradiciones africanas y europeas, elaborada en suelo americano,
desarrolló a partir de los años 50 nuevas formas de jazz, las músicas
populares latinoamericanas, y el pop y el rock en sus diversas variantes.

Compositores de tradición tonal

Entre los compositores de música clásica vinculados a la tradición tonal, aunque


con un lenguaje indudablemente moderno, que continúan produciendo obras de
calidad en este período, citaremos al estadounidense Aaron Copland (1900-1990)
y al ruso Dimitri Shostakovich (1906-1975), de los que ya hemos tratado.
Shostakovich desarrolló su trabajo bajo las directrices de un régimen soviético
que censuró sus obras iniciales como «abstractas» para colmarlo de honores tras
la Segunda Guerra Mundial.

Mención especial merece el británico Benjamin Britten (1913-1976), cuya obra incorpora elementos
tradicionales y modernos y que, al igual que la de Shostakovich, ha alcanzado a un vasto público
internacional en las últimas décadas. Entre sus principales composiciones figuran las óperas Peter Grimes
y Muerte en Venecia, varios cuartetos y piezas sinfónicas como Sinfonía de primavera y War réquiem,
considerada su obra maestra. Britten es también autor de una Guía de orquesta para jóvenes.

  118  
Corrientes de vanguardia
Por su parte, las tendencias de vanguardia se sucedieron a gran velocidad, destacando, entre otras, estas
corrientes:

Serialismo integral.

El serialismo integral nació entre 1945 y 1960 en torno a los


cursos de verano del Instituto Internacional de Música de
Darmstadt, Alemania. Los serialistas, partiendo del
dodecafonismo de la Escuela de Viena, aplicaron el concepto
de serie no solo a las alturas, sino a todos los parámetros de
la música, de modo que las intensidades, los timbres y las
duraciones de los sonidos fueran también ordenados en series
y aparecieran en la obra de un modo prefijado por la técnica
compositiva. De este modo se consigue una música «totalmente organizada», en la que no hay lugar para
el azar o las preferencias personales. Por su rigurosidad científica, a esta corriente también se la ha
denominado ultrarracionalismo.

Como precedente de esta tendencia debe ser citado el francés Olivier Messiaen (1908-1992), estudioso
del canto de los pájaros y de la música hindú, que compuso obras como Pájaros exóticos y Sinfonía de
Turangalila.

Pero los tres principales compositores de esta tendencia fueron el francés Pierre Boulez (1925), autor
de la obra más famosa y representativa de la escuela, El martillo sin dueño, así como de Tercera sonata y
Destellos; el alemán Karlheinz Stockhausen (1928), del que cabe resaltar las 11 piezas para piano,
Himnos y Jubileo, y el italiano Luigi Nono (1924-1990), de cuyas obras sobresalen Cantos de vida y amor
y Bajo el sol cargado de amor; compuso también música electrónica.

Música Concreta

La música concreta, surgida de laboratorios de sonido, partía de grabaciones en cinta magnética de


sonidos naturales o «concretos» (risas, palabras, ruidos...), es decir, no producidos por instrumentos
musicales. Esas grabaciones se manipulaban artísticamente para configurar nuevos mundos sonoros.
Destacan en esta corriente los compositores franceses Pierre Schaeffer (1910-1995), autor de Sinfonía
para un hombre solo, y Pierre Henry (1929), con obras como Orfeo y La reina verde.

Música electrónica

La música electrónica utilizaba solo sonidos


producidos por aparatos que los sintetizaban y se
elaboraba en laboratorios. Esta música proporciona
una gran gama de frecuencias, a la vez que
innumerables niveles dinámicos.
Los logros principales se produjeron en torno al
Estudio Electrónico de la Radio de Colonia y fueron
aportados por Karlheinz Stockhausen, entre cuyas
obras citaremos El canto de los adolescentes.

  119  
Música electroacústica

La música electroacústica utilizaba sonidos concretos


y electrónicos, mezclando ambos estilos. Inicialmente,
estas tendencias prescindían de la figura del
intérprete, aunque pronto fue más habitual la
combinación con instrumentos tradicionales.
Practicaron esta música los compositores italianos
Luciano Berio (1925) y Bruno Maderna (1920-1973).

Música aleatoria

La música aleatoria supuso la oposición al serialismo integral porque creaba obras abiertas, es decir, con
múltiples posibilidades de interpretación. El compositor pide al intérprete que improvise o decida entre
varias opciones interpretativas, sin excluir la intervención del azar, produciendo así obras en las que cada
audición es diferente de cualquier otra posible. Los principales representantes de esta tendencia son el
estadounidense John Cage (1912-1992), con su obra Imaginary Landscape n.° 4, y dos excepcionales
compositores polacos, Witold Lutoslawski (1913-1994), autor de obras como Variaciones sinfónicas,
Música fúnebre, Segunda sinfonía, Libro para orquesta y Concierto para violonchelo y orquesta, y
Krzysztof Penderecki (1933), de quien cabe mencionar sus obras Pasión según San Lucas, Fluorescencias,
Stabat Mater, Trenos por Hiroshima y la ópera Los demonios de Loudun.

La tendencia estocástica o matemática crea su música con la ayuda de ordenadores y basándose en la


probabilidad matemática. El impulsor de esta corriente fue el griegofrancés Iannis Xenakis (1922-2001),
con obras como Metástasis, Pithoprakta y Eonta.

Por su uso novedoso del concepto de textura, debe mencionarse también a uno de los compositores más
celebrados de nuestro tiempo, el húngaro György Ligeti (1923), entre cuyas obras podemos resaltar el
Réquiem y San Francisco Polyphony.

Dentro de la música aleatoria se encuadra la música gráfica, en la que el intérprete se expresa guiado
por una serie de gráficos y símbolos.

  120  
Las tendencias vanguardistas entraron en crisis en torno a 1970, pero sus ideas y hallazgos siguen
marcando una parte considerable de la evolución musical hasta nuestros días.

Minimalismo
Nacido en los años 60. La música minimalista o repetitiva es un estilo tonal, que utiliza como
procedimientos la repetición prolongada de frases y la reducción extrema de los recursos musicales,
buscando la simplicidad. Entre sus principales representantes se cuentan los estadounidenses Steve
Reich (1936) y Philip Glass (1937).
AMPLIACIÓN  
Aleatoriedad  
A  finales  de  los  años  50  el  serialismo  entró  en  
un   callejón   sin   salida.   Su   rigor   dejaba   en  
segundo  plano  las  posibilidades  del  intérprete,  
que,   además,   tenía   que   vérselas   con   unas  
composiciones   extraordinariamente   difíciles  
de   interpretar.   Los   compositores   comenzaron  
a   escribir   obras   en   las   que   el   intérprete   tenía  
no   solo   la   oportunidad,   sino   incluso   la  
necesidad   de   decidir   cómo   se   interpretaría   la  
obra.   Desde   la   simple   flexibilidad  
interpretativa   hasta   la   libertad   absoluta   o   la  
improvisación,   cada   obra   planteaba   sus  
propias  exigencias.  
 
Por  ejemplo,  en  su  obra  para  piano  Klavierstük  
XI,   de   1956,   Stockhausen   presenta   nueve  
fragmentos   numerados;   el   intérprete   puede  
comenzar  por  el  que  desee,  pero  está  obligado  
a   continuar   de   cierta   manera   hasta   que  
descubre   que   ha   repetido   dos   veces   el   mismo  
fragmento,  momento  en  que  concluye  la  obra.  
 

SABÍAS  QUE…  
Música  y  ruido  
El  interés  por  los  nuevos  timbres  y  combinaciones  de  sonidos  es  
una   de   las   características   de   la   música   del   siglo   XX.   En   1913   el  
pintor   y   músico   Luigi   Rússolo   presentó   los   intona   rumori,  
instrumentos   para   producir   ruidos.   En   1920   el   norteamericano  
Henry   Cowell   introduce   los   clusters   (racimos   de   notas)   El  
compositor   Edgar   Varèse   (1883-­‐1965)   escribió   en   1931  
Ionisation   (Ionización),   la   primera   obra   de   música   clásica   que  
utiliza   solamente   instrumentos   de   percusión   y   sirenas.   Y   el  
compositor   estadounidense   John   Cage   (1912-­‐1992)   hizo   célebre  
en  los  años  50  su  música  para  piano  preparado,  un  piano  normal  
entre  cuyas  cuerdas  se  introducen  tenedores,  tornillos,  gomas  de  
borrar,   pinzas   y   otros   objetos   que   cambian   notablemente   el  
timbre  del  instrumento.  
 

  121  
La vanguardia musical española

Generación del 51
España recuperó relevancia artística en el campo musical en la década de 1950 gracias a la labor de un
grupo de compositores a los que se suele encuadrar en la llamada «generación del 51». Esta nueva
generación de compositores españoles, nacidos en torno a 1930, consiguieron poner la música española en
conexión con la vanguardia musical europea. Entre ellos destacan:

Juan Hidalgo (1927), de origen canario, discípulo de John Cage, es un músico de proyección internacional,
el primero en realizar música electroacústica. En su obra cabe resaltar títulos como Ukanga y Caurga.

Ramón Barce (1928), crítico y compositor, pasó del atonalismo a componer música aleatoria. Algunas de
sus obras son el quinteto de viento Parábola, Obertura fonética, Canadá Trío y la ópera Los bárbaros.

Carmelo Bernaola (1929-2002), poseedor de una gran formación musical, evolucionó desde unos
comienzos academicistas y un período central en el que su música denota la influencia de la Escuela de
Viena, del atonalismo y del serialismo. Entre sus obras citaremos Heterofonías, Relatividades.

Luis de Pablo (1930), compositor de formación autodidacta, su música, expresada por medio de técnicas
nuevas y soluciones de gran originalidad, goza de prestigio internacional. Entre sus obras más
importantes pueden citarse Coral, Radial, Módulos I y las óperas Protocolo, Kiu y El viajero indiscreto.

Cristóbal Halffter (1930), sobrino de los también compositores Rodolfo y Ernesto. Su obra está influida
por Falla, Béla Bartók, Stravinsky y el dodecafonismo, merecen mencionarse Misa ducal, Microformas,
Réquiem por la libertad imaginada, Elegías a la muerte de tres poetas españoles y la ópera Don Quijote.

Joan Guinjoan (1931), director de orquesta y crítico, en su faceta de compositor, influido por la
vanguardia musical francesa, basa su producción en la experimentación rítmica, tímbrica y dinámica. Ha
escrito obras como el ballet Los cinco continentes, Trama, Magma y Acta est fabula.

Las últimas generaciones


Tras la generación del 51, están activos en España músicos de todas las tendencias, entre los que cabe
mencionar a los siguientes:

Antón García Abril (1933) es un compositor polifacético, autor de una abundante obra en la que alterna
la innovación con los ritmos tradicionales. Son de resaltar las composiciones Concierto para piano y
orquesta y Cantos de pleamar. Ha compuesto también música para el cine y la televisión.

Leonardo Balada (1933) ha ocupado puestos de importancia internacional. En sus composiciones muestra
un gran dominio de la instrumentación, sobre todo de la guitarra, y de la técnica musical. Entre sus obras
recordemos Concierto para guitarra y orquesta, Persistencias y Concierto mágico.

Jesús Villa Rojo (1940), compositor, intérprete brillante de clarinete, profesor y autor de varios
tratados teóricos fundamentales, su música funde influencias de Bartók, Falla y Messiaen con hallazgos
personales y técnicas novedosas, como la utilización de cinta magnética. De sus muchas composiciones
destacan Tres piezas sobre ritmos desvirtuados, para quinteto de viento y Antilogía (1980).

Tomás Marco (1942), discípulo de Stockhausen, Boulez y Ligeti, ha experimentado con las nuevas
técnicas sonoras. Ha sido galardonado con múltiples premios de importancia internacional por obras como
Vitral para órgano y orquesta de cuerda, Aura para cuarteto de cuerda, Mysteria para orquesta. Ha
cultivado también el teatro musical y la música para danza.

  122  
La danza en el siglo XX
La danza no ha sido ajena a los cambios que en todas las artes se han producido en el
siglo XX. Las reglas formales de los ballets clásico y romántico fueron arrinconadas en
los primeros años del siglo.

Los Ballets Rusos de Diaghilev


Una de las figuras que más contribuyeron al esplendor cultural de París
durante las primeras décadas del siglo XX fue la del empresario ruso Serge
Diaghilev (1872-1929), dotado de extraordinario gusto e intuición para
descubrir nuevos talentos.

Diaghilev pensaba a lo grande y estaba siempre dispuesto a arriesgarse. En


1909 se trasladó a París y presentó la que sería su primera temporada con
una compañía de ballet con primeras figuras del Teatro Imperial Ruso. El
éxito fue total. En 1911, con objeto de independizarse del Teatro Imperial
del que dependían sus artistas, formó su propia compañía como un cuerpo
permanente, los Ballets Rusos, que revolucionaron la estética coreográfica e
iniciaron la era del ballet moderno. Algunos bailarines y coreógrafos de la
compañía como Nijinsky, Fokine y Massine continúan siendo hoy día una
leyenda en el mundo del ballet.

Antes de los Ballets Rusos de Diaghilev, las compañías tenían compositores a


sueldo a los que se encargaba la música conveniente para cada espectáculo, y
los decorados y vestuario eran considerados de importancia secundaria. Con
Diaghilev, el ballet se convirtió en un espectáculo completo. Música,
coreografía y diseño visual se unían por primera vez en una obra única y total,
con un sorprendente sentido de unidad.

Esta obsesión por convertir el ballet en un arte total acerca a Diaghilev a las ideas de Richard Wagner en
la ópera, y fue compartida años más tarde por el gran coreógrafo Maurice Bejart (1927), que opinaba:
«El ballet es un espectáculo compuesto en el que el baile ocupa algunas veces el primer lugar y en el cual
se asocian la música, la poesía, el canto, la pintura y la arquitectura.»

Con Diaghilev colaboraron los mejores artistas de su tiempo y en sus Ballets Rusos se originaron algunas
de las más grandes obras musicales del siglo, convirtiéndose
en centro de la vanguardia parisina. Diaghilev descubrió a Igor
Stravinsky y estrenó La consagración de la primavera,
iniciando una colaboración que duró años. Además de
Stravinsky, compositores como Debussy, Ravel, Prokofiev y
Falla escribieron obras para Diaghilev, y pintores como Picasso
y Braque crearon para él escenarios y vestidos. Grandes
escritores como Jean Cocteau y poetas como Apollinaire
colaboraron también en sus producciones.

La última temporada fue la de 1929 en Londres. Ese mismo


año, Diaghilev murió en Venecia. Curiosamente, los Ballets
Rusos nunca actuaron en Rusia.

  123  
SABÍAS  QUE…  
Un  estreno  sonado,  de  la  mano  de  Stravinsky  
 
El   estreno   del   ballet   La   consagración   de   la   primavera,   del  
compositor   ruso   Igor   Stravinsky,   el   29   de   mayo   de   1913   en  
París   se   convirtió   en   uno   de   los   escándalos   más   sonados   en  
toda  la  historia  de  la  música.  El  público  no  estaba  preparado  
para   tanta   disonancia   y   casi   desde   el   comienzo   de   la   música  
estallaron   risas.   Pronto   se   oyeron   silbidos   y   gritos   y,   por  
último,   la   sala   estalló   en   un   violento   enfrentamiento   entre  
defensores   y   detractores   de   aquella   música.   Una   señora  
abofeteó  a  un  joven  que  silbaba,  lo  que  provocó  que  el  joven  y  
el   acompañante   de   dicha   señora   se   desafiaran   a   un   duelo.   El  
empresario   ordenó   a   los   electricistas   que   encendieran   y  
apagaran  las  luces  del  teatro  en  un  esfuerzo  por  restablecer  el  
orden.   Nijinsky,   el   coreógrafo,   de   pie   sobre   una   silla   entre  
bambalinas,   gritaba   números   a   los   bailarines   que   estaban   en  
escena   para   que   pudieran   interpretar   la   coreografía   porque,  
dada  la  algarabía  general,  no  se  podía  oír  la  música.  Hoy  día,  
La   consagración   de   la   primavera   está   considerada   como   una  
de  las  obras  musicales  clave  de  nuestro  siglo.  
 
 

La danza moderna

Se conoce con este nombre el conjunto de estilos de


danza que se desarrollaron desde los comienzos del siglo
XX, mucho más libres que los practicados con
anterioridad. Una influencia determinante para la danza
de esta época fue la presentación en París en 1919 de la
compañía de los Ballets Rusos del empresario Serge
Diaghilev (1872-1929), que con sus asombrosos montajes
marcó el inicio de la danza moderna.

Isadora Duncan (1878-1927) fue otra de las fundadoras del nuevo espíritu de
la danza a comienzos de siglo. Bailaba descalza y con vestidos inspirados en la
Grecia antigua, intentando expresar la emoción a través de movimientos
improvisados, basados en la naturalidad y la inspiración del momento. Su
fuente de inspiración principal fue la naturaleza; huyó siempre de cualquier
tipo de ostentación. Desde entonces, la danza moderna tiende a subrayar el
contacto con el suelo en lugar de intentar constantemente escapar a la fuerza
de la gravedad, signo del ballet clásico, y, en lugar de ocultar el esfuerzo del
bailarín, más bien tiende a subrayarlo.

Las ideas de Isadora Duncan y sobretodo las de Jacques Dalcroze (1865-


1950) influenciarán a los alemanes, quienes crearán el movimiento de “Danza
expresionista”. Dalcroze (pedagogo musical) sostenía que la rítmica, el solfeo
y la gimnasia estaban en la base del equilibrio físico y moral del hombre. Así
crea su “Rítmica” que influirá en músicos y bailarines alemanes. Entre estos se
encuentra el coreógrafo se encuentra Rudolf von Laban (1879-1958)
quien crea un sistema de movimiento coral en el que intervenían expertos y neófitos. Los aportes de
Laban permitieron a los bailarines una nueva multidireccionalidad en relación al espacio circundante, a la
vez que el movimiento se liberó del ritmo, otorgando igual relevancia al silencio que a la música. Laban

  124  
pretendía igualmente escapar de la gravedad buscando de forma deliberada la pérdida de equilibrio.
Asimismo, intentó alejarse del aspecto rígido del ballet clásico promoviendo el movimiento natural y
dinámico del bailarín.
La principal musa de la danza expresionista fue la bailarina Mary Wigman, quien estudió con Laban. Para
ella, la danza era una expresión del interior del individuo, haciendo especial hincapié en la expresividad
frente a la forma. Creó coreografías realizadas enteramente sin música, a la vez que se liberaba de las
ataduras del espacio.

Martha Graham (1894-1991) fue una bailarina y coreógrafa


estadounidense reconocida como la iniciadora de la danza
moderna. En su estilo destaca la utilización del suelo, el control
que se efectúa sobre los músculos del torso, sus características
de contracción y relajación, la caída al piso controlada, los
saltos del hombre; incorpora este método de trabajo para
resolver técnicamente problemas fundamentales sobre el
equilibrio y es así como descubre la pelvis como fuente de
energía del bailarín. Las representaciones de Graham la
hicieron famosa por sus innovaciones en la danza moderna.

Maurice Béjart (1927-2007) bailarín y coreógrafo hizo uso de


todo tipo de músicas. Su lenguaje entreteje el ballet clásico, el neoclásico y el contemporáneo con bailes
típicos de todo el mundo.

La danza moderna ha intentado también expresarse de un modo abstracto, al margen de argumentos, y


ha aceptado igualmente la improvisación como recurso.

La pareja más famosa en el ballet de las últimas décadas fue la formada por el ruso Rudolf Nureyev
(1938-1993) y la británica Margot Fonteyn (1919-1991).

Actualmente entre los cuerpos de baile que gozan de mayor prestigio encontramos el Ballet de la Ópera
de París, el Ballet de la Royal Opera House de Londres, la compañía New York City Ballet, el Bolshoi de
Moscú o el Kirov de San Petersburgo.
Entre los bailarines españoles más importantes de la actualidad se cuentan Víctor Ullate, Nacho Duato,
Arancha Argüelles en la vertiente clásica y Sara Baras, Cristina Hoyos, Antonio Canales y Joaquín Cortés
en baile flamenco.

  125  
Nacimiento y consolidación del jazz
El jazz nació a comienzos del siglo XX entre la población negra del sur de Estados
Unidos y fue el producto de la mezcla de dos culturas musicales diferentes, la europea
y la africana.

Aspectos históricos, sociales y culturales


La música europea llegó a América con los colonos blancos de Europa, mientras que la música africana
entró en el continente gracias a los esclavos negros, obligados a abandonar las costas occidentales de
África para asentarse en las Antillas y el sur de los Estados Unidos.

En 1865, al terminar la guerra de Secesión entre los


Estados del norte y los del sur de los Estados Unidos,
cuatro millones de esclavos negros fueron declarados
legalmente libres, aunque en la práctica se impuso la
discriminación racial, especialmente dura en los Estados
del sur. Estas difíciles circunstancias sociales están en el
origen del jazz y han marcado su desarrollo a lo largo del
siglo XX. La ciudad de Nueva Orleans, capital del Estado
de Louisiana, se considera la cuna del jazz. La aparición
del jazz supone la entrada en la historia de la música
occidental de una nación cuya preponderancia había quedado demostrada en la Primera Guerra Mundial:
los Estados Unidos de América.

La historia del jazz se caracteriza por dos rasgos fundamentales:

§ En primer lugar, tanto por su constante asimilación de otras tendencias musicales estilística o
culturalmente ajenas a él, como por su capacidad de mezclarse con otros géneros y crear nuevos
estilos musicales, como el rock and roll, que terminarían por evolucionar de forma independiente
al jazz.
§ En segundo lugar, por la sucesión de forma ininterrumpida de un numeroso conjunto de subestilos
que, vistos en perspectiva, manifiestan entre algunos de ellos enormes diferencias musicales.

 
Vocabulario  esencial  del  jazz  
 
Worksongs  o  canciones  de  trabajo  en  las  plantaciones  de  algodón.  
 
Blues.  Canción  o  tema  instrumental  de  ritmo  lento  y  tono  melancólico.  El  término  proviene  del  inglés  y  significa  
«tristeza,  melancolía».  Asociado  a  la  descripción  de  un  estado  emocional  desconsolado  o  marcado  por  la  depresión,  
aunque   no   sea   intrínsecamente   pesimista:   expresa   problemas   relacionados   con   la   pobreza,   la   emigración,   las  
disputas  familiares,  la  opresión,  pero  los  reconduce  con  su  expresión  hacia  la  experimentación  de  una  catarsis  que  
deriva   bien   en   la   resignación,   bien   en   el   optimismo.   El   entorno   original   del   blues   es   el   gueto   negro   urbano   y   la  
granja  rural.  El  blues  es  la  base  del  primer  jazz.  El  blues  moderno  es  exclusivamente  instrumental.  
 
Música   sincopada.   En   música,   la   síncopa   consiste   en   la   alteración   deliberada   en   la   acentuación   normal   de   un  
compás.  
 
Ragtime.   Estilo   pianístico   que   combina   la   música   europea   de   salón   de   finales   del   siglo   XIX   con   la   música   de   banjo,  
instrumento  de  cuerda  muy  popular  en  el  sur  de  Estados  Unidos.  Tuvo  su  gran  época  de  1900  a  1919.  
 
Swing.  Estilo  comercial  de  jazz  que  se  popularizó  entre  1930  y  1940.  En  cierta  forma  combina  el  jazz  con  la  música  
de  baile  estadounidense  de  esa  época.  
 
 
 
    126  
Características del jazz

El jazz ha marcado más que ninguna otra tendencia el desarrollo de la


música del siglo XX. Sus características más peculiares son:

§ El jazz se caracteriza por eludir la ejecución de las interpretaciones a partir de la lectura fiel de
una partitura (a pesar de que muchos músicos de jazz dominen el lenguaje musical): la base de la
interpretación y el estilo jazzístico es la improvisación. En cualquier caso, exceptuando al free
jazz (donde suele suceder que no se trabaje sobre ningún tema ya conocido), improvisar significa
que el intérprete recrea libremente el tema en cada ejecución sobre una determinada estructura
armónica. La melodía funciona como tema principal e idea para desarrollar una posible
interpretación. Las notas características del jazz, que provienen del blues, son las blue notes: la
3ª y 7ª de la escala mayor, rebajadas en un semitono, así como la 5ª disminuida.

§ El ritmo del jazz se caracteriza por el off-beat (desviación constante de la pulsación). El jazz es
una música sincopada que produce una estimulante sensación rítmica, llamada swing.

§ En un principio, el jazz adoptó armonías sencillas, como la rueda de acordes del blues, pero con el
tiempo se llegó a una mayor complejidad armónica. La organización armónica tonal emplea
frecuentemente la escala del blues con fines melódicos. Son recursos habituales las blue notes,
síncopas, ritmos múltiples, vibratos y glissandos. El formato de los temas de jazz es, en la
mayoría de las interpretaciones, el del blues y el de la canción popular.

§ El jazz es habitualmente interpretado por formaciones en las que se destaca un instrumento


solista acompañado de una sección rítmica (formado por una batería, un contrabajo o bajo
eléctrico y algún instrumento armónico como el piano, el banjo o la guitarra). Las formaciones
pueden ser muy variables, desde solistas sin acompañamiento, tríos, cuartetos o quintetos, hasta
las grandes Big Bands en las que la improvisación juega un papel secundario.

§ Con el objetivo de hacer una interpretación más expresiva, más cálida, más personal. Los
intérpretes buscar un sonido original y propio.

  127  
Corrientes musicales

1870-1920. Los años de formación: blues, ragtime y bandas


callejeras.
A finales del siglo XIX nació la música folclórica, que está en el origen del jazz.
Algunos ejemplos más representativos de esta música son el blues y los
espirituales, así como el ragtime, un estilo de música para piano de ritmo
sincopado y escrito en partitura. El ragtime era habitual en los locales de
Storyville, un barrio de diversión de Nueva Orleans. Scott Joplin fue una de las
figuras más importantes en el desarrollo del ragtime clásico. El jazz temprano surgió de las bandas
callejeras de músicos negros de Nueva Orleans, que mezclaron blues y ragtime. En este primer estilo, un
grupo de seis a ocho músicos con instrumentos de viento y percusión tocaban en desfiles, picnics y
marchas de funerales, improvisando todos a la vez.

1900-1930. Dixieland.
Cuando en 1907 las autoridades cerraron el barrio de Storyville, los músicos de
Nueva Orleans, en busca de trabajo y mejores condiciones sociales, emigraron al
norte, estableciéndose principalmente en las ricas ciudades industriales de
Chicago y Nueva York, con lo que se inició la primera expansión del jazz. Louis
Armstrong fue la principal figura de esta época del jazz, conocida como dixieland
o estilo Chicago. Durante esta época, el jazz dejó de ser una música basada en la
improvisación colectiva de variaciones y adornos de una melodía para pasar a la
improvisación individual de líneas melódicas originales de gran fuerza expresiva,
basadas únicamente en la armonía de una canción.

1930-1940. Jazz clásico. La era del swing.


Durante los años 30, el jazz alcanzó un elevado nivel profesional
con solistas de renombre internacional, que improvisaban siguiendo
el esquema armónico de canciones populares de la época, llamadas
standards en el lenguaje del jazz. Este período es también
conocido como la época del swing y de las big bands, orquestas
profesionales que aceptaron muchos conceptos musicales blancos,
tales como leer música arreglada de antemano, oponer conjuntos
escritos muy elaborados a solos individuales improvisados, y buscar
un sonido homogéneo bajo la batuta de un director estrella. En esta
época destacaron Duke Ellington y Benny Goodman, y entre los intérpretes, las cantantes Billie Holiday
y Ella Fitzgerald.

  128  
El jazz tras la Segunda Guerra Mundial. El Be-bop

Después de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, el panorama de discriminación racial era muy
parecido al del periodo anterior a la guerra. Este clima de desigualdad y segregación imprimió a la
población negra una nueva conciencia de su situación.

Los aspectos sociales reseñados anteriormente, junto a la necesidad musical de un cambio de rumbo
sentida por algunos músicos, dio origen a un nuevo estilo que se denominó Bebop.

La irrupción del pop rock en los años 50, con el consiguiente cambio en los gustos juveniles y la propia
evolución interna del jazz, hizo que este perdiese su carácter de música popular, para pasar a
convertirse en música para una minoría cultivada. Durante esta época se llegó a considerar el jazz como
la «música clásica negra».

Corrientes musicales

1940-1950. Bebop
Jóvenes músicos provenientes de big-bands comienzan a desarrollar en
formaciones más reducidas un tipo de jazz que utiliza tempos rápidos,
con acentos muy marcados donde la improvisación y el virtuosismo
instrumental tendrán mucha importancia.
La agrupación clásica de Bebop estaría formada por una sección
rítmica: contrabajo, piano y batería más dos o tres instrumentos
melódicos: saxo y trompeta.
Gran parte del repertorio de estas formaciones Bebop son temas
populares americanos (standards) que ya interpretaban las grandes
orquestas de swing. Sin embargo, los músicos de bebop tocarán
primeramente el tema principal para lanzarse después a una ronda de
solos improvisados para acabar todos de nuevo interpretando el tema
central.
Para el público de la época, acostumbrado a las composiciones bailables de la era swing, esta nueva
aproximación al jazz les resultaba una música nerviosa y fragmentada pero enseguida encontró sus
seguidores, sobre todo entre círculos artísticos, intelectuales y contraculturales, ya que tenía una gran
carga de protesta racial y social. Musicalmente, supuso una ruptura profunda con el sonido del jazz
anterior.
Músicos clave en la creación y desarrollo del bebop fueron el saxofonista Charlie Parker, el trompetista
Dizzy Gillespie y los pianistas Thelonious Monk y Bud Powell.

  129  
1950-1960. Cool jazz.
A partir de la década de los cincuenta, a raíz de la colaboración entre
arreglistas y músicos que practicaban bebop surge un nuevo estilo que
denominan “cool” (tranquilo) en el que se apartan de los ritmos más
frenéticos del bebop y buscan un aire más suave y elegante para sus
composiciones.
A pesar de incluir partes improvisadas, se trata de un estilo basado más
en la composición, de arreglos muchas veces complicados, muy innovadores
y creativos en los que se utilizan elementos de la música culta y
vanguardista europea.
Gran parte de la responsabilidad del nacimiento del cool jazz fue la
colaboración entre el trompetista Miles Davis y el arreglista Gil Evans.

Otros músicos importantes son: el saxofonista John Coltrane, el


trompetista y compositor Chet Baker, el pianista y compositor Dave
Brubeck.

El cool jazz juega un papel fundamental en el posterior desarrollo de otros estilos como la bossa nova
(fusión de la música tradicional brasileña con el jazz), el jazz modal y el free jazz.

1960-1970. Free jazz.


Aunque muchas de sus vertientes se encuadran dentro de lo experimental. El planteamiento inicial del
free jazz es volver a los orígenes primitivos donde la improvisación colectiva juega un papel fundamental.
Especie de jazz polifónico en la que se realizan numerosas imitaciones breves entre los diferentes
instrumentos.
Algunos de los nombres más importantes son el saxofonista Ornette Coleman o el contrabajista Charles
Mingus.

1970-hasta nuestros días.


A partir de los años 70 surge el Jazz Fusión como resultado de la
mezcla del lenguaje propio del jazz con elementos del rock incluyendo
el uso de instrumentos eléctricos (guitarras, bajos, pianos y
sintetizadores). Se emplean a menudo cambios de compás, métricas
irregulares así como acordes y armonías complejas.

Algunos representantes son el pianista Chick Corea o el trompetista


Wynton Marsalis.

En las últimas décadas del siglo XX, el jazz ha generado numerosos movimientos proviniendo casi todos
de la fusión con otras músicas (Jazz Funk, Punk Jazz, Acid Jazz, Jazz Rap, etc.).

  130  
El cine y su música
Desde el cine mudo, pero sobre todo desde la aparición del sonoro, la música ha
desempeñado una importante función en el denominado séptimo arte, contribuyendo en
muchos casos al éxito de las películas.

El papel de la música en el cine

La mezcla de los diversos elementos que componen el cine (teatro, literatura, artes plásticas, música) no
ha sido siempre sencilla. En muchas ocasiones, la música ha cumplido una función meramente ornamental,
y la obtención de un espacio expresivo propio dentro de la película ha sido, y sigue siendo, una tarea
difícil.
Una de las ideas más extendidas en la industria cinematográfica es la de que la música no debe oírse, es
decir, no debe reclamar en exceso la atención del espectador. Sin embargo, ya sea por contraste con la
imagen, ya por asociación con ella, la música puede sacar a la superficie e intensificar las reflexiones
interiores de los personajes; puede transferir al espectador la sensación de terror, grandeza, alegría,
tristeza...

Del cine mudo al sonoro


Desde la invención del cine por los hermanos Lumière en 1895 hasta la llegada del sonoro en 1927, el cine
contó con pianistas que acompañaban la proyección improvisando música a medida que transcurría la
acción o interpretando las canciones de moda o el repertorio clásico más popular. A veces, los
exhibidores disponían de orquestas o grupos musicales que ambientaban las imágenes.

En 1927, con la película El cantante de jazz, se empezó a utilizar lo que hoy


llamamos banda sonora. Este film no solo inauguró el cine sonoro sino que supuso
el comienzo de un nuevo género: el musical. Al principio, tanto la palabra como la
música fueron usadas con torpeza: los actores utilizaban la misma técnica vocal
que en el teatro y la música consistía en canciones al estilo de las de las
comedias musicales representadas en los teatros de Broadway, que se usaban en
el film para llenar huecos de diálogo o procedentes de una fuente de emisión
visible. En la película Cantando bajo la lluvia, dirigida por Stanley Donen y Gene
Kelly en 1952, e interpretada por el mismo Gene Kelly, se hace una divertida
parodia de esos comienzos del sonido en el cine.
La consolidación del cine sonoro trajo consigo la sincronización entre música e
imagen y la creación de grandes departamentos musicales, con costosísimas
orquestas y salas de grabación en las productoras cinematográficas.

  131  
Procedimientos técnicos
Lo habitual es que el director encargue la música cuando el rodaje ya ha
finalizado y él se encuentra montando la película. Normalmente se piden,
para una película de 90 minutos, entre 45 y 50 minutos de música.

A veces el director solicita toda la música que se va a utilizar en la


película al compositor, pero también puede desear incluir música histórica
o canciones ya conocidas o una mezcla de ambas cosas, por lo que debe
expresar sus deseos al compositor y trabajar con él en la planificación musical de la película. Se elabora
entonces un guión que establezca la duración exacta de los bloques musicales y los momentos precisos en
que comienzan y terminan.

El segundo paso consiste en la composición de los bloques musicales atendiendo a los deseos expresados
por el director en el guión sonoro. Para sincronizar la música con la película, se suele grabar bajo una
pantalla en la que se proyectan los fragmentos indicados de la película o se utiliza una claqueta que, con
su sonido, define la situación exacta de la música en cada escena.

Por último, la música se incorpora a la banda de sonido, junto con los diálogos de los actores y los efectos
de sala, es decir los sonidos que dan verosimilitud a las escenas.
En los filmes musicales se procede de otro modo, ya que se graba primero la música y luego se rueda la
escena con la música sonando, para que la sincronía sea perfecta.

Funciones de la música cinematográfica


La música cinematográfica puede ser clasificada como música diegética o integrada y música incidental o
no integrada.

§ La música diegética o integrada es aquella cuya fuente de emisión aparece en pantalla: una
orquesta, un tocadiscos, un actor que canta o toca un instrumento... La escuchan los personajes y
el espectador.
§ La música incidental o no integrada procede de una fuente oculta para el espectador y puede
ser ambiental, cuando crea la atmósfera para la escena; ilustrativa, si sigue y subraya la acción,
como en los dibujos animados; o música viva, si crea la escena o la determina al extremo de que
carecería de expresividad sin ella. Sólo la escuchan los espectadores.

Dentro del discurso cinematográfico hay técnicas referidas a la música, como el leitmotiv y el fuera de
campo.

§ El leitmotiv consiste en asignar determinada melodía a un personaje, paisaje o ambiente, lo que


ayuda a definirlo.
§ En lo que se denomina fuera de campo, la música puede hacer que el espectador presienta algo
que va a suceder, o hacer presente algo que no se ve en la pantalla. Este es uno de los recursos
principales de la música de cine y se utiliza muy a menudo en los filmes de intriga o terror.

La música de cine cumple las siguientes funciones:


• Ambientar épocas o lugares en los que transcurre la acción
• Crear la atmósfera adecuada al desarrollo de la acción
• Modificar el ritmo de la acción
• Intensificar el sentido de una escena o llamar la atención
• Definir el carácter o el estado de ánimo de los personajes
• Aportar información
• Dar cohesión a diferentes escenas

  132  
La primera generación de compositores
cinematográficos (1930-1950)

El sonoro fue una excelente oportunidad para los compositores,


incluidos los clásicos. Escribieron música para el cine músicos
de gran prestigio, como Prokofiev, cuyas experiencias con el
director cinematográfico Sergei M. Eisenstein fueron
excepcionales, y Shostakovich.
Pero la verdadera labor de creación de un lenguaje musical
propio correspondió a una serie de compositores que,
trabajando en Hollywood desde comienzos de la década de los
30, consiguieron en pocos años poner la música al servicio de la estructura del film. Los grandes estudios,
como la Warner Brothers, tuvieron a gala durante estos años mantener una orquesta fija con un equipo
de orquestadores y arreglistas dedicados a grabar sus bandas sonoras.

El primer gran compositor profesional de Hollywood fue Max Steiner


(1888-1971), un inmigrante judío vienés que llegó a América en 1914.
Su estilo se basaba en el uso de leitmotives al estilo wagneriano, con
temas individuales para los personajes principales, paisajes o
situaciones, y en una música permanente en segundo plano, como un
tapiz sonoro constante. Entre sus películas destacaron King Kong
(1933) y Lo que el viento se llevó (1939), Casablanca (1942).
Erich Wolfgang Korngold (1897-1957), judío austriaco que llegó a
Hollywood escapando de los nazis, a pesar de no haber compuesto
música para demasiadas películas, influyó decisivamente en la creación
de un estilo basado en el sinfonismo postromántico, que arrastraba al
espectador dentro de la acción.
Miklós Rózsa (1907-1995), Quo vadis, Ben-Hur, Dimitri Tiomkin
(1894-1979), Duelo al sol, Sólo ante el peligro, Alfred Newman (1900-
1970) y Bernard Hermann (1911-1975) fueron brillantes compositores
que, en los años 40, continuaron el estilo, al tiempo que introducían
elementos que rompían parcialmente el modelo sinfónico-romántico
impuesto por Korngold.

La segunda era (1950-1970)


Los años 50 fueron una época de gran agitación en Hollywood. El declive de
la asistencia de público, que descubrió en estos años la televisión como
medio de entretenimiento, obtuvo como respuesta avances técnicos como el
color, el cinemascope o el sonido estereofónico para atraer de nuevo a la
audiencia.
La música para el cine también cambió: la música sinfónico-romántica
desapareció para dejar paso a la modernidad, ya fuese el jazz o la
investigación sonora. Se pusieron de moda las bandas sonoras con un tema
fácil de reconocer, en lugar del tapiz sonoro sinfónico a la manera de
Steiner.
La orquesta de sesenta o más músicos requerida por una partitura típica
comenzó a ser sustituida por grupos más reducidos usados de un modo
imaginativo, buscando nuevas sonoridades y un uso menos constante a lo
largo del film, de modo que el impacto de la música fuese mayor. La película Un tranvía llamado deseo

  133  
(1951), con música de Alex North, abrió el camino mezclando lo sinfónico y el jazz con un sorprendente
resultado.

Mientras tanto, la primera generación de compositores continuaba


trabajando, y alguno de ellos, como Bernard Hermann, tuvo entonces su
etapa dorada en colaboración con el director Alfred Hitchcock,
convirtiéndose para muchos en el mejor compositor de cine que haya
existido, Psicosis, Vértigo. Otros nombres significativos de la época
fueron Alex North (1910-1988), Elmer Bernstein (1922), Los siete
magníficos, Jerry Goldsmith (1929), Star Trek, Alien, el octavo pasajero
y los italianos Ennio Morricone (1928), La muerte tenía un precio, La
Misión y Nino Rota (1911-1979), El padrino, La dolce vita, este último gran
colaborador del director Federico Fellini.

En los años 60 comenzaron también a utilizarse partituras preexistentes.


El director Stanley Kubrick, por ejemplo, renunció a la música original en
favor de sus propios montajes de música clásica en sus películas 2001, una
odisea en el espacio (1968) y La naranja mecánica (1971), esta última con sintetizadores. La música pop
irrumpió también en el medio, haciéndose protagonista de films enteros. Son dignos de mención Maurice
Jarre (1924), Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago, Ghost, John Barry (1933), Memorias de África,
Bailando con lobos y Henry Mancini (1924), autor de extraordinario éxito en películas como Desayuno con
diamantes (1961) y La pantera rosa (1964).

Música de cine hoy


Entre muchos otros, un nombre relevante en la música de cine de los últimos años es el de John Williams
(1932), Tiburón, Supermán, Harry Potter, La guerra de las galaxias, que, en asociación con Steven
Spielberg, ha producido grandes bandas sonoras, influidas por Korngold, Wagner o los postrománticos,
volviendo a poner de moda la partitura romántico-sinfónica que parecía perdida, y que encuentra su mejor
complemento en el sonido estéreo digital. En el cine de hoy día podemos escuchar toda clase de música,
desde la clásica, tanto sinfónica como de cámara, al jazz, pop rock o música electrónica de
sintetizadores, de acuerdo con las necesidades del film.

  134  
El Musical.

El Musical se puede definir como una obra de teatro con “pasajes”


musicales cantados. Es un género que pertenece al ámbito teatral, si bien
hay que decir que el cine ha colaborado enormemente en su difusión por
medio de los Musicales que se han llevado a la gran pantalla. El Musical tiene
mucho que ver con la Comedia musical cinematográfica norteamericana. Las
comedias musicales de los años 40 y 50 eran un medio idóneo para evadir al
público de la terrible situación por la que estaban pasando tras la Segunda
Guerra Mundial.

En el Musical y en la Comedia musical se suele utilizar a menudo las


canciones para mostrar situaciones “fuera” de la trama argumental como
sueños (dormidos o despiertos), recuerdos, etc. (flash-back y flash-
forward). Muchas de las canciones van acompañadas de baile, o también
puede ser que el número musical sea un baile sin canción. Normalmente los números musicales tienen
unos patrones establecidos, como una estructura musical bastante simétrica, con melodías pegadizas,
muchos recursos tomados del Jazz. Entre los compositores más relevantes de este tipo de
música encontramos a Irving Berlin (“Amanda”, “Sombrero de copa”), Cole Porter (“Melodías de
Broadway”), George Gershwin ““Un americano en París, o Leonard Bernstein “West side store”).

La evolución del Musical ha desembocado en un género donde el texto hablado ha disminuido en


importancia y extensión, hasta el punto que hay Musicales exclusivamente cantados. En este
sentido tendría mucho que ver con la ópera ya que ambos son géneros vocales, interpretados por
orquesta, coro y solistas vocales, con representación escénica. Sin embargo, Ópera y Musical tienen
grandes diferencias, por ejemplo, hay mucho más texto en el Musical que en el Ópera. También
el tratamiento musical es totalmente diferente, en el Musical, la música tiene que ver con la “música
ligera”, teniendo en cuenta que esto no significa ninguna infravaloración al género, sino dejar patente
una diferencia importantísima entre ambos géneros. Así mismo, el tratamiento de la voz es
radicalmente diferente, la ópera requiere grandes voces y una técnica de impostación muy
cuidada, el Musical se interpreta con micrófonos y amplificadores, con lo cual ni la técnica del canto
es la misma, ni requiere la calidad vocal de las voces operísticas.
Uno de los compositores más relevantes de Musicales en los últimos años es Andrew Lloyd Weber
(1948), tiene obras que han estado en cartel más de quince años ininterrumpidamente como por ejemplo,
“Cats”, “Los miserables”, “El fantasma de la ópera”. Otro de sus Musicales más conocidos y llevado
al cine es “Jesus Christ Superstar”.

  135  
La música pop rock
En la década de 1950, la música popular urbana
protagonizó un proceso de crecimiento que se inició
con el rock and roll, surgido en Estados Unidos.

Aspectos sociales y culturales


El éxito de la música rock está relacionado con los siguientes factores sociales y culturales:

• La expansión de la economía de consumo en los países occidentales.


• El desarrollo de los medios de comunicación de masas.
• El aumento de la capacidad adquisitiva de los adolescentes y su conversión en un grupo
social con características propias, que adoptó el rock como cauce de expresión de sus
actitudes y valores.

Las ventas de discos en los Estados Unidos subieron de 277 millones de


dólares en 1955, cuando apareció el rock, a 600 millones en 1959 y a 2.000
millones en 1973.

El rock and roll, en su evolución, dio lugar a diversos estilos musicales hasta
el presente. A principios de la década de 1970 apareció una distinción
importante entre rock y pop. El rock aspiraba a la «autenticidad»,
comprometiéndose con el profundo cambio de mentalidad y valores de las
décadas de 1950 y 1960, mientras que el pop se orientaba hacia el consumo.

Características del pop rock


Sin embargo, todos los estilos y corrientes englobados en la expresión pop rock presentan
características comunes como estas:

• La instrumentación, el pop rock se basa en el sonido que proporcionan, como base, dos
guitarras eléctricas (rítmica y solista), un bajo eléctrico y una batería. A esta formación
básica se añaden otros instrumentos, según los criterios de cada intérprete o grupo.
• La electrificación, tanto de los instrumentos como de la voz, a través del micrófono.
Además, el pop rock está estrechamente unido a los avances tecnológicos de cada
momento: sintetizadores, pedaleras para la guitarra eléctrica, cajas de ritmos, etc.

Corrientes musicales
Prácticamente todos los estilo y corrientes que conforman en la actualidad la llamada música rock
provienen de la confluencia que se produjo a finales del siglo XIX en Estados Unidos de la música popular
Europea con la música proveniente de África.
El aporte europeo se consolidó pronto en la llamada música Country que recogía sobre todo la tradición
de música popular europea. Instrumentos como el fiddle (violín) irlandés, la guitarra española o el
dulcimer son utilizados y adaptados.
La población afroamericana aporta la tradición musical del continente africano. Influidos por su
denigrante situación de esclavitud surgirán la Canciones de trabajo, sencillos cánticos que acompañan y
marcan el ritmo de una labor concreta; los Espirituales o Gospel, adaptación de Himnos y Salmos
cristianos; y el lamento interpretado por músicos en solitario que llamarán Blues.

  136  
Tras la Guerra de Secesión (1861-65) y la migración de la población a las
ciudades, la música negra evoluciona hacia el Jazz y más adelante en su
vertiente más popular hacia el Rhythm and Blues.
El Rhythm and Blues es el nombre que se le da a la música comercial dirigida e
interpretada por la población afroamericana de la década de los 40, clara
evolución del blues, tocada por pequeñas agrupaciones y enfocada al baile.
Músicos que desarollaron este tipo de música son: Muddy Waters, John Lee
Hooker, Howlin’Wolf y Bo Didley.

El Rock and Roll surge a principios de la década de los mediados de los 50 en


Estados Unidos como resultado de la mezcla de country, la música de los
campesinos blancos, y el rhythm and blues, una forma de blues negro de las
grandes ciudades del norte.
El público encumbrará a Elvis Presley como la primera gran estrella blanca
del nuevo estilo; su imagen y su actitud encarnará a la perfección el espíritu rebelde de toda una
generación. Otro músico que influirá decisivamente a nivel compositivo y en el desarrollo estilístico de la
guitarra eléctrica es Chuck Berry. Otras figuras importantes del rock and roll de esta época son: Little
Richard, Jerry Lee Lewis o Buddy Holly.

A comienzos de los años 60, con el rock and roll en ligero declive, jóvenes
estadounidenses comienzan a interesarse por la tradición musical rural recogida
por artistas como Woody Guthrie. Se trata de música sencilla centrada en la voz
y la palabra, que utiliza instrumentos acústicos y que canta sobre temas sociales
y políticos (segregación racial, pacifismo…). Es el denominado Folk
norteamericano. Algunos de sus representantes más destacados son Joan Baez o
Bob Dylan, el máximo representante del movimiento, y responsable más delante
de la fusión con el rock.

En Europa y especialmente en Inglaterra, las músicas


venidas de los Estados Unidos serán reinterpretadas y
revitalizadas por parte de los grupos como The Rolling
Stones, The Who o The Beatles convirtiéndose estos
últimos en un auténtico fenómeno de masas a nivel
mundial, pioneros además de numerosas corrientes
venideras como el rock psicodélico o el rock
progresivo.
A mediados de la década de los 60 músicos
afroamericanos, combinando elementos del rhythm and
blues y de la música góspel van a crear la llamada
música Soul. Son cantantes como Otis Redding, Aretha
Franklin o Sam Cooke acompañados de conjuntos de
rhythm and blues con sección de viento-metal o
agrupaciones como The Supremes o The Jackson 5.

Esta corriente derivará más adelante en el Funk, que supone una versión más rítmica y bailable del soul,
siendo James Brown el artista pionero y más influyente de este estilo.

A finales de los años 60, coincidiendo con la explosión contracultural juvenil, surgen artistas que
partiendo del rock pretende explorar los límites de la percepción. Se trata del Rock Psicodélico. Bandas

  137  
como The Doors, The Jimi Hendrix Experience, Janis Joplin o Jefferson Airplane se convertirán en
abanderados del movimiento hippie.

A partir de la década de los 70, el rock se diversifica en multitud de subestilos que conviven a lo largo de
la década.
El Rock Progresivo o Rock Sinfónico incorpora sonidos de instrumentos orquestales así como elementos
de la música culta europea. Bandas como Genesis, Pink Floyd o Yes van a experimentar y a romper con las
estructuras establecidas del rock tradicional.

También pertenecen a esta etapa cantautores, como Carole King, figuras


inclasificables, como Jim Morrison o Frank Zappa.

El Rock Duro, heredero directo del rock and roll y el blues es una versión
de ritmo más pesado y sonido más agresivo. Este es el tipo de música de
grupos como Led Zeppelin, Deep Purple o Black Sabbath.

El encuentro de ritmos caribeños con el rock va a producir el denominado


Latin-Rock, como el practicado por el guitarrista Carlos Santana.

En Jamaica la fusión de la música tradicional autóctona con el rhythm and


blues va a generar el Reagge con Bob Marley como su máximo exponente.

Las producciones de música Disco de ritmos bailables herederos directos


del funk y el soul, con bandas como Bee-Gees o Earth, Wind and Fire.

La sofisticación desenfadada desemboca en el Glam Rock, como el


de David Bowie, Queen o Roxy Music.

A finales de la década de los 70, con un sonido más afilado y una


actitud más agresiva, grupos como The Ramones en Estados
Unidos y The Sex Pistols en Gran Bretaña sientan las bases del
movimiento Punk como un intento de volver al espíritu libre e
inconformista del rock.
Esta corriente en su versión más sofisticada continuará en la
llamada Nueva Ola de la mano de grupos como The Police, Elvis
Costello o Talking Heads.

Ya en la década de los ochenta, grupos como The Cure o Joy


Division derivarán la corriente hacia el Post-Punk añadiendo un
espíritu más experimental y abriéndose a otras influencias.

El final de la década de los 80 supone el auge del Pop, versión más


suave del rock muchas veces premeditada por la industria y enfocada
al consumo. Cantantes como Michael Jackson o Madonna tendrán un
éxito arrollador aliados con el videoclip.

Grupos como Depeche Mode o New Order basarán su sonido en el uso


de sintetizadores y cajas de ritmo. Es el llamado Tecno-Pop.

Al mismo tiempo la evolución del rock duro hacia sonidos cada vez más
extremos derivan en le Heavy Metal y todos sus derivados. Como la
música de Iron Maiden, AC/DC, Guns N’Roses o Metallica.

  138  
Es también el auge de un movimiento urbano llamado Hip Hop que
utiliza loops (bucles) de música ya grabada sobre la cual riman letras
sin melodía de contenido generalmente reivindicativo. Public Enemy o
De La Soul son dos de sus iniciadores.

La tradición del rock y el post-punk en los noventa se encarnará en el


llamado Rock Alternativo con grupos diversos como Sonic Youth,
Pixies, REM o U2. Esta corriente encontrará su apogeo de popularidad
con el movimiento Grunge encarnado en grupos como Nirvana o Pearl
Jam.

A comienzos del siglo XXI, la cantidad


de estilos y corrientes de la música popular es muy extensa no habiendo
una corriente generalizada. Es muy común la reinterpretación de estilos
pasados pero suelen ser movimientos de vida muy corta. Es el caso de
devotos de la música electrónica como la cantante islandesa Björk,
practicantes del rock progresivo experimental como Radiohead, grandes
estrellas del hip hop, un género inicialmente minoritario, como Eminem, y
herederos del pop comercial como Christina Aguilera y Shakira.

La música pop y rock en España


La música española tuvo que esperar la llegada de la
democracia para conseguir una situación similar a la del
resto de Europa.

La situación española.
La música española, al igual que el resto de expresiones artísticas, sufrió las consecuencias derivadas del
resultado dela Guerra civil (1936-39). La dictadura franquista (1939-1975) amordazó la libertad de
expresión y con ella todas las iniciativas artísticas que presentaban algún tipo de novedad o no eran del
gusto de la autocracia imperante.
Sin embargo, tras el ingreso en la ONU (1955), España inicia un lento proceso de apertura política
buscando salida a la desastrosa situación económica. Este nuevo contexto fue aprovechado por
numerosos sectores para acabar con el aislamiento cultural del país.

La música pop
A principios de la década de 1960, se inició una auténtica renovación de la música en España. A ello
contribuyó el nacimiento de una serie de festivales por toda Europa que se convirtieron en cantera de
nuevos artistas.
Fruto de este fenómeno surgió un movimiento musical juvenil denominado música yeyé. La música yeyé
fue una fusión de la música beat británica, la canción francesa y la música pop norteamericana con
elementos autóctonos. El éxito de este movimiento se debió en gran medida a la gran popularidad que
adquirieron en muy poco tiempo por el apoyo que recibieron de la industria cinematográfica.
Algunos artistas de este movimiento fueron el Dúo dinámico, Marisol, Massiel y un destacado número de
conjuntos como Los Brincos y Fórmula V.

  139  
La música rock
La nueva situación socioeconómica hace que empiecen a surgir
inquietudes musicales al margen de los ámbitos oficiales. Con
una actitud socialmente más reivindicativa, aparecen artistas
que, aún sin llegar al gran público, se convertirán en los
pioneros de la música rock. Tras los primeros intentos a finales
de la década de 1970 (Miguel Ríos, Tequila…), aparecieron
grupos como Leño, la banda de referencia del rock español,
Asfalto, Burning o el controvertido Ramoncín, los cuales
consiguieron que la música rock se consolidara definitivamente
en el panorama musical.
Esta presencia se vio confirmada en la década siguiente en la
que surgieron un enorme número de grupos en el espectro más
amplio del rock (glam, heavy metal, hard rock, punk…) algunos
de ellos, como Barón Rojo, Obús o Los suaves.

La movida
El fin de la dictadura franquista trajo consigo la renovación social, económica y política de todos los
sectores del país. En un breve periodo de tiempo, la transición hacia un sistema democrático favoreció la
eclosión de inquietudes artísticas en todos los ámbitos. La música no quedó al margen, siendo uno de los
principales motores del cambio.
El movimiento que aglutinó este nuevo espacio artístico y cultural fue el de la movida madrileña. Surgida
en la década de 1980, este movimiento contracultural englobó un
momento de efervescencia musical sin precedentes en el que
surgieron un gran número de grupos musicales de prácticamente
todos los estilos.
Destacados artistas de la movida fueron Gabinete Caligari, Alaska,
Loquillo, Nacha pop o Los secretos.

El final de siglo
Al amparo de la eclosión musical que supuso la década de 1980, se
afianzaron muy diferentes tendencias que tuvieron continuación en la
década siguiente. Así ocurrió tanto en el ámbito del pop, con grupos
como Mecano o La Unión, como en otros ámbitos pop-rock como El
último de la fila, Siniestro total, Jarabe de palo o, uno de los grupos
de culto de la época, Radio futura.

La música de discoteca, aunque importada principalmente de Estados Unidos,


también había obtenido grandes éxitos de la mano de grupos como Azul y
negro o Tino Casal, éxitos que continuaron con artistas como Fangoria, Mónica
Naranjo o Marta Sánchez.

El rock, por su parte, cubrió todos los espectros intermedios que le separaba
de otros estilos musicales con grupos como Seguridad social o Héroes del
silencio surgiendo a su amparo una generación de grupos de marcado carácter
nacional (Extremoduro, Mago de Oz, Celtas cortos…)

El siglo XXI  
En el inicio del siglo, el estilo musical que irrumpió con más fuerza fue el hip hop de la mano de grupos
como Violadores del verso o El club de los poetas violentos.

  140  
Además de grupos cuyos estilos han evolucionada hacia el pop y el
rock adaptado a los nuevos tiempos, como el caso de La oreja de
Van Gogh, El canto del loco, Amaral o Fito & Fitipaldis,
emergieron junto a estos un número de artistas destacados por
su proyección internacional como el caso de Alejandro Sanz o
algunos de los vencedores de concursos televisivos musicales
como David Bisbal o Chenoa.
También, siguiendo la tendencia de finales de siglo, aparecieron
una serie de grupos fruto de la fusión de diferentes estilos y
tendencias musicales Elbicho, Chambao, Macaco son algunos de
estos artistas.

SABÍAS  QUE…  
Festivales  de  Música  
 
El   público   español   es   especialmente   receptivo   a   la   música   en   directo.   Esto   tiene   su   reflejo   en  
la   cantidad   de   festivales   que   se   celebran   a   lo   largo   de   todo   el   territorio   nacional   durante  
cualquier  época  del  año.  
Entre  estos  destacan  un  tipo  de  festivales  que,  además  de  la  propuesta  musical,  ofrecen  una  
vivencia   exclusiva   del   festival.   Se   trata   de   eventos   cuyas   programaciones   se   concentran   en  
días  consecutivos  en  los  que  las  actuaciones  se  suceden  de  forma  continua  a  lo  largo  del  día  y  
la  noche,  e  incluso  en  varios  escenarios  al  mismo  tiempo.  
Los   hay   de   todo   tipo   y,   aunque   tienden   a   estar   dedicados   a   un   estilo   musical   concreto,   las  
programaciones  suelen  dar  cabida  a  grupos  de  muy  diferente  expresión  musical.  El  Festival  
de   Ortigueira,   decano   de   los   festivales   folk,   Etnosur   dedicado   a   las   músicas   del   mundo,  
Festimad,   uno   de   los   más   mayoritarios,   la   versión   europea   de   Rock   in   Rio,   el   Festival  
Internacional   de   Benicàssim   (FIB)   mezcla   de   pop   y   electrónica   o   Sónar,   vanguardia   de   la  
música  electrónica,  son  algunos  de  estos  festivales.  

AMPLIACIÓN  
Cantautores  
 
Un   estilo   musical   cuya   presencia   destacó   en   el  
panorama   musical   del   último   tercio   del   siglo   XX  
fue   el   de   los   cantautores.   Estos   tuvieron   sus  
antecedentes   en   la   última   época   de   la   dictadura  
franquista   en   que   se   convirtieron   en  
representantes   de   la   lucha   por   la   libertad  
(Raimon,   Lluís   Llach,   Paco   Ibáñez,   J.A.  
Labordeta…).  Herederos  de  este  estilo  pero  con  la  
evolución   propia   de   su   tiempo,   surgieron   artistas  
como  Joan   Manuel   Serrat,  Luís   Eduardo   Aute  o  
Joaquín  Sabina.  
En   la   actualidad   es   un   género   muy   renovado   con  
una   gran   presencia   en   el   panorama   musical  
(Rosana,   Pedro   Guerra,   Ismael   Serrano,  
Bebe…).  

  141  
Nuevas tecnologías musicales
Desde mediados del siglo XX, la electrónica y la informática han influido de manera
creciente en la evolución no solo de la música popular y del cine, sino también de la
música clásica de vanguardia.

Los instrumentos electrónicos.


A diferencia de un instrumento acústico, en un instrumento electrónico el sonido se produce de manera
eléctrica, es decir, manipulando la corriente eléctrica a través de componentes y circuitos electrónicos.
Entre los instrumentos electrónicos hay que diferenciar:

§ Instrumentos amplificados eléctricamente: son aquellos en los que el sonido se produce de


manera física y se utiliza la electrónica para captarlo y amplificarlo. Un ejemplo son la guitarra
eléctrica o el bajo eléctrico.
§ Instrumentos electrónicos analógicos: aquellos en los que el sonido se produce y modifica de
manera electrónica como el piano electrónico.
§ Instrumentos electrónicos digitales: son aquellos en los que el sonido se produce y modifica de
manera digital como los sintetizadores.

Primeros instrumentos electrónicos.


Desde principios del siglo XIX se realizan experimentos con la manipulación eléctrica de instrumentos
tradicionales, pero no es hasta finales del siglo XX cuando se construyen los primeros instrumentos
puramente electrónicos. El telharmonium (1897) es el precursor del órgano electrónico que usaba
principios electromagnéticos para producir tonos. El theremin (1920) es un curioso instrumento que se
toca sin realizar contacto físico. El músico mueve sus manos en la proximidad de dos antenas. Según la
distancia de la mano a una de ellas controlará la altura del sonido y con la otra el volumen. Otros
instrumentos de esta época son las ondas martenot (1935) y el órgano hammond (1928).

Sintetizadores analógicos
El sintetizador analógico se basa en la vibración generada por un elemento controlado por voltaje llamado
oscilador. Esta vibración eléctrica es conducida a través de distintos “módulos” que modifican la señal de
diferentes maneras, por ejemplo mediante filtros que modifican el timbre.
Los primeros sintetizadores analógicos eran modulares, lo cual significaba que se podían conectar los
módulos de la manera más conveniente para obtener el sonido deseado. Eran aparatos enormes que
ocupaban prácticamente un cuarto entero y, además, muy caros, lo cual los hacía solamente accesibles a
los estudios de grabación.

En 1970, Robert Moog inventó el minimoog: el primer sintetizador analógico portátil que supuso toda una
revolución por su practicidad y calidad de sonido.

Sintetizadores digitales, samplers y tarjetas de sonido


A principios de la década de 1980 aparecen los primeros sintetizadores digitales, que utilizan
microprocesadores y lenguaje binario para generar y manipular el sonido. Estos aparatos se basan en otro
tipo de síntesis llamada síntesis FM. Con esta tecnología surge también la tendencia a utilizar los
sintetizadores para imitar sonidos de instrumentos reales.

Los samplers son otro resultado del desarrollo tecnológico de los sintetizadores. Un sampler es un
instrumento que trabaja con muestras grabadas de instrumentos reales. Su nombre deriva de la palabra
inglesa sample, que significa «muestra».

  142  
Estas muestras están almacenadas digitalmente y son reproducidas o
“disparadas” generalmente a través de un teclado. Con un sampler se
puede conseguir, partiendo de una muestra, una imitación casi perfecta
del sonido de cualquier instrumento tradicional. Pero, además, estos
aparatos permiten tomar muestras de cualquier otro tipo de sonido,
procesarlo y utilizarlo como un timbre más a disposición del músico.

Hoy día, los sintetizadores forman parte de nuestra vida cotidiana, ya


sea en la forma popular de teclados electrónicos de uso doméstico, o de
tarjetas de sonido para ordenador, que son en realidad sintetizadores que permiten la inclusión de
sonidos y música en los programas informáticos.

El Lenguaje MIDI.
El MIDI (Musical Instrument Digital Interface) es un
protocolo o código de comunicación creado en 1983
que permite a los instrumentos musicales electrónicos,
incluso de compañías diferentes, sincronizarse y
comunicarse entre sí.
El lenguaje MIDI consiste en un conjunto de
instrucciones como la altura, duración o intensidad de
la nota a tocar, así como otros parámetros del sonido
como el vibrato, la posición panorámica o el tempo de
la pieza.
Este lenguaje permite controlar simultáneamente muchos instrumentos (sintetizadores, samplers,
ordenadores) desde uno solo que actuaría de “Maestro”.
También es posible guardar toda la información de una pieza en un archivo informático que podrá ser
reproducido más tarde en cualquier otro equipo dotado de MIDI.

Secuenciadores. Editores de partituras


Un secuenciador es un aparato o programa informático que
permite al ordenador grabar, reproducir y editar información
generada vía MIDI por un sintetizador, formando una orquesta
electrónica. Vendría a ser una especie de estudio de grabación en
miniatura. Con el secuenciador es posible grabar dieciséis pistas,
de modo que en cada una de ellas almacenamos un timbre o
instrumento diferente. Como en un estudio de grabación, en la
primera pista podemos grabar una melodía interpretada, por
ejemplo, por una flauta. En la segunda grabamos un piano, en la tercera violines, etc. Todos estos
instrumentos, naturalmente, proceden de uno o varios sintetizadores manejados por una sola persona. La
música grabada pista a pista en un secuenciador se puede editar y corregir de múltiples maneras.
Terminado el proceso, el secuenciador hace oír los dieciséis canales simultáneamente, presentando la
música completa.
Los secuenciadores modernos son programas informáticos instalados en ordenadores. Tienen además la
capacidad de trabajar con samplers de software (instrumentos virtuales) y grabar y editar audio, como
el proveniente de un micrófono o cualquier otra fuente sonora. Se han convertido en potentes
herramientas al alcance de cada vez más gente.
Algunos de los programas secuenciadores más conocidos son: Cubase, Cakewalk o MidiSoft Studio.

Otros programas informáticos muy populares son los editores de partituras que permiten cifrar la
música en notación musical a partir de archivos MIDI. Las posibilidades de corrección, edición e
impresión lo convierten en una herramienta muy práctica para los músicos.
Algunos de los editores de partituras más conocidos son: Finale o Encore.

  143  
La grabación musical
Desde que Edison, en el año 1877, lograra grabar el sonido en su fonógrafo hasta los
últimos inventos tecnológicos que permiten la grabación y reproducción musical, se ha
recorrido un largo camino sin el que resulta imposible comprender la historia
contemporánea de la música.

La música grabada

El nivel actual de difusión de la música tiene su origen en las


técnicas de grabación de sonido. Thomas A. Edison fue el primero
que consiguió, en 1877, grabar el sonido en un aparato que llamó
fonógrafo. Más tarde llegó el gramófono, que en lugar de
cilindros utilizaba discos y, ya en los años 30, la cinta magnética.

Hasta el año 1982, en que se presentó el compact-disc, todos los


sistemas de grabación y reproducción, es decir, discos y casetes,
eran analógicos, esto es, las ondas sonoras se traducían en
impulsos eléctricos y esta corriente es almacenada de manera
electromagnética. Desde esa fecha, la grabación y reproducción del sonido utiliza el sistema digital, por
el que las ondas sonoras se traducen a códigos numéricos en el lenguaje binario de los ordenadores, lo que
permite su manipulación informática y una reproducción mucho más pura del sonido original.
A pesar de las posibilidades de la tecnología digital, muchos profesionales siguen prefiriendo sistemas
analógicos de grabación echando en falta cierta “calidez” en la sonoridad de las grabaciones digitales. De
cualquier manera la tecnología digital sigue en expansión…

El estudio de grabación

Un estudio de grabación una construcción cuidadosamente


diseñada para conseguir las propiedades acústicas
necesarias para grabar y reproducir el sonido con
precisión.
Normalmente constará de tres partes bien diferenciadas
y aisladas acústicamente entre sí:

§ La sala de grabación, lugar donde se interpreta y


se captura la música.
§ La sala de control, lugar donde el técnico de
sonido recoge, comprueba y almacena todas las
señales provenientes de la sala de grabación. En
esta sala se realiza también la mezcla.
§ La sala de máquinas: lugar apartado donde están
los aparatos que, por el ruido que producen, no
podrían estar en la sala de control.

  144  
El proceso de grabación
Los sonidos producidos en la sala de grabación serán captados por los micrófonos estratégicamente
colocados por el técnico de sonido, y convertidos en señal eléctrica que viajará hasta la mesa de mezclas
en la sal de control. De allí, después de los ajustes pertinentes, será enviada al grabador donde quedará
almacenada, bien sea en una cinta magnética o en el disco duro de un ordenador.
Las decisiones tomadas durante esta fase del proceso, como la colocación de los micrófonos, son vitales y
van a determinar en gran medida el sonido final.

Con la aparición de los primeros grabadores multipistas en los


años 60, se comenzaron a grabar los distintos elementos e
instrumentos por separado. La grabación final es la mezcla de
cada una de estas pistas, después de conseguir que cada
instrumento o elemento sonoro tenga el volumen, presencia y
profundidad que se desee.
Cada estudio tiene su propio sonido, resultado de las condiciones
acústicas, espacio disponible y material utilizado. Algunos, como
los estudios Abbey Road de Londres, se han convertido en
referencia indiscutible. Desde su inauguración en 1931, músicos
clásicos conviven en sus pasillos con bandas de rock y pop, como
los Beatles, que llamaron Abbey Road a uno de sus álbumes.

El proceso de mezcla
Una vez que todos los elementos han sido grabados llega el
momento de la mezcla. Este proceso consiste en reproducir
las pistas asignando a cada una un volumen, una posición
panorámica (sensación estereofónica), una dinámica y un
timbre adecuado. Es también el momento de aplicar efectos a
los elementos que se deseen (reverberación artificial, eco,
compresión…) y de corregir errores que se produjeron en la
grabación teniendo la posibilidad de editar partes de la
misma.
Una vez que la mezcla está preparada, se pasa al máster de dos pistas (correspondientes a los dos
canales de un sistema de reproducción estereofónico).
De esta mezcla máster se realizarán todas la copias después de someterlo al proceso de masterización
que consiste en corregir el volumen, timbre y dinámica general de la mezcla para adecuarlos al proceso de
fabricación y a los distintos sistemas de reproducción.

Los profesionales de la grabación


El técnico de sonido, responsable del proceso técnico de grabación, y el productor musical, que es el
responsable de la organización y resultado artístico de la grabación, son quienes realizan el papel más
importante en la grabación de un disco.
Si un cantante va a grabar un disco, el productor es el encargado de decidir qué canciones se van a
interpretar, y de qué manera, así como de elegir el estudio. Además interviene en la mezcla final, hasta
que la grabación tenga el sonido que él desea, y, en muchos casos, decide incluso la imagen y la actitud
que el artista debe ofrecer ante el público. Un buen productor tiene tanto peso en el resultado final
como el músico. Algunos productores gozan de extraordinario prestigio, como Brian Eno, y las
grabaciones en que intervienen tienen siempre un sello personal.

  145  
La música clásica y el estudio
Mientras que la música rock y el estudio son no solo
compatibles debido principalmente al uso de instrumentos
electrónicos, sino aliados, las grabaciones de música clásica
presentan una mayor dificultad debido, principalmente, al
número de instrumentista que participan. En este sentido,
además de la coordinación interpretativa entre ellos, hay que
tener en cuenta aspectos relacionados con el espacio que
ocupan, la cantidad de ruido no deseado que producen, la
diferente naturaleza de los instrumentos que participan, etc.
Todo ello hace que las grabaciones de música clásica, incluso la
de música de cámara se conviertan en un auténtico reto para los ingenieros de sonido, sobre todo, cuando
estas han de realizarse de una actuación en vivo.

La digitalización del sonido


La digitalización del sonido ha supuesto un enorme cambio en el mundo discográfico. La facilidad con que
hoy día se puede manipular el sonido digital ha revolucionado todos los ámbitos de influencia de la música
grabada.
Uno de los sectores más sensibles a esta evolución ha sido el del negocio de la industria musical que, en la
actualidad, está en plena transformación. Ello se ha debido, principalmente, a la sustitución del soporte
en que se comercializaba la música (disco de vinilo, CD, DVD, etc.) por la versatilidad de los distintos
formatos digitales (MP3, OGG, ACC, etc.) más fáciles de manejar a través de las nuevas fórmulas de
comercio electrónico y que ofrecen, generalmente, estándares de calidad similares a los de la música
grabada en soportes físicos.

SABÍAS  QUE…  
Secretos  de  la  grabación  de  música  
 
El  pianista  canadiense  Glenn  Gould  era  un  maestro  en  las  técnicas  de  grabación.  En  cierta    
ocasión  entró  ya  de  noche  en  los  estudios  para  corregir  una  de  sus  tomas  y  se  encontró  a  
un    productor  a  punto  de  perder  la  paciencia  trabajando  sobre  la  música  que  acababa    de    
grabar    otro    maestro    del    piano,    Vladimir    Horowitz.    Gould    prestó    ayuda    al  productor,  
trabajó  sobre  la    cinta  y  finalmente  encontró  que,  por  un  error,  faltaban  unos  segundos  
de   la   grabación   original.     Sin   dudarlo,   se   sentó   al   piano,   grabó   el   compás   que   faltaba   y  
después  lo  empalmó  en  la    grabación  de  su  colega.  Desde  entonces,  en  una  grabación  de  
Horowitz  hay  un  compás  de  puro  Glenn  Gould.  
Jamás  se  ha  sabido  en  cuál,  porque  cualquier  corrección  es  prácticamente  imperceptible  
si  se  edita  en  un  estudio.  
 
Notas   equivocadas,   fallos   de   voz,   planos   sonoros   equilibrados,   casi   todo   puede   ser  
corregido  en  el  estudio.  Sin  embargo,  la  técnica  no  puede  hacer  milagros.  Se  cuenta  que  
un   joven   pianista   acababa   de   terminar   la   grabación   de   un   concierto   con   un   gran   director  
a   la   batuta.   La     interpretación   del   pianista   estaba   llena   de   errores     y     habían   sido  
necesarias  multitud  de  correcciones.  Mientras  escuchaban  la  versión  final  ya  editada  el  
joven  pianista  se  dirigió    al    maestro    y    le    dijo:    “¿No    es    una    música    maravillosa?”.    El    
maestro    se    volvió  sarcástico:  “Desde  luego.  ¿A  que  a  usted  le  gustaría  poder  tocar  asi?”  
 

  146  
La música folclórica
Todos los pueblos del mundo tienen su propia música folclórica. La mayoría de las
canciones que la forman se han perdido y las que han llegado hasta nosotros son de
origen relativamente reciente.

Qué es el folclore

El término folklore proviene del inglés “folk”, que significa gente,


pueblo y del celta “lore”, que significa saber. La palabra folclore se
aplica a las tradiciones, leyendas, costumbres, danzas y canciones que
cada pueblo crea y transmite anónimamente de generación en
generación, definiendo así su personalidad colectiva.

La música folklórica, a diferencia de la de “concierto” normalmente es de autor desconocido y se ha


transmitido de forma oral de generación en generación, por tradición, por eso también se le denomina
música tradicional. Además la música folklórica utiliza los instrumentos característicos del pueblo, como
la balalaika en Rusia, el banjo en Estados Unidos, el sitar en la India, la gaita en Galicia o la dolçaina en
Valencia.

La canción popular, vocal o instrumental, tenía asignadas determinadas funciones en la sociedad


tradicional que las creaba. Había numerosas clases de canciones:
• Canciones de trabajo, es decir, cantos que acompañaban y ayudaban a la gente en sus labores de
todo tipo.
• Canciones religiosas, destinadas a romerías o ceremonias como bodas, canciones de Navidad,
Cuaresma, Semana Santa, etc.
• Canciones narrativas, encargadas de transmitir hechos o historias importantes para la
comunidad.
• Canciones infantiles, que los niños cantaban en sus juegos.
• Canciones de amor, de fiesta, humorísticas o de diversión...

La mayoría de las canciones están destinadas a ser danzadas. Todas ellas deben su pervivencia a la
sencillez y belleza de sus melodías y a la capacidad de expresar las emociones y sentimientos más
profundos de los grupos regionales o nacionales que las crearon.

El folclore español
España es uno de los países de Europa con mayor variedad de estilos e
instrumentos folclóricos. La jota, nacida entre Aragón y Navarra, y la
seguidilla castellana son los géneros musicales más extendidos. En las tres
Comunidades citadas existen muchos otros estilos musicales y bailes, pero la
preeminencia de la jota y la seguidilla y su presencia en las demás
Comunidades son hechos destacables.

La jota es una música, copla y baile popular de movimiento vivo, ritmo ternario
y carácter vigoroso. Además de en Aragón y Navarra, existe en Galicia, País
Vasco, Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura, las dos Castillas y
Canarias, recibiendo el nombre de isas en Canarias y mateixa en Baleares.

Lo mismo sucede con la seguidilla, canción y baile castellanos por excelencia, de aire vivo y en cuyo
desarrollo alternan compases de 3/4 y 3/8. En Andalucía recibe el nombre de sevillana, en Murcia
parranda y en Canarias saltona.

  147  
Junto a estas dos reinas del folclore español hay que citar el fandango,
la malagueña y el bolero.

El fandango es una danza, copla y música en compás de 3/4 o 6/8 que se


baila con acompañamiento de castañuelas y casi siempre de guitarra.
Comprende distintas variantes dependiendo de su lugar de origen:
fandangos onubenses, que agrupan las numerosas variantes de Huelva,
fandangos levantinos, como tarantas y granaínas, y fandangos
malagueños, como la malagueña y la rondeña;etc.

El bolero es una música, canción y danza de compás ternario y origen


andaluz, con acompañamiento de tamboril, castañuela y guitarra, que se
popularizó a finales del siglo XVIII.

Pero cada Comunidad tiene además sus formas folclóricas peculiares, entre
las que cabe mencionar al menos las siguientes:

• En Galicia, las fórmulas tradicionales del alalá y la muñeira.


• En el País Vasco, el zorcico, que significa «ocho», por el número de versos; además, la
espatadantza y el aurresku.
• En Asturias, la asturianada, y en Cantabria, los bailes a lo pesau o a lo ligero.
• En Cataluña, la sardana, que tiene carácter de danza nacional, como el bolero y la mateixa en
Mallorca.
• En Valencia, el u, el dotze y las albaes , y en Murcia, la parranda.
• En Extremadura, el perantón y el viradoble.
• En Canarias, las folías y las isas.
• En Andalucía, además de una gran riqueza folclórica de características similares a la de las
demás Comunidades, basada en la participación colectiva, está el flamenco, cante y baile
predominantemente individual, muy característico.

El flamenco

La palabra «flamenco» proviene de las palabras árabes fallah,


campesino en árabe, y mecus, fugitivo, y define la música de
los gitanos andaluces al menos desde el siglo XVIII.

El flamenco es cante, guitarra y baile, además del talento


imprescindible para que la música tenga duende. En las formas
más antiguas del flamenco la voz, cargada de melismas y jipíos
(gemidos o quejidos llamados «soníos» negros), se acompañaba
exclusivamente con percusión corporal. Más tarde se
incorporó la guitarra.

A finales del siglo XIX el flamenco estableció sus formas tal como hoy las conocemos, convertido ya en la
música por excelencia de Andalucía. Los estilos del flamenco se llaman palos y agrupan la música por
características comunes. Los especialistas distinguen entre cante jondo y cante chico.

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El cante jondo, también llamado cante grande o caro requiere grandes intérpretes. Entre los cantes
caros se encuentran la caña, el polo, la soleá y el martinete, entre otros palos. Muchos de ellos se cantan
sin acompañamiento de guitarra.

Entre los cantes chicos se cuentan los tientos, las bulerías y las saetas que se cantan en Semana Santa.
Las variantes son múltiples y toman su nombre de su lugar de origen.

El flamenco cuenta con una tradición de figuras legendarias. Entre ellas sobresalen Manuel Torres, Niño
de Jerez; Pastora Pavón, Niña de los Peines, y una larga lista hasta el último grande, Camarón de la Isla.
Desde los años 80 se habla también de flamenco moderno o «nuevo flamenco», protagonizado por una
nueva generación que ha crecido con el flamenco, pero también con la salsa, el pop y el jazz, y está
interesada en la mezcla de estilos. Entre los artistas más conocidos están Ketama, Jorge Pardo, Kiko
Veneno y Raimundo Amador.

Instrumentos folclóricos
La tradición folclórica ha inventado un gran número de
instrumentos, en muchos casos construidos por los propios
músicos populares que luego los tocaban.

En España, el instrumento rey es, sin duda, la guitarra


que, excepto en la cornisa cantábrica, forma parte del
resto de los folclores.

Tras la guitarra, en orden de importancia, vendrían las


flautas y las dulzainas que, como el txistu vasco, suenan
junto al tamboril.

La gaita aparece no solo en Galicia y Asturias, sino en otros lugares peninsulares, aunque con distintos
nombres. Se trata de un instrumento de viento provisto de una bolsa de cuero o fuelle que se llena de
aire, una boquilla y dos o más tubos, el puntero y los roncones. Por la boquilla se sopla para llenar de aire
el fuelle, el puntero produce la melodía y el roncón da una nota fija.

La sardana catalana se acompaña con la cobla, una agrupación de viento en la que destacan dos
instrumentos, la tenora y el flabiol. La tenora es un instrumento de viento parecido al oboe, pero más
grande y con el pabellón de metal. El flabiol es una especie de flauta.

Instrumentos como el chicotén aragonés o la tenora catalana son propios de esas Comunidades y no se
emplean fuera de sus regiones de origen.

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Músicas e instrumentos de otras culturas
En África y en Asia existe una música equivalente a la clásica europea, independiente de
la música popular o folclórica, en países o regiones como India, Indonesia, países
árabes, China, Japón y Corea.

La música en las culturas de Asia y África


En general, la música de las culturas asiáticas y africanas tiene un carácter ritual, por haber
permanecido ligada a la religión o a las ceremonias de la vida en la corte.

También se caracteriza por transmitirse mediante la tradición oral y por su escasa evolución. Por esta
razón no hay compositores clásicos al estilo europeo y, en cambio, en muchos casos, toda la comunidad, y
no solo los músicos, participa en la creación o interpretación musical.

China
La tradición musical china se remonta a 2.500 años antes de
Cristo y tiene un origen religioso y ligado a las ceremonias de la
corte y el teatro ritual.
Entre los instrumentos chinos, uno de los más antiguos es el kin,
similar a un laúd con siete cuerdas.

Japón
La música de Japón se desarrolló a partir de la música china, pero
con evolución propia. Entre sus manifestaciones más interesantes
se encuentra el teatro No, a medio camino entre lo sagrado y lo
profano, entre la danza y el teatro, con canto acompañado por
flautas y tambores, que nace en el siglo XIV.

Entre los instrumentos principales se encuentran el koto, una


cítara de trece cuerdas; el shamisen, laúd de tres cuerdas, y el
shakuhashi, flauta grave.

India
En la música clásica hindú destaca la raga. El protagonista absoluto es la improvisación del intérprete a
partir de reglas muy estrictas. La creencia tradicional atribuye a la raga poderes mágicos para atraer la
lluvia o incluso curar enfermedades.

Entre los instrumentos principales se cuentan la vina, una especie de cítara; el sitar, laúd de cuello largo
de trastes modificables, y la tabla, un conjunto de dos tambores que producen una increíble variedad de
sonidos.

La música en las culturas de Oceanía


La música en Oceanía viene definida, más que en ningún otro caso, por el carácter insular del continente.
Entre las diferentes expresiones musicales destacan las de los aborígenes australianos, la cultura maorí,
con sus conocidas danzas (haka), y los gamelanes instrumentales.
Entre los instrumentos más populares se encuentra el didgeridoo y gran cantidad de instrumentos de
percusión.

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SABÍAS  QUE…  
El  gamelán  de  Bali  
 
La   música   es   inseparable   de   las   ceremonias   que  
rigen  la  vida  en  Bali,  la  pequeña  isla  situada  al  este  
de   Java,   en   Indonesia.   La   principal   agrupación  
instrumental   es   el   gamelán,   una   orquesta   de   hasta  
treinta   músicos   compuesta   por   metalófonos   de  
láminas  de  bronce,  gongs  de  bronce  afinados  y  no  
afinados,  címbalos,  flautas  y  tambores.  El  gamelán  
produce   así   un   sonido   general   metálico,   muy  
característico.   Su   propósito   es   siempre   el   mismo,  
aportar   un   fondo   musical   adecuado   para   la  
representación   de   danzas,   ceremonias   y   obras  
teatrales   con   marionetas   que,   si   no   se   producen  
sobre   el   fondo   sonoro   del   gamelán,   perderían   su  
sentido.   Los   músicos   que   componen   un   gamelán  
no   son   profesionales.   La   música   la   crean   e  
interpretan  los  habitantes  de  cada  aldea,  reunidos  
sin   distinciones   sociales   en   clubes   que   tocan  
donde  y  cuando  se  les  pide.  
 

Música árabe
La música de los países árabes presenta múltiples
variedades. Uno de sus troncos principales se desarrolló
durante el esplendor del califato de Córdoba, en la
península Ibérica medieval. Su conservación ha producido
la llamada música andalusí, desarrollada en el norte de
África, en los actuales Marruecos, Túnez y Egipto. La forma principal es la nuba, una estructura musical
sobre la que, en ocasiones, se improvisa durante horas.
El instrumento más conocido es el ud, una especie de laúd. También son muy utilizados la darbuka y el
bendir.

África negra
Al sur del Sahara la música tiene una gran relación con los acontecimientos diarios: labores agrícolas,
celebración de nacimientos, matrimonios y otras fiestas, y tiene también un valor ritual y mágico. Aunque
puede haber músicos profesionales, es más habitual la participación colectiva, en la que alternan un
solista y la intervención coral de la comunidad. Los ritmos pueden ser muy complejos, en ocasiones
imposibles de interpretar para músicos europeos.

Entre los instrumentos principales se cuentan los tambores e


instrumentos de percusión como el xilófono; la kora,
tradicional del África occidental, que consiste en una media
calabaza con un número variable de cuerdas, y la sanza o
mbira, llamada también «piano de pulgar», que es el
instrumento más popular en el sur de África. Consiste en una
tabla de madera en la que se clava un puente; sujeto a ese
puente se encuentran entre diez y treinta láminas de hierro
que se pulsan con los pulgares.

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