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Displasia del desarrollo de la cadera (DDC)

¿Qué es la DDC?
La displasia del desarrollo es un trastorno congénito (presente en el nacimiento) de la articulación de
la cadera. Se produce en uno de cada 1,000 nacimientos con vida. La articulación de la cadera se
forma como una articulación de bola y cotilo. En la DDC, el cotilo puede ser poco profundo, lo que
permite que la "bola" del hueso del muslo, también conocida como cabeza femoral, se deslice hacia
adentro y hacia afuera del cotilo. La "bola" puede salirse de forma parcial o total del cotilo.

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La mayor incidencia de DDC se presenta en bebés primogénitos de sexo femenino con antecedentes
de un familiar cercano con este trastorno.

¿Cuál es la causa de la DDC?


La displasia de cadera se considera "herencia multifactorial". Multifactorial significa que el defecto
congénito puede ser causado por muchos factores. Estos factores por lo general son genéticos y
ambientales.

A menudo, uno de los sexos (masculino o femenino) se ve afectado con mayor frecuencia que el otro
en lo que concierne a los rasgos multifactoriales. Parece haber un "umbral de manifestación"
diferente, lo que significa que un sexo tiene mayor probabilidad que el otro de manifestar el
problema. Por ejemplo, la displasia de cadera es más común en las mujeres que en los hombres.

Una de las influencias del ambiente que se cree que contribuye a la displasia de la cadera es la
respuesta del bebé a las hormonas de la madre durante el embarazo. Un útero estrecho que no
permite el movimiento fetal o un parto de nalgas también pueden causar displasia de cadera. La
cadera izquierda suele resultar más afectada que la derecha por la posición del feto dentro del útero.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la DDC?


Los bebés primogénitos tienen mayor riesgo, ya que el útero es pequeño y el espacio para que el
bebé se mueva es limitado, por lo que afecta el desarrollo de la cadera. Otros factores de riesgo
pueden incluir los siguientes:

 Antecedentes familiares de displasia del desarrollo de la cadera o de ligamentos muy flexibles.

 La posición del bebé dentro del útero, en especial con presentación de nalgas.

 Asociaciones con otros problemas ortopédicos, como el metatarsus adductus, la malformación de pie
zambo, patologías congénitas y otros síndromes.

¿Cuáles son los síntomas de la DDC?


Los siguientes son los síntomas más comunes de la DDC. Sin embargo, cada bebé puede
experimentar los síntomas de manera diferente. Algunos de los síntomas pueden incluir los
siguientes:

 La pierna puede parecer más corta del lado de la cadera luxada.

 La pierna del lado de la cadera luxada puede girar hacia afuera.

 Los pliegues en la piel del muslo o glúteos pueden parecer desparejos.

 El espacio entre las piernas puede parecer más ancho de lo normal.

Un bebé que padece displasia del desarrollo de la cadera puede tener una luxación de cadera parcial
o total, lo cual significa que la cabeza del fémur se desliza en forma parcial o total hacia afuera del
cotilo. Los síntomas de la DDC pueden parecerse a los de otros trastornos de la cadera. Hable
siempre con el proveedor de atención médica de su bebé para recibir un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la DDC?


La displasia del desarrollo de la cadera a veces se nota en el nacimiento. El pediatra o especialista en
neonatos examina al bebé en el hospital para detectar la posible existencia de este problema de
cadera antes del alta. Sin embargo, es posible que la DDC se detecte recién en evaluaciones
posteriores. El proveedor de atención médica de su bebé puede diagnosticar displasia del desarrollo
de la cadera mediante un examen clínico. Durante el examen, el proveedor de atención médica
obtendrá la historia clínica completa del embarazo y nacimiento de su hijo, y le preguntará si otro
familiar padece DDC.

Los procedimientos de diagnóstico pueden incluir los siguientes:

 Radiografía. Es una prueba de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética invisibles
para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos en una placa radiográfica.

 Ecografía (también denominada sonografía). Se trata de una técnica de diagnóstico por imágenes
que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes de vasos
sanguíneos, tejidos y órganos. Las ecografías se utilizan para ver el funcionamiento de los órganos
internos y evaluar el flujo sanguíneo a través de varios vasos.

Tratamiento para la DDC


El proveedor de atención médica de su hijo determinará el tratamiento específico para la DDC según
lo siguiente:

 La edad gestacional, salud general e historia clínica de su bebé

 La magnitud de la afección

 La tolerancia de su bebé a medicamentos específicos, procedimientos o terapias

 Las expectativas de la evolución de la afección

 Su opinión o preferencia

El objetivo del tratamiento es colocar la cabeza del fémur en el cotilo de la cadera para que esta
pueda desarrollarse normalmente.

Existen diferentes tratamientos para los bebés, entre los cuales se incluyen los siguientes:
 Dispositivo de posicionamiento no quirúrgico o colocación de un arnés de Pavlik. El arnés de
Pavlik se usa en bebés de hasta 6 meses de edad para mantener la cadera en su lugar y a la vez
permitir que las piernas se muevan un poco. El proveedor de atención médica de su bebé coloca el
arnés, que suele usarse durante uno a dos meses. Durante este tiempo, se examina al bebé a menudo
para comprobar que el arnés calce correctamente y para revisar la cadera. Al finalizar el tratamiento,
se toman radiografías (o ecografías) para verificar la ubicación de la cadera. El arnés de Pavlik
permite obtener muy buenos resultados, pero en ocasiones puede persistir una luxación parcial o
total.

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 Yeso. Si continúa habiendo luxación parcial o total de cadera, es posible que se necesite yeso o
cirugía.

 Cirugía. Si los demás métodos fallan o si la DDC se diagnostica desde los seis meses hasta los dos
años de edad, es posible que sea necesaria una cirugía para volver a colocar la cadera en su lugar de
forma manual, lo que se conoce como "reducción cerrada". Los niños mayores de dos años pueden
necesitar una "cirugía abierta" para volver a alinear la cadera, seguida de un yeso en espiga. Si da
resultado, se coloca un yeso especial (denominado yeso en espiga) al bebé con el fin de mantener la
cadera en su lugar. El yeso en espiga se usa durante aproximadamente tres a seis meses. El yeso se
cambia periódicamente para ajustarlo al crecimiento del bebé. También para garantizar que
mantenga su rigidez, ya que puede ablandarse con el uso diario.

El yeso permanece en la cadera hasta que esta vuelve a su ubicación normal. Después del yeso,
puede ser necesario un elemento ortopédico especial o fisioterapia para fortalecer los músculos
alrededor de la cadera y las piernas.

¿Qué es un yeso en espiga pelvipédico corto?


El yeso en espiga pelvipédico corto se aplica desde el pecho hasta los muslos o rodillas. Este tipo de
yeso se usa para mantener la cadera en su lugar después de la cirugía, a fin de permitir la
consolidación.
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Instrucciones para el cuidado del yeso
Las recomendaciones de cuidado del yeso incluyen las siguientes:

 Mantenga el yeso limpio y seco.

 Revise si existen grietas o fisuras en el yeso.

 Los bordes ásperos se pueden acolchar para proteger la piel contra rasguños.

 No rasque la piel debajo del yeso introduciendo objetos debajo de este.

 Utilice un secador para el cabello en un lugar fresco para introducir aire dentro del yeso y aliviar la
piel caliente y con picazón. No introduzca aire tibio ni caliente en el yeso.

 No coloque polvos ni lociones dentro del yeso.

 Cubra el yeso durante la alimentación para evitar que los alimentos derramados ingresen en el yeso.

 Evite que se coloquen juguetes u objetos dentro del yeso.

 Levante el yeso por encima de la altura del corazón para reducir la hinchazón.

 No utilice la barra de abducción del yeso para levantar o transportar al bebé.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica de su hijo


Comuníquese con el proveedor de atención médica de su hijo si el niño presenta uno o más de los
siguientes síntomas:

 Fiebre o escalofríos

 Aumento del dolor

 Aumento de la hinchazón por encima o por debajo del yeso

 Salida de líquido o mal olor proveniente del yeso

 Dedos de los pies fríos

Perspectiva a largo plazo para un bebé con DDC


Mientras que un examen del recién nacido para verificar si existe DDC permite la detección
temprana de este trastorno de la cadera, se pueden conseguir resultados satisfactorios si se inicia el
tratamiento inmediatamente después del nacimiento. Muchos bebés responden correctamente al
arnés de Pavlik o al yeso. También es posible que se necesiten cirugías adicionales, debido a que la
luxación de la cadera puede reaparecer a medida que el niño crece y se desarrolla. Si no se trata, se
puede desarrollar una diferencia de longitud en las piernas, cojera y menor agilidad. Los niños de
más de dos años con DDC pueden desarrollar una malformación de la cadera y osteoartritis en etapas
posteriores de su vida. La DDC también puede derivar en dolor y osteoartritis en la edad adulta.

Displasia de cadera
Dr. CG García Fontecha
Actualizado enero 2018

¿Qué es la displasia de cadera?


El término displasia de desarrollo de la cadera (DDH) engloba alteraciones en la forma de
cabeza del fémur, del acetábulo (donde encaja en la pelvis) o de ambos que pueden provocar
problemas de desarrollo y estabilidad de la articulación, ya desde el periodo intraútero hasta el
período neonatal que van desde la subluxación hasta la luxación de la cadera.
El término «cadera luxada» significa pérdida de relación entre la cabeza femoral y el acetábulo
y puede tratarse de una luxación reducible por manipulación o de una luxación irreducible. El
término «cadera luxable» significa una correcta relación entre la cabeza femoral y el acetábulo
que puede perderse por manipulación externa.
Anteriormente se utilizaba el término “luxación congénita de cadera” pero se ha sustituido por el
de displasia ya que no todas las caderas se encuentran luxadas al nacimiento ni todas
evolucionan hasta la luxación.

¿Cómo se produce la displasia?


Se han identificado numerosos factores de riesgo que influyen en el desarrollo de una displasia
de cadera, si bien destacan (3):
-presentación nalgas puras debido a la influencia en la postura de las caderas
-sexo femenino debido a la mayor elasticidad producida por la sensibilidad a las hormonas
maternas
-cadera izquierda debido a la postura en aducción al estar apoyada contra sacro
-primer hijo debido a la posición en un útero más tenso
-historia familiar con patrones hereditarios de penetrancia incompleta

¿Las mochilas portabebés pueden producir displasia de cadera?


Algunas culturas colocan los recién nacidos en unos sistemas de porteo en postura forzada con
las piernas estiradas y juntas durante muchas horas al día. Se ha comprobado que en estas
situaciones aumenta el riesgo de desarrollar una displasia de cadera propia de estos sistemas,
por lo que no se recomienda mantener las piernas de los niños en esa postura.
No se ha visto ninguna relación entre la displasia de cadera y los actuales sistemas de
mochilas portabebé, ya que mantienen las piernas separadas y suelen permitir una movilidad
libre de las caderas.

¿Cómo se descubre la enfermedad?


La exploración física de todos los recién nacidos permite la detección precoz de la mayoría de
pacientes. Con unas maniobras de exploración que llamamos Ortolani y Barlow evaluamos si la
cadera está luxada o es luxable.
Primero realizamos la maniobra de Ortolani (figura), que consiste en intentar colocar en su sitio
una cadera que está luxada. Si notamos el resalte de que la hemos reducido, concluimos que
el niño tenía la cadera luxada.
Después realizamos la maniobra de Barlow (figura), que consiste en intentar luxar una cadera
que está en su sitio. Si notamos el resalte de que la hemos luxado, concluimos que el niño
tiene la cadera luxable.
No todas las caderas luxadas pueden reducirse con estas maniobras. Por ello, valoramos
también la abducción de cadera, es decir, cuanto abre o separa las piernas. Si existe una
asimetría importante, podemos pensar que la cadera que se abre menos pueda tener una
luxación.
Existen otras maniobras exploratorias más complejas que el ortopeda pediátrico puede
practicar en caso de duda.
La asimetría en los pliegues del muslo no se considera que tenga relación con la displasia de
cadera.

Maniobra de ortolani: al realizarla introducimos la cadera luxada en el cótilo.


Adaptado de referencia 2.

Maniobra de Barlow: al realizarla luxamos la cadera que estaba previamente en el cótilo.


Adaptado de referencia 2.

Siempre que la exploración es patológica o siempre que existan tres o más factores de riesgo
en un recién nacido, exploramos la cadera mediante una ecografía. La última revisión (2015)
de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos recomienda también realizar una
ecografía en todos los niños menores de 6 meses que presenten uno o más de los siguientes
factores de riesgo: presentación de nalgas, antecedente familiar de displasia de cadera o
inestabilidad clínica en la exploración.
La radiografía convencional constituye el método usual de diagnóstico y control en los niños
mayores de 6 meses, ya que a partir de esa edad la osificación progresiva de la cabeza del
fémur dificulta mucho la interpretación de las imágenes de ecografía.

Esquema de un estudio radiológico de las caderas. En el lado marcado como normal la cabeza
del fémur está enfocada hacia el cótilo o acetábulo de la pelvis. En el lado marcado como CDH,
la cabeza del fémur está por encima y por fuera de su correcta localización. Sobre la
radiografía se realizan una serie de mediciones que nos orientan sobre el grado de afectación .
Adaptado de referencia 1.

La exploración física en el niño grande afecto de luxación congénita de cadera se caracteriza


por la cojera y las deformidades (asimetría de pliegues, extremidad más corta,...), pero cuando
la afectación es bilateral la exploración física puede ser engañosa.

¿Qué hacer cuando nace un niño?


El diagnóstico precoz de la luxación congénita de cadera constituye el punto fundamental para
obtener una evolución satisfactoria, es decir, para obtener el desarrollo de una cadera de
características normales. Cualquier retardo en el diagnóstico puede comprometer el futuro de la
articulación y provocar la evolución hacia una artrosis precoz.
A todos los recién nacidos se les debe explorar las caderas durante el primer examen
postnatal, antes del alta clínica y en los controles pediátricos habituales.

¿Qué tratamiento es el más apropiado?


El objetivo del tratamiento de la luxación congénita de cadera es obtener una cadera reducida
sin deformidades residuales así como evitar las complicaciones y las secuelas.
Algunos niños presentan sólo una inestabilidad de la cadera durante las primeras semanas de
vida y en muchos de ellos la inestabilidad desaparece de forma espontánea. La conducta a
seguir ante estos pacientes varía de un médico a otro: mientras unos consideran sólo la
observación y los controles ecográficos, otros prefieren el tratamiento con férulas de abducción
(Paulik o Tubingen) de todos los niños con inestabilidad de cadera.
Todos los niños que presentan una inestabilidad de cadera más allá de las seis primeras
semanas de vida o una luxación completa, han de ser tratados. En una primera fase, para
reducir la cadera, el tratamiento consiste en la colocación de una férula de abducción (Paulik o
Tubingen), que mantiene las piernas abiertas y, por lo tanto, las caderas estarán reducidas. Si
la ecografía o radiografía de control muestra una correcta reducción, éste será el tratamiento
definitivo. La duración del tratamiento suele ser de unos tres meses.

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Arnés de Pavlik. Arnés de Tubingen.

Si después de una semana (algunos autores prefieren ampliar el margen a tres semanas) de
tratamiento con férulas de abducción, la cadera no está colocada en su sitio (se mantiene
luxada), el arnés no será efectivo y tendremos que plantear una nueva estrategia terapéutica:
tracción, reducción bajo anestesia general e inmovilización con un yeso pelvipédico.
Finalmente, en los niños mayores de 18 meses, en los que no hemos conseguido una
reducción con los tratamientos previos o en los niños afectos de luxación congénita de cadera
teratológica (cadera luxada antes de nacer) estará justificado un tratamiento quirúrgico:
reducción abierta de la cadera.
En ocasiones, la luxación del cadera se produce en el contexto de un síndrome
polimalformativo, en estos casos (luxación teratológica) el tratamiento suele ser más difícil y el
pronóstico es peor.

Cómo vestir y desvestir al niño que lleva un arnés


A continuación podrá ver algunos vídeos de cómo vestir y desvestir al bebé cuando éste
necesita llevar un arnés para tratar la displasia de cadera.
¿La enfermedad es grave? ¿Puede dejar secuelas?

Cuando el diagnóstico y el tratamiento se realizan durante los tres primeros meses de la vida,
la evolución suele ser muy buena, desarrollan una cadera normal sin deformidades residuales y
sin secuelas.
Contrariamente, cuanto más tarde se detecta y se trata la luxación, más difícil es el tratamiento
y peores los resultados. Si persiste la luxación, la cojera será permanente. Si la cabeza del
fémur sufre una necrosis avascular, la rigidez y la pérdida de movilidad provocarán una cojera.
Finalmente, cualquier deformidad residual de la articulación de la cadera originará un mal
funcionamiento y se producirá un desgaste precoz que conducirá a una artrosis. Con el tiempo,
la artrosis de cadera puede hacer necesaria una operación como colocar una prótesis de la
articulación.

¿Puede afectar a nuevos hermanos?


La luxación congénita de cadera tiene una predisposición familiar. Todos los nuevos hermanos
han de ser evaluados de forma precisa desde el momento del nacimiento incluyendo un estudio
ecográfico de las caderas.

BIBLIOGRAFIA
1. Lowell and Winters's Pediatric Orthopaedics. Chapter 23. Stuart L. Weinstein: Developmental hip Dysplasia and Dislocation.
Raymond T. Morrissy and Stuart L. Weinstein editors. Fifht edition, Volume 2, pag 906. Lippincott Williams and Wilkins, 2001
2. Practice of pediatric orthopedics. Linn T. Staheli. Second edition. Lippincott Williams and Wilkins, 2001
3. Ortiz-Neira CL, Paolucci EO, Donnon T. A meta-analysis of common risk factors associated with the diagnosis of
developmental dysplasia of the hip in newborns. Eur J Radiol. marzo de 2012;81(3):e344-351.
4. Mulpuri K, Song K. AAOS Clinical Practice Guideline: Detection and Nonoperative Management of Pediatric Developmental
Dysplasia of the Hip in Infants up to Six Months of Age. J Am Acad Orthop Surg 2015;23:206-207

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