Está en la página 1de 4

Pan,Tierra

y Libertad

Campaña Global
por la Reforma
Agraria

La reforma agraria en Colombia

En 1996 grupos paramilitares expulsaron violentamen-


te 280 familias campesinas de la Hacienda Bellacruz
incendiando viviendas, destruyendo escuelas y cultivos
y dejando un saldo de más de 40 campesinos asesina-
dos.
Un año más tarde la mayoría de las familias fue reasen-
tada en tres fincas en otras regiones del país. Las fami-
lias siguen sufriendo una situación crítica porque las tie-
rras que recibieron son de mala calidad y no tienen títu-
los de propiedad; además, las familias están obligadas
a pagar por las nuevas tierras. Las duras condiciones de
crédito y la imposibilidad de generar los ingresos sufi-
cientes por falta de apoyo adecuado condenan a las
familias a vivir en una situación precaria.
Desplazados de la hazienda Bellacruz Hasta hoy las amanazas de muerte y los hostigamientos
en contra de las familias por parte de los paramilitares
no han cesado. Hasta hoy no hay ninguna posibilidad para las familias de vivir en paz
ni hay un día sin temor de perder la tierra.

„Sobra mucha gente en el campo y en la agricultura“


Al iniciarse el nuevo milenio, Colombia se encuentra en medio de un grave conflicto armado cuya intensi-
dad crece continuamente. Aunque el país es bien conocido a nivel internacional como sinónimo de narco-
tráfico, violencia endémica y creciente descomposición social, muy pocos conocen las raíces de los proble-
mas actuales.La extrema inequidad en el campo y la exclusión de la población rural son una cuenta históri-
ca pendiente que está en el centro de la confrontación política, económica y militar en Colombia hoy.
Al igual que el resto de América Latina, la historia de acaparación y despojo violento de tierras se remon-
ta en Colombia a la invasión española. El primer intento de cambiar la injusta estructura de la tenencia de
la tierra lo constituyó la ley 200 de 1936. Esta ley introdujo la función social de la propiedad con la conse-
cuente posibilidad de la extinción de dominio en caso de que la tierra fuera dejada ociosa por un cierto
tiempo, así como la jurisdicción agraria especializada en dirimir conflictos de tierras. La reacción terrate-
niente a esta ley no se hizo esperar: rápidamente se revirtieron muchas de las disposiciones que fortalecían
los derechos de los campesinos. Además, la violencia partidista que tuvo dimensiones de guerra civil entre
1948 y 1958 hizo posible la aniquilación de las organizaciones campesinas e indígenas, causó el desplaza-
miento forzado de cerca de 2 millones de campesinos que fueron despojados de sus tierras y fue respon-
sable del asesinato de más de 200 mil personas, especialmente en el campo.
Después de firmados los tratados de paz y en el marco de la „Alianza para el Progreso“ estadounidense fue
creado en 1961 el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria INCORA. La política agraria en la década de
1960 tuvo como objetivo modernizar el campo presionando a los terratenientes a hacer mayor uso de sus
tierras bajo la amenaza de la extinción de dominio. Sólo hasta 1968 se aprobaron medidas complementa-
rias que agilizaron e hicieron más eficaz el proceso de redistribución de tierras abriendo paso a una reforma
agraria bastante limitada.
El „Pacto de Chicoral“, acuerdo político entre los partidos tradicionales y los gremios de propietarios, puso
fin en 1973 a la incipiente reforma. En lugar de la redistribución de tierras, los gobiernos fomentaron la colo-
nización como forma de acceder a la tierra. Como consecuencia de la ley 4 de 1973 las expropiaciones para
redistribución de tierras se hicieron imposibles; la actividad del INCORA solamente se reinició en 1982
mediante la adquisición de fincas a precios comerciales, en zonas de violencia llamadas de „rehabilitación“.
La política agraria, por su parte, se ha caracterizado principalmente por partir de la premisa de que es nece-
sario acabar con la agricultura tradicional y campesina para dejarle el campo libre a los grandes terrate-
nientes comerciales.

ARC folleto de información


Campaña Global
Mayo 2003
por la Reforma
Editor: FIAN International
Agraria
Print: Glogner-Druck, Heidelberg
sobre papel reciclado
Diagramación: Judith Seemann
Folleto de
información
Narcotráfico, conflicto arma- despojar a sangre y fuego a cientos de miles de familias cam-
pesinas de sus bienes y tierras en lugares económicos estra-
do y modelo de desarrollo: la tégicos. Según estimaciones de la Consultoría de Derechos
relatifundización del campo Humanos y Desplazamiento, entre 1985 y el primer trimestre
La distribución de la tierra en Colombia es de 2002 han sido desplazadas 2’855.410 personas. El latifun-
hoy más injusta que nunca: después de dio es claramente la expresión de una relación social autori-
una cierta dinámica de redistribución entre taria y de sujeción.
1970 y 1984, se puede observar desde ese Por otra parte, la aplicación de políticas de ajuste estructural,
entonces un proceso de reconcentración en especial, la liberalización del comercio agrícola y la priva-
de las tierras en áreas mayores a las 2 mil tización de servicios de extensión agropecuarios, arruinaron el
hectáreas. Este proceso ha sido concomi- campo colombiano. Como un indicador de la devastación
tante con la reducción drástica del área cultivada y el aumen- económica baste mencionar que desde los años 1990 la
to exorbitante de tierras agrícolas dedicadas a la ganadería importación de alimentos aumentó en un 700%. La crisis
extensiva. agropecuaria obligó a muchos trabajadores agrícolas a
moverse a zonas de colonización y dedicarse a los cultivos
¿Cuáles son las causas de este fenómeno? En primer lugar, proscritos.
están los narcotráficantes quienes, con el fin de lavar sus dine-
ros ilícitos, se adueñaron a gran escala de las mejoras tierras
para dedicarlas principalmente a la ganadería. Esto intensifi-
có la especulación con la tierra en espera de su valorización
en vecindad de megaproyectos de infraestructura o de explo-
tación de recursos naturales. Los nuevos terratenientes sella-
ron pronto alianzas con las Fuerzas Armadas y los partidos
políticos tradicionales para atacar a los grupos guerrilleros de
izquierda y defender militarmente sus intereses económicos.
Así se fortalecieron y multiplicaron los grupos paramilitares,
que ya eran apoyados por antiguos latifundistas y que fueron
creados por el Estado en 1965 con el pretexto de una estra-
tegia de contrainsurgencia; estos grupos han contribuido a

Desplazados de la hazienda Bellacruz

El campo colombiano en cifras

Porcentaje de fincas con área 78% 2,2% Porcentaje de fincas con área
inferior a las 20 hectáras superior a las 200 hectáras

13,6%

Porcentaje de la superficie Porcentaje de la superficie


agrícola que ocupan estas agrícola que ocupan estas
fincas fincas 43,1%

Número de familias sin tierra


o con tierra insuficiente: 1’547.676

Fuente: DANE, Encuesta Nacional Agropecuaria 1996


¿Mercado libre de tierras en tiempos de guerra?

En el marco de la aplicación consecuente de la agenda neo- tierras o solo de mala calidad y, al contrario, compran las
liberal, el gobierno colombiano aprobó en 1994 una nueva mejores tierras que venden empresarios quebrados por la
ley de reforma agraria inspirada en el modelo de compra- libertad de importaciones. Los campesinos tienen poca capa-
venta voluntaria de tierras del Banco Mundial1). El objetivo de cidad de negociación debido a que la violencia impide el for-
esta ley era dejar el proceso de distribución de tierras en talecimiento de sus organizaciones, mientras que los terrate-
manos del mercado y restringir la intervención estatal básica- nientes tienen influencias políticas consolidadas local y nacio-
mente a subsidiar este mercado y a la aplicación de políticas nalmente y corrompen el programa. Los presupuestos estata-
macroeconómicas adecuadas para la dinamización del mer- les fueron reducidos por planes de ajuste sucesivos. Para
cado de tierras. El diseño específico de este política en completar, los intereses bancarios por los créditos para tierra
Colombia prevee que los potenciales beneficiarios deben y producción fluctuaron según el mercado financiero y resul-
demostrar que están en capacidad de llevar a cabo un pro- taron impagables para todos los usuarios. Además, el progra-
yecto productivo viable con la tierra que van a recibir. Los soli- ma excluye de entrada a familias pobres y sin capacidad de
citantes seleccionados reciben del Estado un subsidio del enfrentar todo el trámite y ha perpetuado la inutilización del
70% para la compra de la tierra teniendo que financiar por instrumento de la expropiación que, según la constitución
sus propios medios el 30% restante. Cumplidos estos requisi- colombiana, podría hacerse por vía administrativa.
tos, los seleccionados entran en un proceso de negociación
voluntaria con el dueño del predio que quieren comprar. Vale la pena destacar también que esta ley rige el reasenta-
miento de la población desplazada. Esto quiere decir que
El programa de reforma agraria via mercado ha sido todo un para poder ser reasentadas, las familias desplazadas tienen
fracaso. La meta de distribuir un millón de hectáreas en los que pagar 30% del nuevo terreno en lugar de ser indemniza-
primeros cuatro años sólo fue cumplida en un 10%. Las razo- das y rehabilitadas por los daños sufridos.
nes de este fracaso están en que los latifundistas no ofrecen

El Plan Colombia: alianzas entre el jinete y el caballo


En el año 2000 el gobierno colombiano lanzó, en estrecha a los derechos económicos y sociales de estas personas pues
colaboración con el gobierno estadounidense, una iniciativa se están destruyendo sus medios de vida.
con el supuesto propósito de combatir el narcotráfico y pro-
mover la paz conocida como el „Plan Colombia“. La meta ofi- Por otra parte, el Plan Colombia pretende ofrecer alternativas
cial es la erradicación de la mitad de las plantaciones de coca a los campesinos para que sustituyan los cultivos de coca por
y amapola hasta el 2005. De esta forma el gobierno espera plantaciones de palma africana, por ejemplo, dentro del
debilitar al grupo guerrillero FARC, que se financia con el modelo de las “alianzas estratégicas”. Esto significa para los
cobro de “impuestos” a la coca producida por los colonos. campesinos integrarse a grandes proyectos empresariales
Usando helicópteros, aviones y dólares norteamericanos, las destinados al mercado mundial en una forma modernizada de
Fuerzas Amadas colombianas vienen fumigando con herbici- aparcería. Es por eso que las organizaciones campesinas
das las plantaciones de coca y bombardeando laboratorios hablan de una alianza entre el jinete y el caballo pues se trata
de cocaína. Sin embargo, el área sembrada con cocaína no ha de acabar con la economía campesina y someterla al latifun-
disminuido, sino que por el contrario ha aumentado al des- dio globalizado. El Banco Mundial ha apoyado estos planes
plazarse a otras áreas más lejanas. A quienes sí ha afectado con un crédito para „asociaciones productivas“ en ocho
letalmente el veneno es a las comunidades campesinas e indí- zonas del país, seis de las cuales son controladas por parami-
genas de Putumayo, Sur de Caquetá, occidente de litares. El Plan Colombia es, por lo tanto, un poderoso apoyo
Amazonas: las fumigaciones, a base de glifosato, han provo- militar y económico en favor de los terratenientes.
cado enfermedades (ceguera, diarrea, vómito, dermatitis,
problemas respiratorios) y representan una violación múltiple

Paz y reforma agraria


A pesar de todas las adversidades y el sufrimiento inflingido, las comunidades campesinas, indígenas y afro-
colombianas no se rinden y siguen en la lucha por tener un espacio propio de vida. La historia demuestra que
la resistencia campesina es diversa, amplia y recursiva. A pesar de todos los intentos –incluyendo el despla-
zamiento forzado- de reducir la población dedicada a la agricultura, ésta ha aumentado en términos absolu-
tos de 6 millones de personas en 1938 a 11,6 millones en 1993. La economía campesina ha jugado un papel
central en la construcción de la economía colombiana y ha demostrado ser viable como lo revela reciente-
mente el hecho de que los pequeños productores fueron capaces de soportar mejor que los grandes la libe-
ralización del comercio agrícola. Organizaciones campesinas como la Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos Unidad y Reconstrucción (ANUC-UR), FENSUAGRO luchan por su reconocimiento como sujetos
de desarrollo alternativo.

Campaña Global
por la Reforma
Para más informaciones sobre el modelo de reforma agraria de mercado, veáse la Hoja informativa
1)
Agraria
„La política de tierras del Banco Mundial“.
Folleto de
información
La Campaña Global por la Reforma Agraria apoya el movimiento unitario de trabajadoras y trabajadores
rurales aglutinados en el Consejo Nacional Campesino. Como lo han demostrado las movilizaciones recien-
tes, los campesinos tienen capacidad nacional de convocatoria y sus exigencias son reconocidas por otros
sectores de la sociedad civil colombiana como fundamentales para lograr la paz. Dentro del pliego nacio-
nal de demandas, la Campaña apoya particularmente:
 La realización de una reforma agraria integral y democrática que entregue gratuitamente la tierra a las
campesinas y campesinos y utilice la extinción de dominio de los latifundios inadecuadamente explota-
dos, así como la expropiación por vía administrativa de otros predios. Fortalecimiento de la economía
campesina y financiamiento adecuado de las instituciones estatales del sector agropecuario.
 Cese del desplazamiento forzado, los asesinatos, las desapariciones y torturas en contra de las comuni-
dades rurales. Atención inmediata, oportuna e integral a las comunidades campesinas, indígenas y afro-
colombianas desplazadas. Indemnización y retorno a sus tierras con plenas garantías de seguridad y pro-
yectos productivos subsidiados por el Estado.
 Eliminación inmediata de las fumigaciones sobre los cultivos proscritos, implementando la sustitución gra-
dual a través de la concertación comunidades rurales- Estado-Comunidad internacional con financiación
de planes de desarrollo sostenibles y planes de vida.
 Indemnización a las mujeres campesinas, indígenas y afrocolombianas y a sus familias afectadas por el
conflicto social y armado; protección a las líderes y sus organizaciones para el trabajo social y organizati-
vo y vinculación a los programas de inversión social, en especial, a las mujeres cabeza de familia.
 Defensa de la propiedad colectiva inalienable de los resguardos indígenas y de las tierras de las comuni-
dades afrocolombianas y establecimiento de Reservas Campesinas inalienables.
 Eliminación de las políticas internacionales de “libre comercio” que han arruinado a los agricultores,
fomentado la concentración especulativa de la tierra y acabado con la soberanía alimentaria. No al
Acuerdo de Libre Comercio de las Américas ALCA y al tratado bilateral de libre comercio con Estados
Unidos. Fuera la agricultura de la Organización Mundial de Comercio.

Para más informaciones, por favor, contáctenos:

FIAN Secretariado Internacional


Apartado Postal 102 243
69012 Heidelberg, Alemania
Tel: ++ 49 6221 830620
Fax: ++ 49 6221 830545
email: fian@fian.org
http://www.fian.org

FIAN: por el derecho a alimentarse


FIAN es la organización internacional de derechos humanos que tra-
baja por el derecho a alimentarse. Fue fundada en 1986, y cuenta con
miembros en más de 50 países. El objetivo de FIAN es contribuir a
procurar la vigencia y la observancia en el mundo entero de los Pactos
Internacionales de Derechos Humanos. En particular, FIAN trabaja por
la protección del derecho a alimentarse por sí mismo de las personas
y grupos amenazados por el hambre y la desnutrición.

La Vía Campesina
Secretaría Operativa Internacional
Apartado Postal 3628
Tegucigalpa, Honduras
Telefax: ++ 504 232 2198
email: viacam@gbm.hn

La Vía Campesina: por el derecho a producir y la soberanía


alimentaria
La Vía Campesina es un movimiento internacional que coordina orga-
nizaciones campesinas de pequeños y medianos agricultores, de tra-
bajadores agrícolas, mujeres rurales y comunidades indígenas en más
65 países de América, Asia, Africa y Europa. El objetivo principal de
La Vía Campesina es desarrollar la solidaridad y la unidad en la diver-
sidad entre las organizaciones del campo para promover relaciones
económicas de igualdad y justicia social, la defensa de la tierra, la
soberanía alimentaria, una producción agrícola sostenible y equitativa
basada en los pequeños y medianos productores.

También podría gustarte