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Entrevista motivacional

(parte II)

Habilidades de tivacional importante, ya que tiene una gran influen-


cia en la capacidad de iniciar una nueva conducta y
comunicación de la en mantenerla. Los resultados previos satisfacto-
entrevista motivacional rios refuerzan la creencia del paciente en su capa-
cidad para conseguirlo y nuestra ayuda aquí puede
estar en analizar con él esos resultados poten-
En la entrevista motivacional (EM) la comunicación ciando su positividad (“Es difícil dejar el alcohol del
con el paciente trata de: todo y usted lo ha conseguido”). No podemos olvi-
dar que el paciente es responsable de escoger y
1. Lograr que el paciente reconozca dónde se realizar el cambio y nosotros le prestamos ayuda si
encuentra (estadio) y dónde querría estar (obje- lo desea.
tivo) respecto al hábito o conducta que hay que
modificar. Interesa aumentar su nivel de conflicto, La práctica de la EM implica el uso flexible y estra-
especialmente entre la conducta actual y los valo- tégico de algunas habilidades de comunicación
res importantes de su vida. Trabajar la emoción que clave que se comparten con otros tipos de aborda-
genera la incomodidad de la duda y/o conflicto es el jes centrados en el paciente. Estas habilidades son
mayor motor para el cambio. Para aumentar la efi- necesarias e intervienen en todas los estadios del
cacia de la entrevista es importante conseguir cambio, aunque las formas específicas de uso pue-
que el paciente verbalice sus discrepancias. den variar dependiendo de cuál de ellos se trate.
2. Evitar argumentar y discutir con el paciente
sobre la conveniencia o utilidad de un cambio
porque esto genera reactancia. Los argumentos Preguntas abiertas
directos y los intentos de convencerle tienden a pro-
ducir oposición ante las indicaciones, sugerencias u
órdenes para el cambio. Esta oposición surge con Una de las claves del modelo motivacional es que
frecuencia cuando la persona tiene la percepción de los pacientes reflexionen sobre su conducta y esto
que su capacidad de elección está limitada y, en ge- lo digan en voz alta. Para que una persona comen-
neral, cuando la sensación de libertad se coarta. Se te motivos de preocupación sobre una conducta, la
deben evitar ciertas actitudes como: tratar de impo- técnica más adecuada es una pregunta abierta.
ner un cambio por “su bien”; plantear implícita o ex- Una pregunta abierta es aquella que invita al pa-
plícitamente que la relación asistencial conlleva la ciente a reflexionar y elaborar, ofreciéndole un
obligatoriedad de un cambio; reñir al paciente ante el amplio margen de respuesta acerca de qué y cómo
no cambio, etc. responder. Con ella se invita al paciente a decir lo
3. Pedir permiso al paciente antes de informar- que es importante para él. Nos permite entender lo
le, preguntándole si tiene o quiere información que el paciente percibe y experimenta. En contras-
al respecto con frases como: “¿quiere que le expli- te, las preguntas cerradas van dirigidas a obtener
que algo sobre...?” También es importante no información específica y habitualmente pueden
precipitarse con un cúmulo de información: es contestarse mediante una respuesta breve (a me-
más útil informar poco a poco e ir preguntando: nudo un monosílabo: sí o no).
“¿qué le parece esto que le he dicho?”, centrándo- En la EM reunir información no es la función más
nos en los conflictos del paciente. importante de las preguntas. En los procesos de
4. Apoyar y fomentar el sentido de autoeficacia. establecer una relación de compromiso con el cam-
Creer en la posibilidad de cambiar es un factor mo- bio y enfocarse hacia el mismo, las preguntas

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abiertas ayudan a entender los términos internos En este momento, el profesional puede hacer una
de referencia de la persona (valores, creencias, ex- pregunta del tipo: “¿Cómo piensa que podría ayu-
periencias previas, expectativas, autoconfianza, darle con este asunto del tabaco?”, “¿Cuándo (có-
etc.), fortaleciendo la relación de colaboración y mo, qué le pasó cuando...) intentó dejarlo?”.
ayudando a encontrar una dirección clara. También Si elegimos nosotros el tipo de cambio sin consul-
tienen un papel importante para evocar la motiva- tar al paciente perdemos la oportunidad de conocer
ción y planificar el curso de acción hacia el cam- qué tipo de cambio de conducta está más dispues-
bio1,2. to a llevar a cabo. Podemos decirle al paciente cuá-
Ejemplos de preguntas abiertas que hace el profe- les son los cambios que podría realizar, para que
sional en la consulta descrita al principio del proto- elija cuál de ellos considera más importante o más
colo: ¿Cómo lleva lo del tabaco?...”, “Esos resfria- factible, o bien que proponga alguno que no hemos
dos... no acaban de mejorar... ¿cómo lo ve usted?”. mencionado. Se trata de acordar con el paciente
Este tipo de preguntas permiten y animan al pa- donde enfocará el cambio de conducta.
ciente a explicarse aumentando así su percepción 2. Qué importancia tiene el cambio para él (expec-
del problema. Una persona cuando habla elabora tativas de resultados) y qué confianza tiene en que
información y emociones asociadas a lo que va di- el cambio sea posible (expectativas de eficacia). Lo
ciendo. manifiesta verbalizando las ventajas y desventajas
El paciente descrito parece tener razones tanto pa- de cambiar o no cambiar (frases de cambio y fra-
ra seguir fumando como para dejarlo. En la EM, el ses de mantenimiento).
profesional respeta esa ambivalencia como una ex- Encontrar la motivación del paciente es más fácil si
periencia humana común y no la considera como el profesional piensa acerca de los diversos aspec-
una negación o resistencia. Reconoce que el pa- tos de esta. Paul Amrhein3 identifica diversos tipos
ciente no tiene suficiente motivación para compro- de palabras y frases relacionadas con el deseo, la
meterse con la conducta saludable e intenta buscar capacidad, la necesidad, las razones, los pasos que
qué motivación existe y de qué maneras podría el deben darse y el grado de compromiso del paciente
paciente encontrar motivación adicional. ya sea en dirección hacia el cambio o hacia el man-
El ritmo habitual de la conversación en la EM suele tenimiento de la conducta actual. En la tabla 1 se
ser una pregunta abierta seguida de dos o tres re- muestran algunos ejemplos.
flexiones acerca de la respuesta del paciente. Es Si el paciente no expresa afirmaciones de cambio
importante evitar un encadenamiento de preguntas espontáneamente, podemos sugerírselas mediante
abiertas que en general despiertan la trampa pre- preguntas del tipo:
gunta-respuesta. Conviene evitar preguntas cerra- r %FTFP¿Qué quiere hacer...? ¿Qué le gustaría...?
das que parecerían abiertas, como las preguntas r $BQBDJEBE¿Qué es posible? ¿Qué podría hacer?
con varias respuestas sugeridas: “¿Qué es lo que r /FDFTJEBE¿Qué importancia tiene para usted...?
espera hacer: dejar de fumar o reducir la cantidad r 3B[POFT¿Por qué quiere...? ¿Qué ganaría con...?
de cigarrillos?”. r 1BTPT¿Qué ha intentado recientemente para...?
O las preguntas de tipo retórico en las que la direc- r $PNQSPNJTP¿Qué piensa hacer a partir de ahora?
ción de la respuesta está implícita: “¿No cree que 3. En qué punto del proceso de cambio se encuen-
sería mejor para usted dejar de fumar?, “¿En reali- tra. Para ello podemos considerar varias herra-
dad usted cree que los parches no funcionarán, mientas:
verdad?”.
En la EM necesitamos saber: Escala de medición. Es una forma de valorar la
motivación y la confianza en el cambio. Se pide al
1. Qué tipo de cambio está dispuesto a realizar el paciente que sitúe en una escala del 1 al 10 la im-
paciente. Es lo que se llama fijar agenda. Se refie- portancia que para él tiene el cambio o la confianza
re a una breve conversación en la cual se da al pa- que tiene en conseguir el cambio: “En esta escala
ciente la máxima libertad para decidir qué tipo de de 1 (nada importante) a 10 (muy importante), ¿qué
cambio está dispuesto a realizar. En el ejemplo an- importancia tiene para usted dejar de fumar?”. Una
terior, la pregunta abierta “¿cómo lleva lo del taba- vez situado en un punto de la escala se le pregun-
co?” abre la posibilidad de que el paciente inicie ta: “¿Por qué no ha elegido una puntuación infe-
una conversación en la que surjan frases de cam- rior?”, “¿Qué haría falta para elegir una puntuación
bio como “pues la verdad es que he pensado en superior?”. Esto nos ayuda a entender las razones
dejar de fumar” o, por el contrario, de mantenimien- del paciente y su confianza en el cambio y sus res-
to: “he intentado dejar de fumar pero no puedo”. puestas suelen ser frases de cambio. Hay que te-

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Tabla 1. Palabras y frases de cambio o de mantenimiento

Categoría El paciente habla de... Palabras clave


Deseo Lo que puede o no desear, querer, gustarle, Quiero, no quiero; me gustaría, no me
hacerle disfrutar gustaría; disfruto, no disfruto; deseo, odio...
Capacidad Lo que se siente capaz o no; lo que le resulta Puedo, no puedo; soy capaz, soy incapaz;
posible o imposible; lo que puede o no puede podría, no podría
hacer
Necesidad Lo que tendría que hacer o debería hacer; lo Necesito; debería; tengo que; no debería;
que no debería hacer; lo que es “correcto” mejor sería que...
o “incorrecto”, “justo” o “injusto” hacer
Razones Las razones y justificaciones para adoptar En general las razones van precedidas de:
o no esa conducta “porque”, “entonces”, “por lo tanto”, “así que”
y siguen frases en las otras categorías, por
ejemplo: “no lo necesito porque...”
Pasos Conductas que el paciente ha adoptado Los pasos no son la conducta objetivo pero
(en el paso reciente) que pueden ir en la están a favor o en contra de ella
dirección del cambio o de seguir igual
Compromiso Lo que hará o no en el futuro, así como Intentaré; puede que lo haga; supongo que lo
sus intenciones y sus acuerdos. La fuerza haré; estoy dispuesto a hacerlo; lo prometo;
del compromiso varía, pero son frases de no lo haré; no estoy dispuesto
compromiso porque se orientan al futuro
Tomado de Amrhein3.

ner cuidado en no preguntar por qué no ha elegido comprometa si el paciente todavía no está prepa-
una puntuación mayor, pues esto provoca que el rado. Conviene saber lo que está preparado para
paciente verbalice razones en contra del cambio. hacer, lo que desea hacer y lo que es capaz de ha-
cer.
Pros y contras. Otra forma de evaluar las razones
del paciente es pidiéndole que analice los pros y Uso del lenguaje hipotético. Para los pacientes
los contras del cambio de conducta. Esto permite que están menos preparados para cambiar, es me-
explorar la ambivalencia del paciente. Preguntamos nos “amenazante” si damos un paso atrás y usa-
al paciente qué le gusta de su actual conducta: mos un lenguaje hipotético. Esto les da más liber-
“¿Qué cosas le gustan de fumar?”. Preguntamos tad para imaginar el cambio: “¿Si se decidiera us-
qué es lo que no le gusta de su conducta: “¿Qué ted a cambiar, qué cree que ganaría?”.
cosas le molestan de fumar?”.

Preguntas clave. Una pregunta clave es aquella


¿Cómo sabemos que estamos
que explora el nivel de compromiso del paciente
realizando las preguntas adecuadas?
para cambiar. Es una buena forma de continuar la r &MQBDJFOUFIBCMBTPCSFDBNCJPTEFDPOEVDUBEF
entrevista tras evaluar la motivación, confianza y forma positiva.
razones a favor y en contra del cambio. La esencia r &MQBDJFOUFTFQSFHVOUBFOWP[BMUBQPSRVÊZDÓ-
de la pregunta clave es: “¿Y ahora qué...?”, o bien mo podría cambiar.
“¿Qué piensa hacer al respecto?”. Las respuestas r &MQBDJFOUFFYQSFTBFMDPNQSPNJTPEFDBNCJP
normales a esta pregunta deberían ser las frases
de cambio. La fuerza del compromiso nos indica la
probabilidad de que se produzca el cambio. Cuan- Escucha reflexiva
do el paciente expresa intención de cambio, puede
ser útil pedirle que sea más específico: “¿Cuándo
iniciará el cambio?”, “¿Qué piensa hacer?”, “¿Có- La escucha reflexiva es una habilidad fundamental
mo piensa lograrlo?”. Cuanto más específico sea en la EM1,2,4,5. Las frases reflexivas que buscan refle-
el paciente, más probabilidades tiene de cambiar. jar el significado de lo que dice el paciente tienen la
Sin embargo, no debemos presionar para que se importante función de ayudar a profundizar en la

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comprensión, a clarificar si lo que uno piensa de lo %BSDPOTFKPT IBDFSTVHFSFODJBTPEBSTPMVDJPOFT


que dice el paciente es correcto. También permiten a 4. Persuadir con la lógica, argumentar (con “argu-
la gente escuchar de nuevo los pensamientos y sen- mentos de la ciencia”) o sermonear.
timientos que están expresando, quizá con palabras 5. Moralizar, “predicar” o decir cuál es su deber.
diferentes, y ponderarlos. Una buena escucha reflexi- 6. Juzgar, criticar, mostrar desacuerdo o culpabili-
va mantiene al paciente hablando, explorando y con- zar.
siderando. Es necesariamente selectiva en el sentido 7. Mostrarse de acuerdo, aprobar o alabar.
de que es el profesional quien escoge qué aspectos 8. Avergonzar, ridiculizar, etiquetar o burlarse.
de todo lo dicho por el paciente va a reflejar. 9. Interpretar o analizar.
La mejor forma de demostrar que hemos oído, es- 10. Tranquilizar, compadecer o consolar.
cuchado y entendido lo que nos han dicho es refle- 11. Interrogar o sondear.
jar hacia la persona un breve resumen de lo que he- 12. Retraerse, desentenderse, distraerse, hacer
mos entendido. Esto consiste en estar atentos a lo chistes, cambiar de tema.
que dice el paciente (a su lenguaje verbal y no ver-
bal), escuchar sus palabras y después formular una Este tipo de respuestas son llamadas “barricadas”
hipótesis sobre lo que el paciente quiere decir para porque se cruzan en el camino del discurso del pa-
devolvérselo con palabras distintas. Cuando hace- ciente. Han sido descritas por Gordon6 y tienen el
mos esto, ocurre algo interesante: el paciente confir- mismo efecto que las barricadas: parar, bloquear,
ma o rechaza la hipótesis y continúa su relato. Sue- desviar, cambiar de dirección. En ellas, el profesio-
na complicado, pero puede aprenderse con la prác- nal se queda callado el tiempo necesario para en-
tica. El mejor tutor es nuestro paciente. Cada vez contrar una respuesta de las de la lista y luego sol-
que reflejamos algo recibimos inmediatamente re- tarla. El mensaje subyacente es “Escúchame, yo lo
troalimentación por parte del paciente y, de ese mo- sé mejor”. En lugar de facilitarle que explore su si-
do, vamos mejorando a medida que lo practicamos. tuación, el paciente debe manejarse con la barrica-
Los reflejos deben ser afirmaciones, NO preguntas. da. En la tabla 2 se detallan algunos ejemplos de
Veamos un ejemplo: cada una de ellas.
Cuando los pacientes hablan de sus experiencias
Paciente: “En relación con el tabaco, lo que me nos ofrecen gran cantidad de material y no pode-
preocupa es que noto que me ahogo”. mos reflejar todo lo que nos dicen. En la EM hay al-
Profesional: “¿Le preocupa el ahogo?” (con esta gunas reglas que ayudan a decidir qué es lo que
pregunta lo que cuestionamos es si la explicación vamos a reflejar:
es cierta o no).
Profesional: “Veo que le preocupa el ahogo” (aquí Reflejar la ambivalencia. Cuando entrevistemos a
con la escucha reflexiva damos por sentado que pacientes ambivalentes escucharemos algunos ar-
esto es cierto y ‘obligamos’ al paciente a seguir ha- gumentos en contra del cambio de conducta. El re-
blando del tema). flejo corrector nos impulsa a rebatir estos argumen-
tos y hablar a favor del cambio. Pero si hablamos a
Pero la escucha reflexiva no consiste en repetirlo o favor del cambio, el paciente se posicionara en el
reflejarlo todo. El profesional es quien decide qué es otro extremo y verbalizará los argumentos en con-
lo que refleja y qué es lo que ignora, qué se ha de tra del cambio. Si resistimos el reflejo corrector,
enfatizar y qué palabras usar. Con esto se pretende dejamos hablar al paciente y reflejamos ambos
favorecer tantas afirmaciones de preocupación co- lados de la ambivalencia, disminuirá la resisten-
mo sea posible. Una manera de conseguir que una cia al cambio.
conducta se repita es recompensarla. Las recom-
pensas pueden ser de muchas clases, pero en el Reflejar frases de cambio. Ya hemos indicado al-
marco de la entrevista, una muy fuerte es ofrecer gunas formas de preguntar para conseguir que el
atención empática y comprensiva sin emitir juicios, paciente exprese frases de cambio. Lo habitual es
sin dar seguridades prematuras, ni soluciones. Es que en el discurso del paciente aparezcan estas
decir sin poner “barricadas” al discurso del paciente. frases mezcladas con otro tipo de afirmaciones.
Hay una serie de respuestas que NO son propias %FCFNPT SFDPHFS MBT GSBTFT EF DBNCJP Z SFGMFKÃS-
de una escucha reflexiva: selas al paciente. Cuando reflejamos algo que la
persona ha dicho, expresamos interés en ello y
1. Ordenar, dirigir o mandar. la estamos invitando a seguir elaborando su re-
2. Advertir o amenazar. lato. Si mostramos interés y enfocamos hacia las

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Tabla 2. “Barricadas” que bloquean el discurso del paciente y ejemplos de estas


Ordenar, dirigir La orden se basa en el poder de una “No digas eso”
o mandar autoridad subyacente, que puede ser “Tienes que afrontar la realidad”
realmente una autoridad (p. ej., la de un “¡Vuelve inmediatamente y dile que lo
padre o un jefe) o simplemente la manera sientes!”
autoritaria con la que se expresa
Advertir o Mensajes similares a los anteriores, pero “Si no empiezas a tratarle mejor lo
amenazar que al mismo tiempo conllevan una perderás”
amenaza (abierta o encubierta) de “Será mejor que me escuches o lo
consecuencias negativas inminentes si no lamentarás”
se sigue una dirección determinada “Cuando haces eso estás realmente
buscándote problemas”
Dar consejo, El profesional obtiene de su propio arsenal “Lo que yo haría es...”
hacer sugerencias de conocimiento o experiencia una “Lo que yo no haría es...”
o dar soluciones recomendación sobre qué hacer. A menudo “¿Has intentado...?”
se comienza con estas palabras:
Persuadir con Se asume de forma no aparente que la “Los hechos son...”
lógica, argumentar persona no ha razonado adecuadamente “Sí, pero...”
o sermonear el asunto y necesita ayuda para hacerlo. “Vamos a repensar esto...”
Las respuestas suelen comenzar con:
Moralizar, Se invoca un código moral subyacente “Usted tendría que...”
predicar, decir utilizando el lenguaje de “tendría que” o “Usted debería...”
cuál es su deber “debería”. Se dan instrucciones para una “Es su deber como...”
conducta correcta. Eso puede empezar
con:
Juzgar, criticar, El elemento común es la implicación de “Es culpa tuya”
mostrar que hay algo erróneo en la persona o en lo “Estás siendo demasiado egoísta”
desacuerdo, que ha dicho o hecho, incluyendo el simple “Estás equivocado”
culpar desacuerdo:
Mostrarse Puede sorprender que esto se incluya “Pienso que tienes toda la razón...”
de acuerdo, entre las barricadas. Este tipo de mensaje “Eso es lo que yo haría...”
aprobar, alabar autoriza o aprueba lo dicho, pero al “Eres un buen...”
mismo tiempo interrumpe el flujo de la
comunicación y puede implicar un tipo
de relación desigual entre quien habla y
quien escucha. Una escucha verdadera
es diferente de una aprobación y no la
requiere:
Avergonzar, La desaprobación es más clara y se “Eso es una estupidez”
ridiculizar, dirige a la persona con la esperanza de “Deberías avergonzarte de ti mismo”
etiquetar, avergonzarla o hacer que cambie una “¿Cómo pudiste hacer algo así?”
burlarse conducta o una actitud:
Interpretar, Es algo muy común, de hecho es una “Eso no es realmente lo que quieres
analizar de las mayores tentaciones del terapeuta: decir”
descubrir el sentido oculto de lo que “¿Sabes cuál es tu verdadero problema?”
dice la persona y darle nuestra propia “Tú lo que quieres es que eso me parezca
interpretación mal”
Tranquilizar, La intención suele ser que la persona se “Eso no está nada mal”
compadecer, sienta mejor. ¿Qué tiene eso de erróneo? “Estoy seguro de que las cosas van a ir
consolar Nada, quizá, pero no es escuchar: interfiere estupendamente”
con el flujo espontáneo de comunicación “No te preocupes, dentro de un año
volverás a mirar esto y te reirás”
(Continúa)

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Tabla 2. “Barricadas” que bloquean el discurso del paciente y ejemplos de estas (Continuación)
Interrogar, La intención es sondear más, encontrar más. ¿Qué te hace sentir de esa manera?
sondear Eso comunica, de forma encubierta, que ¿Vas a hacer eso?
quien pregunta será capaz de solucionar ¿Por qué?
el asunto tan pronto como se hayan hecho
suficientes preguntas. Las preguntas
interfieren en el flujo espontáneo de
comunicación desviando la conversación
hacia áreas que pueden interesar al que
pregunta pero quizá no interesen o ayuden
al paciente:
Retraerse, distraer, Esta barricada evidente es un intento de que “Hablemos de eso en otro momento”
hacer chistes, la persona “se quite eso de la cabeza”. Esto “Eso me recuerda aquella vez que yo...”
cambiar de tema desvía la comunicación y sugiere que lo que “He oído que mañana va a hacer un día
la persona dice no es importante o que no estupendo”
merece la pena continuar con ello:
Tomado de Gordon6.

propias motivaciones para cambiar, estamos esti- d) Reflexión de sentimiento. Es la forma más pro-
mulando al paciente a seguir explorando esos mo- funda de reflexión. Es una paráfrasis con énfasis en
tivos. Cuando hacemos preguntas que evocan el aspecto emocional mediante frases que mues-
frases de cambio, los pacientes verbalizan sus tren emociones y/o sentimientos (señalamiento
propias motivaciones para cambiar y se oyen a emocional). Profesional: “Veo que esto le preocupa”.
sí mismos expresando y explorando esas moti- e) Silencios. Utilizados de forma adecuada tienen
vaciones. Cuando reflejamos esas motivacio- un potente efecto reflexivo en el paciente porque de
nes, las vuelven a oír (expresadas con otras pa- forma no verbal le estamos indicando que le enten-
labras) y las vuelven a explorar, reforzándolas. demos y aceptamos. Permiten, también, un tiempo
La esencia de una escucha reflexiva es intentar imprescindible de autoobservación acerca de lo
adivinar qué intenta decir la persona. Se trata de que acaba de decir y sentir.
decodificar el significado real de lo que realmen-
UF RVJFSF EFDJS %FTQVÊT TF MF EFWVFMWF FO GPSNB Paciente: “Pues la verdad, después de lo del cáncer
de afirmación. Las afirmaciones de escucha re- de pulmón de mi cuñado cada vez que me fumo un
flexiva pueden ser bastante simples, o hacerse cigarrillo se me viene a la cabeza mi mujer, lo mal
más complejas. Se pueden definir cinco niveles de que lo está pasando, y las veces que me lo recuer-
profundidad: da...”. Profesional: “Pensar que no es capaz de dejar
de fumar a la vista de lo que pasó con su cuñado y
a) Repetir. Es la más simple y consiste en repetir encima que se lo recuerden debe ser muy doloroso
alguna palabra dicha por el paciente y que nos pa- para usted” (paráfrasis y señalamiento emocional).
rece importante: Paciente: “No, si ahora con el ca- Paciente: “La verdad es que parece que no valgo
tarro llevo unos días fumando menos...”. Profesio- para nada...”. Profesional: –silencio en un intento
nal: “Unos días fumando menos” (repetición). de que el paciente continúe–. Profesional: “Lo que
b) Refrasear. El profesional está próximo a lo que yo veo es que lo está pasando muy mal y que está
ha dicho el paciente pero sustituye algunas pala- intentando buscar algún tipo de solución, pero por
bras por sinónimos o altera ligeramente lo que se el momento no le está resultando nada fácil” (seña-
ha dicho clarificándolo. Paciente: “No, si ahora con lamiento emocional y paráfrasis).
el catarro llevo unos días fumando menos...”. Profe-
sional: “Parece que está consiguiendo fumar me- Mientras que las repeticiones y los refraseos exponen
nos” (refraseo). información que el paciente ha explicitado claramente
c) Parafrasear. Aquí el profesional infiere el signifi- en su discurso, con las paráfrasis y los señalamientos
cado de lo que se ha dicho y lo refleja con nuevas emocionales nos adentramos en información que con-
palabras. Con esto se añade y amplia todo lo dicho sideramos implícita, es decir, hacemos hipótesis sobre
hasta el momento. Profesional: “Parece que puede el significado de esta. Repetir y refrasear nos aproxi-
controlar su hábito”. ma generalmente a niveles más superficiales de la

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realidad del otro, por lo que es aconsejable su utiliza- Como vemos en las tablas 2 y 3, favorecer que el pa-
ción en fases más iniciales de la entrevista, cuando ciente exprese esas frases permite al profesional cono-
hay escaso conocimiento del paciente o para abordar cer en qué posición (cambio o mantenimiento) está el
cuestiones de carácter más impersonal, cotidiano. Pa- paciente y en qué categoría se enmarca su frase (de-
rafrasear y señalar emocionalmente nos lleva con faci- seo, capacidad, necesidad, etc.) y buscar la pregunta o
lidad a niveles más profundos de la realidad del pa- la reflexión más apropiadas. En la tabla 4 mostramos
ciente y, por tanto, a elementos nucleares del conflicto. un paciente tras un infarto agudo de miocardio.
¿Qué pasa si el profesional se equivoca y lo que re-
fleja no es lo que el paciente quería decir? Lo más
normal es que el paciente siga hablando y sea él Reestructuración positiva
quien lo clarifique. Resulta posible pasar de una
pregunta a una frase reflexiva. Cuando se empieza Significa afirmar y apoyar al paciente, destacando sus
a practicar se puede pensar primero una pregunta: aspectos positivos y apoyando lo dicho por él me-
“¿Quiere decir que...?”, y luego quitar la interroga- diante comentarios y frases de comprensión. Sirve
ción: “Lo que quiere decir es...”. para rehabilitar su autoestima y el sentido de auto-
Por ejemplo, piense en un paciente que dice: “Ca- confianza (“Debe ser difícil para ti mantenerte sin co-
da vez me siento más descorazonado, no voy a caína”, “Pareces una persona muy optimista”). A me-
conseguir controlar mi diabetes”. A continuación se dida que el paciente se siente escuchado y aceptado
muestra lo que podría pasar por su cabeza durante por el terapeuta, él mismo se vuelve capaz de escu-
unos segundos: charse y aceptarse, aumentando la comprensión y el
control sobre sí mismo y su sensación de poder.
[“Estoy seguro de que lo hará bien”. No, eso no es La EM se basa en las fortalezas, esfuerzos y recur-
escuchar. Quiero hacer sugerencias pero eso es mi sos propios del paciente. Es él y no el profesional
reflejo corrector y necesito entender. ¿Qué es lo quien produce el cambio. El profesional de forma
que le descorazona? “¿Quiere decir que realmente general respeta y honra al paciente como persona
lo ha estado intentando pero los niveles de glucosa valiosa por sí misma, con capacidad para crecer y
siguen estando altos?”. Ahora haga un reflejo, en cambiar, así como para elegir voluntariamente si
voz alta: “Realmente lo ha intentado pero los nive- hacerlo o no. El profesional es un observador que
les de glucosa siguen altos”] se da cuenta, reconoce y comenta las fortalezas,
habilidades, buenas intenciones y esfuerzos del pa-
Todo esto supone inicialmente un gran esfuerzo ciente. Se trata de una manera de pensar: “acen-
mental, y lo es. La escucha reflexiva puede ser difí- tuar lo positivo” es una disciplina en sí misma:
cil al principio, mucho más que hacer preguntas; la
buena noticia es que como todas las habilidades se “¡Esta semana ha hecho usted un gran esfuerzo!”
puede aprender, se va facilitando con la práctica. “Su intención era buena incluso aunque no suce-
A continuación, en la tabla 3 se muestran ejemplos diese lo que deseaba.”
de frases de cambio y frases de mantenimiento que “Se siente fatal porque no ha cumplido con el plan
pueden escucharse en una consulta con un pacien- que se había propuesto y ha bebido un par de días
te diabético cuando el objetivo es que adopte con- esta semana. Sin embargo, lo que me llama la
ductas que mejoren el control de sus glucemias. atención es lo diferente que es de cuando empezó.

Tabla 3. Ejemplos de frases de cambio o mantenimiento

Frases de mantenimiento Frases de cambio


“No me gusta nada tener que pincharme en el dedo” “Lo que quiero es reducir el riesgo de perder la vista”
“No puedo llevar todo el día por ahí mi aparato “Podría hacerme con ese aparato nuevo que es más
de medir el azúcar” pequeño y fácil de usar”
“No necesito hacer todas esas mediciones ni cambiar “Tengo que aprender más de todo lo que tiene
mi dieta” que ver con los perfiles de azúcar”
“A veces no sigo la dieta porque no quiero que otras “Si me controlo el azúcar puede que no termine
personas sepan que soy diabético” como mi madre a la que tuvieron que cortar un pie”
Tomado de Rhode20.

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Tabla 4. Categorías de motivación y frases de cambio/mantenimiento en un paciente con infarto agudo


de miocardio. El objetivo es reducir el riesgo de un nuevo infarto

Objetivo: reducir el riesgo Frase Posibles respuestas del profesional


Categoría
de un nuevo infarto. de cambio o para manejar frases de mantenimiento
motivación
El paciente dice: mantenimiento o conseguir o reforzar frases de cambio
“No me gustan los Mantenimiento Deseo “Usar un sustituto de la sal le va a resultar difícil.
alimentos pobres en sal” ¿Por qué piensa que podría ser una buena
idea?” (reconoce el deseo de seguir igual
y tira de razones hacia el cambio)
“No puedo acudir a esa Mantenimiento Capacidad “No puede acudir pero suena como si usted
consulta de enfermería” en parte reconociese que le puede ser útil”
(reconoce la frase de mantenimiento y luego
tira de razones y necesidad del cambio)
“El apoyo de la enfermera Cambio Razón “Seguramente le guste” (intento de evocar frase
me ayudaría” de cambio, categoría: deseo). O bien, “Piensa
que le resultará beneficiosa” (refuerza frase
de cambio en la categoría razón)
“Estoy usando un sustituto Cambio Pasos “Eso está muy bien” (afirma la dirección de
de la sal” cambio) o “¿Qué más podría hacer?” (busca
más frases de cambio en la categoría pasos)
“No debería tener que Mantenimiento Necesidad “Es cierto, no es justo” (reconoce el sentimiento
hacer todo eso para de injusticia y daño) o “preferiría que su corazón
cuidarme y evitar un funcionase bien” (reconoce que tener que
nuevo infarto” cuidarse así es penoso pero empieza a llamarle
la atención hacia el deseo de que su corazón
funcione bien)
“Ya no he vuelto a tener Mantenimiento Razón “Está contento porque ahora no tiene angina”
dolor, así que pienso que (se coloca fuera de la categoría razón, va a la
no necesito todas estas de deseo y espera encontrar frases de cambio)
medicinas”
“Probablemente necesito Cambio Necesidad “Piensa que es algo que le ayudaría” (busca
salir a andar media hora frases de cambio en la categoría razones)
al día”
“Podría empezar a Cambio Capacidad “Intentarlo suena como importante para
pesarme cada dos días” usted” (tira de frase de cambio en la categoría
necesidad o razón)
“No me voy a pesar a Mantenimiento Compromiso “Si pensase que podría ayudarle quizá
diario” empezase a considerarlo” (evita argumentar
y busca razones para el cambio)
“Después de mi Cambio Compromiso “Ha decidido intentarlo” (refuerza la frase
cumpleaños dejo de de cambio en la categoría de compromiso)
fumar”
Tomado de Rhode20.

Hace 2 meses bebía todos los días: 10 o 12 cerve- Sumarizar


zas y varias copas. Esta semana se bebió un par
de copas después de comer un día y al siguiente
una cerveza antes de comer y una copa después, Los sumarios son esencialmente reflexiones que
y luego ha vuelto a su plan. En otras palabras, ha recogen y resumen lo dicho por el paciente y se lo
disminuido más del 95% su ingesta de alcohol y ha devuelven. Pueden usarse al final de una sesión
vuelto directamente a su decisión de no probarlo. para resumir lo dicho. Pueden sugerir vínculos en-
¿Qué le parece?” tre el material actual y lo que se había discutido an-

16
FMC – Protocolos

tes. También pueden funcionar como transición de metáforas del paciente. Los sumarios son espacios
una tarea a otra. Las sumarizaciones promueven la para una descripción precisa de lo que el paciente
comprensión y muestran al paciente que le hemos nos acaba de decir, no para exponer lo que noso-
estado escuchando con atención, y que recorda- tros pensamos.
mos y valoramos lo que ha dicho y preparan al pa-
ciente para seguir. También ofrecen una oportuni-
dad al paciente para completar o corregir lo dicho.
Por ejemplo, tras una pregunta abierta del tipo: Afirmaciones de automotivación
“¿Cómo le gustaría que fuese su vida de aquí a un
año?”, probablemente el paciente empiece a des-
cribir una lista de cambios. Cuando se han escu- Se trata de favorecerlas y provocarlas mediante
chado varios se puede resumir: preguntas evocadoras:

“Así que una cosa que espera que sea diferente es r 3FDPOPDJNJFOUP EFM QSPCMFNB “¿De qué manera
que finalice el ERE y tenga trabajo a tiempo com- ha sido esto importante para usted?”.
pleto. Por otra parte me dice que está bebiendo r &YQSFTJÓO EF QSFPDVQBDJÓO “¿Cómo se siente
menos y se está llevando mejor con su mujer y sus con su forma de beber?”.
hijos y que le gustaría que eso siguiese así. Tam- r 3B[POFTQBSBDBNCJBS“¿Cuáles son las razones
bién me dice que le gustaría dejar de fumar. ¿Hay que ve para cambiar?”.
algo más que le gustaría que fuese diferente den- r 0QUJNJTNP QPS FM DBNCJP “¿Qué le hace pensar
tro de un año?”. El “algo más” es una invitación a que podría cambiar si lo deseara?”.
seguir añadiendo cosas a la lista hasta que el pa- r %JTGSVUFEFMDBNCJP“¿De hacer ejercicio, qué le
ciente señale que ha terminado. gustaría?”.
r $BQBDJEBE QBSB FM DBNCJP “¿Cómo podría arre-
Otro tipo de sumario consiste en reflejar lo que la glárselas para tomar las medicaciones con más re-
persona ha dicho y ligarlo a algo que se recuerda gularidad?”.
de una entrevista previa: r /FDFTJEBEEFDBNCJBS“¿Por qué cree que debe
reducir la cantidad de sal?”.
“Se siente verdaderamente contento por haber con- r 1BTPT IBDJB Z DPNQSPNJTP DPO FM DBNCJP “¿Si
seguido hacer ejercicio a diario la semana pasada, decidiese empezar a registrar sus glucemias, qué
e incluso me dice que empezó a sentir una especie podría hacer la próxima semana?”.
de ‘subidón’ al correr. Me pregunto si eso se parece
a lo que me contó una vez que sintió aquel día A veces las motivaciones para cambiar pueden
cuando subió usted solo al lago de la montaña.” conseguirse pidiendo al paciente que imagine el fu-
turo habiendo cambiado o no:
Los sumarios pueden servir para poner en eviden-
cia la ambivalencia del individuo. La típica expe- r i4VQPOHBRVFDPOUJOÙBDPNPIBTUBBIPSB yRVÊ
riencia de ambivalencia es oscilar adelante y atrás es lo peor que podría pasarle?”
con las razones para cambiar y las razones para no r i" MB MBSHB yRVÊ FT MP RVF NÃT MF QSFPDVQB EF
hacerlo. Un sumario es una manera de permitir que seguir teniendo la tensión arterial alta?”
la persona examine simultáneamente las razones r iy$VÃMFT DSFF RVF TFSÎBO MBT NFKPSFT DPOTF-
en pro y en contra viendo las dos como presentes. cuencias de hacer ese cambio?”
Frases-nexo como “Por un lado... y por otro” y/o “al r i*NBHJOF QPS VO NPNFOUP RVF IB EFKBEP EF GV-
mismo tiempo...” pueden ser útiles: mar: en tal caso ¿cuáles cree que serían las mejo-
res cosas que podrían sucederle?”
“Por un lado me dice que tiene ganas de dejar el
tabaco y por otro que ya lo dejó otras veces y vol- Facilitar que el paciente hable de cómo su conduc-
vió a fumar.” ta coincide o no con sus valores o sus objetivos:
“Es decir, ha dejado de beber entre semana y al
mismo tiempo parece que durante los fines de se- r iy%F RVÊ NBOFSB DSFF VTUFE RVF FM IFDIP EF
mana bebe algo más.” beber entorpece su trabajo?”
r “¿Cómo cree usted que cuidar el estado de su
Los sumarios deben hacerse frecuentemente, utili- corazón encajaría con su deseo de cuidar de su fa-
zando tanto como sea posible las expresiones y milia?”

17
FMC – Protocolos

Que el paciente continúe realizando afirmaciones Paciente: (poco convencido): “Sí, claro, estos días
automotivadoras y analizando la ambivalencia de- he fumado menos”.
penderá, en parte, de nuestra manera de respon- Profesional: “Ha fumado menos, muy bien” (rees-
der, por lo que es importante hacerlo de forma que tructuración positiva).
comuniquemos aceptación, reforcemos la autoefi- Paciente: “Es que cuando me encuentro mal el ta-
cacia y estimulemos un análisis continuo. baco no me apetece tanto”.
El trabajo del profesional, en este tipo de entrevista, Profesional: “No le apetece tanto” (escucha reflexi-
es facilitar la expresión por el propio paciente de los va: repetición).
argumentos para cambiar como forma de resolver Paciente: “No, la verdad es que noto que me sienta
su ambivalencia y ayudarle a avanzar hacia una de- peor y es como si lo necesitara menos”.
cisión de cambio. Idealmente se trata de conseguir Profesional: “Como si lo pudiera controlar mejor”
que el paciente quiera convencernos de la necesi- (escucha reflexiva: refrasear).
dad de cambiar. Paciente: “La verdad es que me resulta más senci-
Cuando la persona tenga una actitud colaboradora llo, pero en cuanto me encuentro mejor en seguida
y se haya creado un clima de concentración, me- empiezo a tener más necesidad” (ambivalencia).
diante las diversas técnicas comentadas anterior- Profesional: “Entiendo. En general ¿en qué sentido
mente, hay que ir avanzando hacia la determina- piensa que le perjudica el tabaco?” (pregunta
ción de cambio. La estrategia general se basa en abierta).
profundizar en el nivel de conflicto. Para conseguir- Paciente: “Hombre, sobre todo en los bronquios”.
lo, existen diferentes líneas de trabajo durante la Profesional: “Piensa que le perjudica los bron-
entrevista: quios” (escucha reflexiva, repetir).
Paciente: “Claro es que ya sé que el tabaco me
ahoga, y me perjudica mucho, y creo que al final
Explorar el nivel de autoestima y de autoefica- me va a matar”.
cia y, si es posible, el nivel de locus de control Profesional: “Veo que esto le preocupa” (escucha
interno. reflexiva: sentimientos).
Reestructurar las creencias de ineficacia y los Paciente (tono de preocupación): “Claro que sí, la
sentimientos de inferioridad o de falta de con- verdad es que a veces creo que debería hacer al-
trol interno, de manera práctica a partir de sus go” (afirmación de automotivación).
experiencias vitales previas: será difícil encon- Profesional: “A veces piensa que debería dejarlo”.
trar alguien que no haya tenido experiencias de Paciente: “Sí, es que no me gustaría acabar como
éxito. mi padre, de hecho me acuerdo a veces de él, de
Empezar por propósitos relativamente fáciles lo que se ahogaba...”.
de conseguir para poder fortalecer este senti- Profesional: “Es decir, si lo entiendo bien me co-
miento de autoconfianza en sus propias fuer- menta, en relación con el tabaco, que le preocupa
zas. por su salud, especialmente porque no querría
Aportar elementos de resolución de situacio- acabar como su padre, y que cuando no se en-
nes concretas. Mostrar cómo otros en las mis- cuentra bien es capaz de fumar menos ¿es así?”
mas circunstancias lo han conseguido. Provo- (resumen).
car la verbalización y consolidación de los ele-
mentos más racionales. Veamos otro caso. José es un paciente de mediana
Mostrar de la manera más nítida posible los ob- edad que ya ha sido atendido en otras ocasiones
jetivos de salud respecto a la nueva conducta. por distintos motivos, habiéndose detectado un pro-
blema de consumo excesivo de alcohol (60 g/día)
así como problemas laborales relacionados con es-
Veamos un ejemplo; volvamos al caso de Fernando, te. Hoy acude con la revisión de empresa en la que
el paciente fumador que viene de nuevo a la consul- se detecta un aumento de la GGT (75 UI/l). Se pro-
ta (v. Protocolo Entrevista motivacional: parte I). duce el siguiente diálogo:
%FTQVÊTEFMBFYQMPSBDJÓOGÎTJDBZMBBOBNOFTJTTP-
bre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica: Profesional: “En los análisis lo que se aprecia es
una alteración en el hígado, me parece que ya lo
Profesional: “Del pecho está mucho mejor y pode- vimos en otra analítica, ¿es así?” (pregunta abierta).
mos empezar a reducir la medicación. ¿Le parece José (desviando la mirada): “Sí, me comentó que
bien que hablemos del tabaco?”. tenía el hígado inflamado...”.

18
FMC – Protocolos

Profesional: –silencio– Informar y aconsejar


José: “Sí, me comentó lo del alcohol”.
Profesional: “Lo del alcohol” (escucha reflexiva: re-
petición). Tratándose de un enfoque centrado en el paciente
José (inquieto): “Sí, me dijo que bebía demasiado y a veces se llega a la conclusión errónea de que ja-
que eso me perjudicaba”. más se debe informar ni aconsejar. Hay ocasiones
Profesional: “Y usted ¿cómo lo ve?” (pregunta en las que definitivamente resulta apropiado infor-
abierta). mar y aconsejar, por ejemplo si el paciente así lo pide.
José: “Hombre, yo sé que el alcohol perjudica al Hay, no obstante, dos importantes diferencias res-
hígado y que a veces me paso, pero normalmente pecto a lo que se hace en el estilo directivo ofre-
no bebo mucho y me encuentro bien” (ambivalen- ciendo un consejo de experto no solicitado. En pri-
mer lugar es que siempre se comenta una preocu-
cia).
pación o se ofrece información y consejo con
Profesional: “Es decir ve que no bebe mucho pero
permiso del paciente. A la hora de manejar esta si-
aun así piensa que le perjudica” (escucha reflexiva:
tuación hay distintas alternativas y posibilidades:
refrasear).
José: “¿Es cómo si mi hígado tolerara peor el alco-
Nos piden información. La forma más simple es
hol?”. cuando el paciente nos pide información o consejo.
Profesional: “Pues algo así, pero a partir de esto A pesar de eso, todavía debemos preguntar al pa-
¿qué cree que debe hacer?” (pregunta abierta). ciente qué sabe antes de darle información, o qué
José: “No sé, pero esto es peligroso” (afirmación piensa hacer, antes de dar consejo.
de automotivación).
Profesional: “Le veo preocupado” (escucha reflexi- Queremos dar información. Otra forma consiste
va, sentimiento). en pedir permiso para informar. Esto refuerza la au-
José: “Es que lo del hígado es muy peligroso”. tonomía del paciente y su implicación en el cuidado
Profesional: “Peligroso” (escucha reflexiva: repeti- de su salud. También reduce su resistencia.
ción).
José: “Claro, tener el hígado mal es muy malo...”. Tenemos que dar información. A veces nos senti-
Profesional: “¿En qué otro aspecto le preocupa lo mos en la obligación de dar información y no pode-
del alcohol?” (pregunta abierta). mos arriesgarnos a pedir permiso y que el paciente
José: “Por lo del trabajo”. nos diga que no. Hay tres formas de hacerlo:
Profesional: “Por lo del trabajo” (escucha reflexiva:
repetición). 1. Anunciarlo: “Hay algo que tengo que decirle...”.
José: “He tenido problemas con el carnet de con- 2. Preguntar: “¿Quiere que le informe ahora o hay
ducir porque me han retirado puntos... y yo trabajo algo de lo que prefiere hablar antes?”. Esto implica
con el coche...”. que más pronto o más tarde vamos a darle la infor-
Profesional: “Y esto le afecta” (escucha reflexiva: mación, pero le da un margen de maniobra al pa-
ciente.
sentimiento).
3. Introducir la información o el consejo con un co-
José: “Claro, mi familia depende de mi trabajo, y si
mentario que reconozca la autonomía del paciente:
me retiran el carnet no podré trabajar...”.
“No sé qué pensará de lo que le voy a decir, pero...”.
Profesional: “Por lo que veo, el asunto del alcohol
le preocupa por su salud, especialmente por el hí-
Ofrecer alternativas. Hay que ofrecer alternativas
gado, y también por el tema del trabajo ¿es así?” siempre que sea posible. Cuando se ofrecen varias
(sumario). opciones hay que hacerlo de forma simultánea. Si
José: “Sí, la verdad es que alguna cosa debería se presentan de una en una, y el paciente las va re-
hacer” (automotivación). chazando, entramos en una discusión en la que el
Profesional: “Alguna cosa” (escucha reflexiva: re- reflejo corrector nos hace discutir a favor del cam-
petición). bio, mientras el paciente discute en contra de dicho
José: “Sí, así no puedo seguir, pero por otro lado cambio. Es siempre mejor ofrecer varias opciones y
me gusta tanto...” (ambivalencia). pedir al paciente que elija una.
Profesional: “Entiendo, y debo agradecerle la sin-
ceridad que tiene al contarme lo que el alcohol sig- Hablar sobre lo que otros hacen. Cuando la in-
nifica para usted” (restructuración positiva). formación contiene implicaciones para pasar a la

19
FMC – Protocolos

acción hay que considerar la posibilidad de expo- “Eso está muy bien”
ner cómo esto ha afectado a otros pacientes y evi- “Cada vez se siente más seguro de poder hacerlo”
UBS TVHFSJS MP RVF FM QBDJFOUF UJFOF RVF IBDFS %F
esta forma evitamos que aparezca el reflejo co- Hacer decisión balanceada, que significa indicar
rrector y los pacientes tienen la libertad de decir lo los aspectos positivos y negativos de ambas con-
que funcionaría en su caso en forma de frases de ductas, de cambio o de mantenimiento, que el pa-
cambio. ciente haya explicitado:

Evaluar-proporcionar-evaluar (EPE). Es la forma “Dice que beber alcohol tiene cosas buenas co-
de informar más acorde con los principios de la EM: mo... y otras malas como...”
“Dice que no beber tiene de positivo... y de negati-
r &O QSJNFS MVHBS FWBMÙB MP RVF MPT QBDJFOUFT EF- vo...”
sean y quieren conocer, además del significado
que la nueva información tiene para ellos. Esta for- Provocar la elaboración pidiendo ejemplos con-
ma pone énfasis en la implicación activa del pa- cretos y específicos, clarificando el cómo, cuán-
ciente en su salud y aumenta la motivación para el do, etc.:
cambio de conducta. Comienza con una pregunta
abierta para focalizar la información que desea el “Entonces ¿cuándo empezará a medirse las gluce-
paciente. Podemos preguntar: “¿Qué le gustaría sa- mias?”
ber de...?”, “¿Qué sabe sobre...?”. “¿Cómo piensa reducir el consumo de sal?”
r -BTFHVOEBQBSUFEFMDJDMP&1& QSPQPSDJPOBS
SF-
quiere que obtengamos permiso del paciente para Utilizar los extremos imaginando la peor de las
dar esa información. Si hemos preguntado antes consecuencias posibles:
qué es lo que le gustaría saber, ya nos está dando
permiso al responder a la pregunta. Si hemos co- “¿Qué piensa que es lo peor que podría pasarle si
menzado con la pregunta “¿Qué sabe de...?” pue- continuase sin controlar su tensión arterial?”
de que la respuesta del paciente lleve implícita la
demanda de más información. En caso de duda Mirar hacia atrás y/o hacia delante. Visualizar con
siempre podemos pedir permiso: “¿Le gustaría que el paciente cómo era antes de adquirir el hábito y/o
le contara más cosas de...?”, “Tengo una preocu- cómo se encontrará después de abandonarlo:
pación acerca de su estado ¿le gustaría escuchar-
la?”, “Tengo una idea sobre algo que podría serle “¿Recuerda cómo le iba en su casa con su familia
útil ¿quiere que se la explique?”. antes de empezar a beber?”
r -B UFSDFSB QBSUF EFM &1& DPOTJTUF FO VOB OVFWB “¿Imagina cómo se sentirá (o cómo será su vida)
pregunta abierta para evaluar la respuesta del pa- cuando lleve un año sin beber?”
ciente a la información que le acabamos de dar:
“¿Qué le parece lo que le he contado?”, “¿Qué im- Explorar valores realmente importantes para la vi-
portancia tiene esto para usted?”, “¿Cómo cree us- da del paciente:
ted que encaja esto en su situación?”, “¿Hay algo
más que le gustaría saber?”. O bien en una afirma- “¿Cuáles son las cosas que más le importan en su
ción que devuelve el foco al paciente como último vida?”
responsable de la decisión: “En todo caso, es us- “Si le preguntase a sus amigos íntimos que es lo
ted quien está en la mejor posición para decidir si que más le importa a usted en la vida, ¿qué piensa
esto funcionará en su caso”. que dirían?”
“Suponga que le pido que me describa los objeti-
vos que guían su vida, ¿cuáles diría usted que son
Técnicas para elevar los más importantes?”
el nivel de conciencia Utilizar la paradoja, hacer de abogado del dia-
respecto al cambio blo. Esta técnica puede ser desbloqueadora de si-
tuaciones aparentemente irresolubles pero es bas-
Reforzar de forma verbal y no verbal (mirando al tante arriesgada. Requiere adiestramiento y no
paciente con cara de aprobación/satisfacción) las puede utilizarse con cualquier persona ya que pre-
afirmaciones de automotivación del paciente: cisa un cierto nivel de autoestima. Al ponerse el

20
FMC – Protocolos

profesional del lado de los argumentos del paciente ma, por ejemplo en una adicción del paciente, este
este puede observar “desde fuera” lo absurdo de su se distanciará y se pondrá a la defensiva.
situación. Tipos de intervenciones paradójicas son:
Culpabilización: desaprovechar tiempo y energía
“No creo que valga la pena que lo intente.” en analizar de quién es la culpa del problema pone
“Por lo que dice, probablemente en este momento al paciente a la defensiva. La culpa es irrelevante y
lo más acertado es que siga bebiendo lo mismo.” conviene afrontarla con reflexión y reformulación de
las preocupaciones del paciente.

Trampas que hay que evitar


Reactancia psicológica
Hay varias trampas que interfieren rápidamente en La reactancia (habitualmente etiquetada de resis-
el progreso del paciente hacia el deseo del cambio. tencia) está muy relacionada con el tipo de interac-
Son maneras de encarar la entrevista que generan ción profesional-paciente. Las resistencias apare-
resistencias en el paciente. cen siempre que se intenta un proceso de cambio y
ponen de manifiesto la dificultad para conseguirlo.
Pregunta-Respuesta: significa formular preguntas Una estrategia inadecuada al estadio motivacional
que el paciente responde con frases cortas y sim- del paciente o errores como los mostrados anterior-
ples. Implican una interacción entre un experto activo mente las alimentan y las fortalecen, hasta el punto
y un paciente pasivo y no facilita la reflexión y elabo- de disuadir al paciente de intentar nada.
ración por parte del paciente. Se evita con preguntas Algunas causas de reactancia psicológica son las
abiertas y escucha reflexiva. Como norma general siguientes:
conviene evitar el formular dos preguntas abiertas
seguidas: se trata de dar tiempo al paciente para r &M QSPGFTJPOBM OP IB FWBMVBEP TVGJDJFOUFNFOUF MB
contestar antes de formular la siguiente pregunta. perspectiva del paciente a la hora de tomar una de-
cisión.
Confrontación-Negación: es lo más frecuente y la r &MQBDJFOUF QFSDJCFRVF TVSFMBDJÓODPO FM QSPGF-
trampa que más nos interesa evitar. Cuanto más sional está mediatizada por la consecución de un
enfrentemos al paciente con su situación, más re- cambio.
sistente y reacio al cambio se mostrará, con res- r &MQBDJFOUFOPIBEFTBSSPMMBEPVOBTVGJDJFOUFQFS-
puestas del tipo: “No creo que sea tan serio el pro- cepción (toma de posición) del problema que le
blema porque olvide cosas cuando bebo”. permita adoptar una decisión.
r 1BDJFOUFTRVFBEPQUBOVOQBUSÓOEFDPOEVDUBQB-
Trampa del experto ofrecer, con la mejor inten- sivo-agresivo.
ción, respuestas y soluciones al paciente que le lle- r &MQBDJFOUFTFWFJODBQB[EFUPNBSVOBEFDJTJÓO
van a asumir un rol pasivo totalmente contrario al por circunstancias psicológicas, por ejemplo, frente
enfoque de la EM. a situaciones que ejerzan en él una fuerte presión
(familiar, laboral, etc.).
Etiquetaje: clasificar a un paciente por un hábito
con etiquetas que, a menudo, acarrean un cierto ti- La resistencia puede ser verbal o no verbal. Y pue-
po de estigma en la gente: “Eres alcohólico”. Los de agruparse en diferentes categorías:
problemas se pueden analizar sin necesidad de po-
ner las etiquetas que provocan resistencias innece- r "SHVNFOUBSEFTBGJBS EFWBMVBSPBHSFEJSBMQSPGF-
sarias. sional.
r *OUFSSVNQJSDPSUBSPOPEFKBSBDBCBS
Focalización prematura: centrarse de manera pre- r /FHBSNJOJNJ[BS FYDVTBSTF NPTUSBSTFQFTJNJTUB
matura en lo que al sanitario le parece más impor- r *HOPSBSGBMUBEFBUFODJÓO OPSFTQPOEFS DBNCJBS
tante mientras el paciente desea hablar sobre otros de tema.
temas que le preocupan y que son más amplios. Es
importante evitar implicarse en una lucha sobre qué Estas resistencias son normales en las fases inicia-
tema es más apropiado para iniciar la entrevista y el les de la entrevista, pero su persistencia por falta
empezar con las preocupaciones del paciente facili- de abordaje puede estropear todo el trabajo de to-
ta la tarea. Si intentamos centrar rápidamente el te- ma de decisiones por parte del paciente.

21
FMC – Protocolos

Tareas y estrategias r "EPQUBS VOB BDUJUVE EF FTDVDIB BUFOUB EFTBSSP-


llar habilidades de apoyo narrativo; observar la con-
adaptadas a los estadios ducta no verbal que desarrolla el paciente.
del cambio r &WJUBSMBTUSBNQBTBOUFTEFTDSJUBT
r &WBMVBS MPT DPOEJDJPOBOUFT RVF QFSNJUFO BM QB-
ciente mantenerse en la actual conducta: hacer un
El lema general es no adelantar nunca al paciente ni mapa de creencias.
forzarlo a que tome decisiones precipitadas. Para r &WJUBSMBTQSJTBTQBSBJOGPSNBSPMMFHBSBBDVFSEPT
esto es fundamental vencer nuestra ansiedad res- prematuramente.
pecto a tener que hacer algo enseguida y a obtener r 'BWPSFDFSMBTEVEBTFOFMQBDJFOUFQBSBJOFTUBCJ-
SFTVMUBEPTFWJEFOUFTSÃQJEBNFOUF%FCFNPTUSBCBKBS lizar su reactancia; así, por ejemplo, si el paciente
la motivación de los pacientes desde una perspecti- lo tiene muy claro contraargumentando, no convie-
va estadio-específica y no solo desde la considera- ne aportar nuevos argumentos.
ción de un cambio hacia el estadio de acción4-10. r &YQMJDJUBS RVF MBT EFDJTJPOFT GJOBMFT MBT UPNB FM
propio paciente.
r /P QMBOUFBS  JNQMÎDJUB P FYQMÎDJUBNFOUF  RVF MB SFMB
Estadio de precontemplación ción asistencial conlleva la obligatoriedad de un cambio.
r $SFBSFMDMJNBEFSFMBDJÓOOFDFTBSJPQBSBNBOUF-
ner una mutua confianza, independientemente de
La persona no considera la conducta motivo de los resultados obtenidos.
preocupación aunque personas de su entorno cerca- r "QSFOEFS B BDFQUBS MBT MJNJUBDJPOFT EF OVFTUSP
no puedan estar sufriendo las consecuencias. En es- trabajo y las posibilidades de cambio de muchos de
ta fase podemos intentar, previa creación de un clima nuestros pacientes, evitando sin embargo actitudes
adecuado, incrementar el nivel de contradicción para de desresponsabilización.
que afloren motivos de preocupación. Hay que evitar
la reactancia, la información no solicitada y la peti- En esta fase, la primera tarea que debe realizarse
ción de cambios prematuros, y es importante aprove- es posicionar al paciente, lo que implica empezar a
char el momento y la oportunidad de intervenir. hacer tres cosas de entrada:
En esta fase conviene, en primer lugar, que el pro-
fesional esté atento a la conducta verbal y no ver- 1. Ayudar a que el paciente priorice el hábito del
bal que pueda indicar resistencia: que se va a hablar.
2. Estudiar este hábito y, paralelamente,
r &MQBDJFOUFQBSFDFUFOFSVONFOPSJOUFSÊTQPSIB- 3. Elaborar un mapa de las creencias de la persona
blar del tema en cuestión y realiza menos preguntas. respecto al hábito en cuestión.
r 4F NBOUJFOF VO NFOPS DPOUBDUP WJTVBM BOUF MBT
sugerencias u órdenes del profesional. Pueden Poco a poco se va produciendo un fenómeno: el
aparecer microexpresiones faciales de desagrado. paciente va adquiriendo consciencia sobre los fac-
Se incrementan los movimientos adaptadores. tores que influyen en su conducta no deseada, y al
r &TGSFDVFOUFMBBQBSJDJÓOEFMQBUSÓOEFSFTQVFTUB mismo tiempo va aumentando la percepción de que
“sí... pero...”. El paciente incrementa el número de puede con ella. Va –como si dijéramos– cargando
dificultades (excusas) para facilitar el cambio. de gasolina el motor del cambio: la motivación.
r -B SFBDUJWJEBE EF MB FOUSFWJTUB QVFEF JODSFNFO- Las preguntas abiertas y los sumarios estimulan las
tarse. El profesional tiene la percepción de incapa- afirmaciones de preocupación del paciente: el pro-
cidad para cambiar las cosas. fesional recompensa estas afirmaciones de preocu-
r &MQBDJFOUFQVFEFDFOUSBSTVBHFOEBEFDPOTVMUB pación con frases reflexivas.
por “otros motivos” más neutros (recetas, partes de En contrapartida, cuando el paciente explica razo-
baja, etc.). nes para no cambiar, el profesional sigue una escu-
r -B SFMBDJÓO BTJTUFODJBM QVFEF EFUFSJPSBSTF TJ FM cha activa dirigiendo la conversación con técnicas
paciente no logra los objetivos propuestos. La frus- que reestructuren las creencias, con el fin de esti-
tración a la larga llega a dominar el encuentro. mular afirmaciones de preocupación.
Paralelamente, el profesional debe estar atento al ni-
Frente a ello podemos establecer algunas pautas vel emocional del paciente para poder reforzar su au-
de orden práctico que nos permitan soslayar, al me- toestima y sentido de autoeficacia, al mismo tiempo
nos en parte, dicho fenómeno: que reconoce las resistencias que vayan surgiendo.

22
FMC – Protocolos

Los pacientes en estadio precontemplativo pueden el discurso del paciente aquellas razones para no
ser de diversos tipos: cambiar “de momento” asumiendo los riesgos de su
conducta, de las racionalizaciones para no hacerlo.
1. Precontempladores reluctantes (“... ¿qué bebo Las intervenciones que parecen más útiles en es-
demasiado...?, es la primera vez que me lo di- tos casos se basan en desarrollar una escucha em-
cen...”): son aquellos que por falta de conocimiento pática (es decir, sin hacer juicios valorativos) y la
o por inercia no desean considerar el cambio, y no aplicación de una escucha reflexiva. Particularmen-
tanto por una actitud resistente a este. La estrategia te recomendables son las reflexiones hacia ambos
más aconsejada para su abordaje es ofrecer feed- lados del problema.
back con empatía. Por tanto, las estrategias generales de actuación
2. Precontempladores rebeldes (“... que deje de con los pacientes precontempladores se basan
fumar... que haga dieta.., ya solo faltaba que me principalmente en: crear un clima adecuado, evitar
prohibieran ir al cine...”): se muestran con una cier- las resistencias, aumentar el nivel de contradicción,
ta hostilidad y resistencia al cambio. Hay una ten- proporcionar información si la precisa, evitar dar in-
dencia a argumentar mediante preguntas, resistién- formación y solicitar cambios prematuramente, y
dose a seguir cualquier recomendación. Se trata de aprovechar el momento de oportunidad para actuar.
actuar con mucha cautela a la hora de utilizar cual- El estadio precontemplativo debe ser observado
quiera de las estrategias que tenemos a nuestro al- no como una situación irresoluble, sino como una
cance. Entre las mismas destacaríamos: clara oportunidad para hacer aflorar motivos de
preocupación. Una vez que el paciente empiece a
r3FGMFYJPOFT TJNQMFT BNQMJBEBT IBDJBBNCPTMBEPT
 verbalizar motivos de preocupación ya podemos
r.PTUSBSTFEFBDVFSEPDPOQFRVFÒPTNBUJDFT afirmar que entramos en el estadio de contempla-
r&OGBUJ[BSFMDPOUSPMZMBDBQBDJEBEEFFMFDDJÓOQFS- ción.
sonal.
r3FTVNJSMBJOGPSNBDJÓOEBEBQPSFMQBDJFOUF
r6UJMJ[BSQBSBEPKBTUFSBQÊVUJDBT NFEJBOUFMBiQSFT- Estadio de contemplación
cripción del problema”).

3. Precontempladores resignados (“... ¿el taba- Aquí el paciente considera el problema y la posibili-
co?..., en este tema ya me doy por vencido...”): dad del cambio, pero la ambivalencia puede cronifi-
aquellas personas que aun teniendo razones para car este estadio y hacerlo muy frustrante. Nuestra
cambiar se ven incapaces de hacerlo. No ven nin- actuación se centrará en desarrollar estrategias
guna posibilidad de cambio ya que se encuentran adecuadas para moverlo hacia la determinación sin
sobrepasados por el problema. Podríamos calificar- olvidar que la toma de decisiones la hace el propio
los como “fracasados crónicos”. Manifiestan una individuo y no tanto por la información recibida. Las
pérdida de confianza y de control sobre el proble- estrategias más adecuadas parecen las técnicas
ma. Un mensaje frecuente es que “han llegado de- de apoyo narrativo y tienen como finalidad aumen-
masiado tarde para cambiar”. En estos casos con- tar la disonancia cognitiva del paciente, es decir la
viene proporcionar mensajes esperanzadores y ex- discordancia entre conocimientos y conducta, den-
plorar las barreras para el cambio si deseamos que tro de un clima empático, ya que la persona se en-
el paciente muestre alguna motivación para llegar a cuentra más receptiva a conectar con las implica-
un estadio contemplativo. ciones personales que comporta el cambio.
4. Precontempladores racionalizadores (“... sí, En esta fase, además de todo lo comentado en la
sí, pero yo he leído que las pastillas del azúcar son fase de precontemplación, resultan útiles el diario
muy peligrosas...”): son los que desarrollan una de salud y la hoja de balance.
gran cantidad de razones de por qué el problema
no es un problema, o lo es para los demás pero no
para ellos. Las resistencias del precontemplador ra-
Diario de salud
cionalizador aparecen fundamentalmente por sus Es un registro sistemático de la frecuencia con la
creencias y no tanto en las emociones. que se produce una conducta así como otros as-
pectos relevantes relacionados con ella. El diario
Sospecharemos su presencia cuando la interacción de salud puede ayudar a los pacientes a aumentar
comience a parecerse más a un debate que a una su percepción sobre sus patrones de conducta y
entrevista clínica. Es importante distinguir durante sus consecuencias; permite ver las pautas y el es-

23
FMC – Protocolos

tilo de vida de la persona y obtener información das: preguntas abiertas, escucha reflexiva, rees-
que nos permita proponer cambios específicos en tructuración positiva, sumarización y afirmaciones
sus hábitos. Es más útil y preciso si se refiere a de automotivación.
cortos espacios de tiempo y se recoge informa-
ción diaria.
Se puede llamar automonitorización y puede ayu- Estadio de determinación
dar a incrementar la autopercepción de lo que está
pasando y en el momento en que pasa. Por ejem-
hacia el cambio
plo, se podría monitorizar la ingesta de grasas me-
diante la anotación de cada cosa que se come dia- Aunque se haya decidido iniciar el cambio, la ambi-
riamente a lo largo de una semana o bien se pue- valencia no suele estar totalmente resuelta. Tene-
den anotar los cigarrillos fumados, la ingesta de mos que evitar las prisas aunque resulte tentador
bebidas alcohólicas o el ejercicio realizado. insistir en esta fase. Conviene evaluar la intensidad
La estrategia de abordaje consiste en tratar al pa- y el nivel de compromiso para el cambio: ¿existe
ciente como alguien que puede tomar sus propias una valoración realista, por parte del paciente, de
decisiones sobre su salud. Se respetarán las opi- las dificultades presentes? Tras valorar que haya in-
niones del paciente y las decisiones que tome. dicadores de cambio y que el paciente lo haya ver-
balizado, podemos colaborar con él en la elabora-
ción de un plan de acción aceptable, con objetivos
Hoja de balance concretos, útiles, alcanzables y medibles a corto
La hoja de balance sirve para clarificar al máximo plazo (¿suprimir la ingesta de alcohol o disminuir-
las dificultades y los beneficios sobre aspectos la?). El hecho de que el paciente verbalice su com-
concretos de una determinada conducta de salud y promiso de cambio aumenta las posibilidades de
de cualquier cambio. En su forma más sencilla es éxito.
una hoja de dos columnas con razones para cam- El primer problema es saber cuándo el paciente ya
biar y razones para no cambiar. Es útil dividir la ho- está preparado para el cambio: en este punto, el
ja en apartados sobre diferentes aspectos biopsico- paciente abre una ventana al cambio que no siem-
sociales. Rellenar una hoja de balance es una tarea pre estará abierta. En este momento, el profesio-
colaborativa (tabla 5). nal ha de estar muy atento a la aparición de ele-
Estas técnicas permiten al paciente ampliar la mentos verbales y no verbales que sean indica-
consciencia sobre su hábito, incrementar el nivel de dores de que el paciente está preparado para el
conflicto y comenzar a pensar seriamente en cam- cambio: disminuyen las resistencias y las pregun-
biar. Para comentar con el paciente los resultados tas sobre el problema; comienzan a aparecer fra-
de las mismas se utilizan las técnicas ya conoci- ses de cambio y afirmaciones de automotivación y

Tabla 5. Hoja de balance

En contra del cambio: A favor del cambio:


razones para seguir igual razones para cambiar
Aspectos físicos
Estado de ánimo
Vida familiar
Relaciones sociales
Aspectos legales
Trabajo
Aspectos económicos
Tiempo libre
Aspectos lúdicos
Efectos sobre confianza

24
FMC – Protocolos

a surgir preguntas sobre el cambio; el paciente se ños cambios en un problema pueden producir be-
muestra dispuesto a iniciar el cambio, contempla el neficios en otras esferas de la vida del paciente,
futuro que le espera con la nueva conducta e inicia siendo incluso catalizadoras de cambios más pro-
experimentos de cambio. fundos.
Puede parecer que cuando el paciente quiere cam- Cuando hay discrepancias entre dejar o reducir un
biar ya todo es muy sencillo, pero hay ciertos ries- hábito tóxico, antes de imponer un criterio es mejor
gos que no debemos olvidar: infraestimar la ambi- proponer alternativas, como:
valencia, prescribir un plan inaceptable para el pa-
ciente y la falta de dirección. r /FHPDJBSVOQFSÎPEPEFQSVFCBEFBCTUJOFODJB
r 1SPDFTP HSBEVBM EF EJTNJOVDJÓO IBDJB MB BCTUJ-
r &NQF[BSIBDJFOEPVOTVNBSJPTPCSFMBTJUVB- nencia.
ción del paciente, que también tiene como efecto r 1FSÎPEPEFQSVFCBEFNPEFSBDJÓO
señalar que comienza esta fase de la entrevista.
Este resumen debería incluir tanto las percepciones
del paciente como la ambivalencia y los riesgos del
Opciones del cambio
problema. Una vez definidas las metas, hablaremos de cómo
r %FTQVÊT EFM TVNBSJP TF VUJMJ[B VOB QSFHVOUB conseguirlo. Se debe valorar lo siguiente:
activadora, para que el paciente piense y hable so-
bre el cambio. Las preguntas activadoras preten- r &TJNQPSUBOUFFTDPHFSVODBNJOPBQSPQJBEP
den que el paciente verbalice el cambio. Si no se r " QFTBS EF MPT FTGVFS[PT EFM QSPGFTJPOBM  FM QB-
siente preparado, deberíamos volver a explorar sus ciente puede no escoger el camino que pensamos
ideas o dudas, o precisaríamos de otra cita, dejan- que es mejor para él.
do un espacio de tiempo para madurar su decisión. r %FCFQSFQBSBSTFBMQBDJFOUFQBSBRVFFTUPOPMF
Es frecuente que en esta fase el paciente pida in- desanime.
formación u opiniones al profesional. Aquí conviene r 4FEFCFODPOPDFSMPTSFDVSTPTEJTQPOJCMFT
recordar lo ya explicado respecto a cómo informar y
aconsejar. Al describir diferentes alternativas:
r &MBCPSBSZOFHPDJBSVOQMBO, que debería incluir
las metas, las opciones y el plan para cambiar. r &YQSÊTFTFEFGPSNBDPNQSFOTJCMF
r &WJUFFMBSHPUUÊDOJDP
r "DMBSFQSJNFSPMBTPQDJPOFTZOFHPDJFEFTQVÊT
Metas del cambio r 7BMPSFDPOFMQBDJFOUFMBWJBCJMJEBEEFMBTPQDJPOFT
Lo primero es conocer claramente las metas u ob-
jetivos hacia los que se dirige el paciente. Se utili-
zan preguntas activadoras, como:
Concretar el plan
Para negociar el plan es preciso elaborar un cami-
“¿Cómo le gustaría que fueran las cosas para ser no para trabajar con el paciente. Para llegar a con-
distintas?” cretar dicho plan conviene que durante la entrevista
“¿Qué quiere cambiar?” el paciente haya contestado con claridad a las si-
“¿Por dónde quiere empezar?” guientes preguntas:

Es posible que las metas del paciente no coincidan r y$VÃMFTMBQSJODJQBMSB[ÓOQBSBDBNCJBS


con las del profesional, por ejemplo dejar o dismi- r y$VÃMFTMBQSJODJQBMNFUBEFMDBNCJP
nuir el consumo de alcohol. r y2VÊDPTBTQMBOFBIBDFSQBSBDPOTFHVJSMPTPC-
Las metas deben ser: útiles, concretas y asumibles. jetivos y cómo las prioriza?
El profesional debería ayudar al paciente a encon- r y2VÊQFSTPOBTQVFEFOBZVEBSMF
trarlas, pero sin imponerlas. Se puede dar un con- r y$VÃMFTFMQSJNFSQBTPRVFRVJFSFEBS
sejo, pero siempre es el paciente el que ha de es- r y2VÊOJWFMEFDPOGJBO[BTJFOUF
coger. Si somos muy insistentes, es más fácil pro-
vocar resistencia que acuerdos. Es preferible La base de la discusión es elaborar un plan que en-
mantener una alianza de trabajo y comenzar por caje con las metas, necesidades, intenciones y
objetivos que motiven al paciente. creencias del paciente.
Pensemos que las metas mal dirigidas pronto serán Para finalizar, debe hacerse un resumen del plan
insuficientes. También se debe valorar que peque- y conseguir un compromiso verbal del paciente.

25
FMC – Protocolos

Pueden utilizarse estrategias de la primera fase de blema, se van produciendo cambios biológicos
la entrevista para aclarar dudas o dificultades del neuronales. Las sinapsis fuertes ligadas a la con-
paciente propias de la ambivalencia. Es aconseja- ducta fuente de placer inmediato se van debilitando
ble hacer público el compromiso a la pareja (o a y facilitan que la nueva manera de actuar se estabi-
otras personas), pero siempre con permiso del pa- lice. Este proceso es lento y conlleva, como es sa-
ciente. También es conveniente, si el paciente lo bido, que se prolongue durante muchos meses o
quiere, comunicarlo a otros profesionales que tam- incluso años. Además, es también conocido que
bién lo controlen. basta la repetición del antiguo comportamiento
A pesar de que el paciente entre en estadio de cam- unas pocas veces para que las vías sinápticas tro-
bio, las estrategias de la EM no se han de dejar, en- queladas anteriormente se reactiven con la misma
tendiendo que la ambivalencia puede seguir presente. energía anterior. El ansia por la antigua conducta
vuelve a intensificarse especialmente en situacio-
nes análogas en las que se producía el hábito. Por
Estadio de acción consiguiente, el nuevo hábito solo se puede consi-
derar consolidado cuando la persona se ha ex-
puesto a situaciones que estaban asociadas con la
Aunque el paciente suele referir que siente que antigua conducta y ha respondido de una manera
ahora está tomando el control de su vida, este es diferente. Es decir, un nuevo hábito más inteligente
un momento muy estresante y duro de sobrellevar, sustituye al anterior conforme el grado de tentación
por lo que suele ser necesaria una ayuda práctica y va disminuyendo, y paralelamente va aumentando
FNPDJPOBM%FCFNPTJODSFNFOUBSFMTFOUJEPEFBV- la confianza en poder afrontar cualquier situación.
toeficacia del paciente y podemos ofrecerle infor- Cuando se inicia el intento de cambio, la motivación
mación sobre otras maneras que hayan tenido éxito normalmente es alta. Sin embargo, a medida que
en otros pacientes. Tanto en esta fase como en la pasan los días y las semanas, se establece una
siguiente hay que estar muy atentos para propor- tensión cada vez más fuerte entre la voluntad de
cionar apoyo, si fuera necesario, y minimizar la fre- continuar a pesar del sufrimiento y la tendencia ha-
cuencia de las recaídas. cia el antiguo hábito que le dará alivio inmediato. Y
aunque la persona conoce bien los beneficios de
su nuevo comportamiento, en un nivel profundo y
Estadio de mantenimiento emocional de su mente se va fraguando un impulso
cada vez más perentorio para volver hacia la anti-
gua conducta, todo ello fruto de mecanismos de
Muchas personas intentan hacer cambios saluda- homeostasis neuronal. El paciente experimenta
bles en sus vidas (dejar de fumar, de beber alcohol, flashes en los que se imagina fumando, comiendo o
hacer más ejercicio, etc.), con más o menos éxito. bebiendo, y se oye a sí mismo preguntándose: “¿y
Siempre ocurre que los primeros días, las primeras si lo probara?”, “¿qué experimentaría?”. Mientras
semanas, son las más difíciles de afrontar. Los que las antiguas conductas permanecen vivas en la
lo intentan honestamente suelen encontrarse en fantasía del sujeto como una fuente de placer, las
una situación bastante complicada. Han abandona- posibilidades de que vuelva a ellas son ciertamente
do una conducta que les producía recompensas in- altas. Es fácil deducir que, en esta fase, el individuo
mediatas en términos de placer y de reducción de habrá de concentrarse activamente en contrarres-
su ansiedad, y se encuentran luchando con una tar o minimizar estas ‘tentaciones’. Un fumador con-
nueva manera de comportarse que fundamental- tinúa haciéndolo en la medida en que saborea el
mente les produce malestar. El apoyo desde la tabaco recordando ‘aquel cigarrillo de después de
atención primaria puede ser clave en este momen- comer, con el café’.
to, pero a menudo los profesionales nos sentimos El punto crítico se produce cuando la línea de la in-
con dificultades para apoyar la decisión de cambio tensidad de la motivación para mantener el cambio
tomada por el paciente. Es habitual que intervenga- y la del ‘ansia por volver’ se encuentran en el tiem-
mos poco en esta situación, contentos porque el po. En todo proceso de cambio operan elementos
paciente ‘parece que lo quiere dejar’, o demos ‘con- de diversa índole, aunque generalmente nos situa-
sejos y ánimos’ de manera bienintencionada, según mos en el terreno más ‘irracional’ del individuo, y es
nos dicte el sentido común. obvio que el objetivo debe pasar por ayudar a reac-
En el estadio de mantenimiento, conforme desapa- tivar la motivación inicial para que las líneas no lle-
recen los estímulos que refuerzan la conducta pro- guen a cruzarse.

26
FMC – Protocolos

En primer lugar, es conveniente que cuando se


Tabla 6. Modelo de mensaje de apoyo para un
inicia el cambio de conducta, el paciente clarifi- paciente en fase de mantenimiento
que suficientemente su compromiso con dicho
cambio. Por consiguiente, se impone averiguar Apreciado Sr/a X.:
hasta qué punto el cambio que se intenta es profun-
En su última visita comentamos la importancia de
do o bien obedece al propósito durante unas sema-
llevar a cabo un plan para reducir o incluso cesar el
nas de ‘quedar bien’ ante la familia o el mismo pro- consumo de tabaco (alcohol...).
fesional de la salud. En otras palabras: hay perso- La cuestión clave, como ya sabe, es que la decisión
nas que dicen que van a dejar de fumar con la idea que usted ha tomado sea firme y se mantenga a lo
asumida (en un segundo plano, semiconsciente, si largo del tiempo.
se quiere) de regresar a su hábito en cuanto sea Si encuentra algún problema o necesita ayuda,
posible. Eso puede explicar en parte que un 70% puede llamarme al (número de teléfono) del centro.
Confío plenamente en que si desea abandonar
de los fumadores que lo dejan vuelven a retomar el
el consumo de tabaco (alcohol...), encontrará la
hábito en un plazo de 6 meses. manera de conseguirlo.
Le deseo el mayor éxito.
En esta entrevista, mediante un clima cooperati- Cordialmente,
vo, se promueve que la persona explique cómo
se encuentra, que nos describa cuáles son los Firmado
argumentos que justifican el cambio que intenta
y que haga balance de los pros y los contras de
seguir con la conducta actual, así como con los
de la ‘nueva’ (p. ej., “¿qué ventajas e inconvenien-
tes ve si continúa igual que ahora?”, “¿qué venta-
jas e inconvenientes observa con la nueva conduc- guimiento. En la tabla 6 se muestra una plantilla bá-
ta?”). Trabajar la ambivalencia permite tomar deci- sica, que se puede modificar en función de las ne-
siones de cambio firmes, tener sensación de cesidades.
control sobre sus actos y evitar un elevado porcen-
taje de recaídas. En esta fase nos encontramos A partir de la primera visita y del mensaje de
con frecuencia que la persona, fruto de un entu- apoyo, es recomendable pactar una serie de vi-
siasmo inicial en conversación con alguien signifi- sitas de seguimiento. Partiendo de los paradig-
cativo, se oye a sí mismo comprometiéndose a ha- mas de la entrevista clínica semiestructurada11 y del
cer cambios. Solo al cabo de un tiempo, cuando modelo de EM 2,12-17 vamos a desarrollar algunas
ese entusiasmo inicial se ha enfriado, se percata de técnicas de apoyo al paciente que se encuentra en
la dificultad en toda su extensión del compromiso fase de mantenimiento.
que ha adquirido. Por tanto, también conviene eva-
luar hasta qué punto el nivel de motivación verbal La primera precaución del profesional debe ser
es realista, y no llevado por una excesiva ilusión. no despertar la reactancia psicológica, que en
esta fase suele estar a flor de piel, de manera que
La mayoría de las recaídas se producen en las todo lo que se le diga o aconseje con la mejor in-
primeras semanas; por ello, es muy aconsejable tención del mundo sobre lo que debe o no debe ha-
proponer una visita de seguimiento a los pocos cer puede dar paso a la conducta inversa y ser la
días del inicio del cambio, mientras la motivación espoleta de la recaída. Por tanto, conviene evitar
continúa siendo alta. A poder ser, debería realizar- dar consejos, por buenos que estos nos parezcan.
se preferiblemente mediante una entrevista perso- Una manera más útil de gestionar estas consultas
nal o, en su defecto, también por vía telefónica. puede ser la de facilitar la expresión de dificultades
y sufrimientos que la persona va experimentando,
Algunos autores tienen buena experiencia con todo ello en un clima de aceptación y apoyo. El ob-
el envío de un mensaje (ya sea telefónico, por co- jetivo sigue siendo que se oiga decir a sí mismo
rreo electrónico u ordinario), en el que se reiteran frases de automotivación que permitan reacti-
los objetivos y el plan que se ha acordado con el var los mecanismos de su motivación interna
paciente. Este mensaje tendría varias utilidades: re- (tabla 7).
cuerda los puntos pactados, muestra al paciente el El éxito del mantenimiento de la nueva conducta
interés del profesional en su salud, trata de reforzar depende esencialmente de la progresiva extinción
sus expectativas de autoeficacia, y favorece el se- de la tentación y del aumento de la autoconfianza

27
FMC – Protocolos

Tabla 7. Técnicas de diálogo en la fase Tabla 8. Estrategias generales en la fase


de mantenimiento de mantenimiento
Clarificar sentimientos, conductas: “¿Cómo se Buscar compromisos exteriores: Grupo/familia
siente cuando alguien le ofrece tabaco?”;“¿qué
Siempre una visión optimista: “Bien por haber
hace cuando tiene ganas de beber una copa?”
hecho la mitad...”;“le felicito por el esfuerzo
Poner ejemplos: “Póngame un ejemplo de cómo realizado...”
piensa afrontar la situación de riesgo”
Siempre un objetivo in mente: “¿Cuál será el
Visualizar el peor de los casos: “¿Cómo se ve si siguiente paso?...”;“me comenta que el siguiente
las cosas continúan de la misma manera?” paso es...”;“mantener es tan importante o más que...”
Mirar hacia el pasado: “¿Cómo se recuerda antes Explorar ideas/conductas de recaída: “¿Alguna
de tener el hábito?” vez ha pensado/ha hecho?”
Mirar hacia el futuro: “¿Cómo se ve dentro de
un tiempo de haberlo conseguido?”;“¿cómo se
encontrará después de abandonarlo?” mantiene el control. Una manera de reforzar la
Indagar valores: “Me comentaba que su familia voluntad del paciente es poniendo a prueba la
se sentía afectada por el consumo de alcohol”; profundidad del compromiso de cambio. Se tra-
“¿hasta qué punto está dispuesto a sacrificarse ta de hacer visualizar al paciente situaciones
por mantener su trabajo?”;“¿qué le dicen sus hijos con un elevado nivel de ‘tentación’ (p. ej., “si
cuando pierde el control?”;“¿qué piensa cuando después de una cena con amigos todos encienden
tiene que mentir respecto al consumo de cocaína?” un cigarro rubio de la marca que tanto le gustaba a
usted, ¿qué haría?” o “está con los amigos en un
bar y todos toman una cerveza bien fría...”). La
EFMJOEJWJEVPFORVFQPESÃDPOTFHVJSMP%FFTUBGPS- identificación de las situaciones de ‘alto riesgo’
ma, la aparición de respuestas exitosas frente a las puede ayudar a prever los problemas y a preparar-
situaciones de alto riesgo de recaída tiene un pode- se, lo que permite un aumento de la autoconciencia
roso efecto en el mantenimiento y la posterior con- respecto al hábito, a la vez que se aprende a ser
solidación de la nueva conducta. Ello proporciona sensible a las señales específicas que desencade-
un notable incremento de las expectativas de au- nan el ansia por ‘volver a las andadas’. También im-
toeficacia para afrontar futuras situaciones de alto plica identificar lo que llamamos ‘comportamiento
riesgo de recaída. En el caso de recaídas aisladas asociado’, es decir, la conducta, los pensamientos
(los llamados resbalones), el paciente tiene nuevas o los sentimientos que precedían al hábito. Se han
posibilidades de aprendizaje para solventarlas en el descrito tres situaciones donde la posibilidad
futuro. de recaída es más elevada que resulta recomen-
En la tabla 8 se presentan algunas estrategias ge- dable comentar con el paciente en la primera visita
nerales adicionales adaptadas a esta fase, habi- de seguimiento:
tualmente empleadas por los profesionales de aten-
ción primaria y que han demostrado su eficacia. r 4JUVBDJPOFT RVF QSPWPDBO FNPDJPOFT OFHBUJWBT 
Realizadas en un clima cálido y de aceptación, son como enojo, enfado, aburrimiento, frustración o es-
percibidas por los pacientes como útiles y reconfor- trés.
tantes. r 4JUVBDJPOFT RVF QSPWPDBO FNPDJPOFT QPTJUJWBT
Al estar de buen humor y relajado, se baja la guar-
dia. Especialmente peligrosas son las celebracio-
Estrategias específicas nes y la actitud de ‘un día es un día’.
r 4JUVBDJPOFT FO RVF FM JOEJWJEVP WF DÓNP DJFSUBT
para acompañar y ayudar a personas, sobre todo las significativas (cónyuge,
consolidar con éxito un cambio amigos), adoptan la conducta antigua.
de hábito
Otro elemento relacional primordial en esta fase
Probar la profundidad del cambio es tranquilizar al individuo explicando que apa-
recerán ‘urgencias’ por volver al antiguo hábito
Se trata de que la motivación se reactive en cada y que estas son normales y previsibles, lo que
encuentro, facilitando que el paciente se compro- no quiere decir en absoluto que haya ausencia de
meta con el cambio oyéndose decir a sí mismo que motivación o ‘fuerza de voluntad’. Es deseable

28
FMC – Protocolos

aclarar también que esta ‘urgencia’ irá disminuyen- visita de aquí a tres semanas”. Si el sujeto muestra
do con el tiempo, si no se alimenta, hasta casi des- ideas ambivalentes sobre la necesidad de seguir
aparecer y/o hacerse muy manejable. Una vez con la nueva conducta, se le puede dar la razón
identificadas las situaciones de riesgo específicas aparente con una intención paradójica: “Le entien-
de su caso, se le puede pedir al paciente que haga do perfectamente, usted no ve los beneficios más
una lista de conductas preventivas para lidiar con la que en una hoja de papel donde hay números es-
urgencia, que evite ‘resbalones’ que pueden llevar critos. No sé por qué nos tendría que hacer caso,
a una recaída completa. francamente, le podría estar engañando”. Como ya
se ha comentado, este tipo de intervenciones sue-
len estimular una reacción contraria al paciente, y
Provocar la reactivación le hacen encarnar el rol que deseaba justamente
de la motivación atacar para convencerse de la inutilidad del esfuer-
Si notamos que al paciente le flaquean las fuerzas, zo. Se produce una inversión de roles, y ahora es él
es decir, que la motivación va decayendo, se ha de quien pasa a autoconvencerse y a convencernos a
procurar una reactivación de esta. Las herramien- nosotros. Usando esta técnica, conocida también
tas más útiles en atención primaria son: la técnica como “utilización de la paradoja”, se pretende en úl-
del refuerzo, la técnica de la provocación y la eva- tima instancia que el paciente busque (más) razo-
luación de la situación vital de la persona. nes para justificar la persistencia en el empeño del
cambio. Cuidado: esta técnica no deja de conllevar
cierta yatrogenia, pues podemos encontrarnos
Técnica del refuerzo reacciones conformistas (“en efecto, no seré ca-
La formulación general es resumir y devolver a paz”), o que asuman la depreciación implícita de su
grandes trazos lo conseguido hasta el momen- imagen (“el doctor me dice esto porque no confía,
to, seguido de una muestra de nuestros senti- y con razón, porque no seré capaz de hacerlo”).
mientos: “Ha conseguido casi normalizar aquella En todo caso se debe evitar el tono sarcástico y no
prueba del hígado que mostraba que la cosa no es aconsejable usar esta técnica frente a personas
iba por buen camino: la verdad es que estoy orgu- desconfiadas o con rasgos paranoides, pues ten-
lloso de usted (o, alternativamente, “podemos sen- dría un efecto claramente confrontativo.
tirnos orgullosos”; “realmente el esfuerzo que está
haciendo para cambiar las cosas es para felicitar-
le”). Es preferible no asumir como obvios estos co-
Evaluar la situación vital del individuo
mentarios. El paciente raramente se percata de los Una buena entrevista de seguimiento debe eva-
cambios obtenidos, por lo que un feedback del pro- luar el nivel de estrés por acontecimientos vita-
fesional consigue mantener la necesaria tensión les recientes. En muchos casos, la explicación de
que provoca el cambio. Otros refuerzos que tam- una recaída está en ellos. Una contextualización
bién contribuyen a mantener los ‘depósitos de moti- mediante el diálogo de la situación puede ‘quitar
vación llenos’ son del tipo: “está usted demostran- suficiente hierro’ como para evitar que la persona
do de lo que es capaz si se lo propone, le felicito”, reinicie la conducta indeseable (p. ej., “entiendo
o bien “lo que está haciendo no es fácil; no hay du- que con su situación laboral actual, solo le falta de-
da de que pone de su parte, y ese esfuerzo hay jar de fumar”). Por el contrario, si el entorno familiar
que aplaudirlo”. está actuando como facilitador del cambio, hay que
apoyarlo decididamente aunque de manera no di-
rectiva (p. ej., “me doy cuenta de que esto de no
Técnica de la provocación (‘abogado fumar está resultando difícil para usted. Piense en
del diablo’) el respeto que se está ganado en su mujer y entre
Esta técnica debe reservarse para los pacientes sus amigos y conocidos”).
con cierto grado de orgullo y que no se impli-
can a fondo (coraza cognitiva o coraza emocional,
denotada en comentarios irónicos o incluso cíni-
Preparar estrategias de afrontamiento
cos). También en pacientes con rasgos de per-
de crisis
sonalidad inmadura, negativista o pasivo-agre- Es habitual que los pacientes en los primeros días,
sivos. En tales casos, podemos hacer de abo- semanas y meses vayan elaborando un ‘arsenal’ de
gados del diablo: “A veces me pregunto si será racionalizaciones o de excusas para justificar los
capaz de mantener esta mejoría hasta la próxima traspiés en la nueva conducta o recaída: “Qué feliz

29
FMC – Protocolos

era antes de liarme con esta tortura”, “Ahora ya lo Aunque hay que evitar justificaciones de situaciones
controlo, me juego lo que sea a que soy capaz de futuras, en caso de mucho riesgo es recomendable
fumar solo dos al día”, “Sé que me enfrentaré me- dar un mensaje del tipo: “Lo más importante es que
jor a esto si tomo alguna cosa”. Estos pensamien- usted venga a la consulta independientemente de
tos (realmente cargados de emoción) son causa y que consiga o no alcanzar los resultados deseados”.
también efecto del malestar asociado a la abstinen-
cia. Son potentes ‘cantos de sirena’ que empujan al
individuo a reincidir en su conducta problema.
Evitación del efecto de transgresión
Si la persona está advertida y pertrechada contra
de la abstinencia
ellos, es posible combatirlos con garantías de éxito. El efecto de transgresión de la abstinencia es una
Esto requiere el ensayo con pensamientos que los respuesta emocional frecuente ante un ‘resbalón’
contrarresten, que pueden ser explicados en con- cuando hay un compromiso personal para el cam-
sulta, como por ejemplo: “Tomar una copa es una bio. Los sentimientos de culpa del tipo “lo he es-
excusa para volver a beber como antes. No necesi- tropeado todo”, “solo merezco estar en el fan-
to ponerme a prueba yo mismo”, “me parece que go” parecen predecir una decisión de abando-
en lugar de esto, llamaré a un amigo”. También nar el compromiso y volver a empezar con la
suele ser necesaria la evaluación de conductas al- conducta anterior. Para evitar este sentimiento
ternativas: “¿Qué tiene usted pensado hacer cuan- suele ser eficaz comentarlo anteriormente con
do la tentación apriete?”. El objetivo es aumentar el el paciente. El mensaje informativo debería conte-
conocimiento del paciente de estos fenómenos ner los siguientes puntos:
cognitivos y restablecer una sensación de autocon-
trol. r 6OEFTMJ[OPFTMPNJTNPRVFVOBSFDBÎEB
También resulta útil la escucha activa (p. ej., con r 6O ASFTCBMÓO QVFEF TFS VOB FYQFSJFODJB EF
señalamientos): “Parece que cada vez que discute aprendizaje y hay que considerarlo como tal.
con... se le hace casi imposible el no tomar una co- r 6TUFEOPUJFOFRVFTFOUJSTFDVMQBCMFEFMBSFDBÎ-
pa”; “le veo con poca confianza para seguir sin fu- da, pero sí es el responsable de volver a empezar.
mar si no es con sustitutos de la nicotina”; “se nota
especialmente relajado y teme recaer si sale con Aun previniendo con anterioridad todos los posibles
sus amigos”; etc. tropiezos con los que nos vamos encontrando, es
cierto que la mayoría de gente transita por las fa-
ses del cambio de una manera circular, es decir,
Preparar las recaídas recae y entonces vuelve a una fase contemplativa
A menudo, y a pesar de emplearnos a fondo, el in- y, si no se ha preparado bien, incluso a una fase
tento de cambio se malogra y el paciente recae. precontemplativa. Por tanto, y como comentába-
Dentro del modelo motivacional esto, lejos de mos antes, debemos evitar que nuestra propia
ser un fracaso, se considera simplemente un frustración ante la recaída de un paciente se
paso más hacia la consecución futura del cam- convierta en agresividad, manifestada en forma
bio. Para conseguir que la persona asuma este de recriminaciones, o incluso con pensamientos o
mensaje hay que estar atentos a las señales indica- conductas de desresponsabilización (“con este pa-
tivas de que el peligro de recaída es real e inminen- ciente no hay nada que hacer”).
te, estar preparados como profesionales (no mos- Una segunda cuestión es la de adecuar estrategias
trar irritación, frustración o agresividad por el fraca- distintas a los diferentes niveles de peligro de recaída:
so) y preparar asimismo al paciente. Durante todo
el proceso de cambio es aconsejable dar men- r 4J FM QFMJHSP EF SFDBÎEB FT FTDBTP, puede ser
sajes que subrayen la autonomía del sujeto: oportuno emitir mensajes del tipo: “Incluso en el
“Nosotros estamos aquí para ayudarle, pero todo caso de que los análisis empeorasen, no habría
el mérito del tratamiento lo tiene usted”. También motivos para desesperarse. Lo importante es tra-
son importantes los mensajes relativos al papel bajar de la manera como hasta ahora lo estamos
instrumental de nuestros servicios: “No estamos haciendo”.
aquí para reñirle ni para controlarle más allá de lo r 4J FM QFMJHSP FT NPEFSBEP, es decir, ya hemos
que usted quiera. Usted manda, nosotros le pode- detectado varios ‘resbalones’ o alguno ‘ya dura de-
mos orientar en cada momento sobre dónde se en- masiado’, podríamos adaptar mensajes como: “He
cuentra y de los peligros o beneficios que pueden tenido pacientes que han iniciado el camino varias
ir apareciendo por el camino”. veces, y gracias precisamente a su constancia y

30
FMC – Protocolos

porque no se han dado por vencidos, lo han con- una ausencia de apoyo en estos momentos puede
seguido. Lo mejor es mantenerse pero no perder lo favorecer la recaída.
que ya hemos ganado; incluso cuando uno se ve Aun comprendiendo que la fase de mantenimiento
hundido es posible luchar de nuevo, antes que dar- es larga, hasta que se consigue la consolidación de
se por vencido”. una nueva conducta, y que lo habitual es observar
r 4J FM QFMJHSP FT JOFWJUBCMF, deberemos hacer la presencia de episodios de recaídas, el profesio-
una preparación de la contingencia. Es importante nal dispone de diversas herramientas, tanto para
que ni el profesional ni el paciente se desanimen o reforzar el mantenimiento como para evaluar el
se enfaden si se produce finalmente la recaída. riesgo de recaída, así como para intervenir cuando
esta se produzca. Repartir nuestro escaso tiempo
Para evitar sentimientos de frustración (“tanto tra- ejecutando maniobras de refuerzo y estímulo de
bajo y para nada”, “siempre igual”, “no, si a final motivación tendría, como consecuencia práctica,
de cuentas solo unos pocos lo consiguen”, “si no una mejora sustancial en nuestra tasa de éxitos.
cambia, allá con su problema”), conviene que el
profesional conozca no solo los diferentes esta-
dios por donde transitan los individuos, sino Estadio de recaída
que mantenga esa distancia empáticamente te-
rapéutica que le permita aceptar al paciente, inde-
pendientemente de los resultados obtenidos. Los Como ya hemos comentado en la fase de manteni-
profesionales precisamos un cierto ‘entrenamiento’ miento, las recaídas han de entenderse como algo
para transitar conjuntamente con los pacientes por frecuente y normal en el proceso del cambio e in-
diferentes estadios del cambio de la forma más rea- cluso necesario en un contexto de aprendizaje co-
lista y eficiente posible. mo es el cambio de hábitos arraigados. En este
Una de las características del mantenimiento a lar- sentido conviene distinguir entre una caída ocasio-
go plazo es que normalmente hay antecedentes de nal, “un simple resbalón”, y una recaída mantenida.
haber realizado cambios en el pasado. Cada nuevo Una actitud por nuestra parte cálida, exenta de puni-
intento puede considerarse un pequeño avance en ción y lanzando un mensaje claro de que un desliz
el camino hacia el éxito final. Por tanto, será nece- aislado no tiene que implicar una recaída, puede ser
sario hacer una acomodación del tipo: “Vamos a efectiva para reforzar el sentido de autoestima del pa-
imaginarnos que en cierto momento recae... ¿Có- ciente y que no abandone la nueva conducta iniciada.
mo se lo tomaría?”. A partir de esta pregunta iría- Conviene evaluar los intentos previos de cambio y
mos ligando una previsión de acontecimientos que los sentimientos asociados a la aparición de la con-
mostrarán claramente la situación con realismo pe- ducta (culpa, enfado, placer, alivio de estrés), así
ro sin tintes dramáticos. Una buena manera de ter- como la falta de habilidades para afrontar la nueva
minar el diálogo podría ser: “Ya ve que si recae no conducta o la presencia de situaciones estresantes
está todo perdido, pero el esfuerzo de retomar el del entorno.
camino es bastante grande. Quizá sea más inteli- En la tabla 9 se resumen las principales tareas y es-
gente evitarlo, ¿qué le parece?”, y evaluar la res- trategias adaptadas a cada uno de los estadios del
puesta básicamente no verbal del individuo. En ca- cambio. Mientras que las estrategias motivacionales
so de resistencia o evitación, deberemos estar pre- son más importantes en los primeros estadios del
parados para ‘amortiguar la recaída’ de los efectos cambio (precontemplación, contemplación y determi-
sobre la autoestima. Probablemente, cuando al- nación) el desarrollo de habilidades de afrontamiento
guien recae de facto, la recaída psicológica se ha y un adecuado sentimiento de autoestima son los
producido antes. Este momento se puede detectar aspectos fundamentales de los últimos estadios.
estando atentos a su comunicación no verbal. Una
entrevista conjunta con la pareja puede estar plena-
mente indicada. Se ha de recomendar especial- Entrevista motivacional
mente al cónyuge (en caso de que lo tenga, o en su
ausencia a un persona que conviva con él/ella) que
breve
haga un esfuerzo para mostrarse positivo evitando
a la vez toda crítica (utilizada a veces ‘como un re-
vulsivo’). Es importante que el cónyuge o la pareja Un problema que plantea el modelo motivacional a
trate de no enfadarse con el paciente y debe recor- los profesionales de atención primaria es la falta de
dar que no está así habitualmente por gusto, y que tiempo para desarrollarlo, en la idea de que es un

31
FMC – Protocolos

Tabla 9. Tareas y estrategias adaptadas a los estadios del cambio

Estadio Tareas Estrategias


Precontemplativo t1SJPSJ[BSFMIÈCJUPZFTUBEJGJDBSMP t"QPZPOBSSBUJWP
“No ve el problema” t&MBCPSBSNBQBEFDSFFODJBT t&WJUBSUSBNQBT
t5SBCBKBSMBBNCJWBMFODJB t3FDPOPDFSSFTJTUFODJBT
t1SFWFOJSMBTSFTJTUFODJBT
t"VNFOUBSMBBVUPFGJDBDJBZMBBVUPNPUJWBDJØO
Contemplativo t"VNFOUBSMBTDPOUSBEJDDJPOFTFOUSF t-PBOUFSJPS
“Ve el problema pero lo que hace y lo que desea t%JBSJPEFTBMVE
con muchas dudas” t)PKBEFCBMBODF
Determinación t2VFFMQBDJFOUFWFSCBMJDFFMDPNQSPNJTP t)BDFSTVNBSJPT
“Dispuesto a cambiar” de cambio t1SFHVOUBTBDUJWBEPSBT
t"ZVEBSBFMFHJSMBNFKPSFTUSBUFHJB
t%FTBSSPMMBSVOQMBOEFBDUVBDJØODPOKVOUP
Acción t"VNFOUBSMBBVUPFGJDBDJB t"QPZPOBSSBUJWP
i)BJOJDJBEPFMDBNCJPw t*OGPSNBSTPCSFPUSBTGPSNBTRVFIBZBO t1SFHVOUBTBDUJWBEPSBT
tenido éxito
Mantenimiento t1SFWFOJSMBTSFDBÓEBT t*EFOUJGJDBDJØODPOKVOUBEF
“Mantiene el cambio” t"VNFOUBSMBBVUPFGJDBDJB las situaciones de riesgo
t&MBCPSBDJØOEFFTUSBUFHJBT
para afrontarlas
Recaída t3FDPOTUSVJSQPTJUJWBNFOUFZBZVEBSBSFOPWBS t4F×BMBNJFOUPFNPDJPOBM
“Vuelve a la conducta el proceso t3FFTUSVDUVSBDJØOQPTJUJWB
anterior” t"VNFOUBSMBBVUPFGJDBDJBZMBBVUPNPUJWBDJØO
Tomado de Lizarraga1.

modelo progresivo y que necesita entrevistas de una cas de apoyo narrativo, por ejemplo: “¿Qué le
duración superior a 10 minutos. En este apartado va- preocupa de fumar?” (pregunta abierta); “¿Qué di-
mos a hablar del modelo motivacional aplicado en ficultades cree que tiene para hacer ejercicio?”
un contexto de entrevistas breves. ¿Se puede utilizar (pregunta abierta, exploración de la ambivalencia).
este modelo en entrevistas de corta duración? Sin 3. Elección de opciones para el cambio: median-
duda, aunque el sentido de estas intervenciones no te preguntas abiertas y escucha reflexiva. Por
sea tanto conseguir el cambio, sino estimular el pro- ejemplo: “Dice que cuando empieza un régimen se
ceso con intervenciones que ayuden al paciente a pone triste y apagada” (escucha reflexiva: senti-
avanzar en su proceso de cambiar. Este modelo bre- miento); “¿Qué otras opciones cree tener para ma-
ve, que tiene el mismo espíritu y herramientas de la nejar esa tristeza y apatía?” (pregunta abierta).
EM, ha sido desarrollado por distintos autores18,19, 4. Finalizar realizando un resumen: de lo expre-
plantea modelos de intervención de menos de 5 mi- sado por el paciente y preguntándole si es correcto.
nutos, más estandarizados, y por este motivo, más Por ejemplo: “Si le he comprendido bien... ¿Era
fáciles de implementar por otros profesionales (sin eso lo que trataba de decirme?”.
una formación específica).
%FTEFVOQVOUPEFWJTUBHFOÊSJDP MB&.CSFWFQVF- También se han desarrollado modelos más estruc-
de aplicarse en una entrevista corta, de 30 segun- turados, basados en determinados principios del
dos a 15 minutos y tiene cuatro momentos diferen- modelo motivacional:
ciados:
r .PUJWBDJÓO JOUSÎOTFDB la motivación pertenece
1. Inicio de la entrevista: introducir un tema/pro- a cada paciente y el profesional lo que pretende es
blema mediante una pregunta abierta y previa soli- trabajar con esa motivación.
citud de permiso. Por ejemplo: “¿Quiere que hable- r Control elección, al ser un modelo centrado en
mos del tabaco?”. el paciente, es él mismo quien decide si es el mo-
2. Exploración de motivos de preocupación: mento adecuado para abordar este tema.
provoca que el paciente empiece a pensar sobre sí r Autoconvencimiento auditivo, concepto muy
mismo y su conducta. En esta fase sirven las técni- importante en motivación, especialmente en inter-

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FMC – Protocolos

venciones breves. Las personas se creen lo que di- Paso 11. Estimular el sentido de autoeficacia pa-
cen en voz alta. El profesional ha de intentar que el ra incrementar la autoconfianza; se comenta que se
paciente verbalice motivos de preocupación en re- está convencido que si se lo plantea puede cambiar.
lación con su conducta o motivos de cambio. Este modelo pretende:
r $POGJBO[B BVUPFGJDBDJB
 Nadie consigue algo si
no cree en él mismo. r 5SBCBKBS MB NPUJWBDJÓO Z MB EJTQPTJDJÓO BM DBNCJP
r "NCJWBMFODJB, es una característica de las per- en pacientes con diferentes niveles de motivación
sonas, no es el enemigo del cambio. (se entiende que los números más bajos corres-
r " MB NFEJEB las intervenciones han de estar ponden a la fase precontemplativa y los más altos a
adaptadas a cada persona. la fase de determinación o cambio).
r Relación interpersonal, la relación interpersonal r 3FTQFUBSMBEFDJTJÓOEFMQBDJFOUFTPCSFTJFTPOP
es un potente facilitador del cambio. el momento de realizar la intervención.
r *OUFOUBSBEBQUBSMBTJOUFSWFODJPOFTBDBEBQBDJFO-
Lógicamente, todo ello se aplica utilizando una se- te, trabajando con sus creencias.
rie de habilidades que ya se han comentado, como r 5SBCBKBSUBNCJÊOFMSFTQFUPZMBBVUPFGJDBDJB
son: calidez; empatía (no juicios de valor); respeto;
intervención personalizada, colaborativa y positiva;
facilitar la elaboración. Bibliografía
Vamos a comentar un modelo estructurado, que tie-
ne como objetivo explorar y trabajar la disposición
1. Lizarraga S, Ayarra M. Entrevista motivacional. Anales Sis
del cambio y que se puede desglosar en los si-
San Navarra. 2001;24(Supl. 2):43-53.
guientes pasos:
2. Miller WR, Rollnick S. Motivational interviewing: Helping
Paso 1. Solicitar permiso: “¿Le parece bien que people change. New York: Guilford Press; 2012.
hablemos sobre...?”, Se ha comentado que es el 3. Amrhein P. How does motivational interviewing work? What
paciente el que tiene el control sobre la elección. client talk reveals. J Cogn Psychother. 2004;18:323-36.
Paso 2. Mostrar escala (se utilizan reglas del 1 al 10). 4. Bosch Fontcuberta JM, Cebrià Andreu J. La Sra. Pesáez en
Paso 3. Preguntar por disposición de cambio. el país de los espejos de la atención primaria. FMC. 1999;6:
Se solicita al paciente que puntúe del 1 al 10 su ca- 451-4.
QBDJEBEEFDBNCJBS i%FMBM yRVÊOÙNFSPTF 5. Bosch Fontcuberta JM, Cebrià Andreu J. La Sra. Pesáez en
daría usted sobre su capacidad para dejar de fu- el país de los espejos de la atención primaria (y II). FMC.
mar? entendiendo que 1 es que es imposible que 2000;7:39-42.
deje de fumar nunca y 10 es que lo dejará ahora 6. Gordon T. Parent effectiveness Training: The Proven Pro-
mismo”). gram for Raising Responsible Children. 3.ª ed. New York:
Paso 4. Favorecer la elaboración: “¿Por qué...?”. Three Rivers Press; 2000.
Se le pide que verbalice las razones.
7. Cebrià Andreu J, Bosh Fontcuberta JM. La peregrinación por
Paso 5. Escuchar, de forma activa y concentrada. la rueda del cambio tiene indulgencia sanitaria plena. FMC.
Paso 6. Preguntas abiertas escalonadas. Son 2000;7:233-6.
preguntas que tienen por objeto que el paciente
8. Cebrià Andreu J, Bosch Fontcuberta JM, Borrel Carrió F.
verbalice motivos de cambio. Si el paciente ha di-
Cómo ayudar a consolidar una nueva conducta más saluda-
cho un numero bajo se le pregunta por qué no un ble: la fase de mantenimiento (I). FMC. 2008;15:518-22.
número menor (con el objetivo de que diga motivos
9. Cebrià Andreu J, Bosch Fontcuberta JM, Borrel Carrió F.
de preocupación). Si el paciente ha dicho un núme-
Cómo ayudar a consolidar una nueva conducta más saluda-
ro alto se le pregunta qué ha de pasar para decir un
ble: la fase de mantenimiento (II). FMC. 2008;15: 577-81.
número aún más alto (con el objetivo de que diga
razones para ir a más). 10. Cebrià Andreu J, Bosch Fontcuberta JM. ¿Médico o abogado
del diablo? FMC. 2000;7:320-2.
Paso 7. Resumir, se hace un resumen de las razo-
nes y motivaciones del paciente. 11. Bosch Fontcuberta JM, Cebrià Andreu J. Reactancia psicoló-
Paso 8. Preguntar: ¿es esto correcto? Se corro- gica: “Fumar es un placer”. FMC. 1999;6: 59-61.
bora la información. 12. Miller WR. Motivational interviewing with problem drinkers.
Paso 9. ¿Cuál es el siguiente paso? Se le pregun- Behavioural Psychotherapy. 1983;11:147-72.
ta si a partir de esto ha de hacer alguna otra cosa. 13. Miller WR, Rollnick, S. Motivational interviewing: Prepa-
Paso 10. Mostrar aprecio, se le agradece el tiem- ring people to change addictive behavior. New York: Guil-
po dedicado o la sinceridad. dford Press; 1991.

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FMC – Protocolos

14. Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional: Preparar improve medication adherence BMJ Open. 2013;9:18. Dispo-
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16. Miller WR, Rollnick S. Motivational interviewing: Preparing the example of motivational interviewing. J Stud Alcohol
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