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Actividades para reducir

el estrés en los niños


Departamento de Psicopedagogía
Estimados Padres de familia:

Les compartimos una serie de actividades que pueden


implementar en casa con sus hijos de Kínder y Primaria, los
cuales, les servirán para reducir el estrés y la ansiedad que están
experimentando algunos de ellos a raíz del aislamiento en que se
encuentran debido a la contingencia.

Esperamos que sean de utilidad para ustedes y sus hijos.


1. Técnicas de respiración

Para realizar este tipo de ejercicios es recomendable que el niño se siente


en una posición cómoda y que, en silencio o con música suave, inspiren
profundamente por la nariz y exhalen poco a poco por la boca.

Les sugerimos acompañar este ejercicio utilizando la siguiente música.


https://www.youtube.com/watch?v=cr5kcR78lGQ&feature=emb_rel_pause
2. Ejercicios de relajación de los 2 años y medio a los 6 años

Con los más pequeños, nos ayudará a tener un entorno tranquilo.


Podemos trabajar la relajación justo antes de empezar a dormir, en la
cama, y facilitarle así su transición al sueño. Podemos utilizar, por
ejemplo:
Globo: podemos explicarle que es un pequeño globo que alguien empieza
a inflar poco a poco. A medida que se va inflando sus brazos y sus piernas
tienen que hacerse grandes, grandes mientras respira lentamente. Y
cuando esté inflado del todo se va desinflando poco a poco.
3. La tortuga

Este ejercicio nos permite trabajar con movimientos lentos de brazos y


manos. Le podemos contar un cuento cuyo protagonista sea una tortuga
que pasea por un bosque y cuando se encuentra con una amenaza tiene
que meter la cabeza en el caparazón. De esta manera estaremos
enseñándole a ejercitar la tensión muscular en cuello y hombros para,
después, relajarlos y volver a caminar tranquilamente.
De igual forma recomendamos utilizar los siguientes videos:

 Relajación para niños - Método de Koeppen I


https://www.youtube.com/watch?v=o9uaRmHiAwc
 Relajación para niños- Método de Koeppen II
https://www.youtube.com/watch?v=_9y2sKXDrro
4. Tirarse a ver las nubes

Esta actividad es muy sencilla y quizás de niños la llevamos a cabo,


simplemente se trata de acostarse ya sea en el pasto, en el patio sobre
algo cómodo o simplemente desde el cuarto viendo hacia el cielo y las
nubes. Se trata de observar como las nubes se van transformando y
cambiando de forma. Estando en familia, entre todos pueden ir diciendo
que figuras observan y así pasar un momento agradable.
5. En mi sitio seguro: Imaginación guiada

Esta técnica es de gran utilidad para rebajar la tensión y ansiedad,


especialmente en niños con elevado nivel de imaginación. Se trata de
crear en la imaginación del menor un entorno seguro y relajante donde el
motivo de la ansiedad no pueda afectarles. Por ejemplo, una casa de
madera en la montaña, una selva llena de animales o una playa.
Este proceso de imaginación va a ser guiado por el progenitor de manera
que se procure un entorno con elementos que al niño le sean agradables
y tranquilizadores. Se puede reforzar la relajación con música suave y un
tono de voz calmado y profundo.
6. Cantar

Cuando pensamos en calmar a un niño, una de las imágenes típicas que


se vienen a la mente es una madre o padre cantando a su hijo mientras le
acuna. La música es un elemento muy importante para el ser humano,
que a lo largo de todo el ciclo vital puede acompañar nuestro estado
emocional e incluso aliviar nuestro malestar.
Cantarles o hacerles cantar de forma conjunta una canción simple, corta,
que le guste y conozca bien y que exija un ligero esfuerzo para controlar
el tono y el ritmo ayudará a mejorar el estado de tensión y relajar a los
niños.
7. El muñeco de nieve/cubito de hielo

Este ejercicio de relajación para niños se basa en pasar de un estado de


tensión a uno de relajación muscular, de una manera simbólica y lúdica.
Se propone al o a los menores que son muñecos de nieve o cubitos de
hielo, totalmente congelados durante el invierno.
En este estado inicial deben tensar todo lo que puedan los músculos y
estar inmóviles y encogidos. Sin embargo, esta llegando la primavera y
con el sol, se van derritiendo poco a poco. Con ello, de forma progresiva
el niño ha de ir relajando los músculos, estirándose y destensándolos.
8. Resistir la risa

Se trata de algo que probablemente todos hayamos hecho en alguna


ocasión. Se basa en pedir al niño que mire a otra persona permaneciendo
en todo momento quieto y mantener la compostura intentando no reírse,
mientras que la otra persona debe hacer todo lo posible por hacerle reír.
Sirve desde intentar sostener la mirada, hacer bromas e incluso
cosquillas. Tanto para el que intenta resistir la risa como para el que
intenta hacer reír este ejercicio de relajación permitirá que se centren en
el otro o en la situación en sí.
9. Masaje
Un abrazo, una caricia... si bien no ocurre en todas las situaciones ni para
todas las personas, el contacto físico con otra persona tiende a ser un
elemento tranquilizador para el ser humano.
Una forma de emplear este hecho en la relajación es la realización de
masajes. Además de la propia relajación muscular esta actividad
contribuye a mejorar la relación entre los implicados, por lo que se
recomienda que se use en el contexto familiar. Se sugiere iniciar en la
planta de los pies y seguir de forma ascendente hasta la cara de manera
circular. Puede servir si el caso lo amerita, que la mitad del masaje lo haga
la mamá y la otra mitad el papá; ó un día papá u otro mamá.
10. Dibujo simbólico
Una forma de liberar la ansiedad es a través del arte. Pedirles que hagan
un dibujo de lo que ellos quieran hará que dejen fluir su imaginación a la
vez que se concentran en la realización de la obra, cosa que permite
redirigir la atención y reducir el nivel de estrés. Un tipo de dibujo muy
relajante que se suele emplear en estos casos es la realización de un
mandala.
Existen muchos modelos de acuerdo a la edad y gusto de los niños.
11. El bote de la calma

El bote de la calma es una herramienta fantástica para ayudar a relajarse a


los niños. Está elaborada a partir de purpurina (diamantina), y su objetivo es
ayudar a los niños a manejar sus sentimientos. Cuando el niño la agita,
observa cómo la purpurina se mueve de forma descontrolada.

Materiales:
•1 bote de cristal o botella de plástico
•Purpurina (diamantina) del color que quieras
•Pegamento transparente
•Agua templada
•Colorante alimentario
•1 cucharada sopera y otra pequeña.
•Consejos: puedes utilizar en lugar de pegamento, aceite para bebé o
glicerina
Procedimiento:
1. Vierte agua templada o caliente en el bote de cristal. Si el niño es muy
pequeño, es mejor que utilices una botella de plástico, será mucho más
seguro.
2. Ahora, pon dos cucharadas soperas de pegamento con diamantina y
remueve bien.
3. Llega el turno de la purpurina. Escoge un color y echa tres cucharaditas de
postre llenas de purpurina. Remueve.
4. Añade una gota de colorante alimentario del color que más le guste a tu
hijo y vuelve a remover.
5. Sólo te queda cerrar el bote con la tapa. ¡Ya tienes tu botella de la calma!
12. Método Coué

Este método se recomienda aplicar cuando los niños tienen unos minutos
ya dormidos; papá o mamá deben de estar a un metro de distancia de su
hijo o hija y repetir una frase corta en primera persona, de manera
asertiva (es decir positiva) con voz suave, lentamente y repetirla 25 veces.
Esto se debe de hacer cada noche por un mes y repetir la misma frase.
Como ejemplo se puede decir la frase: “me encuentro bien y disfruto lo
que hago”, “cada día me va mejor”, etc.

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