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ESCUELA DE SOMMELIER PABLO DIAZ

Fundada el 12 de agosto del año 2001

Presentación

DIPLOMADO EN SOMMELIER

Nombre: Griselda Jacqueline Delgado Tiburcio

Practica: l

Tema: Diferentes formatos de botellas para vinos

Profesor: Pablo Diaz

Fecha de entrega: 28 de febrero del 2022


INTRODUCCION
En la presente practica estaremos desarrollando los diferentes tipos
de botellas para vinos, desde sus inicios hasta la actualidad.
Hablaremos un poco sobre los primeros envases, como ha venido
evolucionando con el tiempo, vamos a conocer la historia de las
botellas de vidrio y cómo influye su tamaño en la conservación del
vino.
ORIGEN DE LA BOTELLA PARA VINO

Aunque la evidencia más antigua de la producción y consumo de vino


es una vasija del año 5400 a.c., hallada en el poblado neolítico de
Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros., no fue hasta el siglo XVII que
se inició el embotellado en envases de cristal, no obstante, fue hasta
el siglo XVII cuando su uso se generalizo.

Los envases de cristal existen desde la antigüedad, pero solían ser de


tamaños muy pequeños y se utilizaban para envasar perfume y así
perdurar su aroma, como ha sido hasta la actualidad. El vino se
conservaba en barriles y se extraía para llevarlo a la mesa, sin
embargo, en el siglo XVII se empieza a buscar un modo más refinado
de llevar el vino, una bebida socialmente muy valorada, en las mesas
de los banquetes y las celebraciones.
Fueron flamencos e ingleses quienes empezaron a fabricar botellas
de vidrio para embotellar los vinos procedentes de Francia y España.
Al principio el papel de la botella se limitaba a asegurar el trayecto
del vino desde la barrica de la bodega a la mesa. Nadie estaba a favor
de recorrer largas distancias a las botellas porque en aquel entonces
se temía a los fraudes, también que en el trayecto se cambiara el
vino que contenía.
Las primeras botellas tenían formas más redondeadas, consecuencia
de las técnicas de soplado. En algunos países, como Italia, las
protegían con sistemas de pajas para atenuar los posibles golpes. El
resultado era una botella muy característica que ha llegado hasta
nuestros días para comercializar algunos vinos, como el Chianti.
Poco después se empezaron a comercializar botellas de vidrio más
gruesas, normalmente de color negro, con el objetivo de soportar
bien la presión cuando se embotellan vinos como el champan. Ya en
el siglo XVIII aparecieron las botellas cilíndricas, tal y como las
conocemos hoy en día, aunque no había uniformidad en su
fabricación.
En el siglo XIX, concretamente en el año 1821, H. Ricketts & co. Glass
Works Bristol patento una forma de elaborar mecánicamente
botellas de la misma forma, dando lugar al nacimiento de la botella
actual. La medida de 75 cl se estableció en 1866 y no fue elegida al
azar. Una caja de 6 botellas (4,5litros) equivalía a un galón del
sistema imperial británico, por lo que fue el estándar que se adopto.
DIFERENTES FORMATOS DE BOTELLAS SEGUN SU TAMAÑO
Benjamín, Piccolo o Split: Es la botella pequeña que se utiliza
especialmente en champán, que equivale a ¼ de la botella estándar:
18,75 ml. Equivale también a una copa de vino.
Chopine: Equivale a un 250ml o un cuarto de litro, es una medida del
vino francés, que ha sobrevivido gracias a los aceites y las cervezas.
Media o tres octavos: equivale a la media botella estándar, es decir,
37,5 ml.
Estándar: Equivale a 75cl o 750 ml, es a lo que se le hace mención
cuando hablamos de una botella de vino.
Magnum: Son dos botellas estándar, o 1,5 litros. Es muy apreciada
porque es el tamaño ideal para una comida entre 5 o 6 personas.
Doble magnum: Como su nombre indica, son 3 litros.
Jeroboam: Equivale a 6 botellas de vino estándar, o lo que es lo
mismo, 4,5 litros.
Matusalén o imperial: son 6 litros de vino o dos doble magnum.
Salmanazar: Equivale a una caja de vino de 12 botellas estándar o 9
litros.
Balthazar: Equivale a dos imperiales o 12 litros.
Nabucodonosor: Es la botella de mayor tamaño, equivale a 15 litros
o 20 botellas estándar.
Todos estos tamaños se utilizan en los vinos tranquilos, pero para
los espumosos, aún hay más tamaños, además de los anteriores:

Melchor o Solomon: Equivale a 24 botellas estándar o 18 litros.


Sovereign: son 25 litros.
Goliath o primate: 27 litros.
Melquisedec: 30 litros.
Sabemos que el origen del vino se remonta al año 5400 a.C. porque
hallaron una vasija de barro procedente del Neolítico en los montes
Zagros iraníes, y que los nombres de las botellas grandes proceden
de reyes hebreos que aparecen en La Biblia, aunque nadie sabe
realmente por qué se escogieron esos nombres.
Los grandes formatos se utilizan para los vinos de guarda, porque se
conserva mucho mejor el vino y envejece más lentamente,
conservando toda su fruta. Por ello, los coleccionistas tienen siempre
en sus cavas grandes vinos en grandes formatos.
FORMAS DE BOTELLAS

Provenzal: Es una botella similar en tamaño a la bordalesa, aunque


posee un estrechamiento que facilita su manipulación a la hora de
manejarla para servir.
Botellas para vinos dulces: es muy similar a la bordalesa, solo que
más esbelta en todo su aspecto.
Botella Rhin: También conocida como renana o alsaciana, recibe su
nombre por su origen alemán. Es mucho más esbelta que las
anteriores citadas. Alta y alargada, que dibuja apenas una suave
curva en sus hombros. Es más habitual que se use para vinos blancos
o rosados. Se puede ver en tonos verdes, transparentes e incluso
tonos bastante atrevidos, como azules o caramelo.

Botella borgoñesa: Es el tipo de botella más antiguo conocido,


después de la fabricación industrial de las botellas. Se diferencia de
la bordelesa en que los hombros son más caídos y de más longitud.
Se fabrica en tonos verdosos o pardos y también las hay de varios
tipos. Los más habituales son Borgoña cóncava y Borgoña convexa.

Botella Jerezana: La utilizada en los generosos andaluces de forma


casi generalizada. Es muy parecida a la bordelesa, pero con el cuello
con algo de forma.

Botella Oporto: Es una botella estilizada de cuello alargado y


hombros poco marcados. El color de esa botella es oscuro, hecho
que asegura la conservación del cardo durante mucho tiempo.

Botella champán: Es parecida a la borgoñesa, con algunas pequeñas


variaciones, y siempre con paredes mucho más gruesas, puesto que
la botella tiene que resistir la presión interior de los vinos espumosos
y con una oquedad característica en su base, de nuevo para aligerar
la presión del contenido.
Botella bordelesa o burdeos: Es la botella más común en el mundo
del vino, seguramente la más utilizada del mundo. Tanto es así, que
se han hecho variaciones sobre el modelo estándar. Por lo general,
las botellas bordelesas son cilíndricas, más o menos alargadas, con
ángulos muy marcados en la zona conocida como hombro de la
botella y con un cuello más corto que en otros tipos de botella de
vino. Es originaria de la región de Burdeos, de donde proviene su
nombre y la suelen utilizar para guardar vinos tintos.

Botella Normanda: Esta botella de aspecto bajito, similar a la botella


del brandy, suele ser de color verde oscuro o ámbar. No es muy
empleada.

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