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Universidad Autónoma de Santo Domingo

Estudiantes:
Frederick Cuevas 100299671
Yasmeyli Báez Sánchez 100639778
Miguelina Sánchez Encarnación 100643391
Josué Ismael Rosario Aquino 100671503
Said Alonzo 100639792

Materia:
(HIS0110-25)
Tema:
MONOPOLIO COMERCIAL ESPAÑOL Y LUCHAS IMPERIALISTAS
COLONIALES DURANTE EL SIGLO XVII

Maestro:

Oliver Ramos Almonte

Sección:
78
D. N., República Dominicana

Tema: MONOPOLIO COMERCIAL ESPAÑOL Y LUCHAS IMPERIALISTAS


COLONIALES DURANTE EL SIGLO XVII.

Introducción

monopolio comercial español


El monopolio comercial español se refiere a una política que impuso España a
sus virreinatos en América, en virtud de la cual los habitantes de América sólo
podían comerciar con barcos españoles autorizados, y cualquier transacción con
otro país u organización estaba prohibida. La causa de ello radica en que
la Corona buscaba aumentar su riqueza gracias a los metales preciosos (oro y
plata) del Nuevo Mundo y al mercado cautivo que conseguía para sus productos,
siempre y cuando lograra mantener un estricto monopolio que obligara a los
colonos a comerciar solamente con España. Esta situación fue difícil de conseguir,
debido al permanente contrabando de productos provenientes de otras naciones
europeas, sobre todo durante el siglo XVII en la plaza .

En general, el monopolio comercial español se garantizaba a través de cuatro


mecanismos:

 Control oficial: La Casa de la Contratación (en Sevilla) defendía el


monopolio y controlaba los asuntos comerciales con América.

 Colaboración privada: La Casa de Contratación contó con la colaboración


de un gremio de comerciantes, a los que se les dio el privilegio exclusivo de
comerciar con América.

 Puerto único en España: Se centralizó el comercio en un único puerto, el de


Sevilla, lo que facilitaba el control del tráfico y el pago de impuestos.

 Navegación protegida: para evitar robos y accidentes, se obligó a que la


navegación fuera en convoy , con escolta militar y por rutas fijas.

Algunos comerciantes de los puertos de España y América se beneficiaron de las


restricciones al comercio, ya que les permitieron realizar buenas operaciones con
poco esfuerzo e inventiva. Más graves fueron las consecuencias para la industria
artesanal de América, que fue desplazada por la competencia extranjera menos
rústica, más elaborada y más barata.
LUCHAS IMPERIALISTAS COLONIALES DURANTE EL SIGLO XVII

Las guerras coloniales son un tipo de conflicto bélico por la disputa del control de un


territorio (la colonia) caracterizado por su inferior desarrollo. Los beligerantes pueden ser
varias potencias coloniales que se disputan su control; o bien una de ellas (la metrópoli)
frente a la población indígena. Estos conflictos entre colonia y metrópoli pueden ser
también protagonizados por los colonos, es decir, por la población de origen metropolitano
y no indígena, que adquiere conciencia de lo opuesto de sus intereses con su metrópoli
(criollos en el caso de la América española). En cuanto al momento en el que se
producen, se distinguen las guerras de conquista colonial, durante el periodo inicial
de conquista y colonización (caracterizadas por el choque cultural entre dos civilizaciones,
en el que la ventaja tecnológica está de parte del colonizador), de las revueltas
coloniales, revueltas o rebeliones producidas posteriormente, cuando el dominio
colonial ya se ha establecido (en las que la ventaja puede estar de parte del rebelde,
identificado con el terreno y la población local, que suele recurrir a tácticas
de insurgencia o guerrilla y que puede contar con apoyo de potencias enemigas del
colonizador o haber incorporado la tecnología necesaria y factores ideológicos como
el nacionalismo).

A pesar de la utilización del término "colonia" para las colonizaciones


históricas del Mediterráneo en la Edad Antigua por griegos y fenicios, y de la conquista de
territorios por imperios como el Egipcio, el Persa, el de Alejandro o el Romano; no es
habitual el uso de la expresión "guerras coloniales" para designar conflictos como
la Batalla de Qadesh, la Batalla de Alalia, la Revuelta de Jonia o las guerras púnicas.
La expansión europea que comienza en la era de los descubrimientos (finales del siglo XV
y comienzos del XVI) impuso la posesión de colonias ultramarinas de las potencias
coloniales de Europa Occidental, que formaron verdaderos imperios coloniales: en primer
lugar Portugal (Imperio portugués) y España (Imperio español); posteriormente Países
Bajos (Imperio neerlandés), Francia (Imperio colonial francés) e Inglaterra (Imperio
británico).
Durante el siglo XVIII, los conflictos europeos, caracterizados por el mantenimiento
del equilibrio continental (Guerra de Sucesión Española, Guerra de Sucesión
Austriaca, Guerra de los Siete Años), tuvieron su repercusión en las colonias.

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