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Dirección de DIPREGEP
ASIGNATURA: DIDÁCTICA
EXPECTATIVAS DE LOGRO:
Identificación de los rasgos del rol docente que actúan como facilitadores de los
aprendizajes de los alumnos.
CONTENIDOS:
2) Antelo, Estanislao (1999) Instrucciones para ser profesor. Pedagogía para aspirantes.
Santillana. Bs. As.
¿Qué es la Didáctica?
-las diferentes relaciones que mantiene con otras disciplinas próximas a la suya.
A comienzos del siglo XX, nace la psicología del desarrollo siendo, a partir de entonces, el
sujeto de aprendizaje y la identificación de las etapas evolutivas el nuevo horizonte de la
didáctica. Distintas experiencias bajo el movimiento de la Escuela Nueva se consolidan y
personifican en nombres como Montessori, Decroly, Freinet, etc.
El interés sobre el sujeto de aprendizaje se consolida con los aportes de las nuevas
teorías del aprendizaje cuyos enfoques terminarán por caracterizar la concepción sobre la
enseñanza del siglo XX. Simultáneamente, las corrientes de base conductista en psicología
y los enfoques tecnicistas provenientes de campos como la administración, inciden en los
constructos de la didáctica que desenvuelve una corriente tecnocrática constituida por
metodologías que se podrían caracterizar como rígidas e incuestionables y cuyo fin era la
eficiencia centrada en el producto. La enseñanza era prescriptiva, basada en objetivos
redactados “a priori” y su eficacia se medía a través de evaluaciones de producto final
comparando los resultados del alumno con los objetivos propuestos.
IMPORTANTE:
Esto nos remite a preguntarnos qué entendemos por “práctica educativa”. Carr (1996)
señala que en educación como en otros ámbitos la idea de “práctica” se utiliza en formas
diferentes y, a veces, incompatibles: “práctica docente”, “buena práctica”, entre otras.
Con estos fundamentos es posible definir la didáctica como la ciencia que se ocupa de
la teoría de la enseñanza, desvinculándose, en su campo disciplinar, de la psicología del
aprendizaje, de la metodología de la planificación, de la evaluación y de la teoría curricular.
(Chevallard, 1997).
En esta tarea tiene una actuación particular y destacada el profesor quien al explicar
sus objetivos de enseñanza, decidir qué actividades efectuar, clarificar qué, cómo y con qué
finalidad va a evaluar y, sobre todo, al proporcionar a sus alumnos determinados
mecanismos de ayuda pedagógica, favorece o no el aprendizaje de dichas estrategias.”
(Monereo, C., 2002)
Los autores establecen tres grandes objetivos a los que consideran prioritarios si
queremos lograr que nuestros alumnos sean estratégicos cuando aprenden:
2) Aumentar la conciencia del alumno sobre las operaciones y decisiones mentales que
realiza cuando aprende un contenido o resuelve una tarea. Serían las estrategias de lectura
las cuales el docente debe enseñar.
Estas transformaciones aún no han sido absorbidas por los métodos y las relaciones
de enseñanza. Es necesaria la elaboración de diseños curriculares y propuestas educativas
que pudan ser analizados y reelaborados por docentes a la luz de las características
particulares de la escuela en la que se desempeñan.
BIBLIOGRAFÍA:
Brousseau, Guy. ( 1990/91) “¿Qué pueden aportar a los enseñantes los diferentes
enfoques de la didáctica de las matemáticas?”. En Enseñanza de las Ciencias. Vol 8.(3) y
Vol 9 (1)
Malet, Ana María (2004) Cuestiones epistemológicas de la Didáctica: algo esta pendiente.
Ponencia en Congreso Internacional: Educación, lenguaje y sociedad, Tensiones Educativas
en América Latina. UNLPam.
La mayor parte de las teorías psicológicas del aprendizaje son modelos explicativos
que, en general, nacieron en situaciones experimentales, por lo que solamente en forma
parcial podrían explicar el funcionamiento de los procesos reales de aprendizaje en el aula o
del propio aprendizaje en la vida cotidiana. A partir de ciertos modelos que ponen el énfasis
en los procesos de aprendizaje individual y en los mecanismos cognitivos del alumno se ha
llevado al docente a desarrollar una tendencia que implica la reducción de la compleja
problemática del aprendizaje, la comunicación y la enseñanza a un problema de simple
explicación psicológica. Sin embargo está ampliamente probado que en los procesos de
aprendizaje formal intervienen factores sociales que no pueden entenderse ni explicarse
desde los aspectos psicológicos de los procesos que se dan en los estudiantes, que van más
allá de los mismos.
O sea, las concepciones que existen acerca del aprendizaje conforman una idea
reguladora que sirve a la enseñanza. Esa idea la debería tener el docente puesto que le
indica qué podría o debería hacer. Pero no debe pensarse en lo psicológico como en la única
variable y, tal vez, como sostienen algunos autores, no sea siempre la más importante. Lo
que sí es seguro es que no es posible realizar una transferencia directa de principios
explicativos que provienen de la psicología a las prácticas de enseñanza. Debe recordarse
que mientras que la psicología de la educación ofrece principios explicativos, la enseñanza
pretende ir más allá logrando cambios en los aprendizajes, actitudes, procedimientos de los
que aprenden. La Psicología les ofrece a los enseñantes insumos de tipo psicológico pero no
les dice qué hacer con ellos, puesto que esto es tarea específica de la Didáctica.
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Sin embargo, es claro que las escuelas son establecimientos sociales en donde se
pretende impartir conocimientos. La educación existiría para proporcionar a los individuos
acceso a culturas que, incluso, pueden estar lejos o fuera de las suyas propias. La
característica y la dificultad (y también la paradoja) de la educación formal y de los grupos
escolares consiste en que tiene la misión de introducir a los alumnos en culturas ‘no –
naturales’, lo que determina, en gran medida, algunas de las características que adquiere el
aprendizaje realizado en las instituciones de este tipo. Entre otras cosas, siguiendo a Gvirtz
(1998:122) ‘el aprendizaje escolar es un aprendizaje descontextualizado’. Ello no impide que
el docente se esfuerce por encontrar estrategias didácticas que busquen crear espacios
también didácticos que se acerquen, lo mejor que puedan, a ‘situaciones de la vida real’.
Crear espacios didácticos que puedan resultar semejantes a los de la vida real implica tomar
decisiones acerca de diferentes aspectos; por ejemplo, si lo que se quiere es que el escolar
aprenda a escribir textos de tipo expositivo–informatitvo, el docente deberá proponer
situaciones en las que este tipo de textos tenga cabida. Lo mismo pasará si lo que se
pretende es que aprenda a escribir una carta, una lista de compras, una invitación, una
narración, etc.
LA TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA
Los campos de producción de saberes, como otros ámbitos de la cultura, son sistemas
estructurados por relaciones propias y regidos por interesas y propuestas sociales
específicas que organizan la producción de “bienes cognitivos en esferas de producción”1
La creación del conocimiento se da, por lo general, en contextos particulares, bajo ciertas
condiciones y por medio de un proceso "científico" en el que se dan avances y retrocesos,
surgen conjeturas, se hacen hipótesis, se prueban ideas, se cometen errores y se formulan
teorías. Sin embargo, una vez que el científico ha "descubierto" una teoría o un resultado y
ha comprobado, para sí mismo, la validez de los mismos, él debe comunicar sus
"descubrimientos" a la comunidad científica, para que esta reconozca su validez. Pero, la
comunidad científica no necesita que él describa el proceso por medio del cual arribó a su
descubrimiento. Lo que la comunidad científica le exige es una forma de presentación en la
cual sea clara la validez y la importancia del resultado.
Algunos “saberes sabios” son seleccionados para ser introducidos en los sistemas
didácticos por la relevancia y significatividad que tienen para la sociedad, y se transforman
en “saberes a enseñar”, al ser transformados y reacondicionados. Este proceso de
transposición se efectúa en la “noosfera”, la instancia que media entre el medio de
enseñanza que es la sociedad global y los sistemas didácticos. En este nivel están las
comisiones oficiales de currículum, editoriales, conceptualizaciones de los manuales, etc. En
la noosfera los representantes del sistema de enseñanza se encuentran y negocian con los
representantes del sistema político, los especialistas de la disciplina de enseñanza, etc.
1
Bronckart, J.P.; y Plazaola Giger, I. “ La Transposición Didáctica. Historia y perspectivas de una
problemática fundacional”
2
Bronckart, J.P.; y Plazaola Giger, I. Op. Cit,
10
convierten en “saberes enseñados. El profesor, a su vez, debe transformar el conocimiento
cultural a un conocimiento apropiado al contexto de la interacción. Este proceso de
adaptación del conocimiento es la transposición didáctica. “El saber que se enseña en la
escuela procede de una modificación cualitativa del saber académico, el cual llega a
desnaturalizarse con el fin de que sea comprendido por el alumno.” (Chevelart)
El docente debe realizar primero un trabajo de recontextualización y repersonalización
del saber, buscando situaciones que le den sentido al conocimiento que va a enseñar, pero
luego, para que el alumno comprenda que ha “producido un saber”, este deberá con la guía
del docente, volver a despersonalizar y descontextualizar el conocimiento para poder
reconocer el grado de generalidad del mismo y aplicarlo en otras situaciones. “Para el
docente, es grande la tentación de saltar estas dos fases y enseñar directamente el saber
como objeto cultural evitando este doble movimiento.”3
Una vez que el alumno ha construido por sí mismo su propio conocimiento, él debe
eliminar, de nuevo, el contexto dentro del cual lo construyó, de manera que este
conocimiento pueda ser utilizado y se asemeje al conocimiento cultural de la comunidad
científica.4
BIBLIOGRAFÍA de referencia:
Bronckart, J.P.; y Plazaola Giger, I. “ La Transposición Didáctica. Historia y perspectivas
de una problemática fundacional”
Brousseau, G. ( 1990/91) “¿Qué pueden aportar a los enseñantes los diferentes
enfoques de la didáctica de las matemáticas?”. En Enseñanza de las Ciencias. Vol 8.(3)
y Vol 9 (1)
Brousseau, G. ( 1988) “Los diferentes roles del maestro” en Didáctica de las matemáticas.
Bs. As. Paidós. 1997.
Gómez, Pedro.(1993) “ Brousseau, G. (1986). Fondements et méthodes de la didactique
des mathématiques. Recherches en Didactique des Mathématiques”, 7(2), 33-115.
Publicado por el Centro de Investigación en Educación Matemática de la Universidad de
los Andes. Colombia.
Gómez, Pedro.(1993) “ Chevallard, Y. (1992). Concepts fondamentaux de la didactique:
perspectives apportées par une approche anthropologique. Recherches en Didactique
des Mathématiques, “12(1), 73-111. Publicado por el Centro de Investigación en
Educación Matemática de la Universidad de los Andes, Colombia.
Quaranta, M.E. y Wolman, I.S. (1998) “Acerca de la racionalidad de la teoría se la
Trasposición Didáctica”. Documentos de Trabajo Nº 10 . I.I.C.E. Fac. FyL. U.B.A. Bs.As.
Es primordial la acción mediadora del docente entre los conceptos previos de los
alumnos y el saber que se propone desde la escuela. El concepto de conocimientos previos
es de gran relevancia al analizar el avance cognitivo de los estudiantes en relación a las
actividades de aprendizaje. Estos saberes previos son producto de la actividad intelectual de
los alumnos y constituyen un marco interpretativo que significa todas las situaciones de
aprendizaje que se le proponen en la escuela. (Carretero, 2006). Esto es particularmente
significativo en la enseñanza de las ciencias sociales, ya que los conocimientos previos en
este campo provienen de un aprendizaje de lo social que es básicamente experiencial y
mediatizan el acceso a otros aprendizajes sociales que la escuela propone.
Según Castorina y Lenzi, “los conocimientos previos constan, por una parte, de un
sistema relativamente estructurado, conformado por un "marco epistémico" y por las
"hipótesis específicas" de los alumnos: por otra, por "rastros" de información proveniente del
sistema escolar, que son asimilados de modo distorsionado al saber previo de los alumnos o
que permanecen "encapsulados" sin relaciones cognoscitivas con éste.” (Lenzi, A. y
Castorina, J. A., 2000)
Castorina señala que entre los conocimientos previos de los alumnos se incluyen sus
creencias y sus hipótesis sobre el objeto social, y estos conocimientos sociales incluyen
representaciones sociales. (Castorina, 2006) Para Moscovici el concepto de representación
social designa una modalidad del sentido común, con aspectos cognitivos y valorativos, que
orienta la conducta y permite la comunicación de los individuos en el mundo social. Se las
puede considerar como un conocimiento práctico, que expresa necesidades y valores
grupales (Moscovici, 1982, en Lenzi, A. y Castorina, J. A, 2000). Estas creencias básicas,
para Lenzi, A. y Castorina, J. A., “suponen la apropiación activa por el sujeto de las
representaciones sociales que han sido producidas en las prácticas de los grupos y que se
transmiten a través de la comunicación, incluyendo valores y actitudes. Desde el punto de
vista epistemológico, se considera que dichas creencias suministran una orientación y limitan
la producción de ideas o hipótesis específicas.” (Lenzi, A. y Castorina, J. A., 2000)
El problema es: ¿Cómo trabajar en el aula con las ideas previas? Es necesario
ponerlas en tensión, favorecer la argumentación y la contrargumentación, para llegar a un
salto cualitativo que modifique las estructuras del individuo en la dirección del saber a
enseñar. La vivencia de la propia realidad implica un recorte, y puede ser exclusora, ya que
los niños tienen muy diversas experiencias a partir de su entorno, por lo tanto la escuela
debe brindar experiencias que en su vida habitual no tiene, para que pueda acceder a un
universo simbólico más amplio y compartido dentro de la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA de referencia:
Castorina, A. (2006), “Adquisición de conocimientos sociales en un programa
constructivista”, Curso Enseñanza de las Ciencias Sociales: construcción del conocimiento y
actualización disciplinar, Buenos Aires, FLACSO-Argentina y UAM.
Carretero, M. (2006), “Principales aportes de las investigaciones cognitivas a la enseñanza
de las ciencias sociales”, Curso Enseñanza de las Ciencias Sociales: construcción del
conocimiento y actualización disciplinar, Buenos Aires, FLACSO-Argentina y UAM.
Lenzi, A. y Castorina, J. A., “El cambio conceptual en conocimientos políticos. Aproximación
a un modelo explicativo”, en J. A. Castorina y A. Lenzi (comps.), La formación de los
conocimientos sociales en los niños, Barcelona, Gedisa, 2000.
13
ACTIVIDADES NO PRESENCIALES
Pueden ser grupales o individuales. Se deben enviar todas juntas indicando en el nombre del
archivo: Eje 1_ (apellidos)_2015
Para el punto 1)
“Nosotros nos atrevemos a prometer una Didáctica magna, esto es, un artificio
universal para enseñar a todos. Enseñar realmente de un modo cierto, de tal manera que no
pueda menos que obtenerse resultados. Enseñar rápidamente, sin molestias ni tedio alguno
para el que enseña ni para el que aprende. Antes al contrario, con un mayor atractivo y
agrado para ambos. Enseñar con solidez, no superficialmente ni con meras palabras, sino
encauzando al discípulo en las verdaderas letras, a las suaves costumbres, a la piedad
profunda. Finalmente nosotros demostramos todo esto a priori, está fundamentado en un
conocimiento a priori. Es decir, haciendo brotar como de un manantial de agua viva, raudales
constantes de la propia e inmutable naturaleza de las cosas, las cuales reunidas con un solo
caudal forman el universal artificio para organizar las escuelas generales.”
Para el punto 3)
Indique:
a) El “saber sabio” considera UD, que le dio origen en la disciplina. (En algunas materias
es sencillo darse cuenta, (por ej. Matemática como asignatura, tiene claramente su
origen en la ciencia matemática), pero en otras asignaturas es necesario indagar un
poco.
b) Elija un saber cómo está expresado en el currículum, es decir como se lo indica como
“contenido de la enseñanza”. Nos interesa conocer qué grado de transposición
didáctica se ha realizado al tomar un saber científico e introducirlo en el currículum.
c) Una posible actividad de enseñanza para ese contenido, (cómo lo enseñaría usted).
d) Los posibles conocimientos previos que tendrían los alumnos sobre ese tema. (Es una
hipótesis, pero a la vez indica sobre qué base de conocimientos previos considera
usted que debería partir en la enseñanza de lo nuevo)
e) Una estrategia posible para movilizar las representaciones que los alumnos traen y
provocar una ruptura conceptual. (de acuerdo a las recomendaciones que se
encuentran en la bibliografía para este punto específico).
ASIGNATURA: DIDÁCTICA
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