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En razón del carácter excepcional que reviste a estas dos instituciones jurídicas,
las causales que habilitan su procedencia tienen reserva de ley, son taxativas y de
interpretación restrictiva, con el fin de impedir su uso caprichoso por parte de los
ciudadanos o la evasión del cumplimiento de sus funciones, por parte de los
servidores públicos. (…). Lo anterior, ha sido reiterado por la Sala Plena de esta
Corporación, al considerar también que, por tratarse de prohibiciones que alteran
el ejercicio de competencias legales, no pueden ser objeto de indeterminación o
interpretación extensiva, lo que permitiría su abuso en detrimento del principio de
[L]as acusaciones que versan sobre el trámite de las recusaciones dentro del
procedimiento de elección del demandado como director general encargado de la
CARDER giran en torno del escrito presentado por el candidato Gabriel Antonio
Penilla Sánchez en la sesión del 3 de febrero de 2020, al punto que es el único
documento con este tipo de petición aportado como anexo al libelo inicial, en la
medida en que los reproches de la accionante se dirigen específicamente a los
presuntos vicios de nulidad en que incurrió el Consejo Directivo de la entidad al
resolverla. (…). [D]e acuerdo con la documentación que obra en el plenario, las
únicas [recusaciones] que estaban sin decidirse para entonces eran las
presentadas por el candidato en mención [Gabriel Antonio Penilla Sánchez] en esa
misma fecha, (…), o bien se presentaron en una actuación diferente, esto es, la
designación del director general en propiedad, o bien se dirigían contra personas
distintas, es decir, contra los integrantes del Consejo Directivo anterior, en cuanto
explicó que 8 de sus 13 miembros se renovaron el 1 de enero de 2020. En el
primer evento, tal como lo ha sostenido la Sección recientemente, cada
procedimiento eleccionario tiene su propia especificidad e independencia, en
cuanto a reglas, tiempos, candidatos, electores, etc. aun cuando puedan existir
ciertas condiciones generales y coincidencias particulares. Por tanto, el trámite de
las recusaciones elevadas en el marco de la designación de aquel cargo en
propiedad, no tenía por efecto suspender la actuación para designar al encargado,
como erradamente lo entiende la [demandante] «por tratarse de decisiones
disímiles, además sin exponer causal de impedimento o conflicto de interés que se
configura en este último caso». En el segundo escenario, se debe atender a lo
dicho por la jurisprudencia constitucional sobre el carácter personal, mas no
institucional, del mecanismo de los impedimentos y recusaciones, que conlleva a
que cuando se produce un cambio del funcionario recusado porque dejó de ejercer
el cargo, el reproche formulado contra su imparcialidad no se extiende
automáticamente a quien lo reemplaza, por tratarse de personas diferentes. (…).
[R]esulta menester empezar por constatar si aquellas [recusaciones] cumplían con
los requisitos de procedibilidad exigidos por la ley y la jurisprudencia para ser
tenidas como tales y, en ese orden, darle aplicación al procedimiento establecido
en el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011. (…). Para tal efecto, es necesario revisar
con base en la literalidad del escrito que las contiene si se observaron tales
presupuestos, uno a uno, en los términos que esta Sección los ha interpretado en
consonancia con la Corte Constitucional, (…), así: (i) Identificación e
individualización del peticionario: Requisito satisfecho. (…). (ii) Identificación e
individualización de los servidores públicos o particulares que ejercen funciones
públicas contra quienes se dirige: Requisito satisfecho. (iii) Debida sustentación:
Requisito insatisfecho. Valga aclarar que este último requisito tiene varios
componentes que se deben examinar en conjunto, de forma sistemática, por la
relación de conexidad que existe entre estos, a saber: * Identificación de la causal
de recusación El peticionario señala expresamente una única causal de
En este punto, la Sala detaca que lo pretendido por la parte actora es que se
compruebe la eventual vulneración de las normas penales y disciplinarias que
invoca por parte de los dos funcionarios mencionados [gobernador de Risaralda y
el procurador delegado para asuntos ambientales] lo que conllevaría el ejercicio de
la potestad sancionatoria de la que esta Sala carece, en cuanto tales infracciones
si bien pueden dar lugar al ejercicio de la acción disciplinaria por parte del Estado,
en principio no configuran una causal para anular la elección del demandado, pues
el objeto del contencioso electoral es revisar la legalidad objetiva de los actos
electorales, mas no la conducta subjetiva de quienes intervienen en estos. Es por
ello que se afirma que cuando el juez que conoce de la acción de nulidad
electoral, se encuentra frente a un examen objetivo, pues solo se requiere
constatar la existencia de sus componentes para arribar a la conclusión que un
determinado sujeto no puede acceder al cargo público al que aspira, en la medida
que el Constituyente o legislador al establecerla analizaron su proporcionalidad y
razonabilidad frente al interés público que se buscaba proteger con su
consagración. En ese orden de ideas, para la Sala es evidente que una infracción
al Código Disciplinario Único, como la que a juicio de la demandante fue cometida
por el gobernador de Risaralda y el procurador delegado para asuntos
ambientales esto es, la contenida en el artículo 34, numeral 28 de la Ley 734 de
2002 o una al Código Penal, como la del artículo 413 sobre el delito de prevaricato
por acción son extrañas a la competencia del juez electoral y, por tanto, escapan
al objeto de control de la nulidad electoral, por lo que este cargo tampoco tiene
vocación de prosperar.
CONSEJO DE ESTADO
SECCION QUINTA
Procede la Sala a dictar sentencia de única instancia dentro del medio de control
de nulidad electoral, previsto en el artículo 139 de la Ley 1437 de 2011, promovido
por la señora María Aleyda Valencia Rojas contra la designación del señor Julio
César Isaza Rodríguez como director general encargado de la Corporación
Autónoma Regional de Risaralda - CARDER.
I. ANTECEDENTES
1. La demanda.
3.1. DECLARAR la NULIDAD del Acuerdo 02 del 3 de febrero del año 2020, por
medio del cual el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional de
Risaralda – CARDER, designó a JULIO CESAR ISAZA RODRIGUEZ como
Director General Encargado de la CARDER mientras se elegía director en
propiedad para el período comprendido entre el primero (1) de enero del año 2020
y el treinta y uno (31) de diciembre del año 2023.
1.1. Hechos
Narró que por fallo del 1 de febrero de 2018, esta Sección declaró la nulidad de la
elección del señor Jairo Leandro Jaramillo Rivera como director general de la
CARDER, periodo 2016-2019, contenida en el Acuerdo No. 015 del 2016 del
Consejo Directivo de la entidad.
Explicó que, a través del Acuerdo 05 de 2018, el referido órgano suplió la vacancia
generada como consecuencia de esa decisión, con el nombramiento en encargo
de la señora Martha Mónica Restrepo Gallego, quien se mantuvo en el empleo
hasta la finalización de aquel lapso institucional ante las demoras que impidieron
realizar la designación en propiedad correspondiente.
Aclaró que, en consecuencia, se abrió una nueva convocatoria para elegir director
general de la corporación, periodo 2020-2023, mediante el Acuerdo 10 del 23 de
octubre de 2019, en la que fueron habilitados 55 candidatos, por cumplir con los
requisitos del artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de 2015, en concordancia con
el artículo 34 de los estatutos.
Señaló que en aquella oportunidad, tomaron posesión los nuevos integrantes del
Consejo Directivo, pero se abstuvieron de realizar la designación prevista en el
orden del día porque existían 7 recusaciones pendientes de ser decididas por el
jefe del Ministerio Público y una más presentada ese mismo día.
Sostuvo que, por tanto, el presidente de esa colegiatura convocó a una nueva
reunión con la misma finalidad para el 3 de febrero de 2020, a la que asistieron el
procurador delegado para asuntos ambientales, el procurador provincial de
Pereira, el procurador regional de Risaralda y una procuradora judicial ambiental y
agraria; y que el primero de ellos informó que las recusaciones pendientes serían
resueltas desfavorablemente en el transcurso del día y que, en tal virtud, podían
proceder a elegir al respectivo encargado.
Afirmó que se violó el debido proceso administrativo con base en los reproches
expresados en la primera acusación, por cuanto el Consejo Directivo de la
CARDER no dio a las recusaciones elevadas por el candidato Gabriel Antonio
Penilla Sánchez el trámite previsto en el artículo 12 del CPACA, en la medida en
que en lugar de suspender la actuación administrativa y remitirla a la Procuradoría
General de la Nación para resolverlas, procedió a rechazarlas de plano y elegir al
demandado como director encargado de la entidad, siguiendo el concepto del
Procurador Delegado para Asuntos Ambientales, presente en la sesión al parecer
por invitación del gobernador de Risaralda.
1 ARTÍCULO 35. Prohibiciones. A todo servidor público le está prohibido: (…) 28. Manifestar
indebidamente en acto público o por los medios de comunicación, opiniones o criterios dirigidos a
influir para que la decisión contenida en sentencias judiciales, fallos disciplinarios, administrativos o
fiscales sean favorables a los intereses de la entidad a la cual se encuentra vinculado, en su propio
beneficio o de un tercero.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el demandado tomó posesión del cargo de
director general encargado de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda –
CARDER el 3 de febrero de 2020 y con posterioridad se profirió el Acuerdo No.
015 de 25 de julio de 2020, a través del cual el señor Julio César Gómez Salazar
fue designado como director general de CARDER, quien se posesionó el 27 de
julio de 2020, se deberá determinar si, en el sub examine, opera la figura de la
carencia actual de objeto por sustracción de materia, caso en el cual, la Sala se
relevaría de estudiar los tópicos referenciados en el anterior párrafo
En tal virtud, se ordenó correr traslado a las partes de las pruebas allegadas al
proceso por el término de tres días, que transcurrió entre el 16 y el 21 de julio sin
que se recibiera manifestación alguna al respecto, vencido el cual se dispuso que,
por Secretaría, se notificara a las partes para que presentaran por escrito sus
alegatos de conclusión y para que el Ministerio Público rindiera su concepto por el
plazo común de 10 días, que tuvo lugar entre el 22 de julio y el 4 de agosto
siguientes, en el que se pronunciaron tanto la la señora María Aleyda Valencia
Rojas como la CARDER y la procuradora séptima delegada ante el Consejo de
Estado, tal como pasa a reseñarse.
Por lo anterior, solicitó negar las súplicas de la demanda para que se mantenga
incólume la presunción de legalidad del acto electoral impugnado y, en
consecuencia, condenar en costas y agencias en derecho a la parte actora.
Al respecto, señaló que una vez revisada el Acta 002 de esa reunión, se tiene que
para entonces las recusaciones formuladas en el curso de la elección del director
general en propiedad, periodo 2020-2023, ya estaban resueltas por el procurador
general de la Nación, mientras que las radicadas dentro de la actuación
adelantada para designar al encargado, se decidieron por el jefe del Ministerio
Público y fueron notificadas ese mismo día, por vía de correo electrónico remitido
a la Secretaría General de la CARDER, además de estimar que estas últimas no
resutaban extensibles a los nuevos integrantes el Consejo Directivo, que se
posesionaron en 2020, por ser anteriores a su posesión .
Por tanto, concluyó que las recusaciones presentadas por el mentado aspirante
eran las únicas pendientes de análisis para ese momento y, en su criterio,
estuvieron bien rechazadas por el Consejo Directivo, en cuanto no cumplían con la
Así las cosas, solicitó que se nieguen las pretensiones de la demanda, por cuanto
la accionante no logró demostrar ninguna de las censuras que elevó contra el acto
impugnado.
1. Competencia
2. Acto demandado
5
Artículo 149. Competencia del Consejo de Estado en Única Instancia: “El Consejo de Estado, en
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, por intermedio de sus Secciones, Subsecciones o
Salas especiales, con arreglo a la distribución de trabajo que la Sala disponga, conocerá en única
instancia de los siguientes asuntos (…) 4. De la nulidad de los actos de elección expedidos por el
Congreso de la República, sus Cámaras y sus comisiones, la Corte Suprema de Justicia, la Corte
Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura, la junta directiva o consejo directivo de los
entes autónomos del orden nacional y las comisiones de regulación. Igualmente, de la nulidad del
acto de nombramiento del Viceprocurador General de la Nación, del Vicecontralor General de la
República, del Vicefiscal General de la Nación y del Vicedefensor del Pueblo».(subrayado fuera del
original)
3. Problema jurídico
Así entonces, con el fin de emitir un pronunciamiento de fondo que ponga fin a
este proceso, se analizarán a continuación: (i) el régimen de las autoridades de la
CARDER; (ii) el régimen general y administrativo de los impedimentos y
recusaciones; (iii) las recusaciones de los integrantes del Consejo Directivo de las
Corporaciones Autónomas Regionales. Con base en estas consideraciones, se
abordará finalmente el estudio del (iv) caso concreto.
4. Cuestión previa.
En este orden, la Sala encuentra procedente destacar que este asunto ya fue
resuelto en el auto del 9 de abril de 2021, que declaró no probada dicha hipótesis,
propuesta como excepción previa por la parte pasiva, en su contestación de la
demanda, de conformidad con lo establecido en la sentencia de unificación del 24
de mayo de 20186; a partir de dicho precedente se concluyó:
Así las cosas, para el despacho resulta claro que el Acuerdo No. 002 de 3 de febrero
de 2020, cuya nulidad se depreca, sí surtió efectos jurídicos desde la fecha en que el
demandado tomó posesión del cargo de director general encargado de la Corporación
Autónoma Regional de Risaralda – CARDER, esto es, 3 de febrero de 2020 y hasta el
día anterior en que el nuevo director asumió el cargo, a saber, 26 de julio de 2020,
periodo durante el cual, el señor Julio César Isaza Rodríguez actuó como
representante legal y primera autoridad ejecutiva de la mencionada corporación, de
conformidad con el artículo 28 de la Ley 99 de 1993, y ejerció las funciones propias
del cargo fijadas en el artículo 29 de la misma normativa.
6 Consejo de Estado. Sección Quinta. Sentencia del 24 de mayo de 2018, Exp. 47001-23-33-000-
2017-00191-02, M.P. Rocío Araújo Oñate
7 Consejo de Estado. Sección Cuarta. Sentencia del 19 de octubre de 2017, Expediente No. 76001-
23-31-000-2011-01520-01, M.P. Julio Roberto Piza Rodríguez. Sección Primera. Sentencia del 12
de julio de 2018, Radicación No. 11001-03-24-000-2012-00073-00, M.P. Oswaldo Giraldo López.
Sentencia del 24 de septiembre de 2015, Radicación No. 05001-23-33-000-2014-00708-01, M.P.
Guillermo Vargas Ayala: «El examen de legalidad de los actos de la administración no recae sobre
sus elementos de eficacia sino sobre los de validez. Así pues, aunque el acto administrativo no sea
eficaz, es susceptible de control judicial a pesar de que no haya sido publicado o notificado por la
autoridad correspondiente».
Por último, es el director general quien obra como su representante legal y primera
autoridad ejecutiva. Sobre su elección, el artículo 28 (modificado por el artículo 1º
de la Ley 1263 de 2008) señala que:
Será designado por el Consejo Directivo para un período de cuatro (4) años,
contados a partir del 1° de enero de 2012, y podrá ser reelegido por una sola vez.8
(…)
8El aparte subrayado fue declarado exequible por la Corte Constitucional en Sentencia C-127 del
21 de noviembre de 2018, M.P. Cristina Pardo Schlesinger.
Ahora bien, en el caso específico de la CARDER, mediante el Acuerdo No. 005 del
26 de febrero de 2010, su Asamblea Corporativa adoptó los estatutos, en los que
dispuso que la entidad está integrada por el departamento de Risaralda y los
municipios de Pereira, Santa Rosa, Dosquebradas, La Virginia, Belén de Umbría,
Guática, Quinchía, Mistrató, Pueblo Rico, Santuario, Apía, La Celia, Balboa y
Marsella (artículo 3)
En este orden, enlistó las calidades o requisitos positivos que se deben acreditar
para ejercer el cargo (artículo 51) así como los negativos, al señalar que se
encuentra sometido al régimen de inhabilidades e incompatibilidades de los
Por último, esta misma norma aclara que cuando se produce una vacancia
absoluta en el referido empleo, por cualquiera de las causales legales para su
cesación definitiva (artículo 56), que incluyen orden o decisión judicial, se
procederá a proveerlo a través de encargo por el periodo restante, el cual
concluirá con la posesión del nuevo director general (parágrafo segundo).
9 Corte Constitucional. Sentencia C-532 del 19 de agosto de 2015, M.P. María Victoria Calle
Correa.
10 Corte Constitucional. Sentencia C-881 del 23 de noviembre de 2011, M.P. Luis Ernesto Vargas
Silva.
11 Corte Constitucional. Sentencia C-365 del 29 de marzo de2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
12 Corte Constitucional. Sentencia SU-115 del 14 de marzo de 2019, M.P. Gloria Stella Ortíz
Delgado.
tales derechos de rango superior como la tutela judicial efectiva y los derechos
políticos, sus estándares nacionales e internacionales de protección resultan
aplicables mutatis mutandi a los demás manifestaciones de la función pública,
incluidas la administrativa y la electoral, tal como lo ha reconocido la Corte
Constitucional en varias providencias13, lo mismo que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, al destacar que «(…) Las normas legales nacionales e
internacionales sobre independencia judicial son imperativas para todo tipo de
proceso judicial o administrativo, puesto que se trata de un elemento fundamental
del derecho al debido proceso (Art. 8.1 Convención)».14
Ahora bien, sobre los orígenes de ambas figuras, la Corte Suprema de Justicia ha
explicado que:
(…) se hallan reglamentadas desde el derecho romano, en donde hubo una época
de tanta amplitud que podía obtenerse el apartamiento del magistrado aún sin
expresar la causa que moviera al recusador. En el derecho español (Fuero Juzgo,
Fuero Real y Las Partidas) se encuentra también esta institución creada y
desarrollada en amplios términos. No hay duda, pues, de que el derecho
colombiano tiene en esta materia las más hondas raíces y los más dilatados
antecedentes.15
13 Ver, entre otras. Corte Constitucional. Sentencias C-037 de 1996, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa,
C-573 de 1998 M.P. José Gregorio Hernández Galindo, C-365 de 2000 M.P. Vladimiro Naranjo
Mesa y C-1076 de 2002, M.P. Clara Inés Vargas Hernández. Autos A-069 de 2003, M.P. Álvaro
Tafur Galvis, A-078 de 2003, M.P. Clara Inés Vargas Hernández y A-188A de 2005, M.P. Humberto
Antonio Sierra Porto.
14 Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Castillo Petruzzi vs. Perú (1999).
15 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 12 de noviembre de 1935, M.P.
mayo de 2010, Rad. 0875-10, en ambos CP. Víctor Hernando Alvarado Ardila. Sección Tercera,
sentencias de 11 de abril de 2012, Rad. 20756, CP. Carlos Alberto Zambrano Barrera, autos de 13
de diciembre de 2010, Rad. 39481, CP. Stella Conto Díaz Del Castillo y de la misma fecha, Rad.
39482, CP. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
18 Corte Interamericana de derechos Humanos. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No.182, párr. 43, párr. 56, y Caso J. Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013.
Serie C No. 275, párr. 182.
19 Tribunal Europeo de Derechos Humanaos. Caso Hauschilt. Sentencia del 24 de mayo de 1989,
En razón del carácter excepcional que reviste a estas dos instituciones jurídicas,
las causales que habilitan su procedencia tienen reserva de ley, son taxativas y de
interpretación restrictiva, con el fin de impedir su uso caprichoso por parte de los
ciudadanos24 o la evasión del cumplimiento de sus funciones, por parte de los
servidores públicos25. Por tanto, el Congreso de la República goza de una amplia
libertad de configuración legislativa para establecerlas26, como normas de orden
público, en los distintos ordenamientos procesales dentro de cada jurisdicción, a
partir de los principios de proporcionalidad y razonabilidad y de las «(…)
consideraciones socio-políticas de conveniencia y oportunidad», propias de sus
21 Corte constitucional. Sentencia C-881 del 23 de noviembre de 2011, M.P. Luis Ernesto Vargas
Silva.
22 Corte Constitucional. Sentencia SU-115 del 14 de marzo de 2019, M.P. Gloria Stella ortíz
Cuervo.
26 Corte Constitucional. Sentencia C-365 del 29 de marzo de 2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
(…) las normas que determinan las causales de impedimento y recusación, al igual
que las disposiciones que regulan su trámite y decisión, en cuanto disponen sobre
la competencia del juzgador en el caso concreto, y comprometen la celeridad de
las actuaciones judiciales, son previsiones de orden público y riguroso
cumplimiento, como quiera que a los jueces no les está permitido separarse por su
propia voluntad de las funciones que les han sido asignadas, y a las partes no les
está dado escoger libremente la persona del juzgador .
De lo anterior se ha de seguir que las causas que dan lugar a separar del
conocimiento de los asuntos que competen a jueces y magistrados [y demás
servidores públicos] no pueden deducirse por analogía, ni ser objeto de
interpretaciones subjetivas, dado su carácter de reglas de orden público, fundadas
en el convencimiento del legislador de que son éstas y no otras las circunstancias
fácticas que impiden que un juez siga conociendo de un asunto, porque de
continuar vinculado a la decisión compromete la independencia de la
administración de justicia y quebranta el derecho fundamental de los asociados a
obtener un fallo [o decisión] proferido por un tribunal [o autoridad] imparcial 28.
Ahora bien, en líneas generales, se puede sostener que las normas que regulan
las situaciones que pueden afectar la imparcialidad e independencia de los
servidores públicos en los diferentes procesos y ámbitos de toma de decisiones
dentro del Estado coinciden en advertir sobre cuestiones relacionadas
básicamente con el interés de ellas en los asuntos bajo su conocimiento, bien sea
directo o indirecto, material, intelectual o moral, por razones económicas, de
afecto, antipatía, parentesco o de amor propio, como lo ha reconocido la
jurisprudencia constitucional, al señalar que:
27 Corte Constitucional. Sentencia C-925 del 18 de noviembre de 1999, M.P. Vladimiro Naranjo
Mesa. En concordancia con la Sentencia C-327 del 10 de noviembre de 1997, M.P. Fabio Morón
Díaz
28 Corte Constitucional. Auto A-069 del 7 de abril de 2003, M.P. Álvaro Tafur Galvis. En
concordancia con la Sentencia C-135 del 3 de marzo de 1999, M.P. Fabio Morón Díaz
29 Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, ver entre otros, auto del 23 de
En este orden, cabe resaltar como elemento común a todas estas, amén de su
mencionado carácter taxativo e interpretación restrictiva, la necesidad de que las
situaciones en que se fundan estén debidamente comprobadas para que se
acepte el impedimento o recusación31, si bien la forma de acreditarlas varía entre
una y otra clase de causales porque las primeras versan sobre situaciones
objetivas fácilmente demostrables por distintos medios de convicción, con
prevalencia del documental, que dejan muy poco margen para la apreciación
subjetiva o la contradicción, más allá de su tacha de falsedad o regla de exclusión
por inconstitucionalidad, por lo que su análisis básicamente se limita a establecer
su existencia, autenticidad y validez. Por tal motivo, la Corte Constitucional ha
señalado que:
En cambio las segundas, estas son, «el interés particular y directo» y «la
enemistad grave o amistad íntima» son de difícil acreditación porque se refieren a
las emociones, pasiones, sentimientos, deseos, intenciones, pensamientos y
demás elementos volitivo-afectivos que hacen parte de la intimidad de las
personas humanas y que, en tal virtud, dependen predominantemente del criterio
del fallador, más todavía cuando el legislador las cualificó con adjetivos que
admiten distintos grados de intensidad, por lo que están atadas directamente a la
manifestación del impedido o recusado acompañada de distintos medios
31
Corte Constitucional. Auto A-069 del 7 de abril de 2003, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
32Corte Constitucional. Sentencia C-390 del 16 de septiembre de 1993, M.P. Alejandro Martínez
Caballero
Bajo este título se analizará, en primer lugar, los límites y requisitos que debe
cumplir toda recusación para ser tenida como tal y, enseguida, el trámite que se
les debe dar cuando se dirigen contra los integrantes del Consejo Directivo de las
Corporaciones Autónomas Regionales
33 Ibídem
34 Corte Constitucional. Auto A-607 del 2 de septiembre de 2021, M.P. José Fernando Reyes
Cuartas.
35 Véase, entre otros, Hernán Fabio López Blanco, Derecho Procesal Civil Colombiano, Parte
General, Tomo I, Págs. 215 y 217 (DUPRE editores 1997) y Jairo Parra Quijano, Derecho Procesal
Civil, Parte General, Tomo I Págs. 66 y 67 (Editorial Temis 1992).
Es por ello que, puestos sobre la balanza los derechos de los recusantes frente a
los derechos de terceros, de la sociedad y el Estado, existe un punto medio
razonable de coexistencia de los derechos, que se traduce en la posibilidad de
alegar y demostrar una recusación pero en forma sumaria, breve y certera. La
ausencia de recusación o su ejercicio desmedido y prolongado atentan por igual
contra tal equilibrio y, por esa vía, contra los valores constitucionales superiores de
la justicia y la equidad. No en vano desde Roma se afirmaba que la equidad era el
arte de darle a cada cual lo suyo37.
Lo anterior, sin perder de vista que existen otros medios que permiten controlar el
apego a la ley de las decisiones de las autoridades para que no se desvíen hacia
intereses privados, como es el caso de los recursos en su contra, los medios de
control ordinarios y las acciones constitucionales, dentro de un conjunto articulado
de mecanismos administrativos y judiciales que salvaguardan las garantías del
debido proceso y la igualdad ante la ley, velando por la rectitud, probidad,
honestidad, imparcialidad e independencia de los servidores públicos, amén de
permitir que se establezcan las responsabilidades personales a que haya lugar38.
36 Corte Constitucional. Sentencia C-365 del 29 de marzo de 2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
37 Corte Constitucional. Sentencia C-390 de 1993, M.P. Alejandro Martínez Caballero.
38 Corte Constitucional. Sentencia C-365 del 29 de marzo de 2000, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa:
«Para no ir más lejos, basta con señalar que, según lo ha indicado la jurisprudencia constitucional,
la garantía del debido proceso puede hacerse efectiva mediante el ejercicio de la acción de tutela,
De acuerdo con lo dicho por la Corte Constitucional, la regla general consiste en que
la persona que presente una petición, manifieste debidamente su identificación, y
como excepción se establece la posibilidad de que se presenten quejas anónimas
cuando exista una justificación seria y creíble del peticionario para mantener la reserva
de su identidad.
94. Lo anterior a su vez supone que la autoridad competente una vez tiene
conocimiento de una recusación, verifique si cumple con los requisitos mínimos para
catalogarse como tal, los cuales según se desprende de los artículos 11 y 12 de la Ley
1437 de 2011 (tratándose de actuaciones administrativas) corresponden al (I)
señalamiento del servidor público o particular que ejerce función pública sobre el que
recae el reproche y, (II) las razones por las que se estima que respecto de aquél
existe un conflicto entre el interés particular y el general, razones que deben estar
encaminadas a ilustrar jurídica y probatoriamente si es del caso, la configuración de
las causales de impedimento legalmente establecidas.
95. A los mencionados requisitos debe añadirse a la luz del artículo 16 de la Ley 1437
de 2011, que describe las pautas mínimas que debe contener una solicitud, la
identificación del solicitante (salvo que exista una justificación seria y creíble del
peticionario para mantener la reserva de su identidad ), en tanto tal exigencia (I)
permite precisar el titular del derecho de petición que debe garantizarse y (II) reviste
de seriedad su ejercicio, “pues obliga a que quien lo suscribe se haga responsable de
las afirmaciones que realice en sustento del mismo e impide que se utilice para afectar
impunemente derechos de terceros como el buen nombre o la honra” , como lo
precisó la Corte Constitucional en la sentencia C-951 de 2014.
en aquellos casos en que el afectado con una decisión judicial o administrativa considere que la
misma constituye una clara “vía de hecho”, entendiendo como tal aquella actuación que se cumple
sin fundamento objetivo y razonable y, en consecuencia, por fuera del orden jurídico
preestablecido».
39 Consejo de Estado, Sección Quinta. Auto del 27 de febrero de 2020, Exp. 11001-03-28-000-
La Sección Quinta del Consejo de Estado ha dicho que los escritos de recusación
deben cumplir con los siguientes requisitos:
(i) Identificación del solicitante, a menos de que exista una justificación seria y creíble
del peticionario para mantener la reserva de su identidad, de conformidad con lo
establecido en la sentencia C-951 de 2014 de la Corte Constitucional. (…).
(ii) El señalamiento del servidor público o particular que ejerce función pública, sobre
el que recae el reproche y,
(iii) Las razones por las que se estima que respecto de aquél existe un conflicto entre
el interés particular y el general, las cuales deben estar encaminadas a ilustrar jurídica
y probatoriamente si es del caso, la configuración de las causales de impedimento
legalmente establecidas.
98. Así las cosas, los escritos de recusación al ser manifestaciones que buscan
separar del conocimiento de un determinado asunto a la autoridad que por ley le
corresponde sustanciarlo y/o decidirlo, debe, al tenor del artículo 12 de la Ley 1437 de
2011, guardar una carga mínima de seriedad que se materializa en el escrito motivado
que exige la ley, en determinar el sujeto que lo propone y sobre el que recae, las
razones de hecho en que se fundamenta y la causal taxativa en la que se subsume.
Dicha suficiencia, deviene de la necesidad de mantener en cabeza de los funcionarios
y demás autoridades, el cabal cumplimiento de sus funciones, sin dilación alguna, por
lo que, cuando deben ser separados del ejercicio de ellas, éstas razones deben
enmarcarse en la defensa del interés general, la trasparencia, eficiencia, imparcialidad
y demás principios que rigen la función pública.
99. Es por ello que, cuando se verifica que falta alguno de los elementos formales,
atrás aludidos, que cualifican la existencia precisa de la recusación, el trámite
administrativo debe seguir su curso, dado que no puede dotarse de efectos a una
petición que no cumple con los requisitos que el legislador previó para su
materialización, por lo que de suyo deviene que no debe suspenderse la actuación y
menos separarse de su función a sujeto alguno, lo que conlleva a que en los cuerpos
colegiados no se afecte su quórum.
43 Consejo de estado. Sección Quinta. Sentencia del 17 de junio de 2021, Exp. 11001-03-28-000-
2019-00061-00 (AC), M.P. Luis Alberto Álvarez Parra.
44 Consejo de Estado. Sección Quinta. Sentencia del 22 de julio de 2021, Exp. 11001-03-28-000-
implica que el fondo del asunto no alcanza a ser estudiado, precisamente, debido
a la no satisfacción de los requisitos de forma de la solicitud.
Por último, no sobra mencionar que esta ha sido también la posición sostenida por
la Corte Suprema de Justicia, al explicar que:
45 Corte Constitucional. Sentencia C-532 del 19 de agosto de 2015, M.P. María Victoria Calle.
46 Corte Constitucional. Auto A-069 del 7 de abril de 2003, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
47 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 31 de mayo de 1948, M.P.
Álvaro Leal Morales, Gaceta Judicial LXIV junio-julio de 1948, páginas 408 y siguientes.
48 Según lo dicho en: Consejo de Estado. Sección Quinta. Sentencia del 22 de julio de 2021, Exp.
En primer lugar sobre la aplicación del artículo 12 del CPACA al trámite de las
recusaciones de los miembros de los consejos directivos de las corporaciones
autónomas, esta Sección sostuvo:
(…) Aunque de una lectura desprevenida del artículo 12 del CPACA parecería
desprenderse que dicha norma no resulta aplicable para la resolución de
impedimentos y recusaciones presentadas en el marco de las actuaciones
administrativas adelantadas por los órganos de dirección y administración de las
corporaciones autónomas, toda vez que, dichos cuerpos no tienen un “superior” en
el sentido estricto de la palabra y al ser parte de una entidad autónoma tampoco
tienen “cabeza del respectivo sector administrativo” que supla la ausencia de
superior.
Así las cosas, esta es la norma aplicable por tratarse de una elección no popular
adelantada por una corporación autónoma” 49.
En este punto debe tenerse en cuenta que si bien la norma no establece que la
suspensión deba decretarse a través de una providencia o actuación determinada,
lo cierto es que el funcionario recusado no puede ejercer sus competencias, bien
sea adelantar o sustanciar actuaciones administrativas, realizar investigaciones,
practicar pruebas o pronunciar decisiones definitivas, hasta tanto la recusación sea
resuelta.
8. Caso concreto
En el sub judice, la señora María Aleyda Valencia Rojas solicitó que se declare la
nulidad del acto de elección del señor Julio César Isaza Rodríguez como director
general encargado de la CARDER, al considerar que se encuentra viciado por las
causales genéricas de infracción de norma superior y expedición irregular50, en
cuanto: (i) no se dio trámite a las recusaciones presentadas contra los miembros
del Consejo Directivo de la CARDER por el candidato Gabriel Antonio Penilla
Sánchez; (ii) no se suspendió la sesión del 3 de febrero de 2020 en la que se llevó
49 Consejo de Estado, Sección Quinta. Sentencia de 4 de agosto de 2016, Exp. 2015-0054-00,
M.P. Carlos Enrique Moreno Rubio.
50 Por el presunto desconocimiento de las siguientes disposiciones: (i) Constitución Política de
Colombia: artículos 4, 6, 83 y 209; (ii) Ley 734 de 2002: artículo 40 y 48; (iii) Código Penal
Colombiano: Artículo 413; y (iv) Ley 1437 de 2011: artículos 11 y 12.
En este orden, la Sala precisa que, para resolver de forma clara y ordenada la
fijación del litigio que fue recogida en el planteamiento del problema jurídico, es
menester agrupar las presuntas irregularidad atribuidas por la parte actora al
Consejo Directivo de la CARDER, al rechazar las recusaciones elevadas por aquel
candidato en la sesión del 3 de febrero de 2020 y continuar su actuación dentro
del procedimiento eleccionario hasta su culminación con la designación del señor
Julio César Isaza Rodríguez, tal como procedió en su concepto la agente del
Ministerio Público; y posteriormente se abordará el análisis de la acusación
restante sobre la alegada extralimitación de funciones del gobernador de Risaralda
y el procurador delegado para asuntos ambientales en esa reunión y, por último,
Sea lo primero advertir que las acusaciones que versan sobre el trámite de las
recusaciones dentro del procedimiento de elección del demandado como director
general encargado de la CARDER giran en torno del escrito presentado por el
candidato Gabriel Antonio Penilla Sánchez en la sesión del 3 de febrero de 2020,
al punto que es el único documento con este tipo de petición aportado como anexo
al libelo inicial, en la medida en que los reproches de la accionante se dirigen
específicamente a los presuntos vicios de nulidad en que incurrió el Consejo
Directivo de la entidad al resolverla.
Por tanto, de acuerdo con la documentación que obra en el plenario, las únicas
que estaban sin decidirse para entonces eran las presentadas por el candidato en
mención en esa misma fecha, amén que las anteriores, según el propio dicho de la
parte actora, o bien se presentaron en una actuación diferente, esto es, la
designación del director general en propiedad, o bien se dirigían contra personas
distintas, es decir, contra los integrantes del Consejo Directivo anterior, en cuanto
explicó que 8 de sus 13 miembros se renovaron el 1 de enero de 2020.
La persona que fue recusada puede dejar de ejercer el cargo, caso en el cual
entraría un nuevo funcionario a ocupar su posición. De acuerdo con lo señalado en
el párrafo precedente, la recusación no busca que el funcionario judicial que, en
abstracto, esté ocupando el cargo de quien fue recurrido se abstenga de fallar. Es
decir, el impedimento es de carácter personal52.
Para tal efecto, es necesario revisar con base en la literalidad del escrito que las
contiene si se observaron tales presupuestos, uno a uno, en los términos que esta
51 Según lo dicho en: Consejo de Estado. Sección Quinta. Sentencia del 22 de julio de 2021, Exp.
11001-03-28-000-2021-00003-00; M.P. Rocío Araújo Oñate.
52 Corte Constitucional. Auto A-155 del 3 de noviembre de 2004, M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra.
Valga aclarar que este último requisito tiene varios componentes que se deben
examinar en conjunto, de forma sistemática, por la relación de conexidad que
existe entre estos, a saber:
Bajo los numerales «I» y «III», el solicitante relata los hechos en que sustenta su
solicitud, así:
No hay derecho que el mismo Consejo Directivo de la CARDER, pase por alto los
Estatutos CARDER y pretendan REVOCAR un nombramiento en encargo, sin el
consentimiento de la Directora General encargada, doctora MARTHA MÓNICA
RESTREPO GALLEGO que ejerce el encargo acorde a la normativa vigente;
situación ésta que fuera de constituir una arbitrariedad pueden incurrir los señores
Consejeros en un PREVARICATO por proferir una decisión contraria a la
Constitución y la Ley.
mismo Consejo Directivo de la CARDER, hasta que se elija Director (a) General
encargado (a).
Por tanto, se evidencia que en lugar de describir los hechos que sirven de
fundamento fáctico a la causal invocada contra los recusados, el peticionario
realiza una serie de apreciaciones subjetivas y juicios de valor en su contra, en
relación con unos supuestos móviles ilegales tras su decisión de reemplazar a
quien venía ejerciendo el cargo de directora general encargada, pero sin relatar
las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que basa tales afirmaciones, lo que
resulta indispensable para verificar si se configura o no el supuesto de hecho
previsto en el artículo 11.1 del CPACA, esto es «el interés particular y directo en
(…) la decisión del asunto» por parte de aquellos.
la causal de tener interés particular y directo frente a cada uno de los recusados,
en los siguientes términos:
oposición alguna sobre este punto que vulnera los derechos fundamentales y el
Principio de Legalidad de la actual Directora General Encargada; situación esta
que los señores Alcaldes antes mencionados queden incurso, igualmente, en la
causal 1° de Articulo 11 de la Ley 1437 de 2011 que reza: “1. Tener interés
particular y directo en la regulación gestión, control o decisión del asunto (…),
a la haber convocado al Concejo Directivo de la CARDER, con el punto de
“designación del Director General Encargado”; por tal razón es procedente acceder
a esta causal de recusación por parte del Sr. Procurador General de la Nación.
Sobre este punto, la Sección destaca que si bien, a diferencia de lo sucedido con
los hechos, el solicitante hace un esfuerzo por personalizar los argumentos de
derecho que sustentan sus recusaciones, no lo logra en cuanto termina repitiendo
las mismas dos censuras contra la imparcialidad de cada uno de ellos pero sin
desarrollarlas hermenéuticamente, es decir, sin explicar por qué a su juicio era
inconveniente para los 11 recusados, individualmente considerados, que la señora
Martha Mónica Restrepo Gallego continuará desempeñando el cargo, al punto de
que su reemplazo por el demandado representara un provecho, ventaja o utilidad
cierto, objetivo y verificable a su favor.
53Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal, Auto del 10 de agosto de 2005, Exp. 23968,
reiterado en: Auto del 13 de agosto de 2005, rad. 23903 y Auto del 29 de agosto de 2013, rad.
68461. Cita tomada de Corte Constitucional. Sentencia T-305 del 8 de mayo de 2017, M.P. Aquiles
Arrieta Gómez.
• Ilustración probatoria
54Corte Constitucional. Sentencia C-390 del 16 de septiembre de 1993, M.P. Alejandro Martínez
Caballero.
recusados y que tienen que ver con elementos volitivo-afectivos que hacen parte
de su intimidad, su acreditación es muy difícil y, entonces, la exigencia probatoria
se reduce; mientras que las segundas (numerales restantes), al tratar sobre
supuestos de hecho verificables a través de pruebas predominantemente
documentales, tal carga aumenta aunque de forma dinámica, de modo tal que su
ilustración corresponde a quien se encuentra en mejores condiciones de
acreditarlos.
En este punto, la Sala detaca que lo pretendido por la parte actora es que se
compruebe la eventual vulneración de las normas penales y disciplinarias que
invoca por parte de los dos funcionarios mencionados lo que conllevaría el
ejercicio de la potestad sancionatoria de la que esta Sala carece, en cuanto tales
infracciones si bien pueden dar lugar al ejercicio de la acción disciplinaria por parte
del Estado, en principio no configuran una causal para anular la elección del
demandado, pues el objeto del contencioso electoral es revisar la legalidad
objetiva de los actos electorales, mas no la conducta subjetiva de quienes
intervienen en estos.
Es por ello que se afirma que cuando el juez que conoce de la acción de nulidad
electoral, se encuentra frente a un examen objetivo, pues solo se requiere
constatar la existencia de sus componentes para arribar a la conclusión que un
determinado sujeto no puede acceder al cargo público al que aspira, en la medida
que el Constituyente o legislador al establecerla analizaron su proporcionalidad y
razonabilidad frente al interés público que se buscaba proteger con su
consagración.
En ese orden de ideas, para la Sala es evidente que una infracción al Código
Disciplinario Único, como la que a juicio de la demandante fue cometida por el
gobernador de Risaralda y el procurador delegado para asuntos ambientales esto
es, la contenida en el artículo 34, numeral 28 de la Ley 734 de 2002 o una al
Código Penal, como la del artículo 413 sobre el delito de prevaricato por acción
son extrañas a la competencia del juez electoral y, por tanto, escapan al objeto de
control de la nulidad electoral, por lo que este cargo tampoco tiene vocación de
prosperar.
FALLA:
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
“Este documento fue firmado electrónicamente. Usted puede consultar la providencia oficial con
el número de radicación en http://relatoria.consejodeestado.gov.co:8081”.