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Isaías 43, versículo 18.

“No os acordáis de las cosas pasadas ni traigáis a memoria las cosas


antiguas. He aquí, que yo hago cosas nuevas, pronto saldrá a luz, no la conoceréis. Otra vez abriré
camino en el desierto y ríos en la soledad”.

Quiero hacerte la pregunta. ¿Han pasado por algunos desiertos en el año 2005?, momentos tal vez
de sequía, momentos de tristeza puede ser, de pérdida. Servimos a un Dios que tiene el poder de
hacer todas las cosas nuevas. De hacer brotar fuentes de agua en el desierto, nuevas plantas,
animales, nueva vida donde había muerte. Y es de eso que quiero hablar hoy.

El Dios que hace todas las cosas nuevas. Oramos. Padre, en el nombre de Jesús venimos ante ti.
Padre, gracias que tu eres el Dios de la vida y que Tu puedes transmitir la vida a nosotros, la
recibimos de ti hoy. Porque Tu Jesús eres la resurrección y la vida y en ti siempre hay un nuevo día.
Gracias te damos, en el nombre de Jesús.

Vamos juntos a Ezequiel Capítulo 47. Dios le bendiga el remanente santo. Están aquí porque
decidieron que quieren buscar de Dios primero. Dar las primicias del año al Señor. Ezequiel 47. El
profeta describe una visión que él tuvo de un río que fluía del templo de Dios.

47 comenzando en versículo 1 y lo que voy a hacer...... “Me hizo volver luego a la entrada de la
casa y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente porque la fachada
de la casa estaba al oriente y las aguas descendían de debajo hacia el lado derecho de la casa, al
sur del altar. Me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta, por el camino
exterior, fuera de la puerta al camino de la que mira al oriente y vi que las aguas salían del lado
derecho y salió el varón hacia el oriente llevando un cordel en su mano y midió mil codos y me
hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta las
rodillas. Midió luego otros mil y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos (que me imagino que
es la cintura, no se). Midió otros mil y ya era un río que yo no podía pasar porque las aguas habían
crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. Y me dijo: ¿has visto hijo de hombre?
Después me llevó y me hizo volver por la ribera del río y volviendo yo vi que en la ribera del río
había muchísimos árboles a uno y otro lado. Me dijo: “estas aguas salen a la región del oriente y
descenderán al Arabá, y entrarán en el mar, y entradas en el mar recibirán sanidad las aguas. Y
toda alma viviente que nadare por donde quiera que entraren estos ríos, vivirá y habrá
muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad. Y vivirá todo lo que
entrare en este río y junto a él estarán los pescadores y desde En-guedi hasta En-eglaim será su
tendero de redes y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del mar
grande. Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán y quedarán para salinas y junto al río en la
ribera a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales, sus hojas nunca caerán ni faltará su
fruto. A su tiempo madurará porque sus aguas salen del santuario y su fruto será para comer, su
hoja para medicina.”

¡Qué linda esta visión! Es del templo de Dios y un río que fluye en ese templo y el profeta pudo ver
que donde quiera el río fluye, como dice la canción, habrá vida.
Dios hizo brotar árboles, plantas, peces, nueva vida en todo el fluir de ese río y eso es una profecía
de lo que nosotros estamos viviendo hoy en día, nosotros, usted y yo, somos el templo del espíritu
santo. Y Dios quiere que fluya de aquí un río espiritual. Y que ese río fluya en cada calle, en cada
tienda, en cada esquina, en cada apartamento, en cada escuela, en cada hospital, y donde este río
fluye habrá nueva vida. Porque el río fluye de nosotros y con nosotros y tenemos que fluir con ese
río y nadar en ese río, y nosotros ir donde hay tinieblas para que haya luz y vida ahí.

Saben que yo aprendí a esquiar un poco este verano y aprendí a gustar a estar en las olas ahí y casi
dar vueltas en el agua, ¿no? Dios quiere que juguemos en estas aguas. Dios quiere que pasemos
bien en este año, con un fluir porque el poder no viene de nosotros, viene de Dios. En algunos de
los países donde hemos venido hay playas lindas, hay ríos lindos. Visualiza estos ríos porque es
mucho mejor lo que va a fluir aquí en esta ciudad y nosotros somos parte de eso.

Dios hace todas las cosas nuevas. Pero hay una pregunta. No había todo que llegó a tener vida, el
río no pudo fluir en todos lados porque había también lugares estancados. ¿Cuántos conocemos
lugares estancados como pantanos?

Dios tiene una pregunta para nosotros este primer día del año 2006: ¿Tu quieres ser un manantial
o un pantano, una laguna? ¿saben qué? Si somos honestos, todos tenemos lugares estancados en
nuestras vidas. Si somos honestos todos tenemos lugares en nuestra vida que no están fluyendo,
que no están creciendo, y ahí hay muerte y cosas feas que apestan. Dios nos reta hoy que nos
metamos en el río que fluye, que cambia porque Dios hace todas las cosas nuevas.

Me gustó lo que leyó Gonzalo hoy. La misericordia de Dios es nueva cada día. ¿saben qué? Yo no
se qué tuviste que pasar en este año, pero se que la misericordia de Dios estaba contigo. Esa
misericordia es nueva. Esta misericordia está aquí para ti hoy en lo que sea que estás viviendo y
pasando. Dios dice: “Yo te amo y estoy contigo y sea lo que sea, Yo voy a estar ahí, puedes contar
con eso”.

Los israelitas vivían del pan del cielo cuando vagaban en el desierto. El pueblo de Israel cada
mañana tenía que recoger nuevo pan, y comer nuevo pan. Dios tiene pan nuevo para nosotros
cada día, amor nuevo, cada día. Pero nos toca a nosotros recibirlo, nos toca a nosotros entrar en
las nuevas cosas que Dios tiene. Nuestro Dios hace todas las cosas nuevas.

Saben que vamos a hacer un juego aquí que yo voy a invitar, un poquito de participación. Van a
participar aquí. Yo quiero hacer la pregunta de personas en la Biblia que Dios les cambió el
nombre. Una persona que Dios, ¿saben qué?, es casi un hobby de Dios, El juega con eso, a El le
gusta inventar un nuevo nombre a la persona. Ejemplos: Abraham, qué fue su nombre y cómo
cambió? Abran, y Dios dice “¿sabes qué Abraham, aunque seas un viejo. No importa que no
puedes tener hijos, no importa que eres un viejo, tu vas a ser padre de naciones Abraham, un
nombre profético porque Dios vio su futuro, sus posibilidades.

Otros ejemplos, allá atrasito, Saulo a Pablo, muy bien..... Ok. Saulo a Pablo ¿qué fue la cosa con
Saulo, cómo era el antes? Era un hombre malo...... andaba matando cristianos. Mire, tu le
preguntas ¿qué tu trabajo? El escribe: ‘bueno, yo mato cristianos’. Fariseo, ¿no? y Dios le cambió
el nombre a Pablo. Porque El dijo, Saulo está muerto, Saulo no vive más, ya tengo nuevas cosas
para ti.

¿Cuántos aquí éramos Saulos antes de conocer a Cristo? Dios dice ‘Yo te cambio el nombre. Tu
eres Pablo ahora. Tu eres Pablo con un llamado a predicar a las naciones, nuevas cosas.

Otros ejemplos: alguien diferente que no ha hablado. Sara, ok ¿qué fue antes? Ok, y el significado
de los nombres cómo es. ¿Quién sabe los significados......... creo que .... Princesa,..... Dios te pone
un nombre. No eres esteril más, tu eres mi princesa, eres mi príncipe. Dios cambia los nombres.

Otros ejemplos: Jacob, ahí atrás. Ok..... Israel. ¿Y qué significa Israel? ¿Qué significa Israel? El que
lucha con Dios, porque Jacob era in sinvergüenza. Jacob era un sinvergüenza, un tramposo, que
mentía, que hacía cosas, maldades y después él tenía que luchar con Dios y Dios le daña la cadera
para que él cojeara, y Dios dice ‘tu eres Israel que has luchado con Dios’.

¿Cuántos aquí éramos Jacob? ¿Cuántos aquí estamos luchando contra Dios? Y Dios dice: ‘Yo tengo
nuevas cosas para ti, vas a ser Israel que lucha con Dios y has vencido en el mundo’. Haz que Dios
use este carácter fuerte.

Otros ejemplos: Ok, y quiero que otra persona me explique. Pedro, ¿cómo fue el cambio? Alguien
nuevo que no he escuchado. Lo cambian de Simón a Pedro y ¿qué significa Pedro? Piedra, roca. Y
sobre esta roca edificaré mi iglesia. Yo voy a hacerte un gran líder. Dios podía ver la fuerza en él.
Dios nos da nuevos nombres.

¿Qué es tu nombre? ¿Sabe que Dios tiene otro nombre para ti? Para cada uno que cree en Jesús
tiene otro nombre y está escrito sobre una piedrecita blanca. Pero cada uno de nosotros ..... que
Dios ha escrito en una piedra blanca y un día cuando lleguemos a los cielos vamos a conocer
nuestro nuevo nombre. Y un día cuando lleguemos al cielo vamos a conocer ese nuevo nombre y
es un nombre que solo lo conoce el corazón de Dios porque Dios está en los negocios de hacer
cosas nuevas en tu vida. El te da un nuevo nacimiento también.

La Biblia dice que si hay alguno que está en Cristo, él es una nueva creación. Las cosas viejas han
pasado y ahora todas son hechas nuevas. Somos nacidos de nuevo. Cuando recibimos a Jesús, El
nos da un nuevo corazón. La Biblia dice que El quita ese corazón de piedra y pone un corazón
nuevo de carne.

¿Cuántos de ustedes se han puesto llorones cuando conocen a Cristo? O han sido gente que nunca
en su vida han llorado y conocen a Cristo y de repente comienzan a llorar, especialmente esos que
son así bien fuertes. Y entonces el espíritu empieza a entrar en ese tono y empieza a suavizarse
también y las lágrimas comienzan a fluir y todo el dolor empieza a salir como en esos ríos, porque
Dios hace todas las cosas nuevas.

La Biblia dice que El nos da un nuevo vestuario cuando conocemos a Jesús. El profeta Zacarías,
tenía una visión del sumo sacerdote, vestido de una ropa sucia, y Satanás lo estaba acusando,
diciendo ‘este hombre está sucio, es un pecador’, y el ángel del Señor decía ‘el Señor te reprenda,
Satanás. Dios que ha escogido a este hombre como un palo del fuego, Dios mismo te reprenda a ti.
Después este ángel mandó a uno que trajera una nueva vestimenta completa para este sumo
sacerdote.

Dios tiene una vestimenta nueva para ti, este año. Tiene un nuevo manto para ti este año. Un
nuevo llamado espiritual con el cual El te va a cubrir, como uno de esos guerreros en la Edad
Media que se le daba una nueva armadura totalmente brillante, como la novia de Jesús vestida en
su traje de novia para recibir a Jesús. Nueva vestimenta.

Dios promete poner una nueva canción en tu boca. El salmista dice ‘pacientemente esperé al
Señor y El se acercó a mi y me sacó del lodo cenagoso, ese pantano en el cual estaba estancado y
me levantó, y me levantó y puso mis pies sobre la piedra y puso una nueva canción en mi boca,
una canción de alabanza para mi Señor, y yo voy a cantar para El. El pone una nueva canción.
Cántala esta mañana, que pueda fluir de tu boca para este año. Que Dios pueda tomar tu mano y
sacarte de ese fango en el cual estás y ponerte en un lugar sólido y traer nuevas cosas de tu
corazón. El te da un nuevo corazón de carne.

La Biblia dice que vendrá el día en el cual Dios hará una nueva tierra y un nuevo cielo, todo será
nuevo.

Vamos a leer de Apocalipsis, Capítulo 21. Dice “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva porque el
primer cielo y la primera tierra pasaron y el mar ya no existía, y yo vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén descender del cielo de Dios dispuesta como una esposa, ataviada para su marido, y oí
una gran voz del cielo que decía ‘he aquí el tabernáculo de Dios con los hombres y El morará con
ellos y ellos serán su pueblo. Y Dios mismo estará con ellos como su Dios, enjugará Dios toda
lágrima de sus ojos. Ya no habrá muerte ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor porque las
primeras cosas pasaron. Y El que está sentado en el trono dijo ‘he aquí, Yo hago nuevas todas las
cosas’.

El mundo en el cual vivimos va a cambiar algún día. Los árboles van a ser de un verdor más
brillante. Yo no se si los animales van a hablar, pero ¿quién sabe? El agua va a ser limpia y
cristalina como una playa en el Caribe, pero aún mejor, y vamos a tener un nuevo cuerpo y usted
va a brillar con la gloria de Dios. Y cuando nos veamos ahí arriba, vamos a mirarnos ¿ese eres tu
verdad? Y vamos a ver como hay algo familiar en los ojos, en la sonrisa de esa persona. Vamos, tal
vez a reconocernos y decirnos, ‘yo creo que si eres tu’. Pero estás brillando con la gloria de Dios.
Eso es lo que Dios va a hacer por nosotros, una nueva ropa de gloria y Dios está ahora en el
proceso de comenzar esa transición en este mismo momento.

Usted sabe, yo amo cuando la gente viene aquí totalmente fresca de la calle. Sabe que ellos hasta
han sido maltratados en alguna manera hay una pesadez en ellos, y yo rápido pienso ‘yo no puedo
esperar ver qué va a pasar con estas personas. Desde que ellos llegan y si ellos cantan esas
canciones a Dios y si ellos permiten que la palabra entre y se mezcle con ellos, si ellos permiten
que todo ese dolor salga en lágrimas y acepten al Señor, Dios va a prender una pequeña en medio
de ellos y va a comenzar a suavizar esos aspectos en ellos y van a comenzar a tener estas sonrisas
que van a brillar en ellos. Ahora, no será que todo va a ser perfecto en su vida, pero hay una nueva
esperanza, hay nuevo poder porque Dios hace todas las cosas nuevas. A El le encanta. Eso es, así
es como Dios se divierte. Yo puedo ver a Dios muriéndose de la risa, hablando con los ángeles y
diciendo....... yo voy a hacer con esta persona que ni te lo puedes imaginar. Y El se divierte con
eso.

La Biblia dice que los ángeles desean y anhelan ver estas cosas. La manera de que Dios transforma
una vida es algo increíble. No pasa con los ángeles, pasa con los seres humanos. Nosotros somos
parte de esto y Dios los toma y dice ‘’¡mira lo que hice! Y esta persona se convierte en un símbolo
de su poder y de su gloria para transformar una vida. Y nos convertimos en parte de ese río que va
fluyendo. La gente dice, hay algo distinto acerca de esta persona. Huelen distinto. Tienen la
fragancia de Cristo. Hay algo raro, hay algo de Jesús en ellos.

Ahí es a donde vamos. La pregunta clave es, ¿estamos dispuestos nosotros a cambiar con el
cambio que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas? Dios siempre está cambiando y
moviéndose, pero nosotros tenemos que movernos al mismo paso con El y permitir que ese
cambio ocurra en nosotros. Muchos de nosotros no nos gusta el cambio, queremos que las cosas
sean igual que antes, aún si fuésemos miserables, como quiera queremos quedarnos en el mismo
lugar.

Jesús dice que nosotros somos como odres viejos de vino. Saben en aquel tiempo solían usar odres
de vino que eran de cuero, no de botellas y un odre nuevo tiene la flexibilidad y puede respirar
también. Y es importante porque cuando el vino se fermenta tiende a expandirse en el odre.
¿Saben lo que pasa si pones un vino que se está fermentando en un odre que no tiene esa
flexibilidad? Yo aprendí.

Yo tengo una tremenda hermana aquí en la iglesia que me dio un jugo de zanahoria vegetal en una
botella de cristal y yo lo puse debajo de mi escritorio allá arriba en la oficina y se me olvidó que lo
había dejado allí. Hasta que un día, abrí la puerta, había un color naranja en todas las paredes de
mi oficina, vidrio en todo el lugar en mi oficina. Había una bomba de jugo ahí porque fermentó y
yo aprendí un experimento químico ahí: que el vidrio no respira y se explota.

Ese jugo vegetal fue como el vino. Se va a expandir, va a buscar respirar y más vale que nosotros
también respiremos, porque sino vamos a tener jugo de zanahoria por todas las paredes. Nosotros
necesitamos fluir con los cambios que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Muchas veces nosotros
preferimos nuestra miseria. Estamos tristes, deprimidos, somos miserables, y por alguna razón no
queremos cambiar. Porque al menos es algo familiar para nosotros.

Como dice el refrán, el diablo que conozco es mejor que el diablo que no conozco. Hay una
persona y vamos a ir al libro de Juan, Capítulo 5, hay un hombre con el cual yo me identifico aquí
en esta historia. Voy a resumir los primeros versos: era un hombre que no podía caminar y había
como un tipo de estanque, una piscina, había esta historia donde supuestamente un ángel llegaba
y movía el agua y la primera persona que se metiera se sanaba de cualquier dolencia, pero la cosa
era que tenías que entrar al agua primero o sino no te sanabas. Este hombre llevaba unos 38 años
allí en ese lugar, así que Jesús se le acerca y miren lo que Jesús le pregunta, versículo 6. “Cuando
Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo, le hizo esta pregunta:
¿quieres ser sano?, o sea ¿verdaderamente quieres cambiar? O sea llevas aquí tanto tiempo que
tal vez haz escogido quedarte así por todo este tiempo. Y el hombre le respondió “Señor, no tengo
quién me meta en el estanque cuando se agita el agua. Entretanto que yo voy, otro desciende
antes que yo”. El tenía excusas: no tengo nadie quien me ayude. Necesito que alguien me coja y
me tire allí en el agua. Y nosotros somos muchas veces así.

Dios dice, tengo una vida distinta para ti. Y nosotros tenemos un millón de excusas. Yo en camino
al servicio le pasé por al lado de un amigo aquí en la calle, el estaba detrás un poste ahí en la acera
haciendo sus propias cosas. Y él le dijo, hey, yo voy a la iglesia ahora, ¿por qué no te vas conmigo?
Y este hombre, así borracho como estaba, empieza a decirme, no, no puedo, tengo otra cosa que
hacer. Yo le dejé y le di una ride devuelta a su casa. Y le dije, pero ven, ven conmigo y él le dice: si,
si, mañana, mañana yo voy para allá. Tenemos excusas.

Y Jesús nos pregunta ¿verdaderamente quieres estar mejor? ¿Quieres verdaderamente cambiar? Y
lo que Jesús le dice aquí en esta historia es “hey, coge tu matre, levántate y camina”. Tu has esto.
Y él se sana, pero después los fariseos de repente llegan y como era el día de reposo, sábado, ellos
llegan y le preguntan: hey, ¿qué tu haces cargando tu matre ahora? El hombre ni sabía que era
Jesús, y estaba tratando de buscarlo y cuando lo encuentra, Jesús le dice: ‘mira, tu has sido sanado
así que deja de estar por ahí pecando antes de que algo peor te ocurra. Tu has sido sanado en el
exterior, ahora se sanado en tu interior’. Y el hombres simplemente dijo si, y vuelve a los fariseos y
les dice quién era y trata de hacerlo que fuera arrestado. El hizo una decisión de mantenerse
invalido en su interior.

Nosotros tenemos que decidir; si, Jesús, estoy listo para que tu me cambies. Estoy listo para cosas
nuevas que tienes para mi. Y si estamos dispuestos a hacer eso, hay una promesa que quiero que
leamos en el Libro de Juan, Capítulo 7, Juan 7:37, dice “.... en el último y gran día de la fiesta, Jesús
se puso de pie y alzó la voz diciendo “si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mi,
como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” El río correrá de nuestra vida
interior. Esos ríos van a correr de nuestra vida. Esto es una promesa increíble.

El río que sale del templo va a fluir de ti, si tu verdaderamente decides a Jesús y beber de El. Si
haces eso, dondequiera que vayas la vida te va a rodear. Vas a llegar a lugares oscuros y va a haber
luz. Vas a conocer gente dolida y sanidad va a fluir de ti porque el río no tan solamente está
fluyendo de ningún otro lugar, está fluyendo dentro de ti.

Solamente te pones en contacto con esto, donde hay muerte y oscuridad y tu tienes que ver cómo
Dios va a traer nueva vida en ese lugar. Esto es una promesa increíble.

Y yo quisiera terminar con un testimonio que es bien personal. El abuelo de mi esposa pasó a
morar con el Señor esta semana pasada, 98 años, inmigrante de Japón, un hombre increíble y su
nombre era Furuya, lo cual en japonés significa un valle seco. So, un día mientras todavía Kenny y
él estaban de novios, é estaba escribiendo el nombre Kenny y buscando distintos significados. Yo
lo estaba escribiendo en hebreo porque yo aprendí hebreo en la escuela y yo estaba mirando lo
que decía el Furuya y se me ocurrió que esto tiene un significado en hebreo. Furu significa que ha
sido hecho fructífero. Es lo mismo del nombre Efraín. Meche predicó de esto hace unas semanas
atrás. Efraín significa que es fructífero al doble. Así que Furu significa ‘ser fructífero’ y ‘ya’ es una
versión del nombre de Dios Jahue. O sea que en hebreo este nombre significa ‘ el Señor lo hace
fructificar’. Jehová lo fecunda, es como lo hace fructificar. Dios lo hace volver a una nueva vida con
nuevo fruto.

Y yo pensé también en la vida de su abuelo y todas las cosas difíciles por las cuales él tuvo que
pasar en su vida. Y hubo un tiempo durante la Segunda Guerra Mundial que todos los inmigrantes
japoneses fueron puestos en cárceles. Usted pudo haber nacido aquí pero porque era japonés, lo
hubiesen puesto en cárcel porque el enemigo eran los japoneses en aquel tiempo. Y este hombre,
su esposa y su hijo, tuvieron que ir a los campos donde estaban estas cárceles por varios años. Fue
un valle bien seco donde estuvieron. Pero ¿saben lo que pasó mientras estaban allí? Conocieron al
Señor Jesús en una manera bien personal y el Señor los ha hecho llevar muchos frutos.

¿Cuál es tu valle seco? ¿Cuál es esa parte de tu vida que tu puedes ver que está bien muerto y no
crees que va a salir vida de ahí? Nosotros servimos a un Dios que te ve a los ojos y dice; mi hijo, mi
hija, yo hago todas las cosas nuevas. Déjame fluir en ti y ríos de agua viva van a fluir de ti. Y va a
haber frutos porque Dios hace que todas las cosas den fruto.

Así que vamos a venir delante de la presencia de Dios, vamos a ponernos de pie. Nosotros
necesitamos decirle que si al Señor. Si, Dios, yo quiero ser mejor. Yo quiero crecer y cambiar. Yo
estoy dispuesto a ser un odre flexible para que yo pueda recibir tu nuevo vino porque yo se que tu
lo vas a derramar este año. Estamos en un tiempo bien especial. Prepárense para una visitación
especial de Dios, pero tenemos que dejar que ese espíritu fluya en nosotros. Tenemos que estar
dispuestos a cambiar desde adentro. Así que vamos a orar.

Padre, venimos delante de ti hoy y te damos las gracias de que eres el Dios viviente. Eres el Dios
que hace todas las cosas nuevas. Gracias, porque nos das una nueva esperanza. Y queremos decir
que si a ti. Yo quiero invitarle si alguien quiere decirle que sí a Jesús en una manera especial,
quiero invitarte que vengas para orar. Ven si tu quieres decirle que si al Señor en una manera
específica, ven y pasa. Hay algo con lo que has estado viviendo por muchos años y quieres dejar
que Dios haga la obra en ti. Si quieres recibir a Jesús, yo te invito a que pases aquí o si quieres
decirle que si a El en una manera específica en tu vida, la invitación está aquí.

Padre te decimos que si. Te doy las gracias por tu agua viva. Gracias por las promesas que has
hecho, Señor, que puedes transformarnos, que puedes poner una nueva canción en nuestra vida,
que pecados y problemas de años y años, no tienen que continuar. Podemos cambiar. Las cosas
que parecían ser muertas pueden tomar vida ahora. Espíritu santo de Dios te recibimos........ y de
parte de toda la iglesia León de Judá que representamos, te decimos que si Señor. Derrama tu
nuevo vino hoy, nuevo vino. Tu guardas lo mejor para el final. Queremos tu nuevo vino, Señor.
Queremos ese gozo que viene de ti, esa esperanza que viene de Ti. Te damos las gracias porque tu
puerta está abierta para nosotros no importa lo que vaya a pasar, no importa lo que hayamos
hecho. Tu sangre nos limpia, nos limpia por completo. Te damos gracias, Jesús.

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