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Marcos
Alex Donnelly
MARCOS 1:12-13
“12 Y luego el Espíritu lo impulsó al desierto. 13 Y estuvo allí en el
desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las
fieras; y los ángeles le servían.”
I. ANÁLISIS
Luego de ser bautizado, el Espíritu Santo llevó el Señor al desierto. Ahí entró en conflicto con
Satanás, quien lo tentó durante cuarenta días. Mateo y Lucas narran, en detalle, tres de las
tentaciones que Cristo experimentó en esos días (Mat 4:1-11; Lucas 4:1-13). Marco no
menciona esos detalles; simplemente afirma que durante ese tiempo, el Señor estuvo rodeado de
animales salvajes, y contó con el servicio de los ángeles.
II. EXÉGESIS
Verso 12
Es interesante notar que lo primero que el Espíritu Santo hizo fue llevar a Cristo al desierto. El
verbo, “impulsó” (‘ekballo’) es dramático2. El verbo simple, ‘ballo’, significa ‘tirar’ o ‘echar’
(Marcos 1:16). La preposición (‘ek’), significa ‘fuera de’. Por ende, el verbo ‘ekballo significa
(literalmente) ‘echar fuera’. Este verbo se usa frecuentemente de ‘echar fuera’ demonios
1
La preposición que Marcos usa aquí no es ‘pros’, que significa ‘dirección hacia’, sino ‘eis’, que conlleva
la idea de ‘ir hacia adentro’. La implicancia de esta preposición es que el Espíritu Santo guió al Señor a
internarse en el desierto.
2
Mateo y Lucas usan verbos más tranquilos (‘anago’ y ‘ ago’, respectivamente), que significan,
simplemente, ‘llevar’ o ‘conducir’.
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(Marcos 1:34, 39; etc.). Se usa también en el sentido de ‘despedir’ a personas (Marcos 1:43).
Marcos lo usa del Señor sacando a ciertas personas de una habitación (Marcos 5:40).
Aquí se usa del Espíritu Santo impulsando al Señor a ir al desierto. Aunque apunta a un
impulso fuerte y enérgico, no se debe entender que Cristo puso resistencia a la dirección del
Espíritu Santo. Cristo siempre se sometía a los impulsos del Espíritu, por ser algo que indicaba
la voluntad del Padre. En este caso, lo que Marcos indica, es que el impulso fue inusualmente
fuerte.
Pero, ¿por qué el Espíritu Santo impulsó al Señor al desierto? Indudablemente, fue porque el
Espíritu Santo sabía que esa era la voluntad del Padre. Tal como el Hijo no hizo nada, que no
haya sido la voluntad del Padre, así actuó el Espíritu Santo. ¿Cuál era la voluntad del Padre en
este momento? Según Mat 4:1, Cristo fue enviado al desierto para ser tentado por Satanás 3.
Sin embargo, podríamos decir que la voluntad del Padre era que el Señor tuviera un tiempo de
preparación espiritual para el ministerio, lejos de las cosas del ‘mundo’ (por ende, los cuarenta
días de ayuno). Lo que pasó fue que Satanás aprovechó ese tiempo para tentar a Cristo, en
forma malévola, tratando de impedir el cumplimiento de Su ministerio.
LECCIÓN: Muchas veces, cuando nos proponemos buscar más a Dios, encontramos mayores
Obstáculos y tentaciones por parte de Satanás.
Verso 13
La estadía de Cristo en el desierto duró cuarenta días 4. Cristo no fue tentado durante la totalidad
de esos cuarenta días; sin embargo, estos cuarenta días constituyeron un período específico de
tentaciones muy fuertes.
Marcos solo ofrece un resumen de lo que pasó durante esos cuarenta días; no describe las
tentaciones. Para mayores detalles de las tentaciones mismas, ver Mat 4:1-11 y Lucas 4:1-13.
3
“Fue enviado por el Buen Espíritu para ser tentado por un mal espíritu” (Jeremy Taylor).
4
Moisés estuvo en el monte cuarenta días y noches sin comer (Ex 24:18; 34:28); Israel estuvo en el
desierto cuarenta años (¡experimentando tentaciones! – Deut 8:2, 16); Elías pasó cuarenta días caminando
hasta el Mte Horeb (1 Rey 19:8).
5
Por ejemplo, 2 Cor 13:5 (“Examinaos”), donde el verbo ‘peirazo’ se usa como sinónimo de ‘dokimazo’
(“probaos”), que significa ‘evaluar’, para ver la calidad de algo (ver Lucas 14:19). Ver también Apo 2:2,
donde el verbo ‘peirazo’ se usa de probar a personas que decían ser apóstoles, pero no lo eran. Aquí la
prueba era externa, doctrinal.
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Aquí el verbo se usa en el sentido negativo. Obviamente, lo que Satanás quería hacer era
inducir a Cristo a cometer algún pecado. En el cielo, no se le habría ocurrido a Satanás tratar de
hacer esto. Sin embargo, ante la realidad de la encarnación de Cristo, Satanás procuró hacer
caer al Señor en pecado. ¿Era factible esto? Es decir, ¿podría Cristo realmente haber cometido
un pecado? Para una respuesta detallada, ver Apéndice (p. 29).
Este incidente de la tentación de Cristo debe ser analizado a la luz de textos como Heb 2:18;
4:15. Dios el Padre permitió que Cristo sea ‘tentado’, para que Él pueda ayudarnos cuando
somos tentados por Satanás. Así que, ¡tenemos mucho que aprender de las tentaciones de
Cristo!
La manera en que Marcos escribe da la impresión que Cristo fue tentado a lo largo de los
cuarenta días (comparar Lucas 4:2); sin embargo, Mateo parece indicar que la tentación ocurrió
al final de los cuarenta días de ayuno (Mat 4:2).
NOTA: Luego de un momento de gran bendición espiritual (la unción del Espíritu Santo, y las
palabras del cielo), vino un tiempo de gran prueba espiritual. Estas dos cosas muchas
veces van de la mano en la vida cristiana. Ver la experiencia de Pablo, en 2 Cor 12:7.
Juan afirma que Cristo vino para deshacer las obras de Satanás (1 Juan 3:8). Aquí, al comienzo
de Su ministerio, Satanás trató de derrotar a Cristo, por medio de las tentaciones. Sin
embargo, en vez de derrotar al Señor, él mismo sufrió una derrota, a manos de Cristo, quien
luego volvió del desierto en el poder del Espíritu Santo (Lucas 4:14), listo para evidenciar Su
victoria, sanando a los enfermos, echando fuera a los demonios, y predicando el evangelio del
reino (ver Lucas 11:14-22, especialmente v. 20).
La tentación de Cristo fue promovida por nada menos que Satanás mismo6. ¿Quién es este
personaje?
A partir su caída, Lucero vino a ser ‘satanás’. Esta palabra viene de un término en hebreo, que
significa ‘adversario’ (1 Crón 21:1; Job 2:1). Otro de sus nombres es ‘diablo’ (griego), que
significa ‘acusador’ o ‘calumniador’ (Apo 12:10-12). Los dos nombres aparecen juntos en Apo
12:9.
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Mateo y Lucas usan el nombre o título, ‘Diablo’.
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“y estaba con las fieras…”
La preposición que Marcos usa es interesante; es la palabra ‘meta’, que significa ‘en medio de’
o ‘entre’ (ver Marcos 1:20; 2:16, 19; etc.). La versión BDLA traduce, “y estaba entre las
fieras’; DHH traduce, “viviendo entre las fieras”.
El término, “fieras” (‘terion’), significa ‘bestias’ (Heb 12:20) o ‘animales salvajes’ (Sant 3:7).
En Apo 13-20, esta palabra se usa varias veces, tanto del anticristo (la ‘Bestia’), como del falso
profeta. Una creencia judía era que el desierto estaba habitado por demonios (comparar Lucas
8:29; 11:24), y algunos intentan relacionar estos animales salvajes con los demonios. Sin
embargo, esta interpretación no es probable.
Marcos es el único evangelista que nota este detalle. ¿Cuál es su significado? Algunos afirman
que apunta al peligro y a la desolación en la cual Cristo se halló durante estos cuarenta días.
Otros dicen que esta frase debe ser entendida como una indicación de la ausencia total de
compañerismo humano, que podría haberlo sostenido en las tentaciones más fuertes. Algunos
intentan relacionar este detalle con Sal 91:13, que es el verso que sigue las palabras que Satanás
citó a Cristo (Sal 91:11-12).
El verbo (‘diakoneo’) significa ‘servir a mesa’, e indica que los ángeles quizá le dieron de
comer (al igual que lo hicieron con el profeta Elías; 1 Rey 19:4-8). Sin embargo, el verbo puede
tener el sentido más general, de ‘servir’. Si lo interpretamos en esta manera, lo que Marcos
estaría describiendo sería la presencia confortante de los ángeles, brindando a Cristo cualquier
servicio necesario (comparar Juan 1:51).
Marcos no indica en qué momento los ángeles vinieron a servir a Cristo. El verbo está en
tiempo imperfecto, que apunta a una acción continua (‘le estaban sirviendo constantemente’).
Pero, Mat 4:11 indica que los ángeles vinieron a atender a Cristo luego de los cuarenta días de
tentación espiritual.
¡Qué tremendo privilegio para estos ángeles! Atendieron a Cristo durante estos días de
conflicto espiritual. Aquellos que lo conocían como el Dios eterno, y lo habían visto en la
gloria, ahora lo ven en su debilidad humana – ¡y le sirven! ¡Con qué asombro lo habrán
hecho!
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Otros comparan este encuentro entre Cristo y Satanás con el encuentro entre David y Goliat.
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Al fin de estos cuarenta días de preparación y prueba, Cristo vuelve del desierto habiendo
triunfado sobre el ‘hombre fuerte’, y habiéndolo ‘atado’. Ahora todo está listo para el
inicio de Su ministerio terrenal.
Esta es una pregunta teológica que ha intrigado a muchos pensadores, y ha provocado una
variedad de respuestas. Por un lado, algunos enfatizan la humanidad de Cristo, y concluyen
que si Él realmente se encarnó, entonces tenía que ser a lo menos posible que Él cometierar
pecado. De ser así, las tentaciones de Cristo fueron verdaderas tentaciones.
Otros, enfatizando la divinidad de Cristo, arguyen que siendo Dios, no era factible que Cristo
cometiera pecado. ¡Satanás estaba intentando lo imposible! Porque Dios, por definición, no
puede pecar. ¡Todo lo que Él hace es justo!
El problema con esta segunda interpretación, es que tiende a minimizar las tentaciones de
Cristo. Si Él realmente no pudo caer en pecado (es decir, si no había forma alguna en que
Satanás lo podía inducir a pecar), entonces las tentaciones no fueron verdaderas tentaciones; a lo
menos, no fueron tentaciones como las que nosotros experimentamos.
A la luz de Heb 2:18 y 4:15, tenemos que afirmar la completa realidad de las tentaciones de
Cristo. Pero, ¿podía Él, siendo Dios, realmente haber cometido algún pecado? Esto no parece
ser factible; especialmente a la luz de lo que Cristo mismo dice en Juan 4:34; 5:30; 6:38, acerca
de siempre hacer la voluntad del Padre.
Edersheim lo resume en la siguiente manera: Cristo tuvo una naturaleza pecable (es decir,
capaz de cometer pecado), en una Persona impecable (es decir, incapaz de pecar).
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III. HOMILÉTICA
Todo creyente enfrenta un conflicto espiritual, a lo largo de su vida (Efe 6). Este conflicto se
agudiza, cuando vamos a servir a Dios. Esto fue lo que ocurrió en la vida de Cristo en este
momento.
¿Qué lecciones podemos aprender de este pasaje, acerca del conflicto espiritual en la vida del
creyente?
El conflicto espiritual tiene su origen en Satanás (v.13), el gran enemigo de Dios. Es un ser
espiritual (un ángel creado); es un ser malévolo (‘adversario’, ‘acusador’, etc). Es la ‘serpiente
antigua’, etc.
En el desierto, Cristo fue tentado por Satanás. El verbo significa ‘poner a prueba’; en este
contexto, significa inducir a pecar. Lo que Satanás procura hacer es motivarnos a rebelarnos
contra Dios (al igual que él lo hizo, hace tanto tiempo).
Conclusión
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