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Cabra doméstica
Estado de conservación
Domesticado
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae
Subfamilia: Caprinae
Género: Capra
Especie: C. aegagrus
Subespecie: C. a. hircus
(LINNAEUS, 1758)
Sinonimia
Capra hircus
Índice
1Generalidades
2Razas
3Hábitat
4Reproducción
5Productos
6Perjuicios de su cría
7Enfermedades
8Mitología
9Principales países con ganado caprino
10Véase también
11Referencias
12Enlaces externos
Generalidades[editar]
Es un animal de pequeña talla, con cuernos arqueados, muy ágil y adaptado a saltar y
escalar. Su distribución es amplia y se encuentra en casi todo el mundo, principalmente en las
zonas montañosas. Existen cabras salvajes, pero la mayoría de ellas fueron domesticadas por
el hombre.2
La cabra es criada por su leche (usada frecuentemente en la producción de quesos), así como
por su carne, piel, y pelo. Algunas razas son criadas especialmente para la producción
de fibra (pelo), como la «angora» originaria de Turquía (Angora era el antiguo nombre
de Ankara) e igualmente la «cachemira».
El macho se llama cabrón o macho cabrío, y las crías se distinguen con los nombres
de cabritos, chivos o chivas, el primero mientras maman y el segundo hasta que cumplen un
año; desde esta época hasta los dos años se denominan primales o primalas; desde los dos a
los tres años machos llanos y a las hembras con el de cabras; pasada esta edad machos
cuatreños y a aquellos a quienes se les castra, sobre todo los que han servido de padres, se
les llama castrones.
El macho y la hembra tienen caracteres tan marcados que los hacen distinguirse desde lejos;
el primero no solo se conoce a simple vista en las partes genitales y en sus cuernos, sino que
el olfato le hace distinguir por lo desagradable de su olor; la hembra es notable por la longitud
de sus ubres. Ambos sexos tienen cola corta, un mechón de pelos largos sobre la barba y la
mayoría dos glándulas colgantes en el cuello que se distinguen con el nombre de mamellas.3
Razas[editar]
Hay gran cantidad de razas caprinas, las más conocidas entre ellas son: alpina, raza
lamacha, saanen, angora, cachemira, cabra enana, anglo-nubiana, bóer, entre otras. 4 Entre
las razas españolas se destacan la murciano-granadina, la malagueña, la florida y la canaria,
como razas lecheras. También son muy interesantes como reserva genética dos razas en
peligro de extinción, como son la serrana andaluza y la blanca celtibérica.
Hábitat[editar]
Cabras en el monte.
Las cabras viven bien en todos aquellos terrenos en que, por su pendiente, elevación y
plantas que se crían, sería de todo punto imposible mantener otra clase de cuadrúpedos. Les
es muy conveniente la hierba con el rocío de la mañana y por lo mismo en verano se las saca
a pastar en cuanto despunta la aurora; huyen de los terrenos pantanosos, que las perjudican
en extremo, y su inclinación las hace trepar por los montuosos donde encuentran alimento en
abundancia, y lo mismo que en las tierras estériles donde consumen zarzas, espinos y otras
clases de maleza.
Cabra ramoneando.
Linneo cuenta hasta seiscientas especies que alimentan a las cabras, con la particularidad de
que en ciertas ocasiones eligen y prefieren algunas que en otras no tocan y mientras comen
con gusto y provecho el díctamo, el pentafilion y la cicuta ordinaria, huyen de la sabina,
la zaragatona, y del fruto y hojas del bonetero, que las envenenan y las matan. Luego que han
pastado de madrugada, se las vuelve al establo para que pasen resguardadas en él las horas
de calor. En invierno se alimentan muy bien con sarmientos de las viñas, ramas
de olmos y fresnos, rábanos, nabos, y generalmente con todos los desperdicios de las
huertas. Se las saca a pastar a las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, en que se
vuelven al establo o corral en que se recomienda la mayor limpieza y ventilación.
El clima más apropiado para las cabras es el frío, en el que adquieren más completo
desarrollo; así se observa que en todos los países situados al norte son mayores que las que
se crían en los países meridionales.
Se conoce la edad de las cabras en los dientes y en los anillos o círculos de los cuernos, al
igual que la de las ovejas. Los dientes incisivos en la mandíbula anterior y posterior se caen y
renuevan ordenadamente en la oveja y en la cabra. La vida de esta es por lo regular de diez a
doce años, si bien cuidándolas mucho suelen vivir hasta dieciséis o dieciocho.
Reproducción[editar]
Crianza de un cabritillo
Cabra preñada
Son estos animales adecuados para la generación desde los dos hasta los siete años pero la
edad más conveniente es la de tres años. Así se ha observado por la robustez y desarrollo de
los cabritos. A los seis años, el macho suele ya encontrarse apurado y débil de cuyo defecto
participan las crías y es preciso no caer en este inconveniente, lo mismo que en el de la
precocidad, pues si bien puede engendrar la cabra a los ocho meses y el macho cabrío se
encuentra en disposición al año, los frutos de esta generación serían tan defectuosos como
los habidos cuando ya se encuentran sin fuerzas y apurados.
La época para engendrar es desde septiembre a octubre y noviembre; en algunos climas
suele ser en mayo y a mediados de invierno.
Mientras las cabras estén preñadas, se las debe cuidar con el mayor esmero y solicitud,
procurando que no las falte agua de continuo y dándoles por alimento del mejor, días antes y
después de parir. El parto es laborioso y por lo tanto necesitan que se las ayude para
facilitarlo. El cabrito debe mamar de un mes a seis semanas y a medida que se le vaya
acostumbrando a tomar otro alimento, como hierba tierna o heno del mejor, se le va quitando
la leche poco a poco, hasta que bien acostumbrado a comer, se le quita de una vez.
A los cabritos se les suele castrar a los seis o siete meses; por ejemplo, los que nacen en
septiembre se les puede castrar en marzo, los de diciembre en abril o mayo, y los de marzo a
finales de septiembre.
Productos[editar]
Leche de cabra
Entre los beneficios de más consideración que rinden las cabras al agricultor se encuentra el
de la leche y como entre ellas hay algunas mejor dispuestas que otras para esto, es preciso
que se cuide al escogerlas que sean grandes, fuertes y ligeras, de pelo espeso y con las
ubres gruesas y largas. Una vez escogidas las que reúnan estas condiciones, todavía quedan
al agricultor medios de aumentar tan interesante producto; los buenos y abundantes pastos
mezclados con dictamo y pentafilion, la bebida constante y periódica por mañana y tarde,
dándoles de vez en cuando alguna sal, la quietud en el establo, el orujo de aceites para pasto,
los desperdicios de la huerta cocidos con salvado o harina de maíz, y las patatas cocidas
también con salvado, son medios eficaces para aumentar la leche de las cabras.
Se las ordeña dos veces al día, mañana y tarde, al igual que a las vacas, y se efectúa
convenientemente esta operación escurriendo la mano desde la parte superior de la ubre
hasta abajo sin interrupción, con lo que se logra no separar la leche de la manteca. La leche
de cabras es un medio entre la de vacas y la de burras, es muy sana[cita requerida] y se consume
mucha tanto cruda como cocida y en variedad de platos, hasta el punto que solo para este
objeto se mantienen en muchos pueblos grandes rebaños de cabras. Dan más leche que las
ovejas y hay países donde dan una cantidad extraordinaria: por lo regular la temporada de
leche dura de seis a siete meses.
Se emplea muchas veces como medicamento, toma la virtud de las plantas que el animal ha
comido y se cuaja con facilidad. [cita requerida] Por esta razón en los países donde abunda mucho y
no se puede consumir todo el líquido, se destina una gran parte para elaborar quesos, sobre
todo mezclándola con la de vacas, tal como se practica en algunos puntos de Asturias.
Costillas de cabra
Perjuicios de su cría[editar]
Cabras subidas a un árbol.
El pastoreo de cabras produce desertificación, pues eliminan todos los plantones nacientes, y
comen hasta los cables en los parques solares (que son compatibles con el pastoreo de
ovejas, que si son positivas para la sostenibilidad de la tierra, no producen aniquilación de
plantas, ni erosionan y compactación por sobrepeso; son aptas para tierras pobres).
La educación de la cabra en los países de arboledas, plantíos y sementeras es muy difícil, a
menos de que no se la someta a las leyes de la más severa domesticidad. No solamente
destruye los árboles nuevos, sino también los viejos y la defensa que se pone para quitarlos
del alcance de los otros animales, es de todo punto inútil con la cabra, para la que no hay
obstáculo de ninguna especie; de un salto se encaraman en los árboles, cuyas ramas tiernas
apetecen mucho, y les inutilizan completamente. El mejor medio de evitar estos
inconvenientes es el de llevarla a terrenos estériles, pedregosos y montañosos, lo cual se
consigue sin gran esfuerzo, confirmándose el adagio de que la cabra tira al monte y, llevarla
siempre por veredas determinadas, acostumbrándola en lo posible a que no varíe de camino.
Enfermedades[editar]
De todos los animales, la cabra es la que está menos expuesta a enfermedades. No obstante,
éstas pueden clasificarse del siguiente modo:
Las internas
o de la cabeza, son el vértigo o modorra, el letargo, la apoplejía. y
la tembladera.
o del tronco son la calentura, la tos, la esquinencia, la hidropesia, la
hinchazón de la matriz, el orinar sangre o hematuria, la diarrea,
el estreñimiento, la zangarriana, el fuego de San Antón o sacro y las
enfermedades pútridas.
Las externas
o de la cabeza son la fractura de los cuernos, la uña, la papera,
la boquera, las aftas y las enfermedades exteriores de los ojos.
o del tronco son la sarna, la fractura de las costillas, la relajación de
riñones, las úlceras en la vulva, etc.
o de los extremidades, son los tumores en las rodillas y en
los corvejones, las relajaciones y dislocaciones, las fracturas, las
mordeduras de animales venenosos, la pera, etc.
Mitología[editar]
La cabra fue un animal muy venerado en Mendes en Egipto. Estaba prohibido matarla, porque
creían que Pan, gran divinidad de esta ciudad, se había ocultado bajo la figura de una cabra
por esto se le representaba con rostro de este animal.
Mientras que en Mendes se reverenciaba este animal y se inmolaban las ovejas,
en Tebaida por el contrario veneraban las ovejas y sacrificaban las cabras. Entre los griegos,
estaban consagradas a Zeus, en memoria de la ninfa Amaltea que fue nodriza de Zeus y que
se representa como la cabra que le amamantó en una cueva de Creta. Los lacedemonios las
inmolaban a Hera. Los romanos en sus medallas, representaban a Juno Sospila con una piel
de cabra.
Se había puesto, dice Aulo Gelio, una cabra blanca en un cuadro de Homero, porque se le
consagraba uno de estos animales en sacrificio como a poeta dedicado a Apolo, al cual se
acostumbraba inmolar cabras de este color.5