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2.1. De la revisión de los actuados que, en febrero del 2018, la denunciante Janeth
Asís Cahuasa adquirió del efectivo policial PNP Raúl Pérez Arones, el vehículo de placa
A3F-226 marca Chevrolet, modelo N200, camioneta, de color crema en la suma de S/.
8,500.00 soles, para ser pagado en tres cuotas, de los cuales llegó a cancelar la suma
de S/. 5,500.00 soles no logrando cancelar la diferencia debido que el denunciado no le
entregaba los documentos del referido vehículo, es así que al ver que la denunciante no
le cancelaba la diferencia del precio del vehículo, el denunciado se dirigió al domicilio de
la agraviada para llevarse las placas de los vehículos, el mismo que se encontraba en
poder de la denunciante, logrando llevarse sólo una placa, refiriéndole que le tendría
que cancelar primero para conseguirle documentos de otro vehículo y de esa manera
clonar el vehículo vendido a la agraviada, ya que el gerente de la SUNAT era su amigo y
que ellos se hacían favores para entregarles placas y tarjetas originales de distintos
vehículos. Precisando además el referido denunciado no era la primera vez hacía este
tipo de ilícitos dado que ya habría vendido varios vehículos clonados de la misma
manera, por lo que denuncia la comisión de los delitos contra el patrimonio estafa
agravada y receptación agravada.
3.1. Que, el Artículo 330º del Código Procesal Penal establece: 1. El Fiscal puede,
bajo su dirección, requerir la intervención de la Policía o realizar por sí mismo diligencias
preliminares de investigación para determinar si debe formalizar la Investigación
Preparatoria. 2. Las Diligencias Preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los
actos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos
objeto de conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales
de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su comisión, incluyendo a
los agraviados, y, dentro de los límites de la Ley, asegurarlas debidamente(...).
3.2. El artículo 334º del mismo cuerpo normativo establece en el numeral 1: “Si el
Fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o dispuesto realizar
diligencias preliminares, considera que el hecho denunciado no constituye delito, no
es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción previstas en la Ley,
declarará que no procede formalizar y continuar con la Investigación Preparatoria, así
como ordenará el archivo de lo actuado. Esta Disposición se notificará al denunciante y
al denunciado. (...)”
“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”
Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Villa El Salvador - Segundo
Despacho Distrito Fiscal de Lima Sur
3.3. Los artículos descritos de la norma procesal forman entre si, un bloque
normativo secuencial, al cual se debe recurrir al momento de decidir si corresponde
iniciar una Investigación Preparatoria. En ese orden de ideas corresponde al Fiscal
Provincial al momento de decidir sobre la procedencia o no de la Formalización de la
Investigación Preparatoria, realizar un control sustantivo y un control procesal.
3.1. En un segundo momento deberá realizar el control Procesal, así pues, deberá:
Evidencia la presencia de indicios reveladores de la existencia de un delito.
Verificar que la acción penal no haya prescrito
Individualizar al imputado.
3.1. De otro lado, los artículos 11º y 12º del Decreto Legislativo N.º 052 – Ley
Orgánica del Ministerio Público, establecen que el Ministerio Público es el titular de la
acción penal, y como tal tiene facultad discrecional, como requirente de la justicia para
formalizar denuncia penal –función positiva– o como órgano defensor de la legalidad[2]
para archivar denuncia penal –función negativa–, lo que puede ocurrir al momento de
calificar la denuncia o al término de vencimiento del plazo de la investigación preliminar.
3.2. Las diligencias preliminares tienen por objeto desarrollar una actividad de
investigación para obtener los elementos de convicción que le permitan al Fiscal
determinar si debe formalizar investigación1. Sí se considera formalizar y continuar con
la Investigación Preparatoria es porque el Fiscal después de haber realizado o
dispuesto realizar diligencias preliminares, considera que aparecen indicios reveladores
de la existencia de un delito, que la acción penal no ha prescrito, que se ha
individualizado al imputado y que, si fuera el caso, se han satisfecho los requisitos de
procedibilidad2.
1. A fs. 01/04, obra la denuncia de parte presentada por la denunciante Janeth Asís
Cahuasa, donde se narra la forma y las circunstancias de los hechos acaecidos
en su agravio.
2. A fs. 05/15, obra copias de mensajes de texto del aplicativo WhatsApp de las
conversaciones que se habrían realizado entre Janeth Asís Cahuasa y Raúl
Pérez Arones.
3. A fs. 40/44 obra la declaración de la denunciante Janeth Asís Cahuasa, quien ha
narrado ante el Representante del Ministerio Público los hechos que denuncia.
4. A fs. 70/73, obra la declaración del denunciado Raúl Pérez Arones, quien ante el
Representante del Ministerio Pública y de su abogado defensor, hace sus
descargos de los hechos que se le ha imputado en la presente investigación.
5. A fs. 74/76, obra el Acta de Visualización y Transcripción de Video – CD, la
1 Artículo 330º numeral 1 del Código Procesal Penal que prescribe: “El Fiscal puede, bajo su dirección,
requerir la intervención de la Policía o realizar por sí mismo diligencias preliminares de investigación para determinar
si debe formalizar la Investigación Preliminar (…)”.
2 Artículo 334º numeral 1 del Código Procesal que prescribe: “Si el Fiscal al calificar la denuncia o después
de haber realizado o dispuesto realizar diligencias preliminares, considera que el hecho denunciado no constituye
delito, no es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción previstas en la Ley, declarará que no
procede formalizar y continuar con la Investigación Preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado. Esta
Disposición se notificará al denunciante y denunciado...”
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(…)
4. Se realice con ocasión de compra-venta de vehículos motorizados o bienes
inmuebles.
(…)
Este despacho fiscal al tomar conocimiento de los hechos ocurridos mediante Denuncia
de Parte a fojas 01 a 04, resolvió promover la apertura de la investigación, a fin de
realizar las diligencias útiles y pertinentes para el esclarecimiento de los hechos,
realizado en sede fiscal, por lo que de la revisión de los recaudos, efectuadas las
diligencias y analizados los hechos en forma conjunta, se pueden advertirse las
siguientes circunstancias:
1. El bien objeto del delito debe de ser objeto material de un delito anterior;
en consecuencia, sin la existencia de la comisión previa de un delito es un
imposible jurídico la existencia de receptación. En el mismo sentido es necesario
que haya sido acreditada la preexistencia del bien en el delito anterior;
posición que ha sido sostenida por nuestra judicatura: “presupuesto del delito de
receptación es que se haya cometido un delito anterior, bajo tal contexto si no se
ha acreditado la preexistencia de la cosa en el delito anterior, no puede existir
pronunciamiento por delito de receptación, siendo del caso absolver al
procesado”3
2. El bien objeto del delito debe ser el mismo del delito precedente, por lo que
el bien receptado es el mismo que fue objeto del delito primigenio o antecedente,
es decir el agente realiza la conducta receptiva sobre el mismo bien objeto mate-
rial del delito precedente.
Por lo que en ese sentido, el agente debe saber que el bien mueble proviene de un
delito o en su caso, debe presumirlo: De nuestra posición respecto al tipo penal
Receptación, mantenemos aquella en la cual solo se debe considerar aquella de
comisión Dolosa, en el mismo sentido sentada doctrina ha señalado lo siguiente: “En
tal sentido y no obstante que sostienen que el delito de receptación regulado en el
numeral 194 del CP es solo de comisión dolosa, Bramont-Arias y García Cantizano6
enseñan que resulta criticable el que, para la configuración del delito, sea suficiente la
simple presunción que el bien proviene de un delito, puesto que en la gran mayoría de
los casos podría realizarse tal presunción, lo que elimina cualquier garantía para los
ciudadanos. Javier Villa Stein, también considera que el delito de receptación recogido
en nuestro Código Penal es solo de comisión dolosa.” (Ramiro Salinas Siccha)
pag.1405.
A fojas 70/73, de la Declaración del denunciado Raúl Pérez Arones, quien ha negado
en todo momento que haya realizado la venta de un vehículo de placa de rodaje A3F-
226, indicando que la denunciante Janeth Asís Cahuasa le habria abordado en un
ocasión en la puerta de su casa para que le ayudará con el problema de un vehículo
que no podía movilizarlo por temas de placas ya que este al ser policía podría ayudarlo;
siendo que su respuesta a ella era de conversar con un colega pero al paso del tiempo
no pudo conversar, lo que le habría ocasionado que ella le llamara continuamente para
que le solucione el asunto arguyendo luego que le habría vendido ese vehículo; reitera
que nunca acepto un monto de dinero por parte de ella ni que existe un documento de
dicha compra venta toda vez que no ha realizado una transacción; que de los mensajes
de texto presentado por la denunciante no serían de su persona toda vez que en su
estado de WhatsApp estaría su imagen en el perfil y que los mensajes de Facebook
indica que efectivamente son de él pero indica que lo hizo a fin de que esta no insistiera
en llamarlo en un asunto que no le correspondía.
Finalmente debemos decir, que el delito de receptación debe ser cometido a título de
dolo, es decir, es conocimiento y voluntad de la realización de todos los elementos del
tipo objetivo y es el núcleo de los hechos punibles dolosos. Por cuanto, no existe, el
delito de receptación culposa, por cuanto el Código Penal en su Art. 12 establece que el
agente de infracción culposa es punible en los casos expresamente establecidos por la
ley.
Del tenor de la denuncia de parte interpuesta por el ciudadano José Santos Cueva
Bacón, se tiene que el comportamiento en el cual se subsumiría la conducta de la
investigada SILVIA ISABEL ROJAS ENRIQUEZ se hallaría descrito y conminado con
sanción punitiva por el delito contra el patrimonio en la modalidad de Estafa,
contemplado en el artículo 196º del vigente Código Penal, que prescribe “El que procura
para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciéndolo o
manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma
fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
seis años”. Tipo penal concordado con el numeral 2) del artículo 196-A del vigente
Código Penal, que establece: “La pena será privativa de la libertad no menos de cuatro
ni mayor de ocho años y con noventa a doscientos días-multa cuando la estafa: 4 (Se
realice con ocasión de compra-venta de vehículos motorizados o bienes inmuebles.)”.
En ese sentido, y con la finalidad de recabar elementos de convicción para acreditar o
desvirtuar el hecho denunciado, el numeral 2) del artículo 330º del Código Procesal
Penal precisa que las Diligencias Preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los
actos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos
objeto de conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales
de su comisión, individualizar a las personas involucradas, incluyendo a los agraviados
y, dentro de los límites de la Ley, asegurarlas debidamente.
En ese sentido, cabe precisar que el engaño es más que la mentira, pues la segunda
dependerá de los juicios de valor de la persona, que incide en la presunción de buena
fe, en cambio el engaño como presupuesto objetivo del delito de estafa viene
acompañado de ciertos datos objetivos que tienden a inducir a la creencia de algo que
no se corresponde con la verdad, hecho que no ha sido verificado por la denunciante.
8 ROJAS VARGAS, Fidel. Derecho Penal Práctico Procesal y Disciplinario. Gaceta Jurídica. Lima Perú, 2012.
Pág 65.
9 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal Parte Especial Tomo II. Pag. 325.
“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”
Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Villa El Salvador - Segundo
Despacho Distrito Fiscal de Lima Sur
En ese sentido, conviene precisar que la efectiva lesión del bien jurídico, obedeció a la
asunción de un riesgo al cual de forma voluntaria se sometió la recurrente, por lo que no
cabe formular juicio de imputación delictiva de los denunciados en la medida en que el
denunciante es plenamente responsable por los defectos de su esfera de competencia
organizativa, pues el engaño para ser configurado como elemento objetivo del tipo,
determina un baremo generalizador, de que el hombre medio en la situación concreta,
se haya comportado de cierta manera. Así, en una comunidad jurídica y políticamente
organizada como la nuestra, las personas como sujetos libres y responsables han de
conducirse conforme a los roles que desempeñan, por lo tanto, sólo ellos pueden ser
responsables de los defectos que puedan derivarse de dicha actuación y, si ellos no son
diligentes, no pueden esperar que el Estado, a partir de la violencia institucionalizada
que significa el Derecho Penal, haya de reprimir esa clase de conductas.
Por todo ello se concluye que no existen elementos de convicción o fuente de prueba
pertinente, conducente y útil, necesaria que nos permita establecer que en el presente
caso obran indicios de criminalidad para sustentar válidamente el ejercicio de la acción
penal ya que este hecho carece además de fuente de prueba idónea, pertinente que
permita la plena imputación, razón por la cual se debe proceder al archivo de los
actuados por falta de tipicidad objetiva. La Corte Suprema de la República sobre el
principio de imputación necesaria ha señalado en la R.N. N. º 956-2011-Ucayali.- “En
virtud del mencionado principio, la Jurisprudencia Constitucional ha señalado como “(…)
ineludible exigencia que la acusación ha de ser cierta, no implícita, sino precisa, clara y
expresa; con una descripción suficiente detallada de los hechos considerados punibles
que se imputan y del material probatorio en que se fundamenta (…)”, según el cual al
momento de calificar la denuncia será necesario por mandato directo e imperativo de la
norma procesal citada, controlar la corrección jurídica del juicio de imputación propuesto
por el fiscal, esto es la imputación de un delito debe partir de una consideración acerca
del supuesto aporte delictivo de cada uno de los imputados. Así mismo, Castillo Alva
sostiene que “el principio de imputación necesaria no sólo debe cumplir con describir el
hecho, la específica modalidad de conducta, o ante pluralidad de imputaciones o
imputados, precisar cada uno de sus aportes, sino que debe necesariamente cumplir
con establecer la distinción entre los autores que ostentan el dominio del hecho o
infringen el deber institucional y los partícipes, cómplices o instigadores que lesionan el
bien jurídico de modo accesorio.” En tal sentido, cada asignación de un hecho debe ir
precedido de una valoración y/o calificación del aporte autor o partícipe, puesto que no
todos los imputados hacen lo mismo, ni todos tiene el mismo grado de responsabilidad.
procesal penal adversarial asumido con el Nuevo Código Procesal Penal, vigente en
este Distrito Judicial, requiere de una adecuada gestión de la carga procesal por parte
del Ministerio Público, por lo que para decidir la persecución penal además de hacer un
análisis sobre la presencia de los requisitos que de manera formal exige la legislación
vigente, se debe realizar un pronóstico respecto de las circunstancias y posibilidades
que presenta el caso para lograr una persecución penal exitosa, de manera que no se
sobrecargue inútilmente el sistema de persecución, perjudicándose innecesariamente
su funcionamiento con el seguimiento de casos que no se ajustan a tal exigencia. Ello,
aunado al hecho de que, el Nuevo Código Procesal Penal es absolutamente garantista,
partiendo del respeto a la persona humana, tanto para la parte investigada como para
quien reclama la condición de agraviado en un hecho ilícito; en este contexto, se
requiere para lograr la condena del imputado, la actuación de pruebas concretas,
sólidas e irrebatibles que efectivamente logren destruir la presunción de inocencia
constitucionalmente establecida; siendo que además, perseguir formalmente casos que
no tienen de inicio un pronóstico positivo de éxito, crea expectativas irreales en los
agraviados y se les hace invertir inútilmente tiempo y recursos en el seguimiento de las
causas, se les vuelve a hacer víctimas, pero esta vez del sistema de justicia penal, lo
que también resulta constitucionalmente inadmisible.
SE DISPONE:
VITC/hbf