Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apuntes de Derecho Mercantil II Procedimientos Concursales Dra. Perez Sosa
Apuntes de Derecho Mercantil II Procedimientos Concursales Dra. Perez Sosa
Cuando una pluralidad de acreedores se encuentra en conflicto con un deudor común que
no puede (o no quiere) satisfacer sus deudas por cualquier causa, se pone en peligro la paz social
más que cuando se trata de incumplimientos aislados. Esta situación se agrava cuando el deudor
común es un comerciante debido a que esto interesa a la economía de una nación; la mayor parte
de las empresas existen en forma de sociedades mercantiles, el comercio vive del crédito y el
incumplimiento de las obligaciones mercantiles puede tener mayores y peores consecuencias que
las de la empresa civil. Por estas razones, la ley le da más importancia a las crisis temporales o
definitivas que se producen en el patrimonio del comerciante; por ello, el legislador ha creado un
conjunto de normas legales que tienen por objetivo proteger al empresario mercantil, que es sujeto
pasivo, a quien sus acreedores pueden exigir una conducta activa o pasiva; el acreedor puede
exigir por vía judicial el cumplimiento forzoso de la obligación, en la forma pactada o en su
equivalente. Cuando el deudor incumple, el acreedor pone en funcionamiento los mecanismos
judiciales; el deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros, sirviendo este patrimonio
como garantía para el acreedor.
1. Ejecución Patrimonial: derecho que tiene el acreedor que no ha visto satisfecha su acreencia.
El procedimiento puede ser singular o colectivo (general o concursal).
1.1) Procedimiento singular: un acreedor exige, en su propio nombre, de modo coactivo, el
cumplimiento de su débito, del derecho de crédito que no ha sido satisfecho. Una vez que pone en
actividad el órgano judicial, el acreedor puede obtener una sentencia de condena o una medida de
embargo. El deudor puede ser ejecutado a favor de todos sus acreedores cuando hay pluralidad
de acreedores; esto sucede si el deudor se halla en solvencia patrimonial. Cada acreedor puede
ejercer individualmente su derecho. La situación cambia cuando está en estado de insolvencia
patrimonial, cuando el número y valor de sus bienes no permite el pago voluntario o coactivo a
todos sus acreedores; podrían cobrar unos pocos y otros no. Cuando el deudor no puede pagar a
todos sus acreedores, se cambia el sistema de ejecución singular por el sistema colectivo.
1.2) Procedimiento colectivo, general o concursal: recae sobre todo el patrimonio del deudor
en beneficio de todos sus acreedores, salvo algunas excepciones y por la comunidad de pérdida
del deudor. El sistema de ejecución concursal se caracteriza por los siguientes principios: (1)
universalidad patrimonial, (2) colectividad o generalidad de acreedores y (3) comunidad de
pérdida.
a) Semejanzas y diferencias entre ambos procedimientos:
a.1) Semejanzas: ambos sistemas son procesos ejecutivos de interés público, que
requieren la intervención de un organismo jurisdiccional del Estado y suponen el establecimiento
previo del derecho del acreedor para ejecutar bienes del deudor.
a.2) Diferencias:
1. El procedimiento singular es menos igualitario y nivelador que el sistema colectivo,
porque el acreedor más diligente cobraría primero y el que más bienes embargue, tendrá mejor
situación. Tiene como base el principio de exclusión y selección: el acreedor selecciona entre los
bienes del deudor aquél que va a embargar y el producto de la venta de ese bien irá solo al
2
2. Derecho Concursal:
Giménez Anzola: Conjunto de normas materiales y procesales que regulan y hacen posible
la declaración de proceder a la ejecución colectiva de todo el patrimonio del deudor en
beneficio de todos sus acreedores y organizan las actividades tendientes a realizar
materialmente el principio de que el deudor responde con todos sus bienes habidos y por
haber y de que el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores, quienes
deben recibir un trato igual, salvo las excepciones permitidas por la ley.
Es una rama de derecho orientada a regular la situación en que se encuentra el deudor que
no puede hacer frente a sus obligaciones.
El Derecho Concursal tiende a asegurar la ocupación y embargo general de todo el
patrimonio del deudor en beneficio de sus acreedores; a asegurar que el deudor no continuará
administrando el patrimonio libremente; a asegurar la nulidad de todo acto que perjudique a los
acreedores y a suspender todo acto que pretenda beneficiar a un acreedor y perjudicar a otro, en
detrimento del principio igualitario. El Derecho Concursal se encarga de la regulación de los
procedimientos aplicables a los casos de quiebra o suspensión de pagos. Cuando la persona que
se liquida tiene el status de comerciante o una sociedad mercantil, la normativa aplicable será de
Derecho Mercantil.
2.1. Tipos de Derecho Concursal: se puede distinguir entre:
a) Derecho Concursal material: atribución de derechos, imposición de deberes, tanto para
el deudor (sujeto pasivo) como para los acreedores.
b) Derecho Concursal formal: normas que regulan el proceso de ejecución colectiva para
llegar a la liquidación y repartición total del patrimonio. La ejecución puede configurarse en dos
planos: individual o de ejecución aislada y ejecución universal.
2.2. Evolución histórica del Derecho Concursal: en Roma antigua existieron procedimientos
de ejecución del deudor en provecho de todos sus acreedores, por ejemplo, la manus iniectio. La
ejecución de carácter normal o regular es la de la legis actio per manus iniectionen, concebida
como ejecución personal. Si el condenado en sentencia a realizar una prestación, no la cumpliese,
luego de transcurrir 30 días desde que aquélla se pronunció, podía ser llevado ante el magistrado,
3
quien lo entregaba al acreedor, salvo que saliese fiador por él – vindex -. Después de permanecer
en prisión del acreedor 60 días, era expuesto al público durante las tres últimas nundinae o ferias
de mercado, con objeto de ver si alguien ofrecía el rescate. No mediando éste, el acreedor podía
dar muerte al deudor, partirlo en pedazos – si concurría con otros acreedores – y venderlo trans
Tiberim (del lado allá del Tiber). Tal régimen de crueldad hubo de ser paliado por la lex Poetelia,
que abolió la prisión por deudas, así como la venta y muerte del iudicatus (condenado). En la
época del procedimiento formulario la ejecución directa y personal fue sustituida por la actio
iudicati, por la acción de cosa juzgada, que no evita, sin embargo, se autoricen actos ejecutivos
personales. Las primeras manifestaciones de ejecución en el patrimonio del deudor se tienen en el
derecho pretorio, a través de la missio in bona (entrega de la posesión de bienes concretos
ordenada por el pretor en beneficio de una persona a costa de otra). En el caso de ser varios los
acreedores, podían sumarse todos a la posesión de los bienes – missio in rem -, cuyo efecto no
era otro que el de la conservación o guarda de aquéllos – missio in bona rei servandae causa
(concesión por el pretor de la posesión de bienes pertenecientes a un deudor insolvente o a un
deudor fallecido a los acreedores, a fin de que evitaran el deterioro o pérdida de los mismos, con
vistas a la defensa de sus respectivos créditos. Al frente del patrimonio se colocaba un curator
bonorum, designado por el pretor, a instancia de los acreedores, y el cual debía dar noticia de la
missio (acción), mediante avisos públicos – proscriptio bonorum -, a fin de que pudieran asociarse
a la ejecución otros acreedores. Transcurrido un plazo de 15 días – si el deudor hubiese muerto –
o de 30 – si tal no ocurrió-, se nombraba un magister, que era uno de los acreedores concursados,
y a quien se confería el encargo de vender los bienes – bonorum venditio. Tal venta, hecha
después de observar ciertas formalidades y de transcurrir algún tiempo – 10 ó 15 días -, se
realizaba en subasta y por el entero patrimonio; el comprador – bonorum emptor -, adquirente del
activo patrimonial, asumía la obligación de pagar a cada acreedor un tanto proporcional. El
bonorum emptor reemplazaba al deudor condenado en la titularidad de derechos que a éste
asistían, actuando en su misma posición. Como acreedor de los deudores del condenado, podía
dirigirse contra éstos para hacer efectivos sus créditos. La responsabilidad del patrimonio
concursado no iba más allá del montante a que alcanzaba el precio de la venta. La bonorum
venditio llevaba aparejada la nota de infamia, pero a partir de la lex Iulia de cessione bonorum
tales efectos infamantes fueron desviados, junto con la obtención del beneficium competentiae
(beneficio de competencia), en el caso de que el deudor cediese voluntariamente los bienes al
acreedor o acreedores. Finalmente, hubo de establecerse un régimen más templado, de ejecución
patrimonial particular en objetos concretos, no en la entera masa de bienes; tal es la distractio
bonorum, por la que se autorizaba la venta de cosas singulares, hasta alcanzar un precio bastante
para atender las justas exigencias de los acreedores (Iglesias, Juan).
En el Derecho Romano, la responsabilidad era personal; el deudor moroso era considerado
delincuente; el acreedor tenía derecho a detener a su deudor y adjudicarlo para venderlo como
esclavo; el acreedor tenía derecho inclusive de matar a su deudor; en el año 300 a.C. empieza el
sistema de ejecución patrimonial; se facilita al deudor ofrecer todos sus bienes al acreedor; los
mecanismos de pago se van humanizando.
Sobre estas bases se estructuraría la bancarrota en la Edad Media en las ciudades italianas
(Génova, Venecia, Florencia, Milán), a través de los estatutos de los mercaderes. La banca rota
era un acto simbólico de expulsión del comerciante insolvente y, por tanto, indigno de pertenecer
al gremio, a través del rompimiento del asiento que ocupaba en las reuniones de la corporación,
lo cual era seguido por la liquidación de sus negocios por los propios mercaderes. Las penas eran
severas. Al pasar la institución a las legislaciones posteriores, como las ordenanzas francesas o
las Ordenanzas de Bilbao, se preservaron los castigos graves, entre los cuales estaban las
galeras y la pena capital; un edicto de Enrique IV de Francia de 1.609 imponía tanto al quebrado
4
fraudulento como a los cómplices la pena de muerte; una Ley de Partida establecía la “pena de
muerte natural de horca” contra los fallidos alzados, tenidos por públicos robadores (Juan de
Hevia, citado por Morles).
EL Derecho Estatutario de las ciudades italianas estableció una serie de normas sobre
quiebra que pronto se difundieron por toda Europa:
Requerimiento de oficio a los acreedores.
Reconocimiento judicial.
Facilidad para el consenso de la mayoría.
Designación de los síndicos.
Balance.
Publicidad de la quiebra.
Prohibiciones al fallido.
El Código de Comercio francés de 1.807 recoge la característica rigurosa que provenía de
la tradición medioeval (Ordenanza de 1.673), introduciendo la innovación de limitar la quiebra a los
comerciantes y estructura el régimen de la quiebra en torno a dos aspectos: la liquidación de los
bienes del deudor y las sanciones penales que se deben aplicar al fallido. Desde el punto de vista
represivo, el Código de Comercio francés castigaba con sanciones penales al fallido que había
cometido faltas, al que había sido negligente o al que había incurrido en fraude; la bancarrota
fraudulenta era un crimen sujeto a trabajos forzados. Mediante la ley de 28 del mayo de 1.838 se
modificaron los aspectos más duros de la quiebra y se trasladó al juez la potestad de designar al
síndico, antes en manos de los acreedores. Este modelo suavizado es el que toman en cuenta
nuestros codificadores de 1.862 (Morles).
Respecto a España, la doctrina ha señalado que en el antiguo derecho español se advierte
el influjo simultáneo del sistema romano y del medieval. En las leyes de Partida se regula la cessio
bonorum y las acciones revocatorias, pero acentuando frente al Derecho romano, la intervención
judicial. La cessio bonorum se realiza ante el juez y éste es quien cuida de la enajenación de los
bienes y de la distribución de su importe entre los acreedores (Morles). La ejecución colectiva era
eminentemente oficial. En las Ordenanzas de Bilbao (1.737) se regula sistemáticamente, por
influencia italiana, un procedimiento de quiebra exclusivo para los comerciantes; los quebrados
son clasificados conforme a tres categorías: atrasados, quebrados por infortunio y quebrados
fraudulentos; ésta es la división que pasó al Código de Comercio venezolano de 1.862. Las
Ordenanzas de Bilbao amplían la concepción de la quiebra con la de los atrasados con bienes
suficientes para pagar, pero que por circunstancias accidentales no podían pagar.
2.3. El Derecho Concursal venezolano: en Venezuela se mantiene la legislación de quiebras
de los Códigos de Comercio europeos del siglo XIX, una legislación arcaica ya derogada o
reformada en sus países de origen, aunque a través de las leyes que regulan los bancos y las
empresas de seguros se ha ensayado para estas empresas una forma de liquidación
administrativa sustitutiva de la quiebra – la intervención – con resultados catastróficos y gran costo
para los contribuyentes. La historia de la legislación concursal venezolana puede ser reducida a
tres etapas muy bien diferenciadas:
Primera etapa: textos vigentes desde el período de la Colonia (especialmente las
Ordenanzas de Bilbao) hasta 1.862, cuando entra en vigor el primer Código de Comercio
simultáneamente con algunas leyes dictadas en 1.836, 1.838, 1.841, 1.849, 1.850, 1.860 y 1.861,
en las cuales se regulan aspectos procesales de la quiebra. En el Código de Comercio de 1.862
se establecieron los principios de la institución.
Segunda etapa: desde 1.862 hasta 1.873.
Tercera etapa: régimen adoptado por el Código de Comercio de 1.904 (Artículos 855 y
siguientes), donde se reguló la figura del atraso tomando como referencia la moratoria italiana.
5
Artículo 10. Son comerciantes los que teniendo capacidad para contratar hacen del
comercio su profesión habitual, y las sociedades mercantiles.
La quiebra sólo puede ser pedida por el deudor o por los acreedores; sólo en casos
excepcionales puede el juez iniciarla de oficio, ordenando la colocación de sellos y tomando las
precauciones necesarias. Esto da origen a la confesión implícita de cesación de pagos hecha por
el deudor y el juez puede seguir con el proceso tal como si hubiese recibido solicitud por parte del
deudor. En caso de atraso, el juez también puede declarar la quiebra cuando no sea posible la
liquidación amigable, cuando se determine que hubo dolo durante la liquidación o el activo no
ofrece esperanza de pago total, o al menos de las 2/3 partes de las deudas.
Artículo 1.041. Las únicas causas de preferencia en los pagos son los privilegios y las
hipotecas legalmente constituidos. Los acreedores que no los tengan a su favor
componen la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos en la distribución
del producto libre de los bienes del fallido.
Artículo 1.049. Las sumas retenidas así no se aplicarán a los otros privilegiados o
hipotecarios sobre los mismos bienes, colocados en orden inferior a aquéllos, sino se
restituirán a la masa quirografaria.
Los acreedores privilegiados o hipotecarios que no alcanzaron a cubrirse con el precio de
los bienes que les estén afectos sino de parte de sus créditos participarán en la
distribución del producto de los otros bienes, en proporción de lo, que se les quede
debiendo, deduciendo del total de su crédito lo que les tocó del precio de los bienes
especialmente afectos, y se restituirá a la masa quirografaria.
Los acreedores a quienes nada alcanzara en el precio de los bienes que les están
especialmente afectos, concurrirán por la totalidad de sus créditos en la masa
quirografaria.
7
Artículo 923. Corresponde al Tribunal que conociera de los hechos expresados en los
artículos anteriores, aun en el caso de absolución:
1. Decretar de oficio, si ha lugar, el reintegro a la masa de todos los bienes, acciones y
derechos que se hubiere intentado sustraer.
Artículo 944. Desde el día en que se declare la quiebra dejarán de correr intereses, sólo
respecto de la masa, sobre toda acreencia no garantizada con privilegio, prenda o
hipoteca.
Artículo 967. La resolución de la Junta obliga la masa hasta el total de los bienes de la
quiebra, pero si los síndicos contrajeren en dichas operaciones empeños que no puedan
ser cubiertos con los bienes de la quiebra, los acreedores que los autorizaron
responderán personalmente del exceso, dentro de los límites de la autorización, a prorrata
de sus créditos entre sí, pero solidariamente para con los terceros.
Artículo 1.038. Los acreedores que por sus gestiones individuales hubieren recibido
pagos durante el sobreseimiento, no serán obligados a restituirlos a la masa, salvo el
caso de fraude.
Si la masa se aprovechare de las gestiones de algún acreedor, se pagarán a éste con
privilegio de los gastos hechos.
Artículo 939. Por el hecho de ser declarado un comerciante en estado de quiebra, queda
inhabilitado para la administración de todos sus bienes, para disponer de ellos, y para
contraer sobre ellos nuevas obligaciones.
El desasimiento de los bienes futuros adquiridos a título gratuito, no perjudica la
responsabilidad que los afecta por las cargas y condiciones con que hayan sido
tramitados al fallido, ni tampoco a los acreedores hereditarios.
La administración de los bienes que el fallido adquiera a título oneroso podrá ser sometida
a la intervención de los síndicos; pero los acreedores sólo tendrán derecho a los
beneficios líquidos, dejando al fallido lo preciso para sus alimentos.
Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los que le
corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad conyugal, y
podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se tratara de
disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán presentes
los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.
5. El principio Par Condicio Creditorum: los acreedores deben recibir un trato igualitario. En la
quiebra hay dos grupos de acreedores: (1) los quirografarios o comunes: soportan las pérdidas
en proporción a sus créditos y (2) los privilegiados: escapan a la aplicación del principio
igualitario.
6. Presencia del Síndico: mandatario nombrado por un tribunal para representar al fallido y a la
masa de acreedores, para administrar el patrimonio del fallido durante el proceso de la quiebra,
también es considerado auxiliar de la administración de justicia que actúa al lado del juez.
8
7. El Tratamiento del Fallido: el Derecho Concursal venezolano trata al fallido con bastante
severidad; éste puede ser condenado a arresto (6 meses a 3 años) en caso de quiebra culpable o
a prisión (3 a 5 años) en caso de quiebra fraudulenta. Como acto benévolo, el juez puede acordar
auxilio alimenticio, así como también que se le entreguen la ropa, muebles y demás efectos de
uso necesario para él y para su familia.
Artículo 898. El comerciante cuyo activo exceda positivamente de su pasivo y que por
falta de numerario, debido a sucesos imprevistos o causa de cualquiera otra manera
excusable, se vea en la necesidad de retardar o aplazar sus pagos, será considerado en
estado de atraso y podrá pedir al Tribunal de Comercio competente que le autorice para
proceder a la liquidación amigable de sus negocios, dentro de un plazo suficiente que no
exceda de doce meses; obligándose a no hacer, mientras se resuelva su solicitud,
ninguna operación que no sea de simple detal.
La ley y la doctrina no definen el atraso; la ley se limita a indicar cuáles son los requisitos de
admisibilidad y procedencia del beneficio del atraso. Giménez Anzola en su libro “El Juicio de
Atraso” lo define como “la organización procesal, legal y ejecutiva de un sistema de liquidación del
patrimonio que otorga al deudor (comerciante) una verdadera espera o moratoria para el
cumplimiento, en principio, de todas sus obligaciones y que solamente le es concedido al
comerciante honrado, deudor de buena fe, que ha cumplido con sus obligaciones de prudencia y
de orden, que tiene un activo positivamente mayor que su pasivo, siempre que las causas de la
crisis que lo afecta, así como la crisis misma, se deban a circunstancias imprevistas o excusables
(ajenas a su voluntad) y apreciadas como temporales y subsanables mediante dicha moratoria, la
cual tiende a evitar la quiebra bajo la vigilancia del tribunal y de los acreedores”.
9
1. Naturaleza Procesal del Atraso: es procesal porque se instaura un proceso legal. Es el medio
de liquidación que se activa dentro de un proceso especial llamado “juicio de atraso”, en el cual
intervienen el deudor, el tribunal y los acreedores; no se concibe un estado de atraso sin un
proceso iniciado y desarrollado conforme a las disposiciones legales contenidas en el Código de
Comercio, por lo cual la naturaleza procesal del mismo es indudable (Giménez). Si el deudor, que
entra en crisis transitoria de numerario que le permite obtener este beneficio, celebra convenios
extrajudiciales con todos o algunos de sus acreedores para lograr que se le concedan moratorias,
esto no puede ser calificado como atraso. Esta moratoria se trataría de un convenio privado que
se va a regir por las estipulaciones de las partes, sin que sea obligatorio para aquellos acreedores
que no hubieran intervenido; es decir, el atraso requiere de un proceso, necesita que se lleve a
efecto mediante un proceso a través del cual el deudor obtiene el beneficio que deriva del estado
mismo de atraso.
Es un proceso especial regido por las normas del Código de Comercio y supletoriamente
por el Código de Procedimiento Civil; es ejecutivo porque tiende a la liquidación del patrimonio del
deudor para pagar a todos los acreedores. Con respecto a la naturaleza del procedimiento,
predomina la tesis que favorece su consideración como un proceso de jurisdicción voluntaria, aun
cuando puede haber contención dentro del mismo.
Se asemeja a la suspensión de pagos del Derecho español.
La doctrina asemeja la moratoria con el atraso, pero la moratoria es sólo una espera y el atraso
combina la moratoria con la liquidación.
patrimonio mismo, sin ayuda externa, es capaz de superar, puesto que el activo es positivamente
superior al pasivo. (Giménez).
Artículo 200. Las compañías o sociedades de comercio son aquellas que tienen por
objeto uno o más actos de comercio.
Sin perjuicio de lo dispuesto por leyes especiales, las sociedades anónimas y las de
responsabilidad limitada tendrán siempre carácter mercantil, cualquiera que sea su
objeto, salvo cuando se dediquen exclusivamente a la explotación agrícola o pecuaria.
Las sociedades mercantiles se rigen por los convenios de las partes, por disposiciones de
este Código y por las del Código Civil.
Parágrafo Único: El Estado, por medio de los organismos administrativos competentes,
vigilará el cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la constitución y
funcionamiento de las compañías anónimas y sociedades de responsabilidad limitada.
En cuanto al comerciante individual, la ley exige que tenga capacidad para contratar y
habitualidad en el ejercicio de las actividades mercantiles. Los menores emancipados autorizados
para comerciar y la mujer casada que comercie (sin necesidad de la autorización de su marido),
quedan sujetos a las normas procesales del beneficio de atraso en cuanto comerciantes que son.
Los corredores y demás agentes de comercio son igualmente comerciantes. En cuanto a los
comisionistas, la regla general es que también lo son. Los administradores o gerentes de una
compañía mercantil no actúan en nombre propio y, por lo tanto, no adquieren la cualidad de
comerciantes (Giménez).
2. Cesación de pagos: la falta de liquidez se debe a sucesos imprevistos o excusables
(causas ajenas a la voluntad y a los intereses del comerciante).
Artículo 898. El comerciante cuyo activo exceda positivamente de su pasivo y que por
falta de numerario, debido a sucesos imprevistos o causa de cualquiera otra manera
excusable, se vea en la necesidad de retardar o aplazar sus pagos, será considerado en
estado de atraso y podrá pedir al Tribunal de Comercio competente que le autorice para
proceder a la liquidación amigable de sus negocios, dentro de un plazo suficiente que no
exceda de doce meses; obligándose a no hacer, mientras se resuelva su solicitud,
ninguna operación que no sea de simple detal.
ser imprevistas o excusables, es decir, circunstancias que permiten deducir la falta de culpa o
fraude por parte del comerciante.
6.2) De forma:
1. Petición del deudor mismo: el estado de atraso se materializa a través de la petición
del deudor mismo o de sus herederos, dirigida al Juez competente por la materia (juez mercantil) y
por la cuantía. Puede hacerlo el propio comerciante o los herederos; lo mismo puede decirse del
comerciante retirado y del menor comerciante (por aplicación analógica).
Artículo 930. La quiebra de un comerciante retirado del comercio puede ser declarada;
pero sólo dentro de los cinco años posteriores al retiro, con tal que la cesación de pagos
haya tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio, o bien durante el año
siguiente, a causa de deudas relativas al mismo ejercicio.
Puede también ser declarada después de la muerte del comerciante retirado; pero sólo
dentro del año siguiente a la muerte.
Los acreedores no pueden pedir el atraso, este derecho personal sólo lo tiene el
comerciante. Puede darse el retiro o desistimiento de la solicitud en cualquier momento. El deudor
debe solicitar que se le autorice para liquidar amigablemente sus negocios en un plazo no mayor
de un año; igualmente debe comprometerse a no realizar ninguna operación comercial a no ser de
simple detal (no adquirir ni vender, ni gravar bienes inmuebles; no vender o ceder partes
importantes del activo; no contraer nuevas y cuantiosas obligaciones, etc.). El patrimonio debe
permanecer lo más estático y completo posible.
La petición equivale a una demanda, por lo que el escrito debe ceñirse lo más posible a lo
establecido en el Código de Procedimiento Civil, acompañado de algunos recaudos.
Artículo 899. La solicitud no será admitida si con ella no presenta el peticionario sus
libros de comercio regularmente llevados; su balance comercial; su inventario, practicado
a lo más treinta días antes, con las estimaciones prudenciales de su lista de deudores, un
estado nominativo de sus acreedores, con indicación de su domicilio o residencia y del
monto y calidad de cada acreencia: su patente de industria, si la hubiere, y la opinión
favorable a su solicitud de tres, a lo menos, de sus acreedores.
7. Admisión de la Solicitud: una vez que el Tribunal recibe la solicitud, se forma un expediente.
Si la admite, va a dictar las medidas de vigilancia necesarias, va a nombrar al Síndico y también
una comisión de tres de los principales acreedores residentes en el lugar del juicio.
Las medidas de vigilancia dependen del arbitrio del Juez de acuerdo con su prudente
apreciación y con las circunstancias del caso concreto; el Código de Comercio no establece
cuáles puede o no dictar. Entre ellas: prohibición de salida del país para el deudor solicitante, si se
trata de una persona jurídica, para los administradores o directores; embargo parcial o general de
bienes del deudor u ocupación judicial preventiva de todos sus bienes. Esta ocupación sería
equivalente a un embargo preventivo que produce un desapoderamiento, pero no lo priva de la
administración de sus bienes, en la quiebra sí es privado de la administración. Otras medidas
serían: designación de depositarios; prohibición de enajenar y gravar inmuebles; designación de
un funcionario auxiliar de justicia que debe firmar con el deudor cualquier operación comercial;
autorización al Síndico para recibir los pagos hechos por el comerciante; orden de entregar toda
correspondencia al Síndico; consultar y obtener un dictamen vinculante del Síndico y de la
Comisión de Acreedores. En general, cualquier providencia tendiente a asegurar la conservación,
integridad y estabilidad del patrimonio del deudor mientras se tramite la solicitud (Giménez).
14
Artículo 903. El Tribunal procederá el tercer día hábil después de la reunión anterior, a
oír los informes que quieran hacer el solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y
cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la petición admitiéndola o negándola, según
lo encontrare procedente, teniendo especialmente en cuenta el voto, emitido por la
mayoría de los acreedores.
Caso de admisión, establecerá en ese fallo:
1. La duración de la liquidación, que no exceda de doce meses.
2. La obligación del deudor de hacer constar haber pagado dentro de dicho plazo a todos
sus acreedores o haber celebrado con ellos convenio o arreglo.
3. Las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar
la integridad del patrimonio del deudor.
De este fallo no se admitirá apelación sino en un solo efecto para ante el Tribunal
Superior.
8. El Síndico: ésta es una figura que no se encuentra regulada para el juicio de atraso; por vía de
analogía, se recurre a lo que se establece para la quiebra. Hay un vacío legal respecto de esta
figura en materia de atraso. Todo proceso de atraso debe tener un Síndico, éste es el funcionario
de buena fe, auxiliar de administración, este tiene como función el análisis exhaustivo de la
situación económica del solicitante de atraso con fin de rendir una opinión razonada sobre si es
conveniente o no otorgar el estado de atraso. En pocas palabras se puede decir que el sindico es
un ayudante del juez al cual informa todo lo referente a las acciones económicas realizada por el
deudor.
8.3. Remoción: no es recusable, pero si por impericia, fraude o colusión con el fallido se
observan irregularidades, puede solicitarse su remoción a solicitud deudor solicitante o de los
acreedores.
Artículo 987. Los síndicos podrán ser removidos a solicitud del fallido, de los acreedores,
o de oficio, por impericia, negligencia, fraude en la administración o colusión con el fallido.
Cuando la remoción fuere solicitada por el fallido o por los acreedores, la solicitud se
presentará al Juez de Comercio, quien, oído el informe de los síndicos, resolverá sobre la
remoción.
En los casos de fraude o colusión, se pasará inmediatamente lo obrado al Tribunal que
conoce en lo criminal; en estos casos, además de las indemnizaciones a que haya lugar,
los síndicos sufrirán las penas que establece el Código Penal.
Decretada la remoción, se procederá al nombramiento de nuevos síndicos, sí fuere
necesario, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 967 y 986.
Artículo 901. En esa reunión podrán ser admitidos a representar a los acreedores
avecindados o residentes fuera del lugar del Tribunal, sus respectivos apoderados o
agentes o comisionistas, u otro comerciante que quiera prestar caución por alguno de
ellos, sólo para los efectos de resolver la solicitud. Bastará como credencial al
representante una autorización por carta, por telegrama o por cable.
9.3. Desarrollo de la asamblea: la reunión se inicia bajo la dirección y vigilancia del Juez,
llegado el día y la hora fijada para su realización; se trata de un acto de informes durante el cual
todos y cada uno de los asistentes podrán exponer a favor o en contra de la concesión del
beneficio de atraso. Si el Síndico no asiste, la reunión no puede celebrarse porque aunque su
opinión no es vinculante; esto es muy importante para decretar la procedencia o improcedencia
del atraso. Si no concurre parcial o talmente la Comisión de Acreedores, la jurisprudencia ha dicho
que sí puede celebrarse la reunión; de todo lo que se acuerde se firma un acta.
10. Calificación de Créditos: en el atraso no existe una etapa regulada para la calificación de los
créditos que solicita el peticionario, se escucha la opinión sobre la existencia de cada uno de los
créditos presentados. El deudor puede advertir sobre la calidad del crédito y si hay culpa o mala fe
de parte de éste, el Juez puede revocar el estado de atraso que haya concedido y declarar la
quiebra. Con mayor razón podrá declarar improcedente la solicitud de atraso si observa alguna
irregularidad antes de haber concedido el beneficio.
11. Informes: al tercer día de despacho, el Tribunal va a oir los informes del solicitante, del
Síndico, de la Comisión de Acreedores y de otros acreedores interesados. No están previstas las
observaciones a los informes.
12. La Sentencia: debe ser producida al tercer día de despacho siguiente a la conclusión de los
informes; aunque el Código de Comercio no regula las observaciones a los informes, nada obsta
para que puedan realizarse.
Artículo 903. El Tribunal procederá el tercer día hábil después de la reunión anterior, a
oír los informes que quieran hacer el solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y
cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la petición admitiéndola o negándola, según
lo encontrare procedente, teniendo especialmente en cuenta el voto, emitido por la
mayoría de los acreedores.
Caso de admisión, establecerá en ese fallo:
1. La duración de la liquidación, que no exceda de doce meses.
2. La obligación del deudor de hacer constar haber pagado dentro de dicho plazo a todos
sus acreedores o haber celebrado con ellos convenio o arreglo.
17
3. Las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar
la integridad del patrimonio del deudor.
De este fallo no se admitirá apelación sino en un solo efecto para ante el Tribunal
Superior.
La sentencia que dictamina el proceso de atraso procedente o no, será dictada por el Juez,
quien actuará de manera soberana, ya que no está de ninguna manera vinculado con las
opiniones de las diversas personas vinculadas en el proceso, por lo tanto, si el Síndico y la
Comisión de Acreedores están de acuerdo con la solicitud de atraso, el Juez puede decidir lo
contrario. De este artículo se puede inferir que el legislador incurrió en un error técnico cuando
dice “tercer día hábil después de la reunión anterior, a oír los informes que quieran hacer el
solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la
petición admitiéndola o negándola”; no debería decir “admitiéndola” porque ya está admitida; lo
que debería decir es que la declara procedente o no. Donde dice “en caso de admisión” debería
decir en caso de declararla procedente. La sentencia debe declarar la procedencia o no del
beneficio de atraso.
12.1. Naturaleza jurídica: la doctrina considera que la sentencia tiene naturaleza mixta por
declarar la existencia de los presupuestos requeridos, que se dieron los presupuestos procesales
requeridos para la admisibilidad del atraso y también la existencia de las condiciones necesarias
para que la solicitud fuera declarada con lugar. Tiene, por tanto, carácter declarativo y carácter
constitutivo por crear un estado de derecho nuevo, que no existía antes de la sentencia. También
tiene carácter cautelar porque con el otorgamiento del beneficio se evita la quiebra y que los
acreedores, de manera desordenada, ejecuten su patrimonio y cuida el principio de igualdad entre
los acreedores.
12.2. Contenido: si el beneficio del estado de atraso es concedido, la sentencia debe contener:
La duración de la liquidación amigable, que no puede exceder de 12 meses.
La obligación del deudor de hacer constar al Tribunal que le ha pagado a los acreedores
dentro de ese plazo o de que ha llegado con ellos a un convenio o arreglo.
Artículo 906. Durante la liquidación amigable podrá el deudor celebrar con sus
acreedores cualquier otro arreglo o convenio que le conceda mayores moratorias, y aun
quitas de intereses y hasta de parte de los capitales: pero para que tenga validez
necesitará el acuerdo de todos los acreedores.
También podrá establecerse válidamente con la sola mayoría de los acreedores que
representen, por lo menos, las tres cuartas partes del pasivo, con tal que los acreedores
que contengan con el deudor, acuerden y aseguren el medio de atender al resultado de
toda controversia con los disidentes, de modo que quede a éstos asegurada la parte que
18
Las medidas conservatorias y las precauciones necesarias para garantizar la integridad del
patrimonio del deudor.
La designación de los acreedores que van a conformar la comisión que va a vigilar la
administración y liquidación del patrimonio. Ésta es una nueva comisión de acreedores que
tiene una estructura y finalidades diferentes a la que se eligió al admitirse la solicitud. La ley
no establece el número de acreedores que la conformarán, suele ser un número impar
entre los acreedores de mayor cuantía; la primera comisión ya no existe.
12.3) Apelación: la sentencia que acuerda el beneficio de atraso admite apelación en un solo
efecto (Artículo 903) ante el Tribunal Superior en un lapso de 5 días hábiles. Si la solicitud de
atraso se declara improcedente, se llega a la quiebra.
Legitimados para apelar: la ley no lo establece, pero puede ser cualquiera de los
acreedores que aparecen en el listado nominativo que ha presentado el deudor, todo aquél que
tenga un interés inmediato y todo aquél que haya participado en el juicio.
13. Efectos del Proceso de Atraso: la moratoria que le concede al deudor produce innumerables
efectos que repercuten tanto sobre el deudor como sobre sus acreedores y sobre las relaciones
jurídicas preexistentes para el momento de la obtención del beneficio.
13.1) Efectos producidos por la admisión de la solicitud de atraso:
a) Sobre los acreedores:
No pueden iniciar cualquier demanda de quiebra mientras la solicitud de atraso es
tramitada.
No pueden ejercer acciones ejecutivas; si lo hacen, el proceso se paraliza.
b) Sobre el deudor:
Autorizado sólo a realizar operaciones de simple detal.
Su capacidad para administrar y disponer de su patrimonio está limitada.
Puede desistir de su solicitud, puede retirarla y pedir su declaratoria en quiebra.
c) Sobre el patrimonio:
Tanto el Tribunal como el solicitante deben mantener la integridad del patrimonio mientras
se tramita el proceso de atraso; puede ocuparse judicialmente y desposeer al solicitante de
su administración y disposición entregándolo a un depositario judicial o al Síndico.
13.2) Efectos después de declarado procedente el beneficio de atraso:
a) Sobre los acreedores:
Se suspende toda ejecución de carácter singular sobre el comerciante, a menos que
provenga de hechos posteriores a la concesión del beneficio.
No tendrá efectos sobre los créditos privilegiados.
19
Artículo 905. Durante el tiempo fijado para la liquidación amigable se suspenderá toda
ejecución contra el deudor y n o podrá intentarse ni continuarse ninguna acción de cobro,
a menos que ella provenga de hechos posteriores a la concesión de la liquidación
amigable.
Pero ésta no producirá efectos respecto a las acreencias fiscales o municipales por causa
de contribuciones, ni con relación a los derechos de los acreedores prendarios,
hipotecarios o de otra manera privilegiados.
De este artículo se desprende que hay dos tipos de acreedores: los que nacieron antes de
la concesión del beneficio y aquéllos cuyo título nació con posterioridad a la concesión del
beneficio. Estos últimos acreedores al igual que los privilegiados, incluyendo por consiguiente, las
acreencias fiscales o municipales por causa de impuestos, contribuciones o tasas, no son
afectados por el estado de atraso concedido y, en consecuencia, pueden en cualquier momento
ejercer plenamente sus acciones de cobro contra el deudor que goza del beneficio de atraso sin
que el mismo constituya obstáculo legal alguno (Giménez). Por ejemplo, si al beneficiario del
atraso lo autorizan para pedir un préstamo, surge un nuevo acreedor que sí puede iniciar y
ejecutar las acciones de cobro, en virtud de que su acreencia surgió después de que se iniciara el
beneficio de atraso.
La determinación de este concepto es importante, pues los acreedores anteriores no
pueden actuar contra el deudor mientras que los posteriores sí. Esta determinación se realiza con
la fecha cierta en que se celebró el contrato o se verificó el acto del cual se pretende derivar el
derecho. Por ejemplo, en caso de arrendamiento se toma en cuenta la fecha de la celebración
del contrato y no los vencimientos posteriores de los cánones; en los contratos de seguros,
aunque el siniestro ocurra después de concedido el atraso, el acreedor asegurado debe ser tenido
como anterior a la obtención del beneficio, pues su derecho a la indemnización proviene de un
hecho anterior; es decir, se toma en cuenta la fecha del contrato; en la letra de cambio, también
se toma en cuenta la fecha del momento de creación de la letra.
b) Sobre el deudor:
No pierde la capacidad para administrar su patrimonio, pero ésta es bastante limitada,
pudiéndose afirmar que no la tiene.
14. La Liquidación en el Atraso. Consiste en la venta de todos los bienes del beneficiario del
atraso para obtener el dinero necesario para pagar a los acreedores; es decir, en lograr que el
atrasado adquiera numerario para proceder a pagar gradual e igualitariamente a los acreedores.
Las reglas de la liquidación son facultativas de acuerdo con el Artículo 902, lo que si no es
modificable es lo establecido en el Artículo 904.
Artículo 906. Durante la liquidación amigable podrá el deudor celebrar con sus
acreedores cualquier otro arreglo o convenio que le conceda mayores moratorias, y aun
quitas de intereses y hasta de parte de los capitales: pero para que tenga validez
necesitará el acuerdo de todos los acreedores.
También podrá establecerse válidamente con la sola mayoría de los acreedores que
representen, por lo menos, las tres cuartas partes del pasivo, con tal que los acreedores
que convengan con el deudor, acuerden y aseguren el medio de atender al resultado de
toda controversia con los disidentes, de modo que quede a éstos asegurada la parte que
realmente pudieran sacar de la liquidación practicada prudentemente según sus
respectivos derechos.
Del convenio se pasará copia en todo caso al Tribunal, y si él ha obtenido el voto de la
unanimidad de los acreedores, el Tribunal lo declarará así para que produzca todos sus
efectos.
Si sólo se reúne la mayoría indicado, el Tribunal decidirá en juicio verbal las disidencias,
si ellas versan sobre algún derecho sostenido por el interesado respectivo y negado y
dañado en el convenio, oída la comisión de acreedores; y de su decisión sólo se oirá
apelación en un solo efecto y para ante el Tribunal Superior. Pero si no versan sobre los
derechos disputados, el Tribunal se limitará a verificar la mayoría; y oída la comisión,
aprobará el convenio.
En el Artículo 907 el legislador establece los supuestos de hecho para declarar la quiebra,
así como también lo hace en el Artículo 911, si el Tribunal considera improcedente la solicitud de
liquidación. Cuando lo revoca o lo considera improcedente sin que hayan sido satisfechos los
acreedores o sin que se haya realizado un convenio, el proceso se extingue.
EL Juez debe pronunciarse sobre el plazo para la liquidación, pero también puede haber una
prórroga con la mayoría de los acreedores. Si cerca del vencimiento del plazo el beneficiario no ha
pagado todo, el Tribunal podrá otorgarle una prórroga, la cual no puede ser mayor de un año.
Artículo 908. En todos los casos en que se haya acordado la liquidación amigable, si
durante ésta resulta comprobado haberse pagado a los acreedores que en ella figuran
una parte considerable de sus acreencias, o si concurren circunstancias especiales que lo
aconsejen, podrá el Tribunal acordar una prórroga del plazo fijado para la liquidación que
no pase de otro año, siempre que esta medida reúna el voto favorable de la mayoría de
los acreedores que representen por lo menos la mitad del pasivo restante.
2. Naturaleza Jurídica. Proceso judicial, especial y complejo, en el cual el Tribunal despliega una
actividad administrativa y judicial voluntaria y contenciosa. Su finalidad es que se verifique el
principio par condicio creditorum, el pago del efectivo respetando la igualdad. Es un juicio
ejecutivo, colectivo y universal. Es ejecutivo porque pretende el cumplimiento de una situación
jurídica preestablecida (satisfacción de la obligación incumplida mediante el pago de su
equivalente); es colectivo porque todos los acreedores son atraídos al proceso, cualquiera que sea
la clase y la situación de su crédito; es universal porque tiende a la realización de todos los bienes
integrantes del patrimonio del deudor, considerado como prenda común de los acreedores; es
contencioso porque puede ser demandado por los acreedores.
Artículo 66. Los corredores son agentes de comercio que dispensan su mediación a los
comerciantes para facilitarles la conclusión de sus contratos.
Artículo 376. Comisionista es el que ejerce actos de comercio en su propio nombre por
cuenta de un comitente.
No es necesario que el comerciante esté activo puesto que se puede aplicar al comerciante
retirado, dentro de los 5 años posteriores al retiro, siempre que la cesación de pagos hubiera
tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio o durante el año siguiente, a causa de
deudas relativas al mismo ejercicio; puede también ser declarada después de la muerte del
comerciante retirado, pero sólo dentro del año siguiente a la muerte. También puede ser declarada
la quiebra al comerciante que hubiere fallecido en estado de cesación de pagos, siempre que sea
pedida o pronunciada dentro de los 3 meses siguientes a su muerte. Solicitada dentro de este
tiempo, puede ser declarada aún después de la muerte, quedando separados los bienes del
difunto de los de sus herederos (Morles).
Artículo 930. La quiebra de un comerciante retirado del comercio puede ser declarada;
pero sólo dentro de los cinco años posteriores al retiro, con tal que la cesación de pagos
haya tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio, o bien durante el año
siguiente, a causa de deudas relativas al mismo ejercicio.
Puede también ser declarada después de la muerte del comerciante retirado; pero sólo
dentro del año siguiente a la muerte.
Artículo 954. Cuando la quiebra fuere de compañía, en que haya socios solidariamente
responsables, se pondrán los sellos no solamente en los establecimientos mercantiles
sino también en el domicilio de cada uno de ellos pero sin incluir los vestidos y el menaje
necesario para el uso del socio y su familia.
Artículo 1.026. Cuando la quiebra de una compañía, los acreedores podrán celebrar
convenio con uno o algunos de los socios solamente. En este caso, el activo social
continuará sometido al régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios
beneficiados serán separados de él para cumplir el convenio con ellos exclusivamente.
Puede también convenirse en que la parte proporcional del activo que según el contrato
social correspondería a los socios con quienes se hace el convenio, en caso de
separación, se una a los bienes particulares de los beneficiados, con tal que tomen éstos
a su cargo la parte proporcional de deudas que les tocaría. En tal caso sólo continuará
sometido al régimen de la quiebra el resto del activo y del pasivo. La distribución se hará
entonces por arreglo entre el síndico y los socios beneficiados y necesitará la aprobación
del Juez, oídos los socios no beneficiados.
24
Los socios favorecidos con el convenio quedan libres para con los acreedores de los
efectos de la solidaridad por las deudas sociales, respondiendo sólo del pasivo que
tomaren a su cargo.
El cónyuge, los ascendientes y descendientes del fallido no sufren los efectos civiles o
penales de la quiebra. El cónyuge tiene el derecho de proceder, en caso de quiebra, como si se
tratara de disolución y liquidación de la sociedad conyugal (Morles).
Artículo 939. Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los
que le corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad
conyugal, y podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se
tratara de disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán
presentes los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.
Algunas personas carecen de legitimidad activa para solicitar la quiebra del fallido, tal es el
caso del socio comanditario, que no puede pedir la quiebra de la sociedad a que pertenece, a
menos que fuese acreedor. Tampoco puede solicitarla el acreedor por créditos no mercantiles.
Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
solicitarla sino a condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas
mercantiles.
El socio comanditario no puede pedir la declaración de quiebra de la sociedad a que
pertenece, pero si fuere acreedor podrá provocarla con este carácter.
Los descendientes, ascendientes o cónyuge del deudor no pueden tampoco demandar
que se le declare en quiebra.
Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
25
4. Clasificación de la Quiebra. La cesación de pagos puede provenir por diferentes causas; caso
fortuito, negligencia, impericia, acción fraudulenta, etc.; por lo que la quiebra se puede clasificar en
fortuita, culpable y fraudulenta.
Artículo 915. Hay tres especies de quiebras: fortuita, culpable y fraudulenta. Quiebra
fortuita, es la que proviene de casos fortuitos o de fuerza mayor que conducen al
comerciante a la cesación de sus pagos y a la imposibilidad de continuar sus negocios.
Quiebra culpable, es la ocasionada por una conducta imprudente o disipada de parte del
fallido. Quiebra fraudulenta, es aquella en que ocurren actos fraudulentos del fallido para
perjudicar a sus acreedores.
Las quiebras culpables y fraudulentas son de Derecho Penal, el Juez natural es el Juez
penal. Si el Juez mercantil considera que puede haber quiebra culpable o fraudulenta, remitirá el
caso a la Fiscalía, pero es el Juez penal el que califica la quiebra; el Juez mercantil declara la
quiebra, pero la calificación le corresponde al Juez penal.
Artículo 925. Todo comerciante que se halle en estado de quiebra debe hacer por escrito
la manifestación de ella ante el Juez de Comercio de su domicilio mercantil, dentro de los
tres días siguientes a la cesación de sus pagos.
En caso de quiebra de una sociedad en nombre colectivo, o en comandita, la
manifestación contendrá el nombre y domicilio de cada uno de los socios solidarios y los
de los comanditarios que no hayan entregado todo su capital.
En caso de quiebra de una sociedad anónima o de una sociedad de responsabilidad
limitada, la solicitarán sus administradores, los cuales estarán obligados a comparecer
ante el Tribunal y ante el síndico, siempre que sean requeridos.
El Secretario anotará en el escrito la fecha de su presentación.
“La ley impone severamente al comerciante este deber. Resulta ser una obligación del
fallido, consagrada en interés público. Desde el punto de vista del derecho adjetivo conforma una
excepción, ya que no es dado el ejercicio de una acción por parte del sujeto pasivo de la misma.
Sin embargo, mediante ella el deudor (quebrado) hace valer su derecho a la ejecución colectiva en
oposición a la ejecución individual” (Pisani). El fallido puede retirar su solicitud antes de que la
quiebra sea decretada.
Dentro de los 3 días siguientes a la cesación en sus pagos, el comerciante debe hacer por
escrito la manifestación de su quiebra ante el Juez de Comercio, acompañado de un balance
general o una exposición razonada de las causas que impiden su presentación, así como una
exposición razonada de las causas de la quiebra. El escrito debe ser presentado ante el Juez de
Comercio del domicilio mercantil del fallido (lugar del asiento principal de sus negocios e
intereses); en el caso de sociedades, en el lugar que indique el documento constitutivo.
Artículo 927. El balance contendrá la relación y valores de todos los bienes, muebles e
inmuebles, y estados demostrativos, con la debida separación de todos los débitos y
créditos, de los gastos y de las ganancias y pérdidas.
Los estados de gastos y de ganancias y pérdidas contendrán los de los diez años
anteriores a la quiebra.
b.2) Por demanda de los acreedores: todo acreedor tiene derecho a pedir la declaratoria
de quiebra de un comerciante que se encuentre en cesación de pagos, derecho que ejerce
mediante la acción de declaratoria de quiebra.
Artículo 932. Los acreedores que pidan la declaratoria de quiebra lo harán mediante
demanda en que expliquen todos los hechos y circunstancias constitutivas de la
cesación de los pagos.
El estado de quiebra no surte efectos hasta tanto haya una declaratoria judicial. Puede
pedirla cualquier acreedor mercantil, aún aquéllos cuyos créditos no sean exigibles porque éste es
un procedimiento de excepción que tiene como fundamento la insolvencia del deudor, siempre que
el demandante compruebe la cesación de pago de las obligaciones mercantiles.
Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
solicitarla sino a condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas
mercantiles.
Se discute si los acreedores privilegiados pueden demandar la quiebra; a este respecto, los
autores tienen tres posiciones diversas; dos categóricas (afirmativa y negativa), y una ecléctica:
1ª) Afirmativa: el interés subsiste entretanto no se verifique el remate que dirá en definitiva
al acreedor si el bien dado en garantía cubre totalmente su acreencia; mientras exista interés hay
acción (teoría procesal del interés).
2ª) Negativa: rechaza la posibilidad de que el acreedor privilegiado pueda demandar la
quiebra, porque la finalidad de este procedimiento es asegurar a los acreedores el cobro, a
prorrata de la masa de la quiebra y que el acreedor con privilegio tiene una seguridad mayor por
su garantía.
3ª) Ecléctica: sólo cuando la garantía sea insuficiente, y por tanto no alcance a cubrir la
acreencia, podrá dicho acreedor privilegiado instar el procedimiento (Pisani).
Ciertas categorías de acreedores están excluidos de intentar la acción: (a) el socio
comanditario, en su condición de socio, no puede solicitar la quiebra debido al affectio societatis;
sólo puede hacerlo cuando se presente con cualidad de acreedor y (b) los descendientes,
ascendientes y cónyuge del deudor, en su condición de acreedores, debido a que se quiere
proteger la unidad familiar.
6. Quiebra de Oficio: existen normas contradictorias; por un lado parece haber sido establecido
de manera general por el legislador en el Artículo 928 del Código, pero esta idea se desvanece
rápidamente en el Artículo 938.
excediera de diez mil bolívares, la hará el Juez del Distrito competente, conforme al
artículo 907.
7. Contenido del Libelo. Los acreedores tienen que explicar en la demanda los hechos y
circunstancias constitutivas de la cesación de pagos; obligaciones vencidas, exigibles y de
carácter mercantil; tiene todos los componentes de una demanda.
Artículo 932. Los acreedores que pidan la declaratoria de quiebra lo harán mediante
demanda en que expliquen todos los hechos y circunstancias constitutivas de la cesación
de los pagos.
juicio; que él no tiene carácter de comerciante; que no ha incurrido en cesación de pagos que se le
imputa, etc.
9. Pruebas. El Juez debe abrir una articulación probatoria por 8 días sin término de la distancia,
dentro de la cual las partes promoverán las pruebas a bien, las cuales se evacuarán en el mismo
término sin prorrogarlo, aunque no hubiera tiempo para despacharlas todas.
que las partes comparezcan, cada una con una terna de 3 candidatos, se intercambian las listas
entre las partes y cada una de ellas elige uno de los tres candidatos que propuso la contraparte; el
Juez no tiene la alternativa de negarse a esta elección. Estos jueces asociados pueden ser
comerciantes.
10. Sentencia. Si el Juez declara procedente la quiebra, debe fijar la fecha de la cesación de
pagos en la propia sentencia o en auto separado; no puede retrotraerla por más de 2 años (más
10 días). Esta fijación no es obligatoria, ya que este silencio lo cubre el legislador.
De la sentencia que declara la quiebra puede apelar el fallido y es oída en un solo efecto;
los acreedores pueden apelar si es declarada sin lugar (en 2 efectos).
10.1. Contenido:
12. Sistema Venezolano. El sistema venezolano de retroacción tiene carácter mixto. Por una
parte, el Artículo 945 consagra el principio de la retroacción absoluta al declarar nulos y sin efecto
respecto de los acreedores del concurso todos los actos de administración enumerados en dicha
disposición. Por su parte. El Artículo 946 consagra el principio de la retroacción relativa, al
establecer un sistema de impugnación de determinados actos que podrán ser anulados por el
Juez (Morles).
Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
de bienes muebles o inmuebles a título gratuito. Las hipotecas convencionales o
judiciales, derechos de anticresis, prenda y cualquier privilegió o causa de preferencia en
el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con anterioridad a los
diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido. Los pagos de deudas de plazo vencido, que
fueren hechos de otra manera que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era pagadera en efectivo.
Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
33
del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.
Tema 19. El Síndico. De conformidad con la ley, es el sujeto designado por el Juez de la quiebra
para conserve, administre y liquide el patrimonio del fallido (Pisani).
Prestar juramento, ante el Juez, de desempeñar sus funciones bien y fielmente; sin esta
formalidad no pueden entrar en el ejercicio de sus funciones.
Artículo 971. Los síndicos no pueden entrar en el ejercicio de sus funciones sin haber
prestado ante el Juez, juramento de desempeñarlas bien y fielmente.
Artículo 974. Si la fijación de los sellos no se hubiere hecho antes de su aceptación, los
síndicos procurarán que se efectúe y cuidarán de su conservación.
Vender los bienes que están en riesgo de perderse o deteriorarse, previa autorización del
Juez (ventas globales).
Artículo 975. Venderán los efectos que estén en riesgo de perderse o deteriorarse, o
cuya conservación sea dispendiosa, previa la autorización del Juez, quien al acordaría
determinará la forma en que deba hacerse la venta. De la resolución del Juez puede
apelarse ante el Tribunal Superior.
Hacer el inventario, acompañado del fallido o de un delegado suyo y por otrop fdelegado
que designen los 3 acreedores de mayor suma residentes en la localidad. A falta de los
delegados, el Síndico se acompañará de 2 empleados de casas de comercio bien
reputadas.
Terminado el inventario y previa autorización del Juez, pueden vender mercancías y otros
bienes oyendo previamente al fallido y a los síndicos sobre la necesidad de la venta.
Artículo 976. Después de terminado el inventario, puede el Juez autorizar a los síndicos
para vender las mercancías y otros efectos muebles, oyendo previamente a los síndicos y
35
Artículo 977. Los síndicos definitivamente nombrados, si fueren otros que los
provisionales, exigirán que éstos rindan cuenta de su administración a la mayor brevedad.
Pedir al fallido que le aclare dudas.
Artículo 978. Si el fallido estuviera en libertad, podrán los síndicos emplearlo para facilitar
y aclarar los negocios de la quiebra, proponiendo al Juez el salario moderado que pueda
asignársela por sus servicios.
Abrir las cartas dirigidas al fallido, previo aviso a éste si está presente.
Artículo 979. Los síndicos recibirán y abrirán las cartas dirigidas al fallido, el cual, si
estuviera presente, será avisado previamente por los síndicos. Estos entregarán al fallido
las cartas y telegramas que no interesen a la quiebra, guardando sobre su contenido el
más secreto.
Artículo 980. Si el fallido no hubiere presentado el balance, los síndicos procederán sin
dilación a formarlo por lo que resulte de los libros y papeles del fallido y de los informes
que procurarán obtener.
El Juez, de oficio o a solicitud de los síndicos, podrá examinar bajo juramento al fallido, a
sus dependientes o empleados y a cualquiera otra persona para la formación del balance,
sobre las causas y circunstancias de la quiebra, o demás que interese al juicio.
Si el balance hubiere sido presentado, los síndicos lo examinarán y si hubiere lugar, lo
rectificarán o adicionarán.
El balance así formado o rectificado, se agregará al expediente de quiebra.
Artículo 981. Los síndicos harán citar al fallido para examinar los libros y cerrarlos; para
aclarar las dudas que ocurran en su examen y para la formación del balance.
Artículo 982. Los síndicos definitivos, dentro de quince días después de juramentados,
informarán al Juez por escrito sobre el estado de los negocios del fallido y de sus libros,
expresando el juicio que formen acerca de su conducta, de las causas, circunstancias y
carácter de la quiebra.
36
Artículo 951. El fallido podrá obtener provisionalmente para sí y para su familia, socorros
alimenticios sobre el activo de la quiebra, que serán regulados por el Juez con audiencia
de los síndicos. De la decisión del Juez podrá apelarse ante el Tribunal Superior.
Artículo 984. El último día de cada semana, los síndicos depositarán en el instituto
bancario o casa de comercio de reconocida responsabilidad, que el Juez designará
previamente para depositar los fondos del concurso, todas las cantidades provenientes de
las cobranzas y ventas que hagan, previa deducción de las sumas que el Juez considere
necesarias para los gastos de administración; y no haciéndolo podrán ser destituidos,
respondiendo en todo caso del interés corriente sobre las sumas indebidamente
retenidas.
Los fondos depositados no podrán ser extraídos sino por los síndicos, con orden escrita
del Juez de Comercio.
Artículo 985. Los síndicos pasarán al Juez cada quince días y siempre que él lo exija, un
estado del ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra
Artículo 989. En todo caso los síndicos salientes rendirán inmediatamente cuenta de su
administración.
2. Naturaleza Jurídica. Teorías. Burgos Villasmil, citado por Morles resume la controversia sobre
la naturaleza jurídica del Síndico en 3 teorías:
Representante de la masa acreedora: pero no representa directamente al fallido y a los
acreedores, ni actúa en nombre de ellos en cuanto administra el patrimonio y lo liquida
como función en nombre propio por un interés público. Es un representante legal.
Funcionario público: se ve como órgano del Estado investido para tutelar el patrimonio del
deudor en beneficio de los acreedores.
Auxiliar de justicia: es un órgano de la quiebra con poderes complejos que opera en
interés de la justicia; es un auxiliar de la administración de justicia que actúa al lado del
Juez.
Artículo 969. Cuando hubiere dos o más síndicos, no podrán obrar sino colectivamente;
el Juez podrá, sin embargo, autorizar a alguno o algunos de ellos para determinadas
funciones y en tal caso, los así autorizados serán los únicos responsables de sus actos.
Artículo 986. En cualquier estado de la quiebra, el Juez podrá reducir el número de los
síndicos, si así lo exigieron las necesidades de la administración, pudiendo apelarse de su
decisión ante el Tribunal Superior. También podrá aumentarse su número hasta tres; pero
cuando haya de aumentarse o subrogarse uno o más síndicos definitivos, se consultará a
los acreedores reunidos en junta, procediéndose según lo prescrito en el artículo 967.
Artículo 1.019. Cuando no hubiere más que un síndico y éste fuere opuesto al convenio
se nombrará otro provisional para la secuela de la oposición.
38
3.2. Requisitos e Impedimentos para ser Síndico: tal como lo establece el Código, el Síndico
debe ser abogado o comerciante.
Artículo 932. El depositario debe reunir iguales condiciones que para ser síndico.
No obstante, las pocas exigencias para ser Síndico, su designación no puede recaer en
cualquier persona; por lo tanto, la ley ha establecido ciertas prohibiciones:
La discriminación hacia la mujer fue declarada nula por la Corte Suprema de Justicia, en
una sentencia de fecha 04 de marzo de 1.965, por ser inconstitucional.
6. Remuneración.
Artículo 990. Los síndicos, provisionales o definitivos, recibirán fa indemnización que fije
el Juez de Comercio, oyendo a los síndicos y a los acreedores en el término que el mismo
Juez determinará. La fijación de los honorarios será definitiva si no fuere apelada, en el
término legal, por los síndicos o por los acreedores que representen la mayoría de los
créditos.
Procedimiento análogo se seguirá para fijar los honorarios dé cualquiera persona que
tenga derecho a remuneración de los bienes de la quiebra.
Temas 20, 21, 22, 23 y 24. Efectos de la Quiebra respecto del fallido y de los Acreedores.
1. Efectos de la Sentencia de Quiebra contra el Fallido: la posición jurídica del deudor resulta
profundamente afectada tanto desde el punto de vista personal como desde el punto de vista
patrimonial.
39
1.1. Efectos personales (en la Persona del Fallido): la declaratoria de quiebra crea un estado
especial para el fallido, en el sentido de que hay una limitación en su capacidad de obrar,
especialmente en cuanto al ejercicio de sus derechos en relación con los bienes, los cuales van a
pasar a formar la masa de la quiebra. Esta limitación se refleja en cuanto:
Le está prohibido del ejercicio del comercio hasta tanto sea rehabilitado;
Artículo 932. El depositario debe reunir iguales condiciones que para ser síndico.
Artículo 1.084. No pueden ser jueces ni asociados: Los comerciantes que hayan hecho
quiebra y no hayan obtenido su rehabilitación.
Artículo 949. Desde que se declare la quiebra, y en cualquier estado de la causa, el Juez
podrá acordar el arresto provisional del fallido, si la quiebra apareciera culpable o
fraudulenta.
Tomará necesariamente esta providencia en los casos de fuga u ocultación del fallido, o
de renuencia a comparecer o a presentar sus libros o de sustracción de bienes.
En los casos de fuga u ocultación del fallido o de sustracción de bienes en lugar donde no
hubiere Juez de Comercio, el de Primera Instancia, y en su defecto el de Distrito o de
Parroquia, efectuará el arresto del fallido, dando cuenta al de Comercio con remisión de lo
actuado.
El arresto es facultativo y provisional para el Juez, pero ésta es una norma muy vieja que
data del siglo XIX, la cual se convirtió en letra muerta a raíz de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y del Código Orgánico Procesal Penal, por considerarse violatoria del
derecho a la defensa, al debido proceso y a ser juzgado por el juez natural.
No puede ausentarse del lugar del juicio sin autorización del Juez; lo que se busca es que
el fallido colabore con el Juez y con el Síndico para esclarecer las circunstancias de la
quiebra por conocer muy bien su situación, para la determinación del patrimonio y para la
exacta comprensión de sus relaciones jurídicas con los terceros, etc.
Artículo 950. El fallido que fuere dejado en libertad no podrá ausentarse del lugar del
juicio sin permiso del Juez.
Podrá el Juez de Comercio para concederle libertad al fallido exigirle fianza por una
cantidad que fijará, aplicable al beneficio de la masa, siempre que el fiador no lo
presentaré cuando se le prevenga.
No puede ejercer ciertos cargos relacionados con la familia: no puede ser tutor ni curador,
ni mucho menos miembro del Consejo de Tutela.
Artículo 339 del Código Civil. De las Personas Inhábiles para ser Tutores,
Protutores, Curadores y Miembros del Consejo de Tutela y de su Remoción. No
pueden obtener estos cargos:
1°. Los que no tengan la libre administración de sus bienes.
Artículo 951. El fallido podrá obtener provisionalmente para sí y para su familia, socorros
alimenticios sobre el activo de la quiebra, que serán regulados por el Juez con audiencia
de los síndicos. De la decisión del Juez podrá apelarse ante el Tribunal Superior.
No tendrá derecho el fallido a este beneficio si obrare contra él alguna presunción de
culpa o de fraude en la quiebra.
La sentencia de quiebra ordena la ocupación de todos los bienes del fallido, sus libros,
correspondencia y documentos y acuerda que la correspondencia dirigida al fallido sea entregada
al Síndico, pero en todo caso el Síndico está obligado a guardar secreto profesional sobre los
aspectos privados y personales del fallido.
41
1.2. Efectos sobre el patrimonio del fallido: la quiebra se declara porque se comprueba una
situación de insolvencia en el fallido, quien queda suspendido de toda su actividad de
administración y disposición de sus bienes y para contraer sobre ellos nuevas obligaciones; lo
que se busca es evitar que se agrave su situación e imposibilitar la liquidación; la administración
de los bienes se le confía al Síndico, hay un desapoderamiento de los bienes del fallido desde la
fecha de la declaratoria de la quiebra. Durante el juicio el Juez puede dictar medidas
precautelativas y los bienes pasarán a manos de un depositario judicial, una vez que sale la
sentencia esos bienes serán entregados por el depositario al Síndico para ser integrados a la
masa.
El desapoderamiento: éste es el principal efecto de la quiebra en el campo patrimonial; el
deudor, aunque continua siendo el propietario, es privado del poder de disposición y de
administración de sus bienes, poder que pasa a la masa de acreedores, representada por el
Síndico.
Artículo 939. Por el hecho de ser declarado un comerciante en estado de quiebra, queda
inhabilitado para la administración de todos sus bienes, para disponer de ellos, y para
contraer sobre ellos nuevas obligaciones.
El desasimiento de los bienes futuros adquiridos a título gratuito, no perjudica la
responsabilidad que los afecta por las cargas y condiciones con que hayan sido
tramitados al fallido, ni tampoco a los acreedores hereditarios.
La administración de los bienes que el fallido adquiera a título oneroso podrá ser sometida
a la intervención de los síndicos; pero los acreedores sólo tendrán derecho a los
beneficios líquidos, dejando al fallido lo preciso para sus alimentos.
Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los que le
corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad conyugal, y
podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se tratara de
disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán presentes
los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.
Artículo 1.017 del Código Civil. Cuando alguien renuncia una herencia en perjuicio de
los derechos de sus acreedores, éstos podrán hacerse autorizar judicialmente para
aceptarla en nombre y lugar de su deudor.
En este caso, la renuncia se anula, no en favor del heredero que la ha renunciado, sino
sólo en provecho de sus acreedores, y hasta concurrencia de sus créditos.
Fijación de la fecha de cesación de pagos: la Doctora Pisani dice que la ley establece
varias formas de fijar la fecha de inicio de la cesación de pagos; impone al Juez pronunciarse
sobre la cuestión al dictar la sentencia declaratoria, sea estableciendo dicha fecha en su fallo, o
bien reservándose fijarla por auto separado. A falta de fijación especial se entenderá que la
cesación principió en la misma fecha de la declaración de quiebra, en general, y en especial para
el caso de quiebra póstuma, el día de la muerte del deudor. La ley silencia las soluciones para el
caso de quiebra del comerciante retirado y para el supuesto de declaratoria de quiebra después
de la muerte del comerciante retirado, en cuyos casos es criterio doctrinario que se tenga por
iniciada dicha cesación el día del efectivo retiro del comerciante.
En ninguno de los dos casos podrá el Juez retrotraer la fijación de la fecha de inicio de la
cesación de pagos por más de 2 años; este lapso marca el límite máximo del llamado término de
retroacción, el cual se contará ex tunc, a partir de la sentencia que declare la quiebra. A este
período se le conoce como período sospechoso, cuya ratio legis es no alterar demasiado tiempo
la seguridad de las relaciones jurídicas. Dentro de esos dos años el Tribunal fija la fecha en que
comenzó la cesación de pagos, y a los efectos de la nulidad de ciertos actos, la ley incluye en el
cómputo, además, los 10 días precedentes a dicha fecha. Con tal adición se conforma el llamado
período sospechoso largo, dentro del cual quedan afectados de nulidad determinados actos, los
cuales pueden ser agrupados en 3 categorías:
a) Liberalidades: enajenaciones de bienes muebles o inmuebles, a título gratuito. Si no la
pide el Juez, corresponde al Síndico pedir su nulidad.
b) Causas de preferencia: constituidas sobre bienes del deudor, por obligaciones
contraídas con anterioridad a los 10 días indicados (hipotecas convencionales o
judiciales, anticresis, prendas, privilegios, etc.).
c) Pagos de deudas: de plazo no vencido, de plazo vencido cuando se realicen con
dación en pago, o de otra forma que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era efectivo.
Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
44
Estas hipótesis de nulidad son declaradas ope legis, sin prueba de su naturaleza
fraudulenta; no admiten prueba en contrario.
A la sentencia declaratoria de quiebra le puede anteceder una situación de quiebra de
hecho, el deudor sabe que está quebrado, que tarde o temprano un Tribunal le va a dictar una
sentencia que lo va a declarar en quiebra. Como el comerciante sabe eso, trata de salvar algunos
bienes para uso personal o de su familia a través de ventas simuladas, constitución de garantías
reales a acreedores quirografarios para convertirlos en privilegiados, paga algunas obligaciones
que aún no están vencidas o puede tratar con acreedores de su confianza; con estos
procedimientos perjudica a sus acreedores, sustrae bienes de la garantía común y vulnera el
principio par condicio creditorum (igualdad absoluta de los acreedores). Es por ello que la
legislación ha establecido varios sistemas de nulidades o acciones restitutorias tendentes a
reintegrar a la masa de la quiebra todos aquellos bienes que el deudor tenía legalmente cuando
comenzó la cesación de pagos. Por esto, el juez va a establecer la fecha de la cesación de pagos.
a) Retroacción absoluta: lleva los efectos de la declaratoria de quiebra hasta la
fecha en que el Juez fija como fecha de cesación de pagos, no desde la fecha de
la declaratoria sino de 2 años atrás. Todo acto realizado a partir de la cesación
se considera nulo.
b) Retroacción relativa: el juez fija la fecha y los actos realizados por el deudor en
el período comprendido entre la fecha de la cesación y la fecha de la declaratoria
de quiebra se considera realizado dentro del período sospechoso, los cuales no
son nulos. Se anulan ipso iure los actos a título gratuito, los pagos de deudas no
vencidas, las daciones en pago, la constitución de garantías reales para deudas
anteriormente contraídas. El sistema venezolano es el de la retroacción relativa.
Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.
Las categorías señaladas en este Artículo como actos anulables, actos cuya nulidad es
facultativa, podrán ser anulados a condición de probar el conocimiento por parte del contratante
45
del estado financiero desesperado del comerciante. Todos esos actos podrán ser anulados, luego
el Juez queda en libertad para apreciar las circunstancias en cada caso.En ambas hipótesis, son
requisitos indispensables:
(a) La prueba del conocimiento, por parte de quienes contrataron con el fallido o recibieron
pagos de él, de su estado patrimonial al efectuarse tales actos,
(b) Que estos actos se hayan celebrado durante el período sospechoso (desde la fecha de
la cesación de pagos y antes de la sentencia que declare la quiebra).
Es sabido que el Juez debe establecer la fecha de la cesación de pagos en la sentencia o
reservarse su fijación por auto separado, con relación a la cual, el legislador debe haber tomado
en cuenta que sólo después de la declaratoria de quiebra, es posible la manifestación y examen
general de los libros de comercio, en virtud de la orden de ocupación contenida en la sentencia.
Por ello posibilita al Juez su fijación posterior que permite documentarse más y mejor, pero no le
fija término al Juez para dictar dicho auto. Dada la necesidad de que esa fecha sea conocida por
todos, todas las formas de publicidad están establecidas tanto para la sentencia como para el
eventual acto que fije posteriormente la fecha de inicio de la cesación de pagos (Pisani).
Artículo 947. Si el pago contra el cual se reclamara fuera el de una letra de cambio
satisfecha por el fallido después de la época fijada como la de cesación de los pagos, y
antes de la declaración de quiebra, la acción en devolución sólo podrá intentarse contra
aquel por cuya cuenta se giró la letra; y si se trata de pagarés a la orden, sólo podrá
intentarse contra el primer endosante.
46
En uno y otro caso debe probarse que aquel a quien se pide la devolución tenía
conocimiento de la cesación de los pagos al tiempo del giro de la letra o del endoso del
pagaré.
c) Los acreedores van a conformar una unidad en una comunidad de intereses; esta masa
se conforma ope legis.
d) Los poderes procesales se transforman, no pueden perseguir al deudor con sus acciones
individuales; se ha dado la acción concursal.
Artículo 942. Todas las causas ordinarias o ejecutivas, civiles o comerciales, que al
tiempo de la declaración de la quiebra se hallen pendientes contra el fallido y puedan
afectar sus bienes, serán acumuladas al juicio universal de quiebra.
e) Nadie puede ser admitido en la masa sino por crédito dinerario; si el crédito no reviste
esta cualidad debe ser reducido a dinero siempre que sea posible.
f) Dejan de correr los intereses porque la masa no produce beneficios y porque algunos
acreedores pudieron haber pactado intereses y otros no. Esto sucede sólo en cuanto a la masa,
pero no contra el fallido porque, en este caso, los intereses sí siguen corriendo y él los sigue
debiendo. La intención del legislador es honrar el principio de la par condicio creditorum y se
aplica sólo a los acreedores quirografarios.
Artículo 944. Desde el día en que se declare la quiebra dejarán de correr intereses, sólo
respecto de la masa, sobre todo acreencia no garantizada con privilegio, prenda o
47
hipoteca. Los intereses de las acreencias garantizadas no podrán cobrarse sino del
producto de los objetos afectos al privilegio, a la prenda o la hipoteca. Los créditos de
plazo no vencido que no ganen interés, sufrirán un descuento a razón de seis por ciento
al año, por lo que falte del plazo, desde el día de la declaración de la quiebra.
Artículo 942. Todas las causas ordinarias o ejecutivas, civiles o comerciales, que al
tiempo de la declaración de la quiebra se hallen pendientes contra el fallido y puedan
afectar sus bienes, serán acumuladas al juicio universal de quiebra.
Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
de bienes muebles o inmuebles a título gratuito. Las hipotecas convencionales o
judiciales, derechos de anticresis, prenda y cualquier privilegió o causa de preferencia en
el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con anterioridad a los
diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido. Los pagos de deudas de plazo vencido, que
fueren hechos de otra manera que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era pagadera en efectivo.
48
Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.
Tampoco pueden ejercer las acciones ordinarias civiles o mercantiles dirigidas a obtener el
pago del fallido por acreencias quirografarias; no obstante, puede ejercer ciertos derechos, tales
como: impugnar la admisión o rechazo de otros acreedores; solicitar la remoción del Síndico
cuando éste incurra en negligencia, impericia o fraude; apelar la decisión que declare sin lugar la
demanda de quiebra; ejercer la acción reivindicatoria, etc.
Artículo 959. Las citaciones a los acreedores se harán sólo por los edictos y
publicaciones expresados.
A los acreedores domiciliados en la República, pero fuera del lugar del juicio, se les
señalará el término de quince días, más el de distancia, calculada a tres miriámetros (30
Kms.) por día, para que concurran con los documentos justificativos de sus créditos.
A los acreedores domiciliados fuera de la República se señalarán con el mismo fin los
siguientes plazos: A los de las Antillas y de la República de Colombia, tres meses.
A los del resto de la América del Sur y de la América del Norte y de Europa, cinco meses.
A los de otras partes del mundo, seis meses.
Los edictos permanecerán fijados y las publicaciones por la prensa se harán con
intervalos por el término de un mes.
Artículo 960. Reunidos los acreedores en la primera junta general de que habla el
número 5 del artículo 937, hará el Juez que cada uno exhiba los documentos justificativos
de su crédito, respecto de los cuales podrán hacerse las observaciones generales que
ocurran en cuanto a su legitimidad.
Hecha la presentación, podrá cualquiera de los acreedores proponer que la liquidación de
la quiebra se haga por los acreedores; y si la proposición tuviere el voto favorable de un
número de ellos que represente más de la mitad de la totalidad de los créditos que figuren
en el balance, el Tribunal, sin perjuicio del procedimiento penal a que hubiere lugar,
acordará la liquidación por los acreedores.
Los acreedores propondrán en el mismo acto una terna de comerciantes para el cargo de
liquidador, de la cual elegirá el Tribunal el que haya de serlo; y elegirá también una
comisión de tres de los acreedores para que intervenga y vigile la administración y
liquidación. El deudor podrá presentar una terna de comerciantes para que el Tribunal
elija uno de ellos, cuyas funciones se limitarán a inspeccionar y vigilar la marcha de la
liquidación y dar cuenta al Tribunal de toda irregularidad que advierta.
El juez va a pedir a los acreedores que exhiban los documentos justificativos de sus
créditos y hará las observaciones en cuanto a la legitimidad de esos documentos. Luego, los
acreedores pueden pedir que la liquidación se haga por ellos mismos, pero es necesario que esta
proposición tenga un voto favorable de más de la mitad de la totalidad de los créditos que figuren
en el balance. Si se acuerda la liquidación por los acreedores, deben proponer una terna de
50
comerciantes para el cargo de liquidador, de la cual elegirá el Tribunal el que haya de serlo; el
Juez va a nombrar 3 acreedores para que integren la Comisión de Vigilancia. Por su parte, el
deudor podrá presentar una terna de comerciantes para que el Tribunal elija uno de ellos, cuyas
funciones serán inspeccionar y vigilar la marcha de la liquidación y dar cuenta al Juez de las
irregularidades que advierta (Inspector).
5.2. Labor del liquidador y de la comisión de vigilancia: reciben los bienes inventariados así
como los libros y papeles de la quiebra que estaban en poder del Síndico; verifican la exactitud del
balance y del inventario; forman un cuadro de los créditos con su respectiva calificación (en
cantidad y en calidad) y lo agregan al expediente que han de llevar. Este cuadro debe ser
conocido por todos los acreedores para que hagan las observaciones; ello se hace a través de
una convocatoria para el conocimiento del cuadro de calificación de créditos
Artículo 961. El liquidador y los comisionados al aceptar su encargo, prestarán juramento
de llenarlo fielmente; recibirán los bienes por el inventario practicado, así como todos los
libros y papeles de la quiebra y cualesquiera otros que deban ir a poder del síndico, según
la ley; y antes de proceder a cualquier operación, verificarán la exactitud del balance y del
inventario y luego formarán un cuadro completo de calificación de créditos en cantidad y
calidad, que agregarán al expediente que han de llevar.
Darán cuenta al Tribunal del resultado de dicha verificación y le pasarán copia del cuadro
de calificación de créditos.
Artículo 962. El Tribunal convocará a los acreedores por la prensa y por carteles, donde
no hubiere periódicos, para que se impongan del cuadro de calificación y hagan sus
observaciones en pro o en contra, dentro de los términos fijados en el artículo 959.
Vencidos los lapsos para los acreedores domiciliados en la República, quedará firme
respecto de ellos la calificación que les concierne, si no hubiere habido objeción. Si la
hubiere habido respecto de algunos créditos, el Tribunal convocará a los respectivos
interesados para conciliación, el tercer día a la hora que señale. Si no hubiere
conciliación, se sustanciarán y decidirá las controversias en juicio verbal, al cual se dará
el curso legal.
Lo mismo se irá practicando al vencimiento de los lapsos respectivos para los acreedores
de fuera de Venezuela, respecto de los créditos que estuvieron en tales casos.
El liquidador representará los intereses de la masa en todo el procedimiento que señala
este artículo, y podrá hacerse representar por un apoderado que elija de acuerdo con la
comisión de acreedores.
7. Honorarios. Los honorarios de los abogados corren de cuenta de quien los emplee.
52
El fallido en tal caso queda exonerado de su deuda hasta concurrencia del activo
inventariado de que se hubiere dispuesto. El Juez determinará también sobre alimentos
para el fallido y su familia; y oídos los síndicos sobre cantidad y tiempo, los fijará si los
acordare, pudiendo apelarse de su decisión ante el Tribunal Superior.
El proceso de calificación de créditos tiene como objetivo declarar si los créditos son
admisibles al concurso, es decir, si son créditos concursales. Todos los créditos contra el fallido,
cualquiera que sea su carácter, están sujetos a calificación en los juicios de quiebra; por lo tanto,
este procedimiento es una formalidad obligatoria, impuesta a los acreedores del fallido en la masa.
No importa que el crédito sea de naturaleza civil o mercantil, que sea documental o no; los
acreedores con privilegio general y los quirografarios no pueden demandar individualmente. Los
acreedores privilegiados, los prendarios y los hipotecarios no están sometidos a la calificación,
pero es aconsejable que se sumen a las solicitudes de calificación, porque así pueden concurrir
con la masa quirografaria para reclamar el remanente que eventualmente les quede, en caso de
que la garantía dada no sea suficiente para cubrir el crédito.
1. Solicitud para la Calificación de los Créditos. Esta solicitud la deben hacer los acreedores
desde el mismo momento en que se declara la quiebra, para pedir su inclusión en el concurso,
para ingresar a la masa de acreedores.
Artículo 997. Desde el día en que se declare la quiebra podrán los acreedores depositar
en la Secretaría del Tribunal las solicitudes de calificación con los documentos
justificativos de su crédito y una demostración de las cantidades líquidas que se les
deban.
El acreedor que carezca de documento presentará la demostración enunciando en ella los
medios probatorios que tenga.
En todo caso, el acreedor expresará con claridad la naturaleza de su crédito; y si
pretendiere preferencia en el pago, determinará cuál es y los fundamentos en que se
apoya.
54
El Secretario del Tribunal formará un registro en que anotará los acreedores que hicieren
la solicitud y los documentos que produzcan, dando recibo a los interesados.
Para los acreedores que se hallen fuera del país: también los acreedores residentes en
la República, pero fuera del lugar de juicio y los que se hallen fuera de ella serán convocados para
que concurran con los documentos justificativos de sus créditos, dentro de los términos
establecidos en el Artículo 959, y bajo apercibimiento de continuarse los procedimientos de la
quiebra sin volverse a citar a ningún ausente.
Si la época de la cesación de los pagos se determinara por auto separado, éste se fijará y
publicará en los términos expresados.
El Secretario del Tribunal agregará al expediente uno de los edictos desfijados y un
ejemplar de los periódicos en que se hayan hecho y repetido las publicaciones; pondrá
constancia de las personas a quienes se dirige el oficio y de la fecha en que remite al
Tribunal competente la copia a que se refiere el número 99 del artículo 937.
Artículo 1.000. Los síndicos, en virtud del cotejo que hicieren con los libros y papeles del
fallido y demás datos que adquieran, extenderán por escrito un informe sobre todos y
cada uno de los créditos reclamados.
fuere posible, agregándose al expediente uno de los edictos desfijados y un ejemplar del
periódico en que se hubiere hecho la publicación.
Constituida la Junta el día señalado, en presencia del Juez y con los acreedores que
concurrieren (cualquiera que sea el número de acreedores concurrentes), el Síndico dará lectura
al informe y se ponen en consideración uno a uno los créditos en el orden en que están colocados
en el informe. Si no se hacen observaciones sobre cada crédito puesto en consideración se tendrá
por admitido, colocándoles un sello que significa que valen para todo el procedimiento de quiebra.
Si un crédito es contradicho en su cantidad o en su calidad, los fundamentos de la contradicción
se deben dejar por escrito, sin interrumpir el proceso, el cual continuará hasta finalizar el día
señalado; si no se concluye ese día, se continúa al día siguiente. La contradicción es la negación
total o parcial de un crédito. Todos los acreedores tienen derecho a formar parte de la calificación
y a contradecir. El fallido puede hacer observaciones, a partir de las cuales el Síndico puede
tachar; pero si el Síndico no toma en cuenta estas observaciones, el fallido puede pedir que se
dejen por escrito en el acta.
Artículo 1.002.Constituida la junta, en el día y hora señalados en presencia del Juez, con
los acreedores que concurrieron, cualquiera que sea su número, se dará lectura al
informe de los síndicos, y por el orden en que estuvieron colocados los créditos en el
informe se pondrán uno a uno en consideración de la junta. Si no se hicieren
observaciones sobre el crédito puesto en consideración, se tendrá por admitido en la
cantidad y por la calidad con que hubiere sido reclamado; pero si fuere contradicho en su
cantidad o en su calidad, se expresarán los fundamentos de la contradicción. La
calificación continuará sin interrupción hasta que quede terminada, y si no se concluyese
en el día señalado, continuará en los siguientes.
Los concurrentes a la junta, tienen derecho a examinar los documentos producidos.
Tienen derecho a tomar parte en la calificación y a contradecir los créditos reclamados
todos los acreedores calificados o que consten del balance y los síndicos.
El fallido puede hacer observaciones sobre los créditos puestos en consideración de la
junta; más si las que hiciere no fueren acogidas por los síndicos y éstos procedieren en
sentido distinto de aquéllos, el fallido puede pedir que se hagan constar en el acta las
observaciones que haya hecho.
Como ya se dijo, la calificación puede durar varios días (puede llevarse meses), por lo que
se levantará un acta de las calificaciones diariamente; ésta debe contener:
Nombre y apellido de cada acreedor.
Cantidad y calidad de los créditos.
Si el crédito ha sido admitido o contradicho.
Artículo 1.003. Se levantará acta de las calificaciones hechas en cada día, expresándose
en ellas:
1. El nombre, apellido y domicilio de cada acreedor y el nombre y apellido de su
apoderado, si lo hubiere.
2. La cantidad del crédito, la calidad con que se reclamare y una descripción sumaria de
los documentos producidos, con expresión de las enmendaduras, raspaduras, testaduras
o interlineaciones que contengan.
3. Si el crédito ha sido admitido o contradicho, expresándose en el último caso, quienes lo
contradicen y los fundamentos de a contradicción.
57
El acta será fechada y suscrita por los que han tornado parte en la calificación, por el
fallido, si concurriere, por el Juez y por el Secretario.
Si el crédito fue admitido, los Síndicos estampan una nota, con visto bueno del juez. Si es
contradicho, el Juez señala uno de los 3 días siguientes para conciliación respecto de los
tachados, es decir, sobre los créditos sometidos a contradicción y si las partes no acuden o no se
logra la conciliación, el juicio continuará en la forma ordinaria del procedimiento mercantil. La
conciliación es obligatoria; el Juez, una vez que termine la calificación debe comenzar esa
segunda fase de conciliación. Si el salario o los créditos de un trabajador del fallido hubieran sido
tachados por quien tenga cualidad para ello, el Juez resolverá la tacha con carácter previo a
cualquier otro procedimiento o acto del proceso (único aparte, Artículo 161 L.O.T.) (Morles).
Artículo 1.004. Si el crédito fuere admitido, los síndicos estamparán sobre su título la
siguiente nota, fechada y con el visto bueno del Juez. "Admitido en el pasivo de la quiebra
de.................. por la suma de..................................................... (fecha y firma)"
A los acreedores retardados, el Tribunal les da una oportunidad antes de que se dé la fase
final de la quiebra, antes que se ordene la distribución final de los fondos y serán de su cargo las
costas y gastos que causare la calificación (Artículo 998). ¿Hasta qué momento se puede
esperare a un acreedor para que presente los documentos justificativos de su crédito? De acuerdo
con la norma citada, hasta la Cuarta Junta de Acreedores, en la cual se ordena la liquidación.
Artículo 1.052. Al ordenar las reparticiones, se acordará también que se reserve la cuota
correspondiente a los domiciliados fuera de Venezuela, cuyos términos de comparecencia
no estén aún vencidos; si pareciera al Juez que algunos de estos créditos no está
colocado con exactitud en el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.
Vencidos los términos señalados para comparecer sin que hayan ocurrido a la calificación
de sus créditos, las cantidades reservadas serán repartidas entre los acreedores
reconocidos.
Artículo 1.040. Dentro de cinco días después de resuelto que no hay convenio, el Juez,
con informe de los síndicos, formará el estado de los acreedores, aplicando las
disposiciones especiales del presente Código y las generales del Código Civil para
establecer la prelación con que deben ser pagados.
Los síndicos y los acreedores podrán oponerse al predicho estado dentro de los ocho
días siguientes a su formación y si el Juez no pudiere conciliar las diferencias, sentenciará
con las formalidades legales.
Tema 28. El Convenio. En la quiebra hay dos formas de terminación: por liquidación y por
convenio; la intención del legislador es que los acreedores se sienten a conversar con el fallido
para evitar la liquidación y poder terminar la quiebra mediante un convenio. Llegar a un acuerdo
con el fallido suele interesarle más a los acreedores, una vez que tienen pleno conocimiento de la
situación patrimonial del deudor. El convenio le permite al fallido llegar a un acuerdo con sus
acreedores, evitando una declaratoria de quiebra y los costos. El convenio es el acuerdo
celebrado entre el fallido y la masa de acreedores para poner fin al procedimiento de quiebra;
debe haber homologación por parte del Tribunal para que tenga validez.
Por unanimidad: puede darse en cualquier estado del procedimiento de quiebra, siempre
que sea aprobado por todos los acreedores; puede estipular la suspensión del procedimiento de
quiebra, pero no la continuación del juicio penal.
Artículo 1.011. El día y la hora señalados se formará la junta presidida por el Juez.
Tendrán voto en las deliberaciones relativas al convenio, los acreedores admitidos
definitiva o provisionalmente.
Los acreedores privilegiados o hipotecarios pueden concurrir a la junta, pero no tienen
voto en la deliberación por los créditos privilegiados e hipotecarios, a menos que
renuncien al derecho de prelación, y se entenderá efectuada la renuncia por el hecho de
dar su voto.
El fallido puede asistir y es obvio que lo haga porque es el primer interesado, si no asiste a
la Junta, se puede acordar el diferimiento y si no asiste en esta segunda oportunidad, se considera
que no desea celebrar el convenio y se procede a la liquidación. Lo importante es que sean
convocados todos los acreedores.
Artículo 1.012. El fallido deberá concurrir personalmente; y sólo por causas que el Juez
aprobare podrá ser representado por apoderado.
60
Si el fallido no concurriere a la junta, ésta podrá acordar su diferimiento para otro día.
Pero si no acordare el diferimiento, o si el fallido no concurriera el día últimamente
señalado, se procederá por defecto de convenio a los demás trámites de la quiebra.
Una vez instalada la Junta, se inicia con el informe del Síndico, se da lectura al último
balance que consta en autos; tanto el fallido como los acreedores pueden hacer observaciones al
informe. La junta delibera y el juez hace constar en acta el resultado de esas deliberaciones.
Artículo 1.013. Los síndicos presentarán a la junta un informe escrito acerca de las
causas, carácter y estado de la quiebra, de las formalidades cumplidas y de las
operaciones realizadas, del resultado de su administración y de la relación en que
aparezcan el activo y el pasivo de la quiebra.
Los acreedores y el fallido podrán hacer sobre el contenido del informe las observaciones
que crean oportunas.
Se oirán luego las proposiciones que se hicieren; la Junta deliberará y el Juez hará
constar en él acta el resultado de la deliberación.
El convenio no puede ser aprobado sin una mayoría especial: 2/3 partes de la totalidad de
los acreedores que tienen derecho a voto en la junta y que debe ser igual a las ¾ partes de los
créditos representados por dicha totalidad de acreedores; o ¾ partes de la totalidad de los
acreedores que debe ser igual a las 2/3 partes de la totalidad de los créditos.
Artículo 1.014. No puede celebrarse convenio con el fallido sino en junta de acreedores y
después de haberse llenado las formalidades que quedan prescritas.
El convenio no puede tener lugar si no os aprobado por una mayoría de las dos terceras
partes de la totalidad de los acreedores que tienen derecho a votar en la junta, que reúna
las tres cuartas partes de los créditos representados por dicha totalidad de acreedores; o
por la mayoría de las tres cuartas partes de la totalidad de dichos acreedores, que reúna
las dos terceras partes de la totalidad de los créditos.
Artículo 1.015. Si a favor del convenio sólo hubiera la mayoría absoluta de acreedores
que represente la mayoría absoluta de créditos, la deliberación se diferirá por ocho días, y
en esta segunda junta no tienen valor las votaciones dadas en la anterior.
Artículo 1.019. Dentro de los seis días siguientes a la celebración del convenio podrá
oponerse a éste cualquiera de los acreedores, reconocidos o admitidos provisionalmente,
y los síndicos, aunque no fueren acreedores, expresando los fundamentos de la
oposición.
Cuando no hubiere más que un síndico y éste fuere opuesto al convenio se nombrará otro
provisional para la secuela de la oposición.
Hecha la oposición, se dará sin demora copia de ella a los síndicos y al fallido, los que
contestarán en el término de seis días. Caso de contradicción o de falta de
comparecencia, el Juez admitirá las pruebas necesarias y decidirá el punto con asociados
si así se pidiere.
Para que el convenio se haga obligatorio y surta todos sus efectos, debe ser antes
aprobado por el Tribunal de Comercio que conoce de la quiebra, previo informe de los
Síndicos sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio. El Tribunal
no proveerá sino después de transcurridos los 6 días en que se puede hacer la oposición.
4. Homologación. Para que el convenio se haga obligatorio y surta todos sus efectos, debe ser
antes aprobado por el Tribunal de Comercio que conoce de la quiebra, previo informe de los
Síndicos sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio. El Tribunal no
proveerá sino después de transcurridos los 6 días en que se puede hacer la oposición.
Artículo 1.020. Para que el convenio se lleve a efecto, aun cuando no haya oposición,
debe ser antes aprobado por el Tribunal de Comercio, previo informe de los síndicos
sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio.
El Tribunal no proveerá sino después de transcurridos los seis días en que se puede
hacer la oposición; y si ésta ocurriera, el Tribunal pronunciará sobre ella y sobre la
aprobación en la misma sentencia.
Si el convenio fuere aprobado, el Tribunal pronunciará sobre la excusabilidad del fallido.
El Código no establece un convenio extrajudicial entre el fallido y los acreedores, para que
surta efecto, lo tiene que aprobar el Juez.
6. Efectos del Convenio. Una vez aprobado, el convenio proyecta sus efectos en relación a los
acreedores, al fallido, a los Síndicos y al Juez.
a)En relación a los acreedores: son los más importantes. Los efectos del convenio lo hacen
obligatorio para todos los acreedores quirografarios en la masa; se excluyen los acreedores
de la masa. Es obligatorio para todos, dentro y fuera de la República y para los admitidos
provisionalmente.
62
Artículo 1.022. La aprobación del convenio lo hace obligatorio para todos los acreedores
conocidos o desconocidos, estén o no comprometidos en el balance, estén o no
calificados; para los que residan fuera del territorio de Venezuela, cuyos términos para la
celebración no estén vencidos; y para los que hayan sido admitidos provisionalmente en
las deliberaciones de la quiebra, cualquiera que sea la suma que la sentencia definitiva
les declare ulteriormente. Sin embargo, los acreedores privilegiados e hipotecarios que no
hubieren renunciado sus derechos pueden hacerlos efectivos sobre los bienes afectos al
privilegio o hipoteca. Los intereses comienzan a corre, rigen los pactos del convenio.
c)En relación a los Síndicos: luego de la aprobación y homologación del convenio, los
Síndicos cesarán en sus funciones, rendirán cuenta de su administración al fallido ante el
Juez y devolverán los bienes, papeles y libros, dejando constancia en el expediente,
Artículo 1.024. Luego que la aprobación del convenio se haya ejecutoriado, los síndicos
cesarán en sus funciones, rendirán al fallido cuenta de su administración, ante el Juez de
Comercio y le devolverán sus bienes, libros y papeles. Todo se hará constar en el expediente.
Las contestaciones que ocurrieron se sustanciarán y decidirán en la forma ordinaria del
procedimiento mercantil.
Artículo 1.025. Si en virtud del convenio el fallido hiciere abandono a sus acreedores del todo
o de parte de sus bienes, se procederá a la liquidación de éstos de conformidad con lo
dispuesto en la Sección XII de este Título.
Artículo 1.026. Cuando la quiebra fuere de una compañía, los acreedores podrán celebrar
convenio con uno o algunos de los socios solamente. En este caso, el activo social continuará
sometido al régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios beneficiados serán
separados de él para cumplir el convenio con ellos exclusivamente. Puede también
convenirse en que la parte proporcional del activo que según el contrato social correspondería
a los socios con quienes se hace el convenio, en caso de separación, se una a los bienes
63
particulares de los beneficiados, con tal que tomen éstos a su cargo la parte proporcional de
deudas que les tocaría. En tal caso sólo continuará sometido al régimen de la quiebra el resto
del activo y del pasivo. La distribución se hará entonces por arreglo entre el síndico y los
socios beneficiados y necesitará la aprobación del Juez, oídos los socios no beneficiados.
Los socios favorecidos con el convenio quedan libres para con los acreedores de los efectos
de la solidaridad por las deudas sociales, respondiendo sólo del pasivo que tomaren a su
cargo.
7. Contenido del Convenio. Éste puede versar sobre otorgamiento de plazos, remisiones de
deuda, quitas de intereses.
8. Anulación y Rescisión del Convenio. El convenio puede extinguirse por nulidad o rescisión
(resolución); la nulidad deriva de un vicio desde que se pactó, por lo que debe entenderse que
nunca fue válido y la rescisión tiene que ver con un hecho posterior al convenio. El Código de
Comercio no le confiere al convenio la misma extensión que le da a los contratos.
8.1. Anulación: el convenio de la quiebra sólo puede anularse por la condenación del fallido
como quebrado fraudulento y por causa de dolo (no cuenta el error ni la violencia).
La causal referida a la condenación del fallido como quebrado fraudulento sólo se aplicaría
cuando los hechos constitutivos de la quiebra fraudulenta sean perseguidos judicialmente después
de la homologación del convenio; es necesario que los hechos calificativos de la quiebra
fraudulenta sobrevengan a la aprobación del convenio.
A pesar de que estas causales son de orden público, se requiere que un acreedor
interesado demande la nulidad del convenio; la acción de nulidad comienza a correr desde el día
del descubrimiento del dolo o de la publicación de la sentencia. Sobre la prescripción de esta
acción no se pronuncia el Código de Comercio; ante este vacío, la doctrina dice, por un lado que
se aplique el Artículo 132 que consagra una prescripción ordinaria (10 años); por otra parte, remite
al Artículo 1.346 del Código Civil, plazo de 5 años por la celeridad que imponen las acciones
mercantiles. Esta última teoría es acogida mayormente.
Artículo 1.346 del Código Civil. La acción para pedir la nulidad de una convención dura
cinco años, salvo disposición especial de la Ley.
64
Este tiempo no empieza a correr en caso de violencia, sino desde el día en que ésta ha
cesado; en caso de error o de dolo, desde el día en que han sido descubiertos: respecto
de los actos de los entredichos o inhabilitados, desde el día en que haya sido alzada la
interdicción o inhabilitación; y respecto de los actos de los menores, desde el día de su
mayoridad.
En todo caso, la nulidad puede ser opuesta por aquel que ha sido demandado por la
ejecución del contrato.
8.1.1. Efectos de la anulación: el Artículo 1.029 dice en su parte final que la anulación
liberta a los fiadores del convenio; los acreedores recuperan sus títulos primitivos y actualizan las
garantías que siempre conservaron. La anulación del convenio implica que se reabre el
procedimiento de quiebra, a partir del último trámite, que es la calificación de los créditos; los
Síndicos vuelven al ejercicio de su función o se nombra otro; se renuevan los embargos, el
inventario, etc.
No obstante, se anulan los actos realizados por el fallido después de la homologación del
convenio, salvo que haya cometido fraude de los derechos de los acreedores, razón por la cual se
convoca a los nuevos acreedores, si los hay.
8.2. Rescisión: el legislador mercantil llama rescisión a la acción por incumplimiento, tomada
del Código francés; pero se debe llamar resolución de contrato por incumplimiento.
Artículo 1.030. Si el fallido no cumple las condiciones del convenio, la rescisión de éste
puede ser demandada por uno o más acreedores no satisfechos del todo o parte de las
cuotas estipuladas en el convenio. La rescisión sólo aprovecha a los que la pidieren y
éstos entran en la integridad de sus derechos contra los bienes del fallido; pero no podrán
exigir el exceso de sus créditos sobre las cuotas fijadas en el convenio, sino después del
vencimiento del término fijado en el mismo para el pago de la última cuota.
Los fiadores del convenio quedan libres respecto de los acreedores que hubieren
solicitado y obtenido la rescisión.
Artículo 1.031. La acción para la rescisión del convenio prescribe en cinco años, a contar
del vencimiento del último pago establecido en él.
Tema 24. La Reivindicación en la Quiebra. Acción de naturaleza esencialmente civil por la cual
el propietario tiene el derecho de recuperar la cosa que se encuentra en manos de un poseedor no
propietario o detentador. La naturaleza civil de esta acción no ha sido obstáculo para que pueda
65
ser ejercida en el ámbito mercantil; algunos opinan que debe intentarse en un Tribunal Civil
porque los reclamos en reivindicación escapan a los efectos del proceso universal de quiebra, lo
cual origina controversias doctrinales. A este respecto, el autor Burgos Villasmil dice que esta
acción perfectamente puede ser acumulada en este proceso.
El Síndico está obligado a reunir la integridad del patrimonio del quebrado y a no incluir algo
de pertenencia ajena aunque lo haya encontrado entre los bienes del fallido por cualquier título, no
van a ser destinados a la satisfacción de los acreedores. El propietario de ese bien debe ejercer la
acción reivindicatoria para recuperarlo; no es el reivindicante acreedor del fallido porque su
derecho no es de crédito. Esta acción le permite al propietario recuperar la cosa que está en poder
de un poseedor no propietario; en este caso, el quebrado debe demostrar su propiedad. En
muchos casos la prueba es fácil, pero cuando se trata de cosas muebles se dificulta por la
presunción de que la posesión vale como título; por otro lado, el principio de apariencia jurídica
tiene mayor relevancia en materia mercantil.
2.1. Títulos valores: esta disposición comprende también otros títulos valores nominativos y al
portador (conocimiento de embarque, carta de porte, cheques al portador, etc.). Esta
66
reivindicación supone el endoso de una letra, de un cheque o pagaré a nombre del comerciante a
título de procuración con el encargo de cobrarlo o de afectarlo a pagar un objeto determinado y
conservar su importe a disposición del endosante o propietario. Ésta dispone de todos los medios
para probar los extremos exigidos por la norma, si lo hizo a título de mandato o afectación
prendaria. Si fueron entregados en cuenta corriente, se hacen propiedad del receptor, aún para el
caso de no haber sido cobrados.
2.2. Mercancías consignadas al fallido: para ser vendidas por cuenta del propietario; se
pueden reivindicar también cuando hayan sido depositados al fallido mientras existan en su misma
especie en todo o en parte y puedan ser identificadas. Si las mercancías han sido vendidas y el
fallido no ha recibido el precio total o parcialmente, el dueño puede reclamar el precio o la parte de
éste que no haya sido pagada; si el pago se hubiere hecho habrá lugar a la reivindicación; por
ejemplo, un giro. La expresión “mercancías” debe ser entendida en su acepción más amplia. Para
que la reivindicación sea posible debe existir en su misma naturaleza y debe ser posible su
reconocimiento; debe tratarse de bienes específicos, no de bienes genéricos. Se permite también
la reivindicación en los supuestos de comodato, prenda y arrendamiento.
2.3. Mercancías expedidas pero no entregadas: se consideran expedidas cuando han sido
entregadas al transportista de modo que el vendedor no tenga disponibilidad jurídica ni física. Se
consideran entregadas cuando son colocadas en el almacén o depósito del fallido, o en los
almacenes del comisionista encargado de venderlas por cuenta del fallido, o en depósitos públicos
o privados a disposición del fallido.
3. Efectos de la Reivindicación. El reivindicado debe devolver las cantidades que haya cobrado
a cuenta las mercancías y los avances recibidos por concepto de fletes, seguros, comisión y
demás gastos, y lo que estuviere debiendo por las mismas causas.
4. Liquidación por los Síndicos. Si no hay convenio, debe procederse a la liquidación general y
a la terminación de la quiebra; debe realizarse el activo del concurso para lograr extinguir el pasivo
con el producto que se obtenga en la medida de lo posible. Para la realización del activo, el
Síndico debe realizar todas las operaciones para hacer líquido el patrimonio: cobrar las deudas y
luego enajenar los bienes muebles e inmuebles.
4.1. Forma de venta de los bienes: en cuanto a la venta de bienes, el Código de Comercio
distingue entre bienes muebles e inmuebles (ambas deben ser autorizadas por el Juez).
67
Artículo 267 del Código Civil. El padre y la madre que ejerzan la patria potestad
representan en los actos civiles a sus hijos menores y aun simplemente concebidos, y
administran sus bienes.
Para realizar actos que exceden de la simple administración, tales como hipotecar,
gravar, enajenar muebles o inmuebles, renunciar a herencias, aceptar donaciones o
legados sujetos a cargas o condiciones, concertar divisiones, particiones, contratar
préstamos, celebrar arrendamientos o contratos de anticresis por más de tres (3) años,
recibir la renta anticipada por más de un (1) año, deberán obtener la autorización judicial
del Juez de Menores.
Igualmente se requerirá tal autorización para transigir, someter los asuntos en que tengan
interés los menores a compromisos arbítrales, desistir del procedimiento, de la acción o
de los recursos en la representación judicial de los menores.
Tampoco podrán reconocer obligaciones ni celebrar transacciones, convenimientos o
desistimientos en Juicio en que aquellas se cobren, cuando resulten afectados Intereses
de menores, sin la autorización Judicial.
La autorización judicial sólo será concedida en caso de evidente necesidad o utilidad para
el menor, oída la opinión del Ministerio Público, y será especial para cada caso.
El Juez podrá, asimismo, acordar la administración de todos o parte de los bienes y la
representación de todos o parte de los intereses de los hijos a uno solo de los padres, a
solicitud de este, oída la opinión del otro progenitor y siempre que así convenga a los
intereses del menor, menor.
Los Síndicos podrán transigir todas las diferencias relativas a los bienes de la quiebra, no
obstante la oposición del fallido; pero cuando se trata de bienes inmuebles y esté pendiente la
celebración del convenio, sí cesa dicha facultad otorgada a los Síndicos.
Artículo 983. Los síndicos podrán, con citación del fallido y aprobación del Juez,
comprometer en árbitros y transigir las cuestiones que interesen al concurso. De la
resolución del Juez puede apelarse ante el Tribunal Superior.
Cuando las cuestiones versaren sobre bienes inmuebles y estuvieren pendientes de la
celebración del convenio, la oposición del fallido impedirá el arbitramento o la transacción.
68
4.2. Apelación: la autorización del Juez es apelable ante el Tribunal Superior, la cual sólo se
oirá en un solo efecto (efecto devolutivo).
5. Procedimiento de la Liquidación.
5.1. Formación del estado de los acreedores: dentro de los 5 días siguientes a que se
determine que no hay convenio, el Juez debe formar con el informe de los Síndicos, el estado de
los acreedores para establecer la prelación con la que van a ser pagados aplicando las reglas
especiales del Código de Comercio y las generales del Código Civil. La prelación se hace sólo
entre los acreedores que ejercen acciones personales. En este cuadro no entran personas que
tienen derecho de propiedad sobre cosas comprendidas en el activo del fallido (acreedores de
dominio) y que pueden ejercer acciones reales; las únicas causas de preferencia en los pagos son
los privilegios y las hipotecas legalmente constituidas. Los acreedores no privilegiados conforman
la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos
El Síndico y los acreedores pueden oponerse al estado de acreedores dentro de los 8 días
siguientes a su formación y las decisiones sobre esta oposición no tienen apelación.
Artículo 1.040. Dentro de cinco días después de resuelto que no hay convenio, el Juez,
con informe de los síndicos, formará el estado de los acreedores, aplicando las
disposiciones especiales del presente Código y las generales del Código Civil para
establecer la prelación con que deben ser pagados.
Los síndicos y los acreedores podrán oponerse al predicho estado dentro de los ocho
días siguientes a su formación y si el Juez no pudiere conciliar las diferencias, sentenciará
con las formalidades legales.
Artículo 1.041. Las únicas causas de preferencia en los pagos son los privilegios y las
hipotecas legalmente constituidos. Los acreedores que no los tengan a su favor
componen la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos en la distribución
del producto libre de los bienes del fallido.
El vendedor de bienes muebles no pagados no tiene privilegio sobre ellos en caso de
quiebra del comprador.
Se prohíbe cargar a la masa los costos por servicios de abogados o agentes judiciales que
utilicen los acreedores y el fallido; el cargo procederá cuando el Juez lo califique como defensa
necesaria.
Se prohíbe a los Síndicos hacer pago alguno sin que se presente el título de la acreencia.
Corresponde al Síndico liquidar, realizar el activo, hacer las deducciones y proceder al pago de los
acreedores.
69
Artículo 1.050. Los síndicos harán las debidas reparticiones, después de deducidas las
costas, los demás gastos de la quiebra y los auxilios alimenticios y gastos de defensa que
se hayan asignado al fallido.
No harán pago alguno sin que se les presente el título de la acreencia, en que anotarán
las sumas que entreguen o hicieren entregar en pago. Pero si no fuera posible a algún
acreedor la presentación de su título, el Juez podrá ordenar el pago con vista del acta de
calificación.
El acreedor firmará siempre el recibo al margen del estado de repartición.
5.2. Pago a los acreedores: antes de la repartición de fondos, serán deducidas las costas, los
gastos de la quiebra, los gastos de defensa del fallido y los auxilios alimenticios.
1º) Con privilegio especial e hipotecarios: el pago se hará con el producto de la venta del bien
que garantizaba el crédito; si el producido es mayor que la deuda deben devolver el remanente a
la masa, y si es menor, concurrirán con el resto de los quirografarios en proporción de lo que les
quede debiendo; se requiere la autorización del Juez.
2º) Con privilegio general: se les paga con el valor de los bienes muebles de la masa y si no
alcanza, ellos deben ir a la masa por el saldo.
Artículo 1.046. Después de admitidos los acreedores privilegiados sobre los bienes
muebles, el Juez podrá autorizar a los síndicos para pagarlos con los primeros fondos
recaudados.
3º) Prendarios: el Síndico puede hacerse cargo del bien dado en prenda y satisfacer la deuda.
4º) Quirografarios: se procede al prorrateo entre ellos tomando en cuenta que los privilegiados
concurren por el saldo en proporción de sus créditos no satisfechos.
Los acreedores a quienes nada alcanzara en el precio de los bienes que les están
especialmente afectos, concurrirán por la totalidad de sus créditos en la masa
quirografaria.
5º) Acreedores ausentes: se debe hacer una reserva para los no domiciliados en Venezuela.
Artículo 1.052. Al ordenar las reparticiones, se acordará también que se reserve la cuota
correspondiente a los domiciliados fuera de Venezuela, cuyos términos de comparecencia
no estén aún vencidos; si pareciera al Juez que algunos de estos créditos no está
colocado con exactitud en el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.
Vencidos los términos señalados para comparecer sin que hayan ocurrido a la calificación
de sus créditos, las cantidades reservadas serán repartidas entre los acreedores
reconocidos.
6º) Acreedores controvertidos: se debe hacer una reserva para los créditos que hayan sido
calificados como controvertidos.
Artículo 1.053. También se reservarán las porciones que a juicio del Juez puedan
corresponder a los acreedores cuya calificación esté controvertida
A los efectos de la distribución del activo de la quiebra, los Síndicos deben presentar al
Juez, mensualmente, un estado del ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra y un
aviso de los gastos que hayan de hacerse. El Juez ordenará, si hay lugar, una repartición entre los
acreedores, fijará la cantidad, y cuidará de que todos los acreedores estén advertidos.
Artículo 1.055. Los síndicos presentarán al Juez de Comercio todos los meses un estado
de ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra y una noticia de los gastos que
hayan de hacerse. El Juez ordenará, si ha lugar, una repartición entre los acreedores,
fijará la cantidad y cuidará de que todos los acreedores sean advertidos.
más concurridos, tanto del lugar del juicio como de los demás en que el fallido tenga
establecimientos mercantiles y por la imprenta, si fuere posible.
Concluida la liquidación, el Juez debe convocar al fallido y a los acreedores para hacer el
examen general de las cuentas presentadas por los Síndico; ésta es la Cuarta Junta de
Acreedores (la Junta final), queda disuelto el concurso y los acreedores pueden proceder
individualmente contra el fallido.
Artículo 1.056. Concluida que sea la liquidación, serán convocados los acreedores y el
fallido para el examen de la cuenta general de los síndicos. En esa junta exigirá el Juez a
los acreedores informes sobre si el fallido es excusable o no; y se consignarán en el acta
los pareceres y observaciones de los acreedores.
Concluida esta reunión, el concurso queda disuelto; y los acreedores recobran el derecho
de proceder individualmente en el ejercicio de sus acciones.
6. Cuarta Junta de Acreedores. Se convoca a la Cuarta Junta de Acreedores para que el Síndico
rinda cuentas, luego así queda disuelta la quiebra y los acreedores recobran sus derechos en la
ejecución de las acciones individuales contra el deudor; las acciones concursales se extinguieron.
Esta Junta tiene doble finalidad:
a) Los Síndicos rinden cuentas de su administración.
b) El Juez pide opinión a los acreedores sobre si el fallido es excusable o no.
En el acta se consignan las observaciones y opiniones de los acreedores (no son
vinculantes para el Juez), pero este informe tiene que ver con la posible rehabilitación del fallido; el
propio fallido puede pedir al Juez que se pronuncie. No pueden ser declarados excusables los
fallidos fraudulentos, condenados por hurto, por estafa, etc.
Artículo 1.057. El Juez, con asociados si así se pidiere y con vista del expediente,
decidirá si el fallido es o no excusable.
No pueden ser declarados excusables: los quebrados fraudulentos, los condenados por
hurto, estafa o apropiación indebida; ni los tutores, curadores o administradores de bienes
ajenos, que no rindieren su cuenta con pago del saldo.
¿Qué significa declarar excusable al deudor? Dominici dice que es como declararlo libre de
culpa y de las penas consiguientes. La declaratoria judicial de excusabilidad produce dos efectos:
uno de carácter moral que puede interpretarse como un certificado de buena conducta y el otro, de
carácter jurídico, que es el beneficio de competencia, conforme al cual el deudor tiene derecho a
que se le deje lo necesario para vivir honestamente.
Artículo 1.058. El fallido que fuere declarado excusable tiene derecho al beneficio de la
competencia.
Artículo 1.950 del Código Civil. En virtud del beneficio de competencia, el deudor tiene
derecho a que al ejecutársele, se le deje lo necesario para vivir honestamente, según
acostumbran generalmente las personas pobres de su educación, y con cargo de
devolución, cuando mejore de fortuna. Los acreedores hipotecarios o privilegiados están
excluidos de contribuir al beneficio de que trata este artículo.
72
Tema 27. Sobreseimiento. Esta figura, típica del Derecho Concursal, es ajena a la figura del
Derecho Penal y tiene por objeto liberar a los acreedores de la acumulación de acciones (Artículo
942). La quiebra puede terminar por liquidación y por el convenio; la liquidación es el modo
normal, el convenio es la forma como las partes celebran una transacción. La ley también
contempla la suspensión del procedimiento. En la práctica, puede ocurrir que no haya medios
líquidos para cubrir los gastos mínimos que requiere la movilización del proceso. Cuando el curso
de la quiebra se detenga por no haber medios líquidos procede su suspensión, los acreedores
recuperan sus derechos de ejercer las acciones individuales contra el deudor.
2. Características:
Se puede decretar en cualquier estado de la quiebra pero antes de que se proceda a la
liquidación.
El Juez puede proceder de oficio, a instancia del Síndico o de cualquier otro acreedor.
Requiere la audiencia del fallido y de los Síndicos. Para decretar el sobreseimiento, el Juez
debe tener en cuenta que no se haya procedido a la liquidación, oír el informe de los
Síndicos y del fallido para saber cuál es la situación de los bienes de la masa.
Tiene que ser declarada por el Tribunal.
Es provisional, puede ser revocado, a solicitud de los acreedores anteriores o posteriores al
decreto o por cualquier otro interesado.
Artículo 1.037. El fallido o cualquier otro interesado podrá obtener en todo tiempo
revocación del decreto de sobreseimiento, acreditando la existencia de valores líquidos en
cantidad suficiente para atender a los gastos que exijan los procedimientos de la quiebra
o consignando una suma de dinero que baste para cubrirlos.
La revocación repone el juicio de quiebra al estado que tenía antes del sobreseimiento.
c) La reposición del juicio no obliga a los acreedores a restituir a la masa los pagos que
pudieron haber recibido por sus acciones individuales, salvo que hubiera fraude. El
73
privilegio acordado es justo por cuanto todos los acreedores, y no sólo el gestor, resultan
beneficiados (Pisani).
Artículo 1.038. Los acreedores que por sus gestiones individuales hubieren recibido
pagos durante el sobreseimiento, no serán obligados a restituirlos a la masa, salvo el
caso de fraude.
Si la masa se aprovechare de las gestiones de algún acreedor, se pagarán a éste con
privilegio de los gastos hechos.
1. La Rehabilitación. Acto por el cual se suspende al fallido de la inhabilitación que pesa sobre él
con ocasión a la sentencia declaratoria de quiebra; cesan todas las interdicciones a las que estaba
sometido el fallido. La inhabilitación es una consecuencia de la declaratoria de quiebra que ocurre
ipso iure; no ocurre lo mismo con la rehabilitación, no se elimina de ipso facto. El cierre del
proceso de quiebra no elimina los efectos sobre el deudor como consecuencia de la declaratoria
de quiebra; se requiere de una declaratoria judicial, no opera ipso iure (de pleno derecho).
Artículo 1.064. Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones legales a que por la
quiebra estaba sometido el fallido.
1.1. Presupuestos: así como hay lugar a la rehabilitación, no todos los quebrados tienen
derecho a ella, el Código establece que tienen derecho a ella:
Sólo los que han satisfecho íntegramente sus deudas o por lo menos la proporción a que
quedaron reducidas por el convenio, con los intereses y gastos que se han dado.
Que no se trate de un quebrado fraudulento.
No se requiere que el fallido viva para el momento en que se solicita la rehabilitación, se
prevé la rehabilitación póstuma.
Tampoco se requiere que haya sido una quiebra fortuita.
El fallido culpable también puede ser rehabilitado después de cumplida su condena; si fuere
un fallido que no puede ser declarado excusable puede ser rehabilitado 5 años después de
74
cumplida su condena, siempre que acredite haber observado una conducta irreprensible y que
haya pagado sus deudas. Con relación a las sociedades de comercio con socios ilimitadamente
responsables, su rehabilitación sólo se acordará después de extinguidas todas las deudas
sociales.
Artículo 1.063. El fallido que haya satisfecho sus deudas íntegramente o por lo menos en
la proporción a que queden reducidas por el convenio, con los intereses y costos que
sean de su cargo, tiene derecho a ser rehabilitado.
Si la quiebra hubiere sido de una compañía de comercio, ninguno de los socios podrá ser
rehabilitado sino después de extinguidas todas las deudas sociales, con arreglo a este
Artículo. Pero esta disposición no comprende al socio con quien la junta de acreedores
haya hecho convenio por separado.
Artículo 1.067, El quebranto simplemente culpable podrá ser rehabilitado, con arreglo a
las disposiciones anteriores, después que haya cumplido su condena.
1.3. Apelación: no dice nada el Código de Comercio sobre posibilidad de apelación; este
silencio legal ha sido interpretado sobre la base del Artículo 1.060, en sentido negativo. La Doctora
Pisani está en desacuerdo con esto porque la rehabilitación es otro juicio que debe instaurarse en
la misma jurisdicción en que se siguió e juicio de quiebra, es además un derecho reconocido por la
ley al fallido y no debería quedar sin recurso; por lo tanto, se entiende que sea posible la oposición
y que los oponentes puedan apelar.
75
Artículo 1.064. Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones legales a que por la
quiebra estaba sometido el fallido.
2. Las Quiebra de Menor Cuantía. Esta figura surgió en la reforma del Código de Comercio de
1.904, para pequeños deudores, cuyas deudas no excedan de 10.000 bolívares.
2.1. Inicio del procedimiento: puede ser solicitada por el deudor o demandado y por los
acreedores tanto civiles como mercantiles, de la misma forma que las quiebras de mayor cuantía,
los acreedores civiles deben acreditar la cesación de pagos de obligaciones mercantiles.
2.1.1. Por el deudor: dentro de los 3 días siguientes a la cesación de pagos.
2.1.2. Por los acreedores: mediante demanda en que expliquen todos los hechos y
circunstancias constitutivas de la cesación de pagos.
El Juez debe contestar en el término de ley y decidir en base a las pruebas presentadas,
puede decretar medidas preventivas, designar depositarios. Declarada la quiebra, procederá a
decretar medidas precautelativas: sellar cajas, escritorios, libros, papeles, etc., y asegurar con
llaves las puertas del establecimiento con la custodia necesaria.
76
En el mismo fallo convocará a los acreedores para que en 4 días se presenten con los
documentos justificativos de sus créditos y notifica al fallido para que presente al tercer día el
inventario de sus bienes y la lista de acreedores, si no la presentó en el balance. Los acreedores
se pueden hacer representar, bastando una simple carta o telegrama.
Artículo 1.071. Por el mismo decreto, que se publicará por carteles y por la imprenta, el
mismo día o el inmediato, convocará el Juez a los acreedores del fallido para que
comparezcan al cuarto día a la hora que designe, con los comprobantes de sus créditos; y
prevendrá al fallido que presente dentro del tercer día el inventario completo de su activo
y las listas de sus acreedores, si no hubiere presentado ya un balance.
Los acreedores podrán concurrir por medio de representantes, a quienes bastará una
autorización por carta, por telégrafo o cable.
2.2. Primera Junta de Acreedores: se procede a considerar los documentos de los créditos;
luego, los acreedores cuyos créditos hayan sido admitidos presentarán una terna de acreedores
para que el Juez elija un liquidador y otra terna de abogados para que el Juez elija un asesor que
va a asesorar al liquidador. Los elegidos deben prestar aceptación y juramento.
Artículo 1.072. Reunidos los acreedores, procederán a considerar los documentos de los
créditos, exponiendo cada acreedor su parecer respecto de ellos, poniéndose constancia
de los que fueren admitidos y de los que fueren objetados. Luego los acreedores cuyos
créditos hayan sido admitidos, presentarán una terna de acreedores o de otros
comerciantes para que el Juez elija de ellos al liquidador de la quiebra; y si los acreedores
lo pidieren, otra de abogados y en su defecto de procuradores para que el Juez elija el
que haya de asesorar al liquidador. Los elegidos prestarán aceptación y juramento.
2.3. Actuación del liquidador: una vez designado, recibirá del Juez todo lo que forma el activo
del fallido, firmará el inventario acompañado de un delegado de los acreedores o del deudor
mismo; igualmente le serán entregados el balance y la lista de los acreedores. Con esto, el
liquidador hará un informe y convocará a los acreedores para el tercer día para la Segunda Junta
de Acreedores.
Artículo 1.073. Aceptado el cargo de liquidador, procederá el Juez a levantar los sellos y
a entregarle todo lo asegurado y cuanto constituya el activo del fallido, firmando el
liquidador el correspondiente inventario y justiprecio acompañado de un delegado de la
mayoría de los acreedores y de otro del deudor o de éste mismo, si lo prefieren, o en su
defecto elegido por el Juez.
Los documentos de crédito presentados por los acreedores les serán entregados también
al liquidador junto con el balance y lista de acreedores.
Artículo 1.074. El Liquidador formará cuanto antes un estado general con la lista
detallada de los acreedores del fallido y los títulos de los acreedores y resumen del
inventario y justiprecio, con apreciación prudencial de los deudores y de las causas de la
quiebra.
77
2.4. Segunda Junta de Acreedores: la finalidad de esta junta es imponer a los acreedores
acerca del estado general de la quiebra sobre la base del informe que el liquidador ha levantado.
En esta junta, los acreedores van a aceptar los créditos como aparecen en el balance u oponerse
al mismo. Si hay discordancia en los créditos, el liquidador debe procurar un avenimiento; si no se
logra pasará todo lo conducente al Tribunal al tercer día, debiendo decidir en un juicio verbal. Si no
hay controversia, se llama a un convenio.
Artículo 1.075. Por una lista y boleta y por la prensa, el liquidador citará para el tercer día
a la hora que designe a los acreedores y al deudor, para que impuestos del estado
general, acepten u objeten específicamente los créditos en cantidad o calidad. Sobre las
cuestiones que surjan respecto de los créditos procurará el liquidador que se arreglen los
respectivos interesados; si no hubiere avenimiento pasará todo lo conducente al Tribunal
dentro del tercer día, para que las resuelva en juicio verbal con apelación al Tribunal
Superior en grado.
Sí no surgieron cuestiones o se lograre el avenimiento, se excitará al deudor y a los
acreedores a hacer algún arreglo o convenio, siempre que no resulten sospechas
fundadas de culpabilidad o fraude por parte del fallido, caso en el cual se pasará al
Juzgado del Crimen copia de todo lo conducente.
2.5. El convenio: para su validez requiere una mayoría de las 2/3 partes de los acreedores
cuyos créditos hayan sido admitidos. El convenio es obligatorio para todos los acreedores, si hay
oposición al convenio, el Tribunal decidirá en juicio breve.
Artículo 1.076. El convenio necesitará para su validez el voto de dos terceras partes de
los acreedores cuyos créditos han sido aceptados.
Si lo reúne será obligatorio para todos los acreedores y se llevará a ejecución
inmediatamente. Pero si hubiere oposición al convenio, alegándose alguna causa legal
conforme a las disposiciones de las Secciones anteriores respectivas, se pasará todo lo
conducente al Tribunal para que resuelva en juicio verbal con apelación al Tribunal
Superior en grado.
Este último Artículo remite a las normas aplicables a las quiebras de mayor cuantía, pero
los procedimientos son los del juicio verbal amoldando los lapsos de manera prudencial.