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APUNTES DE DERECHO MERCANTIL II


CURSO DE VERANO. Prof. Pérez Sosa.

Tema 14. El Derecho Concursal. Evolución Histórica. El Derecho Concursal en Venezuela.

Cuando una pluralidad de acreedores se encuentra en conflicto con un deudor común que
no puede (o no quiere) satisfacer sus deudas por cualquier causa, se pone en peligro la paz social
más que cuando se trata de incumplimientos aislados. Esta situación se agrava cuando el deudor
común es un comerciante debido a que esto interesa a la economía de una nación; la mayor parte
de las empresas existen en forma de sociedades mercantiles, el comercio vive del crédito y el
incumplimiento de las obligaciones mercantiles puede tener mayores y peores consecuencias que
las de la empresa civil. Por estas razones, la ley le da más importancia a las crisis temporales o
definitivas que se producen en el patrimonio del comerciante; por ello, el legislador ha creado un
conjunto de normas legales que tienen por objetivo proteger al empresario mercantil, que es sujeto
pasivo, a quien sus acreedores pueden exigir una conducta activa o pasiva; el acreedor puede
exigir por vía judicial el cumplimiento forzoso de la obligación, en la forma pactada o en su
equivalente. Cuando el deudor incumple, el acreedor pone en funcionamiento los mecanismos
judiciales; el deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros, sirviendo este patrimonio
como garantía para el acreedor.

1. Ejecución Patrimonial: derecho que tiene el acreedor que no ha visto satisfecha su acreencia.
El procedimiento puede ser singular o colectivo (general o concursal).
1.1) Procedimiento singular: un acreedor exige, en su propio nombre, de modo coactivo, el
cumplimiento de su débito, del derecho de crédito que no ha sido satisfecho. Una vez que pone en
actividad el órgano judicial, el acreedor puede obtener una sentencia de condena o una medida de
embargo. El deudor puede ser ejecutado a favor de todos sus acreedores cuando hay pluralidad
de acreedores; esto sucede si el deudor se halla en solvencia patrimonial. Cada acreedor puede
ejercer individualmente su derecho. La situación cambia cuando está en estado de insolvencia
patrimonial, cuando el número y valor de sus bienes no permite el pago voluntario o coactivo a
todos sus acreedores; podrían cobrar unos pocos y otros no. Cuando el deudor no puede pagar a
todos sus acreedores, se cambia el sistema de ejecución singular por el sistema colectivo.
1.2) Procedimiento colectivo, general o concursal: recae sobre todo el patrimonio del deudor
en beneficio de todos sus acreedores, salvo algunas excepciones y por la comunidad de pérdida
del deudor. El sistema de ejecución concursal se caracteriza por los siguientes principios: (1)
universalidad patrimonial, (2) colectividad o generalidad de acreedores y (3) comunidad de
pérdida.
a) Semejanzas y diferencias entre ambos procedimientos:
a.1) Semejanzas: ambos sistemas son procesos ejecutivos de interés público, que
requieren la intervención de un organismo jurisdiccional del Estado y suponen el establecimiento
previo del derecho del acreedor para ejecutar bienes del deudor.
a.2) Diferencias:
1. El procedimiento singular es menos igualitario y nivelador que el sistema colectivo,
porque el acreedor más diligente cobraría primero y el que más bienes embargue, tendrá mejor
situación. Tiene como base el principio de exclusión y selección: el acreedor selecciona entre los
bienes del deudor aquél que va a embargar y el producto de la venta de ese bien irá solo al
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acreedor que lo propuso. Por el contrario, el procedimiento colectivo se basa en el principio de


igualdad (inclusión y generalidad), todos los acreedores están en plano de igualdad, salvo las
causas legítimas de preferencias derivadas de los privilegios. Se persigue el tratamiento igualitario
a todo trance, de modo que algunos actos del deudor que favorezcan indebidamente a alguno o
algunos de sus acreedores, pueden ser revocados y anulados. Todos los bienes del deudor, salvo
los inembargables serán destinados a satisfacer a todos los acreedores a prorrata de sus
acreencias; impera el principio par condicio creditorum.
2. El procedimiento colectivo tiene más publicidad que el procedimiento singular,
debido a que se hace necesario llamar a todos los acreedores para que concurran al Tribunal;
además, interviene mayor número de personas de los cuales algunas pueden estar en desacuerdo
con alguno de los actos.
3. El proceso de ejecución colectiva necesita para ser puesto en marcha, un estudio y
una investigación previa por parte del Juez, porque el Tribunal debe declarar en una sentencia la
procedencia o no del atraso o de la quiebra (tiene que verificar el cumplimiento de los requisitos de
fondo); mientras que el procedimiento singular puede ser puesto en marcha por cualquier acreedor
que tenga en sus manos un título ejecutivo, que apareje ejecución.
4. En el procedimiento singular, el acreedor espera que se le pague todo su crédito,
mientras que en el procedimiento concursal, el acreedor sabe que no va a recibir todo lo que se le
adeuda, dada la situación de crisis patrimonial por la que atraviesa el deudor.

2. Derecho Concursal:
 Giménez Anzola: Conjunto de normas materiales y procesales que regulan y hacen posible
la declaración de proceder a la ejecución colectiva de todo el patrimonio del deudor en
beneficio de todos sus acreedores y organizan las actividades tendientes a realizar
materialmente el principio de que el deudor responde con todos sus bienes habidos y por
haber y de que el patrimonio del deudor es la prenda común de los acreedores, quienes
deben recibir un trato igual, salvo las excepciones permitidas por la ley.
 Es una rama de derecho orientada a regular la situación en que se encuentra el deudor que
no puede hacer frente a sus obligaciones.
El Derecho Concursal tiende a asegurar la ocupación y embargo general de todo el
patrimonio del deudor en beneficio de sus acreedores; a asegurar que el deudor no continuará
administrando el patrimonio libremente; a asegurar la nulidad de todo acto que perjudique a los
acreedores y a suspender todo acto que pretenda beneficiar a un acreedor y perjudicar a otro, en
detrimento del principio igualitario. El Derecho Concursal se encarga de la regulación de los
procedimientos aplicables a los casos de quiebra o suspensión de pagos. Cuando la persona que
se liquida tiene el status de comerciante o una sociedad mercantil, la normativa aplicable será de
Derecho Mercantil.
2.1. Tipos de Derecho Concursal: se puede distinguir entre:
a) Derecho Concursal material: atribución de derechos, imposición de deberes, tanto para
el deudor (sujeto pasivo) como para los acreedores.
b) Derecho Concursal formal: normas que regulan el proceso de ejecución colectiva para
llegar a la liquidación y repartición total del patrimonio. La ejecución puede configurarse en dos
planos: individual o de ejecución aislada y ejecución universal.
2.2. Evolución histórica del Derecho Concursal: en Roma antigua existieron procedimientos
de ejecución del deudor en provecho de todos sus acreedores, por ejemplo, la manus iniectio. La
ejecución de carácter normal o regular es la de la legis actio per manus iniectionen, concebida
como ejecución personal. Si el condenado en sentencia a realizar una prestación, no la cumpliese,
luego de transcurrir 30 días desde que aquélla se pronunció, podía ser llevado ante el magistrado,
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quien lo entregaba al acreedor, salvo que saliese fiador por él – vindex -. Después de permanecer
en prisión del acreedor 60 días, era expuesto al público durante las tres últimas nundinae o ferias
de mercado, con objeto de ver si alguien ofrecía el rescate. No mediando éste, el acreedor podía
dar muerte al deudor, partirlo en pedazos – si concurría con otros acreedores – y venderlo trans
Tiberim (del lado allá del Tiber). Tal régimen de crueldad hubo de ser paliado por la lex Poetelia,
que abolió la prisión por deudas, así como la venta y muerte del iudicatus (condenado). En la
época del procedimiento formulario la ejecución directa y personal fue sustituida por la actio
iudicati, por la acción de cosa juzgada, que no evita, sin embargo, se autoricen actos ejecutivos
personales. Las primeras manifestaciones de ejecución en el patrimonio del deudor se tienen en el
derecho pretorio, a través de la missio in bona (entrega de la posesión de bienes concretos
ordenada por el pretor en beneficio de una persona a costa de otra). En el caso de ser varios los
acreedores, podían sumarse todos a la posesión de los bienes – missio in rem -, cuyo efecto no
era otro que el de la conservación o guarda de aquéllos – missio in bona rei servandae causa
(concesión por el pretor de la posesión de bienes pertenecientes a un deudor insolvente o a un
deudor fallecido a los acreedores, a fin de que evitaran el deterioro o pérdida de los mismos, con
vistas a la defensa de sus respectivos créditos. Al frente del patrimonio se colocaba un curator
bonorum, designado por el pretor, a instancia de los acreedores, y el cual debía dar noticia de la
missio (acción), mediante avisos públicos – proscriptio bonorum -, a fin de que pudieran asociarse
a la ejecución otros acreedores. Transcurrido un plazo de 15 días – si el deudor hubiese muerto –
o de 30 – si tal no ocurrió-, se nombraba un magister, que era uno de los acreedores concursados,
y a quien se confería el encargo de vender los bienes – bonorum venditio. Tal venta, hecha
después de observar ciertas formalidades y de transcurrir algún tiempo – 10 ó 15 días -, se
realizaba en subasta y por el entero patrimonio; el comprador – bonorum emptor -, adquirente del
activo patrimonial, asumía la obligación de pagar a cada acreedor un tanto proporcional. El
bonorum emptor reemplazaba al deudor condenado en la titularidad de derechos que a éste
asistían, actuando en su misma posición. Como acreedor de los deudores del condenado, podía
dirigirse contra éstos para hacer efectivos sus créditos. La responsabilidad del patrimonio
concursado no iba más allá del montante a que alcanzaba el precio de la venta. La bonorum
venditio llevaba aparejada la nota de infamia, pero a partir de la lex Iulia de cessione bonorum
tales efectos infamantes fueron desviados, junto con la obtención del beneficium competentiae
(beneficio de competencia), en el caso de que el deudor cediese voluntariamente los bienes al
acreedor o acreedores. Finalmente, hubo de establecerse un régimen más templado, de ejecución
patrimonial particular en objetos concretos, no en la entera masa de bienes; tal es la distractio
bonorum, por la que se autorizaba la venta de cosas singulares, hasta alcanzar un precio bastante
para atender las justas exigencias de los acreedores (Iglesias, Juan).
En el Derecho Romano, la responsabilidad era personal; el deudor moroso era considerado
delincuente; el acreedor tenía derecho a detener a su deudor y adjudicarlo para venderlo como
esclavo; el acreedor tenía derecho inclusive de matar a su deudor; en el año 300 a.C. empieza el
sistema de ejecución patrimonial; se facilita al deudor ofrecer todos sus bienes al acreedor; los
mecanismos de pago se van humanizando.
Sobre estas bases se estructuraría la bancarrota en la Edad Media en las ciudades italianas
(Génova, Venecia, Florencia, Milán), a través de los estatutos de los mercaderes. La banca rota
era un acto simbólico de expulsión del comerciante insolvente y, por tanto, indigno de pertenecer
al gremio, a través del rompimiento del asiento que ocupaba en las reuniones de la corporación,
lo cual era seguido por la liquidación de sus negocios por los propios mercaderes. Las penas eran
severas. Al pasar la institución a las legislaciones posteriores, como las ordenanzas francesas o
las Ordenanzas de Bilbao, se preservaron los castigos graves, entre los cuales estaban las
galeras y la pena capital; un edicto de Enrique IV de Francia de 1.609 imponía tanto al quebrado
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fraudulento como a los cómplices la pena de muerte; una Ley de Partida establecía la “pena de
muerte natural de horca” contra los fallidos alzados, tenidos por públicos robadores (Juan de
Hevia, citado por Morles).
EL Derecho Estatutario de las ciudades italianas estableció una serie de normas sobre
quiebra que pronto se difundieron por toda Europa:
 Requerimiento de oficio a los acreedores.
 Reconocimiento judicial.
 Facilidad para el consenso de la mayoría.
 Designación de los síndicos.
 Balance.
 Publicidad de la quiebra.
 Prohibiciones al fallido.
El Código de Comercio francés de 1.807 recoge la característica rigurosa que provenía de
la tradición medioeval (Ordenanza de 1.673), introduciendo la innovación de limitar la quiebra a los
comerciantes y estructura el régimen de la quiebra en torno a dos aspectos: la liquidación de los
bienes del deudor y las sanciones penales que se deben aplicar al fallido. Desde el punto de vista
represivo, el Código de Comercio francés castigaba con sanciones penales al fallido que había
cometido faltas, al que había sido negligente o al que había incurrido en fraude; la bancarrota
fraudulenta era un crimen sujeto a trabajos forzados. Mediante la ley de 28 del mayo de 1.838 se
modificaron los aspectos más duros de la quiebra y se trasladó al juez la potestad de designar al
síndico, antes en manos de los acreedores. Este modelo suavizado es el que toman en cuenta
nuestros codificadores de 1.862 (Morles).
Respecto a España, la doctrina ha señalado que en el antiguo derecho español se advierte
el influjo simultáneo del sistema romano y del medieval. En las leyes de Partida se regula la cessio
bonorum y las acciones revocatorias, pero acentuando frente al Derecho romano, la intervención
judicial. La cessio bonorum se realiza ante el juez y éste es quien cuida de la enajenación de los
bienes y de la distribución de su importe entre los acreedores (Morles). La ejecución colectiva era
eminentemente oficial. En las Ordenanzas de Bilbao (1.737) se regula sistemáticamente, por
influencia italiana, un procedimiento de quiebra exclusivo para los comerciantes; los quebrados
son clasificados conforme a tres categorías: atrasados, quebrados por infortunio y quebrados
fraudulentos; ésta es la división que pasó al Código de Comercio venezolano de 1.862. Las
Ordenanzas de Bilbao amplían la concepción de la quiebra con la de los atrasados con bienes
suficientes para pagar, pero que por circunstancias accidentales no podían pagar.
2.3. El Derecho Concursal venezolano: en Venezuela se mantiene la legislación de quiebras
de los Códigos de Comercio europeos del siglo XIX, una legislación arcaica ya derogada o
reformada en sus países de origen, aunque a través de las leyes que regulan los bancos y las
empresas de seguros se ha ensayado para estas empresas una forma de liquidación
administrativa sustitutiva de la quiebra – la intervención – con resultados catastróficos y gran costo
para los contribuyentes. La historia de la legislación concursal venezolana puede ser reducida a
tres etapas muy bien diferenciadas:
Primera etapa: textos vigentes desde el período de la Colonia (especialmente las
Ordenanzas de Bilbao) hasta 1.862, cuando entra en vigor el primer Código de Comercio
simultáneamente con algunas leyes dictadas en 1.836, 1.838, 1.841, 1.849, 1.850, 1.860 y 1.861,
en las cuales se regulan aspectos procesales de la quiebra. En el Código de Comercio de 1.862
se establecieron los principios de la institución.
Segunda etapa: desde 1.862 hasta 1.873.
Tercera etapa: régimen adoptado por el Código de Comercio de 1.904 (Artículos 855 y
siguientes), donde se reguló la figura del atraso tomando como referencia la moratoria italiana.
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También se estableció la liquidación de la quiebra por los propios acreedores y el nombramiento


del síndico a quien se le encomendaba la formación del inventario, sin intervención del juez.
Actualmente se aplica lo del Código de Comercio de 1.919 en lo relativo a citación previa del
demandado para la declaración de quiebra a instancia de los acreedores, la ocupación judicial
preventiva y a regular las excepciones oponibles por parte del demandado.
El Derecho Concursal venezolano corresponde a la antigua naturaleza sancionatoria del
proceso concursal; su carácter es el de un Derecho la de organización de los acreedores para
satisfacerse con el patrimonio del fallido y para decidir sobre la suerte de éste. El procedimiento
concursal es básicamente una ejecución colectiva con presencia de todos los acreedores que se
van a satisfacer del patrimonio del deudor; este carácter ejecutivo proviene de sus orígenes
romanos. Tiene un presupuesto subjetivo (condición de comerciante del fallido) y un presupuesto
objetivo (la cesación de pagos); la organización de la masa activa y pasiva de la quiebra (la
colectividad y la universalidad); la privación del fallido de la administración de sus bienes y la
ocupación de éstos y de sus libros, correspondencia y documentos (desapoderamiento);
convocatoria de los acreedores para que presenten sus créditos, reconocimiento y gradación de
los créditos; la designación de un síndico como administrador del patrimonio del fallido, liquidador
de los bienes y representante de la masa de acreedores; el arraigo del fallido, su tratamiento
infamante y su eventual condena penal. Se le critica que no ha recibido la influencia del Derecho
de empresas, de la nueva dimensión de la quiebra que lo que busca es la conservación de la
empresa, la separación entre empresa y empresario, intervención del Estado para auxiliar en la
crisis, nuevos funcionarios y funciones, etc.
La quiebra, procedimiento concursal por excelencia en el Derecho concursal venezolano, es
una institución dirigida exclusivamente a la protección jurisdiccional ejecutiva, colectiva,
extraordinaria y universal de los derechos subjetivos de los acreedores del fallido.
Presupuesto subjetivo (condición de comerciante): a la quiebra son sometidos sólo los
comerciantes: individual o social; esta disposición se extiende al comerciante retirado del comercio
y al comerciante fallecido.

Artículo 10. Son comerciantes los que teniendo capacidad para contratar hacen del
comercio su profesión habitual, y las sociedades mercantiles.

Artículo 914. El comerciante que no estando en estado de atraso, según el Título


anterior, cese en el pago de sus obligaciones mercantiles, se halla en estado de quiebra.
El comerciante no puede intentar el beneficio de la cesión de bienes.

La quiebra sólo puede ser pedida por el deudor o por los acreedores; sólo en casos
excepcionales puede el juez iniciarla de oficio, ordenando la colocación de sellos y tomando las
precauciones necesarias. Esto da origen a la confesión implícita de cesación de pagos hecha por
el deudor y el juez puede seguir con el proceso tal como si hubiese recibido solicitud por parte del
deudor. En caso de atraso, el juez también puede declarar la quiebra cuando no sea posible la
liquidación amigable, cuando se determine que hubo dolo durante la liquidación o el activo no
ofrece esperanza de pago total, o al menos de las 2/3 partes de las deudas.

Artículo 938. No podrá hacerse de oficio la declaración de quiebra, pero cuando el


deudor se fugare o se ocultare, dejando cerrados sus escritorios o almacenes sin dejar
persona que administre sus negocios y dé cumplimiento a sus obligaciones, el Juez podrá
de oficio, o a solicitud de parte, ordenar la posición de sellos, la formación del inventario u
otras medidas de precaución que estime conducentes.
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En los lugares en donde no hubiere Juez de Comercio o de Primera Instancia en lo Civil,


el Juez de Distrito o el de Parroquia efectuará la posición de sellos dando cuenta al Juez
de Comercio o de Primera Instancia en lo Civil, a quien competa, dictar las demás
providencias del caso.

Presupuesto objetivo (cesación de pagos): que el comerciante se halle en estado de


quiebra, es decir, que cese en el pago de sus obligaciones mercantiles. El concepto de cesación
de pagos es un estado patrimonial de impotencia frente a las deudas, pero ¿cómo se exterioriza
este estado? Para dar respuesta a esta interrogante, la doctrina ha elaborado tres teorías, a saber:
1ª) Teoría mercantilista: cualquier incumplimiento, por pequeño que sea y cualquiera sea
su causa, desencadena la quiebra.
2ª) Teoría intermedia: la impotencia del deudor para cumplir sus obligaciones debe
manifestarse en incumplimientos efectivos; no hay quiebra sin incumplimientos.
3ª) Teoría amplia: la cesación de pagos es un estado de hecho, un fenómeno económico,
estado del patrimonio de una persona que se encuentra impotente para satisfacer las deudas a su
vencimiento (estado patrimonial de impotencia).

3. Masa Activa y Masa Pasiva de la Quiebra: el proceso concursal es un procedimiento


universal por comprometer todo el patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legales. Se habla
de masa para hacer referencia al conjunto de acreedores a quienes pasa el derecho de
administrar los bienes del fallido, representada por el síndico, desde el momento en que se
declara la quiebra; los acreedores quedan unidos, por eso se habla de masa.
El Código de Comercio usa este vocablo para identificar al grupo de acreedores
quirografarios.

Artículo 1.041. Las únicas causas de preferencia en los pagos son los privilegios y las
hipotecas legalmente constituidos. Los acreedores que no los tengan a su favor
componen la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos en la distribución
del producto libre de los bienes del fallido.

Artículo 1.045. Después de admitido en el pasivo de la quiebra el crédito garantizado con


prenda, podrán los síndicos con autorización del Juez, recoger las prendas satisfaciendo
la deuda.
Si la prenda fuere vendida a solicitud del acreedor, el exceso del precio sobre la deuda, si
lo hubiere, será recibido por los síndicos para la masa quirografaria.

Artículo 1.049. Las sumas retenidas así no se aplicarán a los otros privilegiados o
hipotecarios sobre los mismos bienes, colocados en orden inferior a aquéllos, sino se
restituirán a la masa quirografaria.
Los acreedores privilegiados o hipotecarios que no alcanzaron a cubrirse con el precio de
los bienes que les estén afectos sino de parte de sus créditos participarán en la
distribución del producto de los otros bienes, en proporción de lo, que se les quede
debiendo, deduciendo del total de su crédito lo que les tocó del precio de los bienes
especialmente afectos, y se restituirá a la masa quirografaria.
Los acreedores a quienes nada alcanzara en el precio de los bienes que les están
especialmente afectos, concurrirán por la totalidad de sus créditos en la masa
quirografaria.
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También se usa el término masa como equivalente del activo de la quiebra.

Artículo 923. Corresponde al Tribunal que conociera de los hechos expresados en los
artículos anteriores, aun en el caso de absolución:
1. Decretar de oficio, si ha lugar, el reintegro a la masa de todos los bienes, acciones y
derechos que se hubiere intentado sustraer.

Artículo 944. Desde el día en que se declare la quiebra dejarán de correr intereses, sólo
respecto de la masa, sobre toda acreencia no garantizada con privilegio, prenda o
hipoteca.

Artículo 967. La resolución de la Junta obliga la masa hasta el total de los bienes de la
quiebra, pero si los síndicos contrajeren en dichas operaciones empeños que no puedan
ser cubiertos con los bienes de la quiebra, los acreedores que los autorizaron
responderán personalmente del exceso, dentro de los límites de la autorización, a prorrata
de sus créditos entre sí, pero solidariamente para con los terceros.

Artículo 1.038. Los acreedores que por sus gestiones individuales hubieren recibido
pagos durante el sobreseimiento, no serán obligados a restituirlos a la masa, salvo el
caso de fraude.
Si la masa se aprovechare de las gestiones de algún acreedor, se pagarán a éste con
privilegio de los gastos hechos.

4. El Desapoderamiento: el deudor es privado de la administración y disposición de sus bienes.

Artículo 939. Por el hecho de ser declarado un comerciante en estado de quiebra, queda
inhabilitado para la administración de todos sus bienes, para disponer de ellos, y para
contraer sobre ellos nuevas obligaciones.
El desasimiento de los bienes futuros adquiridos a título gratuito, no perjudica la
responsabilidad que los afecta por las cargas y condiciones con que hayan sido
tramitados al fallido, ni tampoco a los acreedores hereditarios.
La administración de los bienes que el fallido adquiera a título oneroso podrá ser sometida
a la intervención de los síndicos; pero los acreedores sólo tendrán derecho a los
beneficios líquidos, dejando al fallido lo preciso para sus alimentos.
Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los que le
corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad conyugal, y
podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se tratara de
disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán presentes
los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.

5. El principio Par Condicio Creditorum: los acreedores deben recibir un trato igualitario. En la
quiebra hay dos grupos de acreedores: (1) los quirografarios o comunes: soportan las pérdidas
en proporción a sus créditos y (2) los privilegiados: escapan a la aplicación del principio
igualitario.

6. Presencia del Síndico: mandatario nombrado por un tribunal para representar al fallido y a la
masa de acreedores, para administrar el patrimonio del fallido durante el proceso de la quiebra,
también es considerado auxiliar de la administración de justicia que actúa al lado del juez.
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Artículo 972. Los síndicos representan la masa de acreedores, activa y pasivamente, en


juicio y fuera de él; administran los bienes concursados, practicando todas las diligencias
conducentes a la seguridad de los derechos y recaudación de los haberes de la quiebra y
liquidan éste, según las disposiciones del presente Código.

7. El Tratamiento del Fallido: el Derecho Concursal venezolano trata al fallido con bastante
severidad; éste puede ser condenado a arresto (6 meses a 3 años) en caso de quiebra culpable o
a prisión (3 a 5 años) en caso de quiebra fraudulenta. Como acto benévolo, el juez puede acordar
auxilio alimenticio, así como también que se le entreguen la ropa, muebles y demás efectos de
uso necesario para él y para su familia.

8. Nuevas Tendencias del Derecho Concursal: los principios generales en el tratamiento


legislativo de la materia concursal son, en la actualidad, los siguientes:
 Protección del crédito.
 Recuperación del crédito.
 Conservación de la empresa viable, cuya supervivencia interesa a la sociedad y a la
economía.
 Mayores soluciones preventivas.
 Recuperación del deudor de buena fe y severidad para quien abusó del crédito.
 Extensión de la responsabilidad.

Tema 15. Estado de Atraso.


Es una fórmula alternativa de la quiebra que se le da al comerciante que, por causas
excusables, se encuentra en dificultad económica y se ve en la necesidad de atrasar sus pagos.
Es una figura típicamente mercantil mediante el cual el legislador concede el privilegio o el
beneficio de retardar sus pagos al comerciante que por razones excusables no haya podido
cumplir con sus compromisos mercantiles inmediatos. El comerciante suspende sus pagos.

Artículo 898. El comerciante cuyo activo exceda positivamente de su pasivo y que por
falta de numerario, debido a sucesos imprevistos o causa de cualquiera otra manera
excusable, se vea en la necesidad de retardar o aplazar sus pagos, será considerado en
estado de atraso y podrá pedir al Tribunal de Comercio competente que le autorice para
proceder a la liquidación amigable de sus negocios, dentro de un plazo suficiente que no
exceda de doce meses; obligándose a no hacer, mientras se resuelva su solicitud,
ninguna operación que no sea de simple detal.

La ley y la doctrina no definen el atraso; la ley se limita a indicar cuáles son los requisitos de
admisibilidad y procedencia del beneficio del atraso. Giménez Anzola en su libro “El Juicio de
Atraso” lo define como “la organización procesal, legal y ejecutiva de un sistema de liquidación del
patrimonio que otorga al deudor (comerciante) una verdadera espera o moratoria para el
cumplimiento, en principio, de todas sus obligaciones y que solamente le es concedido al
comerciante honrado, deudor de buena fe, que ha cumplido con sus obligaciones de prudencia y
de orden, que tiene un activo positivamente mayor que su pasivo, siempre que las causas de la
crisis que lo afecta, así como la crisis misma, se deban a circunstancias imprevistas o excusables
(ajenas a su voluntad) y apreciadas como temporales y subsanables mediante dicha moratoria, la
cual tiende a evitar la quiebra bajo la vigilancia del tribunal y de los acreedores”.
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1. Naturaleza Procesal del Atraso: es procesal porque se instaura un proceso legal. Es el medio
de liquidación que se activa dentro de un proceso especial llamado “juicio de atraso”, en el cual
intervienen el deudor, el tribunal y los acreedores; no se concibe un estado de atraso sin un
proceso iniciado y desarrollado conforme a las disposiciones legales contenidas en el Código de
Comercio, por lo cual la naturaleza procesal del mismo es indudable (Giménez). Si el deudor, que
entra en crisis transitoria de numerario que le permite obtener este beneficio, celebra convenios
extrajudiciales con todos o algunos de sus acreedores para lograr que se le concedan moratorias,
esto no puede ser calificado como atraso. Esta moratoria se trataría de un convenio privado que
se va a regir por las estipulaciones de las partes, sin que sea obligatorio para aquellos acreedores
que no hubieran intervenido; es decir, el atraso requiere de un proceso, necesita que se lleve a
efecto mediante un proceso a través del cual el deudor obtiene el beneficio que deriva del estado
mismo de atraso.
Es un proceso especial regido por las normas del Código de Comercio y supletoriamente
por el Código de Procedimiento Civil; es ejecutivo porque tiende a la liquidación del patrimonio del
deudor para pagar a todos los acreedores. Con respecto a la naturaleza del procedimiento,
predomina la tesis que favorece su consideración como un proceso de jurisdicción voluntaria, aun
cuando puede haber contención dentro del mismo.
 Se asemeja a la suspensión de pagos del Derecho español.
 La doctrina asemeja la moratoria con el atraso, pero la moratoria es sólo una espera y el atraso
combina la moratoria con la liquidación.

2. Atraso y Liquidación de una Empresa: la liquidación de una empresa mercantil establecida


por la ley u ordenada por alguna autoridad administrativa se diferencia del estado de atraso:
2.1) En la liquidación no hay intervención declarativa, constitutiva, rectora y tutelar del tribunal,
lo que constituye un aspecto fundamental del atraso; en el cual resulta esencial la invocación de la
crisis y su establecimiento por sentencia.
2.2) La liquidación es unilateral, no existe una comunidad organizada de acreedores; en el
atraso sí intervienen los acreedores personalmente o a través de la comisión.

3. Finalidades del Estado de Atraso: su finalidad esencial es la liquidación ordenada de la


totalidad o parte del patrimonio del deudor con el objeto de pagar todas sus deudas, o al menos
las 2/3 partes de las mismas; como supone que el activo es superior al pasivo, debe haber una
fundada esperanza de pagar todas las deudas. Por otra parte, dado que la insolvencia del deudor
no se considera definitiva, sino remediable, otra de sus finalidades es mantener la empresa
mercantil de un deudor honesto cuya falta de numerario se debe a sucesos imprevistos o
excusables, y evitar que, ante la posible precipitación de los acreedores, ocurra una insolvencia
definitiva y la quiebra del deudor. El beneficio de atraso tiende a que esa falta de numerario, de
liquidez, que experimenta el deudor degenere en una crisis más grave y se produzca la quiebra;
se trata de un medio de liquidación más favorable tanto para el deudor como para los acreedores
y, por ende, para la economía general. La moratoria esencial del atraso permite una liquidación
ordenada y pausada del patrimonio del deudor para satisfacer a sus acreedores, observándose
que es perfectamente posible, si la situación económica del deudor lo permite, que la misma
continuación de la empresa, de la cual es titular, suministre medios suficientes para atender al
pago de las deudas pendientes sin que por tanto la liquidación total del patrimonio sea de la
esencia de la institución del atraso. Por ello, siempre y cuando los requisitos exigidos por la ley
para la admisibilidad y procedencia del estado de atraso existan real y efectivamente, la moratoria,
lejos de ser perjudicial para la economía en general es, por el contrario, conveniente, puesto que
protege la vida de una empresa que se ve afectada transitoriamente por una crisis que el
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patrimonio mismo, sin ayuda externa, es capaz de superar, puesto que el activo es positivamente
superior al pasivo. (Giménez).

4. Órganos del Proceso:


4.1) Legales:
1. El Juez: es quien decide soberanamente, pero sujeto a la ley, todo lo relacionado con el
nacimiento, viabilidad, el desarrollo, la transformación y la extinción del proceso; es la máxima
autoridad.
2. El Síndico: coteja, examina y opina para informar; puede promover pruebas, interrogar al
deudor, examinar toda su contabilidad y patrimonio.
3. La Comisión de Vigilancia: nombrada por el juez luego de que se decreta el atraso;
colabora con el tribunal en la administración y liquidación del patrimonio.
4. La Comisión de Acreedores: designada al admitirse la solicitud de atraso; tiene
funciones similares a las del síndico.
Tanto el Síndico, como las diversas comisiones de acreedores son consideradas auxiliares
de justicia, colaboradores del órgano fundamental – el Tribunal.
4.2) Accidentales: existen por voluntad del Tribunal o por sugerencias de las partes; ellos son:
un fiscal y expertos o prácticos.

5. Partes en el Proceso de Atraso: el propio deudor y todos sus acreedores.

6. Presupuestos o Requisitos de Admisibilidad:


6.1) De fondo:
1. Cualidad de comerciante: es necesario que quien solicite el atraso, el peticionario,
detente la cualidad de comerciante. El código de Comercio atribuye la cualidad de comerciante a
las personas jurídicas individuales que teniendo capacidad para contratar hacen del comercio su
profesión habitual (Artículo 10). Declara igualmente comerciantes a las personas jurídicas
colectivas, sociedades mercantiles, regulares o irregulares, de cualquier tipo que ellas sean.

Artículo 200. Las compañías o sociedades de comercio son aquellas que tienen por
objeto uno o más actos de comercio.
Sin perjuicio de lo dispuesto por leyes especiales, las sociedades anónimas y las de
responsabilidad limitada tendrán siempre carácter mercantil, cualquiera que sea su
objeto, salvo cuando se dediquen exclusivamente a la explotación agrícola o pecuaria.
Las sociedades mercantiles se rigen por los convenios de las partes, por disposiciones de
este Código y por las del Código Civil.
Parágrafo Único: El Estado, por medio de los organismos administrativos competentes,
vigilará el cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la constitución y
funcionamiento de las compañías anónimas y sociedades de responsabilidad limitada.

Artículo 201. Las compañías de comercio son de las especies siguientes:


1. La compañía en nombre colectivo, en la cual las obligaciones sociales están
garantizadas por la responsabilidad limitada y solidaria de todos los socios.
2. La compañía en comandita, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por
la responsabilidad limitada y solidaria de uno o más socios, llamados socios solidarios o
comanditantes y por la responsabilidad limitada a una suma determinada de uno o más
socios, llamados comanditarios. El capital de los comanditarios puede estar dividido en
acciones.
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3. La compañía anónima, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por un


capital determinado y en la que los socios no están obligados sino por el monto de su
acción.
4. La compañía de responsabilidad limitada, en la cual las obligaciones sociales están
garantizadas por un capital determinado, dividido en cuotas de participación, las cuales no
podrán estar representadas en ningún caso por acciones o títulos negociables.
Las compañías constituyen personas jurídicas distintas de las de los socios.
Hay, además, la sociedad accidental o de cuentas en participación, que no tiene
personalidad jurídica.
La compañía en nombre colectivo y la compañía en comandita simple o por acciones
existen bajo una razón social.

En cuanto al comerciante individual, la ley exige que tenga capacidad para contratar y
habitualidad en el ejercicio de las actividades mercantiles. Los menores emancipados autorizados
para comerciar y la mujer casada que comercie (sin necesidad de la autorización de su marido),
quedan sujetos a las normas procesales del beneficio de atraso en cuanto comerciantes que son.
Los corredores y demás agentes de comercio son igualmente comerciantes. En cuanto a los
comisionistas, la regla general es que también lo son. Los administradores o gerentes de una
compañía mercantil no actúan en nombre propio y, por lo tanto, no adquieren la cualidad de
comerciantes (Giménez).
2. Cesación de pagos: la falta de liquidez se debe a sucesos imprevistos o excusables
(causas ajenas a la voluntad y a los intereses del comerciante).

Artículo 898. El comerciante cuyo activo exceda positivamente de su pasivo y que por
falta de numerario, debido a sucesos imprevistos o causa de cualquiera otra manera
excusable, se vea en la necesidad de retardar o aplazar sus pagos, será considerado en
estado de atraso y podrá pedir al Tribunal de Comercio competente que le autorice para
proceder a la liquidación amigable de sus negocios, dentro de un plazo suficiente que no
exceda de doce meses; obligándose a no hacer, mientras se resuelva su solicitud,
ninguna operación que no sea de simple detal.

Giménez dice que la cesación de pagos o insolvencia en el atraso no es la impotencia


definitiva del patrimonio para hacer frente, puntual y regularmente, al pago de las obligaciones
líquidas y exigibles con el numerario y el activo realizable a corto plazo, como sucede
normalmente en la quiebra; tiene un matiz distinto de provisionalidad y superabilidad. Es la crisis
patrimonial ocasionada por la falta de numerario debido a sucesos imprevistos o de cualquier otra
manera excusable. Aunque el concepto de cesación de pagos sea uno tanto para el atraso como
para la quiebra, reviste caracteres menos definitivos que en la quiebra.
La prueba de la cesación de pagos es la misma solicitud o petición de atraso que hace el
deudor; de allí la importancia del escrito de petición de atraso.
3. Superioridad del activo sobre el pasivo: hecho meramente contable que debe
aparecer en el balance, en los libros y en el inventario que debe realizarse unos 30 días antes de
la solicitud de atraso.
4. Falta de numerario, de efectivo, de liquidez: debido a sucesos imprevistos o de
cualquier manera excusables. Se da una crisis en el patrimonio de insolvencia provisional; la
insolvencia no debe ser definitiva, sino que puede superarse. La cesación de pagos en el atraso
única y exclusivamente se identifica con el hecho de que al deudor le falta numerario; retardo o
aplazamiento en los pagos debido a falta de numerario. Las causas de esta falta de liquidez deben
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ser imprevistas o excusables, es decir, circunstancias que permiten deducir la falta de culpa o
fraude por parte del comerciante.

6.2) De forma:
1. Petición del deudor mismo: el estado de atraso se materializa a través de la petición
del deudor mismo o de sus herederos, dirigida al Juez competente por la materia (juez mercantil) y
por la cuantía. Puede hacerlo el propio comerciante o los herederos; lo mismo puede decirse del
comerciante retirado y del menor comerciante (por aplicación analógica).

Artículo 930. La quiebra de un comerciante retirado del comercio puede ser declarada;
pero sólo dentro de los cinco años posteriores al retiro, con tal que la cesación de pagos
haya tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio, o bien durante el año
siguiente, a causa de deudas relativas al mismo ejercicio.
Puede también ser declarada después de la muerte del comerciante retirado; pero sólo
dentro del año siguiente a la muerte.

Los acreedores no pueden pedir el atraso, este derecho personal sólo lo tiene el
comerciante. Puede darse el retiro o desistimiento de la solicitud en cualquier momento. El deudor
debe solicitar que se le autorice para liquidar amigablemente sus negocios en un plazo no mayor
de un año; igualmente debe comprometerse a no realizar ninguna operación comercial a no ser de
simple detal (no adquirir ni vender, ni gravar bienes inmuebles; no vender o ceder partes
importantes del activo; no contraer nuevas y cuantiosas obligaciones, etc.). El patrimonio debe
permanecer lo más estático y completo posible.
La petición equivale a una demanda, por lo que el escrito debe ceñirse lo más posible a lo
establecido en el Código de Procedimiento Civil, acompañado de algunos recaudos.

Artículo 340 del Código de Procedimiento Civil. El libelo de la demanda deberá


expresar:
1°. La indicación del Tribunal ante el cual se propone la demanda.
2°. El nombre, apellido y domicilio del demandante y del demandado y el carácter que
tiene.
3°. Si el demandante o el demandado fuere una persona jurídica, la demanda deberá
contener la denominación o razón social y los datos relativos a su creación o registro.
4°. El objeto de la pretensión, el cual deberá determinarse con precisión, indicando su
situación y linderos, si fuere inmueble; las marcas, colores, o distintivos, si fuere
semoviente; los signos, señales y particularidades que puedan determinar su identidad, si
fuere mueble; y los datos, títulos y explicaciones necesarias se tratare de derechos u
objetos incorporales.
5°. La relación de los hechos y los fundamentos de derecho en que se base la pretensión,
con las pertinentes conclusiones.
6°. Los instrumentos en que se fundamente la pretensión, esto es, aquellos de los cuales
se derive inmediatamente el derecho deducido los cuales deberán producirse con el
libelo.
7°. Si se demandare la indemnización de daños y perjuicios, la especificación de éstos y
sus causas.
8°. El nombre y apellido del mandatario y la consignación del poder.
9°. La sede o dirección del demandante a que se refiere el artículo 174.
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Artículo 899. La solicitud no será admitida si con ella no presenta el peticionario sus
libros de comercio regularmente llevados; su balance comercial; su inventario, practicado
a lo más treinta días antes, con las estimaciones prudenciales de su lista de deudores, un
estado nominativo de sus acreedores, con indicación de su domicilio o residencia y del
monto y calidad de cada acreencia: su patente de industria, si la hubiere, y la opinión
favorable a su solicitud de tres, a lo menos, de sus acreedores.

Este artículo establece que la solicitud de declaratoria de atraso no será admitida si el


peticionario no presenta sus libros de comercio regularmente llevados; el balance comercial; su
inventario (practicado a lo más 30 días antes), con las estimaciones prudenciales de su lista de
deudores; un estado nominativo de sus acreedores (indicando domicilio y residencia y el monto y
calidad de cada acreencia); su patente de industria y la opinión favorable a su solicitud de, por lo
menos, 3 de sus acreedores (Giménez).
El atraso supone una pluralidad de acreedores, mínimo 2; de haber 1 solo acreedor, el Juez
no admitiría la solicitud. Aunque no lo diga, la ley supone como natural la pluralidad de
acreedores: cuando ordena convocarlos y cuando de entre ellos se nombran comisiones y se
prevén convocatorias por la prensa para la reunión inicial y para la concesión de una prórroga del
lapso inicial de liquidación. En lo que se refiere a los requisitos de admisibilidad, se impone al
deudor el presentar un estado nominativo de sus acreedores y también cuando se le pide la
opinión favorable a su solicitud de, por lo menos, 3 de sus acreedores. Por tal motivo es menester
concluir que la pluralidad de acreedores es natural y al mismo tiempo necesaria para la
procedencia del estado de atraso (Giménez).

7. Admisión de la Solicitud: una vez que el Tribunal recibe la solicitud, se forma un expediente.
Si la admite, va a dictar las medidas de vigilancia necesarias, va a nombrar al Síndico y también
una comisión de tres de los principales acreedores residentes en el lugar del juicio.

Artículo 900. El Tribunal, después de haber verificado la presentación de todos los


Documentos expresados en el artículo anterior y que están en debida forma, dictará las
medidas de vigilancia necesarias, nombrará un síndico y una comisión de tres de los
principales acreedores residentes, de los que figuren en el balance del peticionario, y
convocará a unos y otros por la prensa a una reunión que debe verificarse en el octavo
día que se fije.

Las medidas de vigilancia dependen del arbitrio del Juez de acuerdo con su prudente
apreciación y con las circunstancias del caso concreto; el Código de Comercio no establece
cuáles puede o no dictar. Entre ellas: prohibición de salida del país para el deudor solicitante, si se
trata de una persona jurídica, para los administradores o directores; embargo parcial o general de
bienes del deudor u ocupación judicial preventiva de todos sus bienes. Esta ocupación sería
equivalente a un embargo preventivo que produce un desapoderamiento, pero no lo priva de la
administración de sus bienes, en la quiebra sí es privado de la administración. Otras medidas
serían: designación de depositarios; prohibición de enajenar y gravar inmuebles; designación de
un funcionario auxiliar de justicia que debe firmar con el deudor cualquier operación comercial;
autorización al Síndico para recibir los pagos hechos por el comerciante; orden de entregar toda
correspondencia al Síndico; consultar y obtener un dictamen vinculante del Síndico y de la
Comisión de Acreedores. En general, cualquier providencia tendiente a asegurar la conservación,
integridad y estabilidad del patrimonio del deudor mientras se tramite la solicitud (Giménez).
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Artículo 903. El Tribunal procederá el tercer día hábil después de la reunión anterior, a
oír los informes que quieran hacer el solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y
cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la petición admitiéndola o negándola, según
lo encontrare procedente, teniendo especialmente en cuenta el voto, emitido por la
mayoría de los acreedores.
Caso de admisión, establecerá en ese fallo:
1. La duración de la liquidación, que no exceda de doce meses.
2. La obligación del deudor de hacer constar haber pagado dentro de dicho plazo a todos
sus acreedores o haber celebrado con ellos convenio o arreglo.
3. Las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar
la integridad del patrimonio del deudor.
De este fallo no se admitirá apelación sino en un solo efecto para ante el Tribunal
Superior.

8. El Síndico: ésta es una figura que no se encuentra regulada para el juicio de atraso; por vía de
analogía, se recurre a lo que se establece para la quiebra. Hay un vacío legal respecto de esta
figura en materia de atraso. Todo proceso de atraso debe tener un Síndico, éste es el funcionario
de buena fe, auxiliar de administración, este tiene como función el análisis exhaustivo de la
situación económica del solicitante de atraso con fin de rendir una opinión razonada sobre si es
conveniente o no otorgar el estado de atraso. En pocas palabras se puede decir que el sindico es
un ayudante del juez al cual informa todo lo referente a las acciones económicas realizada por el
deudor.

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


1. El nombramiento de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante.

Artículo 970. No pueden ser síndicos:


Los comerciantes menores de veintiún años.
Las mujeres, aun cuando sean comerciantes.
Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.
El cónyuge y los parientes del fallido hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo
de afinidad, aunque sean comerciantes. Los acreedores cuyos créditos estén
controvertidos.

En estos artículos se establece la obligatoriedad de nombrar el Síndico y a quienes no


pueden serlo. La disposición relativa a la mujer en el Artículo 970 fue eliminada por el Tribunal
Supremo de Justicia, por ser discriminatoria.
8.1. Funciones:
 Revisar tanto la solicitud de atraso como la documentación presentada por el solicitante;
 Verificar la veracidad de la información que fue suministrada por el solicitante;
 Informar acerca de la admisibilidad y procedencia del atraso;
 Debe analizar exhaustivamente la situación económica del solicitante;
 Contratar a los dependientes necesarios para realizar su labor.
8.2. Naturaleza jurídica: órgano auxiliar de justicia que procede de buena fe, cuya opinión es
tomada en cuenta por el Juez para decidir o no el atraso; aunque ésta no es vinculante. Sus
funciones terminan con la sentencia que admite o no el atraso.
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8.3. Remoción: no es recusable, pero si por impericia, fraude o colusión con el fallido se
observan irregularidades, puede solicitarse su remoción a solicitud deudor solicitante o de los
acreedores.

Artículo 987. Los síndicos podrán ser removidos a solicitud del fallido, de los acreedores,
o de oficio, por impericia, negligencia, fraude en la administración o colusión con el fallido.
Cuando la remoción fuere solicitada por el fallido o por los acreedores, la solicitud se
presentará al Juez de Comercio, quien, oído el informe de los síndicos, resolverá sobre la
remoción.
En los casos de fraude o colusión, se pasará inmediatamente lo obrado al Tribunal que
conoce en lo criminal; en estos casos, además de las indemnizaciones a que haya lugar,
los síndicos sufrirán las penas que establece el Código Penal.
Decretada la remoción, se procederá al nombramiento de nuevos síndicos, sí fuere
necesario, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 967 y 986.

9. La Comisión de Acreedores: conforme a los establecido en el Artículo 900, el Tribunal, al


admitir la solicitud de atraso, debe nombrar una comisión de tres de los principales acreedores
residentes en el lugar del juicio, seleccionados entre los que figuren en el balance que presentó el
solicitante y que representen la mayor suma del pasivo del comerciante (relación cualitativa-
cuantitativa). Posteriormente, se nombrará otra comisión al momento de proceder al fallo. su
función es la misma que la del Síndico: examinar tanto la solicitud como sus recaudos y en
general, el patrimonio y las relaciones económicas del deudor solicitante con el objeto de informar
al Tribunal y los acreedores. Tanto esta comisión como el Síndico son indudablemente, órganos
del proceso de atraso de los cuales se vale la ley para el cumplimiento de las finalidades de dicho
proceso.
9.1. Naturaleza jurídica: órgano auxiliar de la administración de justicia, de designación
forzosa; no son recusables y los seleccionados no están en la obligación de aceptar el cargo.

Artículo 902. En la reunión, el síndico, primero, y luego la comisión de acreedores,


manifestarán su opinión sobre los documentos acompañados a la solicitud, sobre la
verdad de cada uno de los créditos, sobre la admisión o negativa de la solicitud, sobre el
plazo que pueda acordarse, sobre las medidas conservativas que convenga tomar y
sobre el modo de liquidación y las personas que deban componer una comisión de
consulta y de vigilancia durante la liquidación. El solicitante podrá dar la explicación o
aclaraciones conducentes.
Se levantará acto que firmarán con el Tribunal todos los concurrentes, haciéndose constar
el nombre de éstos, los créditos que representan y sus montos y la opinión de cada cual
sobre los puntos indicados.

Este artículo regula la Asamblea de acreedores en general; esta reunión es fundamental en


el proceso de atraso, pues es la oportunidad para que el Síndico, la Comisión de Acreedores,
todos demás acreedores y el solicitante expresen su opinión sobre la conveniencia o no del
otorgamiento del beneficio de atraso y acerca de otras circunstancias determinadas por la ley.
9.2. Representación en la asamblea: quedan derogadas las disposiciones acerca de la
representación consagradas en el Código de Procedimiento Civil y la Ley de Abogados; los
acreedores pueden estar domiciliados o no en Venezuela. Pueden ser representados por sus
respectivos apoderados, bastando una autorización por carta, telegrama o cable.
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Artículo 901. En esa reunión podrán ser admitidos a representar a los acreedores
avecindados o residentes fuera del lugar del Tribunal, sus respectivos apoderados o
agentes o comisionistas, u otro comerciante que quiera prestar caución por alguno de
ellos, sólo para los efectos de resolver la solicitud. Bastará como credencial al
representante una autorización por carta, por telegrama o por cable.

9.3. Desarrollo de la asamblea: la reunión se inicia bajo la dirección y vigilancia del Juez,
llegado el día y la hora fijada para su realización; se trata de un acto de informes durante el cual
todos y cada uno de los asistentes podrán exponer a favor o en contra de la concesión del
beneficio de atraso. Si el Síndico no asiste, la reunión no puede celebrarse porque aunque su
opinión no es vinculante; esto es muy importante para decretar la procedencia o improcedencia
del atraso. Si no concurre parcial o talmente la Comisión de Acreedores, la jurisprudencia ha dicho
que sí puede celebrarse la reunión; de todo lo que se acuerde se firma un acta.

10. Calificación de Créditos: en el atraso no existe una etapa regulada para la calificación de los
créditos que solicita el peticionario, se escucha la opinión sobre la existencia de cada uno de los
créditos presentados. El deudor puede advertir sobre la calidad del crédito y si hay culpa o mala fe
de parte de éste, el Juez puede revocar el estado de atraso que haya concedido y declarar la
quiebra. Con mayor razón podrá declarar improcedente la solicitud de atraso si observa alguna
irregularidad antes de haber concedido el beneficio.

Artículo 907. Si durante la liquidación se descubriera la existencia de deudas no


declaradas por el deudor, o la no existencia de acreencias declaradas por él, o si él no
cumple las obligaciones o condiciones que le fueron impuestas relativamente a la
administración y liquidación de su patrimonio, o bien si aparece culpable de dolo o de
mala fe, o que su activo en realidad no ofrece esperanza de pagar la integridad de sus
deudas, o siquiera los dos tercios de ellas, el Tribunal, oída la Comisión de acreedores,
podrá revocar la liquidación amigable y declarar la quiebra y dictar las medidas oportunas
para seguir el procedimiento de ésta.

11. Informes: al tercer día de despacho, el Tribunal va a oir los informes del solicitante, del
Síndico, de la Comisión de Acreedores y de otros acreedores interesados. No están previstas las
observaciones a los informes.

12. La Sentencia: debe ser producida al tercer día de despacho siguiente a la conclusión de los
informes; aunque el Código de Comercio no regula las observaciones a los informes, nada obsta
para que puedan realizarse.

Artículo 903. El Tribunal procederá el tercer día hábil después de la reunión anterior, a
oír los informes que quieran hacer el solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y
cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la petición admitiéndola o negándola, según
lo encontrare procedente, teniendo especialmente en cuenta el voto, emitido por la
mayoría de los acreedores.
Caso de admisión, establecerá en ese fallo:
1. La duración de la liquidación, que no exceda de doce meses.
2. La obligación del deudor de hacer constar haber pagado dentro de dicho plazo a todos
sus acreedores o haber celebrado con ellos convenio o arreglo.
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3. Las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar
la integridad del patrimonio del deudor.
De este fallo no se admitirá apelación sino en un solo efecto para ante el Tribunal
Superior.
La sentencia que dictamina el proceso de atraso procedente o no, será dictada por el Juez,
quien actuará de manera soberana, ya que no está de ninguna manera vinculado con las
opiniones de las diversas personas vinculadas en el proceso, por lo tanto, si el Síndico y la
Comisión de Acreedores están de acuerdo con la solicitud de atraso, el Juez puede decidir lo
contrario. De este artículo se puede inferir que el legislador incurrió en un error técnico cuando
dice “tercer día hábil después de la reunión anterior, a oír los informes que quieran hacer el
solicitante, el síndico, la comisión de acreedores y cualquier otro de éstos, y pronunciará sobre la
petición admitiéndola o negándola”; no debería decir “admitiéndola” porque ya está admitida; lo
que debería decir es que la declara procedente o no. Donde dice “en caso de admisión” debería
decir en caso de declararla procedente. La sentencia debe declarar la procedencia o no del
beneficio de atraso.
12.1. Naturaleza jurídica: la doctrina considera que la sentencia tiene naturaleza mixta por
declarar la existencia de los presupuestos requeridos, que se dieron los presupuestos procesales
requeridos para la admisibilidad del atraso y también la existencia de las condiciones necesarias
para que la solicitud fuera declarada con lugar. Tiene, por tanto, carácter declarativo y carácter
constitutivo por crear un estado de derecho nuevo, que no existía antes de la sentencia. También
tiene carácter cautelar porque con el otorgamiento del beneficio se evita la quiebra y que los
acreedores, de manera desordenada, ejecuten su patrimonio y cuida el principio de igualdad entre
los acreedores.
12.2. Contenido: si el beneficio del estado de atraso es concedido, la sentencia debe contener:
 La duración de la liquidación amigable, que no puede exceder de 12 meses.
 La obligación del deudor de hacer constar al Tribunal que le ha pagado a los acreedores
dentro de ese plazo o de que ha llegado con ellos a un convenio o arreglo.

Artículo 904. Concedida la liquidación amigable, el deudor tiene la facultad de proceder a


ella respecto de todo activo y a la extinción del pasivo, con el concurso de la comisión de
acreedores y bajo la dirección superior del Tribunal, a quien se dará cuenta de toda
divergencia o cuestión que surgiere para su decisión en juicio verbal, oída siempre la
comisión.
Las reglas especiales de la liquidación y las autorizaciones para vender, constituir
prendas e hipotecas, tomar dinero a préstamo, transigir cuestiones, cobrar o hacer pagos
u otros actos estrictamente necesarios al efecto de la liquidación, deberán ser dadas por
el Tribunal, bien en su fallo acordando la liquidación, bien en decretos ulteriores, oyendo
siempre la comisión de acreedores.

Artículo 906. Durante la liquidación amigable podrá el deudor celebrar con sus
acreedores cualquier otro arreglo o convenio que le conceda mayores moratorias, y aun
quitas de intereses y hasta de parte de los capitales: pero para que tenga validez
necesitará el acuerdo de todos los acreedores.
También podrá establecerse válidamente con la sola mayoría de los acreedores que
representen, por lo menos, las tres cuartas partes del pasivo, con tal que los acreedores
que contengan con el deudor, acuerden y aseguren el medio de atender al resultado de
toda controversia con los disidentes, de modo que quede a éstos asegurada la parte que
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realmente pudieran sacar de la liquidación practicada prudentemente según sus


respectivos derechos.
Del convenio se pasará copia en todo caso al Tribunal, y si él ha obtenido el voto de la
unanimidad de los acreedores, el Tribunal lo declarará así para que produzca todos sus
efectos.
Si sólo se reúne la mayoría indicado, el Tribunal decidirá en juicio verbal las disidencias,
si ellas versan sobre algún derecho sostenido por el interesado respectivo y negado y
dañado en el convenio, oída la comisión de acreedores; y de su decisión sólo se oirá
apelación en un solo efecto y para ante el Tribunal Superior. Pero si no versan sobre los
derechos disputados, el Tribunal se limitará a verificar la mayoría; y oída la comisión,
aprobará el convenio.

 Las medidas conservatorias y las precauciones necesarias para garantizar la integridad del
patrimonio del deudor.
 La designación de los acreedores que van a conformar la comisión que va a vigilar la
administración y liquidación del patrimonio. Ésta es una nueva comisión de acreedores que
tiene una estructura y finalidades diferentes a la que se eligió al admitirse la solicitud. La ley
no establece el número de acreedores que la conformarán, suele ser un número impar
entre los acreedores de mayor cuantía; la primera comisión ya no existe.
12.3) Apelación: la sentencia que acuerda el beneficio de atraso admite apelación en un solo
efecto (Artículo 903) ante el Tribunal Superior en un lapso de 5 días hábiles. Si la solicitud de
atraso se declara improcedente, se llega a la quiebra.
Legitimados para apelar: la ley no lo establece, pero puede ser cualquiera de los
acreedores que aparecen en el listado nominativo que ha presentado el deudor, todo aquél que
tenga un interés inmediato y todo aquél que haya participado en el juicio.

13. Efectos del Proceso de Atraso: la moratoria que le concede al deudor produce innumerables
efectos que repercuten tanto sobre el deudor como sobre sus acreedores y sobre las relaciones
jurídicas preexistentes para el momento de la obtención del beneficio.
13.1) Efectos producidos por la admisión de la solicitud de atraso:
a) Sobre los acreedores:
 No pueden iniciar cualquier demanda de quiebra mientras la solicitud de atraso es
tramitada.
 No pueden ejercer acciones ejecutivas; si lo hacen, el proceso se paraliza.
b) Sobre el deudor:
 Autorizado sólo a realizar operaciones de simple detal.
 Su capacidad para administrar y disponer de su patrimonio está limitada.
 Puede desistir de su solicitud, puede retirarla y pedir su declaratoria en quiebra.
c) Sobre el patrimonio:
 Tanto el Tribunal como el solicitante deben mantener la integridad del patrimonio mientras
se tramita el proceso de atraso; puede ocuparse judicialmente y desposeer al solicitante de
su administración y disposición entregándolo a un depositario judicial o al Síndico.
13.2) Efectos después de declarado procedente el beneficio de atraso:
a) Sobre los acreedores:
 Se suspende toda ejecución de carácter singular sobre el comerciante, a menos que
provenga de hechos posteriores a la concesión del beneficio.
 No tendrá efectos sobre los créditos privilegiados.
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Artículo 905. Durante el tiempo fijado para la liquidación amigable se suspenderá toda
ejecución contra el deudor y n o podrá intentarse ni continuarse ninguna acción de cobro,
a menos que ella provenga de hechos posteriores a la concesión de la liquidación
amigable.
Pero ésta no producirá efectos respecto a las acreencias fiscales o municipales por causa
de contribuciones, ni con relación a los derechos de los acreedores prendarios,
hipotecarios o de otra manera privilegiados.

De este artículo se desprende que hay dos tipos de acreedores: los que nacieron antes de
la concesión del beneficio y aquéllos cuyo título nació con posterioridad a la concesión del
beneficio. Estos últimos acreedores al igual que los privilegiados, incluyendo por consiguiente, las
acreencias fiscales o municipales por causa de impuestos, contribuciones o tasas, no son
afectados por el estado de atraso concedido y, en consecuencia, pueden en cualquier momento
ejercer plenamente sus acciones de cobro contra el deudor que goza del beneficio de atraso sin
que el mismo constituya obstáculo legal alguno (Giménez). Por ejemplo, si al beneficiario del
atraso lo autorizan para pedir un préstamo, surge un nuevo acreedor que sí puede iniciar y
ejecutar las acciones de cobro, en virtud de que su acreencia surgió después de que se iniciara el
beneficio de atraso.
La determinación de este concepto es importante, pues los acreedores anteriores no
pueden actuar contra el deudor mientras que los posteriores sí. Esta determinación se realiza con
la fecha cierta en que se celebró el contrato o se verificó el acto del cual se pretende derivar el
derecho. Por ejemplo, en caso de arrendamiento se toma en cuenta la fecha de la celebración
del contrato y no los vencimientos posteriores de los cánones; en los contratos de seguros,
aunque el siniestro ocurra después de concedido el atraso, el acreedor asegurado debe ser tenido
como anterior a la obtención del beneficio, pues su derecho a la indemnización proviene de un
hecho anterior; es decir, se toma en cuenta la fecha del contrato; en la letra de cambio, también
se toma en cuenta la fecha del momento de creación de la letra.
b) Sobre el deudor:
 No pierde la capacidad para administrar su patrimonio, pero ésta es bastante limitada,
pudiéndose afirmar que no la tiene.

Artículo 904. Concedida la liquidación amigable, el deudor tiene la facultad de proceder a


ella respecto de todo activo y a la extinción del pasivo, con el concurso de la comisión de
acreedores y bajo la dirección superior del Tribunal, a quien se dará cuenta de toda
divergencia o cuestión que surgiere para su decisión en juicio verbal, oída siempre la
comisión.
Las reglas especiales de la liquidación y las autorizaciones para vender, constituir
prendas e hipotecas, tomar dinero a préstamo, transigir cuestiones, cobrar o hacer pagos
u otros actos estrictamente necesarios al efecto de la liquidación, deberán ser dadas por
el Tribunal, bien en su fallo acordando la liquidación, bien en decretos ulteriores, oyendo
siempre la comisión de acreedores.

 No pierde su capacidad procesal, pero necesita de autorización judicial previa consulta a la


Comisión de Vigilancia.
 Puede contraer nuevas obligaciones tendientes a lograr la liquidación de su patrimonio y la
continuación de su giro para obtener numerario, bajo el concurso de la comisión y la
supervisión del Juez.
c) Sobre el patrimonio:
20

 Objeto de especiales medidas de vigilancia y conservación, por lo que se puede ordenar la


continuación del giro si se comprueba que las actividades contribuirán a mejorarlo.
d) Sobre las relaciones jurídicas preexistentes:
 No constituye falta de cumplimiento para legitimar una demanda por resolución de contrato
 No constituye causa de extinción del contrato, salvo disposición en contrario.

14. La Liquidación en el Atraso. Consiste en la venta de todos los bienes del beneficiario del
atraso para obtener el dinero necesario para pagar a los acreedores; es decir, en lograr que el
atrasado adquiera numerario para proceder a pagar gradual e igualitariamente a los acreedores.
Las reglas de la liquidación son facultativas de acuerdo con el Artículo 902, lo que si no es
modificable es lo establecido en el Artículo 904.

15. El Convenio. En el curso de la liquidación puede celebrarse un convenio: acuerdo especial


entre el deudor y sus acreedores, bien en forma unánime o por mayoría, que hace cesar los
efectos del atraso para satisfacer a sus acreedores. Este arreglo puede lograr mejores
condiciones de pago, plazos más largos, quitas de intereses o capital; pero requiere de la
aprobación de todos los acreedores o de la mayoría que represente por lo menos las ¾ partes del
pasivo. Aún cuando se celebre convenio, el proceso de atraso continúa.

Artículo 906. Durante la liquidación amigable podrá el deudor celebrar con sus
acreedores cualquier otro arreglo o convenio que le conceda mayores moratorias, y aun
quitas de intereses y hasta de parte de los capitales: pero para que tenga validez
necesitará el acuerdo de todos los acreedores.
También podrá establecerse válidamente con la sola mayoría de los acreedores que
representen, por lo menos, las tres cuartas partes del pasivo, con tal que los acreedores
que convengan con el deudor, acuerden y aseguren el medio de atender al resultado de
toda controversia con los disidentes, de modo que quede a éstos asegurada la parte que
realmente pudieran sacar de la liquidación practicada prudentemente según sus
respectivos derechos.
Del convenio se pasará copia en todo caso al Tribunal, y si él ha obtenido el voto de la
unanimidad de los acreedores, el Tribunal lo declarará así para que produzca todos sus
efectos.
Si sólo se reúne la mayoría indicado, el Tribunal decidirá en juicio verbal las disidencias,
si ellas versan sobre algún derecho sostenido por el interesado respectivo y negado y
dañado en el convenio, oída la comisión de acreedores; y de su decisión sólo se oirá
apelación en un solo efecto y para ante el Tribunal Superior. Pero si no versan sobre los
derechos disputados, el Tribunal se limitará a verificar la mayoría; y oída la comisión,
aprobará el convenio.

16. Terminación del Estado de Atraso:


 Porque el deudor solicitante desista del procedimiento antes de que el Tribunal se
pronuncie sobre su solicitud.
 Porque el deudor pide que se le decrete la quiebra.
 Porque el deudor pague todas sus deudas antes del lapso previsto.

17. Revocatoria del Beneficio de Atraso. Las causas de revocación son:


 Existencia de deudas no declaradas.
 No existencia de acreencias declaradas.
21

 Incumplimiento de obligaciones impuestas al beneficiario.


 Dolo o mala fe por parte del beneficiario.
 Activo que no ofrece la esperanza de pagar la totalidad de las deudas o siquiera las 2/3
partes.
Artículo 907. Si durante la liquidación se descubriera la existencia de deudas no
declaradas por el deudor, o la no existencia de acreencias declaradas por él, o si él no
cumple las obligaciones o condiciones que le fueron impuestas relativamente a la
administración y liquidación de su patrimonio, o bien si aparece culpable de dolo o de
mala fe, o que su activo en realidad no ofrece esperanza de pagar la integridad de sus
deudas, o siquiera los dos tercios de ellas, el Tribunal, oída la Comisión de acreedores,
podrá revocar la liquidación amigable y declarar la quiebra y dictar las medidas oportunas
para seguir el procedimiento de ésta.

Artículo 911. Si el Tribunal creyere procedente la solicitud de liquidación amigable,


declarará la quiebra y seguirá el procedimiento de ésta.

En el Artículo 907 el legislador establece los supuestos de hecho para declarar la quiebra,
así como también lo hace en el Artículo 911, si el Tribunal considera improcedente la solicitud de
liquidación. Cuando lo revoca o lo considera improcedente sin que hayan sido satisfechos los
acreedores o sin que se haya realizado un convenio, el proceso se extingue.
EL Juez debe pronunciarse sobre el plazo para la liquidación, pero también puede haber una
prórroga con la mayoría de los acreedores. Si cerca del vencimiento del plazo el beneficiario no ha
pagado todo, el Tribunal podrá otorgarle una prórroga, la cual no puede ser mayor de un año.

Artículo 908. En todos los casos en que se haya acordado la liquidación amigable, si
durante ésta resulta comprobado haberse pagado a los acreedores que en ella figuran
una parte considerable de sus acreencias, o si concurren circunstancias especiales que lo
aconsejen, podrá el Tribunal acordar una prórroga del plazo fijado para la liquidación que
no pase de otro año, siempre que esta medida reúna el voto favorable de la mayoría de
los acreedores que representen por lo menos la mitad del pasivo restante.

17.1) Requisitos de la prórroga:


 Que el deudor demuestre que ha pagado parte considerable de la deuda.
 Que existan circunstancias especiales que recomienden la prórroga.
 Voto favorable de la mayoría de los acreedores.

Temas 16, 17 y 18. Concepto de Quiebra. Procedimiento para su Declaración.

1. Concepto. Etimológicamente, la doctrina sostiene que el vocablo “quiebra”, como acción y


efecto de quebrar, proviene del latín fallere (engañar); en algunos diccionarios se define como
acción de estallar, romper con estrépito. El Diccionario de la Lengua Española lo define como
rotura, pérdida o menoscabo, acción o efecto en actividad de comercio. Desde el punto de vista
económico, es la situación en que se encuentra un patrimonio que es incapaz de satisfacer las
deudas que pesan sobre él. La expresión “estar en quiebra” significa no poder pagar a todos los
que tienen derecho a ser pagados. La actividad normal de un comerciante es que pueda atender o
cumplir con sus obligaciones. El procedimiento típico de insolvencia es la quiebra, dirigido a la
repartición del patrimonio del deudor entre sus acreedores. Jurídicamente, la palabra quiebra
puede verse como un estado o como un procedimiento. Como estado: instituto jurídico que regula
22

las relaciones de derecho que derivan de la cesación de pagos de un comerciante por


obligaciones mercantiles y las normas para la liquidación del patrimonio del deudor; como
procedimiento: conjunto de normas, de actos procesales dirigidos a la liquidación del patrimonio
del fallido y de su reparto entre los acreedores organizados unitariamente bajo el principio de la
Comunidad de Pérdida. Vivante lo define como procedimiento judicial con un aspecto jurídico
procesal muy acentuado, que se ha estatuido para liquidar todo el patrimonio del fallido en interés
de los acreedores. Organización legal, general y colectiva de los acreedores que, mediante
providencias administrativas y judiciales, tienden a la liquidación y a la satisfacción de sus
respectivos créditos.

2. Naturaleza Jurídica. Proceso judicial, especial y complejo, en el cual el Tribunal despliega una
actividad administrativa y judicial voluntaria y contenciosa. Su finalidad es que se verifique el
principio par condicio creditorum, el pago del efectivo respetando la igualdad. Es un juicio
ejecutivo, colectivo y universal. Es ejecutivo porque pretende el cumplimiento de una situación
jurídica preestablecida (satisfacción de la obligación incumplida mediante el pago de su
equivalente); es colectivo porque todos los acreedores son atraídos al proceso, cualquiera que sea
la clase y la situación de su crédito; es universal porque tiende a la realización de todos los bienes
integrantes del patrimonio del deudor, considerado como prenda común de los acreedores; es
contencioso porque puede ser demandado por los acreedores.

3. Presupuestos. La quiebra, como procedimiento de ejecución colectiva, requiere la coincidencia


de 4 elementos: la condición de comerciante del deudor; la cesación de pagos; la naturaleza
mercantil de las obligaciones exigibles y que el comerciante no esté en situación de atraso.

Artículo 914. El comerciante que no estando en estado de atraso, según el Título


anterior, cese en el pago de sus obligaciones mercantiles, se halla en estado de quiebra.
El comerciante no puede intentar el beneficio de la cesión de bienes.

El comerciante no puede intentar el beneficio de cesión de bienes; la quiebra es aplicable al


comerciante que se encuentra en cesación de pagos y al que no le es posible conceder el
beneficio del atraso. Los requisitos o presupuestos son los siguientes:

a) Cualidad de comerciante del deudor (presupuesto subjetivo): este requisito se infiere


del propio texto legal; la quiebra sólo se aplica a los comerciantes individuales y todas las
sociedades mercantiles. En cuanto al comerciante individual, se refiere al corredor y al
comisionista.

Artículo 2. Son actos de comercio, ya de parte de todos los contratantes, ya de parte de


algunos de ellos solamente:
15. Las operaciones de corretaje en materia mercantil.

Artículo 66. Los corredores son agentes de comercio que dispensan su mediación a los
comerciantes para facilitarles la conclusión de sus contratos.

Artículo 2. Son actos de comercio, ya de parte de todos los contratantes, ya de parte de


algunos de ellos solamente:
4. La comisión y el mandato comercial.
23

Artículo 376. Comisionista es el que ejerce actos de comercio en su propio nombre por
cuenta de un comitente.

No es necesario que el comerciante esté activo puesto que se puede aplicar al comerciante
retirado, dentro de los 5 años posteriores al retiro, siempre que la cesación de pagos hubiera
tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio o durante el año siguiente, a causa de
deudas relativas al mismo ejercicio; puede también ser declarada después de la muerte del
comerciante retirado, pero sólo dentro del año siguiente a la muerte. También puede ser declarada
la quiebra al comerciante que hubiere fallecido en estado de cesación de pagos, siempre que sea
pedida o pronunciada dentro de los 3 meses siguientes a su muerte. Solicitada dentro de este
tiempo, puede ser declarada aún después de la muerte, quedando separados los bienes del
difunto de los de sus herederos (Morles).

Artículo 929. Puede declararse la quiebra de un comerciante que hubiere fallecido en


estado de cesación de sus pagos; pero no puede ser pedida ni pronunciada de oficio sino
dentro de los tres meses siguientes a su muerte.
Solicitada dentro de este tiempo, puede ser declarada aun después de él. Por la
declaración de quiebra, los bienes del difunto quedan separados de los de sus herederos.

Artículo 930. La quiebra de un comerciante retirado del comercio puede ser declarada;
pero sólo dentro de los cinco años posteriores al retiro, con tal que la cesación de pagos
haya tenido lugar durante el tiempo en que ejerció el comercio, o bien durante el año
siguiente, a causa de deudas relativas al mismo ejercicio.
Puede también ser declarada después de la muerte del comerciante retirado; pero sólo
dentro del año siguiente a la muerte.

Por excepción, los no comerciantes pueden verse afectados por el fenómeno de la


extensión de la quiebra; tal es el caso de los socios solidarios de la Sociedad en Nombre
Colectivo, cuyo patrimonio queda sometido a concurso junto con el patrimonio de la sociedad.
Distinto sucede con los administradores y promotores de la Sociedad Anónima o de
Responsabilidad Limitada; su patrimonio no es sometido a concurso (Morles).

Artículo 954. Cuando la quiebra fuere de compañía, en que haya socios solidariamente
responsables, se pondrán los sellos no solamente en los establecimientos mercantiles
sino también en el domicilio de cada uno de ellos pero sin incluir los vestidos y el menaje
necesario para el uso del socio y su familia.

Artículo 1.026. Cuando la quiebra de una compañía, los acreedores podrán celebrar
convenio con uno o algunos de los socios solamente. En este caso, el activo social
continuará sometido al régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios
beneficiados serán separados de él para cumplir el convenio con ellos exclusivamente.
Puede también convenirse en que la parte proporcional del activo que según el contrato
social correspondería a los socios con quienes se hace el convenio, en caso de
separación, se una a los bienes particulares de los beneficiados, con tal que tomen éstos
a su cargo la parte proporcional de deudas que les tocaría. En tal caso sólo continuará
sometido al régimen de la quiebra el resto del activo y del pasivo. La distribución se hará
entonces por arreglo entre el síndico y los socios beneficiados y necesitará la aprobación
del Juez, oídos los socios no beneficiados.
24

Los socios favorecidos con el convenio quedan libres para con los acreedores de los
efectos de la solidaridad por las deudas sociales, respondiendo sólo del pasivo que
tomaren a su cargo.
El cónyuge, los ascendientes y descendientes del fallido no sufren los efectos civiles o
penales de la quiebra. El cónyuge tiene el derecho de proceder, en caso de quiebra, como si se
tratara de disolución y liquidación de la sociedad conyugal (Morles).

Artículo 922. El cónyuge, los descendientes y ascendientes, consanguíneos o afines del


fallido, que a sabiendas hubieren sustraído u ocultado bienes pertenecientes a la quiebra,
sin haber obrado en complicidad con el fallido, serán castigados como reos de hurto.

Artículo 939. Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los
que le corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad
conyugal, y podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se
tratara de disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán
presentes los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.

Algunas personas carecen de legitimidad activa para solicitar la quiebra del fallido, tal es el
caso del socio comanditario, que no puede pedir la quiebra de la sociedad a que pertenece, a
menos que fuese acreedor. Tampoco puede solicitarla el acreedor por créditos no mercantiles.

Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
solicitarla sino a condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas
mercantiles.
El socio comanditario no puede pedir la declaración de quiebra de la sociedad a que
pertenece, pero si fuere acreedor podrá provocarla con este carácter.
Los descendientes, ascendientes o cónyuge del deudor no pueden tampoco demandar
que se le declare en quiebra.

b) La cesación de pagos (presupuesto objetivo): que el comerciante haya cesado en el


pago de sus obligaciones mercantiles. El estado de cesación de pagos es el fundamento
poderoso para dar inicio al proceso concursal de quiebra. Cesación de pagos de
obligaciones de naturaleza exigible y vencidas; impotencia patrimonial definitiva e
irreversible, insolvencia del deudor. Como el pasivo es mayor que el activo, da origen a una
cesación de pagos, que es un fenómeno económico indispensablemente preexistente a la
declaración de quiebra, que se refleja por hechos exteriores: confesión que haga el deudor,
solicitud de quiebra, solicitud de préstamos a prestamistas particulares, remate de sus
bienes, la fuga del deudor, el cierre de la oficina, ocultamiento, etc. Desde mediados de los
años 70, la doctrina venezolana ha asumido la concepción amplia, según la cual, la
cesación de pagos es un estado de hecho, un fenómeno económico, estado del patrimonio
de una persona que se encuentra impotente para satisfacer las deudas a su vencimiento
(estado patrimonial de impotencia).
c) La naturaleza mercantil de las obligaciones exigibles: la cesación de pagos debe
referirse a las obligaciones mercantiles del deudor.

Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
25

solicitarla sino a condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas


mercantiles.

4. Clasificación de la Quiebra. La cesación de pagos puede provenir por diferentes causas; caso
fortuito, negligencia, impericia, acción fraudulenta, etc.; por lo que la quiebra se puede clasificar en
fortuita, culpable y fraudulenta.

Artículo 915. Hay tres especies de quiebras: fortuita, culpable y fraudulenta. Quiebra
fortuita, es la que proviene de casos fortuitos o de fuerza mayor que conducen al
comerciante a la cesación de sus pagos y a la imposibilidad de continuar sus negocios.
Quiebra culpable, es la ocasionada por una conducta imprudente o disipada de parte del
fallido. Quiebra fraudulenta, es aquella en que ocurren actos fraudulentos del fallido para
perjudicar a sus acreedores.

a) Fortuita o casual: resulta de causas o circunstancias ajenas a la voluntad o propósito de


su actor, de quien debe poder decirse, además, que ha actuado con mesura y prudencia en la
gestión de sus negocios. Proviene de caso fortuito, fuerza mayor, acontecimientos ajenos a la
voluntad del deudor: enfermedad, incendio, crisis económica en el país; aunque él haya realizado
una buena administración. Se trata de hechos que no ha podido prever y, aunque los hubiera
previsto, no los ha podido evitar.
b) Culpable: se origina de la negligencia o culpa del deudor; el comerciante no ha prestado
la debida diligencia en sus negocios; es la quiebra ocasionada por una conducta imprudente o
disipada de parte del fallido. El deudor actúa incurriendo en gastos desmesurados, especulaciones
ruinosas, abandono de atención de los negocios o por entregarse a los juegos de azar o incurrir en
cualquier otro tipo de imprudencia o negligencia manifiesta.
El legislador integró en dos grupos algunas de las circunstancias que provocan la quiebra
culpable: las absolutas que no admiten prueba en contrario y las relativas que sí la admiten.

Las circunstancias que no admiten prueba en contrario están establecidas en el


siguiente artículo:

Artículo 916. Será declarada culpable la quiebra:


1. Si los gastos personales y domésticos del fallido, hubieren sido excesivos (se debe
comparar el volumen de los gastos con el tipo de empresa).
2. Si el fallido hubiere perdido sumas considerables al juego, en operaciones ficticias de
Bolsa u otras de puro azar (pueden calificarse de actos dolosos).
3. Si hubiere hecho compras para vender a menor precio del corriente o contraído
obligaciones exorbitantes, u ocurrido a otros medios ruinosos para procurarse fondos,
cuando por el estatuto de sus negocios debía conocer que tales operaciones sólo podían
retardar la declaración de quiebra (conducta imprudente, el deudor hace más de lo que
debe; hay un acto dañoso e ilícito).
4. Si después de haber cesado en sus pagos hubiere pagado a algún acreedor con
perjuicio de los demás (aquí hay dolo).

Las circunstancias relativas, que sí admiten prueba en contrario son:

Artículo 917. Podrá ser declarado culpable la quiebra:


26

1. Si el fallido hubiere prestado fianzas, o contraído por cuenta ajenas obligaciones


excesivas, atendida su situación, sin tomar valores equivalentes en garantía de su
responsabilidad.
2. Si hubiere incurrido en nueva quiebra sin haber cumplido el convenio de la anterior.
3. Si no hubiere hecho asentar en el registro de comercio los documentos de que trata el
artículo 19.
4. Si no hiciere al Tribunal de Comercio la declaración de su quiebra, según lo prescrito
en el artículo 925.
5. Si no se presentaré al Síndico o al Juez, en los casos en que la ley lo dispone.
6. Si no hubiere llevado libros de contabilidad o de correspondencia, o no conservara la
correspondencia que se le hubiere dirigido, o no hubiere hecho inventario, o si sus libros y
correspondencia estuvieron incompletos o defectuosos, o no apareciere de ellos el
verdadero estado de sus negocios, sin que haya fraude.

c) Fraudulenta: se caracteriza por el dolo o el fraude, busca alterar los resultados de la


liquidación; la ley señala taxativamente la intención de defraudar a la masa. El deudor simula
deudas, enajenaciones, gastos o pérdidas o sustrae o oculta bienes que pertenezcan a la masa o
concede ventajas indebidas a uno u otro acreedor.

Artículo 918. Será declarada fraudulenta la quiebra, si el quebrado ha ocultado,


falsificado o mutilado sus libros, o sustraído u ocultado el todo o parte de sus bienes, o si
por sus libros o apuntes, o por documentos públicos o privados, se ha reconocido
fraudulentamente deudor de cantidades que no debe.

Artículo 920. En el caso de quiebra de una sociedad por acciones o de responsabilidad


limitada los proponentes y los administradores serán penados como quebrados culpables,
si por su culpa no se han observado las formalidades establecidas en las Secciones II, VI
y VII del Título VII del Libro I de este Código, o si por culpa suya ha ocurrido la quiebra de
la sociedad.
Y serán penados como quebrados fraudulentos:
1. Cuando dolosamente hayan omitido la publicación del contrato de sociedad del modo
establecido por la Ley,
2. Cuando hayan declarado falsamente el capital suscrito o enterado en caja.
3. Cuando hayan pagado dividendos de utilidades que manifiestamente no existían y han
disminuido con esto el capital social.
4. Cuando dolosamente hayan tomado mayores sumas de las que les asigna el contrato
social.
5. Los que con dolo o por consecuencia de operaciones fraudulentas hayan ocasionado la
quiebra de la sociedad.

Las quiebras culpables y fraudulentas son de Derecho Penal, el Juez natural es el Juez
penal. Si el Juez mercantil considera que puede haber quiebra culpable o fraudulenta, remitirá el
caso a la Fiscalía, pero es el Juez penal el que califica la quiebra; el Juez mercantil declara la
quiebra, pero la calificación le corresponde al Juez penal.

5. Procedimiento para la Declaración de Quiebra.


a) Competencia: es importante determinar la competencia del Tribunal debido a que se trata de
un juicio universal; Juez de Comercio del domicilio mercantil del fallido.
27

b) Solicitud: en el Derecho Concursal venezolano no existe la quiebra promovida de oficio por


el Juez, por lo tanto, el procedimiento puede iniciarse a solicitud del deudor o por demanda de los
acreedores.

b.1) A solicitud del deudor:

Artículo 925. Todo comerciante que se halle en estado de quiebra debe hacer por escrito
la manifestación de ella ante el Juez de Comercio de su domicilio mercantil, dentro de los
tres días siguientes a la cesación de sus pagos.
En caso de quiebra de una sociedad en nombre colectivo, o en comandita, la
manifestación contendrá el nombre y domicilio de cada uno de los socios solidarios y los
de los comanditarios que no hayan entregado todo su capital.
En caso de quiebra de una sociedad anónima o de una sociedad de responsabilidad
limitada, la solicitarán sus administradores, los cuales estarán obligados a comparecer
ante el Tribunal y ante el síndico, siempre que sean requeridos.
El Secretario anotará en el escrito la fecha de su presentación.

“La ley impone severamente al comerciante este deber. Resulta ser una obligación del
fallido, consagrada en interés público. Desde el punto de vista del derecho adjetivo conforma una
excepción, ya que no es dado el ejercicio de una acción por parte del sujeto pasivo de la misma.
Sin embargo, mediante ella el deudor (quebrado) hace valer su derecho a la ejecución colectiva en
oposición a la ejecución individual” (Pisani). El fallido puede retirar su solicitud antes de que la
quiebra sea decretada.
Dentro de los 3 días siguientes a la cesación en sus pagos, el comerciante debe hacer por
escrito la manifestación de su quiebra ante el Juez de Comercio, acompañado de un balance
general o una exposición razonada de las causas que impiden su presentación, así como una
exposición razonada de las causas de la quiebra. El escrito debe ser presentado ante el Juez de
Comercio del domicilio mercantil del fallido (lugar del asiento principal de sus negocios e
intereses); en el caso de sociedades, en el lugar que indique el documento constitutivo.

Artículo 927. El balance contendrá la relación y valores de todos los bienes, muebles e
inmuebles, y estados demostrativos, con la debida separación de todos los débitos y
créditos, de los gastos y de las ganancias y pérdidas.
Los estados de gastos y de ganancias y pérdidas contendrán los de los diez años
anteriores a la quiebra.

Si se trata de la quiebra de una Sociedad en Nombre Colectivo o en Comandita, deben


firmar la solicitud todos los socios solidarios presentes en el lugar. Si se trata de una Sociedad
Anónima o de una Sociedad de Responsabilidad Limitada, la manifestación debe ser hecha por
sus administradores. El artículo 925 le da un lapso perentorio para declarar al Tribunal la cesación
de los pagos y que ésta es de obligaciones mercantiles.

Artículo 925. En caso de quiebra de una sociedad anónima o de una sociedad de


responsabilidad limitada, la solicitarán sus administradores, los cuales estarán obligados a
comparecer ante el Tribunal y ante el síndico, siempre que sean requeridos.
El Secretario anotará en el escrito la fecha de su presentación.
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b.2) Por demanda de los acreedores: todo acreedor tiene derecho a pedir la declaratoria
de quiebra de un comerciante que se encuentre en cesación de pagos, derecho que ejerce
mediante la acción de declaratoria de quiebra.

Artículo 932. Los acreedores que pidan la declaratoria de quiebra lo harán mediante
demanda en que expliquen todos los hechos y circunstancias constitutivas de la
cesación de los pagos.

El estado de quiebra no surte efectos hasta tanto haya una declaratoria judicial. Puede
pedirla cualquier acreedor mercantil, aún aquéllos cuyos créditos no sean exigibles porque éste es
un procedimiento de excepción que tiene como fundamento la insolvencia del deudor, siempre que
el demandante compruebe la cesación de pago de las obligaciones mercantiles.

Artículo 931. Los acreedores pueden provocar la declaración de quiebra aun cuando sus
créditos no sean exigibles. Los acreedores por créditos no mercantiles no pueden
solicitarla sino a condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas
mercantiles.

Se discute si los acreedores privilegiados pueden demandar la quiebra; a este respecto, los
autores tienen tres posiciones diversas; dos categóricas (afirmativa y negativa), y una ecléctica:
1ª) Afirmativa: el interés subsiste entretanto no se verifique el remate que dirá en definitiva
al acreedor si el bien dado en garantía cubre totalmente su acreencia; mientras exista interés hay
acción (teoría procesal del interés).
2ª) Negativa: rechaza la posibilidad de que el acreedor privilegiado pueda demandar la
quiebra, porque la finalidad de este procedimiento es asegurar a los acreedores el cobro, a
prorrata de la masa de la quiebra y que el acreedor con privilegio tiene una seguridad mayor por
su garantía.
3ª) Ecléctica: sólo cuando la garantía sea insuficiente, y por tanto no alcance a cubrir la
acreencia, podrá dicho acreedor privilegiado instar el procedimiento (Pisani).
Ciertas categorías de acreedores están excluidos de intentar la acción: (a) el socio
comanditario, en su condición de socio, no puede solicitar la quiebra debido al affectio societatis;
sólo puede hacerlo cuando se presente con cualidad de acreedor y (b) los descendientes,
ascendientes y cónyuge del deudor, en su condición de acreedores, debido a que se quiere
proteger la unidad familiar.

Artículo 931. El socio comanditario no puede pedir la declaración de quiebra de la


sociedad a que pertenece, pero si fuere acreedor podrá provocarla con este carácter.
Los descendientes, ascendientes o cónyuge del deudor no pueden tampoco demandar
que se le declare en quiebra.

6. Quiebra de Oficio: existen normas contradictorias; por un lado parece haber sido establecido
de manera general por el legislador en el Artículo 928 del Código, pero esta idea se desvanece
rápidamente en el Artículo 938.

Artículo 928. La declaración formal de estado de quiebra, cuando el pasivo excediere de


diez mil bolívares, se hará por el Juez de Comercio, si ha lugar, en virtud de la
manifestación del fallido, a solicitud de alguno de sus acreedores o de oficio. Si no
29

excediera de diez mil bolívares, la hará el Juez del Distrito competente, conforme al
artículo 907.

Artículo 938. No podrá hacerse de oficio la declaración de quiebra, pero cuando el


deudor se fugare o se ocultare, dejando cerrados sus escritorios o almacenes sin dejar
persona que administre sus negocios y dé cumplimiento a sus obligaciones, el Juez podrá
de oficio, o a solicitud de parte, ordenar la posición de sellos, la formación del inventario u
otras medidas de precaución que estime conducentes.
En los lugares en donde no hubiere Juez de Comercio o de Primera Instancia en lo Civil,
el Juez de Distrito o el de Parroquia efectuará la posición de sellos dando cuenta al Juez
de Comercio o de Primera Instancia en lo Civil, a quien competa, dictar las demás
providencias del caso.

Ante esta contradicción se ha querido argumentar que el legislador no quería consagrar la


quiebra de oficio en nuestro Código de Comercio. La doctrina dice que este tipo de quiebra no
procede sino en ciertos casos de manera excepcional, en casos establecidos por el legislador. El
Juez, de oficio, puede realizar ciertos actos conservatorios.

7. Contenido del Libelo. Los acreedores tienen que explicar en la demanda los hechos y
circunstancias constitutivas de la cesación de pagos; obligaciones vencidas, exigibles y de
carácter mercantil; tiene todos los componentes de una demanda.

Artículo 932. Los acreedores que pidan la declaratoria de quiebra lo harán mediante
demanda en que expliquen todos los hechos y circunstancias constitutivas de la cesación
de los pagos.

El Juez va a dictar un auto admitiendo o negando la solicitud; si la admite, puede dictar


medidas preventivas de carácter facultativo:

Al introducirse la demanda y en vista de los recaudos que la acompañe, podrá el Juez


disponer como medida preventiva, la ocupación judicial de todos los bienes del
demandado, sus libros, correspondencia y documentos, nombrando un depositario de
dichos bienes y papeles. También podrá prohibir que se le hagan pagos y se le entreguen
mercancías. Estas medidas se publicarán de igual manera que el auto declaratorio de la
quiebra. Contra ellas no se oirá apelación sino en un solo efecto.

Estas medidas deberán ser obligatorias si el demandado elude la citación:

Las mismas medidas se dictarán necesariamente si apareciera que el demandado elude


la citación.

8. Contestación de la Demanda. Luego de incoada la demanda por los acreedores, el


procedimiento sigue con la citación del deudor; la compulsa contendrá la orden de comparecencia
a la hora que se fije del 5º día, es decir, a los 5 días siguientes a la citación. Llegado el día y la
hora, el demandado debe contestar a la demanda, pudiendo oponer en el mismo acto, las
excepciones y defensas que él considere pertinentes. Puede proponer la declinatoria de
jurisdicción del Tribunal de la causa; que el demandante no tiene el carácter de acreedor que se le
atribuye; que el apoderado del demandante no tiene las cualidades para ejercer el poder en el
30

juicio; que él no tiene carácter de comerciante; que no ha incurrido en cesación de pagos que se le
imputa, etc.

Artículo 933. De la demanda en declaración de quiebra se pasará copia certificada al


demandado con la orden de comparecencia a la hora que se fije del quinto día.
En la oportunidad fijada se oirá la contestación del demandado, en la cual sólo podrá
oponer las siguientes excepciones y defensas:
1. Declinatoria de la jurisdicción del Tribunal ante el cual se haya propuesto la demanda
por incompetencia de éste, por alegarse que corresponde a otro Juez el conocimiento de
la demanda de quiebra
2. No tener el demandante el carácter que se atribuye de acreedor del demandado, o no
tener el apoderado del demandante la representación que se atribuye, o carecer de las
cualidades necesarias para ejercer poderes en juicio.
3. No tener el demandado el carácter de comerciante que se lo atribuye.
4. No hallarse el demandado en estado de quiebra porque no haya incurrido en la
cesación de pagos que se le atribuye.
Aunque el demandado quiera alegar varias de las excepciones o defensas que se dejan
indicadas, debe proponerlos todas conjuntamente.
Puede también el demandado acogerse en esa oportunidad el beneficio de atraso si
sostuviere que debe acordársele.

Si es declarada con lugar la declinatoria de jurisdicción, no se examinarán las demás para


que lo haga el Juez competente. Deben oponerse todas las excepciones que sean procedentes en
el mismo acto de la contestación de la demanda; dichas excepciones no tienen contestación. La
declaratoria con lugar de las defensas citadas en los numerales 3, 4 y 5 produce el efecto de la
improcedencia de la quiebra (Pisani).

9. Pruebas. El Juez debe abrir una articulación probatoria por 8 días sin término de la distancia,
dentro de la cual las partes promoverán las pruebas a bien, las cuales se evacuarán en el mismo
término sin prorrogarlo, aunque no hubiera tiempo para despacharlas todas.

Artículo 934. Cuando el demandado se acogiere al beneficio de atraso se seguirá el


procedimiento indicado en los artículos 898 y siguientes del Título anterior. En los demás
casos del artículo precedente el Juez abrirá una articulación por ocho, días sin término de
distancia, dentro de la cual las partes promoverán las pruebas que tengan a bien, las
cuales se evacuarán en el mismo término sin prorrogarlo, aunque no hubiere tiempo para
despacharlas todas.
En el último día de la articulación, puede cualquiera de las partes pedir que el asunto se
decida con asociados y el Tribunal fijará una hora de la segunda audiencia para proceder
a su elección, absteniéndose mientras tanto de comentar la relación de la articulación.
A la hora fijada concurrirán las partes siguiéndose en lo demás las reglas del Código de
Procedimiento Civil sobre nombramiento de asociados, con la diferencia de que los
candidatos para asociados pueden ser comerciantes que reúnan las condiciones que
pauta el artículo 1.083 del presente Código.

En el primer aparte de este artículo se establece la posibilidad de que cualquiera de las


partes pida que el asunto se decida con Jueces asociados, conformados por el Juez natural que
junto a otros 2 jueces, deciden la causa. El juez fija el día y la hora de la segunda audiencia para
31

que las partes comparezcan, cada una con una terna de 3 candidatos, se intercambian las listas
entre las partes y cada una de ellas elige uno de los tres candidatos que propuso la contraparte; el
Juez no tiene la alternativa de negarse a esta elección. Estos jueces asociados pueden ser
comerciantes.

10. Sentencia. Si el Juez declara procedente la quiebra, debe fijar la fecha de la cesación de
pagos en la propia sentencia o en auto separado; no puede retrotraerla por más de 2 años (más
10 días). Esta fijación no es obligatoria, ya que este silencio lo cubre el legislador.

Artículo 936. Si se decidiese que no hay lugar a la declaratoria de quiebra, se oirá


apelación en ambos efectos al acreedor demandante.
Si se declara la quiebra, sólo se oirá apelación en un solo efecto al fallido.
En este caso, la sentencia fijará la época en que principió la cesación de los pagos, o se
reservará fijarla por auto separado; pero en ningún caso podrá retrotraerla por más de dos
años.
A falta de fijación especial se entenderá que la cesación de los pagos principió en la
misma fecha de la declaración de quiebra, o en el día de la muerte del deudor en el caso
del artículo 929.

De la sentencia que declara la quiebra puede apelar el fallido y es oída en un solo efecto;
los acreedores pueden apelar si es declarada sin lugar (en 2 efectos).

10.1. Contenido:

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


1. El nombramiento de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante.
2. La orden de ocupar judicialmente todos los bienes del fallido, sus libros,
correspondencia y documentos.
3. La orden de que las cartas y telegramas dirigidos al fallido sean entregados a los
síndicos.
4. La prohibición de pagar y de entregar mercancías al fallido, so pena de nulidad en los
pagos y entregas, y orden a las personas que tengan bienes o papeles pertenecientes al
fallido para que los pongan dentro del tercer día a disposición del Tribunal de Comercio,
so pena de ser tenidos por ocultores o cómplices de la quiebra.
5. La orden de que se convoque a los acreedores presentes para que concurran con los
documentos justificativos de sus créditos, a la primera junta general, que tendrá lugar el
día y hora que se designará dentro de los quince días inmediatos.
6. La orden de que se haga saber a los acreedores residentes en la República que dentro
del término que se les designará, concurrir con los documentos justificativos de su crédito
bajo apercibimiento de continuarse los procedimientos de la quiebra sin volverse a citar
ningún ausente.
7. La orden de hacer saber a los acreedores que se hallen fuera de la República la
declaración de quiebra y el término dentro del cual deben ocurrir con los documentos
justificativos de sus créditos, bajo el apercibimiento dicho en el número anterior.
8. La orden de que se publiquen la declaratoria de quiebra y la prohibición orden de
entrega de que se habla en el número 4 de este artículo.
32

9. La orden de remitir inmediatamente copia de lo conducente el Juez competente,


cuando aparezca alguna circunstancia que amerite procedimiento criminal.
Lo mismo se practicará en cualquier estado de la causa en que aparezcan las expresadas
circunstancias.
Cuando la sentencia declaratoria de quiebra la dictaren los Tribunales Superiores, se
pasarán inmediatamente los autos al8 Juez de Comercio o quien haga sus veces para
que la ejecute

10.2) Naturaleza jurídica: es constitutiva de un nuevo estado; la doctrina ha establecido que


tiene dos fases: una declarativa y la otra constitutiva; tiene carácter constitutivo-declarativo.
10.3) Características:
 Dictada por un Juez competente por la cuantía.
 Es provisionalmente ejecutiva porque es apelable.
 Es oponible a todos.

11. Importancia de la Fijación de la Fecha de Cesación de Pagos: a la declaratoria de quiebra


le suele preceder una situación de quiebra de hecho; el comerciante sabe que está quebrado y
trata de salvar algunos bienes para uso personal o de su familia a través de ventas simuladas,
constitución de garantías reales a acreedores quirografarios para convertirlos en privilegiados,
paga algunas obligaciones que aún no están vencidas, etc. Esta actitud del deudor perjudica a sus
acreedores y vulnera el principio de igualdad, y es por ello que se han establecido acciones
restitutorias tendentes a reintegrar a la masa de la quiebra todos aquellos bienes que el deudor
tenía cuando comenzó la cesación de pagos. Los efectos de la declaratoria de quiebra arrancan
desde la fecha de la cesación de pagos, el comerciante es considerado en estado de quiebra y
cualquier acto es nulo.

12. Sistema Venezolano. El sistema venezolano de retroacción tiene carácter mixto. Por una
parte, el Artículo 945 consagra el principio de la retroacción absoluta al declarar nulos y sin efecto
respecto de los acreedores del concurso todos los actos de administración enumerados en dicha
disposición. Por su parte. El Artículo 946 consagra el principio de la retroacción relativa, al
establecer un sistema de impugnación de determinados actos que podrán ser anulados por el
Juez (Morles).

Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
de bienes muebles o inmuebles a título gratuito. Las hipotecas convencionales o
judiciales, derechos de anticresis, prenda y cualquier privilegió o causa de preferencia en
el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con anterioridad a los
diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido. Los pagos de deudas de plazo vencido, que
fueren hechos de otra manera que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era pagadera en efectivo.

Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
33

del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.

Tema 19. El Síndico. De conformidad con la ley, es el sujeto designado por el Juez de la quiebra
para conserve, administre y liquide el patrimonio del fallido (Pisani).

Artículo 972. Los síndicos representan la masa de acreedores, activa y pasivamente, en


juicio y fuera de él; administran los bienes concursados, practicando todas las diligencias
conducentes a la seguridad de los derechos y recaudación de los haberes de la quiebra y
liquidan éste, según las disposiciones del presente Código.

1. Funciones o Atribuciones del Síndico:


 Representar la masa de acreedores activa y pasivamente (Artículo 972).
 Administrar los bienes del fallido (bienes concursados).
 Recuperación de las cosas en poder de terceros.
 Liquidar la quiebra.
 Procurar el cumplimiento del contenido de la sentencia declaratoria de quiebra y
proporcionar con tal fin los datos y noticias que suministren los libros y papeles del fallido.

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


1. El nombramiento de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante.
2. La orden de ocupar judicialmente todos los bienes del fallido, sus libros,
correspondencia y documentos.
3. La orden de que las cartas y telegramas dirigidos al fallido sean entregados a los
síndicos.
4. La prohibición de pagar y de entregar mercancías al fallido, so pena de nulidad en los
pagos y entregas, y orden a las personas que tengan bienes o papeles pertenecientes al
fallido para que los pongan dentro del tercer día a disposición del Tribunal de Comercio,
so pena de ser tenidos por ocultores o cómplices de la quiebra.
5. La orden de que se convoque a los acreedores presentes para que concurran con los
documentos justificativos de sus créditos, a la primera junta general, que tendrá lugar el
día y hora que se designará dentro de los quince días inmediatos.
6. La orden de que se haga saber a los acreedores residentes en la República que dentro
del término que se les designará, concurrir con los documentos justificativos de su crédito
bajo apercibimiento de continuarse los procedimientos de la quiebra sin volverse a citar
ningún ausente.
7. La orden de hacer saber a los acreedores que se hallen fuera de la República la
declaración de quiebra y el término dentro del cual deben ocurrir con los documentos
justificativos de sus créditos, bajo el apercibimiento dicho en el número anterior.
8. La orden de que se publiquen la declaratoria de quiebra y la prohibición orden de
entrega de que se habla en el número 4 de este artículo.
9. La orden de remitir inmediatamente copia de lo conducente el Juez competente,
cuando aparezca alguna circunstancia que amerite procedimiento criminal.
34

Artículo 973. Procurarán el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el artículo


937, y proporcionarán con tal fin los datos y noticias que suministren los libros y papeles
del fallido.

 Prestar juramento, ante el Juez, de desempeñar sus funciones bien y fielmente; sin esta
formalidad no pueden entrar en el ejercicio de sus funciones.
Artículo 971. Los síndicos no pueden entrar en el ejercicio de sus funciones sin haber
prestado ante el Juez, juramento de desempeñarlas bien y fielmente.

 Procurar que se efectúe la fijación de sellos, si ésta no se hubiere hecho y cuidar de su


conservación.

Artículo 974. Si la fijación de los sellos no se hubiere hecho antes de su aceptación, los
síndicos procurarán que se efectúe y cuidarán de su conservación.

 Vender los bienes que están en riesgo de perderse o deteriorarse, previa autorización del
Juez (ventas globales).

Artículo 975. Venderán los efectos que estén en riesgo de perderse o deteriorarse, o
cuya conservación sea dispendiosa, previa la autorización del Juez, quien al acordaría
determinará la forma en que deba hacerse la venta. De la resolución del Juez puede
apelarse ante el Tribunal Superior.

 Hacer el inventario, acompañado del fallido o de un delegado suyo y por otrop fdelegado
que designen los 3 acreedores de mayor suma residentes en la localidad. A falta de los
delegados, el Síndico se acompañará de 2 empleados de casas de comercio bien
reputadas.

Artículo 957. El inventario se escribirá por duplicado y contendrá la descripción


especificada, del dinero, letras de cambio, billetes, mercancías con distinción de marcas,
número, peso y medida, de los demás bienes muebles e inmuebles y demás papeles de
interés y el justiprecio de los bienes hecho por el síndico, quien al efecto podrá
acompañarse de las personas que eligiere, de acuerdo con el Juez de Comercio y los tres
principales acreedores de la localidad.
Si no se conocieron éstos, la elección se hará de acuerdo con el acreedor o acreedores
demandantes de la quiebra. En uno u otro caso el día de la elección se fijará y se
notificará previamente y a los acreedores.
También se hará mención de los objetos no sellados, de conformidad con el artículo 952.
Concluido el inventario y firmado por todos los intervinientes, el Juez entregará al síndico
todos los bienes inventariados y éste pondrá su recibo al pie de cada uno de los dos
ejemplares, conservando uno de éstos; el otro se agregará al expediente de quiebra.

 Terminado el inventario y previa autorización del Juez, pueden vender mercancías y otros
bienes oyendo previamente al fallido y a los síndicos sobre la necesidad de la venta.

Artículo 976. Después de terminado el inventario, puede el Juez autorizar a los síndicos
para vender las mercancías y otros efectos muebles, oyendo previamente a los síndicos y
35

al fallido, si estuviese presente, sobre la necesidad de la venta y sobre los medios de


proceder a ella, los cuales determinará el Juez al dar la autorización.

 Pedir rendición de cuentas a los síndicos provisionales.

Artículo 977. Los síndicos definitivamente nombrados, si fueren otros que los
provisionales, exigirán que éstos rindan cuenta de su administración a la mayor brevedad.
 Pedir al fallido que le aclare dudas.

Artículo 978. Si el fallido estuviera en libertad, podrán los síndicos emplearlo para facilitar
y aclarar los negocios de la quiebra, proponiendo al Juez el salario moderado que pueda
asignársela por sus servicios.

 Abrir las cartas dirigidas al fallido, previo aviso a éste si está presente.

Artículo 979. Los síndicos recibirán y abrirán las cartas dirigidas al fallido, el cual, si
estuviera presente, será avisado previamente por los síndicos. Estos entregarán al fallido
las cartas y telegramas que no interesen a la quiebra, guardando sobre su contenido el
más secreto.

 Presentar el balance si el fallido no lo hubiera hecho; si ha sido presentado, lo revisarán y


rectificarán.

Artículo 980. Si el fallido no hubiere presentado el balance, los síndicos procederán sin
dilación a formarlo por lo que resulte de los libros y papeles del fallido y de los informes
que procurarán obtener.
El Juez, de oficio o a solicitud de los síndicos, podrá examinar bajo juramento al fallido, a
sus dependientes o empleados y a cualquiera otra persona para la formación del balance,
sobre las causas y circunstancias de la quiebra, o demás que interese al juicio.
Si el balance hubiere sido presentado, los síndicos lo examinarán y si hubiere lugar, lo
rectificarán o adicionarán.
El balance así formado o rectificado, se agregará al expediente de quiebra.

 Citar al fallido para examinar los libros y aclarar dudas.

Artículo 981. Los síndicos harán citar al fallido para examinar los libros y cerrarlos; para
aclarar las dudas que ocurran en su examen y para la formación del balance.

 Los síndicos definitivos, dentro de los 15 días siguientes a su juramentación, presentarán al


Juez un informe escrito del estado de los negocios del fallido, y su opinión acerca de las
causas y circunstancias de la quiebra.

Artículo 982. Los síndicos definitivos, dentro de quince días después de juramentados,
informarán al Juez por escrito sobre el estado de los negocios del fallido y de sus libros,
expresando el juicio que formen acerca de su conducta, de las causas, circunstancias y
carácter de la quiebra.
36

 Asistir al acto en el cual el Juez acuerde provisionalmente para el fallido y su familia


socorros alimenticios

Artículo 951. El fallido podrá obtener provisionalmente para sí y para su familia, socorros
alimenticios sobre el activo de la quiebra, que serán regulados por el Juez con audiencia
de los síndicos. De la decisión del Juez podrá apelarse ante el Tribunal Superior.

 Comprometer en árbitros y transigir, con citación al fallido y la aprobación del Juez.


Artículo 983. Los síndicos podrán, con citación del fallido y aprobación del Juez,
comprometer en árbitros y transigir las cuestiones que interesen al concurso.

 Depositar en un banco, el último día de cada semana, lo recaudado por cobranzas y


ventas.

Artículo 984. El último día de cada semana, los síndicos depositarán en el instituto
bancario o casa de comercio de reconocida responsabilidad, que el Juez designará
previamente para depositar los fondos del concurso, todas las cantidades provenientes de
las cobranzas y ventas que hagan, previa deducción de las sumas que el Juez considere
necesarias para los gastos de administración; y no haciéndolo podrán ser destituidos,
respondiendo en todo caso del interés corriente sobre las sumas indebidamente
retenidas.
Los fondos depositados no podrán ser extraídos sino por los síndicos, con orden escrita
del Juez de Comercio.

 Entregar al Juez, cada 15 días, un estado de ingresos y egresos.

Artículo 985. Los síndicos pasarán al Juez cada quince días y siempre que él lo exija, un
estado del ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra

 Rendir cuentas al finalizar su ejercicio.

Artículo 989. En todo caso los síndicos salientes rendirán inmediatamente cuenta de su
administración.

2. Naturaleza Jurídica. Teorías. Burgos Villasmil, citado por Morles resume la controversia sobre
la naturaleza jurídica del Síndico en 3 teorías:
 Representante de la masa acreedora: pero no representa directamente al fallido y a los
acreedores, ni actúa en nombre de ellos en cuanto administra el patrimonio y lo liquida
como función en nombre propio por un interés público. Es un representante legal.
 Funcionario público: se ve como órgano del Estado investido para tutelar el patrimonio del
deudor en beneficio de los acreedores.
 Auxiliar de justicia: es un órgano de la quiebra con poderes complejos que opera en
interés de la justicia; es un auxiliar de la administración de justicia que actúa al lado del
Juez.

3. Nombramiento del Síndico. Corresponde al Tribunal. El Síndico provisional es designado por


el Juez en la propia sentencia declaratoria de la quiebra y el Síndico definitivo es ratificado como
tal en la Primera Junta de Acreedores.
37

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


1. El nombramiento de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante.

El Síndico provisional es el que va a llevar el proceso hasta la primera Junta de Acreedores,


en la cual el Juez consultará a los acreedores, entre otras cuestiones, sobre la continuación o no
del Síndico nombrado y la indicación del sustituto. En esta Junta, el Síndico provisional puede ser
sustituido y puede ser nombrado otro más. La elección del Síndico provisional es libre para el
Juez, mientras que en la Junta la consulta a los acreedores es obligatoria.
Artículo 967. Si en la primera reunión de acreedores de que trata el artículo 937 no
quedare acordada legalmente la liquidación por los acreedores, el Juez consultará a
éstos:
Sobre la continuación o no del síndico nombrado, o indicación del que haya de sustituirlo,
o bien el nombramiento de otro síndico más e indicación de quien deba ser. Los
designados deben ser abogados o comerciantes. Sobre la administración que convenga a
los bienes concursados. Sobre si autoriza o no a los síndicos para continuar el giro del
fallido. Sobre si se conceden o no alimentos al fallido y su familia y por cuánto tiempo.
La exposición de los acreedores se asentará en el expediente y enseguida el Juez elegirá
nuevos síndicos o conservará el existente.
Los nombrados en este acto lo serán definitivamente. Si se autorizase a los síndicos para
continuar el giro del fallido, se determinarán en el mismo acuerdo los objetos a que se
extienda la autorización, su duración y las sumas de que ellos puedan disponer para
atender a las operaciones del giro.

En todo caso, el nombramiento debe serle notificado al Síndico inmediatamente, y el


designado tiene un lapso de 24 horas para manifestar ante el Juez su aceptación o excusa. El
nombramiento de los Síndicos no tiene apelación.
3.1. Número de Síndicos: el Síndico provisional es generalmente 1 (Artículo 937, 1), pero los
definitivos pueden ser hasta 3. En la Primera Junta de Acreedores se puede autorizar la
designación de otro más (Artículo 967). Por su parte, el Artículo 969 prevé expresamente que
sean 2 ó más. En caso de que haya un solo Síndico, y éste se oponga al convenio, el Código
prevé la designación de otro provisional para la secuela de la oposición. También está prevista la
reducción del número de Síndicos en cualquier estado del proceso, cuando así lo exijan las
necesidades de la administración. Los Síndicos pueden renunciar por justa causa, pero no pueden
renunciar a sus funciones mientras no sean subrogados.

Artículo 969. Cuando hubiere dos o más síndicos, no podrán obrar sino colectivamente;
el Juez podrá, sin embargo, autorizar a alguno o algunos de ellos para determinadas
funciones y en tal caso, los así autorizados serán los únicos responsables de sus actos.

Artículo 986. En cualquier estado de la quiebra, el Juez podrá reducir el número de los
síndicos, si así lo exigieron las necesidades de la administración, pudiendo apelarse de su
decisión ante el Tribunal Superior. También podrá aumentarse su número hasta tres; pero
cuando haya de aumentarse o subrogarse uno o más síndicos definitivos, se consultará a
los acreedores reunidos en junta, procediéndose según lo prescrito en el artículo 967.

Artículo 1.019. Cuando no hubiere más que un síndico y éste fuere opuesto al convenio
se nombrará otro provisional para la secuela de la oposición.
38

3.2. Requisitos e Impedimentos para ser Síndico: tal como lo establece el Código, el Síndico
debe ser abogado o comerciante.

Artículo 932. El depositario debe reunir iguales condiciones que para ser síndico.

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


1. El nombramiento de un síndico que debe ser abogado, o que sea o haya sido
comerciante.
Artículo 967. Sobre la continuación o no del síndico nombrado, o indicación del que haya
de sustituirlo, o bien el nombramiento de otro síndico más e indicación de quien deba ser.
Los designados deben ser abogados o comerciantes.

No obstante, las pocas exigencias para ser Síndico, su designación no puede recaer en
cualquier persona; por lo tanto, la ley ha establecido ciertas prohibiciones:

Artículo 970. No pueden ser síndicos:


1. Los comerciantes menores de veintiún años.
2. Las mujeres, aun cuando sean comerciantes.
3. Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.
4. El cónyuge y los parientes del fallido hasta el cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad, aunque sean comerciantes.
5. Los acreedores cuyos créditos estén controvertidos.

La discriminación hacia la mujer fue declarada nula por la Corte Suprema de Justicia, en
una sentencia de fecha 04 de marzo de 1.965, por ser inconstitucional.

4. Responsabilidades. Por abuso en el desempeño de sus funciones puede ser removido a


solicitud del fallido, de los acreedores o de oficio por impericia, negligencia, fraude, colusión con el
fallido. Puede ser removido de su cargo si no deposita oportunamente todas las cantidades
provenientes de las cobranzas y ventas que haga, previa deducción de las cantidades necesarias
para los gastos de administración

6. Remuneración.

Artículo 990. Los síndicos, provisionales o definitivos, recibirán fa indemnización que fije
el Juez de Comercio, oyendo a los síndicos y a los acreedores en el término que el mismo
Juez determinará. La fijación de los honorarios será definitiva si no fuere apelada, en el
término legal, por los síndicos o por los acreedores que representen la mayoría de los
créditos.
Procedimiento análogo se seguirá para fijar los honorarios dé cualquiera persona que
tenga derecho a remuneración de los bienes de la quiebra.

Temas 20, 21, 22, 23 y 24. Efectos de la Quiebra respecto del fallido y de los Acreedores.

1. Efectos de la Sentencia de Quiebra contra el Fallido: la posición jurídica del deudor resulta
profundamente afectada tanto desde el punto de vista personal como desde el punto de vista
patrimonial.
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1.1. Efectos personales (en la Persona del Fallido): la declaratoria de quiebra crea un estado
especial para el fallido, en el sentido de que hay una limitación en su capacidad de obrar,
especialmente en cuanto al ejercicio de sus derechos en relación con los bienes, los cuales van a
pasar a formar la masa de la quiebra. Esta limitación se refleja en cuanto:
 Le está prohibido del ejercicio del comercio hasta tanto sea rehabilitado;

Artículo 941. El fallido no rehabilitado, además de lo dispuesto en los artículos 51 y 67,


no puede conservar ni reasumir la profesión de comerciante, salvo lo dispuesto en caso
de convenio.
 Se va ver privado de su condición de comerciante, adquiriendo el status de fallido;
 No puede ejercer ciertas funciones relacionadas con el comercio, como por ejemplo: no
puede ser corredor ni vendutero, no puede ser Síndico ni depositario; no puede entrar en la
Bolsa ni mucho menos ser miembro de ella, no puede ser Juez de Comercio; no puede ser
promotor, accionista, miembro de la junta directiva o presidente de Instituciones
Financieras, de Seguros o Reaseguros, ni miembro del Directorio de la Comisión Nacional
de Valores, NI Superintendente de Bancos, Presidente del Fondo de Depósitos y Garantías
Bancarias, etc.

Artículo 67. No pueden ejercer la correduría:


2. Los deudores fallidos no rehabilitados.

Artículo 970. No pueden ser síndicos:


3. Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.

Artículo 932. El depositario debe reunir iguales condiciones que para ser síndico.

Artículo 1.084. No pueden ser jueces ni asociados: Los comerciantes que hayan hecho
quiebra y no hayan obtenido su rehabilitación.

Artículo 51. No tienen entrada en el local de la Bolsa:


1. Los comerciantes fallidos no rehabilitados.

 Pierde la administración y disposición de sus bienes, pero no la propiedad.


 Experimenta una especie de capitis deminutio o incapacidad parcial porque puede realizar
ciertos actos jurídicos que no guardan relación con sus derechos profesionales mercantiles.

Artículo 940. La administración de que es privado el fallido pasa de derecho a la masa de


acreedores, representada por los síndicos. Con éstos se seguirá todo juicio civil relativo a
los bienes del fallido, sin perjuicio de que éste sea oído cuando el Juez o el Tribunal lo
creyere conveniente. Pero el fallido puede ejercitar por sí mismo todas las acciones que
exclusivamente se refieran a su persona, o que tengan por objeto derechos inherentes a
ella.

 Puede ser privado de libertad cuando aparecieren indicios de quiebra fraudulenta o


culpable.
40

Artículo 949. Desde que se declare la quiebra, y en cualquier estado de la causa, el Juez
podrá acordar el arresto provisional del fallido, si la quiebra apareciera culpable o
fraudulenta.
Tomará necesariamente esta providencia en los casos de fuga u ocultación del fallido, o
de renuencia a comparecer o a presentar sus libros o de sustracción de bienes.
En los casos de fuga u ocultación del fallido o de sustracción de bienes en lugar donde no
hubiere Juez de Comercio, el de Primera Instancia, y en su defecto el de Distrito o de
Parroquia, efectuará el arresto del fallido, dando cuenta al de Comercio con remisión de lo
actuado.

El arresto es facultativo y provisional para el Juez, pero ésta es una norma muy vieja que
data del siglo XIX, la cual se convirtió en letra muerta a raíz de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y del Código Orgánico Procesal Penal, por considerarse violatoria del
derecho a la defensa, al debido proceso y a ser juzgado por el juez natural.

 No puede ausentarse del lugar del juicio sin autorización del Juez; lo que se busca es que
el fallido colabore con el Juez y con el Síndico para esclarecer las circunstancias de la
quiebra por conocer muy bien su situación, para la determinación del patrimonio y para la
exacta comprensión de sus relaciones jurídicas con los terceros, etc.

Artículo 950. El fallido que fuere dejado en libertad no podrá ausentarse del lugar del
juicio sin permiso del Juez.
Podrá el Juez de Comercio para concederle libertad al fallido exigirle fianza por una
cantidad que fijará, aplicable al beneficio de la masa, siempre que el fiador no lo
presentaré cuando se le prevenga.

 No puede ejercer ciertos cargos relacionados con la familia: no puede ser tutor ni curador,
ni mucho menos miembro del Consejo de Tutela.

Artículo 339 del Código Civil. De las Personas Inhábiles para ser Tutores,
Protutores, Curadores y Miembros del Consejo de Tutela y de su Remoción. No
pueden obtener estos cargos:
1°. Los que no tengan la libre administración de sus bienes.

El Código de Comercio prevé obtener provisionalmente para el fallido y su familia un


socorro alimenticio, pero no en el caso de haber indicios de quiebra fraudulenta.

Artículo 951. El fallido podrá obtener provisionalmente para sí y para su familia, socorros
alimenticios sobre el activo de la quiebra, que serán regulados por el Juez con audiencia
de los síndicos. De la decisión del Juez podrá apelarse ante el Tribunal Superior.
No tendrá derecho el fallido a este beneficio si obrare contra él alguna presunción de
culpa o de fraude en la quiebra.

La sentencia de quiebra ordena la ocupación de todos los bienes del fallido, sus libros,
correspondencia y documentos y acuerda que la correspondencia dirigida al fallido sea entregada
al Síndico, pero en todo caso el Síndico está obligado a guardar secreto profesional sobre los
aspectos privados y personales del fallido.
41

1.2. Efectos sobre el patrimonio del fallido: la quiebra se declara porque se comprueba una
situación de insolvencia en el fallido, quien queda suspendido de toda su actividad de
administración y disposición de sus bienes y para contraer sobre ellos nuevas obligaciones; lo
que se busca es evitar que se agrave su situación e imposibilitar la liquidación; la administración
de los bienes se le confía al Síndico, hay un desapoderamiento de los bienes del fallido desde la
fecha de la declaratoria de la quiebra. Durante el juicio el Juez puede dictar medidas
precautelativas y los bienes pasarán a manos de un depositario judicial, una vez que sale la
sentencia esos bienes serán entregados por el depositario al Síndico para ser integrados a la
masa.
El desapoderamiento: éste es el principal efecto de la quiebra en el campo patrimonial; el
deudor, aunque continua siendo el propietario, es privado del poder de disposición y de
administración de sus bienes, poder que pasa a la masa de acreedores, representada por el
Síndico.

Artículo 939. Por el hecho de ser declarado un comerciante en estado de quiebra, queda
inhabilitado para la administración de todos sus bienes, para disponer de ellos, y para
contraer sobre ellos nuevas obligaciones.
El desasimiento de los bienes futuros adquiridos a título gratuito, no perjudica la
responsabilidad que los afecta por las cargas y condiciones con que hayan sido
tramitados al fallido, ni tampoco a los acreedores hereditarios.
La administración de los bienes que el fallido adquiera a título oneroso podrá ser sometida
a la intervención de los síndicos; pero los acreedores sólo tendrán derecho a los
beneficios líquidos, dejando al fallido lo preciso para sus alimentos.
Respecto de los bienes y derechos de la mujer del fallido, ésta tendrá los que le
corresponden, según las disposiciones del Código Civil sobre la sociedad conyugal, y
podrá hacer en la quiebra las reclamaciones a que hubiere lugar, como si se tratara de
disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Sobre estos puntos se tendrán presentes
los títulos y las capitulaciones matrimoniales que se exhibieron.

Artículo 940. La administración de que es privado el fallido pasa de derecho a la masa de


acreedores, representada por los síndicos. Con éstos se seguirá todo juicio civil relativo a
los bienes del fallido, sin perjuicio de que éste sea oído cuando el Juez o el Tribunal lo
creyere conveniente. Pero el fallido puede ejercitar por sí mismo todas las acciones que
exclusivamente se refieran a su persona, o que tengan por objeto derechos inherentes a
ella.

Naturaleza jurídica del desapoderamiento: a este respecto se han elaborado distintas


teorías, a saber:
a) Teoría del secuestro: el desapoderamiento se asimila al secuestro. A esta teoría se le
critica porque esta figura no se ajusta a las características de la quiebra, y no se asimila la
figura del Síndico con la del depositario.
b) Teoría de la prenda: se le critica porque la institución de la prenda es incompatible con la
figura de la quiebra, el concepto de garantía común que se le da a los bienes que
conforman la masa debe tener sentido genérico y no técnico. Si el activo es insuficiente, los
acreedores tendrán que soportar su pérdida proporcionalmente; esto no ocurre en la
prenda.
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c) Teoría de la expropiación: pérdida de la propiedad que pasará a un nuevo ente que es la


masa de la quiebra, pero en la quiebra el fallido no pierde la propiedad. Por otra parte, le
atribuye personalidad jurídica a la masa de la quiebra.
d) Teoría del embargo: para buena parte de la doctrina, la naturaleza jurídica del
desapoderamiento encuentra explicación en los efectos del embargo individual que limita la
administración del bien singular y en la quiebra todo el patrimonio.
Hay quienes dicen que lo que se produce es sólo una suspensión del derecho de
propiedad, el fallido queda como nudo propietario. “La figura del embargo general de los bienes
del fallido es satisfactoria desde el punto de vista del Derecho venezolano” (Morles).
Extensión del desapoderamiento: una de las finalidades del procedimiento de quiebra es
que se forme el activo de la misma, reuniendo los bienes que son enajenables, que tienen valor
patrimonial con el propósito de liquidarlos y distribuirlo a prorrata entre los acreedores. “La
finalidad del desapoderamiento es formar el activo de la quiebra mediante la reunión de bienes y
derechos de contenido patrimonial, y asegurar a los acreedores la conservación de su prenda
común” (Pisani).
Conforme a lo establecido en el Artículo 940, los bienes actuales pasan a formar parte de
la masa. El desapoderamiento no se extiende a los derechos extrapatrimoniales o personales; en
consecuencia, todo lo que se refiera al estado civil, al estado de ciudadanía, al derecho al nombre
o a la imagen, al derecho de familia (filiación, reconocimiento, legitimación, adopción, patria
potestad, divorcio, alimentos, nulidad del matrimonio) está excluido del desapoderamiento;
tampoco comprende bienes o derechos patrimoniales inalienables e inembargables o que no
tengan valor de cambio (hogar, pensiones alimenticias, terrenos ejidos, panteón familiar, etc.);
tampoco se extiende a los vestidos, muebles o efectos de uso necesario para el fallido y su familia
(hogar y oficina), ni los instrumentos para el ejercicio de su profesión, industria o arte; tampoco los
derechos sobre bienes ajenos que no sean transmisibles por su naturaleza o para cuya
transmisión se requiere el consentimiento del dueño (uso, habitación, servidumbre, medianería);
tampoco los bienes de los hijos del fallido. Si está casado bajo régimen de comunidad de bienes
(Artículo 939), el otro cónyuge puede reclamar sus derechos, como si se tratar de disolución de la
comunidad conyugal; tampoco entran las remuneraciones por actividades laborales, capacidad
deportiva, capacidad artística, etc.
Con respecto a los bienes futuros, éstos también pasan a la masa, pero la ley distingue si
son obtenidos a título oneroso o gratuito. Si se han adquirido a título gratuito, estarán sometidos a
las cargas que éstos tienen; por ejemplo, la herencia que reciba el fallido debe excluir el legado
que pesa sobre ella, y los pagos debidos a los acreedores hereditarios; éstos y los legatarios
tienen preferencia. Igualmente si el fallido renuncia a una herencia en perjuicio de sus acreedores,
éstos podrán hacerse autorizar judicialmente para aceptarla en nombre y lugar de su deudor.

Artículo 1.017 del Código Civil. Cuando alguien renuncia una herencia en perjuicio de
los derechos de sus acreedores, éstos podrán hacerse autorizar judicialmente para
aceptarla en nombre y lugar de su deudor.
En este caso, la renuncia se anula, no en favor del heredero que la ha renunciado, sino
sólo en provecho de sus acreedores, y hasta concurrencia de sus créditos.

Si el fallido los ha adquirido a título oneroso, su administración podrá ser sometida a la


intervención de los Síndicos y los acreedores tendrán acceso sólo a los beneficios líquidos
dejando al fallido lo preciso para alimentos (Segundo aparte del Artículo 939).
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1.3. Efectos sobre actos anteriores a la declaratoria de quiebra (relaciones jurídicas


preexistentes: excepcionalmente, la declaratoria de quiebra tiene efectos retroactivos hacia el
pasado; esa retroacción es sobre la fijación de la fecha en que el fallido incurrió en cesación de
pagos. Al dictar la sentencia, el Juez debe fijar la fecha de cesación de pagos y ésta pudo haber
ocurrido en un momento anterior a la fecha, y si se omite, se entiende que ocurre cuando se dictó
la sentencia. Con esto el legislador pretende proteger a los acreedores porque el deudor puede
incurrir en actos dolosos y el juez no puede retrotraer esa fecha por más de 2 años.

Artículo 936. Si se decidiese que no hay lugar a la declaratoria de quiebra, se oirá


apelación en ambos efectos al acreedor demandante.
Si se declara la quiebra, sólo se oirá apelación en un solo efecto al fallido.
En este caso, la sentencia fijará la época en que principió la cesación de los pagos, o se
reservará fijarla por auto separado; pero en ningún caso podrá retrotraerla por más de dos
años.
A falta de fijación especial se entenderá que la cesación de los pagos principió en la
misma fecha de la declaración de quiebra, o en el día de la muerte del deudor en el caso
del artículo 929.

Fijación de la fecha de cesación de pagos: la Doctora Pisani dice que la ley establece
varias formas de fijar la fecha de inicio de la cesación de pagos; impone al Juez pronunciarse
sobre la cuestión al dictar la sentencia declaratoria, sea estableciendo dicha fecha en su fallo, o
bien reservándose fijarla por auto separado. A falta de fijación especial se entenderá que la
cesación principió en la misma fecha de la declaración de quiebra, en general, y en especial para
el caso de quiebra póstuma, el día de la muerte del deudor. La ley silencia las soluciones para el
caso de quiebra del comerciante retirado y para el supuesto de declaratoria de quiebra después
de la muerte del comerciante retirado, en cuyos casos es criterio doctrinario que se tenga por
iniciada dicha cesación el día del efectivo retiro del comerciante.
En ninguno de los dos casos podrá el Juez retrotraer la fijación de la fecha de inicio de la
cesación de pagos por más de 2 años; este lapso marca el límite máximo del llamado término de
retroacción, el cual se contará ex tunc, a partir de la sentencia que declare la quiebra. A este
período se le conoce como período sospechoso, cuya ratio legis es no alterar demasiado tiempo
la seguridad de las relaciones jurídicas. Dentro de esos dos años el Tribunal fija la fecha en que
comenzó la cesación de pagos, y a los efectos de la nulidad de ciertos actos, la ley incluye en el
cómputo, además, los 10 días precedentes a dicha fecha. Con tal adición se conforma el llamado
período sospechoso largo, dentro del cual quedan afectados de nulidad determinados actos, los
cuales pueden ser agrupados en 3 categorías:
a) Liberalidades: enajenaciones de bienes muebles o inmuebles, a título gratuito. Si no la
pide el Juez, corresponde al Síndico pedir su nulidad.
b) Causas de preferencia: constituidas sobre bienes del deudor, por obligaciones
contraídas con anterioridad a los 10 días indicados (hipotecas convencionales o
judiciales, anticresis, prendas, privilegios, etc.).
c) Pagos de deudas: de plazo no vencido, de plazo vencido cuando se realicen con
dación en pago, o de otra forma que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era efectivo.

Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
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de bienes muebles o inmuebles a título gratuito. Las hipotecas convencionales o


judiciales, derechos de anticresis, prenda y cualquier privilegió o causa de preferencia en
el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con anterioridad a los
diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido. Los pagos de deudas de plazo vencido, que
fueren hechos de otra manera que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era pagadera en efectivo.

Estas hipótesis de nulidad son declaradas ope legis, sin prueba de su naturaleza
fraudulenta; no admiten prueba en contrario.
A la sentencia declaratoria de quiebra le puede anteceder una situación de quiebra de
hecho, el deudor sabe que está quebrado, que tarde o temprano un Tribunal le va a dictar una
sentencia que lo va a declarar en quiebra. Como el comerciante sabe eso, trata de salvar algunos
bienes para uso personal o de su familia a través de ventas simuladas, constitución de garantías
reales a acreedores quirografarios para convertirlos en privilegiados, paga algunas obligaciones
que aún no están vencidas o puede tratar con acreedores de su confianza; con estos
procedimientos perjudica a sus acreedores, sustrae bienes de la garantía común y vulnera el
principio par condicio creditorum (igualdad absoluta de los acreedores). Es por ello que la
legislación ha establecido varios sistemas de nulidades o acciones restitutorias tendentes a
reintegrar a la masa de la quiebra todos aquellos bienes que el deudor tenía legalmente cuando
comenzó la cesación de pagos. Por esto, el juez va a establecer la fecha de la cesación de pagos.
a) Retroacción absoluta: lleva los efectos de la declaratoria de quiebra hasta la
fecha en que el Juez fija como fecha de cesación de pagos, no desde la fecha de
la declaratoria sino de 2 años atrás. Todo acto realizado a partir de la cesación
se considera nulo.
b) Retroacción relativa: el juez fija la fecha y los actos realizados por el deudor en
el período comprendido entre la fecha de la cesación y la fecha de la declaratoria
de quiebra se considera realizado dentro del período sospechoso, los cuales no
son nulos. Se anulan ipso iure los actos a título gratuito, los pagos de deudas no
vencidas, las daciones en pago, la constitución de garantías reales para deudas
anteriormente contraídas. El sistema venezolano es el de la retroacción relativa.

Los actos anulables son de 2 clases:


a) Los demás pagos por deudas de plazo vencido, excepto los realizados en forma no
dineraria cuando la obligación fue contraída en efectivo y el pago de una letra de cambio o
pagaré a la orden.
b) Todos los otros actos a título oneroso ejecutados por el deudor.

Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.

Las categorías señaladas en este Artículo como actos anulables, actos cuya nulidad es
facultativa, podrán ser anulados a condición de probar el conocimiento por parte del contratante
45

del estado financiero desesperado del comerciante. Todos esos actos podrán ser anulados, luego
el Juez queda en libertad para apreciar las circunstancias en cada caso.En ambas hipótesis, son
requisitos indispensables:
(a) La prueba del conocimiento, por parte de quienes contrataron con el fallido o recibieron
pagos de él, de su estado patrimonial al efectuarse tales actos,
(b) Que estos actos se hayan celebrado durante el período sospechoso (desde la fecha de
la cesación de pagos y antes de la sentencia que declare la quiebra).
Es sabido que el Juez debe establecer la fecha de la cesación de pagos en la sentencia o
reservarse su fijación por auto separado, con relación a la cual, el legislador debe haber tomado
en cuenta que sólo después de la declaratoria de quiebra, es posible la manifestación y examen
general de los libros de comercio, en virtud de la orden de ocupación contenida en la sentencia.
Por ello posibilita al Juez su fijación posterior que permite documentarse más y mejor, pero no le
fija término al Juez para dictar dicho auto. Dada la necesidad de que esa fecha sea conocida por
todos, todas las formas de publicidad están establecidas tanto para la sentencia como para el
eventual acto que fije posteriormente la fecha de inicio de la cesación de pagos (Pisani).

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


8. La orden de que se publiquen la declaratoria de quiebra y la prohibición orden de
entrega de que se habla en el número 4 de este artículo.

Artículo 959. La publicación de la quiebra, la, prohibición de hacer al fallido pagos y


entregas de cartas, telegramas y bienes, y la orden de que los que tengan bienes y
papeles del fallido los consignen en el juzgado de Comercio, se hará por oficios dirigidos
a las oficinas de correos y telégrafos y a las personas a quienes se dirijan las
prohibiciones u órdenes, por edictos fijados en el despacho del Tribunal y en los sitios
más concurridos, tanto del lugar del juicio como de los demás en que el fallido tenga
establecimientos mercantiles y por la imprenta, si fuere posible.

Criterios para la fijación de la fecha:


1º) Aquél cuando el comerciante comenzó a dar muestras de su desequilibrio económico; actos
exteriores.
2º) Incumplimiento por parte del deudor de sus obligaciones vencidas. En Venezuela es necesario
determinar el estado económico del comerciante; bastará un solo incumplimiento para que el
Tribunal se pronuncie.
Durante el período sospechoso el comerciante puede realizar actos de comercio y le
corresponde al Juez apreciar si ha realizado negocios normales o irregulares que caigan dentro de
las previsiones legales. Es esencial para declarar su nulidad que el acto haya sucedido durante el
período sospechoso y que el tercero tenga conocimiento del estado de quiebra del deudor.
Durante este mismo lapso, los pagos de una letra de cambio o de un pagaré a la orden son objeto
de tratamiento especial.

Artículo 947. Si el pago contra el cual se reclamara fuera el de una letra de cambio
satisfecha por el fallido después de la época fijada como la de cesación de los pagos, y
antes de la declaración de quiebra, la acción en devolución sólo podrá intentarse contra
aquel por cuya cuenta se giró la letra; y si se trata de pagarés a la orden, sólo podrá
intentarse contra el primer endosante.
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En uno y otro caso debe probarse que aquel a quien se pide la devolución tenía
conocimiento de la cesación de los pagos al tiempo del giro de la letra o del endoso del
pagaré.

En ambos casos debe probarse que el demandado tenía conocimiento de la cesación de


pagos para el momento del giro de la letra o del endoso del pagaré. Esta norma ha querido evitar
la maniobra fraudulenta del librador de una letra de cambio o del primer endosante porque si ellos
conocían el estado de cesación de pagos para la época, es evidente que se proponen obtener la
satisfacción de sus créditos antes que concurriesen los demás acreedores.

1.4. Efectos en relación a los acreedores:


a) Creación de la masa de acreedores: éste es uno de los efectos más resaltantes del
proceso de quiebra; a partir del momento de la sentencia, no obstante seguir conservando la
titularidad de sus créditos, los acreedores son desprovistos de sus acciones individuales para
reclamarlos y éstas se transforman en la gran acción concursal de la quiebra. Desde el mismo
instante de la declaración de quiebra, los acreedores del fallido quedan unidos legalmente: la
unión es legal y obligatoria.
b) En virtud del desapoderamiento, la administración de los bienes del fallido pasa a la
masa de acreedores representada por el Síndico.

Artículo 940. La administración de que es privado el fallido pasa de derecho a la masa de


acreedores, representada por los síndicos. Con éstos se seguirá todo juicio civil relativo a
los bienes del fallido, sin perjuicio de que éste sea oído cuando el Juez o el Tribunal lo
creyere conveniente. Pero el fallido puede ejercitar por sí mismo todas las acciones que
exclusivamente se refieran a su persona, o que tengan por objeto derechos inherentes a
ella.

c) Los acreedores van a conformar una unidad en una comunidad de intereses; esta masa
se conforma ope legis.
d) Los poderes procesales se transforman, no pueden perseguir al deudor con sus acciones
individuales; se ha dado la acción concursal.

Artículo 942. Todas las causas ordinarias o ejecutivas, civiles o comerciales, que al
tiempo de la declaración de la quiebra se hallen pendientes contra el fallido y puedan
afectar sus bienes, serán acumuladas al juicio universal de quiebra.

e) Nadie puede ser admitido en la masa sino por crédito dinerario; si el crédito no reviste
esta cualidad debe ser reducido a dinero siempre que sea posible.
f) Dejan de correr los intereses porque la masa no produce beneficios y porque algunos
acreedores pudieron haber pactado intereses y otros no. Esto sucede sólo en cuanto a la masa,
pero no contra el fallido porque, en este caso, los intereses sí siguen corriendo y él los sigue
debiendo. La intención del legislador es honrar el principio de la par condicio creditorum y se
aplica sólo a los acreedores quirografarios.

Artículo 944. Desde el día en que se declare la quiebra dejarán de correr intereses, sólo
respecto de la masa, sobre todo acreencia no garantizada con privilegio, prenda o
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hipoteca. Los intereses de las acreencias garantizadas no podrán cobrarse sino del
producto de los objetos afectos al privilegio, a la prenda o la hipoteca. Los créditos de
plazo no vencido que no ganen interés, sufrirán un descuento a razón de seis por ciento
al año, por lo que falte del plazo, desde el día de la declaración de la quiebra.

g) No entran en el concurso los acreedores hipotecarios y prendarios, privilegiados con


garantía especial y los privilegiados con garantía general en casos que habrá de determinar el
Juez.
h) Otro de los efectos de la declaratoria de quiebra es la acumulación de juicios, causas
que están pendientes contra el comerciante fallido, es decir, aquéllas en las cuales éste sea
legitimado pasivo de la acción y no aquéllas donde él aparece como actor. Norma atributiva de
competencia objetiva, fuero atrayente para el Tribunal de la quiebra; si antes de dictarse la
sentencia, los otros tribunales donde cursan los otros juicios eran los competentes, al dictarse la
sentencia de quiebra, el Tribunal competente es el que la dictó..

Artículo 942. Todas las causas ordinarias o ejecutivas, civiles o comerciales, que al
tiempo de la declaración de la quiebra se hallen pendientes contra el fallido y puedan
afectar sus bienes, serán acumuladas al juicio universal de quiebra.

2. Consecuencias Futuras: ocupación de los bienes, desapoderamiento, imposibilidad de


administrar los bienes; como consecuencia de esto se forma la masa de los bienes que se
constituye en la prenda común de los acreedores.
Masa de bienes del deudor = Masa Pasiva
Masa de acreedores = Masa Activa
La masa activa es la agrupación legal que busca hacer valer los intereses idénticos de sus
miembros para lograr el pago de sus acreencias a prorrata. De esta forma se concretan dos
principios: el de unidad y el de universalidad. Se habla de unidad de los acreedores del fallido
vinculados por una comunidad de intereses, unidad formada ope legis, de carácter obligatorio y
automático. La correlativa acción del derecho individual de cada acreedor se fusiona con la de los
demás; se le prohíbe a los acreedores incoar acciones individuales sobre el quebrado y se les
ordena acumularlas al proceso universal de quiebra; no puede practicarse embargos individuales
sobre bienes del deudor, salvo las causas legítimas de preferencia, porque dicho patrimonio se
fusionó en la prenda común de todos los acreedores, a partir de la sentencia de quiebra.
Los acreedores no pueden intentar la acción oblicua o subrogatoria después de la
sentencia, porque ello atentaría contra el principio de igualdad; tampoco puede ejercer la acción
pauliana porque en su lugar se han establecido las acciones de nulidad o de anulabilidad.

Artículo 945. Son nulos y sin efecto respecto de los acreedores del concurso, los actos
siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de la época de la cesación
de los pagos, o en los diez días que preceden a dicha época, a saber: Las enajenaciones
de bienes muebles o inmuebles a título gratuito. Las hipotecas convencionales o
judiciales, derechos de anticresis, prenda y cualquier privilegió o causa de preferencia en
el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con anterioridad a los
diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido. Los pagos de deudas de plazo vencido, que
fueren hechos de otra manera que en dinero o en papeles negociables, si la obligación
era pagadera en efectivo.
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Artículo 946. Los demás pagos que hiciere el deudor por deudas de plazo vencido, y
todos los otros actos a título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos
y antes del juicio declaratorio e quiebra, podrán ser anulados, si los que se han recibido
del deudor o han contratado con él, tenían conocimiento de su estado al efectuarse tales
actos.
Todos los actos ejecutados en contradicción a las medidas dictadas en virtud del artículo
932, son nulos y de ningún efecto respecto a los acreedores del concurso.

Tampoco pueden ejercer las acciones ordinarias civiles o mercantiles dirigidas a obtener el
pago del fallido por acreencias quirografarias; no obstante, puede ejercer ciertos derechos, tales
como: impugnar la admisión o rechazo de otros acreedores; solicitar la remoción del Síndico
cuando éste incurra en negligencia, impericia o fraude; apelar la decisión que declare sin lugar la
demanda de quiebra; ejercer la acción reivindicatoria, etc.

3. Naturaleza Jurídica de la Masa. Hay diversas posiciones:


a) Es una especie de Sociedad Anónima: tiene personalidad jurídica, órgano de dirección (el
Síndico), Asambleas (Juntas de Acreedores), etc.
b) Simple asociación: persigue la defensa de los derechos de todos los acreedores y no la
obtención de beneficios.
c) Es una organización legal y obligatoria: sus condiciones no se determinan por el contrato
sino por la ley y porque el acreedor al hacerse parte de la quiebra se convierte en miembro activo.
La idea de que la masa tiene personalidad jurídica debe ser rechazada porque los bienes
del deudor, pese a la ocupación decretada por la sentencia y el desapoderamiento, continúan
siendo propiedad del fallido; el Síndico no sólo es representante de los acreedores sino que actúa
en defensa de los intereses del fallido.
La opinión más acertada es la que ve en la masa de la quiebra una comunidad de intereses
entre los acreedores del fallido, la cual tiene las siguientes características:
 Es sui géneris, por sus peculiaridades.
 Es legal: forzosa, no la crea ningún convenio entre fallido y acreedores.
 Prohíbe el ejercicio de acciones individuales contra el patrimonio del fallido.
 Tiene su órgano representativo (el Síndico).

4. Acreedores en la Masa y Acreedores de la Masa.


4.1. Acreedores en la masa: todos aquéllos (quirografarios o privilegiados) que tenían
acreencias contra el deudor con anterioridad a la sentencia declaratoria de quiebra; que
comparten una suerte común, la de obtener a prorrata la satisfacción de sus créditos, según el
postulado del principio de igualdad.
4.2. Acreedores de la masa: aquéllos cuyos créditos nacieron después de la sentencia
declaratoria de quiebra, como consecuencia de las gestiones realizadas por el Síndico para poder
liquidar y distribuir el patrimonio del fallido. Estos acreedores cobran primero que los acreedores
en la masa y completo, no forman parte de la masa y no están sometidos al procedimiento de
calificación de créditos ni al prorrateo.

5. Primera Junta General de Acreedores.


5.1. Convocatoria: una de las más importantes órdenes que contiene la sentencia declaratoria
de quiebra es la de que se convoque a los acreedores presentes para que concurran con los
documentos justificativos de sus créditos a la Primera Junta General; la convocatoria se hará por
la prensa y por edictos.
49

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


5. La orden de que se convoque a los acreedores presentes para que concurran con los
documentos justificativos de sus créditos, a la primera junta general, que tendrá lugar el
día y hora que se designará dentro de los quince días inmediatos.

Artículo 959. Las citaciones a los acreedores se harán sólo por los edictos y
publicaciones expresados.
A los acreedores domiciliados en la República, pero fuera del lugar del juicio, se les
señalará el término de quince días, más el de distancia, calculada a tres miriámetros (30
Kms.) por día, para que concurran con los documentos justificativos de sus créditos.
A los acreedores domiciliados fuera de la República se señalarán con el mismo fin los
siguientes plazos: A los de las Antillas y de la República de Colombia, tres meses.
A los del resto de la América del Sur y de la América del Norte y de Europa, cinco meses.
A los de otras partes del mundo, seis meses.
Los edictos permanecerán fijados y las publicaciones por la prensa se harán con
intervalos por el término de un mes.

Actualmente, estos tiempos se consideran extremadamente largos. Esta Primera Junta


General la preside el Juez; van a concurrir personalmente o por medio de representante todos los
acreedores presentes cualquiera sea su condición y crédito; para el fallido es optativo asistir o no,
porque no es necesaria su presencia. Esta Primera Junta tiene por objeto preparar el
procedimiento de liquidación; en ella se decide si se hará por los acreedores o por el Síndico; los
acreedores tienen facultad para solicitar que la liquidación se haga por ellos mismos mediante un
liquidador y una Comisión de Vigilancia, o que sea realizada por un Síndico designado por ellos o
por el Síndico provisional designado por el Juez en la sentencia.

Artículo 960. Reunidos los acreedores en la primera junta general de que habla el
número 5 del artículo 937, hará el Juez que cada uno exhiba los documentos justificativos
de su crédito, respecto de los cuales podrán hacerse las observaciones generales que
ocurran en cuanto a su legitimidad.
Hecha la presentación, podrá cualquiera de los acreedores proponer que la liquidación de
la quiebra se haga por los acreedores; y si la proposición tuviere el voto favorable de un
número de ellos que represente más de la mitad de la totalidad de los créditos que figuren
en el balance, el Tribunal, sin perjuicio del procedimiento penal a que hubiere lugar,
acordará la liquidación por los acreedores.
Los acreedores propondrán en el mismo acto una terna de comerciantes para el cargo de
liquidador, de la cual elegirá el Tribunal el que haya de serlo; y elegirá también una
comisión de tres de los acreedores para que intervenga y vigile la administración y
liquidación. El deudor podrá presentar una terna de comerciantes para que el Tribunal
elija uno de ellos, cuyas funciones se limitarán a inspeccionar y vigilar la marcha de la
liquidación y dar cuenta al Tribunal de toda irregularidad que advierta.

El juez va a pedir a los acreedores que exhiban los documentos justificativos de sus
créditos y hará las observaciones en cuanto a la legitimidad de esos documentos. Luego, los
acreedores pueden pedir que la liquidación se haga por ellos mismos, pero es necesario que esta
proposición tenga un voto favorable de más de la mitad de la totalidad de los créditos que figuren
en el balance. Si se acuerda la liquidación por los acreedores, deben proponer una terna de
50

comerciantes para el cargo de liquidador, de la cual elegirá el Tribunal el que haya de serlo; el
Juez va a nombrar 3 acreedores para que integren la Comisión de Vigilancia. Por su parte, el
deudor podrá presentar una terna de comerciantes para que el Tribunal elija uno de ellos, cuyas
funciones serán inspeccionar y vigilar la marcha de la liquidación y dar cuenta al Juez de las
irregularidades que advierta (Inspector).
5.2. Labor del liquidador y de la comisión de vigilancia: reciben los bienes inventariados así
como los libros y papeles de la quiebra que estaban en poder del Síndico; verifican la exactitud del
balance y del inventario; forman un cuadro de los créditos con su respectiva calificación (en
cantidad y en calidad) y lo agregan al expediente que han de llevar. Este cuadro debe ser
conocido por todos los acreedores para que hagan las observaciones; ello se hace a través de
una convocatoria para el conocimiento del cuadro de calificación de créditos
Artículo 961. El liquidador y los comisionados al aceptar su encargo, prestarán juramento
de llenarlo fielmente; recibirán los bienes por el inventario practicado, así como todos los
libros y papeles de la quiebra y cualesquiera otros que deban ir a poder del síndico, según
la ley; y antes de proceder a cualquier operación, verificarán la exactitud del balance y del
inventario y luego formarán un cuadro completo de calificación de créditos en cantidad y
calidad, que agregarán al expediente que han de llevar.
Darán cuenta al Tribunal del resultado de dicha verificación y le pasarán copia del cuadro
de calificación de créditos.

Artículo 962. El Tribunal convocará a los acreedores por la prensa y por carteles, donde
no hubiere periódicos, para que se impongan del cuadro de calificación y hagan sus
observaciones en pro o en contra, dentro de los términos fijados en el artículo 959.
Vencidos los lapsos para los acreedores domiciliados en la República, quedará firme
respecto de ellos la calificación que les concierne, si no hubiere habido objeción. Si la
hubiere habido respecto de algunos créditos, el Tribunal convocará a los respectivos
interesados para conciliación, el tercer día a la hora que señale. Si no hubiere
conciliación, se sustanciarán y decidirá las controversias en juicio verbal, al cual se dará
el curso legal.
Lo mismo se irá practicando al vencimiento de los lapsos respectivos para los acreedores
de fuera de Venezuela, respecto de los créditos que estuvieron en tales casos.
El liquidador representará los intereses de la masa en todo el procedimiento que señala
este artículo, y podrá hacerse representar por un apoderado que elija de acuerdo con la
comisión de acreedores.

La conciliación mencionada en este artículo es obligatoria; los interesados son el tachante y


el tachado, el Tribunal, el liquidador y el comisionado. Si de esta conciliación resulta acuerdo, el
crédito queda firme, si no, se va a un juicio verbal y el Tribunal dictará una sentencia mero
declarativa al respecto.

5.3. Funciones del liquidador:


 Representar los intereses de la masa en todo el proceso y podrá hacerse representar por un
apoderado.
 Llevar a cabo la liquidación con el concurso de la comisión de acreedores.
 Dar cuenta quincenal del movimiento de fondos y existencias en caja.
 Avisar al Tribunal cada vez que crea conveniente hacer un reparto de dividendos.
 Dar cuenta al Tribunal de toda divergencia o cuestión que surja, para su decisión en juicio
verbal, oyendo siempre a la Comisión.
51

Artículo 963. Lo dispuesto en el artículo precedente no obsta para que el liquidador


proceda a llevar a cabo la liquidación con el concurso de la comisión de acreedores y bajo
la inspección superior del Tribunal, a quien le dará cuenta de toda divergencia o cuestión
que surgiere para su decisión en juicio verbal, oída siempre la comisión.
Las reglas especiales de la liquidación y las autorizaciones para vender, constituir
hipotecas y prendas, tomar dinero a préstamo, transigir cuestiones, cobrar y hacer pagos
y otros actos estrictamente necesarios al efecto de la liquidación, deberán ser dadas por
el Tribunal en decretos ulteriores, oyendo siempre a la comisión de acreedores.
El liquidador dará cuenta quincenal del movimiento de fondos y existencias en caja; y
avisará al Tribunal cada vez que crea conveniente hacer un reparto de dividendos, el
tanto por ciento distribuible y el monto de lo que deba dejarse en reserva para créditos
que no estén admitidos en cantidad o calidad.
El Tribunal formulará la graduación u orden de los pagos, y ordenará las distribuciones y
reservas; y a ello se atendrán el liquidador y la comisión. Las reclamaciones sobre estos
puntos se resolverán en juicio verbal, con apelación en un solo efecto.

Artículo 965. En todo lo demás, el liquidador, siempre de acuerdo con la comisión de


acreedores, hará en la liquidación por los acreedores lo mismo que le toca hacer al
síndico en el procedimiento legal de quiebra establecido en este Libro, y con las
formalidades en él exigidas.
Toca a la comisión de acreedores designar, separar y distribuir el tanto por ciento de lo
recaudado por el activo que se realice, para indemnizar al liquidador y a los demás que
intervengan en la liquidación; este tanto no pasará del diez por ciento, fuera de lo que se
invierta en papel sellado y estampillas. Los honorarios de los abogados serán de cuenta
de quien los empleare.

5.4. Al Tribunal le corresponde:


 La suprema dirección del procedimiento.
 Dictar las reglas especiales de la liquidación.
 Dar las autorizaciones para vender, constituir hipotecas y prendas; para tomar dinero en
préstamo, cobrar y hacer pagos.
 Acordar la graduación u orden de los pagos.
 Ordenar las distribuciones y reservas.

6. Indemnizaciones. Aun cuando el objeto de la Comisión de Acreedores es acompañar al


liquidador en todas sus actuaciones, debe designar, separar y distribuir un porcentaje de lo
recaudado por el activo que se realice, para indemnizar al liquidador y a las demás personas que
intervengan en la liquidación; este porcentaje no debe pasar del 10%.

Artículo 965. En todo lo demás, el liquidador, siempre de acuerdo con la comisión de


acreedores, hará en la liquidación por los acreedores lo mismo que le toca hacer al
síndico en el procedimiento legal de quiebra establecido en este Libro, y con las
formalidades en él exigidas.

7. Honorarios. Los honorarios de los abogados corren de cuenta de quien los emplee.
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8. Continuación del Procedimiento de la Primera Junta. Si no se acuerda en esta Junta la


liquidación por los acreedores, el Juez consultará a éstos sobre:
 La continuación o no del Síndico que se designó provisionalmente cuando se dictó la
sentencia, o quién habrá de sustituirlo o si se van a nombrar otros Síndicos; los nombrados
en este acto serán definitivos.
 Preguntará sobre cómo se llevará la administración de los bienes concursados (esto
depende del tipo de quiebra de que se trate).
 Preguntará sobre si se autoriza o no a los Síndicos para continuar el con el giro del fallido;
esta consulta del Juez es obligatoria (Ésta es una de las decisiones más delicadas porque
implica abrir la hacienda del fallido). Si se autorizan, se deben establecer los objetos sobre
los cuales se extiende esta autorización, la duración del giro y las sumas que los Síndicos
puedan disponer para atender a las operaciones. Esta autorización no puede ser conferida
sino con el voto favorable de las ¾ partes en número y suma de los acreedores presentes.
A esta autorización pueden oponerse tanto el fallido como los acreedores, el Tribunal debe
admitir esta oposición y decidir sobre ella lo más pronto posible, pudiéndose apelar de su
decisión ante el Tribunal Superior. La oposición no impide que el acuerdo se efectúe
provisionalmente. La masa se obliga hasta el total de los bienes de la quiebra, por el exceso
responden los acreedores con cuya actuación obraron los Síndicos, aún en el caso de que
haya eventual excedente de los bienes de la masa por no haberse dispuesto, a los efectos
de la continuación del giro, del total inventariado.
 Si se conceden o no alimentos al fallido, por qué cantidad y por cuánto tiempo.

Artículo 967. Si en la primera reunión de acreedores de que trata el artículo 937 no


quedare acordada legalmente la liquidación por los acreedores, el Juez consultará a
éstos:
Sobre la continuación o no del síndico nombrado, o indicación del que haya de sustituirlo,
o bien el nombramiento de otro síndico más e indicación de quien deba ser. Los
designados deben ser abogados o comerciantes. Sobre la administración que convenga a
los bienes concursados. Sobre si autoriza o no a los síndicos para continuar el giro del
fallido. Sobre si se conceden o no alimentos al fallido y su familia y por cuánto tiempo.
La exposición de los acreedores se asentará en el expediente y enseguida el Juez elegirá
nuevos síndicos o conservará el existente.
Los nombrados en este acto lo serán definitivamente. Si se autorizase a los síndicos para
continuar el giro del fallido, se determinarán en el mismo acuerdo los objetos a que se
extienda la autorización, su duración y las sumas de que ellos puedan disponer para
atender a las operaciones del giro.
La autorización no podrá ser conferida sino por el voto de las tres cuartas partes en
número y en suma de los acreedores presentes.
Si el fallido y algunos acreedores hicieren oposición, la admitirá el Juez de Comercio y
determinará sobre ella lo más pronto posible, pudiéndose apelar de su decisión al
Tribunal Superior.
La oposición no impide que el acuerdo se efectué provisionalmente. La resolución de la
Junta obliga la masa hasta el total de los bienes de la quiebra, pero si los síndicos
contrajeren en dichas operaciones empeños que no puedan ser cubiertos con los bienes
de la quiebra, los acreedores que los autorizaron responderán personalmente del exceso,
dentro de los límites de la autorización, a prorrata de sus créditos entre si, pero
solidariamente para con los terceros.
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El fallido en tal caso queda exonerado de su deuda hasta concurrencia del activo
inventariado de que se hubiere dispuesto. El Juez determinará también sobre alimentos
para el fallido y su familia; y oídos los síndicos sobre cantidad y tiempo, los fijará si los
acordare, pudiendo apelarse de su decisión ante el Tribunal Superior.

Tema 27. La Calificación de Créditos. De seguir el procedimiento de quiebra, el Juez debe


señalar dentro del menor tiempo posible, el día y la hora para la Junta de la calificación de
créditos. En la liquidación por acreedores la calificación la hace el liquidador. La convocatoria a
esta Segunda Junta debe hacerla por edictos fijados en las puertas del Tribunal

Artículo 1.001. Inmediatamente después de celebrada la primera junta de acreedores, el


Juez señalará, dentro del menor término, el día y hora para el examen y calificación de los
créditos en una junta general.
Para este señalamiento tendrá en cuenta lo dispuesto en los artículos 959 y 998, respecto
de los acreedores domiciliados o que estuvieron representados en el territorio de la
República, haciéndolo de manera que queden comprendidos en su término los señalados
en dichos artículos a los acreedores domiciliados en Venezuela.
El señalamiento de día y hora para la junta de calificación se publicará por edictos fijados
en el despacho del Tribunal y en los sitios más concurridos, tanto del lugar del juicio como
de los demás en que el fallido tuviere establecimientos mercantiles y por la imprenta, si
fuere posible, agregándose al expediente uno de los edictos desfijados y un ejemplar del
periódico en que se hubiere hecho la publicación.

El proceso de calificación de créditos tiene como objetivo declarar si los créditos son
admisibles al concurso, es decir, si son créditos concursales. Todos los créditos contra el fallido,
cualquiera que sea su carácter, están sujetos a calificación en los juicios de quiebra; por lo tanto,
este procedimiento es una formalidad obligatoria, impuesta a los acreedores del fallido en la masa.
No importa que el crédito sea de naturaleza civil o mercantil, que sea documental o no; los
acreedores con privilegio general y los quirografarios no pueden demandar individualmente. Los
acreedores privilegiados, los prendarios y los hipotecarios no están sometidos a la calificación,
pero es aconsejable que se sumen a las solicitudes de calificación, porque así pueden concurrir
con la masa quirografaria para reclamar el remanente que eventualmente les quede, en caso de
que la garantía dada no sea suficiente para cubrir el crédito.

1. Solicitud para la Calificación de los Créditos. Esta solicitud la deben hacer los acreedores
desde el mismo momento en que se declara la quiebra, para pedir su inclusión en el concurso,
para ingresar a la masa de acreedores.

Artículo 997. Desde el día en que se declare la quiebra podrán los acreedores depositar
en la Secretaría del Tribunal las solicitudes de calificación con los documentos
justificativos de su crédito y una demostración de las cantidades líquidas que se les
deban.
El acreedor que carezca de documento presentará la demostración enunciando en ella los
medios probatorios que tenga.
En todo caso, el acreedor expresará con claridad la naturaleza de su crédito; y si
pretendiere preferencia en el pago, determinará cuál es y los fundamentos en que se
apoya.
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El Secretario del Tribunal formará un registro en que anotará los acreedores que hicieren
la solicitud y los documentos que produzcan, dando recibo a los interesados.

El escrito de solicitud debe contener:


 La identificación del solicitante (individual o social), su domicilio, la suma debida, la
naturaleza del crédito (real, personal, etc.), los títulos de preferencia que tengan (prenda,
hipoteca, privilegio);
 La causa jurídica del crédito (título en que basa su condición de acreedor)
 La afirmación de que el crédito es verdadero y real.

1.1. Término para la Presentación de la Solicitud. El lapso comienza el mismo día de la


sentencia, pero para determinar el final del plazo es preciso distinguir entre los acreedores
domiciliados en el territorio de la República (presentes) y los acreedores que se hallen fuera del
país.
Para los acreedores presentes: en la sentencia declaratoria de la quiebra, el Juez está
obligado a convocar a los acreedores presentes (por edictos o por prensa), para que concurran
con los documentos justificativos de sus créditos a la Primera Junta General, que tendrá lugar el
día y la hora que se designará dentro de los 15 días inmediatos a la sentencia.

Artículo 937. La sentencia declaratoria de la quiebra contendrá además:


5. La orden de que se convoque a los acreedores presentes para que concurran con los
documentos justificativos de sus créditos, a la primera junta general, que tendrá lugar el
día y hora que se designará dentro de los quince días inmediatos.

Para los acreedores que se hallen fuera del país: también los acreedores residentes en
la República, pero fuera del lugar de juicio y los que se hallen fuera de ella serán convocados para
que concurran con los documentos justificativos de sus créditos, dentro de los términos
establecidos en el Artículo 959, y bajo apercibimiento de continuarse los procedimientos de la
quiebra sin volverse a citar a ningún ausente.

Artículo 959. La publicación de la quiebra, la, prohibición de hacer al fallido pagos y


entregas de cartas, telegramas y bienes, y la orden de que los que tengan bienes y
papeles del fallido los consignen en el juzgado de Comercio, se hará por oficios dirigidos
a las oficinas de correos y telégrafos y a las personas a quienes se dirijan las
prohibiciones u órdenes, por edictos fijados en el despacho del Tribunal y en los sitios
más concurridos, tanto del lugar del juicio como de los demás en que el fallido tenga
establecimientos mercantiles y por la imprenta, si fuere posible.
Las citaciones a los acreedores se harán sólo por los edictos y publicaciones expresados.
A los acreedores domiciliados en la República, pero fuera del lugar del juicio, se les
señalará el término de quince días, más el de distancia, calculada a tres miriámetros por
día, para que concurran con los documentos justificativos de sus créditos.
A los acreedores domiciliados fuera de la República se señalarán con el mismo fin los
siguientes plazos: A los de las Antillas y de la República de Colombia, tres meses.
A los del resto de la América del Sur y de la América del Norte y de Europa, cinco meses.
A los de otras partes del mundo, seis meses.
Los edictos permanecerán fijados y las publicaciones por la prensa se harán con
intervalos por el término de un mes.
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Si la época de la cesación de los pagos se determinara por auto separado, éste se fijará y
publicará en los términos expresados.
El Secretario del Tribunal agregará al expediente uno de los edictos desfijados y un
ejemplar de los periódicos en que se hayan hecho y repetido las publicaciones; pondrá
constancia de las personas a quienes se dirige el oficio y de la fecha en que remite al
Tribunal competente la copia a que se refiere el número 99 del artículo 937.

En lo que respecta a la presentación de la solicitud, los acreedores presentes deberán


hacerla por lo menos con 8 días de anticipación al día que se celebrará la Junta de Calificación. A
los acreedores que están en el exterior de la República también se les fijan los respectivos lapsos,
dentro de los cuales deben presentar sus solicitudes, destacando que a éstos no se les esperará y
que su incomparecencia no será obstáculo para las deliberaciones y prosecución del juicio de
quiebra; sin prejuicio de que al ordenar las reparticiones, se hagan las debidas reservas. Del
mismo modo, se sanciona a los acreedores morosos, cuya negligencia no se justifica luego de las
publicaciones dadas en relación con el juicio; su mora no puede perjudicar a los interesados.
Artículo 998. Los acreedores domiciliados y los que estuvieren representados en el
territorio de la República deberán hacer su solicitud con ocho días por lo menos de
anticipación al que se señalare para la junta de Calificación; y los demás acreedores
dentro de los términos que respectivamente se les fijan en el artículo 959.

Los acreedores conocidos o desconocidos que no hubieren ocurrido a la calificación de sus


créditos dentro de los términos designados, sólo serán admitidos a ella si se presentaran antes de
haberse ordenado la distribución final de los fondos de la quiebra y serán de su cargo las costas y
gastos que causare la calificación

2. La Junta General de Acreedores para el Examen y Calificación de los Créditos (Segunda


Junta). Los Síndicos deben elaborar un informe sobre los créditos reclamados; en el Tribunal se
conoce como Cuaderno de Precalificación de los Créditos.

Artículo 1.000. Los síndicos, en virtud del cotejo que hicieren con los libros y papeles del
fallido y demás datos que adquieran, extenderán por escrito un informe sobre todos y
cada uno de los créditos reclamados.

Inmediatamente después de celebrada la Primera Junta, el Juez convocará por edictos a


una Segunda Junta General para el examen y calificación de los créditos, tomando en cuenta lo
establecido en los Artículos 959 y 998.

Artículo 1.001. Inmediatamente después de celebrada la primera junta de acreedores, el


Juez señalará, dentro del menor término, el día y hora para el examen y calificación de los
créditos en una junta general.
Para este señalamiento tendrá en cuenta lo dispuesto en los artículos 959 y 998, respecto
de los acreedores domiciliados o que estuvieron representados en el territorio de la
República, haciéndolo de manera que queden comprendidos en su término los señalados
en dichos artículos a los acreedores domiciliados en Venezuela.
El señalamiento de día y hora para la junta de calificación se publicará por edictos fijados
en el despacho del Tribunal y en los sitios más concurridos, tanto del lugar del juicio como
de los demás en que el fallido tuviere establecimientos mercantiles y por la imprenta, si
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fuere posible, agregándose al expediente uno de los edictos desfijados y un ejemplar del
periódico en que se hubiere hecho la publicación.

Constituida la Junta el día señalado, en presencia del Juez y con los acreedores que
concurrieren (cualquiera que sea el número de acreedores concurrentes), el Síndico dará lectura
al informe y se ponen en consideración uno a uno los créditos en el orden en que están colocados
en el informe. Si no se hacen observaciones sobre cada crédito puesto en consideración se tendrá
por admitido, colocándoles un sello que significa que valen para todo el procedimiento de quiebra.
Si un crédito es contradicho en su cantidad o en su calidad, los fundamentos de la contradicción
se deben dejar por escrito, sin interrumpir el proceso, el cual continuará hasta finalizar el día
señalado; si no se concluye ese día, se continúa al día siguiente. La contradicción es la negación
total o parcial de un crédito. Todos los acreedores tienen derecho a formar parte de la calificación
y a contradecir. El fallido puede hacer observaciones, a partir de las cuales el Síndico puede
tachar; pero si el Síndico no toma en cuenta estas observaciones, el fallido puede pedir que se
dejen por escrito en el acta.

Artículo 1.002.Constituida la junta, en el día y hora señalados en presencia del Juez, con
los acreedores que concurrieron, cualquiera que sea su número, se dará lectura al
informe de los síndicos, y por el orden en que estuvieron colocados los créditos en el
informe se pondrán uno a uno en consideración de la junta. Si no se hicieren
observaciones sobre el crédito puesto en consideración, se tendrá por admitido en la
cantidad y por la calidad con que hubiere sido reclamado; pero si fuere contradicho en su
cantidad o en su calidad, se expresarán los fundamentos de la contradicción. La
calificación continuará sin interrupción hasta que quede terminada, y si no se concluyese
en el día señalado, continuará en los siguientes.
Los concurrentes a la junta, tienen derecho a examinar los documentos producidos.
Tienen derecho a tomar parte en la calificación y a contradecir los créditos reclamados
todos los acreedores calificados o que consten del balance y los síndicos.
El fallido puede hacer observaciones sobre los créditos puestos en consideración de la
junta; más si las que hiciere no fueren acogidas por los síndicos y éstos procedieren en
sentido distinto de aquéllos, el fallido puede pedir que se hagan constar en el acta las
observaciones que haya hecho.

Como ya se dijo, la calificación puede durar varios días (puede llevarse meses), por lo que
se levantará un acta de las calificaciones diariamente; ésta debe contener:
 Nombre y apellido de cada acreedor.
 Cantidad y calidad de los créditos.
 Si el crédito ha sido admitido o contradicho.

Artículo 1.003. Se levantará acta de las calificaciones hechas en cada día, expresándose
en ellas:
1. El nombre, apellido y domicilio de cada acreedor y el nombre y apellido de su
apoderado, si lo hubiere.
2. La cantidad del crédito, la calidad con que se reclamare y una descripción sumaria de
los documentos producidos, con expresión de las enmendaduras, raspaduras, testaduras
o interlineaciones que contengan.
3. Si el crédito ha sido admitido o contradicho, expresándose en el último caso, quienes lo
contradicen y los fundamentos de a contradicción.
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El acta será fechada y suscrita por los que han tornado parte en la calificación, por el
fallido, si concurriere, por el Juez y por el Secretario.

Si el crédito fue admitido, los Síndicos estampan una nota, con visto bueno del juez. Si es
contradicho, el Juez señala uno de los 3 días siguientes para conciliación respecto de los
tachados, es decir, sobre los créditos sometidos a contradicción y si las partes no acuden o no se
logra la conciliación, el juicio continuará en la forma ordinaria del procedimiento mercantil. La
conciliación es obligatoria; el Juez, una vez que termine la calificación debe comenzar esa
segunda fase de conciliación. Si el salario o los créditos de un trabajador del fallido hubieran sido
tachados por quien tenga cualidad para ello, el Juez resolverá la tacha con carácter previo a
cualquier otro procedimiento o acto del proceso (único aparte, Artículo 161 L.O.T.) (Morles).

Artículo 1.004. Si el crédito fuere admitido, los síndicos estamparán sobre su título la
siguiente nota, fechada y con el visto bueno del Juez. "Admitido en el pasivo de la quiebra
de.................. por la suma de..................................................... (fecha y firma)"

Artículo 1.005. Terminada la calificación, de los créditos reclamados, el Juez señalará


uno de los tres días siguientes para tratar sobre conciliación respecto de los tachados; y si
las partes no concurrieren o no pudiere lograrse la conciliación, se abrirá la causa a
pruebas para todas las tachas opuestas; y seguirá el juicio en la forma ordinaria del
procedimiento mercantil.

A los acreedores retardados, el Tribunal les da una oportunidad antes de que se dé la fase
final de la quiebra, antes que se ordene la distribución final de los fondos y serán de su cargo las
costas y gastos que causare la calificación (Artículo 998). ¿Hasta qué momento se puede
esperare a un acreedor para que presente los documentos justificativos de su crédito? De acuerdo
con la norma citada, hasta la Cuarta Junta de Acreedores, en la cual se ordena la liquidación.

Artículo 1.007. La falta de comparecencia de los acreedores morosos y la de los


domiciliados fuera de Venezuela, no será obstáculo para las deliberaciones y convenios y
prosecución del juicio de quiebra sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1.052 respecto
de los acreedores domiciliados fuera de Venezuela

Artículo 1.052. Al ordenar las reparticiones, se acordará también que se reserve la cuota
correspondiente a los domiciliados fuera de Venezuela, cuyos términos de comparecencia
no estén aún vencidos; si pareciera al Juez que algunos de estos créditos no está
colocado con exactitud en el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.
Vencidos los términos señalados para comparecer sin que hayan ocurrido a la calificación
de sus créditos, las cantidades reservadas serán repartidas entre los acreedores
reconocidos.

3. Convocatoria a una Tercera Junta. El Juez resolverá, de acuerdo a las circunstancias, si


convoca o no la Junta para deliberar sobre el convenio, y podrá admitir provisionalmente los
acreedores cuyos créditos estén controvertidos, en las deliberaciones que ocurran y por la
cantidad que determine. Pero no acordará la convocatoria si con la prueba de una tacha
apareciera la quiebra fraudulenta.
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Artículo 1.008. Si hubiere controversia pendiente sobre la legitimidad de alguno o de


algunos créditos, el Juez resolverá, según, las circunstancias, si se procede o no a la
convocación de la junta para deliberar sobre convenio. Pero no se acordará la
convocatoria, cuando supuesta la prueba de los hechos, en que se funda la tacha, la
quiebra aparezca fraudulenta.
Si el Juez ordenare la convocación, podrá acordarse la admisión provisional, en las
deliberaciones que ocurran y por la cantidad que determinará, de los acreedores cuyos
créditos estén controvertidos.
No podrá ser admitido provisionalmente un acreedor cuyo crédito sea materia de un
procedimiento criminal.
La resolución del Juez en los casos de este artículo es apelable ante el Tribunal Superior.

4. La Graduación de los Créditos. Los Síndicos, en el informe que deben presentar a la


Asamblea que examinará y considerará la calificación de los créditos, deben jerarquizar los
créditos colocándolos en el orden correspondiente según sus características. La graduación del
crédito forma parte de su calificación y admisión en la quiebra y la contradicción puede referirse
igualmente a la graduación, de modo que cuando se resuelva sobre las tachas debe adoptarse
una decisión sobre este punto. Basado en el informe presentado por el Síndico en la Asamblea, el
Juez formará el estado de los acreedores, aplicando las disposiciones generales del Código Civil
y las especiales del Código de Comercio, para establecer la prelación con que deben ser
pagados los créditos. Concluye así el proceso de integración de la masa pasiva de la quiebra
(Morles).

Artículo 1.040. Dentro de cinco días después de resuelto que no hay convenio, el Juez,
con informe de los síndicos, formará el estado de los acreedores, aplicando las
disposiciones especiales del presente Código y las generales del Código Civil para
establecer la prelación con que deben ser pagados.
Los síndicos y los acreedores podrán oponerse al predicho estado dentro de los ocho
días siguientes a su formación y si el Juez no pudiere conciliar las diferencias, sentenciará
con las formalidades legales.

En la liquidación, primero cobran los prendarios, hipotecarios y quirografarios. Algunos


acreedores con privilegios generales tienen que esperar a la liquidación y reparto de bienes
muebles. Los hipotecarios concurren con los quirografarios por el excedente. Los que tengan
documentos públicos concurren con la fecha del título, si no tiene fecha concurre de último. En la
tercera junta, el punto único a tratar los créditos tachados.

Tema 28. El Convenio. En la quiebra hay dos formas de terminación: por liquidación y por
convenio; la intención del legislador es que los acreedores se sienten a conversar con el fallido
para evitar la liquidación y poder terminar la quiebra mediante un convenio. Llegar a un acuerdo
con el fallido suele interesarle más a los acreedores, una vez que tienen pleno conocimiento de la
situación patrimonial del deudor. El convenio le permite al fallido llegar a un acuerdo con sus
acreedores, evitando una declaratoria de quiebra y los costos. El convenio es el acuerdo
celebrado entre el fallido y la masa de acreedores para poner fin al procedimiento de quiebra;
debe haber homologación por parte del Tribunal para que tenga validez.

1. Clases de Convenio. Se distinguen diferentes tipos de convenio; ellos son:


 Facultativo y obligatorio.
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 Por unanimidad y por mayoría.


 Ordinario y por abandono.

Por unanimidad: puede darse en cualquier estado del procedimiento de quiebra, siempre
que sea aprobado por todos los acreedores; puede estipular la suspensión del procedimiento de
quiebra, pero no la continuación del juicio penal.

Artículo 1.009. En cualquier estado del procedimiento de quiebra puede celebrar


convenio entre el fallido y sus acreedores con tal que lo acepte la unanimidad de éstos. Si
no hubiere unanimidad, se observarán las disposiciones de los artículos siguientes de
esta misma Sección.
En el convenio por unanimidad podrá estipularse la cesación o suspensión del
procedimiento de quiebra, pero no detenerse la continuación del enjuiciamiento penal.

Por mayoría: es el que se da entre el fallido y los acreedores en la oportunidad señalada


por el Tribunal; tienen otra oportunidad establecida por la ley. Se requiere una mayoría especial. El
juez debe convocar a los acreedores para celebrar un convenio y debe hacerse para que los frutos
se reúnan en corto plazo.

Artículo 1.010. Concluida la calificación de los créditos reclamados, o acordada la


convocación para deliberar sobre convenio, en el caso del artículo 1.008, el Juez señalará
día y hora con tal objeto, designando un corto plazo.
La fijación se publicará por edictos y por la prensa, si fuere posible.

3. Desarrollo de la Junta. Finalizada la calificación de créditos, el Juez convoca a una nueva


Junta para deliberar sobre el convenio. Tienen derecho a votar en esta Junta los acreedores
admitidos definitiva o provisionalmente, es decir, los que ya tienen sus créditos calificados y que
no fueron tachados en la Segunda Junta; los acreedores provisionales son los que se encuentran
tratando de demostrar la validez de sus créditos pues fueron impugnados en la junta anterior. Los
acreedores privilegiados y los hipotecarios podrán asistir a la junta, pero no tendrán derecho a
voto en las deliberaciones, a menos que renuncien al derecho de prelación, por el solo hecho de
emitir su voto.

Artículo 1.011. El día y la hora señalados se formará la junta presidida por el Juez.
Tendrán voto en las deliberaciones relativas al convenio, los acreedores admitidos
definitiva o provisionalmente.
Los acreedores privilegiados o hipotecarios pueden concurrir a la junta, pero no tienen
voto en la deliberación por los créditos privilegiados e hipotecarios, a menos que
renuncien al derecho de prelación, y se entenderá efectuada la renuncia por el hecho de
dar su voto.

El fallido puede asistir y es obvio que lo haga porque es el primer interesado, si no asiste a
la Junta, se puede acordar el diferimiento y si no asiste en esta segunda oportunidad, se considera
que no desea celebrar el convenio y se procede a la liquidación. Lo importante es que sean
convocados todos los acreedores.

Artículo 1.012. El fallido deberá concurrir personalmente; y sólo por causas que el Juez
aprobare podrá ser representado por apoderado.
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Si el fallido no concurriere a la junta, ésta podrá acordar su diferimiento para otro día.
Pero si no acordare el diferimiento, o si el fallido no concurriera el día últimamente
señalado, se procederá por defecto de convenio a los demás trámites de la quiebra.

Una vez instalada la Junta, se inicia con el informe del Síndico, se da lectura al último
balance que consta en autos; tanto el fallido como los acreedores pueden hacer observaciones al
informe. La junta delibera y el juez hace constar en acta el resultado de esas deliberaciones.

Artículo 1.013. Los síndicos presentarán a la junta un informe escrito acerca de las
causas, carácter y estado de la quiebra, de las formalidades cumplidas y de las
operaciones realizadas, del resultado de su administración y de la relación en que
aparezcan el activo y el pasivo de la quiebra.
Los acreedores y el fallido podrán hacer sobre el contenido del informe las observaciones
que crean oportunas.
Se oirán luego las proposiciones que se hicieren; la Junta deliberará y el Juez hará
constar en él acta el resultado de la deliberación.
El convenio no puede ser aprobado sin una mayoría especial: 2/3 partes de la totalidad de
los acreedores que tienen derecho a voto en la junta y que debe ser igual a las ¾ partes de los
créditos representados por dicha totalidad de acreedores; o ¾ partes de la totalidad de los
acreedores que debe ser igual a las 2/3 partes de la totalidad de los créditos.

Artículo 1.014. No puede celebrarse convenio con el fallido sino en junta de acreedores y
después de haberse llenado las formalidades que quedan prescritas.
El convenio no puede tener lugar si no os aprobado por una mayoría de las dos terceras
partes de la totalidad de los acreedores que tienen derecho a votar en la junta, que reúna
las tres cuartas partes de los créditos representados por dicha totalidad de acreedores; o
por la mayoría de las tres cuartas partes de la totalidad de dichos acreedores, que reúna
las dos terceras partes de la totalidad de los créditos.

Artículo 1.015. Si a favor del convenio sólo hubiera la mayoría absoluta de acreedores
que represente la mayoría absoluta de créditos, la deliberación se diferirá por ocho días, y
en esta segunda junta no tienen valor las votaciones dadas en la anterior.

Con la obtención de la mayoría absoluta, el legislador ve un ambiente proclive al logro del


convenio, y por esta razón concede una nueva vuelta para ver si se obtiene la mayoría calificada,
sin tomar en cuenta la votación anterior. “El lapso acordado permitirá al fallido hacer proposiciones
más atractivas y a los acreedores buscar un nuevo consenso” (Pisani).

3. De la Oposición y de la Aprobación del Convenio por el Juez. Si el convenio tiene fallas,


vicios o no ha cumplido con los requisitos de ley, puede ser anulado o revocado, dentro de los 6
días siguientes a partir de la fecha de celebración del convenio (esos 6 días hay que dejarlos
transcurrir). Entretanto discurra el lapso legal previsto, el Juez no puede homologar el convenio y
por consiguiente no puede ser definitivo. Pueden oponerse cualquiera de los acreedores
reconocidos o admitidos provisionalmente y los Síndicos, quienes deben indicar las causales de la
oposición, las cuales son taxativas. Se debe dar copia de la oposición a los Síndicos y al fallido
para que en 6 días adicionales contesten.
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Artículo 1.019. Dentro de los seis días siguientes a la celebración del convenio podrá
oponerse a éste cualquiera de los acreedores, reconocidos o admitidos provisionalmente,
y los síndicos, aunque no fueren acreedores, expresando los fundamentos de la
oposición.
Cuando no hubiere más que un síndico y éste fuere opuesto al convenio se nombrará otro
provisional para la secuela de la oposición.
Hecha la oposición, se dará sin demora copia de ella a los síndicos y al fallido, los que
contestarán en el término de seis días. Caso de contradicción o de falta de
comparecencia, el Juez admitirá las pruebas necesarias y decidirá el punto con asociados
si así se pidiere.
Para que el convenio se haga obligatorio y surta todos sus efectos, debe ser antes
aprobado por el Tribunal de Comercio que conoce de la quiebra, previo informe de los
Síndicos sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio. El Tribunal
no proveerá sino después de transcurridos los 6 días en que se puede hacer la oposición.

4. Homologación. Para que el convenio se haga obligatorio y surta todos sus efectos, debe ser
antes aprobado por el Tribunal de Comercio que conoce de la quiebra, previo informe de los
Síndicos sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio. El Tribunal no
proveerá sino después de transcurridos los 6 días en que se puede hacer la oposición.

Artículo 1.020. Para que el convenio se lleve a efecto, aun cuando no haya oposición,
debe ser antes aprobado por el Tribunal de Comercio, previo informe de los síndicos
sobre los caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio.
El Tribunal no proveerá sino después de transcurridos los seis días en que se puede
hacer la oposición; y si ésta ocurriera, el Tribunal pronunciará sobre ella y sobre la
aprobación en la misma sentencia.
Si el convenio fuere aprobado, el Tribunal pronunciará sobre la excusabilidad del fallido.

5. La desaprobación del Convenio. El Juez podrá desaprobar el convenio, ya de oficio, ya en


virtud de oposición, sólo por las causas siguientes; si se da una de ellas debe desaprobar el
convenio:

Artículo 1.021. La desaprobación del convenio, ya de oficio, ya en virtud de oposición,


sólo puede tener lugar por las causas siguientes:
1. Ser la quiebra fraudulenta o culpable.
2. Haberse completado la mayoría que lo acordó con falsos acreedores o con falsos
créditos.
3. Haberse faltado a las formalidades establecidas para su celebración.

El Código no establece un convenio extrajudicial entre el fallido y los acreedores, para que
surta efecto, lo tiene que aprobar el Juez.

6. Efectos del Convenio. Una vez aprobado, el convenio proyecta sus efectos en relación a los
acreedores, al fallido, a los Síndicos y al Juez.
a)En relación a los acreedores: son los más importantes. Los efectos del convenio lo hacen
obligatorio para todos los acreedores quirografarios en la masa; se excluyen los acreedores
de la masa. Es obligatorio para todos, dentro y fuera de la República y para los admitidos
provisionalmente.
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Artículo 1.022. La aprobación del convenio lo hace obligatorio para todos los acreedores
conocidos o desconocidos, estén o no comprometidos en el balance, estén o no
calificados; para los que residan fuera del territorio de Venezuela, cuyos términos para la
celebración no estén vencidos; y para los que hayan sido admitidos provisionalmente en
las deliberaciones de la quiebra, cualquiera que sea la suma que la sentencia definitiva
les declare ulteriormente. Sin embargo, los acreedores privilegiados e hipotecarios que no
hubieren renunciado sus derechos pueden hacerlos efectivos sobre los bienes afectos al
privilegio o hipoteca. Los intereses comienzan a corre, rigen los pactos del convenio.

b) En relación al fallido: cesa su inhabilitación, el desapoderamiento y readquiere la


administración de sus bienes, puede disponer de ellos y contraer sobre ellos nuevas
obligaciones. Luego que la homologación del convenio se ejecuta, el fallido recibe
nuevamente sus libros, bienes y papeles, recupera su patrimonio ocupado y retoma la
dirección de sus negocios. No priva a los acreedores de sus derechos; los que no sean
satisfechos íntegramente, conservan sus acciones por el saldo insoluto frente a los
coobligados y los garantes del fallido.
Artículo 1.023. El convenio con el fallido no priva a los acreedores de sus derechos por la
totalidad de sus créditos contra los coobligados y los fiadores de aquél.

c)En relación a los Síndicos: luego de la aprobación y homologación del convenio, los
Síndicos cesarán en sus funciones, rendirán cuenta de su administración al fallido ante el
Juez y devolverán los bienes, papeles y libros, dejando constancia en el expediente,

Artículo 1.024. Luego que la aprobación del convenio se haya ejecutoriado, los síndicos
cesarán en sus funciones, rendirán al fallido cuenta de su administración, ante el Juez de
Comercio y le devolverán sus bienes, libros y papeles. Todo se hará constar en el expediente.
Las contestaciones que ocurrieron se sustanciarán y decidirán en la forma ordinaria del
procedimiento mercantil.

Artículo 1.025. Si en virtud del convenio el fallido hiciere abandono a sus acreedores del todo
o de parte de sus bienes, se procederá a la liquidación de éstos de conformidad con lo
dispuesto en la Sección XII de este Título.

d) En relación a las Sociedades de Personas: en este caso se trata de Sociedades en


Nombre Colectivo o Sociedades en Comandita; los acreedores podrán celebrar convenio
con uno o algunos de los socios solamente, en cuyo caso los bienes particulares de los
socios beneficiados serán separados del activo social para cumplir el convenio con ellos, o
la parte proporcional del activo social correspondiente a los socios beneficiados se une a
sus bienes particulares a condición de que tomen a su cargo la parte proporcional de las
deudas que les tocaría.

Artículo 1.026. Cuando la quiebra fuere de una compañía, los acreedores podrán celebrar
convenio con uno o algunos de los socios solamente. En este caso, el activo social continuará
sometido al régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios beneficiados serán
separados de él para cumplir el convenio con ellos exclusivamente. Puede también
convenirse en que la parte proporcional del activo que según el contrato social correspondería
a los socios con quienes se hace el convenio, en caso de separación, se una a los bienes
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particulares de los beneficiados, con tal que tomen éstos a su cargo la parte proporcional de
deudas que les tocaría. En tal caso sólo continuará sometido al régimen de la quiebra el resto
del activo y del pasivo. La distribución se hará entonces por arreglo entre el síndico y los
socios beneficiados y necesitará la aprobación del Juez, oídos los socios no beneficiados.
Los socios favorecidos con el convenio quedan libres para con los acreedores de los efectos
de la solidaridad por las deudas sociales, respondiendo sólo del pasivo que tomaren a su
cargo.

e) En relación a las Sociedades de Capitales:

Artículo 1.027. En la quiebra de una sociedad anónima o de una sociedad de responsabilidad


limitada, que no se encuentre en estado de liquidación, el convenio podrá tener por objeto la
continuación o la cesación de la empresa social, y en este caso deberán determinarse las
condiciones del ejercicio ulterior.

7. Contenido del Convenio. Éste puede versar sobre otorgamiento de plazos, remisiones de
deuda, quitas de intereses.
8. Anulación y Rescisión del Convenio. El convenio puede extinguirse por nulidad o rescisión
(resolución); la nulidad deriva de un vicio desde que se pactó, por lo que debe entenderse que
nunca fue válido y la rescisión tiene que ver con un hecho posterior al convenio. El Código de
Comercio no le confiere al convenio la misma extensión que le da a los contratos.
8.1. Anulación: el convenio de la quiebra sólo puede anularse por la condenación del fallido
como quebrado fraudulento y por causa de dolo (no cuenta el error ni la violencia).

Artículo 1.029. Después de aprobado el convenio, no puede anularse sino:


1. Por la condenación superviviente del fallido como quebrado fraudulento.
2. Por causa de dolo resultante de ocultación o disimulación del activo, o de exageración
del pasivo, descubiertas después de la aprobación del convenio.
La anulación liberta a los fiadores del convenio.

La causal referida a la condenación del fallido como quebrado fraudulento sólo se aplicaría
cuando los hechos constitutivos de la quiebra fraudulenta sean perseguidos judicialmente después
de la homologación del convenio; es necesario que los hechos calificativos de la quiebra
fraudulenta sobrevengan a la aprobación del convenio.
A pesar de que estas causales son de orden público, se requiere que un acreedor
interesado demande la nulidad del convenio; la acción de nulidad comienza a correr desde el día
del descubrimiento del dolo o de la publicación de la sentencia. Sobre la prescripción de esta
acción no se pronuncia el Código de Comercio; ante este vacío, la doctrina dice, por un lado que
se aplique el Artículo 132 que consagra una prescripción ordinaria (10 años); por otra parte, remite
al Artículo 1.346 del Código Civil, plazo de 5 años por la celeridad que imponen las acciones
mercantiles. Esta última teoría es acogida mayormente.

Artículo 132. La prescripción ordinaria en materia mercantil se verifica por el transcurso


de diez años, salvo los casos para los cuales se establece una prescripción más breve
por este Código u otra ley.

Artículo 1.346 del Código Civil. La acción para pedir la nulidad de una convención dura
cinco años, salvo disposición especial de la Ley.
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Este tiempo no empieza a correr en caso de violencia, sino desde el día en que ésta ha
cesado; en caso de error o de dolo, desde el día en que han sido descubiertos: respecto
de los actos de los entredichos o inhabilitados, desde el día en que haya sido alzada la
interdicción o inhabilitación; y respecto de los actos de los menores, desde el día de su
mayoridad.
En todo caso, la nulidad puede ser opuesta por aquel que ha sido demandado por la
ejecución del contrato.

8.1.1. Efectos de la anulación: el Artículo 1.029 dice en su parte final que la anulación
liberta a los fiadores del convenio; los acreedores recuperan sus títulos primitivos y actualizan las
garantías que siempre conservaron. La anulación del convenio implica que se reabre el
procedimiento de quiebra, a partir del último trámite, que es la calificación de los créditos; los
Síndicos vuelven al ejercicio de su función o se nombra otro; se renuevan los embargos, el
inventario, etc.

Artículo 1.033. Anulado el convenio, se restablecerá el juicio de quiebra; los síndicos


volverán al ejercicio de sus funciones o se nombrarán otros; y si fuere necesario, se
renovarán las diligencias de embargo, inventario y balance, continuándose el
procedimiento según les reglas establecidas.
Se publicará el restablecimiento del juicio de quiebra; y si hubiere nuevos acreedores
serán citados para la calificación de sus créditos en Junta general.
Los créditos reconocidos anteriormente no serán sometidos a nueva calificación, sin
perjuicio de la extinción o reducción de los que hayan sido pagados en todo o en parte.
La publicación y citación aquí ordenadas se harán según lo dispuesto en los artículos 959
y 1.001.

No obstante, se anulan los actos realizados por el fallido después de la homologación del
convenio, salvo que haya cometido fraude de los derechos de los acreedores, razón por la cual se
convoca a los nuevos acreedores, si los hay.

8.2. Rescisión: el legislador mercantil llama rescisión a la acción por incumplimiento, tomada
del Código francés; pero se debe llamar resolución de contrato por incumplimiento.

Artículo 1.030. Si el fallido no cumple las condiciones del convenio, la rescisión de éste
puede ser demandada por uno o más acreedores no satisfechos del todo o parte de las
cuotas estipuladas en el convenio. La rescisión sólo aprovecha a los que la pidieren y
éstos entran en la integridad de sus derechos contra los bienes del fallido; pero no podrán
exigir el exceso de sus créditos sobre las cuotas fijadas en el convenio, sino después del
vencimiento del término fijado en el mismo para el pago de la última cuota.
Los fiadores del convenio quedan libres respecto de los acreedores que hubieren
solicitado y obtenido la rescisión.

Artículo 1.031. La acción para la rescisión del convenio prescribe en cinco años, a contar
del vencimiento del último pago establecido en él.

Tema 24. La Reivindicación en la Quiebra. Acción de naturaleza esencialmente civil por la cual
el propietario tiene el derecho de recuperar la cosa que se encuentra en manos de un poseedor no
propietario o detentador. La naturaleza civil de esta acción no ha sido obstáculo para que pueda
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ser ejercida en el ámbito mercantil; algunos opinan que debe intentarse en un Tribunal Civil
porque los reclamos en reivindicación escapan a los efectos del proceso universal de quiebra, lo
cual origina controversias doctrinales. A este respecto, el autor Burgos Villasmil dice que esta
acción perfectamente puede ser acumulada en este proceso.
El Síndico está obligado a reunir la integridad del patrimonio del quebrado y a no incluir algo
de pertenencia ajena aunque lo haya encontrado entre los bienes del fallido por cualquier título, no
van a ser destinados a la satisfacción de los acreedores. El propietario de ese bien debe ejercer la
acción reivindicatoria para recuperarlo; no es el reivindicante acreedor del fallido porque su
derecho no es de crédito. Esta acción le permite al propietario recuperar la cosa que está en poder
de un poseedor no propietario; en este caso, el quebrado debe demostrar su propiedad. En
muchos casos la prueba es fácil, pero cuando se trata de cosas muebles se dificulta por la
presunción de que la posesión vale como título; por otro lado, el principio de apariencia jurídica
tiene mayor relevancia en materia mercantil.

1. Condiciones para ejercer la Acción Reivindicatoria:


 El bien que se reivindica debió estar en posesión del quebrado para el momento de la
declaratoria de quiebra.
 El reivindicante debe identificar el bien objeto de su acción y demostrar su derecho de
propiedad.

2. Casos Específicos de Reivindicación.

Artículo 991. En los casos de quiebra pueden ser reivindicados:


1. Las letras de cambio, pagarés y otros documentos de crédito aún no pagados, que
existieron a favor del fallido o de un tercero que los tenga en nombre de aquel, siempre
que el propietario los haya entregado o remitido al fallido con el simple mandato de
cobrarlos y tener el valor a su disposición, o de aplicarlos a pagos u objetos
determinados.
2. Las mercancías consignadas para ser vendidas por cuenta del propietario, o que hayan
sido depositadas en el fallido, mientras existan en su misma especie, en todo o en parte, y
puedan ser identificadas.
Si las mercancías hubieren sido vendidas, el dueño podrá reclamar el precio o la parte de
él que no haya sido pagado en dinero u otro valor no compensado, ni comprendido en
cuenta corriente con el fallido. Si los efectos de comercio dados en pago hubieren sido
otorgados o endosados directamente al comitente, hay lugar a la reivindicación de ellos.
3. Las mercancías expedidas al fallido, mientras no hayan sido entregadas en sus
almacenes o depósitos, o en los del comisionista encargado de venderlas por cuenta del
fallido o en depósitos públicos o privados a disposición de éste. Más no tendrá lugar la
reivindicación de dichas mercancías cuando el fallido las hubiere vendido antes de su
llegada, sobre facturas o conocimientos o sobre facturas y cartas de porte firmadas por el
remitente, siempre que esta venta haya sido hecha sin fraude contra el fallido y el
comprador.
El reivindicante debe devolver las cantidades que haya recibido a cuenta de las
mercancías, los avances hechos por fletes, comisión, seguros y demás gastos, y lo que
se estuviera debiendo por las mismas causas.

2.1. Títulos valores: esta disposición comprende también otros títulos valores nominativos y al
portador (conocimiento de embarque, carta de porte, cheques al portador, etc.). Esta
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reivindicación supone el endoso de una letra, de un cheque o pagaré a nombre del comerciante a
título de procuración con el encargo de cobrarlo o de afectarlo a pagar un objeto determinado y
conservar su importe a disposición del endosante o propietario. Ésta dispone de todos los medios
para probar los extremos exigidos por la norma, si lo hizo a título de mandato o afectación
prendaria. Si fueron entregados en cuenta corriente, se hacen propiedad del receptor, aún para el
caso de no haber sido cobrados.
2.2. Mercancías consignadas al fallido: para ser vendidas por cuenta del propietario; se
pueden reivindicar también cuando hayan sido depositados al fallido mientras existan en su misma
especie en todo o en parte y puedan ser identificadas. Si las mercancías han sido vendidas y el
fallido no ha recibido el precio total o parcialmente, el dueño puede reclamar el precio o la parte de
éste que no haya sido pagada; si el pago se hubiere hecho habrá lugar a la reivindicación; por
ejemplo, un giro. La expresión “mercancías” debe ser entendida en su acepción más amplia. Para
que la reivindicación sea posible debe existir en su misma naturaleza y debe ser posible su
reconocimiento; debe tratarse de bienes específicos, no de bienes genéricos. Se permite también
la reivindicación en los supuestos de comodato, prenda y arrendamiento.
2.3. Mercancías expedidas pero no entregadas: se consideran expedidas cuando han sido
entregadas al transportista de modo que el vendedor no tenga disponibilidad jurídica ni física. Se
consideran entregadas cuando son colocadas en el almacén o depósito del fallido, o en los
almacenes del comisionista encargado de venderlas por cuenta del fallido, o en depósitos públicos
o privados a disposición del fallido.

3. Efectos de la Reivindicación. El reivindicado debe devolver las cantidades que haya cobrado
a cuenta las mercancías y los avances recibidos por concepto de fletes, seguros, comisión y
demás gastos, y lo que estuviere debiendo por las mismas causas.

4. Liquidación por los Síndicos. Si no hay convenio, debe procederse a la liquidación general y
a la terminación de la quiebra; debe realizarse el activo del concurso para lograr extinguir el pasivo
con el producto que se obtenga en la medida de lo posible. Para la realización del activo, el
Síndico debe realizar todas las operaciones para hacer líquido el patrimonio: cobrar las deudas y
luego enajenar los bienes muebles e inmuebles.

Artículo 1.039. Si no hubiere convenio, los síndicos continuarán representando la masa


de acreedores, revisarán el balance y si no estuvieron autorizados para continuar el giro
del fallido, promoverán las diligencias conducentes a la venta de las mercancías o bienes
muebles e inmuebles y a la liquidación general y terminación de la quiebra.
La venta de los bienes muebles se hará en venduta; pero el Juez podrá autorizar ventas
privadas. La de los inmuebles se hará con las formalidades que se observan en la de
inmuebles de menores.
Podrán los síndicos transigir con la autorización del Juez de Comercio, y no obstante
cualquiera oposición del fallido, todas las diferencias relativas a los bienes de la quiebra y
enajenar por un precio alzado el todo o parte de los créditos activos de morosa o difícil
realización con la misma autorización del Juez dada con citación del fallido. La
autorización del Juez en estos casos es apelable ante el Tribunal Superior.
Cualquier acreedor puede provocar esta autorización.

4.1. Forma de venta de los bienes: en cuanto a la venta de bienes, el Código de Comercio
distingue entre bienes muebles e inmuebles (ambas deben ser autorizadas por el Juez).
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4.1.1. Bienes muebles: la venta de mercaderías no depende de avalúo previo porque


basta la estimación que se haya hecho en el primer inventario. La forma de efectuar la venta es en
venduta, es decir, en pública almoneda, al mejor postor, la cual deberá celebrarse con las
formalidades previstas en los Artículos 82 y ss. del Código de Comercio (publicación de catálogos;
lugar, fecha y hora de los remates; pago al contado; plazos para la consignación del precio; plazo
para que el vendutero dé cuenta al Juez, etc.). Este sistema de venta en pública subasta tiene las
ventajas de la publicidad y libre competencia; el inconveniente es que suponen una gran pérdida
de tiempo en su negociación y los gastos resultan mayores. Para agilizar el proceso, el Juez
puede autorizar ventas privadas cuando lo estime conveniente.
4.1.2. Bienes inmuebles: deben observarse las mismas formalidades de la venta de los
bienes inmuebles de los menores, con autorización del Juez. Como no es necesario demostrar la
necesidad o utilidad de la venta, la autorización del Juez debe ser más rigurosa; debe requerir la
opinión del fallido para obtener mejor provecho de esa venta; debe tener más circunspección. La
autorización la puede pedir el Síndico o cualquier otro acreedor; el requisito de autorización es
esencial, so pena de nulidad.

Artículo 267 del Código Civil. El padre y la madre que ejerzan la patria potestad
representan en los actos civiles a sus hijos menores y aun simplemente concebidos, y
administran sus bienes.
Para realizar actos que exceden de la simple administración, tales como hipotecar,
gravar, enajenar muebles o inmuebles, renunciar a herencias, aceptar donaciones o
legados sujetos a cargas o condiciones, concertar divisiones, particiones, contratar
préstamos, celebrar arrendamientos o contratos de anticresis por más de tres (3) años,
recibir la renta anticipada por más de un (1) año, deberán obtener la autorización judicial
del Juez de Menores.
Igualmente se requerirá tal autorización para transigir, someter los asuntos en que tengan
interés los menores a compromisos arbítrales, desistir del procedimiento, de la acción o
de los recursos en la representación judicial de los menores.
Tampoco podrán reconocer obligaciones ni celebrar transacciones, convenimientos o
desistimientos en Juicio en que aquellas se cobren, cuando resulten afectados Intereses
de menores, sin la autorización Judicial.
La autorización judicial sólo será concedida en caso de evidente necesidad o utilidad para
el menor, oída la opinión del Ministerio Público, y será especial para cada caso.
El Juez podrá, asimismo, acordar la administración de todos o parte de los bienes y la
representación de todos o parte de los intereses de los hijos a uno solo de los padres, a
solicitud de este, oída la opinión del otro progenitor y siempre que así convenga a los
intereses del menor, menor.

Los Síndicos podrán transigir todas las diferencias relativas a los bienes de la quiebra, no
obstante la oposición del fallido; pero cuando se trata de bienes inmuebles y esté pendiente la
celebración del convenio, sí cesa dicha facultad otorgada a los Síndicos.

Artículo 983. Los síndicos podrán, con citación del fallido y aprobación del Juez,
comprometer en árbitros y transigir las cuestiones que interesen al concurso. De la
resolución del Juez puede apelarse ante el Tribunal Superior.
Cuando las cuestiones versaren sobre bienes inmuebles y estuvieren pendientes de la
celebración del convenio, la oposición del fallido impedirá el arbitramento o la transacción.
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4.2. Apelación: la autorización del Juez es apelable ante el Tribunal Superior, la cual sólo se
oirá en un solo efecto (efecto devolutivo).

Artículo 1.060. De las determinaciones que el Juez de Comercio dictare en la


administración de la quiebra no se concede apelación sino en los casos expresamente
determinados por la ley. La apelación sólo se oirá en el efecto devolutivo.

5. Procedimiento de la Liquidación.
5.1. Formación del estado de los acreedores: dentro de los 5 días siguientes a que se
determine que no hay convenio, el Juez debe formar con el informe de los Síndicos, el estado de
los acreedores para establecer la prelación con la que van a ser pagados aplicando las reglas
especiales del Código de Comercio y las generales del Código Civil. La prelación se hace sólo
entre los acreedores que ejercen acciones personales. En este cuadro no entran personas que
tienen derecho de propiedad sobre cosas comprendidas en el activo del fallido (acreedores de
dominio) y que pueden ejercer acciones reales; las únicas causas de preferencia en los pagos son
los privilegios y las hipotecas legalmente constituidas. Los acreedores no privilegiados conforman
la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos
El Síndico y los acreedores pueden oponerse al estado de acreedores dentro de los 8 días
siguientes a su formación y las decisiones sobre esta oposición no tienen apelación.

Artículo 1.040. Dentro de cinco días después de resuelto que no hay convenio, el Juez,
con informe de los síndicos, formará el estado de los acreedores, aplicando las
disposiciones especiales del presente Código y las generales del Código Civil para
establecer la prelación con que deben ser pagados.
Los síndicos y los acreedores podrán oponerse al predicho estado dentro de los ocho
días siguientes a su formación y si el Juez no pudiere conciliar las diferencias, sentenciará
con las formalidades legales.

Artículo 1.041. Las únicas causas de preferencia en los pagos son los privilegios y las
hipotecas legalmente constituidos. Los acreedores que no los tengan a su favor
componen la masa quirografaria y participan a prorrata de sus créditos en la distribución
del producto libre de los bienes del fallido.
El vendedor de bienes muebles no pagados no tiene privilegio sobre ellos en caso de
quiebra del comprador.

Se prohíbe cargar a la masa los costos por servicios de abogados o agentes judiciales que
utilicen los acreedores y el fallido; el cargo procederá cuando el Juez lo califique como defensa
necesaria.

Artículo 1.042. No será a cargo de la quiebra el servicio de los abogados, apoderados o


agentes judiciales que empleare cada acreedor en el procedimiento de quiebra.
Tampoco, lo será de los que empleare el fallido sino en cuanto se califique defensa
necesaria por el Tribunal de Comercio quien para fijar lo que debe pagarse seguirá el
procedimiento del artículo 990.

Se prohíbe a los Síndicos hacer pago alguno sin que se presente el título de la acreencia.
Corresponde al Síndico liquidar, realizar el activo, hacer las deducciones y proceder al pago de los
acreedores.
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Artículo 1.050. Los síndicos harán las debidas reparticiones, después de deducidas las
costas, los demás gastos de la quiebra y los auxilios alimenticios y gastos de defensa que
se hayan asignado al fallido.
No harán pago alguno sin que se les presente el título de la acreencia, en que anotarán
las sumas que entreguen o hicieren entregar en pago. Pero si no fuera posible a algún
acreedor la presentación de su título, el Juez podrá ordenar el pago con vista del acta de
calificación.
El acreedor firmará siempre el recibo al margen del estado de repartición.

5.2. Pago a los acreedores: antes de la repartición de fondos, serán deducidas las costas, los
gastos de la quiebra, los gastos de defensa del fallido y los auxilios alimenticios.
1º) Con privilegio especial e hipotecarios: el pago se hará con el producto de la venta del bien
que garantizaba el crédito; si el producido es mayor que la deuda deben devolver el remanente a
la masa, y si es menor, concurrirán con el resto de los quirografarios en proporción de lo que les
quede debiendo; se requiere la autorización del Juez.
2º) Con privilegio general: se les paga con el valor de los bienes muebles de la masa y si no
alcanza, ellos deben ir a la masa por el saldo.

Artículo 1.046. Después de admitidos los acreedores privilegiados sobre los bienes
muebles, el Juez podrá autorizar a los síndicos para pagarlos con los primeros fondos
recaudados.

3º) Prendarios: el Síndico puede hacerse cargo del bien dado en prenda y satisfacer la deuda.

Artículo 1.045. Después de admitido en el pasivo de la quiebra el crédito garantizado con


prenda, podrán los síndicos con autorización del Juez, recoger las prendas satisfaciendo
la deuda.
Si la prenda fuere vendida a solicitud del acreedor, el exceso del precio sobre la deuda, si
lo hubiere, será recibido por los síndicos para la masa quirografaria.

4º) Quirografarios: se procede al prorrateo entre ellos tomando en cuenta que los privilegiados
concurren por el saldo en proporción de sus créditos no satisfechos.

Artículo 1.049. Después de vendidos los bienes especialmente afectos a privilegio o


hipoteca, los acreedores privilegiados o hipotecarios a quienes corresponda el pago
íntegro de sus créditos con el precio de la venta, sólo recibirán de ese precio lo que se les
quede debiendo, deducido de su crédito total lo que según el artículo anterior hubieren
recibido del producto de los otros bienes.
Las sumas retenidas así no se aplicarán a los otros privilegiados o hipotecarios sobre los
mismos bienes, colocados en orden inferior a aquéllos, sino se restituirán a la masa
quirografaria.
Los acreedores privilegiados o hipotecarios que no alcanzaron a cubrirse con el precio de
los bienes que les estén afectos sino de parte de sus créditos participarán en la
distribución del producto de los otros bienes, en proporción de lo, que se les quede
debiendo, deduciendo del total de su crédito lo que les tocó del precio de los bienes
especialmente afectos, y se restituirá a la masa quirografaria.
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Los acreedores a quienes nada alcanzara en el precio de los bienes que les están
especialmente afectos, concurrirán por la totalidad de sus créditos en la masa
quirografaria.

5º) Acreedores ausentes: se debe hacer una reserva para los no domiciliados en Venezuela.

Artículo 1.052. Al ordenar las reparticiones, se acordará también que se reserve la cuota
correspondiente a los domiciliados fuera de Venezuela, cuyos términos de comparecencia
no estén aún vencidos; si pareciera al Juez que algunos de estos créditos no está
colocado con exactitud en el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.
Vencidos los términos señalados para comparecer sin que hayan ocurrido a la calificación
de sus créditos, las cantidades reservadas serán repartidas entre los acreedores
reconocidos.

6º) Acreedores controvertidos: se debe hacer una reserva para los créditos que hayan sido
calificados como controvertidos.

Artículo 1.053. También se reservarán las porciones que a juicio del Juez puedan
corresponder a los acreedores cuya calificación esté controvertida

7º) Morosos: su presentación no suspende la ejecución de las reparticiones acordadas por el


Juez.

Artículo 1.051. La presentación de los acreedores morosos no suspenderá la ejecución


de las reparticiones acordadas por el Juez; pero si procediera a otras reparticiones
estando pendiente su calificación, dichos acreedores serán comprendidos por las sumas
que provisionalmente determinará el Juez, y éstas quedarán reservadas hasta que la
calificación quede terminada.
Si fueren admitidos, no podrán reclamar devolución alguna de las reparticiones
efectuadas; pero sí tendrán derecho a tomar de las sumas aún no repartidas los
dividendos que les habrían correspondido en las distribuciones anteriores.

A los efectos de la distribución del activo de la quiebra, los Síndicos deben presentar al
Juez, mensualmente, un estado del ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra y un
aviso de los gastos que hayan de hacerse. El Juez ordenará, si hay lugar, una repartición entre los
acreedores, fijará la cantidad, y cuidará de que todos los acreedores estén advertidos.

Artículo 1.055. Los síndicos presentarán al Juez de Comercio todos los meses un estado
de ingreso, egreso y existencia de los fondos de la quiebra y una noticia de los gastos que
hayan de hacerse. El Juez ordenará, si ha lugar, una repartición entre los acreedores,
fijará la cantidad y cuidará de que todos los acreedores sean advertidos.

Artículo 959. La publicación de la quiebra, la, prohibición de hacer al fallido pagos y


entregas de cartas, telegramas y bienes, y la orden de que los que tengan bienes y
papeles del fallido los consignen en el juzgado de Comercio, se hará por oficios dirigidos
a las oficinas de correos y telégrafos y a las personas a quienes se dirijan las
prohibiciones u órdenes, por edictos fijados en el despacho del Tribunal y en los sitios
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más concurridos, tanto del lugar del juicio como de los demás en que el fallido tenga
establecimientos mercantiles y por la imprenta, si fuere posible.

Concluida la liquidación, el Juez debe convocar al fallido y a los acreedores para hacer el
examen general de las cuentas presentadas por los Síndico; ésta es la Cuarta Junta de
Acreedores (la Junta final), queda disuelto el concurso y los acreedores pueden proceder
individualmente contra el fallido.

Artículo 1.056. Concluida que sea la liquidación, serán convocados los acreedores y el
fallido para el examen de la cuenta general de los síndicos. En esa junta exigirá el Juez a
los acreedores informes sobre si el fallido es excusable o no; y se consignarán en el acta
los pareceres y observaciones de los acreedores.
Concluida esta reunión, el concurso queda disuelto; y los acreedores recobran el derecho
de proceder individualmente en el ejercicio de sus acciones.

6. Cuarta Junta de Acreedores. Se convoca a la Cuarta Junta de Acreedores para que el Síndico
rinda cuentas, luego así queda disuelta la quiebra y los acreedores recobran sus derechos en la
ejecución de las acciones individuales contra el deudor; las acciones concursales se extinguieron.
Esta Junta tiene doble finalidad:
a) Los Síndicos rinden cuentas de su administración.
b) El Juez pide opinión a los acreedores sobre si el fallido es excusable o no.
En el acta se consignan las observaciones y opiniones de los acreedores (no son
vinculantes para el Juez), pero este informe tiene que ver con la posible rehabilitación del fallido; el
propio fallido puede pedir al Juez que se pronuncie. No pueden ser declarados excusables los
fallidos fraudulentos, condenados por hurto, por estafa, etc.

Artículo 1.057. El Juez, con asociados si así se pidiere y con vista del expediente,
decidirá si el fallido es o no excusable.
No pueden ser declarados excusables: los quebrados fraudulentos, los condenados por
hurto, estafa o apropiación indebida; ni los tutores, curadores o administradores de bienes
ajenos, que no rindieren su cuenta con pago del saldo.

¿Qué significa declarar excusable al deudor? Dominici dice que es como declararlo libre de
culpa y de las penas consiguientes. La declaratoria judicial de excusabilidad produce dos efectos:
uno de carácter moral que puede interpretarse como un certificado de buena conducta y el otro, de
carácter jurídico, que es el beneficio de competencia, conforme al cual el deudor tiene derecho a
que se le deje lo necesario para vivir honestamente.

Artículo 1.058. El fallido que fuere declarado excusable tiene derecho al beneficio de la
competencia.

Artículo 1.950 del Código Civil. En virtud del beneficio de competencia, el deudor tiene
derecho a que al ejecutársele, se le deje lo necesario para vivir honestamente, según
acostumbran generalmente las personas pobres de su educación, y con cargo de
devolución, cuando mejore de fortuna. Los acreedores hipotecarios o privilegiados están
excluidos de contribuir al beneficio de que trata este artículo.
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Tema 27. Sobreseimiento. Esta figura, típica del Derecho Concursal, es ajena a la figura del
Derecho Penal y tiene por objeto liberar a los acreedores de la acumulación de acciones (Artículo
942). La quiebra puede terminar por liquidación y por el convenio; la liquidación es el modo
normal, el convenio es la forma como las partes celebran una transacción. La ley también
contempla la suspensión del procedimiento. En la práctica, puede ocurrir que no haya medios
líquidos para cubrir los gastos mínimos que requiere la movilización del proceso. Cuando el curso
de la quiebra se detenga por no haber medios líquidos procede su suspensión, los acreedores
recuperan sus derechos de ejercer las acciones individuales contra el deudor.

Artículo 1.035. Si en cualquier estado de la quiebra antes de procederse a su liquidación,


se encontrara paralizado el curso de sus operaciones, por falta de medios líquidos para
cubrir los gastos que ellos requirieran, el Tribunal de Comercio podrá, de oficio o a
instancia de los síndicos o de cualquier acreedor, y siempre con audiencia del fallido y de
los síndicos, decretar el sobreseimiento, en los procedimientos de la quiebra.

1. Presupuestos para el Sobreseimiento.


a) Que el curso de las operaciones del juicio se encuentren paralizadas.
b) Que dicha paralización se deba a la falta de medios líquidos para cubrir el monto de los
gastos del proceso.

2. Características:
 Se puede decretar en cualquier estado de la quiebra pero antes de que se proceda a la
liquidación.
 El Juez puede proceder de oficio, a instancia del Síndico o de cualquier otro acreedor.
 Requiere la audiencia del fallido y de los Síndicos. Para decretar el sobreseimiento, el Juez
debe tener en cuenta que no se haya procedido a la liquidación, oír el informe de los
Síndicos y del fallido para saber cuál es la situación de los bienes de la masa.
 Tiene que ser declarada por el Tribunal.
 Es provisional, puede ser revocado, a solicitud de los acreedores anteriores o posteriores al
decreto o por cualquier otro interesado.

3. Efectos de la revocación del sobreseimiento:


a) Vuelven a acumularse todos los juicios particulares al procedimiento de quiebra, que recobra
su carácter de universal. El decreto de sobreseimiento no es apelable.

Artículo 1.037. El fallido o cualquier otro interesado podrá obtener en todo tiempo
revocación del decreto de sobreseimiento, acreditando la existencia de valores líquidos en
cantidad suficiente para atender a los gastos que exijan los procedimientos de la quiebra
o consignando una suma de dinero que baste para cubrirlos.
La revocación repone el juicio de quiebra al estado que tenía antes del sobreseimiento.

Artículo 1.060. De las determinaciones que el Juez de Comercio dictare en la


administración de la quiebra no se concede apelación sino en los casos expresamente
determinados por la ley. La apelación sólo se oirá en el efecto devolutivo.

c) La reposición del juicio no obliga a los acreedores a restituir a la masa los pagos que
pudieron haber recibido por sus acciones individuales, salvo que hubiera fraude. El
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privilegio acordado es justo por cuanto todos los acreedores, y no sólo el gestor, resultan
beneficiados (Pisani).

Artículo 1.038. Los acreedores que por sus gestiones individuales hubieren recibido
pagos durante el sobreseimiento, no serán obligados a restituirlos a la masa, salvo el
caso de fraude.
Si la masa se aprovechare de las gestiones de algún acreedor, se pagarán a éste con
privilegio de los gastos hechos.

4. Efectos del sobreseimiento.


 Deja subsistente la quiebra en cuanto al mantenimiento de las medidas asegurativas
dictadas y ejecutadas contra los bienes del fallido y a la incapacidad de éste para
administrarlos.
 Cesa la acumulación de juicios, por lo que los acreedores recobran el ejercicio de sus
derechos de ejecución contra el fallido.
 Conlleva la nulidad de todo lo actuado a partir de la decisión de sobreseimiento.
El sobreseimiento produce así un estado mixto, ya que no extingue el estado de quiebra
sino que suspende el curso del procedimiento: los bienes continúan embargados, el deudor sigue
inhabilitado para administrar sus bienes, la masa pasiva se mantiene y desaparece la masa activa
y cada acreedor puede exigir el pago de sus acreencias (acción individual); cesa la acumulación
de acciones.

Artículo 1.036. La resolución que ordena el sobreseimiento deja subsistente el estado de


quiebra, pero restituye individualmente a los acreedores en el ejercicio de sus derechos
de ejecución contra el fallido.

Tema 29. Rehabilitación y Quiebras de Menor Cuantía.

1. La Rehabilitación. Acto por el cual se suspende al fallido de la inhabilitación que pesa sobre él
con ocasión a la sentencia declaratoria de quiebra; cesan todas las interdicciones a las que estaba
sometido el fallido. La inhabilitación es una consecuencia de la declaratoria de quiebra que ocurre
ipso iure; no ocurre lo mismo con la rehabilitación, no se elimina de ipso facto. El cierre del
proceso de quiebra no elimina los efectos sobre el deudor como consecuencia de la declaratoria
de quiebra; se requiere de una declaratoria judicial, no opera ipso iure (de pleno derecho).

Artículo 1.064. Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones legales a que por la
quiebra estaba sometido el fallido.

1.1. Presupuestos: así como hay lugar a la rehabilitación, no todos los quebrados tienen
derecho a ella, el Código establece que tienen derecho a ella:
 Sólo los que han satisfecho íntegramente sus deudas o por lo menos la proporción a que
quedaron reducidas por el convenio, con los intereses y gastos que se han dado.
 Que no se trate de un quebrado fraudulento.
 No se requiere que el fallido viva para el momento en que se solicita la rehabilitación, se
prevé la rehabilitación póstuma.
 Tampoco se requiere que haya sido una quiebra fortuita.
El fallido culpable también puede ser rehabilitado después de cumplida su condena; si fuere
un fallido que no puede ser declarado excusable puede ser rehabilitado 5 años después de
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cumplida su condena, siempre que acredite haber observado una conducta irreprensible y que
haya pagado sus deudas. Con relación a las sociedades de comercio con socios ilimitadamente
responsables, su rehabilitación sólo se acordará después de extinguidas todas las deudas
sociales.

Artículo 1.063. El fallido que haya satisfecho sus deudas íntegramente o por lo menos en
la proporción a que queden reducidas por el convenio, con los intereses y costos que
sean de su cargo, tiene derecho a ser rehabilitado.
Si la quiebra hubiere sido de una compañía de comercio, ninguno de los socios podrá ser
rehabilitado sino después de extinguidas todas las deudas sociales, con arreglo a este
Artículo. Pero esta disposición no comprende al socio con quien la junta de acreedores
haya hecho convenio por separado.

Artículo 1.066. No se acordará la rehabilitación a los que según el artículo 1.057 no


pueden ser declarados excusables, sino cinco años después de haber cumplido su
condena, si acreditaren que en ese tiempo han observado una conducta irreprensible y
que han pagado sus deudas en los términos prescritos en este Título.

Artículo 1.067, El quebranto simplemente culpable podrá ser rehabilitado, con arreglo a
las disposiciones anteriores, después que haya cumplido su condena.

Artículo 1.068. El fallido puede ser rehabilitado después de su muerte,

1.2. Procedimiento de la rehabilitación: no procede de oficio ni por solicitud de los


acreedores; debe ser pedida por el propio fallido.
1º) El solicitante hará la solicitud en el Tribunal de Comercio de la jurisdicción donde se
siguió el juicio de quiebra.
2º) Presentará los comprobantes de su solvencia, acreditando que ha pagado íntegramente
las deudas anteriores a la declaratoria de quiebra con todos sus accesorios. La solvencia consiste
en documentos, facturas, finiquitos que permiten demostrar que él ha pagado a todos sus
acreedores. El fallido doloso debe esperar 5 años; en caso de falleció, el procedimiento es igual.
3º) Una vez que el Juez recibe la solicitud, ordena su publicación en edictos y por la prensa,
y realiza un examen para comprobar la veracidad de lo presentado y alegado por el fallido.
4º) A los 2 meses de la fijación de los edictos, el Juez hará una lectura y revisión de los
actos procesales, hace una relación de la causa y decide lo conducente, pudiendo hacerlo con
asociados. El Juez va a acordar la rehabilitación del fallido si se cumplieron todos los extremos; su
labor no es de apreciación sino de verificación.
5º) La resolución que acuerde la rehabilitación debe publicarse en los periódicos oficiales
que el fallido designe.

1.3. Apelación: no dice nada el Código de Comercio sobre posibilidad de apelación; este
silencio legal ha sido interpretado sobre la base del Artículo 1.060, en sentido negativo. La Doctora
Pisani está en desacuerdo con esto porque la rehabilitación es otro juicio que debe instaurarse en
la misma jurisdicción en que se siguió e juicio de quiebra, es además un derecho reconocido por la
ley al fallido y no debería quedar sin recurso; por lo tanto, se entiende que sea posible la oposición
y que los oponentes puedan apelar.
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Artículo 1.060. De las determinaciones que el Juez de Comercio dictare en la


administración de la quiebra no se concede apelación sino en los casos expresamente
determinados por la ley. La apelación sólo se oirá en el efecto devolutivo.

1.4. Características de la rehabilitación:


 Es irrevocable, declarada con lugar se supone que todos los acreedores, anteriores a la
sentencia declaratoria de quiebra, han sido pagados íntegramente; los acreedores
posteriores no tienen nada que ver con este pedimento legal de cancelación.
 Si el fallido fuere deudor solidario, debe justificar el pago total de la deuda, si fue hecho por
él o por su codeudor; si fue hecho por este último, debe acreditar el reintegro de su parte al
codeudor.
 Como el fallido debe intereses a los acreedores, debe haberlos pagado también
íntegramente.
 Los gastos se refieren no sólo a todos aquéllos que pudieron haber hecho los acreedores
antes del estado de quiebra, sino los que ha originado la quiebra y los que la masa ha
estado obligada a pagar.
 El fallido debe mostrar la lista de sus acreedores al Juez para que éste pueda verificar que
todo su pasivo fue pagado.

1.5. Efectos de la rehabilitación: con la rehabilitación cesan las interdicciones legales


(inhabilitaciones tanto personales como reales), lo más correcto es hablar de incapacidad.

Artículo 1.064. Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones legales a que por la
quiebra estaba sometido el fallido.

2. Las Quiebra de Menor Cuantía. Esta figura surgió en la reforma del Código de Comercio de
1.904, para pequeños deudores, cuyas deudas no excedan de 10.000 bolívares.

Artículo 1.069. El Juez de Distrito o Departamento es competente para toda quiebra en


que el monto de las acreencias no exceda de diez mil bolívares y podrá, en consecuencia,
declararlas y conocer en ellas previas iguales formalidades y con las mismas facultades
de los jueces de Primera Instancia en lo Mercantil en las de cuantía superior, aplicando
las disposiciones de este Título.
Si del acta de calificación resultara que los créditos exceden de diez mil bolívares, se
pasará el expediente al Juez de Primera Instancia competente.

2.1. Inicio del procedimiento: puede ser solicitada por el deudor o demandado y por los
acreedores tanto civiles como mercantiles, de la misma forma que las quiebras de mayor cuantía,
los acreedores civiles deben acreditar la cesación de pagos de obligaciones mercantiles.
2.1.1. Por el deudor: dentro de los 3 días siguientes a la cesación de pagos.
2.1.2. Por los acreedores: mediante demanda en que expliquen todos los hechos y
circunstancias constitutivas de la cesación de pagos.
El Juez debe contestar en el término de ley y decidir en base a las pruebas presentadas,
puede decretar medidas preventivas, designar depositarios. Declarada la quiebra, procederá a
decretar medidas precautelativas: sellar cajas, escritorios, libros, papeles, etc., y asegurar con
llaves las puertas del establecimiento con la custodia necesaria.
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Artículo 1.070. Declarada la quiebra se procederá a sellar el establecimiento, a asegurar


con llaves y poner sellos a la caja, escritorios, libros, papeles, piezas y depósitos donde
estuvieron las mercancías, frutos y efectos, y se establecerá la custodia necesaria.

En el mismo fallo convocará a los acreedores para que en 4 días se presenten con los
documentos justificativos de sus créditos y notifica al fallido para que presente al tercer día el
inventario de sus bienes y la lista de acreedores, si no la presentó en el balance. Los acreedores
se pueden hacer representar, bastando una simple carta o telegrama.

Artículo 1.071. Por el mismo decreto, que se publicará por carteles y por la imprenta, el
mismo día o el inmediato, convocará el Juez a los acreedores del fallido para que
comparezcan al cuarto día a la hora que designe, con los comprobantes de sus créditos; y
prevendrá al fallido que presente dentro del tercer día el inventario completo de su activo
y las listas de sus acreedores, si no hubiere presentado ya un balance.
Los acreedores podrán concurrir por medio de representantes, a quienes bastará una
autorización por carta, por telégrafo o cable.

2.2. Primera Junta de Acreedores: se procede a considerar los documentos de los créditos;
luego, los acreedores cuyos créditos hayan sido admitidos presentarán una terna de acreedores
para que el Juez elija un liquidador y otra terna de abogados para que el Juez elija un asesor que
va a asesorar al liquidador. Los elegidos deben prestar aceptación y juramento.

Artículo 1.072. Reunidos los acreedores, procederán a considerar los documentos de los
créditos, exponiendo cada acreedor su parecer respecto de ellos, poniéndose constancia
de los que fueren admitidos y de los que fueren objetados. Luego los acreedores cuyos
créditos hayan sido admitidos, presentarán una terna de acreedores o de otros
comerciantes para que el Juez elija de ellos al liquidador de la quiebra; y si los acreedores
lo pidieren, otra de abogados y en su defecto de procuradores para que el Juez elija el
que haya de asesorar al liquidador. Los elegidos prestarán aceptación y juramento.

2.3. Actuación del liquidador: una vez designado, recibirá del Juez todo lo que forma el activo
del fallido, firmará el inventario acompañado de un delegado de los acreedores o del deudor
mismo; igualmente le serán entregados el balance y la lista de los acreedores. Con esto, el
liquidador hará un informe y convocará a los acreedores para el tercer día para la Segunda Junta
de Acreedores.

Artículo 1.073. Aceptado el cargo de liquidador, procederá el Juez a levantar los sellos y
a entregarle todo lo asegurado y cuanto constituya el activo del fallido, firmando el
liquidador el correspondiente inventario y justiprecio acompañado de un delegado de la
mayoría de los acreedores y de otro del deudor o de éste mismo, si lo prefieren, o en su
defecto elegido por el Juez.
Los documentos de crédito presentados por los acreedores les serán entregados también
al liquidador junto con el balance y lista de acreedores.

Artículo 1.074. El Liquidador formará cuanto antes un estado general con la lista
detallada de los acreedores del fallido y los títulos de los acreedores y resumen del
inventario y justiprecio, con apreciación prudencial de los deudores y de las causas de la
quiebra.
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2.4. Segunda Junta de Acreedores: la finalidad de esta junta es imponer a los acreedores
acerca del estado general de la quiebra sobre la base del informe que el liquidador ha levantado.
En esta junta, los acreedores van a aceptar los créditos como aparecen en el balance u oponerse
al mismo. Si hay discordancia en los créditos, el liquidador debe procurar un avenimiento; si no se
logra pasará todo lo conducente al Tribunal al tercer día, debiendo decidir en un juicio verbal. Si no
hay controversia, se llama a un convenio.

Artículo 1.075. Por una lista y boleta y por la prensa, el liquidador citará para el tercer día
a la hora que designe a los acreedores y al deudor, para que impuestos del estado
general, acepten u objeten específicamente los créditos en cantidad o calidad. Sobre las
cuestiones que surjan respecto de los créditos procurará el liquidador que se arreglen los
respectivos interesados; si no hubiere avenimiento pasará todo lo conducente al Tribunal
dentro del tercer día, para que las resuelva en juicio verbal con apelación al Tribunal
Superior en grado.
Sí no surgieron cuestiones o se lograre el avenimiento, se excitará al deudor y a los
acreedores a hacer algún arreglo o convenio, siempre que no resulten sospechas
fundadas de culpabilidad o fraude por parte del fallido, caso en el cual se pasará al
Juzgado del Crimen copia de todo lo conducente.

2.5. El convenio: para su validez requiere una mayoría de las 2/3 partes de los acreedores
cuyos créditos hayan sido admitidos. El convenio es obligatorio para todos los acreedores, si hay
oposición al convenio, el Tribunal decidirá en juicio breve.

Artículo 1.076. El convenio necesitará para su validez el voto de dos terceras partes de
los acreedores cuyos créditos han sido aceptados.
Si lo reúne será obligatorio para todos los acreedores y se llevará a ejecución
inmediatamente. Pero si hubiere oposición al convenio, alegándose alguna causa legal
conforme a las disposiciones de las Secciones anteriores respectivas, se pasará todo lo
conducente al Tribunal para que resuelva en juicio verbal con apelación al Tribunal
Superior en grado.

2.6. La liquidación: si no hay convenio se procede a la liquidación. El liquidador debe realizar


la existencia hasta por la mitad del justiprecio; para vender a menor precio necesita la autorización
del Juez. Terminada la liquidación, el liquidador procede a cancelar el pasivo, hace una prelación
de pagos tomando en cuenta la opinión del asesor debiendo hacer una reserva para los
acreedores pendientes.

Artículo 1.077. Caso de no haber convenio, el liquidador continuará la liquidación


realizando la existencia hasta por la mitad del justiprecio. Para vender por menos precio
se necesitará la autorización del Juez. Los fondos se depositarán en un banco o en una
casa de comercio respetable.

Artículo 1.078. Concluida la realización, el liquidador establecerá el orden de los pagos,


oído el asesor, y lo pasará al Juez para que ordene el reparto, debiéndose separar lo
necesario para atender a los créditos que aún no, estuvieron admitidos.
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Artículo 1.079. El liquidador, oído el asesor, resolverá toda la cuestión de pura


administración y liquidación, y llevará a cabo lo resuelto, salvo el recurso de cualquier,
oponente al Juez que resolverá en juicio verbal con apelación ante el Tribunal
inmediatamente superior. Las demás cuestiones, sobre todo si pueden afectar algún
derecho, se llevarán al Tribunal, que las resolverá en juicio verbal con apelación al
Tribunal Superior en grado.

Artículo 1.080. En todo lo demás no previsto en este Título, se aplicaran las


disposiciones sobre la quiebra de mayor cuantía; pero los procedimientos serán los de los
juicios verbales, amoldándose a ellos los pasos fijados que el Juez reducirá en cada caso
de modo prudencial, designándolo expresamente.

Este último Artículo remite a las normas aplicables a las quiebras de mayor cuantía, pero
los procedimientos son los del juicio verbal amoldando los lapsos de manera prudencial.

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