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Unidad1. Psicoterapia Integradora
Unidad1. Psicoterapia Integradora
INTEGRADORA NB PSICOLOGÍA
Nerea Bárez
1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................... 2
REFERENCIAS ....................................................................................................................14
1. INTRODUCCIÓN
Son muchas las ventajas de poseer los puntos anteriores. Sin embargo, mi propuesta
con este artículo así como con la formación que vais a recibir en este Máster supone una
renuncia a estas ventajas. Particularmente en mi carrera profesional no he disfrutado de ellas.
Tal vez temporalmente, puesto que me he formado en diferentes lugares y en diferentes
orientaciones, pero siempre algo interno me ha ido expulsando de estas organizaciones. No
he encontrado un lugar tan cómodo como para quedarme para siempre, más bien al contrario,
he detectado sitios a los que pretendían que me uniera, previa aceptación de un decálogo de
normas cual secta religiosa, y esto ha producido en mí una reacción alérgica que me ha hecho
huir. No fue hasta que me vi claramente fuera de todas estas sectas que hice esta reflexión.
Hasta ese momento solo sentía que estaba en desarrollo, aprendiendo cosas de aquí y de
allá. Nunca me sentí conscientemente en búsqueda del lugar adecuado. Tal vez por una
condición personal, mi manera de relacionarme con la psicoterapia ha sido la de una
curiosidad constante y una búsqueda de conocimiento sin limitaciones. Las sectas y demás
escuelas terapéuticas, solo me sugerían límites a mi juicio, innecesarios.
Como decía antes, no tuve una escuela que me convenciera tanto como para renunciar
al resto. Esto, no te voy a engañar, me ha hecho sentir sola en muchas ocasiones. Ha
supuesto alguna que otra desventaja a nivel profesional, ya que no tengo una identidad clara.
Y si algo da ser de una orientación concreta, es identidad. Así que durante mucho tiempo he
vagado en las sombras de la profesión, sintiéndome parte de todo y de nada a la vez. Sigo
siendo sincera; aún me encuentro en ese terreno. Sin embargo, la intuición me dice que no
es un mal sitio. Estoy lejos de muchos lugares; esto me hace ver pocos detalles pero también,
ver el conjunto con mejor perspectiva. He optado por usar mi hemisferio derecho en esto de
la elección de escuela. Esta decisión que fue algo poco consciente ha ido siendo reforzada
por lo aprendido en el camino. Somos muchos los que abogamos por una perspectiva
integradora. Y a lo largo de este Máster, conoceréis los nombres y teorías de numerosos
psicoterapeutas que luchan por reforzar esta propuesta. Empecemos por los principios.
En la leyenda, solo el elegido podría sacar a Excálibur de la roca, por lo que existiría
prueba empírica que permitiese descartar a todos los demás. Sin embargo, en psicoterapia,
no parece existir tal prueba. De esa manera, todos se aprovechan de los aparentes avances
de los pacientes que pasan por sus consultas. Y es que esto sí, no lo pondré nunca en duda:
todos esos pacientes realmente avanzan. Ahora bien, la gran pregunta es la siguiente
¿avanzan realmente por el método? ¿o hay otros factores que hacen que el paciente de
psicoterapia mejore independientemente del método elegido? Esta pregunta es muy difícil de
responder, puesto que el método científico no permite el estudio adecuado de las variables
necesarias en esta cuestión. No podemos replicar las terapias, por lo que nunca se sabrá si
un paciente hubiera obtenido idénticos resultados con otro terapeuta.
De este vacío metodológico se aprovechan cada día los creadores de nuevas terapias y
técnicas. Así hasta haber llegado a desarrollar más de 400 tipos de terapias diferentes. Ya en
1986, Goleman recopiló concretamente 470 tipos diferentes de psicoterapia. Esto significa
que hay cerca de 500 tipos de psicoterapeutas que creen estar haciéndolo no solo bien, si no
mejor que el resto. ¿Qué falla? ¿Esto es equiparable a cualquier otra disciplina sanitaria?
Iremos abordando este asunto a lo largo de la lectura. Imagino que genera una cierta
angustia saber que hay centenares de métodos posibles, y solo te pido que descartes la idea
de que vamos a intentar conocer 500 orientaciones e integrarlas todas. Para simplificar algo,
nos vamos a quedar con los 4 grandes grupos reconocidos por la comunidad científica y que
suponen la raíz de la cual emergen los restantes abordajes:
• Psicoanálisis
• Cognitivo conductual
• Humanista
• Familiar sistémico
Estas son las 4 grandes escuelas que utilizaremos como referencia para la formación
impartida en el Máster. Todas ellas son evoluciones que se mezclan entre sí, y alguien con
espíritu integrador puede encontrar similitudes entre las 4. Sin embargo, mantendremos éstas
como las categorías más puras de psicoterapias, dentro de las cuales podremos encontrar
diferentes grupos y escuelas, así como muchas otras que se derivan de combinaciones de
ellas.
Y contradiciendo todo lo dicho hasta ahora, en este curso, para no decepcionar a nadie,
vamos a aprender un nuevo abordaje, el 5º por excelencia: la psicoterapia integradora. No se
asuste el lector; solo era una pequeña ironía. Aprenderemos psicoterapia integradora sí, a
través de un modelo, sí. Pero comprendiendo que lo único que hacemos es aunar y
transformar hasta lograr un nuevo “todo”, con una cierta creatividad propia de los hemisferios
derechos que ansían ver la globalidad de las cuestiones a las que se enfrentan.
3. SISTEMAS DE PSICOTERAPIA
Tenemos por lo tanto un panorama complejo que implica el trabajo de integración teniendo
en cuenta numerosas orientaciones. Sabemos que existen muchos sistemas
psicoterapéuticos, aunque convenimos en agruparlos en 4 grandes categorías de las que
surge posteriormente el resto como decíamos en el apartado anterior. No obstante, me
gustaría aportar una breve reflexión sobre las diferencias fundamentales entre terapias e
incluso, técnicas de psicoterapia.
1. Estar basado en una teoría científica de la personalidad y sus trastornos, así como
sobre la modificación de los mismos.
2. Tener alguna forma de evaluar empíricamente sus efectos mediante los métodos
científicos utilizables en psicología (experimental, estadístico-correlacional u
observacional)
En base a esto, los mismos autores destacan los elementos diferenciadores a nivel
pragmático de cada sistema, pudiendo agruparse según:
4. INTEGRACIÓN EN PSICOTERAPIA
Como en cualquier otro ámbito científico, la aportación de varias teorías puede llegar
a ser la solución a un enigma para el cual se busque respuesta. Desde luego, nosotros más
que nadie deberíamos tener claro que cada mente construye el conocimiento de una forma
única. Es por ello que, al igual que cada nuevo encuentro paciente-terapeuta parece único e
irrepetible, cada nuevo psicólogo que se propone realizar una búsqueda de la “verdad” sobre
la psique humana aporta una nueva visión, única y genuina. ¿Somos de verdad tan narcisistas
que elegimos dejar de lado todo ese conocimiento “extra”? Elegir un gurú de los 500 que antes
comentábamos y seguirle a ciegas, como si fuera el único capaz de ver la verdad supone un
acto voluntario de desprecio al conocimiento.
Es cierto que la psicoterapia parece ser una de las elecciones del perfil narcisista.
Espero que cuando digo esto, el lector no se sienta ofendido o identificado. Estoy segura de
que si has llegado a este Máster y estás leyendo estas líneas es que has concluido que no
existe un saber único y por lo tanto, no eres uno de los psicólogos o psicólogas que prefieran
adherirse a una sola escuela sin al menos conocer un poco del resto antes. Pero parece
existir una cierta tendencia a querer buscar el reconocimiento a través de la invención de un
método diferente con nombre impronunciable, erigiéndose como el autor del gran modelo
psicoterapéutico.
Así, tal y como señalan Alvarez y Opazo (2004) el enfoque integrativo se nutre de las
partes válidas –es decir, explicativas y predictivas–de las teorías existentes, pero las
Antes de continuar, un inciso para justificar la palabra. En inglés solo se usa una
palabra para hablar de integración: “integrative”. Pero en español surge la discrepancia entre
integrativa e integradora. Es una cuestión sutil y de matices, pero hemos elegido una
propuesta integradora, y no integrativa, por una cuestión de utilización correcta del lenguaje.
Recuerdo al lector que no pretendemos ofrecer un modelo y bautizarlo, puesto que
precisamente, nuestra ambición es la de conseguir un nivel de integración de cualquier
modelo válido y de lo que más adelante veremos, los factores comunes a todos ellos. En otros
países se emplea por defecto la palabra “integrativa” para referirse a este tipo de psicoterapia,
y habitualmente se utiliza indistintamente en nuestro país un término u otro. Existen otras
escuelas, asociaciones y formaciones que eligen ese término, y solo somos un par quienes
optamos por Integradora. A pesar de que a efectos prácticos podemos considerarlas
sinónimos, la realidad es que la palabra integrativa tiene un uso menos aceptado en castellano
y su acepción tiene más que ver como la “capacidad para integrar”. En nuestra ambiciosa
propuesta no queríamos quedarnos cortos; nuestra idea no solo es ser capaces, si no
realmente llevar a cabo la acción de integrar, por lo que el vocablo más adecuado dicho fin es
aquel que realmente promete ser algo “que integra” y no solo que “tiene capacidad para
integrar”. Hecho este matiz, pasaremos a especificar otra de las confusiones habituales, y
aprovecharemos para exponer los tipos diferentes de acción integradora que podemos
encontrar en cuanto a la psicoterapia se refiere.
La siguiente fase supone un nivel más, siendo el propio de quien elige 2 o más modelos
teóricos y no se identifica especialmente con ninguno de ellos, pudiendo trabajar desde cada
uno de esos abordajes en función del paciente o bien creando una amalgama teórico-técnica
que le permita abordar los casos desde los diferentes modelos a la vez. Imaginemos un
psicoterapeuta formado con la misma pasión en psicoterapia cognitivo conductual y sistémica.
Puede realizar evaluaciones e intervenciones mezclando elementos de ambas corrientes y
sin necesidad de posicionarse radicalmente en una de ellas.
1) La psicoterapia es más efectiva, rápida y duradera que los cambios naturales de los
pacientes sin tratamiento.
2) La psicoterapia es más efectiva que los pacientes en lista de espera de ser tratados y
estos últimos alcanzan mejores resultados que los pacientes no tratados.
3) Con la mayoría de pacientes y trastornos, la psicoterapia suele mantener sus
resultados a largo plazo.
4) No es posible determinar la superioridad de un enfoque terapéutico sobre otro, en
términos generales.
5) Respecto a los componentes de los resultados de la psicoterapia, estos se centran,
sobre todo, en la propia personalidad del paciente y en la relación terapéutica.
Hay un famoso estudio de los años 70 que ha seguido actualizándose hasta la fecha, y
que aporta resultados sorprendentes (Lambert et al., 1986) En el meta-análisis realizado de
un amplio grupo de publicaciones sobre la eficacia de diferentes tratamientos, estos autores
encontraron que casi el 40% del cambio producido en la psicoterapia se debe a las propias
características del sujeto; un 30%, a los factores comunes a todas las terapias (empatía,
relación, apoyo y confrontación de emociones); un 15%, al efecto placebo constituido por las
expectativas del paciente de que la psicoterapia será de ayuda, y el 15% restante corresponde
Frank, (1985) propone lo que para él serían los 6 factores comunes a todas las
psicoterapias:
1) Relación de confianza.
2) Explicación racional.
Este concepto se ha mantenido actualizado hasta el día de hoy. Aceptar esta idea supone
hacer algo muy arriesgado: asumir que parte de nuestro trabajo consiste “simplemente” en
establecer una relación óptima para el paciente y encuadrar dicha relación en un método de
trabajo guiado por ciertas normas. No obstante, como señala Wampold (2015) para
comprender la evidencia de los factores comunes debemos entenderlos como algo más que
una serie de elementos terapéuticos compartidos por las distintas psicoterapias; supone un
modelo explicativo de los mecanismos de cambio en la psicoterapia.
La psicoterapia funciona porque se da una relación real, constituida por un vínculo entre
terapeuta y paciente que se ajusta a una de las necesidades fundamentales del ser humano:
5.2. Expectativas
Cuevas, S. M. Á., Aguilar, E. M. E., Rosado, M., & Correa, M. S. (2016).Terapia en contexto:
Una aproximación al ejercicio psicoterapéutico. Editorial El Manual Moderno.
Feixas, G., & Miró, M. T. (1993). Aproximaciones a la psicoterapia: Una aproximación a los
tratamientos psicológicos.
Holt-Lunstad, J., Smith, T. B., Baker, M., Harris, T., & Stephenson, D. (2015). Loneliness and
social isolation as risk factors for mortality a meta-analytic review. Perspectives on
Psychological Science, 10(2), 227-237.
Wampold, B. E. (2015). ¿Cuán importantes son los factores comunes en psicoterapia? Una
actualización. WPA, 14, 270-277.