Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
33-59
Resumen:
El trabajo que hemos llevado a cabo estudió la violencia escolar del alumnado de Educación
Primaria correspondientes a un colegio público. Para ello hemos tomado la línea de trabajo
de Magaz, Chorot, Sandín, Santed y Valiente (2011), que nos permitió diferenciar una serie de
apartados específicos en relación con el acoso escolar. Los resultados obtenidos revelan que,
por lo general, el alumnado muestra una buena convivencia, pero, algunos ítems nos muestran
discrepancias entre los niveles estudiados. Por lo tanto, sería recomendable que los docentes
promuevan actitudes basadas en el respeto a la diferencia y a la convivencia.
36
cir la autoestima del individuo creándoles cia a través de las TIC (Álvarez-García y otros,
una sensación de inseguridad y temor. 2011). En cuanto a las agresiones físicas di-
• Aislamiento y exclusión social: consiste en rectas, se suelen llevar a cabo en escenarios
no dejar participar a la víctima aislándola más heterogéneos. Pero, los lugares que más
del grupo e ignorando su presencia. destacan son la clase y en el patio pero, sobre
todo, las intimidaciones surgen cuando los
• Acoso racial: es llevado a cabo mediante
docentes están ausentes en el aula. Sin em-
la utilización de frases estereotipadas y de
bargo, las agresiones físicas directas tienen
motes racistas a personas precedentes de
como escenario privilegiado la hora del patio,
otras culturas o países.
aunque también, la salida del centro suelen
Además, Gómez (2009) afirma que las ac- ser lugares donde se lleva a cabo este tipo
ciones de maltrato suelen producirse de for- de agresiones. Por otro lado, las agresiones
ma repetida a lo largo del tiempo y de forma directas están relacionadas con los destrozos
recurrente. Además, estas acciones se dan en de objetos y los robos, este tipo de agresión
situaciones de desigualdad de poder en las suele llevar a cabo cuando el docente tam-
que, generalmente, existe un desequilibrio poco se encuentra en el aula, pero, esto no
de fuerzas físicas, psicológicas y sociales ha- quita que también se lleven a cabo cuando
ciendo que se genere un abuso de poder, en están los profesores y profesoras (Defensor
una situación de desigualdad y de indefen- del Pueblo, 2007).
sión por parte de las víctimas. En general,
En referencia a la exclusión social auto-
todas estas acciones generan consecuen-
res como Etxeberría y Elosegui (2010) la de-
cias negativas para todos los implicados. Las
finen como aquellos actos que son llevados
víctimas, suelen sufrir angustia y ansiedad,
a cabo con actitudes de rechazo y discrimi-
así como un deterioro de la autoestima y el
nación que pueden estar relacionados con
autoconcepto; los agresores aprenden a ge-
la nacionalidad, las diferencias culturales o
nerar en sus víctimas un vínculo de sumisión
el color de la piel. Además, (Álvarez-García y
y domino que afectan a su desarrollo socio-
otros, 2013) afirman que: “La exclusión pue-
personal y moral y, los espectadores desarro-
de ocurrir dentro del aula, durante las tareas
llan sentimientos de culpabilidad o desensi-
académicas. También puede ocurrir fuera del
bilización ante el sufrimiento ajeno.
aula, ignorando o excluyendo a compañeros
A todo esto, las acciones de acoso escolar de los juegos o del grupo de amigos durante
suelen estar provocadas por un escolar que los recreos por ejemplo” (p. 200). Asimismo,
suele estar respaldado por un grupo. Estas como indican (Hidalgo y Ruiz, 2008) en el ám-
acciones se mantienen a lo largo del tiempo bito de la violencia escolar y el bullying, se ha
debido a la ignorancia o pasividad de las per- empezado a observar que la pertenencia a
sonas que rodean a los agresores (espectado- un grupo cultural diferente, a la dominante,
res) y a las víctimas cada uno en su parte con en el centro escolar genera en el alumnado
un distinto grado de responsabilidad. Todas un tipo de violencia interpersonal de carácter
estas actuaciones de intimidación y acoso xenófobo o racista que ya no solo es denomi-
se dan en cualquier lugar del centro escolar, nado como “acoso escolar” sino que, se está
aunque es menos frecuente en los lugares contemplando como un tipo de exclusión so-
donde hay adultos presentes (personal del cial por razones de diferencia cultural.
centro, docentes…).
La gran parte de los malos tratos son pro-
Sin embargo, existen diversas formas de ducidos en la clase o en el patio, aunque cada
violencia que pueden darse en los centros es- tipo tiene su escenario preferente. Dentro del
colares. Entre ellas, las más frecuentes son: la aula, suelen llevarse a cado aquellas acciones
violencia física, la violencia verbal, la disrup- que van contra la propiedad, como por ejem-
ción en el aula, la exclusión social y la violen- plo insultar, poner motes, ignorar; en el patio
37
suele ocurrir la exclusión social, agresiones A continuación, se presentará una tabla, a
físicas directas, los insultos y amenazas; en el modo de resumen, de los tipos de violencia
aseo suele producirse el acoso sexual y fue- que podemos encontrar en los centros edu-
ra del centro escolar se amenaza empleando cativos por abuso de poder entre iguales.
el uso de armas (Defensor del Pueblo, 2007).
Haciendo referencia al estudio de Mosia Tabla 1
Ejemplos de tipos de maltratos entre iguales.
(2015) en el que añade que, aunque el profe-
sorado sea un agente muy importante en la
erradicación el acoso escolar controlando el Tipo de agresión Ejemplos de conducta
comportamiento del alumnado, en algunas Ignorar
Exclusión social
ocasiones, pueden llegar a potenciar invo- No dejar participar
luntariamente la agresión por la forma en la Insultar
que reaccionan ante los estudiantes que son
Poner motes ofensivos
víctimas de este tipo de agresiones. Agresión verbal
Hablar mal de otro a sus
Además, la violencia verbal se puede defi- espaldas
nir como aquella en la que el daño es produ-
cido mediante las palabras, es decir, cuando Esconder cosas de la
Agresión física víctima
el alumnado se insulta, se ponen motes o
propagan rumores unos de otros (Álvarez- indirecta Romper cosas de la víctima
García y otros, 2011). Sin embargo, en la vio- Robar cosas de la víctima
lencia verbal podemos encontrar dos tipos, Agresión física
Pegar
la agresión verbal directa que consiste en po- directa
ner motes ofensivos e insultar directamente a Amenazar solo para meter
la víctima y, la violencia verbal indirecta que miedo
se define como aquella que se ejerce cuando Obligar a hacer cosas con
se habla mal, a las espaldas, de nuestros com- Amenazas
amenazas (chantaje)
pañeros o compañeras (Defensor del Pueblo, Amenazar con armas (cu-
2000). Por último, tampoco podemos dejar chillo, palo)
atrás la violencia verbal que se produce del
alumnado, que insulta o pone motes, hacia Fuente: Defensor del Pueblo (2000)
el profesorado puesto que, como añaden
Vaca y otros (2010) cuando se produce este EL CIBERACOSO
tipo de violencia el alumnado se convierte en
agresor y los docentes en víctimas. Además, Como afirman Hernández y Solano (2007)
en referencia a lo anterior y siguiendo la in- la violencia no es algo nuevo, sino que, ha
vestigación de Gutiérrez y Robertson (2016) existido desde siempre y prácticamente en
contrastaron que las profesoras suelen sufrir todos los ámbitos de la sociedad, aunque, las
más la violencia verbal alumnado-docente formas de materialización y de llevar a cabo
que los profesores. También hay que desta- la violencia han ido evolucionando a lo largo
car que, en las agresiones o maltratos pro- de los años, generándose así nuevas formas
ducidos entre los pares, en su gran mayoría de llevarla a cabo y alimentándose de las po-
suelen predominar más las verbales que las sibilidades o los avances que la tecnología les
físicas que suelen ir acompañadas desde brinda. Además, como se dijo anteriormente,
el insulto, rumores, amenazas con el fin de la violencia está presente en todos los ámbi-
conseguir que la víctima disminuya su auto- tos sociales (escuela, familia, política…) y ac-
estima generando así su exclusión social y el tualmente esta se ve favorecida por el auge
aislamiento (Cogollo y Pabón, 2009). de las TIC´s como nueva forma de trasmitirla.
Por otro lado, siguiendo la investigación de
38
Jiménez (2019) tanto el acoso que es ejercido el niño o la niña empieza a recibir hostiga-
cara a cara como el acoso digital, conlleva una miento a través de las TIC´s y, en algunas oca-
forma de agresión entre pares que, combina- siones, la víctima después de estar un tiempo
dos, someten a las víctimas a diversas for- recibiendo este tipo de acoso, el ciberagresor
mas de acoso. Además, el alumnado que es decide finalizar sus actos con una experiencia
intimidado en el centro escolar tiene mucha presencial, es decir, dando la cara.
más probabilidad de ser acosado cibernéti-
camente, por lo que, la agresión se propaga
a otros tipos de comportamientos. Además, DISRUPCIÓN EN EL AULA
esta autora añade que las niñas suelen sufrir Actualmente, las conductas disruptivas
más el ciberacoso que los niños pero que, el son un tema que inquieta a los profesionales
sexo femenino también es partícipe de esto. que se dedican a la educación puesto que
Antes que nada, tenemos que dar res- este tipo de actitudes afectan negativamen-
puesta a la pregunta de ¿qué es el ciberbu- te al proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin
llying? y para ello emplearemos la definición embargo, cada vez se hace más común es-
que realizan en su estudio Hernández y Sola- cuchar el término de conductas disruptivas
no (2007): “Se trata de emplear cualquiera de y este, hace referencia al niño o niña que es
las posibilidades de uso de las nuevas tecno- violento o agresivo, que no obedece, que
logías de la información y de la comunicación no cumple las normas establecidas, que in-
para hostigar con ensañamiento a su víctima” terrumpe constantemente las explicaciones
(p.23). hablando y molestando a sus compañeros,
Además, estos autores, en su línea de in- etc. Es decir, se utiliza este término para de-
vestigación del ciberbullying consideran que finir aquel comportamiento por parte del
existen dos modalidades: alumnado que es negativo (Gómez y Resu-
rrección, 2017).
La primera es aquella que actúa como
intensificador del bullying ya emprendido y Por otro lado, Latorre y Romero (2014)
que es potenciado a través de las TIC´s. En añaden que: “Conviene tener en cuenta que,
esta primera modalidad, se puede considerar la disrupción en el aula es un fenómeno com-
al ciberbullying como una forma de acoso que plejo e interactivo a pesar de interpretarse en
es llevada a cabo de manera más sofisticada muchos casos como un hecho que recae en
y que es llevada a cabo cuando las maneras una serie de individuos (alumnos)” (p. 65).
de acoso tradicional dejan de resultar menos
Sin embargo, García (2006) define el tér-
satisfactorias y atractivas. En este caso, se
mino disrupción como un anglicismo que
puede identificar al acosador muy fácilmen-
contiene las siguientes características:
te, ya que, coincide con su víctima de manera
presencial. En cuanto a los efectos que esta • Hace referencia a un conjunto de conduc-
modalidad de acoso produce, por lo general tas inapropiadas dentro del aula como por
son sumativos a los que ya la víctima padece, ejemplo: hablar cuando el docente expli-
pero, esto hace que se amplifiquen y aumen- ca, levantarse en medio de la clase, etc.
ten los daños producidos dada la apertura • Supone que los fines educativos que eng-
que el ciberbullying produce, puesto que, loban a las diferentes personas en el aula
hace que llegue a más personas gracia a las no son los mismos, es decir, los propósitos
redes sociales y páginas web. educativos iniciales de los docentes no
Con respecto a la segunda modalidad, se son compartidos ni apoyados por todos
puede decir que son formas de coso entre los miembros que componen el grupo.
iguales que no tienen por qué presentar an- • Impide y retarda los procesos de enseñan-
tecedentes, de modo que, sin motivo alguno za y aprendizaje.
39
• Llaga a convertirse en un obstáculo aca- manos de los niños y las niñas, también en
démico ya que, no permite reforzar ni potenciar la dignidad de la persona sin distin-
ampliar los conocimientos de una manera ción de sexo, orientación sexual, raza, lengua
favorable. o religión y, aprender y saber como ponernos
• Es percibido como un problema discipli- en el lugar del otro, es decir, ser empático
nario por parte del alumnado. teniendo en cuenta los sentimientos, opinio-
nes, emociones etc. de las demás personas
• Su efecto excede de los individuos donde
(Aznar, Cáceres e Hinojo, 2007).
se centra la acción que es entre el alum-
nado y el profesorado, produciendo un
elevado fracaso escolar dentro del grupo- CONSECUENCIAS DEL BULLYING
clase.
Se puede decir que tanto los agresores
• Genera un clima tenso dentro del aula como las víctimas, llegan a padecer más
fomentando las malas relaciones inter- trastornos psicológicos y de conductas que
personales, tanto entre los docentes y el otros niños y niñas de su edad, aunque son
alumnado como entre el propio alumna- de distinto tipo (Andonegui y Líbano, 2005).
do. Asimismo, la violencia que es ejercida dentro
Además, volviendo a tomar como refe- de los centros educativos ha generado una
rencia a García (2006) nos ofrece una serie de gran preocupación en la literatura sobre la
ejemplos de conductas que generan la dis- seguridad escolar puesto que, ha sido vista
rupción en el aula las cuales son: como un problema social que genera en las
víctimas del bullying un elevado impacto ne-
“Levantarse del sitio sin pedir per- gativo tanto en la salud mental como física a
miso, retar la autoridad del profesor, largo plazo (Quinn y Stewart, 2018).
no traer materiales a clase y no querer
seguir con la tarea, molestar a com- Por lo tanto, Andonegui y Líbano (2005)
pañeros, preguntar para retardar la afirman que las víctimas suelen presentar
instrucción, tirar tizas, etc., un sinfín de problemas psicosomáticos, baja autoestima,
actos menores que provocan desazón y fobia a la escuela, depresión, etc. Presentan-
una grave dificultad para proseguir la do también, problemas de relaciones sociales
marcha de la clase” (p.176). y mayor tasa de fracaso escolar. Si esta situa-
ción de acoso llega a prolongarse en el tiem-
No obstante, hay que educar en la convi- po, llegando a convertirse en casos extremos,
vencia y como nos dicen Aznar, Cáceres e Hi- pueden llegar a dar intentos de suicidio. En
nojo (2007) a convivir se aprende y para que cambio, los agresores presentan un mayor
este aprendizaje sea efectivo es imprescindi- riesgo de continuar con conductas violentas
ble ir construyendo una sociedad más justa, llegando a desarrollar una personalidad anti-
democrática, pacífica y solidaria. Por ello, al- social. Este tipo de actitudes, pueden llegar a
gunas propuestas que generan este tipo de tener consecuencias en la edad adulta como,
aprendizaje en los centros escolares son: por ejemplo: caer en el alcoholismo y con-
• Involucrar al alumnado en la elaboración ductas delictivas o incluso llegando a trasla-
de las normas del centro educativo. dar estas conductas agresivas al ámbito del
• Favorecer los equipos de mediación entre hogar cuando tienen relaciones sentimenta-
iguales y mixtos. les. Sin embargo, los espectadores tampoco
• Crear planes de tutoría que incluyan los son inmunes a las consecuencias que produ-
conflictos y su pacífica sosegada resolu- ce el acoso escolar puesto que la observación
ción. repetitiva de los actos violentos conlleva una
Es por ello que educar para una convi- progresiva insensibilización ante el sufri-
vencia eficaz es desarrollar los derechos hu- miento del otro.
40
Por otro lado, siguiendo la línea de traba- Hablando en torno a la prevención, este
jo de Rivilla y González (2010) la percepción tema se debería enfocar en torno a los con-
del maltrato en el alumnado por sus agreso- troles de salud al igual que se hace con otras
res incrementa en estos unos grandes senti- actividades preventivas. Lo ideal sería re-
mientos de inseguridad generando una baja comendar y aconsejar a las familias para in-
autoestima y, sobre todo, disminuye la capa- tentar fomentar y estimular conductas edu-
cidad de relacionarse con el resto debido al cativas y afectivas adecuadas para así, poder
sometimiento de abuso recibido por sus pa- anticipar etapas conflictivas de los niños y las
res generando en sus víctimas una limitación niñas para intentar mejorar su manejo cuan-
de sus aspiraciones distorsionando su volun- do se produzcan y ofrecer siempre el apoyo y
tad e independencia a la hora de relacionar- seguridad creando un ambiente de confian-
se en el centro educativo. En consecuencia, za al que puedan recurrir si se encuentran en
Murphy, Tubritt y James (2018) añaden que alguna situación de este tipo haciéndoles sa-
es importante que el profesorado esté al tan- ber que siempre pueden contar con sus fami-
to de las primeras señales que el acoso pro- liares, y el profesorado. (Andonegui y Líbano
duce para intentar diagnosticarlo en su etapa 2005).
más temprana. Para ello, estos profesionales Además, estos autores en cuanto a la de-
deben mostrar una actitud empática y unas tección del acoso, en su estudio concluyen
competencias especificas para identificar las que se puede llevar a cabo tanto por con-
necesidades del alumnado, en estos casos, y troles de salud como en la consulta de la de-
saber responder a ellos apropiadamente. manda. Respecto a los controles de salud re-
comiendan preguntar específicamente sobre
PREVENCIÓN Y DETECCIÓN el tema, estableciendo preguntas abiertas e
indirectas que puedan ofrecernos signos de
Para comenzar este apartado hay que sospecha. Además, estar especialmente aten-
recordar que los docentes desempeñan un tos a los niños y niñas que presenten facto-
papel fundamental en la prevención y detec- res de riesgo de agresor, es decir, conductas
ción del acoso escolar puesto que, constante- negativistas o escasa capacidad de adapta-
mente están luchando por identificarlo en las ción a nuevas situaciones o, por otro lado,
aulas y, sobre todo, por buscar herramientas de víctima, es decir, que presente fragilidad,
que le ayuden a intervenir de manera efecti- retraimiento excesivo, problemas de apren-
va en los casos que van detectando (Pas, Wa- dizaje, etc. También hay que tener en cuenta
asdorp y Bradshaw, 2019). a los niños y niñas que presentan problemas
Como es indudable, la existencia del bu- que suelen ser psicosomáticos (dolor abdo-
llying y el ciberbullying en los últimos años minal, pérdida de apetito, cefaleas…) y, sobre
en todos los países del mundo es innegable. todo, no olvidarnos de preguntar todo esto
Sin embargo, aunque se hayan desarrolla- en la escuela y, prestar atención al alumnado
do y llevado a cabo múltiples programas de que presente lesiones inexplicadas o que no
intervención destinados a la reducción del se ajusten al mecanismo de lesión que nos
acoso escolar y el ciberacoso, se han obteni- cuentan y, que hayan sido producidas en el
do desigualdades significativas con respecto colegio.
a la eficacia de dichos programas. En la gran Por todo ello, en palabras de Aznar, Cáce-
mayoría, la falta poner en práctica este tipo res e Hinojo (2007) para que en los centros
de intervenciones que involucren a todo el educativos se lleva a cabo una educación
personal de los centros educativos podría ser para la convivencia, todo el profesorado del
la causa de esta eficacia tan limitada (Ferrer- centro debe fomentar y llevar a cabo actitu-
Cascales y otros, 2019). des como, por ejemplo:
43
Recuento 8 12 13 4 37
Niños CP
% del total 9,3% 14,0% 15,1% 4,7% 43,0%
To- Recuento 16 13 16 4 49
Niñas CP
tal % del total 18,6% 15,1% 18,6% 4,7% 57,0%
Total Recuento 24 25 29 8 86
% del total 27,9% 29,1% 33,7% 9,3% 100,0%
En referencia a los grupos de edades, po- • Fase 1: la primera fase, fue la recogida de
demos observar que predominan los niños información teórica sobre la violen-
y las niñas de 11 años con un 33,7% de la cia escolar y los tipos que existen de
muestra mientras que le siguen el alumnado la misma para así, poder elaborar el
de 10 años con el 29,1%, 9 años con 27.9% y marco teórico.
12 años con un 9,3%. • Fase 2: en la segunda fase se seleccionó
el cuestionario que está formado por
Instrumento 27 preguntas.
• Fase 3: la tercera fase de esta investiga-
Para obtener los resultados mediante el
ción consistió en pasar la encuesta a
Cuestionario Acoso entre Iguales se utilizó
un total de 86 alumnos y alumnas de
la escala de Conductas de Acoso (CUVE3-EP)
Educación Primaria correspondientes
de Magaz, Chorot, Sandín, Santed y Valiente
a un centro público.
(2011). Se trata de 27 ítems que miden los
apartados de violencia verbal del alumnado • Fase 4: para finalizar, hemos realizado el
hacia alumnado, la violencia verbal del alum- análisis de las respuestas a los cues-
nado hacia el profesorado, la violencia física tionarios realizados por los niños
directa y amenazas entre estudiantes, la vio- y niñas para así poder obtener las
lencia física indirecta por parte del alumnado, oportunas conclusiones de dicha in-
la exclusión social y la disrupción en el aula vestigación.
en los cuales hay cinco respuestas posibles
por ítem que, serán respondidos marcando
una X en la casilla que se ajuste a la opinión RESULTADOS
que posea el alumnado, los cuales son:
Resultados de la prueba no paramétrica
Nunca: 1 según las Dimensiones del CUVE3-P y Curso
Pocas veces: 2 académico en el que se encuentra el alum-
nado:
Algunas veces: 3
Muchas veces: 4
Bloque 1.1.- Resultados para el Objetivo
Siempre: 5 específico 1º
44
Tabla 4:
Valores de la U de Mann-Whitney al comparar las dimensiones del CUVE3-P entre los niños y niñas de 4º
Curso de Primaria.
VVAA
*
VVAP
*
VFDAEE
*
VFIA
*
ES
* *
DA
U de Mann-Whitney 98,000 106,500 81,000 99,500 101,500 96,500
sig. asintótica (bila- ,616 ,884 ,228 ,661 ,723 ,571
teral)
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
De la tabla anterior, se desprenden que los resultados para las seis Dimensiones del CUVE3-
P no son significativos y, por lo tanto, a partir de estos datos no podemos afirmar que existan
diferencias en las medianas de las variables objeto de estudio entre los niños y niñas de 4º de
Primaria.
Tabla 5
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para los niños de 4º de Primaria.
VVAA
* *
VVAP VFDAEE
*
VFIA
*
ES
*
DA
*
Niños 4º 11 11 11 11 11 11
Media 2,6136 1,9773 2,9091 1,8409 2,6234 4,1818
Mediana 2,5000 1,5000 2,8000 2,0000 2,8571 4,3333
Desv. típ. ,39312 ,95167 ,33898 ,59448 ,78056 ,76541
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Según los datos de la tabla expuesta anteriormente sobre las Dimensiones VVAA, VVAP;
VFDAEE, VFIA y ES para los niños de 4º de Primaria los valores de sus medias y medianas son
valores inferiores a 3 y nos llama la atención los valores para la Disrupción en el aula (DA) con
una = 4,1818 y Me = 4,3333 que nos indican que la tendencia a dificultar las explicaciones
del profesor en el aula es bastante alta.
Tabla 6
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para las niñas de 4º de Primaria.
VVAA
*
VVAP
*
VFDAEE
*
VFIA
* *
ES DA
*
Niñas 4º 20 20 20 20 20 20
Media 2,4750 2,0125 2,5900 1,9625 2,6929 3,9833
Mediana 2,6250 1,8750 2,7000 2,0000 2,7857 4,3333
Desv. típ. ,79015 ,82508 ,70030 ,61385 ,67529 ,89492
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
45
También los datos de la tabla anterior de las niñas de 4º de Primaria son inferiores a 3 para
VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA y ES tanto en la media como en su mediana; aunque los valores para
DA los podemos considerar altos ( = 3,9833 y Me = 4,333) e indican la tendencia a dificultar
bastante las explicaciones del profesor en el aula.
Tabla 7
Valores de la U de Mann-Whitney al comparar las dimensiones del CUVE3-P entre los niños de 4º y las
niñas de 5º de Primaria.
VVAA
*
VVAP
*
VFDAEE
*
VFIA
* *
ES DA
*
Tabla 8
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para los niños de 4º de Primaria.
*
VVAA VVAP
* *
VFDAEE VFIA
*
ES
*
DA
*
Niños 4º 11 11 11 11 11 11
Media 2,6136 1,9773 2,9091 1,8409 2,6234 4,1818
Mediana 2,5000 1,5000 2,8000 2,0000 2,8571 4,3333
Desv. típ. ,39312 ,95167 ,33898 ,59448 ,78056 ,76541
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aulaSegún los datos de
la tabla expuesta anteriormente sobre las Dimensiones VFDAEE, ES DA para los niños de 4º
de Primaria los valores de sus medias entre 2,6 y 4,18 y sus medianas entre 4,3333 y 2,8000;
destacando la = 4,1818 y Me = 4,3333 para la Disrupción en el aula (DA).
46
Tabla 9
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para las niñas de 5º de Primaria.
*
VVAA *
VVAP VFDAEE
* *
VFIA ES
*
DA
*
Niñas 5º 17 17 17 17 17 17
Media 2,4118 1,8824 2,1059 1,4559 1,6723 2,2549
Mediana 2,2500 1,7500 2,0000 1,2500 1,5714 2,3333
Desv. típ. ,87474 ,65023 ,87498 ,60747 ,70125 1,03769
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Según los valores reflejados en la tabla anterior, podemos deducir que los valores de sus
medias y medianas se sitúa por debajo de 2,5 para las niñas de 5º de Primaria.
Niños 4º 11 11 11 11 11 11
Media 2,6136 1,9773 2,9091 1,8409 2,6234 4,1818
Mediana 2,5000 1,5000 2,8000 2,0000 2,8571 4,3333
Desv. típ. ,39312 ,95167 ,33898 ,59448 ,78056 ,76541
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
47
Para los datos de la tabla expuesta anteriormente nos llama la atención los valores para la
Disrupción en el aula (DA) con una = 4,1818 y Me = 4,3333 que nos indican que la tendencia
a dificultar las explicaciones del profesor en el aula es bastante alta por parte los niños de 4º
de Primaria.
Tabla 12
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para las niñas de 6º de Primaria.
VVAA
* *
VVAP VFDAEE
* *
VFIA ES
* *
DA
Niñas 6º 12 12 12 12 12 12
Media 2,2708 1,7500 1,7667 1,2292 1,7143 2,0556
Mediana 2,1250 1,6250 1,8000 1,0000 1,5714 2,0000
Desv. típ. 1,13547 ,74620 ,32845 ,32784 ,73603 ,89706
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Para los datos de la tabla expuesta anteriormente los valores para VVAA, VVAP, VFDAEE,
VFIA, ES y DA son inferiores a = 2,1 y Me = 2,2 por parte las niñas de 6º de Primaria.
En los datos de la tabla anterior de las niñas de 4º de Primaria podemos observar que son
inferiores a 2,8 para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA y ES tanto en la media como en su mediana;
aunque los valores para DA los podemos considerar altos ( = 3,9833 y Me = 4,333) e indican
la tendencia a dificultar bastante las explicaciones del profesor en el aula.
Tabla 18
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para las niñas de 6º de Primaria.
VVAA
* *
VVAP VFDAEE
*
VFIA
*
ES
*
DA
*
Niñas 6º 12 12 12 12 12 12
Media 2,2708 1,7500 1,7667 1,2292 1,7143 2,0556
Mediana 2,1250 1,6250 1,8000 1,0000 1,5714 2,0000
Desv. típ. 1,13547 ,74620 ,32845 ,32784 ,73603 ,89706
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Para los datos de la tabla expuesta anteriormente los valores para VVAA, VVAP, VFDAEE,
VFIA, ES y DA son inferiores a = 2,3 y Me = 2,2 por parte las niñas de 6º de Primaria.
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Según se desprende de la tabla anterior, los resultados para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, ES
y DA no son significativos al tener presente la significación asintótica bilateral que es mayor
que el α= 5% =0,05 y, por lo tanto, a partir de estos datos no podemos afirmar que existan
diferencias en las medianas de las variables objeto de estudio entre los niños de 5º y los niños
de 6º de Primaria.
50
Tabla 20
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para los niños de 5º de Primaria.
VVAA
*
VVAP
*
VFDAEE
*
VFIA
*
ES
* *
DA
Niños 5º 12 12 12 12 12 12
Media 2,2708 1,9375 2,0333 1,3958 1,9524 2,4722
Mediana 2,0000 1,7500 1,9000 1,1250 1,7143 2,1667
Desv. típ. ,97385 1,03970 ,83048 ,64366 ,79501 1,20150
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Según los datos de la tabla expuesta anteriormente sobre las Dimensiones del CUVE3-P
para los niños de 5º de Primaria, los valores de sus medias y medianas son valores inferiores a
2,5 y 2,2 en las medianas.
Tabla 21
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para los niños de 6º de Primaria.
*
VVAA VVAP
* *
VFDAEE *
VFIA *
ES DA
*
Niños 6º 14 14 14 14 14 14
Media 2,2321 1,6071 1,9143 1,2679 1,8163 2,6190
Mediana 2,0000 1,2500 1,8000 1,2500 1,6429 2,5000
Desv. típ. ,90120 ,67021 ,58026 ,31720 ,78931 ,85592
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
De los datos de la tabla expuesta anteriormente los valores para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA,
ES y DA son inferiores a = 2,7 y Me = 2,6 por parte los niños de 6º de Primaria.
Según se desprende de la tabla anterior, los resultados para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, ES
y DA no son significativos al tener presente la significación asintótica bilateral que es mayor
que el α= 5% =0,05 y, por lo tanto, a partir de estos datos no podemos afirmar que existan
51
diferencias en las medianas de las variables objeto de estudio entre las niñas de 5º y los niños
de 6º de Primaria.
Tabla 23
Valores de los estadísticos descriptivos en las dimensiones del CUVE3-P para las niñas de 5º de Primaria.
VVAA
*
VVAP
*
VFDAEE
* *
VFIA ES
*
DA
*
Niñas 5º 17 17 17 17 17 17
Media 2,4118 1,8824 2,1059 1,4559 1,6723 2,2549
Mediana 2,2500 1,7500 2,0000 1,2500 1,5714 2,3333
Desv. típ. ,87474 ,65023 ,87498 ,60747 ,70125 1,03769
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
Según los valores reflejados en la tabla anterior, podemos deducir que los valores de sus
medias y medianas se sitúa por debajo de =2,5 Me = 2,4 para las niñas de 5º de Primaria.
Tabla 24
Valores de los estadísticos descriptivos en las Dimensiones del CUVE3-P para los niños de 6º de Primaria.
*
VVAA VVAP
*
VFDAEE
* *
VFIA ES
*
DA
*
Niños 6º 14 14 14 14 14 14
Media 2,2321 1,6071 1,9143 1,2679 1,8163 2,6190
Mediana 2,0000 1,2500 1,8000 1,2500 1,6429 2,5000
Desv. típ. ,90120 ,67021 ,58026 ,31720 ,78931 ,85592
*
Nota: VVAA= Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado, VVAP = Violencia verbal del alumnado
hacia el profesorado; VFDAEE = Violencia física directa y amenazas entre estudiantes, VFIA = Violencia
física indirecta entre el alumnado, ES = Exclusión social, DA = Disrupción en el aula
De los datos de la tabla expuesta anteriormente los valores para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA,
ES y DA son inferiores a = 2,7 y Me = 2,6 por parte los niños de 6º de Primaria.
52
CONCLUSIONES Y VALORACIONES este tipo de actitudes, cuando el alumnado
está realizando tareas y existan niños o niñas
que ni trabajen ni dejen trabajar al resto.
Discusión y conclusiones para el
Es por ello que, hay que educar en la con-
objetivo 1 vivencia y siguiendo la línea de investigación
Destacamos que los valores de VVAA, de Aznar, Cáceres e Hinojo (2007) nos dicen
VVAP, VFDAEE, VFIA y ES son inferiores a 3 que a convivir se aprende y para que este
tanto en los niños como las niñas de 4º de aprendizaje sea exitoso, hay que transmitir al
Primaria por lo que, en líneas generales se alumnado valores democráticos, pacíficos y
puede decir que existe una buena conviven- solidarios. Además, estos autores nos indican
cia entre el alumnado. Sin embargo, con res- algunas propuestas que generan este tipo
pecto a la Disrupción en el aula (DA) los valo- de aprendizaje en los centros educativos, los
res son bastante altos en ambos sexos (niños cuales son: involucrar al alumnado en la ela-
con una puntuación media de 4 y niñas de boración de las normas del aula, favorecer los
3,9) y, en consecuencia, se puede decir que el equipos de mediación, el empleo de tutorías
alumnado suele dificultar bastante las expli- que ayuden a resolver los conflictos de ma-
caciones de los docentes en el aula como nos neras pacifica, entre otros.
indica el It25, que lo confirma con un 80% No obstante, para poder crear un clima de
con respecto a los niños y las niñas. trabajo adecuado en el aula es imprescindi-
Una vez interpretado los resultados, po- ble que el docente promueva valores de res-
demos afirmar que la presencia de conductas peto entre todos y todas.
disruptivas en el aula es un tema que inquie-
ta a los docentes, ya que, este tipo de actitu- Discusión y conclusiones para el
des a la hora de llevar las explicaciones en el objetivo 2
aula afecta negativamente al proceso de en-
señanza-aprendizaje (Gómez y Resurrección, En referencia a los resultados para dicho
2017). Por lo tanto, sería conveniente que el objetivo destacamos que los valores de la U
personal educativo estuviera preparado con de Mann-Whitney desprende que los datos
conocimientos y herramientas sobre como de VFDAEE, ES y DA son significativos. Por
poder afrontar este tipo de situaciones en las tanto, a partir de estos datos, podemos afir-
aulas, puesto que, no solo es un aspecto que mar que existen diferencias entre VFDAEE, ES
afecte al proceso de enseñanza, sino que hay y DA para sus medianas de los niños de 4º y
que saber transmitir a los niños y a las niñas las niñas de 5º de Primaria, es decir, el grado
el saber estar en cualquier tipo de situación, de violencia obtenido de las dimensiones es-
acatando siempre las normas establecidas tudiadas es distinto en los niños de 4º y las
del lugar. niñas de 5º de Primaria.
Sin embargo, la presencia de este tipo de Según los datos obtenidos sobre las Di-
actitudes en el aula puede originar conduc- mensiones VFDAEE, ES DA para los niños de
tas violentas e inadecuadas llegando a retar 4º de Primaria los valores de sus medias en-
a la autoridad del profesorado y obligándo- tre 2,6 y 4,18. Además, hay que destacar que
les a emplear más tiempo para establecer la Disrupción en el aula (DA) obtiene valores
un control y orden favorable para así poder bastante altos situándose la media con una
retomar la normalidad (Sulbarán y León, puntuación de 4,1. Sin embargo, para las ni-
2014). Además, no podemos olvidar que la ñas de 5º de Primaria los valores de sus me-
disrupción no es un tema que solo afecte a las dias y medianas se sitúa por debajo de 2,5 lo
explicaciones del profesorado ya que, tam- que significa que, por lo general, existe una
bién puede darse el caso de que se produzca, buena convivencia en el aula de 5º.
53
En cuanto a los niños de 4º de Primaria, Discusión y conclusiones para el
hemos obtenido el valor de 2,6 haciendo objetivo 3
referencia a la exclusión social (ES) lo que
significa que hay estudiantes que se sienten Destacamos los valores que se despren-
discriminados por otros a causa de sus dife- den de la U de Mann-Whitney ya que de los
rencias culturales, étnicas o religiosas, como datos de VFDAEE, VFIA, ES y DA son significa-
indica el It18 con un 45,5%, muchas veces. tivos. Ante estos estos resultados, podemos
Etxeberría y Elosegui (2010) aportan que la afirmar que existen diferencias entre VFDAEE,
exclusión social es llevada a mediante actitu- VFIA, ES y DA para sus medianas de los niños
des de rechazo y discriminación que pueden de 4º y las niñas de 6º de Primaria, es decir, el
estar relacionados con la nacionalidad, las di- grado de violencia obtenido de las dimensio-
ferencias culturales o el color de la piel. Por lo nes estudiadas es distinto en los niños de 4º y
tanto, sería bastante acertado fomentar en el las niñas de 6º de Primaria.
aula una buena educación intercultural basa- Por un lado, nos llama la atención los va-
da en el respeto a las diferencias de la cultura lores para la Disrupción en el aula (DA) con
predominante en el centro ya que, todas son una media de 4,1 lo que nos indica que la
igual de valiosas. tendencia a dificultar las explicaciones del
Sin embargo, los valores obtenidos en profesor en el aula es bastante alta por parte
cuanto a la Disrupción en el aula (DA) vuel- los niños de 4º de Primaria. Sin embargo, la
ve a superar el 4, lo que nos indica que los situación es totalmente distinta en cuanto a
niños de 4º de Primaria dificultan las expli- los resultados obtenidos para las niñas de 6º
caciones del profesorado con su comporta- de Primaria puesto que los valores obtenidos
miento durante la clase, como nos indica el para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, ES y DA son
It26 con un 35%, muchas veces. Asimismo, inferiores a una media de 2,1 por lo tanto, po-
como nos indica García (2006) este tipo de demos concluir que, por lo general, en el aula
actitudes genera un clima tenso dentro del de 6º existe una buena convivencia por parte
aula fomentando las malas relaciones, tanto de las niñas.
entre los docentes y el alumnado como en el Por lo tanto, sería adecuado trabajar con
propio alumnado. el alumnado de 4º curso la educación para
Además, la Violencia física directa y ame- la convivencia que, siguiendo la línea de
nazas entre estudiantes (VFDAEE) obtiene un estudio de Aznar, Cáceres e Hinojo (2007)
valor de 2,9. Este tipo de violencia, como aña- nos recomiendan que los docentes del cen-
de el (Defensor del Pueblo, 2007) suele llevar- tro deberían fomentar actitudes como, por
se a cabo en escenarios más heterogéneos. ejemplo: escuchar las ideas del alumnado y
Pero, los lugares que más destacan son la cla- de todas las personas del centro sin ningún
se y en el patio, pero, sobre todo, las intimi- tipo de prejuicio, evitar hacer comentarios
daciones surgen cuando los docentes están hirientes o desafortunados antes las opinio-
ausentes en el aula. Ante esto, no podemos nes de otras personas, valorar y aceptar todas
bajar la guardia ya que hay muchos niños y las diferencias que puedan haber dentro del
niñas que pueden estar sufriendo este tipo centro educativo como algo positivo y enri-
de acoso y no saberlo, así que, siempre hay quecedor.
que estar pendiente a las relaciones que se En consecuencia, hay que erradicar los
dan en todos los espacios que hay en el cen- comportamientos disruptivos y las actitudes
tro educativo para evitar que el alumnado que puedan convertirse en acoso escolar ya
sufra este tipo de violencia. que a corto y largo plazo puede producir
problemas físicos y psicológicos en el alum-
nado produciendo, por ejemplo, absentismo
escolar entre otros factores. Así que, como
54
afirman Yang y otros (2018) los centros es- autoestima generando así su exclusión social
colares deben crear prácticas y políticas que y el aislamiento.
amparen al alumnado que sufre acoso esco- No obstante, aunque a veces el centro dis-
lar, generando el desarrollo de un clima ade- ponga de políticas y planes que aboguen por
cuado a través del empleo que fomente un la erradicación el acoso escolar, no suele ser
buen comportamiento entre el estudiantado. suficiente si no se emplean de manera ade-
cuada ya que, siguiendo el estudio de Ferrer-
Discusión y conclusiones para el Cascales y otros (2019) afirman que, en la ma-
objetivo 4 yoría de los casos, la falta poner en práctica
este tipo de intervenciones que involucren
En relación a este objetivo, se puede des- a todo el personal de los centros educativos
tacar que los valores obtenidos de la U de podría ser la causa de esta eficacia tan limi-
Mann-Whitney desprende que los datos de tada.
VFIA, ES y DA son significativos y, por tanto,
Es decir, que si tenemos la oportunidad
a partir de estos resultados, podemos afir-
de contar con el respaldo de planes que res-
mar que existen diferencias entre VFIA, ES y
palden la exterminación del acoso y no nos
DA para sus medianas de las niñas de 4º y las
apoyamos en ellos, estaremos fomentando
niñas de 5º de Primaria, es decir, el grado de
este tipo de prácticas en los centros que a
violencia obtenido de las dimensiones estu-
largo plazo llegan a producir en el alumnado
diadas en las niñas de 4º difiere de las niñas
un gran malestar puesto que, como indican
de 5º de Primaria.
la Ferrara y otros (2019) el acoso que es pro-
Po otro lado, los datos registrados de las ducido entre el alumnado puede producir
niñas de 4º de Primaria son inferiores a 2,8 problemas físicos, angustia psicológica, pro-
para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA y ES tanto en blemas de salud física o mental a largo y cor-
la media como en su mediana; aunque los to plazo.
valores para DA los podemos considerar al-
tos con una media que se acerca al cuatro (
= 3,9833) e indica la tendencia a dificultar Discusión y conclusiones para el
bastante las explicaciones del profesor en objetivo 5
el aula. Sin embargo, en referencia a las ni- En este caso, destacamos que los valores
ñas de 5º curso, todos los datos obtenidos de VFDAEE, VFIA, ES y DA son significativos y,
presentan unos valores de sus medias y me- por tanto, a partir de estos datos, podemos
dianas que se sitúan por debajo de 2,5, esto afirmar que existen diferencias entre VFDAEE,
significa que, generalmente, suele haber un VFIA, ES y DA para sus medianas entre las ni-
clima adecuado con respecto a las niñas. ñas de 4º y las niñas de 6º de Primaria.
Además, según los resultados obtenidos En relación a los datos obtenidos para las
para las niñas de 4º, suelen generarse ac- niñas de 4º de Primaria podemos destacar
titudes de Exclusión social (ES) ya que hay que son inferiores a 2,8 para VVAA, VVAP, VF-
estudiantes que se sienten solos o solas en DAEE, VFIA y ES tanto en la media como en su
las clases, ignorados y rechazados por sus mediana, aunque los valores para DA pode-
compañeros/as, como nos indica el It20 con mos decir que son altos ya que la media es de
el 55%, algunas veces. En consecuencia, 3,9 lo que indica que existe la tendencia ele-
como aportan (Cogollo y Pabón, 2009) las vada que dificulta bastante las explicaciones
agresiones y maltratos producidos entre el del profesor en el aula. Sin embargo, los valo-
alumnado, en su gran mayoría suelen ser más res obtenidos para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA,
verbales que físicos y suelen ir acompañadas ES y DA son inferiores a = 2,3 y Me = 2,2
desde el insulto, rumores, amenazas con el por parte las niñas de 6º de Primaria, lo que
fin de conseguir que la víctima disminuya su
55
nos indica que, por parte de las niñas de este tados obtenidos en los niños 6º son ligera-
grupo, suele haber una buena convivencia. mente más alto que los de los niños de 5º.
A pesar de que exista una gran tendencia Por lo tanto, aunque casi todos los resul-
a la disrupción en el aula de las niñas de 4º, tados se encuentren por debajo de la media,
sería conveniente trabajar con el alumnado sería conveniente tratar con el alumnado la
de este grupo la violencia verbal que Álvarez- erradicación de la disrupción en el aula pues-
García y otros (2011) este tipo de violencia to que, por ejemplo, los niños de 5º nos dicen
viene acompañado de insultos, motes o in- que el alumnado dificulta las explicaciones
cluso propagar rumores de otros. del profesor/profesora con su comporta-
En consecuencia a todo este tipo de acti- miento durante la clase, como indica el It26
tudes Rivilla y González (2010) añaden que la con el 25%, muchas veces, situación que se
percepción del maltrato en el alumnado por da parecida en los resultados obtenidos para
sus agresores incrementa en estos unos gran- los niños de 6º. No obstante, para intentar
des sentimientos de inseguridad generando eliminar este tipo de actitudes podríamos se-
una baja autoestima y, sobre todo, disminuye guir la línea de trabajo de Aznar, Cáceres e Hi-
la capacidad de relacionarse con el resto de- nojo (2007) que nos aporta que para generar
bido al sometimiento de abuso recibido por una convivencia eficaz en el aula podríamos
sus pares generando en sus víctimas una li- trabajar en la creación de normas consensua-
mitación de sus aspiraciones distorsionando das con el alumnado. Este aspecto puede ser
su voluntad e independencia a la hora de re- interesante trasladarlo al aula ya que, con di-
lacionarse en el centro educativo. cho consenso el alumnado se puede motivar
más en la creación de sus propias normas,
Por lo tanto, ante este tipo de actitudes, siempre y cuando el docente las acepte como
tanto el profesorado como las familias deben adecuadas, para así cumplirlas correctamen-
estar atentas si los niños o niñas muestran al- te.
gún síntoma de estar sufriendo acoso escolar
para así poderlo detectar en fases iniciales y Además, según los resultados obtenidos
poder ofrecer el apoyo y la ayuda necesaria podemos observar la presencia de la violen-
ante estas circunstancias. cia verbal en ambos cursos, ya que, por ejem-
plo, los niños de 6º nos dicen que el alum-
nado pone motes molestos y que extienden
Discusión y conclusiones para el rumores negativos acerca de compañeros
objetivo 6 y compañeras, como nos indican el It1 y el
Destacamos que los resultados obtenidos It2 con el 14,3%, muchas veces. Esto quiere
para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, ES y DA no decir que ya sea bromeando o de forma in-
son significativos lo que significa que, a partir tencionada cierto alumnado es víctima de la
de estos datos no podemos afirmar que exis- violencia escolar en estas aulas, lo que puede
tan diferencias en las medianas de las varia- llegar a generar en las víctimas cierta insegu-
bles objeto de estudio entre los niños de 5º y ridad y baja autoestima llegándoles a afectar
los niños de 6º de Primaria. tanto en su vida personal como académica
puesto que, como nos indican Ferrara y otros
Por un lado, según los datos registrados (2019) la violencia que es producida entre el
sobre las Dimensiones del CUVE3-P para los alumnado puede llegar a producir problemas
niños de 5º de Primaria, los valores de sus físicos, angustia psicológica y problemas de
medias y medianas son valores inferiores a salud física, entre otros. Por lo que, es muy
2,5 y 2,2 en las medianas. Asimismo, los datos importante detectar el acoso escolar en las
obtenidos para VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, ES primeras fases para que el alumnado no lle-
y DA son inferiores a la media 2,7 por parte gue a este punto.
los niños de 6º de Primaria, así que los resul-
56
Discusión y conclusiones para el tad e independencia. Por lo tanto, el centro
objetivo 7 educativo debería trabajar tanto con el alum-
nado como con sus familias actividades y ta-
Para este objetivo, destacamos que los re- lleres que fomenten una buena convivencia
sultados obtenidos para VVAA, VVAP, VFDAEE, en todos los ámbitos de la vida y hacia todas
VFIA, ES y DA no son significativos y, por lo las personas.
tanto, a partir de estos datos no podemos
afirmar que existan diferencias en las media-
nas de las variables objeto de estudio entre
las niñas de 5º y los niños de 6º de Primaria. REFERENCIAS
Asimismo, los valores de las seis Dimen- - Albaladejo-Blázquez, N., Ferrer-Cascales, R.,
siones se sitúan por debajo de la media 2,5 Reig-Ferrer, A., y Fernández-Pascual, M. (2013).
para las niñas de 5º de Primaria lo que indi- ¿Existe Violencia Escolar en Educación Infantil
ca que las niñas de 5º suelen promover una y Primaria? Una propuesta para su evalua-
buena convivencia. Por lo contrario, los valo- ción y gestión. Anales de Psicología/Annals of
Psychology, 29(3), 1060-1069.
res obtenidos para los niños de 6º de Primaria
para los valores de VVAA, VVAP, VFDAEE, VFIA, - Álvarez-García, D., Dobarro, A., Rodríguez, C.,
ES y DA son inferiores a la media 2,7. Núñez, J. C., y Álvarez, L. (2013). El consenso de
normas de aula y su relación con bajos nive-
No obstante, en la clase de 6º de Prima- les de violencia escolar. Infancia y Aprendiza-
ria, los niños dicen que el alumnado dificulta je, 36(2), 199-217.
las explicaciones del profesorado hablan-
do durante las clases, como indica el It25 - Álvarez-García, D., Mercedes, J. M., Rodríguez,
F. J., y Núñez, J. C. (2015). Adaptación y
con el 21,4%, muchas veces, por lo que se-
validación del cuestionario CUVE3-EP para
ría recomendable promover actitudes que la evaluación de la violencia escolar en
promocionen una buena educación para la centros de enseñanza básica de la República
convivencia tanto el alumnado entre sí como Dominicana. Anales de Psicología/Annals of
con el profesorado ya que como afirman Az- Psychology, 31(3), 859-868.
nar, Cáceres e Hinojo (2007) educar para una
- Álvarez-García, D., Pérez, J. C. N., y González,
convivencia eficaz es desarrollar los derechos A. D. (2013). Cuestionarios para evaluar la
humanos de los niños y las niñas, también en violencia escolar en Educación Primaria y en
potenciar la dignidad de la persona sin distin- Educación Secundaria: CUVE3-EP y CUVE3-
ción de sexo, orientación sexual, raza, lengua ESO. Apuntes de Psicología, 31(2), 191-202.
o religión y, aprender y saber como ponernos - Álvarez-García, D., Núñez Pérez, J. C., Rodrí-
en el lugar del otro, es decir, ser empático guez Pérez, C., Álvarez Pérez, L., y Dobarro
teniendo en cuenta los sentimientos, opinio- González, A. (2011). Propiedades psicométri-
nes, emociones etc. de las demás personas. cas del Cuestionario de violencia Escolar: revi-
Además, podemos destacar que los niños sado (CUVE-R). Revista de Psicodidáctica. (16)1,
59-83.
de 6º de Primaria afirman que hay estudian-
tes que extienden rumores negativos acerca - Andonegui, M. G., y Líbano, R. U. (2005). Mal-
de compañeros y compañeras, como nos trato entre iguales (Bullying) en la escuela.
indica el It2 con el 14,3%, muchas veces. Así ¿Cuál es el papel de los pediatras de Atención
que, con indican Cogollo y Pabón (2009) la Primaria?. Revista Pediatría de Atención Prima-
ria, 7(25), 11-19.
percepción del acoso de niños y niñas por
sus pares incrementa en ellos sentimientos - Avilés, J. M., Irurtia, M. J., García-Lopez, L. J., y
de inseguridad, baja autoestima y poca capa- Caballo, V. E. (2011). El maltrato entre iguales:”
cidad de relacionarse como consecuencia del bullying”. Psicología Conductual, 19(1), 57-90.
sometimiento o abuso de poder de sus víc- - Aznar, I., Cáceres, M., y Hinojo, F. (2007). Es-
timas limitando así, sus aspiraciones, volun- tudio de la violencia y conflictividad escolar
57
en las aulas de educación primaria a través - Ferrara, P., Franceschini, G., Villani, A., & Cor-
de un cuestionario de clima de clase: el caso sello, G. (2019). Physical, psychological and so-
de las provincias de Córdoba y Granada (Es- cial impact of school violence on children. Ita-
paña). REICE. Revista Iberoamericana sobre lian journal of pediatrics, 45(1), 1-4.
calidad, eficacia y cambio en educacion, 5(1),
164-177. - García, I. F. (2006). Haciendo frente a la disrup-
ción desde la gestión del aula. Modelo inte-
- Caralt, J. C., y Miquel, C. E. (2006). El acoso es- grado de mejora de la convivencia: Estrategias
colar: un enfoque psicopatológico. Anuario de de mediación y tratamiento de conflictos, 227,
psicología clínica y de la salud. Annuary of Clini- 173-182.
cal an Health Psychology, (2), 9-14.
- García, J., y Orellana, M. C. (2008). Variables
- Castro-Morales, J. (2011). Acoso escolar. Revis- Psicológicas Moduladoras de la Autodefini-
ta de neuro-psiquiatría, 74(2), 242-249. ción del Perfil en Procesos de Acoso Escolar: El
papel del género y el curriculum escolar. Euro-
- Cerezo-Ramírez, F. (2012). Bullying a través de pean Journal of Education and Psychology, 1(2),
las TIC. Boletín Científico Sapiens Research, 2(2), 41-55.
24-29.
- Garmy, P., Hansson, E., Vilhjálmsson, R., &
- Cerezo, F., Ruiz-Esteban, C., Lacasa, C. S., & Kristjánsdóttir, G. (2019). Bullying, pain and
Gonzalo, J. (2018). Dimensions of parenting analgesic use in schoolage children. Acta
styles, social climate, and bullying victims in paediatrica, 108(10), 1896-1900. Recupera-
primary and secondary education. Psicothe- do de https://onlinelibrary.wiley.com/doi/
ma, 30(1), 59-65. abs/10.1111/apa.14799
- Cowie, H. (2013). El impacto emocional y las - Gómez, J. M. (2009). Acoso escolar-Medidas
consecuencias del ciberacoso. Revista digital de prevención y actuación. Educação, 32(1),
de la Asociación CONVIVES, 3, 16-24. 51-58.
- escolar: el maltrato entre iguales en la Educación - Gómez, M. C., y Resurrección, A. C. (2017). Es-
Secundaria Obligatoria. Madrid: Publicaciones trategias de intervención en conductas dis-
de la Oficina del Defensor del Pueblo. ruptivas. Educação por escrito, 8(2), 278-293.
- Defensor del Pueblo (2007). Violencia escolar: - Grande, M. J. C. (2010). Convivencia escolar. Un
el maltrato entre iguales en la Educación Secun- estudio sobre buenas prácticas. Revista de paz
daria Obligatoria 1999-2006. Madrid: Publica- y conflictos, (3), 154-169.
ciones de la Oficina del Defensor del Pueblo.
- Gutiérrez, M., y Robertson, J. M. (2016). Clima,
- Del Rosario Ayala-Carrillo, M. (2015). Violen- autoestima y violencia escolar en estudian-
cia escolar: un problema complejo. Ra Xi- tes de séptimo básico a cuarto medio en una
mhai, 11(4), 493-509. escuela de la comuna de Alto Hospicio, Chi-
- Díaz-Aguado, M. J. (2005). La violencia entre le. Huellas, 2(4), 60-74.
iguales en la adolescencia y su prevención - Hernández, M., y Solano, I. (2007). Ciberbu-
desde la escuela. Psicothema, 17(4), 549-558. llying, un problema de acoso escolar. Revista
- Etxeberría, F., y Elosegui, K. (2010). Integración Iberoamericana de Educación a distancia, 10(1),
del alumnado inmigrante: obstáculos y pro- 17-36.
puestas. Revista Española de Educación Com- - Hidalgo, A. J., y Ruiz, R. O. (2008). Victimización
parada, 16, 235-263. entre escolares por exclusión social racista y
- Ferrer-Cascales, R., Albaladejo-Blázquez, N., xenófoba. International Journal of Develop-
Sánchez-San Segundo, M., Portilla-Tamarit, I., mental and Educational Psychology, 2(1), 113-
Lordan, O., & Ruiz-Robledillo, N. (2019). Effec- 121.
tiveness of the TEI program for Bullying and - Jiménez, R. (2019). Multiple Victimization (Bul-
Cyberbullying Reducction and school Climate lying and Cyberbullying) in Primary Education
Improvement. International Journal of Environ- in Spain from a Gender Perspective. Multidis-
mental Research and Public Health, 16(4), 1-19.
58
ciplinary Journal of Educational Research, 9(2), percepción docente. Anuario del Sistema de
169-193. Educación en Venezuela, 2, 35-50.
- Latorre, Á. L., y Romero, J. T. (2014). Protocolo - Smith, P. K. (2016). Bullying: Definition, types,
de actuación ante conductas disruptivas. In- causes, consequences and intervention. So-
formació psicològica, (95), 62-74. cial and Personality Psychology Compass, 10(9),
519-532.
- Magaz, A. M., Chorot, P., Sandín, B., Santed, M.
A., y Valiente, R. M. (2011). Estilos de apego y - Vacas, E. M., Rodríguez, N., Piñeiro, A. D., Her-
acoso entre iguales (bullying) en adolescentes. nández, J., Ruíz, B., y Navarro, A. V. (2010). La
Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, voz del alumnado en el conflicto escolar. Revis-
16, 207-221. ta de educación, (359), 1-17.
- Mosia, P. A. (2015). The prevalence of bully- - Yang, C., Sharkey, J., Reed, L. A., Chen, C., &
ing at high schools in Lesotho: perspectives Dowdy, E. (2018). Bullying victimization and
of teachers and students. Africa Education Re- student engagement in elementary, middle,
view, 12(2), 161-179. and high schools: Moderating role of school
climate. School psychology quarterly, 33(1), 54-
- Morales, L. B. (2012). La convivencia escolar: 64.
una estrategia de intervención en Bullying. y
Convivencia en la Escuela, 75-104.
- Murphy, H., Tubritt, J., & James, O. (2018). The
role of empathy in preparing teachers to tack-
le bullying. Journal of New Approaches in Edu-
cational Research (NAER Journal), 7(1), 17-23.
- Olweus, D. (1993). Bullying at school: What we
know and what we can do. Oxford, UK: Black-
well
- Pas, E. T., Waasdorp, T. E., & Bradshaw, C. P.
(2019). Coaching teachers to detect, prevent,
and respond to bullying using mixed real-
ity simulation: An efficacy study in middle
schools. International Journal of Bullying Pre-
vention, 1(1), 58-69.
- Pérez, V. M. O. (2001). Convivencia escolar: pro-
blemas y soluciones. Revista complutense de
educación, 12(1), 295-318.
- Quinn, S. T., & Stewart, M. C. (2018). Examining
the long-term consequences of bullying on
adult substance use. American Journal of Cri-
minal Justice, 43(1), 85-101.
- Rivilla, A., y González, M. (2010). La prevención
de la violencia: la implicación de la comunidad
educativa para evitar situaciones de acoso
escolar. Bordón. Revista de pedagogía, 62(1),
93-107.
- Serrate, R. (2007). Bullying, acoso escolar. Guía
para entender y prevenir el fenómeno de la vio-
lencia en las aulas. Madrid: Laberinto.
- Sulbarán, A., y León, A. (2014). Estudio de las
conductas disruptivas en la escuela según la
59