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Análisis

de

La Cautiva

El Matadero

de Es t e b a n Echeverría

Mate r i a : Literatura Argentina.


Doce n t e : LEIVA, Daniela.
Alum n a : G ONZÁLEZ, Cintia.
Carr e r a : P r ofesorado de Lengua y Literatur a .
Año: C u a r to.
C icl o L e c t i vo 2021
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

"La Cautiva".
Autor: Esteban Echeverría nace en Argentina el 02 de septiembre de 1805 y fallece en Montevideo a causas
de la tisis el 19 de enero de 1851.
Datos relevantes del autor: en la vida de Echeverría existen dos momentos clave:
En 1825 viaja a Europa y comienza su formación romántica en París.
Cinco años después, regresa a su patria, para terminar convirtiéndose en el conductor de la
generación del 37.
Cuando Echeverría viaja al Viejo Mundo el proyecto unitario de Rivadavia está en plena marcha; cuando
regresa encuentra a Rosas en el gobierno, y cambios significativos en la estructura económica del país,
donde se observa la consolidación y gravitación creciente de los ganaderos bonaerenses. El joven
intelectual que retorna en 1830 está lejos de compartir los presupuestos ideológicos de los unitarios.
La situación cultural no ofrecía hasta 1830 otra perspectiva que el neoclasicismo de los poetas de Mayo. La
necesidad de un cambio se convertía en exigencia que Echeverría no sólo interpreta; también propone una
respuesta, el Romanticismo.
"Nuestros sabios, señores, han estudiado mucho pero yo busco en vano un sistema filosófico, parto de la
razón argentina y no la encuentro; busco una literatura original, expresión brillante y animada de nuestra
vida social, y no la encuentro".
Esteban Echeverría, en su primera Lectura en el Salón Literario.
También explica su rechazo a la tradición española en tanto la ve como expresión del despotismo colonial,
así como su conocida identificación con la actitud de escritores románticos españoles como Espronceda y
Larra. Reitera su posición en defensa del arte romántico y la literatura social como única posibilidad para
expresar la realidad, americana y española. Cree, además, que el modelo cultural seguido por España es el
de Francia, pero no depurado sino desvirtuado, de ahí que no quede a América otra posibilidad que
recurrir directamente a las fuentes. La aspiración de Echeverría en este terreno es la de una síntesis entre lo
europeo y las necesidades nacionales.
"Tendremos siempre un ojo clavado en el progreso de las naciones y el otro en las entrañas de nuestra
sociedad".
Esteban Echeverría.
Movimiento: Romanticismo.
La poética romántica
El interés de Echeverría por la poesía data del período en que vivió en Francia. Ya en su patria, y bajo la
confluencia de su formación romántica y las circunstancias históricas, va a elaborar su obra de mayor
significación. La aparición de Elvira o La novia del Plata (1832), donde inaugura el romanticismo en
nuestra literatura y, como se ha afirmado tantas veces, también en la literatura española. En este período -y
en todo el siglo XIX- la literatura y el arte no se conciben en el Río de la Plata de otras formas que
subordinadas a una dinámica social y política, es por eso que escritores como Echeverría, Alberdi o Mármol
califican al romanticismo rioplatense como "romanticismo social".
"Preciso es -señala- que [la poesía] aparezca revestida de un carácter propio y original, y que reflejando los
colores de la naturaleza física que nos rodea, sea a la vez el cuadro vivo de nuestras costumbres, y la
expresión más eleva a nuestras ideas dominantes... sentimientos y pasiones... nuestros sociales intereses...".
Epílogo Los consuelos, Esteban Echeverría.
Echeverría precisa, también, los objetivos que pretendía alcanzar con La cautiva como, "pintar algunos
rasgos de la fisonomía poética del desierto", y para no reducirla a lo meramente descriptivo coloca "dos
seres ideales, dos almas unidas por el doble vínculo del amor y el infortunio". Y ha elegido el desierto
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

porque es "nuestro más pingüe patrimonio", del cual no sólo hay que extraer "riquezas para nuestro
engrandecimiento, sino también poesía para nuestro deleite moral y fomento de nuestra literatura
nacional".
En varios de sus textos, como por ejemplo en la Advertencia, se hace una efusiva afirmación de la
originalidad en el uso del lenguaje, por el hecho de incorporarse "locuciones vulgares", y en la forma o
metro elegido, que debe ser el que más se ajuste al pensamiento y no a las clasificaciones establecidas por
los preceptista. Se destaca, además, la importancia del ritmo poético como música o canto vital que hace
posible que la poesía "cautive los sentimientos y obre con más eficacia en el alma". También, Echeverría,
tuvo un particular interés por la canción como expresión de carácter popular.
La cautiva, la obra poética de Esteban Echeverría se inspira en hechos políticos: es la etapa de lucha contra
Rosas, la de su destierro; por su intento de elaborar poéticamente un paisaje nacional -esa pampa desierta,
todavía sin alambrados y tranqueras- y de proponer, a pesar del esquematismo de su visión liberal y
romántica, ciertos temas que serán constantes en el desarrollo de la literatura argentina.
Las principales características del romanticismo en Argentina son:
Americanismo: la literatura refleja la realidad geográfica, histórica y cultural; las ideas, y las temáticas
nacionales.
Lo popular: Se exalta en esta literatura romántica el popularismo sobre lo aristocrático.
El yo del escritor: se refleja en la obra, hay preferencia por lo sentimental sobre lo racional.
Libertad: reflejada en la actitud del escritor frente al arte, se rompe con las reglas y normas clásicas,
guiándose solamente por la propia originalidad, sin esquemas preestablecidos.
Sentimientos: El principal sentimiento es el amor, idealizado; el sentimiento religioso, y Dios, que está
asociado al hombre y a su entorno; la mujer que despierta sentimientos extremos (de ángel o
demonio), sin prejuicios sociales; la naturaleza, con escenarios en ruinas, la soledad de la noche, o de
los campos, la luna como única perturbadora de la privacidad del poeta, los bosques y los campos, o
el mar.
Contexto socio-histórico, género, tema, personajes, estilo, métrica y características de La cautiva
La publicación de Rimas (1837), que incluía a La cautiva, tuvo en su momento un éxito inmediato.
Echeverría escribió La cautiva en Los Talas, zona de frontera en la lucha contra el indio. Este conflicto con
los asentamientos indígenas es un problema crucial de la época que recién se resuelve hacia 1880. Al
incorporarlo Echeverría a la literatura inaugura una temática que va a marcar a toda la literatura
argentina posterior hasta fines del siglo. Es significativo, por otra parte, para ver hasta qué punto se
relaciona con esa problemática de la sociedad argentina de ese momento, que el poema se publica cuatro
años antes de la exitosa expedición de Rosas al Desierto. Algunas interpretaciones han querido ubicar al
poema de Echeverría dentro de una poesía "gauchesca culta". Sin embargo, por sus rasgos expresivos y,
fundamentalmente, por el tratamiento del lenguaje nada tiene que ver con esa corriente de nuestra
literatura.
En cuanto a la caracterización del género de La cautiva se puede señalar también sus rasgos románticos y
su originalidad. Es un poema narrativo en verso, dividido en nueve partes y un epílogo. En cuanto al
tema es clara su actualidad y no hay una preocupación mitológica como en la poesía neoclásica. Los
héroes no son personajes encumbrados sino corrientes; se da una mezcla de estilos que se verifica en la
utilización de un lenguaje, directo, en el empleo de un vocabulario local del habla cotidiana que convive
con palabras y giros de tono solemne. Utiliza también metros muy variados, con preferencia los que eran
característicos de la poesía popular. En su composición predominan el octosílabo y el hexasílabo,
organizados en sextina, décima y romance.
Otro rasgo romántico reconocible es la relación que se establece entre la naturaleza descrita y una
subjetividad en el trazado de la acción y la psicología de los personajes. Existe una clara correspondencia
entre lo cósmico y lo subjetivo que recorre como una constante todo el universo representado.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Sinopsis: Un malón de indios irrumpe en una población fronteriza de blancos y toma cautiva (entre otros) a María, más tarde su
esposo Brian, al intentar rescatarla sufre su misma suerte que la mujer. Los aborígenes festejan la victoria con un gran festín y la
mujer –puñal en mano- aprovecha la confusión para liberar a su esposo malherido.
Ambos buscan refugio en el desierto, en tanto que las tropas cristianas llegan hasta la toldería pero no encuentran a su jefe
(Brian). La pareja comienza entonces una penosa huida en la que deben soportarla sed que los abrasa, la presencia de un tigre y
la quemazón de unos pajonales que los rodean. Brian no resiste la aventura y muere. María sepulta a su esposo y continúa su
camino con una sola esperanza: encontrar a su hijo. La mujer es hallada, finalmente, por un grupo soldados que le informan la
muerte del niño, degollado por los salvajes. Frente a esta noticia, María fallece. La llanura pampeana encierra en su seno las
tumbas de los esposos.
Epígrafes y estructura de La cautiva
Los epígrafes en La cautiva, ya que habitualmente cuando se emprende el estudio de una obra literaria, los
epígrafes suelen ser desaprensivamente olvidados, pero no es este el caso, ya que Echeverría los ha
incorporado como un ingrediente fundamental para el poema.
Es posible describir sucintamente la estructura textual de La cautiva e interpretar sus núcleos significativos
más importantes.
Epígrafe General
El título y epígrafe de La cautiva están orientados a reivindicar para María su carácter protagonice en el
poema:
Female hearts are such a genial soil
For kinder feelings, whatsoe' er their nation,
They naturally pour the «wine and oil»
Samaritans in every situation;
Byron (1)
En todo clima el corazón de la muger es tierra fértil en afectos generosos: -ellas en
cualquier circunstancia de la vida saben, como la Samaritana, prodigar el óleo v el vino
El epígrafe se despliega a lo largo de la obra y María aparece siempre como una heroína que, movida por
la fuerza de su amor, socorre y alivia en su desventura al infortunado Brian. En varias ocasiones el epígrafe
halla eco en los versos de Echeverría:

Un instinto poderoso,
Un afecto generoso
La impele y guía segura,
(III, vv. 66-68);

[...] la fuente
Del sentimiento fecunda,
Que el femenil pecho inunda,
Consumió el voraz dolor
(III, vv. 107-110);

Y aquellas palabras tiernas,


O armonías misteriosas,
Que solo manan fecundas
Del lábio de la muger.
(vv. 19-22).
Primera parte "El Desierto"
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

El epígrafe proviene de «Mazeppa», poema XXXIV de Les Orientales de Víctor Hugo (2):
Ils vont. L 'espace est grand.

El verso de Hugo se adecúa de modo estricto al canto que encabeza, por cuanto Echeverría no sólo intenta
mostrar en éste la inmensidad del desierto vacío, sino que incluye la desenfrenada cabalgata de los indios
después del malón.
Pero el valor del epígrafe no se ciñe con exclusividad a esta parte de la obra, ya que toda La cautiva
presenta el desierto en su vastedad solitaria y el peregrinaje de los protagonistas a través de ella. Se destaca
así que el espacio sólo alcanza pleno significado en relación con el hombre, y se anticipa la travesía de la
infeliz pareja.
Segunda parte "El festín"
El título de la segunda parte no proporciona en sí mismo una idea definida de los hechos que van a
presentarse. Unido al epígrafe, adquiere un matiz nuevo, que abarca en totalidad los elementos integrados
en este canto, los resume y anticipa. Echeverría explícita que el texto que sirve de epígrafe es de Dante, pero
no indica su procedencia ni lo traduce al castellano:
...orribili favelle.
parole di dolore, accenti d' ira,
voci alte e fioche, e suon di man con elle

facevano un tumulto...
Dante (3)
El solo nombre de Dante, unido a los versos transcriptos, remite a la Divina comedia y trae connotaciones
infernales. La idea global de infierno que suscita el epígrafe se desarrolla en «El festín» a través de dos
factores primordiales: el claroscuro de las hogueras en la noche y la tribu, presentada como un conjunto
de seres demoníacos. Los elementos de ese infierno se reducen en el epígrafe a imágenes auditivas, que son
también predominantes en los versos de Echeverría. Tal preferencia del autor ha de atribuirse a la
intención de lograr un clima de confuso misterio en esa visión nocturna de la pampa. Por otra parte,
como Echeverría no traduce el epígrafe, cabe suponer que ha querido subrayar el aspecto auditivo de esos
versos.
Tercera parte "El puñal"
Yo iba a morir, es verdad,
entre bárbaros crueles,
y allí el pesar me mataba
de morir, mi bien, sin verte.
A darme la vida tú
saliste, hermosa y valiente.
Calderón (4)

(1) BYRON. Se refiere a Lord George Gordon Byron, poeta inglés (1788-1824), autor de "La peregrinación de Childe Harold" (1812-18) y "Don Juan"
(1819-24): esta última es considerada su obra maestra. Echeverría señala en un texto autobiográfico que en París, entre otros autores, leyó
"especialmente Byron" y le conmovió profundamente revelándole un mundo nuevo. (O. C. Nº 5, pág. 449).
(2) VÍCTOR HUGO. Se refiere a Víctor Hugo (1802-1885). La influencia de este escritor francés es -como la de Byron- fundamentalmente en los
románticos de la generación del 37. En 1830, cuando Echeverría regresa a Bs. As., en París la representación del "Hermani" de Hugo marca el
triunfo de la estética romántica.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

El epígrafe resume la acción principal del canto: Brian, prisionero y a punto de morir, es salvado por María.
Los versos de Calderón constituyen un fragmento de La Puente de Mantible (Jornada III, escena VIII)30, y
quien habla es Guido de Borgoña, en situación similar a la de Brian:
Allí, de la tribu impía
Esperando con el día
Horrible muerte, está el hombre
(vv. 131-133)31. La primera persona de la elocución identifica a ambos personajes.
El narrador muestra en esta tercera parte la acción de María, encaminada a salvar a Brian, hasta llegar
concretamente al momento en que lo libera:
Entonces las ataduras
Que sus carnes roen duras
Corta, corta velozmente
Con su puñal obediente,
Teñido en sangre común,
(vv. 146-150).
María se refiere a la condena que pesa sobre Brian y manifiesta su valiente decisión de salvarlo, animada
por el amor:
Y tu vida, más preciosa
Que la luz del sol hermosa,
Sacar de las fieras manos
De estos tigres inhumanos,
O contigo perecer,
(vv. 211-215).
Brian no menciona el peligro que corre ni el deseo de ver a María, pero el epígrafe sugiere lo que piensa y
siente. Hay que esperar hasta la quinta parte (vv. 139-144) para que esto se explicite:
[...] amada mía
Pensé no volver á verte,
Y que este sueño sería
Como el sueño de la muerte;
Pero tú, siempre velando,
Mi vivir sustentas [...].
En cuanto a la hermosura aludida en el epígrafe, hay una referencia implícita en estos versos:
Loncoy, el cacique altivo,
Cuya saña al atractivo
Se rindió de estos mis ojos
(vv. 216-218).
Cuarta parte "La alborada"
Già la terra è coperta d' uccisi;
tutta è sangue la vasta pianura...
Manzoni (5)
Ya de muertos la tierra está cubierta,
Y la vasta llanura toda es sangre
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Este epígrafe causa sorpresa y convoca la expectativa del lector, por cuanto en la tercera parte Brian y
María se han alejado de los indios, que permanecen dormidos, y nada hace pensar en muertos y sangre.
Echeverría empieza el canto con la palabra inicial del último verso del epígrafe: Todo estaba silencioso (v.
1); establece así una continuidad, pronto quebrada por la descripción del plácido amanecer.
El epígrafe ha dejado la expectativa de un episodio sangriento, que se concreta a partir del verso 21: la
venganza cristiana. Los versos de Manzoni anticipan el resultado de la acción principal de este canto y han
preparado el ánimo del lector para que la matanza no lo sorprenda y le desagrade.
Después del «malón» cristiano -que tiene muchos puntos de contacto con la tercera parte-, Echeverría
recrea esos versos:
Viese la yerba teñida
De sangre, hediondo y sembrado
De cadáveres el prado
Donde resonó el festín,
(vv. 91-94).
Quinta parte "El pajonal"
Título y epígrafe resumen el tema de este canto:
...e lo spirito lasso
Conforta, e ciba di speranza buona...
Dante.
[...] y el ánimo cansado
De esperanza feliz nutre, y conforta;
Sin embargo, el tema queda teñido por cierta indefinición que proviene del modo -presumiblemente
deliberado- de recortar el texto de Dante que, aislado de su contexto, se torna plurisignificativo.
En efecto, los versos forman parte de una exhortación de Virgilio a Dante, y el modo verbal es
imperativo:
E quel signor che li m' avea menato,
mi disse: «Non temer; che l' nostro passo
non ci puo torre alcun; da tal n' e dato.
Ma qui m' attendi, e lo spirito lasso
conforta e ciba di speranza bona,
Ch i' non ti lascerò nel mondo basso.
El fragmento que transcribe Echeverría, tanto en su lengua original como traducido, puede considerarse
-desde el punto de vista verbal- en indicativo o en imperativo, según qué sujeto se atribuya a los verbos:
a) En indicativo: 1) el pajonal (a nuestro juicio la más acertada teniendo en cuenta el título):
Descansar allí un momento,
Y refrigerio y sustento
A la flaqueza buscar,
(vv. 28-30).

(5) MANZONI. Alessandro Manzoni, poeta y novelista italiano (1785-1873), tan importante para el romanticismo como Foseólo y Leopardi. Su
concepción de la poesía se opone al subjetivismo y propone una lírica objetiva y real donde el valor supremo es la verdad moral. "Los novios"
(1842) es su novela más destacada; probablemente. Echeverría conoció la primera versión de 1821-23, titulada "Renzo y Lucia", o los tomos
aparecidos entre 1825 y 1830. El romanticismo italiano tiene rasgos muy semejantes a los que va a desarrollar el rioplatense. Hacia 1820, la lucha
por la unificación y nacionalidad italiana impulsada por los movimientos liberales se liga a un romanticismo artístico y cultural.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

2) María: ella es quien infunde fuerzas al ánimo cansado de Brian. A pesar de que desfallece, física y
espiritualmente, el amor por Brian y su fe en la Providencia la impulsan a buscar el agua vivificante que
reanima al amado (cf. vv. 11-22 y 80-103): por ella, el pajonal se convierte en benéfico reparo.
3) Dios: la Providencia nutre y conforta a los protagonistas, no sólo a través de la fe que evidencia María
(vv. 113-114), sino también suspendiendo las amenazas externas (cf. vv. 173-177). Si se relacionan los versos de
Echeverría con los de Dante -el epígrafe y su contexto-, se refirma esta interpretación.
b) En imperativo (el epígrafe se convierte en una exhortación):
1) El narrador: exhorta a los personajes a no desmayar en su empresa (ya ha narrado el ataque de los
cristianos a los indios).
2) María: exhorta a Brian para que recupere fuerzas y aliente esperanzas en la Providencia (cf. vv. 148-157).
3) María: se exhorta a sí misma a no cejar en su empeño y a esperar un mejor destino. Esta posibilidad no
está explícita en los versos, pero es congruente con su actitud a lo largo de este canto.
Parte sexta "La espera"
Los versos de Moreto que constituyen el epígrafe universalizan la situación de los protagonistas, que
experimentan pesadumbre similar a la de cualquier ser humano en pareja situación:
¡Qué largas son las horas del deseo!
Moreto (6)

Unido al título, anticipa el desarrollo de este canto:


María espera, á su lado [de Brian],
Con corazón agitado,
Que amanecerá otra aurora
Mas bella y consoladora;
(vv. 21-24)38.
Brian está vencido, pero María, que se sobrepone a su debilidad, tiene aún esperanza. El narrador exclama,
parafraseando el verso de Moreto:
[...] ¡Cuan larga
Aquella noche y amarga
Sería á su corazón,
(vv. 108-110).
Hasta este momento, la actitud de los personajes ha sido estática; a partir de los versos que acabamos de
consignar se reanuda la actividad: la cercanía de un tigre compele a María a la acción.
La sexta parte constituye una etapa de sosiego en el ritmo de la obra. Se crea, ya desde el título, un tiempo
psicológico que discurre con lentitud para los personajes y relaja la tensión del lector hasta la aparición
del tigre.
Parte séptima "La quemazón"
Voyez... Déjà la flamme en torrent se déploie.
Lamartine (7)
«Mirad... ya en torrentes se extiende la llama»

(6) MORETO. Se refiere a Agustín Moreto y Cabana, poeta dramático español (1618-1669), que actuó en la corte de Felipe IV.
(7) LAMARTINE. Alphonse de Lamartine: poeta francés (1790-1869). Su influencia romántica en los escritores argentinos del 37 es semejante a la
de Hugo y Chateaubriand.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Corresponde a «Le dernier chant du Pèlerinage d'Harold», de Lamartine (XIX , v. 4), y despliega el título en
una imagen visual. Si Echeverría pinta, a lo largo de su poema, algunos rasgos de la fisonomía poética del
Desierto, en este canto la dimensión plástica del verbo pintar adquiere todo su valor. «La quemazón» es el
cuadro vivo -dinámico y estático a la vez- de uno de los rasgos del desierto. Los fragmentos de
extraordinario dinamismo que muestran los diversos aspectos del incendio forman parte de una única
pintura: la quemazón en la pampa.
El epígrafe subraya, por lo dicho, el aspecto visual e incluye una apelación al lector implícito -Voyez,
Mirad- para que contemple el cuadro trazado.
Sería redundante transcribir todos los pasajes en los cuales se manifiesta la idea sugerida por el epígrafe,
ya que la totalidad del canto tiende a desarrollarla. Baste citar los versos 74-78, en los cuales existe una más
ajustada adecuación del vocabulario al de Lamartine:
Raudal vomitando,
Venía de llama,
Que hirviendo, silbando
Se enrrosca y derrama
Con velocidad.
Título y epígrafe anticipan el desarrollo de esta parte y complementan las imágenes que aparecen en los
versos 88-100 de la anterior. Desde el punto de vista estructural, se sigue corroborando que Echeverría
concibe su poema como un todo y -según se ha comprobado en el curso de nuestro análisis de los cantos
precedentes- evita las transiciones bruscas e injustificadas.
Parte Octava "Brian"
Un fragmento de Antar preside este canto. Mejor dicho: se trata de dos fragmentos yuxtapuestos, cuyo
orden original ha invertido Echeverría por razones que no alcanzamos a advertir, aunque pueden
conjeturarse muchas. Es éste el único caso en que el autor altera -salvo diferencias de grafía o puntuación-
el texto transcripto. El epígrafe es el siguiente:
Les guerriers et les coursiers eux mémes
sont là pour attester les victoires de mon bras.
Je dois ma renommée à mon glaive...
Antar (8)
Los guerreros y aún los bridones de la batalla
existen para atestiguar las victorias de mi brazo.
Debo mi renombre á mi espada.
La relación epígrafe-canto es, en esta ocasión, complementaria y antitética. Ese Brian fuerte y valeroso, que
respondería a las características apuntadas por el epígrafe, es el Brian del pasado y sólo reaparece en el
delirio que precede a su muerte:
[...] mi brazo ha sido
Terror del salvaje fiero:
Los Andes vieron mi acero
Con honor resplandecer
(vv. 269-272).
Ahora es una sombra, un ser imposibilitado de valerse por sus propios medios. Depende, en consecuencia,
de la fortaleza de María, débil por su condición de mujer pero transformada por la pasión:
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Cobrando ánimo al instante


Se alzó María arrogante,
En mano el puñal desnudo,
Vivo el mirar, y un escudo
Formó de su cuerpo á Brian,
(vv. 81-85).
La fortaleza, el valor y la arrogancia de Brian son ahora características de María.
Parte novena "María"
Esta parte es la única que lleva dos epígrafes. Existen relaciones mutuas entre ellos y de ambos con
respecto al texto que encabezan. La lectura de uno a continuación del otro revela una gradación
semejante a la de los acontecimientos presentados en el canto.
Fallece esperanza y crece tormento.
Anónimo
Morte bella parea nel suo bel viso.
Petrarca (9)
La muerte parecía
Bella en su rostro bello
La muerte de Brian supone la pérdida de todo el sentido del vivir de María. Perturbada su razón, sólo
subsiste llevada por la quimérica esperanza de hallar vivo al hijo que una vez supo muerto. Finalmente, la
propia muerte dará fin a su tormento.
Los epígrafes, que se despliegan en el canto de modo sucesivo, determinan dos sub partes que tienen como
eje el verso 308. Primera sub parte: agonía y muerte de María. El epígrafe anónimo, que gana en fuerza
por la ausencia de artículos, es rotundo; sus dos miembros -a pesar de los verbos antitéticos- no se oponen,
ya que el segundo aparece como consecuencia del primero,
a) Fallece esperanza: la esperanza que daba fuerzas a María se extingue con la muerte de Brian. Pero la
heroína no muere de inmediato porque recuerda una exhortación del amado agonizante:
¡Vive, vive para tu hijo,
Dios te impone ese deber.-
Sigue, sigue al occidente
Tu trabajosa jornada:
(vv. 291-294 de la «Parte octava»).
En su delirio, no recuerda el pasado y la ilusión de que su hijo vive es el motor que la sustenta:
Quedaba á su desventura
un amor, una esperanza
(vv. 292-293).
Cuando la voz impía la vuelve a la realidad, comprende que ya nada puede esperar y muere:
Palpitar le fué imposible
Cuando á quien amar no halló,
(vv. 266-267).

(8) ANTAR. Se refiere a Antar, poeta y guerrero árabe del siglo VI, celebrado como héroe épico en el "Romance de Antar". Echeverría ha tomado
este fragmento de las citas de algunos textos del anónimo que Lamartine transcribe en "Viaje a Oriente".
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

b)... y crece tormento: después de dar sepultura a Brian, María emprende su marcha sin rumbo por el
desierto. A medida que avanza crece su tormento, que llega al clímax cuando se le revela definitiva la
muerte del hijo (vv. 244-251).
Segunda sub parte: la transformación de María. Hasta el momento de la muerte, el narrador ha reflejado el
dolor que atormenta a María en la descripción de su aspecto físico: rostro pálido, cabellos sueltos, mirada
abatida y turbia, pies sangrantes, ardorosa garganta. Ya no es la muger hermosa, explícita (v. 233). Después
de la muerte, retoma la idea de una bellísima protagonista e imagina un prodigio, basándose en el verso de
Petrarca:
Y revive en su semblante
La frescura rozagante
Que marchitara el dolor.
La muerte bella la quiso,
(vv. 324-327)
Epílogo
Douce lumière es-tu leur áme?
Lamartine
«¿Eres, plácida luz, el alma de ellos?»
Anticipa y resume su contenido y, a la vez, desde el punto de vista estructural, establece una vinculación
(oscuridad-luz, muerte-vida) inmediata con lo últimos versos de la novena parte:
Mas ay! que en el seno oscuro
Duerme de la eternidad,
(IX, vv. 345-346).
Este epígrafe está tomado del poema «Le soir», con el cual el epílogo de La cautiva tiene no pocos puntos
de tangencia, no sólo en el tono sino en particulares concretos51.
Para quien ha frecuentado la obra de Lamartine, el epígrafe se torna evocador de cierta atmósfera de
ensoñación que propicia el vínculo entre el alma y el misterio del universo y permite un acercamiento, real
o soñado, del espíritu con el alma de los muertos52.
Echeverría establece una síntesis entre la fuente europea y las leyendas populares. Dice Lamartine:
Mon coeur à ta clarté s' enflamme,
Je sens des transports inconnus,
Je songe à ceux qui ne sont plus:
Douce lumière, es-tu leur âme?
(vv. 33-36).

(9) PETRARCA. Junto con Dante, Francesco Petrarca (1304-1374), es uno de los poetas italianos más citado por Echeverría y otros románticos.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Y Echeverría:
También el vulgo asombrado
Cuenta, que en la noche oscura
Suelen en aquella altura
Dos luces aparecer;
Que salen, y habiendo errado
Por el desierto tranquilo,
Juntas á su triste asilo
Vuelven al amanecer,
(vv. 89-96).
La interrogación del epígrafe da pie al autor para una doble respuesta: el amor más allá de la muerte -si las
luces son el alma de Brian y María-, la eternización de los personajes por la imaginación -si las luces son
creadas por la fantasía.
El análisis efectuado permite establecer que los epígrafes en La cautiva, lejos de ser ornamentales o de
obedecer meramente a ciertos hábitos de época, tienen funciones bien definidas dentro de la obra:
1) responden a la búsqueda consciente de una síntesis prospectiva entre lo americano y lo europeo;
2) se vinculan de modo claro con los temas vertebradores de la obra;
3) guardan estrecha relación con el texto que encabezan y, a la vez, contribuyen al logro de una obra
orgánicamente concebida y ejecutada.
Estructura textual
Primera Parte "El desierto"
Como es el desarrollo de casi todo el poema, el paisaje es elemento principal. Es el eje alrededor del cual se
articulan sus sentidos fundamentales. Los rasgos principales son: una descripción genérica y subjetiva del
paisaje (es inconmensurable, abierto, solitario y misterioso); la exaltación el mismo, cuya proyección tiene
una armonía más perfecta que la del arte y en relación a él se exalta la genialidad del poeta en una
evidente concepción romántica del escritor:
¿Qué pincel podrá pintarla
sin deslucir su belleza?
Sólo el genio su grandeza
puede sentir y admirar.
y una oposición entre el genio capaz de apreciar la naturaleza y el indio que aparece situado en ese
ámbito armonioso como un elemento primitivo y bárbaro. En el plan de la obra esta parte inicial cumple la
función de presentar el ambiente donde se desarrollará una anécdota lineal de carácter trágico. María y
Brián son sus protagonistas. La primera es una mujer que presenta todas las cualidades del ideal femenino
romántico, y el segundo es un soldado que h luchado la guerra por la Independencia.
Parte segunda "El festín"
La descripción asume un carácter más dinámico y concreto. El ritmo del romance parece ajustarse a esta
intención. Es también donde predomina el uso de un lenguaje autóctono, aunque entrecomillado y con
notas del autor, lo que sugiere su toma de distancia y tal vez la posibilidad de comprensión para un lector
culto o europeo que necesitara de esa aclaración. Podría decirse que es una descripción de la barbarie
representada por la "animalidad" del indio, al que no obstante se le reconocen algunas cualidades como el
valor y el coraje de lucha contra el hombre civilizado y frente a la muerte. Es, paradójicamente, uno de los
mejores pasajes del texto, donde pareciera que al sujeto que enuncia (narrador o voz poética) le seduce la
realidad "la barbarie" y esa seducción se traduce en huellas fácilmente identificables en sus enunciados.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Tercera, quinta, sexta, séptima y novena partes "El puñal; El pajonal; La espera; La quemazón y María"
Tienen como protagonista a María y en un segundo plano a Brián. En este tramo del poema lo narrativo
adquiere más fuerza, pero en constante supeditación a la presencia del paisaje natural descripto tal como
lo hemos señalado. María reúne las cualidades típicas de una heroína romántica. En su figura se exalta el
amor a Brián como una fuerza capaz de lograr la libertad. Ese sentimiento la mueve también a buscar la
venganza como forma de recuperar la honra perdida en su cautiverio. El puñal que esgrime es el
instrumento, el arma que le ayuda en sus propósitos
Que en este acero que está escrito
mi pureza y mi delito
mi ternura y mi valor.
En "El pajonal" la descripción es más verosímil, aunque predomina una perspectiva subjetiva en función del
ánimo de los personajes. Se identifican los rasgos de idealización de María que aparece como esposa-
amante recubierta de un halo asexuado y etéreo -flor hermosa y delicada-. Esta idealización alcanza su
clímax en el canto siguiente, donde María es puro sentimiento, el amor en su corporalidad ("Sin el amor
que sí entraña ¿Qué sería? Frágil caña..."). Se la califica de "criatura celestial", no "sujeta a la ley humana".
Las fuerzas que mueven a la acción narrativa se pueden resumir aquí en torno al objeto de todo el poema:
lograr la libertad, salir de esa región inhóspita. Es María quien salva a su amado Brián y con la fuerza de
su amor desafía a la muerte, supera los obstáculos de la naturaleza. Pero ese objetivo finalmente no se
logra y sobreviene el final trágico.
En la parte novena, al morir Brián y al comunicársele que su hijo también ha muerto, no le queda a María
otro destino que la soledad y, a su vez, la muerte: ha perdido los objetos que alimentaban su amor, su
razón de vivir.
Dios para amar, sin duda, hizo
un corazón tan sensible;
palpitar le fue imposible
cuando a quien amar no halló.
La exaltación de su belleza, fenecida, y el sentimiento de angustia ante la muerte cierran este fragmento.
Parte cuarta "La alborada"
El tema que se desarrolla en relación con la historia central es la venganza de los soldados, una venganza
cruel, pero que aparece moralmente justificada ante "la barbarie" de los indios.
Parte octava "Brian"
Desarrolla una introspección de este personaje, describe la interioridad, el mundo de su conciencia, esos
"espectros que engendra el alma", como dice el poema. También los estados de ánimo, los sentimientos de
María son descriptos. Aquí Brián muere y es revelada su condición de guerrero de la Independencia.
El epílogo
Interesa ver cómo se despliegan en la descripción elementos particulares del paisaje y una intención de
universalidad. Se articulan, además, creencias populares como la de la "luz mala" y en un tono elegiaco se
resume el trágico final.
En La cautiva la oposición civilización-barbarie está planteada pero se resuelve de una manera más
atenuada que en El matadero, donde no hay posibilidad de síntesis alguna entre esos dos mundos. Aquí la
barbarie del indio se atempera porque es presentado como un elemento del paisaje, de la naturaleza. Y el
desenlace fusiona a los héroes, que vendrían a representar al mundo civilizado, con la naturaleza, una
naturaleza que es entendida como parte de la divinidad. No obstante, el objeto de libertad y vida buscado
por los protagonistas, no se logra. María y Brián sucumben bajo esa naturaleza (el desierto) que tiene en sí
los gérmenes de la "barbarie". En relación a esa oposición principal se dan otras como amor-naturaleza y
amor-muerte. También es significativo que Brián, un guerrero idealizado de la gesta de la Independencia
aparezca derrotado por las fuerzas bárbaras del desierto y el indio.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

En este aspecto, y desde una lectura que intente relacionar las ideas de Echeverría con las significaciones
del poema, puede reconocerse el planteo inicial de la generación del 37. La concepción de superar
elementos negativos para el progreso como el "inconmensurable" desierto (basta recordar la propuesta
posterior por Alberdi "gobernara es poblar") y el problema del indio. Vencer esos obstáculos es parte de un
programa para echar las bases de un nuevo país y su organización nacional. Importa también destacar el
intento de renovación del lenguaje literario, las innovaciones métricas, su temática de actualidad
contextual y su valor inicial en la literatura argentina.
Los personajes: La primera aproximación revela una idea ortodoxamente romántica: una mujer, María,
fuerte por el amor, idealizada hasta convertirla en una heroína, ligada a la existencia por el sentimiento,
esa veta recién descubierta y que de tal modo inspiró y exaltó a los románticos:
Dios para amar, sin duda hizo
un corazón tan sensible; palpitar le fue imposible
cuando a quien amar no halló.
Es una mujer esposa y madre, pura e intachable, protectora, asexuada.
Como contraparte, Brian representa el tipo del héroe cansado", característico del romanticismo, o sea la
pura pasividad que encierra una idea matriarcal de la organización de las relaciones. Esta distribución de
papeles corresponde a la idealización romántica: la mujer como nexo con la naturaleza y la divinidad.
Ambos no pueden evadirse de sus destinos. Buscan en la tierra la libertad para vivir su verdadero amor y
solo la hallan en la muerte, a la que los conduce la hostil soledad del desierto.
El triste fin del poema responde, esencialmente, al conflicto que plantea el poema entre el blanco y el
indio, civilización y barbarie
El indio está presentado desde la perspectiva del hombre blanco y por ello aparece como sinónimo de
barbarie. Es incivilizado, sanguinario, agresivo y feroz
Símbolos:
El desierto
El paisaje del desierto simboliza el cautiverio de los personajes. Una vez que se escapan de los indios, las
dificultades que les causa el paisaje, como el incendio, la falta de refugio y alimento o los animales feroces
que se aparecen, les impiden a los personajes volver a casa. De alguna manera, el desierto como espacio los
mantiene cautivos.
Esto se relaciona con la concepción del territorio argentino imaginado como un espacio que los criollos
debían transformar, y cuyo vacío debían llenar con su cultura. Es importante recordar que para la década
de 1830, Buenos Aires y las provincias del norte se habían independizado de la corona española y estaban
en proceso de organizar una forma de Gobierno propia y de "pacificar" los territorios del sur (la zona sur
de la actual Provincia de Buenos Aires y la Patagonia).
La frontera
Para Operé es una línea que marca el avance del blanco sobre el indio, no es una frontera estática, sino
más bien líneas de avance militar. “Las fronteras son cuerpos vivos que, como tal, tienen una estructura
mutable a medida que reciben el flujo de desplazamiento de los sujetos y elementos que la componen”
(Operé, 2001:16). No es la clásica frontera rígida que separa un país de otro, son marcas de conquista, en
cada fortín se erigirá un pueblo que simboliza el avance del blanco sobre el indio. La expansión territorial
tenía dos metas claras: una política-económica y otra cultural. Por un lado se necesitaban tierras para
producir y de esa forma contribuir al naciente mundo industrializado y llegar a 14 ser parte de este, y por
otro, exterminar o alejar al indio para generar un país blanco y civilizado. Para Hugo Trinchero, “la
frontera fue constantemente narrada por el proyecto de modernidad nativa como espacio de la
ambigüedad que se debía superar, de lo no civilizado, es decir, como espacio que era preciso ocupar por el
proyecto civilizatorio” (Trinchero, 2007:169).
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Estos territorios no habían sido dominados durante la época colonial y todavía eran habitados por las
comunidades originarias. Durante la organización del Estado argentino a lo largo del siglo XIX, los
criollos fueron desplazando a estos habitantes y establecieron el control estatal allí.
Echeverría escribe "La cautiva" durante este proceso de construcción de la nación argentina. Para los
intelectuales de Buenos Aires, el proyecto de nación ideal estaba influenciado por las nacientes naciones
europeas, principalmente la Francia posrevolucionaria. En este sentido, cuando estos intelectuales liberales
miraban al interior del país, no veían nada digno de rescatar con miras a una nación argentina a la
europea: ilustrada, blanca, liberal y autónoma. En comparación a la Europa decimonónica, el resto del
país les parecía atrasado, salvaje, despoblado y vacío.
Por lo tanto, nombrar el espacio rural como "desierto" implica una operación estética de ignorar lo que
existe (lo autóctono) y establecer la necesidad de civilizar el espacio, de llenar ese vacío con los elementos
significativos de la cultura occidental.
El indio
El indio simboliza en "La cautiva" la naturaleza salvaje y turbulenta. Desde la primera aparición de los
indios en el poema se los asimila con una fuerza natural, como la de una ráfaga de viento o un huracán.
Echeverría tampoco los individualiza en su descripción y resalta su carácter violento, cruel e irracional.
Durante el festín, no se comportan como humanos, sino como animales: beben sangre y se matan entre
ellos.
María
El personaje de María simboliza los valores más importantes para los románticos: la integridad, la valentía
y la disposición a sacrificar la vida por un ideal superior. Según algunas lecturas, María también puede
ser un símbolo de la nación, la patria o la república. Esta interpretación está relacionada con la alegoría
del desierto como cautiverio y como espacio a civilizar. María, en este sentido, libera a su marido, lucha y
pone nuevos símbolos de civilización en el espacio natural (la cruz y el ombú).
La cruz y el ombú
La cruz y el ombú son las marcas que indican el lugar donde está enterrada María. Simbolizan la entrada
de la civilización al espacio inhóspito del desierto. La cruz es un símbolo de la religión cristiana. Esto es
importante porque en las pocas ocasiones en las que Echeverría cita las palabras de los indios, ellos se
dirigen a los blancos o criollos como "cristianos". Es decir, se identifica a la religión como marca de
diferencia entre los indios y los criollos. Poner una cruz en el desierto simboliza, entonces, marcar el
territorio con un signo de la civilización, que tanto los criollos y los indios reconocen como tal. El ombú
también aporta una referencia de orientación y aporta todo lo que les faltó a María y a Brián durante el
escape: refugio, sombra y un punto de referencia que marca el camino.
El puñal (Símbolo)
El puñal es el símbolo de la fortaleza de María. Con él se libera del cautiverio, mata al indio que intenta
abusar de ella, libera a Brián de sus ataduras y mata al tigre que intenta atacarlos. La imagen de María
con el puñal ensangrentado en la mano caracteriza al personaje, sus ideales y su fortaleza varonil, como
la describe Echeverría, en oposición al estereotipo de la mujer frágil.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

"El Matadero".

En 1840, terminó de escribir “El matadero”, obra que inició el realismo y el género narrativo en nuestra
literatura. Identificó al rosismo con el ambiente que imperaba en los corrales durante aquella época,
cuando se produjo el levantamiento de Dolores, Echeverría se adhirió a esa rebelión -aunque sostenía un
cambio pacífico y no armado- con el poema “La insurrección del Sur”, que concluiría en el destierro. Poco
después tuvo que emigrar primero a Colonia y luego a Montevideo, donde fijó su residencia. Prosiguió su
labor literaria con nuevos poemas -entre ellos “El ángel caído”- y trabajos en prosa, como “La ojeada
retrospectiva”, que se publicó por primera vez en la segunda edición del Dogma Socialista.
Esteban Echeverría fue el más importante poeta del primer período romántico en el Río de la Plata. Fue
también, quien utilizó la temática del indio y del desierto en la manifestación poética, y es considerado el
autor del primer cuento argentino, “El matadero”, aunque críticos posteriores señalan, que este escrito tiene
dos temáticas o nudos paralelos, aspecto que no condice con el decálogo del cuento planteado por Horacio
Quiroga de que un cuento debe tener una única unidad temática.
Sinopsis y contexto socio-cultural de "El matadero"-Crítica a la Iglesia y Gobierno
Se ubicaba en el año 183… (Durante los gobiernos de Rosas). El relato, que se basa en la descripción de la
sociedad de la época, comienza con la descripción de un gran diluvio que duró quince días y afectó la
economía del país causando una crisis y la imposibilidad de utilizar el matadero en este período de tiempo,
por lo que hubo falta de carne. Esta escasez, que iba acorde a las órdenes de la iglesia en lo referido a la
abstinencia de carne por tiempos cuaresmales, produjo una subida en los precios de los otros productos
como aves y pescados, y la muerte de mucha gente.
Los hechos transcurren en el matadero de la Convalecencia o del Alto, ubicado en el sector quintas del sur
de la ciudad de Buenos Aires.
Aunque la iglesia dictó que no se debía comer carne bajo el pretexto del pecado, no fue igual de estricta
con los gobernantes y el cuerpo religioso, lo que demuestra la falsedad del gobierno y la iglesia.
Los militantes del partido federal, son representados como personas crueles y brutales estableciéndose
semejanza entre los federales y animales, con gusto por la sangre.
- Ironías con respecto de la iglesia (citas)
– “¡Cosa extraña que haya estómagos privilegiados y estómagos sujetos a leyes inviolables y que la iglesia
tenga la llave de esos estómagos!”
– “Quizá llegue el día en que sea prohibido respirar aire libre pasearse y hasta conversar con un amigo sin
permiso de autoridad competente. Así era, poco más o menos, en los felices tiempos de nuestros beatos
abuelos, que por desgracia vino a turbar la revolución de Mayo”.
– ” El diablo con las carne suele meterse en el cuerpo y la Iglesia tiene el poder de conjurarlo: el caso es
reducir al hombre a una máquina cuyo móvil principal no sea su voluntad sino la de la Iglesia y el
gobierno”
- Ironías con respecto al gobierno (citas)
-“Es de creer que el Restaurador tuviese permiso especial de su Ilustrísima para no abstenerse de carne,
porque siendo tan buen observador de las leyes, tan buen católico y tan acérrimo protector de la religión,
un hubiera dado mal ejemplo aceptando semejante regalo en día santo”.
– “Alarmóse un tanto el gobierno, tan paternal como previsor del restaurador, creyendo aquellos tumultos
de origen revolucionario y atribuyéndolos a los mismos salvajes unitarios”.
-“Las campanas empezaron a tocar rogativas por orden del muy católico Restaurador”.
Ironías con respecto a los federales:
-“¡Qué nobleza de alma! ¡Qué bravura en los federales! ¡Siempre en pandillas cayendo como buitres sobre la
víctima inerte!”
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

-“Los carniceros degolladores del Matadero, eran quienes propagaban la federación Rosina, y no es difícil
imaginarse qué federación saldría de su cabezas y cuchillas”.
-“Los federales habían dado fin a una de sus innumerables proezas…”
Descripción del escenario y personajes de "El matadero"
Describe al matadero como una playa en forma rectangular ubicada en las afueras de la ciudad, con un
edificio pequeño donde se sentaba el juez del matadero y se realizaba la recaudación de impuestos y el cobro
de multas. En la casilla, que tenía letreros que exaltaban a la Federación y la figura de Rosas y deshonraban a
los unitarios.
La gente del matadero esta compuesta principalmente por los pobres de los suburbios. Allí hay carniceros,
jinetes y curiosos entre los que se encuentran chicos y achuradores. También está el juez.
El carnicero es la figura más importante. En el matadero se lo podía encontrar descuartizando a algún animal
o despellejándolo.
Los jinetes se dedicaban a enlazar e inmovilizar a los novillos para luego matarlos de una cuchillada.
El juez de matadero era un caudillo de los carniceros que ejercía la suma del poder en el lugar. Eso incluye la
dirección de los castigos a unitarios.
Entre los curiosos se hallaban chicos que se dedicaban a observar el trabajo de los jinetes y carniceros, se
entrenaban en el manejo del cuchillo, o jugaban a darse cuchillazos o lanzar bolas de carne o estiércol a sus
compañeros, a las negras y a los perros.
Las mulatas y negras se dedicaban principalmente a conseguir achuras y limpiarlas para el consumo.
Datos relevantes
- El personaje unitario, al contrario de los jinetes, es representado como una persona culta y heroica que
posee un amplio lenguaje. Se lo describe como una persona decente amiga de la libertad, que se resiste a
perder su dignidad.
Los carniceros y jinetes, Matasiete y el juez del matadero, son las figuras federales que muestran el poder en
“El Matadero”. Son personas que pronuncian frases cortas y recurren a la violencia para dominar al resto, aún
cuando actúen de forma cobarde y en patotas. Al igual que la población inculta, su vocabulario es grosero y
vulgar.
- Se hace una descripción de unitarios y federales.
Federales: carniceros y degolladores del matadero. Eran quienes propagaban la federación rosina. “No es difícil
imaginarse qué federación saldría de sus cabezas y cuchillas”
Unitarios: “jerga inventada por el Restaurador, patrón de la cofradía. Todos los que no eran degolladores,
carniceros, ni salvajes, ni ladrones. Eran hombres decentes y de corazón bien puesto, patriotas ilustrados,
amigos de las luces y de la libertad”.
Según Juan Carlos Ghiano las diferentes opiniones sobre si "El matadero" es cuento o cuadro de costumbres, se
olvidan de tener en cuenta qué significaban esas expresiones en la época (...) pero el cuento no tiene un
concepto preciso. Los relatos breves, desde la leyenda a la fantasía poética desarrollada por los románticos
europeos, poco atrajeron a los románticos argentinos. En este sentido, "El matadero" es apenas un esbozo del
relato realista que se desarrollará a fines del siglo. En su estructura, lo descriptivo predomina sobre lo
narrativo, y el autor tiene una presencia muy marcada a través de la voz narrativa en la expresión de
afirmaciones o apreciaciones, y los personajes una dimensión simbólica. Son las limitaciones dentro de la
confusa concepción del cuento que tuvieron los escritores de la primera mitad del siglo XIX. En cuanto al valor
de sus descripciones, se ha destacado su carácter impresionista y también cómo sus posibilidades dentro del
cuadro de costumbres alcanzan un resultado original que supera a los modelos españoles.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Análisis de la estructura narrativa de "El matadero"


Pueden reconocerse seis secuencia o momentos básicos.
La primera, desarrolla una referencia general a la época en la que predomina la ironía. Según la
conocida interpretación de Ángel Battistessa, el relato se sitúa hacia 1839, ya que en el texto no está
especificado el año, pero sí pueden reconocerse sucesos como las inundaciones que la historia del
período ha registrado en otros documentos.
La segunda, se caracteriza por un ajuste cronológico dado a través de una visión caricaturizada del
"estado físico y espiritual" de los porteños partidarios de Rosas.
Después sigue una referencia a la jornada en la que entran cincuenta novillos al Matadero de
Convalecencia, y un episodio complementario que es el regalo del primer animal al Restaurador.
La cuarta secuencia describe minuciosamente al Matadero, sus tareas y actividad general. Hay también
una referencia a Encarnación Ezcurra, patrona de ese establecimiento.
A partir de la quinta secuencia, la acción pasa a primer plano y abarca los episodios de la fuga del
toro, el accidente suscitado por la misma y la muerte del niño.
Finaliza el relato con una creciente tensión narrativa que podría ubicarse desde el momento en que
aparece el jinete unitario y se producen las vejaciones y su muerte accidental.
En las cuatro primeras secuencias, la descripción es lo predominante, hay una presentación casi
documental, que se alterna con la ironía, de la época, de la sociedad y del matadero con sus personajes
típicos. En las dos últimas, se destaca lo narrativo. Esta peculiaridad del texto ha provocado esa disparidad
de interpretaciones respecto a si es cuadro de costumbres o cuento.
Se podría decir que en este relato aparecen nítidamente dos mundos enfrentados: el de los carniceros y
demás personajes del matadero, que simboliza el federalismo de Rosas; y el mundo refinado y ultrajado,
cuyo arquetipo es el joven unitario. Como matriz de otras oposiciones, es clara la dicotomía civilización-
barbarie. También en el plano del lenguaje, el relato perfila matices bien diferenciados. Más vivos y
logrados son los tramos donde se describen y narran los principales acontecimientos protagonizados por
los hombres del matadero, esa zona marginal donde Buenos Aires se abría al campo. En cambio, a parir de
la aparición del joven unitario el lenguaje se torna retórico y engolado. En ambos planos, por otra parte,
el lenguaje del narrador se mimetiza con el lenguaje de sus personajes. Evidentemente, las intenciones del
autor se plasman en toda obra literaria de modo complejo y no siempre los aciertos estéticos coinciden
con ellas o con la ideología explicitada.
Análisis de La Cautiva y El Matadero de Esteban Echeverría.

Bibliografía

La cautiva. El matadero/ Esteban Echeverría. - 1ª ed. 9ª reimp. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Losada, 2016.
www.cervantesvirtual.com
file:///C:/Users/Manuel/Downloads/La_cautiva_de_cuerpo_a_objeto_Representa.pdf
https://www.gradesaver.com/la-cautiva/guia-de-estudio/symbols-allegory-motifs
https://unlarcatedras.wordpress.com/2014/02/12/analisis-de-el-matadero-de-esteban-echeverria/

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