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Serpientes en Cautiverio: Alimentación

Isabel González Gutiérrez

Sección 1. Medicina Veterinaria. Universidad del Alba

RESUMEN
Los reptiles en cautiverio se ven cada vez con más frecuencia, tanto en zoológicos como en
hogares humanos, donde se mantienen como mascota. El ambiente en el que viven las serpientes
captivas es muy diferente al de su estado salvaje, donde no solo deben protegerse de otros
depredadores y posibles amenazas, sino que también son las responsables de buscar su propio
alimento, a cambio de lo que sucede en cautiverio donde se les ofrece un hábitat libre de
amenazas y una alimentación constante, por la que ellas no necesitan esforzarse. Junto con la
habilidad de caza, las serpientes disminuyen su esfuerzo metabólico digestivo ya que el alimento
que se les ofrece en captividad será usualmente pequeño y no de gran tamaño como se ha visto a
estos reptiles consumir en su estado salvaje.

INTRODUCCIÓN
Las serpientes son uno de los depredadores más temidos que existe, a pesar de que no todas son
venenosas, su mordida puede llegar a ser muy dolorosa ya que cuenta con pequeños dientes
afilados y dos colmillos extremadamente filudos capaces de punzar la piel y causar heridas
profundas.
Estos reptiles son reconocidos por su distintiva forma de alimentarse y su capacidad de poder
tragar presas de tamaño mucho mayor a ellas, todo esto sin poseer más que 2 colmillos y su
estructura ósea extremadamente flexible. Además de estas presas de gran tamaño, las serpientes
son depredadoras de invertebrados como vertebrados, se alimentan de insectos, roedores, aves,
huevos de otros animales, e incluso otros reptiles, así como también otras serpientes (Vincent,
2006).
A pesar de ser animales salvajes, muchas de ellas se encuentran en cautiverio, ya sea en
zoológicos u hogares humanos, donde no siempre se les entregará las necesidades básicas de
alimentación que necesitan, además de privarlas de cumplir su rol biológico de caza.
COMO SE ALIMENTA LA SERPIENTE
Las serpientes cuentan con un cuerpo muy alargado el cual está en constante movimiento y
cambia al momento de ingerir alimento. Sus órganos están adaptados a la longitud de su cuerpo
para cumplir con las funciones vitales básicas, entre ellas alimentarse y desplazarse. Estos
animales se adaptan bien a la vida en cautiverio, e incluso algunas especies pueden llegar a ser
muy dóciles y responden de buena manera a sus dueños.
Las serpientes tienen una flexibilidad ósea y muscular que les permite expandir su boca hasta 10
veces su tamaño normal. Sin embargo, no es porque disloquen la mandíbula de su posición
original, como muchas personas creen, sino que, a diferencia de los humanos y la mayoría de
animales, la serpiente no tiene los huesos mandibulares unidos por tejido óseo, los tiene unidos
por un ligamento elástico que les permite moverse de manera independiente del otro (Binns,
2012), y ambas están conectadas ligeramente al cráneo para así poder tener una mayor rotación y
apertura que la que tienen los demás animales (MacDonald, 2019).
Dependiendo si la serpiente es venenosa o no, podrá inmovilizar a su presa inyectándole veneno
a través de sus colmillos, y será más fácil para ella engullirla. El veneno es saliva modificada, y
la saliva normal no cumple un rol digestivo, pero sí de lubricación al momento de desplazarse
por encima de la presa para poder tragarla por completo (Mader, 2011). En cambio, si no es
venenosa, deberá acudir a la fuerza de su cuerpo y asfixiarla envolviéndose en ella. Además del
veneno y fuerza que tiene la serpiente, cuenta en su boca con pequeños dientes afilados
inclinados hacia su cráneo de manera que, si la presa que está tragando quisiera escapar, estos
pequeños dientes se enterraran en ella actuando como un anzuelo, por lo que se aferrará y no
podrá escapar.
Para desplazar a la presa hacia su esófago, la serpiente realiza movimientos asincrónicos de las
mandíbulas y el maxilar, como mecanismo de trinquete, de forma que ella se va desplazando
hacia el cuerpo de la presa (Fonseca, 2016). Existen también, otras especies las cuales utilizan
exclusivamente sus dientes y mandíbulas con giros sincrónicos para arrastrar la presa hacia el
esófago (Kley, 1999).
DIGESTIÓN DEL ALIMENTO
Ya que las serpientes carecen de dientes, la digestión del alimento es principalmente enzimática,
la cual se lleva a cabo en el estómago donde tiene ácido clorhídrico para digerir y romper el
alimento (Yusuf, 2021). Además, este reptil cuenta con páncreas, hígado y una vesícula biliar la
cual liberará enzimas digestivas hacia el intestino delgado una vez que el alimento ya haya
pasado por el estómago. En estos órganos el animal podrá digerir la mayoría de lo que consumió,
incluso los huesos, exceptuando el pelaje el cual se liberará en las heces. (Yusuf, 2021).
Al momento de tragar una presa muy grande, la serpiente aumentará su metabolismo de 2 a 3
veces. Esto ayudará a reforzar los músculos del corazón y sistema circulatorio para bombear más
sangre hacia el estómago e intestino para que puedan digerir correctamente lo que acaba de
consumir. Una vez en el estómago, su pH bajará significantemente lo que logrará la digestión
completa de la presa, mientras los músculos del estómago se mueven para mezclar y romper más
aun la comida, sustituyendo el trabajo que habrían tenido los dientes (Yusuf, 2021).
La digestión de presas grandes le llevará un par de días, o incluso semanas dependiendo del
tamaño. Para poder continuar con la digestión por un largo período de tiempo, la serpiente
aumenta su consumo de oxígeno, y utiliza la energía que obtiene del alimento que come para
seguir digiriendo lo que le queda de la presa. Esto pondrá a la serpiente en una posición de
desventaja en cuanto a sus depredadores, ya que tendrá que permanecer inmóvil al momento de
tragar a la presa y las primeras horas de digestión, ya que toda su energía estará dirigida hacia su
sistema digestivo.
ALMENTACIÓN EN CAUTIVERIO
Junto con el ambiente, la alimentación corresponde al factor más relevante cuando se tiene a
serpientes en cautiverio, ya que no existe un alimento que reemplace a las presas que caza la
serpiente en su estado salvaje. Debido a esto, la mayoría de serpientes captivas son alimentadas
con roedores, este animal le entrega una nutrición completa y balanceada.
La presa que se le entrega a una serpiente en cautiverio debe estar muerta, ya que entregarle un
animal vivo podría causarle una mordedura por parte de la presa al tratar de defenderse, así como
también será un estrés psicológico para el roedor (Hess, 2021). Por esto, las serpientes mascota y
de exhibición deben ser adiestradas para que coman presas muertas, y así evitar sufrimiento a la
presa y entregar seguridad a la serpiente. Esto no quiere decir que el mismo dueño deba matar al
animal, ya que existen tiendas especializadas en alimentación de reptiles, que venden roedores ya
muertos y congelados. Generalmente las serpientes preferirán presas vivas en vez de muertas,
tanto en zoológicos como en el hogar (Kauffeld, 1953), e incluso se han ganado la reputación de
morir de hambre voluntariamente al no ser alimentadas con presas muertas, por lo que una
serpiente que exija presas vivas no se ve frecuentemente.
Existen formas de alimentación que se les puede ofrecer a las serpientes además de presas
completas. Se les puede alimentar de carne trozada de cualquier animal, o en forma de tripa.
Incluso se ven ventajas de este tipo de alimentación al momento de querer agregar a la dieta de la
serpiente suplementos alimenticios e incluso medicamentos (Nijboer, 2020). Sin embargo, este
tipo de dietas no es algo que se recomiende como alimentación diaria, ya que carece de los
nutrientes que obtiene la serpiente de las presas completas que consume.
Muchas serpientes se adaptan rápidamente a estos métodos de alimentación, así como individuos
que han sido capturados desde su estado salvaje comienzan a aceptar presas muertas sin
problema. Incluso se ha alimentó a una serpiente con solo 3 días estando captiva, con presas
muertas por más de 24 horas, y a pesar de no comerla de inmediato, aun así, lo hizo (Kauffeld,
1953). Las serpientes que no son capturadas no son capaces de adaptarse a un nuevo método de
alimentación, pueden desarrollar anorexia. Entre los factores predisponentes a esta enfermedad,
está la excesiva manipulación de la serpiente, como ocurre en lugares de exhibición de reptiles, y
el mal cuidado de animal al no entregarle un hábitat completo que asimile su entorno natural, por
ejemplo, en jaulas o terrario de espacio reducido y la ausencia de refugios donde pueda sentirse
protegida y aislada (Martinez, 2012).
Otro factor a tener en consideración es la forma de hidratación de la serpiente. Esto se determina
conociendo el tipo de espécimen que sea, ya que no todas son capaces de tomar agua directo de
una poza como lo harían en estado salvaje (Hernández, 2019). Si el individuo no es capaz de
tomar agua directo de una fuente, se puede agregar al hábitat un sistema de goteo o bien un
sistema de aspersión. Cabe mencionar, que, si se entrega agua en una fuente o bandeja, es
indispensable tener un monitoreo de la calidad de esta, y mantenerla en constante cambio
(Hernández, 2019).
FRECUENCIA DE ALIEMNTACIÓN
Antes de determinar una frecuencia para alimentar una serpiente, se debe tomar en cuenta que
son uno de los reptiles que más tiempo pueden estar sin consumir comida, pero si deben tener
siempre agua a su disposición (Juste, 2016). La frecuencia con la que se alimente una serpiente
dependerá siempre de su tamaño, edad y nivel de actividad que tenga. Las serpientes pequeñas y
jóvenes usualmente comen 2 veces a la semana, mientras que las más grandes y adultas comen
una vez cada una o dos semanas, ya que además se les entregan presas de mayor tamaño (Hess,
2021). Una serpiente hembra que se encuentre pronta a la temporada de apareamiento podrá
consumir alimentos con más frecuencia. De esta forma mientras más grande sea la serpiente,
menor será su frecuencia de alimentación, tomando siempre en cuenta de que la presa que se le
entregue debe ser acorde a su tamaño.
MÉTODOS DE ALIMENTACIÓN
Al estar en hábitats completamente diferentes, las serpientes captivas y las salvajes tienen
diferentes métodos de reconocer sus presas. En estado salvaje la serpiente no perderá una
oportunidad de cazar ya que no sabe cuándo será la próxima vez que se alimente, mientras que
una serpiente captiva puede no acercarse a su comida inmediatamente cuando se le entrega ya
que están acostumbradas a una alimentación periódica (McQuerrey, 2021). Por lo que al
alimentar a una serpiente captiva se debe tener seguro que tiene el apetito para consumirla
(Stager, 2019), ya que se puede correr el riesgo de que la presa muerta comience a
descomponerse y luego la serpiente podría consumirla en proceso de descomposición pudiendo
causarle problemas digestivos donde las enzimas y acido del estómago se enfrentaran a las
bacterias en un intento de poder digerir de manera correcta al animal.
Las serpientes reconocen su presa a través de fosetas termorreguladoras y por su aroma, por lo
que entregarle alimento muerto y a temperatura ambiente, bastará para que pueda identificarla y
comerla (Stager, 2019). Sin embargo, existen especímenes que carecen de fosetas
termorreguladoras por lo que otorgarle un poco de movimiento a la presa, con ayuda de pinzas
para evitar una mordida, ayudará a la serpiente a reconocer su presa. Incluso existen serpientes
que no aceptaran comida aun con movimiento, por lo que se les puede incentivar a que coman
acercándoles la presa e irritarlas sin ser excesivos, para despertar su instinto de caza (Kauffeld,
1953).

REFERENCIAS
1. Vincent, S. (2016). Morphological Integration and Adaptation in the Snake Feeding
System: A Comparative Phylogenetic Study. Journal of Evolutionary Biology.
Recuperado de https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1420-
9101.2006.01126.x
2. Binss, C. (2012). How do Snakes Swallow Large Animals?. Live Science. Recuperado de
https://www.livescience.com/32096-how-do-snakes-swallow-large-animals.html
3. MacDonald, J. (2019). How Snakes Swallow. JSTOR Daily. Recuperado de
https://daily.jstor.org/how-snakes-swallow/
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Recuperado de https://reptilesmagazine.com/snake-gastrointestinal-tract-anatomy/
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9. Kauffeld, C. F. (1953). Methods of Feeding Captive Snakes. Herpetologica. 129–131.
Recuperado de https://www.jstor.org/stable/3889533?read-
now=1&seq=1#page_scan_tab_contents
10. Nijboer, J. (2020). Nutririon in Snakes. MSD MANUAL: Veterinary Manual.
Reduperado de https://www.msdvetmanual.com/management-and-nutrition/nutrition-
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http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/104800/tesis
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12. Martinez, A. (2012). Problemas Etológicos en Serpientes: Anorexia. Research Gate.
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https://www.researchgate.net/profile/Albert-Martinez-Silvestre/publication/
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13. Juste, I. (2016). La Alimentación de las Serpientes. Experto Animal. Recuperado de
https://www.expertoanimal.com/la-alimentacion-de-las-serpientes-21833.html
14. McQuerrey, L. (2021). Difference of Eating Habits Between Captive and Wild Snakes.
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15. Stager, S. (2019). How to Meet the Nutritional Needs of your Snake. Fauna Care.
Recuperado de https://www.fauna-care.com/post/how-to-meet-the-nutritional-needs-of-
your-snake

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