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Facultad de Ciencias Naturales y Exactas

Departamento de Biología y Geografía


Licenciatura en Biología 3er año

Optativa I: Bienestar Animal


TALLER
Animales silvestres. Definición y características.
Comportamiento, alimentación, tratamiento ético y
enfermedades.

Equipo #1
Xitlalis De Las Mercedes Agüero Sarmiento
Yanick Adaina Carrión Miller
Richard Manuel Rodríguez Moreno
Yasel Gonzales Águila
Harold Walter Arrollo Tumbarell
Marian M. Gallardo Capó
Raudel de Armas Louis
Curso 2023, Santiago de Cuba
INTRODUCCIÓN
El concepto de bienestar animal (BA) se origina en los animales domésticos de producción como una reacción
a los sistemas intensivos y al incremento de la experimentación en animales. Al estar vinculado a los efectos
que causa el humano sobre los animales, ya sea en forma directa o indirecta, se ha extendido hacia animales
de compañía y hacia la fauna silvestre en cautiverio y en vida libre. La definición de BA continúa en desarrollo.
Inicialmente algunos autores consideraban que solo el aspecto físico era relevante para el BA, mientras que
para otros era el emocional y para otros más la expresión de los comportamientos naturales; algunos autores
utilizaron definiciones absolutas como la de Hughes (1976), que se refiere al estado de completa salud física y
mental donde el animal está en armonía con su ambiente; pero el concepto ha evolucionado hasta
definiciones relativas integrales, más utilizadas en el ámbito científico, como la de Broom (1986) y la OIE
(2010), que lo definen como un término que se refiere al modo en el que se encuentre un individuo al afrontar
las condiciones de su entorno; o bien, a cómo es la calidad de vida de un individuo desde su propio punto de
vista (Bracke 1999).
El BA por lo tanto, se considera:
a) Un estado individual (subjetivo).
b) Que varía en un gradiente que va de bueno a malo, dependiendo del éxito que tenga el organismo para
adaptarse o enfrentar a su entorno.
c) Lo cual depende de diversos factores (multifactorial) como por ejemplo el alojamiento, el estado de salud,
las relaciones sociales incluyendo la interacción humano animal.
d) Afecta al individuo en el aspecto físico, fisiológico y/o emocional (multidimensional).
e) Lo cual puede ser medido mediante el uso de indicadores (Fraser y Broom 1990, Broom 2004b, Meeham y
Mench 2007), que miden el estado del individuo, y no lo que el humano le aporta.
Los delfines son mamíferos marinos pertenecientes al grupo de los cetáceos. Su relación con los seres
humanos es multifacética, ya que a menudo interactúan con humanos en entornos controlados, como parques
acuáticos y programas de terapia con animales. Además, los delfines también son el foco de estudios
científicos en el ámbito de la conservación marina y la investigación del comportamiento animal. Son
conocidos por su cuerpo hidrodinámico, aletas en forma de remo, y su inteligencia excepcional. Tienen una
piel lisa y aerodinámica, y sus cuerpos están adaptados para nadar con gran rapidez. Su sistema de
comunicación, que involucra silbidos, chasquidos y otros sonidos, es altamente desarrollado. Además, tienen
una visión excelente y utilizan la ecolocación para navegar y para encontrar presas en el agua. El
comportamiento de los delfines es social y complejo. Viven en grupos, llamados manadas, y exhiben
comportamientos como el juego, la caza cooperativa y la comunicación vocal. En cuanto a su alimentación, los
delfines son carnívoros y se alimentan de una variedad de peces y en ocasiones, calamares. Respecto a las
enfermedades más frecuentes, los delfines pueden ser afectados por infecciones bacterianas, enfermedades
parasitarias y problemas de salud relacionados con el medio ambiente, como la contaminación química. La
ética del bienestar animal en el caso de los delfines implica considerar su salud física y emocional, así como su
calidad de vida en entornos controlados por humanos. Esto incluye proporcionar un hábitat natural lo más
cercano posible a su ambiente marino, asegurar una dieta nutritiva y variada, proporcionar estimulación
mental y social apropiada, y garantizar un cuidado veterinario óptimo. También implica abogar por la
conservación y protección de los delfines en su hábitat natural, así como el tratamiento ético en programas de
interacción controlada con humanos.
DESARROLLO
Descripción
Los delfines (Delphinidae), son mamíferos acuáticos caracterizados por poseer una boca curvada que les
otorga lo que nos parece una sonrisa permanente. Su hábitat son los mares y océanos de todo el mundo.
Actualmente existen 37 especies de delfines, de los cuales 29 son especies marinas y 8 son especies de agua
dulce. Miden entre 2 y 8 metros de largo, con el cuerpo fusiforme muscular, adaptado a la natación rápida.
Una cabeza de gran tamaño donde poseen el melón, órgano esférico que utilizan para la ecolocalización.
Tienen un hocico alargado y poseen dentición homodonta, con un número de piezas dentales que oscila de 20
a 50 en cada mandíbula y solo un espiráculo en la parte superior de la cabeza (orificio respiratorio que les
permite el contacto del aire o agua con su sistema respiratorio interno). La aleta caudal, se utiliza para la
propulsión, mientras que las aletas pectorales son usadas para el control direccional del nado. Los patrones
básicos de coloración de la piel son tonos de gris, con mayor claridad en el vientre y rangos más oscuros en el
lomo. A menudo se combina con líneas y manchas de diferente tinte y contraste. Tienen una esperanza de
vida que oscila entre los 20 y 35 años en libertad y esta puede prolongarse cinco años más si esta en
cautiverio.
Comportamiento
Evidentemente al ser mamíferos, su gestación se desarrolla en el vientre de la madre, este periodo puede
durar aproximadamente un año. Amamantan a sus crías en la primera época de vida y permanecen con su
madre hasta los tres años. Durante este tiempo, otro delfín les hace de niñera (ya sea hembra o macho) y será
el único delfín que la madre permitirá que se acerque a la cría. Los delfines tienen más de una pareja a lo largo
de su vida y, en general, dan a luz a una sola cría cada vez. Necesitan respirar, por lo que suelen asomarse a la
superficie mucho tiempo. No respiran automáticamente, deben pensar para hacerlo de manera consciente, lo
que implica que duerman en un semi-estado de alerta, con medio cerebro despierto para poder recordar que
deben respirar mientras duermen, y si alguno se desvanece o está herido, sus compañeros trataran de subirlo
al exterior para que pueda respirar. Son animales sociables y cooperativos y suelen vivir en manadas,
mayoritariamente en grupos de hasta 12 delfines, con jerarquías y algunas tareas determinadas. Cazar en
conjunto forma parte del comportamiento de los delfines. Y en colaboración, son solidarios e incluso
interactúan con otras especies. También se protegen de los depredadores y son solidarios con los compañeros
heridos o en dificultades. A pesar de no poseer un lenguaje estructurado, se comunican con algunos sonidos
peculiares que los identifican, también con gestos, danzas y el tacto. Además, poseen el sistema de
ecolocalización, perciben ondas y vibraciones, mediante las cuales se comunican y detectan la presencia de
alimentos, extraños y depredadores aun fuera de su vista. Son curiosos e inteligentes. A lo largo de los años
han demostrado ser curiosos con el ser humano, se acercan e interactúan, colaboran y comparten. Pueden
aprender algunas técnicas y comportamiento resolviendo dificultades, siguiendo rutinas y ejercicios. También
se reconocen frente un espejo. Es uno de los pocos animales que se reconoce a sí mismo al ver su imagen
reflejada, demostrando cierta conciencia de sí mismo.
Hábitos alimenticios y nutrición
Son estrictamente carnívoros. Su alimentación puede variar dependiendo de la región geográfica que habiten.
Generalmente se alimentan de calamares, arenques, bacalaos o caballas, así como de tortugas de mar,
crustáceos o plancton. Además cabe destacar que consumen hasta un 10% de su peso corporal de forma
diaria, por lo que tienen que cazar cada día para alimentarse. No existe mucha diferencia entre la alimentación
de los delfines recién nacidos. Durante los primeros 18 meses de vida se alimentan de leche materna rica en
grasas y proteínas que favorecerá su crecimiento y desarrollo. Una vez superada esta etapa, comienzan a
consumir otros alimentos de forma progresiva hasta que son completamente autónomos para cazar por su
cuenta. La ecolocalización es la técnica que emplean para detectar las presas incluso en condiciones de escasa
luz. No solo usan la ecolocalización para cazar, sino que emplean otras curiosas técnicas. Una de ellas es
golpear su cola a sus presas para aturdirlas y así poderlas atrapar. Otra técnica de caza es la conocida como
bola de cebo. Para ello, un grupo de delfines colaboran de forma conjunta para rodear los bancos de peces
haciendo que estos se tengan que agrupar y adquieran una forma de bola. En ese momento, los peces se
convierten en presa fácil y los delfines aprovechan para alimentarse en manada. Otra técnica consiste en
acorralar a las presas en aguas poco profundas o estrechas, de forma que los animales no puedan escapar y
puedan ser atrapados de forma sencilla. Por último, cabe destacar que usan sus dientes para atrapar y
desgarrar la carne de sus presas, luego las engullen prácticamente sin masticarlas.
Problemas de bienestar a los que se enfrentan
Loa delfines enfrenta una serie de amenazas en la actualidad. Algunas de las más importantes son la pesca
incidental, la contaminación y el cambio climático. La pesca incidental o la captura no intencional de delfines
en redes de pesca, es una amenaza grave para estas criaturas. A menudo los delfines quedan atrapados en las
redes y mueren, lo que trae consigo un impacto significativo en las poblaciones de delfines de todo el mundo.
La contaminación también es una gran amenaza. Los desechos tóxicos y los productos químicos utilizados en la
agricultura y la industria contaminan las aguas donde los delfines habitan, trayendo un efecto negativo en su
salud y supervivencia. Además, la acumulación de plásticos en los océanos causa problemas como la ingestión
de plástico y la estrangulación en las redes de pesca. El cambio climático es otra amenaza importante. El
aumento de las temperaturas del agua y la acidificación del océano impactan negativamente sobre su hábitat y
en las especies de las que se alimentan. Además, al aumento del nivel del mar altera las corrientes y los
patrones de migración, afectando su capacidad para encontrar alimento y reproducirse.

 Enfermedades
Existe una innumerable cantidad de factores que pueden afectar a la salud de estos cetáceos, uno de
ellos es el contacto con humanos. Bacterias como Brucella, contagiada por nuestra especie, afecta a
los delfines a través de la cepa ceti, causando problemas neurológicos o abortos.
Entre las enfermedades comunes de los delfines se encuentran:
Morbillivirus de cetáceo: se descubrió en 1988 y se trata de una infección grave que puede causar
neumonía, encefalitis, daño en el sistema inmune e incluso la muerte.
Afecciones respiratorias: bronquitis
Alzheimer: estudios han confirmado que los delfines pueden desarrollar Alzheimer. Un factor de
riesgo para que se desarrolle es el varamiento. La enfermedad se manifiesta generando problemas en
la comunicación y la orientación.
Problemas en la piel: pueden desarrollar afecciones dermatológicas debido a infecciones bacterianas,
fúngicas o parasitarias, así como enfermedades asociadas a la exposición prolongada al sol.
Otras enfermedades están relacionadas a lesiones traumáticas, intoxicación por sustancias químicas y
efectos negativos relacionados con la interacción con actividades humanas como la contaminación y
el ruido submarino. Además de enfermedades digestivas como gastritis y úlceras gástricas.

 Depredación
La evolución ha llevado a los delfines a sobresalir sobre otras especies en lo que a la defensa se
refiere, de ahí que no tengan muchos depredadores naturales. Son muy poco los animales que se
atreven a enfrentar a un grupo de delfines y lo más habitual es que los que acaban siendo presas,
sean los más jóvenes o enfermos. A pesar de ello, los delfines son animales agresivos y muy
combativos a la hora de defender a los miembros de su grupo. Esto hace que la gran mayoría de
depredadores se alejen al poco de toparse con una manada de delfines.
Orcas: Orcinus orca son cetáceos odontocetos de la familia Delphinidae, por lo que también son
delfines en cierto modo. Son conocidos por ser inteligentes y estratégicas cazadores. Normalmente,
se mueven en grupos familiares y su alimentación varía según la región del mundo donde vivan.
Muchas orcas se alimentan exclusivamente de peces o cefalópodos, pero otros grupos también
atacan a mamíferos marinos, como delfines, ballenas, nutrias marinas, dugongos (manatíes), focas o
leones marinos. Son unos de los principales depredadores de los delfines, no obstante, lo habitual es
que grupos de entre 6 y 10 orcas ataquen a grupos también muy reducidos de delfines, sobre todo si
hay individuos jóvenes.
Tiburones: las grandes especies de tiburones como el tiburón toro (Carcharhinus leucas), el tiburón
tigre (Galeocerdo cuvier), o el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), son superderpedadores.
Su dieta es muy variada e incluye delfines, especialmente la especie nariz de botella (Tursiops
troncatus). Los estudios sugieren que los tiburones atacan a los delfines desde atar y por debajo, con
la intención de echarlos de su territorio. Por esta razón, es normal que los delfines muchas veces
muestren cicatrices en la zona caudal y el vientre. Los delfines saben cómo defenderse de tiburones
gracias al apoyo de la manada. Por este motivo, cuando se analiza el contenido estomacal de
tiburones que comparten territorio con delfines, poco más del 1% de este contenido pertenece a
carne de delfín.
Humanos: como para la gran mayoría de especies del planeta, el ser humano se ha convertido en la
principal amenaza para la supervivencia de los delfines. De forma indirecta, la contaminación, la
sobrepesca y la destrucción de los hábitats marinos suponen un peligro real para el crecimiento
poblacional de los delfines. Por otro lado, la pesca accidental de estos animales es la peor lacra para
las especies. Los grupos de delfines siguen a los cardúmenes para comer, y acaban atrapados en redes
de enmalle o arrastre. Al no poder salir a la superficie, mueren ahogados, o por perder partes de su
cuerpo contra las redes en un último intento por escapar. Por otro lado, también existe la caza
intencionada de delfines, que no son cazados por su carne (que además es toxica) sino porque
compiten por el mismo alimento que los humanos. Por último, los delfines también son capturados
para ser llevados a delfinarios, donde se entrenan y pasan el resto de sus vidas. En esta tarea, cientos
de delfines mueren en la simple razón de entretener a las personas durante unos minutos.

 Comercio ilícito
Las amenazas para los delfines de río principalmente, continúan hoy en día, y su cacería sigue siendo
una de las principales causas al usarlo como carnada para la captura de pez mota. Una reciente
investigación científica, llevada a cabo por 23 investigadoras de diferentes países, encontró cuales son
los sitios de cacería, comercio, uso medicinal y consumo de delfines de río en las cuencas de los ríos
Amazonas, Orinoco y Tocantins. Así identificaron 57 sitios donde se realizan estas prácticas ilegales:
33 en la cuenca amazónica, 22 en Orinoco, dos en Tocantins y dos más en la costa atlántica de Brasil.
De las 57 localidades identificadas, se estableció que el 64% de las capturas fue usado como carne de
monte, el 35% para usos medicinales y el 1% para consumo. Las prácticas ilegales registradas, son
causadas en un alto porcentaje incidental de los delfines. Y aunque las comunidades locales usan sus
ojos y el aceite para el manejo de enfermedades respiratorias, el mayor problema radica en que los
pequeños cetáceos siguen siendo usados como carnada para la pesca de pez mota (Calophysus
macropterus), especies vedada en Colombia desde 2021, por los altos niveles de mercu río que
contiene.

 Perdida del hábitat


En innumerables áreas alrededor del mundo, los hábitats marinos donde se encuentran los delfines,
están amenazados por actividades humanas, incluida la pesca intensa, el aumento del transporte
marítimo, la exploración de petróleo y gas en alta mar y el turismo marino. El cambio climático, la
construcción costera y la contaminación del agua también los ponen en riesgo. Solo una pequeña
fracción del hábitat crítico de los cetáceos está protegida de estas amenazas.

 Delfines en peligro de extinción

Delfín de Héctor de la Isla Norte (Cephalorhynchus hectori maui): es una subespecie del delfín de
Héctor endémico de las costas de Nueva Zelanda. Este cetáceo presenta una de las áreas de
distribución más acotadas de todos los cetáceos distribuidos alrededor del mundo y se cree que su
distribución se ha reducido drásticamente en los últimos 100 años. Las poblaciones de esta subespecie
se encuentran en peligro crítico de extinción, debido, principalmente, a las muertes por capturas
accidentales en redes de enmalle. Se estima que el tamaño de la población actual es de apenas 55
individuos.

Delfín común subespecie del Golfo de Corinto (Delphinus delphis): dentro de la especie se encuentra
una superpoblación del Golfo de Corinto en Grecia que se encuentra categorizada en peligro crítico de
extinción. Sus principales amenazas se relacionan con la falta de presas debido a la sobrepesca, la
degradación del hábitat por medio de pescas invasivos, la contaminación del ambiente por desechos
industriales y la contaminación acústica causada por estudios sísmicos.

Delfín del Amazonas (Inia geoffrensis): es un delfín de agua dulce que habita en 6 países de América
del Sur (ecuador, Brasil, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia) en las cuencas del río Amazonas y Orinoco.
Según la última evolución en 2018, el delfín del Amazonas se encuentra en peligro de extinción por
muchas causas. Muertes por enredo e las redes de pesca, la modificación del hábitat por la
construcción de represas, la contaminación del agua por compuestos tóxicos como el mercurio, y la
muerte deliberada para uso de carnada.

Delfín del río Indo (Platanista minor): es nativo del río Indo en Pakistán y algunos individuos pueden
encontrarse en India, en el río Beas. Sus poblaciones han sido categorizadas en peligro de extinción
debido, principalmente a la construcción de represas que han llevado a la fragmentación de sus
poblaciones y a la perdida de sus hábitats. Años atrás su matanza deliberada era una práctica común
por parte del hombre para obtener carne y aceite, pero por fortuna actualmente su caza está
prohibida.

Delfín del río Irawadi (Orcaella brevirostris): es nativo de estuarios y aguas poco profundas del sudeste
asiático que se encuentra en peligro crítico. Sus poblaciones están muy afectadas por muertes
accidentales en mallas de redes, el aumento de embarcaciones motorizadas, la disminución de
poblaciones peces que son la base de su alimento y la reducción de la profundidad de cuerpos de agua
debido a la sedimentación causada por la deforestación.

Franciscana o Delfín del Plata (Pontoporia blainvillei): habita en las aguas costeras de América del Sur
(Argentina, Brasil, Uruguay), en aguas marinas o estuarios. Si bien no está categorizada aun como una
especie en peligro de extinción, sus poblaciones se encuentran vulnerables debido a amenazas que
incluyen la pesca accidental en redes de enmalle y el consumo de plásticos que pueden causar
obstrucciones en su sistema digestivo y llevarlos a la muerte.

 Delfines en cautiverio
Los delfines en cautiverio es un tema controvertido que ha generado mucha discusión en los últimos
años. Algunos argumentan que los delfines en cautiverio, parques acuáticos, o programas de
entrenamiento, brindan oportunidades para que las personas aprendan sobre estos animales, y
desarrollen un mayor aprecio por la vida marina. Sin embrago, otros sostienen que mantener delfines
en cautiverio pude ser perjudicial para su bienestar físico y psicológico. Más de 3 000 delfines son
mantenidos en cautiverio para beneficiar económicamente a una multibillonaria industria turística. Los
delfines son criaturas sintientes. Son capaces de sentir emociones, tanto amor y alegría como dolor,
miedo y sufrimiento. Los delfines en cautiverio sufren enormemente y pasan por muchas dificultades:
los delfines utilizados en turismo son reproducidos en cautiverio y separados de sus mamás a edades
muy tempranas. Esto traumatiza tanto a la madre como a la cría e inhibe el aprendizaje natural. Los
tanques para delfines en cautiverio son 2 00 mil veces más pequeños que su espacio natural, diseñados
exclusivamente para que los humanos puedan observarlos, no permiten la estimulación mental de los
delfines. Además, son ´´entrenados´´ con privación de alimentos y siendo forzados a realizar trucos. La
dieta típica de un delfín en cautiverio consiste en pescado congelado, privándolos de su
comportamiento de caza natural. Muchos responden a sus vidas estresantes con comportamientos que
rara vez se ven en la naturaleza, como rechinando sus dientes, moviendo su cabeza repetidamente y
nadando en círculos. Además pueden vivir más de 50 años pasando toda su vida bajo condiciones
traumáticas.

Tratamiento ético: Normas establecidas y propuestas para su manejo y conservación


Las propuestas para el manejo ético de los delfines, principalmente los delfines en cautiverio, deben reflejar el
equilibrio entre consideraciones éticas, científicas y educativas, con el objetivo de garantizar el bienestar de los
animales, fomentar la educación y la conservación, así como favorecer la comprensión de estas criaturas en su
entorno natural. Estas normas y propuestas deben ser dinámicas, revisadas y ajustadas según avanza la
comprensión científica y evolucionan las percepciones sobre la ética en la conservación de animales en
cautiverio.

 El 24 de Octubre del 2023 (día mundial de los delfines de río), 11 países asiáticos y sudamericanos
firmaron un acuerdo en Bogotá, Colombia, para salvar de la extinción a seis especies de delfines de río
del mundo amenazadas. Esta Declaración Global tiene el objetivo de detener la disminución de todas
las especies y aumentar los tamaños de poblaciones más vulnerables. Para lograrlo, intensificará los
esfuerzos colectivos para salvaguardar las especies restantes de delfines de río, mediante el desarrollo
y financiamiento de medidas para erradicar las redes de enmalle, reducir la contaminación, ampliar las
investigaciones y ampliar las áreas protegidas. Además, esta declaración va más allá de salvar a los
delfines de río, el elemento vital de tantas comunidades y economías, además de sostener ecosistemas
críticos desde bosque tropicales hasta deltas.
 Se han presentado programas de preservación de delfines, como el Programa de Preservación de
delfines franciscanas, propuesto por el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca el 14 de
febrero de 2023. Este programa tiene como objetivo minimizar la captura incidental de dicha especie
en redes de pesca artesanal en la zona de estuario de la ría de Bahía Blanca. Para trabajar sobre la
preservación de esta especie, se colocaran alarmas en las redes de pesca camaroneras y de variada
utilizadas localmente, y se desarrollaran protocolos de buenas prácticas para delfines franciscanas. Para
ello se capacitara a la comunidad de pescadores artesanales locales a través de procesos participativos
que contemplen el reporte de la efectividad de esas alarmas.
 Existe además el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD). Su primer
objetivo es reducir progresivamente la mortalidad incidental de delfines en la pesquería de atún con
red de cerco, a través del establecimiento de límites anuales.
 Además se han implementado medidas como el uso de dispositivos de exclusión de tortugas y la
creación de áreas de pesca protegidas, creación de áreas marinas protegidas, medidas para la
reducción de pesca incidental, promoción de prácticas de pesca sostenibles.
CONCLUSIONES
Es fundamental comprender que el bienestar de los delfines no solo se relaciona con aspectos físicos, como el
especio o la alimentación, sino que también abarca su bienestar emocional, social y conductual. El bienestar
de los delfines en cautiverio es un tema crucial que requiere de normativas claras su supervisión constante
para asegurar condiciones de vida que promuevan su salud física y emocional. Los programas que involucran
delfines en cautiverio pueden desempeñar un papel importante en la educación y la sensibilización del público
sobre la conservación marina, lo que puede contribuir a la protección de las poblaciones silvestres. A pesar de
los esfuerzos de cuidado en cautiverio, la prioridad debe ser siempre la preservación de los hábitats naturales
de los delfines, así como la protección de sus poblaciones en libertad. Dada la naturaleza migratoria de los
delfines, la cooperación internacional para establecer normas y directrices comunes es esencial para garantizar
su protección en diferentes regiones del mundo.
Es importante tener en cuenta que las normas para el cuidado, conservación y protección de los delfines están
en constante evolución, a medida que avanza la comprensión científica y se desarrollan nuevas prácticas y
estándares en materia de bienestar animal. Estas normas suelen ser supervisadas y aplicadas por autoridades
gubernamentales, organización de bienestar animal y asociaciones internacionales dedicadas a la
conservación marinas.
BIBLIOGRAFIA
Noticias actuales de la wwf.es
National Geographic. (2015-2020). Dolphins. National geographic Partenrs, California
Blog Dolphinaris connecting with the ocean
Au, W. W., & Simmons, J. A. (2007). Echolocation in dolphins and bats. Physics Today, 60 (9), 40
SIlva, M. A. (1999) Diet of common dolphins, Delphinus delphis, off the Portuguese continental coats. Journal
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