Martínez Cruz Ana Patricia

LA CÁMARA LÚCIDA

Publicada en 1980, La cámara lúcida del escritor Roland Barthes, nos narra
desde la perspectiva personal del autor, la manera en que este percibía el mundo
fotográfico y las sensaciones que transmite la imagen desde su particularidad.

Para Barthes, la fotografía reproduce al infinito lo que únicamente ha tenido lugar

una sola vez, es decir, permite capturar un momento único e irrepetible en el
tiempo. Nos plantea que una foto puede ser objeto de tres prácticas (o de tres
emociones o intenciones) hacer, experimentar y mirar. La fotografía es
precisamente la obstinación del referente en estar siempre ahí.

Dentro de su texto, comenta una primera división: Operator, spectador y spectrum.

El Operator es el fotógrafo, spectador somos el público, aquellos que
compulsamos en los periódicos, libros, álbumes o archivos, colecciones de fotos.
Y aquel o aquello que es fotografiado es el blanco, el referente, una especie de
pequeño simulacro.

Destaca también la foto-retrato, en donde Roland reúne diversos objetivos: aquel

que creo ser, aquel que quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y
aquel de quien se sirve para exhibir su arte.

Por otra parte, hace énfasis en los conceptos que aparecen en una fotografía:
studium y punctum. El primero tiene que ver con la cultura y gusto. Son imágenes
unitarias que causan una sensación en quienes las ven porque entienden el
mismo código y contexto que se muestra a través de ella. El punctum es la
hermosa casualidad que aparece en una foto. Barthes lo plantea como ese acento
visual que atrapa la mira de quien observa la foto, aunque otras veces también
puede acaparar toda la toma.

El punctum, como lo menciona el autor, es un detalle que da el toque especial a la

fotografía. Entre ambos conceptos no existe una regla que los enlace, sino una
copresencia.
Mientras el studium está siempre codificado, el punctum no lo está y se observa
de primera instancia. “El punctum es entonces una especie de sutil más allá del
campo, como si la imagen lanzase el deseo más allá de lo que ella misma
muestra” menciona Roland en su obra sobre el concepto.

En general, el libro nos muestra un desmenuzamiento de lo que es la imagen

fotográfica, de manera particular y desde la visión del autor, sustentado por ideas
nietzscheanas en las ideas que plantea, invitando a la reflexión al lector que la
fotografía es tiempo, muerte, amor, nostalgia y fuerza.