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LA OBRA DE ARTE EN LA ÉPOCA DE SU REPRODUCTIBILIDAD TÉCNICA

Los cambios sociales indiscutiblemente afectan todos los ámbitos del ser humano
en este caso, se van a observar algunas apreciaciones que hace Walter Benjamín
sobre el arte en su libro ‘‘La obra de arte en la época de su reproductibilidad
técnica’’ donde se delimitan dos perspectivas distintas sobre las obras artísticas en
cuanto su consistencia y procedimientos, los cuales tienen que ver en igual
medida con los nuevos modos de la reproductibilidad técnica y desde donde se
redefine lo estético.
Las obras de arte recorren un camino transitorio que en un primer momento, van a
deberle su autonomía y su valor estético al culto, en esta zona su estética se
precisa desde su carácter irrepetible, su unicidad o singularidad impenetrable, su
efecto de extrañamiento (condición metafísica de sus propiedades), el dominio de
la naturaleza y el valor de lo eterno, aspectos que le dan la impresión de poseer el
efecto ‘‘aura’’ algo que se considera divino, prestigioso y glorioso.
De tal manera que durante ese devenir, el arte en un segundo momento se
manifiesta revolucionariamente, dando paso al arte de las vanguardias, donde su
valor estético va a residir en la ‘‘exhibición’’ o ‘‘la experiencia’’ de modo que sus
procesos estéticos son repetibles, reactualízales y por ello van a existir infinitas
versiones de una misma obra artística, sin embargo en medio de esta revolución
artística las sociedades se abren a nuevas percepciones de la realidad y se
redescubre un nuevo tipo de masas humanas donde la reproducción técnica tiene
su auge y es quien ahora redefine los aspectos artísticos de las obras de arte,
donde se hace el redescubrimiento de otra naturaleza, pues su reproducción y
consumo van a hacer fugaces y la obra solo existe bajo el modo de reproducción.
Dado que la sociedad moderna aprecia los valores artísticos desde sus modos de
vida, es decir valora la singularidad actualizable y la fugacidad tanto de sus modos
de hacer, pensar y ver las cosas, en este sentido y es de lo que en primer
momento el arte quería independizarse, que era el valor al culto, en el instante en
que se instauro revolucionariamente el arte de vanguardia lo que hizo fue caer en
los nuevos modos de reproducción artísticos bajo la era del capitalismo, donde no
solo se delimitan nuevas formas de apreciar la realidad y su percepción de mundo,
pues el arte al encontrarse en ese momento esencial de su propia constitución y al
hacerlo tan fugaz y aceleradamente lo que hace así mismo es llevar a la
decadencia esas propiedades metafísicas que constituían el ‘‘aura’’ ‘‘la historia’’ y
‘‘el culto’’.
De modo, que donde se instalan esos modos de reproductibilidad técnica es en el
cine, ya que al hacer una comparación con la pintura, esta tiene sus propiedades
desde un dominio de la naturaleza, de sus condiciones metafísicas, de lugares
apreciables que hacen historia o que cuentan historias, lo mismo que sucede con
las fotografías, como dice el autor
‘‘No es de ningún manera casual que el retrato sea la principal ocupación de la
fotografía en sus comienzos. El valor de culto de la imagen tiene su último
refugio en el culto al recuerdo de los seres amados, lejanos o fallecidos. En las
primeras fotografías, el aura nos hace una última seña desde la expresión fugaz
de un rostro humano.(Benjamin.2003 pag.58)
Pues bien, el arte ‘‘de culto’’ o ‘‘aura’’ nos debe transmitir algo más allá de su
aspecto físico, nos debe trasladar a otros lugares, en este sentido es su modo de
hacer apreciar sus propiedades más íntimas, en cambio desde el cine su modo de
reproductibilidad técnica del arte, solo necesita de un sistema de aparatos donde
se realiza una interacción ajustada a la naturaleza, es decir nos diseñan la
realidad a partir de diversos mecanismo de acción, que no solo juegan con el
entorno sino con el papel que realiza el intérprete cinematográfico, pues este
puede repetir sus modos de acción dentro de la obra hasta que queden
perfectamente realizado.
En esto radica la diferencia entre el arte de ‘‘aura’’ y el ‘‘arte para la exhibición’’,
pues sus procesos devienen de relaciones exteriores pero que atañen a su época
y que es lo que les da un valor significativo a cada uno, sin embargo al caer en los
excesos de la reproductibilidad técnica se denota una falta de percepción artística
que pueden tener algunas obras y se puede caer sobre lo mundano de una
experiencia estética, lo cual hace caer su valor sagrado.

Referencia Bibliográfica
Benjamin. W. (2003) ‘‘La Obra De Arte En Su Época De Reproductibilidad
Técnica’’ Editorial Ítaca.

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