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Modo Emprendedor

¿Quieres pensar como rico? Sigue


estos 5 mandamientos.
https://www.modoemprendedor.com/como-pensar-como-rico/

En este artículo aprenderás cómo pensar como rico, para que puedas
cambiar tu mentalidad y así cambiar tu vida.

¿Sientes celos de ver cómo algunas personas saben cómo acumular tanto
dinero en sus cuentas bancarias a tal punto de poder hacer lo que quieran?

Compran lo mejor, van a los mejores lugares, van de vacaciones a sitios que
crees nunca poder visitar; ¡y hasta tienen dinero para donar!

Si vas a sentir envidia de ellos, es bueno que la sientas, pero no por su


dinero. Envidia su disciplina, su motivación, su constancia, su esfuerzo y
determinación para lograr lo que se propusieron.

La envidia es mejor despertarla que sentirla, así que en vez de perder tu


tiempo pensando por qué ellos sí tienen y tú no; empieza a trabajar para que
otros sientan envidia de ti.

Lo primero que debes hacer, es trabajar en tu mentalidad y aprender cómo


pensar como rico.

Los ricos no construyen sus fortunas por accidente. Conseguirla requiere


visión y mucha voluntad; ya que los sacrificios que debes hacer, son aquellos
que la mayoría no está dispuesta a afrontar.

Deberás sacrificar parte de tú presente por un mejor futuro, y dedicarte


100% a adquirir los hábitos que necesitas para lograrlo.

Encuentra a continuación los 5 mandamientos para aprender cómo pensar


como rico:
Cómo pensar como rico: Los 5 mandamientos.

1. Deja de pensar como pobre.


Sé que parece tonto y bastante lógico, pero déjame elaborar la idea.

Una de las mejores frases de Albert Einstein, es la siguiente:

El mundo que hemos creado es producto de nuestros


pensamientos y no puede ser cambiado si no cambiamos
nuestra manera de pensar.
Nuestros pensamientos son tan poderosos que pueden transformar el futuro.
Únicamente pequeños cambios en nuestra manera de pensar, o incorporar
buenos hábitos; pueden darle un giro de 180 grados a tu vida.

Para empezar, elimina los siguientes pensamientos:

 Pensar que todo está en tu contra.


 Que no tienes oportunidades,
 Pensar que debes esperar a tener un mejor trabajo.
 Que no tienes dinero ni recursos.
 Pensar que necesitas de alguien que te ayude.

El problema con estos pensamientos es que el mundo nunca estará a tu


favor. Si sigues culpando de tus desgracias a todos menos a ti,
automáticamente pierdes el control de revertir la situación.

Los ricos buscan, investigan, se equivocan, aprenden, inventan y se


arriesgan. Todo lo hacen con una intensión y con un objetivo, siempre
convencidos que lo pueden lograr. Y si fallan, encuentran el error y lo
corrigen.

2. Piensa en todo como una inversión.


Las personas con dinero piensan en “inversión” en vez de “gasto”. Puede que
algunos millonarios malgasten su dinero en lujos y cosas innecesarias; pero
aquellos que mantienen y crecen sus fortunas, invierten su dinero
sabiamente.

Solo porque una promoción parece tentadora no significa que tengas que
aprovecharla. Por el contrario, pregúntate si realmente necesitas ese
producto. Y piensa si en realidad habrá efectos negativos por no comprarlo.

Evalúa cuidadosamente si aquello en lo que gastas tu dinero te va a generar


algún beneficio antes de tomar la decisión, y haz lo posible por evitar estos
gastos innecesarios.

Recuerda que es fundamental aprender cómo ahorrar, para que tengas más
capital para invertir.

3. Empieza tus proyectos lo más pronto posible.


Entre más temprano pongas tu dinero a trabajar, más tiempo tendrá para
crecer. Sin importar cómo ganes tu dinero, si eres empleado o si tienes tu
propio negocio; todo ingreso es una oportunidad para invertir.

Semanas anteriores compartimos un artículo en el que explicábamos la


importancia del interés compuesto y cómo el tiempo es una clave
fundamental para el crecimiento de tu dinero.

Si quieres conocer algunos ejemplos que te explicarán la importancia de


empezar a ahorrar e invertir lo más pronto posible, haz click aquí.

4. Vive como si fueras pobre.

Aparentar es uno de nuestros más grandes problemas, ya que es una de las


razones por las cuales malgastamos el dinero.

Sabías que Warren Buffett, CEO de Berkshire Hathaway y uno de los


hombres más ricos del mundo, no ha tenido cambios sustanciales en su
estilo de vida desde que construyó toda su fortuna.

A pesar de ser el inversionista más reconocido del mundo, continúa viviendo


en la misma casa que compró en 1958, va a McDonald’s, ama la Coca Cola
cherry y no tiene automóviles de lujo.
Adicionalmente, no gasta dinero en tecnología que no necesita. Y presta
mucha atención a gastos frecuentes como las cuentas de internet, teléfono
celular e impuestos.

¿Has visto a Mark Zuckerberg vestido con algo diferente a una camiseta y
unos jeans? El fundador de Facebook conduce un modesto Volkswagen y
también come en McDonald’s.

Argumenta que lleva una vida modesta para permitirse tomar la menor
cantidad de decisiones poco importantes; para concentrarse en aquellas que
realmente aportan a su comunidad.

Haz un presupuesto y te darás cuenta que puedes ahorrar dinero.

5. Mentalízate en crear múltiples fuentes de ingreso.

Para aprender cómo pensar como rico, debes saber que tu fortuna no
dependerá de tu salario.

Es posible que tengas una fuente principal que genera gran parte de tu
ingreso, pero no puedes confiar en que esa fuente durará para siempre.

Por el contrario, a lo largo de su carrera los ricos han creado múltiples


fuentes de dinero; que les permiten no solo aumentar significativamente su
capital, sino también diversificar el riesgo.

Puedes conseguir trabajos extras, prestar tus servicios como consultor,


vender productos. En fin, hay muchos negocios rentables que te ayudarán a
generar más dinero.

Recuerda que cada uno de tus gastos debe ser planeado y presupuestado. Es
de esta manera que los ricos administran su dinero y cómo tú debes hacerlo
de ahora en adelante.
Conclusión.
Aprender cómo pensar como rico es el primer paso para tener una
mentalidad ganadora. Mentalidad que te permitirá encontrar más
oportunidades y saberlas aprovechar.

Nunca olvides que si cambias tu mente, cambias tu vida.


Mentes millonarias VS mentes
pobres. ¿Cuál es la diferencia?
https://www.modoemprendedor.com/mentes-millonarias-vs-mentes-pobres/

Los hábitos están almacenados en los núcleos basales del cerebro. Es una
pequeña masa del tamaño de una bola de golf ubicada en el centro del
cerebro. Los hábitos le ahorran trabajo al cerebro, ya que requieren de poca
potencia de procesamiento para ser ejecutados.

Cuando un hábito es formado y almacenado en esta región, el cerebro


detiene completamente cualquier proceso de toma de decisión relacionado
con ese hábito.

Es aquí donde encontramos algo sorprendente: el 40% de todas nuestras


actividades diarias son hábitos. Esto significa que el 40% del tiempo nuestro
cuerpo funciona prácticamente en piloto automático. Pensamos y hacemos
cosas sin que nuestro cerebro sea consciente de estas actividades. No nos
damos cuenta de la importancia que tienen los hábitos en nuestra vida.

Todo pensamiento que se repita con cierta frecuencia se transforma en un


hábito. Es decir que los pensamientos habituales te hacen ser la persona que
eres. Las personas pobres son pobres y los ricos son ricos debido a como
piensan habitualmente. Sus pensamientos vienen primero seguidos de sus
actividades. Si piensas de cierta forma, así mismo vas a actuar. Por este
motivo la grandeza requiere que tengas grandes pensamientos. Para que te
conviertas en millonario debes aprender cómo pensar como una persona con
dinero y así mismo para evitar la pobreza debes entender como no debes
pensar.

Veamos a continuación algunos de los resultados de una investigación en la


que entrevisté a 233 mentes millonarias y a 128 personas pobres.

Estos son los pensamientos de las personas con poco


dinero:
 87% piensan que deben ser superdotados intelectualmente para poder
llegar a ser ricos.
 90% piensa que el destino determina si serás rico o pobre.

 Únicamente el 13% cree tener posibilidades de ser rico.

 11% piensan que la creatividad es crítica para alcanzar éxito


financiero.

 80% cree que la genética tiene que ver con el éxito.

 Sólo el 18% piensa que ellos son la causa de su situación financiera.

 77% creen que mentir es un pre-requisito para acumular riqueza.

 Únicamente el 2% meditan diariamente.

 90% piensan que los ricos son ricos porque sus padres lo eran y ellos
heredaron su dinero.

 22% piensan que el optimismo es importante para llegar al éxito.

 5% piensan que los ricos son gente buena, trabajadora y honesta.

 52% cree que ser rico se logra por accidente o es cuestión de suerte.

Ahora veamos cuales son los pensamientos de los ricos


frente los mismos temas:
 10% piensa que deben ser superdotados intelectualmente es
importante para ser millonario.

 10% piensa que el destino tiene alguna relación con la riqueza o la


pobreza.

 43% creyeron que serían exitosos en la vida.

 75% creen que la creatividad es importante para tener éxito financiero.

 6% piensa que la genética tiene relación con la riqueza o la pobreza.

 79% están convencidos que ellos son la causa de su situación


financiera.

 15% piensa que mentir es un pre-requisito para lograr riqueza.

 17% meditan diariamente.

 5% piensan que los ricos son ricos porque heredaron sus fortunas de
sus padres.
 54% piensan que el optimismo es importante para lograr el éxito.

 78% piensan que los ricos son gente buena, trabajadora y honesta.

 4% de los ricos piensan que obtener riqueza es algo accidental y


depende de la suerte.

Si quieres tener dinero necesitas parar de pensar como pobre y empezar y


trabaja para tener una mente millonaria.

Y recuerda que si estás realmente interesado en crear tu propio negocio,


puedes adquirir nuestro libro “Cómo crear empresa mientras trabajas:
Descubre cómo manejar tu tiempo, administrar tu dinero y motivarte
mientras creas empresa y trabajas para otra”, donde encontrarás toda la
información que necesitas para fundar tu propia empresa, sin necesidad de
dejar tu trabajo.
8 sorprendentes hábitos de las personas influyentes.
https://www.modoemprendedor.com/habitos-de-las-personas-influyentes/

Las personas influyentes tienen un profundo impacto en todos los demás. Sin
embargo, solo logran esto porque ejercen influencia en sí mismos. De ahí la
importancia que conozcas los hábitos de las personas influyentes.

Nosotros solo vemos su exterior. Los vemos innovar, abrir su mente y


avanzar hacia cosas más grandes y mejores. Y aun así, nos estamos
perdiendo la mejor parte.

La confianza y los medios que les permiten ser influyentes deben ganarse. Es
un trabajo que realizan tras bambalinas todos los días.

Para la mayoría, los hábitos que los influencian cambian a menudo, pero los
hábitos de las personas influyentes permanecen constantes. Su búsqueda
enfocada a la excelencia está impulsada por 8 hábitos que puedes emular y
absorber hasta que tu influencia se expanda:

8 Hábitos de las personas influyentes.


1. Piensan por ellos mismos.

Las personas influyentes no son vulnerables a las últimas tendencias o a la


opinión pública. Forman sus opiniones cuidadosamente, basándose en los
hechos.

Están más que dispuestos a cambiar de opinión cuando los hechos los
apoyan, pero no están influenciados por lo que piensan los demás; sino por
lo que saben.

2. Son graciosamente disruptivos.

Las personas influyentes nunca están satisfechas con el status quo. Son los
que constantemente preguntan, “¿Qué pasa si?” y “¿por qué no?”

No tienen miedo de desafiar la sabiduría convencional y no interrumpen las


cosas por el bien de ser perturbadores; lo hacen para mejorarlas.
3. Inspiran conversar.

Cuando las personas influyentes hablan, las conversaciones se extienden


como ondulaciones en un lago: multidireccionalmente.

Ellos inspiran a todos a su alrededor para explorar nuevas ideas y pensar de


manera diferente sobre su trabajo.

Si quieres mejorar tus presentaciones en público, nuestro artículo Cómo


hablar en público: 21 estrategias para hacerlo como un experto, te será de
gran ayuda.

4. Aprovechan sus contactos.

Las personas influyentes saben cómo hacer conexiones duraderas. No solo


conocen a mucha gente, sino que conocen las conexiones de sus conexiones.

Más importante aún, agregan valor a todos en su red. Comparten consejos y


conocimientos y hacen conexiones entre personas que deben conocerse.

5. Aceptan los desacuerdos.

Las personas influyentes no reaccionan emocional y defensivamente a las


opiniones disidentes: las reciben con agrado.

Son lo suficientemente humildes como para saber que no lo saben todo y


que alguien puede ver algo que ellos no. Y si esa persona tiene razón,
aceptan la idea honestamente porque se preocupan más por el resultado
final que por “ganar la conversación”.

6. Son proactivos.

Las personas influyentes no esperan a que las nuevas ideas y las nuevas
tecnologías las encuentren; ellos las buscan. Les interesa anticipar qué es lo
que viene.

Son influyentes porque ven lo que viene y ven lo que viene porque lo buscan
intencionalmente. Después dan a conocer los resultados de su búsqueda.
7. Responden más no reaccionan.

Si alguien critica a una persona influyente por cometer un error o si alguien


comete un error crítico, las personas influyentes no reaccionan inmediata ni
emocionalmente. Ellos esperan, piensan y luego entregan una respuesta
adecuada.

Las personas influyentes saben lo importantes que son las relaciones y no


dejan que una reacción emocional sea perjudicial. También saben que las
emociones son contagiosas y las reacciones exageradas tienen una influencia
negativa en las personas que las rodean.

8. Ellos creen.

La gente influyente siempre espera lo mejor. Ellos creen en su capacidad


para lograr sueños y creen que los demás tienen ese mismo poder. También
creen que nada está fuera de alcance y que creer inspira a alcanzar objetivos
cada vez más grandes. Creen firmemente que una persona puede cambiar el
mundo.

Conclusión

Para aumentar tu influencia, necesitas compartir libremente tus habilidades y


conocimientos, y debes ser un apasionado por la búsqueda de un futuro
mejor. Así empezarás a adoptar los hábitos de las personas influyentes.
El secreto de los millonarios hechos a sí
mismos – Más allá de la Mente
Millonaria
https://negocios1000.com/2021/09/el-secreto-de-los-millonarios-hechos-a-si-mismos-mas-
alla-de-la-mente-millonaria.html?
_mrMailingList=36&_mrSubscriber=50&utm_campaign=&utm_medium=email&utm_source
=mailing36

¿Cómo son los típicos millonarios hechos a sí mismos? ¿Cómo piensa una
mente millonaria? ¿Cómo logran su fortuna y qué hacen con su dinero una
vez lo tienen?

Puede que hoy día las personas piensen que la forma de acumular riqueza ha
cambiado, que estamos en la cultura del pelotazo rápido, incluso que para
ser rico hay que olvidar nuestro código, principios y valores. Muchas
personas siguen pensando que el rico ha acumulado su fortuna engañando o
defraudando, pues se siguen escuchando frases como: “nadie se hace rico de
forma honrada.” Pero nada más alejado de la realidad.

Hoy veremos y analizaremos cómo piensa realmente un millonario


hecho a sí mismo. De hecho, existen más millonarios de los que tu vista
llega a alcanzar, pero al igual que se explicaba en el libro “El millonario de la
puerta de al lado”, puede que los verdaderos ricos sean más discretos que
los que intentan imitarlos. Veamos cómo piensa y cómo es un verdadero
millonario.

10 Rasgos de los millonarios hechos a sí mismos.


1. Son supervivientes.

Muchos de los millonarios hechos a sí mismos no se graduaron en la


universidad. Puede que un porcentaje de ellos tengan títulos universitarios
pero la gran mayoría se graduaron en la escuela de supervivencia de la vida.
Aunque existe la falsa creencia de que los ricos provienen de familias ricas, o
que su riqueza es hereditaria, lo cierto es que la mayoría de ellos provienen
de comienzos muy modestos e incluso dificultades económicas familiares.
Esos inicios modestos son los que hacen que apliquen esa filosofía a sus
negocios.

Cuando una persona ha pasado por dificultades, sabe que su supervivencia


financiera requiere de un control total de sus finanzas y un control total de
su negocio, un estilo de vida frugal y una posición libre de deudas.

2. Los millonarios hechos a sí mismos son independientes.


Esta cualidad es la que les impulsa en la búsqueda del dinero. Aun siendo
conscientes de que para tener éxito en los negocios se necesita crear
sinergias con otras personas, saben que en primera instancia, el éxito
comienza por ellos mismos, por lo que hacen y por las decisiones que toman.
El dinero no les domina, pero son inconformistas que trabajan para construir
sus propios negocios y evitar situaciones y complicaciones que puedan
estropear su independencia. Esto nos llevaría al siguiente punto.

3. La mente de un millonario es autónoma.

Debido a que son tan independientes, son personas que ya notaron que no
encajaban en una empresa trabajando por cuenta ajena. De hecho, la
mayoría tendrían problemas para sobrevivir mentalmente en el mundo
empresarial si no son ellos los que dominan la empresa.

Y es que en ocasiones se plantea si los emprendedores en serie podría


deberse a algo genético, pues muchos de ellos, sin motivo aparente,
sencillamente desde muy jóvenes es como si estuvieran fuera de su entorno
cuando trabajan para otra persona. En cambio, se sienten felices y completos
cuando están asumiendo un riesgo en la creación de su propia empresa.

En cuanto han montado su primer negocio, tanto si el negocio tiene éxito o


fracasa, rara vez volverán a trabajar por cuenta ajena.

4. Los ricos hechos a sí mismos tienen principios y valores.

Está claro que siempre encontraremos excepciones, pero por regla general
los millonarios legítimos son más agradables e incluso mejores personas que
los aspirantes a imitar a estos millonarios. Y es que aquí funciona el sistema
de creencias. Si crees que los millonarios han hecho su fortuna dejando la
honradez y los principios a un lado, buscarás la forma de enriquecerte
ilícitamente.

El verdadero millonario hecho a sí mismo brilla por su humildad. Si a esto le


añadimos, como decíamos en el punto anterior, que es un superviviente, no
creas que por no tener un título universitario vas a poder engañarlo
fácilmente, pues al graduarse en la escuela más dura de la vida, calará a un
charlatán y una persona fraudulenta a un kilómetro de distancia.

5. No son grandes apostadores.

Aunque siempre se diga que los millonarios lo son por asumir grandes
riesgos, lo cierto que parte del éxito del millonario hecho a sí mismo consiste
en tener unos riesgos controlados. De hecho, el santo grial de estas personas
es contraer las menores deudas posibles y tener un negocio libre de deudas
en la medida de lo posible.

Son conscientes de que en el momento que asumen deudas comerciales


importantes les pone en una situación poco deseada con los bancos. Dicho
todo esto, los millonarios hechos a sí mismos ponen todo su esfuerzo en
cancelar las deudas contraídas en una etapa temprana de su vida. Aunque
no tengan título universitario, tienen más conocimientos que la persona
promedio en las bases de las finanzas personales.

6. Son ahorradores.

Cuando se viene de la pobreza y la dificultad y se construye un negocio poco


a poco suele quedar grabado en la mente la importancia de llevar un estilo
de vida frugal y conservador. Y esto lo aplican también a sus negocios.
Dentro de lo posible, intentan ahorrar durante su crecimiento empresarial
para cuando llegue el momento de expandir su negocio, que puedan hacerlo,
si es posible con dinero en efectivo, evitando crecer asumiendo riesgo de
deuda.

Y aquí aclaro que cuando se trata de adquirir deuda con la idea de buscar un
retorno de la inversión a través de la expansión de un negocio, esto estaría
dentro de lo que consideramos deuda buena, pero el hecho de que la deuda
sea buena, no significa que expandir el negocio sin deuda, sea mucho mejor.
Este crecimiento es más sano y orgánico. De hecho, así se han construido
grandes imperios empresariales.

7. Se convierten en ricos con negocios simples.

La mayoría busca enriquecerse buscando negocios innovadores, otros lo


hacen buscando formas complejas. La realidad muestra que muchos de los
grandes millonarios hechos a sí mismos, lo lograron con negocios muy
sencillos de explicar.

¿En qué negocios entraron los millonarios hechos a sí mismos?

Si bien es cierto que la mayor parte de la riqueza pasa por los bienes raíces y
el mercado de valores, más cierto aún es que estos millonarios más discretos
tienen negocios tan básicos como ferreterías, venta de cajas de cartón,
hostelería, ocio nocturno, franquicias, material de construcción, suministro
de alimentos, etc…

También quiero aquí romper algunas falsas creencias que se han inculcado
en la mente por culpa de autores como Robert Kiyosaki, como es el hecho de
que los autónomos no son empresarios y son esclavos en el lado del
cuadrante equivocado.

Muchos de los millonarios hechos a sí mismos son arquitectos, abogados,


etc. A veces lo son de forma personal a través de la figura de autónomo, y
en otras ocasiones, deciden crecer y abrir sus propias empresas como puede
ser un estudio de arquitectura o un despacho de abogados.

En cualquier caso, no hay que ser el dueño de Mercadona para ser


millonario. También pueden ser millonarios los abogados de Mercadona, el
arquitecto que planifica la apertura de los centros, proveedores de
Mercadona y el que ofrece algún servicio concreto a Mercadona.

Algo que no ha cambiado es la cultura del millonario hecho a sí mismo.


Incluso en la era de las punto.com donde parece que algunos
emprendedores en la industria tecnológica han dado el pelotazo rápido,
también podemos ver dos tipos de mentalidades:
 El que crea un negocio temporal, se enriquece rápido y mata al
negocio.

 El que crea una empresa sólida y duradera.

Este es el motivo por el que una mentalidad correcta en el mundo de los


negocios y con respecto al dinero hace que la fortuna de un millonario hecho
a sí mismo perdure en el tiempo y durante varias generaciones, mientras
que las fortunas de los magos del mercado de valores, artistas y atletas,
suele acabar poniéndose en peligro en el largo plazo.

8. El millonario hecho a sí mismo es discreto.

Los verdaderos millonarios hechos a sí mismos se alejan mucho de lo que


hoy día ven las personas en redes sociales. No llaman mucho la atención ni
se destacan demasiado entre la multitud. Visten bien, se ven bien con sus
trajes casuales de negocios.

Los trajes de Armani, cinturones Gucci y relojes de oro son para personas
que intentan demostrar algo. Cuando tienes una cuenta bancaria con varios
millones de dólares no necesitas demostrarle nada a nadie.

De hecho, hay algo que poca gente sabe. Las nuevas líneas de ropa y
complementos de marcas supuestamente enfocadas para personas con
mucho dinero, y que son reconocibles a cientos de metros de distancia
porque el nombre de la marca es más grande que la prenda o el
complemento en cuestión, no están pensadas para millonarios ni personas de
éxito, todo lo contrario. Están pensadas para la clase media y pobre que
intenta aparentar que son ricos.

Las marcas aprovechan la supuesta exclusividad para vender un cinturón


Gucci de 1.500 euros con la marca bien visible no para que la compre un
millonario, sino para que la compre alguien que quiere parecer rico.

9. No hablan demasiado de lo mucho que tienen.

Como ya explicamos en nuestro vídeo hablando de cómo distinguir a un falso


rico, los verdaderos millonarios son personas muy celosas de su dinero y de
su intimidad. Es por eso que rara vez presumirán de cuánto dinero tienen o
de los lujos que tienen, que de todas formas, la mayoría de las veces, no son
poseedores de lujos pues prefieren tener su dinero invertido e inmovilizado
en su negocio o activos.

Los millonarios hechos a sí mismos disfrutan mucho más invirtiendo que


gastando. Y esta es otra cosa que la clase media no ha entendido de los
ricos: Los pobres creen que necesitan gastar más dinero para ser más
felices. Los verdaderos ricos son felices incluso sin gastar mucho dinero.

10. Son muy pacientes.

La riqueza más inteligente es la riqueza paciente, y esto es lo que más


trabajo le cuesta entender a la mayoría de personas que buscan
enriquecerse de forma rápida.

Los mejores inversores de todos los tiempos han demostrado ser los que han
basado su inversión en la estrategia más sencilla pero de largo plazo.
Mientras tanto, miles de ilusos compran métodos mágicos para hacerse ricos
en el mercado.

Como decíamos en uno de los puntos anteriores, los millonarios hechos a sí


mismos no son apostadores. Por eso prefieren invertir en acciones (a ser
posible que paguen dividendos), bonos, valores del tesoro y bienes raíces.
Estas inversiones a largo plazo han demostrado generar unos niveles de
riqueza que ningún cantamañanas conseguirá con sus fórmulas especulativas
mágicas.

Esta paciencia la llevan a sus negocios. Prefieren ser pacientes y tener un


crecimiento orgánico antes que especular con ideas que les haría asumir
riesgos no controlados. Y aquí no tergiversemos, pues cualquier decisión
conlleva riesgo. La única diferencia es que algunos riesgos están dentro del
plan y otros están fuera de ese plan.

Finalmente, si algo tienen claro los millonarios hechos a sí mismos y que al


resto le cuesta un poco más entender, es que todo comienza con trabajo
duro, esfuerzo, sacrificio y postergar los placeres inmediatos a cambio de
recompensas futuras, pero ante todo, consiste en hacer algo cuyo propósito
vaya más allá del dinero, porque de lo contrario sería un propósito aburrido.
Y algo más claro aún para los defensores de la cultura del pelotazo rápido es
que una riqueza inteligente y construida desde la paciencia es más duradera,
porque la riqueza que viene rápido, por su propia naturaleza y mentalidad,
de la misma forma que viene se va.
15 hábitos de los millonarios en
Educación financiera.
https://negocios1000.com/2018/03/habitos-millonarios-educacion-financiera.html

Todo depende de los hábitos. Y los millonarios suelen tener ciertas


disciplinas o costumbres que no siempre está relacionado con el dinero.
La educación financiera no es lo que muchos piensan. Aprender temas sobre
finanzas e inversión únicamente son los pisos que vamos a construir sobre
unos cimientos. Los hábitos de los millonarios comienzan desde esos
cimientos, y no siempre están relacionados con la gestión o conocimientos
acerca del dinero o negocios.

Cuando enseñamos esta materia, en el primer punto que insistimos es que


todo comienza con un cambio de mentalidad. Si no cambiamos nuestra
mentalidad, cada esfuerzo nos conducirá al mismo lugar, que es el punto de
partida o quizás más atrás.

A todo el mundo le gustaría tener una economía saneada, una libertad


financiera, ser podridamente rico, pero muy pocos son los que realmente
quieren pagar el precio que eso cuesta. Debemos observar a la gente de
nuestro alrededor: ¿a quién no te quieres parecer? Pues no hagas lo que
él hace y sobre todo, no pienses como él piensa. ¿A quién admiras y te
gustaría parecerte? haz lo que él hizo, haz lo que hace y piensa como él
piensa.

Usando una analogía: muchas personas son las que quieren pertenecer al
selecto club de “nadadores”, pero muy pocas están dispuestas a aprender a
nadar y entrenar para ser buenos nadadores. Y lo que es peor aún, es que a
muy pocas personas les gusta el agua, y ese es el verdadero problema, pues
si no te gusta el agua, la natación no es para ti.

Hace un tiempo, un conocido me dijo que quería aprender todo lo


relacionado con el mundo del dinero, las finanzas y la inversión.
Además, le gustaría comenzar a tener un plan financiero. Me pidió que le
aconsejara. Le dije que iba a tener que leer mucho y hacer esfuerzos en un
principio en su día a día.

No conozco otra forma de adquirir conocimientos si no es través del


aprendizaje. Hay personas que quieren que le pongas en las manos el pez ya
pescado, pero como todos ya sabemos, es mejor idea enseñar a pescar, y así
nunca te faltarán peces.

3 años más tarde, esta persona aún no ha hecho nada. Su vida sigue igual
(algo peor). La pereza es el enemigo del éxito en cualquier campo. De
hecho existe un dicho: “El perezoso camino tan lento, que la pobreza
no tarda en alcanzarlo”.

No conozco a un sólo millonario que no haya trabajado duro.

No hay que mirar la lista Forbes, únicamente habla con algún empresario de
tu ciudad y entenderás por qué él es empresario mientras otros son
trabajadores. “¿Entonces hay que trabajar duro? Pues ya no me gusta eso de
ser millonario”. Inconscientemente, ese es el pensamiento de la mayoría.

Si no cambias la forma de pensar, tus hábitos, costumbres y estás dispuesto


a trabajar más que el resto de la gente (aunque de forma más inteligente),
pertenecerás a esa gran masa de gente que critica a los ricos pero juegan a
la lotería. Porque la verdad es que a todo el mundo le gustaría vivir sin
problemas de dinero y quien diga lo contrario, es que se está consolando.

Veamos algunos hábitos que tienen (tuvieron) la mayoría de los


millonarios, características que les distinguen sobre el resto. Sólo así
sabrás en lo que tienes que trabajar para conseguir algo parecido a lo que
ellos consiguieron.

Estos serían 8 primeros hábitos de los millonarios


1. Una vida modesta y gastos modestos (Fuera apariencias)

Sólo un idiota se compra un coche que realmente no puede mantener.


Estamos acostumbrados a ver en las películas a los millonarios conduciendo
vehículos de lujo muy llamativos. Es fácil sentirse tentado a intentar
aparentar riqueza o grandeza para impresionar a la gente. Y de ahí vienen
muchos problemas.

¿Realmente quieres impresionar por tu coche o por tu persona? Mark


Zuckerberg (Facebook) conduce un coche de 30,000 dólares, mientras
Warren Buffett continúa viviendo en la misma casa que compró en 1958 por
unos 35,000 dólares.

Lo sé, hay millonarios que conducen un Ferrari y que tienen apartamentos y


mansiones de millones de euros, pero lo han hecho una vez que esos
millones de euros son calderilla en comparación con su fortuna.

Vive por debajo de tus posibilidades siempre. Incluso los millonarios que se
gastan 10 millones en una casa, están viviendo por debajo de sus
posibilidades en esos momentos.

2. Son personas de acción. Entre los hábitos de los ricos más


destacados.

Menos hablar y más actuar. Hay gente que lleva 10 años pensando en
montar un negocio, dándole forma a una idea. Si Miguel Ángel hubiera tenido
esa mentalidad, no tendríamos Capilla Sixtina. En sus días, estos millonarios
no se sentaban en su sofá para quejarse y llorar por los problemas mientras
esperaban que les tocara la lotería. Aprendieron, estudiaron lo que
necesitaban y asumieron riesgos.

3. Mentalidad de empresarios.

Si lo que quieres es un trabajo fijo, a ser posible de funcionario para tener


pocos calentamientos de cabeza, de acuerdo, es respetable y está claro que
esto no es para ti.

Si por el contrario notas que tu vida no te satisface al tener que ir a trabajar


cada día a la misma hora, te invade la preocupación de ser despedido y
aguantar a un jefe que seguramente llegó a ser jefe al desarrollar el arte de
lamer traseros, tu salida es cambiar de empleo o comenzar a crear tu propio
negocio. Hay grandes empresas que comenzaron siendo una pequeña
idea para ganar un dinero extra, como es el caso de nuestra actual
millonaria de 14 años.
4. Tienen conocimientos financieros. Sin duda, el hábito más
encontrado entre los millonarios.

Han conseguido hacer grandes fortunas porque evidentemente también han


sabido sacarle partido al dinero que iban generando. Es imposible una
fortuna personal de 30,000 millones si jamás has invertido, aunque sea en la
compra de acciones de tu propia empresa.

Esas fortunas únicamente provienen de acciones o de bienes raíces.


En cualquier caso, aprender a manejar el dinero es obligatorio. No hay ni un
sólo millonario que sea un inculto financiero. Quizás a Amancio Ortega
(Inditex) se le criticó por no tener ni idea de finanzas, pero ahí lo tenemos, y
es que forma parte de los más ricos del mundo gracias a la revalorización de
las acciones de Inditex.

5. Optimismo y oportunidad.

Los millonarios han hecho dinero en burbujas y en crisis por igual. Es lo que
tiene tener los conocimientos necesarios para lograrlo. Copiemos eso de
ellos. Hoy día es más fácil que nunca hacer dinero durante una crisis, ya que
mientras la población se iba a poco a poco al paro y muchos inversores
particulares perdían su dinero en bolsa, los millonarios se hacían de oro con
la caída de los mercados financieros.

Cuanto más cayera la bolsa, más dinero se embolsaba, y ahora, han


comprado barato y vuelven a estar en la cresta de la ola. Warren Buffett ha
ganado 1,200 millones con los derivados que en sus días consideró armas de
destrucción masiva. Es decir, vio la crisis llegar, apostó contra los principales
mercados y ganó.

Y esto le ha hecho únicamente con 4 clicks en su pantalla de ordenador,


mientras el resto van de aquí para allá de entrevista de trabajo en entrevista
de trabajo. Optimismo y oportunidades siempre hay, pero hay que tener los
conocimientos necesarios para aprovecharlas.
6. Disciplina y foco.

Si quieres algo, ve a por ello. Sin duda, el hábito de los millonarios más
repetido en cada libro de los grandes empresarios. Si te marcas una meta,
haz todo lo necesario por alcanzar esa meta, con sus respectivos esfuerzos y
sacrificios. Los millonarios son personas disciplinadas al extremo, y no sólo
en los negocios, sino en su vida personal. No se distraen fácilmente de sus
objetivos, no pierden el foco en el objetivo pase lo que pase y surjan las
dificultades que deban surgir.

La mayoría de las personas suelen fracasar porque la dificultad les supera.


Digamos que caminamos por nuestro camino cuando de pronto encontramos
una pared en medio y nos hace abandonar. Muchos millonarios derriban la
pared, y otros, si la pared es demasiado gruesa, buscan la forma de
escalarla. Pueden conseguirlo o puede fracasar, pero siempre se enfrentan a
la pared, pues, aunque suene a tópico, para ellos, la pared no es un
obstáculo, sino una oportunidad, pues tras ella se encuentra la meta.

7. Eligen correctamente su entorno.

Los mejores son los mejores porque trabajan con los mejores. Da igual de lo
que estemos hablando. Siempre fue así y siempre será. Pocos son los
grandes empresarios que lo han conseguido sin ayuda, del mismo modo que
pocos son los millonarios que no le deben algún tipo de agradecimiento a
alguien, un mentor, un grupo de trabajo o un jefe de dirección. Como
aconseja Donald Trump, trabaja siempre con los mejores y que nunca te
tiemble el pulso para despedir a un incompetente.

Eso una vez que eres un empresario, pero si eres joven, mira a tus amigos.
Si te rodeas de “fumetas” acabarás siendo un “fumeta” o pareciéndote a
ellos. Si te rodeas de electricistas, aprenderás algo sobre electricidad, si te
rodeas de gente con aspiraciones y con ganas de superarse, algo se te
pegará.

No obstante, aprende siempre de todo el mundo. Hay 3 tipos de personas


que te encuentras en la vida, que son las que te aportan algo positivo, las
que no te aportan nada y las que únicamente te aportan cosas negativas.
Los millonarios eligieron sobre todo a las del primer grupo.
8. Perspectiva sobre el fracaso.

Para la mayoría de las personas, el fracaso es algo muy temido que nos hace
de freno para luchar por lo que queremos. Para los millonarios, el fracaso es
sólo una posibilidad que está ahí, y ellos siempre saldrán ganando, ya que si
intentas algo y tienes éxito, enhorabuena, pero si fracasas, enhorabuena
también, pues ya has aprendido una lección muy valiosa para la próxima
vez.

Hay personas que una vez que fracasan se meten en la cama y entran en
una especie de depresión. Otras personas llevan a sus espaldas 5 fracasos
consecutivos y aún mantienen la ilusión. Incluso el propio Mariano Rajoy
decía en su discurso que confía más en un emprendedor que haya fracasado,
ya que existe más posibilidad de que tenga éxito la próxima vez. De todo lo
que ha dicho en público hasta el día de hoy, es en lo único que estoy de
acuerdo con él.

Como podemos ver, no son pocas las cosas que debemos cambiar en nuestra
mente. Pero quédate con la parte de los conocimientos tanto en negocios
como en finanzas, pues sin esas asignaturas andarás perdido dentro del
camino de la Educación Financiera. El resto es un cambio en la actitud y
mentalidad, que probablemente sea lo más complicado.

Otros Hábitos de los millonarios que podemos copiar mañana mismo.


Aunque ya publicamos un completo artículo con los 25 hábitos de la gente
exitosa, en esta ocasión vamos a ir hacia los más sencillos: los cimientos del
cambio, y que mañana mismo puedes comenzar a adoptarlos día tras día,
añadiendo otros cada semana.

9. Despiertan más temprano.

Este es uno de los hábitos de los millonarios más común. De hecho,


coinciden en que madrugar y levantarse incluso 3 horas antes de ir al
trabajo, es lo que les ha llevado donde están.
Aprovechan para relajarse, hacer ejercicio, leer la prensa, desayunar
tranquilamente e ir al trabajo con una sensación de tranquilidad, y no
alterados porque llevan la hora pegada al trasero.

Ya publicamos 5 razones de peso para levantarte más temprano junto con


algunos consejos para ayudarte a convertirte en un madrugador nato.

10. Hacen una lista de tareas y se adhieren a ella

No sé si habrás visto cómo muchas personas tienen tanto que hacer, que
acaban no haciendo nada. Desde Richard Branson a Warren Buffett,
coinciden que tener una lista de cosas prioritarias para hacer primero, hará
que no pierdas el tiempo pensando en lo que debes hacer.

Esa lista de tareas debe ser nuestra biblia de trabajo del día, y por lo tanto,
hay que completarla sí o sí antes de que acabe el día.

11. Evitan el teléfono y contestar correos.

Enviar mensajes de Whattsapp y contestar correos a primera hora de la


mañana, puede parecer algo sencillo, pero la gran mayoría de empresarios
de éxito coinciden en que no es lo más inteligente, pues si cuando tenemos
la energía al 100% dedicamos nuestro tiempo a estas tareas, debamos pasar
a las tareas más productivas y que de verdad importan, éstas nos cansarán
mucho antes. Esto se encuentra, sin duda, entre los hábitos de los ricos.

Tim Ferris no miraba su correo hasta muy avanzada la mañana, y Arianna


Huffington no quiere tecnología por la mañana temprano, salvo para ponerse
al día leyendo.

En definitiva, esto nos llevaría a uno de los puntos más importantes….

12. Administrar el tiempo es sin duda el hábito de los ricos más


importante.

Un día tiene las mismas horas para todos, pero los ricos usan esas horas
mucho mejor que el resto. Ellos no quieren perder ni un minuto del día, pues
saben que la administración del tiempo es una de las mayores ventajas
competitivas que pueden tener. Sobre todo en el mundo de los negocios.

Si algo que requiere de nuestro tiempo es productivo, lo hacemos. Cuando


no es productivo, no lo hacemos. Y si requiere irremediablemente que lo
hagamos nosotros, lo hacemos, pero si hasta un mono podría hacerlo,
delegamos esa tarea mientras nosotros hacemos algo más productivo.

Es decir, si debemos llamar a un cliente para invitarlo a una fiesta, nuestra


secretaria o ayudante puede hacerlo, mientras nosotros nos centramos en
llamar a otro cliente para cerrar una venta importante.

Y recuerda que siempre que sea posible, lo difícil debería ser lo primero que
debemos hacer, que es cuando tenemos la energía a tope.

Más hábitos de los ricos

13. Todos los días debemos aprender.

Decía Jim Rohn que una persona puede saltarse una comida, pero nunca
puede saltarse un mínimo de lectura de 30 minutos al día.

La lectura y aprendizaje diario se encuentra entre los 3 hábitos que engloban


el éxito de Warren Buffett, dicho por él mismo.

14. El cuidado de la salud.

Nuestra mente es nuestro mejor activo, pero nuestro cuerpo es el vehículo


que transporta nuestra mente, y por tanto, hay que cuidarlo correctamente.

Comienza diario de ejercicio y una dieta saludable. Pero haz caso a Tony
Robbins, y no te pongas como objetivo perder peso o mejorar tu
silueta si careces de fuerza de voluntad. Tu objetivo debe ser comer
más saludable (por tu salud y no por tu físico). Si cuidas tu salud y llevas
una dieta saludable, no necesitarás enfocarte en perder peso. El peso se irá
sólo. Y si haces ejercicio por mejorar tu salud, tu silueta mejorará sola.

15. Cuando acabe el día…


Durante las primeras semanas y meses, antes de irte a dormir al final de
cada día, hazte estas 3 preguntas:

 ¿Qué he aprendido hoy?

 ¿He agregado algún valor a las personas que me rodean?

 ¿He hecho todo lo que podía hacer hoy de la mejor forma que podía?

Y cada día, estas preguntas deben tener una respuesta que nos haga
mejorar el próximo día. Comienza por aquí, y ya veremos cómo avanza el
año.

Como siempre solemos decir, tú comienza a aplicar estos hábitos, y si no te


funciona, siempre puedes volver a hacer lo mismo que estabas haciendo.
12 cosas que saben los millonarios y
que tú puedes aprender.
https://negocios1000.com/2018/06/cosas-que-saben-los-millonarios.html

¿Qué saben los millonarios acerca de la creación de riqueza y que el


resto de personas no aplica?

Si resumimos de forma breve en qué consiste la creación de riqueza


personal, básicamente sería ganar mucho dinero, ahorrar lo máximo posible
de ese dinero e invertirlo sabiamente para multiplicarlo. Y por inversión
hablamos de acciones, inmuebles, negocios… No habría más secretos. Así
que podríamos decir que ésto es lo que hacen los ricos.

Claro que siempre podemos expandir estos puntos al haber otro tipo de
detalles que no nos suelen enseñar.

Debemos partir de la premisa de que de nada nos sirve saber qué hacen hoy
los ricos. Más bien, necesitamos saber qué hicieron los millonarios cuando
eran pobres para salir de la pobreza y construir riqueza.

Y para ello, además de los puntos que vamos a tratar, también publicamos
algunos de los hábitos que tienen los millonarios.

Veamos qué más hacen los millonarios, esas personas que tienen más de un
millón de euros en activos líquidos, los cuales incluso podrían ser algunos de
tus vecinos, teniendo en cuenta que el número de millonarios ha crecido en
todo el mundo durante esta crisis.

Qué hacen los millonarios de forma diferente al resto.


8 pensamientos que debes eliminar
para ser feliz y exitoso.
https://www.modoemprendedor.com/8-pensamientos-que-debes-eliminar-
para-ser-feliz-y-exitoso/

Algunas veces para ser exitoso y estar más cerca de ser la persona que
quieres ser, no debes agregar más cosas, por el contrario, debes renunciar a
algunas de ellas.

Existen hábitos y costumbres que han sido probadas científicamente que nos
llevan a ser más productivos, creativos y en general a tener una mejor
calidad de vida. Entre ellas está mantener una buena alimentación y
mantener una actividad física continua. Sin importar lo que quieras lograr,
debes empezar por crear estos dos hábitos.

Ser exitoso tiene significados diferentes para cada persona. Es indispensable


que determines que significa para ti y cómo lo vas a conseguir. A pesar de
esto, siempre encontrarás obstáculos y muchos de ellos son generados por
tus pensamientos y por tus actos. Si estás comprometido con tus proyectos y
con lograr grandes cosas debes renunciar a lo siguiente:

Pensamientos que debes eliminar para ser feliz y exitoso.


1. Renuncia a creer en el éxito sin esfuerzo.

El éxito repentino es un mito. Las personas exitosas saben que deben hacer
pequeñas y continuas mejoras cada día para obtener los resultados que
desean.

Por eso debes planear para el futuro. Evalúa cada día y mejora un 1% el día
siguiente.

Lee también: La perseverancia se logra cuando entendemos el fracaso.

2. Renuncia a las excusas.


Las personas exitosas saben que ellos son los únicos responsables de su
vida, sin importar de dónde provengan sus debilidades o sus fracasos del
pasado.

Darte cuenta que eres responsable por lo que viene es malo y bueno al
mismo tiempo, pero es el único camino al éxito. Las excusas solo te detienen
y te impiden hacer lo que debes hacer. Lee también: 5 excusas estúpidas
que no te dejan crear empresa.

3. Renuncia al pensamiento de corto plazo.

Las personas exitosas siempre establecen metas a largo plazo y saben con
certeza que están compuestas de pequeños hábitos que necesitan integrar a
sus vidas todos los días.

Estos no son hábitos de momento, deben ser hábitos que hagan parte de tu
personalidad y que practiques diariamente.

Es muy diferente ir al gimnasio para verte bien en las siguientes vacaciones,


a ir al gimnasio porque así eres tú, porque te gusta y el día que no lo haces
sientes que algo está mal.

4. Renuncia al perfeccionismo.

Nada en el mundo será perfecto, no importa cuánto lo intentes.

El miedo a fracasar o incluso el miedo al éxito, en muchas ocasiones no nos


deja actuar y poner nuestra creatividad e ingenio a trabajar. Perderíamos
muchas oportunidades si esperáramos a que todo fuera perfecto. Lee
también: Como hacer que el perfeccionismo sea beneficioso para ti.

5. Renuncia a tratar de controlarlo todo.

No te Preocupes por aquellas cosas que no puedes controlar y concéntrate en


aquellas que sí. Muchas veces lo único que podrás controlar es a ti mismo.

Solo serás capaz de controlar tu actitud frente a tu entorno.


6. Renuncia a decir “sí”, a aquellas cosas que no le aportan a tus
metas.

Las personas exitosas saben que deben decir “no” a algunas peticiones de
sus amigos, colegas o familiares; todo con el fin de cumplir sus objetivos.

Al principio sentirás que estás sacrificando mucho y que no ves resultados


rápidos, sin embargo con el tiempo te darás cuenta que vale la pena.

7. Renuncia a las personas tóxicas.

Las personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo tienen gran
influencia en nuestras vidas y en especial nuestro futuro.

Existen personas que han logrado grandes cosas y otras que no han
perseguido ningún propósito. Si pasas la mayor parte del tiempo con el
segundo grupo, estarás en riesgo de tener el mismo destino.

Por el contrario, si inviertes tu tiempo con personas que te reten a ser mejor
cada día, lo más seguro es que tus probabilidades de éxito aumenten
considerablemente.

Dale un vistazo a tu círculo social y evalúa si estás con las personas


adecuadas para ti y tus proyectos.

8. Renuncia a la necesidad de gustarle a los demás.

Nadie es “moneda de oro” para caerle bien a todo el mundo, así que no
gastes energía ni tiempo tratando de complacer a los demás.

El punto 4 de este artículo también aplica a nuestra personalidad, así que


para de justificarte. Es literalmente imposible ser perfecto para todos.

Lo único que puedes hacer es ser tú mismo, ser auténtico y preocuparte por
agregar valor. Entre más personas te odien significa que estás haciendo algo
importante.

Cómo descubrir tus fortalezas


siguiendo estos 8 pasos.
https://www.modoemprendedor.com/como-descubrir-tus-fortalezas/

En este artículo aprenderás cómo descubrir tus fortalezas mediante 8


pasos y también veremos cuál es la importancia de que lo hagas.

Si tu intensión es convertirte en un exitoso emprendedor, está implícito que


necesitas ser excelente en lo que haces.

Tomar el tiempo para descubrir fortalezas y concentrarte en perfeccionar las


habilidades que te ayudarán a convertirte en el mejor en tu industria; es una
decisión crucial que todo emprendedor debe tomar.

A través de mis entrevistas y experiencias trabajando con otros


emprendedores, he encontrado increíbles similitudes que tienen en común.

A menudo son implacables cuando se trata de la gestión de oportunidades y


la gestión del tiempo; las cuales se convierten en rasgos definitivos de todo
emprendedor.

Ellos conocen la importancia de optimizar su estilo de vida, haciendo los


trabajos más complejos en el momento del día que mejor se adapte a sus
gustos. Ellos nunca se rinden y se niegan activamente a tomar un no como
respuesta.

Sin embargo, lo que realmente encuentro interesante es que a pesar de todo


lo que tienen en común, las diferencias entre cada uno también están
presentes. Los métodos y herramientas que utilizan para lograr sus objetivos
varían increíblemente.

A menudo las más notables diferencias recaen en el núcleo de las fortalezas


que poseen.

Por otro lado, sus similitudes surgen de cómo han identificado y desarrollado
sus fortalezas a través del tiempo; para compensar aquellas habilidades,
talentos y rasgos de carácter que les hacían falta.

La importancia de aprender cómo descubrir mis fortalezas


y aprovecharlas.
Este es un ejemplo de la vida real.

Los rivales de la tecnología Bill Gates (Microsoft) y Steve Jobs (Apple),


ambos introdujeron innovaciones radicales en el mundo de la informática;
que han impactado la vida de casi todos los individuos del planeta. No
obstante, estos emprendedores son completamente diferentes cuando
hablamos de sus fortalezas.

Mientras Gates fue un ingeniero de software altamente calificado, quien


escribió código para la creación de algunos productos de Microsoft hasta
1989; Jobs se inclinó más por el diseño, fue un pensador que asistió a clases
de caligrafía como estudiante informal y nunca escribió una sola línea de
código para Apple.

Estos emprendedores generaron grandes impactos ofertando productos


similares, en la misma industria, en el mismo periodo de tiempo, con una
serie de habilidades y fortalezas completamente diferentes.

Fue su capacidad de identificar y apoyarse en sus fortalezas lo que les


permitió alcanzar la grandeza.

Emprendedores como Richard Branson y Marc Cuban, poseen grandes


habilidades interpersonales y aprovecharon sus contactos para crecer sus
empresas.

Otros aprovecharon sus habilidades técnicas como Mark Zuckerberg y Elon


Musk.

Otros han utilizado su hipnotizante creatividad como Leo Burnett y Walt


Disney, permitiéndoles inspirar grandes audiencias con sus creaciones.

¿Por qué debo aprender cómo descubrir mis fortalezas?


En realidad existe un número infinito de características como ser un líder o
un buen negociador.

Sin embargo, el factor decisivo del éxito se activa cuando puedes decir
“sé cómo descubrir mis fortalezas”, las desarrollarlas y enfocas tus energías
en ideas de negocio que estén relacionadas con estas fortalezas.

El éxito en los negocios depende de qué tan bien puedas identificar y


utilizar tus fortalezas.

En 2014, Gallup reveló los resultados de un impresionante estudio, que tomó


años de investigación y la colaboración de 2500 emprendedores; hacia la
construcción de un mejor entendimiento sobre la creación y crecimiento de
empresas. El estudio descubrió dos hallazgos muy interesantes.
1. Existen 10 talentos que conducen al éxito de un emprendedor.

2. Tienes una mayor probabilidad de éxito si trabajas junto a tus


fortalezas y talentos naturales.

Mientras que otros iconos de los negocios e investigadores pueden estar en


desacuerdo sobre cuáles son los talentos que conducen al éxito de un
emprendedor; existe un indudable consenso. El éxito es definitivamente
más alcanzable utilizando tus fortalezas y talentos.

Esto no puede ser más cierto para mí y para todo lo que hago en mi negocio.

Soy un gran defensor de nunca empezar un negocio en una industria en la


que nunca he estado, o servir clientes que no son familiares para mí.

Esto es parte de mi sistema personal para crear una empresa. Por otro lado,
nutrir mis fortalezas y centrarme solo en hacer lo que mejor se hacer, se ha
convertido en algo crucial para mi éxito.

¿Debo trabajar en mis debilidades?


Considero que solo debes trabajar en ellas si es completamente necesario para tu
negocio. Si no lo es, has todo lo que esté a tu alcance para evadir toda actividad
que las involucre.
Algunas veces es inevitable, tendrás que hacer cosas en las cuales no eres
bueno, y aunque no está mal, debes limitar exponerte siempre que sea
posible.

Cuando encuentro nuevas oportunidades que no están relacionadas con mis


fortalezas, he encontrado que lo mejor es renunciar a ellas o subcontratar
esas debilidades para que otros con más experticia trabajen en ellas. Este es
mi razonamiento:

¿Prefieres invertir tu tiempo en actividades que utilicen tus fortalezas o


aprendiendo una nueva habilidad que no está directamente relacionada con
el éxito de tu empresa?

Existen momentos donde detenerte para aprender una nueva habilidad,


como aprender código, puede ser valioso y esencial; pero únicamente si tu
objetivo es convertir esa habilidad en un fortaleza para los años que vienen.
Ya sabes por qué es importantes que identifiques tus fortalezas y qué debes
hacer con respecto a tus debilidades. Con eso claro, veamos 8 pasos para
aprender cómo descubrir mis fortalezas.

8 Pasos para saber cómo descubrir mis


fortalezas
Algunas personas son buenas con los números, otros son buenas escribiendo
código, otros como yo, somos excelentes contando historias y simplificando
ideas complejas. ¿Tú para qué eres bueno?

Hemos reconocido que conocer nuestras fortalezas y utilizarlas activamente


es clave para cualquier empresa que quieras crear.

De hecho, tus fortalezas (Talentos, habilidades, pasiones y rasgos de


carácter) pueden ser la chispa que despertó tu interés por crear tu propio
negocio. Es por esto que debes enfocarte en desarrollar las mejores
fortalezas.

Antes de continuar, es importante hacer una clara distinción entre


habilidades blandas y duras.

Habilidades blandas: Son atributos personales que te habilitan para


interactuar efectiva y harmoniosamente con otras personas.

Habilidades duras: Capacidades específicas que se pueden definir, enseñar


y medir.

Encuentra a continuación mis 8 pasos para descubrir fortalezas en los


negocios:

1. Determina tus habilidades blandas.

Para resumir, estas son habilidades que posees, pero no puedes cuantificar.
Están directamente relacionadas con tu inteligencia emocional y no tu
coeficiente intelectual. Estos son algunos ejemplos:

 Tener un fuerte sentido de autoconciencia.

 Optimista.
 Resiliencia.

 Paciencia.

 Ser un buen oyente.

Cuando empecé mi primer negocio, casi todas las habilidades que poseía
eran blandas. Lo que me hacía falta en habilidades duras lo encontré en
otras personas que me ayudaron a construir las conexiones que necesitaba
para avanzar en mi emprendimiento; sin hacer todo yo solo.

Más adelante, me entrené para llegar a ser competente con las habilidades
difíciles de mi negocio.

Si comparamos a Bill Gates y a Steve Jobs, Jobs poseía y se apoyaba en sus


habilidades blandas. De muchos aspectos, Jobs fue un ejemplo fenomenal de
las mejores habilidades que un emprendedor puede tener en términos
creación y dedicación. Por otro lado, Gates tomó el enfoque opuesto y utilizó
sus habilidades duras.

2. Desglosa tus mayores victorias y analízalas.

Durante la semana en la que lancé mi primer curso online sobre conseguir


clientes como freelance, dormí en promedio 4-5 horas por noche mientras
iba a mi trabajo. A pesar de todo. Me sentí enérgico cada día de la semana.

Estaba enviando emails a personas que querían comprar el curso,


respondiendo preguntas y entregando contenido gratis para motivar a
posibles clientes. Construí excelentes relaciones que continúan floreciendo.
Siendo una de las semanas más difíciles de mi vida, la considero una enorme
victoria.

Gracias a los acontecimientos de esa semana, aprendí mucho acerca de mí


mismo en términos de cuales habilidades blandas podía seguir desarrollando
para apalancar mi éxito.

Para nombrar solo algunas, aprendí que caí naturalmente en el papel de


convertirme en un mentor para la gente. Aprendí que estaba abierto a recibir
críticas constructivas y encontré que mi sentido del humor genero un
impacto positivo en mis resultados.
Este lanzamiento me enseñó cuales eran las habilidades blandas que
necesitaba para continuar apalancando mi empresa.

Empujar más allá de tu zona de confort te


enseñará increíbles cosas sobre ti mismo
Ahora es tu turno. Piensa en algún momento en el que hayas hecho un
excelente trabajo o proyecto. Pregúntate qué hiciste exactamente y qué
habilidades blandas empleaste para conseguir esos resultados.

Así empezarás a aprender cómo descubrir tus fortalezas. Lee también: 7


preguntas que debes responder si quieres tener mucho dinero.

3. Descubre lo que está naturalmente en ti.

Parte de determinar cuáles son tus fortalezas como emprendedor, es tomar


el tiempo necesario para mirar en el pasado y encontrar aquello que ha
estado dentro de ti de manera natural.

¿Recuerdas algo que tus padres, maestros o amigos te hayan dicho que
posees de manera natural? Esto puede caer dentro de muchas categorías, así
que no te quedes pensando en momentos específicos.

Para hacer este ejercicio más fácil responde las siguientes preguntas.

 ¿Eres la persona que siempre sirve de mediador entre tu grupo de


amigos?

 ¿Siempre fueron más fáciles para ti los problemas complejos de física


en el colegio?

 ¿Eres tú quien frecuentemente planea y encuentra la logística de llegar


del punto A al punto B?

 ¿Eres un atleta natural?

 ¿Tienes la habilidad de hacer reír a los demás?

Enfócate en encontrar al menos 5 cosas que estén en ti de manera natural e


identifica cuáles habilidades blandas están relacionadas. Las que encuentres,
probablemente serán tus habilidades más fuertes; las que has poseído desde
muy temprana edad.
4. Pregúntale a otros cuáles son tus habilidades.

Una vez que hayas identificado todas aquellas fortalezas que consideras son
tus activos más fuertes; es momento de recurrir a las personas que más
conoces y confías para conocer su opinión.

Hace algunos años pensé que el hecho de haber construido mi propia website
sin la ayuda de un experto era mi más grande habilidad.

Aunque esta es definitivamente una de mis fortalezas, desarrollar una


website no es la mejor manera de utilizar mi tiempo y no es la habilidad en
la que soy el mejor. Decidí que para ser lo más exitoso posible en mi
negocio, necesitaba hacer únicamente aquellas cosas para las que soy
el mejor.

Fue mi grupo de amigos y maestros quienes me guiaron para identificar que


soy mucho mejor escribiendo (Una de mis más grandes fortalezas) y
estableciendo relaciones con otras personas.

Sin esa claridad, hubiera mal gastado algunos de mis talentos. Busca 3-5
amigos que te conozcan muy bien y pídeles su honesta opinión. Pregúntales
cuales consideran ellos que son tus más grandes fortalezas; con ejemplos
claros que te demuestren esas habilidades. Sus respuestas pueden
sorprenderte e incluso ayudarte a validar tu idea de negocio.

5. Crea un escenario hipotético.

Imagina tu jefe, entrenador o profesor, entregándote un proyecto que


necesita ser terminado al finalizar la semana. Tu éxito depende
exclusivamente de terminar este trabajo y es una gran oportunidad de
demostrar de qué estás hecho.

Seriamente, piensa en un ejemplo. Crea una situación hipotética en la cual


necesites a tres miembros que se unan a tu proyecto. ¿Cuál sería tu rol en el
grupo? ¿Serias el organizador, el líder, el creativo, el moderador o algo
completamente diferente?

¿Existe una parte específica del proyecto hacia la cual te inclines más? ¿Te
gusta la fase de planeación o prefieres llegar directamente a los negocios?
¿Eres el que toma la iniciativa para asignar responsabilidades o prefieres que
te asignen un rol en el grupo? ¿Te molesta si alguien más asume el rol que
deseas dentro del grupo?

Responder todas estas preguntas te ayudará a darte cuenta qué tan bueno
eres trabajando en grupo y cuáles son tus fortalezas. A partir de ahí, puedes
mirar hacia atrás y ver cuáles son las habilidades blandas que te ayudan a
desenvolverte mejor al trabajar en equipo.

6. ¿Cuáles son tus habilidades duras?

Las habilidades duras son muy bien definidas y fácilmente medibles. Estas
son las habilidades que las personas tienen más en cuenta, pero en mi
opinión son las menos importantes a la hora de transformarse en un exitoso
emprendedor.

Siempre podrán ser aprendidas, mientras que las habilidades blandas no.

No obstante, el reconocimiento, la comprensión y enfoque en el uso de tus


habilidades duras, es esencial para maximizar tus probabilidades de éxito.

Estos son algunos ejemplos de habilidades duras que comúnmente poseen


los emprendedores.

 Código: Escribir HTML, CSS, Ruby, Java Script.

 Diseño: Adobe Photoshop, Ilustrador, Indesign.

 Escribir: Ser capaz de tomar ideas complejas y transformarlas en


historias atractivas.

 Análisis: Capacidades avanzadas para construir modelos financieros,


estadísticos y minería de datos.

 Marketing: Optimización de motores de búsqueda y plataformas de


redes sociales.

Para mí, mis habilidades duras más importantes son mi capacidad para
escribir, un conocimiento avanzado de la Suite de Adobe y un profundo
entendimiento en optimización de motores de búsqueda.

La combinación de estas tres me ha ayudado a crear contenido de alta


calidad, guías descargables y material para mis cursos online.
7. ¿Qué es lo que amas hacer?

¿Cómo invertirías tu tiempo si no tuvieras que ir a trabajar todos los días?

Mira primero que es lo que usualmente haces con tu limitado tiempo libre en
el trabajo o en casa.

¿Te gusta ayudar a tus amigos superar situaciones difíciles en el trabajo o


sus vidas personales? ¿Te gusta salir siempre los fines de semana a hacer
cosas nuevas?

Si eres como yo, entonces te gusta hacer todo aquello para lo que eres
bueno. Es la naturaleza humana. Tratar cosas nuevas y arriesgarte a fallar
puede ser frustrante al comienzo.

Intentar nuevas cosas y arriesgarte a fracasar,


puede ser doloroso, pero alimenta tu crecimiento
personal.
En este punto de mi vida amo compartir mis experiencias a través de lo que
escribo y retarme a mí mismo a correr largas distancias. Si pudiera hacer
estas dos cosas tiempo completo; sería perfecto.

Por mi propia medida yo soy bueno escribiendo y corriendo.

Sin embargo, cuando miro el pasado y recuerdo lo difícil que fue perfeccionar
mis habilidades, hubo muchos momentos en lo que contemple rendirme. Una
vez que conseguí mi primer puñado de avances, tuve el impulso y la
confianza para continuar; y poco a poco comencé a amarlas.

Dando un vistazo a las cosas que realmente te encanta hacer, e identificar


las habilidades blandas que empleas para hacerlas; te ayudará a reducir aún
más tus puntos fuertes.

8. Decide lo que viene a continuación.

Una vez que hayas realizado el proceso de identificar todas tus habilidades
blandas y duras, la siguiente pregunta que debes responder es: ¿Qué debo
hacer con este conocimiento?
Por ahora, define cuál es el top 5 de tus habilidades blandas que te llevarán
a ser más exitoso en tu emprendimiento. Adicionalmente define cuales son
las habilidades duras que definitivamente tu negocio necesita.

Lo que decidas hacer con este conocimiento es completamente tuyo. Pero te


reto a que empieces a buscar actividades que se enfoquen en desarrollar tus
habilidades principales.

Personalmente he encontrado que empezar un nuevo proyecto puede ser


una de las experiencias más gratificantes. En mi experiencia, mi website
www.ryrob.com, ha sido un instrumento que me ha permitido crear miles
de conexiones con muchas personas en los últimos años.

Conclusión.
El siguiente paso es encontrar la manera de combinar tus fortalezas blandas
y duras y utilizarlas en ideas de negocio que las comprometan.

Si eres un apasionado de la cocina, empieza a enseñarle a otros. Apuesto a


que tienes grandes probabilidades de tener éxito creando un blog de comida
u ofreciendo de cocina.

Naturalmente, tendrás que aprender habilidades relacionadas con marketing


digital. Pero al comenzar en un lugar donde estás comprometiendo tus
intereses y fortalezas, estarás motivado para seguir adelante.

Este artículo fue originalmente publicado en ryrob.com. Su traducción y


publicación en Modo Emprendedor ha sido autorizada directamente por el
autor y no puede ser reproducida por ningún otro medio.
7 preguntas para saber si podrás
tener mucho dinero.
https://www.modoemprendedor.com/preguntas-para-saber-si-podras-tener-
mucho-dinero/

Una vida acompañada de tener mucho dinero, carros lujosos, costosos


relojes, suntuosas vacaciones, y muchos lujos más; es el estilo de vida que
cualquier persona desea llevar.

Sin embargo, no son muchas las personas que logran llegar a este punto. Si
te fijas, la mayoría que lo logra son personas emprendedoras; que en cierto
momento de sus vidas tomaron un rumbo diferente a la idea convencional de
ser empleados.

Si bien es cierto que el internet ha roto barreras que hoy por hoy permiten a
cualquier persona iniciar un negocio, de una manera simple y económica; la
realidad es que el camino por recorrer, desde la creación de tu página web, a
un estilo de vida independiente con altos ingresos, no es para cualquier
persona.

Así lo afirma Bernard Marr, un reconocido best-seller, orador, líder de


negocios y experto en manejo de datos; en su perfil de Linkedin.

Antes de decidir si quieres tener mucho dinero, tendrás que hacerte


las siguientes preguntas:

1. ¿Estás seguro de que tu eres el mejor en lo que haces?

Ser bueno en lo que haces es importante en cualquier lugar; pero tener


confianza es mucho más importante. Los empresarios de éxito son casi por
defecto, seguros de sus capacidades; no solo para ofrecer su producto o
servicio, sino también en su capacidad de hacer su trabajo.

2. ¿Qué tan bueno eres haciendo Networking?


En este aspecto no solo nos referimos a repartir tus tarjetas profesionales en
una reunión de negocios. (Que es de gran ayuda por supuesto).

Marr se refiere a qué tan buena es tu habilidad en hacer conexiones. Los


emprendedores conocen muy bien cómo y cuándo obtener contactos
relevantes para su labor; no sólo para su beneficio, sino también para ayudar
a otros.

Ser bueno en Networking es una gran ventaja en el mundo de los negocios


y de seguro te facilitará el camino hacia tener mucho dinero.

3. ¿Qué tan esencial es obtener un salario mensual fijo para ti?

Para nadie es un secreto que al iniciar tu propio negocio, la idea de


estabilidad económica en las primeras etapas, es algo que no puede darse
por sentado. Será muy probable que si quieres dar este paso, tendrás que
trabajar sin la esperanza de una compensación económica grande. Lee
también: Qué piensan los ricos que la clase media no.

Si bien es cierto que la idea de independizarte te permitirá tener mayor


remuneración económica, esto no sucederá de inmediato, necesitarás estar
dispuesto a hacer sacrificios. Esto podría implicar que inicies tu negocio
paralelamente a tu trabajo actual, o vivir de tus ahorros por un tiempo.

4. ¿Cómo te sientes acerca de los riesgos y la incertidumbre?

Si la incertidumbre no te deja sentir cómodo, puede que no estés hecho para


tener mucho dinero… y el emprendimiento no es para ti.

La incertidumbre es el pan de cada día para aquellos emprendedores


exitosos. El crecimiento ocurre fuera de nuestra zona de confort. Al iniciar un
negocio, serás empujado a hacer algo nuevo casi todos los días. La mayoría
de la gente prefiere tener cierto nivel de certeza sobre las situaciones
futuras, si tú eres uno de ellos, este camino no es el que te conviene. Lee
también: 4 razones que te demostrarán por qué debes empezar a tomar
riesgos ahora mismo.

5. ¿Sufres de pánico escénico?

Si estar en frente de una audiencia es una situación que te aterra; como


director general de una empresa será muy difícil que puedas presentar ante
los inversionistas tu idea de negocio, clientes o socios potenciales e incluso
tus empleados las ideas, actividades y beneficios que les puedes ofrecer.

En adición a ello, si ser el centro de atención es una situación difícil de


manejar, tendrás que reconsiderar tu deseo de ser emprendedor, ello no
significa que tengas que amar las presentaciones en público, pero sí es
seguro que debes ser capaz de superar cualquier miedo escénico en el
momento que así se requiera.

6. ¿Estás dispuesto a trabajar días, noches y fines de semana?

La maravillosa imagen de los empresarios con fotos en las playas o la


comodidad de sus casas mientras están trabajando, puede confundirte. Si
bien es cierto que pueden trabajar desde cualquier lugar, si quieres tener
mucho dinero; eso también significa que donde quiera que estén siempre
estará en modo trabajo. Lee también: Cómo aprovechar al máximo el fin de
semana para crear empresa.

En este sentido, si eres de los que está pensando en el siguiente día festivo
sin que este haya acabado, tendrás que replantear tus planes
emprendedores y empresariales. En las microempresas, en las cuales sólo
trabaja su propietario; es muy difícil que haya la posibilidad de tomar
algunas vacaciones. No es imposible, pero no es probable que ocurra muy
seguido en los primeros años.

7. ¿Te gusta ser el jefe?

Esto puede parecer una pregunta tonta en temas sobre espíritu empresarial,
pero hay quieres son buenos en dirigir y estar a cargo; como también hay
quienes no lo son en absoluto.

No hay nada de malo si no lo eres, pero un buen emprendedor tiene que


estar preparado para ser el jefe y hacerlo bien.

No se trata de decir que una persona introvertida prefiera el camino estable


y seguro, lo que esto sí significa es un camino más largo y algo más
complicado.

Si por el contrario dirigir y estar en contacto con la gente es una cualidad


espontánea, tendrás más opciones de llegar a ser un emprendedor exitoso.
¿Cuántas de estas respuestas son afirmativas? ¿Crees que podrás convertirte
en un gran emprendedor de éxito y por ende millonario?
Cómo trabajar de manera inteligente
(15 estrategias efectivas)
https://www.modoemprendedor.com/como-trabajar-de-manera-inteligente/

En este artículo conocerás 15 estrategias para aprender cómo trabajar de


manera inteligente y por qué debes hacerlo.

¿Te ha pasado que durante tu jornada de trabajo, por momentos te sientes


lleno de energía, motivado y muy productivo, pero poco después te cuesta
mantener tu concentración, te distraes con facilidad y pierdes el enfoque de
las cosas que estás ejecutando? Lee también: Cuántas horas necesito dormir
para funcionar al 100%

Es probable que estés lleno de cosas por hacer y repartas el tiempo entre tu
trabajo, un nuevo proyecto, estudios y/o familia.

Pero, ¿cómo hacer para dejar de estar en “modo-trabajo” y tener tiempo


para otras cosas?

La solución es sencilla: Se llama trabajar de manera inteligente.

Cómo trabajar de manera inteligente.

1. Toma descansos cada 90 minutos.

Stephen R. Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”,


relata cómo la sierra eléctrica de un leñador se va desafilando por su uso.

Si este mismo leñador se detuviera de vez en cuando para cerciorarse de


que esta mantenga su filo; en el largo plazo estaría ahorrando tiempo y
esfuerzo haciendo que su trabajo sea más eficiente.

En términos prácticos, lo que esta historia nos quiere decir, es que en la vida
real, para alcanzar mejores resultados es necesario preservar y mejorar el
mejor activo que tenemos: nosotros mismos.
Esto significa tener un programa de “auto-renovación” en cuatro áreas de tu
vida:

 Física.
 Socio-emocional.
 Mental.
 Espiritual.

Recuerda, dale respiro a tus actividades.

Adicionalmente, estudios demuestran que experimentamos un ritmo


ultradiano cada 90 a 120 minutos (varía en cada persona), estos son ciclos
naturales del cuerpo que ocurren a intervalos de menos de 24 horas.

¿Recuerdas la última vez que estabas trabajando duro, te sentías lleno de


energía, productivo, pero luego de una hora y media o dos horas empezaste
a perder la concentración y a distraerte más fácilmente?

La respuesta a estos comportamientos está en los ciclos. Esta disminución de


energía hace que si estamos leyendo un libro, al finalizar estos ciclos, nos
encontraremos leyendo el mismo párrafo una y otra vez sin encontrarle
sentido.

Cuando esto ocurre nos damos cuenta que debemos detenernos y tomar un
descanso hasta que recuperemos nuestra atención y concentración. Lee
también: 5 maneras para mantener la concentración por más tiempo.

2. Prioriza y planea las tareas.


Antes de comenzar con cualquier labor, primero cerciorarte de todas las
cosas que debes hacer.

Esto te permitirá planear de una manera más sabia, ya que habrás decidido
con antelación los detalles de cada actividad para aprovechar mejor el
tiempo.

Una manera de lograrlo es tener una lista mental, o preferiblemente en un


papel, de todas las tareas por realizar.
Detente y piensa cuidadosamente qué tareas son urgentes, cuáles son más
importantes que otras, y cuánto tiempo aproximadamente te tomará
realizarlas.

Si tienes una nueva tarea por hacer, agrégala a la lista y decide qué lugar
ocupa y cuándo debes hacerla.

Recuerda que las tareas importantes son diferentes a las urgentes. Te


recomendamos este método de planeación.

3. Evita las distracciones, ejercita tu “músculo de la


concentración”.
Según Daniel Goleman en su libro “Focus: The Hidden Driver Excellence”, las
distracciones se originan de dos maneras:

 Vías sensoriales: las cuales incluyen las cosas que están sucediendo a
tu alrededor

 Distracciones emocionales: las cuales incluyen tus diálogos internos y


los pensamientos sobre cosas que suceden en tu vida.

Si te estás sintiendo emocional por algo, sabes lo difícil que es bloquear este
tipo de distracción.

Goleman explica que esto sucede por una razón; cuando algo nos molesta,
nuestro cerebro está tratando constantemente de encontrar una solución
para no tener que estar más preocupado por ello.

Desafortunadamente, bloquear esta búsqueda no nos ayuda a concentrarnos


más. Por el contrario, hará que no podamos abandonar estos pensamientos
hasta que tengamos un plan de acción.

Entonces, ¿cuál es la solución?… Ejercita tu músculo de la concentración.

Al igual que nuestros músculos físicos, nuestro músculo de la concentración


se debe ejercitar.

Ten en cuenta que este también se fatiga cuando hay exceso de trabajo, por
lo cual tratar de hacer mucho en muy poco tiempo conlleva a la fatiga
mental.

A continuación veremos otras 12 estrategias para trabajar de manera


inteligente.
4. Medita antes de trabajar.
Son muchos los beneficios de la meditación, entre ellos, está la claridad
mental después de meditar.

Si tienes tu mente despejada, evitarás las distracciones emocionales. Y por lo


tanto, optimizarás tu tiempo y podrás trabajar de manera de inteligente.

5. Pon metas diarias.

Cuando defines metas diarias, es más fácil apegarse a ellas hasta terminar.
Además, las metas diarias sirven de motivación.

Si prefieres no ponerte metas diarias, es más fácil que estés a la deriva. Y


por lo tanto, es más probable que no adelantes tanto.

6. Automatiza.
Automatizar actividades, te permitirá multiplicar el tiempo. Todo lo que
necesitas saber lo encuentras en este artículo.

7. Elimina el estrés.

Cuando aprender cómo manejar el estrés, tienes más posibilidades de


aprender cómo trabajar de manera inteligente; ya que atacas directamente
las distracciones emocionales.

Además, tu cuerpo estará en mejores condiciones para trabajar de forma


más concentrado.

8. Delega.
Es importante aceptar que no podemos hacerlo todo por nuestra cuenta. Por
eso, si es posible, debemos apoyarnos en otras personas. Eso se llama
delegar.

Haz click aquí para aprender cómo delegar en 5 pasos.

9. Acorta a tus reuniones.


Las reuniones improductivas son como un virus en todas las empresas.
Incluso en los independientes. ¡Te pueden invitar a reuniones en las que no
te necesitan!

Y asumamos que debes asistir. Es muy probable encontrar reuniones


desorganizadas que lo único que hacen, es volverse una pérdida de tiempo.

Saber cómo planear reuniones efectivas te permitirá aprender cómo


trabajar de manera inteligente.

10. Haz una cosa a la vez.

El “multitasking” es una de las mentiras más grandes que existe.

Está comprobado que hacer varias cosas a la vez, solo significa hacer varias
cosas mal. Y sucede por algo llamado residuo de atención.

11. Cálmate y piensa antes de actuar.


Cuando pensamos en trabajar, lo primero que se viene a nuestra mente es
eficacia. Y para alcanzarla, debemos ser muy conscientes de qué vamos a
hacer; antes de empezar a hacerlo.

Por esto es importante, pensar antes de actuar. De esta forma articulamos


mejor nuestros pensamientos y podemos trabajar de manera inteligente.

12. Aprender a decir “No”.

Puede ser por pena o miedo con el jefe, que caemos en el error de decir “sí”.
Por ejemplo. Imagina que ya tienes suficiente trabajo y llega tu jefe a pedirte
que hagas un informe que no te corresponde hacer.

El primer instinto es decirle que sí. Es tu jefe y no quieres que piense que no
eres un buen elemento en su equipo.

Sin embargo, hacerlo tendrá un efecto aún más negativo. Y es que por el
cúmulo de trabajo, tu productividad se va a disminuir, y como resultado,
serás un empleado que no cumple sus metas.
13. Usa la tecnología.
Hay diferentes aplicativos que te ayudan a mantener tu concentración y
productividad a tope.
No temas usarlos. Muchos son gratuitos u ofrecen periodos de prueba.

14. Haz que el dinero trabaje para ti.

Si eres empleado, entenderás el trato que hiciste con tu empleador: Estás


cambiando tu tiempo por dinero. Así de sencillo.

De esta forma, debes sí o sí, dar tu tiempo para recibir dinero. Pero ¿qué tal
si el dinero llegará sin necesidad de trabajar 8 horas al día?

Una forma de hacerlo es invirtiendo. Warren Buffett, uno de los


inversionistas más exitoso, comparte sus 7 técnicas para invertir bien el
dinero.

15. Crea una rutina.


¿Has visto que Mark Zuckerberg, uno de los fundadores de Facebook,
siempre usa camiseta negra?

Él asegura que lo hace para no perder tiempo pensando en qué ponerse.


Esto mismo pasa cuando creas una rutina.

Si sabes que de 4 pm a 5 pm es cuando respondes correos, no tienes que


pensar en qué vas a hacer a esas horas. Si todos los días te levantas
temprano y haces ejercicio, no divagarás en qué hacer apenas te levantas.

Así que crea una rutina, síguela y modifícala cuando lo consideres necesario.

Conclusión.
Aprender cómo trabajar de manera inteligente tiene muchísimas ventajas.
Y lo mejor de todo, es que podemos lograrlo mediante estrategias sencillas.
Espero que esta información sea de gran ayuda y que hagas de todos tus
días, el mejor de todos.
Los impacientes están destinados a
no ser ricos
https://www.forbes.com.mx/los-impacientes-estan-destinados-a-no-ser-ricos/

Si la paciencia no es tu fuerte y necesitas un antídoto que te permita


generar riqueza sin la ansiedad de esperar, esto es para ti.

“El 96% de la riqueza de Warren Buffett la acumuló después de cumplir 65


años. El ahorro, la paciencia y el interés compuesto son la fórmula del éxito”,
publicó en sus redes sociales, Edgar Arenas, economista, catedrático y autor
de libro “Invirtiendo y entendiendo”.

En cuanto lo leí, lo contacté porque saben, queridos lectores de +Dinero,


debo confesarles que me quedó el saco… si algo tiene el buen Warren que no
tengo yo (además de sus millones ja, ja, ja) es justamente el gen de la
paciencia. Porque creo que es genético o algo de su generación. Quizá a
ustedes también les pasa, pero eso de esperar mucho, ¡no gracias!

Necesitaba que un especialista me ayudara a despojarme de las pesadas


cadenas de la ansiedad, para abrazar la idea de invertir a largo plazo y llegar
a viejita con algunos millones en mi cuenta bancaria, así como la aplicó el
Oráculo de Omaha.

De veras que quería cambiar esa mentalidad y ¿qué creen? Se me cumplió y


es justo lo que quiero compartirles hoy. No se pierdan todo lo que tengo que
contarles aquí porque puede cambiar sus vidas, los invito a quedarse hasta el
final.

“Quien entiende el interés compuesto está destinado a hacerse


millonario”
El primer punto es tener muy claro que casi nadie se hace rico de solo
trabajar y aun cuando trabajes de sol a sol, tu patrimonio difícilmente llegará
a ser como el de los millonarios que vemos en la tele. La clave está en
invertir.

Mientras más trabaja tu dinero, menos trabajas tú.


“En materia de generación de rendimientos lo que la matemática nos permite
ver es que la capitalización diaria más el capital invertido genera una masa
crítica. Albert Einstein lo comprendió muy bien y así lo expresó: quien
entiende el interés compuesto está destinado a hacerse millonario; quien no
lo entiende, está condenado a pagarlo”, señala Edgar Arenas.

Desde su perspectiva, el mercado de valores conlleva un valor agregado que


únicamente se ve a largo plazo. El interés compuesto permite que tu capital
inicial aumente con los mismos intereses que genera, ese incremento es
exponencial en cada periodo y así se obtiene beneficio mayor con el tiempo.
En resumen, son ganancias de tus ganancias. Y aquí la paciencia es la clave.

¡Yo también quiero ser una abuelita viajera a mis 70!


Hasta ahí vamos bien, ¿correcto?

Sigamos.

Cuando sales de vacaciones a la Riviera Maya o a esos destinos turísticos


llenos de extranjeros en sus años dorados, ¿no te preguntas cómo le hacen
para pasarla tan chévere pidiendo margaritas y gozando de su segundo mes
de hospedaje si ya no perciben un sueldo?, ¿acaso todos se ganaron la
lotería?

Edgar me despejó esa duda existencial: a diferencia de lo que pasa en


México, ellos llevan gran parte de su vida invirtiendo. Luego añadió una frase
que me inspiró: “Me parece que quien entiende la economía entiende la
vida”. ¡Aiñ! Yo todavía estoy en eso, Edgar, pero echándole ganas.

Bien, ahora dos aclaraciones más antes de continuar:

Desafortunadamente en el planeta solo hay un Warren Buffett y un Jeff


Bezos, no obstante, la generación de riqueza a través de las inversiones y el
interés compuesto están ahí, al alcance de muchos, solo hay que atreverse a
dar el primer paso. Y entre más joven te animes, mejor.

Nada bueno en la vida sucede en periodos cortos y si te dicen que invirtiendo


aquí o allá triplicarás tus ganancias, mejor aléjate porque estás en terrenos
peligrosos.
La diferencia entre riesgo y volatilidad
“Para que te puedas diversificar de forma eficiente necesitas asumir ciertos
niveles de riesgo que tienen que estar muy medidos de acuerdo a tus
particularidades, la principal característica que te permite asumir más riesgo
es el plazo”, explica el especialista en inversiones.

Además, nos sugiere tener bien clara la diferencia entre riesgo y volatilidad.
Veamos:

RIESGO. La única manera de diluir el riesgo es diversificándote: ten tus


canicas en varias bolsas. Mientras más concentrado esté tu patrimonio en un
activo de inversión, tu nivel de riesgo aumentará; cuanto más lo
diversifiques, el riesgo se disolverá.

VOLATILIDAD. Es el cambio en el valor de un activo en un periodo


determinado. La realidad aquí es que todo cambia de valor, desde que
empezaste a leer este artículo hasta este momento, el precio de una acción,
de un bono, de un bien raíz, de un metal, una pintura, todo varió.

“La única manera de diluir la volatilidad es con tiempo, con plazo. Mientras
más plazo le des a tu inversión, tu volatilidad disminuirá muchísimo porque
todos los mercados en el largo plazo regresan, sin importar si hablamos de la
crisis hipotecaria subprime o de la crisis de salud pública más grande en la
historia de la humanidad: el plazo es indispensable para tener rendimientos
atractivos”, explica Edgar Arenas.

La regla del 72
Y llegamos a uno de los aspectos que más me interesa que te lleves en
mente hoy. ¡Sigue leyendo, por favor!

En una sociedad en la que vivimos acelerados, una gran forma de mitigar la


impaciencia es saber cómo para cuándo nuestra inversión se podría duplicar,
¿cierto?

Para ello, el autor del libro “Invirtiendo y entendiendo” nos aconseja usar la
regla del 72.
Toma ese 72 y divídelo entre la tasa de interés que te esté pagando tu
inversión. Pongamos como ejemplo un 4%, el rendimiento aproximado que
dan los pagarés bancarios: 72/4 = 18.

Este número te dice el tiempo en el que tu inversión se habría duplicado, o


sea, en 18 años.

¡Paciencia, vieja amiga…nos encontramos de nuevo!

Entendamos esto con el ejercicio de un portafolio de


inversión
Para adentrarnos todavía más en esto que creo que ya te está gustando
también, veamos cómo funcionaría el cálculo con base en los rendimientos
de un portafolio de inversión hipotético compuesto de la siguiente forma:
70% inversión en Cetes, 20% en la Bolsa Mexicana de Valores a través del
Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), un fondo de inversión o un NAFTRAC,
y 10% en un fondo de inversión dolarizado.

“Un portafolio moderado como este en lo que va del siglo ha pagado más o
menos 15% de rendimiento cada año, con sus años buenos y malos. Si
dividimos 72 entre 15, tenemos que habrías duplicado tu dinero cada 4.8
años; a eso démosle un horizonte de 10, 20, 30, 40 años. Con un escenario
así, un universitario podría empezar a ahorrar e invertir prácticamente lo que
se gasta en unas papas, unas galletas y un refresco (cerca de 50 pesos) y,
en su último día de trabajo, retirarse con varios millones en el bolsillo,
aportando cada mes el dinero que se gasta en la tiendita”, advierte el
especialista en inversiones.

¡Pero yo ya dejé de ser universitario(a) hace mucho!


Está bien, está bien, yo pensé lo mismo que tú.

Por eso hicimos el ejercicio con base en mi edad: 36 años. Si eres mi


contemporáneo o rondas esas décadas, pon atención.

Para jubilarme me faltan 29 años, si procuro tener un portafolio de inversión


como el que vimos arriba, estaría obteniendo una tasa de interés de 15% anual.
Ahora bien, si yo invirtiera 1,500 pesos y siguiera aportando cada mes 50
pesos (lo de las papitas, las galletas y el refresco) reuniría 523,500 pesos
después de 29 años. Nada mal, eh.

No obstante, lo que generaría por interés compuesto esa cantidad sería nada
menos que 6 millones 891 mil 753 pesos. Por lo tanto, eso significaría que el
total de mi capital inicial más el rendimiento me permitirían tener 7 millones 415
mil 253 pesos en el banco para cuando sea una cabecita blanca.

Definitivamente esto me recuerda que la verdad quiero irme a hospedar a un


hotel cool y pasar ahí varias semanas siendo la envidia de los jóvenes del
futuro.

¿Y todo eso, cortesía de lo que me habría gastado en un “chesco” y unas


papitas? He ahí el poder de gastar el dinero en lo que realmente vale.

Consejos para empezar ahora que sabes esto


Una vez que tenemos claro el horizonte de posibilidades, lo recomendable es
acercarnos a especialistas e instituciones 100% confiables para poner a
trabajar nuestro dinero.

“Hoy en México hay varias opciones que te permiten invertir con cantidades
muy pequeñas, hay intermediarios en el mercado de valores mexicano o la
casa de bolsa donde puedes abrir una cuenta de inversión con 100 pesos y
hay contratos que te permiten acceder a comprar fondos de inversión,
bonos, acciones, entre otros. Literalmente puedes comprar acciones de lo
que tú me digas en México y en el mundo con lo que te cuesta una cerveza
en el estadio azteca (119 pesos)”, finaliza el especialista.

El primer paso para llegar a la meta es involucrarte. Todos le tememos a lo


desconocido, la cuestión es si es más fuerte el temor o las ganas de lograr
algo grande. Además, preguntando se llega a Roma.

Y un último tip para vencer la manía por los resultados exprés: revisa las
historias de quienes se han hecho millonarios de la noche a la mañana, tal
vez sean mentira, fraudes, películas o simplemente hechos aislados…

En su lugar, echa un vistazo a las historias de éxito de personas a las que les
fue muy bien siendo constantes, disciplinadas, que invirtieron tiempo en
estudiar sobre finanzas personales e inversiones. ¡Ahí sí que vas a encontrar
muchos ejemplos y no hay duda de que podrás unirte a la lista si te lo
propones!
4 Pasos para Aprender cómo
Aprovechar el Tiempo.
https://www.modoemprendedor.com/como-aprovechar-el-tiempo/

En este artículo conocerás un método de 4 pasos que te enseñarán cómo


aprovechar el tiempo y multiplicarlo a tu gusto.

Siempre he pensado que si pudiera pedir un deseo, sería controlar el tiempo.


Aprendería todo lo que quiero, corregiría errores y evidentemente sería más
productivo.

Desafortunadamente no conozco al genio, ni tengo la lámpara… pero ser


productivo es obligatorio.

Saber cómo aprovechar el tiempo es una característica de las personas


efectivas y parte del éxito de esta labor, yace en saber priorizar; como lo
resalta Stephen Covey en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente
efectiva.

Tendemos a organizar nuestro tiempo cotejando importancia vs urgencia, de


esa manera priorizamos, ¡pero de esa misma manera vemos que las 24
horas del día no son suficientes!

Las 3 dimensiones del manejo del tiempo.


Diferentes líderes han añadido una dimensión al “manejo del tiempo”: la
relevancia. Y definen las 3 dimensiones así:

 Urgencia: ¿Qué tan pronto importará?

 Importancia: ¿Qué tanto importa?

 Relevancia: ¿Durante cuánto tiempo importará?

Gracias a esto nace el concepto de multiplicar el tiempo, que es vital para


saber cómo aprovechar el tiempo.
Priorizando como lo hacemos regularmente, lo único que estamos logrando
es intercambiar el orden de las actividades; así que el tiempo que tenemos
para realizar nuestras tareas es el mismo.

Teniendo en consideración la relevancia, podemos crear más tiempo para


realizar nuestras actividades profesionales sin dejar de lado familia, hobbies
y amigos.

¿Cómo aprovechar el tiempo multiplicándolo?


La respuesta es sencilla: Dándonos permiso hoy, de hacer algo que nos
ahorrará tiempo en el futuro.

En su libro titulado Procrastinate on Purpose, el co-fundador de


Southwestern Consulting y autor del best-seller Take the Stairs: 7 Steps to
Achieving True Success, Rory Vaden; explica cuáles preguntas nos debemos
hacer antes de realizar cualquier tarea:

1. ¿Es necesario hacer la tarea ahora? ¿La tarea se puede eliminar?

2. ¿La tarea se puede automatizar?

Un ejemplo sencillo es invertir tiempo hoy definiendo los roles de los


miembros en una familia; así todos saben exactamente cuáles son sus
obligaciones en la casa y de esa manera no pierden tiempo todos los días
discutiendo quién hace qué.

Al invertir tiempo hoy, liberamos tiempo para mañana y vamos


multiplicándolo.

3. ¿La tarea se puede delegar?

Rory explica que la razón #1 por la cual no delegamos, es que “nadie hará
las cosas tan bien como nosotros”. La cuestión está en que en algún punto
esa persona dominará la función tan bien como nosotros y ahí empezaremos
a ver los frutos de haber invertido el tiempo de enseñarle.
4. Si la tarea no se puede eliminar, ni automatizar, ni delegar, quedan 2
opciones:

 Concentrarnos y realizarla si debe hacerse de inmediato.

 Si la tarea se puede hacer después, podemos procrastinar a propósito


volviéndola a poner en el final de nuestras prioridades. Si vemos que
repetidamente la tarea continúa sin realizarse, en algún punto haremos
lo que debimos haber hecho desde el principio; que es eliminarla.

La importancia de saber cómo aprovechar el tiempo y no


procrastinar.
Rory dice que la procrastinación es la base de la mediocridad y la asesina del
éxito.

Debemos aprender a diferenciar cuándo se deja de hacer algo que debemos


hacer porque no sentimos que es el momento adecuado (procrastinar);
o cuándo dejamos de hacer algo porque decidimos que no es el
momento adecuado. Así damos relevancia a lo verdaderamente
importante.

En palabras de Rory, el problema no es que estemos muy ocupados, el


problema es que no estamos en control de la situación… la buena noticia es
que somos los suficientemente poderosos para decidir qué hacer y qué no
hacer con nuestro tiempo.
Cómo ser más inteligente:
41 Hábitos comprobados
por la ciencia
https://www.emprendiendohistorias.com/como-ser-mas-inteligente/

¿Alguna vez te has preguntado cómo ser más inteligente, has sentido que
las personas que tienes a tu alrededor saben más que ti, o quieres mejorar
tu capacidad mental?

Si bien es imposible saber absolutamente todo, y dominar a profundidad


todos los temas; sí existen ciertos hábitos, comportamientos, decisiones y
actitudes que te pueden ayudar a ser más inteligente.

¿Cómo ser más inteligente?

Lo primero es entender que la inteligencia es algo flexible, por lo cual puedes


adquirir ciertos hábitos y comportamientos que te van a permitir incentivarla,
al igual que hicieron las personas inteligentes.

Sin embargo, necesitas desarrollar tres variables mentales para que al


momento de aprender cómo ser más inteligente, esto sea mucho más
fácil.

Cada una de ellas serán indispensables para tu objetivo.

1. Lo primero que necesitas es entrenar tu proceso mental.

2. Tener muchas fuentes de información y referentes.

3. Y enfocarte en un problema, área de interés o campo de trabajo.

Todos sabemos qué tan inteligente era Thomas Edison y cómo sus inventos
llevaron a la humanidad a la siguiente nivel. Analizando su idea del bombillo
bajo estas variables, encontramos lo siguiente:

1. Thomas Edison con cientos de intentos estaba entrenado en pensar


de manera lógica.
2. Era un experto en ingeniería eléctrica

3. Y por último se centró en solucionar un problema.

Lo que esto demuestra es que, ante la pregunta de cómo ser más


inteligente, encontrarás la respuesta en los hábitos que practicas a diario.
Así que para empezar, aquí tienes 17 cosas que puedes hacer todos los días
para ser más inteligente.

Cómo ser más inteligente por medio de tus hábitos diarios:

Crédito: Shutterstock

1. Toma dos vasos de agua


dentro de los 30 minutos
luego de despertarte

Debido a que llevas horas


durmiendo, tu cuerpo no se ha
hidratado de la manera correcta
por un largo periodo de tiempo. Se ha establecido que el agua es necesaria
para filtrar la «basura» en tu cuerpo y tener un balance.

Por lo que dos vasos grandes de agua equilibrarán nuevamente la cantidad


de agua que tu cuerpo necesitó durante la noche.

De acuerdo a dos estudios(1 y 2) realizados en niños, se demostró que


tomar agua incrementa la habilidad para completar tareas mentales.

Así que asegúrate que tu cerebro no esté deshidrato al momento de


levantarte, sin duda alguna, esto te ayudará en tu proceso de cómo ser más
inteligente.

2. Lee el resumen de un libro durante el desayuno

Leer libros es algo grandioso, pero al momento del desayuno, con el poco
tiempo que dispones, es preferible algo más corto.

En lugar de leer artículos de noticias que poco te ayudan en tu búsqueda de


cómo ser más inteligente, mejor lee resúmenes de libros exitosos.

Por ejemplo, aquí tienes las 80 enseñanzas del libro Piense y Hágase Rico
3. Escucha podcast o audiolibros cuando estés en movimiento

Así sean tan solo 10 minutos en tu bicicleta, en transporte público o tu carro,


mantén en tu celular algún audio que estimule tu aprendizaje. Esta es una de
las claves para leer más libros en un año. Aquí tienes fuentes interesantes:

o Charlas TED (Puedes descargar estos audios de tal forma que no


consuman datos de internet).

o Audiolibros en español recomendados para emprendedores

o Podcast de tus autores favoritos.

Si lo piensas, una de las maneras más fáciles de entrenar tu cerebro y ser


más inteligente es cambiar tu música por podcasts o audiolibros. Estos son
una fuente inagotable de conocimiento que tienes a la distancia de un clic.

Muchas veces no tienes tiempo de sentarte a leer un libro; entre tu trabajo,


movilizarte y trabajar en otros proyectos personales, puede que no te quede
mucho tiempo.

Para esto sirven los audiolibros, para utilizar ese «tiempo muerto» cuando te
movilizas y escuchar los consejos, estrategias y puntos de vista de grandes
personajes de la historia, lo cual sin duda alguna ayuda en tu búsqueda de
cómo ser más inteligente.

Además, gracias al programa Audible de Amazon con más de 180.000 títulos


seguramente encontrarás alguno que te guste.

Lo mejor de todo es que tienes 30 días de prueba así que inténtalo, a ver
cómo te parece.

Este programa consiste en que por un pago mensual tienes acceso a la


biblioteca de audiolibros de Amazon, la cual cuenta con una gran variedad de
contenido, formatos, temáticas e idiomas.

Aquí algunos de los mejores audiolibros que encontrarás en este programa


para ayudarte en tu búsqueda de cómo ser más inteligente.

o Los secretos de la mente millonaria

o Piense y hágase rico


o AgilMente

o Cómo ganar amigos e influir sobre las personas

o Piensa como un genio

4. Toma té verde mientras trabajas

Mientras que la cafeína vuelve a las personas ansiosas, el té verde contiene


L-teanina. Este aminoácido genera un incremento en las ondas «alfa»
cerebrales.

En palabras sencillas, mientras que el café puede inducir a la ansiedad, el té


verde de calidad induce a un estado de enfoque tranquilo sin producir sueño.

Es por esto que la L-teanina se vende como suplemento que ayuda a la


relajación y al mejor funcionamiento cardiovascular.

5. Toma siestas durante el día

Tomar siestas le permite a tu cerebro estar fresco. Incluso, está demostrado


que las siestas durante el día incrementan la velocidad de aprendizaje y por
ende, contribuye en cómo ser más inteligente.

Tu mente tiene un ritmo que determina cuando se está quedando dormida y


cuando necesita dormir.

El promedio de las personas siente más sueño entre el medio día y las 4 de
la tarde. Así que este es un tiempo excepcional para tomar una siesta, lo que
te hará más productivo y rendir a un mayor nivel durante el día.

6. No tomes azúcar durante el día

Lo ideal sería que te olvidaras por completo de la azúcar. Pero, en el caso de


no ser capaz (por cualquier razón), asegúrate de no consumirla en los
momentos cuando necesites estar más concentrado.

Los altos niveles de azúcar, seguido de unos bajos, no son recomendados


para que tu mente funcione inteligentemente.

Puedes intentar cambiar los alimentos altos en azúcar por ácidos grasos,
como lo son el pescado y el huevo.
7. Utiliza tus redes sociales únicamente un par de veces al día

El cerebro se adapta al tipo de información que le arrojas. Si constantemente


lo estás bombardeando con información que no lo estimula y varía
rápidamente, como lo son las redes sociales, tu atención se verá seriamente
afectada.

¿Cómo ser más inteligente? Mantén tu cerebro estimulado con


información relevante y de valor.

Si tienes la necesidad de postergar o entretenerte por unos minutos,


configura un temporizador y no pierdas tu mente dando «scroll» hacia abajo
con las últimas publicaciones de tus amigos.

8. Prefiere los videojuegos por encima de las series de televisión o


películas

Mirar televisión es una actividad pasiva, a menos que utilices Netflix para ver
documentales que te formen de alguna manera. Esto quiere decir que tu
cerebro está consumiendo información pero no está interactuando con ella.

Sustituye esta actividad con los videojuegos. Un estudio realizado en el 2014


demostró que un juego sencillo como Super Mario tiene un impacto visible
sobre la flexibilidad de tu cerebro, y consecuentemente en tu búsqueda de
cómo ser más inteligente.
Para ser más inteligente involucra tu cerebro en todas las actividades que
sea posible.

9. Lee un libro en vez de ver televisión

Al igual que jugar un videojuego en vez de ver una película, leer un libro es
un entrenamiento para tu cerebro.

Mientras que el consumo de entretenimiento audiovisual es una actividad


pasiva, la lectura de un libro te exige la construcción de imágenes mentales
de lo que está leyendo.
¿Cómo ser más inteligente gracias a la lectura?
Los beneficios de leer son los mismos, independientemente si estás leyendo
Juego de Tronos, El libro negro del emprendedor o La Guía Completa de
Inversión del Wall Street Journal. No importa lo que leas, este hábito te hará
más inteligente.

La lectura reduce el estrés, algo que te hace sentir mejor contigo mismo e
incrementa los tres tipos de inteligencia–cristalizada, fluida y emocional.

Esto te ayuda resolviendo problemas, conectando diferentes pedazos de


conocimiento para tener un mejor día, detectando patrones, entendiendo
procesos e interpretando acertadamente los sentimientos de las demás
personas.

En tu trabajo, esto se traduce en un mejor entendimiento de cómo suceden


las cosas y en mejorar tus habilidades gerenciales.

Ver: 210 Libros gratis en PDF para descargar de manera legal

10. Aprende algo de programación:

La programación es una excelente manera de aprender a pensar con lógica y


con patrones.

Anteriormente esta habilidad resultaba difícil de aprender, pero con


plataformas como CodeAcademy que te enseña gratuitamente, o Udemy que
tiene clases gratuitas y pagas, la programación se volvió accesible a todo el
mundo.

Puedes considerar esta habilidad como el siguiente nivel de los


rompecabezas; además si decides aprender, esto aumenta tus
probabilidades de adquirir un empleo.

Si estás interesado, aquí tienes los 17 cursos de programación más


demandados en la actualidad

11. Observa las charlas TED mientras cocinas:

Mientras preparas tu comida tienes un espacio interesante para aprender


cómo ser más inteligente. Utiliza este tiempo para mirar alguna charla que te
interese en TED, (Technology, Entertainment, Design) existen muchas
temáticas que pueden interesarte y que puedes aplicar en tu vida.

Con una sola charla que veas, estás transformando un tiempo muerto en un
tiempo de creatividad y valor para tu vida. Es lo mismo que ver las noticias,
pero escuchando a las personas más inteligentes e interesantes de este
planeta.

12. Haz algunos ejercicios simples durante el día:

El cuerpo y la mente están fuertemente relacionados. Tener un buen estado


físico, y desarrollar hábitos saludables, te ayuda a que tu mente funcione
mejor, y por ende se facilitará tu búsqueda de cómo ser más inteligente.

Aunque esto no significa que tengas que ir al gimnasio todos los días para
beneficiarte de esto (deberías). Hacer algunas flexiones y abdominales
durante el día, caminar y subir las escaleras de tu edificio o trabajo puede
tener un impacto positivo.

Intenta hacer algo de ejercicio cada hora de tu día, así sea tan solo
levantarte y caminar un poco, estirarte o tensionando tus músculos lo más
que puedas durante 10 segundos.

Ten presente que hacerlo de vez en cuando no sirve, ocasionalmente el


ejercicio no te hará ser más inteligente. Cuando haces ejercicio
regularmente es mucho más efectivo que hacerlo de vez en cuando.

Esto se debe que el ejercicio constante logra que tus células se llenen de una
proteína llamada BDNF, que te ayuda con la memoria, la concentración y el
entendimiento. Lo que también se conoce como agudeza mental.

Algunos científicos especulan que quedarte sentado por un largo periodo de


tiempo tiene el efecto contrario, afectando el funcionamiento de tu cerebro y
tu destreza mental.

13. Pasa tiempo con personas que sean más inteligentes que tú

Los hábitos son contagiosos socialmente. Aunque no lo creas, es un hecho


científico que la obesidad se trasmite por medio de las redes sociales (aquí
puedes ver más de esto).
Los pensamientos positivos o negativos, y los hábitos de las personas con las
cuales pasas la mayor parte de tu tiempo terminarán siendo parte de ti, así
que escoge bien con quien pasas tu tiempo.

Exponte e interactúa con personas que sean más inteligentes que tú, así
saldrás beneficiado.

14. Habla con personas que no están de acuerdo contigo

Genera discusiones agradables y amigables con personas que están en


desacuerdo contigo en cualquier tema. Discutir con ellos te permite:

 Perfeccionar tus argumentos


 Convencerte de que estás equivocado
En ambos casos ganarás; en el primer caso convencerás a la otra persona de
tu perspectiva, y en la segunda, entender algo que anteriormente
desconocías.

15. Ve y camina en un parque, o en la naturaleza

Caminar en un parque, o cerca de la naturaleza tiene muchos beneficios en


cuanto a cómo ser más inteligente:

 Encontrarás más oxígeno producido por las plantas.


 La mente humana se tranquiliza cuando está cerca de las plantas.
 Caminar le ayuda a la circulación de tu sangre.
Caminar por un rato durante tu hora de almuerzo puede ayudarte
enormemente en el trabajo. Grandes personajes como Steve Jobs y Mark
Zuckerberg entienden la importancia y los beneficios de caminar. Así que
aprovecha cualquier momento del día para salir a dar un paseo.

16. Mantén una agenda o donde tomar notas

Grandes mentes como Leonardo Da Vinci siempre cargaban consigo una


agenda donde podían tomar notas. Ellos lo utilizaban para escribir ideas,
hacer prototipos o para apuntar preguntas que surgían.
Tener un pequeño cuaderno donde escribir cosas interesantes puede
ayudarle a tu mente en su proceso mental y para ser más creativa.

17. Tómate 10 minutos de tu día para planear el día de mañana

Si planeas el día de mañana antes de empezar, comenzarás tu día con un


plan. Esta simple actividad te permitirá ser mucho más productivo.

Entender cómo ser más inteligente implica tener claro que para ser exitoso
no solo necesitas trabajar duro, sino de una manera inteligente. Así que
desarrolla una rutina en la mañana que te prepare para tener un día de
éxito.

Cómo ser más inteligente por medio de la manera como piensas

A la hora de aprender cómo ser más inteligente, debes tener presente que
este va más allá de tu coeficiente intelectual.

Y es importante aclararlo porque, desafortunadamente, el sistema educativo


nos ha hecho creer que si no somos lo suficientemente buenos en
matemáticas, ciencias o español, entonces no somos considerados
inteligentes.

Sin embargo esto dista bastante de la realidad; para aprender cómo ser más
inteligente debemos ser creativos, reflexivos, amables y tener la capacidad
de adaptarse en un mundo en constante cambio.

En otras palabras, implica desarrollar diferentes tipos de inteligencia.

El neurocientífico Ed Boyden del MIT sugiere los siguiente hábitos mentales


que te pueden ayudarte en tu búsqueda de cómo ser más inteligente.

18. Constantemente sintetiza nuevas ideas

Según este científico, leer de manera pasiva no sirve de mucho para


aprender. Más bien sugiere aplicar el modelo de anotar, modelar, pensar y
sintetizar.

Esto te permitirá profundizar el aprendizaje, llegar a soluciones mucho más


creativas y tener una mente mucho más receptiva a diferentes puntos de
vista.
19. Aprende cómo aprender

En una era donde la tecnología está cambiando aceleradamente, tener la


habilidad de aprender rápido es sumamente importante.

Como planteó Alvin Toffler, «los analfabetas del Siglo 21 no serán los que
no saben leer y escribir, sino aquellos que no saben aprender, desaprender y
volver a aprender»

Como ser más inteligente no depende tanto de lo que sabes, sino de tu


habilidad para adquirir nuevos conocimientos.

20. Trabaja en sentido contrario desde tu objetivo

Trabajar hacia adelante puede ser riesgoso, porque puede suceder que
nunca llegues. En lugar de esto, trabaja hacía atrás, teniendo claro tu
objetivo, tus esfuerzos estarán siendo dirigidos hacia el próximo paso que
continúa.

21. Siempre ten un objetivo de largo plazo

La gran mayoría de personas se enfoca en la recompensa inmediata y en los


objetivos de corto plazo, sin embargo, el verdadero poder se encuentra en
establecer un plan para tu futuro.

Como dijo Bill Gates en una de sus famosas frases de éxito, “la mayoría de
personas sobrestima lo que pueden hacer dentro un año y subestiman lo que
pueden lograr dentro de diez”.

22. Ten mapas de contingencia

Tener una visualización de cómo las cosas se conectan puede hacer una gran
diferencia. Podrás tener la claridad de cómo el tiempo y el esfuerzo van
correlacionados con tu éxito.

23. Para aprender cómo ser más inteligente colabora con los demás
Detrás de toda gran persona, hay un gran equipo de trabajo. No creas que
los grandes logros son producto de resultados individuales.

Por lo general, estos son el resultado del esfuerzo de equipos de personas


que se complementan, que mejoran y que tienen procesos en el largo plazo.

24. Equivócate rápidamente

Esto ya lo sabes: No hay nada malo en equivocarte. La cuestión es


cometerlos lo más rápido posible y continuar con tu proceso. Entre más
rápido lo hagas podrás aplicar sus lecciones en tu proceso de cómo ser más
inteligente.

¿Qué se necesita para lograrlo? No tener miedo de cometerlos en primer


lugar y verlos como parte de un proceso de mejoramiento continuo.

25. Desarrolla fórmulas ganadoras

Cuando encuentres algo que esté funcionando, evalúa que escenarios,


comportamientos y herramientas contribuyen a este resultado.

¿Cuál es el objetivo de esto? Que la próxima vez que te enfrentes a algo


similar, ya sabrás exactamente lo que debes hacer.

Para aprender cómo ser más inteligente debes identificar escenarios


ganadores y aplicarlos en el futuro.

26. La clave está en documentar todo

Es preferible tener un lápiz corto que una memoria larga. Recuerda que en
gran parte la inteligencia y el proceso de aprendizaje consisten en la manera
como ves, e interpretas, lo que ves.

Para lograr esto deberás documentar, identificar patrones y señalar puntos


de referencia que te permitan aprender mucho más rápido.

27. ¿Cómo ser más inteligente? Mantén las cosas lo más simple
posible
No hay mejor forma de explicar esto que la frase de Albert Einstein:

Si no puedes explicárselo a un niño de 6 años, no lo estás entendiendo.

La inteligencia, a diferencia de lo que piensan muchos, no se trata de ver las


cosas complejas o de utilizar términos que pocos conocen. Así que si te
preguntas cómo ser más inteligente recuerda:

La inteligencia es hacer de lo complejo algo simple, algo que puedes utilizar


en tu día a día y que sirve a una gran cantidad de personas.

Cómo ser más inteligente entrenando tu cerebro

No es un secreto que entrenar tu cerebro tiene grandes beneficios para tu


salud y tu desarrollo personal.

No solo evitarás esas situaciones incómodas de no recordar a esas personas


que te saludan.

También reducirás el riesgo de enfermedades como el Alzheimer, además de


poder obtener ese aumento, un mejor puesto de trabajo y relacionarte
mejor.

Entonces, ¿qué cosas puedes hacer para entrenar tu cerebro y de paso


responder tu pregunta de cómo ser más inteligente?

28. Aprende un nuevo idioma

Lo más importante de aprender un nuevo idioma es que te expones a nuevos


pensamientos, a estructuras mentales diferentes y la alternativa para
expresarte distinto.

Busca cursos online de inglés, o de ese idioma que siempre has querido
aprender, existen muchas alternativas gratuitas en internet. Aquí tienes 4
alternativas por ejemplo:

o Duolingo

o Babbel

o Memrise

o Bussuu
Aprender un nuevo idioma entrenará tu cerebro, te hará más inteligente y te
abrirá muchas nuevas puertas y oportunidades de negocio en tu vida. El
dinero no es una excusa para no hacerlo.

Otras maneras de practicarlo es viendo películas, escuchando música y


conociendo personas que hablen el idioma que quieres aprender. Hasta
puedes configurar el idioma de tu teléfono para que a diario te expongas a lo
que quieres aprender.

Las investigaciones han demostrado que las personas que son bilingües son
mejores resolviendo acertijos en comparación con aquellos que solo hablan
uno.

Aprender un nuevo idioma le permite a tu cerebro desenvolverse mejor en


cualquier actividad que sea demandante; esto incluye funciones ejecutivas
como la planeación y la resolución de problemas.

Adicionalmente, hablar por lo menos dos idiomas afecta positivamente tu


habilidad para monitorear tu entorno y para enfocarte mejor en los procesos.

29. Toma cursos en línea gratuitos

Todos los tienes la oportunidad de aprender algo nuevo. Bien dice Mahatma
Gandhi:

Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir siempre.

Desde cursos para dominar tus finanzas personales, hasta cursos en


jardinería, excel, idiomas o cualquier cosa que se te ocurra, encontrarás
alternativas gratuitas en internet para hacerlo.

o Coursera

o edX

o Udemy

30. Aprende a armar un cubo de rubik:

Un cubo de rubik más allá de ser un pasatiempo, es un verdadero reto


mental que te exige aprender algorítmos, tener un pensamiento sistemático
y comprender la función de cada pieza dentro de este cubo. En otras
palabras, que te enseña cómo ser más inteligente.

Los cubos son una excelente alternativa para entretenerte y desconectarte


de tu trabajo, con seguridad que serás mucho más inteligente y entrenarás
tu cerebro.

31. Juega retos o juegos que exijan tu mente

Rétate aprendiendo a jugar ajedrez, pero no como principiante, sino entiendo


y aplicando sus estrategias y manera de ganar.

Como ya mencionamos, al igual que los videojuegos, estos te permiten


entrenar tu cerebro y ser más inteligente, ya que estos exigen
concentración, toma de decisiones inmediatas y una visión global de tu
pantalla.

Una excelente alternativa es Lumosity, una aplicación web con un


entrenamiento cerebral creado por científicos y diseñadores. Setenta
millones de personas de 182 países ponen a prueba sus cerebros con más de
sus 25 juegos.

32. Aprende a tocar un instrumento

Cuando escuchas música varias partes de tu cerebro se activan, pero cuando


tocas un instrumento, esto se convierte en un entrenamiento total para tu
cerebro.

Se ha demostrado que aprender y tocar un instrumento tiene efectos de


largo plazo sobre tu inteligencia.

Si quieres aprender más, en la charla TED Anita Collins, ella explica cómo
funciona el cerebro de los músicos cuando tocan un instrumento y los
beneficios que esto tiene en su mentalidad (escoge la opción de subtítulos en
español).

Ver: 35 Páginas interesantes y útiles que te harán más inteligente

33. Memoriza los números de teléfono de tus amigos


Esto no se trata de aprenderlo para sorprender a tus amigos. Es el hecho de
recordar conscientemente un número, un evento o un objeto.

Es más, cuando recuerdas algo y luego lo discutes con amigos o familiares,


se ha demostrado con estudios cerebrales, que esto ayuda a entrenar tu
mente y esto influye en como ser inteligente.

Este tipo de actividades activa los niveles de operación de tu cerebro–recibir,


recordar y discutir información es una excelente manera de entrenar tu
cerebro.

Ver: Cómo salir de la zona de confort: 40 Trucos para lograrlo fácilmente

34. Crear un blog te puede ayudar a ser más inteligente

Seguramente te estás preguntando de qué sirve crear un blog a la hora de


entrenar tu cerebro y ser más inteligente.

Resulta que el proceso de crear un blog desde cero tiene enormes retos,
aprendizajes y acertijos que definitivamente tienen un efecto positivo sobre
tu inteligencia.

Si bien podrás aprender cómo ganar dinero por internet, y hasta vivir de tu
negocio digital; un blog se convierte en una fuente de aprendizaje.

Lo que escribes, investigas y publicas; los comentarios, críticas y sugerencias


que recibes. Todo es una fuente de conocimiento.

El hecho de no vivir haciendo procesos, sino investigando y tomando


decisiones es una alternativa para lograr tu objetivo.

35. Aliméntate bien y come chocolate negro

Existen alimentos que te ayudan a que tu cerebro funcione mejor, tales como
el pescado, las frutas y los vegetales. Y aunque no lo creas, el chocolate
negro es pura energía para tu cerebro.

¿Por qué el chocolate negro? Este hace que tu cerebro produzca dopamina,
la que te permite aprender más rápido y recordar más. Adicionalmente el
chocolate tiene antioxidantes que mejoran el funcionamiento de tu cerebro.
Por último, aprende cómo ser más inteligente y divertirte al mismo
tiempo

Es posible ser más inteligente por medio de tus hobbies.

¿Cómo ser más inteligente y divertirse al mismo tiempo? Por mucho tiempo
se pensó que las personas nacían con cierto nivel de inteligencia, y que lo
mejor que podíamos hacer era vivir según nuestro potencial.

No obstante, los científicos han demostrado que podemos incrementar


nuestro potencial y disfrutar mientras lo vamos haciendo.

Hoy sabemos que al aprender nuevas habilidades, nuestro cerebro está


creando nuevos caminos naturales que le permiten trabajar mucho más
rápido y de mejor manera.

Así que para terminar esta lista de hábitos comprobados por la ciencia para
ser más inteligente te dejamos algunos hobbies que te harán más inteligente
y su explicación.

36. Tocar un instrumento musical

Tocar un instrumento musical te ayuda con la creatividad, con habilidades


para analizar, para el lenguaje, las matemáticas, para tu habilidades
motrices y más.

En fin, tocar un instrumento musical te hará más inteligente.

Si bien son grandiosas ventajas, algunas personas sugieren que practicar


algún deporte en equipo también permite desarrollar estas habilidades.

No obstante, a diferencia de los deportes en equipo, un instrumento musical


fortalece el cuerpo calloso, el cual es el encargado de conectar los
hemisferios en tu cerebro, por medio de nuevas conexiones.

Un cuerpo calloso en tu cerebro mejorado te ayuda con tus habilidades de


ejecución, memoria, capacidad para resolver problemas y mejora las
funciones de tu cerebro, sin importar qué tan viejo estás.

Ver: Los 15 hábitos de las personas felices que los diferencian del resto
37. Probar tu conocimiento acumulado

Muchos estudiantes en el colegio y en la universidad se esfuerzan demasiado


para «aprender» y dominar los temas, esto con el objetivo de ganar sus
exámenes finales.

El problema con esto es que tendemos a olvidar lo aprendido muy rápido, ya


que, raramente, si es que sucede alguna vez, te exigen repetir este
conocimiento en la misma forma que el examen.

Esta es una de las razones para aprender un nuevo idioma, ya que esta
requiere de un aprendizaje acumulado; el cual consiste en repetir una y otra
vez las palabras, la gramática y el vocabulario para poder mejorar tus
habilidades en el nuevo idioma.

Aplica el concepto de aprendizaje acumulado para tu día a día y en tu lugar


de trabajo, hazlo llevando un registro de los nuevos conocimientos que vas
adquiriendo.

Tales como una lección de un libro que lees, de una recomendación que
recibes en una negociación o entrevista, o un consejo que te dan.

Implementa esta metodología en tu estilo de vida, y en corto tiempo esto te


hará más inteligente.

Ver: 20 Franquicias baratas para emprender tu negocio

38. Ejercita tu cerebro

Sudokus, acertijos, rompecabezas, videojuegos, juegos de mesa, juegos de


cartas, entre otros, incrementan tu neuroplasticidad, es decir, el
funcionamiento de tus neuronas.

Esto implica una gran variedad de cambios en la secuencia de tus neuronas y


en la habilidad de tu cerebro para reorganizarse a sí mismo.

Cuando los nervios de tus células responden de una forma nueva, esto
incrementa tu neuroplasticidad, lo que te permite tener nuevos puntos de
vista y tener un mejor entendimiento de las emociones y comportamientos.

En pocas palabras, reconoces nuevos patrones y tus habilidades cognitivas


mejoran. Es decir, estás aprendiendo cómo ser más inteligente.
Incluso, las personas con una neuroplasticidad alta tienen menos
probabilidades de sentir ansiedad y depresión, y aprenden y memorizan
mucho más rápido.

39. Enséñale a otros

Para enseñarle a otros, debes saber bien lo que enseñas. Cuando tratas de
explicarle una idea a alguien más, no solo lo recordarás mejor tú mismo.

También encontrarás que las preguntas de la otra persona te ayudarán a


darte cuenta cuánto sabes de lo que hablas.

Ofrécete como voluntario para transmitir lo que tú sabes. El conocimiento es


algo que se debe compartir para formar un mundo mejor. De hecho, existen
muchos voluntariados internacionales que te pueden interesar.

No guardes tu brillo debajo de una roca, comparte tus capacidades, tus


talentos y tus conocimientos con las demás personas para que ellas también
puedan desarrollar su capacidad y confianza en sí mismos.

40. Aprende a meditar

En 1992 el Dalai Lama invitó al científico Richard Davidson a que estudiara


su cerebro mientras él meditaba, para ver si era capaz de generar ondas
cerebrales.

Resultó que, cuando el Dalai Lama y otros monjes se enfocaron en meditar y


concentrarse en la compasión, sus cerebros generaron ondas que mostraban
que estaban en un estado profundo de compasión.

Los beneficios de la meditación se vuelven interesantes para las personas


ambiciosas, ya que el estudio indicada que tú puedes controlar tus ondas
cerebrales, sintiendo lo que quieras sentir cuando lo quieras sentir.

Esto quiere decir que tú puedes sentirte más poderoso antes de una
negociación, más confiado cuando vayas a pedir un aumento, y más decidido
cuando decidas crear tu empresa.

41. El silencio te ayuda a ser más inteligente


Un estudio realizado en 2013 descubrió que cuando un grupo de ratones
fueron expuestos a dos horas de silencio al día, desarrollaron nuevas células
en el hipocampo. Esta región del cerebro está asociada con el aprendizaje,
las emociones y la memoria.

En otras palabras, el silencio puede literalmente, hacer crecer tu cerebro.

Adicionalmente, un estudio de 2011 demostró que cuando tu cerebro


descansa está constantemente interiorizando y evaluando información, es
como un espacio de trabajo inconsciente.

Es por esto que, cuando no estamos distraídos por el ruido, ayudamos al


cerebro a relajarse y a pensar de manera creativa y profunda.

Por último, otro estudio descubrió que los ambientes ruidosos pueden
desarrollar niveles crónicos elevados de hormonas del estrés. Mientras que el
silencio puede hacer lo contrario.

Si el ruido puede causar estrés y tensión, el silencio la elimina de tu cerebro


y del cuerpo. Dos minutos de silencio pueden ser más relajantes que
escuchar música relajante.

En conclusión, el silencio puede restaurar nuestros recursos cognitivos. Si


vives en una gran ciudad tu cerebro te debe estar rogando por silencio,
encuentra lugares donde puedas practicarlo; serás más feliz, creativo,
liberarás el estrés y te sentirás más vital y enérgico.

Entonces, ¿cómo ser más inteligente?


En conclusión, tú cerebro está en capacidad de desarrollarse más allá de tu
potencial, y tú puedes hacerlo a propósito. Diferentes actividades estimulan
distintas partes de tu cerebro, algo que sin lugar a dudas te hará más
inteligente.

Puedes enfocarte en volverte invencible en tus fortalezas y trabajar para


mejorar tus debilidades.

¿A quién le sirve esta lista con 41 hábitos que te enseñarán cómo ser más
inteligente?

Desarrollar habilidades cerebrales y ser más inteligente es adecuado para


todas las personas que quieran alcanzar un nuevo ascenso.
Para aquellas que sientan que su carrera se ha quedado estancada o para
aquellos que han tomado la decisión de renunciar para construir su propio
camino empresarial.

Continuar leyendo: El poder de la mente: 11 trucos mentales para alcanzar


el éxito
El poder de la mente: 11
Trucos para reprogramar
tu cerebro
https://www.emprendiendohistorias.com/el-poder-de-la-mente/

¿Influye el poder de la mente a la hora de alcanzar el éxito? Según


estudios científicos, se ha demostrado que existe una manera eficiente para
alcanzar tus metas por medio del poder mental.

Esta consiste en 30 horas de entrenamientos basados en técnicas específicas


neurocientíficas, las cuales pueden mejorar tu inteligencia, memoria,
expresión oral y comprensión lectora.

La buena noticia es que este entrenamiento para aprovechar el poder de la


mente no solo funciona en jóvenes, ya que una gran mayoría de adultos
mayores que lo aplican encuentran mejorías en casi todas las áreas de su
cerebro.

Así que, si dedicas una hora diaria, durante 30 días, encontrarás como
mejora tu rendimiento mental lo que te permitirá ser mucho más productivo.

El subconsciente y consciente:
Ahora bien, antes de conocer los trucos para aprovechar el poder de la
mente, es necesario que entiendas cómo funciona esta y como puedes
sacarle provecho, no solo para aumentar tu poder mental, sino para lograr
tus objetivos.

Es por esto que es clave que comprendas cómo funcionan las dos partes de
tu mente –el subconsciente y consciente–y posteriormente sus respectivas
funciones.
A partir de allí podrás aplicar y explotar estos trucos, los cuales sin duda
alguna, te permitirán acceder a conocimientos e información que aumentarán
tu calidad de vida.

La mente consciente:
La mente consciente es donde piensas y planeas, es el lugar de la lógica. No
obstante, según el biólogo Bruce Lipton, autor del libro “La Biología de la
Creencia” tu mente consciente solo realiza entre el 1% y el 5% de todo el
trabajo mental.

Imagina lo siguiente: Tu mente consciente es como el conductor al volante


de una grúa; esta dirige y controla la grúa, pero no hace realmente el
trabajo.

Tu mente consciente es el conductor al volante de tu increíblemente


poderosa mente subconsciente. En otras palabras, el consciente conduce
todo el poder de la mente.

¿Qué significa esto para ti?


¿Has intentado alguna vez cambiar algún hábito–como dejar de fumar o
bajar de peso– utilizando únicamente tu fuerza de voluntad?

Si lo has hecho, sabes que la fuerza de voluntad es una estrategia bastante


débil para crear cambios duraderos en tu vida.

La razón para que esto suceda se debe a que la fuerza de voluntad surge en
tu mente consciente, lo que hace que sus capacidades sean bastante
limitadas.

Utilizar la fuerza de voluntad para cambiar solo emplea hasta el 5% de tu


capacidad mental.

Aprender a utilizar eficazmente tu mente consciente, para que esta dirija tu


subconsciente, es la clave para vivir al máximo y aumentar el poder de la
mente.

Las personas exitosas que rinden al máximo han aprendido a lograrlo, la


cuestión es entender cómo lograrlo.
La mente subconsciente:
La mente subconsciente es la parte de la que no estás enterado. Es el caballo
de trabajo que se encarga del 95-99% de todo lo que piensas, haces y dices.
Allí radica el poder mental verdadero.

Es tanto así, que el subconsciente se encarga de que tu corazón siga


latiendo, que tus pulmones continúen respirando, los músculos puedan
recordar cómo caminar y que tu sistema inmune sepa cómo combatir las
bacterias del ambiente.

Dicho de otra manera, tu subconsciente es ese piloto automático que


funciona en el fondo, permitiéndole a tu consciente pensar, aprender y
crecer.

Tu mente en piloto automático:


Crédito: Shutterstock

Desafortunadamente, muchas personas


nunca llegan entender el poder de la
mente subconsciente ni la manera como
este deliberadamente funciona.

Permiten que sus comportamientos y


pensamientos negativos continúen en piloto
automático por tanto tiempo, que no se
imaginan haciendo algo diferente. Están
atrapados.

Tu mente subconsciente aceptará y actuará


como consecuencia de una acción repetitiva; esto es lo que hace que
prefieras una Coca Cola y no una Pepsi por ejemplo.

Es una mentalidad habitual que se provoca, a propósito o no, y que tu


subconsciente acepta como un hecho. Este es el caso para que:

 Vayas a la escuela porque tus padres te dijeron todos los días que
debías hacerlo.
 Estés quebrado porque hayas experimentado ideas de escasez desde
la niñez.

 Consigas un trabajo, compres una casa y comiences una familia


porque has estado condicionado a esta definición de éxito y
seguridad.

No hay nada de malo con estas experiencias si es algo que tú deseas, pero
ahí está el problema:

La mayoría de nosotros nos pasamos toda la vida sin definir exactamente


qué queremos hacer con nuestra vida, lo que queremos ser y nuestro
propósito de vida.

Permitimos que nuestro subconsciente condicionado en un modelo de vida


aceptado socialmente tome el control de nosotros.

Tú puedes cambiar tu vida y diseñarla tan única como tu


imaginación te lo permita. Por ejemplo:
¿Te estás preguntando cómo ser millonario? Puedes lograrlo.

¿Quieres renunciar a tu trabajo y recorrer el mundo? Estás en la capacidad


de hacerlo.

¿Quieres comenzar a ganar dinero por internet y generar nuevas fuentes de


ingreso? Esto depende de ti.

No obstante, primero debes tomar la decisión de hacerlo, y no solo decirlo.


Además de entregar tu mejor esfuerzo para cultivar esa creencia en ti y en
tus habilidades.

Para empezar, debes reacondicionar tu subconsciente y separarla de la idea


de que eres únicamente tus pensamientos. Dicho en pocas palabras, debes
tener disciplina mental y reconocer que no eres solo tus ideas.

Muchas personas se ven como la culminación de la conversación que hay en


sus mentes, ya que esta conversación es tan constante que asumimos que
esto es lo que somos.

Así que tienes que cambiar tus pensamientos para cambiar tu vida, aun
cuando sientas que estás perdiendo tu identidad.
Trucos para potenciar el poder de la mente:
Si llevas operando en piloto automático, lo más probable es que tu mente e
identidad hayan entrado en un estado pasivo, y requiere un esfuerzo
importante cambiar este estado.

Es semejante a estar en invierno envuelto en una cobija caliente, y tener que


quitártela de encima. El solo hecho de pensarlo te incomoda y requiere
motivación personal y poder para lograrlo.

Cuando empiezas a comprender que eres algo mucho mayor que tus
pensamientos, comienzas a entender que tienes el poder de la mente para
escoger cuáles pensamientos albergarás y finalmente comenzarás a
reprogramarte.

Es por esto, que a continuación te presentamos once trucos para


reprogramar tu mente y comenzar a hacer realidad cada una de esas metas
que parecían lejanas.

1. Omega 3 y grasas saludables

Uno de los mejores trucos para aprovechar el poder de la mente consiste


en tener una dieta rica en Omega 3 y grasas saludables.

Se ha establecido que este tipo de dietas mantienen elevados tus niveles de


dopamina en tu cerebro, lo que aumenta tu circulación cerebral.

Si quieres tener mañanas productivas combina dichas grasas saludables con


café.

2. Practica los pensamientos positivos

Tener pensamientos positivos puede cambiar tu vida.

Durante muchos años ha existido el dilema respecto al poder de la mente,


y de cómo esta puede atraer bienestar a nuestra vida por medio de los
pensamientos positivos.

La razón por la cual ha existido la duda se debe a que las personas creen que
esto es algo que pasa de la nada, como si no tuvieras que entrenar tu mente
para que esta se enfoque en el optimismo, y consecuentemente, se refleje
en tu realidad.
Si quieres aprovechar el poder de tu mente debes practicar diariamente para
que el optimismo encuentre el lugar en tu vida. Es decir, debes desarrollar
una mente positiva.

3. Haz ejercicio constantemente

Una descarga de endorfinas puede hacer maravillas con tu cerebro,


especialmente cuando se trata de resolver problemas o hacer surgir nuevas
ideas. Inclusive, algunos de los grandes genios se entrenan constantemente.

Por ejemplo, la leyenda del ajedrez Bobby Fischer solía jugar rondas de
tenis entre sus partidas, ya que creía que le hacía más fácil mantener sus
pensamientos en una dirección positiva.

4. Duerme lo suficiente

Cuando le preguntas a la gente cómo hacerse rico, muchos te dirán que


entre menos duermas mejor.

No obstante se ha comprobado que no necesitas levantarte a las 5 de la


mañana para ser millonario, y que entre más descanses mejor será el
rendimiento de tu cerebro.

La cantidad óptima está entre 6 horas y 8 horas de sueño cada noche,


dependiendo de lo que funcione mejor para cada persona. Ahora bien, dormir
menos de 6 horas limita tu poder mental.

5. Evita el azúcar procesada y los endulzantes artificiales

El azúcar es la culpable de esas mañanas que comienzan productivas y


terminan en una siesta, ya que te da una ráfaga de energía que rápidamente
desaparece.

Esto es lo que probablemente te deja exhausto para el resto del día, y es la


razón por la cual un gran número de personas sienten la necesidad de tomar
café.
Así que evita el azúcar y los productos similares, con seguridad que si lo
acompañas de hábitos saludables aumentará tu rendimiento y poder mental.

6. Practica la meditación y otros métodos para calmar a tu cerebro

Se ha descubierto que la meditación puede disminuir tu ansiedad y aumentar


la productividad.

Esta es la razón por la cual empresarios exitosos aconsejan y recomiendan la


meditación, ya que esta también ayuda a mejorar tu autoestima, con tus
funciones cognitivas y mejora tu habilidad para concentrarte.

7. Aprende algo nuevo durante 15 minutos al día

Adquirir una nueva habilidad o mejorar una que ya tenías puede tomar
mucho tiempo, pero las personas subestiman el poder que tiene practicar
durante 15 minutos al día.

De hecho si no sabes cómo invertir tu tiempo, es preferible que dediques una


pequeña parte de todos tus días que pasar largas jornadas esporádicas.

El método Kaizen, o los pequeños hábitos repetitivos, tienen como


consecuencia un mayor impacto en tu cerebro. Y lo mismo sucede con el
poder de la mente; no se trata de pensar de vez en cuando en lo que
deseas lograr, se trata de interiorizarlo cada día.

8. Empieza y termina leyendo tus metas en voz alta

Para poder atraer lo que deseas en tu vida tienes que hacerlo entrar en tu
subconsciente.

Cada mañana y cada noche debes leer en voz alta eso que tanto deseas, y
con el tiempo terminarás siendo atraído por las oportunidades que necesitas
para lograr tus metas.

9. Aléjate de ambientes negativos:


El ambiente que te rodea juega un papel fundamental en el poder de tu
mente. Un ambiente negativo puede afectarte más de lo que estás dispuesto
a admitir si entiendes su efecto.

Si estás luchando contra algo y tu ambiente tiene algo que ver con ello
simplemente párate y vete, siempre encontrarás un ambiente en donde te
sientas cómodo y que te permita alcanzar tus objetivos.

10. Visualizarte es la clave del poder mental:

Entrenarte mentalmente juega un papel importante en el desarrollo del


poder de la mente y, por consiguiente, en tus pensamientos positivos.

Es la conversación que tienes a diario lo que


defines qué tan exitoso serás.

Si no eres capaz de visualizarte alcanzando tus objetivos, logrando tus metas


y sueños, difícilmente tendrás la capacidad para hacerlo realidad. Si no crees
en lo que haces, nadie más lo hará por ti.

Así que para reprogramar tu mente, deberás desarrollar el hábito de


visualizar lo que quieres y sentir como si ya lo tuvieras en tu vida.

11. Pasa tiempo bajo el sol

Aunque no lo creas, asolearte puede ser de gran ayuda para cumplir metas a
largo plazo.

Estudios han demostrado que la vitamina D juega un rol importante en tu


salud mental, y que hay ciertos receptores de dicha vitamina en la médula
espinal y en el sistema nervioso central.

Así que, además de relajarte, tu cerebro puede verse beneficiado de horas


extras tomando el sol.

En conclusión, practicando estos 11 trucos para aprovechar el poder de la


mente, no solo ejercitarás tu mente si no que tendrás un estilo de vida más
saludable. Recuerda que si quieres ser exitoso, la respuesta y los cambios
están dentro de ti.
Mindset La Actitud del Éxito - Carol S Dweck
Capítulo 8
CAMBIAR LAS MENTALIDADES

La mentalidad de crecimiento se basa en la creencia en el cambio. La parte


más gratificante de mi trabajo es observar el cambio en la gente –no hay
nada mejor que verlos encontrar su camino hacia aquello que valoran–. Este
capítulo va de niños y adultos que encontraron un camino para canalizar sus
habilidades y de cómo podemos hacerlo todos nosotros.

LA NATURALEZA DEL CAMBIO


Tenía seis años y estaba a mitad del primer curso cuando mi familia se mudó
de casa. De repente, estaba en un colegio nuevo. No conocía nada ni a
nadie: ni a la profesora, ni a los alumnos, ni el trabajo que tenía que hacer.
Esto último era lo que me aterraba. La nueva clase iba muy por delante de la
anterior, o al menos así me lo parecía a mí. Escribían letras que yo todavía
no había aprendido y había una forma de hacerlo todo que todos parecían
conocer, menos yo. Así que cuando la profesora dijo:

«Niños, escriban su nombre en el sitio correcto del papel», yo no tenía ni


idea de lo que quería decir. De modo que me eché a llorar. Cada día
aparecían cosas que yo no sabía hacer. Me sentía perdida y agobiada. ¿Por
qué no le decía sencillamente a la profesora:

«Señora Kahn, ¿podría enseñarme eso? Yo todavía no lo he aprendido»

Una vez, cuando era pequeña, mis padres me dieron dinero para ir al cine
con un adulto y un grupo de niños. Al volver la esquina antes de donde
habíamos quedado, miré y vi que todos se iban. Pero en lugar de echarme a
correr y gritar que me esperasen, me quedé congelada, apretando las
monedas en mi mano y viéndolos alejarse en la distancia.

¿Por qué no intenté detenerlos o alcanzarlos? ¿Por qué acepté la derrota


antes de haber probado algunas tácticas sencillas? Sé que, en sueños, he
llevado a cabo hazañas mágicas o sobrehumanas frente al peligro; incluso
tengo una foto mía con una capa de Superman que me hice. Entonces, ¿por
qué no podía hacer algo corriente en la vida real como pedir ayuda o decirle
a la gente que me esperase?
En mi trabajo veo montones de niños pequeños así: niños inteligentes y
habilidosos que se quedan paralizados ante los obstáculos. En algunos de
nuestros estudios solamente tienen que hacer lo más sencillo para mejorar
las cosas, pero no lo hacen. Se trata de niños pequeños que tienen una
mentalidad fija. Cuando las cosas salen mal, se sienten incapaces e
impotentes. Incluso ahora, cuando algo sale mal o cuando algo prometedor
parece que se esfume, todavía experimento una pasajera sensación de
impotencia. ¿Quiere eso decir que no he cambiado?

No, eso significa que el cambio no es como la cirugía. Incluso cuando


cambias, las viejas creencias no se eliminan simplemente como si fuesen una
cadera o una rodilla estropeada que se reemplaza por una prótesis. En vez
de eso, las creencias nuevas toman sitio al lado de las antiguas, y según se
van haciendo más fuertes te van dando una forma diferente de pensar, de
sentir y de actuar.

Las creencias son la clave de la felicidad (y de la


desdicha)
En la década de los sesenta, el psiquiatra Aaron Beck en pleno ejercicio de su
profesión se dio cuenta de que eran las creencias las que causaban los
problemas de sus clientes. Justo antes de que sintiesen una oleada de
ansiedad o de depresión, algo había centelleado en sus mentes, por ejemplo:
«El doctor Beck cree que soy torpe» o bien «Esta terapia no funcionará, no
me voy a sentir mejor nunca». Esta clase de creencias provocaba sus
sentimientos negativos, no solamente para las sesiones de terapia, sino
también para sus vidas.

No eran creencias de las que la gente fuese consciente. Así y todo, Beck
averiguó que podía enseñar a sus pacientes a prestar atención y escucharlas.
Y luego descubrió que podía enseñarles cómo trabajar con ellas y cambiarlas.
Así fue como nació la terapia cognitiva, una de las terapias más eficaces que
se hayan desarrollado jamás.

Tanto si es consciente de ello como si no, todo el mundo lleva una cuenta
activa de lo que le ocurre, de lo que significa y de lo que debería hacer.
Dicho de otra forma, nuestras mentes controlan e interpretan
constantemente. Así es como nos mantenemos por buen camino. Pero a
veces la interpretación se desvía. Algunas personas llevan a cabo
interpretaciones más extremas de aquello que les ocurre, y luego reaccionan
con sentimientos exagerados de ansiedad, de depresión o de ira. O de
superioridad.

Las mentalidades van más allá


Las mentalidades enmarcan el flujo continuo de pensamiento que tiene lugar
en nuestra mente y guían el proceso completo de la interpretación. La
mentalidad fija crea un monólogo interno que se enfoca en juzgar: «Esto
quiere decir que soy un fracasado», «Esto significa que soy una persona
mejor que ellos», «Esto quiere decir que soy un mal marido», «Esto significa
que mi pareja es egoísta».

En varios estudios hemos demostrado la forma en que la gente de


mentalidad fija maneja la información que recibe. Hemos observado que
evalúan de manera taxativa cada dato. Algo bueno se traduce en una
etiqueta extremadamente positiva y algo malo, en una etiqueta
extremadamente negativa.

Las personas con mentalidad de crecimiento también controlan


constantemente lo que ocurre, pero su monólogo interno no va de juzgarse a
sí mismas y a los demás de esa manera. Ciertamente, son sensibles a la
información positiva y a la negativa, pero están en sintonía con sus
implicaciones para el aprendizaje y la acción constructiva: ¿qué puedo
aprender de esto?, ¿cómo puedo mejorar?, ¿cómo puedo ayudar a mi pareja
a hacerlo mejor?

Ahora bien, la terapia cognitiva enseña fundamentalmente a la gente a


refrenar sus juicios extremos y a ser más razonable. Por ejemplo, supón que
Alana hace mal un examen y llega a la conclusión de que «soy una
estúpida». La terapia cognitiva le enseñará a observar más de cerca los
hechos preguntándose: « ¿Cuáles son las evidencias a favor y en contra de
esa conclusión?». Después de haberlo considerado, Alana puede salir con
una larga lista de las maneras en que ha sido competente en el pasado, y
puede ser que confiese: «Supongo que no soy tan inepta como creía».

Podría animarse también a pensar en otras razones por las que hizo mal el
examen además de la estupidez, y estas razones podrían atemperar más su
juicio negativo. Así, se le enseña a hacer eso por sí misma, de manera que
cuando se juzgue negativamente en el futuro, pueda rebatir sus juicios y
sentirse mejor.
De este modo, la terapia cognitiva ayuda a las personas a formular juicios
más realistas y optimistas, pero no las saca de la mentalidad fija y de su
mundo de juicios. No se enfrenta con las suposiciones básicas –la idea de
que los rasgos son fijos– que provocan que se estén midiendo
constantemente a sí mismas. Dicho de otra manera, no las lleva fuera del
marco de juicio hacia el marco de crecimiento.

Este capítulo trata sobre cambiar el monólogo interno: de uno que juzga, a
otro orientado hacia el crecimiento.

LAS CONFERENCIAS SOBRE LA


MENTALIDAD
Simplemente aprender sobre la mentalidad de crecimiento puede provocar
un gran cambio en la forma en que la persona piensa de sí mismo y de su
vida. Así que en cada uno de mis cursos universitarios enseño sobre estas
mentalidades, no solamente porque sean parte de la materia del curso, sino
porque conozco la presión bajo la que se hallan los estudiantes. Cada año
mis alumnos me cuentan cómo los han cambiado estas ideas en todas las
áreas de sus vidas.

Aquí tenemos a Maggie, una escritora en ciernes:

Reconozco que en lo que se refiere a tareas artísticas o creativas yo tenía


interiorizada una mentalidad fija. Creía que la persona era intrínsecamente
artística o creativa y que uno no mejoraba por medio del esfuerzo. Eso
afectaba a mi vida directamente, porque siempre he querido ser escritora,
pero me ha dado miedo asistir a clases de escritura creativa y compartir mis
escritos con los demás. Esto se relaciona directamente con mi mentalidad,
porque cualquier crítica negativa significaría que no soy intrínsecamente
escritora. Me asustaba demasiado exponerme a mí misma a la posibilidad de
que podría no ser un «talento natural».

Ahora, tras escuchar tus conferencias, he decidido apuntarme a clases de


escritura creativa el próximo semestre, y siento que he llegado a
comprender realmente lo que me impedía perseguir mi sueño. ¡Siento que
esta información me ha fortalecido!
El monólogo interno de Maggie acostumbraba a decir: no lo hagas, no te
apuntes a clases de escritura. No compartas tus escritos con los demás, el
riesgo no vale la pena. Tu sueño puede ser destruido, protégelo.

Ahora dice: ve por ello, haz que ocurra. Desarrolla tus habilidades, persigue
tu sueño.

Y aquí tenemos a Jason, el deportista:

Como alumno deportista de la Universidad de Columbia, yo era de


mentalidad fija. Ganar lo era todo y aprender no encajaba en la imagen.

Sin embargo, después de escuchar sus conferencias me he dado cuenta de


que esa mentalidad no es buena. He estado trabajando en aprender
mientras compito, y pienso que si puedo mejorar continuamente, incluso en
los partidos, me convertiré en un mucho mejor deportista.

El diálogo interno de Jason era: ganar, ganar, tienes que ganar. Demuestra
que puedes, todo depende de ello.

Y ahora es: observa, aprende, mejora, hazte un deportista mejor.

Y por último tenemos a Tony, el genio convaleciente:

En el instituto era capaz de sacar las notas más altas con poco estudio y
menos descanso. Llegué a creer que siempre sería así, porque estaba dotado
naturalmente de una capacidad de comprensión y una memoria superiores.
Sin embargo, tras un año aproximadamente de privación de sueño, mi
comprensión y mi memoria comenzaron a no ser ya tan superiores. Cuando
empecé a cuestionarme mis talentos naturales, de los que había llegado a
depender casi completamente para mi autoestima (en contraste con mi
habilidad de concentrarme, de mi determinación o de mi capacidad de
trabajar duro), pasé por una crisis personal que duró hasta hace unas pocas
semanas, cuando hablaste de las diferentes mentalidades en clase.
Comprender que muchos de mis problemas eran el resultado de mi
preocupación por demostrarme a mí mismo que soy «inteligente» y por
evitar los fracasos, me ha ayudado de verdad a salir del patrón
autodestructivo en el que vivía.

El monólogo interno de Tony era: yo estoy dotado naturalmente, no necesito


estudiar, no necesito dormir. Yo soy superior.

Y pasó a: bueno, lo estoy perdiendo, no puedo comprender las cosas, no


puedo recordarlas. ¿Qué soy ahora?
Y de ahí a: no te preocupes tanto por ser inteligente, no te preocupes tanto
por evitar los fracasos. Eso se convierte en algo autodestructivo. Vamos a
empezar por estudiar y por dormir, y luego seguir adelante con la vida.

Por supuesto, estas personas tendrán reveses y decepciones, y es posible


que aferrarse a la mentalidad de crecimiento no siempre sea fácil. Pero
simplemente con conocerla ya les dio otra forma de ser. En lugar de estar
cautivos de alguna fantasía amedrentadora sobre el gran escritor, el gran
deportista o el gran genio, la mentalidad de crecimiento les dio el valor de
acoger sus propios sueños y objetivos. Y lo que es más importante aún, les
proporcionó un camino para trabajar y convertirlos en algo real.

UN TALLER DE MENTALIDADES
La adolescencia, como hemos visto, es una época en la que multitud de
chicos abandonan los estudios. Casi se puede oír la estampida que se forma
cuando se topan con el aprendizaje. Es una época en que los estudiantes se
enfrentan con algunos de los mayores desafíos de sus jóvenes vidas y en la
que se evalúan a sí mismos con dureza, a menudo desde una mentalidad
fija. Son precisamente los chicos de mentalidad fija los que entran en pánico
y corren a refugiarse, mientras su motivación y sus notas se derrumban.

En los últimos años hemos desarrollado un taller para esos estudiantes,


donde se les enseña la mentalidad de crecimiento y cómo aplicarla a su
trabajo escolar. Esto es una parte de lo que les decimos:

Mucha gente cree que el cerebro es un enigma. No saben mucho de la


inteligencia, ni de cómo funciona. Cuando piensan en lo que puede ser la
inteligencia, muchos creen que una persona nace o bien inteligente, o bien
promedio, o bien tonta, y que así se queda para el resto de su vida. Pero las
nuevas investigaciones demuestran que el cerebro se asemeja más a un
músculo: cambia y se fortalece cuando lo utilizas. Y los científicos han sido
capaces de mostrar cómo crece el cerebro y cómo se fortalece cuando
aprendes.

A continuación explicamos que el cerebro forma nuevas conexiones y cómo


«crece» cuando la persona aprende y practica cosas nuevas:

Cuando aprendes algo nuevo, esas minúsculas conexiones del cerebro se


multiplican y se hacen más fuertes. Cuanto más desafíes a tu mente a
aprender, tanto más crecerán tus neuronas. Entonces, aquello que una vez
te pareció muy difícil, o incluso imposible –como hablar una lengua
extranjera o estudiar álgebra–, de repente resulta fácil. El resultado es un
cerebro más fuerte y más inteligente.

Continuamos señalando que nadie se ríe de los bebés ni dice que sean tontos
porque no puedan hablar. Es solo que no lo han aprendido todavía. Les
mostramos a los alumnos fotografías de cómo cambia la densidad de las
conexiones cerebrales durante los primeros años de vida, conforme los bebés
prestan atención, estudian su mundo y aprenden a hacer las cosas.

Con una serie de sesiones y por medio de actividades y debates, a los


alumnos se les enseñan habilidades de estudio y se les indica cómo aplicar
las lecciones de la mentalidad de crecimiento a sus estudios y sus tareas
escolares.

A los estudiantes les encanta aprender sobre el cerebro y los debates son
muy animados. Pero aún más satisfactorios son los comentarios que hacen
sobre sí mismos. Vamos a ver de nuevo a Jimmy, el empedernido alumno
rebotado del capítulo 3. Ya en nuestro primer taller nos asombró oírle
preguntar con lágrimas en los ojos: « ¿Quiere decir que no tengo por qué ser
tonto?».

Uno podría creer que esos alumnos han renunciado, pero yo he visto que no
dejan nunca de preocuparse. Nadie se acostumbra a sentirse tonto. En
nuestro taller le dijimos a Jimmy: «Tú estás a cargo de tu mente. Puedes
ayudarla a crecer utilizándola del modo correcto». Y conforme avanzaba el
taller, esto es lo que la profesora de Jimmy dijo sobre él:

Jimmy, que nunca hace esfuerzo extra alguno y que frecuentemente no


entrega sus deberes a tiempo, se quedó hasta tarde después de clase,
trabajando varias horas para acabar pronto una tarea para que yo pudiera
revisarla y darle una oportunidad de que la repasase. Sacó un 8 en esa tarea
(había venido sacando notas de 6 y más bajas).

A propósito, los profesores no intentaban ser amables con nosotros


diciéndonos lo que queríamos oír. De hecho, no sabían quién estaba en
nuestro taller de mentalidad de crecimiento. Eso era porque también
teníamos otro taller, que se reunía las mismas veces que el otro y enseñaba
a los alumnos todavía más habilidades de estudio. Los participantes en ese
otro taller recibían la misma cantidad de atención personalizada de tutores
comprensivos que el primero, pero no aprendían ni la mentalidad de
crecimiento ni cómo aplicarla.

Los profesores desconocían cuál de sus alumnos iba a uno u otro de los dos
talleres, pero nos dijeron que en Jimmy y en muchos otros alumnos del taller
de mentalidad de crecimiento habían visto un cambio real en su motivación
para aprender y mejorar:

Últimamente me he dado cuenta de que ciertos alumnos muestran un mayor


interés por mejorar [...] R. estaba rindiendo por debajo de los niveles [...]
Ha aprendido a valorar sus progresos, sus notas han pasado de estar
raspando el aprobado a tener notable [...] Le gusta su crecimiento en el
aprendizaje de las matemáticas.

M. estaba muy por debajo del aprobado. Durante las últimas semanas me ha
solicitado voluntariamente ayuda extra durante su tiempo para el almuerzo
de cara a mejorar su rendimiento en los exámenes. Sus notas han mejorado
drásticamente, de suspender a un 8,4 en el último examen.

Notamos cambios positivos en la motivación y en la conducta de K. y de J.


Han empezado a trabajar duro de manera constante. Varios alumnos han
participado en sesiones de tutoría durante su descanso para el almuerzo o
después del colegio. Alumnos como N. y S. estaban aprobando, pero
solicitaron la ayuda extra y se motivaron ante la perspectiva de mejorar.

Estábamos ansiosos por ver si el taller había influido en las notas de los
alumnos, así que, con su permiso, observamos sus notas al final del
trimestre. Miramos en especial las de matemáticas, ya que reflejan el
aprendizaje real de nuevos y retadores conceptos.

Antes de los talleres, las notas en matemáticas de los alumnos habían


sufrido de mala manera, pero después de ellos, mira por donde, los que
habían participado en el taller de mentalidad de crecimiento mostraban una
subida espectacular en sus clasificaciones. Ahora les iba bastante mejor que
a los alumnos que habían asistido al otro.

El taller de mentalidad de crecimiento –de solo ocho sesiones de duración–


había significado un cambio real. Se ve que este ajuste de las creencias
había desatado su poder cerebral y los había inspirado a estudiar y a
conseguir objetivos. Por supuesto, estaban en un colegio en el que los
profesores respondían a su impulso de motivación y que estaban dispuestos
a trabajar más horas para ayudarlos a aprender. Aun así, estos
descubrimientos demuestran el poder de las mentalidades.

Los alumnos del otro taller no llegaron a mejorar. A pesar de sus ocho
sesiones de aprendizaje de técnicas de estudio y de otros elementos
positivos, no mostraron ningún progreso. Como no les habían enseñado a
pensar de forma diferente sobre sus mentes, no estaban motivados para
poner esas habilidades en práctica.

El taller de mentalidad puso a los alumnos a cargo de sus cerebros.


Liberados del cepo de la mentalidad fija, Jimmy y los demás como él podían
utilizar ahora sus mentes más libre y completamente.

CEREBROLOGÍA
El problema que tenía el taller era que se necesitaba mucho personal para
desarrollarlo. Esto no sería tan factible a gran escala.

Además, los profesores no estaban involucrados directamente. Podrían haber


sido un factor importante a la hora de que los alumnos mantuvieran lo que
habían logrado, así que nos decidimos a poner nuestro taller en un programa
informático y hacer que los profesores guiasen sus clases conforme a dicho
programa.

Con el asesoramiento de expertos en educación, en medios informáticos y en


el cerebro, desarrollamos el programa Cerebrología®. Está guiado por dos
personajes de dibujos animados, Chris y Dahlia, de trece años, alumnos de
séptimo curso, carismáticos pero con problemas con su trabajo escolar.
Dahlia tiene dificultades con el español y Chris con las matemáticas.

Visitan el laboratorio del doctor Cerebrus, un neurocientífico un poco loco,


que les enseña todo sobre el cerebro, y también a cuidarlo y a alimentarlo.
Les explica qué hacer para conseguir un rendimiento máximo del cerebro
(como dormir lo suficiente, comer los alimentos adecuados y aplicar buenas
estrategias de estudio) y les muestra cómo crece este órgano según van
aprendiendo. Los alumnos pueden ver en todo momento cómo Chris y Dhalia
aplican esas lecciones a sus tareas escolares. Las partes interactivas
permiten que los estudiantes hagan experimentos con el cerebro y que vean
vídeos de alumnos reales que tienen sus problemas y sus estrategias de
estudio, recomiendan planes para Chris y para Dahlia y llevan un diario de
sus propios problemas y planes de estudio.
Estos son algunos de los comentarios escritos por alumnos de séptimo sobre
cómo les cambió este programa:

Después de Cerebrología tengo un nuevo punto de vista sobre las cosas.


Ahora mi actitud hacia las asignaturas con las que tengo problemas es
estudiar y perfeccionar mis habilidades [...] He utilizado mi tiempo de
manera más inteligente, estudiando todos los días y revisando las notas que
tomo a diario. Estoy muy contento de haberme apuntado a este programa,
porque ha hecho que entienda mejor cómo funciona el cerebro.

He cambiado mi forma de pensar sobre cómo funciona el cerebro y veo las


cosas de manera diferente. Voy a intentarlo con más fuerza, porque sé que
cuanto mayor empeño pones, mejor trabaja tu cerebro.

Todo lo que puedo decir es que Cerebrología ha hecho que cambien mis
notas.

El programa Cerebrología me hizo cambiar la forma en que trabajo, estudio


y hago los deberes, ahora que sé cómo funciona mi cerebro y lo que pasa
cuando aprendo.

¡Gracias por hacernos estudiar más y por ayudarnos a desarrollar nuestro


cerebro! Puedo imaginarme perfectamente cómo mis neuronas se hacen más
grandes conforme van haciendo más conexiones.

Los profesores nos dicen que alumnos que antes estaban completamente
desmotivados ahora hablan el lenguaje de Cerebrología. Por ejemplo, les
enseñamos que cuando estudian algo y lo aprenden, lo transfieren desde el
almacenamiento temporal (memoria cercana) a un almacenamiento más
permanente (memoria a largo plazo). Ahora se decían unos a otros: «Tengo
que poner eso en mi memoria a largo plazo», «Lo siento, eso no está en mi
memoria a largo plazo» o «Supongo que solo estaba utilizando mi memoria
cercana».

Los profesores también nos comunican que los alumnos se ofrecen a


estudiar, a tomar notas o a prestar más atención para asegurarse de que sus
conexiones neuronales se hagan correctamente. Como dijo un alumno: «Sí,
el programa Cerebrología fue muy útil [...] Cada vez que pienso en no hacer
un trabajo, me acuerdo de que mis neuronas podrían crecer si lo hiciera».
También cambiaron los profesores. No solamente hablaban de cómo se
beneficiaron sus alumnos, también alababan el nuevo nivel de percepción
que ellos mismos habían conseguido. En concreto, decían que Cerebrología
es esencial para comprender:

«Que todos los alumnos pueden aprender, hasta los que tienen problemas
con las matemáticas y el autocontrol».

«Que tengo que ser más paciente, porque el aprendizaje necesita mucho
tiempo y mucha práctica».

«Cómo funciona el cerebro... Todo el mundo aprende de manera diferente.


Cerebrología me ayudó a enseñar para diferentes estilos de aprendizaje».

Nuestro taller se impartió en veinte colegios. Algunos de ellos reconocieron


que al principio eran escépticos: «Antes pensaba que era solo tiempo libre y
buenos dibujos animados, pero he empezado a seguirlo y a hacer lo que me
dice que haga». Al final, casi todos los niños reconocieron que se habían
beneficiado mucho.

MÁS SOBRE EL CAMBIO


¿Los cambios son fáciles o difíciles? Hasta ahora parece que fáciles. Una vez
situados en la mentalidad de crecimiento, cualquiera puede afrontar los retos
y perseverar en ellos.

El otro día una de mis antiguas alumnas de posgrado me contó una


anécdota. Pero los pondré primero en antecedentes. En mi campo, cuando
entregas un artículo de investigación para que lo publiquen, ese artículo
representa frecuentemente años de trabajo.

Varios meses después recibes las revisiones: más o menos diez páginas de
críticas, a un espacio. Si el editor sigue pensando que el artículo tiene
potencial, te invitará a que lo revises y lo vuelvas a presentar, siempre y
cuando puedas tener en cuenta todas las críticas.

Mi alumna me recordó la época en que ella había enviado la investigación


que hizo para su tesis doctoral a la revista más importante en nuestro
campo. Cuando llegaron las revisiones, se quedó desolada. Había sido
juzgada: el trabajo tenía defectos y, por extensión, ella también. El tiempo
pasaba, pero no podía ponerse otra vez con las revisiones ni trabajar en el
artículo. Entonces le dije que cambiase su mentalidad:

—Mira, no se trata de ti. Eso es su trabajo, que consiste en encontrar


cualquier defecto que pudiera haber. El tuyo es el de aprender de las críticas
y hacer tu artículo mejor incluso.
En unas pocas horas estaba revisando el artículo, que fue aceptado con
entusiasmo. Me dijo:

—No he vuelto a sentirme juzgada nunca más. Nunca. Cada vez que recibo
una crítica, me digo a mí misma: «Bah, ese es su trabajo» y me pongo a
trabajar inmediatamente en el mío.

Pero el cambio también es difícil.

Cuando las personas se aferran a una mentalidad fija, a menudo es por un


motivo. En algún momento de sus vidas les sirvió de algo, o de mucho. Les
dijo quiénes eran, o quiénes querían ser (un niño inteligente y con talento), y
les indicó cómo ser aquello (rendir bien). O sea, les proporcionó una fórmula
para la autoestima y un camino para conseguir el amor y el respeto de los
demás.

La idea de que son válidos y que serán amados por ello es fundamental para
los niños, y –si un niño se siente inseguro de ser amado o valorado– la
mentalidad fija parece ofrecer una ruta sencilla y directa para conseguirlo.

Los psicólogos Karen Horney y Carl Rogers, que trabajaron a mediados de


los noventa, propusieron teorías sobre el desarrollo emocional de los niños.
Creían que cuando los niños pequeños se sienten inseguros acerca de la
aceptación de sus padres, experimentan una gran ansiedad. Se sienten solos
y perdidos en un mundo complejo. Puesto que tienen solamente unos pocos
años, no pueden rechazar sencillamente a sus padres y decir: «Creo que voy
a ir por libre». Tienen que encontrar una manera de sentirse seguros y de
que sus padres los quieran.

Tanto Horney como Rogers proponían que los niños lo hacen creando o
imaginando otros «yoes» que a sus padres podrían gustarles más. Esos
nuevos yoes son lo que ellos piensan que buscan sus padres y lo que puede
conseguir su aceptación.

Con frecuencia esos ajustes son buenos para la situación de la familia en ese
momento, ajustes que le aportan al niño algo de seguridad y de esperanza.

El problema es que ese nuevo yo –este competente, fuerte y buen yo que


ahora intentan ser– es probablemente un yo de la mentalidad fija. Con el
tiempo, los rasgos fijos pueden llegar a ser el sentido que tenga la persona
de su propia identidad y validar esos rasgos tal vez sea la fuente principal de
su autoestima.
El cambio de mentalidad requiere que la persona abandone eso. Como te
imaginarás, no es fácil abandonar algo que has venido sintiendo como tu
«yo» durante muchísimos años y que te ha proporcionado tu camino hacia la
autoestima. Y se hace especialmente difícil reemplazarlo por una mentalidad
que te dice que acojas todo lo que hasta ahora te ha parecido amenazador:
los retos, las luchas, las críticas, los contratiempos.

Cuando yo estaba cambiando mi mentalidad fija por una de crecimiento, era


sumamente consciente de lo insegura que me sentía. Por ejemplo, ya te he
dicho que, como persona de mentalidad fija, llevaba un registro cotidiano de
todos mis éxitos. Al final de un día bueno podía mirar los resultados (los
altos números de mi «contador de inteligencia», de mi «contador de
personalidad», y así) y sentirme bien conmigo misma. Pero cuando adopté la
mentalidad de crecimiento y dejé de llevar esa cuenta, algunas noches
todavía comprobaba mis contadores mentales y los encontraba a cero. Me
volvía insegura el hecho de no ser capaz de contabilizar mis victorias.

Y peor que eso: ya que estaba asumiendo más riesgos, podía echar la vista
atrás, repasar el día y ver todos los errores y los contratiempos. Y sentirme
deprimido. Y lo que es más, no es como si la mentalidad fija quisiera
marcharse dignamente. Si la mentalidad fija ha estado controlando tu
monólogo interno, puede llegar a decirte cosas bastante fuertes cuando ve
esos contadores a cero: «Tú no eres nada». Puede hacerte desear salir
corriendo y conseguir unos buenos números. La mentalidad fija te ofreció
una vez refugio para ese mismo sentimiento, y vuelve a ofrecértelo otra vez.
No lo aceptes.

Y luego está la preocupación de que ya no vas a volver a ser tú mismo.


Como si la mentalidad fija te hubiera dado tu ambición, tu agudeza, tu
individualidad. Quizá sientas que vas a convertirte en un insulso diente en la
rueda, como todos los demás. En alguien corriente.

Pero abrirte al crecimiento hace que seas más tú mismo, no menos. Los
científicos orientados al crecimiento, los artistas, los deportistas y los
directores ejecutivos que hemos visto estaban lejos de ser autómatas que
repetían sus movimientos. Eran personas en plena floración de su
individualidad y su poder.

DAR EL PRIMER PASO


El resto del libro tiene que ver más bien contigo. Es un ejercicio de
mentalidad en el que te pido que te atrevas a aventurarte conmigo en una
serie de dilemas. En cada caso, primero verás las reacciones de la
mentalidad fija y luego trabajaremos hacia una solución de mentalidad de
crecimiento.

El dilema. Imagina que te has apuntado a una escuela de posgrado. Te has


apuntado solo a una institución, porque esa era la facultad en la que tenías
puesto el corazón. Estás seguro de que te aceptarán, porque hay mucha
gente que considera que tu trabajo en tu campo es original e interesante.
Pero te rechazan.

La reacción de la mentalidad fija. Al principio te dices a ti mismo que era un


asunto sumamente competitivo, de modo que no es nada personal.
Probablemente tenían más solicitudes de gente de primera clase de las que
podían aceptar. Pero la voz de dentro de tu cabeza empieza a murmurar. Te
dice que te has engañado a ti mismo racionalizando. Te dice que al comité de
admisión tu trabajo le parece mediocre. Después de un cierto tiempo, te
dices a ti mismo que probablemente sea cierto. Casi con toda seguridad el
trabajo es ordinario, vulgar, y ya han visto cosas así. Son expertos. El
veredicto ha sido dictado y tú no vales.

Con algún esfuerzo te sitúas a ti mismo de nuevo en tu primera conclusión,


más razonable y halagadora, y te sientes mejor. En la mentalidad fija (y en
la mayoría de las terapias cognitivas), ahí termina todo. Has recuperado tu
autoestima, de modo que el trabajo ha terminado. Pero en la mentalidad de
crecimiento eso es solamente el primer paso. Todo lo que has hecho ha sido
hablar contigo mismo; ahora llega la parte del aprendizaje y de las mejoras.

El paso de la mentalidad de crecimiento. Piensa en tus objetivos y en lo que


podrías hacer para mantenerte en el camino para conseguirlo.

¿Qué pasos podrías dar para ayudarte a ti mismo a tener éxito? ¿Qué
información podrías recopilar?

Bien, a lo mejor podrías enviar la solicitud a varias escuelas la próxima vez.


O quizá, mientras tanto, podrías recoger más información y preparar una
buena solicitud: ¿qué es lo que están buscando?, ¿qué experiencias valoran?
Podrías adquirir esas experiencias antes de presentar la próxima solicitud.

Puesto que esto es una historia real, sé qué paso dio la solicitante rechazada.
Se le dieron algunos grandes consejos de mentalidad de crecimiento y unos
cuantos días después llamó a la facultad. Cuando encontró a la persona
encargada, un hombre, y le explicó la situación, le dijo: «No quiero discutir la
decisión que ha tomado. Solamente quiero saber, por si decido presentar
otra solicitud en el futuro, cómo puedo mejorarla. Le estaría muy agradecida
si pudiera ofrecerme alguna indicación».

Nadie se burla de una súplica sincera. Varios días después, él la llamó y le


ofreció la admisión. De hecho, había sido una decisión difícil y, tras
reconsiderar su solicitud, el departamento decidió que podrían aceptar a una
persona más ese año. Además, les gustó su iniciativa.

Ella había localizado información que le permitiría aprender de la experiencia


y mejorar en el futuro. En este caso resultó que no tuvo que mejorar su
solicitud, ya que consiguió zambullirse directamente en el aprendizaje de su
nuevo programa de posgrado.

Planes que sacarás adelante y planes que no


La parte decisiva de la reacción de nuestra solicitante fue su llamada a la
facultad para conseguir más información. No fue fácil.

La gente planea hacer cosas difíciles a diario, pero luego no las lleva a cabo;
piensa «ya lo haré mañana», y se jura a sí misma que lo cumplirá al día
siguiente. La investigación realizada por Peter Gollwitzer y sus colegas
muestra que hacer promesas, incluso promesas firmes, a menudo es inútil.
El día siguiente llega, y el día siguiente se va.

Lo que funciona es hacer un plan concreto: «Mañana, durante mi tiempo de


descanso, me pondré una taza de té, cerraré la puerta de mi despacho y
llamaré a la escuela de posgrado». O, en otro caso distinto: «El miércoles
por la mañana, justo después de levantarme y de lavarme los dientes, me
sentaré a mi mesa y empezaré a escribir el informe». O bien: «Esta noche,
después de terminar de lavar los platos de la cena, me sentaré con mi
esposa en el salón y hablaremos. Le diré: ‘‘Querida, tengo que hablar contigo
de algo que creo que nos hará más felices’’».

Piensa en algo que necesites hacer, o en algo que quieras aprender, o en un


problema con el que tengas que enfrentarte. ¿Qué es? Ahora haz un plan
concreto. ¿Cuándo continuarás con tu plan?, ¿cómo lo harás?, ¿dónde lo
harás? Piensa en ello con mucho detalle.
Esos planes concretos –los planes que puedes visualizar– sobre cuándo,
cómo y dónde vas a hacer algo conducen a niveles verdaderamente altos de
seguimiento, lo que, por supuesto, aumenta las posibilidades de éxito.

De modo que la idea no es solamente hacer un plan de mentalidad de


crecimiento, sino también visualizar, de manera concreta, cómo vas a
sacarlo adelante.

Sentirse mal, pero hacerlo bien


Volvamos atrás unos pocos párrafos, a cuando te rechazaron en la escuela
de posgrado. Supón que intentas hacerte sentir mejor por haber fracasado.
Todavía puedes recurrir a la mentalidad de crecimiento. Puedes sentirte
desgraciado y, a pesar de todo, conseguir la información que te ayude a
mejorar.

Después de haber tenido un contratiempo, a veces me pongo a hablar


conmigo misma sobre lo que significa y cómo planeo tratar con ello. Todo
parece estar bien, hasta que consulto con la almohada. Tengo sueños y más
sueños con la pérdida, el fracaso o el rechazo, dependiendo de lo que haya
sucedido. En cierta ocasión, cuando había sufrido una pérdida, me fui a
dormir y tuve los sueños siguientes: se me cayó todo el pelo, me quedé sin
dientes, tenía un bebé y se murió, y un largo etcétera. En otra, cuando me
sentí rechazada, mis sueños generaron incontables experiencias de rechazo,
reales e imaginarias. En cada una de las veces el incidente desencadenó un
tema específico, y mi imaginación superactiva recogió todas las variaciones
sobre el tema para colocarlas ante mí. Cuando me despierto, me siento como
si me hubiera pasado un ejército por encima.

Estaría muy bien que eso no ocurriese, pero es irrelevante. Sería más fácil si
me sintiera mejor, pero no importa. El plan es el plan. ¿Recuerdas a los
alumnos deprimidos que tenían una mentalidad de crecimiento? Cuanto peor
se sentían, tantas más cosas constructivas hacían. Cuanto más deprimidos
se sentían, tanto más se obligaban a hacerlas. Lo decisivo es elaborar un
plan concreto y orientado al crecimiento, y luego seguirlo.

Borrador de elección número uno


El último dilema parecía difícil, pero se resolvió fundamentalmente con una
llamada de teléfono. Ahora imagina que eres un delantero centro muy
prometedor.

De hecho, eres el ganador del trofeo Heisman, el mayor premio del fútbol
universitario. Eres el mejor fichaje de los Philadelphia Eagles, el equipo con
el que siempre has soñado jugar.

Entonces, ¿cuál es el dilema?

El dilema. La presión es sobrecogedora. Ansías jugar en los partidos, pero


cada vez que te meten en el juego para probarte, te pones nervioso y
pierdes la concentración. Siempre te mantenías tranquilo bajo presión, pero
estos son equipos profesionales.

Todo lo que ves ahora son tipos gigantes que vienen hacia ti, seiscientos
kilos de gigantes que quieren destrozarte. Gigantes que se mueven más
deprisa de lo que jamás creíste posible. Te sientes arrinconado...,
desamparado.

La reacción de la mentalidad fija. Te torturas con la idea de que un delantero


centro es un líder y que tú no lo eres. ¿Cómo podrías jamás inspirar
confianza en tus compañeros de equipo, si ni siquiera puedes arreglártelas
para lanzar un buen pase o luchar por unos cuantos metros? Para empeorar
las cosas, los comentaristas deportivos siguen preguntando: «¿Qué le pasó
al chico maravilla?». Para reducir al mínimo la humillación, empiezas a
esconderte y para evitar a los comentaristas, desapareces en los vestuarios
nada más terminar el partido.

¡Hala!, ¿es eso una receta para el éxito? ¿Qué pasos podrías dar para
mejorar las cosas? Piensa en los recursos que tengas a tu disposición y en
cómo los utilizarías. Pero, primero, haz que tu mentalidad dé un giro de
ciento ochenta grados.

El paso de la mentalidad de crecimiento. En la mentalidad de crecimiento te


dices que el cambio a profesional es un paso enorme, que requiere muchos
ajustes y muchísimo aprendizaje. Hay infinidad de cosas que no era posible
que supieras todavía y será mejor que empieces a averiguarlas.

Intentas pasar más tiempo con los delanteros veteranos, les haces preguntas
y ves vídeos con ellos. En lugar de ocultar tu inseguridad, hablas de lo
diferente que es de la universidad. A su vez, ellos te dicen que así es
exactamente como se sintieron; de hecho, te cuentan los momentos más
humillantes que vivieron.

Tú les preguntas qué hicieron para superar las diferencias iniciales, y ellos te
enseñan sus técnicas mentales y físicas. Conforme empiezas a sentirte más
integrado en el equipo, te das cuenta de que formas parte de una
organización que quiere ayudarte a crecer, que no te juzga ni te
menosprecia.

En lugar de preocuparte por si te pagan demasiado por tu talento, comienzas


a devolver su inversión a base de un increíble trabajo duro y de un gran
espíritu de equipo.

GENTE QUE NO QUIERE CAMBIAR


Derechos: el mundo te lo debe

Muchas personas de mentalidad fija creen que es el mundo el que tiene que
cambiar, no ellas. Se sienten con derecho a algo mejor: un trabajo, una
casa, una pareja... El mundo tendría que reconocer sus cualidades especiales
y tratarlas en consecuencia.

Vamos a seguir con el dilema siguiente; imagínate a ti mismo en esta


situación.

El dilema. «Y aquí estoy –piensas–, en este trabajo de poco nivel. Es


humillante, con mi talento no debería tener que trabajar así.

Yo debería estar arriba, con los grandes, disfrutando de la buena vida». Tu


jefe cree que tu actitud es mala. Cuando necesita que alguien se haga cargo
de más responsabilidades, no cuenta contigo; cuando es hora de ascender a
alguien, eso no te incluye a ti.

La reacción de la mentalidad fija. «Se siente amenazado por mí», dices


amargamente. Tu mentalidad fija te dice eso, porque siendo tú quien eres
deberían impulsarte automáticamente a las altas esferas de la empresa. La
gente debería ver tus talentos y recompensarte por ellos. Cuando no lo hace,
no es justo. ¿Por qué tendrías que cambiar tú? Tú solo quieres lo que te es
debido.

Pero, si te pones en una mentalidad de crecimiento, ¿qué otros caminos


nuevos pueden ocurrírsete y qué pasos podrías dar?
Por ejemplo, ¿qué piensas ahora sobre el esfuerzo? ¿Y sobre el aprendizaje?
¿Cómo podrías actuar conforme a esta nueva forma de abordarlos?

Bueno, podrías pensar en esforzarte más y colaborar más con tus


compañeros de trabajo. Podrías utilizar tu tiempo libre para aprender más
sobre la empresa, en lugar de quejarte constantemente por tu mala
situación. Vamos a ver cómo podría funcionar eso.

El paso de la mentalidad de crecimiento. Pero primero hablemos claro.


Durante mucho tiempo ha sido aterrador pensar en abandonar la idea de ser
alguien superior. Lo que tú no quieres es ser un ser humano corriente y
moliente. ¿Cómo podrás sentirte mejor contigo mismo si no eres más valioso
que la gente a la que menosprecias?

Empiezas a acariciar la idea de que ciertas personas destacan por su


compromiso y por su esfuerzo. Intentas esforzarte cada vez más y ver si
obtienes alguna más de esas recompensas que querías.

Aunque de manera lenta puedas ir aceptando la idea de que el esfuerzo


puede ser algo necesario, sigues sin aceptar que no haya garantías. Ya es
bastante indigno tener que trabajar, pero trabajar y seguir sin conseguir que
las cosas salgan de la manera que quieres..., eso verdaderamente no es
justo. Eso significa que tú podrías trabajar mucho y que otro se llevase el
ascenso. Intolerable.

Pasa mucho tiempo antes de que comiences a disfrutar esforzándote más, y


mucho también antes de que empieces a pensar en aprender. En lugar de
ver tu momento al pie de la escala empresarial como un insulto, ves poco a
poco que en ese pie puedes aprender muchas cosas que podrían ayudarte
enormemente en tu ascensión a la cumbre. Aprender todos los entresijos de
la empresa puede proporcionarte después una gran ventaja.

Todos nuestros directores ejecutivos de mentalidad de crecimiento conocían


sus empresas de arriba abajo, del revés y del derecho y de dentro afuera.

En lugar de ver los debates con tus colegas como un tiempo empleado en
conseguir lo que quieres, empiezas a captar la idea de establecer relaciones
o incluso de ayudar a tus compañeros a desarrollarse de formas que ellos
valoren. Esto puede convertirse en una nueva fuente de satisfacciones.
Podrías decir que estabas siguiendo los pasos de Bill Murray en su
experiencia de Atrapado en el tiempo.
Conforme te vayas convirtiendo en una persona de mentalidad de
crecimiento, te asombrará ver cómo la gente empieza a ayudarte, a
apoyarte. Ya no parecen adversarios que van por ahí negándote lo que te
mereces. Son, cada vez más frecuentemente, tus colaboradores hacia un
objetivo común. Es interesante: empezaste queriendo cambiar el
comportamiento de los demás, y eres tú el que cambia.

Al final, muchas personas de mentalidad fija comprenden que su manto de


originalidad era realmente una armadura en la que se habían metido para
sentirse seguras, fuertes y valiosas. Sin embargo, aunque muy al principio
pudiera haberlas protegido, después ha restringido su crecimiento, las ha
enviado a batallas perdidas y las ha distanciado de las relaciones
interpersonales satisfactorias.

Negación: mi vida es perfecta


La gente de mentalidad fija huye frecuentemente de sus problemas. Si su
vida es defectuosa, eso significa que ellos también lo son. Es más fácil hacer
creer que todo va bien. Prueba con este dilema.

El dilema. Parece que lo tengas todo. Tienes una profesión satisfactoria, un


matrimonio bien avenido, hijos maravillosos y amigos leales. Pero una de
esas cosas no es verdad. Sin saberlo tú, tu matrimonio se está terminando.
No es que no haya habido señales de ello, pero elegiste interpretarlas de otra
forma. Tú estabas cumpliendo «tu papel del hombre» o «tu papel de la
mujer», y ni siquiera te dabas cuenta de que tu pareja echaba de menos la
comunicación y la complicidad. Para cuando te despiertas, es demasiado
tarde, tu pareja se ha desconectado emocionalmente de la relación.

La reacción de la mentalidad fija. Siempre has tenido lástima de los


divorciados, de los abandonados, y ahora eres uno de ellos. Pierdes todo
sentido de valía. Tu pareja, a quien conociste íntimamente, ya no te quiere.
Durante meses crees que no podrás seguir adelante, estás convencido de
que hasta tus hijos estarían mejor sin ti. Te cuesta un cierto tiempo llegar al
punto en el que te sientes útil o competente. O esperanzado. Ahora viene la
parte difícil, porque, aunque ahora te sientes algo mejor contigo mismo,
todavía te encuentras en la mentalidad fija. Te estás embarcando en una
vida de juicios. Con cada cosa buena que ocurre, tu voz interna te dice, a lo
mejor soy aceptable, a fin de cuentas; pero con cada cosa mala que ocurre,
la voz dice: mi pareja tenía razón.
Juzgas también a todas las personas nuevas que conoces como traidores en
potencia.

¿Cómo podrías reconsiderar tu matrimonio, a ti mismo y a tu vida desde la


perspectiva de la mentalidad de crecimiento?, ¿por qué tenías miedo de
escuchar a tu pareja?, ¿qué podrías haber hecho?, ¿qué deberías hacer
ahora?

El paso de la mentalidad de crecimiento. No es que tu matrimonio, el cual


pensabas que era intrínsecamente feliz, se haya convertido en un fracaso.
Simplemente era algo en evolución que ha dejado de desarrollarse por falta
de alimento. Tienes que pensar en que tanto tú como tu pareja han
contribuido a esta situación, y especialmente en por qué no fuiste capaz de
escuchar a tu pareja.

Conforme investigas, te das cuenta de que en tu mentalidad fija viste las


peticiones de tu pareja como una crítica que no querías escuchar. Te das
cuenta también de que, a cierto nivel, te asustabas cuando no eras capaz de
la intimidad que tu pareja solicitaba.

De manera que, en lugar de examinar esos problemas con tu pareja, te


hiciste el sordo, confiando en que desaparecerían.

Cuando una relación se estropea, esos son los problemas que todos tenemos
que examinar en profundidad, no para juzgarnos por lo que fue mal, sino
para superar nuestros miedos y aprender las habilidades de comunicación
que necesitaremos para construir y mantener relaciones mejores en el
futuro. A fin de cuentas, una mentalidad de crecimiento permite que la gente
sea portadora no ya de juicios y de amargura, sino de nuevos conocimientos
y habilidades.

Hay alguien en tu vida que intente decirte algo que te niegas a escuchar?
Pasa a la mentalidad de crecimiento y escucha de nuevo.

CAMBIAR LA MENTALIDAD DE TUS HIJOS


Muchos de nuestros hijos, nuestro recurso más valioso, están atrapados en
la mentalidad fija. Puedes confeccionar un taller personalizado de
Cerebrología para ellos. Vamos a ver algunas formas de hacerlo.
El de mentalidad fija precoz

La mayoría de los niños que adoptan una mentalidad fija no adoptan las
creencias propias de esta personalidad de manera verdaderamente
apasionada hasta pasados unos años, pero algunos lo hacen mucho antes.

El dilema. Imagina que tu hijo vuelve a casa del colegio un día y te dice:
«Algunos niños son listos y algunos son tontos, tienen un cerebro peor». Te
quedas horrorizado. « ¿Quién te ha dicho eso?», le preguntas, preparándote
para presentar una queja al colegio.

«Lo he averiguado yo solo», dice con orgullo. Vio que algunos niños sabían
leer, escribir cartas y sumar un montón de números, y que otros, no. Sacó la
conclusión y creyó profundamente en ella.

Tu hijo es muy precoz en todos los aspectos de la mentalidad fija, que pronto
florecerá plenamente. Se desarrolla en él un desagrado hacia el esfuerzo:
quiere que su inteligente cerebro funcione a toda máquina y se luzca, y a
menudo lo hace.

Cuando el niño aprende a jugar al ajedrez muy deprisa, tu pareja, para


inspirarlo, alquila la película En busca de Bobby Fischer, que trata de un
joven campeón de ajedrez. Lo que tu hijo aprende de la película es que uno
puede perder y ya no ser campeón, así que no vuelve a jugar. «Soy
campeón de ajedrez», va anunciando a todo el mundo. Un campeón que no
juega.

Como ahora ya comprende qué significa perder, da algunos pasos más para
evitarlo. Empieza a hacer trampas en la oca, la escalera y demás juegos.
Habla a menudo de aquello que él sabe hacer y que los otros niños, no.
Cuando tú y tu pareja le decís que sus compañeros no son tontos, sino que
no han practicado tanto como él, se niega a creerlo. Observa
cuidadosamente lo que sucede en el colegio y luego vuelve a casa y dice:
«Hasta cuando la profesora nos enseña algo nuevo, yo lo hago mejor que
ellos. No tengo que practicar».

Este niño ha apostado mucho por su cerebro, no para hacerlo crecer, sino
para alabarlo. Tú ya le has dicho que se trata de aprender y de practicar, no
de ser listo o tonto, pero él no lo acepta. ¿Qué más puedes hacer? ¿Qué
otros caminos hay para hacerle llegar el mensaje?

El paso de la mentalidad de crecimiento. De manera que decides que en


lugar de intentar sacarle de la mentalidad fija razonando, tienes que adoptar
tú la mentalidad de crecimiento. Cada noche, cenando en la mesa del
comedor, tu pareja y tú establecéis el debate sobre la mentalidad de
crecimiento preguntándole a cada niño (y preguntándoos el uno al otro): «
¿Qué has aprendido hoy?», « ¿Has cometido algún error que te haya
enseñado algo?», «¿En qué te has esforzado mucho hoy?». Pasas por toda la
mesa con cada pregunta, hablando animadamente de tus esfuerzos y los de
ellos, de las estrategias, de los contratiempos y del aprendizaje.

Hablas de las habilidades que no tenías ayer y que tienes hoy porque pusiste
mucho empeño en practicarlas. Te pones dramático para contar los errores
que cometiste que tenían en sí mismos la llave de la solución, narrándolo
como un cuento de misterio.

Explicas con deleite aquello con lo que estás luchando y en lo que haces
progresos. Enseguida los niños estarán impacientes cada noche por contar
sus historias. « ¡Vaya por Dios! –dices con asombro–, hoy te has vuelto
verdaderamente más inteligente».

Cuando tu hijo de mentalidad fija diga que hace las cosas mejor que los
demás niños, todo el mundo preguntará: «Sí, pero ¿qué has aprendido?».
Cuando hable de lo fácil que es todo lo del colegio para él, todos ustedes
dirán: «Bah, es una lástima, no estás aprendiendo. ¿No puedes encontrar
nada más difícil que hacer y así aprender más?». Cuando se jacte de ser un
campeón, indíquenle: «Los campeones son los que más trabajan. Tú puedes
llegar a convertirte en un campeón. Ya me contarás mañana lo que hayas
hecho para convertirte en un campeón». Pobre chiquillo, es toda una
conspiración, a la larga no tiene nada que hacer.

Cuando haga los deberes y diga que son fáciles o aburridos, enséñale a
encontrar maneras de hacerlos más divertidos y estimulantes. Si tiene que
escribir ciertas palabras, como niño o niña, pregúntale: « ¿Cuántas palabras
crees que riman con niño y niña? Escríbelas en un papel aparte y luego
podemos hacer una frase que tenga todas esas palabras». Cuando acabe de
hacer los deberes, juegas a ese juego: «El niño y el armiño se miraban con
cariño», «La niña de la riña se comió una piña». Al final empezará a
inventarse sus propios trucos para hacer que sus deberes sean más
estimulantes.

Y no solo en el colegio o en los deportes. Anímalo a que hable de las formas


que conozca de hacer amigos, o de lo que esté aprendiendo para
comprender y ayudar a los demás. Lo que quieres es comunicarle que las
hazañas del intelecto o las proezas físicas no son todo lo que te interesa.

Tu hijo seguirá sintiéndose atraído por la mentalidad fija durante mucho


tiempo. Le encanta pensar que es intrínsecamente especial, y nada más. No
le gusta la idea de tener que trabajar todos los días para lograr un pequeño
avance en la habilidad o en el conocimiento. El estrellato no debería tener
que ser tan agotador. Así y todo, conforme el sistema de valores familiares
cambie hacia la mentalidad de crecimiento, él querrá participar en el juego.
Así que al principio dirá lo que tenga que decir (graznido), luego hará lo que
tenga que hacer (oposición). Al final, se convertirá en el perro guardián de la
mentalidad. Cuando alguien de la familia se deslice a la mentalidad fija, se
deleitará en pillarlo. Como dice el dicho: «Ten cuidado con lo que deseas,
porque se puede hacer realidad», le dices bromeando a tu pareja.

La mentalidad fija es muy tentadora. Se ve que promete a los niños una vida
entera de valía, de éxito y de admiración solo con quedarse sentados y ser lo
que son. Por eso se necesita tanto trabajo para hacer que florezca la
mentalidad de crecimiento cuando la fija ya ha echado raíces.

El esfuerzo se tuerce
A veces el problema del niño no es el demasiado poco esfuerzo, sino el
demasiado mucho. Y por las causas equivocadas. Todos hemos oído hablar
de escolares que se quedan todos los días despiertos pasada la medianoche
estudiando. Esos niños trabajan mucho, pero normalmente no están en la
mentalidad de crecimiento. No se concentran en el amor por el aprendizaje;
generalmente lo que hacen es intentar validarse a sí mismos ante sus
padres.

Y en algunos casos a los padres puede gustarles lo que resulta de ese


esfuerzo tan grande: las notas, los premios, la admisión en grandes
universidades... Veamos cómo manejas este:

El dilema. Estás orgulloso de tu hija. Se encuentra entre los primeros de la


clase y lleva a casa todo sobresaliente. Aprende a tocar la flauta con el mejor
profesor del país. Y estás seguro de que entrará en el mejor instituto privado
de secundaria de la ciudad. Pero, a diario, antes del colegio le duele el
estómago, y algunos días vomita. Tú sigues dándole una dieta compuesta de
alimentos cada vez más insípidos para calmar su estómago tan sensible,
pero no sirve de nada. No se te ocurre que pueda tener una crisis nerviosa.

Cuando a tu hija le diagnostican una úlcera, debería ser un toque de


atención, pero tú y tu pareja siguen dormidos. Tú lo ves sólo como un
problema gastrointestinal. Sin embargo, el médico insiste en que acudas a
una terapeuta de familia. Te dice que es una parte obligatoria del
tratamiento de tu hija y te entrega una tarjeta con el nombre y el teléfono de
la terapeuta.

Las reacciones de la mentalidad fija. La terapeuta te aconseja que te lo


tomes con más calma con tu hija, que le digas que no pasa nada si no
trabaja tanto. Que tienes que asegurarte de que duerma más. Así que tú,
siguiendo obedientemente las instrucciones, te aseguras de que se vaya a la
cama a las diez todas las noches. Pero eso no hace más que empeorar las
cosas, porque ahora tiene menos tiempo para cumplir con todo lo que se
espera de ella.

A pesar de lo que haya dicho la terapeuta, no se te ocurre que es posible que


quiera que tu hija se quede retrasada respecto a sus compañeros, o que se
dedique un poco menos a la flauta, o que se arriesgue a no conseguir entrar
en un instituto puntero. ¿Sería eso bueno para ella?

La terapeuta se da cuenta de que tiene mucho trabajo por delante. Su


primer objetivo es conseguir que tú seas más consciente de la gravedad del
problema. El segundo es hacer que comprendas tu papel en ese problema.
Tú y tu pareja tenéis que ver que es vuestra necesidad de perfección lo que
ha generado el problema. Vuestra hija no se hubiera hecho polvo a sí misma
si no hubiera temido perder vuestra aprobación. El tercer objetivo es
elaborar un plan concreto que todos podáis seguir.

¿Se te ocurre algo concreto que se pueda hacer para ayudar a tu hija a
entrar en una mentalidad de crecimiento, de manera que pueda relajarse y
sacarle algún placer a la vida?

El paso de la mentalidad de crecimiento. El plan que indica la terapeuta hará


que vuestra hija empiece a disfrutar con las cosas que hace.

Las clases de flauta quedan suspendidas temporalmente. A tu hija le dices


que puede ensayar tanto o tan poco como quiera, pero solo por el puro
disfrute de la música y nada más.
Ella tiene que estudiar las asignaturas del colegio para aprender de ellas, no
para embutirse todo lo que pueda en la cabeza. La terapeuta la envía a un
tutor que la enseña a estudiar para comprender. El tutor habla también de
las asignaturas con ella de una forma que las hace interesantes y
placenteras. Estudiar tiene ahora un significado nuevo: no se trata de sacar
las notas más altas para demostrar su inteligencia y su valía ante sus
padres, se trata de aprender cosas y de pensar en ellas de manera atractiva.

Los profesores de tu hija están al tanto para apoyarla en su camino


reorientado hacia el crecimiento. Se les pide que hablen con ella del progreso
de su aprendizaje (y que la elogien por él) más que de cómo hizo los
exámenes («ahora veo que comprendes de verdad el uso de las metáforas
en tus redacciones», «ya veo cuánto te has metido en tu estudio sobre los
Incas. Cuando lo leo me siento como si estuviera en el antiguo Perú»). A ti
también te enseñan a hablar así.

Por último, la terapeuta te aconseja que lleves a tu hija a un instituto que


tenga menos presión que el que habías elegido. Existen otros centros
estupendos que se concentran más en el aprendizaje y menos en las notas y
las puntuaciones de los exámenes. Te llevas a tu hija a dar una vuelta y
dedicáis tiempo a conocer bien cada instituto. Luego ella habla contigo y con
la terapeuta sobre los que le han gustado más y en los que se sentía más a
gusto.

Poco a poco vas aprendiendo a separar tus deseos y necesidades de los de


ella. Tú podrías haber necesitado una hija que fuese la número uno en todo,
pero tu hija necesitaba algo distinto: aceptación de sus padres y libertad
para crecer. Conforme vayas abandonando lo que necesitabas, tu hija se
involucrará de manera mucho más auténtica en lo que haga. Lo hará porque
le interesa y aprende de ello, y lo hará muy pero que muy bien.

¿Intenta tu hijo decirte algo que no quieres escuchar? Hay un anuncio que
dice: « ¿Sabes dónde está tu hijo ahora mismo?», ¿lo conoces? Si no puedes
escuchar lo que tu hijo intenta decirte –con sus palabras o con sus actos–,
eso significa que no sabes dónde está. Entra en la mentalidad de crecimiento
y escucha con más atención.

LA MENTALIDAD Y LA FUERZA DE VOLUNTAD


A veces no queremos cambiarnos mucho a nosotros mismos. Solamente
queremos quitarnos de encima algunos kilos y que no vuelvan. O dejar de
fumar, o controlar nuestra ira. Algunas personas piensan en esto con
mentalidad fija. Si eres fuerte y tienes fuerza de voluntad, podrás hacerlo;
pero si eres débil y no tienes fuerza de voluntad, no podrás. Es posible que la
gente que piensa de esta manera tome la firme resolución de hacer algo,
pero no tomará medida especial alguna para asegurarse de tener éxito en
ello. Esta gente termina diciendo: «Dejar de fumar es fácil, yo lo he hecho
cientos de veces».

Ocurre como con los estudiantes de química de los que hablamos antes. Los
de mentalidad fija pensaban: «Si tengo la habilidad, lo haré bien; si no la
tengo, no lo haré». Como resultado de ello no utilizaban estrategias
complejas para ayudarse a sí mismos.

Simplemente, estudiaban de una manera superficial, y confiaban en que


ocurriese lo mejor.

Cuando las personas de mentalidad fija fallan en el examen –de química, de


ponerse a dieta, de dejar de fumar o de controlar su ira–, se autoflagelan.
Creen que son incompetentes, débiles o malas. ¿Dónde vamos a partir de
ahí?

La reunión de los veinticinco años de la promoción del instituto de Nathan


estaba por llegar y, cuando pensó en que su antigua novia estaría allí,
decidió perder la barriga. En el instituto había sido atractivo y estaba en
forma, y no quería aparecer en la reunión como un hombre gordo de
mediana edad.

Nathan se había reído siempre de las mujeres y sus dietas: « ¿A qué viene
tanto jaleo, si solo se necesita un poco de autocontrol?». Para perder peso
decidió que solamente se iba a comer la mitad de lo que tuviera en el plato,
pero cada vez que se sentaba a la mesa, la comida desaparecía por
completo. « ¡La he fastidiado!», se lamentaba mientras se sentía un
fracasado y pedía el postre (tanto para acabar de sellar su fracaso como para
levantar el ánimo).

Yo le diría: «Nathan, esto no funciona, necesitas un sistema mejor. ¿Por qué


no pones a un lado parte del plato al principio de la comida, o haces que el
restaurante te lo meta en un toper para llevártelo a casa? ¿Por qué no
completas tus platos con más verduras, y así parece que hay más comida?
Hay un montón de cosas que puedes hacer». Y a esto él diría: «No, no,
tengo que ser fuerte».

Nathan acabó por meterse en una de esas dietas líquidas de choque, con lo
que perdió peso para la reunión y luego se echó encima más de lo que había
perdido. Yo no estoy muy seguro de que eso sea ser fuerte, ni de que utilizar
ciertas estrategias sencillas sea ser débil.

La próxima vez que te pongas a dieta piensa en Nathan y recuerda que la


fuerza de voluntad no es algo que se tiene o no se tiene. La fuerza de
voluntad necesita ayuda. Volveré a tocar este punto.

Ira
Controlar la ira es algo que constituye un problema para muchas personas.
Algo dispara su mal genio y allá que se van, perdiendo el control de su boca,
o algo peor. Aquí también es posible que la persona prometa que la próxima
vez será diferente. El control de la ira es un gran problema entre las parejas
y entre los padres y los hijos, no solamente porque las parejas y los hijos
hagan cosas que nos enfaden, sino también porque nosotros podríamos creer
que también tenemos derecho a perder los nervios cuando ellos lo hacen.
Prueba con este dilema:

El dilema. Imagina que habitualmente eres una persona amable y cariñosa,


como probablemente eres. Amas a tu pareja y te sientes afortunado por
tenerla. Pero cuando viola alguna de tus reglas, como dejar que la bolsa de
basura rebose antes de sacarla fuera, te sientes traicionado personalmente y
comienzas a criticarla. Todo empieza con un «te lo he dicho mil veces» y
luego sigue con «nunca haces nada bien». Cuando no parece que se
avergüence adecuadamente, estallas e insultas su inteligencia («A lo mejor
es que no eres lo bastante inteligente para acordarte de sacar la basura») y
su carácter («Si no fueras tan irresponsable, no harías...» o

«Si te preocupases de alguien más aparte de ti, tú no harías...»). Furioso de


ira, sacas todo lo que puedas imaginar para sostener lo que dices: «Mi padre
tampoco confiaba en ti», o bien «Tu jefe tenía razón cuando decía que tienes
muchas limitaciones». Tu pareja tiene que marcharse de casa para estar
fuera del alcance de tu furia acumulada.

La reacción de la mentalidad fija. Durante cierto tiempo justificas tu ira, pero


luego te das cuenta de que has ido demasiado lejos. Te acuerdas de repente
de todas las formas en que tu pareja te apoya y te sientes intensamente
culpable. Entonces tu diálogo interno te lleva de nuevo a la idea de que tú
también eres una buena persona, que ha metido la pata –perdido los
nervios– temporalmente.

Y piensas: «He aprendido de veras la lección, no lo haré nunca más ».

Pero creyendo simplemente que puedes mantener a esa buena persona al


frente en el futuro, no piensas en estrategias que podrías utilizar la próxima
vez para evitar un estallido. Por eso la siguiente vez es una copia idéntica de
la anterior.

La mentalidad de crecimiento y el autocontrol


Algunas personas piensan en perder peso o en controlar su ira con una
mentalidad de crecimiento. Se dan cuenta de que para tener éxito necesitan
aprender y poner en práctica estrategias que les funcionen.

Ocurre como con los estudiantes de química que tenían una mentalidad de
crecimiento. Utilizaban técnicas de estudio, planeaban con cuidado sus horas
de estudio y mantenían su motivación. Dicho de otra manera, empleaban
todas las estrategias posibles para asegurarse de que lo conseguirían.

Y, justamente como ellos, las personas con mentalidad de crecimiento no


toman meramente resoluciones de Año Nuevo y esperan que se les queden.
Comprenden que para ponerse a dieta necesitan de un plan. Podría ser
prescindir de los postres, o pensar anticipadamente lo que van a pedir en el
restaurante, o reservar un día a la semana para comer sus platos favoritos
sin restricciones, o comprometerse a hacer más ejercicio.

Piensan en el mantenimiento de una forma activa. ¿Qué hábitos tienen que


desarrollar para mantener los logros que han conseguido?

Luego están los contratiempos. Saben que van a ocurrir, de modo que en
lugar de castigarse a sí mismos, se preguntan: « ¿qué puedo aprender de
esto? ¿Qué voy a hacer la próxima vez que esté en esta misma situación?».
Es un proceso de aprendizaje, no una batalla entre el buen tú y el mal tú.

¿Qué podrías haber hecho con tu ira en ese último episodio? Lo primero,
piensa en por qué te has quemado tanto trabajando.
Es posible que te hayas sentido menospreciado y tratado sin respeto cuando
tu pareja esquivó hacer las tareas o no siguió tus reglas, como si te estuviera
diciendo: «Tú no importas, tus necesidades son triviales, no me preocupan
en absoluto».

Tu primera reacción es recordarle airadamente cuáles son sus deberes, pero


a continuación llegó tu represalia, una especie de «de acuerdo, don/doña
importante, si tan creído te lo tienes, prueba con esto».

Tu pareja se preparó sencillamente para soportar la embestida, en lugar de


asegurarte lo importante que eres. Mientras tanto, tú tomaste su silencio
como una evidencia de que se siente superior, y eso le dio combustible a la
escalada de tu ira.

¿Qué puede hacerse? Pueden hacerse varias cosas. Primero, tu pareja no


puede leer tu mente, así que cuando se presente una situación que provoque
tu ira, tendrás que decirle directamente cómo te sientes: «No estoy seguro
de por qué, pero cuando haces eso me siento como si yo no tuviese
importancia, como si no te molestases en hacer cosas que para mí son
importantes».

A su vez, tu pareja puede asegurarte que le importa cómo te sientes y que


intentará poner más atención (« ¿estás de broma? – Dirás–, mi pareja no
hará nunca eso». Bueno, podrías pedírselo directamente, como lo he hecho
yo a veces: «Dime por favor que te preocupa cómo me siento y que
intentarás poner más atención»).

Cuando sientas que estás a punto de perder la paciencia, aprende a salir de


la habitación y a poner por escrito tus pensamientos más negros, seguidos
de lo que esté sucediendo verdaderamente («No comprende lo importante
que es esto para mí», «No sabe qué hacer cuando empiezo a estallar»).
Cuando te hayas calmado lo suficiente, podrás volver a la situación.

También puedes aprender a aflojar un poco algunas de tus reglas, ahora que
sabes que cada una de ellas no es un examen del respeto que te tiene tu
pareja. Con el tiempo podrías conseguir incluso tomártelas con cierto sentido
del humor. Por ejemplo, si tu pareja se deja los calcetines en el salón o pone
cosas que no corresponden en los cubos del reciclaje, puedes señalar a los
artículos ofensivos y preguntar con gran severidad: «¿Qué significa esto?».
Podría ser que te echases unas buenas risas.
Cuando la gente abandona el pensamiento de bueno-malo, fuerte-débil, que
crece en la mentalidad fija, es más capaz de aprender estrategias útiles que
contribuyan al autocontrol. No todos los lapsus de memoria significan un
destino funesto. Desde el punto de vista de la mentalidad de crecimiento se
trata de un recordatorio de que eres un ser humano sin acabar y te da una
pista para hacerlo mejor la próxima vez.

MANTENER EL CAMBIO
Tanto si la persona cambia de mentalidad para dar un impulso a su profesión
como si es para sanar de una pérdida, o ayudar a que sus hijos prosperen, o
perder peso, o controlar la ira, los cambios tienen que mantenerse. Es
sorprendente: una vez que mejora un problema, a menudo la gente deja de
hacer lo que provocó la mejoría. Una vez que te sientes mejor, dejas de
tomarte la medicina.

Pero el cambio no funciona así. Cuando has perdido peso, el problema no


desaparece; o cuando tu hijo empieza a estar encantado de aprender, los
problemas no se han resuelto para siempre; o cuando tú y tu pareja
empiezan a comunicaros mejor, la cosa no termina ahí. Esos cambios hay
que apoyarlos o pueden desaparecer más aprisa de lo que aparecieron.

Quizá esa es la razón de que en Alcohólicos Anónimos le digan a la gente que


siempre será alcohólica, de modo que no se haga complaciente y deje de
hacer lo que tenga que hacer para mantenerse sobria. Es una forma de
decir: «Siempre serás vulnerable».

Por eso el cambio de mentalidad no consiste solo en aprender unos cuantos


trucos. De hecho, si alguien permanece dentro de la mentalidad fija y utiliza
estrategias de crecimiento, todo le puede salir al revés.

Wes, un padre de mentalidad fija, estaba desesperado. Cada día llegaba a


casa cansadísimo del trabajo y su hijo Mickey se negaba a colaborar. Wes
quería silencio, pero Mickey era ruidoso. Wes lo avisaba, pero Mickey seguía
haciendo lo que estuviese haciendo.

A Wes, su hijo le parecía un cabezota rebelde que no respetaba sus derechos


como padre. La escena terminaba en un torneo de gritos y Mickey acababa
castigado.
Al final, sabiendo que no tenía nada que perder, Wes intentó algunas de las
estrategias orientadas al crecimiento. Manifestó respeto por los progresos de
Mickey y elogió sus estrategias cuando era solidario o útil. El giro en la
conducta de Mickey fue muy notable.

Pero en cuanto se dio el giro en la conducta, Wes dejó de utilizar las


estrategias. Ya había conseguido lo que quería y esperaba que siguiese así. Y
cuando no fue así, se volvió incluso más airado que antes y castigaba más a
su hijo. Mickey había mostrado que podía comportarse bien y ahora se
negaba a ello.

Con frecuencia ocurre lo mismo en las parejas de mentalidad fija cuando


empiezan a comunicarse mejor. Marlene y Scott eran lo que mi marido y yo
llamamos «los Peleández». Todo lo que hacían era pelearse:

— ¿Por qué no limpias nunca?

— Lo haría si no fueses un incordio.

— No tendría que fastidiarte si hicieras lo que tienes que hacer.

— ¿Y quién te ha nombrado a ti el juez de lo que yo tengo que hacer?

Con terapia, Marlene y Scott dejaron de sacar los trapos sucios. Empezaron a
premiar cada vez más lo positivo y los esfuerzos que hacía la pareja. El amor
y la ternura que creían muertos retornaron, pero una vez que regresaron,
ellos volvieron a ser como antes. En la mentalidad fija las cosas no deberían
necesitar tanto esfuerzo. La buena gente debe actuar bien, y las buenas
relaciones deben desarrollarse bien.

Cuando las peleas se reanudaron, eran más violentas aún que antes, porque
reflejaban todas sus esperanzas frustradas.

El cambio de mentalidad no va de recoger algunas pistas aquí y allá, va de


ver el mundo de una forma nueva. Cuando la gente –parejas, entrenadores y
deportistas, jefes y trabajadores, padres e hijos, profesores y alumnos–
cambia a la mentalidad de crecimiento, se mueve de un marco juzgar y ser
juzgado a otro de aprender y ayudar a aprender. Su compromiso es con el
crecimiento, y el crecimiento necesita mucho tiempo, mucho esfuerzo y
mucha ayuda mutua.
Aprende y ayuda a aprender

Todos los días aparecen ante ti formas de crecer y de ayudar a crecer a la


gente que quieres. Sigue estos consejos para no dejarlas escapar: primero
haz una copia de este resumen gráfico de las dos mentalidades, resumen
que creó el maravilloso Nigel Holmes, y pégalo en tu espejo del baño. Úsalo
cada mañana para recordarte las diferencias entre las mentalidades fija y de
crecimiento.

Luego, según contemplas el día que tienes por delante, intenta hacerte estas
preguntas a ti mismo. Si tienes sitio en tu espejo, cópialas y pégalas también
en él:

« ¿Cuáles son hoy las oportunidades de aprendizaje y crecimiento para mí


mismo? ¿Y para la gente a mi alrededor?».

Según piensas en las oportunidades, crea un plan y pregunta:

« ¿Cuándo, dónde y cómo voy a embarcarme en mi plan?».

Los cuándo, dónde y cómo hacen que el plan sea concreto. El cómo te pide
que pienses en formas de ponerlo en práctica y de hacerlo funcionar.
Conforme te vayas encontrando con los obstáculos y contratiempos
inevitables, forma otro plan y reformúlate la pregunta:

« ¿Cuándo, dónde y cómo voy a actuar en mi plan nuevo?».

Independientemente de lo mal que te sientas, ¡hazlo!

Y cuando lo consigas, no te olvides de preguntarte a ti mismo:

« ¿Qué tengo que hacer para mantener el crecimiento y continuar con él?».

Recuerda lo que dijo el gran jugador de béisbol Alex Rodríguez: «tanto vas
para un lado, como para el otro». Tú también podrías ser quien decidiese
qué dirección tomar.

EL CAMINO POR DELANTE


El cambio puede ser duro, pero no le he oído decir nunca a nadie que no
valiese la pena. A lo mejor es que lo racionalizan, pero quienes han pasado
por una iniciación dolorosa aseguran que merecía la pena. La gente que ha
cambiado puede decirte que sus vidas han mejorado mucho. Pueden hablarte
de lo que tienen ahora que no hubieran tenido, y de que ahora se sienten
como no podrían haberse sentido.

¿Ha resuelto todos mis problemas cambiar a la mentalidad de crecimiento?


No, pero sé que tengo una vida diferente gracias a eso, una vida más rica. Y
que estoy más vivo y abierto y tengo más valor gracias a ella.

Te toca a ti decidir si el cambio es adecuado ahora para ti. Quizá lo sea,


quizá no lo sea; pero en todo caso mantén la mentalidad de crecimiento en
tus pensamientos. Luego, cuando choques con los obstáculos, vuelve a ella.
Siempre te estará esperando para mostrarte un camino hacia el futuro.

NOTAS
1-En la década de 1960, el psiquiatra Aaron Beck: Aaron T. Beck, Thinking
and Depression: Idiosyncratic Content and Cognitive Distortions
(Pensamiento y depresión. Contenido idiosincrático y distorsiones
cognitivas), Archives of General Psychology 9 (1963), 325333; Prisoners of
Hate: The Cognitive Basis of Anger, Hostility, and Violence (Prisioneros del
odio. Bases cognitivas de la ira, la hostilidad y la violencia). Nueva York:
HarperCollins, 1999. (Aproximadamente en la misma época, el terapeuta
Albert Ellis descubría algo semejante: que las creencias son la clave de cómo
se siente la gente).

2-En varios estudios hemos demostrado: este trabajo se hizo con Ying-yi
Hong, C. Y. Chiu y Russell Sacks.

3-No se enfrenta con las suposiciones básicas: sin embargo, ver Jeffrey E.
Young y Janet Klosko, Reinventing Your Life (Reinventar tu vida). Nueva
York: Plume/Penguin, 1994. Aunque Young y Klosko trabajan en la terapia
cognitiva tradicional, una suposición central de su acercamiento, que
enseñan a sus pacientes, es que la gente puede cambiar en formas muy
básicas.

4-Un taller de mentalidades: este taller se desarrolló con Lisa Sorich


Blackwell y becas de la William T. Grant Foundation y la Spencer Foundation:
L. S. Blackwell, C. S. Dweck y K. Trzesniewski, Implicit Theories of
Intelligence Predict Achievement Across an Adolescent Transition: A
Longitudinal Study and an Intervention (Teorías implícitas sobre la
inteligencia predicen el logro a través de la transición adolescente.

Estudio longitudinal e intervención), 2003. Me gustaría agradecer también a


otros psicólogos que han desarrollado sus propios talleres de alumnos
basándose en la mentalidad de crecimiento: Jeff Howard, fundador del
Efficacy Institute; y Joshua Aronson, Catherine Good y Michael Inzlicht de las
universidades de Nueva York y de Columbia.

5-«Mucha gente cree que el cerebro»: esto lo escribió para el taller Lisa
Sorich Blackwell.
6-Cerebrología: el programa informático fue desarrollado también con Lisa
Sorich Blackwell, con una beca de la William T. Grant Foundation.

7-Los psicólogos Karen Horney y Carl Rogers: Karen Horney, Neurosis and
Human Growth: The Struggle Toward Self-Realization (Neurosis y
crecimiento humano. La lucha hacia la autorealización). Nueva York: Norton,
1950; Our Inner Conflicts: A Constructive

Theory of Neurosis (Nuestros conflictos internos. Una teoría constructiva de


la neurosis). Nueva York: Norton, 1945. Carl R. Rogers, Client-Centered
Therapy (Terapia centrada en el paciente). Nueva York: Houghton Mifflin,
1951; On Becoming a Person (Sobre convertirse en persona). Nueva York:
Houghton Mifflin, 1961.

8-La investigación realizada por Peter Gollwitzer: Peter M. Gollwitzer,


Implementation Intentions: Strong Effects of Simple Plans (Intenciones de
implementación. Grandes efectos de los planes sencillos), American
Psychologist 54 (1999), 493-503.

9-Mentalidad y fuerza de voluntad: estoy investigando este asunto con with


Abigail Scholer, Eran Magen y James Gross.

LIBROS RECOMENDADOS
Beck, Aaron T. Love Is Never Enough. Nueva York: Harper & Row, 1988.
Prisoners of Hate. Nueva York: HarperCollins, 1999.

Beck, Judith S. Cognitive Therapy. Nueva York: Guilford Press, 1995.

Bennis,Warren. On Becoming a Leader. Cambridge, MA: Perseus Publishing,


1989/2003.

Binet, Alfred. Modern Ideas About Children.

Menlo Park, C. A.: Suzanne Heisler, 1975 (edición original, 1909).

Bloom, Benjamin S. Developing Talent in Young People. Nueva York:


Ballantine Books, 1985.

Collins, Jim. Good to Great: Why Some Companies Make the Leap... and
Others Don’t. Nueva York: HarperCollins, 2001.

Collins, Marva y Civia Tamarkin. Marva Collins’ Way: Returning to Excellence


in Education. Los Angeles: Jeremy Tarcher, 1982/1990.
Csikszentmihalyi, Mihaly. Flow: The Psychology of Optimal Experience. Nueva
York: Harper & Row, 1990.

Davis, Stan. Schools Where Everyone Belongs: Practical Strategies for


Reducing Bullying.Wayne, ME: Stop Bullying Now, 2003.

Edwards, Betty. The New Drawing on the Right Side of the Brain. Nueva
York: Tarcher/Putnam, 1979/1999.

Ellis, Albert. Reason and Emotion in Psychotherapy. Secaucus, NJ: Citadel,


1962.

Ginott, Haim G. Between Parent & Child. Nueva York: Avon Books, 1956.
Between Parent & Teenager. Nueva York: Macmillan, 1969.

Teacher and Child. Nueva York: Macmillan, 1972.

Goleman, Daniel. Emotional Intelligence: Why It Can Matter More than IQ.
Nueva York: Bantam, 1995.

Gottman, John con Nan Silver. Why Marriages Succeed or Fail. Nueva York:
Fireside/Simon & Schuster, 1994.

Gould, Stephen J. The Mismeasure of Man. Nueva York: Norton, 1981.

Holt, John. How Children Fail. Nueva York: Addison Wesley, 1964/1982.

Hyatt, Carole y Linda Gottlieb. When Smart People Fail. Nueva York: Penguin
Books, 1987/1993.

Janis, Irving. Groupthink, 2.ª edición. Boston: Houghton Mifflin, 1972/1982.

Lewis, Michael. Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game. Nueva York:
Norton, 2003. ––––. Coach: Lessons on the Game of Life. Nueva York:
Norton, 2005.

McCall, Morgan W. High Flyers: Developing the Next Generation of Leaders.


Boston: Harvard Business School Press, 1998.

McLean, Bethany y Peter Elkind. The Smartest Guys in the Room: The
Amazing Rise and Scandalous Fall of Enron. Nueva York: Penguin Group,
2003.

Olweus, Dan. Bullying at School. Malden, MA: Blackwell, 1993.

Reeve, Christopher. Nothing Is Impossible: Reflections on a New Life. Nueva


York: Random House, 2002.
Sand, Barbara L. Teaching Genius: Dorothy DeLay and the Making of a
Musician. Portland, OR: Amadeus Press, 2000.

Seligman, Martin E. P. Learned Optimism: How to Change Your Mind and


Your Life. Nueva York: Knopf, 1991.

Tharp, Twyla. The Creative Habit. Nueva York: Simon & Schuster, 2003.

Wetzler, Scott. Is It You or Is It Me? Why Couples Play the Blame Game.
Nueva York: Harper Collins, 1998.

Wooden, John con Steve Jamison.Wooden: A Lifetime of Observations and


Reflections On and Off the Court. Lincolnwood, IL: Contemporary Books,
1997.

SOBRE LA AUTORA

La doctora Carol S. Dweck es considerada como una de las más importantes


investigadoras del mundo en los campos de la personalidad, la psicología
social y la psicología de desarrollo. Ha sido catedrática en la Universidad de
Columbia, y actualmente lo es del Departamento de Psicología de Stanford.
Es también miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias
norteamericana. Su libro Teorías del yo, su papel en la motivación, la
personalidad y el desarrollo fue nombrado Libro de Año por la World
Education Fellonship. Otro libro suyo famoso es ¿Por qué cooperamos? Sus
trabajos han sido presentados en publicaciones como The New Yorker, Time,
The New York Times, The Washintong Post y The Boston Globe, y aparece
con frecuencia en programas de radio y de televisión. Vive con su marido en
Palo Alto, California.

Para más información puedes visitar:

www.mindsetonline.com
4 actitudes que demuestran tu
inteligencia emocional
https://www.altonivel.com.mx/liderazgo/management/actitudes-inteligencia-
emocional/?utm_source=blogsterapp&utm_medium=twitter

Si bien la mayoría ha escuchado hablar de inteligencia


emocional, no muchas personas saben cómo detectarla en sí
mismos o en los demás. Si quieres saber si eres emocionalmente
inteligente, tienes que leer esto.
Por John M. Mestre y Kimberly A. Baschard

La inteligencia emocional puede significar la diferencia entre comportarse de


una manera socialmente aceptable y comportarse fuera de lugar. Si bien la
mayoría ha escuchado hablar de inteligencia emocional, no muchas personas
saben cómo detectarla en sí mismos o en los demás.

La inteligencia emocional es esencialmente la forma en que percibes,


entiendes, expresas y gestionas las emociones. Y es importante porque,
en cuanto más entiendas estos aspectos de ti mismo, mejor será tu salud
mental y tu comportamiento social.

Leer: Qué es la inteligencia emocional y por qué es


necesaria en tu vida

Es posible que sean cosas que haces sin siquiera pensar realmente, lo que
puede ser el caso para mucha gente. O podría ser que estas son habilidades
que sabes que necesitas para trabajar.

De cualquier manera, mejorar tu inteligencia emocional es muy útil en todo


tipo de circunstancias, ya sea en el trabajo, en el hogar, en la escuela o
incluso cuando estás socializando con tus amigos.

Entonces, si quieres saber si eres emocionalmente inteligente, simplemente


revisa la siguiente lista.
1. Piensas en tus reacciones
La inteligencia emocional puede significar la diferencia entre una buena
reacción y una mala reacción a las circunstancias. Las emociones pueden
contener información importante que puede ser útil para el funcionamiento
personal y social, pero a veces estas emociones también pueden abrumarnos
y hacernos actuar de una forma que preferiríamos no hacerlo.

Es más probable que las personas que carecen de inteligencia emocional


simplemente reaccionen, sin darse el tiempo de considerar los pros y los
contras de una situación.

Las personas que son menos capaces de regular sus sentimientos


negativos también tienen más probabilidades de tener dificultades para
funcionar socialmente, lo que puede potenciar los sentimientos depresivos.

Se ha demostrado que las personas con depresión mayor tienen dificultades


para entender y controlar sus emociones. Y la ciencia también ha
demostrado que hay más síntomas depresivos en las personas con menor
inteligencia emocional, incluso si no están clínicamente deprimidos.

2. Ves las situaciones como un desafío


Si eres capaz de reconocer las emociones negativas en ti mismo y ver las
situaciones difíciles como un desafío, enfocándote en lo positivo y la
perseverancia, lo más probable es que tengas una alta inteligencia
emocional.

Imagina por un momento que perdiste tu trabajo. Una persona


emocionalmente inteligente puede percibir sus emociones como señales
para actuar, tanto para enfrentar los desafíos como para controlar sus
pensamientos y sentimientos.

Pero alguien con pocas habilidades emocionales podría meditar sobre la


pérdida de su trabajo, llegar a pensar en sí mismo como irremediablemente
incapaz de trabajar y entrar en una espiral en la depresión.

También puedes leer: 6 poderosos hábitos para ser emocionalmente


inteligente
3. Puedes modificar tus emociones
Por supuesto, hay ocasiones en que tus sentimientos pueden superarte, pero
si eres una persona emocionalmente inteligente, es probable que cuando
esto suceda tengas las habilidades necesarias para modificar tus emociones.

Por ejemplo, si bien los niveles promedio de ansiedad pueden mejorar el


rendimiento cognitivo, demasiada ansiedad puede bloquear el rendimiento
cognitivo.

Entonces, saber cómo encontrar el equilibrio óptimo entre demasiada y


muy poca ansiedad, puede ser una herramienta útil.

Está claro que la moderación es la clave cuando se trata de manejar


nuestras emociones. Las personas emocionalmente inteligentes saben esto y
tienen las habilidades para modificar sus emociones de manera apropiada.

Y esta es probablemente la razón por la cual se ha demostrado que la


inteligencia emocional está relacionada con niveles más bajos de
ansiedad.

4. Puedes ponerte en los zapatos del otro


Si puede ampliar estas habilidades más allá de su propio funcionamiento
personal, esa es otra señal de que tiene altos niveles de inteligencia
emocional.

La inteligencia emocional puede ser particularmente importante en lugares


de trabajo que requieren un intenso “trabajo emocional“, donde los
trabajadores deben manejar sus emociones de acuerdo con las reglas de la
organización.

Esto puede incluir trabajos de servicio al cliente, donde los trabajadores


pueden necesitar simpatizar con los clientes, a pesar de que los clientes
pueden estar gritándoles.

Esta es la razón por la cual la capacitación en inteligencia emocional en


el lugar de trabajo se ha vuelto algo común, con la capacitación más efectiva
centrada en la gestión y la expresión de emociones, que están directamente
relacionadas con la comunicación y el desempeño laboral.

También vale la pena señalar que la inteligencia emocional es una habilidad


cognitiva que puede mejorar a lo largo de tu vida. Entonces, si no has
reconocido mucho de ti mismo en los rasgos mencionados anteriormente, no
temas, todavía hay tiempo para que trabajes en tu inteligencia emocional.

Inteligencia emocional: 6 poderosos


hábitos para controlarte
https://www.altonivel.com.mx/liderazgo/coaching/inteligencia-emocional-
controlar-tus-emociones/

La inteligencia emocional no es negar tus emociones, sino


manejarlas correcta y oportunamente. Manejar adecuadamente
sus emociones es clave para todo tipo de líderes.
Haciendo referencia a la frase del célebre filósofo griego Aristóteles,
contamos con inteligencia emocional cuando nos enojamos en el
momento correcto, con la persona correcta, por el motivo correcto y
en la intensidad correcta.

Lo cierto es que el problema no radica en vivir las emociones sino en no


administrarlas apropiadamente. Ya en una definición más actualizada, la
inteligencia emocional consiste en la administración correcta y oportuna
de las emociones, y representa la evolución de la inteligencia intelectual.

1. La gente más inteligente no necesariamente es la más


feliz
El psicólogo estadounidense Daniel Goleman realizó un estudio de las
personas con un IQ muy alto, suponiendo que estas personas, al tener esta
condición, tendrían que ser más exitosas y más felices pero, tras el
estudio realizado, se dio cuenta de que la gente más inteligente no
necesariamente es la más feliz ni la más exitosa.

Y llegó a la conclusión de que las personas que administraban


adecuadamente su estado emocional eran las personas que tenían mayores
posibilidades para lograr recompensas tanto en el mundo externo (el éxito),
como en el mundo interno, que tiene que ver con la calidad de
relacionamiento que tenemos con otro ser humano, o sea, la felicidad.
2. Lo que te vincula a la inteligencia emocional en tu día a
día
 Conocer tus propias emociones. Normalmente, tendemos a no
identificar nuestros estados emocionales

 Conocer las emociones del otro


 Identificar claramente tus detonadores, ya que mis detonadores y
los tuyos probablemente no sean iguales y ni siquiera se parezcan; de
ahí que los problemas que podemos llegar a tener con otro ser humano
sean complejos porque tal vez lo que a ti te hace enojar a mí no me
incomoda y viceversa.

En este sentido, la empatía juega un papel muy importante, lo cual consiste


en entender las emociones que vive la persona que tienes en frente. Se trata
de manejar adecuadamente tanto tus emociones como las emociones del
otro, lo cual beneficia a ambas partes e impacta positivamente en una
compañía, haciendo referencia al terreno laboral.

3. Identifica la inteligencia emocional en ti y en los demás


Como bien decía Goleman, en esta era, los seres humanos somos
analfabetos emocionales porque ni siquiera identificamos nuestras propias
emociones básicas: el miedo, la alegría, la tristeza, el enojo y el amor.
Debes hacer conscientes primeramente las emociones para, posteriormente,
identificarlas en ti.

Es muy común que nos digan “¡pero no te enojes!” y contestemos “yo,


¿enojado? No estoy enojado”. Todos saben que estás enojado, menos tú,
porque no puedes identificar en ti mismo tus propias emociones; vives en
un estado de desequilibrio al negar tu propia emoción.

Si, al contrario, tienes la capacidad de decir “Sí, la verdad, me enojé” o “Sí,


la verdad, tengo miedo de…” o “estoy triste porque…”, demuestras tu
inteligencia emocional. No obstante, lo cierto es que algunas de las
emociones las asociamos frecuentemente con un tema de debilidad: “tienes
miedo porque eres cobarde” lo cual no es verdad. Valiente es el que actúa en
presencia del miedo, a eso se le llama valor. Si no tienes miedo el valor no
tiene sentido.

4. “Los hombres no lloran”, “El que se enoja pierde”


Tenemos frases arraigadas como “los hombres no lloran”, “el que se enoja
pierde” y muchas más que provocan que neguemos, ya desde niños,
nuestras emociones.

Si nos enojamos, sentimos que somos unos perdedores; en este sentido,


existe un condicionamiento social que nos aleja de la vivencia autentica de la
emoción, evitando transmitir que estamos enojados, tristes, preocupados,
decepcionados. Y es importante reconocer que, a pesar de que transmitir
tus emociones te vulnera de alguna manera ya que estás diciendo la
verdad a la otra persona, no te debilita. Por lo que el primer paso para
desarrollar la inteligencia emocional tiene que ver fundamentalmente con
identificar tus emociones y se trata de un proceso continuo en todas las
facetas de la vida.

Además, las emociones que sentimos tienen, igualmente, una


reacción fisiológica clara en nosotros. Aunque no queramos reconocer, por
ejemplo, nuestro enojo, lo cierto es que mostramos reacciones fisiológicas:
nos ponemos rojos de la cara, nos ponemos a sudar, a salivar, nos empieza
a temblar un músculo de manera involuntaria, empezamos a tartamudear o
mostramos otros comportamientos como, alzar la voz, manotear, o sentir el
impulso de querer abalanzarte sobre alguien.

Todas estas reacciones en combinación nos permiten hacer un diagnóstico de


nuestras emociones, de lo que estamos sintiendo y poder identificarlo.
Además, muchas de las emociones, al no saber cómo canalizarlas, se
somatizan y se convierten en colitis, jaquecas, etc.

Una persona con inteligencia emocional es una persona serena, que puede
decir que está enojado, que puede adaptar su enojo, lo puede administrar y
actuar en consecuencia.

5. No hay emociones positivas y negativas


La gente tiende a clasificar las emociones como positivas y negativas. “El
amor es una emoción positiva y el enojo es una emoción negativa”. Eso no
es verdad.

El amor es una emoción que te vincula con otro y el enojo es una emoción
que te permite poner límites, por lo que enojarse está bien: si yo no sé
enojarme, no voy a poner límites en las relaciones con las personas que me
rodean; si pasamos por alto las actitudes que no nos gustan y nos hacen
enojar, se van a volver a repetir.

Ahora bien, las personas que no canalizan su emoción no son inteligentes


emocionalmente aunque socialmente sean muy bien aceptados. Me refiero a
contextos en los cuales decimos: “qué lindo, no dijo nada. Él/ella no se
enoja”. Esas personas no son inteligentes emocionalmente porque no saben
sacar esa emoción de una forma apropiada. Asimismo, tampoco lo son las
personas que se enojan y gritan. Una persona inteligente emocionalmente te
sabe decir que está molesta pero no te va a descalificar, ni te va a
humillar, ni te va a faltar al respeto.

En este sentido, la moderación es una de las características que perfila a


una persona emocionalmente inteligente; una persona que sabe que hay
cosas que catapultan su emoción, a eso se le llama detonadores; estímulos
que nos hacen reaccionar frente a algo. Todos tenemos nuestros
detonadores, es decir reacciones exacerbadas frente a diferentes situaciones
que nos llevan a actuar de manera irracional, como puede ser, por ejemplo,
la impuntualidad. Pero si ya, de antemano, tenemos detectados cuáles son
nuestros detonadores y los sabemos manejar, tendremos una mejor relación
con nosotros mismos y nuestro entorno.

Te recomendamos: Conocimiento o inteligencia, ¿qué


elegir al contratar?

6. Lo que ganas si eres inteligente emocionalmente


1. Una mejor relación contigo mismo; te conoces mejor, te entiendes
mejor

2. Una mejor relación con tu entorno; “fluyes” mejor con la gente que
te rodea; conectas y convives mejor con los demás
3. Mayor posibilidad de ser una persona exitosa, de lograr lo que
quieres en la vida, porque no te autosaboteas

El líder con inteligencia emocional


Un líder con una pobre inteligencia emocional, es una persona perturbada
que altera permanentemente a su grupo, mismo que vive un nivel de estrés,
inclusive, superior, ya que le tiene miedo a su jefe, están alterados, lo que
provoca que los resultados esperados se entorpezcan. Sin embargo, un líder
inteligente emocionalmente genera un entorno de armonía, crea un
entorno organizacional sano para trabajar que facilita la generación de
resultados.

La inteligencia emocional no es sinónimo de ausencia de emociones.


En un entorno efectivo de trabajo, las personas sienten estrés y el estrés es
sano porque te mueve, te empuja, te lleva a la eficiencia. No obstante, existe
un tipo de estrés que nada más intoxica. De hecho, los expertos en el mundo
laboral hablan de dos tipos de estrés: el Euestrés y el estrés.

El euestrés es un estrés sano. Si lo vemos desde la metáfora de la cuerda


de una guitarra, para que la guitarra suene tiene que estar tensa: sin tensión
la cuerda no suena, pero si tensas de más, revientas la cuerda. En este
sentido, un líder emocionalmente inteligente crea un entono de tensión
entre sus colaboradores porque tienen que lograr resultados pero no hasta el
punto de que se vuelva disfuncional porque lo revienta. Se trata de un
balance casi artístico: estresar pero no intoxicar. Asimismo, el líder que dice
“Yo al trabajo no vengo a hacer amigos, vengo a negar mis emociones
aunque sienta admiración por alguien”, lo que logra son enemigos.

Considero que existe actualmente una necesidad muy importante de


empezar a adoctrinar a la gente en estas competencias porque hacen
un cambio importantísimo en el clima laboral y en los resultados de negocio
de una compañía.
Cómo usar la inteligencia emocional
para lograr el éxito laboral
A continuación, te mostramos cómo puedes implementar
la inteligencia emocional para mejorar el éxito de tu
trabajo personal y organizacional.
https://www.entrepreneur.com/article/374925

El concepto de inteligencia emocional (IE) se ha estudiado durante


décadas. No fue hasta 1995, con la publicación del libro 'Emotional
Intelligence' de Daniel Goleman, que la IE pasó a un primer plano.

Al mismo tiempo, los empleadores todavía no aceptaban la IE en el lugar de


trabajo. Tal vez fue porque creían algunos mitos de la inteligencia emocional,
como que en realidad no existe tal cosa. Eso ha cambiado a medida que las
investigaciones han descubierto que la Inteligencia Emocional fue el
predictor más fuerte de la efectividad en el lugar de trabajo.

Te puede interesar: La vacuna que falta en la pandemia: Cómo


la escasez de inteligencia emocional está volviendo loco a todo
el mundo

Además, McKinsey & Company anticipa que la demanda de altas habilidades


tecnológicas, sociales, emocionales y cognitivas aumentará para 2030. Y a
medida que comenzamos a embarcarnos en el mundo post-Covid, la IE es
más relevante que nunca.

Con eso en mente, aquí te mostramos cómo puedes implementar la


inteligencia emocional para mejorar el éxito de tu trabajo personal y
organizacional.

Crear capacidad
Si bien "la IE es un conjunto de habilidades, actitudes y comportamientos",
también es una variable, afirma Bill Davies, consultor principal de PSI Talent
Management International. “Puedo ser emocionalmente inteligente en un
momento y emocionalmente estúpido al siguiente. Entonces, desarrollar la IE
se trata de ser más inteligente emocionalmente la mayor parte del tiempo".

Davies continúa diciendo que siempre que estamos cansados o irritables, es


posible perder nuestra capacidad para la IE. Más perjudicial es que estas
emociones nos hacen fácilmente irritables. Como consecuencia, esto conduce
a hábitos defensivos como la microgestión o el lenguaje corporal agresivo.

Lee también: Cómo controlar (y aprovechar) tus emociones

Dicho esto, “un punto de partida fundamental para la IE es esta capacidad


de gestionar nuestras vidas y crear capacidad”, aconseja Davies. "Podría
decirse que esto significa tener un enfoque más disciplinado sobre cómo
administramos nuestra energía y trabajamos de una manera 'amigable para
el cerebro'".

Un punto de partida sencillo sería reservar un tiempo cada día para calmar tu
mente. Si desempeñas un papel de liderazgo, esto podría alentar a tu equipo
a tomar descansos frecuentes durante el día y utilizar sus días de
vacaciones. Además, cuando sepas que se están desconectando, no los
bombardees con problemas relacionados al trabajo.

Practica la empatía
"En términos más simples, la empatía es ponerse en el lugar de otra
persona", escribe Denna Ritchie en un artículo de Calendar. Poseer esto es
posiblemente la habilidad de liderazgo más importante. Después de todo, ser
empático es la base para construir y fortalecer las conexiones sociales.

Además, puedes crear un equipo más leal, comprometido y productivo. Por si


fuera poco, la empatía aumenta la felicidad, enseña presencia y fomenta la
colaboración para la innovación.

Entonces, ¿cómo se puede practicar la empatía? Aquí hay algunas áreas en


las que debes concentrarte:

 Conoce mejor a las personas, como sus antecedentes e intereses.


Puedes hacer esto con almuerzos individuales o menos formales.

 Antes de apresurarte a juzgar y criticar, espera un tiempo hasta que


estés sereno y tengas todos los datos relevantes.

 Escucha más y habla menos.


 Desarrolla tu músculo de autoconciencia a través la retroalimentación y
escribir en un diario.

 Pregúntale a otros qué hacen cuando su instinto está gritando que algo
anda mal.

 Se genuino e incluso un poco vulnerable.

Hazte vulnerable
Hablando de vulnerabilidad, el psicólogo Nick Wignall la define como "la
voluntad de reconocer tus emociones, especialmente las dolorosas".

Aclara que "cuando hablamos de vulnerabilidad, normalmente nos referimos


a vulnerabilidad emocional. Cuando tu mejor amigo sugiere que debes
esforzarte por ser más vulnerable en tu relación, probablemente no esté
hablando de hacerte más vulnerable físicamente".

En resumen, la vulnerabilidad tiene que ver con las emociones. En particular,


emociones difíciles como ansiedad, frustración y vergüenza. La otra
parte de la ecuación es reconocer estas emociones negativas y saber cómo
abordarlas.

Por ejemplo, cuando está frustrado con una tarea, puedes salir a caminar
para aclarar tu mente. Cuando estés ansioso, puedes recitar mantras. Y si te
sientes mal, puedes llamar a un amigo que siempre te haga reír.

La vulnerabilidad emocional puede ser dolorosa o incómoda, pero también es


un activo valioso. Puede ayudar a reducir la ansiedad, fortalecer las
relaciones y mejorar la autoconciencia.

Te recomendamos: Aumenta tu inteligencia emocional con


estos 5 tips

Para volverse más vulnerable emocionalmente, Wignall recomienda:

 Etiquetar tus emociones con un lenguaje sencillo.


 Comprometerte a escribir un diario centrado en las emociones.
 Practicar ser asertivo comunicando claramente tus deseos y
necesidades.

 Considerar la posibilidad de ir a terapia o asesoramiento.


En general, esta "es simplemente la habilidad que te permite reconocer las
emociones difíciles o dolorosas en lugar de evitarlas o reaccionar ante ellas
de inmediato", afirma Wignall.

Centrarse en la salud mental y el bienestar


Sin menospreciar el daño que ha causado la pandemia, el lado positivo es
que ha destacado la importancia de la salud mental. En enero de 2021, más
del 41% de los adultos reportaron síntomas de ansiedad o trastornos
depresivos. Y cuando no se aborda, esto puede afectar todo, desde tu salud
física hasta las relaciones y la productividad.

¿Las buenas noticias? Puedes usar tu calendario para priorizar tu salud


mental con acciones como:

 Limitar las redes sociales y el tiempo frente a la pantalla.


 Salir al aire libre durante al menos 20 minutos al día.
 Consultar un terapeuta en línea.
 Minimizar el aislamiento, incluso con una llamada o videollamada
rápida.

 Dedicar tiempo libre a actividades significativas que disfrutas.


 Hacer del autocuidado una rutina diaria.

A nivel organizacional, los líderes pueden usar tácticas como:

 Cambiar la cultura a una en la que todos se sientan seguros para


hablar sobre sus sentimientos y dificultades.
 Lanzar un programa de bienestar para empleados.
 Centrarte en la intervención/prevención temprana, asesorando a los
miembros de tu equipo sobre cómo pueden enfrentar el estrés y la
ansiedad.
 Hacer cumplir las horas de trabajo.
 Cultivar un ambiente de trabajo saludable y positivo.
 Otorgar autonomía y horarios flexibles.
 Ayudarles a resolver sus problemas de gestión del tiempo.
Cambia tus ideas sobre las críticas y el feedback

Cuando se trata de críticas o retroalimentación, muchos de nosotros


temblamos de miedo. Eso es comprensible. ¿A alguien realmente le gusta
escuchar sobre transgresiones o defectos pasados?

Pero, en lugar de evitar esto, aprovecha la retroalimentación. No es una


hazaña fácil. Sin embargo, es posible usando primero la reflexión.

Esto significa es hacerse preguntas como:

 ¿Por qué te molestó la crítica?


 ¿Cuál fue mi reacción?
 ¿Qué acción puedo realizar sin señalar con el dedo?

A partir de ahí, ve los comentarios negativos como una oportunidad para


aprender y crecer. Por ejemplo, no es un ataque personal a tus habilidades o
capacidades. Más bien, te está ayudando a identificar tus errores.

Además, el feedback puede cambiar tu mal comportamiento o hábitos. Para


los líderes, puede mejorar su efectividad, e incluso puede generar confianza
entre sus clientes y empleados.

Construye lazos sociales


Ahora, más que nunca, necesitas construir vínculos sociales con tu equipo.
Como ya sabrás, la pandemia ha dispersado a los equipos. Como resultado,
todos se pierden las interacciones personales en la oficina, provocando
aislamiento social tanto en el trabajo como en sus vidas personales.

Para contrarrestar esto, crea camaradería con tu equipo remoto a través de


almuerzos virtuales, torneos de juegos, desafíos de acondicionamiento físico
y salas de descanso virtuales.

Cuando puedan reunirse en persona, participa en actividades de


fortalecimiento de equipos, talleres interactivos o fiestas navideñas. Y no
descartes las oportunidades de servicio en equipo a través de eventos de
voluntariado y donaciones a organizaciones benéficas.
Te puede interesar: Mayor uso de apps de salud mental y
emocional: ¿qué pueden hacer las empresas para fortalecer su
cultura de bienestar?

Compartir es cuidar
Por último, no guardes egoístamente tus conocimientos sobre la
inteligencia emocional. Si conoces algún artículo, libro, podcasts o Ted
Talks sobre el tema, comparte estos recursos con otras personas. También
puedes programar seminarios o talleres para que tu equipo participe en
conjunto.

Otra sugerencia sería discutir y modelar los principios básicos de la


inteligencia emocional durante las juntas y en reuniones 'uno a uno'.
También anima a otros a poner a prueba su inteligencia emocional y
programar chequeos frecuentes de ésta.
12 formas en las que la gente exitosa
maneja a las personas tóxicas
Para lidiar con la gente tóxica de manera efectiva
necesitas tener un enfoque que te permita controlar lo que
puedes y eliminar lo que no puedes.
https://www.entrepreneur.com/article/329357

La gente tóxica desafía la lógica. Algunos son afortunados de no saber el


impacto negativo que tienen en los que los rodean mientras otros parecen
obtener placer de llevar a los otros al límite. De cualquier forma, son
responsables de crear una complejidad y un estrés innecesarios.

Las investigaciones han demostrado que el estrés tiene un impacto negativo


y a largo plazo en nuestro cerebro. Estar expuestos a unos cuantos días de
estrés, por muy pocos que sean, pone en jaque la eficacia de las neuronas
en el hipocampo, una importante área del cerebro que se encarga del
razonamiento y la memoria.

Pasar varias semanas estresado ocasiona daños irreversibles a las


conexiones neuronales, esos pequeños brazos que las células cerebrales
usan para comunicarse entre ellas), y el estrés que dura meses puede
destruir las neuronas de manera permanente. El estrés es una gran
amenaza a tu éxito, porque cuando te saca de control, tanto tu cerebro
como tu desempeño sufren.

La mayoría de las fuentes de estrés en el trabajo son fáciles de identificar. Si


tu organización sin fines de lucro está trabajando para garantizar lo que
necesita para funcionar, lo más probable es que te sientas estresado, pero
que sepas cómo manejarlo. Sin embargo, son las fuentes inesperadas de
estrés las que nos sorprenden y nos dañan. Y esas fuentes pueden ser tus
jefes, tus compañeros o tus clientes. Ya sea con negatividad, crueldad,
síndrome de víctima o simple y pura locura, la gente tóxica lleva a tu
cerebro a un estado tan estresado que nadie debería experimentarlo.

Para saber más: 3 estrategias rápidas para lidiar con gente


tóxica
El estudio de Whitehall II siguió la vida de más de 10,000 sujetos por 12
años y descubrió que la gente que vive relaciones tóxicas tiene mayor riesgo
de padecer problemas del corazón como paros cardiacos fatales.

Aunque me he topado con numerosas estrategias efectivas que la gente


exitosa usa para lidiar con gente tóxica, lo que viene a continuación son las
12 mejores. Para lidiar con gente tóxica de manera efectiva necesitas un
enfoque que te permita controlar lo que puedes y no puedes eliminar. Lo
importante es recordar que tienes más control del que crees.

Aquí hay métodos que la gente usa de manera exitosa para evitar que el
comportamiento de otros los afecte o afecte su trabajo.

1. Limitan el tiempo que pasan con los quejumbrosos crónicos

Los quejumbrosos y la gente negativa siempre son malas noticias porque


te envuelven en sus problemas y no se enfocan en las soluciones. Quieren
que la gente se una a su fiesta de tristeza para que puedan sentirse mejor
sobre ellos mismos. La gente suele sentir presión por escucharlos porque no
quieren parecer groseros, pero hay una delgada línea entre prestar un oído
amable y dejar que la negatividad emocional te arrastre en su espiral.

Puedes evitar esto poniendo límites y distanciándote cuando sea necesario.


Piénsalo así: si el que se queja estuviera fumando, ¿te sentarías ahí a
fumarte lo que él deja? Pondrías distancia y es lo mismo que deberías hacer
con la gente que se queja. Una gran forma de establecer límites es
preguntarle a los quejumbrosos la forma en la que piensan resolver el
problema, y lo más probable es que se callen o que redirían la conversación
hacia algo más productivo.

2. Eligen bien sus batallas con gente tóxica

La gente exitosa sabe lo importante que es vivir un día más, sobre todo
cuando tienes gente tóxica alrededor. Cuando estás en conflicto, una
emoción mal manejada puede hacer que te tropieces y termines peleando
una batalla que puede dejarte herido. Cuando lees y respondes a tus
emociones puedes elegir sabiamente tus batallas y sólo salir a pelear cuando
es necesario.
3. No se enganchan en comportamientos irracionales

La gente tóxica te enloquece porque su comportamiento es muy irracional. Y


no te equivoques, su comportamiento realmente va contra lo racional, así
que, ¿por qué te permites responderles emocionalmente y engancharte en la
locura?

Entre más irracional y descolocado es alguien, más fácil debería ser para ti
evitarlo. Deja de querer ganarles. Pon distancia emocional y considera tus
interacciones con ellos como si fueran un proyecto de ciencias (o como si
fueras su psicólogo, si prefieres). No necesitas responder al caos emocional,
solo a los hechos.

Para saber más: Cómo desvincularte completamente de


las situaciones y gente tóxica para ser imparable en tu
vida

4. No dejan que la gente los manipule

Mantener la distancia emocional requiere que seas consciente. No puedes


evitar que alguien quiera manipularte si no sabes que lo está haciendo.
Habrá situaciones en las que necesites reagruparte y elegir la mejor forma
de continuar, y está bien, no deberías tener miedo de darte tiempo.

Piénsalo así, si una persona mentalmente inestable se te acercara en la calle


y te preguntara por Porfirio Díaz, lo más probable es que le dijeras las cosas
claras.

Cuando te encuentras con un compañero que piensa similar, hay momentos


en que lo mejor es sonreír y decir que sí a todo. Y si vas a tener que
corregirlos, date tiempo de planear la mejor forma de hacerlo.

5. Ponen límites

En esta área es donde más nos quedamos cortos. La gente siente que
porque trabajan o viven con alguien no pueden controlar el caos. Y esto no
puede estar más lejos de la verdad. Incluso si trabajas de cerca con alguien,
eso no significa que tienes que interactuar con él igual que lo haces con otras
personas.
Puedes poner límites, pero debes hacerlo de manera consciente y
proactiva. Si dejas que las cosas fluyan de manera natural, lo más probable
es que te veas enredado en conversaciones difíciles. Si pones límites y
decides cuándo y dónde interactuar con esa persona difícil puedes controlar
el caos. El truco es mantener tus límites en su lugar todo el tiempo.

6. No permiten que otros limiten su felicidad

Cuando tu sentido de placer y satisfacción proviene de la opinión de otras


personas pierdes el control de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente
inteligente se siente bien por algo que hizo, no permiten que la opinión de
nadie más les quite ese sentimiento.

Aunque es imposible apagar lo que sientes ante las opiniones de los demás,
no tienes que compararte y siempre puedes considerar su punto de vista
como una pizca de sal. De esa forma, no importa qué tan tóxica sea la gente
o lo que haga, tu valor viene de ti mismo. Más allá de lo que la gente piense,
una cosa es segura: nunca eres tan bueno o tan malo como dicen que
eres.

7. Se enfocan en las soluciones y no en los problemas

Tu concentración determina tu estado emocional. Cuando te concentras más


en los problemas que tienes, creas emociones negativas y estrés prolongado.
Cuando te concentras en acciones para mejorar creas un sentido de eficacia
personal que produce emociones positivas y reduces el estrés.

Cuando se trata de gente tóxica, enfocarte en lo difíciles que son les da


poder sobre ti. Deja de pensar en lo problemática que es una persona
y enfócate en cómo manejarla. Esto te pone en control y reduce el estrés
que sientes cuando interactúas con ella.

8. Perdonan, pero no olvidan

La gente emocionalmente inteligente perdona rápido, pero no olvida. El


perdón implica dejar ir para seguir adelante, pero no asegura que no te
puedan volver a herir. La gente inteligente no se ve drenada por los errores
de los demás, los dejan ir rápidamente y son asertivos a la hora de
protegerse de futuros ataques.

Para saber más: 8 personas tóxicas que debes sacar de tu vida

9. No se enganchan en autocríticas

En ocasiones absorbes la negatividad de los otros. Y no está mal


sentirte triste por como te trata alguien más, pero tu conversación interna no
debe intensificar esa negatividad, sino ayudarte a superarla. La auto crítica
suele no ser tan realista ni necesaria, porque puede hacerte caer por un
espiral del que es difícil salir. Evítala.

10. Evitan la cafeína

Beber cafeína genera adrenalina, la fuente de la respuesta de “pelea o huye”


que tenemos como mecanismo de supervivencia que te obliga a levantarte a
pelear o a salir corriendo cuando te encuentras con una amenaza. Este
mecanismo deja de lado el pensamiento racional y obliga una
respuesta más rápida. Esto es perfecto cuando un oso te persigue, pero no
tanto cuando te encuentras con un compañero enojado en el pasillo.

11. Duermen lo suficiente

He peleado por esto durante años y no puedo expresar la enorme


importancia del sueño para aumentar la inteligencia emocional y manejar los
niveles de estrés.

Cuando duermes, tu cerebro se recarga, literalmente, analizando los


recuerdos del día y almacenando o tirando los que no le sirven para que te
despiertes alerta y con la mente clara. Tu auto control, tu atención y tu
memoria se reducen cuando no duermes suficiente, o cuando no
duermes bien. La falta de sueño eleva la hormona del estrés, incluso cuando
no hay factores de estrés presentes.

Una buena noche de sueño te hace una persona más positiva, creativa y
práctica a la hora de interactuar con gente tóxica, dándote la perspectiva que
necesitas para manejarlos de forma efectiva.
12. Dependen de su familia y amigos

Es tentador, pero totalmente inefectivo, intentar hacerlo todo tu solo. Para


manejar a la gente tóxica necesitas reconocer las debilidades que
tienes, lo que implica tener un sistema de apoyo para tener una mejor
perspectiva de esa persona conflictiva. Todos tenemos un equipo, dentro y
fuera de la oficina, que nos apoya y está listo para ayudarnos en una
situación difícil. Identifica a estas personas y busca su opinión y ayuda
cuando la necesites. En ocasiones es tan simple que te puede llevar a tener
una nueva perspectiva de todo.
Tu cerebro es una supercomputadora. Mira
cómo reiniciarlo, según el famoso entrenador
mental Jim Kwik.
"El conjunto de habilidades número uno es aprender a
aprender", afirma el brain coach Jim Kwik.
https://www.entrepreneur.com/article/373075

Jim Kwik sabe cómo piensas.

Sabe que, como emprendedor, estás intentando introducir tanta


información en tu cerebro como puedas y hacerlo lo más rápido posible. Él
sabe que es frustrante, especialmente en ente momento de gran cambio,
porque nunca puedes moverte tan rápido como las cosas que te llegan: los
correos electrónicos se acumulan, los informes no se leen, la gente te está
esperando, tu industria está evolucionando, tu mundo está cambiando, y
todo el tiempo estás bombardeado con ruido, distracciones y pings de Slack.
Es por eso que te despiertas temprano, agarras tu teléfono y respondes a
todos de inmediato, como si eso realmente fuera a detener la marea, y no lo
hará.

Él ha visto que esto ocurre infinitamente. Como el mejor entrenador de


rendimiento cerebral del mundo y autor del bestseller Limitless, ha
trabajado con equipos de Google, Nike, SpaceX, Virgin, Facebook y
Zappos. Ha visto cómo se ve la sobrecarga en los niveles más altos. Sabe
que te has sentido a punto del burnout, sobre todo durante el año pasado,
cuando todo lo que sabías tenía que tirarse a la basura, y sabe que es una
sensación complicada. "Muchas veces", dice, "los empresarios están
agotados no porque estén haciendo demasiado, sino porque están
haciendo muy poco de las cosas que realmente valoran".

Te puede interesar: 3 formas sencillas para finalmente


alcanzar tus metas y tener éxito

Él sabe que tienes hambre de métodos, porque ¿a quién no le gustan los


métodos? Pasos concretos, tan sencillos como una receta de pastel, para
hacerlo mejor. Es por eso que crea videos en línea llenos de tácticas para
estimular el cerebro y por lo cual tiene más de 100 millones de visitas.
Pero también sabe que los métodos por sí mismos no tienen sentido, como
darle a alguien la receta de un pastel pero dejarlo fuera de la cocina, porque
antes de que puedas usar métodos, necesitas herramientas que te permitan
usarlos.

Y si crees que eso suena confuso, Kwik también lo sabe.

“Los emprendedores tienen que estudiar constantemente”, dice. "Quieren ser


expertos en su campo, pero si se sienten abrumados, a veces es porque
están tratando de conectar algo que no saben con algo que no saben".
Nuestros cerebros no funcionan así. ¿Por qué acabas de leer ese interesante
artículo sobre los agujeros negros en otra galaxia y luego no conservas ni
una maldita parte de él? Porque nunca estudiaste la información fundamental
sobre astronomía, lo que significa que no tienes una base de conocimientos
para conectar esta nueva información. "Todo aprendizaje consiste en
conectar algo que no sabes con algo que sí sabes", dice. Tenemos que
empezar por alguna parte.

Por eso, cuando Kwik se reúne con emprendedores, le gusta comenzar con
metáforas e historias. A continuación, presentamos una metáfora rápida que
suele contar a sus clientes. Luego una breve historia.

La metáfora: un niño observa cómo una oruga construye su capullo. Espera


y espera a que emerja transformado, pero finalmente se impacienta y abre el
capullo él mismo para ver la mariposa. En cambio, se horroriza al encontrar
un insecto destrozado e hinchado. Corre hacia su madre, quien le explica:
"Lo que pasa en el capullo no es bonito, pero también es necesario y no se
puede interrumpir".

Ahora la historia: en 2015, el amigo de Kwik, Sylvester Stallone, lo llamó


para preguntarle: "¿Quieres unirte a mí y a Arnold Schwarzenegger para ver
a Floyd Mayweather, Jr., pelear contra Manny Pacquiao?". Por supuesto que
Kwik quería hacerlo y fue. Cuando terminó el partido (¡sobrevalorado!), Kwik
les preguntó a estas dos leyendas: "¿Qué se necesita para ser un
campeón?", Schwarzenegger respondió: "La diferencia entre un aficionado y
un campeón es que un campeón está dispuesto a superar el dolor".

¿Qué aprendemos de estos cuentos?


El año pasado en particular ha sido una tensión como ninguna otra, y ahora
que la pandemia está llegando a su fin, está reemplazando un tipo de
incertidumbre por otro. ¿Cómo será el mundo ahora? ¿Qué necesitará la
gente y qué es lo que ya no quiere, y cómo pueden los empresarios
mantenerse al tanto de todo? Hay una gran cantidad de información para
digerir y decidir, y puede ser abrumadora. Los emprendedores quieren
estrategias que ayuden con esto, pero las estrategias por sí solas no
ayudarán, como sabemos ahora, porque nuestros cerebros primero
necesitan algo más fundamental.

Entonces, ¿qué es lo fundamental? ¿Cuál es la base sobre la que construir, lo


que hay que saber primero, sobre lo cual se puede construir más
conocimiento y que necesitamos ahora más que nunca al salir de una
pandemia y entrar en... lo que venga después?

"El conjunto de habilidades número uno", dice Kwik, "es aprender a


aprender".

Tenía que enseñarse esto a sí mismo. Porque al principio, Kwik no sabía


cómo aprender. Él era simplemente, como lo llamó uno de sus maestros de
la escuela primaria, "el niño con el cerebro roto".

Jim Kwik sufrió su primera lesión en la cabeza a la edad de 5 años. Tenía


dos más a la edad de 12 años. Como resultado, las funciones cognitivas
básicas se volvieron difíciles. Luchó por concentrarse, leer, recordar. Sus
notas escolares fueron terribles. Su autoestima se hizo añicos. Se esforzó y
fue aceptado en una universidad estatal local, pero el trabajo era tan difícil y
Kwik se sintió tan abrumado que consideró abandonar durante su primer
año. Fue entonces cuando intervino un amigo. “Antes de que les digas a tus
padres que vas a dejar la escuela”, dijo el amigo, “voy a ver a mi familia.
¿Por qué no vienes conmigo y te das un poco de espacio?".

Kwik dijo que sí. El viaje cambiaría su vida.

Una noche antes de la cena, el padre del amigo invitó a Kwik a dar un paseo
por su propiedad. "¿Qué tal la escuela?", preguntó el señor, y Kwik rompió a
llorar. Entonces el padre preguntó: “Jim, ¿por qué estás en la escuela? ¿Qué
quieres ser?".

Kwik no sabía cómo responder; nadie le había preguntado eso antes. El


padre tomó un diario, arrancó algunas hojas de papel y le pidió a Kwik que
escribiera sus metas y sueños. Kwik lo hizo, y luego comenzó a doblar el
papel y se lo guardó en el bolsillo, pero el padre tomó el papel y comenzó a
leer. "Me estoy volviendo loco", recuerda Kwik, "porque nunca he compartido
esto con nadie". La lista contenía los sueños normales de un joven de 18
años: encontrar el éxito, enorgullecer a sus padres. Luego, el padre
levantó dos dedos índices, aproximadamente a treinta centímetros de
distancia, y dijo: "Estás así de cerca de lograr todo lo que está en esa lista".

"Yo dije, de ninguna manera, dame 10 vidas y no voy a lograr esa lista", dice
Kwik. "Y puso sus dedos índices a los lados de mi cabeza". Tu cerebro, dijo el
padre, tiene el poder de hacer posibles estas metas. Luego llevó a Kwik a su
biblioteca, con una pared llena de libros, y le pidió a Kwik que leyera un libro
a la semana. Kwik dijo que era imposible; era un lector lento y, de todos
modos, tenía exámenes parciales pronto. El padre dijo que no importaba.
Encuentra una manera. Luego, para enfatizar el punto, sacó la lista de
objetivos de Kwik y comenzó a leerlos en voz alta.

"No sé qué fue", dice Kwik, "pero escuchar tus deseos más profundos en la
voz de otra persona, lanzados al universo, simplemente confundió mi mente
y mi espíritu". Kwik estuvo de acuerdo: leería un libro a la semana.

Pero no sabía cómo. De regreso a la escuela, se obligó a hacerlo, apenas


durmiendo, apenas comiendo. Bajó hasta los 53 kilos, y una mañana, a las 2
a.m., se cayó por un tramo de escaleras en la biblioteca de la escuela y se
rompió la cabeza. Despertó en un hospital, desnutrido y deshidratado,
pensando que había muerto. Entonces entró una enfermera con una taza que
tenía la cara de Albert Einstein. Kwik lo tomó como una señal: una vez había
hecho un informe de un libro sobre Einstein en la escuela secundaria, pero
estaba tan inseguro que lo tiró en lugar de dárselo a su maestro. Ahora
Einstein lo miró fijamente, junto con una cita impresa en la taza: "No
podemos resolver nuestros problemas con el mismo nivel de
pensamiento que los creó".

Te recomendamos: 5 razones por las que sigues atorado


en tu trabajo (y en la vida)

Algo hizo clic para Kwik. Entendió su problema.

"No se trata de lo inteligente que eres, sino de ¿cómo eres inteligente?", dice
ahora. A Kwik le encanta hablar así, cambiar palabras para invertir el
significado de una frase. "Pensé que estaba fallando en la escuela, pero en
cierto modo, la escuela me estaba fallando, porque a veces la forma en que
un maestro prefiere enseñar es diferente a la forma de aprender de un
estudiante". La gente aprende de diferentes maneras, se dio cuenta, y el
hecho de que aprendiera de manera diferente a sus compañeros no
significaba que no pudiera aprender. Simplemente necesitaba averiguar qué
le funcionaba.

Eso es lo que se propuso hacer. Una vez que se dio cuenta, comenzó a dar
clases particulares a otros estudiantes para que hicieran lo mismo. Luego
comenzó a dar clases particulares a los padres de esos estudiantes, quienes
lo transmitieron a sus amigos y colegas, y pronto Kwik estaba
entrenando a las mentes más grandes del mundo.

Ahora es solicitado por las principales empresas, empresarios, atletas y


artistas, y viaja por todo el mundo hablando ante miles de personas. Kwik
dice que está dividido por este éxito. “No quería ser famoso. No quiero que
me conozcan por este trabajo”, dice. "Soy muy introvertido y muy tímido". Él
tampoco oculta esto. En la conversación, habla en un tono serio y moderado,
mirando a un lado de vez en cuando como si necesitara recargar energías.
Pero se siente obligado a seguir enseñando y llegar al máximo número de
personas que pueda, porque sabe lo transformador que es aprender a
aprender.

“Qué vergüenza me daría”, dice, “si alguien está luchando y sufriendo como
yo lo hice durante tanto tiempo, y yo no ayudo a esa persona".

Entonces, ¿cómo aprendes a aprender? Esto es grande y complicado, y


cuando Kwik lo explica, sus palabras forman una especie de muñeca rusa
abstracta: una categoría de pensamiento, que se abre para revelar otra
categoría, que se abre para revelar otra, y así sucesivamente.

Pero, en resumen, podemos comenzar con lo que no debemos hacer,


porque es lo primero que la gente le dice a Kwik.

“La gente viene a mí todo el tiempo y me dice, 'Jim, no puedo hacer esto; No
soy bueno en esto". Y yo digo: "Detente. Si defiendes tus limitaciones,
puedes conservarlas", dice. "La gente de nuestra sociedad habla
constantemente de todas las cosas que no pueden hacer".

¿También escucha esto de los directores ejecutivos multimillonarios en


empresas de primer nivel? "¡Oh Dios!", responde Kwik. "No puedo decirte
cuántas personas de alto perfil luchan con problemas de autoestima". Tal
como él lo ve, todo comportamiento está impulsado por creencias, y si
alguien cree que no puede hacer algo, entonces no podrá hacerlo, sin
importar su nivel de logro. “Tu cerebro es una supercomputadora y el
diálogo interno de un emprendedor es el programa que se
ejecutará”, dice.

Entonces, para crear una mentalidad ganadora, las personas no pueden


concentrarse solo en lo que quieren hacer. Tienen que identificar sus
creencias limitantes y luego, dice, “des-limitarlas” sistemáticamente.

Kwik cree que nuestras mentalidades han sido destruidas por muchas
mentiras (o más bien, L.I.E.s: ideas limitadas entretenidas; también le
encantan las siglas). Entre las mentiras más grandes: la inteligencia es fija,
los errores son fracasos, el genio nace, aprender cosas nuevas es difícil y el
conocimiento es poder. Ese último puede parecer un error: ¿cómo puede el
conocimiento no ser poder? Pero Kwik señala que el conocimiento por sí
solo no es poder. “Los emprendedores sienten que comprar un libro es
suficiente, o simplemente escuchar un podcast o ir a Clubhouse es suficiente
para que tengan algo de poder”, afirma. Pero cuando los emprendedores
aprenden algo, explica, deben filtrarlo a través de tres preguntas: ¿Cómo
puedo usar esto? ¿Por qué debo usar esto? ¿Y cuándo usaré esto? Sin
esas respuestas, el conocimiento se desperdicia.

En resumen, esa es la mentalidad: no limites tus creencias y convierte


activamente el conocimiento en poder. ¿Recuerdas antes, cuando Kwik
dijo que necesitas la mentalidad correcta antes de poder realmente hacer
uso de buenos métodos? Bueno, ¿ya llegamos a eso? No. Porque si combinas
una gran mentalidad con métodos poderosos, en realidad no tienes
aprendizaje. En cambio, lo que tienes es ideación.

“Muchos emprendedores sufren de ideación”, dice. "Creen que todo es


posible y tienen todas estas grandes ideas, pero no están haciendo nada
porque no están motivados".

Esa es la última pieza del rompecabezas. Si quieres aprender a aprender,


debes combinar mentalidad, métodos y, finalmente, motivación. (A
Kwik también le encanta la aliteración).

“La evidencia de que alguien está motivado, un emprendedor o su equipo o


clientes, es que actúa constantemente”, dice Kwik. "Creo que el 90% de los
emprendedores dirían: 'Sí, tengo problemas para mantener la motivación
para hacer constantemente las cosas que no quiero hacer'".
 Mira también: Conócete a ti mismo: el secreto infalible del éxito

Kwik ha ideado una fórmula para solucionar este problema, que dice es


así: P x E x S3.

P es el propósito: “Una pasión, para los emprendedores, es lo que te


ilumina, y creo que el propósito es cómo usas esa pasión para iluminar a
otras personas”, comenta. E es energía: se trata de administrar su energía
como administra su tiempo, de modo que tenga suficiente cuando lo
necesite. Y S3 son pasos pequeños y simples: dividir las cosas en tareas
manejables. "Lo que impide que las personas actúen es que se sienten
intimidadas o confundidas", dice Kwik. "Entonces pregunta, ¿Cuál es la
acción más pequeña que puedo tomar ahora que me permitirá avanzar hacia
este objetivo?".

Combina todo esto y habrás construido una verdadera motivación orientada


a la acción. Ahora estás listo para aprender realmente, para absorber los
métodos que encuentra en libros y podcasts (¡y en esta revista!) Y para
expandir tu potencial. Porque, sobre todo, a medida que Kwik se transformó
de un aprendiz atrofiado en un entrenador cerebral de renombre mundial,
está convencido de esto: tenemos más potencial del que creemos.

“No se trata de ser perfecto”, dice. “Se trata de avanzar y progresar más allá
de lo que creemos que es posible. Vivimos en un mundo en el que
subcontratamos trabajos a Asia, a la automatización, a la inteligencia
artificial. ¿Qué no se enviará fácilmente a una máquina? ¿Cuáles son las
cosas que son verdaderamente ilimitadas? No hay límite para
nuestra creatividad. No hay límite para nuestra imaginación. No hay
límite para nuestra capacidad para resolver problemas".

Lo más ilimitado del mundo, en otras palabras, somos nosotros.

 Te puede interesar: Languidez, la emoción que prevalece por la


pandemia y cómo enfrentarla
Cómo usar la inteligencia emocional para
lograr el éxito laboral
A continuación, te mostramos cómo puedes
implementar la inteligencia emocional para mejorar el
éxito de tu trabajo personal y organizacional.
https://www.entrepreneur.com/article/374925

El concepto de inteligencia emocional (IE) se ha estudiado durante


décadas. No fue hasta 1995, con la publicación del libro 'Emotional
Intelligence' de Daniel Goleman, que la IE pasó a un primer plano.

Al mismo tiempo, los empleadores todavía no aceptaban la IE en el lugar de


trabajo. Tal vez fue porque creían algunos mitos de la inteligencia emocional,
como que en realidad no existe tal cosa. Eso ha cambiado a medida que las
investigaciones han descubierto que la inteligencia emocional fue el
predictor más fuerte de la efectividad en el lugar de trabajo.

Además, McKinsey & Company anticipa que la demanda de altas habilidades


tecnológicas, sociales, emocionales y cognitivas aumentará para 2030. Y a
medida que comenzamos a embarcarnos en el mundo post-Covid, la IE es
más relevante que nunca.

Con eso en mente, aquí te mostramos cómo puedes implementar la


inteligencia emocional para mejorar el éxito de tu trabajo personal y
organizacional.

Crear capacidad

Si bien "la IE es un conjunto de habilidades, actitudes y comportamientos",


también es una variable, afirma Bill Davies, consultor principal de PSI Talent
Management International. “Puedo ser emocionalmente inteligente en un
momento y emocionalmente estúpido al siguiente. Entonces, desarrollar la IE
se trata de ser más inteligente emocionalmente la mayor parte del tiempo".

Davies continúa diciendo que siempre que estamos cansados o irritables, es


posible perder nuestra capacidad para la IE. Más perjudicial es que estas
emociones nos hacen fácilmente irritables. Como consecuencia, esto conduce
a hábitos defensivos como la microgestión o el lenguaje corporal agresivo.

Lee también: Cómo controlar (y aprovechar) tus emociones

Dicho esto, “un punto de partida fundamental para la IE es esta capacidad


de gestionar nuestras vidas y crear capacidad”, aconseja Davies. "Podría
decirse que esto significa tener un enfoque más disciplinado sobre cómo
administramos nuestra energía y trabajamos de una manera amigable para
el cerebro'".

Un punto de partida sencillo sería reservar un tiempo cada día para calmar tu
mente. Si desempeñas un papel de liderazgo, esto podría alentar a tu equipo
a tomar descansos frecuentes durante el día y utilizar sus días de
vacaciones. Además, cuando sepas que se están desconectando, no los
bombardees con problemas relacionados al trabajo.

Practica la empatía
"En términos más simples, la empatía es ponerse en el lugar de otra
persona", escribe Denna Ritchie en un artículo de Calendar. Poseer esto es
posiblemente la habilidad de liderazgo más importante. Después de todo, ser
empático es la base para construir y fortalecer las conexiones sociales.

Además, puedes crear un equipo más leal, comprometido y productivo. Por si


fuera poco, la empatía aumenta la felicidad, enseña presencia y fomenta la
colaboración para la innovación.

Entonces, ¿cómo se puede practicar la empatía? Aquí hay algunas áreas en


las que debes concentrarte:

 Conoce mejor a las personas, como sus antecedentes e intereses.


Puedes hacer esto con almuerzos individuales o menos formales.

 Antes de apresurarte a juzgar y criticar, espera un tiempo hasta que


estés sereno y tengas todos los datos relevantes.

 Escucha más y habla menos.


 Desarrolla tu músculo de autoconciencia a través la retroalimentación y
escribir en un diario.
 Pregúntale a otros qué hacen cuando su instinto está gritando que algo
anda mal.

 Se genuino e incluso un poco vulnerable.

Hazte vulnerable
Hablando de vulnerabilidad, el psicólogo Nick Wignall la define como "la
voluntad de reconocer tus emociones, especialmente las dolorosas".

Aclara que "cuando hablamos de vulnerabilidad, normalmente nos referimos


a vulnerabilidad emocional. Cuando tu mejor amigo sugiere que debes
esforzarte por ser más vulnerable en tu relación, probablemente no esté
hablando de hacerte más vulnerable físicamente".

En resumen, la vulnerabilidad tiene que ver con las emociones. En particular,


emociones difíciles como ansiedad, frustración y vergüenza. La otra
parte de la ecuación es reconocer estas emociones negativas y saber cómo
abordarlas.

Por ejemplo, cuando está frustrado con una tarea, puedes salir a caminar
para aclarar tu mente. Cuando estés ansioso, puedes recitar mantras. Y si te
sientes mal, puedes llamar a un amigo que siempre te haga reír.

La vulnerabilidad emocional puede ser dolorosa o incómoda, pero también es


un activo valioso. Puede ayudar a reducir la ansiedad, fortalecer las
relaciones y mejorar la autoconciencia.

Te recomendamos: Aumenta tu inteligencia emocional con


estos 5 tips

Para volverse más vulnerable emocionalmente, Wignall recomienda:

 Etiquetar tus emociones con un lenguaje sencillo.


 Comprometerte a escribir un diario centrado en las emociones.
 Practicar ser asertivo comunicando claramente tus deseos y
necesidades.

 Considerar la posibilidad de ir a terapia o asesoramiento.


En general, esta "es simplemente la habilidad que te permite reconocer las
emociones difíciles o dolorosas en lugar de evitarlas o reaccionar ante ellas
de inmediato", afirma Wignall.
Centrarse en la salud mental y el bienestar
Sin menospreciar el daño que ha causado la pandemia, el lado positivo es
que ha destacado la importancia de la salud mental. En enero de 2021, más
del 41% de los adultos reportaron síntomas de ansiedad o trastornos
depresivos. Y cuando no se aborda, esto puede afectar todo, desde tu salud
física hasta las relaciones y la productividad.

¿Las buenas noticias? Puedes usar tu calendario para priorizar tu salud


mental con acciones como:

 Limitar las redes sociales y el tiempo frente a la pantalla.


 Salir al aire libre durante al menos 20 minutos al día.
 Consultar un terapeuta en línea.
 Minimizar el aislamiento, incluso con una llamada o videollamada
rápida.

 Dedicar tiempo libre a actividades significativas que disfrutas.


 Hacer del autocuidado una rutina diaria.

A nivel organizacional, los líderes pueden usar tácticas como:

 Cambiar la cultura a una en la que todos se sientan seguros para


hablar sobre sus sentimientos y dificultades.

 Lanzar un programa de bienestar para empleados.


 Centrarte en la intervención/prevención temprana, asesorando a los
miembros de tu equipo sobre cómo pueden enfrentar el estrés y la
ansiedad.

 Hacer cumplir las horas de trabajo.


 Cultivar un ambiente de trabajo saludable y positivo.
 Otorgar autonomía y horarios flexibles.
 Ayudarles a resolver sus problemas de gestión del tiempo.

Cambia tus ideas sobre las críticas y el feedback


Cuando se trata de críticas o retroalimentación, muchos de nosotros
temblamos de miedo. Eso es comprensible. ¿A alguien realmente le gusta
escuchar sobre transgresiones o defectos pasados?

Pero, en lugar de evitar esto, aprovecha la retroalimentación. No es una


hazaña fácil. Sin embargo, es posible usando primero la reflexión.

Esto significa es hacerse preguntas como:

 ¿Por qué te molestó la crítica?


 ¿Cual fue mi reaccion?
 ¿Qué acción puedo realizar sin señalar con el dedo?

A partir de ahí, ve los comentarios negativos como una oportunidad para


aprender y crecer. Por ejemplo, no es un ataque personal a tus habilidades o
capacidades. Más bien, te está ayudando a identificar tus errores.

Mira también: 10 cosas de las que los emprendedores nunca


quieren hablar, pero deberían

Además, el feedback puede cambiar tu mal comportamiento o hábitos. Para


los líderes, puede mejorar su efectividad, e incluso puede generar confianza
entre sus clientes y empleados.

Construye lazos sociales


Ahora, más que nunca, necesitas construir vínculos sociales con tu equipo.
Como ya sabrás, la pandemia ha dispersado a los equipos. Como resultado,
todos se pierden las interacciones personales en la oficina, provocando
aislamiento social tanto en el trabajo como en sus vidas personales.
Para contrarrestar esto, crea camaradería con tu equipo remoto a través de
almuerzos virtuales, torneos de juegos, desafíos de acondicionamiento físico
y salas de descanso virtuales.

Cuando puedan reunirse en persona, participa en actividades de


fortalecimiento de equipos, talleres interactivos o fiestas navideñas. Y no
descartes las oportunidades de servicio en equipo a través de eventos de
voluntariado y donaciones a organizaciones benéficas.

Te puede interesar: Mayor uso de apps de salud mental y


emocional: ¿qué pueden hacer las empresas para
fortalecer su cultura de bienestar?

Compartir es cuidar
Por último, no guardes egoístamente tus conocimientos sobre la
inteligencia emocional. Si conoces algún artículo, libro, podcasts o Ted
Talks sobre el tema, comparte estos recursos con otras personas. También
puedes programar seminarios o talleres para que tu equipo participe en
conjunto.

Otra sugerencia sería discutir y modelar los principios básicos de la


inteligencia emocional durante las juntas y en reuniones 'uno a uno'.
También anima a otros a poner a prueba su inteligencia emocional y
programar chequeos frecuentes de ésta.
¿Realmente existe la inteligencia
emocional? Esto dice la ciencia
Sería la capacidad de regular y percibir las emociones, y
aunque es muy difícil medirla parece fundamental en nuestro
devenir futuro
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-06-18/inteligencia-
emocional-si-existe-o-no-razones-motivos_3132280/

Hasta hace muy poco tiempo, la inteligencia se medía mediante test


concebidos para ello, que trataban de 'medir' la capacidad de razonar con
lógica y de procesar información novedosa. Los más famosos y antiguos son
el de Stanford-Binet o las escalas de Wechsler, que constan de una serie
de pruebas centradas en resolver habilidades aritméticas, memorísticas o
lingüísticas.

Pero en los últimos años se han alzado un sinfín de voces para señalar que la
inteligencia es mucho más precisa y abarca muchos más campos, por lo que
medirla solo con pruebas matemáticas o lingüísticas no sería suficiente. Por
ejemplo, el psicólogo Robert Sternberg cree que deberíamos
movernos hacia un modelo de lo que él considera 'inteligencia exitosa',
integrada por el conjunto de habilidades necesarias para alcanzar el éxito en
la vida, como pueden ser la creatividad o la inteligencia analítica.

La llamada 'inteligencia emocional' se acuñó en realidad hace


relativamente poco, a principios de los 90, y se definió como la
capacidad de expresar, controlar y percibir emociones
¿Y la inteligencia emocional? Muchas personas también la consideran
fundamental a la hora de medir ese rasgo, y es objeto de mucho debate
entre científicos y público. Sería la capacidad de regular y percibir las
emociones y, aunque la mayoría de la gente estaría de acuerdo con esta
definición, también es cierto que parece muy difícil medir objetivamente
estas habilidades.
La llamada 'inteligencia emocional' se acuñó en realidad hace relativamente
poco, a principios de los 90, y se definió como la capacidad de expresar,
controlar y percibir emociones. Desde entonces, muchos estudios han
investigado e identificado distintos tipos de Inteligencia Emocional, que van
desde los conocidos como 'cinco grandes rasgos de personalidad'
(extraversión, amabilidad, franqueza, escrupulosidad y neuroticismo)
a la capacidad de percibir, comprender y utilizar las emociones para cambiar
las cosas. No hay una opinión unánime sobre si la inteligencia emocional
debería considerarse una forma de inteligencia o un rasgo de la
personalidad.

La salud mental, la salud física y la satisfacción vital se han


relacionado con tener una alta inteligencia emocional
De cualquier forma, es interesante señalar que la alta IE se relaciona de
forma directa con el éxito profesional y las relaciones positivas. Según
explica en 'Science Alert' el profesor Brian Partido, de la Universidad
Estatal de Ohio: "La salud mental, la salud física y la satisfacción vital se
han relacionado con tener una alta inteligencia emocional. Más
recientemente también se ha descubierto en una investigación con
estudiantes de odontología que la inteligencia emocional podía predecir su
rendimiento académico y clínico".

Incluso, algunos estudios aseguran que hay una clara evidencia de que la
inteligencia emocional y la depresión están estrechamente relacionadas en la
población adulta (en el sentido de que, cuanto mayor es el nivel de IE parece
que son menores los niveles de depresión, según la Northcentral
University).

Pero, claro, el principal problema es cómo se mide la inteligencia emocional.


Por ahora, se hace mediante las llamadas 'pruebas de autoinforme' (pruebas
de personalidad), las cuales presentan algunos desafíos porque es bastante
difícil de medir. ¿Cómo saber si tienes inteligencia emocional? Visto lo visto,
desde luego es un rasgo emocional deseable, porque puede influir en
una vida exitosa, igual que como explica Robert Sternberg son
fundamentales en nuestro devenir la sabiduría o la creatividad.
Inteligencia emocional: así has de usarla
para buscar empleo y mantener el que
tienes
El control de las emociones en el ámbito laboral es muy
importante, pero también lo es si estamos en plena
búsqueda de trabajo
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-07-29/inteligencia-
emocional-busqueda-empleo_2139667/

La inteligencia emocional se define como la capacidad que poseemos para


gestionar, comprender o controlar nuestras propias emociones y que nos
permite percibir e identificar las emociones de otras personas. Gracias a
ella, logramos un mayor nivel de empatía, autorregulación y autoconciencia,
lo que nos permite relacionarnos más fácilmente con los demás en el
trabajo.

Stéphane Cété, Profesor de Comportamiento Organizacional en la


Universidad de Toronto (Canadá), señala que, como todos los conjuntos de
habilidades, la inteligencia emocional probablemente tiene alguna parte
innata, pero también que se puede desarrollar en cierta medida con la
práctica.

Controlar tus emociones y saber encaminarlas es clave para


tu éxito laboral
A pesar de que la inteligencia emocional puede ser clave a la hora de
nuestro propio éxito laboral, no estamos hablando de una disciplina que
se enseñe en las escuelas o universidades o que el trabajador pueda
desarrollar en determinados espacios laborales.

Es por eso, que es importante contar con una serie de pautas a seguir y que
nos permitirán crecer tanto en el ámbito laboral como fuera de él y que, por
tanto, nos ayudará a la hora de buscar empleo.

Conócete mejor para lograr un empleo. Para conseguir un trabajo es


fundamental autoconocerse. Gracias a ello, podrás saber a ciencia cierta a
qué sector quieres dirigirte, en qué tipo de trabajo te encuentras a gusto y
cuáles son tus virtudes y defectos frente al resto de candidatos.

Tu capacidad para entender cómo será recibida tu candidatura te ayudará a


afinar tu perfil. Además, gracias a tu habilidad para relacionarte con los
demás, podrás lograr una comunicación y una difusión efectiva de tu
candidatura.

Sé consciente de los entornos que te estresan. Si conoces que una


determinada situación te causa estrés o una reacción emocional negativa,
trata de evitarla en la medida que puedas. Las emociones tienen una gran
influencia en tu pensamiento, por lo que has de crear entornos en los que te
sientas cómodo y el éxito estará más cerca.

Optimiza tus emociones. Tanto a la hora de trabajar como cuando estás


buscando empleo, has de procurar gestionar tus emociones y tender a ser
positivo. Cuando las personas son más positivas, también son más creativas,
por lo que ante determinados encargos es muy bueno enfocarlos con actitud
positiva para lograr el éxito. No obstante, ante otros encargos más pautados
no puedes ser demasiado positivo, porque demasiada emoción y creatividad
podrían hacer que te desvíes. En estos casos, has de optar por una
neutralidad emocional.

Actuar en caliente es el peor de tus aliados


No te lo guardes… para siempre. No es buena idea que las personas
anulen sus emociones y se las guarden para ellos mismos. No nos
malinterpretes, no se trata de “montar un pollo” si algo te molesta de un
compañero o un jefe, sino que lo ideal es que trates de hablar de ello con
alguien en el que confíes: amigos de confianza, compañeros de trabajo o
incluso alguien de recursos humanos. Quizás no encuentres la solución
adecuada, pero hablarlo con alguien ya será un alivio emocional para ti.

Responde, no explotes. Cuando te sientes emocionalmente afectado, la


parte reactiva y emocional de tu cerebro puede anular la parte del cerebro
que permite el pensamiento deliberado y la toma de decisiones controlada.

Para ser consciente de que esto está sucediendo, tienes que observar
determinados signos fisiológicos (aumento de ritmo cardíaco, incremento
de la temperatura corporal…) y emocionales (enfado, sensación de
injusticia…) y parar.
Con parar nos referimos a respirar profundamente, dar un breve paseo,
olvidarte temporalmente del problema y dejar descansar al cerebro. El
gran objetivo es no contestar a ese mail en caliente y evitar problemas
posteriores.
Las cuatro señales de que tienes una alta
inteligencia emocional
Se aprende sobre historia o matemáticas pero nadie nos
enseña a identificar o tratar con las emociones. Te contamos
cuáles son estas habilidades y cómo manejarlas
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-04-25/senales-de-
que-tienes-inteligencia-emocional-alta_1372043/

Mucho se ha hablado sobre la inteligencia emocional pero pocos saben


detectarla en sí mismos. No es fácil definir en qué consiste, y más
complicado aún resulta transmitir conocimientos sobre ella, ya que estos se
suelen basar en la experiencia. Siempre hay trucos, sin embargo, que nos
permiten acercarnos a estos aspectos intangibles y complicados. Es un atajo
que los investigadores psicológicos utilizan para describir lo bien que los
individuos pueden gestionar sus propias emociones y reaccionar a las de los
demás.

Las personas que la presentan tienen las habilidades necesarias menos


obvias para salir adelante en la vida, tales como la gestión de la resolución
de conflictos, leer y responder a las necesidades de los demás, empatía
y evitar que sus propias emociones se desborden e interrumpan su
vida. Es muy importante porque cuanto más se entiendan estos aspectos, se
tendrá mejor salud mental y comportamiento social.

Cuando la inteligencia emocional fue estudiada por primera vez, sirvió como
el eslabón perdido en lo que al éxito se refiere. Hasta entonces se pensaba
que el coeficiente intelectual era la única forma de triunfo. Pero un hallazgo
bastante peculiar lo cambió todo: el 70% de las veces, las personas con un
coeficiente intelectual medio superan a los que tienen coeficientes más
altos.

Si no reconoces ninguna señal, no te preocupes. Este tipo de


inteligencia es una habilidad cognitiva que puedes mejorar a
través de tu vida diaria
Décadas de investigación apuntan ahora que la IE es un factor crítico para
que alguien sobresalga del resto. La conexión es tan fuerte que el 90% de
los artistas tienen una gran inteligencia emocional.

Podrían ser cosas que haces sin pensar realmente o simples habilidades que
utilizas para trabajar. De cualquier manera, la mejora de la inteligencia
emocional puede ser muy útil en todo tipo de circunstancias, ya sea
en el trabajo, en casa o a la hora de socializar.

Piensas tus reacciones


Una de las características de la IE puede ser la diferencia entre una buena y
una mala reacción a las circunstancias que nos rodean. Las emociones
pueden tener información importante y ser útiles para el funcionamiento
personal y social, aunque a veces nos sintamos abrumados y actuemos de
manera inadeacuada. Las personas que carecen de ella son más
pasionales y no piensan los pros y los contras de una situación.

Tienen una capacidad más baja de regular sus sentimientos negativos y son
más propensos a tener dificultades para reaccionar ante diferentes
situaciones. Además de tener dificultades para gestionar y entender
sus emociones, la investigación ha demostrado que este tipo de personas
tienen una mayor facilidad para sufrir depresión, incluso si no están
deprimidos clínicamente.

Desafíos
Si eres capaz de reconocer tus propias emociones negativas y ver una
mala situación como un desafío centrándote en los aspectos positivos y
siendo perseverante, lo más probable es que tu índice emocional sea muy
elevado.

Imagina que has perdido tu trabajo. Una persona emocionalmente inteligente


podría percibir sus emociones como señales para tomar medidas, tanto para
hacer frente a los retos como para controlar sus pensamientos y
sentimientos. Si por el contrario, no lo eres, no pararías de pensar sobre la
pérdida de trabajo, entrando en una espiral sin salida que lleva hacia la
depresión.
Modificar emociones
Claro que hay momentos en que tus sentimientos pueden apoderarse de ti,
pero si eres una persona emocionalmente inteligente, es probable que
puedas modificar tus emociones fácilmente.

Esto implica ser capaz de mantenerlas bajo control cuando se convierten en


perjudiciales. La autogestión implica ser capaz de controlar los
arrebatos con calma, discutir los desacuerdos y evitar actividades que
conducen a la autocompasión o al pánico. Es la clave y la razón por la que
este tipo de personas tienen los niveles más bajos de ansiedad.

Empatía
Mientras las otras tres categorías anteriores se refieren a las emociones
internas de una persona, esta se ocupa de las de los demás. La empatía
es la habilidad y la práctica de la lectura de los sentimientos de otros y la
habilidad de saber responder adecuadamente ante ellos. Incluye, además, la
búsqueda de puntos en común y el dominio de la persuasión.

El 70% de las veces, las personas con un coeficiente


intelectual medio superan a los que tienen coeficientes más
altos
Esta capacidad está relacionada con el ámbito laboral, ya que es muy
importante saber manejarse y controlarse para estar de acuerdo a
las normas de la organización. Sobre todo afecta a trabajos donde los
trabajadores necesitan simpatizar con los clientes, aunque estos les estén
gritando. Por eso en los últimos años se está desarrollando la formación de la
inteligencia emocional en el trabajo, centrado en la gestión y expresión de
las emociones, relacionados con la comunicación y el rendimiento en el
trabajo.

Pero no te preocupes, este tipo de inteligencia es una habilidad


cognitiva que puedes mejorar a través de tu vida diaria. Así que si todo lo
que has leído te suena a chino y no has reconocido ningún tipo de estas
señales, debes saber que aún puedes trabajarla y adquirirla.
8 signos sorprendentes que muestran que
eres superinteligente
Si eres de los que duda sobre sus capacidades
intelectuales, no te preocupes: hay ciertos signos
probados científicamente que pueden probar que tienes
un cerebro superior al de la media
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-04-18/8-cosas-
sorprendentes-que-muestran-que-eres-superinteligente_1367847/

Una cosa es que te consideres inteligente y otra muy distinta es que lo


seas. Hay personas que están seguras de que han sido agraciadas con esta
virtud, pero ¿están en lo cierto? ¿Son imaginaciones suyas? ¿Se tienen en
demasiada consideración? Si eres de los que duda sobre tus capacidades
intelectuales, no te preocupes más. Hay ciertos signos probados
científicamente que pueden probar que has sido dotado con un cerebro
superior al de la media. A continuación, tienes las ocho señales
sorprendentes de que tienes más inteligencia que las personas que te
rodean.

1) Eres el mayor de los hermanos

Siempre has mirado por encima del hombro a tu hermano menor, y ahora
tienes una razón doble para hacerlo: eres más inteligente que él, y que la
media de la población. Una nueva investigación realizada por la
Universidad de Edimburgo ha confirmado lo que hace años se viene
creyendo: que los hermanos mayores tienen un mayor cociente intelectual.

El estudio probó de hecho que esta cualidad se vuelve evidente ya con niños
de apenas un año de edad. Los investigadores siguieron el crecimiento de
5.000 niños desde antes de nacer hasta que tuvieron 14 años. Les evaluaron
cada dos años, a través de pruebas de lectura, escritura y vocabulario.
Recabaron los datos y descubrieron que aunque los padres apoyaron a sus
hijos por igual, es cierto que los hermanos mayores hicieron más tareas
que mejoraron así sus habilidades intelectuales y cognitivas.
Si tu madre tuvo muchas náuseas matutinas mientras estabas
en su vientre es más que probable que seas más inteligente que
la media
Esta investigación no es la única que lo pone de manifiesto. El profesor
Petter Kristensen, del Instituto Nacional de Salud de Oslo, Noruega, ya
demostró que el vínculo entre inteligencia y haber sido el primer hijo
probablemente no era biológico, sino "más bien resultado de factores
sociales dados el ambiente familiar".

2) Sueles tener ansiedad

La ansiedad y el estrés van unidos de la mano. Se trata de unos fenómenos


que han comenzado a estudiarse de manera relativamente reciente. Desde
principios del siglo XX, el estrés ha continuado estudiándose con el objetivo
de determinar las causas: distintos estudios coinciden en que factores como
el dinero, el trabajo, la salud o las responsabilidades familiares tienen mucho
que decir en la aparición de los primeros síntomas del estrés.

Si todo esto te parece demasiado familiar, ya que sueles sufrir de ansiedad


más de lo que deberías, puedes considerarte más inteligente que la media.
Las personas con un mayor CI se preguntan sobre el sentido de la vida y
acerca de la existencia. Esto provoca que los niveles de ansiedad se
disparen, pues no tener una respuesta a preguntas trascendentes puede
causar un especial desasosiego.

3) Eres escéptico

El escepticismo en ocasiones es visto como desconfianza y no tiene por qué


ser así. De hecho, al contrario. Si sientes aversión a aceptar las ideas sin
digerirlas y, además, convertirlas directamente en evidencias sin
cuestionarlas, eres inteligente. Una persona con alto CI es aquella que tiene
curiosidad, quiere conocer nuevas cosas, pero sin darlas por hecho y tiene la
suficiente independencia como para saber que lo que hoy puede ser válido,
quizá mañana ya no lo sea. Al final, tener siempre todo claro y en todo
momento no es más que un signo de ausencia de cuestionamiento y
desinterés por conocer otras realidades. Nunca es todo ni blanco ni negro,
existe una amplia gama de grises.
4) Tu madre tenía náuseas durante el embarazo

Mientras estabas en el vientre, tu madre cayó enferma por tu culpa. Y eso


demuestra que eres más inteligente que la media. Una investigación de
Toronto siguió a madres embarazadas durante la gestación y a sus hijos
después del parto. Los investigadores demostraron que aquellas madres que
sufrían náuseas matinales dieron a luz a niños más inteligentes, como
demostraron las pruebas de CI que les hicieron.

¿La explicación? Las madres que tenían náuseas matinales exponían a sus
bebés a niveles más altos de hormonas del embarazo, como estradiol y
prolactina, lo que podía haber condicionado a un mejor desarrollo del cerebro
del feto, aseguran los autores del estudio.

5) Te acuestas siempre tarde

Diversos estudios apuntan a que las personas más inteligentes tienen más
problemas para dormir. La razón es que el fluir de pensamientos está
mucho más activo en ellas, de manera que les es más difícil relajarse,
además de que suelen desarrollar más estrés. También prefieren hacer vida
por la noche, ya que favorece su creatividad y su desarrollo.

Una de estas investigaciones la encontramos en Reino Unido. Tras seguir a


más de 20.000 adolescentes durante ocho años, los investigadores
descubrieron que aquellos con mayor CI eran más propensos a ser
noctámbulos en la edad adulta.

Una nueva investigación ha confirmado lo que hace años se viene creyendo:


que los hermanos mayores tienen un mayor cociente intelectual

Eso puede ser debido a que las personas con capacidades cognitivas más
altas han evolucionado para anular su ritmo circadiano natural, o reloj
interno, detallan los investigadores. Nuestros antepasados dormían
instintivamente por la noche para evitar a los depredadores nocturnos,
pero los seres humanos inteligentes y modernos han evolucionado más allá
de esos riesgos y se han adaptado para aprovechar las horas nocturnas.
6) Odias las multitudes

¿Odias conducir a la ciudad, los grandes eventos o bares llenos? Puede ser
un signo de que eres inteligente. Investigadores de Reino Unido encuestaron
a 15.000 adultos y encontraron que las personas con altos cocientes de
inteligencia eran menos felices cuando vivían en una zona densamente
poblada, como una gran ciudad. Estas mismas personas reportaron una
mayor satisfacción con la vida cuando pasaban menos tiempo socializando
con sus amigos que las personas con un CI inferior.

¿La explicación? El estudio, detallado por 'Prevention', detalla que nuestros


antepasados vivían en tribus muy unidas, y la socialización era a menudo
necesaria para la supervivencia. Las personas altamente inteligentes se han
desarrollado potencialmente más allá de la necesidad de ese apoyo, lo que
significa que pueden haberse adaptado a nuestra sociedad sin depender de
sus pares.

Además, las personas más inteligentes disfrutan de su soledad y de pasar


tiempo con ellos mismos. Aceptar la soledad significa por una parte
aceptarse más a uno mismo, mientras que, por otro lado, hace menos
necesaria la aprobación de los demás.

7) Perdiste tarde la virginidad

Una investigación realizada en el año 2000 por la Universidad de Carolina del


Norte demostró que los adolescentes que tenían relaciones sexuales eran
menos inteligentes que sus compañeros. "Los adolescentes con puntuaciones
más altas en la prueba de vocabulario eran significativamente menos
propensos a tener relaciones sexuales completas a esa edad", estableció el
estudio.

8) Eres muy desordenado

Deja de sentirte culpable por el desorden de tu casa y de tu mesa de


trabajo, pues es un indicador de inteligencia. Así lo determinan diversos
estudios, como el realizado por los investigadores de la Universidad de
Groningen en 2012, el cual estableció que tener un escritorio hecho un
desastre puede conducir a la gente a tener un pensamiento más lúcido.
Otra investigación realizada por la Universidad de Minnesota también lo
demostró la relación entre inteligencia y desorden. En un experimento, los
científicos pidieron a unos 50 participantes que idearan nuevos usos para las
pelotas de ping-pong. Las personas cuyas habitaciones estaban
desordenadas (libros y papeles por todas partes, incluso el suelo) tuvieron la
misma cantidad de ideas que aquellos que tenían habitaciones limpias, no
obstante las de los primeros fueron calificadas por jueces independientes
como significativamente más interesantes y creativas.
Seis formas sencillas de parecer
más inteligente que los demás
Hablar con expresividad, ponerte gafas o sonreír más son
algunas de las maneras que tienes para mejorar la
percepción que los demás tienen de ti
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-04-06/formas-
parecer-inteligente-percepcion_1361670/

Cuando tratamos con una audiencia, ya sea en el trabajo o en nuestra vida


personal, la percepción es tan importante como la realidad. Si no más. Es
la lente que utilizas (y utilizan los que te rodean) para mirar, interpretar y
entender. Por supuesto, depende de la cultura y el momento evolutivo de
cada sociedad. No obstante, si lo que quieres es brillar en el ahora, tal vez te
convenga revisar las seis formas para parecer más inteligente que
resumen los expertos de AsapScience. Es todo una cuestión de percepción,
dicen...

La inicial en el medio

La creencia de que los nombres tienen poder por sí mismos es un elemento


básico de la mitología y la ficción. En ambos casos, el nombre representa la
esencia de una persona, su poder como individuo. Hasta cierto punto, se
podría decir que los nombres encajan -o tal vez son moldeados- a través de
la percepción que los demás tienen de esa persona. “La psicología nos
muestra que, en el texto, cuando se utiliza una inicial en el medio, se tiende
a pensar mejor sobre el intelecto y las habilidades de la persona en
cuestión”, aseguran desde AsapScience.

Cualquier información tiene más probabilidades de ser creída sí parece y


huele a científico, es decir, introduce unos diagramas con barras y decimales

Esta impresión quedó demostrada por un estudio del 'European Journal of


Social Psycology', que argumenta que las iniciales medias en los nombres de
los autores de papers, artículos o novelas mejoran la evaluación de su
escritura, así como la percepción de estatus. Por si te lo estabas
preguntando, los nombres de los psicólogos autores del estudio son Wijnand
A. P. van Tilburg y Eric R. Igoy, así que habrá que tomarles en serio.

Deja de renegar del segundo nombre que te pusieron tus padres a traición y
vive una vida como intelectual de postal sacando a relucir la inicial perdida
para destacar como tú mereces. Y, si no tienes, invéntate uno y crea un
misterio al nivel de la 'J' entre Homer y Simpson.

Utiliza gráficos

Si tratas de convencer a tu jefe de algo específico, asegúrate de mostrarle un


gráfico. Según un estudio de la Universidad de Cornell cualquier información
tiene más probabilidades de ser creída si parece y huele a científico, y
todos sabemos que la mejor manera es introducir unos diagramas, barras y
columnas entre números con decimales. Incluso si los gráficos no contienen
nueva información, convencerá a la gente simplemente por la virtud de ser
presentado con elementos asociados a la ciencia. Cuando a los participantes
del estudio se les presentó una información al azar, un 65% de ellos
creyeron en su veracidad. Sin embargo, en cuanto se le agregaron las barras
con decimales, el porcentaje aumentó al 96%.

Habla con expresividad

No es lo que dices, sino cómo lo dices. En un estudio reciente, se les pidió a


los participantes que se presentaran a una hipotética entrevista de trabajo.
Aquellos que utilizaron diversos tonos, énfasis y volúmenes fueron
percibidos como más reflexivos y dieron una mejor impresión en general.
Desde AsapScience lo explican así: "Cuando dos personas dicen lo mismo
pero uno modula su voz y mantiene las pausas al mínimo, será percibido
como más inteligente y persuasivo". Por esa misma razón, los youtubers que
le hablan a la cámara destilan entusiasmo y no dejan silencios entre frases.

Si un profesor lleva ropa formal y porta gafas, los estudiantes serán menos
propensos a portarse mal y más proclives a atender su clase.
Ponte gafas

Sí, puede parecerte el típico cliché de que las gafas hacen a cualquiera que
las lleve más 'nerd', pedante o simplemente aficionado a la lectura. Por
fortuna o por desgracia, llevar gafas se asocia a una inteligencia
superior. No obstante, no debemos descartarlo porque sea un estereotipo
manido. Estudio tras estudio demuestran que estos esterotipos juegan un
papel fundamental en como la gente percibe a otros y, aunque no se logre
disfrazar su capacidad intelectual con una montura, parece que a veces el
truco surte efecto. Por ejemplo, existe una correlación clara entre cómo
viste un profesor de universidad y qué aprenden sus estudiantes. Si lleva
ropa formal y porta gafas, sus alumnos serán menos propensos a portarse
mal y más proclives a atender.

Sonríe más

Se ha demostrado que a la hora de juzgar a las personas por su apariencia


física, existe una correlación clara entre la inteligencia y la alegría. Un
estudio publicado en 2014 en la revista PLoS ONE revela que "las caras de
alta inteligencia parecen estar sonriendo más que las de inteligencia baja".
En este sentido, si una persona muestra un rostro enfadado la percepción
será radicalmente contraria. En otras palabras, fruncir el ceño te hace
parecer más estúpido.

No sostengas alcohol

Todos sabemos a estas alturas que el alcohol afecta a las habilidades de


razonamiento de una persona. Sin embargo, los inconvenientes pueden no
terminar ahí. Según un estudio de la Universidad de Michigan y la
Universidad de Pensilvania las personas que simplemente sostienen una
cerveza o una copa de vino son percibidas como menos inteligentes que
aquellas que no lo hacen. Va en serio: los científicos lo llaman el 'sesgo del
idiota'. Incluso en los experimentos en los que se utilizaron bebidas
alcohólicas falsas, los participantes juzgaron a estos candidatos de peor
forma.
7 buenos hábitos que te llevarán a
obtener enormes resultados.
https://www.modoemprendedor.com/buenos-habitos/

En este artículo conocerás 7 buenos hábitos que debes incorporar a


tu vida, si quieres alcanzar esos resultados que tanto anhelas.

El éxito no ocurre de la noche a la mañana. Sucede a través de la suma de


pequeños éxitos que se encadenan a lo largo del tiempo.

Pequeños pasos, poquito a poco. Por eso la resiliencia y la paciencia son


grandes virtudes.

Si quieres construir algo grande, si tienes una visión, un sueño o un objetivo


claramente definido; la pregunta no es: ¿cómo puedo hacer esto rápido?

Por el contrario debes preguntarte: ¿Qué buenos hábitos debo adoptar


para ser la persona que puede lograr ese sueño?, ¿qué debo cambiar para
lograr lo que quiero?

Métete en la cabeza que nada que valga la pena


sucederá de la noche a la mañana y desconfía de
aquellas cosas que sí.
Cambiar, mejorar y lograr tus sueños empieza por cambiar internamente;
por cambiar tu forma de pensar y establecer buenos hábitos.

Lee también: ¿Cómo conseguir dinero? Trabaja


primero en tu forma de pensar.
A continuación encontrarás los buenos hábitos que te llevarán a
conseguir grandes resultados. Adopta algunos y te darás cuenta cómo tu
vida empieza a cambiar.
7 buenos hábitos que te llevarán a obtener
enormes resultados.
1. Rodéate de personas que representen lo que
finalmente quieres ser.
Si no estás satisfecho con quién eres o lo que tienes, echa un vistazo a las
personas que te rodean. Lo más probable es que estén en una situación
similar.

El gran orador motivacional Jim Rohn afirmó hace años que “somos el
promedio de las 5 personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo”.

Lee también: Qué debo buscar en un socio para tener una


empresa exitosa.

Cuando se trata de relaciones, nuestras amistades tienen un impacto muy


fuerte. Nos guste o no, estamos muy influenciados. Afectan nuestra forma de
pensar, nuestra autoestima y por último, nuestras decisiones.

No solamente es importante que te rodees de personas positivas. También


necesitarás personas que hagan críticas constructivas. Entre más exitoso
seas, más críticas enfrentarás.

Te recomendamos rodearte de estos 3 tipos de personas.

2. Lee lo que más puedas.


La única manera de incrementar nuestra inteligencia, sin importar en dónde
estudiaste o en dónde naciste; es leyendo.

Leer juega un papel integral en el desarrollo de la inteligencia, la resolución


de problemas, las habilidades analíticas y nuestra capacidad de entender a
otros con claridad.

Adicionalmente, leer libros incrementa nuestra habilidad para entender


nuevos conceptos, manejar situaciones desconocidas y comprender a otras
personas para incorporar estas nuevas ideas a nuestra vida diaria.

Así que si estás buscando una manera de convertirte en un individuo más


inteligente, empieza a rodearte de libros; entre más leas, más aprenderás.
Con tantas cosas por hacer, las personas tienden a leer menos cada día. No
permitas que esto suceda. Si solo apartas una hora o un capitulo diario
notarás la diferencia.

Estos temas te pueden interesar:

 Cómo tener la autodisciplina para leer mínimo un libro mensual.

 Libros en español para emprendedores.

 19 páginas para descargar libros gratis.

 201 libros en PDF para descargar gratis.

3. Despiértate cuando dices que lo vas a hacer.


Con esto queremos decir, levántate temprano. Así como puedes apartar una
hora para leer en vez de ver televisión, puedes levantarte una hora más
temprano.

Las personas exitosas son usualmente madrugadoras. Grandes y conocidos


emprendedores son reconocidos por levantarse al amanecer. Sin importar
sus motivaciones, no cabe duda que ellos han tomado ventaja de levantarse
antes de que salga el sol. Y antes de que la mayoría de las personas lo
hagan.

Empieza a hacerlo y aprovecha ese tiempo para trabajar en tus proyectos


personales.

Si quieres aprender cómo levantarte temprano, te recomendamos los


siguientes artículos:

 Por qué levantarse temprano incluso el fin de semana.

 5 motivos y 5 técnicas para levantarte temprano.

 Cómo levantarse temprano, incluso si amo dormir hasta tarde.

4. No solo establece objetivos, mídelos.


Una de las cosas más importantes que debes hacer, es establecer objetivos.
Planear es esencial para tener éxito. Si empiezas con el final en la
cabeza será más fácil.
Planifica como si estuvieras haciendo una campaña de marketing para tu
empresa. Pero aún más importante, mide los objetivos. Ponte fechas,
tareas diarias, rastrea cada paso que das. Es la única manera de saber si
estás avanzando.

Si no mides no podrás saber sobre tu progreso. Haz esto con frecuencia, te


sorprenderá la velocidad con la que logras tus objetivos.

Por último establece objetivos específicos. Podemos hacer una lista con las
actividades para el día siguiente, pero si ponemos metas muy generales
seremos presa fácil de la distracción.

En la medida que las tareas que planeemos sean más específicas, es más
fácil que pongamos toda nuestra concentración para acabarlas.

5. Vístete para tener éxito.


Este es uno de los buenos hábitos más importantes. Puede sonar cliché, pero
es cierto; tienes más confianza cuando te sientes bien con la forma en que te
presentas.

La primera impresión siempre cuenta. Las personas con las que realizas
negocios deben sentir que pueden confiar en ti, así que tu imagen hace
parte de este impacto positivo que debes generar en ellos.

Así trabajes desde casa, toma un buen baño y vístete bien. Te sentirás mejor
para trabajar. Sin importar en dónde estés, hazlo un hábito para que
siempre proyectes la mejor versión de ti mismo.

Si quieres saber otras técnicas para trabajar desde casa, haz click aquí.

6. Concéntrate en hacer solo una cosa.


Si queremos enfocarnos en hacer una cosa bien, no tiene sentido querer
hacer varias cosas al tiempo.

Mihaly Csikszentmihalyi dice que el cerebro humano puede procesar máximo


110 bits por segundo. Al escucharnos hablar a nosotros mismos y entender
lo que decimos procesamos 60 bits (razón por la cual no podemos entender
completamente cuando nos hablan dos personas al mismo tiempo).
De igual manera nuestra capacidad de procesar información se divide entre
las tareas que queramos realizar. Por eso sí queremos mantener nuestra
concentración, enfoquémonos en hacer una sola cosa para poder hacerla
bien.

Recuerda: ¡No te sientas orgulloso del “multitasking”! Eso no funciona.

7. Haz ejercicio.
Yoga, crossfit, pilates, trotar, bicicleta, lo que sea; pero debes ser una
persona físicamente activa.

Si algunas de las personas más ocupadas del mundo encuentran tiempo para
hacer ejercicio, ¿por qué no podrías hacerlo tú?

Barack Obama inicia cada día con entrenamientos de estiramiento y cardio.


Incluso lo hacía cuando era presidente. ¿Quién puede tener menos tiempo
que el presidente de los Estados Unidos?

Cuando realizamos alguna actividad física el cuerpo libera endorfinas. Estás


generan sensaciones de bienestar y lucidez en tu cuerpo.

Esto puede influir de manera importante en tu productividad al momento de


solucionar un problema y sobrepasar una situación difícil. También ayuda a
combatir la depresión y la ansiedad de acuerdo con Michael W. Otto en su
libro “Exercise for Mood and Anxiety”.

Si quieres saber cómo crear y mantener una rutina de ejercicio, haz click
aquí.

Conclusión.
Los buenos hábitos crean buenas vidas. En la medida que incorporamos
nuevos hábitos, le quitamos responsabilidad a nuestro cerebro; ya que
hacemos las cosas automáticamente.

Esperamos que estos buenos hábitos te acompañen por el resto de tu vida, y


que consigas resultados increíbles.
Rodéate de estos 3 tipos de personas
para incrementar tu éxito.
https://www.modoemprendedor.com/tipos-de-personas-para-incrementar-
tu-exito/

En este artículo conocerás los 3 tipos de personas para incrementar tu


éxito de los que debes rodearte.

Todos los días estás rodeado de diferentes personas. Unos que nos inspiran,
nos animan y nos impulsan con su energía positiva.

Por otro lado tenemos aquellos que nos producen el efecto opuesto: drenan
nuestra energía, no hacen sentir débiles y frenan nuestras intenciones de
avanzar.

Hay otros que nos divierten pero a la vez nos distraen de nuestro camino. Y
aunque pasamos momentos sensacionales con ellos, tenemos claro que no
aprenderemos nada nuevo.

Rodéate únicamente de personas que te levanten más alto”


Oprah Winfrey

Renombrados emprendedores argumentan que gran parte de su éxito se


debe a que mantuvieron la compañía adecuada.

Desafortunadamente es muy posible que la mayoría de personas que te


rodean no tengan tus mismas ideas de crear empresa; y por eso mismo, no
van a ayudarte con tus objetivos e ideales. Ni van a aportar a tu vida lo que
necesitas.

Escribo la palabra “desafortunadamente” porque es muy probable que tus


más entrañables amigos no compartan tus sueños.

¿Qué hacer al respecto?


No te puedes quedar esperando a que las casualidades conformen el círculo
social que necesitas para moldear tu futuro.
Es tu deber salir a encontrar y rodearte de tipos de personas para
incrementar tu éxito. Y la única manera es yendo a lugares donde ellos se
reúnen frecuentemente:

 Convenciones.
 Seminarios.
 Entrenamientos.
 Cursos.
 etc.
Tu deber de ahora en adelante es crear una nueva red de amigos.
(Encuentra aquí 6 Tips para crear un networking sólido y aumentar tus
ganancias)

La regla es muy sencilla. Pasa la mayor parte del tiempo con aquellas
personas que te hacen crecer y disminuye al máximo tus interacciones con
aquellos que no.

“Eres el promedio de las 5 personas con las que pasas la


mayor parte del tiempo” Jim Rohn

El éxito requiere de inmensa determinación y trabajo. Sin embargo, gran


parte del éxito dependerá de tu habilidad para comunicarte y conectarte con
aquellas personas que ya lo han logrado.

Rodéate de estos 3 tipos de personas para


incrementar tu éxito.
El emprendedor y creador del portal Addicted2Success, Joel Brown, afirma
que si quieres ser verdaderamente grande, debes tener tres personas junto a
ti en todo momento:

1. Una persona mayor y más exitosa que tú de la cual puedas


aprender.

2. Otra persona similar a ti con la cual puedas compartir e intercambiar


ideas.
3. Y una persona a la cual puedas enseñarle todo lo que has
aprendido.

La única manera de ser mejor de lo que eres es retándote a ti mismo. Y para


desafiarte, es clave que te rodees de personas que te pongan en situaciones
difíciles; momentos en los cuales debas dar lo mejor de ti; y circunstancias
que te obliguen a salir de tu zona de confort.

Busca personas apasionadas, con gran ética, expertos en los temas que más
te interesan.

Crear empresa es un camino de muchos altibajos, pero si lo recorres con


personas que respetas y valores por sus aportes la motivación para seguir
adelante nunca terminará.

“Rodéate de personas dedicadas e inteligentes, para crear


algo que no sea solo una demostración de una persona. Es
importante que estés con personas que crean en lo que estás
haciendo, que con expertos que no compartan tu sueño”
Niklas Zennstrom

Conclusión.
Ya sabes cuáles son los tipos de personas para incrementar tu éxito de los
que debes rodearte. Además, eres consciente que desde ahora debes ir a
buscarlos. Y que para hacerlo, debes adquirir habilidades; las cuales te
ayudaran a conseguir tu sueño de crear empresa.

Y recuerda, si estás realmente interesado en crear tu propio negocio, puedes


leer nuestro libro “Cómo crear empresa mientras trabajas: Descubre cómo
manejar tu tiempo, administrar tu dinero y motivarte mientras creas
empresa y trabajas para otra”, donde encontrarás toda la información que
necesitas para fundar tu propia empresa, sin necesidad de dejar tu trabajo.
¿Te cuesta arrancar?
7 pasos para crear nuevos hábitos sin
abandonar por el camino.
https://psicologia-estrategica.com/te-cuesta-arrancar-7-pasos-crear-nuevos-
habitos-sin-abandonar-camino/

Muchas veces deseamos cambiar algún mal hábito o introducir nuevas


rutinas en nuestro día a día y no sabemos ni por dónde empezar. Nos
llenamos de buenas intenciones, nos repetimos “mañana empiezo”, pero
ese mañana nunca llega. Surgen problemas, excusas, otras prioridades, “no
tenemos tiempo”... y vuelta a empezar, con la frustración que conlleva el ver
que no somos capaces de arrancar, lo que aumenta la desmotivación y
disminuye nuestra autoconfianza (“no soy capaz”).

A veces incluso conseguimos iniciar una nueva rutina durante un


tiempo (dejar de fumar, hacer deporte, comer sano, ser más organizado,
ser más puntual…) pero de repente un día volvemos a los viejos
hábitos y abandonamos. ¿Frustrante no? ¿Te ha pasado?

Otras veces esperamos a “Sentirnos Motivados” para empezar..., y esa


motivación nunca llega, o dura poco. El problema es que la motivación
viene con la acción, y no al revés: no es algo que se “encuentra” o “se
pierde” sino que has de crearla, y cuando desaparece es un síntoma de que
algo estamos haciendo mal (objetivos muy grandes, mala planificación, no
tener claros los “por qué”… etc.) La motivación es un proceso que implica a
tus necesidades, diálogo interno y diseño del camino: se construye mientras
actúas (y no antes).

Sin embargo cambiar nuestros hábitos e introducir nuevas rutinas es


posible, no sólo eso sino que también es posible que esos cambios sean
permanentes. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? sigue leyendo…
¿Cómo se crea un hábito?
Los hábitos (buenos o malos) no nacen espontáneamente, se aprenden.

Un hábito se forma como resultado de una acción que repites


frecuentemente y que se ve reforzada por una consecuencia positiva.

La formación psicológica de los hábitos es un proceso de aprendizaje que


consta de:

1. Estímulo Activador: Estímulo que promueve el inicio de una


conducta.

2. Acción: La acción o actividad llevada a cabo.

3. Recompensa: El beneficio obtenido, después de realizar la acción.

Para que el hábito se cree hemos de repetir el suficiente número de veces


éste patrón para que el cerebro cree las conexiones neuronales implicadas en
la realización de la conducta que queremos fomentar. Por lo que el factor
clave es la repetición.

Una vez que el cerebro establece esta conexión neuronal, entonces la acción
se iniciará siempre que aparezcan los estímulos activadores: se convierten
en hábitos que se ejecutarán de forma prácticamente automática, sin
requerir excesiva atención o esfuerzo por tu parte.

Persevera y triunfarás.
La diferencia entre lo posible y lo imposible reside en la
determinación.

Seguramente habrás oído hablar de estudios donde se establece que es


necesaria la repetición de una acción durante un número
determinado de días para crear un hábito. Según los últimos estudios
son necesarios 66 días para fijar de forma permanente una rutina
(ver estudio).

Iniciar nuevas rutinas requiere una mayor fuerza de voluntad,


automotivación, y acción consciente, hasta que podamos convertirlas en
hábitos, y entonces nos resulte mucho más fácil.

Todos llevamos a cabo diariamente numerosas conductas automatizadas y


poseemos numerosos hábitos en nuestra rutina diaria (desde lavarte los
dientes al lugar donde dejas las llaves por ejemplo), sin embargo, muchas
veces cuando queremos promover un cambio en nuestra vida no sabemos
cómo afrontarlo, abandonamos antes o al poco de empezar..., no
conseguimos esos 66 días de repetición, esto nos frustra y pensamos que
no somos capaces de cambiar... ¡pero si podemos! Tienes un montón de
hábitos aprendidos, ya lo has hecho antes aunque no te dieras cuenta.
Todos tenemos la capacidad de decidir sobre nuestra conducta y
crear nuevos hábitos.

¿Qué necesitamos para crear nuevos hábitos de forma


eficiente?
Si fracasas en prepararte, estás preparado para fracasar. (Mark
Spitz).

Te recomiendo que cojas papel y bolígrafo y trabajes por escrito. Ya te


he comentado en varias ocasiones la importancia de trabajar por escrito todo
lo que se refiere a la comunicación con nosotros mismos ¿ya tienes tu
libreta de trabajo lista?

Paso 1: preparándonos.
Enumera en tu libreta de trabajo:

 Hábitos que deseas cambiar y cuáles pondrás en su lugar. (Por


ejemplo: dejar de levantarme tarde los Domingos quiero cambiarlo por
levantarme a las 9 e irme a patinar. Dejar de fumar y en su lugar
practicar técnicas de meditación). Es importante que incorpores un
“buen hábito” por cada “mal hábito” que desees erradicar de tu vida.
 Hábitos que deseas adquirir. (por ejemplo: dedicar más tiempo a
jugar con mi hijo, hacer deporte, tener la casa ordenada)

En primer lugar es necesario que identifiques de forma concreta qué


hábitos deseas adquirir, y a partir de ahí cuáles son tus metas. Para
ello en el listado anterior intenta ser lo más concreto posible y desgranar los
hábitos que deseas adquirir en metas concretas.

Por ejemplo:

 Hábito que deseo adquirir: jugar con mi hijo a más menudo. Meta:
reservarme 20 minutos al día para jugar con mi hijo y realizar una
actividad lúdica con él de varias horas el fin de semana.

 Hábito que deseo adquirir: Hacer más deporte. Meta: ir tres veces
por semana al gimnasio y a patinar los Domingos.

Paso 2: Fomentar la autoconfianza. La mejor versión de mí


mismo.
Tienes que esperar cosas de ti mismo antes de poder hacerlas. (Michael
Jordan).

Muchas veces nuestro mayor impedimento es la falta de autoconfianza a


la hora de iniciar.

Los fracasos pasados, mensajes negativos que hemos oído de otros o que
nos decimos nosotros mismos, las etiquetas y excusas que nos ponemos:
“soy demasiado perezosa”, “no tengo tiempo”, “sé que debería comer mejor
pero para un gusto que me doy...”, “acabo siempre muy cansado”, “esto no
es para mí”, “no tengo fuerza de voluntad”… en definitiva todos los
QUIERO PERO NO PUEDO que nos decimos.

Para empezar, todo esto ¡fuera!

Para ello es necesario visualizar tus capacidades, tus recursos, la mejor


versión de ti mismo.

Te sugiero desarrollar en tu libreta el siguiente ejercicio:

Ejercicio: Hablando con mi yo futuro:


Visualízate a ti mismo en un futuro cercano, por ejemplo dentro de un
par de años, en el que has alcanzado crear los hábitos que ahora
quieres incorporar en tu día a día, procura visualizarte con todo lujo de
detalles y contestarte en la libreta las siguientes preguntas:

 ¿Cómo es mi yo futuro que ha logrado adquirir nuevos hábitos?

 ¿Qué metas ha logrado y por cuáles está trabajando?

 ¿Qué hábitos de vida tiene mi yo futuro?

 ¿Qué hace diariamente?

 ¿Cómo se ve a sí mismo?

 ¿Cómo le ven los demás?

 ¿Cómo se siente?

 ¿Cómo habrá conseguido llegar a sus metas, cuál fue el proceso y las
dificultades que superó?

 ¿Qué consejo te daría tu yo futuro para llegar a donde está él?

Intenta ser todo lo detallado de puedas, aquí sí que nos interesa


“montarnos la película” e imaginarnos nuestra mejor versión futura con lujo
de detalle. (Ojo pero siendo realista ¿eh? no vale imaginarte más alto, o
siendo otra persona: se trata de imaginar a tu mejor tú)

El conector con tu yo potencial:


Una vez que tengas la descripción detallada y una visualización clara de la
mejor versión futura de ti mismo, busca una imagen o un objeto que
represente a ese yo futuro: Una foto, un amuleto, un dibujo... un conector
con tu futuro yo.

Coloca ese “conector” en un lugar visible o llévalo contigo si es


posible.

Paso 3: Encuentra el átomo de tus metas.


“Nada es demasiado difícil si se lo divide en pequeñas tareas.” (Henry Ford)
El átomo es la unidad más pequeña de materia que tiene las propiedades de
un elemento químico. Es decir “la unidad más pequeña e indivisible” de un
elemento. En este paso tienes que encontrar los átomos de tus metas.

Empezaremos con la lista de todas tus metas del paso 1.

Analiza esta lista y divídela en varias. Puedes agrupar por ejemplo las
metas por categorías:

 Hábitos relacionados con la salud (deporte, alimentación,


relajación)

 Hábitos relacionados con nuestra efectividad (orden, puntualidad,


administración del tiempo y del dinero, organizar bien mis tareas
domésticas…)

 Hábitos de satisfacción personal (dedicar tiempo a la familia,


cultivar un hobby, aprender un idioma, etc.)

Ahora elige solamente una meta de cada categoría, y divide cada una
en pequeñas metas cortas, divide y especifica todo lo que puedas…
necesitamos llegar al átomo:

Para realizar esta división has de tener en cuenta: si son hábitos que
deseas eliminar de tu vida, has de identificar los “estímulos activadores”
concretos asociados a esa conducta y especificar qué cosa diferente harás
cuando se presente ese estímulo:

Por ejemplo:

 Dejar de fumar

 Hoy no voy a fumar.

 Después de desayunar en la pausa del trabajo en lugar de quedarme


charlando con los compañeros en la entrada (evitamos el estímulo
activador) me comeré un chicle y subiré a la oficina.

Si se trata de un hábito que deseas instaurar ten en cuenta al hacer la


división “atómica” el situar las acciones en el tiempo y espacio. Marca la
fecha en la que lo harás, cuándo y cuánto tiempo. Es necesario especificar
conducta y contexto.

Por ejemplo:

 Hacer deporte.
 Voy a salir a correr tres veces por semana a partir de hoy.

 Voy a salir a correr hoy a las 19h

 Hoy a las 19h, justo al llegar a casa, me vestiré con ropa de deporte y
saldré a correr durante 5 minutos por el paseo marítimo que hay cerca
de casa.

Como ves cinco minutos es una meta pequeña, es mejor empezar con
micrometas fácilmente asumibles y luego poco a poco ir subiendo (si
empiezas demasiado fuerte puede ser difícil y frustrante) recordemos que lo
importante es la repetición: es mejor ir a correr varias veces a la semana
5 min, que un día hora y media y no poder repetir por culpa de las agujetas.

Puede ser que tu meta sea algo más compleja, como preparar unas
oposiciones o ser más ordenado, se trata de hacer lo mismo: divide.

Por ejemplo: Céntrate en preparar un tema, divide ese tema en capítulos, y


dedica bloques de 25 minutos al estudio (puedes usar la técnica pomodoro
por ejemplo)

Si se trata de ser más ordenado comienza por un cajón de tu espacio de


trabajo por ejemplo.

IMPORTANTE: Busca un método si no lo tienes, para definir la forma


en la que harás las cosas. (Método de estudio, método de organización,
método de entrenamiento, etc.)

Cuando tengas tus metas átomo ya puedes elegir por cuál vas a empezar.

Recuerda:

 Metas específicas, medibles y pequeñas.

 Define el contexto: fecha, hora y lugar.

 Define cuál va a ser tu método.

¿Ya tienes tus metas átomo y les has puesto fecha y contexto?

Paso 4: Diseñando nuestro nuevo patrón.


Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.
(Baudelaire)

Al llegar a este paso tendremos ya visualizado nuestro mejor yo futuro,


definidas nuestras metas, y las habremos desgranado en pequeños átomos.
Ahora diseñaremos nuestro propio patrón para instaurar los nuevos
hábitos teniendo en cuenta el esquema:

Vamos a tomar nota en nuestra libreta de nuestro nuevo esquema


para fijarlo. Buscaremos un activador y una recompensa para cada acción
que queramos poner en marcha. Las acciones han de ser en un inicio los
átomos que hemos definido en el paso anterior.

Puedes usar más de un activador y más de una recompensa, en el ejemplo


que usamos antes podrían ser:

 Mi meta átomo de hoy:

 Hoy a las 19h, justo al llegar a casa, me vestiré con ropa de


deporte y saldré a correr durante 5 minutos por el paseo marítimo
que hay cerca de casa.

 Mi activador/es:

 Pondré la ropa de deporte encima de la cama para verla al llegar.


Puedo además ponerme una alarma en el móvil con un recordatorio
“ir a correr”.

 Mi recompensa: Me daré una ducha relajante al volver, me miraré al


espejo y pensaré “buen trabajo”, y me sentiré satisfecho.
 Sé creativo.

 Prueba con diferentes activadores y recompensas.

 Toma nota en tu libreta de las distintas opciones.

Paso 5: El quid de la cuestión es la repetición, repetición, y


repetición. Fomentando la constancia.
La constancia es un puente entre el deseo y la realización.

Como comentamos previamente, para adquirir un hábito es fundamental la


repetición.

Son necesarios 66 días para instaurar un hábito de forma permanente.


Justamente es aquí donde se presenta muchas veces el problema, en lo que
cuesta ser constante al principio. ¿Qué necesitamos para fomentar
nuestra constancia?: Automotivación.

 Automotivación para generar el hábito.

 Tener presente el beneficio a largo plazo y el “por qué” te has


propuesto meterte en esto.

Hay que ser consciente que crear un nuevo hábito te va a requerir un


esfuerzo, esto es así. Acepta que no será fácil, para afrontar estos retos con
energía necesitas ser consciente de que el camino requerirá esfuerzo y
precisarás esforzarte sobre todo esos 66 días.

Tendremos en cuenta seis claves de automotivación para fomentar


nuestra constancia:

1. Es fundamental tener bien definido el diseño de nuestros nuevos


patrones, con sus activadores y recompensas escritos en nuestra
libreta. Si necesitamos podemos ir modificándolo por el camino,
cambiando o añadiendo recompensas, etc.

2. Cada día conectar con nuestro mejor yo futuro, usa tu “conector”


para ello, acostúmbrate a charlar cada día con tu mejor versión futura
(puedes ponerte un activador para ello: por ejemplo cuando apagues
la luz para dormir, antes de dormir charla un rato mentalmente con tu
yo futuro, visualízalo, imagina su día a día y qué consejos te daría
para el día siguiente).

3. Monitorizarte: registra tus progresos y fallos, los fallos son


importantes para evaluar y optimizar tu organización. Recuerda que a
veces las cosas salen bien y a veces aprendemos. Puedes utilizar
herramientas para monitorizarte: en tu agenda o libreta, en alguna
app de móvil, etc.

4. Evaluación continua: La revisión semanal y programación de la


semana siguiente: Este punto lo considero fundamental, elige un
día de la semana para hacer tu evaluación. Evalúa tus progresos y
sobre todo tus fallos: escribe los motivos de cada fallo (la excusa que
me puse, el inconveniente que haya surgido, etc.) El análisis de los
fallos nos servirá para optimizar nuestra planificación de la siguiente
semana:

5. ¿Necesitamos mejorar los activadores y las recompensas?

6. ¿Nuestras metas átomo son demasiado grandes? ¿hemos de


dividirlas más?

7. ¿Puedo hacer “planes B” para casos en los que surjan


imprevistos? a lo mejor podemos modificar la meta para adaptarla a
las circunstancias cuando hay imprevistos que escapan a nuestro
control (por ejemplo: si un día no puedo ir al gimnasio hago un poco
de ejercicio en casa, o si salgo tarde de trabajar, mañana me levanto
más temprano y estudio 25 min por la mañana)

8. ¿Me falta empuje? ¿Me digo cosas negativas a mí mismo que


me desmoralizan y no me dejan arrancar? Conecta más con la
mejor versión de ti misma futura, y deja que te ayude.

9. Prepara un kit de emergencia para auto-motivarte: aquí puedes


poner lecturas, tu conector con la mejor versión de ti mismo,
canciones, el teléfono de un amigo, información relacionada con el
hábito que deseas adquirir, etc. Es importante echarle un vistazo a
este kit a menudo, e ir añadiendo cosas: la motivación es necesario
fomentarla, piensa que no es algo que simplemente se tiene o no se
tiene, hay que alimentarla. Así como comemos o nos duchamos cada
día hemos de alimentar nuestra automotivación diariamente.

10. Rodéate de gente que ya tenga instaurado el hábito que


deseas fomentar: busca inspiración y apoyo. Busca comunidades en
Internet de corredores por ejemplo, o un compañero que gestione
muy bien su tiempo para tomar de ejemplo, personas que hayan
aprobado la oposición que estás preparando, ex-fumadores, etc.
Métete en esa comunidad de personas con el hábito que desees
fomentar, busca inspiración en personas que ahora se parezcan a tu
mejor versión futura de ti mismo.

Paso 6: Avanza poco a poco. No tengas prisa por llegar.


Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al
principio andar despacio. (Shakespeare)

Ya lo comentamos varias veces, no se trata de dar pasos grandes, sino


pasitos pequeños con constancia.

Si es necesario acortar los pasos que estás dando porque sientes que estas
forzando el ritmo, hazlo. Se trata de ir sumando poco a poco. Sin pausa pero
sin prisa.

Si tomamos nuestro ejemplo de correr: las dos primeras semanas


pueden ser 5 min, luego 8, luego 10, luego 15..., poco a poco.
Respecto a esto, varios consejos:

 No te pongas fechas límite para metas a medio plazo: céntrate


en ir superando tus marcas día a día no en la meta final. Por
ejemplo “quiero adelgazar 8 kilos para las vacaciones de Agosto” no
sirve, es mejor centrase en metas cortas como comer sano cada día.

 Respecto a lo anterior: aumenta muy poco a poco tus metas


átomo. Lo suficiente para que sean un pequeño reto que te motive, y
no te resulte aburrido, pero no tanto como para que sean demasiado
difíciles. Habrás de ir diseñando el camino al andar para encontrar
este equilibrio, poco a poco lo irás perfeccionando al hacer tus
revisiones semanales.

 No establezcas muchas metas en muchas áreas de tu vida,


empieza por una y cuando vayas avanzando o ya hayas creado un
hábito vete a por otro. A veces queremos empezar pequeños cambios
en todo... y eso es mucho.

 Concéntrate en hacer las cosas bien y poco a poco, no en hacer


mucho. “Despacio y con control” como dice mi profesora de Pilates.
Hazlo lo mejor que puedas antes de “subir de nivel”. Busca tu
excelencia.

Paso 7: Prevenir baches en el camino y retomar la marcha


después de una caída.
La confianza no viene siempre de estar en lo cierto sino de no temer
equivocarse.

No temas los fallos, ya sabemos que el camino será difícil. Instaurar


un nuevo hábito y fijarlo con constancia es un camino de obstáculos: ten
presente que puede ser que falles, que te encuentres con baches por el
camino o que caigas en tus anteriores rutinas.

Desearemos que esto no pase, pero existe esa posibilidad, es importante


ser consciente de ello y preparar de antemano un plan de
emergencia para recaídas.
Plan de emergencia para recaídas:
 Analizar qué pasó otras veces o lo qué puede llegar a pasar: ¿Te
fuiste de vacaciones y al volver no pudiste retomar los hábitos? ¿Hubo
un día malo, que se convirtió en una semana mala… etc.? Acéptalo,
sin juzgarte, e intenta aprender del fallo: ¿cómo podrías prevenir
que ésto vuelva a pasar? ¿Trabajando más la automotivación?
¿Haciendo un plan para mantener los hábitos aunque te vayas de
vacaciones o cambien condiciones de tu entorno? ¿Será difícil
mantener la dieta en la boda de tu hermana y es un evento “crítico” de
cara a posibles recaídas? puedes darte ese día libre y retomar tus
hábitos al día siguiente o dentro de la situación comer lo más sano
posible pero disfrutando del evento. Visualiza posibles riesgos y
analiza cómo podrías afrontarlos para estar preparado si
sucede. (¿Qué pasará cuando me ofrezcan un cigarro en una fiesta?
¿y si me enfermo y tengo que estar una semana sin hacer deporte?...)

 Prepara un plan para reenganchar si te alejas: Si lo dejaste en un


punto, no intentes retomarlo desde ahí, vuelve a metas específicas,
más pequeñas, rediseña tu plan.

 Ser consciente de las cosas malas que pasarían si no luchas por


instaurar estos hábitos en tu vida: Puede que sea más cómodo no
hacer deporte, pero traerá consecuencias físicas negativas y va en
detrimento de tu salud. Si continúas fumando puedes enfermar,
fatigarte, dar mal ejemplo a tus hijos, disfrutarás menos del sabor de
los alimentos, etc. Si eres desordenado puedes tener problemas en tu
trabajo, ser poco eficiente y tardar más en hacer las cosas, te puede
generar problemas de convivencia, etc. Imagina las peores y
también las pequeñas consecuencias negativas.

 Recuerda por qué empezaste: En relación con lo anterior recuerda


por qué quieres instaurar estos nuevos hábitos. Vuelve a hablar con tu
mejor yo futuro. Concéntrate ahora en las consecuencias
positivas que harán que merezca la pena el esfuerzo. Retoma el
plan de automotivación.
 Escribe todo esto y tenlo en tu “kit de emergencia para auto-
motivarte”

Si te has caído no importa, lo importante es volver a levantarse. Después


de una caída serás más sabio, aprenderás cosas respecto a los
obstáculos que te han hecho caer, y trabajarás sobre ellos para ser
más eficiente en prevenir futuras recaídas.

No se trata de si te derriban; se trata de si te levantas. (Vince Lombardi).

Espero que estos siete pasos te sean de ayuda para instaurar nuevos hábitos
en tu vida, me encantará conocer tu opinión.
¿Por qué no consigo cambiar?
Cuando quiero cambiar y no puedo.
https://psicologia-estrategica.com/no-consigo-cambiar/

Muchas veces fracasamos una y otra vez en el intento de conseguir


un cambio en nosotros: bien sea cambiar un hábito, mejorar una
habilidad, una manera de responder, etc.

¿Qué pasa? ¿Por qué no consigo cambiar?

La gente puede cambiar, esto es evidente: yo no soy la misma persona que


cuando tenía quince años, ni seré la misma a los setenta. Hay personas que
cambian sus hábitos, que cambian de estilo de vida, que evolucionan y
mejoran aspectos de su vida. Como psicóloga he visto infinidad de ejemplos
de ello.

Pero hay veces que queremos cambiar y no podemos, algo nos arrastra hacia otro
lado.

En el artículo de hoy les quiero hablar sobre el proceso de cambio, y cómo se


consiguen los cambios duraderos.

Pero… Antes que nada ¿Estás comprometido a cambiar?

Hay quien ha intentado cambiar activamente sin conseguirlo, y hay quien no está
seguro de dar el paso aunque crea que debería hacer un cambio. Muchas veces que
lo que “falla” es que aún no se ha tomado el COMPROMISO de cambiar.

Sentimos malestar en el estado actual, sabemos que “no estamos bien así“,
vemos cosas que no nos gustan de nosotros mismos, pero todavía no estamos
realmente decididos a movernos hacia el cambio.

Los motivos pueden ser diversos, pero no estamos decididos realmente a cambiar.
Si es tu caso puedes intentar analizar si se trata de falta de claridad respecto a los
cambios que deseas en tu vida, a creencias limitadoras (de las que hablo más
adelante) que impiden tomar la decisión o tiran en la dirección contraria, o un tema
de prioridades entre valores.

El ser humano tiene mucha “capacidad de aguante”, y aunque a veces


sepamos que “no estamos bien”, la disonancia cognitiva no es aún suficiente
para querer el cambio.
Por ejemplo: “estoy gordito, pero no tanto... o “soy un poco irascible pero “lo
normal”, o “mi trabajo no me gusta, pero voy tirando...”, “no soy feliz con mi
pareja, pero bueno…me conformo”. El malestar es todavía soportable y
postergo la posibilidad de cambiar.

Mientras el malestar que te produce no cambiar sea “soportable” en relación al


esfuerzo que consideras que implica el cambio, hay muchas posibilidades de tirar al
camino más cómodo, a no hacer nada. Somos seres programados para horrar
energía, es algo fisiológico: nos rige la ley del mínimo esfuerzo.

Sabemos que lo mejor para nosotros es cambiar: pero como las


consecuencias negativas de no cambiar No son inmediatas, nos cuesta
tomar acción.

En estos casos la gente suele utilizar condicionales en referencia al cambio:


“a lo mejor debería” dejar de fumar, “debería” ir al gimnasio, “debería”
comunicarme mejor con mi pareja... etc. Cuando esos “debería” se transformen
en realmente en un “quiero” o en un “necesito cambiar”, cuando lleguemos
al punto de tener claro el por qué queremos cambiar y comprometernos
con ello, es cuando estamos preparados para cambiar.

Para comprometernos con la decisión de cambiar, el cambio debe ser realmente una
necesidad imperante o bien debemos saber trabajar por objetivos a largo
plazo y estar muy comprometidos con nuestros valores.

Todos conocemos casos de personas que reaccionan cuando le ven “las orejas
al lobo”: empiezan a cuidarse después de un “susto”, y abandonan malos hábitos.
O por ejemplo alguien que ha descuidado a su pareja durante tiempo, que ignora
las quejas y demandas por parte del otro, y cuando ve que su pareja quiere
separarse, es entonces cuando se moviliza para “arreglar las cosas”... pero a lo
mejor su pareja para entonces ya se ha cansado.

El primer paso entonces es reflexionar sobre tus Por qué, tus valores, lo que quieres
para ti en tu vida, lo que es importante, y tomar la decisión consciente y
comprometida de un cambio positivo.

Una vez que has decidido cambiar ¿entonces qué?

Definir la estrategia: diseña tu camino paso a paso.


Una vez se decide cambiar también es importante definir una estrategia de
cambio según el objetivo o cambio que desees.

Se trata de definir el “Qué significaría un cambio positivo y Cómo voy a hacer


para llegar a él” (Puede que sepamos lo que ya no queremos, pero no hayamos
pensado qué poner en su lugar). A veces es fácil como en el “dejar de fumar”, o
“tener hábitos más saludables”, pero otras no lo es tanto, como en los objetivos de:
“mejorar la relación con mi hijo”, “ser más paciente”, “mejorar mis habilidades
sociales”, etc. Hay que trazar un plan de acción, buscar el método que
seguirás para el cambio. (En este artículo hablo un poco de ello en relación a
nuevos hábitos).

Es necesario tener también un propósito de cambio claro en nuestra mente:


recordarnos el “por qué” queremos el cambio, y que ello nos guíe.

Es importante definir bien tus objetivos y trazar un buen plan de acción.


Centrarte en cómo va a ser el proceso. Puedes incluso pedir ayuda, o buscar un
método, por ejemplo si deseas mejorar tu habilidad de hablar en público puedes
seguir un curso, o buscar orientación de un profesional, etc. (Si deseas que yo te
ayude personalmente a diseñar tu plan de acción puedes acceder a las consultorías
personalizadas por Skype)

Cuando quiero y no puedo. Analizando la resistencia al cambio:


Nuestro sistema de creencias:
Lo más importante para aprender, es vaciar la mente de falsas
creencias. (Antisthenes)
A lo largo de nuestro desarrollo vamos elaborando y afianzando una serie de
creencias basadas en nuestras experiencias o aprendidas a través de
nuestro entorno. Las creencias son interpretaciones y valoraciones que hacemos
de la realidad, teniendo en cuenta nuestras experiencias y lo aprendido a lo largo de
nuestra vida. Muchas de estas creencias pueden ser motivadoras como “si me
esfuerzo puedo conseguir buenos resultados”, pueden tener que ver con valores
morales” el hombre es bueno por naturaleza”, o pueden ser creencias limitantes
como “nadie se va a enamorar de mi” o “no soy lo suficientemente inteligente…”

Es decir: en las creencias limitantes interpretamos la realidad de una


manera que limita el desarrollo de nuestras potencialidades. Las creencias
limitantes pueden surgir por aprendizaje desde la infancia o por experiencias vividas
(¿recuerdas el tema de la Indefensión Aprendida?) y pueden dañar nuestra
autoconfianza y autoestima. Por ejemplo, una mala experiencia amorosa puede
hacerme creer que “todos son iguales”, o puede ser algo aprendido por prejuicios
sociales como “soy demasiado mayor para cambiar de trabajo”, o adquiridas por
confianza hacia alguien que consideramos experto (profesor, padres, religiosos,
medios de comunicación)... si en el periódico dicen que comer huevos a menudo es
malo para mi salud, me lo creo y adopto esa creencia.
Creencias Limitadoras:
Cuando buscamos un cambio, a veces los impedimentos para el mismo pueden
venir de nuestras propias creencias limitadoras. A veces ni siquiera somos
conscientes de ellas. Por lo que hemos de analizar nuestras creencias y valores, y
detectar si existe alguna creencia limitadora que nos está saboteando.

Ejemplos de algunas creencias limitadoras:

1. Si tengo éxito en mi carrera estaré muy estresada y no tendré vida


personal, todo será 100% trabajo.

2. Como he fracasado en otras ocasiones, si lo vuelvo a intentar fracasaré.

3. Si triunfo todos van a mirarme diferente, surgirán recelos y envidias y


les caeré mal.

4. No sirvo para estudiar.

5. No me merezco el ascenso. (o no me merezco a alguien como mi


pareja / o no me merezco pasarlo bien… etc.)

6. Tengo el metabolismo lento, por mucho que haga no podré adelgazar


nunca.

7. Fumar y beber es lo único que me da placer, el esfuerzo de dejarlo me


hará desgraciado y me privará de mis únicas fuentes de placer, mejor
vivir dos días de león que cien como burro.

8. Como no tengo un título universitario nunca encontraré un trabajo


interesante o que merezca la pena.

9. Comer saludable es aburrido y la comida saludable no es deliciosa.

10. No soy negativo, soy “realista”

11. Como no tengo un título académico no me respetarán profesionalmente


ni valorarán mis conocimientos.

12. El dinero corrompe, te vuelve superficial y avaricioso, por eso es mejor


no dar importancia al dinero y no interesarme en mejorar mis finanzas.

13. No soy lo suficientemente guapo / listo/ simpático... para que esta


persona que me gusta se fije en mí.

14. No soy capaz de estar sólo. (o no soy capaz de estar con nadie.)

15. Si hago pesas me pondré musculosa, pareceré un marimacho y no le


gustaré a los hombres.

16. Con esta crisis intentar emprender es un fracaso seguro.


17. Esto es muy difícil para mí, es sólo para gente muy capacitada.

18. No le voy a importar nunca a nadie.

19. Los que han conseguido el éxito han tenido suerte o un enchufe,
esforzarse no sirve de nada.

20. Me gustaría aprender a bailar tango, pero eso es para gente más joven
y ágil que yo, yo ya estoy mayor para eso.

21. Mi matrimonio no me hace feliz, pero he de conformarme y aguantar,


sobre todo por mis hijos.

22. Ya no estoy enamorado de mi pareja, pero es peor estar sólo, si me


separo no voy a encontrar a otra persona mejor o que quiera estar
conmigo.

23. No está bien que yo gane más dinero que el que gana mi marido.

24. La gente es egoísta e interesada, siempre hay una intención oculta y no


te puedes fiar de nadie.

25. Los hombres sólo te quieren para una cosa, no son capaces de amar
como las mujeres.

26. Mi pasado ha sido horrible, por lo que estoy condenado a ser un


desgraciado toda mi vida.

27. Si pido ayuda se aprovecharán de mi o me rechazarán.

28. No tengo tiempo. (¡esta es muy habitual!)

Si cambias tus creencias limitadoras por potenciadoras tu experiencia vital


será completamente diferente.

No son las circunstancias de nuestra vida las que nos configuran, sino nuestras
creencias acerca de lo que significan para nosotros esas circunstancias.

Por ejemplo: ante una misma situación o ambiente, dos personas pueden
actuar de manera completamente diferente según sus creencias y el
significado que atribuyan a dichas situaciones.

Una mujer como Hulda Crooks puede creer que la edad no es un impedimento
para desarrollar nuevas actividades físicas, y decide hacer montañismo a sus 70
años, convirtiéndose en la mujer más anciana que ha escalado el monte Fuji. Otra
persona puede pensar que a sus 70 años debería dejar de practicar deporte, por
riesgo de lesiones o porque “ya no está para esos trotes” (aunque físicamente se
encuentre bien) y abandona los deportes que solía practicar, pues cree que “ya no
tiene edad para eso”.

Detecta tus creencias limitadoras y “despégate de ellas”:


1. Has de analizar tus pensamientos y tu lenguaje… atiende a aquellos
pensamientos similares a algunos de la lista anterior o a aquellos que
empiecen por “seguro que…”, “creo que…”, “me temo que…”, “confío
en que...”, “Soy + adjetivo…” dentro de estos pensamientos identifica los
que pueden estar limitándote. Ojo también con los “nunca”, “Siempre”…

2. Reflexiona sobre el origen de esa creencia ¿de dónde he sacado esta


creencia? puede que lo hayas aprendido por experiencias vividas (como
me ha pasado antes, me pasará siempre o me volverá a pasar...), puede que
te lo haya dicho alguien en quien crees o confías: amigos, familia,
experto, medios de comunicación, etc. Puede que esta creencia sea una
creencia moral referida a tus valores y a lo que consideras que es lo
correcto.

3. Cuestiona. Es importante cuestionarnos las creencias, no dar todo por cierto,


ser críticos, cuestionarnos la veracidad de las cosas y verificar las
fuentes: ¿de acuerdo con quién esta creencia es verdad? ¿es verdad sólo
porque esta persona lo diga?

4. Racionaliza, ¿Te sirve de algo esa creencia? Si no te sirve cuestiónatela,


desapégate de ella, promueve en su lugar creencias potenciadoras:
aquellas que sí te sirvan y sean útiles.

5. Cambia los “No Puedo” por “¿Cómo Podría?”

Ejemplos de creencias potenciadoras que pueden sustituir a las limitantes:

1. Que ésto no se haya conseguido nunca antes no significa que no pueda


hacerse.

2. Si otros han podido aprender/hacer/... yo también podré, he de encontrar la


manera.

3. Los fracasos que he tenido me han enseñado mucho, por lo que la próxima
vez lo haré mejor.

4. Me merezco el mismo respeto que los demás.

5. Aunque ésto sea difícil, lo veo como un reto y es estimulante intentarlo.

6. Mi condición sexual/social/racial/ no tiene por qué determinar mi futuro ni


mis metas.
7. He tenido mala suerte una vez, pero esto no me condiciona, otras veces
puedo tener buena.

8. Puedo obtener placer de los hábitos saludables.

9. Si fracaso en algo he de aprender de los errores, fracasar no me convierte


en un “fracasado”, pues el camino al éxito está lleno de fracasos superados.

10. Soy capaz de resolver los problemas que se me presenten, aunque al


principio no vea la solución claramente, confío en que al final encontraré la
manera.

11. Los problemas no son permanentes, después de la tormenta llega la calma.

12. Me merezco ser feliz / amado/ respetado... al margen de mis errores


pasados o de mi historia personal.

13. Ser objetivo y realista es ser capaz de ver lo malo y también lo bueno de
cada situación, y vivirla lo mejor posible sin negar ninguna de las dos cosas.

14. La felicidad está en ir disfrutando del camino, no en llegar.

15. Con esfuerzo y constancia puedo conseguir las metas que me proponga.

16. A veces hay que tomar decisiones dolorosas (como dejar un trabajo / o a
una pareja) para poder seguir adelante, avanzar y ser más felices.

17. Es bueno pedir ayuda o consejo cuando lo necesito, puedo aprender de los
demás.

18. Es bueno ayudar y aportar valor a los demás.

Cuando nos liberamos de las creencias limitantes y fomentamos


las potenciadoras, el proceso de cambio despega con fuerza.

La Motivación:
Los Refuerzos positivos y negativos.
Nos movemos instintivamente para buscar el placer y evitar el dolor. El
condicionamiento se ha servido de ello para sus refuerzos negativos y refuerzos
positivos en el aprendizaje (ver: Condicionamiento operante).
Es importante asociar la conducta que queremos cambiar a una consecuencia
negativa, recordarnos el por qué queremos cambiarlo, y asociar la nueva
pauta a algo positivo.

El problema es que muchas veces los cambios no implican una


consecuencia positiva inmediata, sino una recompensa a
largo plazo, e implican esfuerzo. Por eso es importante
recordarnos por qué queremos cambiar, y auto-motivarnos
durante todo el camino.

La automotivación es esencial al iniciar el proceso de cambio, y hemos de


motivarnos cada día, recordar nuestro propósito. Así como comemos cada día
para dar energía a nuestro cuerpo, hemos de motivarnos cada día para
darnos energía emocional: al menos hasta que consigamos un “cable
gordo”. Una vez que instauramos ya el cambio y lo afianzamos, no será
necesaria tanta energía para mantenerlo.

Un sistema de recompensas que te ayude en tu proceso de cambio puede ser


útil:

1. Monitoriza tus avances,

2. Date pequeños refuerzos positivos al cumplir pequeñas metas,

3. Felicítate cuando des un paso en la dirección al cambio, y recuérdate cada día


por qué quieres cambiar.

Lo malo de lo bueno y lo bueno de lo malo:


A veces hay cosas que inclinan la balanza hacia el otro lado, refuerzos positivos de
lo que queremos cambiar, y refuerzos negativos de lo que implicaría cambiar, y
hemos de trabajar para motivarnos a seguir en el camino elegido a pesar de ello:

Lo malo de lo bueno: puede que asociemos la conducta o dinámica que queremos


adquirir con algo malo o negativo, o que implique una incomodidad o posible
consecuencia negativa, por ejemplo:

1. Aprender me llevará tiempo y esfuerzo y pocas recompensas– Aquí veo


el esforzarme como un “refuerzo negativo”, “¡ufff que duro!”... he de intentar
desanclar ésto y asociar cosas positivas al esfuerzo y al dedicarle tiempo al
estudio, disfrutar del proceso, recordar las metas, motivarme y premiar cada
pequeño avance.
2. Si cambio mis malos hábitos puede que tenga que cambiar de amigos
y eso me dará pena. – Puede que sí, si mis amigos tienen esos malos
hábitos puede que sean un “refuerzo positivo” del hábito, y tenga que poner
límites, puedo intentar verles en otros contextos, pedirles que me apoyen en
mi proceso de cambio, y también puedo conocer gente nueva con hábitos
saludables. Además de reforzar y recordarme todo lo negativo de este hábito.

3. Si mejoro mi autoconfianza puede que discuta más con mi pareja. –


No lo puedo saber de antemano, pero si es así será porque estoy dando más
mi opinión y enfrentando los conflictos en lugar de evitarlos, he de confiar en
que sabré resolver las dificultades que se presenten.

Lo bueno de lo malo:
Normalmente las conductas o pensamientos que queremos cambiar suelen
aportarnos algo positivo de alguna manera, la intencionalidad de nuestras
conductas y pensamientos siempre busca nuestro beneficio, por ejemplo:

1. El comer compulsivamente me calma, me relaja, me da satisfacción. –


La satisfacción que me da es sólo momentánea, después me siento mal, por
lo que necesito encontrar otras formas de calmarme, de darme satisfacción,
manejar mi ansiedad o de relajarme.

2. Si adelgazo seré el único flaco en mi familia y eso me hará sentir


excluido. -Mi familia siempre me va a querer, y además puedo servirles de
inspiración para llevar un estilo de vida más saludable.

3. Fumar es “mi momento de relax” si dejo de fumar ya no lo tendré. –


Necesito asociar mi momento de relax a otras cosas, crear nuevos momentos
de relax.

4. Cuando tengo ansiedad recibo atención de mi familia, y eso me hace


sentir querida. (he de reforzar mi autoconfianza y buscar el cariño de mi
familia de otra manera, sin necesitar estar mal para que me cuiden).

5. Cuando grito la discusión se termina – Si, pero no es la solución


definitiva, la discusión se termina sin resolverse y sin diálogo, y la otra
persona puede alejarse de mí o cansarse de mi actitud. No se trata de “dejar
de gritar” y punto, he de aprender a ser asertivo, trabajar mis habilidades de
comunicación, y resolver los conflictos afrontándolos de una manera no
agresiva.

Pasar a la Acción:
He aquí el “quid” de la cuestión, empecemos hablando de los factores fisiológicos
implicados en el cambio:

Los “Cables Gordos”:


Nuestro organismo tiende a la homeostasis, es decir tiende a regularse y a
buscar reequilibrarse en lo que él considera el “estado normal”. Esto pasa
por ejemplo con nuestro peso o nuestra temperatura, pero también con patrones
que hemos aprendido: como nuestros hábitos, conductas, y dinámicas de
pensamiento.

Recordemos que al adquirir un conocimiento estamos creando en nuestro


cerebro nuevas conexiones neuronales, que se van reforzando con la
repetición y el “uso” haciéndose más fuertes.

El principio de un hábito es como un hilillo invisible, que reforzamos


cada vez que repetimos el acto, añadiendo un nuevo filamento,
hasta que se convierte en un gran cable que nos ata
irremisiblemente en pensamiento y obra. (O. S. Marden)

En cuanto a hábitos y dinámicas de pensamiento, los “cables gordos” que


hemos creado con el tiempo son los que nos dominan primordialmente,
son aquellos que nuestro cerebro considera como los patrones
“normales”: va por ahí de manera automática.

El problema es cuando esos “cables gordos” no son el mejor camino:


pueden tratarse de malos hábitos que nos perjudican, pensamientos
irracionales o negativos, respuestas poco asertivas ante determinadas
situaciones, creencias limitantes... etc. Cuando nos damos cuenta de ello
y buscamos cambiarlo, el cable suele ser ya bastante gordo. Por eso
decimos que muchas veces hay que “desaprender lo aprendido”, y:
hasta que se conviertan en nuevos cables gordos y los anteriores
vayan adelgazando hasta que el “cable más gordo” gane y sea el
camino por donde se desencadenen nuestras acciones
automáticamente.

La Importancia de la Repetición:
Cambiar requiere esfuerzo y consciencia: hemos de realizar esa nueva
conexión de manera consciente, con atención y esfuerzo para ser
constantes... hasta que consigamos un cable suficientemente grueso.
(y en su caso también es importante dejar de reforzar los cables que nos
llevan por otro lado... a “lo de siempre”, lo que queremos cambiar).

Recordemos que la repetición es la madre de toda habilidad, repetir


refuerza las conexiones hasta conseguir un cable lo suficientemente fuerte.
No hay otro secreto que practicar y practicar.

Si yo el martes trabajo en detectar mis pensamientos


negativos y los racionalizo con éxito, (con el ejercicio y
directrices que me ha dado mi psicóloga por ejemplo 😉 habré
dado un paso, pero no habré cambiado ya mi dinámica de
pensamiento definitivamente. Necesito hacerlo más veces,
entrenarlo.

Hay diversos estudios sobre la adquisición de nuevos hábitos que


vinculan el aprendizaje y automatización, a repetir la acción un número
determinado de veces. Según el estudio este tiempo de repetición puede
variar de 21 días a 66 días. Por ejemplo, dependiendo el nuevo hábito que
deseemos incorporar.

Pero lo que está claro es que es la repetición la que crea el hábito y


hace que incorporemos a nuestro repertorio, nuevos patrones
conductuales o de pensamiento. (Te invito a leer un artículo sobre
crear nuevos hábitos aquí).

También es verdad que el no fortalecer determinadas conexiones hace que


se debiliten: cuando no utilizamos un conocimiento que en su día
adquirimos, acabamos por olvidarlo. Cuanto más automaticemos un
conocimiento más difícil será olvidarlo (como andar en bici por
ejemplo, las tablas de multiplicar, o aquella poesía que aprendí de
pequeño). Lamentablemente esto juega en nuestra contra también en los
hábitos negativos y es la razón por la que es fácil volver a una dinámica que
habíamos cambiado: por ejemplo la gente que vuelve a fumar después de un
tiempo de haberlo dejado, es fácil volver a caer en el hábito.

Estrategias para “reforzar el cable”:


Para conseguir constancia en la repetición hemos de entrenar nuestra
Autodisciplina. La autodisciplina es una habilidad que podemos desarrollar,
es importante tener un plan de acción y un método. Es decir, definir el
CÓMO vamos a cambiar, nuestra estrategia, y los pasos que daremos para
ello.

Necesitamos:

 Definir la Estrategia de cambio.

 Enfocar nuestra atención en ella.

 Llevar a cabo las acciones programadas dando pasos pequeños.

 Auto-motivarnos.

 Revisar nuestro avance y si algo va mal redirigir nuestra estrategia.

Por ejemplo, si se trata de cambiar dinámicas de pensamiento negativas


los pasos serían:

 Reconocer y ser consciente: Detectar los pensamientos negativos y


sus componentes irracionales cada vez que aparecen para
racionalizarlos. Ser consciente de que ese pensamiento no es
necesariamente la única forma de interpretar la realidad, ampliar la
perspectiva, y detectar si el pensamiento es útil para mí, o si me
genera sufrimiento.

 Atención: Dejar pasar ese pensamiento negativo cuando aparece,


utilizando por ejemplo técnicas de atención plena, ser consciente de
que está pero no quedarme enganchado en él, en su lugar contestarle
con la opción racional poniendo atención a otras opciones que sean
más útiles (reforzar el cable del “pensamiento racional”)

 Automotivarnos: recordarme por qué quiero y para qué cambiar.


Recordarnos los beneficios de tomar acción sin dejarme influir por
pensamientos negativos, y los inconvenientes de quedarnos atrapados
en la rumiación. Centrarme en acciones que estén alineadas con mis
por qué, con mis valores.

 Revisar: Observar mis resultados ¿avancé hacia donde quería?, ¿con


que problemas me encuentro para “desengancharme” de los
pensamientos y que no me impidan hacer lo mejor para mí?, detectar
dificultades para centrarme en acciones concretas que me ayuden a
avanzar.

Esto al principio lo hemos de hacer de manera consciente, disciplinada y


repetida... hasta que poco a poco notaremos que el pensamiento racional
surge de manera automática y ya no tendemos a ir tanto hacia el “lado
oscuro” o a dejarnos arrastrar por él 😉.

Podemos poner ejemplos similares con otros procesos de cambio como


abandonar hábitos negativos (fumar, sedentarismo...) o incorporar nuevos
hábitos (ejercicio, dieta sana, aprender un idioma, mejorar mis habilidades
de comunicación... etc.)

Tu Plan de Acción al cambio debe incluir repetición,


debes entrenarte, si el cambio no llega a instaurarse es
porque no lo has trabajado y entrenado lo suficiente.

El foco de atención:
Mira a la carretera mientras conduces.
Es importante poner el foco de atención en mis objetivos, pero no
perder de vista la carretera hacia el cambio, el cómo van a ser las
cosas a partir de ahora. Es decir: centrarme en las cosas que haré día
a día, en el proceso, en cómo voy a cambiar.

Por ejemplo, planificar el cómo voy a dejar este trabajo que me hastía y
enfocarme en otra cosa que me llene, diseñando los pasos que seguiré: a lo
mejor una formación, empezar un proyecto personal compatibilizándolo con
el trabajo actual y cuando empiece a dar beneficios dar el salto... etc.

Este foco de atención será muy útil a la hora de afrontar


posibles “recaídas”, puede haber baches en el nuevo
camino, pero es importante seguir avanzando. Tener un
“mal día” puede pasar, pero no debe detenerte. (Ejemplo: si
un día me salto la dieta por un evento especial, al siguiente la
retomo, se trata de ser constante, no perfecto.)
Es importante poner el FOCO en lo que queremos y en las acciones
necesarias para llegar hasta allí, en lugar de en lo que ya no queremos y
queremos cambiar.

No me sirve de nada quedarme en la queja y pensar “otra vez he vuelto a lo


mismo”, “esto no cambia nunca”… es mejor poner el foco de atención en
lo que voy a hacer al respecto, en las pequeñas acciones en la
dirección adecuada, en los avances. Recuerda que al atender a ello hará
que refuerces el cable apropiado 😉.

Otro tema importante es centrarse en el proceso, en el paso a paso: ver la


meta y definirla bien, pero en tu día a día ir concentrado en las acciones
diarias, con las “luces cortas”.

Autoevaluar el proceso periódicamente:


Lleva un registro, toma nota de los pasos que estás siguiendo, de las
acciones que estás llevando a cabo, de tus pensamientos, de las
“recaídas” o días malos: trabaja de manera consciente y haz una
revisión de cómo está yendo el proceso. De esta manera podrás tanto
reforzar los logros como atajar posibles dificultades en el momento.
Recuerda que la clave es la constancia y la repetición, puede haber días
malos, pero si sigues el plan establecido continuarás avanzando hacia el
nuevo patrón que quieres incorporar en tu vida.

Resumiendo, los pasos del cambio son:


Recuerda que durante todo este camino surgirán pensamientos negativos,
inseguridades… es normal, pero se trata de avanzar a pesar de ellos, de ser
conscientes que están ahí pero no dejar que condicionen nuestras acciones,
de cómo los proceses, la confianza viene con la acción, con la experiencia.
No estarás motivado todos los días: pero una vez crees el hábito y la
autodisciplina, la motivación no te hará falta para actuar 😉.

Recuerda:
El camino a un cambio personal no es en línea recta: tiene baches, altibajos,
retrocesos y avances... ¡el camino es sinuoso, es normal que así sea, tenlo
en cuenta y adelante!
Autoboicot: cómo reconocerlo y salir de él:
https://psicologia-estrategica.com/autoboicot-que-es-y-como-dejar-de-caer-
en-el/

Muchas veces he oído: “Si es que yo ya sé lo que me iría bien… sé qué


hacer… ¡pero no lo hago! no sé por qué, y después me siento
culpable conmigo mismo…” ¿Te suena? ¿Te ha pasado alguna vez?
Incluso a veces cuando se da este tipo de conflicto no sólo no actuamos
como sabemos que sería mejor para nosotros, sino que: ¡hacemos lo
contrario! ¿Paradójico no?

En este artículo hablaré sobre el autoboicot: por qué nos auto-boicoteamos,


cómo lo hacemos y qué podemos hacer para remediarlo.
Cómo dormir inteligentemente y por
qué debes hacerlo.
https://
www.modoemprendedor.com/
dormir-inteligentemente/

Si alguien nos dijera que tiene el secreto para aumentar tu productividad,


reducir niveles de estrés, mejorar nuestra salud, darnos más energía e
incluso bajar de peso, ¿lo escucharíamos? ¡Absolutamente! Y lo sorprendente
es que sólo debemos cambiar una cosa en nuestras vidas…Y es aprender a
dormir inteligentemente.

La falta de sueño está relacionada con el envejecimiento acelerado, el


alzheimer, el cáncer, la depresión y muchas otras condiciones negativas.
Incluso en un estudio llevado a cabo en 2012, se comprobó cómo las
personas que duermen al menos 8 horas cada noche bajan de peso con
mayor facilidad que los que duermen menos de 6 horas.

En su libro Sleep Smarter, Shawn comparte algunos tips para empezar a


dormir mejor desde esta noche, ya sea que tengas problemas de insomnio o
simplemente quieras tener una vida mucho más saludable.

Lee también: Cuántas horas necesito


dormir para funcionar al 100%

Cómo dormir inteligentemente.

1. ¡Recibe más luz solar!

En animales, bacterias, hongos y plantas se encuentra la melatonina, una


hormona que tiene como una de sus funciones controlar el ciclo del sueño.
Su producción está altamente relacionada con la cantidad de luz a la que nos
exponemos, por lo que es importante recibir altas cantidades de luz en el día
y pocas en la noche.

¿Qué es lo último que haces antes de acostarte y lo primero que haces al


despertar? Muy probablemente revisar el celular. Computadores,
smartphones y otros dispositivos electrónicos emiten luz azul que inducen al
cuerpo a generar hormonas como el cortisol (hormona del estrés) y esto
hace que nuestro ciclo de sueño se vea alterado. Por eso es importante
apagarlos al menos una hora antes de dormir.

Herramientas como f.lux permiten atenuar la luz azul emitida por los
dispositivos según la hora del día. Así, en la medida que vaya oscureciendo,
la pantalla irá tomando un color más cálido que facilitará un buen dormir.

Desde la versión 9.3 de iOS, viene incluida esta funcionalidad y la encuentras


en Settings/Display & Brightness/Night shift.

2. Crea un hábito.

Ir a la cama todos los días a la misma hora es esencial para regular nuestro
ciclo de sueño. Shawn recomienda estar dormido entre las 10 pm y 2 am, ya
que la secreción de hormonas y la recuperación, en general son más
intensas.

Está comprobado que el mejor ambiente para dormir debe tener oscuridad
máxima. No basta con utilizar un antifaz; nuestra piel tiene receptores que
identifican la luz y pueden enviar señales al cerebro que interfieran con
nuestro sueño.

3. Evita el alcohol.

Es cierto que después de haber consumido licor nos podemos dormir más
fácilmente, la cuestión es que la calidad de sueño no es la mejor y por eso
después de unas buenas cervezas al levantarnos nuestro cuerpo y mente no
se sienten del todo descansados.

Nuestro sueño consta de 5 etapas, la 5ta y más profunda se conoce como


sueño REM; el problema radica en que podemos entrar en el sueño REM
solamente después de haber metabolizado el alcohol.

4. No comas antes de dormir.

Shawn recomienda no ingerir nada mínimo 90 minutos antes de dormir, si


pasa más tiempo es mejor. En especial si se consumen carbohidratos, ya que
al tiempo de la ingesta van a haber picos de azúcar en la sangre que
dificultarán conciliar el sueño.
Cómo alcanzar el trabajo inteligente
mientras trabajas duro
https://
www.modoemprendedor.com/
trabajo-inteligente/

En el siguiente artículo aprenderás sobre el trabajo inteligente mientras


trabajas duro. Por medio de 8 estrategias sabrás cómo hacer más, terminar todo
lo que empiezas y tener tiempo libre al final del día.

Siempre nos han dicho que debemos trabajar duro para lograr nuestros
sueños. Que por medio del trabajo duro todo se puede alcanzar. Y es cierto,
si quieres lograr grandes cosas deberás trabajar duro.

Adicionalmente, durante los últimos años seguro has escuchado la frase


“Work smart, not hard” o su traducción “No trabajes duro, trabaja de forma
inteligente“.

Esto también es cierto. De nada sirve trabajar duro si no tienes las


herramientas adecuadas y si no implementas las estrategias correctas. Es
decir, si no existe trabajo inteligente, trabajar duro no dará resultados.

Entonces la frase debería ser “Work hard AND smart”. “Trabajo duro e
inteligente”.

El trabajo duro solo, no funciona.

Para entender mejor este concepto utilizaremos el siguiente ejemplo. Los


castillos inflables que puedes alquilar para los cumpleaños de los niños. No
importa que tan duro soples para inflarlos, sin la herramienta adecuada
nunca podrás lograrlo.

De igual forma sucede con los proyectos. Tus habilidades, los contactos, el
tiempo y las herramientas juegan un papel fundamental. Así trabajes día y
noche, solo el hecho de avanzar lentamente sin ver resultados, terminará por
desmotivarte al punto de renunciar.
Por este motivo debes buscar la manera de trabajar de forma inteligente.

Trabajo inteligente. ¿Cómo hacerlo?

Para poder trabajar de forma inteligente, necesitas encontrar ciertos atajos


que te permitan ahorrar tiempo y recursos. Por otro lado, deberás reconocer
cuáles son tus puntos fuertes y trabajar alrededor de ellos.

Para poder trabajar de forma inteligente, necesitas encontrar ciertos atajos


que te permitan ahorrar tiempo y recursos. Por otro lado, deberás reconocer
cuáles son tus puntos fuertes y trabajar alrededor de ellos.

Encuentra a continuación 8 estrategias súper efectivas para dominar el


trabajo inteligente.

1. Trabaja por partes.

En lugar de sentarte por horas a terminar un proyecto, divídelo en pequeñas


partes y establece horarios de descanso. Estudios han demostrado que
trabajar sin parar no es bueno para tu salud, ni tampoco para tu
productividad.

En lugar de eso, date la oportunidad de trabajar por partes. Lapsos cortos en


los que puedas concentrarte 100% en lo que estás haciendo te permitirán
mantener una mente fresca por más tiempo. Nuestro cerebro es como un
músculo, por lo cual necesita descanso para recuperarse y seguir trabajando.

2. Abandona cuando debes hacerlo.

Alejarse de una tarea compleja puede parecer contradictorio. Sin embargo,


como lo mencionamos en el punto anterior, los descansos pueden hacerte
más productivo.

Retirarte de tu entorno de trabajo, reduce el estrés y la presión a la cual


expones tu cerebro después de largas horas de concentración.

Cuando decimos abandonar, no nos referimos a rendirse y olvidar lo que


estás haciendo. Lo que se quiere proponer es que te aísles
momentáneamente del proyecto o la tarea. Al hacerlo, tu cerebro seguirá
trabajando en ella de manera inconsciente incluso cuando tu mente
consciente está intentando relajarse.

Por este motivo, es que algunas veces las soluciones aparecen mágicamente
en nuestra mente cuando no estamos pensando en el problema. Alejarnos,
nos permite tener una visión más amplia y por consiguiente nos da la
oportunidad de encontrar respuestas diferentes.

Incluso si no encuentras ninguna solución, seguro regresarás a trabajar


renovado y con más energía.

3. Ten en cuenta tus fortalezas y debilidades.

El trabajo inteligente implica trabajar alrededor de aquellas cosas para las


cuales eres bueno.

Tienes fortalezas y debilidades inherentes a tu ser, que afectarán la forma en


que trabajas. Enfocarte principalmente en aquellas cosas relacionadas con tu
experiencia y habilidades te ayudará a avanzar con mayor velocidad y a
alimentar tu confianza.

Delega o trabaja junto a otras personas con mayor experiencia que tú en


aquellas áreas que se te dificultan. Pasa más tiempo haciendo lo que
mejor sabes hacer.

Lee también: Cómo descubrir tus fortalezas siguiendo


estos 8 pasos.

Lee también: Cómo delegar según el libro los 7 hábitos de


la gente altamente efectiva.

4. Elimina las distracciones.

Esto debería ser obvio. Sin embargo, existen distracciones que ni siquiera
conoces y esas son las más peligrosas. Trabajar con Whatsapp o Facebook
abierto es una distracción en potencia, pero tu cerebro te engaña diciéndote
que necesitas hacerle preguntas a alguno de tus contactos o tal vez hay
información en Facebook que crees que necesitas.
Cuando menos te das cuenta, estás hablando con otra persona de algo no
relacionado con lo que estás haciendo. No era tu intensión, pero así
funcionan las distracciones.

Solo 20 segundos son suficientes para romper por completo tu


concentración. Si esto sucede varias veces en una hora habrás perdido
tiempo valioso.

5. Practica el multitasking.

En muchos artículos hemos dicho “No al multitasking” y mantenemos esta


postura. En este caso queremos que sí lo practiques, pero no de la forma
habitual.

No importa cuán ocupado estés, siempre hay espacios vacíos en tu día en los
cuales no estás trabajando. Es en estos espacios donde proponemos aplicar
el multitasking.

Intenta llenar los espacios con trabajo productivo. Por ejemplo: Mientras
almuerzas, mira un tutorial o responde correos electrónicos. Mientras
conduces, escuche audiolibros o podcasts. Cuanto más aprendas en estos
espacios negativos, más lograrás hacer en general.

6. Ignora lo urgente y haz lo importante.

Haz una lista de todo lo que tengas que hacer y organízala por prioridades.
Pon de primeras aquellas cosas que te permitan avanzar más rápido.
Aquellas que tengan mayor peso. Ignora aquellas pequeñas tareas que
parecen ser muy urgentes, pero que si no haces no tendrán mayor impacto.

Aquellos correos electrónicos con tareas urgentes que parecen fáciles y


rápidas de hacer solo te van a distraer de lo verdaderamente importante.
Ignóralos mientras terminas lo que estás haciendo. Si puedes trabajar offline
mucho mejor. Recuerda el punto número 4.

7. Establece un momento del día donde dejarás de trabajar.


Seguramente habrá días en donde no lograrás hacer todo lo que te
propusiste. Tendrás que aceptar que tendrás muchos de esos días y deberás
aprender a vivir con eso.

Separarte del trabajo para estar con tu familia y amigos es crucial para
alimentar otras áreas de tu vida. Recuerda que debe existir un balance
entre tu vida profesional y tu vida personal. Si le das tiempo solo a una
la otra se dañará.

Por otro lado, establecer una hora del día en donde ya no trabajarás más, te
permitirá distribuir tu tiempo de mejor forma. Si sabes que tienes todo el día
para terminar una tarea, seguramente la prolongarás ya que no tienes
ninguna presión por finalizarla.

8. Crea espacios en los que no seas interrumpido.

Asegúrate de diseñar un entorno de trabajo que esté libre de distracciones.


Uno en el cual puedas concentrarte.

Nada de correo electrónico o redes sociales, esconde el teléfono y cierra la


puerta. Déjalo claro a tus colegas de trabajo que no vas a estar disponible o
a tus hijos y esposa que no quieres ser interrumpido.

Aniquila todo aquello que destruya tu concentración y creatividad.

Si conoces alguna otra estrategia que te permita trabajar de forma


inteligente no dudes en dejarla en los comentarios.
Hola, b tardes.

Erick Avila Navarro

erickavina@yahoo.com.mx

06:33 p. m.
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La clave es:  Isoterma
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06:33 p. m.
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La clave es: combustión

Brain Based Learning and Reflecting Thinking

https://web.tulotero.mx/jugar/melate-retro/11979

Pág. 126 de 131

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