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TRATAMIENTO DE

RESIDUOS
AGROINDUSTRIALES
Residuos agroindustriales utilizados como materia
prima para la producción fermentativa de metabolitos
• Como sustrato para los procesos de fermentación se encuentran los
residuos de las cosechas de cereales, los provenientes de la
obtención del aceite de semillas, de raíces y tubérculos, de la
producción de caña de azúcar, de café, té y chocolate, de las
especias y picantes, de frutas y vegetales, de productos de
panadería, de bebidas alcohólicas y de productos de la madera.
• Los residuos agroindustriales son sustratos adecuados para la
producción de enzimas, con gran aplicación en las industrias
alimentaria, manufacturera, cosmética y farmacéutica, entre otras.
Entre las enzimas más importantes producidas a partir de estas
materias primas se encuentran las hemicelulasas, las celulasas, las
pectinasas y las xilanasas, las cuales tienen un amplio espectro de
aplicación.
• El residuo de la industria henequenera en la
península de Yucatán, ha sido ampliamente
estudiado. Se ha comprobado su utilidad en la
producción de cepas de Aspergillus sp. en suelos
donde por años se enterraron residuos de pulpa
de henequén ricos en pectinasa, con una alta
actividad pectinolítica mucho mayor a la de
Aspergillus nigger de colección (Huitrón, 1984).
• A partir de una fermentación sólida de residuos de pulpa
de uva con una cepa de Aspergillus awamori, (Botella,
2005) obtuvo una mezcla de enzimas (celulasas, xilanasas
y pectinasas) con aplicación en alimentos, textiles y
química. |
• Castilho y colaboradores (Castilho, 2000) obtuvieron pectinasas a
partir de fermentaciones sólidas de residuos de soya y salvado de
trigo mediadas por Aspergillus niger, las cuales se aplicaron en
industrias como jugos concentrados, extracción de aceites,
pigmentos vegetales y obtención de celulosa.
Utilizando como materias primas bagazo de caña y residuos de
avena y de mazorca se produjeron en laboratorio enzimas
xilanolíticas mediante una fermentación sumergida y en presencia
de Penicillium janthinellum, las cuales fueron utilizadas en procesos
de blanqueo de papel, procesamiento de alimentos de ave de corral,
fabricación de pastas y harina de trigo (Oliveira, 2006).
• En la industria de los detergentes se encuentra disponible una
queratinasa producida a partir de la fermentación sólida de
residuos de plumas de gallina, utilizando una cepa de Bacillus
subtilis (Sudhir, et al., 2009).
Otras enzimas producidas para ser utilizadas en las industrias
papelera, textil y alimentaria son las proteasas, generadas en la
fermentación sólida con cepas de Aspergillus oryzae de residuos de
la extracción de aceite de Jatropha curcas (Thanapimmentha, 2012).
Por otra parte, cepas de Gluconacetobacter swingsii se utilizaron
para producir celulosa para la industria química mediante una
fermentación sólida de residuos de caña y piña (Castro, 2011).
López et al. (2010), produjeron plaguicidas a escala piloto para
cultivos de melón, a partir del aprovechamiento de residuos de
cítricos y su industrialización. Para ello se utilizó una cepa de
Trichoderma harzianum T-78.
• Las enzimas con importancia en la degradación de lignina,
específicamente manganeso peroxidasas, han sido producidas a
partir de la fermentación sólida de residuos de eucalipto con
Lentinula edodes (Arantes, 2011)
Residuos del procesamiento de frutas
Muchos países están tomando en serio la posibilidad de utilizar los
residuos agrícolas, urbanos y los provenientes de actividades
agroindustriales para generar productos con valor agregado, como
biocombustibles, ácidos orgánicos, enzimas, compuestos aromáticos,
biopolímeros y alimentos fortificados, entre otros. Los residuos del
procesamiento de frutas, entre los que se encuentran las pulpas de
manzana, naranja y uva, así como la cáscara y las semillas, son
utilizados hoy en día para la producción de compuestos con valor
agregado.
Los residuos del procesamiento de cítricos, manzana y uvas se han
utilizado para la producción de diferentes enzimas (pectinolíticas o
pectinasas principalmente), las cuales cobran mucha importancia en
la clarificación de jugos, la fermentación de té y café,
blanqueamiento de papel, desgomado de fibras, aditivos alimenticios
para cerdos, para bebidas alcohólicas, entre otros (Jayani, Saxena y
Gupta, 2005).
Serna y Torres (2014) vislumbraron la posibilidad de utilizar las
cáscaras de mango de dos variedades (Tommy y Keitt) como
prebióticos y fuentes con alto contenido de fibra dietaria (19,9 % y
22,1 %, respectivamente), gracias a su excelente contenido de fenoles
(mayor a 3000 mg/g de m.s.). La materia prima se adecuó mediante
un proceso de liofilización para preservar los compuestos
antioxidantes, con un contenido de 17 % de materia seca para Keitt y
de 18 % para Tommy.
Duque, Cardona y Moncada (2015) analizaron la producción de
etanol a partir de residuos de bagazo de caña de azúcar, tallo de
banano, mazorca de maíz, cáscara de arroz, aserrín, residuos de
mango, residuos de palma, cáscara de piña, cáscara de plátano y
corteza de madera. En el estudio se tuvieron en cuenta el análisis
económico y mediambiental, así como la viabilidad técnica. En esta
investigación se llevó a cabo la fermentación con Sacharomyces
cerevisae y Pichia stipitis luego de un pretratamiento ácido y de una
hidrólisis enzimática.
• Los resultados mostraron márgenes de ganancia netos de hasta un
40 % frente a los productos comerciales, una disminución del 39 %
del impacto ambiental frente a los procesos existentes y
rendimientos de producción entre 0,009 y 0,264 kg de etanol por
cada kilogramo de materia prima seca, a un costo de 0,65 dólares
por litro de etanol (Grande, 2016).
Un aprovechamiento de residuos de cáscara de piña fue reportado
por Fonseca et al., (2011). Consiste en la producción de barras de
cereal a partir de estos residuos al utilizarlos en un 13,5 % como jalea
incorporada en una barra cereal. La aceptación sensorial por un
panel de expertos fue alta: 91 % de velocidad de aceptación y 61 % de
intención de compra.

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