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BIOFISICA

Resumen:

La Biofísica es la rama de la Física aplicada que se


ocupa de describir y explicar los sistemas biológicos
a partir de las leyes y principios generales de la
Física. Todas las células de un organismo vivo tienen
la capacidad de responder a diferentes estímulos,
endógenos o exógenos, generando una respuesta
específica que dependerá del estímulo en cuestión y del
receptor que cada célula posea. Existen tanto estímulos
físicos como el calor y la presión, químicos como los
neurotransmisores y las hormonas y también estímulos
eléctricos. El estudio de las propiedades eléctricas
de las membranas de las células excitables y su
implicación en diversos procesos fisiológicos
comprende una de las ramas de la Biofísica
(bioelectricidad). La membrana celular está compuesta
por una bicapa lipídica atravesada por canales iónicos,
proteínas transmembranarias que mediante la apertura
de un poro conducen iones generando una actividad
eléctrica que controla el potencial de membrana. Su
actividad es fundamental en la generación del potencial
de acción cardíaco o la transmisión nerviosa.
Además, los canales iónicos intervienen en numerosos
procesos fisiológicos tan diversos como la
proliferación celular o la secreción de insulina.
Numerosas patologías están relacionadas con estas
proteínas y se engloban dentro del término
“Channelopathies”. El futuro de la medicina
regenerativa se encuentra en la terapia celular con
células madre, por lo tanto, la caracterización de las
células madre no sólo desde el punto de vista
bioquímico sino también desde la biofísica, nos
permitirá conocer su funcionalidad y aplicación para
el tratamiento de diversas enfermedades como la
diabetes o el cáncer.
Las células son las unidades estructurales de todos los
seres vivos. Una característica notable de las células
es su diversidad: el cuerpo humano contiene alrededor
de 200 clases. Esta gran variedad refleja la diversidad
de funciones que las células pueden realizar. Sin
embargo, sin importar su forma, tamaño o especie, las
células son muy semejantes. Todas están rodeadas por
una membrana que las separa de su entorno y todas están
formadas por las mismas clases de moléculas.
Existen dos tipos de células vivas: procariotas y
eucariotas. Las procariotas son organismos
unicelulares que carecen de núcleo (pro =
“antes”, karyon = “núcleo” o “semilla”). El del RNA de
las procariotas reveló que existen dos tipos
distintivos: el dominio Bacteria y el dominio Archaea.
Aunque su apariencia externa es similar, las
diferencias en las propiedades moleculares entre los
dos grupos son mayores que aquellas diferencias con las
células eucariotas. Algunas especies de bacterias
causan enfermedades (p. ej., cólera, tuberculosis,
sífilis y tétanos), mientras que otras tienen interés
práctico para los seres humanos (p. ej., las usadas
para producir alimentos como yogur, queso y pan de
levadura). Una característica prominente de los
organismos Archaea es su capacidad para ocupar, incluso
crecer en hábitat extremos. Las células eucariotas
(eu = auténtico) están compuestas por células
relativamente grandes que tienen un núcleo, un
compartimento limitado por membrana que contiene el DNA
de la célula. Los animales, plantas, hongos y protistas
unicelulares son ejemplos de organismos eucariotas. Las
células eucariotas también difieren de las procariotas
en tamaño y complejidad. La disparidad de tamaño entre
los dos tipos celulares es más evidente cuando se
considera el volumen.
Membrana plasmática de una célula animal La membrana
plasmática (PM, plasma membrane) está compuesta por una
bicapa de lípidos en la que están incrustadas diversas
proteínas integrales. Nótese que muchas proteínas
integrales y moléculas de lípidos están unidas por
enlaces covalentes con carbohidratos. Las proteínas
periféricas están unidas mediante enlaces no covalentes
con la superficie citoplásmica de la PM. Las células
especializadas del tejido conjuntivo de animales
superiores llamadas fibroblastos sintetizan y secretan
glucoproteínas de la matriz extracelular (ECM,
extracellular matrix). La superficie interna de la PM
está reforzada por la corteza celular, que está
compuesta por una red de microfilamentos y otras
proteínas.
la membrana celular puede ser representada por un
circuito equivalente que consiste en una resistencia y
un capacitor en paralelo. Cada uno de esos elementos
modela el comportamiento eléctrico de uno de los dos
componentes principales de la membrana, la bicapa
lipídica que la forma y las moléculas proteicas
embebidas en ella que forman los canales iónicos. La
bicapa lipídica se comporta eléctricamente como un
capacitor y se representa como tal, y los canales
iónicos se comportan y representan como una
resistencia. Sin embargo, debemos recordar que el
concepto de circuito equivalente de la membrana se
desarrolló partiendo de una idealización, el
comportamiento eléctrico de una célula esférica a la
que se puede aplicar el concepto de simetría radial;
esto es, la suposición de que el comportamiento
eléctrico de toda la membrana celular es equivalente
al de un área pequeña. Por otro lado, y ya que muchas
células cuya actividad eléctrica es de gran interés no
son ni pequeñas ni esféricas, como por ejemplo los
axones de las neuronas y las fibras musculares
esqueléticas, el circuito equivalente de la membrana
debe tomar en consideración la presencia de gradientes
longitudinales de voltaje y para ello, en esta sección
veremos un planteamiento sencillo del circuito
equivalente que representa a las células alargadas.
También podremos ver las definiciones de las unidades
de resistencia y capacitancia de la membrana.
Transporte a través de membranas Osmosis, difusión,
difusión facilitada, transporte pasivo, transporte
activo. Regulación del volumen celular.
De todas las propiedades descritas en el modelo que
tienen las membranas, se desprende una que es la más
relevante desde el punto de vista funcional: La
permeabilidad selectiva, es decir, la posibilidad de
que la membrana restrinja los solutos que han de pasar
a su través, pudiendo variar dicha permeabilidad en
función de las necesidades celulares en cada momento.
Una forma muy simple de clasificar las modalidades de
transporte atiende al punto de vista del consumo de
energía metabólica. Así el transporte que no utiliza
energía se define como transporte pasivo mientras que
el que la consume se denomina transporte activo. En el
caso del transporte pasivo, el soluto se mueve siempre
a favor de gradiente, que se convierte en la fuerza de
conducción para el movimiento.
El contenido de agua que tiene una célula determina su
volumen celular, y garantiza que los procesos
metabólicos puedan desarrollarse normalmente. Como las
membranas celulares son muy permeables al agua, tal
como se ha comentado previamente, éste se moverá
siguiendo sus gradientes. La ósmosis es una clase
especial de difusión que se define como "el flujo neto
de agua que atraviesa una membrana semipermeable que
separa dos compartimentos acuosos".
La osmolaridad total de una solución es la suma de la
osmolaridad de cada uno de sus solutos constituyentes.
Los líquidos corporales tienen una osmolaridad de 0,29
osmoles/litro o 290 mO/l. Los iones principales (Na,
K, Cl, etc.) son responsables del 96%, mientras que la
glucosa, aminoácidos y otros solutos no disociables
aportan tan sólo un 3%; de estos solutos, las proteínas
tan sólo constituyen el 0,5% de la osmolaridad total
del plasma y valores aún menores en los líquidos
extracelulares, prácticamente carentes de proteínas. A
pesar de su pequeña proporción, la presión osmótica de
las proteínas plasmáticas, denominada presión
coloidosmótica o presión oncótica es muy importante en
el intercambio de líquidos en el capilar.
La membrana es poco permeable a solutos iónicos, y
dentro de éstos, es más permeable para los pequeños
aniones que para los cationes. Por ello, estos
compuestos utilizan un sistema de difusión formado por
un tipo especial de proteínas de membrana denominadas
"canales", que permiten a los solutos moverse en ambas
direcciones. Existen canales denominados pasivos, que
forman una especie de poros de membrana, ya que están
permanentemente abiertos; y otros activos o de
compuerta que se caracterizan por disponer de dos
posiciones: cerrado y abierto. El hecho de que adopten
una u otra posición depende de múltiples factores, como
la unión al canal de un determinado ligando, cambios
en el potencial de membrana, deformación mecánica, etc.
Un canal puede ser altamente selectivo para un
determinado ión o soluto, o bien puede limitar
únicamente el tamaño, permitiendo el paso a su través
de cualquier ión de calibre inferior. La tasa de
movimiento del soluto a través del canal abierto puede
llegar a ser de 106 a 109 iones/seg., tasa mayor que
la catalítica para muchos enzimas y que se podría
igualar con el movimiento por difusión libre en un
medio acuoso.

Dentro del transporte mediado se distinguen tres tipos


de transportadores según el número y dirección de
movimiento de los solutos a transportar:
• Unitransportador: en el que sólo se mueve un soluto.
• Cotransportador: se mueven dos solutos en la misma
dirección.
• Contratransportador o antitransportador: se mueven
dos solutos en direcciones contrarias.

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