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¿1 fsaías, 40:18-23, 25-26.
El argumento ontológico en favor de la existencia de
¡
RELIGIoN :N DI; 23
22 IILosoFIA DE LA :- , * sc cncuent'|a en el
i:,I j,Yl":I'""Jli:;:'..'ü::
De.sadorcs más orisi¡larcs sldo nrrnL4
'r;{1-a¡, quc haya """--- [ *;,,:'fi'.""",Í:,'r1i:i';]::;:.'ll;sófico
¡ot"st por consigr.ricnte, §i aquelro rcspecro de lo cua.r nada mavor
terbury.l ^-,.,,..-n.I
^^.^++onrlñ el concepto cristi
r :[:,:'iT"'ffJ""',,:'ri]Jí.i;:.ixH"-"1';::1".#:l:lxg"n':xl,:lllffir;';;13"i'.';i"'"J:*:.1":
,
qrre cl scr más perlecto-quc
algrrna dc c$tc
l'j L,"
cst_c-".'--r,i*J
cntiende
á" d"t.riui. a Dios
porl
como¡
zu cxistencia única¡nente neccsaría. Dios cs dcfinido
dc tal
n)anera que rcsulta imposible concebir que no cxista. Bl lil
:I "'J::;H,.;:§:::JHi:l:::,H##il'il'il,H:l¿?l';Jir'f;#:T
:il';* q* '" l'"ff'íK;ujXi'"]TttJl"r''";t!:l; ji;*p';i;io'"r'.
arso má5 PerreuLu
uv $1::',11""'r"..'";"'?"?,X'ffH[§:
ii ;i;X;;:i';:\";
'*-p"'fá"to'
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,4 I,,O§OFIA DB LA RtrLIGION Esto depenclc cie si la iclea clc la isla'más 1:crfec,ta conce-
corno del mayor §er concebibie' bible es o no Lrna irlea coherente y consistente. ¡.Bs posi.ble,
clice, ticne una irlca de'I)ios
;; c'o'"'t''aclicciones c]e esta iclea' ve- pues, aun en teoría, especifica,r las características de la
v cttanclo
"*t'u*"L" realmente' Ei primer critico irtu *au perfecta .o.r.*bible ? Esta es una cuestión clue ei
ir-,o, qrr* tai ser f'o A" existir
i n, p o,:t,,n
§ .1.1, ;;; ;"" tq ::fl l"J a :"il;,*.Illf ";;
lector ha cle juzgar Por sí misrno'
otra fasc cle'la cliscu,.ión se abrió cuanclo René Des-
cre En cartes (1596-1650) , ilarnaclo a rnenudo ei padre de la
fi-
:'.:ftJ.1*1"1'';,,' fii':"J':i",?,"'" "'o"^ii"n'o
q,e el razonamiento de Anselmo losofia moderna, a formular cl argumento, atraye,do
rle,!cnsa det "oi"ió
"e'ii'Htil;; a otros calnpos'- a conclusiones así la atcnción general sobre el mismo.s Descartes puso
concluciría, si se lo a¡llicara cle nranifiesto el punto a cuyo alrededor se ha
centrado
absrirdas,ycstablcr'cll''I,.tgt'n"'*t'toontológicoparatelo
habló de la más per- la mayoría dc las discusiones rnodernas elcl argumento onto-
I)ara la isla rnás perfecta' -Caunilon
(tñ ilcbería habcrlo hecho) lógico, a saber, el supuesto de que la existencia es una pro-
iccta de las islas, án l"'gar 1". pero su argtimento pudo pa- piEauá o pr"rli.rdo. Trata explicitan-iente la existencia
ra isra r.,ráu p*rf"iü .oi.*t
ibic;
dc esta ltti*u iciea' i)ada la
idea como una característica, cuya pásesión por un x dado está
rafrascars" ""
'¿"-'rinos
isla, u'giii' sirviénclonos dcl princi- propianrente abierta a la investigación' La-esencia o na-
dc scrnejante 1:odernos
que exista en realidacl' no ,uril*ru ciefinidora rle tocla clase de cosa incluye ciertos
uio cle Anseimo que ¡a menos predicados, y el argumento ontológico de l)escartcs pre-
iil,"a"' *' l;T;i"
i'e''p"'recta.concebiblel
en el carácter úniccr i.r,d* q.r* ir'existeniia ha de incluirse entre ios predicados
La réplic'' ; Á;'"h'o' insistiendoque el tazt>namiento on- que cle?inen a Dios. Del mismo modo.exactamente que es
de la idea de Dios para mostrar
se basa en la segunda ,rru .rrr.teristica necesaria del triángulo ei hecho de qr"re
tolégico sólo pued*' aplicars* '- "ttá' ,,r, árrg,rios internos sean igual a dos rectos, así es también
de su ;;;;;"' E'i eiem*"'o d" la idea de r)ios
forma la existencia'una caracterísii*, ,r*""*aria de un ser suprema-
qtrc falta "." tt#iá.,"¿"
i' *at 1:crfecta de las(oislas es
iulu, en.efgcto cual- mente perfecto. El triánguld no sería tai sin sus propie-
el dc iu **,rt*l;;";;rrror¡o..uÁ dades ácfinicloras, y Diós no sería Dios sin existencil'
quier otro Jü;;;;'?1): :: l::i."1Ítil:i::'lill ffJ::
mlen-- La cliferenciá decisiva está en que en el caso del triáirgulo
ijifi*;;;"' r'''áas p*'iecta de las isras'
]:i:ilfi:u,rté"titu?i;;;*;"" isla porción de tierra no poclemos inferir que exista alguno, -ya qye la existen-
tras sea tal' -"una
parte dá globo- puede cia no forma parte de la esencia del triángulo" En el caso
rod,eada d. 'gt'í':'^;;";tl:" y
,ir', oolttiá;tti¿" alg''''na' colno no existente' t |tlditaciones, V. No se ha puesto. to.ta-lmente en claroar-si
Densarse,
nn¡1i-*o 'o se aplique a ella' n"r"rrilr*rü¡i¿"á ,o áe Anse¡no" el principio básico dc su
-ó.,r"¿o
de alrí qtre el principio.d" ser
;ffi;i]"rüi¿srü Mersenne-lc inrerrog6 acerca cle la
apiica únicameni" ul ser rnás perfecto^colcebible' 1o relación de su ñ,,,.,|*;;- con el de Anselrno, se contentó con
-Ansehno
Se se
suPrema á* q"" ni'siquiera renlicar, "Ert.,.tiai¿';'i;" a Ia-p¡imera o¡rortunidad'"
que posee la. perfección I{asta aqui' pues' parece ('Ñ.'K;;p"§;trh" Nri studies. in the Philo'sophv of Descartes
nueda conc'eb1r to*o inexiitente' resistir la critica' estro,áJ A;1, Jiiosofía de Descartes-, p. 304.i D".t-
.o*o si ciicho ü;;;;; f"di*ra cartes prescnta íá"rUie" otio intento distint, de
-§ugy65 la p.rucba.-de
defenciersc el argurnento de An- iJ a" fji* ,-'tiitrliio rlel método, IV v Meditaciones,IJI'
§in embargo, ipuede de Gaunilon? ""iltír.i,
selnro, en §u ¡"'í'niioforma'
t";;Ucritica
F:. r:
tr
DIOS
dh
gran filósofo Así, pues, decir de x que existe, no quiere decir que además
ntnnatla llríls a<leJante, en clos planos, por el
t.é
;f
de sus otros atribrutos posea cl de la existencia, sino que
¡llettrátt lltltnranuel Kant (1724-iSÜ4) '6 F
Illtrrnillarro:rceptólapr.ctensiórrcleI)escar'tesdeque
con- Recicntcmcnte, Rcrtrand Russell ha resumido este punto
ln iclea tlc existcl.,c.ia fol:,ni ,ar:tc anaiitic.amcntc clei tres
de tcner esencialrnente en la misma forma, en su análisis de la.
;;p;; clc f)ios, clcl mismo modo que la.idea conc'epto cle trna palabra "existe".8 IIa mostrado que si bien "existe" cs gra-
,1rt¡¡rlc,s forltra parte analític¿ro*'t" dcl
el predicado inaticalmente un preclicado, éste realíza, desde el punto dc
itt{il; ¡rlana ,1" tr** l¿rdos' En ambos casosPero Kant re- vista l6gico, otra función, que Pone de manifiesto la si-
*iit *ni*zac{o necesariamente con el sujeto. guientc traclucciónl "Existcn vacas" quierc decir que "FIa¡z
cle aquí que ei sr-rjeto'- del que se pre-
¡rlicfi (llrc no se seguía cier- ; tales, que 'x es una vaca' . resulta ser cierto." Esta
lil; rif", exista ilalr,-"',te. Lo-q.," es analiticamentc traducción pone de rnanifiesto que decir que existen vacas
to es qtte, i¿ **iri" un triángt'lo, ha de tener tres ha de
ángulos
infinltamente perfecto' éstc no equivaie a atribuir a ias vacas cierta cualidad (esto es,
, Oir"..si Lxiste un ser dice Kant' "poner un triángulo la de la existencia), sino a afirmar que hay en el mundo
;";;t la existencia' Conro es objetos a ios que ia descripción resumida en la palabra
y ncgal' sus tres ángulos contradictorio enelsitriángu1o mismo;
"vaca" se aplica apropiadamente. Y en forma análoga,
alg'tina en negar
l)cro no h^y .orltraiicción "No existen unicornios" es el equivalente de "I{o existen
jrurtiuncnte .o, ,r.r, tres ángtilos' Y 1o nrisrno se aplica
.r tales, qtte 'x es un unicornio' sea cierto". Esta {orma
nl .nr,,a"pto cie lln ser absoltitarnente necesario"' de construir cnunciados existenciales negativos
Iiu rttt plano más ¡rrofrtndo, sin cnrbargo' I{ant
cle'scartó
-enuncia-
\el supr.rcsto básico se {Jndab? -i i:9Y::t?^d.L3Ll clos que niegan que alguna clase particular cle cosa exis,te--
evita el antiguo 'rornpecai:ezas a propósito cle Ia concli-
t JL¡IJLTUJ
",r'qu.
,,rpt"t'to tle quc la existe'ncia' lo mismo -
cartcs. csto es,
"i e's lrn.1;rctiicatlo q,e algo 1:,ede
tener ción de "a1g0" clel que podcrnos afimar que no existe.
;ir,;l; trianguiari.l,,,i, por c'on- Toda vez que podetnos hablar de unicornios, por ejemplo,
o no tener y que puecle enlaza-rse analíticamente' io había resulta difícil pensar que los unicornios han de ser o sub-
siguiente, .or, .r,,';;i-tt' Scñala
(como cle hecho
l{urne en otro con- sistir en algún modo o que, tal vez, habiten un reino pa-
,Jñulo.lo'ya ei filósofo escocés l)avid radójico del no ser o del ser potencial. Pero e1 análisis de
,."i"j; qrr* lu iclea cle la existencia nacla añacle al
concep-
irr<lrrilsc:
<le I')ios, cnlonccs siguicnte. intc¡to
El intpgr:tantr: clc clem.st¡at:ió' cic la
"l',
,i,,r"^i,i", dlcira inclriirsc c, Ia. rJclirlicií¡n en realirlaci do I)ios fLrc cl cic
'l'or11ás cic Ac|rino (1221 l5- rl
sus 1í:rurirros clet.ir. rluc al ser cia cíi.rina.'1 Á .lif.,rtrcia dc1 argtrrncnto ontológico, qtlc li.d
[:l1ta]acxistcrrcia.Iincan,hio.silacxistcrrcia,attt-tcllteaPa. Dios y procecle a clcsarro-
centra su atención cn 1a iclca cle-I'omás
;i
c1c prcilicaclo' t'ir:ne la
frlnción ^f
K""; r
clc lfios'"r;;tt;-;"' irt'rcc1c
la cxistencia reai §.-1"" Chrtr,im N'f.-;'";Pt"* q"l 1ut1""t"iñj"q'
c'.onccpto f; i,*.pr"iá.;a1.li" Barrh cs crit.icacla por liticnne i;
fi"r.;,"f üOtii. Anselme (Scn- i
rlc ser scrrre.latttc' al'¡tltto'
ante- toclos Karl Gilson, cn ,S¿r¿s ,;",-;;,i;;; de I'a'rgttm*nt de '¡aint Archiues d'hi.e' r
I Iay quc aiiadir qrrc al[trnos ^tcólo¡1cs'.o lln intento cle tido y naturalcza ;;i"";;.gil""i" .it san Ansclmo), 1
*
Í_, RAZONES PARA CREBR EN DIOS 3L
30 I¡iLOSOTIA DD LA RELIGION
autoexplicativa,Ctlyaexistenciaconstituyalairltinraexpli-
t'1]ot al Valor Absoluto' y
la c:l universo es
la cuarta, de los grados-d: al cación clel tocio. Si 'o existe tal realidad'
en la Naturaleza
qrtinta, de la *i¿X""i' de la ti'aiictu¿ un mero hecho bruto ininteligil:le'
sigtre dejando el
Iicsignio l)ivino' Sin emt,argo, "sta nucva iriicrpretación
en la segunda y tercera prue-
1
princiPales' Prirrrero'
Podemos
-d" conceRtrarnos ,.g.,rr."r,,o ut"ito a clos clificultacles
cárno sabemos quc eI universo no es "un
¡ncro hecho l:ruto
l,os lanto Tomá' *", :,:Y::l',Ji::3#t?itit?.:t#: ' cle la cxprc-
el argtt,ntcn,to de causfl Pnm'eratiene una causa' y esta causa tüi"irg,bl;;i A;rtte c-le[ coloricio emocional
escéptic9 cICe que es,
pr*áirumente 1o qr-rc el
modo: toda' co'u q"" acontcce serie que sión, esto
", ,roriUiliclacl inicialrnq:nte equivale a eiuciir
a \/cz otra, y asi sucesivamente' en una excluir
tienc stl
t''* tlc tener srr Punto cle' particla
en 'i".;;;;_;i;n-,1"
"rr, lr,,..as a ,r,ir.et.as. Iil arr;,r'enro prcscnta
o ha. rlc scr i'fl;i; á
la posi'bilidad de un Primera' o el universo es
prr*"ra. r['omá* u*.l.ry" estc dilema: o cxiste una Cartsa
una calrsu y. concluye' en consecuencla' llos itnpeie, a aceptar '
resreso infinito de causas clefinitirrarncntc ininteligible; pcro no
quc es la que llamanros ai otro'
n.i" lu dc iraber una causa pritncra' uno cle }c¡s extrerr,-,r, dát cliléma con preferenc.ia para- §Lt-
p"'"b'l i''fi"i" un Primer N'rotor a Segunclo (aunque sólo disponemos
r1e esf iacio
bl:-'i;; ;;i;':u 9,1"
cs básicamente similar')
ia rlesarrolle
g"ri.-?rto ¿ii.Jtáá, cl"juntlo .que -el lector en una con-
partir ¿"t r"o'i':"icl;;'
tal como Tornás la es- sigue basánclo§e
irá.-rr mismo), el argumento puccle ciiscutirse y Io ira sido'
El pr-rnto débil clel argum-ento'
(qL* misnro admite en cepción de la .r,,'liáucl que
tablece, está "l'i"-Airitítt'a imposible .3i inter- su rlueva
rz u- excluir como efectivamente' El supuest'o cle1 argumento .en cattsales
otro iugar) ,11^:*'"'no
oc aut qt'" requieren O-Tt:::";. for,rulación es .i á*'q.te indicar las condiciones
minable
nllnaDle de acontecimientos 'ocontemporax..r1eos (cs de-
der'lnacontecinri",,to.q.,lr,aleahacerlointeligible'Sibien
Sin embargo, algunos tonristas a santo^Tomás) han este sttl:tt"r,o cie'to *b'" 1a base de algunas- teorías de
qu: en g"l:Tliqen "r- toclo, sobre la
cir, pensadores "o1 urg.rmento, con obieto la natriralera. cte i, .rrrulidacl, no 1o es, con
clad' una nueva interpretacron la scrie t,asc clc otras. Si, por ejemplo, como
una parte inrpor-
de eludir tra dificultad e'n
t'"utiórr'"-InterP'etan
r't'ni 'reto'no cle
;;;;_',i_-r, li"r¿ir",rod"r"u 1o aclmitc, tras leyes causaies
interminable, que aqué.l **"ft'¡':'oto*?
Có''''o ^UátrUiiidades
inter- ;fr.; estadísticas,t4 o si (como Hurne
tiempo'
sostenia) 1r, .ot"*iones causaies no repres""ty
acontecimientol "" "i 'ii'o "l-retorno n:¡ás qtre
eternamente inconclusivo' cle
y por (como Kant lo sü-
meras ,"",r*.r"r.iu, ol'*"udas,ls o son
rninable , consiguiente, su
Siá f;"thn A es hecho inteiigible' Por
girió) proyecciones cle la estrrrctura de la rrrente
cxplicacio,"''- hurnana,ló
y D (q:: puc-len ser antece-
rclació* .o' tJ^n-.rr"- B, c to" et; y ti cada uno de il u.gt,*"nto tomista falla'
dente cle A o conterirpo'á""o' '- otrr:§' hechos' al
I'j.;' ;ii1i1jli
inteligible- por t'r:í i t or; tt t +
éstos es hecho "' ''"'
' ,hai:er realidad que sea r I".rYl,"
"," r,, i#t:li?"
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iii ü Jr i { i'{',',1! j,?
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final dei tt'ioü""t;t;-
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15 David I'{ume, ii, Enqoiry concetniig -( Ilunmn Understan'
).
Véu,"
cr
tarnbién
r,^o,
Sum-rya
t *i,
"y^ . t 3:
^I l,Í,t !;i,:í ;,: ?rlti,'i, : T,1(Lon-
nre es) (Lon'
d;rs (fJ"di"-;;rd;o^'i ""té'c]ímiento(Anilitica
Ka.nr, Tr.".;;;;dt"lai
16 Áiatrrrc trascendental)' en
art. 2.
":' ',?nt:., tArL^ r" (Er /!'.I q'l¡e Crítica cle la razén Pura'
3
J"";,ü,*r1üi*t*:ltr§;.#!,r,s
rlres: Longmans, L
¡,*h¡u¡ll[{u¡*¡nlrr¡i¡dilürr ;ki: l¡ ;Li*ilúti'd;:r";'¡
lníts a]1li dc si n-ristlra' hay rrn frtnrlanrctrto últirno clc alntna. c.osa.) ha cle haber
oIr'('rli Iltr:torcs" (iatla co-§a a'Plltlta'' un ser neccsai'io y estc ser cs el qrrr: Jlarnalnos l)ios"
cosa fttcla'
rr ott';ts crosas.S^'''to Tolrríls sosticrlr: rlrte' si catla La objeción filosirfica. mírs típica fomruiada contra estc
',,i', tien"'¡''o cn qlrc nacla
t..ritirrr¡..te, ¡,il¡o ,1" 1.,n1,,", liaSiclo llegar a' la razonanricnto en años recicntes es la de clue la iclea cle un
r:xisticra. Iin este casoJ nacla hzrbría lrocliclo "ser nccesario" es inintclisil:le. Se dice cn ella que írnica-
cxistttrtcia,y"qt'"rlol''al-'ríahabicloager-rtecartsalalgrrtro' rnente las pr:oposicioncs, pcro no la.s cosas, prreclcn ser 1ógi-
existen, lra clc habcr
lr¡r.o t.pc1a r¡cz qrre ha.v cosas cltlc caurente nccesarias, y que consl.ituye un abttso cle lengr-ra-ie
;rlt1o (lltc llo cs contit'lgcnLe' y
esto cs lo qlle llar:lalt'los
habla.r cle rln ser lógicamcnte necesario.ls Esta oJ:ieción
I)ios. particular contr;r el arguntento cosmológico se i:asa en un¿l
La. rcierencia' cle Santo Tollirs a tln ticr-tr1lo cn ci que
mala intr-:rprctación, ya que el argumento no se sirve de la
Itltlllcxistíarnásbieniniormaqrrerefuerzaelargtlment0. noción de un scr lógicameute nccesario. Iii concepto cle un
l)orrlrrr-: ltoclría ir*[";] ttn;r scric
intinit¿r c1e acontccimientos
en parte cn la,sccrtcnr:ia ser necesario" utilizaclo cn Ia tradición teológica principal
l'initos y conting;; coi'rciclienclo {ejemplificacla tanto por Ansclmo corno por Acluino) no
rlcll.icrupo,clcr,r.¿'(l1rcno-lrtiJ:ieramomentoalgr"rnoque ocrrpa clc Ia ncccsiclacl lógica, sitrrt más hicn cle una. cs-
rr. cst.ttvi".n o.'li"tln'1'o' algtrna' cle cllas' Sin enlllar'¡¡o' ie dc neccsidad factual, la c.tral. en cl caso de l)ios,
est¡'r Iase (con-ro
los torltist^s ,r-rutl"i'os o'-tlite. gencralmcnte
en otro iibro.)17 si J. J. C. Srnart, 7 he Existcnce ol Gorl
,.,,,r rr..r clemás ro lr^." cl propü Aqui¡o
18 Véase, iror ejen-r¡rlo,
la refciencia al .ici,po' tcncmos un La cxistcncia cle l)ios) y
ar- .T. N. Irirrdlay, Can God's lixistencc
li;:i^;;'";'-J" t^¿o *111: Disprouedi (¿Puede probarse la no-existcncia dc Dios?), cl
t'ew
r,lirtnr:nto fxnr^.lo "" f' concxión
lógica entre
""una senc ll,ssays in Philosophical 7'heofogy, tcls., Antony Flew anr-l
si óstc clcbicra c'onsisfir ell lasrlair I\4aclntyrc (Nucrra York: '['he ]v{acmilla¡r ComPanY, Y
cont.inil*:ntc. (inciuso no-contin- res: T'hc Studcnt Christian Movcrrlent l?r'ess, 1955)" Véas<:
irifiilita ,1,. r..,,rntcr:imicntos) y su iunclar-ncnto a crítica clel argumerrto de Findlay cn J. I{. Ilick, Necessary
corno a-nak:gia el r.uecanisrnc'
cle
¡¡cnte. ti¡r a.rltor señala ing (Ser necesario), Scotti.sh Journal ol 7'heology (diciembrc
1961 ) .
--rz,'fq.,ino,§rrtrztrt'aCottlra'Llctt'tiles'lihroII'cap'15'scc6'
de la rclisión.-2.
(-_
IL
RAZONI,S PARA CRE,BR EN DIOS 35
34 TII,OSOFIA DE LA RELIGION
rece de nlrevo como Ia quinta de las vías de Santo Tomás.)
esvirtualmenteequivalenteclellaaseidadoautoexistencia.lg
cle Di<ls nn ha de
fln los tiempos modernos, una de las más célebres exposi-
Por esta razón, iJ ia*" clel
ser cionqs del argumento del designio, o en favor del mismo,
"*"*'u'io
"Dios existe" sea una verr
equipararse con i' que
"pi"iO",de es la de Wiliiam Paley (1743-1S05) en su Natural Theo-
ááa'iagi.anrente necesaria ^^:r.- i*.nrrantp Iogy: or Euidences of the Existence and Attributes af the
obieción importa,te contra
el
Sin emba'g"; que se for- Deíty collected from the Appearances of Nafure (Teolo-
';;;;;;;.
argunrcnto oot*orJgi""' p".rtlt; Til:"* sía natural: o evidcncias cle Ia existencia y los atributos
de c'ausa primera' La fuerza
rnulan contra "i;t?;;!;;; de Ia divinidad, cr:legidas de las manifcstaciones de Ia Na-
clc. tu'o'o' estír cn ei
tlilema:
clc las {ornras t;tJi¿gicas es finalnrcntc ininteli- turaleza, 1802) .21 El argumento sigue utilizánclose activa-
o ha1, r¡n scr ";;;;;i;-o "l "'"'i*"osólo rcstrha conciuyente mente, sol:re. toclo en los círculos teológicos rnás conser-
"io argttnrento
giblc' Iis obvio qrte c'ste' vadorcs.u
ha etrmtnzlLrL, r.,' rvóuÁ¡t"..
si se tru '"gt'"du '1':i"i1::,1j",;I:11f;
esta segunda aiternativa _ La analogia del reloj, cie Paley, pro¡:orciona la esencia
dc "r'*"''-i¿l
haber iáo--"fi"ilnada' del argumento. Supóngase que mientras voy por un lugar
lejos
l,' po'iuitia*a dci ista incapacidacl desierto veo una roca tumbacla en el suelo y me pregunto
rcprescrtta
d* "'"¿i*ito' ininteligible im'
dó exclui, ru po'iuiii¿'¿ -'.'-t'i'it'""o cómo i:udo producirse. Puedo atribuir apropiaclamente su
u'g';;*;-to*'o1ogi"o t*t'gu parl e1 escéptico
pide que *r Dio' v' después presencia al azar, entendiendo en este caso por tal la acción
el valor de u,,affiñ;; I;
la "¡ñ"'iu"de
irnica persona qr-le necesita
de fuerzas corrro el viento, 1a lluvia, el calor, las heladas
<le todo, el escéptico es y Ia actividad volcánica. En cambio, si veo un réloj tirado
semejante prueba' drrrnr.r r]e. uensad.ores
--!^-.+^ grupo en el suelo, no puedo razonablemente explicarlo en forma
'-*fi1;t:X*Til;"te un importante '1:' P"'u^doresl
válidas de1 ar" anáiloga. En efecto, el reloj consta de una disposición com-
que;;; ;"e existen foitttot plicada de ruedecitas, dientes, ejes, resortes y balancines
no*tomistas más irnportantes desde
gunrcnto .o"ootó!il;; "\'tlT,*'^t
cn la nota al calce'r
qLre funcionan iuntos minuciosarnente para proporcionar*
oe vlsta sc rclacionan nos una medida uniforme cicl paso del tiempo. Sería
estc ptrnto
(o ttleológlco) sumamente poco plausible atribuir la forrnación y la com-
El argunrcnto dcl designio binación dc estas partes de metal en una máquina que
arglrmento§
más popular de los funciona, a la acción casual de factores como el viento o
Bste ha siclo sien:Pre cl forma
tiende a el aserrtimi"nto en una la lluvia. Ir{os vemos ol:ligados a postular una mente inte-
a*irti.-* Y Provocar ocurre en
"sencilia comPlicacia a la vez' El argumento (Real
ligente como autora del fenórneno,
Y del Timlo de Platón' Paley añade ciertos comentarios que son impnrtantes
it*;;;;r; tilosófica a partir
para su analogía entre el reloj y el rnundo. Primero, no
rs Véase p' I"
1.1, r- /rrl ^rra r¡() (Lor
; ;:t: *üjh:
mans. Grcen &
*
]
; 2l B¡ lil:ro de Paley puede obtenerse nuevatnente, editado por
frederick Ferré, en la Libcral Arts Library, L962.
fr Por ejemplo, Robert E. D. Clark, The Uniuerse-Plan
Úé"*" también ft:
vJ#Jisi?¿r moderna
¿ü;; t'ii*oriu de
*'=**,,p*"*
M. Thotnpson,
la
'¿t- l'1",j
rcltgtor L*$#fr#
i'ótri.rsr:^Fienry
Re Acci.t{ent? (El universo: ¿plan o accidente?) (Filadelfia:
uhlenburg Press, 1961).
Co*PunY, i955 )'
{_ ".
rlesvirttraría ntrestra infcrcncia cl hccfio clc quc ntrnca biiiclad de las alas cle las aves al aire y de las aletas de los
antes hul¡iésemos visto ulL reloj (como tampoco hemos peces al agua). Está impresionaclo por ia manera como la
visto ntlncA otro muncl«: que éste en que vivimos) y no alternancia de día y noche pone convenientemente a los
srrpiéscrnos, por consiguicrrt", o partir d-e ia observa'ción animales en condiciones de dormir después de un período
clirecta, ,1,ie- los relojes ,or, lrroátrctos cle la inteligencia
'scgunclo,
de activiclacl. Podemos terminar con lrn ejemplo presen-
Irrrlnana. no invaliilaría, nucstra irlfcrcncia rlel tado por rrn autor r:ontcmpnráncn, quicn sc refierc a la
rcloj al rclojJro si c.nstatára.mos qtre cl mccanisrno no siem' capa de ozono cle la atmósfera, qrre filtra lo suficicnte cle los
tal.vez parecer ser candentes rayos ultravioletas clel Sol para haccr posible
¡rrc f.rnciona pcrfccta.rncnte (con:ro itocirá
i,l caso .o,, ,rccanismo cicl ,rr.rr-rcio). Scgtriríamos sintién- sr:bre la Tierra la vida tal como la conoccmos. Escribe:
"l
rlonos obligados a postular un rclojcro. Y tcrcero, no clcbi-
litaría ,l,,Át.* infüencia cl hccho cle q,e ]*rbicra algrrnas La capa cle gas ozc)no constituyc una prrreba podcrosa dc la
no cstamos en con' prcvisién del Crcador. ¿ Puede acaso atribuir alguien csta dispo-
lrartcs clc la ruÍrqrrina cllyas fi-rncioncs sición a un proceso evolutivo accidental? Un valladar que impide
rliciones rie clesclrbrir. la muerte de toclo ser vivicnte, de exactamente el espesor conve-
Palcy sostienc quc cl munclo natural cs tln rttecanistno nientc y dc precisarnente Ia defensa adecuada, proporciona toda Ia
c',rplicáclo y tan inanifiestamente concebido, Pof 1o eviclencia de un plan.8
me-
enel aire. La persistencia de cualquier clase de vida en urr los, sino rnás bien en que
la capa de ozono f,e la prirnera,
medio relativamente fijo presupone orclen y adaptación, y únicamente prosperaron sobre ra f.ierra las foimas dá
y esto puede concebirse siempre como producto de un desig- vida capaces de existir al niver preciso de la raciiación
nio dcliberado. Sin embargo, la cuestién de si dicho orden trltravioleta que atraviesa ia capa en cr_rcstió¡1.
puclo hal:erse producido en otra forma que la del planea- 2. La analogía entre el rnunclo y un ar,tefacto hrrrnano,
nriento consciente qnecla en suspenso. A título de alternati- c-omo un reloj o ,na casa, es más bien débil.2s En efecto,
\/4,, Hlrme sr-rgiere la h\;ótesis epicúrea: el universo consta el universo no se parece precisamente a ,na gran ,ráq*i*^.
de un número finito de partículas en rnovimiento al azar. se Io poclría compa'ar iguahnente bien .or, ü gran animal
En un tiernpcl ilimitado, éstas se combinan entre sí de to- inerte, corno un cr.stáceo, o con una planta. §ólo .1.r" *r,
clas las rnaneras posibles. Si una cle estas combinaciones estc caso el P.o1lósit. clcl ¿r.etrrllento falla, yir (lrrc.l .1,,"
constituye un orden estable (ya sea con car'ácter tenrporal los prusticeos hayan siclo o no concebiclos'cori clesigrrio,
o perrnanente), este orden se realizará a su debido tiempo es precisamente lo qr-re se debate. Unicamente si se clemues-
y podrá ser acaso el cosmos ordenado en el que actualmente tra que el mundo es más bien sorp,endenteme.te análogo
nos ha}lamos. a un artefacto huurano existe una base aPropiacla para ia
Esta hipótesis proporciona un simple modelo del tipo inferencia en favor c1e un constructor inteligente.
de explicación naturalista del carácter ordenado del mundo.
- 3, A,n si p,cliéra'ros inferir váiidamente Ia existen-
El modelo puede revisarse y ampliarse a la luz de las cien- cia de un const'uctor divino clel rnunclo, aLl, así no esta-
cias especiales. La teoría darwiniana de la selección natural, ríamos legitimados para posturar el Dios infinitarrie,te sabio,
por ejemplo, presenta una explicación rnás concreta de Ia l¡ueno y poderoso de la traclición cristiana.2ó A parrir
de
coherencia interna de ios cuerpos animales y de su adapta- un efecto dado, sólo poclemos inferir una ca,sa s*ficiente
ción externa al rledio arrbiente. Según la teoría de l)arwin, para producirlo; y llor consigrrierltr:, a
los anirnales son organismos relativamente eficientes en 1:artir clc rr, rnlru-
do finito nllnca pndemos inferir .rr, .."o.ior infirrito. o
pa'a
relación con su medio, por la sencilla raz6n de que los, servirnos de una ih.rstración cre Hurne: si sólo veo rrrrr)
individuos menos bien aclaptados han perecido en ia cotu- de los platos de una balanza y obsen o q,e las diez onz¿is
1:etición incesante para sobrevivir, no habiendo por con- que soporta no alcanzan a contrarrestar el peso que
se
siguiente perpetuado su género. La "lucha por la super- halla en e1 otro plato, la única eviciencia q*e tengo es
vivencia" actuando como presión constante hacia una Ia de que el peso^ del otro preLto es mayor que diez onzas,
adaptación más perfecta, es la glre se halla al fonclo de la pero no puedo inferir de que pese o.rrus, y menos,
evolución cle Ia vida hacia formas cada vez rná"s compli- todavía, que su pesü sea $i infinito. sobre"i"r,
Ia base áel r,is,.o
cad.as, hastaculminar en el ltom,o sapíens. Para volver a la principio, Ias manifestaciones cle la Naturaleza no nos auto-
capa de ozono, la raz6n de que la vida animal se halie
2s Diálogos,
tan maravillosamente protegida por este dispositivo de fil- ' partes VI, VII.
26 Diálogos,
traje está no en que l)ios creara primero a lc¡s animales y, V. Cp, An Enquiry _tancerning Iluutan
parte
Understutdins (Estudio relafivo al entendirnientn
¡rusiera luegn Ia ca¡;a, de ozono en su h-rgar para protcger- XI, par. l¡u¡rráno), sec.
105."
\" l RAZONES PARA CRI,ER EN DIos 4r
40 FILOSOFIA DE LA RELIGION
hurrnanos, cle egoísmo, de la estructura cle la Natr,rraleza o
de un Dios único' con pre-
rizanpara afirmar la existencia de Ia sociedacl hurnana, o en cualquier otra forma que no
ferencia a la cle varios, ya que
el mundo está lleno de di-
buentt' ya que en implique referenr:ia a io Sobrenatural.' Pero hacer este su-
,.rri¿ra-$; o la de un bioJ totalmente puesto equivale a eluclir la cLrestión. r\si, pues, una premisa
elmundosedaelmalalladodelbien;nitanrpoco,por
sabio o ilimi- esencial de Ia inferencia clue conch-rye cle la axiología a J)ios
la misma raz6n,i^ a" un I)ios perfectarn,ente se halla sujeta a tliscusión, y clescle el punto de vista clel
tadamente fioderosa'
s. h n co n¡ide11.o *::n:: escéptico naturalista, nacla se ha probado. (U, exarllen
iü;'.#;;i"1,', los ilóso f fo a
:, ^' ?" cle algr-rnas cle las alternativas posibles cle ttna mor.aliclad cie
, d ;:: T;ilil "i1. á1i á"¡ rslü: 1':
""1
:, I#:* 3 :la ffi:; crítica fundamento teológico puede encontrarse en el voltlmen
;:iffif íi:, ui ha,a fatalmente debiliiado por "'
t,
Iitica, dc csta rrrisnra cblección.){-
cle Hume. Sagunr/á {arn"r..a. El scgtrntlo tipo de algtrrncrtto lrrot'al
EI argumento rnoral no está sr-rjeto a la misma objeción, I)olque ni siquiera cs
prrl1cl- estrictamente un argurnento.( Consiste en pretetrclt:r' qlre
en dos formas
EI argumento moral se presenta cnalquiera que se cledique seriamente a respetar los valo-
pales. res ntorales como imperativos soberanos de su vida ha cle
Prírnera f orm'a' Bn una c1e las
f?t*u*: tl-il9:Tr:t11?'.,:: creer por ello, implícitamente, en la realiciarl de un origen
D'esenra corIIU rrr
,,,::;i:";#;'i,Í",J"'i^rági".9'"1:',"j:?jf
'r de ia objetividad de los 5il3';3t: y una base transhttnranos de-. estos valores, qlle soll aclticllos
u ra l,egislarlor divino; o.a partt -^--^1 ^ ,,ñ *rá....rrnrlerrte rlue la religión llarna Dioslj Así, 1)or ejemplo, Enttrtatlrtel
i"ll*::Jál."," de ros vaio'é' *" s:l:'ur " "-1"y:,TY"T:: Kant sostiene clue tanto la inniortalidad coluo l¿r cxistetr-
iu,iui¿",'r,!ra l-parri. det tiecho
ruD ürr"l"',-á
.b'Undafnefll0 Lru ,I-
;ffiTrilffi".i. Y @avrvp
l^ ^^-^ionnia
1^ cia de f)ios son "postulados" de Ia vicla moral, es dccir,
de la concienci'r-' "" Diol !'yu ""'o1'*':: 3^::"t'encla'
Newman:
creencias que pueden afirmarse legítirnamente colno stl-
ie dei cardenai
conlo en el siguiente Pasa3e ¡ruestos previos llor aquel qr-re reconoce el deber conlo trn
sentimos respon' imperativo que Ie está legítimarnente im¡lresto.28 Por otra
' §i nl ciesobedecer a la voz de la conciencia temor' coÜIo es el
casq
sabilidad, nos avergonzamos
o §entimos-nos 1:arte, un atttor teológico lrtás rt:ciente escribe:
ante cluren scntimos re§ponsables'
esto entraña que hay Uno derechos 36]¡1's nosotros te' ¿Rcsulta acaso {ei¡asi¿i{o paradójico decir crt el urttndo mo-
ante quien no' avergonzarllo§
o cuyo.s
no forrn^a parte de derno que la fe en Dios fc¡r'rna parte clirectamente de nuestra con-
Inemos... Si la ca'lua de estos er que ra percepción (de la
'*rrti*ü"s
rrrcia ciencia moral, sil la cual esta última carece de sentido?... O bien
mundo uiriur"llI dü¡.r"' nuestros valores morales nos dicen algo acet'ca de la naturlileza
ha cle t* slr'""at'r'al y Divino ' "n
este
persona conscicntei ; ;;il; y el propósito de la rcalidad (es clecir, nos clan el gtrtlretr cle |a
argurn-::,:?:"d,:","i:i^t':l: creencia religiosa), o son subjetivos Y, erl consccuencia, carentes
El supuesto básico de" toclos los de sentirlo.29
. * ;"." iíJ ;;i";; ;orale s.
":, ::: cre
.i:':T: :tH, :':
necesidades Ji['::;
v cleseos {' Bxiste t¡'aclr-rcciórr de Ll'l'IiFIA.
términos 18 Critiqae of Practical Reason, lib. lI, cap. II, sec. 4 y 5.
ii,l-1lu'"'rruffi;rio "" 2e D. M. Baillie, I.-aith in üocl and its Christi¿tn Consut¡ttnutiottF^
n Cardenal J. fl. ¡\ewura', ' ií;á:'-iNí""u yorki (§c en Dios y en sll consumación cristiana) (Eclirnburgo: T. &
Harrold' eo' (r\ucv¿t ¡u
David
aJ]ültimiintl),
.ii*u i'','tg+'l' ió' 9; Ii ! T. Clark, 1927), pp, 172-173.
as-s+'
)
iiü'fuil ,¿,
r
§,
<-*_*
-: RAzCINEs PARA cREER EN DIos 43
+2 TILOSOFIA DE LA RELIGION
naturalista" La nueva ciencia de ia paral:sicoiogía, nueva
á-'condición de
EI autor de este libro considera QUe'valiclez limitada' pero potenciahnente muy importante, ha arnpliado ya gran-
citrta
no exagerario, "'-ü- a*e'to revistemorales como superiores dernente el ámbito rie las explicaciones naturalistas de lo
Iln efector r..o"o"t' i*pttutivoscreer en una realidad dis- "sobrenatural" para aquellos que están clispuestos a exten-
¿r los demás intereses
equivale a der la esfera de 1o natural a fenómer:os tales como el
por en-cima de nosotros
tinta del mundo natt-rrál, {ue está constituve'.Por 1o me- de ia percepción extrasensorial (telepatía), lir pclcei:ción cle
Está acontecimientos futuros (precognición) y uI1 pretendido
;';i";;*-á*¡"*';;1,"tiit;cia' de la creencia en f)ios'
nos) un *or,*itiio-*' dirección pocler mental para inflr-rir en los movirnientos de la materia
judaico-cristiana corrlo rea-
qlte se. conoce "" tu traclición más ailá de ios líurites del propio cuerpo (psicocirresis).
puede pre¡e1lyse' con toclo'
liclad moral suprerna' Pero no Otras manifestaciones de Dios, rnás pelsonales 1lero no
corno p,-reba J"io;;;; il
eiistenciá de Dios' va que ,a menos drarnáticas, en la visión y el streño, por medio tle
moral es susceptible
autoridad *on"ürru- á" tu obligación una voz interior, por presentimientos o a través de la ex-
cle discutirse, e';;Ñ'i
udáite que los valores morales periencia mística o extática, han c.onvenciclo t¿rmbién a
'*
a¡:untanaLlnfundamentotrascendénte'nopuededecirse muchos de la realidad de Dios. Pero, una vez nrás, no
desviación posible al crea-
que aPunt", h;;;; final y sin y personal' que e§ resuita posible funclar sobre tales experiencias una prueba
clor infinito, omnipotente' autoexistente general de la existencia divina. Corno 1o hace observar el
el objeto cie la fe bíblica' escéptico Thomas Hobbes, cuando alguien me dice que
Dios le ha hablado en sueños, esto ". . ' no significa más
Illargumentodeacontecimientosyexperienciasespeciales que decir que ha soñaclo que l)ios le hablal¡a'" 3r Esta es
que diversos acontecimientos la conclusién a la que han llegacio asimismo algunas crí*
Se ha pretendido también ticas filosóficas recientes a propósito de la ¡lretensión en
tales como mifagros'
t -pl"g^.ias, obu"'ábl*t'
estrcciales p,ibfitl*""i*
establecen la realidarl dc el senticlo de experimentar alguien la presencia clel Dic¡s
;ilffi; etcúr.era,-
pti":litilo' qLLe una invisible en un encuentro de "Yo-y-Tít" espiritual: pese a
Dios. Es cierto, ii" a"¿o, como.hecho acontecirtientos' si'" quc el creyente no ch-rde qr-te ha vivido la expeliencia qtte
serie suficiente #p;;;'"i-
¿" talcs
de ellos' inducirían casi a relata y que ól considel'a colno trua inttrición clirec.ta y cara
fuósemos personalmente testigos a cara cle Dios, esta experienci¿r 1to gat'arl tizzt la vertlncl
a creer en l)ios' Pero
cualquiera, por ;;;¿;t;" q'J,f''t"'e) de su pro¡:ia interpretación c1e la núsrna. Es posible qr-re
no puede Uu.u'* t'i este i'ech
o' pata los 'que no han ex-
alguna haya tenido la experiencia en cuestión, pero que l;r expli-
taies acontecimi""iot' pruebJ-general cación justa de Ia rnisma pueda proporcionaria rnás bien
¡rerimentado éitos podrán siempre no
de Ia .*rrt*,,*'u ¿i"inu' En efecto' la psicología que la teología.32
las razones establecidas
nrestar crédito a los relatos' por
:" i;;,;;;;;; p"' ij^'id'Iiume en su ensavo sobrc los 3r Leuiatdn, cap. 32.
Martin, Iluligitsus Belief (Cleencia
32 Véase, por ejern¡:k-r, C. B.
clándoles una interpretación
Milagrosrs o aceptarlos' pero religiosa) (Itaca: Cornell lJuiversity Press, 1§,59)¡ c.ap. 5; y llo-
(J-nilerstanditt'g (Estudio nald W. Hepburn, Christianity and Psradox (Cristianismo y pa-
''I-lIl Enquity loncartring Human radoja) (Londres: Watts. 1958), caps. 3 y 4.
sec' x'
l'.rtti"í ir líti'l'áí*i"nto hurñano)
'
4* FILOSOFIA DB LA RELIGION RAZONES PARA CREER EN DIE§ 45
Ifn resumcn: torlo aconteciuriento o ex1;criencia especial Ies clesarrollan Io qrie se designa a lllenrrdo como los sen-
clue 1:r-iccle interpretarsc colrlo rlanifcstación cle 1o divino, tidos estaclístico c inrlur:tivo dc la. ¡rrol-iiibilidad. Conforrnc
p""a. interpretárse asimis*o en otras forrnas, y no puecle a la primera de ellas, l;r probabilidad es un concepto es-
revestir, en io.secuencia, el peso cle una prueba de la exis- taclístico, que sólo tiene rrplicaciór] en llrcsencia de una
tencia de Dios. pluralidad de cesos.33 (Por ejernplo, locla vez clue el claclo
tiene seis cáras, cacla una de las cuales tiene las mismas
probabiliciades cle quedar arriba al ecliarlo, Ia ¡rrobabilidacl
La proballilidad y el argumento teístico
de queciar arliba un númcro detemrinado es cle uno ¿l
J)e'los argumentos examinados hasta aquí en este ca- seis.) Como ic¡ seirala David Fltmre en slr estudio del razo-
pitulo únicaráente el oritológico, de causa primera y el narniento analíigico, el hecho de que no hay más que un
losmotógico podrían constituir, si fueran válidos, pruebas solo universo excluye que podarnos forrnar jtiicios pro-
lógicas en sentido estricto; y ya vimos Que, en cuanto bables a su propósito. Si por irnl:osible supiéramos que hay
pirrebas estrictas, ni éstos Io logran. Los argumentos del cierto nírrnero cle universos (digamos diez) y nos constar¿t
clesignio y moral, así como los que se basan en aconteci- además que (digamos) la mitacl cle ellos habían sido crea*
,¡ieitos especiales, apuntan, Pof 1o menos implícitamente) clos por Dios y la otra rnitad no, podríarnos deducir qr,re
a la idea de probabiliclad. Cierto nírmero de filósofos re- la probabilidad cle que nuestro propio luriverso fuera cli:
Iigiosos se han sen ido cle la noción de probabilidad más Ios creados por Dios sería de uno a dos. Sin e¡nbargo, tocla
clirectamente, sosteniendo qne el teísmo constituye Ia con- vez que por "el urlivelso" eritcnclemos la tot¿rlidacl cle io c}rc
cepción dei rnundo o el sistema metafísico más probablc'. e$ (aparte cle cr-ralquie¡ clcaclor ciel rnismo), es obvio
Pietenden que la interpretacióri teísta clel mundo es suPe- que niugún razc¡rrarrripnio l-rasaclo en llr teoría cle la {r.e-
rior a sus aliernativas, porque es la sola que tiene en cuenta cuencia de la probaúiliclacl resulta apiicable al caso
la experiencia rnoral y religiosa del individuo , a \a Irar que Según la otla fornra de la teoría cle la probabilidaci,
da una cabida adecuacla a las dimensiones naturales del decir que la ¿rserción 7: es niás probaLrle que la aserción q
universo. Inútil dccir que esta pretensión c§ rechazada por equivalc a clecir' !lue, crranclo se los consiclera a ambos err
los pensadores no-teístas, quienes señalan en Partictrlar la relación con Lln cuclJ)o clc irrol;osicioncs (cstablecedoras
existencia del mal corno algo que elcaja rnejor cn una de eviclcncia) anterioles, r'csrrlta rnás "r':rzc¡n¿rble" creer fi
filosofía naturalista que en la religiosa. El problerna clel llue {, o qt-re p es más cligno cle crédito qLre r7.r{ Sin duda,
mal se exarninará en ei próxirno capítulo. De morrlento, Ia definición clel car'ár:ter cle razonabilidad presenta pro-
la cuestión a considerar es la de si Ia noción de prob,abili- blemas, pero hay aclemás otra dificultad especial que irn-
dad pued"'Sli*urse o no apropiadamente a 1as hipótesis pide el empleo de este concepto para apreciar. el carácter
rivales de,la éxistencia y la no-existencia de Dios' 33 Véase-, p-or ejempl_g, Morris R. Ci.rherr, Á Prulace
to Logic
En la$'obras contemporáneas se enclrentran al respec[o (Prefacio a la Lógica) (Londres: Geolge Roirtledge'& Sons, Lñi.,
clos teorías princi¡:ales de Ia probabitidad, la de la "fre-
1946), cap. 6.
._ 'o Vf1tc., (Itaca:
.llor ejern¡:lo,-" Boderick iVI. Chisholrrr, Parceir¿íng
. cuencia" y lu de Ia "razonabiliciad cle la creencia", las cua- (Percepción) Cor'¡rell Univcr.sity Press, 1957), cap. 2.
+1{
RAZONIiS P¡\ltA ClltliElt lll'l I)IOS ,17