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Por medio del presente escrito, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 81,
fracción I, inciso a, 84, 86, 88, 89,90,91 y demás relativos y aplicables de la Ley de
Amparo, encontrándome dentro del término de ley, vengo a promover RECURSO DE
REVISIÓN, en contra de la sentencia interlocutoria dictada el día dos de diciembre del
año dos mil veintiuno, la cual me doy por notificado desde este momento, dentro del
cuaderno de incidente de suspensión, donde se resolvió lo siguiente:
Incorrecta interpretación y aplicación de los artículos 124, 130,131, 139,143 144, 146,
fracción II, de la Ley de Amparo.
En efecto, la resolución que por éste medio se combate viola en perjuicio de mi
representada los principios de legalidad y exhaustividad procesal consustanciales a toda
determinación jurisdiccional, toda vez que, el A quo, resolvió sobre la suspensión
definitiva de los actos reclamados, aun cuando las autoridades responsables: Agente del
Ministerio Público de la Tercera Unidad Especializada en el Sistema de Justicia Penal,
Acusatorio y Oral, con residencia en esta capital, y Comisario y/o Director de la Agencia
Ministerial de Investigación Criminal del Estado de Sonora, en sus informe previos,
aceptaron los actos reclamados.
El A quo, al dictar la sentencia, que, por éste recurso se combate, determinó negar la
suspensión definitiva a la quejosa Breisy Flores López, al esgrimir que carece de interés
suspensional, toda vez que, “no presento documento idóneo”, mediante el cual pueda
probar ser propietaria y compradora de buena fe del vehículo descrito en la demanda de
amparo, sin embargo, el A quo dejo de analizar y valorar las pruebas documentales
ofrecidas y anunciadas en el escrito respectivo, consiste en entrevista recabada a la
quejosa, el día diecisiete de noviembre de la presente anualidad en sede de Fiscalía (la
responsable), mediante el cual expuso “bajo protesta de decir verdad”, la forma y
procedencia del vehículo en cuestión, y exhibiendo el original de la factura aludida, tal y
como se puede leer en dicha acta de entrevista, y la cual, en ningún momento la
responsable la tildo de falsa, es decir, valido tácitamente el contenido dicha actuación
ofrecida como prueba, incluso se robustece con el escrito de promoción de fecha
diecinueve de noviembre del año en curso, mediante el cual la quejosa ofreció datos de
prueba para acreditar la legitimidad sobre el vehículo en cuestión, además de solicitar su
entrega.
Es por ello que, el A quo dejo por un lado que, la quejosa es quien tiene en poder una
factura original (la cual entregó provisional y voluntariamente a la autoridad responsable
Ministerio Público), mediante el cual, advierte claramente que el vehículo en cuestión, lo
adquirió la quejosa mediante un acto contractual en la que se deriva una transacción
comercial típica entre particulares, y que, la señalada como tercer perjudicada existe la
certeza que vendió dicho bien a otra persona distinta, y que a su vez la quejosa es
adquiriente de buena fe, por lo tanto, a la tercera perjudicada no le adolece afectación
alguna, toda vez que, la quejosa no es imputa de delito alguno, sino que es adquiriente de
buena fe y lo demuestra con el documento idóneo, el cual no fue objetado de falso por la
responsable, en términos del artículo 122 de la Ley de Amparo, sino por el contrario
aceptó categóricamente los actos reclamados.
Efectivamente, afecta el interés jurídico del Gobernado, cuando las leyes o actos
reclamados lesionan la esfera jurídica del particular, y le ocasionan un daño, perjuicio o
menoscabo en sus derechos de difícil reparación, como es, la presunción de inocencia en
todo procedimiento penal, por lo que, tanto la autoridad judicial o ministerial tienen la
irrestricta obligación de velar y proteger los derechos adjetivos, subjetivos y sustantivos,
máximo si existe igualdad de derechos en todo proceso penal, estos consagradas en la ley
suprema y leyes convencionales.
En otras palabras, la Constitución Política Mexicana, ahora establece la
posibilidad de solamente aducir un interés legítimo, que será suficiente para
comparecer en el juicio, el cual se refiere a la existencia de un vínculo entre
ciertos derechos fundamentales y una persona que comparece en el proceso, sin
que dicha persona requiera de una facultad otorgada expresamente por el orden
jurídico, esto es, la persona que cuenta con ese interés se encuentra en aptitud de
expresar un agravio diferenciado al resto de los demás integrantes de la sociedad, tal como
lo destacó el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la Jurisprudencia
P./J. 50/2014 (10a.), consultable en la página 60 del Libro 12, noviembre de 2014, Tomo
I de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, con el epígrafe y texto siguientes:
El acto de autoridad, tiene que incidir o relacionarse con la esfera jurídica de un individuo
en lo particular.
En esas condiciones, existirá el interés jurídico cuando el peticionario del juicio de amparo
tenga una tutela jurídica que, se regula bajo determinados preceptos legales que le
otorguen medios para lograr su defensa, de manera que el sujeto de tales derechos pueda
ocurrir al juicio de garantías y no otra persona. Así como la reparación del perjuicio que le
irroga su desconocimiento o violación.
Por lo que, en ejercicio de las garantías de seguridad jurídicas tuteladas por nuestra Carta
Fundamental, acudo en el ejercicio de mis derechos subjetivos públicos, en busca del
amparo y protección de la justicia federal, toda vez que, por garantías de seguridad
jurídica, según se ha definido por diversos constitucionalistas, debemos de entender que:
Son derechos subjetivos públicos a favor de los gobernados, que pueden ser oponibles a
los órganos del Estado Mexicano, a fin de exigirles que, se sujeten a un conjunto de
requisitos previos a la comisión de actos que pudieran afectar la esfera jurídica de los
individuos, para que éstos no caigan en la indefensión o la incertidumbre jurídica, lo que
hace posible la pervivencia de condiciones de igualdad y libertad para todos los sujetos de
derechos y obligaciones.
De lo hasta aquí expuesto podemos advertir que el efecto de una suspensión definitiva,
siempre tiene efectos hacia el futuro, y en caso de que se me prive de mi patrimonio sería
una acto consumado de difícil reparación al tener interés jurídico, por todo lo anterior que,
solicito a su Señoría que declare fundado y procedente el presente agravio, para el efecto
de que se modifique la sentencia combatida, y se dicte otra en su lugar, por medio del cual
OTORGUE SUSPENSIÓN DEFINTIVA, respecto de los actos reclamados, en favor de
la quejosa.
PRIMERO.- Tenerme por presentado en los términos del presente escrito, con la
personalidad con que me ostento, interponiendo recurso de revisión en contra de la
sentencia referida en el proemio del presente escrito.
SEGUNDO.- Previos los trámites de rigor y estilo, enviar el presente recurso ante el
Tribunal Colegiado del Quinto Circuito, para que resuelva el mismo.
PIMERO.- Tenerme por presentado en los términos del presente escrito con la
personalidad con que me ostente, solicitando se me reconozca la misma.
TERCERO.- Previos los trámites de rigor y estilo, dictar sentencia del presente recurso de
revisión, declarando los agravios expuestos fundados y procedentes.
PROTESTO LO NECESARIO
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LIC. MARTÍN ARTURO OLGUÍN GONZÁLEZ