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Debemos tener cuidado de no olvidar que el éxito costó un precio. Así que los
errores no lo podemos olvidar y de ellos podemos aprender.
Es bueno aprender de ellos y evitarlos.
Error #1 No pasar más tiempo a solas fuera de lo que sea el ministerio juvenil
Me di cuenta que cuando estaba solo, no podía pensar en nada más que el
ministerio. Aunque muchos piensan que esto es pasión y es bueno, a veces no
lo es. La pasión te puede llevar a cometer un gran error. Mientras que pasaba
tiempo con Dios, me encontraba platicando con Él solamente sobre las cosas
del ministerio como si Él no las supiera. Hay un gran problema si no puedes
pasar tiempo a solas sin dejar de pensar en el ministerio.
En los momentos difíciles, se me hizo muy fácil pensar que quizás cometí un
error en mi visión para el ministerio. En esos momentos, yo buscaba en otras
personas la respuesta, y aunque es bueno buscar consejos, entiendo ahora
que no todos los consejos son buenos. Solamente Dios conoce completamente
la visión que Él te dio, solamente Él puede darte la respuesta completa. A
veces, las personas nos dan consejos desde su perspectiva de como ellos
piensan que tu visión debe ser, y eso es peligroso para ti y para la visión
personal que Dios te ha dado. Un buen líder sabe tomar opiniones, analizar
esas opiniones y aplicar solamente lo relativo para su ambiente. El cómo llegar
a la visión se cambia a cada rato, pero no podemos dejar que otros cambien el
destino final, es decir la visión, que Dios ha puesto en nuestros corazones.
Error #4 Olvidarme que la calidad y cantidad de tiempo que paso con un joven
es esencial para su caminar en la aventura con Jesús.
Llegan tiempos en los que se me olvida que sobre toda otra cosa que yo pueda
hacer con los jóvenes, el pasar calidad y cantidad de tiempo con ellos es lo
más importante. Ellos aprenden viendo mi vida. Viendo mis errores y mis faltas,
igual que ver mis fuerzas y éxitos. A veces se me olvida que la calidad sin
cantidad no tiene el mismo valor. Un joven necesita que yo pase cantidad de
tiempo con él. No tengo que hablar la mayoría del tiempo que estoy con él. El
escuchar es la mejor enseñanza que le puedo dar.
Mostrarle que quiero escuchar lo que siente y piensa, así como Jesús me
escucha a mi y a él. Pero igual, la cantidad de tiempo sin calidad no tiene el
mismo valor. Es importante entender que si solamente paso tiempo con él, pero
no tengo un plan para su crecimiento, estoy gastando tiempo. Es bueno que yo
le dé un libro y que lo leamos juntos. Es bueno que lo lleve a lugares que lo
desafíen a crecer en cultura y abrir su manera de pensar. Los chicos tienen que
aprender a pensar por ellos mismos. En un mundo lleno de publicidad que
quiere programar sus mentes en cómo y en qué pensar, pienso que es nuestra
tarea enseñarles a pensar de manera autónoma. Eso lo hacemos pasando
tiempo de cantidad y calidad con ellos.
Error #6 Pensar que los eventos y programas eran suficiente para alcanzar y
mantener a los jóvenes
Uno de mis errores grandes fue pensar que los eventos eran suficientes. Sí,
puedo honestamente decir (sin inflamar números) que alcanzamos a miles de
jóvenes en nuestros eventos, pero aun con esos números, no hay miles de
jóvenes en nuestra iglesia. Este problema lo descubrí cuando descubrí un gran
error en mi corazón, la concentración en los números. Aunque los números no
son malos, son una buena herramienta, yo estaba más concentrado en los
números que en las vidas de los jóvenes. Me imagino que por eso no vi la gran
necesidad de poder conectar a esos jóvenes con líderes y adultos para que
siguieran su caminar en Jesús. Ahora entiendo que, aunque los eventos son
excelentes, no son lo más importante. Los números sí son buenos, pero no lo
más importante. Lo más importante es el desarrollo de una relación con un
joven. Que el joven confíe en ti. Que el joven te vea como un ejemplo y que tú,
como ejemplo, apuntes al gran ejemplo, JESÚS. Lo más importante es caminar
con el chico o chica en su vida. Lo más importante es sentarte con él o ella en
un café y hablar sobre su vida y las decisiones que están tomando. ¿Cómo veo
esas decisiones reflejadas a la luz de la Biblia? Ahora, para mi todo lo otro
viene de segunda.
Contigo en la brecha..