Está en la página 1de 212

LA QUÍMICA DEL MINISTERIO

Ayudas prácticas para el obrero de Dios

www.evangelismomundial.com
© Copyright 2014
Printed in the USA by
FBC Publications & Printing
Fort Pierce, FL 34982
DEDICATORIA
Dedico este libro a mis mejores amigos en el mundo, los
pastores y obreros de Dios en Argentina.
Viví los mejores ocho años de mi vida ministrando en Argentina,
conociendo y trabajando con verdaderos siervos de Dios. Dios
me enseñó a trabajar, ministrar, amar y servirle a Él y a la gente
durante todo ese tiempo. Este libro no contiene lecciones
elaboradas en el escritorio para otros; sino son lecciones
personales que aprendí de Dios mientras estaba trabajando
con mis hermanos y amigos de Argentina.
También quiero agradecer a mi amigo, el pastor Roger Puma.
Aunque trabaja como pastor en Perú, da de su tiempo y
experiencia para ayudarme con correcciones gramáticas,
ideas y formación de este libro y de otros.
Estoy agradecido por mi mentor, amigo y pastor, Austin
Gardner. No sólo me es de ejemplo, pero me ha ayudado en
muchos momentos cruciales en mi vida. Ha sacrificado su
propio tiempo y vida para ayudarme a mí y a muchos otros.
Por supuesto y en primer lugar dedico este libro a la persona
mas importante de mi vida, mi esposa. Ella ha sido mi amor,
ayuda y amiga, me ha acompañado de los Estados Unidos a
Peru y de Peru a Argentina. Ella se ha mantenido firme y fiel
tanto en los momentos buenos como malos, sin ella no hubiera
podido ministrar en Argentina y sin ella no podría continuar en
el ministerio. Ella es la mejor madre, esposa, amigo y ejemplo de
Cristiano que existe.

Siempre agradecido, Jeffrey Bush


CONTENIDO

Prefacio
Introducción

PARTE I: Tu actitud
1. Hacia los Problemas
2. Hacia lo que Tienes
3. Hacia el Orgullo
4. Hacia la Gratitud
5. Hacia la Disciplina

PARTE II: Tu relación con otros


1. Con Paciencia
2. Con Amabilidad
3. Con Cooperación

PARTE III: Tu motivación


1. Sé Positivo
2. No te Desanimes
3. Cotinúa con Perseverancia

PARTE IV: Tu planifiación

PARTE V: Tu vida

PARTE VI: Tu familia

PARTE VII: Tus Prioridades


1. Pirámide Ministerial
2. Pastorado
3. Líderes
4. Iglesia
Otros materiales útiles
PREFACIO
Tengo el gran privilegio de poder trabajar en la obra de Dios,
pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad.
Aprendiendo a usar la mente y no solo la espalda, hace que el
ministerio sea un gozo en vez de ser una carga. Como en cada
área de la vida, el ministerio involucra mucho trabajo, pero
aprendiendo La Química del Ministerio hace que uno puede
avanzar mucho mas.
En este libro, veremos temas cruciales como el relacionarse con
la gente, el ánimo del obrero de Dios, las prioridades, el
calendario, la familia y mucho más. Es mi deseo que La
Química del Ministerio impactará tu vida, ministerio y mundo.
INTRODUCCIÓN
Este libro comenzó como varias lecciones separadas que
quería entregar a mis colaboradores en Argentina. Era mi
convicción de que si las personas podrían aprender ciertos
principios y pautas, el ministerio sería una diversión y no una
frustración. Estoy convencido que aveces nuestros ministerios,
vidas y trabajos no avanzan porque nosotros mismos
necesitamos mejorar en ciertas áreas. No creo que soy experto,
mas bien creo que hice mas equivocaciones que por tres vidas,
pero mis equivocaciones me enseñaron mucho.
Cuando yo era mas joven, trabajaba un tiempo en una fábrica
que vendía neumáticos. Un día mi papá me visitó en la fábrica
y me dijo que él podía levantar y apilar los neumáticos mejor
que yo. Siendo que yo era joven y fuerte, le iba a mostrar y
desprobar su pensamiento equivocado. Me tocó primero y
levanté y tiré el neumático con toda mi fuerza. Cuando le tocó
a mi papá, el agarró al neumático y usando sus muslos y sus
manos, lo tiró mucho mas alto y usando menos esfuerzo para
hacerlo. No lo podía creer, mi papá me ganó… siendo mas
viejo y usando menos energía para hacerlo. Después de
hacerlo, me miró y me dijo, “hijo, aprende usar tu mente y no
solo tus músculos”. Mientras que yo me mataba usando toda mi
fuerza, mi papá me ganó usando su mente. Y creo que en el
ministerio, se puede aplicar el mismo razonamiento. No hay una
forma mágica de “hacer esto y saldrá perfecto”, pero si creo
que podemos evitar muchos problemas, frustraciones y tiempo
mal gastado si solo aprenderíamos usar la mente en el
ministerio. Es mi deseo que las ideas y lecciones dentro de este
libro pueden ser útiles para ayudarte y hacerte mas fácil el
ministerio en que estás sirviendo.

Para Servir,
Jeffrey Bush
1
HACIA LOS PROBLEMAS
LOS PROBLEMAS NO DETERMINAN EL RESULTADO

En el ministerio habrá muchas situaciones que nos causen


amargura, enojo, desánimo, odio, o deseo de abandonarlo. He
pasado por situaciones en las que he contemplado el hecho
de dejar el ministerio, he pasado por momentos de amargura,
desánimo, etc. He llegado a pensar que “si el ministerio es así,
prefiero trabajar en otra cosa”. A nadie le gusta pasar por
situaciones negativas, pero ciertamente las viviremos. Aunque
este parte no da la solución a este hecho, pero ciertamente
será de mucha ayuda a quien aplique los principios abajo
mencionados:
1. El diablo es el enemigo verdadero
Aunque sabemos esto, muchas veces olvidamos lo que Dios
dijo de Satanás: “pues no ignoramos sus maquinaciones” (II
Corintios 2:11). Si la lucha no es contra carne ni sangre (Efesios
6:12), entonces tenemos que sacar nuestra mirada de
situaciones que provengan de carne y sangre. El diablo usa el
chisme de los hermanos, de otros pastores, los desacuerdos, las
diferencias para hacernos querer dejar el ministerio u odiar a
otros. Pero el verdadero enemigo y problema es el diablo ya
que es él quien se alegra cuando dejamos de hablar
con otros, cuando hablamos mal de otros, cuando nos
desanimamos y deseamos dejar el ministerio.
2. Los problemas nos distraen de nuestras prioridades
¿Cuál es el propósito de la Iglesia? ¿Cuál es el propósito del
obrero de Dios?
Aunque expresemos de diferentes maneras las prioridades mas
importantes en la obra del Señor, creo que todos podemos
estar de acuerdo que el ganar almas y preparar nuevos
obreros para la obra son unas de las prioridades más
importantes en la obra. Cuando me enfoco en mis problemas,
abandono todas estas prioridades pensando más en mí, en mis
problemas, en el por qué está todo mal, etc. Mis ojos
abandonan lo celestial y empiezan a enfocarse en lo terrenal.
Dios quiere que Sus obreros tengan sus ojos puestos en lo de
arriba (Colosenses 3:1-3)…es arriba donde debemos mirar para
estar animados, alentados, dirigidos y así poner en orden las
prioridades de la vida y el ministerio.
3. No podemos controlar los problemas pero si podemos
controlar nuestra reacción a los problemas
Dios permite los problemas en la vida, no para destruirnos sino
para ayudarnos de una manera u otra. No entendemos y quizá
nunca entendamos el porque suceden algunas cosas, pero si
podemos entender que “a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien” (Romanos 8:28). La dificultad no es el
predicarlo, ¡sino el vivirlo!
Si Dios hace todo para mi bien y lo sabe todo, por lo tanto
puedo confiar que él estará a mi lado y me ayudará. Hay
situaciones en la vida que no gustan, pero no tengo el control
de ellas… más si tengo el control de como voy a reaccionar a
esas situaciones. En las historias bíblicas vemos hombres como
Job, hombres que fueron golpeados por la vida, y que no
pudieron controlar lo que les sucedía, pero si pudieron controlar
sus reacciones a esos sucesos.
Nadie desea tener problemas en el ministerio, pero los
problemas son inevitables. Teniendo en cuenta que no
podemos controlar los problemas, busquemos que Dios nos
ayude a controlar nuestra reacción a los problemas. Pidámosle
a Dios que nos ayude a entender que Él está encargado y
nada pasa sin Su permiso… y procuremos que nuestras
reacciones a los problemas no nos alejen de Dios sino que nos
acerquen más a Él.
A veces los problemas vienen a traves de la crítica.
LA CRÍTICA EN EL MINISTERIO

Es lamentable, pero posiblemente uno será más criticado en el


ministerio que en otras situaciones. Por lo cual hay varios
principios que debemos recordar cuando seamos criticados:
1. La crítica de otros no siempre es para mal
Es difícil creer que la crítica podría ser para bien. Me pregunto
¿cómo podría ser bueno algo que me causa tanto dolor?
Personalmente, la crítica me ha causado mucho daño, ya que
me he preocupado cuando alguien estaba en desacuerdo
conmigo o cuando han hablado mal de mí. Aún así, la crítica
puede ayudar de muchas maneras:
• La crítica puede mostrarme que estoy dañando a otras
personas. Por supuesto que no quiero lastimar a nadie, pero
mis acciones, actitudes o hábitos pueden lastimar a otros sin
darme cuenta. Si en vez de enojarme por esa crítica, la
escucho, tal vez podría mejorar mi persona, mi trabajo, mis
acciones y mi vida.
• La crítica me puede ayudar para auto-evaluarme o para
abrir mis ojos hacia otras ideas. Si creo que estoy actuando
bien o que no me equivoco en la manera de hacer las cosas,
¿para qué cambiar? Mas de una vez, la crítica de otros me
ayudó a abrir los ojos y encontrar nuevas ideas para el
ministerio.
2. Respondiendo bien y con sabiduría a la crítica
Lamentablemente no podemos controlar lo que otros opinen
de nosotros, pero si podemos controlar nuestra reacción hacia
la crítica. Responder bien a la crítica de otros muestra madurez
espiritual y el interés en querer ser como el Señor Jesucristo.
Para ser franco, cuando alguien me ha criticado he querido
decir palabras feas o expresar mi enojo, pero al no haberlo
hecho, sino haber tratado bien a esa persona, di gracias a Dios
cuando esa persona regresó a la iglesia. El responder bien y de
una manera sabia a la crítica siempre trae recompensas, más
el responder mal cierra las puertas y las oportunidades futuras.
Cuando otros me critican, si no tengo cuidado empiezo a
criticarles, odiarles o pensar mal hasta el punto de guardarles
rencor por sus críticas. El problema es que mi actitud me afecta
más a mí que a quienes me han criticado. El enojo,
resentimiento o amargura que se forma dentro de mí, me aleja
de Dios y no me da libertad para orar, predicar, saludar a la
persona que me ha criticado o aún pensar y vivir tranquilo. En
pocas palabras, la manera en que respondo a la crítica es de
suma importancia.
Por no responder bien a la crítica, muchos obreros de Dios
cayeron en las manos del diablo frustrándose y amargándose,
no pudiendo avanzar en sus vidas y ministerios.
3. Mi responsabilidad es hablar con la persona que me critica
Varias veces, al escuchar que una persona me criticaba, me
entristecí e imaginé lo peor, pero con solo acercarme y hablar
con esa persona pude entender que no era tan grave, sino que
solo era un “teléfono descompuesto”.
Es interesante que Cristo dijo que si nuestro hermano tiene algo
contra nosotros, tenemos la responsabilidad de arreglarlo
(Mateo 5:23-24). Creemos que solo tenemos que hablar con
una persona si somos los culpables, pero sorprendentemente
tenemos la responsabilidad de hablar seamos o no culpables. Si
hablamos con la persona que nos criticó, tal vez nos demos
cuenta que ni siquiera dijo lo que oímos o que era un mal
entendido. Es mejor y es Bíblico hablar con la persona en vez
de recibir su crítica y enojarnos. Nos hará bien a nosotros y a la
persona si le hablamos. Aun cuando la persona siga criticando,
podré estar tranquilo sabiendo que traté de arreglar la
situación.
Tal vez la persona tenga razones para criticarme, por lo que en
esa situación, lo mejor que puedo hacer es reconocer mi falta y
pedir perdón. Cosecho mejores resultados cuando hablo con la
persona, que cuando me pongo mal y empiezo a criticarle por
lo que me hizo.
4. Orar por los que me critican
Cristo mismo nos enseñó la importancia de amar y hacer bien a
los que nos hacen mal. El orar por los que me critican me
permitirá ser mas como Cristo, me permitirá hablar y pensar en
esa persona sin resentimiento.
2
HACIA LO QUE TIENES
APROVECHANDO LO QUE TENGO

En un momento de mi vida cuando pensé que tenía derecho a


enojarme y estar mal contra una persona que me estaba
lastimando, mi padre espiritual me hizo una pregunta ¿estás
orando por esta persona? Me enojé porque mi pensamiento
era “como voy a orar por la persona si me hizo mal”, pero la
amonestación que me dio en aquel momento era
exactamente lo que necesitaba. Que Dios nos ayude a orar
por los que nos critican , orar hasta que podamos pensar bien y
amarlos como Cristo nos enseñó.
Hace un tiempo pasamos por una tormenta de viento y lluvia.
La lluvia fue tan fuerte que rompió el cable de luz que
conectaba la electricidad a mi casa. Casi tres días estuvimos
sin luz, sin calefacción, sin agua caliente y sin otras cosas que
funcionan a electricidad. Después de no tener luz por tres días,
nos dimos cuenta de cuan necesaria es y aún cuan
privilegiado es uno por tener electricidad. Cuando finalmente
se arregló la conexión, oramos con mi esposa e hijos
agradeciendo a Dios por la electricidad. Casi nunca oramos
agradeciendo a Dios por la electricidad, pero cuando nos faltó
nos dimos cuenta de cuan necesaria es. Hay muchas otras
cosas en la vida que realmente no sabemos aprovechar hasta
que nos faltan. La idea de este parte es que tú, lector, puedes
pensar y estar agradecido con lo que tienes… y usarlo para
bien mientras lo tienes.
Recordemos que nuestro Dios nos dijo: estad “contentos con lo
que tenéis ahora” (Hebreos 13:5). Nos acostumbramos a pensar
en lo que no tenemos en vez de aprovechar lo que si tenemos.
Veamos algunas cosas que si tenemos y como las podemos
aprovechar:
1. Tiempo
Todos tenemos 24 horas en el día en las cuales debemos
cumplir con deberes, por lo tanto, necesitamos aprovechar el
día y la vida que Dios nos dio. Dios manda a cada hijo suyo a
aprovechar bien el tiempo (Efesios 5:16). Por lo tanto,
aprovechemos el verano para caminar, aprovechemos el
invierno para tomar un té caliente en el sofá, aprovechemos la
juventud para estar activos, aprovechemos el tiempo para leer,
ir a la iglesia, animar a otros, visitar amigos y disfrutar cada día
que Dios nos da.
2. Familia
Los padres deben disfrutar de sus hijos mientras conviven, cada
hijo debe disfrutar a sus padres mientras estén vivos, cada
matrimonio debe disfrutar el estar con su cónyuge y cada
persona debe disfrutar de sus hermanos, tíos, primos y abuelos.
Hace un tiempo escuché de una persona que tras pelear con
su ser querido, salió de su casa, más en el trascurso del día
falleció en un accidente automovilístico. ¡Qué horrible! Ni lo
podemos imaginar. Todos sabemos que un día los hijos van a
salir de la casa, los padres, cónyuges u otros parientes van a
morir, pero nunca pensamos que podría ser hoy su último día.
He predicado en situaciones en las cuales los parientes lloraban
pidiendo un día más, pero ya es tarde.
Que Dios nos ayude a todos a darnos cuenta y aprovechar y
amar a la familia que Dios nos dio. Escribe una carta de
agradecimiento, aparta un día para ir a pasear y tomar fotos,
sal a comer en un restaurant, toma vacaciones o lo que sea,
pero aprovecha y agradece a Dios por la familia que El te dio.
3. Bendiciones
Santiago 1:17 nos enseña que “toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre”. Dios nos da todo lo
que tenemos – lo espiritual y lo material. Cada talento, cada
oportunidad, cada posesión y cada respiro vienen de Dios. La
razón por la cual oramos es para reconocer quien es el que nos
da y la razón por la cual damos es porque Dios nos da todo. Él
nos da bendiciones en esta vida para que le agradezcamos,
no para que quitemos nuestros ojos de Él y los pongamos en lo
material.
Si recordamos quien nos provee las bendiciones, podemos
aprovecharlas mucho más.
En vez de pensar en lo que no tenemos debemos estar
agradecidos y aprovechar lo que si tenemos. Que Dios nos
enseñe a estar contentos, agradecidos y a aprovechar lo que
nos dio. En vez de mirar lo que no tenemos, seamos sabios y
démonos cuenta de lo que tenemos ahora para aprovecharlo.
Cuando se habla de la actitud, uno debe aprender a
adaptarse.
ADAPTÁNDONOS

Un gran problema en el ministerio para el obrero de Dios es el


aprender a adaptarse al lugar donde trabaja. Por mucho
tiempo pensé que esta verdad era solo para los misioneros
extranjeros quienes tenían que aprender a adaptarse a un
nuevo idioma, nueva cultura y costumbres, pero he ido
aprendiendo que todos los obreros de Dios tienen que
aprender a “adaptarse”.
El adaptarse no sólo es para el que aprende un idioma nuevo o
el que va a otro país, el adaptarse es aún para el obrero de
Dios que trabaja en su propio país. En el mundo en que vivimos
hay diferencias entre la gente del campo y gente de la ciudad,
gente de nivel económico alto y bajo, gente que le gusta
deportes distintos, gente que tiene diferencias en la política,
religión, trabajo, etc. Cuando un obrero de Dios quiere trabajar
con gente tiene que aprender a adaptarse a las personas y
situaciones en donde está trabajando. Aún cuando la gente
con quien el obrero esté trabajando sean sus paisanos o aun su
familia, las opiniones y manera de pensar pueden ser muy
distintas a lo que piensa y opina el obrero de Dios.
Por ninguna razón el obrero de Dios debe dejar de predicar la
Biblia, ya que la mayoría de las diferencias que tenemos con
otros no tienen nada que ver con la Biblia. La manera en que
fui criado, la manera en que pienso de la política, del trabajo o
veo la situación en la sociedad no es la única manera de
pensar. Hay cosas que todos debemos aprender para
adaptarnos y amar mejor y ganar a la gente con quien Dios nos
puso:
1. Somos ciudadanos del cielo
Si el obrero de Dios es de otro país, es importante que recuerde
que la patria celestial es más importante que su patria terrenal.
Dios nos puso donde estamos por una razón y el frustrarnos o
pensar asi no lo hacen “en mi país”, no nos va a ayudar en
nada.
Pablo era judío que trabajaba con gentiles, pero se adaptaba
y les amaba. Pablo no cambiaba la Biblia, pero se hizo como
uno de ellos para ganarles. Pablo se preocupó en su
ciudadanía celestial mucho más que su ciudadanía terrenal.
Aún en el libro de Gálatas, cuando Pedro quiso portarse como
judío y gentil al mismo tiempo, Pablo se enojó y le confronto.
Filipenses 3:20 nos recuerda: “Mas nuestra ciudadanía está en
los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo;” Somos sabios si ocupamos nuestro tiempo en
preocuparnos un poco mas por nuestra patria celestial y no
tanto por nuestra patria terrenal.
2. Debo cuidarme de no ofender a mi hermano débil
Pablo mencionó en I Corintios 8:7-13 y Romanos 12:21 que si
comer carne ofendía a su hermano, no lo haría. No había nada
de malo en comer carne y podría haber dicho, “Ustedes no
saben nada”, pero no quería ofender o ser de obstáculo a otro
hijo de Dios.
Hay situaciones en las que, como obrero de Dios, pensamos
distinto o vemos que lo que dice la otra persona no tiene
sentido, más es mucho mejor no hablar, no ofender, ni ser de
obstáculo a nuestro hermano en Cristo. ¿Es realmente
importante qué equipo va a ganar o qué plan político es más
viable si con eso ofendo a mi hermano? ¿Es realmente
importante opinar sobre la manera en que se resolvió una
situación en la iglesia donde te criaste, si al final tu hermano se
ofende? Si tomamos la actitud de Pablo y buscamos edificar a
nuestro hermano en lugar de ofenderle, vamos a ayudar a mas
personas. Mi opinión no tendrá importancia si con ella ofendo a
mi hermano.
3. Ser uno de ellos
Si el obrero de Dios se va a adaptar a la situación o la gente,
debe ser uno de ellos. Pero, en cambio, muchas veces tenemos
la actitud de “ni loco, voy a ser como ellos porque yo soy quien
soy”. Más si el hablar como ellos, pensar como ellos, comer
como ellos y hacer las actividades de ellos me va a ayudar a
ganarles, obviamente cuando no sea contrario a la Biblia,
debo hacerlo. Aunque Cristo es Dios, fue tan judío que parecía
ser uno de ellos. Hudson Taylor fue en contra de su cultura y
costumbres inglesas para ser chino y ganar a los chinos. Pablo
dijo que sería judío a los judíos o sin ley a los sin ley para
ganarles (I Corintios 9:20). El obrero de Dios debe adaptarse lo
mejor posible para amar y ganar a las personas con quienes
está trabajando.
La generosidad también tiene mucho que ver con nuestra
actitud.
LA GENEROSIDAD

La naturaleza humana es automáticamente egoística – “todo


para mí”. La Biblia nos enseña algo totalmente diferente, Dios
quiere que demos preferencia a otros (Romanos 12:10), Dios
quiere que demos cuando hay una necesidad (I Juan 3:17) y
que estimemos a otros superiores que a nosotros mismos
(Filipenses 2:3). La ideología Bíblica es totalmente diferente de
lo que pensamos o aun muchas veces de lo que vivimos. Desde
chicos aprendemos a decir “mío” y a cuidarnos a nosotros
mismos. Esta actitud después continua en la adolescencia,
juventud, edad adulta y lamentablamente ha entrado en el
ministerio. Como obreros Cristianos, tenemos que cambiar esto,
necesitamos aprender a ser generosos.
1. Se generoso con tus palabras
A veces creemos que nuestras palabras o gestos amables
deben ser solo para unas pocas personas, cuando, por lo
contrario, el obrero de Dios debe usarlas para con todos. Todos
quieren recibir palabras y gestos amables, y debe ser una meta
del obrero de Dios asegurarse que otros las reciban.
Decir palabras como “gracias”, “muy amable”, “eres
importante”, “no lo podía haber hecho sin tu ayuda”, etc.
deben ser palabras dichas en cada oportunidad. Las palabras
no cuestan, entonces seremos sabios si las usamos diariamente.
El obrero de Dios debe entender que sus palabras pueden dar
ánimo, ayuda, consolación o la fuerza que una persona
necesita para continuar. Como dice en
Proverbios 10:21, “Los labios del justo alimentan a muchos”.
2. Se generoso con tu dinero
Aunque no es la única área en la que debemos ser generosos,
es la mas obvia. Dios ama al dador alegre (II Corintios 9:7) y es
mejor dar que recibir (Hechos 20:35). La Biblia enseña que
somos mayordomos y administradores (II Corintios 4:1-2) y un
mayordomo y administrador normalmente maneja el dinero de
otro. Como mayordomos de Dios, estamos administrando lo
que él nos da – y muchas veces no nos da para guardarlo en
nuestro bolsillo, sino para usarlo y para ser de bendición a otro.
Proverbios 11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y
hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a
pobreza.
Vs. 25 El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare, él también será saciado.”
3. Sé Generosos con tu amor
Decir “te quiero”, dar un abrazo o mostrar afecto (obviamente
con respeto y discreción), no muestra debilidad sino que puede
ser muy importante para el obrero de Dios. Hay quienes pasan
la vida entera sin escuchar de sus padres, cónyuge, hijos o
personas importantes en su vida decir “te quiero” o “te amo”.
Un obrero de Dios debe poder mostrar amor correctamente,
sabiendo que puede ser de ánimo y ayuda a otros. No son
palabras o gestos que nadie debe decir o mostrar, sino que
seremos más generosos si mostramos afecto.
La vida es como una inversión, y cuando somos generosos
estamos invertiendo bien. Que Dios nos ayude a ser obreros
generosos y no obreros tacaños. Hay una sola vida en que se
puede usar las palabras, dinero y amor, y el obrero de Dios
debe usarlos generosamente.
3
HACIA EL ORGULLO
RESULTADOS SUCIOS DEL ORGULLO

Aún cuando todos sabemos que Dios rechaza el orgullo,


lamentablamente este se ve con frecuencia en el ministerio. No
debería ser así, pero lo es. El orgullo se da en forma natural en
nosotros como seres humanos, pero esta actitud de creer que
somos algo o sabemos algo, no agrada a Dios. Sabemos lo que
es el orgullo,
pero quiero presentar algunas consecuencias del orgullo a fin
de poder evitarlos en nuestras vidas y ministerios.
1. No perdonar a otros
Todos tenemos o hemos tenido conflictos con otras personas,
pero el orgullo pone un muro entre ambos a fin de no
solucionar el problema, desacuerdo o mal entendido. El orgullo
nos induce a pensar de que la culpa no es nuestra, sino que la
otra persona es quien debe arreglar el asunto. El orgullo no nos
deja perdonar… y el no perdonar no permite a Dios obrar en
nuestras vidas y ministerios. No olvidemos que el no perdonar
da lugar al diablo (Efesios 4:26-27). En el libro de Mateo (5:23-24
y 6:14-15) cuando Cristo habló del perdón, nos enseñó que
debemos perdonar sin importar de quien fuera la culpa. No
podemos dejar que el orgullo nos descalifique en el ministerio y
en la vida, sea culpa nuestra o de otro, tenemos que perdonar.
Si no podemos perdonar, no podemos esperar que Dios nos
perdone a nosotros y menos aún tenemos derecho de enseñar
o predicar a otros sobre este tema.
2. No aprender mas
Cuando el orgullo entra a nuestras vidas, nos hace creer que
sabemos todo y no necesitamos aprender mas, o que sabemos
mas que la otra persona y no podemos aprender nada de él o
ella. La persona que no desea aprender no crecerá más y, al
no crecer será una persona estancada. Es triste, pero el orgullo
no te permite aprender. Tomemos la decisión de que no será
así sino que aprenderemos de cada situación y persona
posible.
3. Apagar al Espíritu Santo
Dios rechaza al soberbio y da gracia al humilde. El orgullo se
enfoca en la persona en vez de enfocarse en el poder de Dios.
Cuando nos enfocamos en nosotros mismos, el Espíritu de Dios
no puede obrar… o por lo menos no escoge obrar. Nuestro Dios
es un Dios celoso y no quiere que pongamos a nada ni a nadie
antes que a Él, aún incluyendonos a nosotros mismos.
Escojamos ser humildes dándonos cuenta que necesitamos a
Dios – el orgullo rechaza y apaga al Espíritu Santo.
Que Dios nos ayude a quitar el orgullo de nuestros ministerios
antes que el orgullo nos quite a nosotros del ministerio. Tenemos
que recordar que la obra no es nuestra, es de Dios, y por lo
tanto, tenemos que ministrar en forma pura y santa, por lo
tanto, sin orgullo.
El orgullo también tiene mucho que ver con la manera que
reaccionamos.
REACCIONANDO

La palabra reaccionar, aunque es una palabra pequeña, tiene


mucho poder. En mi propia vida, esta palabra me ha causado
tanto problemas como bendiciones... pero más problemas que
bendiciones. Cada persona en la vida enfrentará momentos de
ataques, críticas, aflicciones, mentiras, etc., y la manera en que
reaccionemos a las diversas situaciones traerá gozo o dolor. En
el ministerio, es esencial que un obrero de Dios aprenda a
reaccionar bíblicamente ante los ataques, críticas y problemas
entre personas o hacia su propia persona. No soy quien para
dar opiniones sobre ese tema, ya que fracaso una y otra vez,
pero deseo animar a otros obreros de Dios con ideas sobre
como reaccionar frente las situaciones difíciles.
1. Humildad
Cuando alguien nos ataca, acusa o critica, la reacción
humana es atacarle más fuerte, pero ataque + ataque = más
problemas. Lo mejor es la blanda respuesta (Proverbios 15:1),
aceptar lo que el otro dice y llevarlo a Dios en oración. Moisés,
cuando el pueblo de Israel le atacó o se quejó debido a la
escasez de alimentos o de cuidado de Dios, usó muchas veces
esta fórmula. Siempre la mejor opción es llevarlo a Dios en
oración y no buscar arreglarlo según nuestro parecer. La
humildad te ayudará a reconocer si eres culpable de lo que
sucede o por lo menos podrás decir: “seguro que Dios me
quiere enseñar algo por medio de este problema”.
2. Hablando a solas con la persona
Normalmente hay quienes se encargarán de hacer
acusaciones, críticas o chismes. En esos casos lo mejor es hablar
con ellos en privado y no hablar de ellos o a ellos en público.
Mateo 18:15-17 nos enseña los pasos a tomar un momento mas
para abrazar, besar y estar con la persona… pero ya era tarde.
Mi ruego es que te des cuenta de la lección que Dios te
nuestra: Ama a tu familia, dales muchos abrazos y besos,
llevales a comer, toma vacaciones, vayan al parque juntos y
haz cosas memorables… da gracias a Dios por tu familia!
cuando hay pecado o problemas en la vida de una persona, y
el primer paso es hablar con la persona a solas.
Lamentablemente, soy culpable de haber escuchado un
problema, acusación, o chisme y haberlo llevado delante de
todos para hablarlo... pero eso solo causó más problemas y no
fue la manera bíblica de corregirlo. Cuando hay algo que
confrontar, debemos llevarlo directamente a Dios en oración, y
luego hablar directamente con la persona y no con los demás.
3. Paciencia
Aun el escribir esta palabra me pone nervioso, pero debo
reconocer que muchos de mis problemas han sido por causa
de mi impaciencia. Cuando surge un problema,
lamentablemente, reacciono rápido y no espero en Dios. Hay
momentos para responder, para corregir un problema, pero
hay otros momentos en que reaccionamos cuando
deberíamos estar ocupados orando y hablarlo en privado con
las personas y después esperar que Dios haga algo en mi vida y
en la vida de las otras personas. Es de bendición el darnos
cuenta que no podemos arreglar cada situación. Por mucho
tiempo intenté arreglar todo, creyendo que esa era mi
responsabilidad, pero, aun cuando como encargado era
responsable por lo que sucedía y de la manera en que resolvía
las situaciones, también tuve que entender que no soy
superhéroe... si Dios no ayuda e interviene, no hay esperanza.
La Palabra de Dios nos enseña que cuando el pueblo de Israel
se encontró con el Mar Rojo delante y los carros egipcios
detrás, los israelitas se asustaron y se quejaron, más Moisés dijo:
“No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará
hoy con vosotros” (Éxodo 14:13). En las situaciones difíciles
necesitamos estar firmes y no reaccionar según nuestra
naturaleza u opinión… y veremos la salvación de Jehová.
4. Amor
Dios nos puso como líderes para guiar a la gente que Dios nos
dio (en la clase, iglesia o ministerio que Dios te dio) y no siempre
la gente es madura. Sino que veremos a la gente criticar,
chismear, pelear, enojarse, atacar, etc., pero como obreros de
Dios debemos darnos cuenta que somos nosotros los ejemplos
y, aunque no es fácil, debemos reaccionar con amor…
amándoles y alimentándoles a pesar de que nos dañen. Un
poco de amor puede afectar tanto a la persona que lo lleve a
cambiar, a arrepentirse y volver al camino de Dios. Dios nos
amó aún cuando nosotros no le habíamos amado… y como
sus seguidores debemos imitarle aun cuando sea difícil. Amar a
la gente que Dios puso bajo nuestro cargo es siempre mejor
que reaccionar mal y empeorar la situación.
Queridos amigos, deseo que Dios nos ayude a reaccionar bien
a las situaciones que enfrentamos en la vida y en el ministerio.
No creo que lleguemos a la perfección en esta área, pero sí
mejorar y ser mas como nuestro Salvador.
4
HACIA LA GRATITUD
Hace un tiempo, mi familia y yo tuvimos la inesperada e
indeseada experiencia de ser asaltados. Entraron dos chicos
con pistolas y nos mantuvieron en el piso mientras se llevaban
nuestro dinero, computadoras, joyas y todo de valor. Sin duda,
Dios nos protegió en ese momento indeseado, y a pesar de
perder muchas cosas materiales, aprendimos grandes
lecciones. Esas lecciones son las que quisiera compartir ahora
con mis amigos y colaboradores en la Obra del Señor.
1. Dar gracias por la familia en Cristo
Por todo el capítulo 16 de Romanos vemos que dice “Saludad”
– Vs. 3, 5 (2veces), 6, 7, 8, 9, 10 (2veces), 11 (2veces), 12
(2veces), 13, 14, 15 y 16 – y tambien dice “Os Saludan” – vs. 16,
21, 22 y 23. Parece interesante que Pablo amó tanto a estos
Cristianos que mandó tantos saludos, mostrando así su
agradecimiento a Dios por la familia en Cristo.
Después de la mala experiencia del robo que pasamos, me
impresionaron tremendamente los mensajes de texto, llamadas
y mensajes de hermanos apoyándonos en oración. Con
rapidez me quejo y discuto de cosas pequeñas en la vida, pero
en ese momento, me impactó como la Familia en Cristo estuvo
amándonos, orando y apoyándonos.
Amigos, mi ruego es que veamos la importancia y bendición
que poseemos al tener una familia tan grande, hombres y
mujeres con el mismo Padre (celestial) y misma sangre (de
Jesucristo). Somos una familia en Cristo y nos necesitamos unos
a otros.
La Biblia está llena de mandatos “uno al otro” – por ejemplo,
amaros los unos a los otros, servíos los unos a los otros, edificaos
los unos a los otros, ayudaos los unos a los otros, animaos los
unos a los otros, etc. Lamentablemente, muchas veces
peleamos, discutimos y chismeamos el uno del otro mas que
cualquier otra cosa – pero nos haría bien a todos simplemente
detenernos y agradecer a Dios por la familia que tenemos en
Cristo – y empezar a orar el uno por el otro, amarnos unos a
otros y agradecer a Dios el uno por el otro.
2. Dar Gracias por su gracia – II Corintios 12:9-10
La gracia de Dios es ese favor inmerecido que él nos da –
gracia para ser salvo y gracia para vivir. Aunque laspalabras
escritas en el papel no pueden expresar todo, permitanme
intentar expresar un poco de la gracia de Dios hacia nosotros,
gracia que nos sobrevino en medio de nuestra tribulación. Los
dos ladrones estaban apuntándonos con pistolas, hablandonos
fuerte y nosotros estabamos sentados en el piso pensando,
“¿que nos van a hacer ahora y cuando nos dejarán en paz?”.
Durante todo ese tiempo, nuestra hija de quince meses no lloró
(un milagro en sí), y mi esposa y yo pudimos preguntarles a los
dos ladrones si creían en Dios y asimismo pudimos hablarles de
Dios, poniendo el Señor tranquilidad en nuestros corazones a
pesar de la situación que estabamos pasando. Recordando
con mi esposa este hecho, pensamos “que haríamos si …” y
aun nos ponemos nerviosos por el simple hecho de pensarlo –
pero en el momento en que pasamos por esto, Dios nos dio una
tranquilidad inexplicable… Su gracia era suficiente.
Así cómo Dios le dijo a Pablo: “Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad”, el mismo Dios ayuda y
da esa gracia a Sus hijos hoy en día. ¿Cómo puede una
persona estar enferma y seguir adelante como muchos lo
hacen? ¿Cómo puede uno no tener dinero y estar tranquilo?
¿Cómo puede uno estar en una tormenta y tener paz?
Podemos hacer un millón de preguntas, pero para un hijo de
Dios la respuesta es una: Su Gracia. Cada hijo de Dios debe
detenerse y dar gracias a Dios por la gracia que Él nos da.
3. Dar gracias por mi propia familia
En el robo, se llevaron todo – dinero, anilllos, joyas,
computadoras, etc, más me di cuenta que las posesiones
materiales van y vienen, pero mi familia no puede ser
reemplazada. Lo mas valioso que tengo es mi preciosa esposa
e hijos y por la gracia de Dios seguimos todos juntos.
Muchos diríamos que entendemos esta verdad (que nuestra
familia es importante), pero les pido que no permitan que pase
el tiempo sin hacer cosas memorables con la familia que Dios
te dio. Como pastor he estado con personas en funerales que
lloraron y literalmente gritaron cuando su ser querido fue
enterrado. Cada persona quería un momento mas para
abrazar, besar y estar con la persona… pero ya era tarde.
Mi ruego es que te des cuenta de la lección que Dios te
nuestra: Ama a tu familia, dales muchos abrazos y besos,
llevales a comer, toma vacaciones, vayan al parque juntos y
haz cosas memorables… da gracias a Dios por tu familia!
5
HACIA LA DISCIPLINA
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23

Hay muchas cosas que el ser humano guarda y cuida: su


dinero, joyas, una carta especial, oro, algún regalo de alguien
especial, etc. No es malo que uno guarde y cuide algo, pero el
rey sabio, Salomón, nos dice que sobre todas las cosas
guardadas, debemos guardar nuestro corazón. El corazón
mana y maneja la vida y el Cristiano debeasegurarse que su
corazón este bien para no ser guiado al mal.
El corazón representa el centro de nuestro ser y Dios quiere que
guardemos nuestro corazón para caminar bien en esta vida. El
diablo está atacando demasiado hoy en día a los Cristianos y
especialmente a los que quieren ser fieles, amar y trabajar para
Dios. El diablo no está matando literalmente a los Cristianos,
pero si emocionalmente, espiritualmente y anímicamente, está
atacando al corazón. Si el obrero de Dios se frustra y desanima,
sentirá que no puede avanzar y servir a Dios – y por esta razón
debemos guardar el corazón. El diablo puede tocar y afectar el
cuerpo, pero si aprendemos a guardar el corazón, podemos
ganar la batalla y seguir fuertes en el servicio del Señor. Quiero
presentar tres pasos bíblicos y básicos para ayudarte a guardar
tu corazón:
1. Poner tus ojos en Cristo
Dos versículos mas abajo de donde nos dice guardar el
corazón, nos dice esto: “Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus
párpados hacia lo que tienes delante” (vs. 25). Si podemos
dirigir nuestros ojos a mirar lo correcto, podemos guardar
nuestros corazón.
Proverbios 23:26 nos dice que los ojos están conectados a
nuestro corazón – fíjate lo que dice: “Dame, hijo mío, tu
corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.” Dios quiere que le
demos nuestro corazón.
Puesto que la vida no es fácil y está llena de pruebas, nuestro
Señor nos dice que debemos poner nuestros ojos en Él (Hebreos
12:2). Y como los ojos están conectados al corazón, seríamos
sabios si ponemos nuestros ojos en Dios.
2. Pensar en lo correcto
En Mateo 15:19 nos dice que “del corazón salen los malos
pensamientos” , es decir, que nuestros pensamientos están
conectados al corazón. Si vamos a guardar nuestro corazón,
tenemos que aprender a cuidar nuestros pensamientos. Los
pensamientos nos animan o nos desaniman, nos levantan o nos
frustran, nos ponen contentos o tristes y nos permite enfocarnos
en Dios o enfocarnos en los problemas. Si nos enfocamos en lo
negativo y en los problemas, nuestro corazón se va alejando. Es
por esta razón que Dios nos manda a pensar en lo que es
“verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre” (Filipenses 4:8).
Si vamos a guardar nuestro corazone, tenemos que aprender a
cuidar nuestros pensamientos – no solo de pecado y perversión,
sino también de lo negativo, malo y de lo que no edifica.
3. Guardar la Biblia en tu corazón
El salmista David dijo “En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti” (Salmo 119:11). Si guardo la Palabra de
Dios en mi corazón, puedo evitar caer en la tentación, pecado,
desanimo y problemas. El obrero de Dios que quiere que su
corazón esté guiado en el buen camino, tiene que aprender a
guardar la misma Biblia en su corazón. La Biblia no nos guiará
mal sino que nos enseñará a guardar el corazón para Dios.
El mundo nos dice, “sigue tu corazón”, pero si mi corazón está
mal – recordemos que Jeremías 17:9 nos dice que es engañoso
y perverso – y sigo lo que él me dicta, no voy a poder seguir y
servir a Dios. Es de suma importancia que guardemos nuestro
corazón para poder avanzar en la vida. Más tenemos que
trabajar y esforzarnos para guardar nuestro corazón. Si el
Cristiano pone sus ojos en Cristo, cuida sus pensamientos y
guarda la Biblia en su corazón, va a poder avanzar para el
Señor. ¡Que Dios nos ayude a guardar nuestros corazones!
DOMINIO PROPIO

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de


poder, de amor y de dominio propio.” II Timoteo 1:7
La palabra dominio significa: “Poder que se ejerce sobre
personas o cosas”. Dios nos dio el poder de controlar nuestras
propias acciones y vida. En el ministerio, el dominio propio
(auto-disciplina) es de suma importancia.
Un obrero de Dios que está a tiempo completo en el ministerio
normalmente es su propio jefe. No tiene a nadie que le diga la
hora en que se tiene que levantar, cuantas horas tiene que
trabajar en el día, si tiene que visitar, estudiar, etc. La verdad es
que el obrero de Dios puede manejar sus propios horarios y
tener libertad…. pero esta libertad puede destruir al obrero y a
su ministerio o puede ayudarle a tener auto-disciplina en su
vida.
Para expresar la importancia de esta verdad, quiero hablar de
mi propia vida. Personalmente tengo familiares, amigos e
iglesias que me apoyan para estar en el ministerio. Hay
hermanos y amigos en la iglesia donde pastoreaba a quienes
pedí que sean fieles a las reuniones, den sus diezmos y ofrendas
y que participen en las actividades de las iglesias (como invitar,
testificar, etc.). Yo sería un hipócrita y culpable de una
condenación fuerte si espero que los demás trabajen, vengan
a la iglesia, den sus diezmos y se involucren en la obra mientras
yo descanso en mi casa y no hago nada. La necesidad que
tengo es disciplinarme al trabajar, estudiar, visitar, orar,
testificar, etc.
Poco tiempo después de estar en el ministerio, me di cuenta
que nadie sabía de mis actividades, de lo que hago y a lo que
apunto … pero también me di cuenta que si no tengo dominio
propio, auto-disciplina, nunca iba a avanzar en lo personal,
familiar o ministerial.
Francamente como obreros de Dios podemos escapar de
muchas personas, pero debemos recordar que los ojos de
Jehová están en todo lugar (Proverbios 15:3). Como obreros de
Dios, debemos hacer todo lo que hacemos para Cristo y no
para el hombre (Colosenses 3:23) – y antes que digamos “así es,
lo hago para Dios y no para el hombre”, debemos recordar
que si es para Dios, debe ser cien veces mejor que si fuera para
el hombre. Dios nos advierte que no seamos flojos o negligentes
sino que usemos bien el tiempo, los talentos y los recursos que Él
nos dio.
Hay momentos en que queremos terminar el día e ir a casa…
igual no habrá problemas puesto que somos nuestros propios
jefes. Hay momentos en que me gustaría ir a casa y cerrar la
puerta ... pero me pregunto, si todos tuvieran mi ética de
trabajo, ¿se harían las cosas? Si todos tuvieran la actitud de
“voy a descansar en vez de trabajar”
¿Avanzaría y crecería el ministerio? ¿Quién llamaría al afligido?
¿Crecerían los jóvenes que quieren predicar?
¿Estaría preparado el sermón para el domingo? Si yo no me
disciplino, el ministerio y mi propia vida terminarán en
estancamiento.
Como yo soy mi propio jefe, necesito autodisciplina, tengo que
empezar a colocar algunas reglas en mi vida. Así como una
persona que trabaja por cuenta propia, yo también tengo que
trabajar hasta tarde si es necesario, trabajar más tiempo o
trabajar más duro para hacer las cosas. Como misionero, tengo
en claro que las personas a las que estoy ayudando tienen que
tener acceso a mi sea cual sea la hora. Aunque he tenido la
suerte de ayudar muchas veces, veo que muchas otras veces
he fallado. He fracasado porque la almohada se sentía bien,
he fracasado porque no había estudiado, he fracasado...
porque yo no era disciplinado en mi propia vida.
Por eso les reto con ideas que me han ayudado. Si estás
casado, asegúrate de que tu esposa entiende cual es su
responsabilidad y que esté de acuerdo, luego, siéntate y dile al
Señor que vas a tomar tu trabajo en serio. Piensa en ello, ¿A
quién más se le paga para llegar a predicar y enseñar a otros?
¿Quién más puede ver a los nuevos conversos que son
bautizados, que crecen y que comienzan a predicar? Sin duda
tengo un gran privilegio, pero ¡cuánto mayor es mi
responsabilidad!. Así que únanse a mí a fin de renovar nuestro
compromiso de hacer lo que se necesite como siervo del Señor.
Que Dios nos ayude a disciplinarnos para servirle con el tiempo,
esfuerzo y amor que sea necesario.
1
CON PACIENCIA
¿QUE HACER CON LOS QUE TE HACEN DAÑO?

Cualquier persona que ha vivido un poco de tiempo ha sido


dañada por otros. Ya sea intencionalmente o sin querer, todos
hemos sido dañado por otros. Puesto que sabemos que el ser
dañado o lastimado es parte de la vida, debemos recordar
que lo importante es cómo reaccionamos al ser dañados.
Debemos aprender lo que Dios opina en cuanto que hacer con
las personas que nos hacen daño.
Presento unas ideas de cuál debe ser la reacción del creyente
cuando es dañado por otra persona:
1. Arreglar nuestra propia actitud
Romanos 12:18 nos enseña que “en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos los hombres”. No solo enseña
que debo estar en paz con todos los hombres, sino que dice
“en cuanto dependa de vosotros”. No puedo forzar a nadie a
quererme o estar en paz conmigo, pero sí puedo estar en paz
con los demás. Bíblicamente parece que el estar en paz con
otros depende más de mí que de la otra persona. Romanos
14:19 me enseña a seguir “lo que contribuye a la paz y a la
mutua edificación”. Debo estar más interesado en mi propia
actitud que en la actitud o las acciones de otro. Dios me
manda a hacer lo correcto a pesar de que el otro no me trate
bien.
Aun Dios me advierte de no guardar rencor (Levítico 19:18). El
rencor, amargura y odio solo lastima a la persona que lo posee.
El rencor es como un cáncer y me terminará destruyendo si lo
tengo. No puedo cambiar lo que otro piensa de mi o me ha
hecho, pero si puedo cuidar mi propia actitud y asegurarme de
que estoy bien con Dios y con la persona.
2. Amarle
En Mateo 5:43-48, vemos que Cristo está enseñando sobre la
relación con los demás. Cristo se refiere al “pensamiento
común” de amar a tu prójimo y aborrecer a tu enemigo, pero
lo refuta diciendo que debemos amar a nuestros enemigos,
bendecir a los que nos maldicen, hacer bien a los que nos
aborrecen, y orar por los que nos ultrajan y nos persiguen.
Cuando alguien me hace mal, lo primero que viene a mi mente
no es “amor”. Francamente quiero orar por la persona… pero
orar para que Dios le castigue y le haga sufrir. Dios me enseña a
hacer bien, orar y amar a los que me hacen daño.
Lamentablemente, no puedo dar testimonio que cumplo con
esto… pero como obrero de Dios debo aprender a amar a los
que me hacen daño. El “ojo por ojo, diente por diente” no es lo
que Dios nos manda. La ley mandaba ojo por ojo diente por
diente, pero la gracia manda algo nuevo, manda amarle en
vez de buscar venganza.
El diablo gana mucho terreno cuando nos enojamos y odiamos
en vez de amar. No debemos olvidar que Dios aborrece la
discordia entre los hermanos (Proverbios 6:16-19). Dios quiere
unión, no división. Si no puedo amar a mi hermano a quien veo,
¿cómo puedo amar a Dios a quien no veo? (I Juan 4:20)
3. Ayudarle
En Éxodo 23:5 nos enseña “Si vieres el asno del que te aborrece
caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le
ayudarás a levantarlo.” Si la persona que te lastimó está en
necesidad, no es el momento de reírte, sino es una oportunidad
de ayudar. Puedo ayudar de muchas maneras, aun
económicamente (Ro.12:20; Pr. 25:21-22).
Debemos aprender a tratar a otro como quisiera que me traten
a mí (Mateo 7:12, Proverbios 24:29). Un día voy a necesitar que
otro me ayude, pero si quiero que otro me ayude, debo ayudar
a otros. Dios me habla de ayudar a otros… pero especialmente
a los que me han dañado.
4. Anticipar lo que Dios va a hacer
Cuando alguien me daña, lo último que pienso es en lo que
Dios quiere hacer en mi vida. Dios me enseña a no buscar
venganza, mas bien dejar “lugar a la ira de Dios” (Romanos
12:19). En Proverbios 20:22 también nos enseña a no vengarnos,
nos dice “Espera a Jehová, y él te salvará”. Cuando alguien me
hace daño, Dios quiere que le dé lugar a Él y que espere en Él –
debo anticipar lo que Dios va a hacer.
Dios quiere moldearnos y formarnos a Su imagen… y si quiere
usar a otras personas, debo aceptarlo en vez de quejarme. La
próxima vez que alguien te dañe… piensa en lo que Dios
puede hacer y date cuenta que Dios sabe lo que está
sucediendo y puede obrar a pesar que parezca fea la
situación.
¿Y SI SE APROVECHAN DE MI?

Si has estado en el ministerio por un tiempo, seguro que estarás


de acuerdo conmigo que sientes que las personas se
aprovechan de ti: sea tu privacidad, familia, dinero, casa, auto
o lo que sea.
Me acuerdo como joven enojándome por la manera que la
gente en la iglesia se aprovechaba de mi padre. Él no era
pastor, pero como fiel hombre en la iglesia fue puesto en la lista
para cortar el pasto, arreglar lo que estaba roto y realizar otras
labores. A veces los que estaban en la lista para cortar el pasto
no iban y mi padre tenía que terminar haciéndolo. Mi padre, en
mi opinión como joven, tenía el defecto de no saber decir ‘no’.
Sentí que estaban aprovechándose de su generosidad y
amabilidad.
Ha pasado el tiempo, ahora estoy en el ministerio y cuando la
gente me pide un favor o me reclama algo y siento que se
aprovecha, recuerdo la vida de mi padre. Al abrir la Biblia, veo
que mi padre no estaba equivocado. Si estudiamos la vida de
los personajes bíblicos, veremos que ellos también estuvieron en
la misma situación. Pablo dijo que el que más ama, es el menos
amado (II Corintios 12:15). Moisés fue un gran siervo de Dios y
vemos seguidamente como el pueblo se quejaba contra el por
la falta de pan, agua, etc. Y por supuesto no nos podemos
olvidar del Maestro de maestros, nuestro Señor Jesucristo, quien
vino a un mundo que al final le crucificó. Todos ellos y muchos
más fueron ‘abusados’ por la gente, pero siguieron.
En Juan 15:13 nuestro Señor nos ensena que “Nadie tiene
mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”
Como obreros de Dios, tenemos que poner nuestras vidas por
otros. Todos queremos nuestra privacidad y libertad, pero el
obrero de Dios tal vez no tendrá tanto como otros. En vez de
sentirme que otros se están aprovechándose de mi, mi actitud
debe ser: “soy un siervo de mi amo y estoy dispuesto a aceptar
lo que venga para agradar al que me mandó”.
Lamentablemente no siempre hago así, más como obrero de
Dios, necesito arreglar mi actitud para no sentirme lastimado,
enojado y finalmente dejar el ministerio. Que Dios nos ayude a
entender que somos Sus obreros y si alguien se aprovecha, no
es asunto nuestro para arreglarlo... estamos porque Dios nos
puso, no para agradar al hombre. Que Dios nos ayude a decir
“Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me
gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque
amándoos más, sea amado menos” (II Corintios 12:15).
ESTAMOS EN DEUDA

Entendemos que cada hijo de Dios está en deuda al Dios


Creador que mandó al Salvador y provee la salvación, pero
deseo mostrar que también estamos en deuda con otras
personas – personas que nos enseñaron e invirtieron tiempo en
nuestras vidas. Por ejemplo:
Los que escribieron la Biblia, escribieron música, lucharon por
libertad religiosa o por libertad de un país, por nuestros padres
que nos criaron, personas que empezaron iglesias y los que
predicaron a nuestras familias. Gracias a estas personas somos
quienes somos – Dios los usó para enseñarnos, influenciarnos y
guiarnos. Somos quienes somos por la gracia de Dios y la ayuda
de las personas que Dios puso en nuestras vidas. Veamos los
ejemplos que encontramos en la Biblia:
• No habría un Josué sin la ayuda, enseñanza y guía de Moisés.
• Eliseo vio y siguió los pasos de Elías.
• Antes de José hubo un Jacob, y antes de Jacob hubo un
Isaac.
Es de bendición para nuestras vidas si nos damos cuenta que
no somos productos de nuestra propia fuerza – Dios usa y usó a
otros para enseñarnos, ayudarnos e influenciarnos. Y teniendo
en cuenta que hubo mucha gente que nos ayudó, sería de
bendición agradecer a Dios y a las personas que tienen o
tuvieron parte en ayudarnos. En lugar de pensar que las
personas ya saben que estamos agradecidas por su ayuda, el
decirlo, llamarlos o escribirlos lo manifestará. Pero no me quiero
enfocar solo en el hecho que debemos darnos cuenta de que
estamos en deuda con otros por su ayuda, también debemos
recordar que hay otros que nos seguirán a nosotros. Hay mucha
gente en la vida que seguirán nuestros pasos después de
nosotros – porque son nuestros hijos, porque son menores que
nosotros, porque son nuevos creyentes, etc. Así como otros
invirtieron en nuestras vidas, debemos también nosotros dejar
un buen ejemplo para los que nos seguirán.
Veamos algunas características que debemos tener para ser un
buen ejemplo y ayudar a los que nos siguen:
1. Compartir el Evangelio
Los que nos siguen deben saber que tenemos el mismo amor
que tiene nuestro Señor Jesucristo por las almas. Jesús vino para
salvar y buscar a los perdidos (Lucas 19:10). Somos enviados a
compartir el Evangelio (Mateo 28:19-20; Marcos
16:15), pero debemos hacerlo con ganas. “El que gana almas
es sabio” (Proverbios 11:30) y los que nos siguen deben ver la
importancia de compartir el Evangelio – porque nuestras
acciones hablan más fuerte que nuestras palabras.
2. Disfrutar el ministerio donde estoy
Hay una diferencia en trabajar y trabajar porque amo lo que
hago. Es muy diferente si disfrutas el trabajo que haces o si
simplemente trabajas para cumplir. Disfrutar el lugar en donde
estás y trabajar no solo te ayudará a sentirte mejor, sino
también mostrará a los que te siguen que el ministerio no es una
carga.
3. Orar por los que nos siguen
Debemos orar con ellos y por ellos. Hay grandes avivamientos
que empezaron por la oración y hay grandes victorias ganadas
por la oración. La oración es algo que muchas veces
olvidamos, pero es de suma importancia en nuestras vidas,
iglesias y ministerios. Si vamos a dar un buen ejemplo a los que
nos seguirán, así como recibimos de los que nos influenciaron y
ayudaron, debemos ser serios y fervorosos en la oración.
4. Amar a la gente
El ejemplo de ejemplos, Cristo, amó a la gente. Cuando vemos
a Cristo hablar fuerte o llamar a personas hipócritas, etc., casi
siempre era en el contexto con los que se creían religiosos, no
con la gente común. Cristo no alabó a los que pensaban que
eran mejores que otros, en cambio a los humildes Él les tuvo
compasión, comió con ellos y les amó. Y es este el ejemplo que
debemos transmitir a los que nos siguen. Cuando amamos a la
gente, los vemos diferentes y reaccionamos hacia ellos
diferente. El amor de Dios debe ser manifestado en la vida y
ministerio de los hijos de Dios. Los que nos siguen deben ver que
no simplemente trabamos con personas, sino que amamos a
las personas con quienes trabajamos.
Si nos damos cuenta que estamos en deuda con Dios, estoy
convencido que trabajaríamos con fervor. Asimismo, si nos
damos cuenta que estamos en deuda con las personas que
Dios ha usado en nuestras vidas, seríamos agradecidos y
anhelaríamos dejar un buen ejemplo a los que nos seguirán.
EL DISGUSTO DE CONFRONTAR

Habrá momentos en la vida de cada obrero de Dios que


tendrá que confrontar situaciones, ya sean problemas o a
personas. A algunos no les cuesta ser directos o confrontar
problemas o a personas. El confrontar es contra mi
personalidad, pero he tenido que aprender a hacerlo para el
bien de los demás. Es cierto que el cristiano debe aprender a
morir a sí mismo y no tomar las cosas tan personales, pero como
obrero de Dios, habrá momentos para confrontar la situación
en lugar de ignorarla. Es mucho más fácil ignorar algo en vez
de confrontar, pero si el Señor te pone en una posición de
liderazgo, una de tus responsabilidades principales es el
bienestar de la iglesia o ministerio en la que estás sirviendo. Para
el bien de las personas involucradas, el bien de la iglesia y tu
propio bien, es importante confrontar (ya sean problemas,
situaciones, acusaciones, críticas o personas problemáticas)
antes que esta situación crezca y haga mucho daño. La meta
de esta sección es dar ideas o ayuda si es que tienes que
confrontar algo.
1. Orar
Antes de hablar con la persona y confrontar el problema, es
importante orar solo y pedir a Dios que te guíe, prepare tu
corazón y el corazón de la(s) persona(s) involucrada(s). Si Dios
“prepara el terreno”, siempre es más fácil hacer el trabajo.
Nunca debemos tratar de solucionar el problema antes de
hablar con Dios primero.
Luego de orar y cuando se da la ocasión para poder hablar
con la persona, es muy sabio empezar la misma charla en
oración. Es importante que la persona involucrada sepa que es
tu deseo que Dios guíe y ayude en la conversación.
2. Decidir solo hablar si amas a la persona
Dios nos manda a amar a nuestro prójimo. Como un obrero de
Dios, nunca debemos confrontar a la persona si es que no la
amas. Será muy diferente si confrontamos una situación
amando a la persona involucrada. El problema con muchas
confrontaciones es que vemos a la persona como un problema
o un número más, pero la persona es un alma por quien Cristo
murió, es mi hermano/a y, en la obra de Dios, es mi
responsabilidad cuidarla, guiarla y ayudarla.
3. Escoger el lugar adecuado
En una oportunidad, hablé con una persona en un lugar
público y cuando la persona reaccionó mal, no quise continuar
– el lugar no era el adecuado. Busca habla en una oficina, una
sala vacía en la iglesia o simplemente sentados en el templo
cuando todos se hayan retirado.
4. Tener un testigo presente
Aunque necesitamos tener cuidado de que no parezca que
estamos en grupo para atacarle, he aprendido por experiencia
que tener un testigo es de mucha ayuda. No porque pueda
haber una pelea sino porque si la otra persona se enoja y se va,
puede decir que le trataste mal… más si hubo un testigo, son
dos personas que saben de la situación.
5. Empezar con preguntas y no con acusaciones
Pregúntale a la persona si hay algo que tú puedas hacer para
ayudarle. Después pregúntale y pídele que explique la
situación. Si preguntas, sabrás toda la historia y no solo lo que
escuchaste o lo que piensas. Si preguntas, es posible que la
persona con quien estés hablando no es la persona
problemática o no está solo o no es como se te ha dicho.
Asimismo, si no hablaste personalmente con él, aunque pienses
que tienes suficientes pruebas, no lo puedes acusar. Es mejor
preguntar y permitir a la otra persona explicar lo que está
sucediendo.
6. No atacar a la personas sino confrontar el problema
Aun si sabes muy bien que tienes a la persona adecuada y la
persona es culpable, recuerda que tu meta es solucionar el
problema, no destruir a la persona.
7. El deseo es resolver y/o restaurar
Si la persona ha pecado u otra ha pecado, deseamos restaurar
a los que pecaron, puesto que las personas no son trapos que
se pueden tirar, sino son almas por las cuales Cristo murió. Si
necesitan ser disciplinados (sea públicamente o en privado),
ayúdales a ser restaurados.
No estoy diciendo que ignores la situación, puesto que hay que
corregirla, pero se puede ayudar a los involucrados y a él o a
los que tienen que ser restaurados.
8. Tener un plan de acción
Antes de finalizar la charla, es importante tener un plan de
acción. Es bueno hacerte preguntas como: ¿Qué debe hacer
la persona? ¿Cómo puedes tú o como puede la persona
resolver este problema, pecado o malentendido? Suena
simple, pero si terminas la reunión sin tener un plan de lo que
vas a hacer, en sí la charla fue en vano.
Hay momentos para dejar pasar por alto ciertas cosas y hay
otros momentos para confrontar una situación. Sabiendo que
eres responsable por lo que sucede en tu ministerio, pide a Dios
sabiduría para confrontar lo necesario, habla en amor y cuida
el ministerio que Dios te dio con celo y amor.
CUANDO ALGUIEN CAE EN PECADO

Si has estado en el ministerio mucho tiempo, te das cuenta que


no es tan importante si alguien va a caer en pecado sino
cuando ya cae en pecado. Como líderes espirituales,
¿cómo reaccionamos? Y ¿que hacemos cuando alguien cae
en pecado?” Obviamente cada situación es diferente y solo
Dios te puede dar la respuesta y gracia para ayudar, pero
quisiera presentarte algunas ideas de cómo trabajar con los
que caen en pecado.
1. Amarles
• Dios es un Dios perdonador y con mas amor de lo que
podemos entender.
• Recordemos la parábola donde Cristo enseñaba sobre el
hombre que fue perdonado en mucho, mas él no quiso
perdonar a otro, sino que lo condenó (Mateo 18:21-35).
Como Dios nos perdonó y sigue amando, asi también
debemos hacer con los demás.
• Normalmente, si la persona sabe que le amas, estará
dispuesta a dejarse ayudar.
2. No ignorar la situación
• Si el problema lo escondo o barro debajo de la alfombra no
lo estaré solucionando sino postergándolo, la única manera
de solucionarlo es enfrentándolo.
• Es necesario decirles que si ellos mienten, no habrá solución
posible.
• El confrontar a la persona y juzgar el pecado no significa
destruir a la persona sino mostrarle que deseas que lo arregle
– para el bien de la persona y de la iglesia.
3 Diles que les quieres ayudar, restaurar
• Gálatas 6 nos enseña a restaurar…
– Con espíritu de mansedumbre.
– Considerándote a ti mismo – hazlo como si fueras tu la
persona que cayó.
• Como obrero, si la persona quiere arreglar la situación, debes
estar dispuesto a ayudarle. No hay pecado demasiado
grande que Dios no pueda perdonar.
• Si esa persona fuera tu hijo, tu hermano o tu padre, estarías
dispuesto ayudarlo. Pablo dijo a Timoteo que debe tratar a
los hombres como a su padre o hermano y a las mujeres
como a su madre o hermana. En sí , los creyentes en la iglesia
son parte de tu familia, entonces ayúdales.
• Date cuenta que en algunas situaciones, podrías tú, como
líder, estar en falta:
– Si viste por mucho tiempo a dos hermanos de distinto sexo,
que no son esposos, pasar mucho tiempo juntos y no
advertiste esa situación, probablemente si hubieras
prestado mayor atención podrías haber ayudado y
evitado el problema posterior.
– Si pusiste como tesorero o le pediste a un hno que tomara o
contara la ofrenda, cuando aún no estaba preparado
para hacerlo, probablemente si hubieras prestado mayor
atención podrías haber evitado el robo.
– Si pusiste a un hermano recién convertido a servir como
maestro de una clase u obrero, cuando aún no estaba
preparado para hacerlo, probablemente si hubieras
evitado este hecho, podrías haber ayudado y evitado la
situación posterior.
• Por tanto, es necesario siempre hacernos la pregunta:
¿Es un líder maduro que asume su responsabilidad y se da
cuenta que Dios le puso donde está para ayudar a la
gente?.
4. Establecer los pasos a seguir para la restauración
• Si fue un pecado público, lo tendrá que confesar
públicamente – el nombre de la iglesia, familia, y persona
están en riesgo. Si otros conocen el hecho, deberá ser
públicamente confrontado.
• Si fue en privado, manéjalo en privado. La meta no es
esconderlo sin tomar la lección del salmista David de “no
anunciarlo en Gat” (II Samuel 1:20). Anunciar o hacer que la
persona confiese delante de la iglesia algo que nadie sabe,
puede lastimar más que ayudar. Probablemente, sería de
mas ayuda resolver la situación en privado y no
publicamente. Mateo 18 habla de que debemos hablar
directamente con la persona a solas, luego con dos o tres
testigos, finalmente delante de la iglesia. Hacemos daño
cuando no seguimos el patrón bíblico.
• Si la persona confiesa su pecado delante de la iglesia, estate
a su lado y comprométete ante la iglesia de que vas a
ayudar a esa persona. La confesión delante de la
congregación puede ser una oportunidad de pedirles que
oren por la persona en vez de chismear de ella, que sepan
que todos están aptos para ser tentados y que no pueden
jugar con el pecado y no salir lastimados.
• Asegúrate que la persona sepa que el pecado fue un
progreso de alejamiento de Dios, no simplemente una acción
espontánea.
• Dale a memorizar y estudiar pasajes de la Biblia (Salmo 32, 51;
Colosenses 3; Romanos 6; Salmo 15). Cuando lo tiene
memorizado, te lo debe presentar.
Memorizar la Biblia no es un castigo, es algo que le servirá en
esa situación y en el futuro.
• En el tiempo adecuado, es bueno volver a hablar con la
persona y avisarle o animarle que ya está restaurado (no es
mala idea avisarle a la iglesia también).
¿PASTOR O POLICÍA?

Quizá te suene raro el título o directamente no le encuentres


sentido, pero al final de leerlo creo que le encontrarás sentido.
La idea “¿Pastor o Policía?” viene del fracaso en mi propia vida
y espero que la verdad escrita en pueda ser de ayuda para mis
hermanos colaboradores en el ministerio.
Cuando empezamos nuestra primera iglesia, pensé que tenía
que ayudar a la gente a que viva para Dios. Llegué al punto de
pensar que era mi responsabilidad saber cada detalle de la
vida de la gente. Para mi vergüenza, me metí demasiado en la
vida privada de muchas personas pensando que tenía que
ayudarles a vivir para Dios en su vida privada. Aun cuando es
bíblico que una persona viva para Dios tanto en el aspecto
privado como el público, también entiendo que la decisión
está entre Dios y la persona. Por más que predique o enseñe la
Biblia, si una persona no quiere hacer lo correcto … no lo va a
hacer.
Recuerdo una situación en que estaba hablando con dos
personas de la iglesia y en medio de mi consejo, una de las
personas me dijo “no te metas en nuestras vidas”. No me
acuerdo cada palabra de la conversación, pero cuando me
dijo esto, sentí como si un camión se me hubiera venido
encima. Quería ayudar, quería lo mejor para sus vidas, quería
que vivan en santidad para Dios,… pero esos eran mis deseos y
no sus deseos. Fue así que a causa de esta y otras situaciones
similares encontré una gran verdad. Yo, como pastor y obrero
de Dios, tenía y tengo la responsabilidad de amarles y guiarles,
pero no de manejar sus vidas. Soy pastor, no policía.
Iº Pedro 5:2 y 3 nos enseña a apacentar la grey de Dios,
cuidando de ella, pero nos dice cómo hacerlo: “no por fuerza,
sino voluntariamente… sino con ánimo pronto; no como
teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey.” En pocas palabras, creo que es mi
responsabilidad cuidar, guiar, amar, enseñar y predicarles, pero
no forzándoles, sino mostrándoles mediante mi ejemplo. Por
supuesto, creo, que vendrá el momento de corregir o
reprender, pero siempre debe ser con amor. El hecho es que
puedo enseñar a la gente, pero no puedo vivir sus vidas.
Me duele ver que muchos seguirán en sus pecados o caminos
equivocados, pero como obrero de Dios es mi responsabilidad
avisar y advertirles, no forzarles a que cambien. Para muchos,
suena normal, pero esta verdad me costó y me cuesta mucho.
Puesto que muchos no leen la Biblia diariamente o no buscan
caminar con Dios, no saben que su desobediencia a los
mandatos de Dios les traerá graves consecuencias, pero, aún
así, como pastor tengo que avisarles, no buscar vivir sus vidas.
No soy un policía espiritual, soy un siervo de Dios avisándoles
que si no arreglan sus vidas, sufrirán las consecuencias mas
adelante.
El entender la verdad de ser pastor y no policía, me ayudó en
muchos aspectos en mi propia vida:
1. Vivir con Dios es una decisión individual
Cada uno se parará delante de Dios y dará a Dios cuenta de sí
– Romanos 14:12
Si uno cambia por mi persona, su decisión no será firme. Es
mejor que yo predique y que Dios cambie sus vidas.
2 Debo ser de ejemplo
Iº Pedro 5:2 dice, “no como teniendo señorío sobre los que
están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. Creo
que este verso es un indicación para el obrero de Dios, que
para la gente de la iglesia: “no les mandes, mas bien muéstrales
por el ejemplo en tu vida”.
Hebreos 13:7 manda a que la gente imite la fe del pastor
porque vieron el resultado de su conducta. Si no puedo ser de
ejemplo en mi vida, matrimonio y familia, no tengo derecho a
predicarlo… y mucho menos intentar ser policía y decirles que
cambien sus propias vidas. La gente quiere ver acciones, no
palabras.
Que Dios nos ayude a ser Obreros de Dios que le amen a El y a
Su pueblo como corresponde. Y en vez de querer manejar sus
vidas, seamos ejemplos de servicio a Dios, de tal manera que
ellos quieran seguir nuestro ejemplo.
¿DIJE YO ESTO?
Hace tiempo leí en un libro (no me acuerdo donde) que decía
algo que me impactó: “Lo importante no es lo que dices sino lo
que entienden de lo que dices”. ¡Qué golpe! me dio este
dicho. Qué verdad que es para la vida del obrero.
En varias oportunidades me he avergonzado por la
interpretación que la gente ha sacado de mi prédica,
enseñanza o charla. Aunque me he enojado diciendo, “yo no
dije esto”, y aún cuando estaría bueno poder echarle la culpa
al hecho de que no hablo bien el idioma, sin embargo, la
verdad es que no es buena excusa. Tal vez dije algo o no dije
algo, pero es más importante lo que la gente entiende en lugar
de lo que yo dije. Todos hemos escuchado a los políticos decir
“lo que dije era…”, pero sabemos que la manera en que lo dijo
hablaba más fuerte que las palabras que usó.
Quisiera compartir algunas actitudes que el obrero de Dios
debe tener cuando alguien interprete enforma diferente lo que
el obrero dijo o quiso decir:
1. Humildad
Cuando alguien me dice que yo dije algo que realmente no
dije, muchas veces mi carne salta y me molesto, respondiendo
mal. ¿Cómo me pueden acusar si yo sé lo que salió de mi
boca? Pero el orgullo o la justificación no es la respuesta
correcta. Debo tomarlo con calma, revisar y responder con
humildad. Puede ser que me haya equivocado o que no me
expresé bien, entonces con humildad debo responder.
2. Pedir perdón
No siempre es fácil admitir que nos equivocamos, pero si
realmente no lo dijimos correctamente entonces debemos
pedir perdón. La falta de pedir perdón lastima a muchos
matrimonios, amistades y aun muchos ministerios. Solo porque
soy obrero de Dios no quiere decir que tengo que tener la
razón. Hace bien a mi alma el pedir perdón.
3. Aprender de la situación
Cuando alguien interpreta mal lo que dije, haya o no sido mi
culpa, hay mucho de lo que puedo aprender. ¿Puede ser que
el lenguaje de mi cuerpo expresaba otra cosa?
¿Puede ser el tono de mi voz el que no estuvo bien?
¿Puede ser que no hablé con amor? Sea lo que sea, si presto
atención y escucho, puedo aprender de la situación.
Personalmente he tenido varios “malentendidos” cuando hablo
por e-mail, mensaje de texto o carta porque tal vez la otra
persona pone el énfasis en el sitio incorrecto, no ve las
expresiones de mi cara, etc. Siempre es mejor hablar en
persona si es posible.
El obrero de Dios debe siempre estar aprendiendo… aunque se
trate de un “malentendido”.
CINCO RAZONES QUE ESTÁN EN DESACUERDO CON EL
LÍDER

Hace un tiempo, pude acompañar a mi pastor a una iglesia en


donde la gente tenía problemas con su pastor. Ellos habían
visto cosas negativas en su pastor y querían salir de la
congregación. Gracias a Dios, después de una larga charla y
consejos dados por mi pastor, ellos decidieron arreglar la
situación y quedarse. Aún cuando se pudo solucionar, no todo
terminó bien. Quiero compartir algunas quejas que la iglesia dio
de su pastor con la esperanza de que sus quejas puedan servir
como advertencias a todos los que estamos sirviendo como
líderes en la obra del Señor. Nos haría bien recordar que otros
siempre nos están mirando y debemos ser “ejemplos de la
grey” (I Pedro 5:3).
1. “No te vemos diezmar”
Supuestamente el pastor estuvo diezmando, pero la gente
nunca le vio. Aunque no damos para ser vistos por otros, el
pastor, como ejemplo, debe procurar siempre dar cuando la
canasta de ofrenda está pasando. La gente no solo debe
escuchar de tu boca la enseñanza de dar pero también debe
ver en tu vida que lo estás practicando.
2. “No prediques como si estuvieras enojado”
Claro que nuestro mensaje debe ser bíblico y del Señor, pero
debe ser con amor. Debemos revisar y ver si estamos
ayudando, consolando, animando y proveyendo esperanza al
mismo tiempo que estamos condenando al pecado. Predíca
del infierno y predícalo fuerte, pero predícalo con compasión,
preocupación y amor. La pregunta no es tanto sobre qué
predicas, sino con qué actitud lo predicas – ¿con bronca o
amor? ¿con deseos de ayudar y apuntar a la gente a Jesús?
3. “Necesitamos tu ayuda”
Como ejemplo espiritual, necesitamos visitar o ayudar a la
gente (yendo personalmente o mandando a otro). Nuestras
oraciones por ellos, nuestra prédica por ellos y aun nuestra
presencia con ellos deben levantarlos y ayudarlos. No te olvides
que estamos para guiarles espiritualmente, entonces guíalos a
la Roca más alta que nosotros.
4. “Enfrenta los problemas, no los evites”
Ignorando los problemas no te salvarás de ellos. A veces
tenemos que ir y confrontar los problemas, a veces pedir
perdón y a veces explicar o ayudar, pero ignorarlo no soluciona
nada. Ignorar los problemas puede empeorar la situación y
hacer crecer la confusión, entonces enfrenta el problema o
situación y ora a fin de que Dios te dé la victoria.
5. “Queremos saber que caminas con Cristo”
La iglesia no debe solamente escuchar sino que debe ver y
saber que su líder camina con el Señor. Si el líder es inseguro, los
que le siguen serán más inseguros. Deja que vean que Dios te
está guiando y estás caminando y tomando las decisiones por
fe – y que la mano de Dios te guía y está contigo. Nuestras
prédicas, enseñanzas, charlas, oraciones y vida deben
manifestar que caminamos con Dios en privado. La gente
seguirá si ve que su líder camina con el Rey de reyes.
2
CON AMABILIDAD
LA HOSPITALIDAD

La hospitalidad es una característica muy importante para


cada creyente, pero especialmente para una persona que
está trabajando en el servicio del Señor. La hospitalidad es la
“cualidad de hospitalario, acogedor”. Dios quiere que Sus hijos
muestren hospitalidad a otros. Romanos 12:13 manda al
Cristiano ir “practicando hospitalidad”. Cuando practicamos la
hospitalidad, estamos cumpliendo con el mandato de amar al
mundo sin Cristo y con el mandamiento de amarnos unos a
otros.
Practicar la hospitalidad molesta la vida personal y privada de
la persona que lo ejerce, pero Dios nos manda a practicar la
hospitalidad.
Algunos pasos bíblicos para ayudar al obrero de Dios a mejorar
y practicar la hospitalidad son:
1. Dios quiere que practiquemos la hospitalidad los unos con los
otros “sin murmuración” – I Pedro 4:9-10
Dios quiere que ayudemos, que demos una mano y
practiquemos la hospitalidad hacia otros, pero quiere que lo
hagamos con una buena actitud, sin murmuraciones.
En III Juan vs. 5 habla de prestar “algún servicio a los
hermanos”. Veremos varios ejemplos bíblicos de creyentes que
prestaron servicios a otros: el aposento que fue hecho para
Eliseo (II Reyes 4:10-11) y el matrimonio que ayudó a Apolos
(Hechos 18:24-26). Hoy también podemos mostrar hospitalidad
prestando servicios a otros (usar el auto para llevar a alguien a
la iglesia, usar la casa para invitar a comer y compartir tiempo
con alguien, usar nuestro dinero para ayudar a otras familias, …
y mucho mas). Dios quiere que mostremos hospitalidad, pero
quiere que lo hagamos “sin murmuración”.
2. Recuerda que la Hospitalidad es dar en el nombre del Señor
y trae recompensa – Marcos 9:41
Cuando la viuda de Sarepta dio lo último de su aceite y harina
a Elías (I Reyes 17), en sí estaba dando a Dios… y al final de la
historia Dios la bendijo. Y cuando el obrero practica
hospitalidad hacia otras personas, Dios lo ve.
En Hechos 20:35, Pablo nos recuerda las palabras del Señor
Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir”. Dar
de tu tiempo, bienes materiales, consejo o ayuda no es un mal
gasto sino una inversión en la vida de otro.
En Mateo 25:35-36 y 40, se nos recuerda que dando de comer,
dando de beber y ayudando a uno de los hijos de Dios, lo
estamos haciendo como si fuera para Dios mismo. Aunque es
bueno recibir recompensas, es suficiente saber que estamos
obedeciendo y agradando a nuestro Dios cuando practicamos
la hospitalidad.
3. La Biblia nos avisa y nos manda: “no olvides la hospitalidad”
(Hebreos 13:2)
Debemos aprender a cómo tratar y hospedar a la gente. Creo
que perdemos muchas bendiciones por no saber cómo ser de
bendición a otras personas.
Si alguien está visitando la iglesia, le debemos saludar con una
sonrisa y amor cristiano, le debemos mostrar dónde se puede
sentar, dónde está el baño, presentarle al pastor y a otras
personas, sentarnos a su lado, ayudarle a encontrar los pasajes
bíblicos y hacer lo que sea necesario para que el visitante se
sienta cómodo. Mostrar, practicar y no olvidar la hospitalidad
es muy importante en la vida del obrero de Dios. En la iglesia,
casa, trabajo y calle, el obrero de Dios no debe olvidarse de la
hospitalidad.
En II Corintios 8:12-14, se nos enseña que nuestra abundancia
suple la necesidad de los santos. El auto que Dios me dio, la
casa que Dios me dio, el dinero que Dios me dio, los talentos
que Dios me dio y todo lo que tengo, son instrumentos que Dios
me dio para mostrar y practicar la hospitalidad. Que Dios nos
ayude a no tener una actitud de no querer ayudar y ser de
bendición a otros – ¡no olvides la hospitalidad!
AMANDO A LA GENTE

Este tema es algo que todos sabemos, pero no siempre


hacemos. Parece algo muy simple y no tan necesario para
estudiar, pero la falta de este elemento importantísimo puede
ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de nuestros
ministerios.
Antes de mi llegada a Argentina, estudié mucho sobre el país,
sobre la gente y la cultura. Estudié cómo al argentino le gusta
su mate, su fútbol y su asado. Me enamoré con la cultura y la
gente aun antes de pisar la tierra Argentina. Pensé que sabía lo
que era el amar a la gente, pero poco tiempo después de
llegar, aprendí que el argentino tiene mucho en común con el
norteamericano, el peruano y todos los países que existen. El
argentino tenía su humor, sus fallas, sus malos hábitos y
costumbres – el argentino es un ser humano como todos. Por
nada en el mundo estoy hablando mal de un grupo de
personas, sino que quiero usar mi ejemplo propio para hacer
más clara la lección: el amar a la gente no es una emoción del
momento sino una acción constante. Es fácil decir que
amamos a alguien, pero hasta que no lo mostramos, son nada
más que palabras vacías.
Como Cristianos, Dios nos manda a amar a los demás (I Juan
4:7-8, 20-21) y aun nos enseña que el mundo creerá cuando
vean el amor de Dios en nuestras vidas. Lamento decirlo, pero
mi “amor” por mucho tiempo era nada más que una emoción.
Una emoción cambia cuando no es conveniente, pero el amor
sigue obrando porque es constante. Amar a la gente no es lo
más fácil o divertido de hacer, pero es de suma importancia
para un hijo de Dios que quiere servir en la obra.
Cuando aprendí a amar a la gente, la gente empezó a
aceptarme más. Por supuesto, hay tiempo para decir lo que es
pecado y malo, pero cuando hay amor, es mucho más
probable que la gente conozca y crezca en nuestro Señor
Jesucristo. Cuando aprendí a amar a la gente, aprendí que a la
gente no le importaba tanto mi apariencia, experiencia y falta
de inteligencia – solo querían ver mi amor. El amor puede
cambiar una casa destrozada, un matrimonio destruido y gente
distanciada de Dios. El amor puede hacer crecer a una iglesia
y sus ministerios – tanto en madurez como en número.
Nuestro Señor Jesucristo amó a la gente y nos enseña a
nosotros a cómo amarla (Mateo 9:36 y 15:32 es un ejemplo del
amor que nuestro Señor tiene por la gente). Cada persona en
nuestros ministerios es diferente, pero cada persona necesita ser
animada, abrazada, respetada, fortalecida y… amada. Que
sea rico o pobre o de cualquier nacionalidad, cada persona
necesita ser amada – y Dios nos puso en sus vidas para
mostrarles ese amor. Es mi intención animar a los lectores que
busquen el amar más a las personas que Dios ha puesto en sus
ministerios. ¿Cuándo fue la última vez que visitaste a una
persona que Dios puso en tu ministerio? ¿Cuándo fue la última
vez que llamaste o mandaste un mensaje de texto para animar
a una persona? ¿Cuándo fue la última vez que invitaste a una
persona a tu casa para tomar café o cenar? ¿Cuándo fue la
última vez que escribiste una carta a una persona
agradeciéndole por lo que hace o lo que es para tu vida?
¿Cuándo fue la última vez que simplemente mostraste amor a
una persona? Es fácil molestarnos, enojarnos y reprender a una
persona, pero debemos mostrarle el amor del Señor también.
Alguien dijo que por cada vez que reprendas a una persona,
debes amarle o animarle 10 veces.
Charles Spurgeon dijo que se puede atraer mas con miel (lo
que es dulce) que con hiel (lo que es amargo). Nuestras
iglesias, clases, familias y ministerios avanzarán mucho mas con
amor que con cualquier otra cosa. El dinero, talento,
inteligencia y experiencia no pueden reemplazar el amor. Que
Dios nos ayude a mostrar amor a la gente que Él puso en
nuestras vidas y ministerios. Que dejemos de decirles que les
amamos y empecemos a mostrarles que les amamos.
HACIÉNDOLES VOLVER

Si has estado algo de tiempo en la obra del Señor, has visto a


algunos alejarse del camino de Dios. Es lamentable, pero el
diablo engaña a la gente y varios terminan alejándose – por
trabajo, mala influencia, amargura, por sentirse ofendidos, etc.
Mi corazón ha sido quebrantado al ver a la gente salir del
camino de Dios, sea por el motivo que sea. Mi deseo es: (1)
Presentar algunos versículos mostrando lo que Dios opina
acerca de los que se alejan de Él y (2) Esperar que Dios nos dé
una carga para buscar a estas ovejas descarriadas e hijos
pródigos que han salido del camino.
1. Hacer Volver a los que Salieron por ser Disciplinados
Aunque hay diferentes opiniones de lo que es la disciplina
eclesiástica y quien la merece, creo que todos estamos de
acuerdo que la Biblia sí habla de la disciplina en la iglesia. En
Mateo 18:15-17, cuando el Señor nos habla de la disciplina,
dejó en claro que la disciplina tiene el propósito de restaurar al
hermano. Por supuesto que la disciplina sirve para comunicar a
la iglesia que Dios no quiere que un Cristiano viva en pecado,
pero el Señor quiere que la persona que cae en pecado sea
restaurada. Muchas veces, cuando alguien es disciplinado,
somos culpables de juzgarle por más tiempo que el necesario –
pero nuestro Señor quiere que sea restaurado.
Gálatas 6:1 dice: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en
alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea
que tú también seas tentado.” Que Dios nos ayude a orar,
buscar y ayudar a los que fueron disciplinados para que sean
restaurados y regresen pronto al Señor.
2. Hacer volver a los que salieron por ser engañados
En II Timoteo 2:24-26 habla que el siervo de Dios debe tratar con
mansedumbre a otros “por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad y escapen del lazo del
diablo, en que están cautivos a voluntad de él”. Aunque estas
personas pueden ser cautivas por el diablo porque no son
salvas, también hay muchos Cristianos que son engañados por
el diablo y se alejan del Camino de Dios. Por ejemplo: hay
gente que deja de congregarse por un trabajo que le ofrece
más dinero durante el mismo horario de las reuniones. Hay otros
que dejan de congregarse por estar peleados con otra
persona o por un deporte o por otras actividades. Pero creo
que todos nos damos cuenta que más que un trabajo, pelea
con una persona, deporte, etc., las personas han dejado de
congregarse por ser engañadas por el mismo diablo. Y Dios
quiere usarnos como instrumentos para que los que se alejan
pueden regresar al Camino.
Santiago 5:19-20 lo dice muy claro: “Hermanos, si alguno de
entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace
volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su
camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de
pecados.”
Dios quiere usar a Sus hijos para que hagan regresar a los
alejados. Creo que es muy necesario que nuestras iglesias sean
fervientes en buscar a los nuevos, pero también que no
debemos olvidar de los ‘apartados’ y ‘alejados’. Aunque
muchos tienen razones de haberse alejado puesto que hubo
hipocresía en la iglesia o el pastor les hizo mal o alguien les
ofendió, debemos darnos cuenta que es el mismo diablo el que
se contentó cuando la persona dejó de congregarse. Que Dios
nos dé una carga para hacer volver a los que dejaron el
Camino de Dios. Haremos mucho bien haciendo regresar a las
ovejas descarriadas al redil del Señor.
RECIBIENDO VISITANTES

Es el deseo de cada iglesia poder tener visitantes en cada


reunión. El pastor, los líderes y varias personas de la iglesia
trabajan mucho para traer un visitante – pero la gran prueba
de que si van a regresar o no es cómo son tratados cuando
visitan la iglesia. Podemos decir “la iglesia debe hacer…”, pero
es importante recordarnos a nosotros mismos y recordar a los
hermanos que la iglesia somos nosotros. Debemos prepararnos
a nosotros mismos y preparar a los hermanos a fin de aprender
a cómo tratar a una persona cuando visita nuestra iglesia por
primera vez.
Cada persona en la iglesia debe estar preparada para recibir
visitantes. Cada creyente es un embajador de Cristo y debe
representar bien a su Salvador y la Obra de su Salvador. El
pastor y los líderes deben preparar a los hermanos para recibir
a un visitante.
Veamos unas ideas que pueden ser útiles para preparar a los
creyentes a fin de recibir visitantes en la iglesia:
1. Recibirle con una sonrisa y saludo cordial – cuando hay
tensión en el aire y las caras no manifiestan que están
contentas, el visitante tampoco va a querer estar allí.
2. Mostrarle donde está el baño, cuna, clases, etc.
3. Compartir tu Biblia con él/ella.
4. Saludarle con una sonrisa y buen espíritu.
5. Evitar hablar de tus problemas u opiniones, de lo que no te
gusta, etc.
6. Recordar la regla de 3 minutos – 3 minutos antes de cada
reunión y 3 minutos después de cada reunión, saluda y habla
con los nuevos o los que no conoces en vez de correr a
hablar con tus amigos y conocidos.
7. Recordar que la iglesia no son los edificios sino las personas
entonces representa bien a Dios y Su casa (la iglesia).
8. Presentar al visitante al Pastor(es).
9. Ayudarle a llenar una tarjeta de bienvenida para poder tener
su información.
10. Sentarte al lado del visitante y ayudarle a encontrar pasajes
en la Biblia, usar el cancionero, etc.
11. Orar en tu corazón por el visitante a fin de que Dios le hable
durante el mensaje.
12. Preguntarle si tiene dudas o preguntas con las cuales
puedes ayudar.
13. Recordar su nombre e invitarle a otra reunión después del
culto.
14. En la semana llamarle (discretamente buscar conseguir su
número de teléfono) para invitarle o involucrarle en ciertos
ministerios y actividades de la iglesia.
15. No esperar que el pastor o pastores le visiten – aunque el
equipo pastoral probablemente le llamará o visitará durante
la semana, será de mucho ánimo recibir una visita tuya o
llamada tuya también.
RELACIONÁNDONOS CON LOS DEMÁS

La vida consiste de relaciones – amigos, familiares, el


matrimonio, trabajo, estudios, iglesia… y aun los enemigos.
Mucho de nuestro éxito y fracaso depende de cómo nos
relacionamos con los demás.
Por ejemplo: muchos pierden un trabajo por no saber
relacionarse con la gente, muchos matrimonios terminan mal
por no saber relacionarse entre ellos y aun hay gente que no se
habla con sus padres o primos o parientes por no saber
relacionarse bien con los demás.
Hay pastores que dejan una iglesia por problemas con la gente
pero, cuando llegan a la siguiente iglesia, enfrentan los mismos
problemas. Hay gente que deja el barrio, solo para encontrar
problemas en el siguiente barrio. Hay gente que deja un
trabajo, una iglesia, una escuela, un club, etc., sólo para
encontrar que tiene los mismos problemas en su siguiente
destino.
Cuando uno piensa en servir al Rey de Reyes y Señor de
Señores, tiene gozo de poder servir a Dios – pero de lo que no
se da cuenta es que el servir a Dios es trabajar con gente.
Estaría lindo trabajar para Dios pero no tener que trabajar con
la gente, pero sin la gente no hay ministerio. Hay gente que
parece que siempre está animada y hay otros que parece que
siempre están desanimados. Hay gente que es paciente y
gente que se enoja fácilmente.
Hay gente que está contenta con lo que tiene y hay gente que
parece que nunca está contenta. Hay gente de buen humor y
hay gente de mal humor,… hay un poco de todo en la viña del
Señor. Si hay de todo estilo de gente, y si el servir a Dios significa
trabajar con otros, quiere decir que tenemos que aprender a
cómo relacionarnos con los demás.
Quiero presentarte unos principios bíblicos que nos ayudarán a
relacionarnos mejor con los demás:
1. Preferir a otros antes que a ti mismo
Romanos 12:10Preferir a otros antes que a mi mismo no es fácil,
pero es bíblico, es correcto y es la mejor manera. El preferir a
otros, o poner a otros en primer lugar, lo vemos claramente en
la vida de nuestro Señor. Si la vida de nuestro Señor hubiera sido
pensar en su propia comodidad, nunca hubiera ido a la cruz …
pero puso primero a Su Padre y después a nosotros y entregó Su
propia vida por amor a nosotros.
La Biblia habla de amarnos unos a otros, servirnos unos a otros,
exhortarnos unos a otros y animarnos unos a otros. Hay varios
mandatos que nuestro Señor nos dio en el ministerio del “unos a
otros”, y la idea siempre es poner al otro primero.
Siempre debes poner a los demás primero – si, prefieres a otros
antes que a ti mismo, salvarás amistades y muchas otras
relaciones en la vida.
2. Aprender a morir a ti mismo
I Corintios 15:31; Gálatas 2:20 No siempre tienes que tener la
razón. No siempre tienes que tener el mejor argumento. La
persona sabia sabe cerrar su boca y dejar a la otra persona
tener razón.
El apóstol Pablo dijo en I Corintios 6:7, cuando los Corintos
querían llevar a sus hermanos a la ley por un problema, que
deberían mejor sufrir el agravio y ser defraudados. Ciertamente
nos enseña que, en lugar de reaccionar, debemos dejar a los
otros pisotearnos.
Francamente duele mucho ser defraudado, pero si es por la
causa de Cristo… vale la pena. A veces decimos, “Pero yo si
tengo razón… el otro está mintiendo, etc.”, pero por más que
uno tenga la razón, veamos el principio bíblico de morir a si
mismo.
Cristo fue acusado falsamente por autoridades perversas, pero
Cristo quedó en silencio.
Cristo nos enseña a tomar nuestra cruz, negarnos a nosotros
mismos y seguirle – pero la mayoría de las veces queremos
seguir a Cristo sin tener que negarnos a nosotros mismos. Amigo,
si vas a seguir a Cristo, ¡TIENES Que negarte a ti mismo!
3. No dejar entrar el orgullo
Las palabras “perdóname” o “me equivoqué” o “si, no fue
correcto lo que hice”, son palabras que me cuestan decir, pero
si no las digo, sutilmente dejaré entrar el orgullo a mi vida. Todos
sabemos que el orgullo destruye (destruyó a Lucero, a
Nabucodonosor, a Herodes y a otros) y si queremos
relacionarnos bien con los demás, no podemos dejar entrar el
orgullo en nuestras vidas.
Si soy bueno en algo es en equivocarme, pero cuando alguien
me dice que me equivoqué, soy rápido para mostrarle sus
errores o justificarme o … cualquier cosa menos el admitirlo –
pero estas reacciones nacen de mi orgullo. Cuando me
equivoco, lo mejor que debo hacer es admitirlo, pedir perdón si
es necesario y no dejar entrar el orgullo.
4. No guardar rencor
Si no perdono a alguien, pronto responderé con odio… y poco
después afectará mi vida espiritual. Cuando guardo rencor, no
solo afecta mi relación con los demás, ¡también afecta mi
relación con Dios!
Mateo 5:23-24 y 6:14-16 nos enseña que si no perdonamos a
otros, Dios tampoco nos perdonará a nosotros. Amigos, Dios es
el vengador, El se encargará de la venganza – mi parte es
perdonar y seguir adelante.
Si alguien nos preguntara si queremos servir a Dios, seguro que
todos alzaríamos las dos manos, pero si alguien nos preguntara
si queremos trabajar con gente, lo pensaríamos bien. El asunto
es que no podemos dividir los dos – el servir a Dios es ministrar a
la gente. Si podríamos entender esta verdad, nos ayudaría a
ver la necesidad de aprender a relacionarnos con los demás.
Cada obrero de Dios debe ser sabio y seguir los principios
Bíblicos para relacionarse mejor con la gente que Dios puso en
su cuidado.
DIFERENCIAS ENTRE LA AUTORIDAD PASTORAL Y
SECULAR

(I Pedro 5:3; Marcos 10:42-43)

1. Una autoridad ministerial


Ministra a otros (Hch 20:28: II Cor 13:10; I Ped 5:2). El pastor
edifica, ministra y protége a los hermanos en Cristo.
2. Una autoridad humilde
(Mar 10:42-45; I Cor 3:9; 4:1; 12:7; Tito 1:7; I Ped 4:10; 5:3-5). El
pastor sirve bajo la dirección de Dios. La iglesia es propiedad
de Dios. La gente es la gente de Dios. La obra es la obra de
Dios (I Cor 3:5-9). El pastor debe servir con humildad.
3. Una autoridad amorosa
(I Tes 2:7-11). El pastor debe tener amor, piedad, preocupación,
y espíritu sacrificial por el bien de la gente. Su autoridad no es
por la fuerza, el pastor se regocija cuando la gente madura y se
para con sus propios pies para servir a Dios. El pastor debe
trabajar con amor.
Una Autoridad Edificativa (II Cor 10:8) – El pastor se da cuenta
que no está sirviendo para su propia gloria ni para sacar
provecho, sino para edificar y llevar a la madurez a las
personas para la obra de Dios. Ef 4:11-12
CRISTO ENSEÑANDO SOBRE LA AMISTAD

Juan 15:12 – “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a


otros, como yo os he amado. Vs. 13 – Nadie tiene mayor amor
que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vs. 14 –
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Vs. 15 –
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace
su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas
que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. Vs. 16 – No me
elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he
puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, él os lo dé. Vs. 17 – Esto os mando: Que os améis unos
a otros.”
1. Quien es mi mejor amigo – vs. 13
El ejemplo del mejor amigo es Él que dio Su vida por nosotros.
Proverbios 18:24 nos enseña que “El hombre que tiene amigos
ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un
hermano.” Sin duda un ser humano puede sernos un amigo
íntimo pero para el obrero de Dios, quien mas puede sernos tan
fiel, bueno, confiable y unido como el amigo verdadero,
Jesucristo. El que hizo el mundo, el que murió en la cruz, Él
mismo nos llama amigos. Él tiene derecho de llamarnos siervos,
pero nos llama amigos.
Uno desea estar con su amigo en todo tiempo y Dios nos
promete estar con nosotros en todo tiempo (Mateo 28:20;
Hebreos 13:5). Gracias a Dios que el hijo de Dios no tiene que
pasar las tribulaciones, problemas, momentos difíciles sin el
mejor amigo, Cristo Jesús. El mejor amigo nos dio vida eterna,
nos dice que le pidamos algo en Su nombre y lo tendremos
(Juan 14:13-14). Mi mejor amigo está presente cuando mis seres
queridos están ausentes. Mi mejor amigo está y siempre estará
al lado de Sus hijos, de Sus amigos. Que amigo!
2. Ser un amigo – vs. 12 y 17
El mejor amigo, Jesucristo, nos manda a amarnos unos a otros
en los versículos 12 y 17. Si el pasaje que usamos en que Cristo
nos enseña sobre los amigos es de vs. 12-17, entonces empieza
y termina en la misma forma, hablando de amarnos unos a
otros – como un sandwich, Cristo da el pan de arriba
encubierto de amor y el pan de abajo que también tiene que
ser encubierto de amor. El amigo verdadero nos manifiesta que
Él es el mejor amigo, pero nos manda que debemos seguir su
ejemplo y amar a otros. Justo antes de que Salomón nos diga
que hay un amigo mas unido que un hermano (Proverbios
18:24), nos indica que “El hombre que tiene amigos ha de
mostrarse amigo”.
Veamos algunos princípios del Libro que nuestro Amigo nos dio
sobre como ser un buen Amigo:
• Ser amable – Proverbios 18:24
El que quiere tener amigos habla bien de los amigos, busca
maneras para ayudar a los amigos, es de bendición a los
demás y no descarga todos sus problemas a sus amigos. Ser
amable incluye no ser sensible y cambiante, no ser envidioso
sino regocijarse cuando algo le va bien a la otra persona. El
que quiere tener amigos debe ser amable… o pronto no
tendrá amigos.
• Humillarte – Proverbios 6:3
Hay muchísimas maneras en que debemos humillarnos, pero
recuerda que la humildad es lo opuesto al orgullo, la
soberbia. Nadie quiere hablar con una persona orgullosa,
llena de sí misma, pero todos quieren a un amigo humilde
(humildad no es el nivel económico de uno sino una
característica de hubicarse y saber que no es mejor que
otros). La humilidad es necesaria en la amistad… o para
poder tener amigos. Hay que humillarse para perdonar o
pedir perdón a una persona cuando te ofende. Hay que
humillarse para dejar algo pasar por alto y aun agradecerle
cuando te reprende (Proverbios 17:17; 27:6, 17). Humillarse no
es fácil, pero es importante en la amistad.
• Cuidar tu boca.
La boca ayuda o destruye amistades. Si vamos a tener amigos,
tenemos que aprender a cuidar la boca. Proverbios tiene
muchas lecciones sobre la boca, fijate en solamente tres de
ellas:
– La lengua de los sabios es medicina (12:18).
– El que guarda su boca guarda su alma (13:3)
– El chismoso aparta a los mejores amigos (16:28)
Un amigo debe escuchar mas que hablar. Es interesante que
Dios nos dio dos oídos y una boca… tal vez para escuchar el
doble de lo que hablamos. Alguién sugirió que se debe
escuchar 80% del tiempo y hablar 20%.
Si Hablamos mucho o hablamos poco, si no aprendemos a
cuidar la boca, no tendremos muchos amigos.
AMIGOS Y EL MINISTERIO
Una de las cosas mas importantes en el mundo en que vivimos
es la amistad. Hay muchas clases de personas en este mundo –
parientes, conocidos, y hay amigos.
Una de las posiciones mas grandes que podrias tener con una
persona es ser un amigo. Algunos dirían, “pienso que ser papá,
hermano, vecino, etc. es muy importante” – pero oyente, ser
amigo es mucho mas importante.
El diccionario define la palabra “amigo” como “uno que está
unido a otro por medio del afecto o la estimación”. La Biblia
también define la palabra “amigo”. Si el amigo es tan
importante, debemos ver lo que dice Dios de ello:
1. Siempre amar
Pr. 17:17 – “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un
hermano en tiempo de angustia.”
“En todo tiempo” – hay una diferencia entre un conocido y un
amigo – hay muchos conocidos, pero hay pocos amigos
verdaderos. La Biblia dice el amigo es amigo en todo tiempo.
Si preguntamos a las esposas lo que quieren de sus maridos,
probablamente van a decir, quiero que no me trate como su
esposa, sino que me trate como su amigo. Muchas veces el
marido conquista a su esposa y despues pierde interés y dejan
de ser amigos.
Algunas personas son amigos por el dinero, como los amigos
del hijo pródigo – cuando tuvo dinero, tuvo muchos amigos,
pero cuando no tuvo nada, todos le dejaron – el asunto es que
el amigo verdadero es amigo “en todo el tiempo”.
Todos vamos a pasar por momentos de necesidad, por
momentos de enfermedad, depresión, etc – pues el amigo
verdadero está cuando hay asado y cuando hay miseria.
¿Éres un amigo? ¿Amas en los momentos buenos y malos o solo
en los momentos buenos? El buen amigo ama en todo
momento.
“Las amistades mas firmes se forman en una adversidad mutua,
asi como el acero se hace mas fuerte cuando se funde en
fuego” – Charles Caleb Cotton
2. No chismear
Prov. 16:28 – “El hombre perverso levanta contienda, Y el
chismoso aparta a los mejores amigos.”
Te pregunto algo: ¿tienes al menos un amigo? Te doy una
manera que lo puedes perder rapidísimo. Si tienes ganas de
perder un amigo, escucha muy bien… Piensa en un secreto
que tu amigo te dijo hace un tiempo. Ahora anda a la casa de
tu vecino y cuéntale todo los secretos de tu amigo. Creo que
sabes tanto como yo que vas a perder a tu amigo muy rápido.
Ser chismoso aparta a los mejores amigos – si quieres ser un
buen amigo, aprende a guardar cosas, aprende a cerrar tu
boca y saber como respetar cosas privadas de la otra persona.
El loro canta todo lo que escucha, pero recuerda que el loro es
molestoso y no tiene amigos, ¿Quieres ser como el loro o
quieres ser un buen amigo?
Pr. 17:9 – “El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la
divulga, aparta al amigo.”
Si realmente eres amigo, vendrán momentos en que tu amigo
te va a contar cosas privadas, sus problemas, sus necesidades,
sus deseos – son cosas entre Uds. Se un amigo sabio y aprende
a no chismear.
3. Ser amable
Pr. 18:24 –“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.”
Es obvio que a veces tendras problemas y momentos difíciles,
pero si todos los días son difíciles, pronto nadie va a querer estar
contigo. No puedes siempre ser pesado con otros, a veces
tienes que aprender a llevar tus propias cargas. No puedes
estar de mal humor siempre, tienes que aprender que un
requisito importante para ser amigo es ser amable.
Abraham Lincoln dijo, “Si quieres ganar a un hombre para tu
causa, primero convencélo que eres su amigo sincero.”
Ser amable puede ser con palabras o con acciones, pero todos
necesitamos una lección en como ser amables.
4. No dejar a tu amigo
Pr. 27:10 – “No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre;”
¿Porque dice no dejar a tu amigo? Por muchas razones, pero
creo especificamente por el hecho de que sabemos que habrá
momentos en los que vas a ser amigo y momentos en los que
vas a necesitar a tu amigo. Si dejas a tu amigo, no tendrás a
nadie en los momentos que mas lo necesitas.
Muéstrale a tu amigo que estás con el/ella en momentos
difíciles y tu amigo sabrá que nunca lo vas a dejar.
No hay muchas cosas que no haría por mi amigo – haría
practicamente cualquier cosa. Pero una cosa que no quiero
hacer es abandonar a mi amigo.
Si realmente tienes un amigo, no lo dejes por nada. Hay
muchas personas en el mundo, muchos conocidos, pero pocos
amigos verdaderos.
5. Siempre ayuda
Prov. 27:17 – “Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza
el rostro de su amigo.”
¿Te mudaste alguna vez? ¿Cuantos te ayudaron? –
normalmente cuando tienes que hacer mudanza o un
proyecto, todos desaparecen … pero el amigo está para
ayudar siempre.
¿Fuiste alguna vez al trabajo o a algún lado público sin darte
cuenta que tienes rastros de lo que comiste en la cara o tu pelo
está despeinado? Nadie te lo dirá, solo te mirarán. Pero un
amigo se te acerca y dice, “anda al baño y limpiate la cara o
arreglate el pelo”. El amigo ayuda siempre.
6. El amigo perdona
Col. 3:13 – “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a
otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Si estás con una persona por mucho tiempo, tarde o temprano
le vas a ofender. Pero una de las claves mas grandes de ser un
amigo es aprender a perdonar.
Si una persona queda enojada contigo por mucho, mucho
tiempo, hay una gran posibilidad de que realmente no era un
amigo. Ahora, antes que digas, “asi es” y comiences a pensar
en esa persona, dejame decirte que, si tu no puedes perdonar
a esta persona, estas en los mismos zapatos.
Aprender a perdonar a una persona es de suma importancia
en nuestra vida.
I Pedro 4:8 – “porque el amor cubrirá multitud de pecados”.
Si un amigo se equivoca u ofende sepa cómo perdonarlo,
puesto que es un requisito y cualidad muy importante para ser
amigo.
7. El buen amigo da su vida
Jn. 15:13 – “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga
su vida por sus amigos.”
La historia de Jonatan y David en el Antiguo Testamento.
Jonatan amó a David y le protegió, esto es amor.
El marido protege a su esposa, no porque tenga que hacerlo,
sino porque es su mejor amigo, y el amigo está dispuesto a dar
su vida por su amigo.
8. No amar por lo que uno tiene
Pr. 19:4 – “Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es
apartado de su amigo.”
El amor es en todo tiempo. Y siendo que el amigo ama, tiene
que amar en todo tiempo.
Como hemos dicho del hijo pródigo, la falta de dinero a veces
es bueno, puesto que muestra realmente quien es verdadero
amigo.
Aprendí como pastor cuando estaba en Argentina que
cuando hago asado, tengo muchísimos amigos. Francamente
me hace sentir bien y me pongo contento.
Pero cuando no hay asado o una actividad importante,
muchos desaparecen como la cucaracha cuando prendes la
luz. Tienen alergia del trabajo, no tienen tiempo, están
ocupados, están cansados, etc … pero cuando digo la
palabra mágica “asado”, de repente aparecen “amigos” que
no había visto en 3 años.
Cuando Cristo hizo los milagros y multiplicó el pan y los peces,
habia cinco mil hombres, sin contar a sus esposas e hijos. Hubo
miles para recibir la comida, pero después de los milagros
desaparecieron. ¿Eran amigos o estaban solo por la comida?
Amar a una persona que no tiene nada es obvio que es amor
verdadero, puesto que no estás amándola por lo que tiene.
3
CON COOPERACIÓN
TODOS SON VOLUNTARIOS

Para un obrero de Dios, una de sus preocupaciones es “¿quién


me va a ayudar? Todos queremos ayuda en el ministerio donde
estamos sirviendo y anhelamos el día en que podamos tener
una secretaria, asistentes y otros ayudándonos para hacer más
ministerio.
Antes yo diferenciaba o categorizaba a la gente involucrada
en el ministerio como voluntarios o personal/ empleados (gente
pagada para hacer el trabajo). Mi pensamiento era que la
gente pagada (como secretaria, asistente, etc.) si o si tenía que
hacer el trabajo y los “voluntarios” ayudaban si querían y no
ayudaban si no querían. Pero estoy convencido ahora que
todos son voluntarios – los que reciben sueldo o no. Quiero
presentarte algunas ideas y hacerte pensar… y creo que al final
estarás de acuerdo conmigo que todos son voluntarios.
Todos trabajamos porque queremos, porque nos gusta. Gracias
a Dios que las iglesias pueden crecer para estar en
condiciones, para tener personas trabajando con sueldo, pero
la franca verdad es que si esperamos hasta el momento en que
haya gente trabajando con sueldo, quizá pase mucho tiempo.
Pero para serte honesto, aun la gente que recibe sueldo está
trabajando porque quiere, no porque se le paga para hacerlo.
Podemos decir que la gente que trabaja en cualquier ministerio
de la iglesia (pagado o no), es porque quiere hacerlo… son
todos voluntarios. Si nos damos cuenta de esto, nos ayudará en
el trato con la gente. Por supuesto que ponemos y debemos
poner requisitos (recordando que la obra más importante en el
mundo es la obra del Señor), pero al mismo tiempo es
importante recordar que todos los que ayudan son voluntarios –
trabajan o ayudan porque quieren. Ya sea la persona que
limpia una silla, pone los cancioneros, barre el piso, etc., es
importante recordar que lo hace porque le gusta hacerlo.
Cuando realmente entiendo esto, me va a ayudar a saber que
tengo que animar a la persona en vez de mandarla. Nadie
hace todo como el otro quiere o espera, pero antes de
enojarnos es importante que recordemos que es un voluntario.
Ponte en los zapatos de un voluntario. Estás haciendo algo
porque amas a Dios y viene otra persona y te dice, “no lo
hagas así” o “donde estabas tal día”, etc… ¿no responderías
en tu mente diciendo, “yo hago lo que hago porque quiero y si
no te gusta buscate a alguien más”? Aun la persona que
recibe sueldo de la iglesia igual es un voluntario porque lo que
él/ella hace es porque lo quiere hacer, no porque se le pague
para hacerlo.
Si tratamos a todos como voluntarios, quizá habría mas ganas o
mas personas trabajando. Nuestro gran problema siempre es,
“no hay obreros”. Aunque sí es un problema, podría ser menos
problema si aprenderíamos a tratar a todos con aprecio y
agradecimiento en vez de mandarles a que hagan mejor en su
área. Nadie en el trabajo quiere un patrón que sea mandón o
ingrato… y tampoco nadie quiere en la iglesia a alguien que
mande o que no aprecie su trabajo.
Que Dios nos ayude a recodar como obreros que debemos
animar mucho mas a otros y no mandar tanto. Ciertamente
habría más obreros o durarían más tiempo si les tratamos como
voluntarios y les amamos y agradecemos.
TRABAJANDO EN LA OBRA

La obra del Señor es la obra mas importante en el mundo. Sin


duda hay varios elementos muy importantes en la obra del
Señor, pero creo que podemos resumir todo en una palabra –
“amor”. Si vamos a trabajar en la obra del Señor, es necesario
que tengamos amor, pero específicamente que tengamos
amor en las siguientes áreas:
1. Es necesario tener amor por el Señor
Si vamos a trabajar en la obra del Señor, principalmente
tenemos que amar al Señor de la obra. Aunque sabemos esto,
es muy fácil estar tan ocupados que casi no tenemos tiempo
para leer la Biblia. Soy culpable de tener llena la lista de
actividades para el día, para salir temprano y regresar tarde, no
hay mucho tiempo para estar a solas con Dios. Todos estamos
de acuerdo que debemos amar a Dios, pero si ni pasamos
tiempo con Él, no le estamos amando. El pastor debe visitar,
organizar, estudiar, preparar y mucho más, pero su llamado
principal es amar Al que le llamó y le puso en el ministerio.
Cuando Jesús fue interrogado acerca de cual era el
mandamiento mas importante, respondió diciendo: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente” (Mateo 22:37). Cristo concluyó diciendo que el
hombre debe amar a su prójimo como a sí mismo, pero era
obvio que lo mas importante de todo es el amar a Dios.
En Juan 21:15-17 después que Cristo resucitó, buscó a Pedro, el
discípulo que le negó y le hizo una pregunta interesante – “¿me
amas?”. Muy poco tiempo después de esto, Pedro predicó
(Hechos 2) y tres mil almas fueron salvas. Fijate que antes de
que Pedro fuese usado por Dios en semejante manera, era
necesario verificar si verdaderamente amaba primero a Su
Salvador. El ministerio avanza y es firme cuando tenemos el
amor en el lugar correcto – hacia nuestro Señor.
Habrá momentos en la vida de cada obrero de Dios cuando
no quiera continuar, cuando se canse, cuando se sienta usado,
criticado, etc. Lo que nos va a dar fuerza para continuar en la
obra es nuestro amor para el Señor. El amor para el Señor y
Salvador es lo mas importante.
2. Es necesario tener amor por la Palabra de Dios
En cada trabajo, hay un manual para seguir o una herramienta
importantísima para usar, asimismo el obrero de Dios tiene la
Palabra de Dios para seguir, obedecer y crecer. Obviamente
tenemos que predicar, usar y leer la Biblia, pero sobre todo
tenemos que aprender a amarla. Sin la Palabra de Dios, no
tendríamos el Evangelio y sin el Evangelio no habría esperanza.
El mundo necesita Su Palabra, la iglesia necesita Su Palabra,
pero sobre todo, el mismo obrero de Dios necesita Su Palabra.
Necesitamos un amor por la Palabra para saber como ser
buenos padres, como ser buenos individuos y como ser buenos
obreros en la obra de Dios.
3. Es necesario tener amor por las criaturas de Dios
Dios es el Creador, el mundo es su Creación y los seres humanos
somos Su Criatura. Cada ser humano es un criatura de Dios,
pero recién cuando uno acepta a Cristo viene a ser hijo de
Dios. Nosotros que somos hijos de Dios debemos desear que las
criaturas de Dios lleguen a ser hijos de Dios. Pablo expresaba en
Romanos 9:1-3 y 10:1 que su anhelo por sus hermanos según la
carne (Judíos que estaban sin Cristo) era que conocieran a
Cristo, puesto que tuvo amor por ellos.
Para servir a Dios, es necesario amar y ministrar a la gente
como Jesús mismo nos enseñó por su ejemplo. Debemos
aprender a ver a la gente como nuestro Salvador la ve:
• En Juan 4:9, Cristo cruzó las barreras raciales para hablar con
una persona.
• En Lucas 7:37-39 vino una mujer que fue pecadora, pero el
Señor la recibió y no la echó.
• Zaqueo cobraba impuestos, Pedro blasfemaba y negaba a
Cristo, … pero Jesús los vio de manera diferente.
Que Dios nos ayude a ver que los mayores problemas que tiene
la gente son espirituales y no tanto económicos, familiares, etc.
Que amemos a los salvos y a los no salvos… y que nuestro amor
por los no salvos nos empuje a hablarles del Rey de reyes y
Señor de señores.
Levantando eL nombre de tu Hermano Mi anhelo es presentar
un pasaje de la Biblia que es malinterpretado por muchos.
Hace años, mi esposa y yo leímos un libro donde el autor usó
este pasaje para defender una posición que no era bíblica. No
es mi intención irme por las ramas, pero permítanme presentar
el pasaje y mostrar un princípio que es muy importante para la
vida Cristiana, y especialmente en el ministerio de Dios.
En Génesis 38 leemosla historia donde uno de los hijos de Judá
muere y Judá le dice a su otro hijo (Onán), que tome la esposa
de su hermano para levantar descendencia a su hermano (vs.
8). Después de escuchar las instrucciones de su padre, Onán
toma a la mujer de su hermano, pero “sabiendo Onán que la
descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se
llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar
descendencia a su hermano” (vs. 9). Su responsabilidad era
levantar descendencia para su hermano teniendo un hijo y
dándole el nombre de su hermano muerto – pero no quiso
levantar nombre para su hermano sino para sí mismo. En el
ministerio muchas veces sucede lo mismo – nadie quiere
levantar el nombre de otro, siempre queremos el crédito, la
fama y ser reconocidos por lo que hicimos sin la ayuda de otro.
La Biblia dice que lo que hizo Onán, pensar en si mismo y no en
su hermano, le desagradó a Dios tanto que Dios le quitó la vida
(vs.10). Queridos hermanos, es nuestra responsabilidad delante
de Dios dar el crédito a nuestro hermano, hacerle quedar bien
y levantar su nombre, no nuestro nombre. Recuerdo que
tiempo atrás leí un libro que decía que muchos líderes se miran
al espejo cuando las cosas fructifican, cuando, en vez de
mirarse al espejo dandose a si mismos el crédito, deberían mirar
por la ventana, dando el crédito a los demás. El espejo nos
refleja a nosotros mismos, pero la ventana nos permite ver a los
demás. El obrero de Dios debe aprender bien este principio – es
mejor dar el crédito a otro en vez de aceptar el crédito para si
mismo. Ninguno que ha sido “exitoso” lo alcanzó solo, mas bien
hubo mucha gente ayudando, animando y dándole una mano
en el camino. Podemos hacer mucho más si no estamos
preocupados por quien reciba el crédito.
Cuando Dios nos da una oportunidad de compartir en la iglesia
de otro o estar detrás del púlpito, es mejor hablar bien de otros
en lugar de hablar bien de nosotros mismos. Si podemos
aprender a levantar el nombre de nuestros hermanos, estoy
convencido que tendremos mas ayuda y podremos hacer mas
trabajo en el ministerio. A Dios no le gustó cuando Onán no
quiso levantar el nombre de su hermano… y tampoco le gusta
cuando nosotros no levantamos el nombre de nuestros
hermanos.
AYÚDALES A ENCONTRAR SU LUGAR

Muchas de las cosas que estoy presentando en este libro, son


cosas que he aprendido después de equivocarme tanto. Este
tema específica es algo en lo cual me equivoqué mucho, el de
ayudar a cada persona a encontrar su lugar. Es mi deseo que
puedes ver mi error y evitar cometerlo en tu propia vida.
Cuando comencé en el ministerio, deseaba que cada hombre
terminara siendo predicador y cada mujer terminara
casándose con un predicador. Lo creí tanto que a veces
empujé a las personas a tomar posiciones o hacer ministerios
de los cuales ni tenían ganas de hacer. Me acuerdo en una
oportunidad diciendo a un joven que tome una clase de
chicos adolescentes y que les enseñe y prepare. El joven hizo
todo en su poder y al final de un año o tantos meses, me dijo
que no pensaba que podía continuar. Lo pensé y le di otra
responsabilidad para ser un asistente en otra clase, pero
tampoco resultó. Por tiempo lo moví de un lado al otro y
parecía que no resultaba en las áreas y responsabilidades que
le daba. Pasó mucho tiempo y un día le vi testificando y
trayendo personas a la iglesia. Le pedí que ayude a enseñar a
otros como hacer lo mismo que estuvo haciendo y empezó no
solo a hacerlo, pero estuvo produciendo a 100 por 1. Era
impresionante como Dios le estaba usando… y hoy en día él
continua haciendo exactamente lo mismo. El problema de que
no encajaba bien en las otras áreas es que las otras áreas no
eran donde tenía que estar. Cuando por fin dejé de empujar,
Dios me enseñó que Él pudo hacer la obra sin mi ayuda.
Mi responsabilidad en el ministerio no es forzar a la gente a
trabajar en el ministerio, más bien es ver donde uno puede
encajar bien y dejarle desarrollarse allí. Dios nos enseña que
cada miembro en el cuerpo tiene una función – todas
diferentes, pero todos tienen una función. Siento muy fuerte
que debo simplemente ayudar, enseñar y animar a las queridas
ovejas que Dios me da y dejarles desarrollarse en el área donde
mejor pueden servir.
Estoy aprendiendo que cuando uno persona está sirviendo en
el área que le gusta, está contento y animado, pero cuando
está sirviendo en un área en que no le gusta, se siente frustrado
y desanimado. Que Dios nos ayude como obreros de Dios a
poder ayudar a cada persona a encontrar el lugar donde
puede ser exitoso sirviendo al Señor.
VENTANAS O ESPEJOS

Hace tiempo leí en un libro un ejemplo que me encantó y


quedó clavado en mi mente. El ejemplo fue algo como sigue:
la diferencia entre líderes egoístas y líderes colaboradores se ve
en lo que hacen cuando hay logros en su vida. Cuando los
líderes egoístas logran algo, ellos se miran al espejo pensando
que todo su logro fue por su propia fuerza, más cuando los
líderes colaboradores logran algo, ellos miran por la ventana a
fin de ver a los que están al otro lado y les agradecen por su
ayuda y su parte. Amigos obreros, cuando logramos algo en
nuestras vidas o ministerios debemos darnos cuenta que si no
fuera por la ayuda de otros (familiares, amigos o colaboradores
en la iglesia), el logro no sería posible. No hay lugar para el
egoísmo, soberbia y orgullo en el ministerio. Dios llama a la
iglesia un cuerpo y cada creyente un miembro del cuerpo –
cuando el cuerpo avanza es porque todos, sujetos a Dios, están
avanzando simultáneamente, todos están trabajando.
Algunas ideas sencillas para poder mirar por la ventana y no
mirar en el espejo son:
1. Comunicar personalmente
Cuando Dios permite que la iglesia crezca o que un día
especial tenga éxito o que almas sean salvas, sabemos
exactamente de las personas que tuvieron parte en eso.
El logro es una gran oportunidad para llamar a esas personas
que ayudaron, escribirles o visitarles personalmente y
agradecerles por su ayuda. Comúnmente el líder piensa, “ya
sabe la persona que estoy agradecido”, pero escribiendo,
llamando o hablando personalmente no solo le animará pero
también le dará más ganas para repetir lo que hizo... lo cual
traerá más logros en tal área del ministerio.
2. Reconocer en público
Luego de un logro es una buena oportunidad para agradecer
a la persona frente a su familia o amigos. Cuando reconoces a
una persona frente a otros, sienten que de verdad el líder está
agradecido y le aprecia... y al mismo tiempo este
agradecimiento animará a otros a hacer lo mismo.
3. Repasarlo en la Iglesia
Cuando algo bueno sucede, es una buena oportunidad para
hablarlo en tu clase o congregación, pensando en los pasos
que fueron tomados para realizar el logro. Por ejemplo, si la
iglesia tuvo “Día del Niño” y muchos padres visitaron, muchos
fueron salvos y muchas personas de la iglesia se involucraron, es
una buena oportunidad para hablar en la iglesia o con tal
grupo y pensar en los pasos tomados para que todo fuese
posible – y de esta manera lo puedan repetirlo más adelante.
4. Festejar el logro
Cuando hay algo especial en la familia, normalmente
compramos helado, tenemos un asado o cualquier otra forma
para festejar el logro. De la misma manera, cuando hay un
logro en la iglesia o ministerio, debemos tomar el tiempo para
festejarlo. Comprar un postre especial, compartir una cena,
entregar un regalo, etc. son ideas que pueden ser usadas para
festejar un logro... y cuando festejamos, todos querrán trabajar
más para poder tener otra fiesta.
INVOLUCRANDO A LA GENTE

Hace tiempo tuve en mi corazón compartir algo sobre este


tema, pero en esta semana sucedió algo que me empujó a
escribir sobre el tema. Mis vecinos han visitado la iglesia donde
mis suegros asisten y era nuestro deseo que mis vecinos se
queden en la iglesia, pero pasó algo. Como los mismos vecinos
visitaron otra iglesia (de creencias y prácticas diferentes) un par
de veces, el pastor de la otra iglesia justo les habló en esta
semana y les pidió que ayudasen en el “ministerio de la
bienvenida” de la iglesia.
Hace dos días mis vecinos nos avisaron que se quedarán en la
otra iglesia porque tienen un ministerio. Mis vecinos fueron
ganados por una iglesia que les involucraba… ni preguntaron
sobre las creencias y prácticas de la iglesia. Ciertamente no
estoy de acuerdo con aquella iglesia, pero nos ganó por haber
pensado en algo tan básico pero tan importante – la gente
necesita sentirse parte, la gente necesita y quiere estar
involucrada.
La Biblia enseña que la iglesia es una, pero tiene muchos
miembros (I Corintios 12) y cada miembro tiene su función.
Aunque sabemos que cada persona es como un miembro del
cuerpo y tiene que hacer su parte para el bien de la iglesia,
muchas veces no explicamos a la gente que cada uno tiene su
función. Estoy totalmente de acuerdo que la gente debe venir
a la iglesia para escuchar, aprender y aplicar la Palabra, pero
fallamos en no hacerles sentir parte del cuerpo. Si cada
persona tiene una función, debemos trabajar más en involucrar
a la gente en la iglesia. De ninguna manera creo que toda
persona va a ser predicador o profesor en la iglesia, pero cada
persona puede tener una responsabilidad, un área dónde
involucrarse. Y espero que estas ideas puedan ayudar a los
obreros a encontrar áreas en que la gente se pueda involucrar
en la iglesia:
1. Cuna. Cada dama en la iglesia puede ayudar en la cuna.
Pon una lista con los nombres y las fechas cuando les tocará
trabajar en la cuna.
2. Ujieres. Personas que ayudan a mostrar dónde sentarse,
entregan los boletines, muestran a los visitantes donde están
los baños, clases, etc. Se puede poner una lista en la parte
posterior del templo donde se establezca los hermanos que
servirán en cada reunión.
3. Porteros. Hombres o mujeres para recibir a la gente en la
puerta de la iglesia. Una iglesia que recibe a la gente con
una sonrisa en la puerta tendrá fama por ser una iglesia
amable.
4. Repartir folletos. Que cada persona lleve 5 folletos por
semana o que vengan en tiempo de la visitación (ya sea que
el horario de salir a evangelizar sea sábado o entre semana),
cada persona puede formar parte del ministerio de
evangelismo.
5. Oración. Cada persona puede dar peticiones en el tiempo
de oración, pueden llevar listas a casa para orar por la gente,
pueden formar grupos para orar entre semana, pueden
llamar a los enfermos para orar con ellos, etc.
6. Leer la Biblia. El hecho de que puedan leer la Biblia juntos en
voz alta antes de la prédica o durante tiempos adecuados,
puede hacer a la gente sentirse involucrada en la reunión.
7. Coro. No estamos hablando de cantar un especial sino de
cantar en un coro de varias personas. A muchos les gusta
cantar y el coro es una oportunidad para cantar y sentirse
como parte de la iglesia.
8. Invitar a otros. Desde el púlpito como en el boletín, se debe
enfatizar la importancia de traer personas a la iglesia.
Permítales a las personas presentar a sus visitantes desde su
asiento y agradeceles por traerlos – es su iglesia y están
invitando a un vecino o a su familia. Anime a la gente a que
traiga a sus vecinos, a que usen sus autos para traer personas,
ayudeles con los pasajes para sus visitantes, etc., pero
enfatiza la importancia de invitar a personas a la iglesia.
9. Mantenimiento. Siempre hay algo para pintar, arreglar,
limpiar y mejorar en la iglesia. En vez de pagar a una persona
por cosas que cualquier persona puede hacer, será de más
bendición pedir a los mismos miembros que cada uno done
una hora para ayudar a arreglar tal cosa.
10. Llamar. Llamar a los enfermos, los ausentes, viudas, etc.
Cada persona puede llevar una lista o encargarse solo y
llamar a personas de parte de la iglesia.
11. Abrir/Cerrar, Prender/Apagar y Poner/Guardar. Obviamente
una persona de mas confianza necesitará abrir y cerrar la
puerta con llaves, pero no tiene que ser calificado como
pastor para poder hacerlo. Hay necesidad de que alguien
más prenda y apague las luces y otros que pueden
acomodar las sillas, los himnarios, etc. Son voluntarios
necesarios, ya que necesitamos su ayuda y ellos necesitan
sentirse que hacen algo para ayudar y mejorar la iglesia.
12. Ayudantes. Cada clase de la Escuela Dominical debe tener
personas que ayuden con la música, juegos, orden de la
clase, etc. No es necesario que sepa enseñar o predicar para
poder ayudar a alguien.
13. Comida. Hay momentos en los que es necesario llevar
comida a los enfermos y necesitados, hay momentos para
traer galletitas para los chicos y para las clases en la iglesia,
hay momentos para traer comida para un evento en la
iglesia, etc. Siempre es bueno tener una cantidad de
personas que estarán dispuestas a ayudar a comprar o traer
comida para lo que la iglesia necesite. Así cómo la comida
que traigan ayudará a la iglesia, de la misma manera, la
iglesia estará ayudando a la persona a sentirse útil y parte de
ella.
14. Discipulado. Se debe animar a cada persona a tomar las
lecciones del discipulado en la iglesia. Es bueno tener un
encargado que supervise esa área, pero cada persona
puede formar parte discipulando a otros (hay buen material
para usar como lecciones de discipulado). Cuando una
persona hace el discipulado, madura espiritualmente y
también se siente parte del programa y familia de la iglesia.
15. Orquesta. No estamos hablando de una orquesta grande,
pero hay personas en nuestras iglesias que saben tocar el
piano o la guitarra o la flauta, etc. y pueden acompañar en
el tiempo de la música. Por supuesto debemos cuidar la
musica que se toque, pero hay muchas maneras de permitir
a una persona con talento instrumental formar parte y aun
mejorar el programa de música en la iglesia.
16. Equipo de sonido. Necesitamos algunas personas que
puedan ayudar manejando el equipo de sonido,
controlando, comprando, haciendo mantenimiento,
chequeando antes y después de la reunión, etc. Hay jóvenes
y otras personas que les gusta lo técnico y podrán ser de
mucha ayuda a la iglesia.
17. En la prédica/lección. El predicador o profesor de Escuela
Dominical debe y puede involucrar a los oyentes ya sea por
medio de una ilustración, o haciéndoles preguntas donde
deban responder, o levantar sus manos, o haciéndoles repetir
algo, pensar, decir Amen, etc. Así los que asisten pueden
sentirse parte de la lección.
Ciertamente podríamos mencionar mucho más y hacer la lista
mas larga, pero creo que la idea es clara: hacerles a las
personas sentirse parte de la iglesia, involúcarles en la iglesia.
El cuerpo de Cristo, la iglesia, debe ser de muchos miembros
trabajando para un Dios y con mucho fervor. Vamos a
trabajar… y hacerles a los demás trabajar también.
DELEGACIÓN

En Éxodo 18 tenemos la historia de Jetro dando una gran


lección a su yerno Moisés sobre la delegación. Muchas veces
escuchamos la palabra delegar y deseamos hacerlo, pero lo
negativo es que tenemos un concepto falso de lo que
realmente es delegar. Un obrero de Dios debe aprender a
delegar en el ministerio, pero si no entiende lo que realmente
es, hará más mal que bien. Delegar puede ser un tremendo
dolor de cabeza o una gran bendición… dependiendo si
entendemos su verdadero significado. Veamos algunos
principios según Éxodo 18 de lo que es la verdadera
delegación:
1. Delegar es darme cuenta que no puedo hacer todo solo.
En el vs. 18 Jetro dijo a Moisés: “no podrás hacerlo tú solo”.
Moisés era el hombre de Dios, el líder que Dios puso para sacar
y guiar el pueblo de Israel… pero por más que era el líder, no
pudo hacer todo solo. A veces el obrero de Dios piensa que es
especial y que es el único que puede hacer el trabajo. Si
pensamos que somos el regalo de Dios y el único que puede
hacer la obra, pronto el orgullo entrará y al final nos destruirá.
Todos necesitamos ayuda… y el darnos cuenta que
necesitamos a otros nos hará muy bien.
2. Delegar NO significa menos trabajo.
Muchos tienen la idea equivocada pensando que delegar algo
significa que no tiene que trabajar más, pero el delegar
muchas veces requiere más trabajo que el no delegar. Es más
fácil no delegar y hacerlo solo que delegar y ayudar a que otro
haga bien su trabajo. Veamos lo que Jetro dijo a Moisés en el
vs. 20: “enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el
camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.” No
dice enséñales y ya está, sino enséñales y muéstrales. Parece
que Moisés tenía que supervisar para ver que los nuevos jefes
estuvieran guiando bien al pueblo.
En Hebreos 13:17 se nos enseña que los pastores velan por las
almas de la gente en la iglesia. El obrero de Dios tiene una
responsabilidad grande delante de Dios para enseñar y guiar al
grupo que Dios le dio… y delegando una responsabilidad no
quita su responsabilidad, más bien significa que tiene que
supervisar y cuidar que el nuevo encargado este haciendo
bien su trabajo.
3. Delegar significa confiar en otros.
En los vs. 21 y 22 Jetro dijo a Moisés: “escoge tú de entre todo el
pueblo varones… y ponlos sobre el pueblo por jefes… Ellos
juzgarán al pueblo…”. Moisés no escogió a cualquier persona,
sino a personas con las cualidades específicas para poder
juzgar y ayudar al pueblo. Cuando el obrero de Dios delega
una responsabilidad a una persona, debe buscar a una
persona de confianza y capacidad que pueda ser de ayuda a
los demás. El delegar no es quitarme una responsabilidad de
encima sino es confiar una responsabilidad a una persona que
pueda ser de ayuda para otros.
En Efesios 4:11 vemos que Dios puso a ciertas personas en la
iglesia “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio” (vs. 12). El obrero de Dios fue puesto por Dios para
hacer la obra del Señor, pero no lo puede hacer solo y necesita
confiar el trabajo en manos de personas preparadas que
puedan ayudar a los demás. La obra del Señor será bendecida
mucho cuando delegamos con entendimiento bíblico.
LA RELACIÓN ENTRE LOS MIEMBROS Y SU PASTOR

En una oportunidad, tuve el privilegio de predicar en una iglesia


que estaba recibiendo a un nuevo pastor y les animé a buscar
bíblicamente la manera de relacionarse y responsabilizarse
delante de su nuevo pastor. Si bien se puede hablar mucho
bajo cada punto, creo que los grandes puntos son suficiente
por ahora. Espero que las verdades puedan ser útiles para los
lectores.
1. Respetar y Amarle – I Tes 5:12-13
2. Obedecer su instrucción de la manera en que él obedece
a la Biblia y buscar edificar a la Iglesia por medio del
servicio al Señor – Ef 4:11-12
3. Seguir Su Ejemplo – Heb 13:7; I Ped 5:3
4. Sujetarse a su Cuidado Sobre la Iglesia – Heb 13:17
5. Orar por el Pastor – II Tes 3:1; Heb 13:18; Efesios 6:18-19; Col
4:2-3
6. Apoyarle Económicamente – I Tim 5:17-18
Una iglesia que no apoya a su pastor está violando la
Escritura. Los principios de II Cor 9:6-10 son para considerar.
El Pastor no sirve, ni nunca debe servir por el dinero, pero
puesto que es llamado por Dios y Dios le da el cuidado del
templo, vemos que Dios habla que la iglesia debe proveer
sus necesidades.
Algunos malinterpretaron a Pablo y le acusaron
incorrectamente, pero fijate como les respondió en I Tim
5:18.
Mira como Pablo habla de Deut. 25:4. El principio fue
establecido por Dios en el Antiguo Testamento.
1 Cor. 9:13-14 dice que los que predican el Evangelio, deben
vivir del Evangelio.
Es el plan que Dios tiene, el hombre de Dios debe vivir por la
generosidad y fidelidad de la iglesia.
7. Guardar tu Corazón, no dejar que un problema en la
iglesia envenene tu actitud hacia toda la iglesia.
Cuando uno es lastimado, es muy fácil dejar entrar a la
armagura. Eventualmente uno empieza a ver nada mas
que problemas y errores ¡todo está mal! Por lo que
debemos tener cuidado de no dejar que el diablo entre en
nuestras vidas de esta manera. Podemos aprender a mirar
lo bueno y no tanto lo mal. Pablo hizo esto con la iglesia de
Corinto – a pesar de todos sus errores, el agradeció al Señor
por ellos en muchos aspectos I Cor 1:4-9; II Cor 1:11, 14).
8. Quedarte con los Ojos puestos en Cristo y no poner tus ojos
en los hombres del mundo – Heb 12:2
Algunos creyentes tienen cicatrices permanentes por
problemas en una iglesia, otros dejan una iglesia usando la
excusa de que el pastor u otros fueron de mal ejemplo. El
problema en esos casos, es que la gente tiene sus ojos y
confianza más en los hombres que en el mismo Señor Jesus.
El Señor nunca nos dejará mal parados, pero el hombre, de
un modo u otro nunca alcanzará nuestras expectativas. Los
pastores son hombres imperfectos, pecan, cometen
errores, pueden ser egoístas, pueden ser parciales, etc.
Siempre es mejor poner los ojos en nuestro Señor.
9. Recordar que no hay una iglesia perfecta.
Aun con los apóstoles, en las primeras iglesias hubo
problemas. La iglesia de Corinto fue carnal y caracterizada
por sus divisiones, fornicaciónes, llevándose a juicio unos a
otros, borracheras, etc. La mayoría de las siete iglesias
mencionadas en Apocalipsis 2-3 tenían problemas serios.
En la iglesia de Filipos, dos mujeres estaban peleando y
tuvieron que ser reprendidas (Fil 4:2). La hipocresía de
Pedro fue reprochada públicamente por Pablo (Gal 2:11-
14). Esto no es excusa para ignorar los problemas y errores
actuales, puesto que vemos que cada uno fue corregido y
reprochado. El tema es que las iglesias no son perfectas
puesto que están hechas con gente pecadora salva por la
gracia de Dios. Debemos recordar esto cuando
enfrentamos los problemas en la iglesia.
10. Si tienes una pregunta o problema, hablar directamente
con el pastor o con la gente involucrada.
Muchas veces averiguamos que nuestra información fue
recibida incorrectamente. Hablándolo podemos evitar que
la “bola de nieve” cause problemas por algo que solo es
un malentendido.
11. No dejar que nada te saque de la iglesia.
Recordemos que Cristo estableció la iglesia (Mt 16:18) y hay
mas que cien referencias de la iglesia en el Nuevo
Testamento. La mayoría del Nuevo Testamento fue escrito
para las iglesias – Filipos, Corintos, … El libro de Hechos es la
historia de las iglesias comenzando y multiplicándose.
Tomando en cuenta el mandato de “no dejando de
congregarnos” (Heb 10:25), y todos los ejemplos que Cristo
nos da de la iglesia como “columna y baluarte de la
verdad” (I Tim 3:15), debemos participar y no dejar que
nada nos saque del cuerpo de Cristo. La iglesia no solo es
la insitución en la tierra que Dios usa y usará para llevar Su
Evangelio, sino también es parte muy importante de la vida
de cada creyente.
Antes de criticar a tu iglesia, debes preguntarte, “¿qué estoy
haciendo yo para que la iglesia sea exitosa y fructífera para la
gloria de Dios?” También debes preguntarte, “Si toda la iglesia
fuera como yo, que tipo de iglesia sería?”
Algunos critican todo pero no hacen nada de positivo para
que Dios pueda bendecir y la iglesia pueda avanzar.
EL BANCO Y EL MINISTERIO

Un Banco es un lugar donde se guarda dinero, cuando una


persona tiene cuenta en el Banco, tiene todo derecho de
hacer extracciones. El dueño de la cuenta puede sacar la
cantidad de dinero que quiera, siempre y cuando haya dinero
en su cuenta. Obviamente, si deja de depositar dinero, pronto
su cuenta estará vacía y no podrá sacar más.
El principio del Banco es fácil de entender, pero quiero
comparar esto con el ministerio pastoral. En este caso, la iglesia
sería la cuenta bancaria y el pastor sería el que maneja la
cuenta. Cuando el pastor deposita en la cuenta (iglesia),
tendrá derecho de extraer de la misma más adelante.
Los depósitos en el ambiente del ministerio serían:
• Las llamadas de ánimo y fortaleza, los favores, todos los tipos
de expresiones de amor, el orar por las personas, el ánimo
que da a la gente, etc.
Las extracciones del ambiente ministerial serían:
• El solicitarles favores, el ejercer su autoridad pastoral, el
expresarse sin amor o sin ánimo, el no predicar un mensaje
que alimente o aliente, etc.
De la misma manera en que funciona un Banco, el pastor solo
podrá extraer de lo que tiene en la cuenta… y cuanto más
deposite, más tendrá en la cuenta para poder extraer. El pastor
NO es perfecto y puesto que es humano, se equivoca muchas
veces. La gente de la iglesia entiende que el pastor se
equivoca y aguanta errores y fallas del pastor. Pero si el pastor
toma decisiones no sabias, si dice cosas indebidas y si se porta
de manera inmadura, pronto su cuenta quedará vacía.
En cambio, si el pastor ama, anima y ayuda a su gente
(haciendo depósitos), la gente de la iglesia será flexible y
seguirá amándolo.
¿Por qué hay personas que dejan de asistir a la iglesia molestas
con el pastor?
¿Por qué hay iglesias en donde las personas se reúnen y
deciden echar al pastor?
Por supuesto, hay personas carnales y decisiones no espirituales
que causan daño y traen problemas a los pastores, pero la
mayoría de las veces en que hay problemas entre el pastor y la
iglesia es porque el pastor estuvo usando su cuenta sin hacer
depósitos.
En la Biblia vemos que uno de los nombres que Dios usa para
sus obreros es “siervo”. Un siervo tiene la responsabilidad de
servir primeramente a Dios y después a la gente que Dios puso
bajo su cargo. La palabra “servir” no es hoy una palabra
popular. Nuestras librerías están llenas de libros que hablan de
cómo ser un buen líder, de como “liderar” a la gente. Es
necesario “liderar” bien a la gente que Dios puso bajo nuestra
carga, pero ¿Qué de servir a la gente que Dios nos dio?
Cuando el pastor sirve a la gente con palabras, acciones,
ánimo y amor, en sí está haciendo depósitos de confianza en el
corazón de la gente… y cuando el pastor se equivoca o se
porta de manera inmadura, es muy probable que la gente
pase por alto esa falla porque hay mucho amor en la cuenta.
Que Dios nos ayude como pastores, encargados y obreros de
Dios a poner más depósitos en la cuenta para poder ser
perdonados y soportados por la gente que Dios nos dio.
1
SÉ POSITIVO
DIOS NO CREÓ INSERVIBLES

El título suena extraño, pero creo que tendrá sentido y te darás


cuenta que es una verdad muy importante después de leer
esto. Este pensamiento sirve por dos razones:
(1) El entendimiento propio del obrero de Dios y
(2) Para que puedas ayudar a otros que necesitan esta verdad.
El diablo pone en nuestras mentes que nosotros somos un
accidente, que no servimos para nada o que somos un
fracaso. El pensamiento puede nacer porque uno piensa en su
nacionalidad, color de piel, nivel económico, estatura, falta de
habilidades, apariencia, etc. Cuando tenemos este sentimiento
no tenemos ni ganas de avanzar. El extremo de sentirse inútil
nos guiará a la frustración, pero el extremo opuesto nos guiará
al orgullo – el balance en el medio será lo más sabio y correcto.
Antes de entrar en este tema, quiero hacer una aclaración que
es muy necesaria decir y entender. El principio presentado en
este artículo no tiene su base en la psicología, sino en la
consejería. La psicología es peligrosa porque su raíz se basa en
el punto de vista humanístico y pone el crédito,
agradecimiento y énfasis a uno mismo y no a Dios. La
consejería Bíblica es lo que necesitamos, porque su raíz se basa
en el Creador quien nos hizo. Decir psicología bíblica es una
contradicción de términos, pues es como decir que la casa
blanca es negra… no tiene sentido. Aunque no parezca
importante esta aclaración, sin embargo, es de mucha
importancia porque la misma palabra “psicología” es una
herramienta que reemplaza la Biblia con fuerzas humanas, y a
muchos cristianos hoy se les está confundiendo con esta
filosofía no bíblica.
Regresando al tema, es importante entender que un ser
humano no es inútil o fracasado, simplemente porque Dios no
crea ni creó inservibles. Ante los ojos de Dios, el ser humano es
muy útil e importante. Veamos algunas razones que prueban
que Dios no nos considera inservibles:
1. Fuimos Creados a Su Imagen.
Después de crear los lindos árboles, flores, animales y detalles
de este mundo, creó al ser humano. A todo lo que el Creador
hizo, dijo que “era bueno” (Génesis 1:4, 10, 12,
18, 21 y 25), pero cuando hizo al ser humano, dijo que “era
bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
Dios hizo al ser humano a Su imágen (Génesis 1:26) y puesto
que nos hizo a Su imagen, no podemos ser “inútiles”. Hay
muchas personas que se sienten inservibles y creen que su vida
no tiene valor, pero Dios nos hizo a Su imagen y no somos
inservibles, ¡somos creación del Dios único y verdadero!
2. Tenemos un Propósito.
Apocalipsis 4:11 dice “Señor… tú creaste todas las cosas, y por
tu voluntad existen y fueron creadas.” Fuimos creados por una
razón, por la voluntad de nuestro Creador. En Romanos 11:36
dice: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.” No
estamos en la tierra por accidente, más bien Dios nos puso acá
por una razón específica … para Él, para Su voluntad y Su
servicio. El Dios de los cielos no solo puede usar tu vida sino que
quiere usar tu vida.
¡Qué bendición!
3. Representamos a Dios.
Al momento en que una persona acepta a Cristo como su
Salvador personal es una nueva criatura (II Corintios 5:17) y
tiene vida eterna (I Juan 5:12-13). Como hijos de Dios, “somos
embajadores en nombre de Cristo” (II Corintios
5:20). Un embajador es alguien escogido para representar a
algo o a alguien. Si fuera verdad que somos inútiles o inservibles,
entonces quiere decir que Dios manda a inservibles a que le
representen, algo que no es verdad. Dios nos salva, purifica,
justifica, santifica y nos hace aptos para ser Sus representantes.
¡Que gozo tremendo y que posición importante!
El ser humano no viene del mono, no está en el mundo por
accidente o casualidad y no es inútil. El obrero de Dios debe
recordar las grandes promesas de Dios para su propia vida y
también para animar y ayudar a otros.
“NO VIENEN”

Por mucho tiempo me sentí frustrado, ya que a mi parecer los


hermanos no estaban comprometidos, puesto que no venían
fielmente a la iglesia, no ofrendaban, usaban su tiempo para el
trabajo, los deportes y la familia, pero no tenían tiempo para
Dios y Su casa. No los entendía y francamente me frustraba, me
molestaba, me enojaba y aún quería llorar. ¿Cómo podrían
tener tan poco compromiso? ¿Por qué no venían fielmente a la
iglesia?
Tenía el pensamiento de que “no se puede forzar a nadie” y de
que “se puede llevar el caballo al agua, pero no le puedes
forzar a tomar”. Es muy cierto ese pensamiento porque no
podemos forzar a uno a hacer lo que no quiere hacer, pero
hace un tiempo atrás, escuché a alguien decir algo que
cambió mi manera de pensar. El dicho formaba parte de mi
pensamiento original: “se puede llevar el caballo al agua, pero
no le puedes forzar a tomar”, pero continuaba diciendo: “no,
no le puedes forzar al caballo a tomar agua, pero si puedes
poner sal en su alimento para que tenga ganas de tomar
agua”. Y aprendí una gran lección. Muchas veces fui yo el
culpable de haberme molestado por la “falta de compromiso”
de la gente que no quería regresar. En vez de enojarme,
tendría que haber buscado la manera de hacerles desear
regresar.
Algunas ideas para poner sal en su alimento, es decir, para que
tengan ganas de regresar y comprometerse:
1. Amarles
Todos quieren ser amados. Cuando alguien siente el amor que
necesita o que quiere es casi garantizado que va a regresar.
El obrero Cristiano debe buscar maneras simples para mostrar el
amor hacia la gente de quien está a cargo. Pablo dijo a un
grupo de ancianos (pastores) que deben alimentar a la grey
que Dios les dio (Hechos 20:28).
En I Tesalonicenses 2, Pablo muestra que su amor hacia los
hermanos era como el amor de un padre, como el amor de
una madre y como el amor de un hermano – es lo que los
nuevos creyentes de Tesalonicenses necesitaban. Y es
exactamente lo que los creyentes en nuestros ministerios
necesitan – amor.
2. Animarles
Todos necesitan ser animados. Las prédicas y enseñanzas de la
Biblia a veces son de corrección o aviso, pero debemos
seguirles entregando el ánimo para seguir adelante. Alguien
dijo que por cada palabra de reproche que damos a una
persona, le debemos dar 10 palabras de ánimo. Charles
Spurgeon dijo que se puede atraer más con miel que con hiel.
Hay momentos para arreglar situaciones, pero será más
efectivo si animamos a la persona a hacer lo correcto que si lo
hacemos hablándoles fuerte y mal. Que Dios nos ayude a
animar más a las personas para que tengan ganas de regresar
y comprometerse con Dios.
3. Ayudarles
I Timoteo 3:15 dice que la iglesia es columna y baluarte de la
verdad. La iglesia es el lugar donde la Biblia es predicada,
donde pueden encontrar un refugio del mundo y sus
problemas, y donde hay sana doctrina (Tito 2:1).
Si procuramos ser de ayuda a otros, es muy probable que
alguno quiera regresar. Todos quieren o necesitan un poco de
ayuda y si la iglesia predica la Palabra que puede ser de ayuda
a su familia, a sus hijos, a su matrimonio, a su trabajo y a su vida,
parece obvio que van a querer regresar.
No puedo decir que nunca me siento frustrado con la falta de
compromiso de las personas, pero en ciertos casos, somos
nosotros como obreros Cristianos quienes tenemos que ser más
maduros y mejorar. Si podemos aprender a Amar, Animar y
Ayudar a la gente, tal vez regresarán y se comprometerán más.
Que Dios nos ayude a darles deseos de regresar y
comprometerse por la manera en que les tratamos.
NO SE PUEDE

En varios momentos de mi vida o ministerio pensé o escuché a


otro decir que lo que estaba por hacer no era posible. Estoy
seguro que todos hemos escuchado o pensado que no
podemos hacer algo. A veces pensamos que no lo podemos
porque nos falta el dinero o tal vez porque es demasiado difícil
o porque no tenemos los talentos adecuados o porque nunca
fue hecho antes o porque otros dicen que no se puede, etc.
Siempre habrá pretextos u obstáculos para que no hagamos lo
que es necesario en nuestras vidas o ministerios. Espero que
estas ideas te puedan ser útil la próxima vez que pienses o que
alguien te diga que no puedes.
1. Dios se Especializa en los Imposibles.
Cuando los discípulos de Cristo pensaron que no podrían, Cristo
les hizo recordar que aunque era imposible para el hombre, era
posible para Dios.
Hubo muchas oportunidades en mi propia vida que algo
parecía imposible, pero Dios lo hizo posible. Pienso que muchas
situaciones no tienen nada que ver conmigo como persona,
sino que Dios quiso probar que Él podía volver lo imposible en
posible. Y cuando las personas vienen para hablarme diciendo,
“no creo que pueda hacer tal cosa en el ministerio porque
nadie lo ha hecho hasta ahora”, me pone contento porque sé
que Dios está por usar a la persona y probar que lo imposible es
posible con Dios.
2. Dios Merece lo Mejor.
Aunque cada área del ministerio es difícil, ¿Quién crees que se
pone contento cuando mas almas son salvas y mas obreros son
preparados? Si, es cierto que el obrero se regocija cuando
crece el ministerio, pero creo que el Dios del obrero se regocija
mucho más. Aunque debemos ser humildes, necesitamos
entender que no nos hace mas santos el tener un ministerio
pequeño. Por supuesto que habrá momentos en que no
crecerá la obra como quisiéramos, pero debemos recordar
que la obra no es para el hombre sino para Dios.
En I Crónicas 29, David dijo que el templo iba a ser grande
porque Dios es grande. Dios merece lo mejor, por lo que cuanto
más grande sea, más sacrificios lleve, mas obreros involucre, …
hacerlo más grande será adecuado, puesto que la obra es
para Dios, no para el hombre.
Aunque Dios da el fruto, como obreros debemos trabajar con
toda nuestra energía, amor y fuerza porque Dios merece lo
mejor.
3. No nos Comparemos con Otros.
II Corintios 10:12 enseña que los que se miden y comparan
entre sí mismos no son juiciosos, maduros. Cuando nos
comparamos con otros, terminaremos orgullosos o
desanimados. Orgullosos si vemos que nos está yendo mejor
que a los otros, o desanimados cuando vemos que no estamos
haciendo tanto como los otros. En vez de compararnos con el
hombre, debemos mirar a Dios. Cuando miramos a Dios,
siempre hay lugar para mejorar y siempre lograremos más
porque Sus metas son más grande que nuestras metas.
4. Es Tiempo de Creer.
Marcos 9:23 nos enseña que todo es posible al que cree. Hubo
muchas veces que Cristo no pudo hacer mucho en ciertas
ciudades porque la gente no tuvo fe. Hebreos 11 nos enseña
que la fe es lo que no vemos pero si lo que esperamos. Y
Hebreos 11:6 nos enseña que es imposible agradar a Dios sin la
fe.
Amigos, hay muchísimas cosas en el ministerio y en la vida
Cristiana que no es humanamente posible, pero nunca nos
debe faltar la fe. Abraham creyó cuando no pudo ver la
posibilidad de que Dios cumpliese Su promesa. A veces Dios
llama a alguien a su servicio en una determinada área, aún
cuando dicha labor pareciera imposible por la falta de dinero,
la falta de ayuda, porque la gente es de otra religión, porque
nadie más lo pudo hacer, etc. Aunque racionalmente algo
pareciera imposible, debemos siempre recordar que “fiel es Él
que nos llama, que también lo hará” (I Tesalonicenses 5:24).
Que Dios nos ayude a ser obreros de fe y a recordar que con
Dios SI se puede.
EL ESPÍRITU DEL OBRERO DE DIOS

Es de suma importancia que el espíritu del obrero de Dios esté


bien.
No estamos hablando del Espíritu Santo, sino del espíritu del ser
humano.
¿Entraste alguna vez en una casa donde sentiste que no había
un buen espíritu, es decir, donde alguien estaba enojado, triste,
deprimido, etc.? ¿O tuviste una charla con alguien y te diste
cuenta enseguida que estaba enojado, amargado, frustrado o
dañado? Asimismo, podemos decir que del otro lado de la
moneda, hay momentos cuando hay tan buen “espíritu” en el
ambiente que da gozo estar presente.
La Biblia nos enseña que en Caleb hubo otro espíritu (Números
14:24). Podríamos hablar de lo que era el espíritu que Caleb
tenía, sin embargo, quiero mostrar lo contrario. El espíritu que
Dios va a usar:
1. NO es un Espíritu de cobardía
Sin duda, Caleb no era un cobarde, sino un hombre de gran fe.
Cuando 10 de los 12 espías lloraron diciendo que no se podría
tomar posesión de la tierra prometida, Caleb se paró firme
creyendo que era posible – no tenía ni miedo ni cobardía.
II Timoteo 1:7 nos dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía”. Muchas veces el espíritu de cobardía entra en el
ministerio: miedo a que no me vayan a aceptar, a que no les
vayan a gustar mis ideas, miedo a intentar algo que me salió
mal en el pasado, etc. El espíritu de cobardía es exactamente
lo que el diablo quiere, es lo opuesto a la fe. La fe me hace
creer y hacer algo que no puedo ver con mis ojos, en cambio
la cobardía dice, “tranquilo, no hay apuro ni necesidad de
hacerlo, ya que no querrás salir lastimado o terminar mal”.
Miro mi propia vida y digo, “gracias Dios por haber sido fiel y
haberme ayudado a empezar el ministerio cuando no tenía
casi nada de ayuda económica y estaba recién casado.
Gracias Dios por darme la fe para mudarme a dos países y
creer que la gente iba a llegar a una iglesia que ni existía
todavía.” Francamente, es fácil mirar atrás y decir gracias, pero
es difícil tomar otros pasos de fe en el presente y creer que Dios
puede hacerlo de nuevo. Muchas veces el espíritu de cobardía
ha levantado su cabeza y me ha quitado las ganas de
lanzarme en un nuevo ministerio o en terreno no pisado.
Queridos amigos, no permitan que el espíritu de cobardía frene
la obra de Dios en sus vidas. Cuantas veces vemos que Cristo
no pudo obrar en un lugar porque la gente no tenía fe. El
espíritu de cobardía quiere que nos quedemos tranquilos y no
avancemos. Mientras hay multitudes sin Cristo y muchas
posibilidades para avanzar para Cristo, los obreros de Dios NO
pueden permitir que el espíritu de cobardía les frene, no les
permita avanzar ni ver la mano de Dios.
2. NO es un espíritu de comparación
Cuantas veces somos culpables de compararnos entre nosotros
– nuestros ministerios, familias, posiciones, influencias, etc. II
Corintios 10:12 nos enseña que “… ellos, midiéndose a sí mismos
por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son
juiciosos.” La palabra juicioso significa actuar con madurez y
cordura, entonces Dios nos dice que los que se comparan no
actúan con cordura y madurez.
Cuando nos comparamos, sucede una de dos cosas, o nos
desanimamos al ver que otro lo hace mejor o nos
enorgullecemos, más ninguna de estas actitudes agrada a
Dios. El obrero desanimado no podrá avanzar por su estado
anímico y el orgulloso no avanzará porque Dios resiste a los
soberbios y da gracia a los humildes.
El marido que compara a su esposa con otra mujer, nunca será
feliz con su propia esposa. La persona que compara su nivel
económico con otro nunca estará feliz con lo que Dios le de. El
pastor que compara su iglesia con otra no puede ver las
bendiciones que tiene de Dios. La comparación no edifica ni
anima a nadie.
Si queremos que Dios nos use, no debemos tener un espíritu de
comparación, en cambio debemos agradecer a Dios por lo
que tenemos y ser diligentes en trabajar para ver mas fruto. Si
nos comparamos a Cristo, quien es nuestro ejemplo, todos
fallamos y todos tenemos lugar para trabajar. Querido amigo y
obrero en el servicio del Señor, te ruego que estés agradecido
a Dios y seas diligente en trabajar para el Señor, no permitiendo
que el diablo te destruya con un espíritu de comparación.
3. NO es un Espíritu de Crítica
Lamento decir esto, pero la crítica sale de mi boca muy
fácilmente. Ya sea la crítica hacia otro obrero de Dios, hacia un
vecino, hacia gente en la iglesia o hacia quien sea, el espíritu
de crítica no es de Dios.
Me molesta y aun me duele cuando otros hablan mal de mi o
me critican, pero cuando critíco a otros, soy culpable de lo que
odio – la crítica. Veamos como el rey sabio, Salomón, nos dice:
“Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan,
para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; porque tu
corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas
veces” (Eclesiastés 7:21-22). Como golpea a nuestro sentir este
versículo, puesto que comienza con la instrucción de no
dolernos cuando hablan mal de nosotros y concluye diciendo
que nosotros no somos tan inocentes porque ya sabemos que
hemos hablado mal de otros – ¡duele!
En sí, cuando critíco, estoy pensando que soy mejor que la otra
persona, aún cuando la Biblia enseña de preferirnos los unos a
los otros (Romanos 12:10) y de estimar “cada uno a los demás
como superiores a él mismo” (Filipenses 2:3). Dios nos golpea
tan duro que dice que nuestra crítica contra nuestro hermano
nos hace hipócritas (Mateo 7:5).
El espíritu de crítica está tan ocupado mirando a los demás que
no tiene tiempo de mirar, evaluar y mejorar su propia vida y
ministerio. Dios no quiere que nadie tenga un espíritu de
crítica… ¡especialmente los obreros de Dios! Dios bendice el
espíritu de amor, no el de crítica. Dios bendice el espíritu de una
buena actitud, de fe y de coraje, los otros espíritus no son
bendecidos.
Como obreros de Dios, necesitamos la mano y bendición de
Dios sobre nuestras vidas y ministerios … pero requiere que
cuidemos nuestros espíritus.
Obrero de Dios, cuida tu espíritu para que Dios te pueda usar
como un instrumento escogido y útil en Su obra.
¿CÓMO DEBE SER EL ESPÍRITU DEL OBRERO DE DIOS?

Hay muchas características que son importantes del obrero de


Dios: su apariencia, su hablar y su actitud, pero uno de los mas
importantes es su espíritu. El espíritu que debe tener el obrero de
Dios es el que se expresa en
2 Timoteo 1:7 – “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Vale la pena analizar específicamente sobre como debe ser el
espíritu del obrero de Dios:
1. Cobardía
El espíritu del obrero debe ser sin temor. Dios no quiere que
seamos cristianos vencidos y manejados por las emociones, sino
que debemos confiar en Él. El Salmista dijo “en el tiempo que
temo, yo en tí confío” (Salmo 56:3) – este es la actitud que
debemos tener. Cristo dijo que no debemos temer al hombre
que puede destruir el cuerpo pero no destruir el alma (Mateo
10:28).
Muchos cristianos no sirven a Dios por temor: temor a que sus
hijos se vayan a enfermar, temor a que alguien les vaya a
robar, temor de no tener suficiente dinero, temor al fracaso, etc
… y el diablo usará este temor como un candado para que el
hijo de Dios no avance y sirva a Dios.
El apóstol Juan pone luz sobre esto cuando dice, “En el amor
no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (I
Juan 4:18).
2. Poder
Juan 1:12 enseña que los hijos de Dios tienen la potestad,
autoridad de ser Hijos de Dios. No somos poderosos o tenemos
un poder por nosotros mismos, sino Dios nos da el poder – El es
el poder y con El lo podemos hacer (Filipenses 4:13), pero sin El
nada podemos hacer (Juan 15:5).
Si el obrero de Dios no tiene cuidado, empezará a enfocarse en
los problemas. Los problemas en nuestra vida, problemas en la
vida de otros o problemas a causa de las situaciones alrededor
nuestro. En lugar de enfocarnos en los problemas, debemos
enfocarnos en el poder de nuestro Dios – porque mayor es El
que está en mi que Él que está en el mundo (I Juan 4:4). El
poder de Dios es mas poderoso que los problemas que
enfrentamos en la vida.
3. Amor
Pablo dijo a Timoteo que no debe tener espíritu de cobardía
sino de poder y amor… – ¿cómo puedo tener un espíritu de
amor? Aunque parezca obvio, el obrero de Dios debe tener
amor para con Dios y amor el uno por el otro (Mateo 22:37;
Juan 13:35; I Juan 4:7-8). Si uno ama a Dios y ama a otros, esto
se reflejará en su vida. Nuestro trato a los demás debe
manifestar el amor que tenemos para nuestro Dios. El amor es
paciente, el amor perdona, el amor piensa en otros y el amor
pone a otros primero y el obrero de Dios debe tener este
espíritu de amor.
4. Dominio Propio
El dominio propio es auto-disciplina. Muchos obreros de Dios no
avanzan por la falta de auto-disciplina. El obrero de Dios que
no tiene auto-disciplina tendrá muchas dificultades en su vida y
ministerio. Falta de dominio propio, auto-disciplina, no solo
afecta su propia vida y hace que no avance, sino también será
de obstáculo para el avance de su familia, la iglesia y el
ministerio.
Auto-disciplinarse incluye despertarse, testificar, ser puntual, leer
la Biblia, orar, trabajar, etc. Hay muchísimas tareas y
necesidades en la vida y si no aprendemos a disciplinarnos, no
haremos nada. Cuando nos disciplinamos para hacer o cumplir
lo que es necesario, después dará un fruto agradable.
El diablo gana muchas veces porque los obreros de Dios no
tienen dominio propio. El obrero de Dios que ejerce auto-
disciplina tendrá una vida y ministerio bendecidos.
2
NO TE DESANIMES
EL OBRERO ANIMADO

El diablo es astuto y normalmente no busca matar o destruir lo


físico de un siervo de Dios, sino lo mental y emocional,
buscando afectar así lo espiritual. La mente es el campo de
batalla donde el diablo ataca mas. Espero que estas simples
ideas puedan ser de ayuda para que, una vez más, seamos
siervos animados y permitir así que avancen nuestras familias e
iglesias.
1. Compañerismo Cristiano
Por supuesto que uno debe tener cuidado con el
compañerismo que tiene (porque habrá personas que te
puedan desanimar), pero sin duda debemos aprovechar del
compañerismo bueno y saludable. Lo ideal sería encontrar a
otros pastores/misioneros que entiendan por lo que estamos
enfrentando y viviendo, pero en sí, cualquier compañerismo
nos puede animar y ser refrescante. No le hace a una persona
mejor el no juntarse con otros, sino que es sabio ser animado
con la compañía de otras personas.
Hay varias razones por las que necesitamos a un amigo en el
ministerio, mencionaré algunas:
• Contar con una persona con quien se pueda compartir
peticiones de oración, agradecimientos y necesidades.
Contar con una persona con quien orar o saber que te está
acompañando en oración es de mucho ánimo.
• Poder llamar o juntarse para comer o sencillamente recibir y
dar un abrazo.
• Poder intercambiar ideas, compartir lo que estás leyendo,
etc.
• Compartir tus devocionales. Tener a alguien que te pregunte
si estás leyendo (y viceversa) puede ser lo que necesitemos a
fin de asegurarnos de leer la Biblia diariamente.
No debemos olvidar que mejores son dos que uno – gracias a
Dios por los fieles compañeros y colaboradores en la obra del
Señor.
2. Libros que Edifican
Ya sean Biografías (la vida de otros hombres que Dios usó en el
pasado) o libros de estudio, es importante entender que la
lectura de buenos libros pueden animar mucho al siervo de
Dios. Los libros son fuente de ideas, de entusiasmo y de ánimo
que muy pocos saben usar. Hay un poder tremendo en la
lectura de libros, más esto no quiere decir que abandonemos o
sustituyamos la lectura de la Biblia.
Parece que aún Pablo vió la necesidad de leer otros libros:
“Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de
Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.” (II Timoteo
4:13)
Alguien dijo que un líder es un lector.
3. Buena Música
Aunque haya muchos gustos musicales y también muchas
opiniones o diferencias cuando de la música se habla, no
podemos negar la verdad de que la música hace el ambiente.
Dependiendo de la música, sabemos si una película es
romántica, de acción o de terror … la música es poderosa.
Sabiendo esto, el obrero de Dios puede usar la música para
animarse, para pensar en Dios y tener un lindo ambiente en su
casa y/u oficina.
4. Pensar en lo bueno
No es mi deseo ni intención hablar de la psicología, pero sin
duda nuestro Dios nos enseña que nuestros pensamientos
determinan mucho como será nuestro ánimo. Dios desea que
controlemos nuestros pensamientos. Veamos lo que dice
Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.” Parece que no hay
lugar para pensamientos negativos, ni para enojo, ni frustración,
ni problemas, etc. Nuestro Dios quiere que estemos pensando
en todo lo verdadero, honesto,… en pocas palabras debemos
pensar en Dios porque estos son sus atributos.
Lamentablemente, todos conocemos personas que siempre
están enojadas, tristes o mal. Veamos lo que dice el rey sabio
Salomón: “Todos los días del afligido son difíciles” (Proverbios
15:15). Mas adelante dice: “El corazón alegre constituye buen
remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.” (Proverbios
17:22). Si quieres ser miserable, solo piensa en lo mala que es tu
vida, pero si quieres estar contento, empieza a pensar cuán
bueno es Dios contigo. O puedes pensar en cuan grandes son
tus problemas o cuan poderoso es la Persona de Jesucristo.
¡Estos pensamientos podrán cambiar tu vida y hacerte vivir una
vida diferente!
5. Animar a otros
No tiene sentido decir que debemos animar a otros si nosotros
mismos no estamos animados, pero quizá es una de las mejores
cosas que podemos hacer. Cristo nos enseñó que la manera
de vivir es morir, la manera de recibir es dar, la manera de ser
amado es amar y la manera de ser servido es servir – todo lo
opuesto a lo que pensamos.
El desánimo es egocéntrico. Nos desanimamos cuando
pensamos que nos tratan mal o que no nos quieren o que
merecemos algo mejor o cuando enfocamos nuestros ojos en
nosotros mismos. En cambio, cuando sacamos los ojos de
nosotros mismos y salimos para animar a otros, pronto
olvidaremos de nuestros propios problemas y nos sentiremos
mejor. Cristo nos enseñó a preferir al otro (Romanos 12:10) y a
estimar al otro como superior (Filipenses 2:3). En vez de mirarnos
en el espejo, nos haría muy bien mirar por la ventana – para ver
a otros, honrar a otros, agradecer a otros y animar a otros.
DOS MENTIRAS ENORMES DEL DIABLO

El diablo aunque no tiene poder sobre los hijos de Dios, está


constantemente atacándonos. Cada vez más vemos a las
preciosas almas salir de nuestras iglesias frustradas y
desanimadas… y mayormente por las mentiras del Diablo. Les
presento dos mentiras enormes del Diablo y al final, como
podemos ayudar a los que las creen.
1. El Pecado no te lastimará
En Génesis 3, el diablo le dice a Eva que coma el fruto que Dios
prohibió. También le dice que el comerlo no le hará nada, no le
lastimará… es así que Eva lo comió, más las consecuencias
fueron grandes.
Sansón fue tentado a tomar a Dalila (Jueces 16) y la tomó. Y al
final le costó sus ojos y su vida.
El diablo engaña, haciéndonos pensar que el pecado nos hará
feliz y nos hará sentir bien. Pero la tentación terminará
destruyéndonos.
Como obreros de Dios, tenemos que advertir y ayudar a la
gente para que no caiga, pero al mismo tiempo tenemos que
cuidar nuestras propias vidas para no ser engañados y caer. El
alejarnos del Señor trae consecuencias.
Proverbios 23:3 advierte, “No codicies sus manjares delicados,
porque es pan engañoso.” Parece que el rey sabio Salomón
nos está advirtiendo de algo que parece ser llamativo pero no
es verdadero… es “pan engañoso”.
2. Puesto que caíste, Dios no te puede usar
Una vez que el diablo engaña a un creyente para hacerle
caer, la siguiente mentira normalmente es “Dios no te puede
usar ahora que has caído”. El diablo juega con la mente y es
en la mente donde dejamos morar pensamientos que nos
frustran y destruyen.
Cuantas veces vemos Cristianos que se alejan de Dios por un
trabajo, un noviazgo, etc.… y después de darse cuenta de que
no les trajo la felicidad, no quieren regresar porque tienen en su
mente que Dios no les puede usar más. Lamentablemente, a
veces otros cristianos juzgan a una persona cuando cae y la
persona no quiere regresar. Debemos recordar que Pedro negó
a nuestro Señor Jesús, pero regresó y Dios le usó
poderosamente. Juan Marcos abandonó el ministerio y seguro
que se sintió frustrado, pero gracias a Dios que mas tarde Pablo
dijo que era útil para el ministerio (II Timoteo 2:21).
Pensar que si uno no sirve no es de Dios, es caer en la mentira
del diablo que lo usa una y otra tras vez. Veamos versículos que
muestran que SI nos podemos levantar después de caer:
• Proverbios 24:16 – “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a
levantarse”
• Salmo 37:23 – “Cuando el hombre cayere, no quedará
postrado, Porque Jehová sostiene su mano.”
Es impresionante ver personas que han creído las mentiras del
Diablo, aún nosotros mismos estamos tentados a creerlas.
Puesto que el Diablo no puede tener las almas de los hijos de
Dios, les ataca mucho con mentiras que son muy afectivas.
Como obreros de Dios ministramos avisando a la gente para
que no caiga, pero también ministramos reparando cuando
caen. Santiago 5:19-20 enseña que hacemos mucho bien en
hacer volver a uno que cae en pecado.
Que Dios nos ayude como obreros a avisar y a levantar a las
personas en nuestras Iglesias.
MEDICAMENTOS PARA EL OBRERO DE DIOS

De vez en cuando viene un virus o infección y tenemos que


tomar medicamentos. Como obreros de Dios, vienen
momentos cuando necesitamos revisar nuestra vida y tomar un
poco de medicamento para poder seguir adelante. Esta lista
de medicamentos tiene la intención de ayudar y dar al obrero
de Dios buena salud a fin de poder seguir viviendo y
ministrando.
1. Aprender a reirte
Dicen que requiere menos músculos poner una sonrisa que
poner una cara de enojo. Reírnos en la vida y aún de nosotros
mismos nos ayuda a no estar tensos sino más tranquilos. Dicen
que hay mucho estrés en el ministerio, aunque creo que no solo
es en el ministerio, pero reírte quebrantará el estrés y la tensión
en la vida. Veamos lo que dice el rey sabio en su libro
Proverbios:
• Proverbios 15:13 – “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas
por el dolor del corazón el espíritu se abate.”
• Proverbios 15:15 – “Todos los días del afligido son difíciles; Mas
el de corazón contento tiene un banquete continuo.”
• Proverbios 17:22 – “El corazón alegre constituye buen
remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.”
Es importante no tomar todo tan personal o tan seriamente sino
aprender a reír con la gente y reírse de uno mismo.
2. Admitir tus equivocaciones
Si nuestra actitud es creer que nunca nos equivocamos o si
encubrimos nuestros pecados, no avanzaremos. (Proverbios
28:13)
Aprende a decir “perdóname” a tus hijos, a tu cónyuge y a
otras personas. Hacer esto no hará que piensen que eres menos
por hacerlo, sino mas bien, te apreciarán más. La persona que
nunca dice, “perdóname, me equivoqué, fue mi culpa o lo
siento”, no será muy respetada. Admitir que te equivocaste no
es fácil, pero es lo mejor para tu relación con otros. Tal vez nos
humilla el decirlo, pero una cucharita diaria de humildad nos
haría bien a todos.
3. Aspirar menos
Uno de los significados de aspirar es: “Pretender o intentar
conseguir algo que se desea”. Seremos mas sabios si no
intentamos conseguir agradecimientos y bienes de otras
personas, si no creemos que otros nos deben. Por ejemplo, un
matrimonio sería más feliz si los esposos no piensan que su
cónyuge le debe algo. Si esperamos menos, estaremos más
contentos cuando recibimos algo.
Pensar que alguien nos debe algo solo nos frustrará. Nadie nos
tiene que agradecer. Si vivimos no esperando que alguien nos
dé o nos agradezca, estaremos mucho más contentos. Los que
esperan recibir o piensan que merecen algo, estarán tristes o
enojados cuando no lo reciban.
Mateo 20:10 habla de la historia de los que trabajaron por un
denario. El arreglo fue el trabajo por una cantidad específica
(lo cual fue lo merecido por un día de trabajo en aquel
tiempo), pero cuando vieron que otros recibieron lo mismo que
ellos, se enojaron porque pensaron que merecían mas. El
pensar que su trabajo merecía mucho más les hizo terminar en
frustración y enojo. Y hoy en día estamos en la misma situación,
deseando lo que otro tiene y creyendo que merecemos más.
Aprender a contentarnos con lo que tenemos y no esperar más
nos ayudará a estar mucho más gozosos. Si trabajo y vivo para
el Señor y no por lo que voy a recibir, no me voy a enojar
cuando no reciba lo que otro recibe. Nadie me debe y Dios me
da y dio exactamente lo que necesito.
4. Agradecer Mas
La palabra “gracias” no cuesta nada y debe ser usada
frecuentemente. Debemos tener esta palabra en nuestro
corazón y boca constantemente, y usarla.
Lucas 17:11-19 nos muestra la historia de diez leprosos que
fueron sanados por Jesús. Estoy seguro que todos estaban
contentos por ser sanados, ya que ahora podían regresar a sus
casas, ya no mas son los no-limpios, pueden hablar y vivir con la
gente normal y estar en la ciudad de nuevo, pero solo uno de
los diez de que fueron sanados regresó para agradecer a Jesús
por lo que hizo. Aunque es fácil mirar mal a estos leprosos,
pasamos muchos días sin levantar nuestro rostro al cielo
agradeciendo a Dios por la vida y salvación que nos dio.
¿Cuándo fue la última vez que te paraste y pensaste en todo lo
que tienes? Verdaderamente somos muy ricos – salvación,
salud, familia, iglesia, vida, lugar para vivir, comida para comer,
ropa para vestirnos, Biblia y amigos son algunas cosas … y
tenemos mucho más. Debemos agradecer a Dios y a las
personas que Dios puso en nuestras vidas. Somos muy
bendecidos y debemos ser agradecidos.
LO QUE ME MOTIVA

Todos tenemos días o momentos en que no tenemos tanta


energía o entusiasmo para seguir ministrando, pero ¿Qué
hacemos en esos momentos? ¿Qué nos ayuda a seguir
sirviendo aunque no estamos con las ganas de servir? Aunque
la lista puede ser variable para cada persona, anoto algunas
cosas específicas que me motivan a mí para seguir adelante y
espero que te sea de ayuda y ánimo.
1. Lo que Dios hizo por Mí
Dios me salvó, me ama, me guarda y me bendice diariamente.
No merezco Su bondad, pero sabiendo que hizo tanto, me
motiva a continuar. Pablo dijo en II Corintios
5:14 que el amor de Dios le constriñe (le aprieta, le obliga).
Parece que el apóstol estuvo pensando en el mucho sacrificio
que hizo nuestro Señor en la cruz y su entendimiento le llevó a
amarle y servirle más. El entender cuan grande amor tiene Dios
para con nosotros es una motivacion que nos impulsa a seguir
sirviéndole.
2. Mi Familia
Dios me bendijo con una esposa muy buena y cinco hijos
preciosos. Mi familia merece que yo sirva a Dios, que mi vida
sea usada por y para la honra de Dios. ¿Cómo afectaría a mi
familia si me rindo y dejo la obra de Dios?
Mi esposa me ha respaldado en grandes decisiones, ha orado
por mi, cree que yo amo y sigo a Dios… y me motiva a
continuar sirviendo a Dios.
3. Futuras Generaciones
Estoy convencido y sé que hay gente en tu barrio o ciudad que
todavía no conoce a Dios y si les hablas, aceptarán a Cristo y
formarán parte de tu iglesia. Hay muchos no salvos que
recibirán la salvación si alguien les habla. Si entiendo que
muchos necesitan recibir al Señor, eso me motivará a continuar.
También hay personas que están aprendiendo o podrán
aprender y que pronto serán los predicadores y líderes en la
obra del Señor. Es nuestra responsabilidad y privilegio poder
prepararles para la obra del Señor. Es un gozo tremendo tener
parte en la formación de un obrero de Dios, y esto también
debe motivarme a continuar en la obra del Señor.
4. Los que me Enseñaron
Mi pastor, mis padres, mis profesores, mis predicadores, mi
mentor, y muchas otras personas han tenido parte en en quien
soy y en lo que hoy estoy haciendo. Dios ha puesto personas en
mi vida para aconsejarme y formarme y quiero mostrar mi
agradecimiento a traves de mi vida y mi servicio al Señor. Me
motiva saber que tantas personas han usado de su tiempo,
bienes y amor para ayudarme y quiero continuar.
5. Dios me Puso en el Ministerio
El apóstol Pablo dijo, “Jesús nuestro Señor… me tuvo por fiel,
poniéndome en el ministerio” (I Timoteo 1:12). Es un privilegio
enorme poder servir a Dios en el lugar que me puso y saber que
el Dios que creó el universo me consideró a mi.
• ¿Quién soy yo para que Dios me considere?
• ¿Quién soy yo para ser llamado un hijo de Dios, ministro y
soldado de Dios?
• ¿Quién soy yo para poder tener el privilegio de hablar a otros
de las cosas más importantes en el mundo?
Saber que Él me puso en el ministerio, me motiva a continuar.
Si hago lo que hago por la carne y no porque Dios me dio este
privilegio, entonces no voy a querer continuar en momentos
difíciles, más sabiendo que Dios me puso donde estoy, me
motiva a seguir sirviendo.
COMO NO ACOSTUMBRARTE AL MINISTERIO

Aprendí la siguiente lección del hermano Guillermo Gardner.


Después de traducirlo y adaptarlo a mi vida, lo enseñé en el
Seminario Bautista Macedonia Argentina en Diciembre 2012. La
lección tiene como base II Reyes 5:20-27, cuando Giezi (el
siervo de Eliseo) corrió tras Naamán buscando una riqueza y
terminó leproso por sus acciones. Giezi tuvo una de las mejores
posiciones posibles en aquel tiempo, pero de alguna manera se
acostumbró tanto a lo que tenía que no era muy feliz. Y
aunque le podemos reprender y decir, “¿qué estabas
pensando hombre?, perdiste todo por una locura”, somos
culpables del mismo pecado… de acostumbrarnos tanto al
ministerio que viene a ser algo “normal”. La meta de esta parte
es la de abrir tus ojos para que veas que Dios te ha contado por
fiel al ponerte en el ministerio (I Timoteo 1:12) y no debes
acostumbrarte en el sentido de pensar que no es especial
poder estar sirviéndole a Dios. Entonces ¿cómo podemos no
acostumbrarnos al ministerio?
1. Siendo Agradecidos
• No debemos pensar que merecemos algo. Romanos 12:3
• Una vez no teníamos y ahora sí, pero no estamos satisfechos
con cosas pequeñas – necesitamos cambiar la mentalidad y
ser agradecidos con lo que Dios nos dio, lo que ha hecho y lo
que está haciendo.
• Debemos vivir agradecidos a Dios y a otras personas.
2. Seguir Aprendiendo
• No dejes de crecer, de seguir aprendiendo.
• La persona que cesa de aprender cesa de vivir.
I Corintios 15:58
Leer la Biblia y seguir leyendo para aprender más. Leer otros
libros. Mirar a otros y ver lo que funciona. Aprende a hacer
preguntas y no a hacer declaraciones.
Charles Spurgeon dijo que aun el niño de 5 años es su maestro.
Todos pueden enseñarnos algo.
3. Seguir Amando
I Corintios 13:14
Amar a Dios, pasando siempre tiempo con Él, y a la gente No
acostumbrándome tanto a la gente porque puede ser que
llegue a amarlos más que a Dios.
Es fácil acostumbrarnos al ministerio si hacemos todo como
rutina y hábito y no con amor. ¡No pierdas tu amor!
4. No Siendo Celoso
Nuestras preguntas a otros en el ministerio a veces son muy
carnales – por ejemplo: ¿cuánto dinero ganas? ¿cuántos
discípulos tienes? ¿cuántas personas están en tu clase o
congregación? Con este estilo de preguntas, pronto entra el
orgullo (si estás haciendo bien) o vendrán los celos (si la otra
persona está haciendo mejor).
Los celos en el ministerio nos dañan a nosotros y a los demás.
5. No Amargándote cuando otros te Critican
La verdad es que otros te van a criticar en el ministerio, pero
como reaccionas a su crítica es lo más importante que la
misma crítica. No te amargues y no permitas que destruya tu
ánimo y corazón. Decide que no vas a permitir que el rencor,
amargura, odio o desánimo entre en tu corazón como
resultado de la crítica de otros.
II Corintios 12:15
Hebreos 12:15
6. No Sentirte Ofendido Fácilmente
Salmo 119:165 – “Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no
hay para ellos tropiezo.”
Muchas personas salen de la iglesia o dejan el ministerio porque
se sintieron ofendidos por una persona y no lo puede olvidar.
No tienes que tomar las palabras o circunstancias tan
personalmente. Enfócate en Dios y Su Palabra y cuando
alguien te ofenda, no permitas que sea de obstáculo en tu vida
para sacarte del camino.
Cuando alguien te ofende, no desees su mal ni pienses así de
tu hermano. Ciertamente no es fácil, pero saca tu enfoque del
problema o persona y ponlo en Dios.
Espera lo mejor para otros y ora por otros. Es difícil orar por una
persona y seguir odiándole.
7. No Perdiendo el Interés en las Cosas de Dios.
• No te acostumbres a las bendiciones de Dios en el sentido de
pensar que siempre las tendrás o siempre sucederán.
• No te acostumbres al hecho de que Dios te está usando – es
una bendición.
8. No Aprovechándote de Otros o de las Situaciones
• Si alguien te da algo o si recibes algo, agradece a Dios y a la
persona.
• Si existe la posibilidad de aprovecharte de una situación o de
una persona, decide no hacerlo.
• No te olvides que tienes dos manos, una para recibir y una
para dar – la persona que siempre recibe sin dar pronto no
recibirá más.
Tenemos un llamado celestial, un llamado distinto y santo. ¡Es un
gran privilegio que tenemos de poder servir a Dios!!! Si no
ponemos cuidado, las bendiciones de Dios, el llamado de Dios
y la voz de Dios vendrán a ser algo muy “normal”. Pronto
estaremos tan acostumbrados que ni necesitaremos orar,
estudiar, y depender de Dios… pero amigos, necesitamos
siempre depender de y en Dios.
AUTO-MOTIVACIÓN

Personalmente, creo que ser auto-motivado es muy importante


para el obrero de Dios. El ser auto-motivado tiene todo que ver
con el ministerio!
Es una cosa maravillosa servir a Cristo y dirigir en algún
ministerio, pero el tropiezo viene para muchos de nosotros
cuando el día de trabajo comienza. En todo trabajo secular
hay un jefe que establece tu horario de llegada y salida, los
descansos y lo que tienes que hacer para recibir el pago... pero
en el ministerio, uno es su propio jefe. Muchos fallos en el
ministerio provienen de la falta de ser auto-motivados. Tienes
que hacer llamadas, visitar gente de la iglesia, evangelizar,
estudiar, discipular a los nuevos convertidos, etc. o no avanzará
el ministerio. El ministerio es una maravilla, pero si te falta auto-
motivación, el ministerio podría estar en serios problemas.
Todos tenemos margen de mejora y todos necesitamos trabajar
más en el área de ser auto-motivados. Al igual que un hombre
que empieza un negocio no tendrá éxito si no es auto-
motivado, tampoco avanzará el ministerio si el obrero de Dios
no es auto-motivado. Todos estamos de acuerdo en que nos
gustaría ser “exitosos” (en cualquier forma que apliques la
palabra) en el ministerio que Dios nos ha dado, pero hay que
estar dispuestos a pagar ese precio y hacer el trabajo. Tenemos
que aprender a hacer un horario y trabajar en ese horario.
Ayudará mucho escribir una lista de lo que vas a hacer hoy, así
como lo que harás esta semana. Mi pastor así lo dijo, “sólo hay
dos horarios, un calendario del vago y un calendario del que
trabaja”. Si vamos a hacer el trabajo, tenemos que tomar la
iniciativa y hacerlo.
Algunas sugerencias sobre cómo todos nosotros podemos ser
personas auto-motivadas:
1. ¡Levántate!
Suena fácil, pero simplemente establecer una alarma,
levantarte, y ponerte de pie es la solución. Levantarte sería el
primer paso. Levántate de la rutina “normal” de tomar todo
con calma o simplemente haciendo lo suficiente para decir
que trabajamos. Levántate de estar satisfecho pensando que
solo se puede realizar poco en un día, una semana o en el
ministerio. Es tiempo de levantarte, salir de la cama y empezar y
dar el primer paso hacia la dirección correcta. Salomón lo puso
muy claro cuando hizo la pregunta en Proverbios 6:9 “¿Cuándo
te levantarás de tu sueño?”. El primer paso para ser auto-
motivados es sencillo: levántate y comienza.
2. ¡Trabajar!
Levantarse es el primer paso, pero una vez que nos levantamos
y decidimos que es hora de cambiar, ahora es el momento de
poner la mano en el arado... tiempo para trabajar. El hombre
en un trabajo secular tiene un momento determinado para
llegar y salir. Si el trabajo secular requiere tantas horas o
esfuerzo, cuanto mas merece Dios.
Todos nos reímos del agricultor que ora para que Dios le de una
buena cosecha pero no planta y deja su tractor en el granero,
pues es absurdo. Pero lo mismo ocurre con la persona en el
ministerio que no trabaja e igual espera que Dios le prospere.
Podemos hablar de una gran fe, y sin duda la necesitamos,
pero la fe debe estar respaldada con nuestro trabajo. Pablo
sabía que era Dios quien le dio todo lo que tenía y que sólo era
por la gracia de Dios, pero también declaró muy audazmente:
“he trabajado más que todos ellos” (I Corintios 15:10). Claro que
tenemos una gran necesidad de que los siervos de Dios sean
personas de oración, pero nuestras oraciones deben ser
seguidas de mucho trabajo. Sí, tenemos que decidir
levantarnos,
¡ahora es el momento de decidir ir a trabajar, y trabajar largo,
duro y constante hasta que el trabajo sea hecho!
3. ¡Arréglalo Ahora!
Las palabras favoritas del perezoso son “pero” y “mañana” –
buenas excusas para hacerlo más adelante. Si vamos a hacer
el trabajo, tenemos que hacerlo ahora! No digas que lo harás
mañana. Si no vas a testificar, estudiar y trabajar ahora,
tampoco lo harás mañana. Toma un papel, haz una lista de lo
que hay que hacer y decide que lo vas a hacer ahora. Que
Dios nos ayude a todos a decidir que tenemos que trabajar
ahora. Los mensajes tienen que estar preparados, las almas
necesitan ser salvadas, las iglesias tienen que ser comenzadas,
los salvos necesitan ser discipulados y preparados para el
ministerio, ... pero antes de asustarnos con un cuadro grande,
todos podemos decidir dar el primer paso y comenzar con lo
que se debe hacer ahora.
3
CONTINÚA CON PERSEVERANCIA
FUERZA PARA LA CARRERA

Hebreos 12:1-2 es un pasaje muy lindo que nos hace entender


que la vida es una carrera. Así como una carrera universitaria es
algo que hay que seguir para terminar, la vida Cristiana
también es una carrera. Aunque la salvación es gratis, la vida
Cristiana es algo que cuesta. Nos cansamos, nos desanimamos
y a veces no hay energía para continuar. Mi deseo es dar un
poco de ayuda y ánimo para seguir la carrera en tu vida:
1. Dejar el Peso
La primera parte del versículo dice “peso” antes que “pecado”.
El peso no necesariamente está mal, pero no te permite correr
bien.
¿Por qué es que quien compite en ciclismo busca construir su
bicicleta lo más liviana posible? ¿Por qué es que uno que
compite en maratones, busca usar ropa y zapatillas livianas?
Ambos saben la importancia de su carrera y buscan competir
con el menor peso posible.
Hay muchas cosas en la vida del Cristiano que no son pecado,
pero roban nuestro tiempo, amor o enfoque que Dios tiene
para el Cristiano. Por ejemplo, en I Corintios 10:23 dice “Todo
me es lícito, pero no todo me conviene; todo me es lícito, pero
no todo edifica”. Un hobby o pasatiempo puede ser bueno,
pero si es un peso en la carrera, el hacerlo menos sería sabio.
2. Dejar el Pecado
Todos sabemos la historia de Acán en Josué 6-7, que por su
pecado el pueblo no pudo avanzar. Y en nuestra vida, el
pecado no nos permite avanzar. El pecado, según I Juan 3:4, es
la transgresión de la ley.
Proverbios 28:13 nos enseña que el encubrir el pecado no nos
permite prosperar. El pecado no nos permite correr la carrera
como Dios lo planeó. Aun hay ciertos pecados que te echarán
de la carrera específica que Dios tiene en tu vida (posiciones
en la iglesia, ministerio, matrimonio, etc.). Para correr la carrera,
es importante quitar y tirar todo el pecado.
3. Correr con Paciencia
Hay momentos difíciles para cada persona, pero tirar la toalla o
rendirse, no debe estar en la mente del obrero de Dios. Es
importantísimo seguir adelante, seguir en la carrera.
Levantárnos, leer Su Palabra, hablar con Dios, todo esto nos
ayudará a continuar aún cuando estemos cansados. Recuerda
que la paciencia es necesaria en la carrera.
Estos principios no son nuevos ni asombrosos, vienen del
contexto de Hebreos 12:1-2, pero querido amigo y obrero, te
anímo a continuar en la carrera. No te rindas ahora, no te
desanimes ahora, por lo contrario sigue la carrera con
paciencia con los ojos bien puestos en el Señor de la carrera.
QUE HACERES PARA CADA DIA

Autor no Conocido

1. No olvidar de tu salvación.
Salmos 40:2 “Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis
pasos.”
2. Leer, memorizar y meditar en la Palabra de Dios.
Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes
y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque
entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
3. Pasar tiempo en la oración.
I Cronicas 16:11 “Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro
continuamente.”
4. Tener buena conciencia con Dios y con otros.
Hechos 24:16 “Y por esto procuro tener siempre una conciencia
sin ofensa ante Dios y ante los hombres.”
5. Morir a tus deseos egoístas.
Galatás 5:24 “Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos.”
6. Nunca imitar a otros si no están siguiendo a Cristo.
I Corintios 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
7. Intentar dar el evangelio a cada persona que conoces.
Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura.”
8. Buscar para sobrellevar las cargas de otros.
Galatas 6:2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y
cumplid así la ley de Cristo.”
9. Encontrar algo para alabar al Señor.
Salmos 50:23 “El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que
ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.”
10. No rendirte.
Josué 23:8 “Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis
hecho hasta hoy.”
TERMINA LO QUE COMIENZAS

Un tiempo atrás leí esta estadística y aunque no sé si los


números son exactos, igual creo que es bastante interesante:
• De 100 jóvenes que entregan sus vidas al campo misionero en
una Conferencia Misionera, sólo 6 van al instituto bíblico, 4 se
reciben y van al campo misionero, y dentro de pocos años 3
vuelven a su país! Uno solo se queda!
Piensa en eso, sólo unos pocos realmente terminan lo que
comienzan. La verdad es que nosotros podemos aplicar esto a
cualquier área de la vida. Muy pocas personas terminan lo que
comienzan. En mi estadía en Argentina pude ver que muchas
personas comenzaban sus estudios universitarios, más solo la
mitad continuaban su segundo año, ya el tercer año eran
menos y los que finalizaban sus estudios y se graduaban no
eran más que un puñado. Probablemente todos nosotros
podríamos mencionar ejemplos de cómo la gente deja y no
sigue adelante, pero lo triste es que esta misma mentalidad
está ocurriendo en el ministerio, tanto como lo es en el mundo
secular. Tenemos que estudiar este tema tomando el sabio
consejo que nos da Dios en I Corintios 10:12 – “Así que, el que
piensa estar firme, mire que no caiga”. Debemos tratar, con la
ayuda de Dios, de luchar para terminar lo que empezamos.
Recuerde que servir a Dios garantiza los ataques del diablo, así
que debemos desear poner nuestros corazones y mentes en
terminar lo que comenzamos para Dios.
Algunas ideas que pueden ayudarnos a seguir adelante:
1. Recuerda quién es El que te llamó y te puso donde estás.
Si estoy sirviendo con mis propias fuerzas, probablemente voy a
rendirme antes de tiempo, pero si estoy convencido de que
Dios me puso donde estoy, puedo correr de nuevo a esa
verdad tan a menudo como sea necesario. Y será muy
necesario ya que pasaré por días difíciles, por críticas, por
dudas, etc.)
2. Hay una causa
Lo que sea tu objetivo: ver que las personas conozcan a Dios,
construir la iglesia, preparar a los trabajadores, o lo que sea
para ti personalmente. Realmente hay una causa por la que
vale terminar lo que estás haciendo. A veces volver al propósito
real de por qué estás haciendo lo que estás haciendo va a ser
un estímulo y una razón para seguir adelante.
3. Otros han invertido en ti
Padres, pastores, amigos, mentores, ... hay un montón de
personas que te han ayudado a llegar a donde estás. Todos
podemos mencionar nombres y contar historias de cómo no
han ayudado y cómo otros han invertido tanto en nuestras
vidas. Terminar lo que empiezas trae honra y gratitud a los
muchos a quienes Dios ha puesto en tu vida.
4. Realmente hay recompensas
No hay nada que se puede comparar al gozo de ver a alguien,
a quien has ayudado personalmente, sirviendo al Señor. Como
dijo Pablo en I Tesalonicenses 2:19-20, los que ganó al Señor y
vio crecer en Él, son la esperanza, la alegría, su corona y su
gloria.
Hay una satisfacción cuando logramos algo – cuando la iglesia
se inicia, cuando vemos a alguien aceptar a Cristo, cuando
vemos a Dios llamar a un hombre para predicar, etc. Termina el
trabajo, amigo, ya que hay recompensas terrenales y
celestiales.
CUANDO TE SIENTES ESTANCADO

Es probable que todos nos hayamos sentido en un momento u


otro que nuestra vida o ministerio estamos estancados, que no
estamos ni creciendo ni avanzando. Ciertamente es lindo
cuando estamos avanzando y viendo la mano de Dios sobre
nuestras vidas y ministerios, pero ¿qué haces cuando te sientes
que no estás yendo a ningun lado, cuando te sientes
estancado?
Esta parte tiene la intención de ayudarte a ver que aún hay
lugar para crecer, avanzar y ver cosas maravillosas en tu vida y
ministerio. Dios todavía tiene interés en tu vida y ministerio.
Algunas ideas simples para ayudarte a romper la mediocridad
y empezar a avanzar de nuevo.
1. Leer buenos libros
Las biografías son siempre un estímulo para mí, al ver cómo Dios
usó a personas del pasado. Toma una biografía o cualquier
otro libro que te anime y te dé las herramientas necesarias para
hacer el trabajo.
2. Juntate con otros que estén avanzando
No te animará estar con personas que creen que todas las
cosas son imposibles, que Dios no está trabajando más en esta
área, etc. Hay una regla simple: juntate con las personas
deprimidas y pronto te convertirás en un deprimido.
Simplemente y con amabilidad sal de estos grupos y comienza
a hablar y estar en contacto con personas que te estimulen y te
ayuden a hacer más para Dios.
3. Seguir trabajando y estableciendo metas en tu vida
No puedo estar seguro de que tendre éxito, pero puedo
trabajar más duro que nadie. Trabaja duro y cree que Dios dará
los resultados. No desmayes antes de tiempo, sigue trabajando
y pronto obtendrás una cosecha de todo lo que has sembrado.
4. Seguir adelante y seguir creciendo
Estudia la forma de hacerlo mejor con todo lo que Dios te ha
dado. Aprende a ser un mejor esposo, padre, trabajador,
predicador, etc. Si dejas de crecer, ya estás muerto o estás
rápidamente camino a la muerte. Todos tenemos espacio para
mejorar, así que ¡sigue adelante y sigue creciendo!
LLEGANDO A LA META COMO GANADOR

Uno de mis deseos personales es probablamente uno de los


mismos que tu tienes, de llegar al final de la vida como un fiel
servidor de Cristo. Muchas personas comienzan bien, pero no
terminan bien. Espero con todo ser fiel a mi Señor Jesucristo no
solo durante la vida, sino hasta el final de la vida.
Hice una lista de 10 cosas que necesito constantamente
recordar para llegar fiel al final de la vida.
1. Darme cuenta que es Dios quien da, bendice, permite,
ayuda y aumenta, entonces pediré todo en oración.
2. Creer – Fe es creer y esperar en lo que no podemos ver –
Hebreos 11:1; Marcos 9:23;
3. Organizar mis Prioridades – Tomar tiempo para ver que mis
prioridades estén puestas donde deben estar.
4. Tener Integridad – Tu carácter es realmente quien eres y
determinará cuan lejos llegarás en la vida. Se puede mentir a
muchos, pero pronto saldrá la verdad, no puedes engañar
para siempre.
5. Actitud – Tu actitud determina como miras la vida. Los que
piensan que la vida es difícil, dura, mala e imposible, pronto
lo creerán.
6. Arriesgarte – Quien nunca se arriesga no sabrá lo que podría
haber hecho.
7. Coraje – para pararse solo si es necesario (Miqueas 4:5); para
seguir el camino aún cuando nadie va por ese camino.
8. Perseverancia – continuar en tiempos duros y difíciles.
Decide que vas a terminar y sigue a pesar de la situación.
9. Dispuesto a Cambiar
10. Crecer Constantamente – Estar dispuesto a aprender de
otros. Poner alrededor tuyo libros y personas que te puedan
ayudar a crecer.
EL OBRERO Y EL CALENDARIO

El calendario puede ser de mucha utilidad en la vida de un


obrero de Dios. Cada persona tiene 24 horas en el día y 52
semanas en el año – pero ¿por qué parece que a veces pasan
días y semanas y no cumplimos nada? Esta parte es para
mostrarnos que el calendario puede ser un amigo y ayudarnos
a cumplir más en lugar de un simple papel que nos indica el
siguiente evento. El tema no es para ver si uno usa o no usa el
calendario, sino para manifestar la utilidad del calendario si es
que se está usado sabiamente. Para que el calendario sea de
ayuda y utilidad, vamos a dividirlo en tres partes:
1. El Calendario para la Iglesia
Cada obrero de Dios tiene la responsabilidad de alimentar la
grey de Dios que le fue dada. Efesios 4:11-12 nos enseña que
Dios puso ciertos grupos de obreros en la iglesia con el fin de
“perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”. Puesto
que el obrero de Dios tiene la responsabilidad de
“perfeccionar” a los santos, tiene que orar, pensar y planear
para hacerlo bien.
El calendario debe ser una herramienta en las manos del
obrero de Dios para ayudarle a llegar a su meta de
perfeccionar a los santos. El obrero entiende que si tiene
muchas conferencias y actividades, será culpable de fatigar a
la iglesia, pero si no tiene nada planeado, será culpable de
desnutrir o debilitar a la iglesia.
Si el obrero observa los 12 meses del año y busca tener un
evento grande cada 3 meses, este hecho podría ayudar
mucho a la iglesia. Un evento evangelístico (como conferencia
de familias, obra de teatro, etc), puede ser de ayuda para
evangelizar a los no convertidos y un evento para el
crecimiento espiritual de los convertidos (conferencia Bíblica,
predicadores especiales, competiciones de memorización, leer
mas, etc.) puede esforzar la salud de la iglesia. Cuando el
obrero planea conferencias, eventos o actividades para la
iglesia, estará cumpliendo grandemente con apacentar y
alimentar a la grey de Dios. Por supuesto que debe orar por su
gente, visitarlos y ayudarlos, pero planear eventos para
evangelizar y esforzar espiritualmente a la iglesia va a cuidar la
salud espiritual de la iglesia.
Cuando el obrero de Dios organiza el calendario anual y
planea una conferencia y/o evento para la iglesia, después
puede establecer los pasos necesarios para que la conferencia
y/o evento sea un éxito. Un ejemplo, si la Conferencia Misionera
(que es para el crecimiento espiritual de la iglesia) o la
Conferencia de la Familia (que es más para invitar y
evangelizar a los no creyentes) se planea para el mes de Julio,
el obrero de Dios puede usar el calendario para empezar a
anunciarlo un mes antes, hacer los volantes, organizar la
conferencia, establecer días para salir y repartir invitaciones,
etc. Y finalmente, cuando la conferencia sea exitosa y la gente
sea bendecida, el obrero de Dios se dará cuenta que el
calendario tuvo un rol muy importante en el evento cumplido.
2. El Calendario Personal
El obrero de Dios necesita darse cuenta que una vida
balanceada es importante para continuar en el ministerio. Si el
obrero no cuida balanceando su vida, pronto se sentirá
frustrado y querrá dejar el ministerio. Por ejemplo, si planea bien
los eventos de la iglesia pero descuida su propio estudio y
tiempo de relax, pronto se sentirá deprimido, cansado y
frustrado.
El calendario personal es de mucha ayuda para el obrero de
Dios; para programar momentos de estudio, paseo, juegos o
deportes; ir a una conferencia para su propio crecimiento, salir,
leer, etc.
Uno puede pensar, ¿Cómo voy a planear un tiempo para ir a
comer o jugar o leer si ando tan ocupado? Aunque hay
momentos que tendremos que cancelar planes propios para
ministrar a otros, normalmente se puede cumplir lo que
planeado … si es que está planeado.
Veamos lo que Cristo dijo a Sus discípulos en los momentos en
que estaban tan ocupados – “Venid vosotros aparte a un lugar
desierto, y descansad un poco” (Marcos 6:31). Tener tiempo
para ir y descansar, despejarse o aun para su propio
crecimiento no es malo, mas bien puede ser lo necesario para
recargar las pilas y seguir con más fervor en el ministerio. El
obrero que toma su calendario y planea momentos para
descansar, leer, estudiar, tener compañerismo o aun jugar
deportes pronto se dará cuenta que no es una pérdida de
tiempo sino un inversión importante para su salud y para su
ministerio.
3. El Calendario Familiar
El calendario sirve para el ministerio, pero también sirve y es
esencial para su familia. Un obrero de Dios será sabio si mira el
calendario y planea vacaciones con su familia, planea eventos
importantes en la vida de sus hijos (cumpleaños, días especiales
en su colegio o el deporte que juegan, etc). Nunca es una
pérdida de tiempo y tampoco será de conflicto con el trabajo
o actividades en la iglesia si es que se lo planeó con
anticipación. Obviamente no se va a saber fechas de cada
evento con un año de anticipación (excepto los cumpleaños),
pero en el calendario mensual se puede planear a fin de
apartar el tiempo necesario para el bienestar de la familia. El
ministerio no es una excusa para no estar con la familia y
tampoco la familia es una excusa para no estar en el ministerio.
Usar el calendario correctamente puede evitar cualquiera de
estos extremos.
Asimismo, al planear eventos con los hijos, el obrero de Dios
debe cuidar su matrimonio también. Planear una cita semanal
con tu esposa (no tiene que ser costosa si se usa la
imaginación) es una inversión sabia. Una escapada romántica
por dos días de vez en cuando puede traer la chispa necesaria
para que sea un matrimonio feliz. Usar el calendario para
planear eventos para la salud matrimonial puede ayudar a
arreglar los detalles de “¿Dónde iremos?”, “¿Qué haremos con
los niños?” y “¿Cómo puedo hacerlo sin abandonar a la
iglesia?”. Un obrero que usa su calendario puede salvar su
matrimonio y aún tener un matrimonio mejor que el de un
recién casado.
El calendario en la vida de un obrero de Dios es una
herramienta muy útil. Dios nos manda a aprovechar bien el
tiempo (Efesios 5:16) y redimir el tiempo (Colosenses 4:5). Los
días van pasando y que Dios nos ayude a usar el calendario
para planear y usar bien el tiempo.
PLANEANDO UN EVENTO ESPECIAL

En mi opinión personal tener eventos especiales (conferencias,


días grandes, etc.) son buenas oportunidades para involucrar a
los hermanos de la iglesia y también una oportunidad para
encontrar nuevas personas para la iglesia. El “evento especial”
puede ser de muchísima ayuda en las áreas de madurez,
crecimiento y evangelismo. Todos queremos los resultados de
los eventos especiales (almas salvadas, nuevos miembros,
bautismos, nuevos contactos, visitantes, etc.), pero para tener
buenos resultados tenemos que poner el esfuerzo en las
planificaciones. ¿De qué ayuda tener una torta grande con
música especial si nadie asiste? Para tener los resultados,
tenemos que tomar el tiempo para planear y organizarlo. La
meta de esta sección es entregar algunas sugerencias para
poder tener un evento exitoso. Aunque cada iglesia es distinta y
cada actividad es distinta, la planificación no debe faltar. La
lista anotada abajo es una lista que fue preparada para
ayudar en el ministerio en Argentina y espero que sea de
ayuda.
2 meses antes:
• Anunciarlo en el boletín
• Preparar el lema y el cartel, volantes, cartas, invitaciones, etc.
• Empezar a practicar la canción lema con el coro y escoger
una canción para el coro
• Empezar a enseñar a los niños una canción especial
• Planear otros grupos para cantar
• Fijarse en la librería que falta y pedir mas libros, hacer
señaladores, etc.
• Tener una reunión con todos los que quisieran ayudar en el
evento y delegar trabajos a todos. (ver la tarjeta al final de
esta hoja)
1 mes antes:
• Imprimer los volantes y animar a la gente a invitar a sus
amigos.
• Enviar una carta especial a todos los que antes vinieron a la
iglesia.
• Tener una vigilia de oración en la iglesia orando
especificamente por el evento especial.
• Enviar una carta para invitar a las otras iglesias de la misma fe.
Enviar también varios volantes que ellos puedan repartir a su
gente y un cartel grande que puedan poner en su iglesia.
• Empezar a tener ensayos de coro.
• Reunirse con los que van a hospedar a la gente (si hay
predicadores invitados, etc.)
• Preparar el cancionero
3 semanas antes:
• Decidir sobre las decoraciones y formar un equipo para
decorar
• Poner un aviso grande en la ventana o pared de la iglesia
• Avisar por radio y/o diario
• Planear la comida para los que van a quedarse en la iglesia
• Hablar con los que están encargados del ministerio de niños si
van a hacer una actividad con ellos durante los servicios
• Poner encargados del equipo de sonido para poder grabar
las prédicas, asegurarse que todo el sonido esté funcionando
y arreglar lo que se necesita y tambien debemos asegurarnos
de que el micro esté funcionando.
• Asegurarse de que haya hermanas que van a trabajar en la
cuna durante cada culto (4 para cada culto – que cambien
durante el tiempo de alabanza y predicación).
2 semanas antes:
• Mandar un e-mail a los contactos de la iglesia (formar una
lista en Facebook o en e-mail para avisar y hablar con la
gente)
• Tener un día especial para salir y repartir volantes
• Decorar la iglesia
• Planear el programa de cada reunión
• Llamar a los contactos (los que visitaron a la iglesia, etc.)
1 semana antes
• Mandar otro e-mail
• Otro día de repartir volantes
• Visitar gente que no ha venido por algún tiempo a la iglesia
• Llamar a mas contactos
1 dia antes
• Mandar otro e-mail, pidiendo oración por el evento
• Llamar a mas gente para hacerles recordar de la conferencia
UNA VIDA ORGANIZADA

Todos tenemos la misma cantidad de horas en el día y en la


semana, pero la falta de organizarlas y administrarlas será la
razón por la que cumplamos o no cumplamos muchos de
nuestros deberes. Una vida organizada es una vida más
tranquila y feliz. Cuando no organizamos nuestro tiempo y vida,
las relaciones sufren (matrimonio, hijos, amigos, trabajo, etc.)
Todo requiere tiempo, y cuando no organizamos nuestro
tiempo y actividades, terminaremos nosotros mismos frustrados
y nuestros trabajos, familias y amigos también terminarán
frustrados con nosotros.
No debemos olvidar que somos mayordomos de todo lo que
Dios nos dio, especialmente del tiempo. Hay muy buenos libros
escritos sobre la organización y recibí mucha ayuda al leer
algunos de ellos. Mi deseo es compartir algunas ideas que nos
pueden ayudar a organizar nuestro tiempo y vida… y al final
estar más tranquilos y contentos por haberlo hecho.
1. Elige tu Propósito y tus Roles
Tener claridad en cual es tu propósito es muy importante
¿Qué es lo que deseas hacer o cumplir… en el día, semana y
vida? Una vez que sabes cual es tu propósito y donde estás
yendo en tu vida, te ayudará a no meterte con cosas que no te
convienen. Hay muchas cosas que pueden o quieren ocupar tu
tiempo y ahogarte, pero si sabes cual es tu propósito podrás
decir no.
Cada persona debe ver sus roles y cumplirlos antes de
ocuparse en otras áreas. Por ejemplo, soy un hijo de Dios,
marido, padre, director, etc. Si tal cosa no me ayudará en mi rol
como marido, papá o director, etc., no debo perder mi tiempo
haciéndolo. El entender cuales son mi propósito y mis roles me
ayudará a organizar mi vida y mi agenda.
Entender mi propósito es la habilidad de concentrarme en la
cosa mas importante, lo cual me ayudará a cumplir más
objetivos. Todos tenemos suficiente tiempo en el día, si lo
administramos bien.
Es importante entender tu propósito en la vida, pero también es
importante entender tu propósito del momento. Por ejemplo, si
deseas que tu clase o iglesia crezca, tu propósito general es
que la iglesia crezca a tal numero o en tal área, pero tu
propósito del momento es discipular a tantas personas,
entregar tal cantidad de folletos, invitar a tantas personas, etc.
Cuando sabes tu propósitodel momento, podrás empezar con
los planes y detalles de cómo discipular a tantaspersonas en la
semana, cómo entregar tal número de folletos, etc.
2. No Confiar en tu Memoria
Un dicho que escuché hace muchos años y me ayudó mucho
en mi vida es: El lapiz corto es mejor que la memoria larga. El
dicho me enseñó a anotar las cosas cuando las escucho en
vez de intentar recordarlas. Cuantas veces he tenido una idea
genial y por no haberla anotado, la olvidé.
No intentes recordar todas las cosas. La mente funciona mejor
cuando está pensando y no está intentando recordar. Por
ejemplo: si alguien te dice que tienes que entregar una carta
en dos meses, es mejor anotarlo que intentar recordarlo.
Cuando intentas recordar cosas, la mente lucha porque estás
esforzándola, pero cuando anotas algo, estás permitiendo a tu
mente descansar y puede funcionar mejor en otras áreas.
La mente piensa en cosas en momentos inoportunos – en la
cama, ducha, manejando, etc. Por ejemplo viene el
pensamiento de hablar con esta persona, escribir o llamar a tal
persona, etc. Anotar las cosas en un papel, tarjeta o lo que sea,
ayudará a que tu mente descanse y pueda seguir pensando
en otras cosas – y al mismo tiempo podrás cumplir más cosas
porque están anotadas.
3. Tener un Plan de Acción
Antes de comenzar la semana o antes de comenzar un
proyecto, tener un plan de acción te ayudará a usar todo el
tiempo en cumplirlo en vez de estar pensando en cual es el
siguiente paso. Por ejemplo: toma unos minutos el domingo por
la tarde para planear la semana que comienza (las visitas y
llamadas para hacer, cartas para escribir, gente para hablar,
cosas para estudiar o leer, etc.). El simple hecho de pensarlo y
planearlo te ayudará a saber a qué estás apuntando y lo que
necesitarás cumplir para cada día y para la semana. El tiempo
usado en planear el año, el mes, o la semana no es tiempo
perdido, es tiempo invertido… y su fruto será mas proyectos
terminados como resultado del plan que pusiste.
4. Repaso
Una vez en la semana o cada ciertos días, es importante tomar
toda las notas o información que has anotado o coleccionado
y repasarlo. Una regla simple es: si puedescumplir lo que tienes
que hacer en 2 minutos, hazlo en el momento y si no puedes
cumplirlo en 2 minutos, anótalo en tu agenda. Por ejemplo, si
anotaste “llamar a Juan o mandar un mensaje a Ricardo”, sería
mejor llamarle o escribirle en el momento en vez de esperar,
pero si eso te va a llevar mas que 2 minutos, ponlo en la
agenda para hacerlo en otro momento.
5. Tener un Lugar para Coleccionar información
Durante el día tal vez anotaste cosas en tarjetas, papeles
puestos en la Biblia, cartera o bolsillos. La respuesta obvia es,
“anoté todos mis pensamientos, pero no hay manera de
encontrar todo lo que anoté” y es por esta razón que
necesitamos tener un lugar donde se pueda coleccionar toda
la información. Algunas personas tiran todo sobre el escritorio,
otros tiran todo en un balde, una caja, un fichero u otro lado. Lo
importante no es lo que usas como el lugar de coleccionar la
información sino el hecho que tengas un lugar.
6. No Esperar hasta Mañana
Tener disciplina para no decir, “mañana lo haré”. Es mejor
hacer lo que es difícil o molestoso hoy, pero si decides que lo
harás mañana, es probable que nunca lo hagas. Si ya
empiezas algo, termínalo, no lo dejes sin terminar.
7. Formar Hábitos
Dicen que se forma un hábito después de hacer algo muchas
veces. Si pudiéramos hacer lo que debemos tantas veces
consecutivas, formaremos un hábito – y funciona para las cosas
buenas y malas. La razón que todos tenemos malos hábitos es
porque lo hicimos por tanto tiempo o tantas veces, pero si
podríamos reemplazarlo con hacer las buenas cosas,
podríamos formar buenos hábitos.
8. Dos pájaros de un tiro
Recuerda que todo lo que haces, posiblemente puede ser útil
mas adelante. Por ejemplo cuando lees un libro, anota las
cosas o subraya las cosas para poder enseñar o recordarlas
mas adelante. Cuando estudias, guarda los mensajes o
información para poder usarlo mas adelante. Cuando tienes un
evento o eventos en la iglesia, anótalo para tener un registro y
poder recordar o usarlo mas adelante. Si no aprovechamos las
oportunidades, tal vez tendremos que repetir el mismo trabajo
mas adelante. Como dice el famoso dicho: mata dos pájaros
de un tiro – y esta verdad nos puede ayudar mucho en el
ministerio.
CONFERENCIAS

Las Conferencias son una buena herramienta para usar en la


iglesia – tanto para el crecimiento de los miembros,
involucramiento de los mismos y evangelización de los no
creyentes. Aunque las conferencias pueden ser muy útiles en la
iglesia, pueden ser frustrantes si no se han planeado bien. En
esta sección, mi meta no es convencerte de hacer
conferencias sino ayudarte a dividir o delegar las
responsabilidades para que la conferencia sea exitosa. Veamos
los grupos que podrían formarse para una fructífera
conferencia.
Grupos para estar encargados de:
• Oración – por supuesto toda la iglesia debe orar, pero sería
bueno tener grupos que oren antes de las reuniones y que
hagan cadenas de oración.
• Invitaciones – Obreros encargados de diseñarlas, asegurarse
de que cada persona en la iglesia las reciba, entregarlas
personalmente y en la ciudad.
• Lugar (sea una carpa, el templo, local alquilado, etc.)
Obreros encargados de poner las sillas y alistar todo.
• Equipo de Sonido – Obreros encargados de probar y preparar
el sonido. Que grabe los servicios (audio o video) y tenga listo
las grabaciones después para los que las quieran comprar.
• Porteros – Obreros encargados de recibir y saludar a la gente.
• Limpieza – Obreros encargados de mantener la limpieza del
templo, salas, baños y alrededores.
• Mesas – Obreros encargados de tener mesas donde estén
disponibles libros, música e información a la venta.
• Ofrenda – Obreros encargados de tener canastas listas, de
posicionar personas para el tiempo de la ofrenda, etc.
• Preparación – Obreros encargados de asegurarse que las
sillas y cancioneros están en su lugar, que hay papel higiénico
y jabón en los baños, la plataforma limpia y preparada, agua
para él que predicará, etc.
• Publicación – Obreros encargados de la publicación en
diario, radio, carteles, volantes, etc.
• Cuarto de hospitalidad – Obreros encargados de tener en
condiciones un cuarto para los invitados especiales donde se
les pueda dar algo liviano para tomar y comer, así también,
tal vez, para limpiar los zapatos de los invitados especiales.
• Hospedajes – Obreros encargados de organizar la comida, el
hotel, etc. para los predicadores o invitados especiales,
asimismo de entregarle plan de la semana, mapa de la
ciudad, lo que se espera de la persona, etc. Tener a una
persona para recibirlo cuando llegue, cuando es tiempo de ir
a la iglesia, debe haber alguien específico que le cuidará
durante la conferencia.
• Tarjetas de Visitantes – Es importante y de mucho valor poder
tener información sobre las personas que visitaron. Las tarjetas
permiten que alguien se pueda contactar a los visitantes y
hablarles de la salvación, de la iglesia y de su vida.
• Contar Ofrendas – Es mejor tener 2 o 3 personas que puedan
contar las ofrendas y firmar juntos en un papel. Esto muestra
que la iglesia toma en serio el dinero que entra.
• Ujieres – Obreros encargados de guiar a las personas hasta las
sillas vacías, ayudar, tener todo bajo control, informar a la
gente donde está la cuna o donde están los baños, etc.
• Cuna – Tener una lista de voluntarios para cada noche o
reunión, tener una persona encargada del programa.
• Estacionamiento – Obreros encargados de mostrar donde
estacionarse y también para cuidar los autos.
• Consejeros – Obreros encargados de hablar con gente
durante la invitación o cuando alguien necesita hablar.
• Música – Obreros encargados de organizar los especiales
durante la conferencia, los himnos que cantará la
congregación, durante la ofrenda e invitación, el coro, etc.
• Decoraciones – Obreros encargados de la decoración del
templo o local alquilado. Un cartel grande que indica que
tipo de conferencia es, flores, etc. Las decoraciones indican
que la conferencia es algo especial y que hubo tiempo,
esfuerzo y amor puesto en preparar la conferencia.
LA VIDA ES CORTA

El pensamiento que quiero compartir con el obrero de Dios es


que la vida es corta.
Hace muy poco entré en Facebook y uno de los jóvenes de la
iglesia había puesto un comentario que me sorprendió.
Contestando una encuesta que la gente hace en Facebook,
un joven usó mi nombre para contestar la siguiente pregunta:
¿Quién es la persona con mas años que consideras ser tu
amigo? No lo podía creer – me estaban llamando viejo.
Entiendo que no soy un niño, pero tampoco soy un viejo –
¿Dónde queda mi juventud? ¿Dónde quedó el tiempo?
Todos nos damos cuenta que las semanas, meses y años pasan
volando. Muy frecuentemente digo “me acuerdo cuando …”.
¿Donde fue el tiempo? Mis hijos están creciendo, estoy
perdiendo pelo, me canso cuando corro, duermo más
temprano y … el tiempo pasa volando.
No necesito recordarles que Dios nos enseña a contar nuestros
días (Salmo 90:12), nuestra vida es como una neblina que
aparece y desaparece (Santiago 4:14) y debemos redimir el
tiempo porque los días son malos (Colosenses 4:5). Todos
sabemos que la vida es corta pero muchas veces vivimos como
si no lo supiéramos. La intención de esta parte es hacerte
pensar en cómo regocijarte en la vida, como aprovechar los
días y disfrutarlos antes de que se escapen.
Es mi fuerte convicción que un obrero de Dios debe trabajar.
No hay excusa para ser vago y no trabajar como merece la
obra de Dios. Pero también creo que muchas veces olvidamos
de disfrutar el tiempo que estamos acá en la tierra. El servir a
Dios es la mejor vida que hay en el mundo. No hay razón para
que el obrero no deba pasar lindos momentos con su familia,
sus amigos, paseando y … simplemente disfrutándolo. El obrero
debe trabajar, pero también debe disfrutar su vida. Es
beneficioso para todos tomar tiempo para caminar, leer,
hablar, viajar, jugar, mirar fotos, y mucho mas. Si nunca
hacemos nada, no habrá memorias para recordar después.
Disfruta la vida que Dios te da.
Un día mis hijos no estarán más conmigo en casa, un día ya no
tendré la fuerza para practicar deportes y un día no habrán
ganas para viajar y conocer nuevos lugares. Tengo que
aprovechar lo que Dios me dio hoy antes que lo pierda y no lo
puedo disfrutar. Muchas cosas se pueden recuperar, pero el
tiempo pasa y no se recupera.
La vida es demasiado corta para no hacer recuerdos. Que Dios
nos ayude a aprovechar la vida. Que cada obrero de Dios
disfrute pasar tiempo con la familia, creciendo personalmente y
haciendo lindos recuerdos. Entonces hoy
… recuerda que “este es el día que hizo Jehová; Nos
gozaremos y alegraremos en él” (Salmo 118:24).
QUEDÁNDONOS EN UN LUGAR

El promedio del tiempo que los pastores se quedan en una


iglesia en EEUU es de 1 a 3 años. Obviamente hay pastores que
se quedan mas años en una iglesia, pero el promedio de los
que cambian de ministerios e iglesias es de 1 a 3 años. Me
impresiona la estadística, pero también me doy cuenta que es
una realidad. Mi intención no es hablar mal o criticar a otros (no
sería sabio o provechoso hacerlo), mas bien de presentar
maneras que puedan ayudar a las personas a quedarse más
tiempo en un lugar. Y no solo son los pastores que cambian
iglesias o ministerios… hay muchos obreros de Dios en general
que no se quedan en sus ministerios y cambian
frecuentemente.
10 maneras de como podríamos quedarnos mas tiempo en el
mismo lugar:
1. Date cuenta que necesitas a la gente tanto como la gente
te necesita a ti.
2. Suena simple, pero muchas veces pensamos que las
personas nos necesitan a nosotros como obreros de Dios…
cuando la verdad es que también necesitamos a las
personas.
3. No actues como sabelotodo.
4. Nadie quiere a una persona que piensa que sabe todo.
Nadie ha llegado a la perfección, todos seguimos
aprendiendo. Nuestra actitud de amor y humilidad puede
enseñar mucho mas que nuestras experiencias. Debes estar
dispuesto a ser corregido
Todos nos equivocamos, pero no todos queremos reconocerlo.
Para crecer y mejorar, debemos aprender y estar dispuestos
a ser corregidos.
5. Sé flexible
Nuestros planes no siempre saldrán como queríamos, pero un
hombre sabio aprende a ser flexible y continuar.
6. Amarles
El amar a la gente cubre muchos errores y tonterías. No les
interesa tanto a las personas saber cuanto sabes, sino cuanto
amas.
7. El púlpito no es para pelear sino para amar.
La meta debe ser enseñar la verdad, y no debemos usar el
púlpito como el lugar de pelea y para “corregir” problemas.
Anímales y encuentra un lugar para todos
Todos quieren sentirse útiles y como obreros de Dios debemos
buscar el lugar o ministerio donde cada persona pueda
desarrollarse y servir – un cristiano ocupado mayormente es
un cristiano contento.
8. Ten un tiempo para orar
El poder de la oración es muy importante, necesario y crucial
para nuestras iglesias y ministerios. Tiempos para orar antes de
la reunión, durante la reunión, vigilias de oración, grupos de
oración, etc, animarán y ayudarán a la gente. Dios quiere
que Sus hijos le hablen… y la oración es el método.
9. Ten estudios para ayudar
Predicar o enseñar libro por libro o por temas, no importa la
manera, pero lo que sí es importante es que la gente en la
iglesia y/o ministerio esté recibiendo comida sólida espiritual.
El predicador o líder que enseña sus opiniones o al “mas
nuevo”, no tendrá un grupo maduro o saludable.
10. Ser paciente
Si deseamos quedarnos mucho tiempo en un lugar, es crucial
que aprendamos a ser pacientes. Dios es paciente para con
nosotros y debemos aprender a ser pacientes con los demás.
La paciencia perdona, espera y muestra misericordia… y la
paciencia tiene su recompensa. Siendo pacientes podemos
ser mas estables y quedarnos mas tiempo en el mismo lugar.
APÁRTATE PARA DESCANSAR

En uno de los momentos cuando Cristo y Sus discípulos estaban


trabajando mucho, Cristo dijo a Sus discípulos: “Venid vosotros
aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran
muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían
tiempo para comer.” (Marcos 6:31) Cristo, nuestro ejemplo, nos
muestra la importancia de apartarnos y descansar.
El estar ocupado no es una excusa para no descansar, más
bien manifiesta más la necesidad de descansar. La idea de
que cuan más ocupado estás, mas santo eres es una idea
equivocada y no bíblica. La persona que desea vivir y servir
eficazmente por mucho tiempo debe aprender la importancia
de apartar tiempo para descansar.
Algunas áreas en las cuales debemos apartar tiempo:
1. Aparta tiempo para estar a solas con Dios
Hubo una costumbre en la vida de nuestro Señor Jesús que no
siempre prestamos atención – en Marcos 1:35 dice:
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió
y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Si era importante para
Cristo apartar tiempo y comunicarse con Dios, cuanto más
importante debe ser para nosotros.
Digamos que un futbolista reconocido internacionalmente te
escribiese y te diga que quiere reunirse contigo para enseñarte
un poco de fútbol, ¿qué harías? Escribirle para decirle que estás
ocupado y no tienes tiempo sería muy tonto – obviamente te
harías el tiempo para estar con esa persona importante.
Haríamos lo mismo si quien nos hablara fuese Bill Gates o Tiger
Woods, etc. Si una persona muy importante quiere hablarte, es
obvio que pasarías tiempo con él. Pero todos los días, el
Creador del universo quiere pasar tiempo con Sus hijos y la
mayoría responde diciendo, “no tengo tiempo”. Necesitamos
hacer tiempo para orar y leer Su Palabra – pasar tiempo con Él.
2. Aparta tiempo para pasar con tu Cónyuge
La única persona que estará contigo en lo bueno y malo y
durante toda tu vida, es tu cónyuge. Cuando tus hijos, amigos y
todos te dejen, tu cónyuge seguirá a tu lado. Aunque sabemos
esto, vivimos como si no lo supiéramos. Cada matrimonio
necesita un tiempo semanal para estar a solas con su cónyuge,
aún cuando solo sea una hora. Se creativo, tenga una buena
relación con parientes o amigos para poder dejar a los hijos por
unas horas y salir. Muchas personas dicen que no quieren dejar
a sus hijos, pero en sí están diciendole a su cónyuge que no
vale tanto su amor. El esfuerzo, la inversión en tener citas,
escapadas o tiempo a solas con tu cónyuge, tendrá grandes
recompensas.
3. Aparta tiempo para pasar con tus Hijos
No tendrás a tus hijos para siempre, entonces aprovecha el
tiempo que tienes con ellos ahora. Si no tienes cuidado,
mañana te despertarás y tus hijos tendrán la edad para salir de
casa. Mucho mas que el dinero y provisión que puedes dar a
tus hijos, ellos prefieren tu amor y tiempo.
4. Aparta tiempo para Descansar
Un hobby no es malo, la verdad es que te puede relajar y
rejuvenecer. Tomar un día por semana para desenchufarte es
muy importante para poder seguir con fuerza el resto de la
semana. Tomar vacaciones con la familia simplemente para
salir y estar juntos es una inversión que rendirá enormemente.
Génesis 2:2 dice, “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que
hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.”
¿Tendría Dios que descansar? ¿Se puede cansar Dios? No creo
que Dios se canse, pero por ejemplo nos enseña una gran
verdad – y si el Creador del universo tomó tiempo para
descansar, es adecuado que lo hagamos nosotros. El
descansar no es un pecado o pérdida de tiempo, más bien
para la persona que está avanzando y trabajando para Dios, el
descanso es importantísimo.
LLEGAR BIEN AL FINAL DE LA CARRERA

En un libro que leí hace poco (“Fourth Quarter” por Don Sisk), vi
muchas cosas que pueden ser de ayuda y ánimo para poder
terminar bien la carrera de la vida. El autor del libro es un
predicador respetado que ha usado su vida eficazmente para
el Señor.
Tomaré algunas de sus ideas y las mezclaré con mis
pensamientos para establecer principios aplicables a nuestra
vida con el deseo de que sean de ánimo a fin de terminar bien
la carrera.
1. Decide estar conteto
• Contento donde el Señor te ponga:
El contentamiento no se encuentra en un lugar geográfico,
sólo se encuentra en Cristo.
• Contento con lo que el Señor te da:
Veamos unos mandatos directos que Dios nos da referente a
esto:
Hebreos 13:5 – “Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te
desampararé, ni te dejaré”
I Timoteo 6:8 – “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto.”
Lucas 12:15 – “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia;
porque la vida del hombre no consiste en la abundancia
de los bienes que posee.”
• El Contentamiento no es proporcional con lo que tienes en
tu bolsillo sino con lo que tienes en tu corazón.
• Contento con las personas que el Señor pone en tu vida
Somos rápidos para culpar a las personas con quienes
trabajamos o con quienes vivimos. Aún pensamos que si
trabajáramos o viviéramos con otras personas, estaríamos
contentos. El contentamiento no se encuentra en otras
personas sino en nuestro Señor Jesucristo.
2. Decide estar Enamorado
El amor es un ingrediente indispensable en el ministerio. Veamos
en que áreas debemos estar enamorados:
• Enamorado con el Señor
En Juan 21:15, Cristo pregunta a Pedro, “¿me amas más que
éstos?” Como Pedro, somos rápidos para responder, pero
nuestras acciones y vida deben mostrar nuestro amor al
Señor.
Después de leer la Biblia varias veces y predicar varios
sermones, me siento tentado de hacer todo como una
rutina – y es exactamente lo que el diablo quiere. Debemos
trabajar constantemente en estar y vivir cerca del Señor. Si
leíste la Biblia de Génesis a Apocalipsis este año, léela
cronológicamente o de otra manera el próximo año. Entrar
en una rutina aburrida al leer la Biblia, orar y asistir la iglesia
dañará nuestra relación con Dios. No debemos olvidar que
Dios hará conocer su pacto a los que tienen comunión con
Él (Salmo 25:14).
• Enamorado con tu Cónyuge
Trabaja continuamente en tener un mejor matrimonio. El
matrimonio nunca llegará a la perfección, pero si uno
desea tener un buen matrimonio, requiere esfuerzo, tiempo
y mucho amor. El diablo ha destruido y está destruyendo a
muchos matrimonios con pasiones perversas de buscar
satisfacción fuera del matrimonio. Hollywood e internet nos
han engañado pensando que hay mas “romance” fuera
que dentro del matrimonio. Decide que vas a ser creativo,
atraer y quedarte enamorado con el cónyuge que Dios te
dio.
• Enamorado con tus Hijos
Los hijos necesitan tu amor mucho más de lo que necesitan
las provisiones materiales que les podrías dar. El dinero y los
bienes no son sustitutos para el tiempo y amor.
• Enamorado con el Ministerio que Dios te dio Aprender a
amar el ministerio que Dios te dio. Escucha a las palabras
del apóstol Pablo después de que estuvo en el ministerio la
mayoría de su vida: “Doy gracias al que me fortaleció, a
Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel,
poniéndome en el ministerio.” (I Timoteo 1:12)
3. Decide mantenerte puro
Si deseamos llegar bien al final de la carrera, es de suma
importancia que tengamos y guardemos la pureza.
• Mantenerte Puro en tus Pensamientos
La pureza empieza en nuestro corazón, en nuestros
pensamientos. Guarda tus pensamientos. La pornografía
está al alcance de niños y adultos por medio del internet,
televisión y libros, más si entra en el corazón, empieza a
controlar los pensamientos. Si tienes problemas en esta
área, pide a Dios que te dé la victoria y guarda tu corazón
para no permitir que tus pensamientos sean impuros.
• Mantenerte Puro en tu Hablar
Muchos chistes e historias pueden destruir la pureza por las
palabras o sugerencias que dan. Hay que tener cuidado
aun con otros Cristianos cuando cuentan historias o chistes.
Es mejor ofender a una persona pidiéndole que no siga
con su chiste en vez de ofender tu corazón con la
impureza.
• Mantenerte Puro en tus Acciones
La mayor parte de los adulterio comienzan con solo
coqueteos. Pero los coqueteos no son inocentes. Santiago
1:14-16 nos dice: “sino que cada uno es tentado, cuando
de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido,
da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a
luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis.” El pecado
puede parecer lindo, pero ceder al pecado siempre
termina mal, termina en muerte.
Cualquiera sea la edad que tengamos, estoy seguro que
deseamos ser fieles y terminar bien la carrera en la vida y el
ministerio. Nadie quiere hacer bien por unos años y tener un
final destruído. Para poder terminar bien en el futuro es
importante vivir correctamente en el presente. Que estos
pensamientos nos motiven a seguir bien la carrera hasta el final.
COSTUMBRES CRISTIANAS

Cada ser humano tiene costumbres que aprendió de su familia,


sus amigos, su trabajo, etc. El obrero de Dios también tiene
costumbres, pero debe procurar tener costumbres cristianas,
costumbres que Dios quiere que tengamos.Veamos unos
pasajes que nos hablan referente a las costumbres:
I Cor 11:16 – “no tenemos tal costumbre, ni las iglesias …”
I Cor 15:33 – “malas conversaciones corrompen las buenas
costumbres”
Salmo 119:132 – “Como acostumbras con los que aman tu
nombre”
Lev 18:30 – “costumbres abominables”
Jeremías 10:3 – “las costumbres de los pueblos son vanidad”
Hay costumbres buenas y malas, pero el obrero de Dios debe
cultivar las siguientes costumbres en su vida:
1. Estar agradecidos
Hebreos 13:5 nos enseña a estar contentos con lo que tenemos
ahora. La costumbre humana es querer tener más (dinero,
posesiones, etc.), pero Dios nos manda a estar contentos
ahora.
Cuando Pablo y Bernabé regresaron de su viaje misionero, la
primera cosa que contaron no fueron sus problemas y
dificultades, sino cuan agradecidos estaban por lo que Dios
hizo (Hechos 14:26-27). El estar agradecidos debe ser una
costumbre de cada obrero de Dios.
Si nos detenemos a pensar, veremos cada uno de nosotros
tiene cosas por las cuales podemos agradecer a Dios –
salvación, salud, familia, sustento, abrigo, iglesia, … Hay mucha
gente que está mal porque siempre piensa mal y nunca toma
un momento para detenerse y agradecer a Dios. Como nos
manda I Tesalonicenses 5:18, debemos aprender a dar gracias
en todo.
2. Predicar a otros
Era costumbre para nuestro Señor Jesucristo entrar en las
sinagogas para predicar (Lucas 4:16), era costumbre para
apóstol Pablo predicar (Hechos 17:1-2) y debe ser una
costumbre para cada obrero de Dios predicar a otros. Sea que
prediquemos con nuestra vida, con nuestra boca, con folletos
o sin folletos, aún así, debemos hacer del predicar a otros una
costumbre.
En Juan 1, Andrés buscó a su hno Pedro y después Felipe buscó
a Natanael. Si seguimos el ejemplo de ellos y predicamos a
otros, muchos podrán conocer y creer en nuestro Señor
Jesucristo. Debe ser una costumbre del obrero de Dios el
predicar a otros.
3. Morir a nosotros mismos
El apóstol Pablo aseguró en I Corintios 15:31 “cada día muero”.
Cristo dijo que los que le quieren seguir tendrían que negarse a
sí mismos (Matthew 16:24). El morir a uno mismo significa decir
no a sus propios deseos para decir sí a lo que Dios quiere. Hay
muchos pasajes que hablan de esto (Gálatas 2:20; 5:24, 16;
Romanos 13:14, etc.), por lo cual debemos entender y poner
como costumbre en nuestras vidas el decir “no” a cualquier
cosa que no agrade a nuestro Dios. El morir a sí mismo debe ser
una costumbre practicada diariamente en la vida del obrero
de Dios.
4. Orar
La oración es la manera en que el hijo de Dios habla con Dios.
El ejemplo de Cristo era apartarse y orar (Marcos 1:35), el
ejemplo de Daniel era hacer tiempo para orar (Daniel 6:10) y el
ejemplo del Salmista era orar (Salmo 55:17). Lo opuesto de orar
es desmayar (Lucas 18:1) y Cristo mismo nos enseñó como orar
(Mateo 6) y nos permite ver como Él oraba (Juan 17). Una
costumbre diaria del obrero de Dios debe ser el apartar tiempo
y orar al Dios que salva, separa, consuela, ayuda, guía y da la
victoria. Actuamos sabiamente cuando seguimos la lección
enseñada en I Tesalonicenses 5:17 de orar sin cesar.
HÁBITOS DE UN OBRERO DE DIOS

La pregunta no es si una persona tiene hábitos, sino si los


hábitos que tiene son de provecho a su vida y ministerio. Hay
malos hábitos (o vicios) y hay buenos hábitos, y el obrero de
Dios debe procurar tener buenos hábitos, hábitos que sean
agradables a Dios y provechosos para el ministerio. Admito que
la lista siguiente no está completa ni es perfecta, sino que son
solo algunas ideas simples que pueden producir mejores ideas
para el ministerio en donde estés trabajando.
1. Llamar cada Sábado
En la mayoría de ministerios (iglesias, clases de escuela
dominical, nuevos convertidos, etc.) el día clave en que
queremos que participen o estén presentes, es el día domingo.
Si deseamos que la gente de nuestras clases, nuestros
contactos o los nuevos convertidos lleguen a la iglesia el día
domingo, será muy sabio llamarles el día sábado para
animarles y recordarles que estarás esperandoles en la iglesia.
Oí a mucha gente decir, “si la persona es suficientemente
madura, llegará, no tengo que llamarle.” Tienes razón, y es la
meta que otros lleguen a la madurez, pero tal vez Dios te puso
en sus vidas para ayudarles a llegar a la madurez… y una
simple llamada el día sábado ayudará a las personas a asistir el
domingo, ¿es mucho el sacrificio de llamarles? Si cada obrero
de Dios apartara una hora cada sábado para llamar a sus
contactos o invitados, estoy convencido que veríamos muchas
victorias en la iglesia.
2. Evangelizar una vez por Semana
Dios pone gente a nuestro alrededor cada día y como dijo una
persona, son citas divinas de Dios para hablarles de Cristo. Aun
cuando algunos tienen temor de hablar con otros, cada
persona puede llevar 5 o 10 folletos para entregar en la
semana. Cada hijo de Dios es un testigo para el Señor y debe
ser un hábito compartir el Evangelio aunque sea una vez por
semana.
3. Leer la Biblia una vez por Año
Como Cristianos y especialmente como obreros, somos
estudiantes de la Palabra de Dios (II Timoteo 2:15), pero es triste
que muchos Cristianos no han leído la Biblia completa ni una
vez. Si se realiza un simple plan de leer 3 o 4 capítulos por día, se
puede leer la Biblia entera una vez por año. Debe ser un hábito
leer la Biblia por lo menos una vez por año… y si es posible, más.
Somos farmaceúticos, la Biblia es la farmacia y el mundo
representa a los enfermos – y cuando alguien nos viene con
preguntas, dudas o necesidades, debemos, como
farmaceuticos, estar suficientemente familiarizados con la Biblia
(la farmacia) para encontrar el pasaje (medicamento) que les
puede ayudar.
4. Leer Otros Libros
Alguien dijo que los líderes son lectores. Cada obrero de Dios
debe aprovechar buenos libros para su propio ánimo,
crecimiento y entendimiento. Es lamentable, pero hay muchos
libros en las librerías con mala doctrina (y debemos tener
cuidado de lo que leemos), pero con un poco de guía,
podremos encontrar libros que nos puedan ayudar en nuestro
matrimonio, con nuestros hijos, aprender a enseñar mejor,
como ministrar mejor, etc. Un hombre dijo que cada hijo de
Dios debe leer biografías de hombres y mujeres que Dios ha
usado, y estoy totalmente de acuerdo.
Leer biografías nos pueden mostrar como Dios ha usado a
personas en el pasado y darnos la esperanza de que nos
puede usar a nosotros también. Debe ser un hábito del obrero
de Dios leer libros provechosos.
5. Tener a un Invitado en la Iglesia
Hay pocas cosas que puede animar más a un cristiano como el
invitar a una persona a la iglesia y sentarte a su lado. Saber que
una persona llega a la iglesia y al final llega a Cristo porque tú
la invitaste, es de mucho gozo. Estoy convencido de que habría
menos quejas y chisme en nuestras iglesias si cada personas se
ocupara en invitar y sentarse junto a su invitado en la iglesia.
En Juan 1, Andrés fue, buscó a su hermano y le llevó a Cristo;
después Felipe hizo lo mismo, hallando a Natanael y llevándolo
al Señor. Todo obrero de Dios debe ser de ejemplo a los demás
mostrando la importancia de llevar a otros a la iglesia, y
sentarse a su lado. Llevar a otros a la iglesia debe ser un hábito
del obrero de Dios.
DIRECCIÓN EN LA VIDA

Quiero compartir algo que es muy real en nuestras vidas, esto


es, como saber la dirección de Dios en nuestras vidas. Por
supuesto, sabemos que todos debemos leer la Biblia, servir a
Dios con todo, etc., pero ¿qué de algunas decisiones no tan
claras que tendremos que tomar? No pretendo saber las
respuestas o decir que lo escrito es la respuesta a cada
situación, pero sí creo que estas ideas podrían ser de ayuda en
momentos en que se necesitan tomar decisiones.
1. La Palabra de Dios
Alguien dijo que la sabiduría es poner en práctica los principios
bíblicos. Hay ciertas cosas no mencionadas en la Biblia pero los
principios bíblicos nos indican que hacer. Hubo momentos en
las que personas en el ministerio me preguntaron sobre un
trabajo que iban a tomar y les tenía que decir que no creía que
era del Señor (trabajar en una discoteca o áreas ilegales, etc.).
Aunque hay ejemplos extremos que sabemos cómo obreros de
Dios cual debe ser el camino a seguir, en las situaciones más
confusas, igual podemos tomar la verdad de que si hay un
principio bíblico que Dios nos da, debemos seguirlo.
No necesitamos orar para saber si debemos dejar a nuestro
cónyuge, o alejarnos de personas en la iglesia por simple
capricho, o abandonar a nuestros hijos para “ministrar” a otros.
La Palabra de Dios es guía para nuestras vidas, especialmente
cuando tenemos que tomar decisiones. El libro de Proverbios es
un libro espectacular sobre discreción, prudencia y sabiduría
para nuestras vidas.
2. La Paz de Dios
Hay momentos que tenemos que tomar decisiones y aunque
no violan un principio bíblico, tampoco tenemos claridad sobre
qué pasos seguir. Aunque Dios no nos dice en voz alta, hay
tiempos cuando Él nos da paz inexplicable y sabemos que tal
decisión es la correcta. Simplemente necesitamos separar
tiempo para estar a solas con Dios y rogarle que nos de paz
para tomar tal decisión.
3. Los Pasos de Fe
Como hijos de Dios, no andamos por vista sino por fe. Sabemos
que la fe es lo que no vemos, es una confianza total en Dios.
Entendemos que sin fe no podemos servir a Dios y por la falta
de fe, Cristo muchas veces no obró en ciertos lugares. En
nuestra mente entendemos o sabemos mucho de la fe, pero no
siempre vivimos por fe. Es más fácil hablar y predicar sobre la fe
que ponerla en práctica y vivirla en nuestras propias vidas.
Habrá momentos en que Dios nos mostrará por Su Palabra qué
hacer y habrá momentos que nos dirá claramente, en nuestros
corazones, la dirección a tomar, pero también habrá
momentos cuando tendremos que lanzarnos totalmente por fe.
Cuando los Israelitas cruzaron el mar rojo, Dios abrió el camino y
cruzaron, pero cuando iban a cruzar el rio Jordán, Dios mandó
que la planta de los pies de los sacerdotes entrasen primero y
después lo abriría (Josué 3:13).
Hubo varios momentos en mi vida que Dios no me confirmó
100% el paso para tomar, pero una vez que me lancé por fe
creyendo que era Su voluntad, lo confirmó y me dio claridad.
Dios habló a Abraham claramente que saliese de su lugar y
vaya a una tierra que Dios le iba a mostrar. Pero cuando David
enfrentó a Goliat, no vemos que Dios le haya mandado a
pelear contra el gigante… pero lo hizo y Dios le dio la victoria a
él y a su pueblo. Ambos, Abraham y David, tenían que tener fe,
pero las dos situaciones eran distintas.
Si Dios quiere que vivamos por fe y que tengamos fe (en Él por
supuesto, no en nosotros mismos), necesitamos, como obreros
de Dios, estar atentos y preparados para lanzarnos por fe. Hay
decisiones referentes al dinero, reputación, ministerios y mucho
más que requieren fe. ¡Que Dios nos ayude a tener tanta fe
para obedecerle, seguirle y aun agradarle! (Hebreos 11:6).
Como obreros de Dios, tenemos que ser ejemplo para otros que
necesitan ser guiados por el camino correcto.
¡Que Dios nos ayude a tomar decisiones y seguir su dirección
siempre!
LA NECESIDAD DE TU CÓNYUGE

Gracias doy a Dios por el versículo de Génesis 2:18 donde Dios


dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él.” ¡Que desastre seria de la raza humana sin la
mujer! Más bien ¡que desastre seria mi vida sin mi ayuda
idónea! Verdaderamente no podría estar donde estoy y hacer
lo que hago si no fuera por mi esposa. Puedo dar testimonio
que el cónyuge que Dios me dio ha sido de ayuda y
edificación en cada área de mi vida. Pero con grandes
privilegios vienen grandes responsabilidades, y el privilegio de
estar casado también trae la responsabilidad de tratar a mi
cónyuge como Dios me enseña, y como ella merece.
Algunas maneras en las que podemos mostrar nuestro
agradecimiento y aprecio a nuestros cónyuges:
1. Amar
I Juan 3:18 nos enseña que no debemos amar con palabra y
lengua sino de hecho y en verdad. Hay que mostrar el amor. Mi
esposa quiere que le diga que la amo, pero prefiere que le
muestre con mis acciones.
Si estamos agradecidos a Dios por nuestro cónyuge, debemos
mostrarlo. Tal vez la mejor manera de demostrar este amor es
darle de nuestro tiempo. El tiempo es uno de los elementos más
preciosos que tenemos – y regalarlo al cónyuge muestra que le
aprecias y le amas. Que sea un tiempo para sentarse y hablar,
tiempo para salir y caminar, tiempo para salir a solas y tomar un
café, vacaciones, una cita especial,… lo importante es darle
de tu tiempo.
2. Proteger
Aunque este estudio puede servir para el hombre y la mujer,
este punto es mas para el hombre, pues estoy hablando de
proteger a su esposa. Si no protegemos a nuestras esposas,
podemos perder a nuestras esposas y a nuestros ministerios.
Creo que uno puede tener un matrimonio fuerte y un ministerio
fuerte al mismo tiempo. Es mentira que no se puede tener un
buen matrimonio y un buen ministerio, que se tiene que
escoger entre uno u otro. Si aprendemos a poner las prioridades
en nuestras vidas, podremos honrar a Dios con un buen
matrimonio y un buen ministerio. Es necesario empezar con el
matrimonio… y es necesario que el hombre proteja a su esposa
de las siguientes maneras:
• Protegerla Emocionalmente
Es mi responsabilidad proteger el espíritu de mi esposa, sus
emociones. Si el esposo no tiene cuidado, puede lastimar a
su esposa emocionalmente. La crítica, ciertas expresiones y
ciertas palabras pueden lastimar emocionalmente a su
esposa. El marido sabio va a cuidar cómo trata a su esposa
y como otros la tratan para que ella se sienta protegida
emocionalmente.
Si llevas a tu esposa a vivir con tu familia, la puede destruir
emocionalmente. Ella necesita su privacidad, tu apoyo, tu
atención y tu amor. Cuando la esposa tiene que compartir su
casa, su cocina, su mesa y su privacidad constantemente con
tu familia, esto la puede dañar mucho emocionalmente. Por
alguna razón Dios mandó claramente en Génesis 2:24: “dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer”. Vivir
con otros va a traer problemas. Un marido sabio es un marido
que cuida a su esposa de estas situaciones, que la protege
emocionalmente.
• Protegerla Económicamente
Uno no tiene que tener mucho dinero para proteger a su
esposa económicamente. Protegerla económicamente
significa que tú, marido, llevarás la carga y/o
preocupación económica para que tu esposa no esté
estresada con la economía de la familia. Es entendible que
muchas veces nuestras esposas son mas cuidadosas y/o
entendidas con los números, pero el asunto es no permitirle
a la esposa estar preocupada y estresada por dinero, sino
de protegerla económicamente.
• Protegerla Físicamente
Todos sabemos que el marido debe proteger a su esposa de
la violencia, las personas y los problemas. A veces las cosas
más importantes y cruciales son las cosas mas necesarias.
Con un abrazo del marido, la esposa puede sentirse
protegida. Con palabras de ánimo, la esposa puede
sentirse protegida. Cuando el marido toma tiempo para
orar con su esposa pidiendo la protección de Dios, la
esposa puede sentirse protegida. El tema es que el marido
debe buscar la manera para que su esposa se sienta
protegida.

Creo que cada obrero diría que está agradecido a Dios por su
cónyuge, pero es importante que lo mostremos. Cantares 2:5
nos recuerda de una gran verdad con estas palabras: “las
zorras pequeñas, que echan a perder las viñas”. Muchos
matrimonios terminan mal por problemitas pequeños (zorras
pequeñas). Tal vez podemos evitar estos problemas si nos
detenemos y agradecemos a nuestro cónyuge por lo que es y
lo que hace. Todos necesitan sentirse necesitados – y no hay
ningún otro ser humano tan importante como nuestro cónyuge.
Es mi deseo que cada obrero de Dios se dé cuenta de la
importancia y necesidad de su cónyuge. Ministrar, vivir, trabajar
y continuar es mucho mejor con ayuda. Date cuenta que Dios
te dio un cónyuge para acompañarte en la vida. ¡Sé sabio y
agradece a tu cónyuge por estar a tu lado!
DESPUÉS DE 63 ½ AÑOS DE MATRIMONIO

Tuve la oportunidad de desayunar con un hombre que estuvo


casado por mas de 63 años y medio y luego perdió a su
esposa. Fue un privilegio y un desafio escuchar sus consejos
sobre el matrimonio y como manifestó el amor que tenía por su
esposa.
Espero que estos 10 principios que me dio puedan serte de
bendición para tí también.
1. Amarla
Tal vez el decir “amarla” es muy general, pero como Efesios 5
dice, debemos amarla como a nuestros propios cuerpos – no la
olvides o dañes.
• El Amor es paciente, perdona y da múltiples oportunidades.
• El Amor nunca falla.
Como Cristo amó a la iglesia, el marido debe amar a su esposa
– y no debemos olvidar que amamos a Dios porque Él nos amó
primero – entonces debemos amar a nuestro cónyuge primero.
Escuché a una persona decir: lo mejor que podrías hacer por
tus hijos es amar a su mamá, tu esposa – y es verdad.
2. Amar a los hijos que tu esposa te dio
Dar a luz a un hijo es muy doloroso y cuando un padre escoge
no amar o pasar tiempo con los hijos que su esposa le dio, en sí
está diciendo, “no aprecio el dolor que sufriste por darme estos
hijos.”
Pasa tiempo con los hijos, ámalos.
3. No discutir o hablar de problemas frente a tus hijos
Los niños son mucho más inteligentes de lo que pensamos, por
lo que ten cuidado de lo que hablas frente a ellos.
Es sabio detener la conversación y salir de delante de ellos en
los momentos en que tienes que discutir o hablar de ciertos
temas.
4. Besarla cada día
No cuesta nada y muestra mucho afecto. No se puede besar
en los labios a cualquier persona, entonces aprovéchalo con tu
cónyuge.
5. Besarla antes de dormir en la noche
Nunca sabrás cuando será tu último día con tu esposa,
entonces termina cada día con un beso.
6. Ser Amable con ella
Escuché a alguien decir, “te amo, pero no te quiero”.
Ser amable prueba que no solo estás con tu cónyuge porque
no tienes otra opción, sino que estás con ella porque realmente
la amas y la quieres.
I Corintios 13 dice que el amor es amable.
7. Mostrarle que la amas
Las acciones hablan más fuerte que las palabras. Las palabras
son baratas, entonces muéstrale a tu esposa que la amas.
A veces nos olvidamos de los modales porque estamos
demasiado “cómodos”, pero un poco de romance y de
guardar modales probará nuestro amor, ya sea abriéndole la
puerta, diciendo ciertas palabras, abrazos, etc.
Dios nos ama tanto que lo probó, y seremos sabios en probar
nuestro amor, mostrando que no son simples palabras. Pasar
tiempo con ella es un gran gesto y prueba del amor.
8. Intentar conseguir lo que quiere
No tenemos que esperar a la Navidad para hacer o comprar
algo, podemos hacerlo ahora.
La mayoría de las cosas que nuestras esposas quieren no son
de tanto valor, con un poco de creatividad, tiempo y esfuerzo,
podríamos conseguir o comprarle las cosas que desea.
9. Decirle que la Amas frecuentemente
Nadie espera salir y no regresar a ver a su esposa de nuevo,
pero habrá un momento en la vida que será la última vez que
la veas, por lo tanto, asegúrate que las palabras “te amo o te
quiero” son constantemente usadas con tu esposa.
No cuesta nada de dinero o energía decir estas palabras, pero
muchas veces no se usan mucho en el matrimonio.
10. Abrazarla, tener su mano y poner tu mano sobre su hombro
y hablarle
Hechos, gestos y toque físico son muy importantes en el
matrimonio.
Un simple abrazo o el poner tu mano sobre su hombro son
gestos que manifiestan consuelo y apoyo a tu esposa. Andar
de la mano en público es un dicho fuerte que dice “seguimos
enamorados”.
Abrazos o simplemente tocar el hombro de una persona tiene
mucho poder para mostrar a una persona que le apoyas, le
respaldas y estás con ella – todos necesitan a una porrista
diciendo, “estoy contigo, estás haciendo bien”.
PAPÍ, TE NECESITO

En el último año he tenido el privilegio de leer algunos libros


excelentes sobre ser un mejor padre – “Dear Dad” por Doug
Webster, “Raising up Girls” por Jambes Dobson, “Strong Fathers
Strong Daughters” y otros. También he tenido el privilegio de
trabajar con jóvenes en mas de una iglesia y predicar en
conferencias o campamentos de jóvenes. Al mismo tiempo,
Dios me bendijo con 5 hijos preciosos. Algunas cosas que voy a
decir son muy obvias o básicas, pero faltan muchísimo en la
relación entre un padre y sus hijos.
Empiezo el artículo con un dicho que escucho del corazón de
los jovenes a quienes predíco, de los libros que leo y de lo que
veo por todos lados – “Papás, tus hijos te necesitan” Por
supuesto que hay una diferencia entre criar varones y nenas
(aunque no es tan diferente como muchos piensan), pero la
franca verdad es que los varones como las nenas necesitan de
su papá. Los hijos quieren ser aceptados y amados por sus
padres. Vivimos en un mundo que ofrece mucho mal a los hijos
y el mejor escudo contra el mal es un padre que esté presente
en la vida de su hijo. Para comprobar esto, permiteme dar
algunos ejemplos (cambiando los nombres de los niños para
protegerlos):
• María es una chica de 14 años. Aunque sus padres fueron a la
iglesia, su padre trabajaba mucho y en los momentos que no
lo hacía, no estaba mucho en casa. Era obvio que María
amaba a su padre y por dentro gritaba por tener el amor de
su padre. Varias personas hablaron con el padre de María
para decirle lo obvio: María está creciendo y te necesita. Su
padre no le prestaba mucha atención y aunque María
recibia las enseñanzas en la iglesia, le faltaba un padre en su
vida. María coqueteaba con los chicos y aun fue sorprendida
(siendo de poca edad) besando comprometidamente a un
muchacho – pero el padre de María se quedaba en silencio.
María creció mas y se comprometió con otro chico y siguió
un camino que no le agradaba a su madre, pero hasta que
su padre le preste atención y se involucre en su vida María
seguirá donde está. Maria grita por dentro, “Papí, te
necesito”.
• Juana es una chica que tiene 17 años. Fue una tarde cuando
llamó a mi celular pidiendo que oremos y hablemos con su
familia porque su padre estaba a punto de morir. Aunque
Juana no quería nada que ver con la iglesia, estaba
desesperada por la condición de su padre. Lo que me llamó
la atención fue que la mamá de Juana falleció cuando ella
era pequeña y su padre la abandonó, dejándola con su
abuela. Su padre no estuvo presente en su vida y aun
verbalmente manifestó que no la quería como parte de su
vida.
¿Cómo es posible que aun cuando su padre no la queria,
Juana estaba dispuesta a hacer todo para que su padre siga
viviendo? Juana buscaba que su padre la aceptara y
amara. Luego de la muerte de su padre, Juana se relacionó
con un chico de un grupo diabólico, dejó su casa y aun
hablaba varias veces de matar a su abuela. Juana no es una
mala chica, pero Juana está buscando ser aceptada. Por
dentro Juana no perdona a su padre, aunque lo ama.
• Franco tiene 18 años, pero lo conocozco desde que tenía 11
años. Franco era muy buen chico, pero su padre le gritaba
mucho. Franco creía que su padre no lo quería porque su
padre le daba a entender que quería mas a sus hermanas
que a él. Franco comenzó a ponerse violento y a menudo se
encerraba en su cuarto y quería dejar la iglesia. ¿Qué le paso
a Franco para cambiar de un buen niño de 11 años a un
joven que odia el mundo con 18 años? El problema de
Franco es que aunque su padre está vivo, no tiene nada que
ver con la vida de Franco. Franco lo dijo con sus palabras y
mucho mas con sus acciones que él necesita a su padre. Hay
tiempo todavía, pero es necesario que su padre se involucre
en la vida de Franco.
Aunque podría compartir otras historias, entendemos
claramente que estos chicos están necesitando de sus padres.
Papá, tienes una parte principal en la vida de tu hijo/a. Las
estadísticas dicen que cuando un padre está presente e
involucrado en la vida de su hijo/a, hay menos posibilidad que
el chico se meta en drogas, violencia, crimen, etc. Un
porcentaje increíble de chicos involucrados en problemas
legales o morales no tienen a un padre presente e involucrado
en sus vidas. Papá, date cuenta que tu rol es de suma
importancia. Ningún trabajo en el mundo, incluyendo el
ministerio, es suficiente excusa para no estar presente en la vida
de tu hijo/a. Los chicos en cada país y parte de nuestro mundo
están gritando la misma cosa: “Papí, te necesito”.
Entendiendo que el padre es muy necesario en casa, presento
ideas o áreas en las que podemos y necesitamos trabajar
como padres y espero que tu corazón esté abierto para
entender y recibir los consejos:
1. Las Palabras “te amo” o “te quiero” son tan poderosas e
importantes para tu hijo.
A veces pensamos que ya lo saben o basta con haberselos
dicho una vez, pero son palabras que tienen que ser repetidas
frecuentemente a nuestros hijos.
2. Tus Hijos merecen y necesitan de tu Tiempo
Te anímo a tener una comida diária (desayuno, almuerzo,
merienda o cena) en casa con tus hijos. Sentarte en la mesa
con tu familia te ayudará a tener estabilidad familiar. Hacer
actividades con tus hijos. Individualmente o con todos, es
importante pasar tiempo con ellos. No tiene nada que ver con
gastar dinero, tiene todo que ver simplemente con estar juntos.
El tiempo es mas importante que el dinero y tus hijos necesitan y
merecen un poco de tu tiempo.
3. Palabras Afirmativas
En vez de decir a tus hijos como deben actuar, empieza una
conversación con palabras positivas y afirmativas, esto tendrá
mayor fuerza. Los niños necesitan escuchar de su padre que
jugaron bien, que hicieron bien, que son inteligentes, que son
lindos, que estás orgullosos de ellos, etc. Nunca pienses que ya
lo saben, necesitan que se los digas.
4. Apoyo/Firmeza
Tus hijos necesitan saber que les apoyas, que no vas a dejarles
cuando te necesiten. Si tus hijos juegan algun deporte,
acompáñales de vez en cuando. Nuestros hijos estudian o
tienen amigos que no tienen a un padre (por divorcio,
abandono, etc) e inconcientamente vendrá el pensamiento
“¿me dejaría mi papá?”
5. Cariño Físico
Muchos padres no dan abrazos porque nunca los recibieron de
sus padres. Darle un abrazo a tu hijo/a no es dejar de ser
macho, es mostrar que eres mas macho. Tus hijos te necesitan y
un abrazo habla mas que mil palabras. Un abrazo dice te
acepto, te quiero, te respaldo, estoy orgulloso de ti, te
protegeré. Un abrazo es lo que muchos hijos no tienen, pero
exactamente lo que necesitan. Aunque es cierto que no hay
nada como una madre, las estadísticas y los mismos chicos nos
enseñan que lo que falta en su mundo es papá. Papá, tus hijos
necesitan de tu cariño.
6. Guiarles en vez de Mandarles
Es fácil decir a nuestro hijos “hazlo porque te dije”. Aunque se
puede decir esto cuando un hijo es pequeño, cuando tus hijos
crecen un poco, es mejor decirles “por qué” debe o no debe
hacer tal cosa. Padres, nuestros hijos necesitan ser guiados, no
sentir que su padre es autoritario. Nuestros hijos son personas, no
esclavos o presos. Una persona que siempre recibe mandatos,
se cansará y se irá… y aunque tus hijos tienen que vivir en tu
casa por ahora, si no aprendes a guiarles con amor en vez de
mandarles con fuerza, saldrán antes de tiempo y no regresarán.
Como el pastor guía a las ovejas a quien ama, así el padre
debe guiar a sus hijos con amor.
7. Buena Influencia
Aunque un padre no puede ser reemplazado, date cuenta que
no estás criando a tus hijos solo. Los amigos, vecinos, televisión,
música, juegos en red y muchos otros están influenciando a
nuestros hijos. Lo bueno es que tú como padre eres el líder en la
influencia, eres el número uno en influenciar a tus hijos. Puesto
que tus hijos te escuchan (aunque no siempre lo van a decir),
es importante que tú como padre te asegures de que tus hijos
tengan buena influencia en sus vidas. Presenta y aníma a tus
hijos a involucrarse en las actividades de la iglesia y actividades
de la familia antes que se ocupen en tener amigos de mala
influencia. Nadie quiere que sus hijos sigan una mala influencia,
pero si tú como padre no te ocupas en ayudarles a encontrar
buena influencia, puede suceder un desastre.
8. Sorpresas
Un chocolate o un regalito simple cuando regresas del trabajo
o de un viaje puede ser simple en tu mente pero quedarán en
la memoria de tu hijo/a. Escribir una cartita corta y ponerlo en
un lugar donde tu hijo lo encontrará luego, puede ser el ánimo
que tu hijo necesita. La sorpresa de llevarles a un lugar, traerles
algo o unos simples gestos pueden hacer recuerdos eternos en
la mente de tu hijo/a. El padre que toma el tiempo para
sorprender a sus hijos de vez en cuando recibirá muchos
dividendos.
9. Pedir Perdón
Nuestros hijos necesitan aprender a pedir perdón y a perdonar
a otros – y padres, somos nosotros los ejemplos. Necesitamos
admitir cuando reaccionamos mal, cuando nos portamos mal
o somos de mal ejemplo. Cuando un padres pide perdón a su
hijo/a, se hace bien a simismo y también hace bien a su hijo.
Pedir perdón o admitir tus equivocaciones muestra a tus hijos
que eres humano y saca de su mente la idea equivocada de
“soy papá y nunca me equivoco”.
10. Tener un Buen Matrimonio
Una de las mejores cosas que un padre puede hacer por su hijo
es amar a su madre (tu esposa). En una encuesta un chico
mostró cuan necesario es su padre diciendo algo así: “se
requiere dos personas para tener un hijo, también el hijo
necesita de estas dos personas para ser criado.”
¡Que fuerte!
Ningun padre quiere que su hijo/a, en el futuro, se case y
fracase en su matrimonio, pero padre, date cuenta que eres el
ejemplo viviente a tu hijo/a de lo que es un buen o mal
matrimonio. Tu hijo ama a su mamá (tu esposa) y cuando
tengas un problema en el matrimonio, el hijo se sentirá que está
en el medio y que tiene que escoger si está del lado de mamá
o de papá – y esto no es justo para un niño.
11. Alcohol
El alcohol ha destruído a muchas personas, pero no solo a los
que lo consumen, sino también a los hijos de los que consumen.
Mi abuelo falleció de sirrosis de hígado, una enfermedad típica
de alcóholicos. La mayoría de mis recuerdos de mi abuelo son
haberlo visto tomando, fumando y hablando palabras feas. Tal
vez el recuerdo que está mas sellado en mi mente es una
situación que en la casa de mi abuelo cuando mi abuela
estaba cortándole el pelo a mi padre. Recuerdo que mi abuelo
entró en el cuarto borracho y gritando y mi padre se levantó de
la silla y empujó a mi abuelo saliendo en defensa de mi abuela.
Cuando salimos de la casa de mis abuelos, mi padre condujo
en silencio hasta la esquina, donde rompió en lagrimas y me
dijo unas palabras similares a estas: “hijo, no tomes, te
destruirá.” No recuerdo todo lo que mi padre me habló con
respecto a esta situación, pero en mi mente quedaron esas
palabras. El alcohol le robó a mi papá ese tiempo especial con
su padre (mi abuelo). Querido papá, tu hijo te necesita, no
destruyas tu vida y la vida de tu familia con el engañoso
alcohol.
12. Ira/Enojo
Los hijos/as tienen una admiración natural para con sus padres,
admiración dada por Dios. Luego de decir que la corona de los
viejos son sus nietos, Proverbios 17:6 dice que “la honra de los
hijos, sus padres”. Los hijos admiran y quieren a sus padres, pero
aún así, todos hemos visto a padres gritar y lastimar a los hijos
verbalmente. No solo eso, sino lastimosamente, en algún
momento, hemos sido culpables de ser nosotros quienes
gritamos y lastimamos a nuestros hijos. Proverbios nos habla
mucho de controlar la boca, el peligro y daño de usar mal la
lengua y el bien de usarla correctamente. Aunque sepamos
mucha Biblia y como usar nuestra boca, si no tenemos
cuidado, nuestra frustración y enojo los expresaremos cuando
estamos con nuestros hijos. El hijo que admira a su padre será
destruido por dentro cuando su padre descargue su enojo con
el. Papás, soy el mas culpable, pero estoy rogando que nos
pongamos en el lugar de nuestro hijo – tienes a una persona
que admiras y de repente ves que esta persona se enoja y tira
abajo toda tu admiración. Si regresas a casa de mal humor,
saluda a tu hijo, entra en tu cuarto y solo sal de él cuando estés
bien, cuando hayas podido poner a un lado tu problema,
entonces sal y sé el padre que tu hijo admira y necesita.
Seguramente podríamos mencionar mas y aun añadir otras
ideas valiosas, pero regresemos a la idea en general: “Papás,
tus hijos te necesitan”.
¡Que Dios nos ayude a ser padres que amarán y criarán a sus
hijos para la honra y gloria de nuestro Señor!
PASTOREANDO A TU ESPOSA

Probablemente una de las responsabilidades mas difíciles para


un obrero de Dios es la de pastorear, guiar o ser el líder
espiritual, en su propia casa. I Timoteo 3 dice que el obispo
(pastor, anciano) debe gobernar (“guiar, dirigir”) bien su propia
casa (vs. 4). No necesita mucha explicación, pero la razón por
la que es tan difícil pastorear a la familia, y específicamente a
la esposa de uno mismo, es porque la esposa vive con el
obrero… lo ve en los momentos buenos y malos, conoce su
temperamento y sabe cuán “espiritual” es realmente. El obrero
de Dios puede impresionar a su clase o congregación, pero su
esposa le conoce bien. El hecho de que ella le conoce bien no
es malo, sino que nos debe empujar a trabajar en el área de
pastorear bien a nuestras esposas. Recordemos que Dios tiene
mas interés en quienes somos en privado que en quienes somos
en público. Entonces nos ayudará a todos los hombres obreros
que pensemos, evaluemos y decidamos trabajar mas en
pastorear bien a nuestras esposas.
1. Animarla
Pedro, bajo la inspiración del Espíritu Santo, manda a los
pastores que no pastoreen con fuerza sino con ánimo pronto (I
Pedro 5:2). Las ovejas espirituales deben seguir, aprender y
crecer porque quieren, no porque las forcemos… y tu esposa es
una tierna oveja que Dios puso para que guíes. Tu esposa,
como otras personas en la iglesia, necesita crecer y conocer
más a Dios, y es tu responsabilidad ayudarla animándola. No es
un hombre sabio el que siempre tiene por respuesta, “sujétate”
cada vez que su esposa le hace una pregunta o quiere saber
algo. Si queremos ser bíblicos, el versículo anterior que habla de
que la mujer se debe sujetar (Efesios 5:21), enseña que ambos
deben someterse el uno al otro. Como todos en la iglesia
necesitan ser animados, tu esposa también lo necesita.
Anímala con palabras, con acciones de cariño y con tu propio
ejemplo.
2. Amarla
La Biblia en Efesios 5 manda varias veces al marido a amar a su
esposa. El amor es más que palabras, es cuidarla, ayudarla,
protegerla y tenerla en cuenta en tu vida. Si el hombre
verdaderamente ama a su esposa, estoy convencido que su
esposa le respetará, se sujetará y le seguirá hasta el fin del
mundo. Nosotros, como ovejas en la grey de Dios, oímos la voz
de nuestro buen Pastor y le seguimos… porque sabemos que Él
nos guía por amor, no por dinero, fama o cualquier otra cosa.
Pastorear a nuestras esposas debe ser siempre hecho con amor
y por amor.
3. Escucharla
Como obreros de Dios, hay muchos momentos que
aconsejamos a alguien y terminamos escuchando más de lo
que hablamos. El hecho de simplemente escuchar ayuda a
otros. Es obvio que el hombre y la mujer son diferente y que tu
esposa necesita o quiere hablar más, pero el hecho de
“pastorear bien” a tu esposa requiere que aprendas a
escuchar.
4. Pasar tiempo con Ella
Si no pasan tiempos juntos, es obvio que no tendrán una buena
relación. Salir juntos a caminar y hablar, salir a pasear, sentarse
en casa juntos o cualquier cosa para pasar tiempo juntos es de
suma importancia. No dejes de trabajar o robes de tu tiempo
en el ministerio para quedarte en casa, pero si debes poner a
tu esposa como una prioridad cuando no estás trabajando.
Como las ovejas que siguen a su pastor porque le conocen, así
la esposa seguirá a su marido porque le conoce bien.
5. Amigable
A veces el decir, “si, ella es mi mujer” da a entender que ella es
mi esposa pero no mi amiga. Si Cristo llamó a Sus discípulos
amigos, cuánto más debemos llamar y tratar a nuestras esposas
como amigas y no simple compañeros de cuarto.
6. Lleno del Espíritu Santo
Ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18) dará como resultado el tener
el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Cuando tenemos el fruto
del Espíritu (amor, gozo, paz,…), ¿qué esposa no estará
contenta? Estoy convencido que seré el marido que mi esposa
necesita cuando esté lleno del Espíritu. Y podré pastorear a mi
esposa bien cuando esté lleno del Espíritu Santo.
CONSEJERÍA FAMILIAR PARA LÍDERES

Cuando serví en el ministerio en Argentina, tuve el grato


privilegio de enseñar en el Seminario Bautista Macedonia
Argentina. En varias oportunidades hubo invitados de otros
paises que visitaron para enseñar en el Seminario.
Esta sección resultó de las lecciones que aprendí de estos
obreros de Dios.
1. Es necesario vivir en el Espíritu.
Efesios 5:8 – “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora
sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”
Dios nos dice que es necesario ser luz (Efesios 5:8) antes de
comenzar a hablar de que la mujer se sujete y que el marido
ame (Efesios 5:21-33). No es posible ser buen cónyuge, ser buen
padre, etc., sin ser lleno del Espíritu Santo.
2. Es necesario obedecer a Dios en la disciplina de los hijos.
Hoy, mucha filosofía humanista entra a las iglesias y
lamentablemente los cristianos están escuchando esas falsas
doctrinas y no disciplinan a sus hijos.
La disciplina es el tutor que lleva a los hijos a conocer el
evangelio.
3. Es necesario orar y preocuparse por la salvación de los hijos.
• Los hijos de Elí eran hombres malos.
• La responsabilidad de la salvación de los niños es de sus
padres.
• Es necesario prestar atención a las dudas de la salvación de
ellos.
4. Es necesario guiar el corazón de la familia hacia Dios.
Dios puso a los esposos como líderes espirituales. I Timoteo 3:2 –
“que gobierne bien su casa”.
Dichos: “Dime cómo andas y te diré quien eres”, “Hechos, no
palabras”.
Nuestro andar habla más fuerte que nuestro propio hablar. En
Génesis 18:19, Dios dijo de Abraham, “yo sé que mandará a sus
hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de
Jehová”
Una estadistica dice que el 81% de las esposas de pastores
desearían que sus maridos tuvieran otro trabajo.
El marido es la cabeza de la familia, entonces si la esposa está
mal la culpa es del marido.
No debe haber diferencia entre lo que los pastores proclaman
y viven.
Ama a tu esposa cómo Cristo ama a la iglesia y no habrá cosa
que ella no hará, ni lugar donde ella no te acompañará.
Dios no solo nos dijo que nos ama, sino que nos lo mostró
dándonos su Palabra, la Biblia, que nos habla de su eterno
amor.
Es necesario que el esposo diga y muestre constantemente a su
esposa que la ama.
Un cristianismo que no llega a la propia familia, no es un buen
cristianismo.
Entre los deberes de la familia y de la iglesia no debe haber
conflicto.
La prueba de nuestro ministerio es nuestra familia.
Si uno puede ser cristiano en su casa, puede ser cristiano en
cualquier lugar o en cualquier circunstancia.
Tu primer discípulo es tu esposa. Si no puedes convencer a tu
esposa, no podrás convencer a otros.
5. Es necesario no llevar el ministerio a la casa.
El trabajo del esposo es cuidar el espíritu de su esposa.
No es bueno que el obrero de Dios comente los problemas de
la iglesia a la esposa e hijos, sino que se deben guardar y
llevarlos a Dios. Si los niños oyen los problemas de otros, jamás
querrán servir a Dios, por lo que no deben escuchar desde
pequeños lo negativo del ministerio.
6. Es necesario incluir a la familia en la obra de Dios.
Prov. 20:6. Lleva a toda la familia a evangelizar, visitar y
ministrar.
7. Es necesario proveer para las necesidades de la familia.
Si no proveemos para nuestra familia somos peores que
incrédulos – I Tim 5:8
8. Es necesario jugar y reírse con los hijos
9. Es necesario establecer relaciones con la familia
10. Es necesario ser transparente
11. Es necesario orar por tu esposa e hijos
1
PIRAMIDE MINISTERIAL
FUERZA PARA LA CARRERA

La “Pirámide Ministerial” es lo que aprendí de mi padre


espiritual, Austin Gardner y creo que lo verás muy interesante y
útil. Les presento el mismo diagrama de la pirámide y su
explicación.
Miremos la pirámide desde la parte de abajo hasta arriba:
1. Privado
Esta área representa el “ser” de una persona, lo que realmente
es la persona. Si no somos la persona que debemos ser en
privado, jamás lo seremos en público.

Si una persona quiere servir a Dios y no puede controlar lo


privado, nunca servirá a Dios. Recuerda que nuestro Dios quiere
que le sirvamos no de boca, sino de corazón – lo más íntimo de
nuestras vidas. A Dios le interesa nuestra integridad mucho más
que nuestro talento, dinero, contactos, etc.
Nunca llegaremos más lejos en el ministerio público de lo que
llegaríamos en lo privado.
Me equivoqué tantas veces pidiéndole a una persona que
ayudara en el ministerio por su talento o conocimiento a pesar
de tener problemas en su vida privada. Todos tenemos
problemas, pero si no podemos controlar nuestros ojos y
actitud, si no podemos ser fieles en nuestra relación con Dios y si
no hacemos lo que debemos en privado, es prácticamente
imposible que avancemos en el ministerio. Dios quiere que
cambiemos de adentro hacia afuera – no al revés. El fruto del
Espíritu Santo habla de características relacionadas con tu vida
privada. Salmo 15 es un capítulo que habla del carácter de
una persona, quienes debemos ser en lo privado.
2. Personal
En esta área están nuestras funciones personales, por ejemplo:
marido/esposa, hijo/hija, papá/mamá, etc. Aunque me
conocen en público como pastor y amigo, mi esposa y mis hijos
me conocen de verdad. Todos hemos escuchado las tristes
historias de pastores, misioneros y obreros cristianos que dejaron
el ministerio por problemas personales en casa. Enseñaban bien
y eran dinámicos, etc, pero sus problemas personales (con su
cónyuge, hijos, etc) no le dejaron avanzar.
Me duele que muchas veces hermanos talentosos, llenos de
pasión y corazón para la obra no puedan ministrar con todo
porque tiene problemas con su cónyuge, hijos, etc. Queridos
hermanos, les ruego que todos pensemos y nos aseguremos de
andar bien en lo personal para poder también cumplir en lo
ministerial – la falta de cumplir en lo personal resultará graves
problemas en lo ministerial.
3. Público
Recordemos que nunca podremos cumplir en lo público si no
estamos cumpliendo en lo privado y lo personal. Esta área
describe quien soy en mi vida pública: pastor, profesor,
encargado, etc. Cada rol que Dios nos dio tiene que ser
cumplido. Soy un pastor, profesor, encargado de ministerios
para servir – es mi vida pública. Como enseña nuestro Señor
Jesucristo, “el que quiera hacerse grande entre vosotros será
vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros
será vuestro siervo” (Mateo 20:26-27). Nuestras vidas públicas
como obreros de Dios son para servir. Que Dios nos ayude a
servir más como ejemplos que reflejan a nuestro Señor.
4. Prioridad
Algunos discutieron conmigo sobre lo que debe ser la prioridad.
Mi intención no es discutir sino compartir lo que creo y en lo que
fui enseñado. Nuestro Señor Jesucristo enseñó y preparó a otros
obreros para continuar la obra de Dios. Cristo mismo dijo que la
mies es mucha y los obreros son pocos. Dios ha bendecido
nuestras iglesias con buenos obreros, pero ¿qué de las
generaciones que seguirán? Me quebranta y trae mucha
lástima ver iglesias y ministerios que una vez fueron llenos de
pasión y emoción, pero el encargado falleció y los nuevos
“líderes” no pusieron el mismo amor – la razón es porque no
tenían que sacrificarse por los edificios, personas, posesiones,
etc. Cuantas clases de Escuela Dominical, rutas, iglesias y
distintos ministerios en un momento anduvieron bien pero ahora
no. Antes que apuntemos con los dedos y busquemos falta en
otros, debemos asegurarnos que nosotros estamos enseñando y
preparando a los que nos seguirán. Papás que no enseñan a
sus hijos y líderes en la iglesia que no enseñan a las ovejas, en
un momento tendrán vergüenza porque los que les siguen no
sabrán cómo hacer.
Imagínate conmigo un momento: si cada director de música
enseñaría a otro a dirigir la música, si cada pianista enseñaría a
otro a tocar, si cada profesor de Escuela Dominical enseñaría a
otro, si cada persona en el coro y cada persona que asiste o
sirve o ayuda en la iglesia enseñaría a otro a hacer lo mismo,
nuestras iglesias tendrán tanta capacidad y fuerza para
conquistar ciudades, provincias y países. Cristo quiere que
hagamos discípulos, y esto requiere que cada uno pase a otro
lo que ha aprendido. La prioridad ministerial debe ser el de
enseñar y preparar a otros para poder hacer más de lo que un
solo individuo puede hacer – ¡y para que nuestro Señor lleve
más gloria!
2
PASTORADO
BUEN PREDICADOR O BUEN PASTOR

Un día estuve hablando con alguien que comenzó a hablar de


su pastor – y estas son las palabras que me dijo, “si, él no solo
fue un buen predicador, también fue un buen pastor”. La
conversación continuaba, pero mi mente quedó impactada
con este dicho.
Muchas veces en mi vida he procurado leer y probar nuevas
cosas para ser un mejor predicador. Como muchos
predicadores, deseo edificar, ayudar, alimentar y animar en la
prédica. Muchos de nosotros que predicamos o enseñamos
deseamos mejorar en esta área. Cristo fue un gran predicador,
fue claro, verdadero, lo respaldó con su vida, habló la Palabra
de Dios, y edificó. Pero al mismo tiempo que Cristo fue un buen
predicador, también fue un buen pastor. Contrariamente a lo
que pensamos muchas veces, ser un buen predicador y un
buen pastor es posible y es lo que Dios nos enseña.
He conocido a predicadores espectaculares, pero para ser
honesto no eran buenos pastores. También puedo decir que he
visto a muy buenos pastores que aman a su gente y
administran bien, pero no eran tan buenos predicadores. De
ninguna manera quiero criticar a otros porque no soy de
ejemplo en estas áreas, pero quiero que entiendas lo que
muchas veces sucede: o somos buenos pastores o somos
buenos predicadores. Mi intención es mostrarte que es posible
ser ambos al mismo tiempo.
Cada predicador necesita pasar tiempo en la Palabra de Dios,
leyendo, estudiando y preparando mensajes. Si no hay un
fuego en la preparación, no habrá fuego en la presentación.
Hay libros y otras herramientas que nos pueden ayudar a ser
mejores predicadores. Nuestras iglesias y miembros merecen
que seamos mejores predicadores y, con un poco de esfuerzo y
una actitud de aprendizaje, podemos serlo.
A la par de ser un buen predicador, es 100% posible ser un buen
pastor. Un pastor no es cualquier persona que se para detrás
de un púlpito, sino una persona que alimenta, cuida, ayuda,
protege y ama a las personas que Dios puso bajo su cargo. Un
pastor debe conocer el estado de sus ovejas. (Proverbios
27:23). Pastores que oren por sus ovejas, les contacten, les
guíen, hacen mucha falta hoy en día con tantas malas y falsas
doctrinas. El pastor tiene que administrar y saber lo que está
sucediendo entre sus ovejas. Ser pastor es una responsabilidad
grande e importante. Dios lo manda, tus ovejas te necesitan y
las recompensas no son de este mundo.
Creo fervientemente que podemos ser ambos: buenos
predicadores y buenos pastores. Administrando y delegando
sabiamente, puedes pastorear a tus ovejas y al mismo tiempo
predicar mensajes que Dios use para tocar y cambiar vidas. Nos
haría bien a cada uno de nosotros sentarnos con una hoja de
papel y anotar nuestras responsabilidades como predicador y
pastor – y una vez anotadas las responsabilidades, orar y
empezar a planear o hacer tiempo para cada responsabilidad
como prioridad. Alguien dijo que hacemos tiempo para lo que
es importante, y, amigo, es importante, y totalmente posible,
que seamos buenos predicadores y buenos pastores.
ALGUNAS METAS DEL PASTOR

1. Que cada uno en la congregación busque y viva en la


voluntad de Dios – II Cor. 10:8
2. Que cada uno en la congregación Madure y Crezca – Ef
4:11-12
3. Que Dios llame obreros de la congregación y el ministerio se
multiplique – Hechos 13:1; 20:4; Tito 1:5
4. Ver mas gente salva – Col 1:28
5. Ver a cada uno en la congregación viviendo de manera que
agrade a Dios – II Cor 11:2
6. Ver al cuerpo de Cristo esforzarse y crecer para poder
realizar mas para Dios
7. Tener mas personas que testifiquen
8. Dar mas a misiones
9. Dar mas posibilidades para que Dios llame al ministerio a
alguien de la congregación
10. Dar mas posibilidades para construir, ayudar, etc.
NOMBRES DEL PASTOR

La Biblia usa 3 nombres obvios para la posición del Pastor:


Anciano, Obispo y Pastor. Mi deseo no es descubrir nueva
información sino presentar las responsabilidades de dichos
nombres y animar a los obreros Cristianos a que anhelen
cumplirlas.
1. Anciano
El nombre “anciano” lo encontramos en I Pedro 5:1-4 y es obvio
que está hablando de la misma persona del pastor. Anciano en
sí significa: “la persona que tiene muchos años”. El anciano es
lo opuesto a un niño… y vemos en I Timoteo 3:6 que el pastor
no debe ser neófito (persona recién convertida), no debe ser
nuevo en la fe, sino que debe ser alguien que tiene tiempo,
que es maduro, un… anciano.
El pastor, como anciano, debe ser maduro, ser firme y tener
experiencia. Si no podemos controlar nuestros propios
problemas, ¿cómo podemos ayudar a otros? El anciano ha
pasado golpes y varias situaciones y por esta razón puede
ayudar cuando alguien tiene necesidad. El pastor, como
anciano, puede ayudar a un nuevo convertido a crecer y a un
creyente con años a tomar decisiones.
Necesitamos madurez para no pelear o discutir por cosas
pequeñas, no reaccionar con enojo y para poder guiar y dar el
consejo que solo un “anciano” puede dar.
2. Obispo
En I Timoteo 3:1-7 y Tito 1:7-9, vemos los requisitos del obispo,
otro nombre para el pastor. La palabra obispo significa:
“Prelado superior que, generalmente, gobierna una diócesis”.
Parece que el obispo es uno que gobierna, uno que supervisa a
un grupo o un área. El pastor debe gobernar bien la casa de
Dios, debe supervisar lo que Dios le dio.
Creo que los pastores y encargados de ministerios e iglesias
estaríamos de acuerdo al decir que somos responsables
delante de Dios por lo que ocurre en la iglesia. Si se toman
malas decisiones, si hay pecado descubierto y hay mal uso del
dinero en la iglesia, ciertamente será el pastor el culpable y
responsable. No creo que el pastor deba hacer todo el trabajo,
puesto que hay gente que Dios puso en la iglesia que está
capacitada para ayudar, ministrar y servir, pero el pastor debe
ser un obispo para supervisar y asegurar que todo ande como
debe andar. Normalmente un padre no permite que los que
viven en su casa traigan a quienes quieran y hagan lo que
quieran… ¡es su casa! Asimismo, el pastor es responsable y
debe saber lo que está sucediendo en la iglesia y dentro de la
grey que Dios puso bajo su cargo.
3. Pastor
Este nombre es, quizá, el mas usado, pero muchas veces es el
menos entendido. El pastor nace del pensamiento de la
persona que cuida a las ovejas. Los hijos de Dios son las ovejas y
cada “pastor” es el encargado del grupo que el “Príncipe de
los Pastores” (I Pedro 5:4), quien es Dios, puso.
Conocemos bien Hebreos 13:7 y 17 que enseña “Acordaos de
vuestros pastores” y “Obedeced a vuestros pastores”. Hay
momentos en los que quiero mostrar a las personas en la iglesia
estos versículos, pero si continúo leyendo los versículos y
pasajes, la Biblia pone una mayor responsabilidad a los
pastores, mandándoles velar por las almas, serles ejemplo con
su conducta, etc.
Como hace un pastor de ovejas, asimismo, el pastor de la
iglesia debe procurar alimentar, guiar y ayudar a la grey.
• El pastor tiene que alimentar con lo que es provechoso… y el
alimento mas provechoso, bueno, sólido y lleno de nutrientes
es la misma Palabra de Dios. El pastor no está para demostrar
sus talentos, sino para alimentar a las ovejas con el mejor
alimento que existe – la Biblia.
• El pastor tiene que guiar: Las ovejas dependen de su pastor
para guiarlos en el buen camino, donde hay alimento y
protección. La oveja no se tendría que preocupar por donde
camina porque está en buenas manos. Mis queridos
hermanos, como pastores, es imposible que nosotros guiemos
a la grey si no pasamos tiempo con el Príncipe de pastores.
Salmo 119:105 enseña que la Biblia es lámpara y lumbrera a
nuestros pies y camino, el pastor mas que cualquier otra
persona tiene que pasar tiempo y conocer la Biblia para
poder saber guiar a las ovejas en el buen camino.
• El pastor tiene que ayudar. Si la oveja cae, la tiene que
levantar. Si está perdida, tiene que buscarla. Si está enferma,
tiene que cargarla o ver la manera de ayudarla. Y de la
misma manera, nosotros como pastores tenemos que ayudar
a las ovejas que Dios puso bajo nuestro cuidado. Una carta,
llamada, mensaje de texto, visita, oración o palabra, puede
ser de muchisima ayuda a las queridas ovejas en nuestra
iglesia.
Cristo enseñaba a no mirar la falla o culpa del otro cuando hay
semejante viga en nuestros propios ojos, y soy culpable de
haber mirado muchas veces los errores de las ovejas cuando
soy yo quien tengo que estar cumpliendo mi parte. Lamento
tener que confesar que me molesto muchas veces con las
ovejas que Dios puso bajo mi cuidado, pero el problema no son
ellos sino que yo mismo no estoy cumpliendo con mi parte.
Amigos y compañeros de la obra del Señor, les anímo a que
dejemos de mirar y pensar en lo que las ovejas tienen que
hacer y empezar a mirar y pensar en lo que nosotros como
líderes tenemos que hacer.
3
LÍDERES
NÚMEROS U OBREROS

Tenemos que pensar en lo que es nuestro deseo y meta en el


ministerio. Hemos visto a muchas denominaciones, iglesias y
grupos seculares juntar gran número de personas, pero ¿son los
números lo que hace a una iglesia exitosa? Opino que una
iglesia no es exitosa por la cantidad de personas que tiene, sino
por los obreros maduros que tiene sirviendo. Son los obreros que
se encargan de los ministerios, sirven y empiezan nuevas
iglesias. No se puede tener un ministerio o iglesia saludable sin
tener obreros maduros. Se puede tener gran número en la
iglesia y seguir siendo débil. Cristo dijo que la necesidad es
grande, más los obreros son pocos (Lucas 10:2). La iglesia
nunca podrá empezar más iglesias, discipular a otros y ser
fuerte si es que no tiene y está preparando obreros. La iglesia
de Antioquía en Hechos 13 tuvo una buena cantidad de
profetas y maestros. Efesios 4:12 enseña que una iglesia tiene
evangelistas, maestros y pastores. Parece simple, pero si nuestro
enfoque en la iglesia son los números y no los obreros, no tendrá
durabilidad.
MAS OBREROS PARA LA OBRA

Ultimamente estoy leyendo un libro sobre el liderazgo como


siervo. En el libro algo me llamó la atención, algo que ya sabía
pero necesitaba recordarlo. El libro decía algo así: el pastor que
piensa que su única responsabilidad es la de enseñar la Biblia,
no entiende totalmente su llamado. El libro continúa hablando
de que un pastor debe estar enseñando y madurando a los
que están en su congregación. Efesios 4:11 y 12 enseña que
Dios constituyó liderazgo en la iglesia para perfeccionar a los
santos para la obra y edificación del cuerpo (la iglesia). El
pastor tiene la responsabilidad de enseñar y preparar mas
obreros para la obra.
Ciertamente en mi propia vida he sido inestable, puesto que a
veces trabajaba o me enfocaba solo en la enseñanza, en las
actividades, el evangelismo, la visitación, etc. No me mal
interprete, cada una de las cosas recién mencionadas son de
mucha importancia, pero aunque el pastor tiene que amar,
enseñar, ayudar, visitar, etc, también tiene la gran
responsabilidad de preparar mas obreros para la obra.
Es obvio que queremos usar la prédica para enseñar y preparar
obreros para la obra, pero el predicar sin invertir mas tiempo en
sus vidas personales no dará los resultados necesarios. Cada
uno de nosotros que deseamos servir a nuestro Señor, debemos
buscar preparar más obreros para la obra.
Aunque es indudable que necesitamos ser personas de
integridad, santidad y llenos del Espíritu Santo para poder
ayudar a otros, será imposible preparar a mas obreros sin tomar
el ejemplo bíblico del mentor. Un mentor, según el diccionario,
es “una persona que aconseja o guía a otro”. Como Cristo
pasó tiempo y enseñó a un grupo de hombres (los 12 discípulos)
y Pablo también lo hizo (con Timoteo, Tito, Silvano, etc), así
también el obrero de Dios debe tomar tiempo para hablar y
enseñar a otros. No podemos compararnos a Cristo o Pablo,
pero si debemos tomar su ejemplo e imitarlo. En cada
congregación y grupo hay personas que tienen más ganas e
interés para aprender… y son estas personas a las que
podemos dedicar mas tiempo para mostrarles lo poco que
hemos aprendido, ayudarles, guiarles y después animarles a
que también ellos mismos busquen continuar el proceso.
Hay muchos que usan un “tutor”, esto es, alguien que orienta y
aconseja a los alumnos de un curso o asignatura, para
ayudarles a mejorar en sus estudio. No pensamos que usar un
tutor es algo extraño, pero nos falta entender que necesitamos
lo mismo en el ambiente espiritual, necesitamos buscar y tomar
el mismo modelo de ayudar a otros con lo que aprendimos. Si
cada obrero de Dios buscará enseñar y preparar a otros
obreros para la obra de Dios, la obra de Dios podría avanzar
más rápido… es nuestra responsabilidad y nuestro privilegio.
PERSONAS O EDIFICIOS

En varias oportunidades he tenido el privilegio de poder formar


parte en la construcción o crecimiento de una iglesia.
Recordando, hoy me doy cuenta que muchas veces estuve
tan absorbido pensando en el dinero, materiales, tiempo o
construcción de un edificio, que mis ojos se desviaron de lo que
era más importante, esto es, las personas que iban a entrar y
usar el edificio. Mi intención en esta sección es animar a mis
hermanos a que tengan cuidado de no caer en el mismo error.
He tenido el privilegio de viajar y predicar en otras iglesias y
lamentablemente puedo decir que muchas veces he
codiciado en mi corazón lo lindo que era un edificio. He tenido
los pensamientos, “me encantaría construir un templo así” o
“nuestras iglesias necesitan un edificio con aulas y
capacidades como las que tienen ellos”. En varias
oportunidades, tengo que admitir que Dios me tuvo que
despertar de estos pensamientos equivocados. No estoy
diciendo que tener un edificio lindo y presentable es algo malo,
al contrario, deseo que todas las iglesias que conozco puedan
construir hermosos templos y edificios para institutos, seminarios,
clases de escuela dominical, actividades y eventos especiales.
Si confieso mi error, no es para decir que el construir es malo,
sino para mostrar que durante el tiempo de construcción nos
desenfocamos de las prioridades. He visto iglesias con edificios
hermosos, pero con poca gente adentro. Y temo que muchas
veces en tiempo de construcción (o deseo de construir),
podemos desviarnos también de la prioridad. Dios nos puso
donde estamos para ganar a los perdidos y edificar a los salvos.
Prioridades que no debemos abandonar en tiempo de la
construcción:
1. No abandones el Evangelismo en tiempo de la construcción
Donde el pastor pone el énfasis, la gente también pondrá el
énfasis. Cuando deseamos o estamos planeando construir o en
plena construcción, a veces de lo que hablamos y pensamos
es solamente sobre la construcción. Hablamos de como
necesitamos más dinero, materiales o ayuda y
lamentablemtente, cada otra cosa en la iglesia pasa a ser
secundario. Queridos amigos y obreros de Dios, es mi deseo
que todos podamos construir edificios hermosos, pero si no
tenemos cuidado, no habrá nadie para sentarse dentro del
nuevo y hermoso edificio. El evangelizar no solo llena nuestras
iglesias sino que muestra que lo más importante es la
obediencia directa a Dios y la razón de la existencia de la
iglesia. Cuando evangelizamos, obedecemos a Dios, llenamos
la iglesia, involucramos a la gente y hay ánimo porque hay
nuevas personas dentro de la iglesia.
2. No abandones la visitación en tiempo de la construcción
Gracias a Dios por las personas que Dios nos ha dado en la
iglesia, pero si no tenemos cuidado y dejamos de visitar,
contactar, llamar y orar por las personas que tenemos, pronto
las perderemos. Cada obrero de Dios debe apartar tiempo
para visitar tanto a los no salvos como a los mismos hermanos
de la iglesia a fin de orar y animarles. El pastor debe animar a
cada líder en la iglesia, ocuparse de orar y visitar una vez en la
semana. En tiempo de construcción, tenemos que apartar el
tiempo para visitar. Si no lo hacemos, los días pasarán y nos
ocuparemos en la construcción u otras cosas.
3. No abandones los mensajes edificantes en tiempo de la
construcción
En momentos de construcción en una iglesia, es fácil estar tan
ocupados planeando, pensando, averiguando de materiales y
mirando la construcción, tanto así que no hay tiempo para
preparar mensajes edificantes. Por más que estemos ocupados
o preocupados con la construcción, necesitamos apartar
tiempo para estudiar y preparar mensajes que van a ayudar,
alimentar, animar y edificar a la gente.
4. No abandones el tiempo con Dios en tiempo de la
construcción
Cuando más ocupado estamos, mas necesitamos a nuestro
Dios. Aunque sabemos esto, muchas veces estamos tan
ocupados que cortamos el tiempo con Dios. Si vamos a querer
guiar sabiamente a nuestras congregaciones en una
construcción, es de suma importancia que diariamente
apartemos tiempo para nuestro Dios.
5. No abandones el amar a la gente en tiempo de la
construcción
Suena tan simple que ni deberíamos usar el espacio para
anotarlo, pero, querido amigo, no podemos olvidar que sin las
personas no hay ministerio. Dios nos ha puesto personas bajo
nuestro cargo, ya sea en una clase, ministerio o iglesia, y es
nuestra responsabilidad amarles. La iglesia fue comprada por la
sangre del Señor (Hechos 20:28) y si la iglesia era tan importante
para nuestro Señor, debe serlo para nosotros también.
Recordemos que la iglesia no son los edificios sino las personas,
los obreros de Dios deben procurar amar a las mismas personas
que están bajo su cargo. Puesto que el amor es una acción y
no una palabra, no hace falta decir que debemos demostrar el
amor para las personas. Los saludos, las palabras amables y
edificantes, etc, son todas formas de mostrar el amor a las
personas. Que Dios nos ayude a amar a las personas y no a dar
más énfasis a los edificios que a las personas.
MINISTERIO DE JÓVENES

El ministerio de jóvenes es crucial en una iglesia. Alguien dijo


que el grupo mas difícil para arrancar espiritualmente es el
grupo de jóvenes, pero una vez que arranca es el grupo mas
difícil de frenar. Los jóvenes son los futuros líderes de nuestra
iglesia. Por la falta de jóvenes, muchas iglesias se extinguen en
pocos años. ¡Que las ideas siguientes sean de ánimo para
ayudarnos con los jóvenes en nuestras iglesias!
1. Entender donde está la fuerza
Nuestros paises están protegidos por nuestros ejércitos que son
hechos de noventa por ciento de jóvenes. Muchos
movimientos comunistas, terroristas y radicales empezaron con
jóvenes. Los famosos equipos deportistas son mayormente
jóvenes. Los jóvenes son la fuerza humana de este mundo. Dios
dijo en I Juan 2:14: “Os he escrito a vosotros jóvenes, porque sois
fuertes”.
Nos haría bien entender donde está la fuerza en la iglesia.
Humanamente hablando, son los jóvenes que llevarán la iglesia
adelante el día de mañana. Si nos damos cuenta de esto,
tomaremos el tiempo y podremos poner el énfasis adecuado
para trabajar con los jóvenes, pero si ignoramos esta verdad y
no ayudamos a los jóvenes, el futuro de nuestras iglesias no será
el mejor.
2. El propósito del ministerio de jóvenes es preparar no ocupar
El pensamiento natural es tener muchos juegos y actividades
para los jóvenes y ocupar su tiempo. Aunque sí necesitamos
tener actividades y juegos en el ministerio de jóvenes, tenemos
que darnos cuenta que son solamente una herramienta para
poder llegar al propósito. El propósito del ministerio de jóvenes
es ser un centro para la preparación de los futuros soldados del
Señor, no una cuna para ocupar sus mentes mientras que los
“grandes” escuchan la prédica. Si el ministerio de jóvenes en
una iglesia no tiene propósito, tendrá nada mas que juegos y
actividades. Pero si tiene propósito, los juegos servirán para
atraer a los jóvenes y después usar la prédica para enseñar y
preparar a los futuros obreros. Cuando no hay propósito con el
ministerio de jóvenes, la iglesia pondrá a cualquier persona
como encargada de los jóvenes, y su fin será la destrucción.
Cada ministerio en la iglesia es importante, pero ya es tiempo
que nos demos cuenta cuán importante es el ministerio de
jóvenes en la iglesia. La meta no es ocupar sino preparar a los
jóvenes. Los futuros obreros de nuestras iglesias están en el
grupo de jóvenes, y el amor, esfuerzo y personas encargadas
que pongamos en este ministerio, determinará su futuro…
nuestro futuro.
3. El Líder de Jóvenes y el Corazón del Pastor
Si la iglesia fue creada y amada por Dios, seremos sabios si
seguimos el plan que Dios tuvo para ella. Dios, el Dios de orden,
puso al pastor para guiar y ser responsable por lo que suceda
en la iglesia. Por lo tanto, el líder de jóvenes debe comunicarle
al pastor las actividades y planes que desea realizar, y, por lo
tanto, el pastor debe saber lo que sucede con los jóvenes. Las
iglesias con fervor y que avanzan tienen grupos de jóvenes en
los cuales el pastor participa. Cuando el pastor participa en un
banquete, una actividad, una reunión o un campamento, los
jóvenes estarán conectados con el pastor y el pastor con los
jóvenes. Si el pastor es responsable delante de Dios por lo que
sucede en el grupo de jóvenes, debe tener una buena
comunicación con el líder de jóvenes.
4. El Ministerio de Jóvenes es parte de la Iglesia
Sabemos que el ministerio de Jóvenes es parte de la iglesia, por
lo que debemos tener cuidado de no tratar al ministerio de
jóvenes como un ministerio aparte o separado de la iglesia.
Debemos tener cuidado de que las reuniones y actividades de
jóvenes no contradigan el calendario de la iglesia. Cuando la
iglesia tiene una actividad, los jóvenes deben participar. Las
actividades de los jóvenes no deben contraponerse a las
actividades de la iglesia, puesto que esto hará que se tenga
que decidir y escoger según cual sea “más importante”.
¿Por qué muchos jóvenes no continúan en la iglesia después de
salir del grupo de jóvenes? Si el ministerio de jóvenes estuviera
mas conectado con la iglesia, no se produciría ese “shock” al
momento en que se graduan del ministerio de jóvenes. Los
jóvenes deben aprender a ser ujieres, a cantar especiales, a
ayudar en la cuna y a estar en los ministerios de la iglesia. Si no
permitimos que los jóvenes tengan ministerios, no sentirán que
son parte de la iglesia.
La Biblia enseña que la iglesia es un cuerpo, y como en un
cuerpo trabajan todos los miembros concertados, asimismo el
ministerio de jóvenes y la iglesia deben trabajar juntos, no como
miembros separados del cuerpo.
5. Las Decisiones Importantes son Tomadas en la Juventud
Es en la juventud cuando la mayoría de las grandes decisiones
de la vida son tomadas. En esa etapa se decidirá con quien se
va a casar, la carrera en que trabajará, el lugar en que vivir,
etc. Sabiendo que muchas de las grandes decisiones de la vida
se toman en la juventud, es de muchísima importancia
enseñarles a vivir para Dios ahora a fin de salvarles de una vida
de destrucción.
6 Ayudantes Casados
Es aconsejable tener varios matrimonios ayudando en el
ministerio de jóvenes. Por supuesto que tiene que haber un
líder/director de jóvenes que coordine todo y responda al
pastor, pero tener a otros ayudantes es de mucho provecho. Es
aconsejable tener matrimonios ayudando ya que los jóvenes
necesitan ver buenos ejemplos del matrimonio. Los casados
normalmente son mas responsables que los solteros y tener a
casados como ayudantes evita la tentación o apariencia de
que los ayudantes estén “coqueteando” con los jóvenes.
7. Los Jóvenes y la Biblia
Los jóvenes pasarán mas tiempo en casa y en la escuela que
en la iglesia. Teniendo esto en cuenta, debemos despertarles la
necesidad de usar y leer la Biblia en casa como en la iglesia.
Los jóvenes que aprenden a leer la Biblia en casa son jóvenes
que serán maduros y estables en su caminar con Dios.
Debemos animar a los jóvenes a traer sus Biblias a la reunión,
memorizar versículos, tener juegos con preguntas bíblicas, etc.
Los jóvenes deben aprender que la Biblia es el centro de sus
vidas y que cuanto mas se acerquen a la Biblia, mas se
acercarán a Dios. Tristemente, a veces damos buenas prédicas
y lecciones, pero los jóvenes siguen viviendo en pecado, pero si
dejamos de discutir con los jóvenes y les enseñamos a leer la
Biblia a solas, Dios reprenderá sus corazones y no lo tendremos
que hacer nosotros. Los jóvenes fuertes son los jóvenes que usan
sus Biblias cada día y no solo en la iglesia.
Mostrarles a los jóvenes un plan sistemático de cómo leer la
Biblia cada día, anotar lo que aprenden y traer lo que tienen
anotado a las reuniones, ayudará a los jóvenes a establecer la
disciplina de hacer su devocionales cada día.
8. La Buena Presión
El mundo pone presión a los jóvenes para que sean como
todos los demás, y lamentablemente “los demás” son muy
malos ejemplos. Estoy convencido de que si la iglesia puede
tener a un grupo de jóvenes fuertes, la “presión” será de servir a
Dios en lugar de servirse a si mismos. Con la ayuda de Dios, la
presión espiritual puede ser alta, tanto que el grupo de jóvenes
vuelva a ser un ejército para Dios.
9. Un Director Dedicado
Hay tiempo para aceptar voluntarios, pero cuando la iglesia va
a poner a un director/líder de jóvenes es de suma importancia
que se escoja bien. El pastor debe conocer bien y orar por
quién será el director de jóvenes, puesto que no es una
decisión para tomar a la ligera.
El director de jóvenes debe ser una persona que ama a Dios y
será dedicado a los jóvenes – para amarles, enseñarles, guiarles
y cuidarles. Si el director de jóvenes está dispuesto a pasar
tiempo con ellos en la iglesia y fuera de la iglesia, verá madurez
en los jóvenes. Si el director de jóvenes se dedica a Dios y a los
jóvenes y trabaja mano a mano con el pastor, la iglesia verá
grandes bendiciones en el grupo de jóvenes.
LAS PRIORIDADES EN LA VIDA DEL OBRERO DE DIOS

Hay tantas cosas para hacer en la vida de un obrero de Dios,


pero ¿qué hacemos primero o a que damos prioridad? En mi
vida personal, muchas veces me frustro porque pareciera que
ando bien en un área pero estoy fallando en otra área. Por
ejemplo, quiero visitar a la gente y también quiero predicar
sermones que impacten y ayuden, pero cuando me dedico a
la visitación me encuentro con que no tengo tiempo para
preparar buenas prédicas. En cada área (familia, ministerio,
etc.) podemos ver que es muy importante discernir y poner las
prioridades en su lugar.
En esta parte espero poder ayudar a los lectores a pensar en su
propia lista de prioridades y salvarse de las frustraciones
causadas por no poner en orden sus prioridades. Quizá lo que
digo es tan básico que alguno opine que no vale la pena usar
su tiempo para leerlo, pero muchas veces son las cosas que
sabemos pero no hacemos las que traen más problemas.
Abajo verás una lista de prioridades que cada hijo de Dios
debe tener, especialmente el obrero de Dios.
1. Tu Prioridad con Dios
Parece muy básico pero a veces estamos tan ocupados en la
obra que nos olvidamos del Señor de la obra. Si estamos tan
ocupados que no tenemos tiempo para leer la Biblia y orar,
nuestras prioridades están mal. No podemos aconsejar a otros si
nosotros mismos no estamos recibiendo el consejo de la
Palabra. Dios es nuestra fuente de sabiduría, fuerza y ánimo,
¿cómo podemos seguir si no pasamos tiempo con Él?
Abraham era conocido como el “amigo de Dios” (Santiago
2:23), Enoc caminó con Dios (Génesis 5:22) y Moisés habló con
Dios “cara a cara, como habla cualquiera a su compañero”
(Éxodo 33:11). Ninguno de estos hombres eran exitosos por su
talento sino porque pusieron a Dios como la primera prioridad
en sus vidas.
Como obrero de Dios, es importante que pase tiempo con Dios
– hablándole a El (por medio de la oración) y dejándole
hablarme a mí (por medio de Su Palabra). Si no me comunico
con Dios, no pasará mucho tiempo hasta que termine
cayendo. Con Él todo lo puedo hacer (Filipenses 4:13), pero sin
Él, nada puedo hacer (Juan 15:5). Si el obrero de Dios no tiene
como prioridad primordial pasar tiempo con Dios, pronto se
estancará en su vida espiritual. El diablo quiere atacar y destruir
al cristiano, pero el cristiano que camina con Dios tendrá la
fuerza para resistir el diablo. Santiago 4:7 nos enseña que recién
cuando nos sometemos a Dios podemos resistir al diablo… y el
diablo huirá de nosotros. El diablo no tiene miedo del obrero,
pero si tiene miedo del Dios del obrero. El obrero sabio es el
obrero que pone a Dios como prioridad en su vida,
comunicándose diariamente por medio de la oración y lectura
bíblica.
2. Tu Prioridad con tu Familia
En vez de generalizarlo diciendo “familia”, lo vamos a dividir en
dos partes:
• Tu Cónyuge
A las personas que tienen hijos no les gusta escuchar que sus
hijos un día crecerán y les dejarán, pero es la franca verdad.
Quienes nos hemos casado hemos dejado a nuestros padres
para unirnos a nuestro cónyuge (y es lo que Dios nos manda –
Génesis 2:24), y es obvio que nuestros hijos crecerán y un día
harán lo mismo. Aun cuando es obvio y lo sabemos, es
importante mencionarlo porque el día en que los hijos salgan
de la casa habrá, nuevamente, solo dos personas en casa – el
marido y su esposa.
El padre que pone a sus hijos antes de o como mas importante
que su cónyuge, no sabrá que hacer el día que no tenga mas
a su hijito/a. Por tal motivo, los esposos deben aprender ahora
mismo a disfrutar de su matrimonio en el presente para poder
seguir disfrutándolo en el futuro. Lamentablemente hay pruebas
de que la mayoría de obreros que dejan el ministerio es por
algún problema matrimonial. Tu cónyuge puede ser tu mejor
compañero/a de trabajo o puede ser tu obstáculo más grande
en el ministerio. Actuamos sabiamente si aprendemos a
amarnos, disfrutarnos y trabajar juntos en el matrimonio para
servir mejor en el ministerio.
Cada joven sabe que hay ciertas cosas necesarias que tiene
que hacer para conquistar a su novio/a, tal vez escribir cartas,
mandar mensajes de texto, comprar flores, comprar
chocolates, salir a pasear, hacer un picnic, etc.
Cuando nos casamos, nos olvidamos de las acciones que
hicimos para conquistar a la persona a quien amamos, pero si
olvidamos estos detalles, pronto destruiremos nuestro
matrimonio. Y con un matrimonio destruido, el talento, dinero o
el conocimiento del ministerio pasa a un segundo plano.
El obrero que busca pasar tiempo con su cónyuge, ya sea
viajando a algún lugar o paseando juntos durante el día actúa
sabiamente, puesto que estas acciones no son una pérdida de
tiempo sino una gran inversión. Cuando el matrimonio es feliz,
todo lo demás parece estar bien; pero cuando el matrimonio
anda mal, pareciera que todo lo demás también está mal.
Se escribe la palabra “Amor” así: “T – I – E – M – P – O”. Algunos
tienen la idea equivocada diciendo “no tengo un día entero
para pasar con mi cónyuge entones nunca seremos felices”,
pero no es la cantidad de tiempo tan importante como lo es la
calidad del tiempo. Si dejaras los celulares, computadora,
televisión, diario u otras cosas de lado y pasaras una hora
mirando a los ojos de tu cónyuge, tendrá mas valor ese tiempo
que pasar un día entero juntos pero cada uno haciendo lo
suyo. Las actividades pueden variar y no necesariamente
tendrías que gastar mucho dinero, pero pasar tiempo de
calidad con el cónyuge debe ser mucho mas importante que
el ministerio
– ¡debe ser una prioridad para el obrero de Dios!
• Los Hijos
Los hijos son un regalo y bendición de Dios (Salmo 127:3).
Lamentablemente el pensamiento de algunos es que los hijos
fueron un accidente, o son una carga o una responsabilidad no
querida; y permítanme decir que los hijos detectan esta actitud
y se sienten inútiles y no amados por sus padres.
I Timoteo 3:4 enseña que el hombre de Dios debe gobernar
bien su casa y tener sus hijos en sujeción. Todos nos damos
cuenta que no se puede forzar a una persona a hacer algo o
pronto se rebelará, pero cuando un padre pasa tiempo con su
hijo, el amor hará que el hijo obedezca y agrade a su padre.
Debemos confrontar la crianza de los hijos con mucho cuidado,
no hablando con jactancia o como autoridad, especialmente,
si no hemos terminado de criar a nuestros hijos. Es triste ver
como muchos hijos cristianos terminan en rebeldía y no quieren
servir a Dios como lo hicieron sus padres. Aún cuando los hijos,
así como cada persona, toman sus propias decisiones en la
vida, la mayor responsabilidad cae sobre los padres.
Padres, debemos darnos cuenta de que el tiempo con nuestros
hijos es limitado, por lo que aprovéchalo y ámalos ahora. No
podemos ignorarlos ahora y enojarnosmas adelante cuando
crezcan y digan que no tienen tiempo para nosotros.
Creo que cada padre, cristiano o no, en el ministerio o no,
debe tomar un tiempo de vacaciones cada año con toda su
familia. Si hay dinero para ir a la costa o a otra ciudad, hazlo,
pero si no hay fondos para hacerlo, dedica el tiempo para salir
y pasear, comer helado, jugar, ir al parque o lo que sea,pero…
¡Pasa tiempo con tus hijos!
En el pasado pensaba: “pero que van a pensar de mi si llevo a
mi familia al zoológico o si tomo vacaciones con mi familia”,
pero este pensamiento es equivocado. Mis hijos necesitan de
mi tiempo y amor y si no puedo mostrarles el amor a mis propios
hijos, ¿cómo espero mostrar ese amor a personas de la iglesia?
No debemos mirar a nuestros hijos como un obstáculo del
ministerio, sino como una tremenda ayuda en el ministerio, ya
sea para repartir folletos, invitar gente, orar por otros, aprender
a tocar instrumentos musicales, etc. Los hijos deben ser como
“saetas en mano del valiente” (Salmo 27:4), tan útiles que el
valiente no iría a la guerra sin tenerlas con él. Los hijos deben ser
una prioridad en la vida del obrero de Dios.
• Tu prioridad en el ministerio
Podemos decir que la obra de Dios es personas. El obrero de
Dios tiene que visitar, animar, ayudar, testificar, preparar
mensajes, etc. Aunque podemos hablar de muchos detalles,
quizá el detalle más importante es preparar más obreros. Cristo
mismo dijo que la mies es mucha mas los obreros pocos (Mateo
9:37). Muchos cumplen solo una parte de la Gran Comisión,
yendo y predicando o testificando a la gente, pero el pasaje
continúa diciéndonos que también tenemos que bautizarles y
enseñarles lo que Cristo nos mandó (Mateo 28:19-20).
La preparación de los futuros obreros dependerá mucho de
orar, buscar y enseñar a otros como Pablo hizo con Timoteo,
Elías con Eliseo, Moisés con Josué y como nuestro Señor
Jesucristo hizo con sus apóstoles.
Hay una gran necesidad de más iglesias, más pastores, más
profesores de Escuela Dominical y más ganadores de almas,
pero sobre nuestros hombros cae la responsabilidad de enseñar
y equipar a más obreros para hacer la obra. Somos rápidos
para decir que faltan obreros, más si no enseñamos y
equipamos a otros nunca habrá más obreros. Cada individuo
en la iglesia es un posible obrero para el Señor, pero tienen que
ser animados y preparados.
Los libros que me animaron mucho en la prioridad del ministerio
para preparar a otros obreros, son: El Plan Supremo de
Evangelización por Robert E. Coleman y Nacido para
Multiplicarse por Dawson Trotman.
Adjunto una lista personal que podría ser útil para recordar la
posición y prioridades personales para buscar cumplir cada
semana:
1. Mi Caminar Personal con Dios
• Lectura de la Biblia
• Oración
2. Marido
• Cita con mi esposa
• Algo para animar y/o ayudar a mi esposa
3. Padre
• Jugar con mis hijos
4. Crecimiento Personal
• Leer un libro
• Hablar con otros para ayudarme a crecer y animarme
5. Animador (Bernabé)
• Escribir una nota, mensaje, e-mail, visita o llamada a otra
persona
• Ser Amigo y Pastor – cuidar y alimentar las ovejas
6. Edificador – ayudar a madurar a otros
• Tener reuniones, dar lecciones, cartas, pasar tiempo con,
etc.
• Pasar tiempo con los que están creciendo y sirviendo en el
ministerio
7. Evangelismo – compartir el Evangelio
4
IGLESIA
IGLESIAS EMPEZANDO IGLESIAS

La Gran Comisión nos enseña a ir, predicar, bautizar y enseñar.


A veces pensamos que estamos cumpliendo la Gran Comisión
por el hecho de hablar a otros de Cristo, pero aunque esto es
importante, no es todo. Una vez que alguien acepta a Cristo,
tiene que crecer en su vida Cristiana… y no es posible cumplir
la Gran Comisión sin la iglesia local. Creo que todos estamos de
acuerdo con esto, por lo que baso esta parte sobre la gran
verdad y necesidad de tener más iglesias locales. Con más
iglesias locales, será posible evangelizar a más personas,
bautizar y enseñar a los que aceptan al Señor, preparar y
enviar obreros para comenzar más iglesias que puedan repetir
el mismo proceso. La necesidad es tener una iglesia local en
que cada persona pueda conocer y crecer en el Señor
Jesucristo. Si entendemos y estamos de acuerdo de la
necesidad de iglesias locales bíblicas en todo lugar, es
necesario que hablemos del “como”.
Rápidamente reconocemos la necesidad, pero también
debemos darnos cuenta que la responsabilidad cae sobre
nosotros como hijos de Dios y obreros en el ministerio de Dios.
Cada iglesia debe y puede empezar otra iglesia. La mayoría
estaríamos de acuerdo de la necesidad de comenzar nuevas
iglesias, pero ¿es posible que pueda hacerlo nuestra iglesia?
Estoy convencido de que cada iglesia puede comenzar otra
iglesia. No nos engañemos pensando que la iglesia tiene que
ser grande en número para poder comenzar otra iglesia. La
madurez no es proporcional a la cantidad ni a la edad de la
iglesia. Estoy convencido de que la madurez se ve con los
obreros que existen y están trabajando en la iglesia. Por
supuesto que debemos crecer en conocimiento del Señor,
todos debemos, pero al mismo tiempo, una iglesia debe ir
preparando más obreros para el ministerio. Sabemos que Dios
llama a una persona para la obra, pero la iglesia debe
preparar a la persona dándole oportunidades y herramientas
para la obra. Si trabajamos preparando obreros, la iglesia
pronto tendrá los obreros que puedan ser llamados por el
Espíritu Santo para salir y empezar más iglesias. Este es el
ejemplo que vemos en Hechos 13. A veces pensamos, “pero si
comenzamos otra iglesia de la nuestra, perderemos los obreros
más fieles”. He sido culpable de este pensamiento, pero la
verdad es que cuando cumplimos con nuestra responsabilidad
de preparar más obreros, algunos sentirán el llamado de salir,
pero la gran mayoría se quedará para seguir trabajando.
Cuando nuestras iglesias se ocupan en enseñar y desarrollar a
las personas que tienen deseos de trabajar, alcanzaremos la
meta de tener una iglesia fuerte y al mismo tiempo poder
comenzar una nueva iglesia de nuestra iglesia.
CRECIMIENTO EN NUESTRAS IGLESIAS

La meta de la iglesia no es crecer, sino obedecer y honrar a


Dios. Cuando la iglesia obedece y honra a Dios, está en la
posición para crecer. Hay muchos libros que hablan sobre el
crecimiento de la iglesia y métodos inumerables para hacer.
Aunque no todo lo nuevo es malo, si nos quedáramos con lo
básico y bíblico, podríamos obedecer a Dios y como resultado
crecer.
Anoté algunas áreas bíblicas y básicas que darán cómo
resultado el crecimiento de nuestras clases, grupos e iglesias.
1. Evangelizar
Dios quiere que Su iglesia lleve el Evangelio al mundo. La
comisión y responsabilidad dada a la iglesia es anunciar las
Buenas Nuevas. Cuando la iglesia es ferviente en evangelizar,
mas personas conocerán al Salvador y se añadirán a la iglesia.
Evangelizar es un área en la cual cada persona, grande y
pequeño, sin distinción de posición o educación, puede
participar. Si pudiéramos animar a cada persona a llevar
folletos, invitar personas y hablar con otros, la Palabra será
expandida y la iglesia bendecida.
2. Visitar
Cuando Dios envía a una persona a visitar a nuestra iglesia,
queda en nosotros el buscarlo para animarlo a regresar,
conocer y crecer en el Señor. Asimismo, a las personas que
están en nuestra iglesia debemos visitarles para animarles,
ayudarles y alimentarles. Por la negligencia de no visitar a la
gente, perdemos muchas personas y oportunidades. Que Dios
nos ayude a ocuparnos mas en visitar a las personas que Dios
nos manda.
3. Orar
La oración es importantísima para nuestra iglesia. Su casa es
llamada casa de oración (Mateo 21:13). Necesitamos orar por
mas obreros, por las almas perdidas, por los enfermos, por los
alejados, por los necesitados, el uno por el otro y para que el
Espíritu Santo esté obrando entre nosotros. La iglesia puede
tener grupos y vigilias de oración y enfatizar la importancia de
ella. Santiago 4:2 enseña que no tenemos porque no pedimos,
y muchas veces no vemos crecimiento en nuestras iglesias por
el simple hecho de que no hemos pedido a Dios. Que Dios nos
ayude a orar individualmente y como iglesia para que Dios
obre y añada a nuestra iglesia.
4. Amar
La Biblia nos manda a amar a Dios, nuestro prójimo y nuestros
hermanos. No es necesario mencionar que el obrero de Dios
debe amar a Dios y que debe amar a su prójimo, ya que
muchas veces amamos a las personas sin Cristo, pero sí es
importante mencionar y poner énfasis en el amar a nuestros
hermanos. Como obreros de Dios, estamos a cargo de un
grupo de personas que Dios nos dio, y amarles es exactamente
lo que necesitan. Podemos fallar y olvidar cosas, pero si les
amamos nos perdonarán y seguirán. La buena música o las
actividades no pueden reemplazar el amor por las personas en
la iglesia. Amarles signfica pensar en ellos, orar por ellos,
saludarles, recordarles, etc.
Escuché la historia de como un maestro de chicos hizo crecer
su clase a un grupo importante. Los chicos terminaron siendo
exitosos y fue una de las mejores clases que hubo. Cuando
algunos fueron para averiguar del por qué el maestro tuvo
tanto éxito, estaban sorprendidos – no era dinámico y no
regalaba cosas importantes, era un hombre muy simple.
Cuando le preguntaron de cómo hizo para tener tanto éxito, el
maestro abrió un librito donde tenía una lista de nombres de
chicos que venían a su clase, una lista con la cual él oraba,
pensaba y amaba a los nombres escritos allí. Su amor por los
alumnos era lo que hizo que su clase fuera la mejor.
Si bien, erróneamente, muchas veces busqué libros e
información sobre el crecimiento de la iglesia, aun cuando no
es malo hacerlo, mi error estuvo en no ocuparme en los
principios básicos y bíblicos. Pueda ser que los pasos señalados
sean demasiado simples, pero estoy convencido de que si el
obrero de Dios los sigue, verá fruto.
OTROS MATERIALES

ÚTILES
• Plantando Iglesias
La meta de este libro es ser de ayuda proporcionando
herramientas básicas para el siervo de Dios que tiene en su
corazón al comenzar una iglesia. Solo Dios puede llamar a un
siervo… y a estos siervos llamados por Dios, les animo y entrego
algunas herramientas para hacer la obra de Dios
• Caminando en Sabiduría
El libro de Proverbios es conocido como el libro de la sabiduría y
nos enseña como caminar, ofreciéndonos la sabiduría,
discreción, prudencia y todo lo necesario para vivir
victoriosamente en un mundo oscuro.
Este libro está diseñado para usar en una clase, iglesia,
seminario, instituto o lugar donde uno desee conocer y crecer
más en el Señor. El libro de Proverbios es muy práctico. Todos
necesitamos sabiduría, y este libro de la Biblia nos la provee.

También podría gustarte